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POSICIÓN DE LA UMSA SOBRE LA VACUNACIÓN A MENORES DE 18 AÑOS

Ante la necesidad de contribuir a la definición de políticas respecto a los procesos de


vacunación contra el SARS-Cov-2 y en referencia a la importancia de la vacunación a
estratos poblacionales menores a 18 años, la Universidad Mayor de San Andrés exhorta
a las autoridades en salud interponer todos los mecanismos necesarios para la pronta
vacunación contra COVID 19 al grupo de edad comprendido entre 12 a 18 años, y como
acción de urgencia recomienda la inoculación de las vacunas anti-covid-19 en menores
de 12 años, con situaciones de comorbilidad.
La UMSA, a través del Comité Operativo de Emergencia en base a un estudio de la
Cátedra de Pediatría de la Carrera de Medicina, sugiere que al no existir riegos
postvacunales mayores a los que fueron reportados en adultos y previniendo la
acumulación de eventos que pudieran desencadenar una cuarta ola, se estima la
necesidad de impulsar el incremento de las tasas de inmunidad en la población para
lograr la inmunidad colectiva que reduzca las posibilidades de la transmisión viral y el
desarrollo de variantes nuevas. La vacunación a los menores de 18 años, quienes
conforman el 37.2 % (4.331.719) del total de la población boliviana, contribuirá
indudablemente a este cometido.
Estudios recientes revelan que la población menor a 18 años afectada por la COVID-19
ha ido incrementándose desde el inicio de la pandemia: De un 2% hasta un 8.5% de los
casos, habiéndose reportado en EEUU, por ejemplo, un 24% en abril del presente año,
con admisiones en Unidades de Terapia intensiva de diferente magnitud y gravedad.
Resalta la incidencia de casos con complicaciones como el Síndrome Inflamatorio
Multisistémico, en muchos casos vinculados a la presencia de la variante Delta.
El incremento de las infecciones pediátricas por SARS-CoV-2 en países que han
experimentado brotes severos, se asocia a la relajación de las medidas de bioseguridad
a cargo tanto de los organismos de vigilancia como de la población en general. Por lo
demás, se sabe que los niños con enfermedades de base como obesidad, enfermedades
pulmonares crónicas, cardiovasculares, neurológicas, deficiencias inmunológicas,
cáncer y cromosomopatías como Síndrome de Down, tienen más riesgo de enfermedad
por COVID grave, mayores requerimientos de unidades de terapia intensiva, y mayor
mortalidad, lo que establece la necesidad de su pronta inmunización.
La permanencia en confinamiento de la población de menor edad ha conducido, en
muchos casos, a situaciones relacionadas con afectaciones de la esfera psíquica y
cognitiva. Lo anterior ha determinado la necesidad del retorno a situaciones de
interrelacionamiento social en diversos espacios entre los que se cuentan los
establecimientos educativos. Para atenuar el riego que esto implica, tanto en la
posibilidad de contagio y de enfermedad como en la transmisión del virus al hogar, se
hace imprescindible la protección de este grupo poblacional a través de la vacunación,
además del reforzamiento de las conductas que asumen las medidas de bioseguridad y
un estilo de vida saludable.
Asimismo, debe considerarse que, a excepción de Bolivia y Venezuela, en los demás los
países de Sudamérica, al igual de lo que ocurre en Europa y Norteamérica, se ha
instruido la vacunación entre los 12 y 18 años.
Todo lo anterior muestra que la relación riesgo-beneficio es ampliamente favorable a la
vacunación en niños y adolescentes. Por tal hecho, la Universidad Mayor de San Andrés
exhorta a las autoridades en salud poner en marcha todos los mecanismos necesarios
para la pronta vacunación contra COVID 19 al grupo de edad comprendido entre los 12
a 18 años. Asimismo, recomendamos como acción de urgencia inoculación de las
vacunas anti-covid-19 en los menores de 12 años con situaciones de comorbilidad.

La Paz, octubre 15 de 2021

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