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Seminario de Aristóteles
Directora: Alicia Natali Chamorro Muñoz
Protocolante: Luis Ferney Bautista Perucho
Protocolo N- 7
Fecha en la que se toma: 2 de septiembre
Fecha en la que se presenta: 7 de septiembre
Texto: libro noveno (capítulo 1-5)
Introducción:
Otra de las preguntas que la directora del seminario planteó a los participantes
fue: ¿los accidentes tienen esencia? Luego de deliberar un rato sobre esta
pregunta, los participantes del seminario concluyeron que si bien los accidentes
no tienen esencia propiamente, sí tienen un poco de esencia, esto solo en
cuanto los accidentes puedan ser comprendidos por sí mismo. Un ejemplo al
respecto, es un cuadro blanco. Acá tenemos una esencia del accidente ‘‘blanco’’
porque podemos tener una concepción de él, pero como señaló la directora del
seminario, esta esencia no es tan real, porque siempre que hacemos referencia
a ese accidente tenemos que referirnos a algo que lo soporte. En efecto, no es
posible pensar el color blanco por sí mismo o sin algo que lo contenga.
Otra de las inquietudes que surgió en el seminario fue la de qué pasa con la
materia en las sustancias compuestas. Esta inquietud tuvo lugar debido a la
conclusión anteriormente mencionada. Si decimos que la esencia de la
sustancia es la forma, cabe preguntarse cuál es ahora el lugar que ocupa la
materia, ¿acaso esta conclusión nos lleva a considerar la teoría platónica de las
ideas, en donde solo las formas son importantes y la materia se desprecia?
Pues bien, la directora del seminario señaló que de ninguna manera la anterior
conclusión nos conduce a un platonismo desembocado. Para Aristóteles, la
materia existe; y una de las características de la materia es que sobrevive a las
transformaciones de la forma. Un ejemplo que se destacó en el seminario fue la
del ser humano. Cuando un humano se corrompe o muere, su forma
desaparece, pero su materia, si bien cambia, permanece. Otra de las
características de la materia es que permite la individuación y la formación. Esta
característica de la materia es la que permite que si bien todos tengamos la
misma forma nuestra materia sea distinta. Por ejemplo, la materia de Juan es
diferente a la materia de Luis, pero su forma se mantiene. En conclusión, gracias
a la materia es posible la individuación. Otra característica de la materia es la de
organizar. La materia es la que permite que haya organización, es lo organizado.
La forma es aquello que da la organización a la forma. Para que sea más claro,
miremos el ejemplo que al respecto se presentó en la sesión. En la palabra
calor, la materia son las silababas que componen la idea o concepto de calor. Si
la organización de la materia, es decir, de las silabas fuera distinto, la forma
cambiaría. Si por ejemplo, en lugar de calor, la materia se organiza como lorca,
tenemos totalmente distinto. Esto no permite apreciar esta característica de la
materia, a saber, la de organizar. Como vemos, la materia y la forma están
entrelazadas. No es posible separar la materia de la forma. Si los separamos,
perderían su función y movimiento. Ahora bien, esto sucede ontológicamente
hablando. En las definiciones sí podemos encontrar esta separación. Por
ejemplo, cuando decimos casa de papel, la preposición ‘de’ está separando. Con
lo cual, las cosas sensibles siempre estarán conformadas por materia y forma.
En otras palabras, cualquier cosa sensible es una materia formada que tiene
cierta función y cuyas partes actúan conjuntamente.
2) Relatoría libro lX
Este libro noveno de la metafísica está dedicado al estudio del acto y la
potencia. En un primero momento, la relatora del presente libro explica lo
referente a los sentidos fundamentales del término potencia. Enseguida, expuso
qué son las potencias racionales e irracionales y continuó con la distinción entre
potencia y acto, en donde hace alusión a la crítica que hace Aristóteles a la tesis
megarica, la cual consideraba que acto y potencia son lo mismo. Y por último, la
relatora aludió a los tipos de potencia y a lo imposible y la imposibilidad.
Comentario personal:
A modo de comentario personal sobre la sesión acá presentada, pienso
que este libro nos permite entender mejor el debate antiguo en relación al
ser. Y además nos presenta otro tipo de movimiento, el intelectual. Con
esta postulación aristotélica de ser en potencia y ser en acto, es posible
comprender mucho mejer la realidad que nos rodea, en el sentido que
gracias a estos tipos de ser, podemos ser conscientes del movimiento
constante y continuo de todas las cosas. En definitiva, considero que la
sesión y las intervenciones por parte de los participantes fueron valiosas
para la comprensión de este libro noveno.
Tareas asignadas:
Para la próxima sesión quedó asignada la relatoría del libro noveno,
capítulos 6-10, por parte del estudiante Francisco Rueda y como
potocolante Andrés Tarazona.
Bibliografía:
Aristóteles (2011). Metafísica. Madrid: Gredos.