Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2
Editorial Área de Innovación y Desarrollo, S.L
Quedan todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, distribuida,
comunicada públicamente o utilizada, total o parcialmente, sin previa autorización.
ISBN: 978-84-946089-4-0
Registro: http://dx.doi.org/10.17993/Med.2016.36
3
Índice
1. INTRODUCCIÓN............................................................................................................................... 8
2. OBJETIVOS ....................................................................................................................................... 8
3. METODOLOGÍA ............................................................................................................................... 8
4. RESULTADOS ................................................................................................................................. 10
5. CONCLUSIONES ............................................................................................................................. 32
6. DISCUSIÓN .................................................................................................................................... 32
8. ANEXOS.......................................................................................................................................... 34
9. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................... 46
4
5
RESUMEN
Actualmente los servicios de urgencias se ven cada día más colapsados, se puede pensar que es a
causa de la mala utilización por parte del paciente, aunque realmente es un problema que viene
desde el propio sistema.
Para que un servicio de urgencias funcione correctamente, el paso más importante es el triaje que
realiza un equipo multidisciplinar, en este momento se clasifican a los usuarios por la gravedad de la
afección que les ha llevado al servicio.
A parte del triaje, es muy importante que cada una de las personas que trabajan en el servicio de
urgencias sepa realizar su trabajo de forma rápida y eficaz. Por esto el personal de enfermería que
trabaja en los servicios de urgencias tienen unas competencias bien definidas y debe manejar con
soltura ciertas técnicas que son de vital importancia que las realice de forma rápida y eficaz.
ABSTRACT
Currently the emergency services are becoming more collapsed day by day, it is thought that is
because of the misuse by the patient, but it really is a problem that comes from the system itself.
To make an emergency function properly, the most important step is performed triage a
multidisciplinary team at this time users are classified by the severity of the condition that led them
to the service.
It is very important that each of the people working in the emergency department know how to do it
work quickly and efficiently. Nurses working in emergency services have well defined competencies
and should handle with ease certain techniques that are vitally important that done quickly and
efficiently.
6
7
1. INTRODUCCIÓN
La definición de urgencia es “la aparición fortuita en cualquier lugar o actividad de un problema de
causa diversa y gravedad variable, que genera la conciencia de una necesidad inminente de atención
por parte del sujeto que lo sufre o de su familia”. También existe otra interpretación del término
urgencia: “la patología cuya evolución es lenta y no necesariamente mortal, pero que debe ser
atendida en seis horas como máximo, para evitar complicaciones mayores”. Por otro lado, el
término accidente lo definimos como una transferencia anormal no controlada de energía que tiene
como consecuencia, la ocurrencia de lesiones o muertes (Organización Mundial de la Salud) (1).
En todos los servicios de urgencias hospitalarios existe un equipo multidisciplinar que se encarga de
la recepción y atención del paciente que ingresa en el servicio. El aumento de la esperanza de vida
conlleva que con ella crezca la demanda de las urgencias hospitalarias. (2) Con este panorama la
figura de la enfermería ha ido cogiendo más responsabilidad en los servicios de urgencias y es cada
vez más necesaria su formación y definición de competencias.
Por todo lo anteriormente expuesto nos centraremos en ver el papel de la enfermería en las
urgencias, en el triaje y las técnicas más comunes que realiza en estos servicios.
2. OBJETIVOS
Objetivo principal:
Objetivos secundarios:
3. METODOLOGÍA
El método elegido en este estudio ha sido una revisión bibliográfica de documentos y artículos
científicos, además de manejar datos estadísticos oficiales.
Para iniciar la investigación lo primero que se ha hecho es definir el objetivo principal y los objetivos
secundarios, para una vez elegidos estos, se pudiera realizar una búsqueda y cribado adecuado a los
criterios de inclusión y exclusión que respondan a los objetivos.
8
Se han tenido en cuenta los documentos, artículos y guías clínicas, publicadas a partir del año 2011,
poniendo como criterio de inclusión aquellos que trataran información acerca de los servicios de
urgencias hospitalarias, el papel de la enfermería en los mismos, así como el triaje y las técnicas de
enfermería más utilizadas en estos servicios.
Google Scholar: donde se han buscado artículos, documentos y guías clínicas sobre las técnicas de
enfermería en urgencias, las competencias de enfermería en urgencias y el triaje en los servicios de
urgencias en España y/o Unión Europea.
Biblioteca Cochrane Plus, Base de datos Pubmed y SciELO: en estas bases de datos se han elegido
criterios clave para la investigación:
(servicio [All Fields] AND urgencias [All Fields] AND espana [All Fields]) AND
("2011/10/01"[PDat]: "2016/09/28"[PDat])
servicio [Todos los índices] and urgencias [Todos los índices] and España [Todos
los índices]
Triaje
9
4. RESULTADOS
Después de realizar una revisión bibliográfica exhaustiva, lo primero que llama la atención es el
colapso generalizado en los servicios de urgencias hospitalarias. En esta situación intervienen varios
factores y existen diversas creencias sobre cuáles son las causas de este colapso de los servicios de
urgencias. Entre los mitos más comunes nos encontramos con que un 30.7% de las visitas a los
servicios de urgencias no son adecuadas (cosa que es real) pero, no causa el colapso del servicio, ya
que no requieren unos tratamientos específicos ni complejos; otras falsas creencias es el colapso a
causa de las epidemias de gripe, pacientes frecuentadores, población inmigrante, que las unidades
son pequeñas, pocos profesionales sanitarios… La realidad es que este colapso depende del propio
sistema organizativo de la unidad de urgencias. (TABLA 1) (2).
Entre las múltiples soluciones que existen, para evitar este colapso, y el consecuente deterioro de la
calidad asistencial, se encuentra el tener personal sanitario debidamente formado (TABLA 2) (2).
Será en este apartado donde nos centraremos en la formación que debe tener el personal de
enfermería dentro del servicio de urgencias de un hospital.
Para comenzar, definiremos a qué nos referimos cuando hablamos de “competencia”. El Comité
Consultivo para la Formación de Enfermeros en una reunión celebrada el 13 de Enero de 1998, en
consecuencia del consejo Europeo de Turín, aprobó el informe y recomendación sobre las
competencias requeridas para el ejercicio de la actividad de enfermero responsable de cuidados
generales en la Unión Europea, bajo el epígrafe XV/E/8481/4/97-ES. Dentro de este informe se
encuentra la definición de competencias en el ámbito de la enfermería, que se define como “las
cualificaciones específicas necesarias para el ejercicio de la profesión”. En este ámbito, las
competencias se definen como “las características individuales que permiten a una persona ejercer
su actividad de forma autónoma, perfeccionar permanentemente su práctica y adaptarse a un
entorno en constante mutación.”
Los conocimientos vienen determinados por una formación mínima y con un contenido específico
cuyo objetivo final es conseguir que la persona esté formada, que adquiera los conocimientos
mínimos exigidos por la Unión Europea para cubrir las competencias exigidas por la misma, para
poder ejercer la profesión en cualquier Estado miembro. Las competencias sólo constituyen la
primera fase del programa de formación. Las distintas fases que conducen a la adquisición de dichas
competencias, son las siguientes:
10
● Elección del contenido de la formación teórica y clínica necesaria para la obtención de
psicología, los conocimientos, las habilidades y actitudes en las que se basan las
● Selección de los métodos de evaluación que permiten comprobar que las competencias
Todas estas premisas son comunes para cualquier enfermero generalista dentro de la Unión
Europea. Cuando hablamos de las competencias de la enfermería en Urgencias y Emergencias
tenemos que distinguir ciertos requisitos qué se incluyen dentro de esta formación. Dentro de las
competencias de la enfermería de urgencias y emergencias cabe destacar unos requisitos mínimos.
● Utilizar los conceptos teóricos y el conocimiento de los cuidados de enfermería como base
● Impulsar líneas de investigación que sean relevantes para el diagnóstico, las intervenciones y
11
humanas que se generan ante los problemas de salud reales y/o potenciales que amenazan
● Evaluar, y modificar si hay pertinencia, los planes de cuidados basándose en las respuestas
● Someter a triage los pacientes a los que se prestan cuidados en situaciones de emergencias y
catástrofes. (4)
Una vez definidas las competencias de la enfermería dentro del servicio de urgencias y emergencias,
el siguiente paso es definir el concepto de triaje. Para comenzar viendo la definición de urgencia que
nos da la OMS, no es posible hacer una clasificación de los pacientes por su gravedad, ya que no
diferencia los grados de urgencias. Comencemos por buscar la definición del verbo “triar” en el
diccionario de la Real Academia de la lengua Española (RAE), aquí encontramos que se refiere a triar
cómo:
2. intr. Dicho de las abejas: Entrar y salir con frecuencia de una colmena que está muy
poblada y fuerte.
De estas cuatro acepciones del verbo nos interesa la primera, ya que es la que se aplica en los
servicios de urgencias hospitalarias: “escoger o separar”.
La definición de triaje según Cook y Sinclar: “Es el proceso mediante el cual un paciente es valorado
a su llegada para determinar la urgencia del problema y asignar el recurso apropiado para el cuidado
del problema identificado”, el paciente es clasificado de acuerdo con unas prioridades.(7) Debe ser la
llave de entrada a una asistencia eficaz y eficiente, y por tanto, una herramienta rápida, fácil de
aplicar y que además poseen un fuerte valor predictivo de gravedad, de evolución y de utilización de
recursos.
12
En resumen triaje se refiere al proceso de recepción y acogida del paciente para su posterior
clasificación según su situación de salud que determinará la prioridad en la atención, evitando
demoras en la atención de aquellos pacientes que presentan mayores riesgos. Hoy en día existen
tres tipos de triaje en función del personal qué lo desarrolle:
al usuario una hora de atención en función del momento de llegada al servicio, no por la gravedad
2- Triaje realizado por un médico: el mismo da prioridad a cada usuario después de una
Si bien es cierto que el tipo de triaje más próximo, a cualquier centro hospitalario actual, es el triaje
multidisciplinar. Cualquier persona que haya acudido a un servicio de urgencias en los últimos años,
ha podido darse cuenta que en el triaje, el personal que decide la prioridad en la atención es
normalmente sólo el personal de enfermería. Con lo cual cae una gran responsabilidad sobre ese
colectivo. Este es uno de los motivos por los cuales el personal de enfermería debe formarse
específicamente en el área de urgencias, para poder realizar una adecuada clasificación en función
de la atención que necesite cada persona respecto a la patología que presente en el momento de
llegada al servicio de urgencias. La enfermera que realiza el triaje tiene unas funciones definidas:
● Debe tener acceso rápido o estar en contacto con el área de recepción administrativa del
● Recibir a los pacientes y sus familiares en un ambiente seguro, íntimo, privado y con la
máxima confidencialidad.
● Realizar una rápida evaluación clínica, recogiendo los datos expresados por el paciente para
● Deberá tener un control visual del área de espera y de admisión de pacientes. (7).
En España los modelos que se han instaurado en las instituciones sanitarias son el MTS (8) y el SET
(9). El Manchester Triage System (MST) se creó en 1994 y se basa en 5 objetivos (11):
El Manchester Triage System consta de un sistema de clasificación de 5 niveles y a cada una de estos
niveles se le atribuye un número, un color y un nombre que se definió en términos de «tiempo
clave» o «tiempo máximo para el primer contacto con el terapeuta» (TABLA 3). (12)
El Sistema Español De Triaje (SET) lo desarrollan Gómez Jiménez y colaboradores en junio de 2000,
en el Hospital Nostra Senyora de Meritxell de Andorra. Es un nuevo sistema estructurado
denominado «Model Andorrá de Triatje» (MAT). Sus principios fundamentales son (10):
● Triaje de 5 niveles normalizado, con un programa informático de gestión del triaje y otro de
de calidad en el triaje.
En 2003 fue asumido por la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES)
(10) como el modelo estándar de triaje en castellano para todo el territorio español y se denominó
«Sistema Español de Triaje» (SET). (TABLA 4) (13).
Además del triaje la enfermera de urgencias tiene otras competencias y una serie de técnicas son
propias del personal de enfermería. De estas técnicas, las más utilizadas en el servicio de urgencias,
son las que se expondrán a continuación. Todas y cada una de estas técnicas requieren una
capacitación previa y que sean realizadas en un tiempo mínimo para garantizar una calidad
asistencial. Las técnicas de enfermería más utilizadas son:
La vía venosa periférica consiste en canalizar una vía venosa permeable en una extremidad con el
objetivo tener acceso directo al torrente sanguíneo. Esta técnica es básica cuando un usuario entra
en un servicio de urgencias. La enfermera que realice la atención al paciente en el momento de
llegada al servicio de urgencias deberá saber realizarlo de manera correcta.
A parte de conseguir un acceso directo al torrente sanguíneo, la vía venosa periférica también se
utiliza para sacar muestras de sangre (si aún no ha sido utilizada para otro fin), para administrar
medicación intravenosa, para reponer líquidos…. (IMAGEN 1)(14)
Las posibles complicaciones derivadas de la canalización de una vía venosa periférica son: flebitis,
extravasación, obstrucción de la vía, infecciones… Una VVP es la vía de elección, aunque presenta
una corta duración (no más de 7 días) (15).
● Compresor (IMAGEN 3)
15
● Guantes estériles (IMAGEN 5)(IMAGEN 6) (24)
● Antiséptico local (tipo clorhexidina o betadine), ya que la técnica ha de ser lo más aséptica
Antes de realizar esta técnica (y cualquier otra) es imprescindible el correcto lavado de manos, bien
con agua y jabón o con una solución hidroalcohólica. (IMAGEN 6) (23).
● Elección de la zona de punción. La vena ante cubital es segura y rápida de obtener (flexura
del codo), las venas del brazo (basílica, cefálica) y del dorso de manos son también de fácil
● Elegir el calibre del catéter (en función del tamaño de las venas, la velocidad y el tipo de
soluciones a infundir). El tamaño oscila, de mayor a menor calibre, desde 14G al 26G.
● Venopunción. Introducir la cánula hasta ver qué refluye las sangres, retirar la aguja y avanzar
la cánula.
● Retirar el compresor.
● Presionar la vena en el extremo proximal para evitar el reflujo de sangre mientras se pone el
16
2. Vía central de acceso periférico.
Consiste en la canalización de una vía venosa periférica con un catéter qué permita llegar hasta la
vena cava superior (IMAGEN 8) (25), accediendo así a la circulación venosa central. Las venas
periféricas de elección son: basílica, cefálica, braquial (IMAGEN 9) (25) o femoral (IMAGEN 10).
Se utiliza para administración de fármacos y/o fluidos irritantes y vesicantes, nutrición parenteral y
monitorización de parámetros como presión venosa central (PVC).
Las posibles complicaciones derivadas de la canalización de una vía venosa periférica son: flebitis,
extravasación, obstrucción de la vía, infecciones…
● Guantes estériles.
● Mascarilla.
● Paños estériles.
● Compresor.
Se utilizan:
● Catéteres largos de silicona con guía de una o varias luces y agujas de diferente grosor.
(Venocath, cavafix®)
● Catéter con guía introducidos en un tambor; son catéteres radiopacos de silicona, intra-
aguja, de 71cm. de longitud, con guía metálica y enrollado de carrete o tambor (Drum®,
Vena subclavia: medir la distancia desde la zona elegida para la punción a la articulación del
hombro y suma la distancia existente entre el hombro y la zona del manubrio esternal.
(IMAGEN 12)
Vena cava superior: medir la distancia desde la zona elegida para la punción a la articulación
● Introducir la aguja hasta qué se objeta flujo de sangre a través del catéter. (flujo positivo)
● Una vez qué el catéter este en el interior del vaso , ir introduciendo el cable guía a través de
● Una vez el cable guía este introducido se inserta el catéter sobre este y se retira
posteriormente la guía.
● Durante la inserción del catéter se pide al paciente (sí está consciente) qué gire la cabeza
hacia la extremidad puncionada y flexione la cabeza (para ocluir el paso del catéter a la vena
yugular)
18
Los cuidados de enfermería qué requiere está técnica son los siguientes:
● Vigilar el sangrado de la zona de punción durante las primeras horas tras la colocación.
3. Vía intraósea
La vía intraósea es una técnica con múltiples ventajas en situaciones de urgencia vital, pero muy
desconocida e inusual en su aplicación. (15).
En situaciones de urgencia es donde muchas veces la vía periférica se hace inaccesible o la demora
en conseguir un acceso periférico supone pérdida de tiempo y recursos por lo que toma más
importancia el acceso intraóseo sobre todo en el ámbito de Emergencias extra hospitalarias. (19)
El conocimiento de la técnica de colocación, los productos que a través de esta vía pueden
administrarse y los cuidados que precisa el paciente deben ser conocidos por el personal de
enfermería. (15).
Está técnica consiste en la punción de un hueso con un trocar para alcanzar la circulación venosa
general a través de la red capilar que hay en el interior de la matriz ósea de los huesos largos. Esta
red capilar tiene la propiedad de no colapsarse en caso de shock.
Su utilización se basa en el hecho de que la cavidad medular de los huesos largos está ocupado por
una rica red de capilares sinusoides que drenan a un gran seno venoso central, que no se colapsa ni
siquiera en situación de parada cardiorrespiratoria, pasando los fármacos y líquidos a la circulación
general con una rapidez similar a como lo harían por cualquier otra vena periférica por lo que se
considera una vía segura y rápida pues conlleva un alto porcentaje de éxitos (80%- 94%) (27).
Los inconvenientes de esta vía están referidos a que se trata de una vía de urgencia pues no es
recomendable que este colocada más de 24 horas; por lo tanto, en cuanto se realice una reposición
de volumen adecuada se debe realizar otro acceso venoso mediante una vía periférica o central (20).
19
Contraindicaciones:
● Antiséptico local.
● Guantes y gasas estériles.
● Jeringa de 10 cc con suero salino.
● llave de tres pasos con alargadera.
● Sistema de gotero, suero y presurizado.
● Anestésico (lidocaína 20-40 mg).
● Pinzas de Kocher o mosquito.
La zona de punción más utilizada es la tuberosidad tibial anterior (tanto en niños como adultos). Se
localiza a 2cm distal de la tuberosidad tibial anterior en la cara antero medial de la tibial. Se aconseja
la penetración en la cara antero medial de la tibia (por la delgadez del periostio). La profundidad de
la aguja recomendada es de unos 2 cm. (28).
20
● Cresta iliaca: en la cara inferior de la espina iliaca (paciente en postura decúbito
lateral). (6).
También se puede tomar cómo zona de punción: cabeza humeral, fémur distal, dorso de la metafisis
distal del radio, calcáneo, apófisis estiloides cubital, las clavículas o el maléolo peroneal.
2 ml de lidocaína al 1-2%.
Una vez tengamos la pistola posicionada de forma perpendicular sobre el punto de punción
colocamos la mano en posición de disparo.
Colocamos los dedos índices y medio en las pestañas de la pistola de forma que la flecha que esta
dibujada sobre la pistola va dirigida hacia el punto de punción. Una vez de que nos cercioremos de
su correcta posición retiramos el seguro con la otra mano.
Sin dejar de realizar presión con el talón de la mano, presionamos con los dedos la pestaña, notando
como se dispara la pistola.
21
● Si el dispositivo es EZ- IO de VidaCare ®:
Insertar la aguja en un ángulo de 90º respecto al hueso, con una sujeción suave y
guiando al taladro hacer la inserción hasta que la última marca de la aguja sea visible
a 5mm de la piel.
● Desconectar con una mano mientras se estabiliza con los dedos de la otra mano la
aguja y retirarla.
fuera necesario.
que la aguja pasa a través de la corteza hacia la médula, aspirado de médula ósea,
aunque este signo no se encuentra siempre, los líquidos fluyen con facilidad sin
de extravasación
A través de esta vía, pueden administrarse los mismos fármacos qué por la vía endovenosa o
sueroterapia. Después de la administración de fármacos hay qué inyectar un bolo de al menos 5 mL
de suero salino para asegurar la llegada del fármaco a la circulación sistémica. Además está técnica
sirve para la obtención de muestras de sangre.
•Mecánicas:
22
● Lesiones de los grandes vasos o del corazón en caso de colocación a nivel esternal...
● Punción articular.
•Infecciosas:
● Celulitis.
● Accesos subcutáneos.
● Osteomielitis-
•Embolismos:
● Embolia grasa.
Cuidados de enfermería
Controlar distintos signos: sangrado, presencia de pulsos distales, color, temperatura, aspecto y
tamaño del miembro.
Desinfectar cada 4-6 horas la zona de punción para evitar infecciones (30)-.
Está técnica consiste en introducir una sonda en el interior de la vejiga a través de la uretra con la
intención de evacuar el contenido de la misma.
Está técnica está indicada cuando exista una obstrucción del tracto urinario, estados de incapacidad
para la evacuación de la vejiga (parálisis vesical, shock medular…), estados en los que se requiera
una cuantificación de orina, lavados vesicales en hematuria con coágulos o recogida de muestra de
orina estéril. (12).
Material:
● Guantes estériles.
23
● Gasas estériles.
● Antiséptico tópico.
● Paños estériles
● Sonda vesical.
● Jeringa de 10cc.
● Agua estéril (10 cc) (No usar suero fisiológico porque cristaliza).
● Lubricante urológico
Técnica: la técnica es prácticamente igual en hombres y mujeres pero veremos qué hay alguna
diferencia.
● Retraer el prepucio
● Introducir la sonda por la uretra, sujetar el pene con la mano y fraccionar el pene
Técnica en la mujer:
● Separar los labios mayores y visualizar el meato uretral para introducir la sonda.
Complicaciones:
● Falsa vía.
● Infección urinaria.
Cuidados de enfermería:
● Mantener la bolsa de orina por debajo del nivel de la vejiga y evitar acodamientos en la
sonda. (7)(12).
Se trata de la inserción de una sonda a través de la cavidad oral o un orificio nasal hasta el estómago.
25
Se utiliza para la eliminación de sustancias toxicas ingeridas previamente, disminuir el riesgo de
aspiración en pacientes con bajo nivel de consciencia, en diagnóstico de hemorragia digestiva alta,
lavado gástrico o alimentación enteral.
Contraindicaciones:
● Convulsiones
● Pacientes con traumatismos fáciles graves o fracturas de la base del cráneo. (7)(12).
Material:
● Guantes desechables
● lubricante hidrosoluble
● Fonendo
● Esparadrapo.
● Equipo de aspiración
Técnica:
26
● Introducir la sonda lentamente hacia la parte posterior de la nasofaringe, pidiendo la
colaboración del paciente, qué trague cuando lleguemos a la oro faringe para evitar
facultativa (12).
Cuidados de enfermería:
Procedimiento de lavado:
rebote.
● El volumen de líquido a introducir no debe ser muy elevado, ya que el llenado excesivo del
27
● Se ha de continuar el lavado hasta que el líquido que se obtenga sea relativamente claro.
Suele ser necesario un volumen mínimo de 2 litros, que se adaptará en función de las
● Una vez finalizado el lavado gástrico, puede introducirse a través de la sonda, una sustancia
través del tracto intestinal, dependiendo de la naturaleza del agente tóxico ingerido. En caso
que sus heces tendrán un color negro debido a la ingesta del mismo.
7. Gasometría arterial.
Es una técnica para la obtención de muestra de sangre arterial para la valoración de la eficacia
respiratoria mediante el análisis de las concentraciones de gases respiratorios y valores de pH.
Puede realizarse a través de punción directa o extracción de la sangre por una vía arterial. Se utiliza
para valorar el patrón ventilatorio, evaluar el nivel de oxigenación y perfusión, valorar sí existen
desequilibrios hidroelectrolíticos y registrar los valores basales respiratorios.
Material:
● Guantes desechables.
● Esparadrapo.
28
Técnica:
Test de Allen: solicitar al paciente que cierre la mano, a la vez que se comprimen la arteria
radial y cubital. Transcurridos unos segundos, se pedirá al paciente que abra la mano,
debiendo encontrar la palma de la mano pálida y blanquecina. Una vez comprobado, se
libera la presión sobre la arteria cubital, que debe ir acompañado de una recuperación
inmediata de la coloración de la mano, lo que indica un buen funcionamiento de la
circulación colateral. Si el llenado capilar a través de la circulación cubital no es el adecuado,
debe seleccionarse otra zona de punción. (IMAGEN 17).
● Arteria braquial.
● Pulso palpable.
29
● Localización del pulso mediante palpación directa con el 2º y 3 dedo o 2º
seleccionada:
Arteria radial: ángulo de 45º con el bisel de la aguja mirando hacia arriba.
Arteria braquial: ángulo de 45º a 60º con el bisel de la aguja mirando hacia arriba.
● Una vez introducida la aguja con el ángulo indicado en cada caso, sobre el punto
arterial debe ser suficiente para que la sangre ascienda de manera espontánea a
pacientes que presenten una circulación arterial comprometida, puede ser necesaria
Cuidados de enfermería:
de presión directa sobre la zona de punción. Todos los lugares de punción arterial requieren
30
presión manual durante un mínimo de cinco minutos, en las arterias de mayor calibre, como
uso de anticoagulantes son situaciones que precisan una vigilancia más estrecha de la zona
● La muestra obtenida debe ser tapada lo antes posible, previa retirada del aire qué pueda
paciente.
o desorientado esta valoración será realizada por la enfermera que haya realizado la
extracción.
31
5. CONCLUSIONES
En conclusión, los servicios de urgencias cada vez están más colapsados y es necesario para evitar
esto qué el personal qué trabaje en ellos este correctamente cualificado.
En el caso del personal de enfermería qué trabaja en urgencias, existen unas competencias oficiales
marcadas para poder trabajar en este servicio.
Como consecuencia de estas competencias, existen unas técnicas qué se utilizan en los servicios de
urgencias para el diagnóstico de las enfermedades, qué son responsabilidad de la enfermería
directamente.
Por último, se ve claramente la necesidad de un servicio de triaje para qué los servicios de urgencias
funcionen correctamente.
6. DISCUSIÓN
Dado que la profesión de enfermería abarca un amplio campo de conocimientos y técnicas, son
necesario qué se especialicen los estudios por campos. El campo qué nos interesa en este caso en
particular es el de las urgencias. Para ello hay unas competencias específicas qué se han marcado
para qué cualquier enfermera de urgencias de la Unión Europea pueda trabajar en cualquier servicio
de urgencias.
Aun así aún queda mucho para qué se oficialice en toda España y qué para trabajar en un servicio de
urgencias sea necesario tener unos conocimientos específicos qué no se aprenden durante el grado
en enfermería.
Lo primero para lo que tiene que prepararse una enfermera qué trabaje en urgencias, es para el
triaje. Tiene que tener un buen criterio para clasificar a las personas que lleguen al servicio en
función de la gravedad de la enfermedad con la que acudan, para ello tiene que tener las
herramientas y conocimientos necesarios para hacer una buena valoración y clasificación.
Por otra parte cómo se puede ver, hay técnicas básicas de enfermería qué se realizan en los servicios
de urgencias y qué, aunque se todo el personal de enfermería debe saber realizar, en un servicio de
urgencias, es de vital importancia qué se realicen rápido y correctamente. Para conseguirlo es
necesario una formación especifica donde se recalquen y practiquen estas técnicas y conseguir así
qué el profesional sepa realizarlas en cualquier situación de forma correcta y rápida.
Por todo esto, queda patente la necesidad de qué la profesión de enfermería se vaya cada día
especializando más en cada campo, y no sea una profesión en la que “todo el mundo vale para
32
todo”, sí no qué cuando se vaya realizar un trabajo sea de forma correcta y sabiendo bien lo qué se
está haciendo.
Aún estamos lejos de tener una formación tan específica cómo pueden tener otras profesiones, pero
cada día es más latente la necesidad del sistema sanitario de tener profesionales de enfermería bien
formados, ya que es una parte fundamental del equipo multidisciplinar qué está en cada servicio.
33
8. ANEXOS
34
Tabla 4. Niveles de clasificación del SET.
35
Imagen 2. Catéter tipo Abbocath.
Imagen 3. Compresores.
36
Imagen 4. Sujeción para VVP.
37
Imagen 6. Lavado de manos con solución hidroalcohólica.
38
Imagen 7. Calzado de guantes estériles.
39
Imagen 9. Venas basílica, cefálica y braquial.
40
Imagen 11. Manubrio esternal.
41
Imagen 13. Inserción de catéter venoso central de acceso periférico.
42
Imagen 14. Dispositivos intradoses.
43
Imagen 16. Material para sondaje NG.
44
Imagen 18. Punción arterial.
45
9. BIBLIOGRAFÍA
1. Arcos González PI., Castro Delgado R., Villalibre Calderón C. (2013). Concepto de Urgencia,
Emergencia, Catástrofe y Desastre: Revisión Histórica Bibliográfica [Trabajo Fin de Máster en
Análisis y Gestión de Emergencia y Desastre]. Facultad de Medicina, Oviedo. Recuperado de:
<http://digibuo.uniovi.es/dspace/bitstream/10651/17739/3/TFM%20cristina.pdf/>.
2. Rico Cano A., Ferrer Moreno A., y Sánchez Martínez A. (2015). Investigación en salud y
crecimiento. Hospital Torrecárdenas, Almería (España). Recuperado de:
<http://formacionasunivep.com/documents/publicaciones/investigacion-en-salud-y-
envejecimiento-volumenII.pdf#page=78/>.
3. Miró O., Sánchez M., Coll-Vinent B., Millá J. (2001). Indicadores de calidad en urgencias:
comportamiento en relación con la presión asistencial. Med Clin, 116:92-7.
6. Álvarez MA, Li MS, Gutiérrez R. (2001). Manual para la canalización venosa por vía intraósea.
Correo Científico Médico de Holguin, 5(1). Recuperado de:
<http://www.cocmed.sld.cu/no51/n51rev1.htm/>.
46
7. Toledano MP., Núñez T., Gil MP., Julián A. (2010). Técnicas invasivas en urgencias (I) y (II). En:
Julián Jiménez A, coordinador. Manual de protocolos y actuación en urgencias, 3ª ed. Madrid:
Edicomplet.
8. Mackway-Jones K, ed. (1997). Emergency Triage: Manchester Triage Group. London: BMJ
Publishing Group.
10. Gómez Jiménez J., Torres Trillo M., López Pérez J., Jiménez Murillo L. (2004). Sistema Español
de Triaje (SET). Madrid: Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
11. Emergency triage/Manchester triage Group. (1994). Kevin Mackway-jones, Janet Marsden, Jill
Windle (eds.). 2nd ed. London BMJ Blackwell..
12. González IC., Herrero Alarcón A. Técnicas y procedimientos de enfermería. Madrid: Ediciones
DAE; 2009. Manual de procedimientos generales de enfermería. Hospital Universitario Virgen
del Rocío. Servicio Andaluz de Salud; 2012. Recuperado de: <http://www.huvr.es/>.
13. Gómez Jiménez J., Ferrando Garrigós JB., Vega García JL., Tomás Vecinas, Roqueta Egea F.,
Chanovas Borràs M. (2004). Model Andorrà de Triatge: Bases conceptuals i manual de
formació. Principat d´Andorra: Ed. Gómez JiménezJ. Servei Andorrà d´Atenció Sanitària.
14. Julian Jimenez A. (2014). Manual de protocolos y actuación en urgencias (4ª ed.). Hospital virgen
de la salud.
47
15. Orgiler P., Navarro JM., De Haro S. (2001). La vía intraósea. Cuando las venas han desaparecido.
Enferm. Intensiva, 12 (I): 31-40.
16. Carrero Caballero MC. (2015). Actualización enfermera en accesos vasculares y terapia
intravenosa. 1ª Ed. Madrid: Difusión Avances de Enfermería (DAE S.L.). [Consultado el día 28
de Septiembre de 2015]. Recuperado de:
<http://www.enfermeria21.com/pfw_files/cma/FormacionContinuada/Documentacion/Acces
os_vasculares_2008.pdf/>.
17. CDC. (2011). Guidelines for the Prevention of Intravascular Catheter9Related Infections.
[Consultado el día 28 de Septiembre 2016]. Recuperado de:
<http://www.cdc.gov/hicpac/pdf/guidelines/bsi9guidelines92011.pdf/>.
18. Díaz Chicano JF., Castañón Baquera R., Rodríguez Mondéjar JJ., Clavel Amo M., Ramón
Carbonell M. (1998). Prevención de las infecciones relacionadas con catéteres venosos en
Cuidados Intensivos. Enfermería Intensiva, 143-149.
19. García N., Cepeda JM. (2009). Vía intraósea en enfermería de emergencias. Rev. Enferm CyL., 1(2)
48-56.
20. AHA. (2005). Guidelines for cardiopulmonary resuscitation and emergency cardiovascular care,
112:IV-58-IV-66.
21. Bellido Vallejo JC., Carrascosa García MI., García Fernández FP., Tortosa Ruiz MP., Mateos
Salido MJ., Del Moral Jiménez J., Portellano Moreno A., Martínez Martos RM., Castillo Dorado
B., Cabrera Castro MC., Ojeda García M., Colmenero Gutiérrez MD., Jesús Uceda T. (2006).
Guía de cuidados en accesos venosos periféricos y centrales de inserción periférica. Evidentia,
48
3(9) [ISSN:1 6979638X].[Consultado el día 1 de Septiembre de 2016]. Recuperado de:
<http://www.index9f.com/evidentia/n9/guia9avp.pdf/>.
22. De Pablo Casas M., Penas Ríos JL. (2010). Guía para la prevención de complicaciones infecciosas
relacionadas con catéteres intravenosos [en línea). Recuperado de:
<www.meiga.info/guias/Cateteres.asp/>.
23. Servicio de Salud del Principado de Asturias. (2009). Protocolo de Lavado de manos y uso
correcto de guantes en Atención Primaria en Asturias. Recuperado de:
<https://www.asturias.es/Astursalud/Ficheros/AS_SESPA/AS_Gestion%20Clinica/AS_Segurida
d%20Paciente/Protocolo%20Lavado%20Manos%20AP.pdf/>.
24. Referencia Técnicas quirúrgicas. Unidad 1. Practica No. 3 “Colocación de bata estéril.
Universidad de Xochicalco. Recuperado de:
<http://ens.xochicalco.edu.mx/medicina/archivos/PRIMER%20NIVL/Manuales/3er.%20Semes
tre/Practica_No3%20%20tx%20quirurgicas. Pdf/>. [Consulta: 25 de agosto del 2016].
25. Netter, F. (1999). Atlas de anatomía humana. (2a. ed.). Editorial Novartis. Estados Unidos.
Shünke, M Prometheus.
26. Singapore Yokochi-Rohen (1998). Atlas de Anatomía Humana. Estudio fotográfico del cuerpo
humano (2ª ed.). Edit. Panamericana-McGraw-HIill 58.
27. Clem M, Tierney P. (2004). Intraosseous infusions via the calcaneus. Resuscitation, 62(1):107-
12.
28. Drinker CK., Drinker KR. (1992). The circulation in the mammalian bone marrow, 62:1-92.
49
29. Luck RP., Haines C., Mull CC. (2010). Intraosseous access. J Emerg Med, 39(4):468-75.
30. Reades, R., Studnek, J., Garret, JS., Vandeventer S., Blackwell T. (2011). Comparison of first-
attempt success between tibial and humeral intraosseous insertions during out- of- hospital
cardiac arrest. Prehospital Emergency Care, 15:278-281.
50
51
52
53