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La Motricidad Orofacial es el campo de la Fonoaudiología, que estudia, investiga,

previene, evalúa, diagnostica, estimula el desarrollo, habilita y rehabilita los


aspectos estructurales y funcionales de las regiones orofacial y cervical. (19) Su
terapia está orientada a la curación de alteraciones relacionadas con la
funcionalidad de los músculos aunque, como se verá posteriormente, en la
actualidad la intervención se refiere principalmente a toda la musculatura
implicada pero en el funcionamiento del sistema orofacial. (20)
Las terapias de motricidad orofacial están basadas en la premisa de una relación
ontogénica entre la función de habla con otras funciones orofaciales alimentarias,
tales como succión, masticación y deglución, las cuales consideran el desarrollo
de estas funciones como prerrequisito para la adquisición y desarrollo del habla.
(21)
La electroestimulación neuromuscular tiene como finalidad promover el
movimiento del complejo hiolaríngeo y favorecimiento de los grupos musculares
envueltos directamente en la deglución, de ahí la importancia de sustentar
conceptual, teórica y procedimentalmente la técnica para en la atención del
Fonoaudiólogo. (22)
Ahora bien, la deglución es el acto de tragar o ingerir, es un proceso complejo por
el cual el bolo alimenticio discurre de la boca al estómago, pasando por la faringe
y el esófago (24). Es considerada una función básica y esencial del organismo, en
la cual participan aproximadamente más de 30 pares de músculos de la faringe, el
esófago, la laringe y la boca, los cuales deben mantener coordinación en su
contracción y relajación.
Este proceso cuenta con cuatro fases, dos voluntarias y dos involuntarias, las
cuales son: la fase de preparación y la fase oral que pueden ser controlada
conscientemente, por eso es considerada voluntaria. Las fases faríngea y
esofágica se definen como automáticas o involuntarias. (25)
En cuanto a la fase de preparación, es la que se encarga de la introducción del
alimento en la boca y preparación del bolo alimenticio por medio de la masticación
y de la salivación. La fase oral que corresponde a la fase de transporte del bolo
dentro de la boca hacia la orofaringe. Luego, se encuentra la fase faríngea que se
produce una vez desencadenado el reflejo de deglución. Y por último la fase
esofágica, la cual se produce debido a los movimientos peristálticos del tubo
digestivo que conducen el bolo hacia el estómago.
Cuando se presentan alteraciones en algunas de las fases antes descritas, ya sea
por causa anatómica o fisiológica, se pueden producir distintas patologías, tal
como la disfagia que es la dificultad para tragar o deglutir los elementos líquidos
y/o sólidos por afectación de una o más fases de la deglución (26). Está
clasificada en dos, originalmente, las cuales son disfagia oro-faríngea y disfagia
esofágica. La primera afecta el paso del bolo alimenticio desde la boca hacia el
esófago y la segunda perjudica el transporte del bolo desde el esófago hasta llegar
al estómago. Sin embargo, también existe la disfagia neurogénica la cual es
causada por las enfermedades o traumas del sistema nervioso central. (27) Suele
aparecer después de una lesión cerebral adquirida (LCA) debido a una disfunción
muscular faríngea y a la falta de coordinación secundaria por la pérdida de control
del sistema nervioso central. (28) Este tipo de disfagia produce una alteración en
la secuencia coordinada de las distintas etapas deglutorias, que permiten que la
deglución sea segura y eficaz (29)
Respecto a la disfagia orofaríngea, las características clínicas observadas son
desde una ligera dificultad para iniciar la deglución hasta la imposibilidad para
deglutir saliva (30), sin embargo, también presenta diversos síntomas como tos o
sensación de ahogo durante la deglución, odinofagia, atoramiento, etc. Por otro
lado, la disfagia esofágica, acidez severa y vómitos de lo que se está tragando,
ardor de estómago, pérdida de peso, regurgitación, babeo y ronquera al dormir
(31).
Como Fonoaudiólogos especialistas en la motricidad orofacial, se hace una
evaluación miofuncional, donde se mira al paciente, como traga, como mastica,
como habla, como respira. Se mira la parte interna del sistema estomatognático, y
también se ve como es la mordida de la paciente, los dientes y así se puede llegar
a percibir si presenta alteraciones. (41)

La estimulación muscular es uno de los métodos más efectivos para lograr el


bienestar de la persona en sus procesos estomatognáticos y estéticos. Esta
estimulación puede ser pasiva o activa, dependiendo de la participación del
paciente. Dentro de la estimulación pasiva encontramos aquellas técnicas que
aplicamos en terapia donde la intervención no es directa, es decir no es el
paciente quien hace el ejercicio, sino es el terapeuta que lo realiza a través de un
medio, y es aquí donde ubicamos la electroestimulación. (42) En esta técnica se
aplican estímulos eléctricos para excitar nervios motores y a su vez las fibras
musculares. Donde se puede realizar a través de electrodos que actúan
directamente sobre el músculo (EMS) o a través de la piel, transcutáneo (TENS).
(42)
Al implementar la terapia eléctrica, esto produce un gran efecto donde los
electrodos actúan directamente sobre el músculo aumentando la fuerza y el tono.
Al trabajar con la electroestimulación en la motricidad orofacial trae grandes
efectos positivos en la rehabilitación de la Disfagia Orofaríngea donde es
importante considerar la electroterapia como un tratamiento posible y aliado de los
tratamientos tradicionales, pudiendo ser un recurso más para aumentar la eficacia
de la rehabilitación en los cuadros disfágicos, (22)
Aunque son pocas las evidencias científicas en cuanto a la efectividad de la
electroestimulación, la mayoría de los estudios seleccionados y revisados;
mostraron efectos beneficiosos como resultado de la terapia tradicional combinada
con la electroestimulación neuromuscular (EENM), donde estos efectos fueron:
cambios significativos a nivel de ingesta por vía oral, mayor significancia en la
escala de penetración y aspiración con disminución en el tiempo de tránsito oral y
faríngeo de la deglución. Se ha demostrado que la electroestimulación es una
técnica que utiliza corriente eléctrica para aumentar y estimular la masa muscular
y se ha ido implementado en diferentes aspectos y áreas, donde su efectividad ha
sido favorable en un 60% para la persona.
La literatura científica es controvertida en relación con los efectos terapéuticos de
la EENM en la rehabilitación de la disfagia. Mientras que algunos estudios
muestran beneficios en la fisiopatología de la deglución en pacientes con disfagia
orofaríngea sometidos a EENM, otros reportan la ausencia de cambios fisiológicos
y funcionales resultantes de estos estímulos. Hay que decir que incluso las
publicaciones que demuestran resultados positivos presentan diseños
metodológicos cuestionables en relevancia científica. (44) Se viene estudiando los
beneficios de la EENM y comparándolos con la terapia por medio de estimulación
térmico-táctil-gustativa o la asociación de ambas. Algunos de esos estudios
muestran mayores beneficios para la biomecánica de la deglución en la terapia
que envolvía EENM, otros no referían diferencias entre las dos modalidades de
terapia, a pesar de presentar que los dos métodos producen efectos benéficos
sobre la biomecánica deglutoria. (22)

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