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TIPOS

En función del tiempo de evolución se pueden dividir en:


 Retinopatía hipertensiva aguda. Se presenta en casos donde en un corto
período de tiempo existe un aumento muy marcado de la tensión arterial. Suele
provocar visión borrosa junto con un característico dolor de cabeza. En casos
más severos en cuanto al tiempo de evolución y a los parámetros de
hipertensión arterial, se pueden apreciar signos clínicos en el fondo del ojo
tales como hemorragias e incluso una inflamación de la cabeza del nervio
óptico. Esta retinopatía se presenta en contextos clínicos como la preeclampsia
o la eclampsia, en tumores como el feocromocitoma, etc.
 Retinopatía hipertensiva crónica. Es la forma más frecuente de presentación
de esta retinopatía ya que la hipertensión arterial es esencialmente una
patología crónica, solapada en el tiempo y silente en su sintomatología. En
cuadros avanzados se pueden apreciar diferentes lesiones en la retina como la
presencia de cruces anómalos entre las arterias y las venas (responsables de
oclusiones de rama venosa), dilataciones focales de los vasos denominados
aneurismas, hemorragias dispersas en la superficie retiniana, disminución del
calibre de los vasos y, en casos más severos, edema de la papila óptica.
La mayoría de pacientes, aun presentando los signos clínicos descritos, permanecen
asintomáticos un largo período de tiempo.
 
COMPLICACIONES

La principal complicación de la retinopatía hipertensiva es la oclusión


tromboembólica de los vasos sanguíneos. Ésta puede ser de tres tipos:
 Obstrucción arterial. El paciente lo nota como una alteración severa y súbita
del campo visual pudiendo comprometer a la agudeza visual si la afectación
engloba la zona central de la retina denominada mácula. Cuanto mayor calibre
sea el vaso arterial ocluido, mayor repercusión funcional sufrirá el paciente.
Actualmente no existe tratamiento estandarizado para las obstrucciones
arteriales retinianas.
 Obstrucción venosa. El inicio también es agudo y la sintomatología es similar
a la arterial aunque sin una percepción tan súbita. Respecto al tratamiento, se
deberá determinar las lesiones ocasionadas y valorar la realización de
inyecciones intravítreas asociadas o no a fotocoagulación láser.
 Neuropatía óptica isquémica. El daño se produce sobre el aporte sanguíneo
que llega a la cabeza del nervio óptico. Sintomatológicamente el paciente suele
percibir alteraciones del campo visual de forma altitudinal (se pierde la visión
de la mitad del campo visual, normalmente la inferior).

1. A. Trisán anoro. Retinopatia hipertensiva. Tipos y complicaciones medicina


general 2000; 25: 554-564

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