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PREDIABETES

La prediabetes es una afección grave en la que los niveles de azúcar en la sangre


son más altos que lo normal, pero todavía no han llegado a niveles lo
suficientemente altos para que se diagnostique diabetes tipo 2. En los Estados
Unidos, 88 millones de adultos (más de 1 de cada 3) tienen prediabetes y más del
80% de ellos no sabe que la tiene. La prediabetes pone a las personas en mayor
riesgo de luego presentar diabetes tipo 2, enfermedad del corazón o derrame
cerebral.
CAUSA
En general, la prediabetes ocurre cuando su cuerpo tiene un problema con la
insulina. La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre a las
células para darles energía. Un problema con la insulina puede ser:

 Resistencia a la insulina: Afección en la cual el cuerpo no puede usar bien


la insulina, haciendo más difícil a las células obtener la glucosa de la
sangre. Esto puede hacer que sus niveles de azúcar en la sangre suban
 Su cuerpo no puede producir suficiente insulina para mantener sus niveles
de azúcar en la sangre a un nivel adecuado
Lo que está claro es que las personas con prediabetes ya no procesan el azúcar
(glucosa) correctamente. Como resultado, el azúcar se acumula en la sangre en
lugar de hacer su trabajo normal de dar energía a las células que componen los
músculos y otros tejidos.
FACTORES DE RIESGO

Los mismos factores que aumentan las probabilidades de contraer diabetes tipo 2
también aumentan el riesgo de prediabetes. Algunos de estos factores son:

 Peso. El sobrepeso es un factor de riesgo importante de la


prediabetes. Cuanto más tejido graso tengas, especialmente en el
músculo y la piel que rodean el abdomen, y entre ambos, más
resistentes a la insulina se volverán las células.

 Tamaño de la cintura. Un tamaño de cintura grande puede indicar


resistencia a la insulina. El riesgo de resistencia a la insulina aumenta
en los hombres con cinturas de más de 40 pulgadas (100 cm) y en las
mujeres con cinturas de más de 35 pulgadas (90 cm).

 Alimentación. Comer carne roja y carne procesada, y beber bebidas


endulzadas con azúcar, se asocia con un mayor riesgo de
prediabetes. Una dieta alta en frutas, vegetales, frutos secos, cereales
integrales y aceite de oliva se asocia con un menor riesgo de
prediabetes.

 Inactividad. Cuanto menos activo seas, mayor será el riesgo de


prediabetes. La actividad física te ayuda a controlar tu peso, consume
glucosa para generar energía y hace que el cuerpo utilice la insulina
de manera más eficaz.

 Edad. Aunque la diabetes puede desarrollarse a cualquier edad, el


riesgo de prediabetes aumenta después de los 45 años.

 Antecedentes familiares. El riesgo de prediabetes aumenta si tu


padre, tu madre o un hermano tienen diabetes tipo 2.

 Raza o grupo étnico. Aunque no se sabe con certeza el porqué,


determinadas personas, como las personas de raza negra, los
hispanos, los indígenas estadounidenses y los asiáticos americanos,
presentan mayor riesgo de sufrir prediabetes.

 Diabetes gestacional. Si tuviste diabetes durante el embarazo


(diabetes gestacional), tú y tu hijo corren un mayor riesgo de
desarrollar prediabetes. Si has tenido diabetes gestacional, es
probable que el médico te controle los niveles de glucosa sanguínea al
menos una vez cada tres años.

 Síndrome de ovario poliquístico. Las mujeres con esta afección


común, caracterizada por períodos menstruales irregulares, exceso de
crecimiento del vello y obesidad, tienen un mayor riesgo de
prediabetes.

 Sueño. Las personas con apnea obstructiva del sueño, una afección


que produce interrupciones repetidas del sueño, tienen un mayor
riesgo de resistencia a la insulina.

 Humo de tabaco. El tabaquismo puede aumentar la resistencia a la


insulina. Los fumadores también parecen acumular más peso en la
parte media.

 Hipertensión arterial

 Niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas


en inglés) que se unen al colesterol, el colesterol "bueno"
 Niveles altos de triglicéridos, un tipo de grasa de la sangre

Cuando estas afecciones ocurren junto con la obesidad, se asocian con la


resistencia a la insulina.

La combinación de tres o más de estas afecciones generalmente se denomina


síndrome metabólico.
SINTOMAS

La prediabetes no suele presentar ningún signo o síntoma.

Un posible signo de prediabetes es el oscurecimiento de la piel en ciertas partes


del cuerpo. Las áreas afectadas pueden incluir el cuello, las axilas, los codos, las
rodillas y los nudillos.

Los signos y síntomas clásicos que sugieren que has pasado de la prediabetes a
la diabetes tipo 2 incluyen los siguientes:

 Aumento de la sed
 Micción frecuente
 Exceso de hambre
 Fatiga
 Visión borrosa

DIAGNOSTICO

Prueba de glucosa plasmática en ayunas: Mide el azúcar en la sangre en un solo


punto en el tiempo. Debe ayunar (no comer ni beber) durante al menos 8 horas
antes de la prueba. Los resultados de la prueba se dan en mg / dL (miligramos por
decilitro):

 Un nivel normal es 99 o inferior


 Prediabetes es de 100 a 125
 Diabetes tipo 2 es 126 y superior

Prueba de A1c: Mide su nivel promedio de azúcar en la sangre en los últimos 3


meses. Los resultados de una prueba de A1C se dan como un porcentaje. Cuanto
mayor sea el porcentaje, mayores serán sus niveles de azúcar en la sangre:

 Un nivel normal está por debajo del 5,7%


 Prediabetes es entre 5.7 a 6.4%
 Diabetes tipo 2 está por encima del 6.5%
Es importante la prevención en la prediabetes para evitar el desarrollo de la
diabetes mellitus, se recomienda un estilo de vida saludable, consumir alimentos
saludables, hacer al menos 150 minutos de actividad física aeróbica moderada a
la semana, o unos 30 minutos la mayoría de los días de la semana, bajar el
exceso de peso, controlar tu presión arterial y el colesterol y no fumar

DIABETES MELLITUS GESTACIONAL


La diabetes mellitus gestacional es una patología heterogénea y compleja que
involucra al sistema biológico materno, al tejido placentario y al feto, que se
caracteriza por intolerancia a la glucosa de grados variables, iniciada o reconocida
por primera vez durante la gestación. Su frecuencia en nuestro país es de
aproximadamente 7 %.
Son factores de riesgo conocidos la presencia de obesidad, familiares en primer
grado con diabetes, multiparidad, edad > 25 años, antecedente de óbito, producto
macrosómico o PPEG y diabetes gestacional. También se ha mencionado el
sedentarismo, tabaquismo, madre con diabetes mellitus gestacional, el bajo peso
al nacer o PPEG, estatura baja, antecedente de ovario poliquístico, alta ingesta de
grasas saturadas y tratamiento con glucocorticoides. Son acumulativos,
informándose una prevalencia de diabetes mellitus gestacional en 0.6 % de las
mujeres sin factores de riesgo y en 33 % con cuatro factores de riesgo.
ETIOLOGIA
Aunque no hay una causa única que ocasione diabetes mellitus gestacional, se
han establecido tres grupos etiológicos: el autoinmune, el monogénico y el de
resistencia a la insulina.
Aunque menos frecuentes, las causas monogénicas como mutaciones en los
genes de la glucocinasa (MODY2), el factor nuclear 1α del hepatocito (MODY3) y
el factor 1 promotor de insulina (MODY4) se encuentran en la diabetes mellitus
gestacional. La mayoría de las pacientes con diabetes mellitus gestacional
presenta resistencia a la insulina, y aunque aún no se conocen sus mecanismos
precisos, es el resultado de la resistencia fisiológica del embarazo y la resistencia
crónica, siendo ésta última el componente central de la fisiopatología de la
diabetes mellitus gestacional.
El hecho de que la resistencia a la insulina disminuya drásticamente después del
parto parece implicar a la placenta. La hipótesis más probable es que el aumento
del factor α de necrosis tumoral, del lactógeno placentario, la leptina y la resistina
contribuye a aumentar la resistencia a la insulina, tanto en embarazos normales
como en los que coexiste diabetes mellitus gestacional, junto con la disminución
progresiva de adiponectina materna implicada en la sensibilidad a la insulina.
SINTOMAS
En la mayoría de los casos, no se presentan síntomas. El diagnóstico se realiza
durante un estudio prenatal de rutina.
Se pueden presentar síntomas moderados, como demasiada sed o temblores.
Regularmente estos síntomas no ponen en riesgo la vida de la mujer embarazada.
Otros síntomas podrían incluir:
 Visión borrosa
 Fatiga
 Infecciones frecuentes, entre ellas las de vejiga, vagina y piel
 Aumento de la sed
 Incremento de la micción
DIAGNOSTICO
De acuerdo con la American Diabetes
Association y el Quinto Taller
Internacional sobre Diabetes Mellitus
Gestacional, no requieren detección por
tener bajo riesgo, las pacientes menores
de 25 años, con peso normal antes del
embarazo, sin familiares en primer grado
con diabetes, haber nacido con peso
normal, sin historia de tolerancia anormal a la glucosa, óbitos, macrosómicos o
polihidramnios y ser de grupo étnico de bajo riesgo. Son de alto riesgo quienes
presentan obesidad, familiares en primer grado con diabetes mellitus tipo 2,
antecedente de diabetes mellitus gestacional, intolerancia a carbohidratos o
glucosuria repetida. A estas pacientes en ese momento o lo más pronto posible,
se les debe realizar tamizaje o curva de tolerancia a la glucosa oral. Si el
diagnóstico es negativo, la curva o tamizaje se repite entre las 24 y 28 semanas
de gestación o en cualquier momento si hay síntomas de hiperglucemia
El diagnóstico de diabetes mellitus gestacional es por curva de tolerancia a la
glucosa oral. Existe la necesidad internacional de unificar criterios de diagnóstico.
En nuestro país se ha preferido, al igual que en el American Congress of
Obstetricians and Gynecologists, la administración de 100 g de glucosa, por la
mañana, después de ocho a 14 horas de ayuno nocturno, con actividad física y
alimentación habitual y sin restricciones desde tres días antes, permaneciendo
sentada y sin fumar durante la prueba. El diagnóstico se hace si dos o más valores
propuestos por Carpenter y Coustan son alcanzados o excedidos
TRATAMIENTO
La dieta es fundamental en el tratamiento de las pacientes. Debe dirigirse a
mantener la euglucemia y reducir las excursiones posprandiales para limitar la
exposición fetal a la hiperglucemia y evitar la hiperinsulinemia y el crecimiento
acelerado. En general consiste en 2000 a 2200 kcal por día, con especial interés
en evitar los azúcares concentrados con altos índices glucémicos
La eficacia de la dieta se valora
preferentemente con monitoreo de la
glucemia capilar por la propia paciente. Si el
manejo no incluye insulina, la vigilancia es
cuatro veces al día: en ayuno y después de
cada alimento. La dieta se mantendrá una
semana, si la glucemia de ayuno en la curva
de tolerancia a la glucosa oral fue > 95
mg/dL; o dos semanas si fue menor, ya que
mantener la dieta más tiempo no mejora
más la glucemia. La frecuencia del
monitoreo se disminuye cuando se alcance
un control adecuado.
En la actualidad, el ejercicio forma parte del manejo de la diabetes mellitus
gestacional. Se ha observado que
puede prevenir y limitar la morbilidad
materna y fetal como preeclampsia y
macrosomía fetal, normalizar la
glucemia de ayuno, disminuir los
requerimientos de insulina en
pacientes obesas, reducir la
ganancia de peso durante el
embarazo, disminuir los factores de
riesgo cardiovasculares, mejorar las
condiciones metabólicas y, en
consecuencia, el binomio materno-
fetal.
De acuerdo con el Quinto Taller Internacional sobre Diabetes Mellitus Gestacional,
la glucemia capilar de ayuno debe mantenerse < 95 mg/dL, < 140 mg/dL una hora
posprandial y < 120 mg/dL dos horas posprandiales. Durante la noche la glucemia
no debe ser menor de 60 mg/dL. La glucosa capilar medida con glucómetro es 10
a 15 % menor que la plasmática. La hemoglobina glucosilada no debe ser mayor
de 6 %.

Existe mucho riesgo de padecer diabetes durante el embarazo si no se controla el


azúcar en la sangre. Las mujeres embarazadas que padecen diabetes gestacional
tienden a tener bebés más grandes al nacer. Esto puede aumentar la probabilidad
de problemas en el momento del parto, como:
 Lesión (traumatismo) al nacer debido al gran tamaño del bebé
 Parto por cesárea
 El bebé es más propenso a tener períodos de nivel bajo de azúcar en la
sangre (hipoglucemia) durante los primeros días de vida y puede necesitar
ser vigilado en una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN)
durante algunos días.
Las madres con diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de sufrir presión
arterial alta durante el embarazo y un riesgo más alto de parto prematuro. Las
madres con un nivel de azúcar en sangre gravemente incontrolado tienen mayor
riesgo de dar luz a un bebé mortinato.

PREVENCION DE DIABETES MELLITUS TIPO 2


La posibilidad de prevenir la Diabetes Mellitus 2 (DM2) se conoce desde hace
décadas. Múltiples estudios epidemiológicos han comprobado que los cambios de
estilo de vida tienen resultados favorables con costos menores que la propia
enfermedad o terapia farmacológica, sin embargo, no se ha logrado repetir estos
resultados en la población general.
Estudios de intervención
farmacológica han logrado
resultados similares, pero no existe
consenso en el uso de ellos, en
forma masiva, en etapa prediabética.
Múltiples factores ambientales han
tratado de ser corregidos sin lograrse
un éxito que permita incorporarlos
como una terapia preventiva
eficiente que logre frenar el crecimiento desmedido y las consecuencias de la
DM2.
Según la definición de prevención primaria, la población sobre la cual debe
aplicarse ésta para DM2 es aquella sin la enfermedad o con factores de riesgo
para el desarrollo de ésta
Las investigaciones, como las que realiza el Programa de Prevención de la
Diabetes, demuestran que se puede hacer mucho para reducir la probabilidad de
desarrollar diabetes tipo 2. A continuación describimos algunos cambios que usted
puede hacer para disminuir su riesgo:
 Bajar de peso y no volver a aumentarlo. Se puede prevenir o retrasar la
aparición de la diabetes si pierde de 5 a 7 por ciento de su peso inicial.2 Por
ejemplo, si pesa 200 libras (90 kg), su objetivo sería perder
aproximadamente 10 a 14 libras (4.5 a 6 kg).
 Ejercicio. Se recomienda por lo menos 30 minutos de actividad física 5 días
a la semana.
 Alimentación sana. Escoger alimentos con menos grasa es otra manera de
reducir las calorías.
La mayoría de las veces, la mejor opción para prevenir la diabetes tipo 2 es hacer
cambios en su estilo de vida que le funcionen a largo plazo.
El éxito obtenido en la prevención de la DM2 con cambios de estilo de vida,
estimuló a muchos investigadores a realizar intervenciones farmacológicas en
intolerantes a la glucosa, especialmente con drogas hipoglicemiantes orales -las
que han logrado mejores resultados- y con otros fármacos, de diversa índole.
Los programas de prevención de DM2 a nivel primario en individuos de alto riesgo,
consideran como primer paso su identificación a través de un cuestionario
estandarizado, que incluye todos los factores de riesgo, comentados al comienzo
de este artículo. Como una segunda etapa, la IDF recomienda realizar glicemias
de ayuno y poscarga (medida del nivel de riesgo) e identificar a los intolerantes a
la glucosa, tanto a los IGA como a los IG, a quienes se les debe indicar -al igual
que a la población general- cambios en la alimentación y en la actividad física. En
aquellos casos en que las modificaciones del estilo de vida no logran normalizar
los niveles glicémicos, debe iniciarse terapia farmacológica con metformina 500
mg diarios.
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