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“Estén firmes en el día malo, para que resistan hasta el final” (Efesios 6:13).
Ahora bien, deprimirse porque las cosas no están resultando es normal sobre
todo cuando se ha estado luchando demasiado tiempo en una o varias pruebas,
pero si deseamos vivir la vida que Dios tiene para cada uno debemos ser
más determinados, más firmes, más luchadores y no alzar la bandera blanca
de rendición tan rápido.
Una cosa es cierta, “a todos nos vienen buenos y malos momentos”; esto lo
dice Salomón en Eclesiastés 7:14. ¿Qué nos quiso enseñar? La vida es así, con
altos y bajos, con pruebas y victorias, con abundancia y escasez, con alegrías y
tristezas. El problema es que cuando estamos en épocas de tribulaciones
pareciera que éstas son más largas que las épocas felices; la verdad no es así.
Resulta que cuando estamos en pruebas tendemos a olvidar los buenos
momentos del ayer, ¿por qué? Porque estamos orientados a lo negativo, nos
gusta recordar las cosas malas y tendemos a olvidar con rapidez que también
hemos tenido buenos momentos. ¿Qué debemos hacer? Confiar que en el
Universo de Dios todo tiene su tiempo y aunque la prueba parece durar más de
la cuenta confiemos que tarde o temprano saldremos de ella porque el reloj de
Dios es diferente al nuestro. Además nos haría muy bien recordar las
bendiciones pasadas, al hacerlo nuestro espíritu recobraría el ánimo.
«Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su
hora» (Eclesiastés 3:1)
«Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios»
(Salmos 103:2).
«Cuando te vengan buenos tiempos, disfrútalos; pero cuando te lleguen
los malos, piensa que unos y otros son obra de Dios, y que el hombre
nunca sabe con qué habrá de encontrarse después» (Eclesiastés 7:14).
«Por eso, aun cuando por algún tiempo tengan que pasar por muchos
problemas y dificultades, ¡alégrense! La confianza que ustedes tienen
en Dios es como el oro: así como la calidad del oro se pone a prueba
con el fuego, la confianza que ustedes tienen en Dios se pone a prueba
con los problemas. Si ustedes pasan la prueba, su confianza será más
valiosa que el oro, pues el oro se puede destruir. Así, cuando Jesucristo
aparezca, hablará bien de la confianza que ustedes tienen en Dios,
porque una confianza que ha pasado por tantas pruebas merece ser
alabada» (1ª Pedro 1:6-7).
«Hermanos en Cristo, ustedes deben sentirse muy felices cuando pasen
por toda clase de dificultades. Así, cuando su confianza en Dios sea
puesta a prueba, ustedes aprenderán a soportar con más fuerza las
dificultades. Por lo tanto, deben resistir la prueba hasta el final, para que
sean mejores y puedan obedecer lo que se les ordene». (Santiago 1:2-4).
«Al que soporta las dificultades, Dios lo bendice y, cuando las supera,
le da el premio y el honor más grande que puede recibir: la vida eterna,
que ha prometido a quienes lo aman» (Santiago 1:12).
«Y dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis
soportar» (1ª Corintios 10:13).