ELABORACION DEL DUELO ANTE UNA RUPTURA AFECTIVA 1

Elaboración del duelo ante una ruptura afectiva 1

Maria Elisa Castrillon Daniela Rozonzew Velasquez

Arroyave
Danii.rozo@hotmail.com
Mariacastri6@hotmail.com

Resumen

Según el DSM-IV-TR el duelo es una reacción a la muerte de una persona querida

acompañada por síntomas característicos de un episodio de depresión mayor (tristeza, insomnio,
pérdida del apetito), pero el estado de ánimo depresivo es considerado como normal.
Generalmente los procesos de duelo, se referencian a circunstancias determinadas de dolor, en
cual su foco es compuesto por la pérdida de alguien o de algo. Se deben asumir por todos y cada
uno de los seres humanos en alguna etapa u ocasión de su vida. Al hablar de ese alguien no
quiere decir que se hable exclusivamente de una persona, también es posible que se trate de un
objeto el cual ha sido de gran importancia y que este tenga un valor sentimental dado por el
individuo y para el mismo.

En el presente artículo, trataremos de la elaboración del duelo frente a la ruptura afectiva,

es decir, cómo las personas afrontan las situaciones adversas cuando pierden su pareja
sentimental en la ruptura, asimismo, cómo esto influye en la vida del sujeto y qué componentes
son importantes en el momento que esto ocurre.

El objetivo principal de este documento, es conocer la dinámica propia del duelo, ante la
ruptura de pareja, sus características y consecuencias, permitiendo la toma de conciencia de su
realidad.

Palabras clave: Duelo, ruptura afectiva, apego, elaboración del duelo.

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Artículo presentado para optar al título de Psicóloga, Facultad de Psicología, Universidad de San
Buenaventura Seccional Medellín, 2015. Asesor Psicólogo Pablo Andres Zapata
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Abstract

DSM-IV-TR grief is a reaction to the death of a loved one accompanied by characteristic

symptoms of a major depressive episode (sadness, insomnia, loss of appetite), but the depressed
mood is considered normal. Generally the grieving process, certain circumstances are referred to
pain, in which the focus is compounded by the loss of someone or something. They should
assume for every human being at some stage or occasion of your life. Speaking of that someone
does not mean to talk only of a person, it is possible that it is an object which has been of great
importance and that this has sentimental value given for the individual and for the same.
In this article, we will discuss the development of the match against emotional
breakdown, that is, how people cope with adverse situations they lose his girlfriend in breaking
also how this affects the subject's life and which components are important when this occurs.
The main objective of this document is to understand the dynamics of grief before
breaking couple, their characteristics and consequences, allowing the realization of their reality.

Keywords: Mourning , emotional breakdown , addiction , elaboration of mourning .

INTRODUCCIÓN

Según el DSM-IV-TR el duelo es una reacción a la muerte de una persona querida

acompañada por síntomas característicos de un episodio de depresión mayor (tristeza, insomnio,
pérdida del apetito), pero el estado de ánimo depresivo es considerado como normal.

Acorde a la observación directa e indirecta en la cultura, y sumado a las experiencias

personales, se deduce que las relaciones de pareja, tienden a cumplir ciclos, entre ellos, su
finalización; esto ocurre debido a diversos elementos: internos y externos de la persona y de la
pareja.

Cuando la relación de pareja llega a su ciclo final, las personas pueden experimentar
algunas sensaciones y emociones que son resultado del fracaso de la misma, por lo tanto, al
asumir esta verdad, se cuestionan por la causa detonante que permitió la finalización del vínculo
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afectivo para tratar de reconstruirlo. Sin embargo, no todas las veces esto es posible, debido a
que la otra persona posiblemente no tiene ningún interés en participar de esa reconstrucción del
vínculo.

Es justo en este momento, que ocurre la separación de la pareja, dejando así, en una o en
ambas personas la necesidad de elaborar un proceso de aceptación de la situación, es decir, un
duelo, que se supone resulta de la pérdida de la estabilidad emocional y afectiva

Con este trabajo de investigación, se dará a conocer algunas dinámicas con las que
operan las relaciones de pareja y los factores que posiblemente influyen en la ruptura y su forma
de afrontarla, mostrando la importancia de elaborar el duelo adecuadamente, con el fin de que la
persona o todas las partes involucradas y afectadas emocionalmente puedan reestructurar su
proyecto de vida; para ello, se brindará de manera detallada, la información adecuada para dicho
proceso.

Al hablar de la elaboración del duelo, esta se puede entender de dos maneras, una
primera situación sería el duelo que se realiza por una muerte física de un ser y como segunda
situación hablamos de la perdida de pareja o del vínculo sentimental entre dos personas, no
necesariamente debe haber muerte física de estos. Es en esta segunda situación, al observar la
pérdida del vínculo de la relación existente la cual expresa que ambos individuos deben realizar
un proceso de duelo, inclinado a la interiorización y al entendimiento de la situación hablada.
Sin embargo, es necesario aclarar que no ambas partes se verán afectadas de igual forma por
dicha situación ya que uno de los individuos es quien ha tomado la decisión de romper, y esta
decisión al ser fundamentada y meditada no requiere de una elaboración de este proceso del
duelo, teniendo en cuenta esto se puede deducir que es al otro individuo quien debe asumir el
proceso de la elaboración del duelo.

La metodología utilizada para esta investigación fue Inductiva, ya que se aplicaron

encuestas y se realizó trabajo de observación para identificar las causas y percepciones de las
personas ante las rupturas que han marcado su historia personal y sentimental.

Una vez identificadas estas fuentes de recolección de información, la investigación de

tipo exploratoria, nos permitió conocer a profundidad las dinámicas del proceso de ruptura
afectiva y analizar los resultados.
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Para las encuestas, se tomó una muestra representativa de 25 personas, entre las edades
de 23-48, de la cuales se obtuvo valiosa información.

DESARROLLO DEL TEMA

“La relación de pareja es quizás la experiencia más gratificante en la que se ve envuelto el

ser humano, razón por la cual ha sido objeto de la atención del hombre desde tiempos muy
antiguos. Ya en grabados sumerios con una antigüedad de 4.000 años antes de cristo se pueden
observar imágenes y frases románticas dirigidas a una pareja” (Páez, 2006). De la misma forma
durante la historia de la civilización occidental la relación de pareja y el amor han sido tema de
canciones, poemas, pinturas, esculturas, etc. gran parte del arte está orientada sobre esta
experiencia. Por otra parte, la psicología ha estudiado también este fenómeno tratando de
establecer el origen y las conductas características del amor y finalmente a fines del siglo veinte
la Neurociencia y otras ciencias, han entrado en la carrera por explicar esta compleja experiencia
del vivir humano entregándonos las bases neurobiológicas del amor, la monogamia y la
fidelidad.

En el contexto social, se ha aprendido que la relación de pareja puede ser algo tan
importante para el ser humano, que pensar en su ruptura, genera una cantidad de sentimientos
inexplicables, y por ende unos comportamientos diferentes a los habituales cuando esto ocurre.

Para conocer entonces todo lo que conlleva la elaboración del duelo frente a la ruptura
afectiva, es necesario conocer los componentes de la relación de pareja.

Fernando Maureira, (2008), en el artículo los cuatro componentes de la relación de pareja,

menciona que “Toda relación de pareja es una mezcla de biología y cultura que se funda en
cuatro pilares: compromiso, intimidad, romance y amor”, además, divide estos componentes en
dos grupos:

a) El componente biológico: el amor La neurobiología actual nos entrega información

sobre el proceso del amor romántico como una función dada por ciertas estructuras cerebrales y
por neurotransmisores específicos que son necesarios para la experiencia amorosa. El amor es la
necesidad fisiología de una pareja exclusiva para la cópula, la reproducción y la crianza, y cuya
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satisfacción genera placer. Por lo tanto, esto es un proceso que no es exclusivamente humana ya
que esta conducta se observa en otras especies animales.

b) Los componentes sociales: intimidad, compromiso y romance El lenguaje es un

conjunto de acciones conductuales coherentes recursivas en la experiencia generada en la
relación con los otros. Explicaremos esto diciendo que cuando dos o más individuos se
relacionan en una convivencia diaria sus conductas comienzan a adquirir significado, esto quiere
decir que son entendibles por el otro o los otros con quien se relaciona y posteriormente las
acciones conductuales comienzan a ser coherentes en todo el grupo, es decir, toda acción
conductual comienza a representar un significado específico para todos, por lo tanto cada
conducta que sea coherente en la experiencia que se ha generado en la diaria convivencia con el
resto de los individuos del grupo permite que la relación con el otro o los otros sea entendible en
base a sus acciones conductuales generando el lenguaje.

Esto quiere decir entonces, que cada relación de pareja está conformada por componentes
que determinarán cuál será la dinámica de la misma, y estos factores son tanto biológicos, como
sociales y neuronales, sin embargo, más allá de eso, las personas también conforman vínculos
afectivos dependiendo del tipo de apego que generen con los otros, el cual está determinado
desde la primera infancia del individuo.

Los seres humanos son seres sociales desde su nacimiento, esto se ha demostrado a los
largo de la historia desde el momento en que el niño necesita de su madre para sobrevivir y
recibir afecto. Al parecer, esta necesidad de formar vínculos emocionales, y más aún, de
conseguir un sentimiento de seguridad mediante una relación afectiva de apego, son necesidades
inherentes a la condición humana; esto con el fin de recibir compañía, regocijo, comprensión y
amor. Lo importante de este punto, es que la manera en cómo el niño aprenda a relacionarse con
el otro, podría determinar la manera en como este pueda afrontar las situaciones difíciles de su
vida en cuanto a rupturas afectivas. Además, estos aprendizajes previos influyen directamente en
la dinámica de las relaciones, pues al unirse personas diferentes, con aprendizajes distintos,
también generará cambios al interior de la relación, como los conflictos.

Como lo afirma Bowlby, (1980) citado por Ramos, (s,f) “el ser humano es
extremadamente social, viene al mundo predispuesto a formar vínculos, a amar, a
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comprometerse, a disfrutar con éstos y a arriesgarse al sufrimiento de perderlos. Sus relaciones

son al mismo tiempo su gran fuerza y su gran debilidad. La felicidad y el bienestar producidos
por el amor son equivalentes al dolor y el sufrimiento producidos por su falta”.

Es por esto que la ruptura afectiva representa para el individuo un proceso complicado de
asimilar, tiene reacciones físicas, psicológicas y emocionales en la persona. Puede afectar su
área familiar, social o laboral, ya que, en muchas ocasiones se invade de tristeza, por eso, “la
pérdida de un ser querido es un desafío y un factor de riesgo frecuente para la producción de
psicopatología, está asociado con cuadros depresivos, trastornos de ansiedad, trastornos por
stress postraumático, síntomas psicosomáticos y deterioro de la salud física” (Montuori)

Esto viene dado desde la infancia, casi desde los primeros días de vida, cuando el niño
experimenta la separación con su madre. Bowlby desarrolla unas fases que para él constituyen la
base de la elaboración del duelo en los adultos.

A. Fase de protesta: Esta fase inicial se inicia a poco de partir la madre y

dura desde unas pocas horas hasta una semana aproximadamente. Las características, la
duración y la intensidad de esta fase varían de acuerdo al lugar, a la persona, al régimen
de visitas y a la relación previa del niño con su madre. Durante esta periodo el niño está
ansioso, enojado, llora intensamente, golpea y sacude su cuna, busca a su madre, tiene
expectativas de que vuelva pronto, pregunta por ella y se niega a recibir ayuda o
consuelo de otras mujeres que se le acerquen, rechazándolas. Tiene esperanzas de que su
madre vuelva y con su protesta intenta por todos los medios recuperarla.
B. Fase de desesperación: durante esta fase la excitación psicomotriz
empieza a disminuir, llora con menos intensidad en forma más monótona, está distante e
inactivo y su conducta sugiere desesperanza, empieza a dudar de la posibilidad y a perder
la esperanza que su madre vuelva. Nada le interesa, no se conecta con el medio que lo
rodea, y se pasea de acá para allá sin objetivos, como sintiéndose profundamente
deprimido.
C. Fase de desapego: En esta fase desaparece la excitación psicomotriz, el
chico deja de llorar y empieza nuevamente a interesarse por el medio que lo rodea,
parece como si se estuviera recuperando. Ya no rechaza a las enfermeras u otras personas
desconocidas a su cargo: acepta sus cuidados, la comida y los juguetes que le ofrecen y a
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veces hasta sonríe y está más sociable. Pero cuando la madre viene a visitarlo se
encuentra con un niño cambiado, que parece haber perdido todo interés en ella, parece no
reconocerla, se mantiene indiferente, apático y distante. Aparentemente ha dejado de
interesarse en ella, como si ya no la quisiera, como si el vínculo entre ellos se hubiera
terminado, esto es expresión de la exclusión defensiva de la conciencia de los
pensamientos y los sentimientos relacionados con ésta. Sin embargo, periódicamente se
observan sollozos, ataques de agresividad, no desea compartir sus juguetes con los otros
niños y los esconde para que no se los quiten. Si su estadía es suficientemente
prolongada, poco a poco puede llegar a perder interés en las personas e interesarse cada
vez más en los objetos materiales, juguetes, caramelos y comida. Ya no se lo ve más
ansioso frente al cambio de enfermeras, idas y venidas de los padres, ya no hace más
caprichos, ya no le tiene más miedo a nadie, ni le importa de nadie. Si hay una sucesión
de múltiples cuidadores no establece más que relaciones superficiales, se vuelve centrado
en sí mismo, narcisista y en los objetos. Esto es de mal pronóstico para su futura
capacidad de establecer vínculos.
D. La vuelta a casa: Luego de una separación el niño tiene dificultad para
restablecer la relación con la madre. Se lo ve alterado emocionalmente, cambiado hasta
el punto que en un primer momento parece no reconocer a su madre, no estar interesado
en ella y reconciliarse le llevará un tiempo. La relación con el padre se ve menos
afectada. Estas reacciones muestran la influencia que la separación de la madre ha tenido
sobre los niños y los mecanismos psicológicos defensivos que se movilizan para
sobreponerse a la perdida.

Desde ese momento, ese sentimiento de ruptura, se expande a lo largo de su vida y va a ser
de esa forma cómo experimente las demás rupturas, ya que son los mismos procesos
psicológicos que actúan en la persona y las mismas estrategias de afrontamiento.
Comprendiendo claro está, que “el duelo es desencadenado por la pérdida de una figura apego
no por cualquier pérdida: Se entiende por vínculo de Apego el vínculo afectivo que une una
persona a otra específica, claramente diferenciada y preferida, vivida como más fuerte, sabia y
protectora, y que las mantiene unidas a lo largo del tiempo”. (Montuori). Llevando a la persona a
vivir de manera diferente, todas sus rupturas y siendo ellas caracterizadas por la importancia que
represente la persona en cuestión, es decir, que finalmente resulta siendo relativo a las
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circunstancias (tiempo de duración de la relación, percepción hacia el otro y establecimiento del

vínculo inicial).

Otro factor importante es la toma de decisiones, estas generan ansiedades y temores, el

hecho no saber cómo tomar esa decisión de alguna manera aplaza propósitos o planes
importantes que tienen el potencial de mover las personas hacia el cumplimiento de sus metas y
sueños y a la vez de satisfacer una gran demanda de individuos que esperan una respuesta a sus
problemas.

¿Cuál es el temor a decidir? A veces los adultos se equivocan de alguna manera al no

enseñar a sus hijos desde pequeños a tomar decisiones, sean sabias o no. De pronto por
seguridad los mismos padres toman decisiones por ellos pero nunca se toman el trabajo de
explicar cómo y porque se deben tomar ciertas decisiones.

Desde la infancia se debe empezar a aprender a tomar decisiones. Los padres deben dar un
buen fundamento de principios de vida, para que se puedan guiar por ellos y a su vez los padres
deben promover la toma de decisiones en sus hijos.

Langerfeldt, en su artículo 3 barreras que impiden tomar decisiones y como superarlas,

habla que es importante darle a los niños un espacio para cometer errores y no reprocharlos
cuando se equivoquen, los padres deben ayudarlos a corregir y hacerles ver en que se
equivocaron para así evitar un próximo error y a su vez ellos van aprendiendo a tomar una buena
decisión. Las 3 barreras que impiden tomar decisiones que comparte Bettina son:

1. Temor al fracaso: Uno de los mayores obstáculos para un emprendedor es el miedo al

fracaso. Cada vez que nace una idea para un proyecto, el temor alza su cabeza fea y propone una
serie de desenlaces fatales que lo desalientan.

De pronto la idea ya no es tan brillante y el emprendedor se desanima, si sigue meditando

en los posibles malos resultados.

Y justamente ahí está la clave. No hay que enfocarse en una posible derrota.
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Esta primera barrera es la más usada por las personas a la hora de entablar una nueva
relación, les da pánico que su nueva pareja los haga sufrir, que no funcione, o en el peor de los
casos que se repita la misma historia que vivió con otras parejas anteriormente.

2. Falta de ideas: Otra razón por la cual no se toman decisiones es por no saber con
exactitud qué hacer. Debido a los métodos de educación empleados en la mayoría de los
establecimientos educacionales, estamos demasiado acostumbrados a seguir complacientemente
las instrucciones de otros en vez de tener iniciativa y motivación propia.

La gran mayoría de los seres humanos sienten que al terminar una relación son incapaces
de seguir adelante, creen que ya no pueden compartir con nadie más, que sus amigos en común
le van a dar la espalda, que solo existen los lugares donde ellos iban, que no puede hacer nuevos
planes y que no pueden conocer gente nueva. Algunos consideran que nunca podrán hacer una
buena elaboración del duelo y que siempre se quedaran en el recuerdo y el sufrimiento.

¡Lo bueno es que la creatividad nunca se pierde! El ser humano es un creador innato, ya
que fuimos hechos a la imagen de nuestro Creador.

Todo ser humano tiene sueños e ideas. La mejor forma de pensar en ello es tomarse un
tiempo, lejos de la rutina, de lo cotidiano y pasar un tiempo consigo mismo. Así es posible darse
la oportunidad de meditar sobre nuestro propósito y lo que realmente se quiere lograr.

3. Dejar las cosas para mañana: Es un mal hábito. Y es un engaño. El dejar las cosas para
mañana nos deja con la idea de que estamos activos, ocupados en planificar algo, pero, en
realidad, estamos estancados y no avanzamos. Para vencer este mal hábito, hay que disciplinarse
y obligarse a salir de su zona de confort. Cuando llega el momento para tomar acción, ¡hay que
actuar!
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RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Para este trabajo se utilizaron varias fuentes de recolección de datos, como: encuestas
aplicadas a un grupo focal y a profesionales de diferentes áreas del conocimiento, además de la
revisión de fuentes bibliográficas y cibergráficas, obteniendo como resultado los siguientes
datos:

El 33% de las personas responden en la encuesta, que la decisión de terminar con la

relación, es tomada por una de las dos personas que componen la pareja y en pocos casos, se
toma la decisión por ambos. Lo que coincide y se enlaza con la respuesta anterior, al ser una de
las dos personas, afectadas por una situación de infidelidad o desinterés.

La elección de la pareja, se realiza mediante la búsqueda otra persona similar y con la

posibilidad de compartir vínculos, espacios y necesidades. Así lo afirma la teoría de las
necesidades complementarias, y se refleja en que el 61% de las personas opinan que el área de
su vida más afectada, fue la social.

Un 50% de las personas conciben el duelo como la aceptación del hecho o la situación y
un 39% considera que significa olvidarse del otro. Al parecer la mayoría de las personas logran
conectar el hecho de la ruptura con significado racional, otras personas en las cuales dicha
racionalidad no es tan latente, se implican más por la emoción, al expresar el olvido como un
alivio. Por lo que en el discurso de las personas hay una concepción de afrontación del hecho de
una manera muy positiva y con buena actitud.

Una de las etapas del duelo, es la negación, que implica en el sentido de la palabra,
negarse a reconocer el dolor que deja separarse del otro. Se evidenció que el 50% de las
personas han buscado ayuda de otra persona (psicólogo, amigo o familia) para afrontar la
situación, y el otro 50% no lo ha hecho porque no lo considera necesario, lo que justifica el nivel
de negación en las diferentes personas.

Ante el caso, el 78% de las personas coinciden en que la situación se debe afrontar con
madurez, aceptando el hecho, recordar sin dolor y seguir adelante con el proyecto de vida.
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Por otro lado, el estado del arte, que consiste en el análisis de la información
bibliográfica y cibergráfica encontrada, muestra que existen sesgos a la hora de investigar sobre
el duelo en la ruptura afectiva. El duelo es un tema muy extenso y se habla del duelo desde
muchas teorías y desde muchas posiciones pero ese duelo es más orientado al duelo de la muerte
de un ser querido; al igual que en la ruptura afectiva ambos tienen pasos para realizar un buen
duelo pero igual los resultados encontrados se quedan cortos a la hora de dónde investigar, sobre
cómo hacerlo y todo lo que esto conlleva desde diferentes teorías. Es evidente que falta mucha
más información en internet y en los libros para poder tener un conocimiento más completo y
fundamentado sobre el tema, pues la información que se encuentra en gran cantidad es poco
científica o comprobable.

A esto hay que agregar que por su parte los profesionales de las áreas de Derecho,
Psicología, Medicina, Comunicación Social y Líder Espiritual, aluden el tema de forma
subjetiva, basándose poco en los fundamentos teóricos de su qué hacer, concluyendo el
fenómeno como meramente cotidiano y su afrontamiento desde sus propias experiencias.

Con base en lo anterior, se concluye entonces que, la poca investigación de los efectos
que producen las rupturas afectivas, está directamente correlacionado con las formas de
afrontamiento que van creando las sociedades frente a ello, y como esta información se va
transmitiendo de generación en generación. Asimismo, a lo largo de la historia, las personas van
adoptando las mismas formas de percibir situaciones como estas, ya que están entrelazadas con
temas de interés, como el machismo y la debilidad humana, además, la dinámica de las
relaciones en la actualidad, hace que las rupturas sean parte de lo cotidiano, lo que hace que no
se crea en la necesidad de realizar un mejor afrontamiento del momento. Se encuentra también,
que el duelo por muerte de un ser querido es más aceptado, conocido y aplicado por las
personas, sin embargo, el duelo por pérdida de la pareja, no necesariamente mediado por la
muerte, resulta una fuente importante de enfermedades y acciones impactantes en la vida de las
personas que experimentan este tipo de pérdidas. Sin embargo, no se encuentran muchos rastros
de estudios realizados en este tema, por lo que no se obtiene suficiente información para realizar
afirmaciones.
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Con base en lo anterior, y en las posibles causas que permiten a las personas o no realizar
su proceso de duelo ante la ruptura de una relación afectiva, se genera el interrogante; ¿Cómo los
factores internos y externos que causan la ruptura afectiva, inciden en la elaboración del duelo?

CONCLUSIONES

Para este fenómeno, reuniendo todas las evidencias encontradas (bliliografía, cibergrafía,
y encuestas) y asumiendo lo fundamentado teóricamente, se muestra cómo las personas viven
constantemente en un activismo cotidiano, haciendo cosas para distraerse de su dolor;
socialmente, hay una castración del dolor, pues se ha enseñado a lo largo del tiempo que la
expresión emocional es inadecuada para la interacción sana con otros. Vivir las emociones tal
cual vienen en la vida de las personas, hacen que los individuos sean menos fuertes y se vean
pobres de estructura racional. Por eso la mayor parte de la información encontrada consiste en
“técnicas para superar la tusa”.

Esto hace que las personas se desconectan del ser haciendo, no se acostumbra
encontrarse consigo mismo en momentos difíciles, sobre todo en la ruptura, por lo contrario,
siempre se busca evadir cualquier sentimiento o expresión del mismo tras el machismo o
feminismo, ocultando cada vez más lo que se siente por algo o alguien. Siendo las emociones
parte fundamental en los seres humanos, ¿cuándo se conecta el individuo con ellas?, si todo lo
que han aprendido en la vida es a superar los obstáculos con severidad? Implica la severidad
ante las situaciones difíciles, olvidarse de sentir?

Es importante entonces hacer consciente al otro de su ser y de sus ideas, de lo que

experimenta como ser viviente y sobreviviente. Todas las experiencias hacen que las personas
sean maduras y completas en sí misma. Se hace una elaboración del duelo, cuando el individuo
sea consciente de ello y lo viva con fuerza. Los momentos de distracción ante estos eventos no
pueden pasar por ráfagas de tiempo y ya, estos momentos deben ser considerados como parte del
proceso de crecimiento y hacerlo con consciencia. Además, es necesario comprender, que la otra
mitad está en cada uno, no se busca otra mitad en otro. Por lo tanto la elaboración del duelo ante
la ruptura afectiva debe centrarse en el reconocimiento de las debilidades y fortalezas de cada
uno, no en la pérdida como tal del otro; porque cuando el otro se va, no se lleva nada, a menos
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que se le permita. Debería entonces el ser humano buscar espacios donde se permita auto-
conocerse y auto-reconocerse; donde pueda realmente dar fe de su soledad y sepa diferenciarla
de la compañía. Para ello, las personas deben asumir una postura de toma de consciencia y re-
significación de su situación.

SER pareja y TENER pareja se asume diferente, sobre todo, cuando hay duelo. Si SOY
pareja, veo el duelo como una oportunidad de crecimiento, cuando TENGO pareja, veo el duelo
como una oportunidad de resignación.

A modo de conclusión, podemos afirmar entonces que, cada persona se va creando sus
propias percepciones, sensaciones y formas de combatir los obstáculos en su vida. Todos estos
aspectos corresponden en gran medida del observador que cada uno tiene, es decir, de cómo
cada uno vive su propia realidad y cómo esta se alimenta en el día a día con los aprendizajes y
diferentes relaciones con los demás, es este observador lo que hace que una persona pueda,
desde su experiencia juzgar o no al otro y asimismo comprender o no lo que el otro piensa o
siente.
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REFERENCIAS

Langerfeldt, B. (2011, julio 27). 3 barreras que te impiden tomar decisiones

y cómo superarlas. Recuperado: 20 de Octubre de 2015 de:
http://www.gestiopolis.com/3-barreras-que-te-impiden-tomar-decisiones-y-como-superarlas/

Maureira, F. (2011). Los cuatro componentes de la relación de pareja. Revista electrónica de

Psicología Iztacala, 14. (1). Recuperado: 15 de Octubre 2015 de:
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f

Montuori, E. (s.f.). El duelo visto desde la teoría del Apego. Apra.org. Recuperado: 12 de
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Pincus, A. (2001). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM IV-TR).
Barcelona: Elsevier Masson.

Ramos, B. (s.f.). El duelo por ruptura de pareja. Recuperado: 10 de Mayo de 2015 de:
www.aidepsicologia.com/.../14_6c8dcd1a85577dad613b3b3f23126be0