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Vigilar, castigar y ¿educar?

de vínculos de coacción, mediante lo que el autor denominará


“microfísica del poder”.
Adrián Benzacar
El régimen disciplinario hace uso de la microfísica del
poder con el fin de doblegar cuerpo, mente y alma, para hacer
El acceso masivo a la educación construyó individuos del sujeto un sujeto dócil, sujetado a la disciplina por la
“normalizados”, pero no autónomos, ni creativos, lejos de vigilancia y el castigo, de manera que ahora cada uno es
proyectar una educación para la diversidad y la inclusión. verdugo de sí mismo, con el fin de encauzar conductas, a partir
del ejercicio de una “anatomía política del detalle”, es decir,
Profundizar en el análisis de Michael Foucault nos sustentando y habilitando la creación de reglamentos
permite abrir un debate sobre las mejor a realizar en el sistema minuciosos que constituyen una racionalidad económica o
educativo, porque permite vislumbrar las resistencias a técnica.
reconfigurar las relaciones de poder que en él se ejercen.
Desde esta conceptualización podemos entender que,
Al interesarnos en analizar las relaciones educativas de entonces, a partir del disciplinamiento, el sistema social, por
la actualidad, desde la mirada de Foucault, pone de manifiesto medio de la institución educativa, fabrica un tipo de individuo,
la instauración del disciplinamiento disfrazado como práctica que responde a los intereses del mercado.
educativa, a partir de un paradigma de “normalización”, donde
se buscan sujetos homogéneos. Este proceso de De esta manera se comprende que, clasificar a los
“normalización” del poder podemos afirmar que es uno de los individuos y distribuirlos en rangos, según sus capacidades para
pilares sobre los que descansará el orden social moderno, como responder a la norma productivista, presenta una doble
lo afirman Urraco-Solanilla y Nogales-Bermejo (2013). función: “señalar las desviaciones, jerarquizar las cualidades,
las competencias y las aptitudes; pero también castigar y
Foucault afirma que el castigo, que inicialmente se recompensar” (Foucault, 1992:186). Y así se configuran los
ejercía sobre el cuerpo, ha llegado a un punto de internalización informes que tomarán como referencia para la clasificación y la
tal, desarrollado por las instituciones “disciplinantes”, que no es universalización de las conductas.
explícito. Desplegado sutilmente por una serie de especialistas
que juzgan, etiquetan y toman decisiones. Así, lo universal aparece remarcando la diferencia entre
lo normal y lo anormal, abriendo la brecha entre los sujetos, en
Las tecnologías que se ponen al servicio de vigilar y detrimento de la inclusión y aceptación de la diversidad. De
castigar, va a decir Foucault, se ejercen a través de la creación
manera que queda expuesto que el fin de penalizar es que todos entendiendo que cuando nos ocupamos de nosotros mismos,
los individuos se asemejen, en fin, normalizar. entonces podemos asumir una responsabilidad, que habilita la
hospitalidad, para alojar la otredad, la alteridad, al otro en tanto
De esta forma todas las instancias de control individual,
otro y no como un “mero de mi” (Cullen, 2014).
funcionan de un doble modo: “el de la división binaria y la
marcación (normal-anormal); y el de la asignación coercitiva,
de la distribución diferencial (una vigilancia constante)”
(Urraco-Solanilla y Nogales-Bermejo 2013). Y así, los Referencias bibliográficas
mecanismos de poder, todavía en la actualidad, se disponen en
torno a lo anormal, tanto para marcarlo como para modificarlo
(Foucault, 1992 en Urraco-Solanilla y Nogales-Bermejo 2013). Cullen, C. “Autonomía moral, participación democrática y
cuidado del otro”. Ed. Noveduc, Bs. As. 2004 (3° ed.).
Por lo tanto, se entiende que el panóptico de Bentham
es la figura arquitectónica de la composición que tiene como Foucault, M. (1975/1992). Vigilar y castigar: Nacimiento de la
efecto mayor “introducir al detenido un estado constante y prisión. Madrid: Siglo XXI.
permanente de visibilidad que garantiza el funcionamiento
Urraco-Solanilla, M. y Nogales-Bermejo, G. “Michael
automático del poder” (Foucault, 1992; Spradley, 1970 en
Foucault: el funcionamiento de la institución escolar propio de
Urraco-Solanilla y Nogales-Bermejo 2013), con el fin de que a
la modernidad” Anduli, Revista Andaluza de Ciencias Sociales.
medida de que transcurra el tiempo bajo esa figura, el sujeto
Art. Recibido: 7/10/2013. Aceptado: 18/12/2013. Anduli N°12
vaya internalizando la vigilancia y el castigo, para ser verdugo
pg. 153-167.
de otros y de sí mismo.
De esta manera conceptos como la inclusión y la
diversidad, en la educación, quedan, aún, muy insolventes. Ya
que si lo que se quiere es incluir para educar, es necesario
entender que un sistema educativo basado en el paradigma de la
normalización, la homogeneidad y la semejanza, no entiende la
diversidad, por lo tanto, excluye.
Para lo cual es importante comprender la necesidad de
lo que Carlos Cullen denomina “El cuidado del otro”,

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