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La sorpresa de Beatriz

Donostia, año 1602, en una noche muy tensa y lluviosa se encontraba sentado en su cama el
guerrero más connotado de la época, Aarón Cortés, quien tenía en sus manos una carta de herencia
para su familia en caso de no volver con vida a su hogar. En esos momentos se escucha un fuerte
relincho de caballos y un choque de espadas, eran los soldados de la reina, los que los habían ido a
buscar con la finalidad de dirigirse a Lotamburgo para proteger su ciudad.

100 años después en el mismo domicilio se encontraba Beatriz Coronado, mujer de 40, se
caracterizaba por ser alta, de tez blanca, pelo negro y una belleza increíble; ella se encontraba en
una mala situación, deprimida, debido a que su marido estaba postrado en una cama producto de
una lesión que tuvo en el trabajo, el que le generaba muchos ingresos, quedaron con todas las
comodidades que tenían en su hogar y sin dinero, ya que su marido no podía trabajar. Su casa era
gigante, con un aspecto medieval, que ellos quisieron dejar a medida que la iban agrandando y
modificando, sin percatarse que se estaban endeudando.

Un día en que Beatriz pensaba quitarse la vida producto de su depresión sintió un fuerte golpe en el
sótano de la casa, se asustó y bajó corriendo para ver lo que sucedía, al encontrase en el lugar se
pudo percatar que había una luz dentro de un baúl antiguo, le causó curiosidad y lo abrió para ver
que contenía en su interior, dentro de este, solo había una carta, vieja, arrugada y desteñida, Beatriz
iba a proceder a leer el papel, pero de repente tocan la puerta de una forma desesperada, ella sube
para abrir el pórtico, pero antes, esconde la carta detrás de su espalda; se encuentra con una señora
que estaba sucia y herida, le presta ayuda de inmediato sin interés, la señora dice
desmoralizadamente:

- Hija, gracias por todo, pero debo irme, sé que estás en una mala situación económica,
además tu marido está enfermo y necesita de un médico para poder curar su lesión.

Beatriz queda anonadada, porque no entiende cómo la pobre mujer supo sus desgracias.

- No entiendo cómo usted sabe por lo que estoy pasando, lo que más me complica es la
operación de mi marido, ya que no tengo dinero –responde Beatriz-

La pobre anciana la queda mirando fijamente manifestándole:


- Mujer bondadosa, lo que tienes en tus manos escondido detrás de tu espalda te
recompensará por el resto de tu vida, en nombre de la familia Cortés, gracias por tu
amabilidad, esto no se lo cuentes a nadie, adiós.

La mujer se retira y Beatriz abre el sobre de la carta, al mirar hacia el frente la misteriosa
anciana ya no estaba.

Beatriz procede a leer la carta, que decía lo siguiente:

- “Querida familia, hoy es un día en el cual nuevamente me separaré de ustedes por la misión
que me encomendó la Reina Isabel, quiero decirles que en estos 30 años defendiendo
nuestras tierras he podido conservar todas las recompensas que me han otorgado las
batallas en las que no he sido derrotado.
Finalmente os digo que el tesoro se encuentra enterrado a 10 pasos horizontales de la
entrada de la casa.
Aarón Cortés.”

Beatriz sigue los pasos indicados en la carta escrita por Aarón, ella procede a excavar en el lugar
señalado y saca un cofre que en su interior contenía quilates y monedas de oro.

Finalmente Beatriz Coronado consigue pagar sus deudas y la operación de su marido, viviendo
juntos y felices, sin ambición y despreocupación de su salud.

FIN.

Tipo de narrador: Omnisciente; Personaje Principal: Beatriz; Personaje Secundario: Aarón Cortés

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