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"La razón humana tiene, en una especie de sus conocimientos, el destino particular de
verse acosada por cuestiones que no puede apartar, pues le son propuestas por la
naturaleza de la razón misma, pero a las que tampoco puede contestar, porque superan
las facultades de la razón humana."
--Immanuel Kant
Resumen
Introducción
Kant no estaba equivocado. Sólo estaba incompleto. Sus ideas eran completas para su
mundo, pero para el nuestro, que ha crecido y crece tan aceleradamente, sus ideas son
bastante incompletas. Si viviéramos en su mundo, no tendríamos nada que criticarle.
Toda idea es correcta en el contexto en el que fue creada (1). Pero como no vivimos en
su mundo, en este trabajo criticaremos sus ideas. Pero no sólo las destruiremos,
construiremos las nuestras sobre sus escombros.
Las creencias que alguien tenga dependen de muchas cosas: su cultura, su educación, su
sociedad, su familia, sus genes. Podemos decir que las creencias dependen de su
experiencia (aunque también de su razón para ordenarlas). Pero la experiencia también
requiere de la razón y de las creencias. Y la razón requiere de creencias y experiencia.
¿Cual fue primero? Las tres. Cada una necesita de las demás.
Kant también tiene sus creencias (axiomas). El "problema" es que no los pone en duda.
De lo único que estoy seguro es que no estoy seguro de nada. Si no se pueden
comprobar, uno debiera por lo menos estar consciente de su incompletitud. Bueno, pero
esto va en contra de su proyecto de justificar la razón, ya que sólo la puedo justificar en
mis creencias/mi voluntad.
No hay que negar las contradicciones, hay que comprenderlas. No se gana nada
echándolas abajo de la alfombra, ya que la suciedad saldrá por el otro lado (3). Es
cuestión de tener la voluntad de comprenderlas [3].
¿A prioris?
Kant pretende, para justificar a la razón, responder a la pregunta "¿qué y cuanto pueden
conocer el entendimiento y la razón, independientemente de toda experiencia?". Con el
conocimiento actual es fácil responder a esta cuestión: Nada. Todo conocimiento
requiere de una experiencia. ¿Por qué? Porque si no, ¿cómo llegó el conocimiento ahí?
Al comprender cómo es que los animales aprendemos (4), vemos que es necesario
experimentar las cosas para después poder abstraerlas en conceptos. Aún las formas
"puras" del entendimiento. Uno no puede hacer matemáticas si no ha experimentado la
agregación de dos objetos similares para formar un grupo de objetos (e.g. 1+1=2). Y
finalmente las matemáticas también son incompletas. La física trata de explicar los
fenómenos naturales. ¿Cómo los va a explicar antes de experimentarlos?
Una vez aprendidos estos conceptos, Kant puede hablar de que ya no necesitan de la
experiencia. Pero como los conceptos llegaron ahí por la experiencia, tienen la misma
validez para soportar una teoría que las creencias.
Aunque uno diga que a Kant no le importa cómo es que llegaron ahí los conceptos, el
saber que llegaron ahí por medio de los sentidos y la experiencia, nos imposibilita pasar
por alto este hecho. Hecho tal que destruye el propósito de Kant de justificar las
posibilidades de conocimiento. El conocimiento se puede dar, pero nunca podremos
estar seguros de él. Tenemos que creer en él.
Los a prioris son los axiomas del sistema de Kant. Son sus creencias. Estamos de
acuerdo que no necesitan de justificación, porque no la tienen. Pero por lo mismo no es
posible demostrar, estar seguro de que un a priori siempre se cumple. ¿Por qué? Como
decimos, los a prioris dependen de nuestras experiencias y creencias, y las dos dependen
del contexto en el que se encuentre cada individuo.
La metafísica es los axiomas de la filosofía. Uno no puede probar que una metafísica es
válida utilizando la razón, porque toda razón se basa en una metafísica, en creencias.
Pero de cualquier forma, los a prioris no nos darán la universalidad buscada por Kant.
Alguien podría argumentar que las matemáticas son universales. Son, en tanto que nos
pongamos de acuerdo en los axiomas. Las matemáticas, al ser creación del hombre,
parecen ser perfectas, porque desecharon todos lo que les indicaban sus prejuicios al
construirlas. Pero el que no abarquen algo no implica que no esté ahí. Es como un niño
pequeño que para esconderse cierra los ojos. Si aspiramos a una universalidad en el
conocimiento, tenemos que ponernos de acuerdo en los axiomas, en las creencias, en
los que basaremos el conocimiento. Eso es lo que hacen los sistemas formales. Pero
esto es inalcanzable completamente, simplemente porque hemos tenido diversas
experiencias, que han moldeado nuestras creencias y nuestra razón de forma distinta.
Una prueba de ello es que no todos estarán de acuerdo con mis creencias. Y porque
estamos en un medio ambiente impredecible y abierto y no determinista, un sistema
basado en axiomas nunca podrá contener el conocimiento, ya que este está en constante
evolución, lo cual hace que los axiomas también evolucionen.
La Estética
Kant dice que antes de poder percibir un objeto, debemos de tener una representación de
él. Estamos de acuerdo, pero esa representación no siempre estuvo ahí. La primera vez
que percibimos un objeto no nos lo podemos representar mas que en términos de
representaciones que ya tengamos. Una vez que los objetos pasan por la experiencia, es
que podemos crear una representación. Será a priori en el instante en el que yo la utilice,
pero llegó ahí por la experiencia, por lo tanto no es pura.
Hemos visto con la teoría de la relatividad que el espacio y el tiempo dependen del
observador. No pueden ser universales. El espacio y el tiempo son propiedades de la
materia. Sin materia, no podemos hablar ni de tiempo ni de espacio. No podemos hablar
de tiempo o espacio sin hablar de percepción. Necesito percibir a la materia para poder
abstraer su espacio y su tiempo. Espacio y tiempo, a contrario de lo que cree Kant, se
derivan de la experiencia. Y finalmente, el espacio y el tiempo están en los objetos. Si
tenemos o no conceptos de espacio y tiempo no afecta a los objetos.
La Lógica
Toda lógica (hasta ahora) se basa en axiomas. Por lo tanto no se puede probar a sí
misma. Y sus formas emergen de la experiencia. Como dijimos anteriormente, sus
formas no son puras, son abstracciones sintéticas de los conceptos que tenemos de los
objetos que percibimos. Entonces, en contra de Kant, la lógica tiene principios
empíricos, el contenido hace a las formas y ninguna lógica es una doctrina
demostrada, ya que nada en ella puede ser enteramente cierto a priori.
Kant define a la verdad como "la coincidencia del conocimiento con su objeto".
Concordamos con esta definición, sólo que nunca podremos estar seguros de una
coincidencia total entre el conocimiento y su objeto. Por lo tanto, no podemos hablar de
verdades absolutas ni universales. También, es claro que requerimos de la experiencia
para comprobar si el conocimiento concuerda con su objeto. Por lo tanto no puede haber
verdades a priori. Y finalmente, del conocimiento que no representa objetos no podemos
decir si es verdadero o no. En efecto, yo no me atrevería a sugerir la verdad o falsedad
de algo que no he experimentado. Todas las verdades son acuerdos.
La Analítica
Se torna tedioso, al tener creencias distintas a las de Kant, seguir argumentando contra
sus ideas, así que seremos breves. Si Kant cree que sus tablas son completas, entonces
diremos que su mundo en verdad era pequeño, tan pequeño que lo podía enumerar.
Para determinar sus categorías necesitó de haber experimentado objetos que las
presentasen, para después abstrerlas de los conceptos que tenía de esos objetos. Y a
estas alturas yo consideraría imprudente decir que todo el conocimiento se contiene en
esas categorías. Es como después dijera Hegel: Aquí, señores, se acaba la filosofía.
Conclusiones
La razón sirve para justificar mis creencias. En este trabajo mostramos que Kant no
puede alcanzar verdades o principios universales que han sido tan buscados. Pero
nuestras teorías e ideas tampoco son verdades universales. Tal vez sean más completas,
pero cuando nuestro conocimiento y nuestra perspectiva aumenten, nuestras ideas serán
obsoletas al no poder comprender lo impredecible (5).
Kant, en su Historia de la Razón Pura, concluye diciendo que las doctrinas filosóficas
del pasado son importantes: han preparado el camino, mostrando sus diferencias
recíprocamente (como lo ha hecho la doctrina del mismo Kant): "La ruta crítica es la
única que sigue abierta". Podremos decir que no hay ruta abierta: todas son cerradas e
incompletas. El conocimiento acumulado hasta nuestros días nos permite afirmar que
nunca se podrá encontrar una teoría que lo explique todo. De otro modo, la teoría
tendría que comprender al todo, pero como la teoría no sería el todo, ¿cómo algo menor
al todo podría contener al todo? ¿Autosimilitud? ¿fractales? Tal vez, pero no lo creo.
Toda teoría es incompleta. La filosofía nunca se terminará.
¿Pero entonces por qué correr una carrera sin meta? ¿Por qué acumular conocimiento si
nunca lo tendremos todo? El que no alcancemos la completitud no nos impide buscar
ser menos incompletos.
¿Pero entonces si no hay una base firme, si cada quien tiene sus creencias, es posible la
ciencia? Por supuesto, sólo hay que ver que está basada, como todas las verdades, en
acuerdos. En vista de lo cual hay que ser cautos, y no confiar ciegamente, pero
tampoco dudar neciamente, en/de esos acuerdos.
Bibliografía
[1] Dampier, Sir William Cecil. Historia de la ciencia y sus relaciones con la filosofía y
la religión. Madrid, Tecnos, 3a ed., 1997.
[5] Gödel, Kurt. "Über formal unentscheidbare Sätze der Principia Mathematica und
verwandter Systeme, I." Monatshefte für Mathematik und Physik, vol. XXXVIII, 1931,
pp. 173-198.
[6] Hayes, C. and L. Huber (Eds.). The Evolution of Cognition. MIT Press. 1999.
[7] Kant, Immanuel. Crítica de la Razón Pura, 2ª Ed. 1787.
1. En este trabajo las frases en cursivas indican que son de mi autoría (obviamente esto
no implica que el resto no es a su vez producto de mis ideas).
3. Una situación similar se ve en los griegos, que al darse cuenta que en un triángulo
cuadrado el doble del cuadrado de un cateto es igual al cuadrado de la hipotenusa
(2a2=c2), y que no hay número natural que al elevarse al cuadrado de como resultado el
doble de otro natural elevado al cuadrado, la perfección de sus números se veía
amenazada. Echaron el problema abajo de la alfombra y fue hasta Cantor que se pudo
salir del paso al definir los infinitesimales.
1. Introducción
Hegelianismo
Doctrina filosófica de Hegel, o pensamiento influido por este autor. Entre los
hegelianos se distingue el ala derecha, ortodoxa o tradicional, que insiste en los
rasgos nacionalistas y concibe el Estado como la síntesis perfecta entre lo
privado y lo público, al tiempo que cultiva la visión teológica de las teorías de
Hegel, y la izquierda («jóvenes hegelianos»), para la cual la religión aparece
superada por la filosofía, y que se interesa en particular por el método
dialéctico aplicado a la realidad (materialismo dialéctico); en esta última
corriente se destacan autores como D. Strauss, B. Bauer, L. Feuerbach, K.
Marx y F. Engels.
Hegel, Georg Wilhelm Friedrich (1770-1831), filósofo alemán, máximo
representante del idealismo y uno de los teóricos más influyentes en el
pensamiento universal desde el siglo XIX.
2. Vida Y Obra
La Situación de Alemania.
La guerra de los Treinta Años dejó a Alemania atrasada tanto política como
económicamente. No existía un estado moderno, sino un estado carente de
justicia centralizada y fundamentado sobre un despotismo feudal. Además, el
campesinado aún era muy numeroso, la industrialización era mínima y carecía
de una clase media poderosa que pudiese transformar ese estado de cosas.
Alemania no era un Estado. La libertad estaba sometida y la censura
atenazaba la libertad de expresión. Se atacaba la cultura y todo lo que
significaba "ilustración".
Hegel vivió la Alemania de su tiempo como un ataque a sus aspiraciones
democráticas y a la libertad, y concibió la necesidad de un Estado moderno y
racional. Era preciso también, pues, una idea o concepto de Estado racional.
La Revolución Francesa
La Revolución Francesa significó para Hegel el triunfo de la Razón. La
Revolución Francesa estableció el principio de que el pensamiento debe
gobernar la realidad y el orden político – social; Hegel también tenía la
concepción de que sólo puede considerarse como verdadera realidad aquella
que realiza las exigencias y los fines de la Razón.
Además, la Revolución Francesa se proponía aunar la vida en comunidad con
el principio de subjetividad: la realización de la libertad y el sentirse libre.
Sin embargo, la experiencia del Terror en la época de Robes Pierre mostró a
Hegel la tremenda dificultad de conjugar racionalmente la libertad del hombre y
la organización político – social en un equilibrio en el que ninguno de los polos
sea reducido y disuelto en el otro, pues en tal caso se acabaría con la libertad
objetiva y con la vida del Espíritu.
El Marco Filosófico
La obra de Hegel puede considerarse como la madurez filosófica y cultural de
la tradición occidental. Su filosofía pasa por ser el último gran sistema filosófico,
en el que confluyen prácticamente todas las filosofías anteriores. El propio
Hegel interpretó así su sistema, como el estado de maduración y unidad interna
de todo el pensamiento anterior a él (así lo hace en sus Lecciones sobre la
historia de la filosofía).
La filosofía de Hegel se basa en la relación entre los dos conceptos
fundamentales de la filosofía anterior: la Naturaleza (en la filosofía griega) y el
Espíritu (en la filosofía cristiana y, a partir de Descartes, en la filosofía
moderna). Hegel pretende la unidad interna y la conexión entre Naturaleza y
Espíritu, de modo que pueda elaborarse una teoría unitaria, total y cerrada
sobre la realidad en su totalidad. Pero para ello Hegel necesitaba revisar y
superar la filosofía de Kant, que era la que había alcanzado mayor madurez
pero que, en cambio, ofrecía mayores dificultades para ese proyecto de
sistema filosófico unitario, cerrado y total.
3. La Dialéctica
Sentido De La Dialéctica
El término "dialéctica", aunque no fue Hegel el primero en utilizarlo (lo habían
hecho ya, por citar dos ejemplos, Platón y Kant), sirve para caracterizar toda su
filosofía llamándola método dialéctico o naturaleza dialéctica de la realidad.
Estructura De La Dialéctica
Hemos visto que para Hegel la dialéctica no se limita a ser un método del
conocimiento, sino que es algo más. La dialéctica constituye la naturaleza y
estructura de lo real, y por ello es por lo que constituye el modo de proceder del
conocimiento.
La estructura y esencia de la dialéctica es un todo complejo constituido por tres
momentos o aspectos implicados entre sí (y es ésta la auténtica interpretación,
y no que sean tesis, antítesis y síntesis --términos, por otro lado, que Hegel
nunca utilizó-- tres pasos sucesivos):
Inmediatez – mediación.
Totalidad.
Negatividad – contradicción.
Superación.
4. La filosofía de la historia
Espíritu
Espíritu no es lo opuesto a la materia. Es lo más fuerte, profundo y real de lo
existente. Es el espíritu del mundo o espíritu universal, la fuerza de todas las
fuerzas, la profundidad de todas las profundidades. Es la reconciliación del
hombre con la realidad, la reconciliación del sujeto pensante con el objeto
pensado.
No es nada estático. Por el contrario, va evolucionando dialécticamente:
espíritu subjetivo (descubrimiento de sí), espíritu objetivo (realización práctica:
aquí hay que colocar a la historia) y Espíritu Absoluto (encuentro definitivo del
hombre con la realidad, del sujeto con el objeto).
Explicitación en el tiempo
El espíritu poco a poco se va desarrollando, se va expresando en medio de un
proceso siempre progresivo, sin poder volver atrás.
Por eso la historia es:
5. Conclusión