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El águila es una figura heráldica empleada desde las Cruzadas.

Resultante del águila romana,


restituida por Carlomagno, deviene el símbolo del imperio y gana una segunda cabeza al momento
de la fusión entre el Imperio de Oriente y el Imperio de Occidente.
La concurrencia con el león es bastante significativa, y se puede usar para marcar supremacía: ella
puede reinar las mismas zonas que el león, mientras que el último no tiene ningún poder en los
aires, que se vuelve automáticamente un mundo superior.
El águila bicéfala es un símbolo presente en la iconografía y heráldica de varias culturas indo-
europeas y mesoamericanas. En Europa, procede del águila bicéfala hitita, llegando a la Edad
Media occidental a través de Bizancio.
El águila de San Juan, como símbolo del evangelista, se convierte en heráldica en una parte
importante de algunos blasones, sobre todo el que incorporó Isabel la Católica como soporte al
escudo de los Reyes Católicos. No debe confundirse con el águila imperial que aparece en otros
muchos como los de los Austrias españoles o los zares de Rusia que derivan del escudo de los
emperadores bizantinos.

Símbolo romano
Artículo principal: Águila romana

Denario de Marco Antonio con el símbolo del águila


El águila también figuraba como símbolo patrio de las legiones romanas. En el segundo consulado
de Cayo Mario (104 a. C.) los símbolos de animales cuadrúpedos se dejaron de lado como
estandartes, conservándose sólo el águila (Aquila). Estaba hecha de plata o bronce, con alas
extendidas, pero probablemente era de tamaño pequeño, puesto que el portador del estandarte
(signifer) bajo Julio César se dice que en circunstancias de peligro arrancaba el águila de su poste y
la ocultaba entre los pliegues de su faja.
Con los
emperadores posteriores el águila se llevaba, como ha ocurrido durante muchos siglos, con la
legión, llamándose por ello a veces la legión simplemente aquila.

Enseña militar

Águila de la guardia imperial francesa


La imagen del águila también ha funcionado como enseña militar equivalente al pendón, bandera o
estandarte, que consiste en un asta de lanza en cuyo extremo superior en vez de hierro o moharra,
hay un águila. Tántalo, rey de Lidia, fue el primero que usó de las águilas como enseña guerrera.
Los romanos la tomaron de los persas y de los epirotas y la colocaban a la cabeza de cada legión
durante las marchas, pasando al centro luego que comenzaba una batalla.
Carlomagno adoptó el águila como guion de sus tropas. Napoleón I la dio a los regimientos de su
guardia y la paseó triunfante por todas las naciones de Europa, hasta que la guerra de España y los
desastres de Rusia la hicieron perder el prestigio de invencible. Durante la restauración de los
Borbones quedaron abolidas las águilas en Francia, pero el advenimiento al trono de Napoleón III
resucitó esta enseña que se llenó de gloria en Crimea y en Italia.4
Alquimia

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