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BLOQUES FUNCIONALES CEREBRALES

PRIMER BLOQUE FUNCIONAL:-

La función de está unidad es mantener el tono cortical, además regula el estado de actividad cortical; el
cual, se da mediante una modificación gradual y en el nivel de alerta, además estas estructuras
experimentan, ellas mismas la influencia diferenciadora del córtex.

Por ende, esta primera unidad trabaja en estrecha cooperación con los niveles superiores del córtex. .

De lo anteriormente mencionado se puede desprender que este bloque permite que se de la vigilia; el cual,
es el primer requisito para que ocurra cualquier actividad organizada.

 Pues solamente en ella los procesos mentales sigan un curso corrector, para el cual es necesario tener un
Nivel Optimó de Tono Cortical.

Esto implica, que los procesos excitación que tienen lugar en el córtex despierto obedecen a la ley
propuesta por Pavlov ; La ley de la fuerza;; según la cual, todo estimulo fuerte ( o biológicamente
significativo) evoca una fuerte respuesta, mientras todo estímulo débil evoca una respuesta débil.

El primer bloque funcional va a estar constituido por las siguientes estructuras neuroanatómicas

1. Formación reticular rostral.

2. Sistema reticular activador ascendente. (SARA)

3. Sistema reticular activador descendente. (SARD)

1. Formación reticular rostral. La denominación de Sistema reticular o formación reticular se debe a su


característica estructura en retículo; en efecto, se nos aparece como una densa formación de fibras
orientadas longitudinal y transversalmente, entrecruzadas, que encierran grupos celulares a manera de una
red que contiene y aprisiona los peces en sus mallas.

Si se estimula esta zona de la formación reticular se evoca una reacción de arousal e incrementa la
excitación y agudiza la sensibilidad disminuyendo los umbrales absoluto y diferencial de sensación,
ejerciendo de este modo un efecto de activación general sobre el córtex.

Tiene, en efecto, un papel particular, no especifico. No trasmite mensajes particulares sensitivos, motores o
vegetativos. Recibe numerosas informaciones, las conjunta, las asocia en una información general difusa.

2. Sistema reticular activador ascendente (SARA). El SARA se forma de impulsos sensoriales que van a la
formación reticular y la transmisión rostral a ciertos núcleos talámicos, desde los cuales la actividad se
disemina a la corteza cerebral. El SARA es un sistema de múltiples fibras cortas de la sustancia gris central
del tronco cerebral y diencéfalo, que es excitado por colaterales del sistema aferente espinotalámico y que
activa o despierta la actividad de todo el cerebro y en particular de la corteza.

 El SARA se origina en las partes centrales del tallo cerebral y el diencéfalo y esta constituido por: 1.
Formación reticular rostral 2. hipotálamo 3. subtalamo. 4. estructuras de la neocorteza. 2.1 Paleocortex. 2.2
Archicortex

Los núcleos de la formación reticular que lo conforman son: Barr, 1994 núcleo Formación Reticular nombre
del núcleo región del tallo cerebral Núcleos centrales Núcleo reticulares ventrales Núcleo reticulares
gigantocelulares Núcleo reticulares pontinos caudales Núcleo reticulares pontinos orales bulbo raquídeo
inferior bulbo raquídeo superior protuberancia Núcleos laterales Núcleo reticulare parvicelular del bulbo
Núcleo reticulare parvicelular del puente bulbo raquídeo protuberancia Núcleos de catecolaminas* Locus
Caeruleus * posiblemente

3. Sistema reticular activador descendente (SARD): Esta constituido por haces eferentes que suben o bajan
el tono de los sistemas sensoriales o motores del neocórtex. Estas vías descendentes fundamentalmente se
originan en el lóbulo frontal en concreto las zonas terciarias o cortex pre frontal ( más específicamente
frontal medio y orbital).

Mediante este sistema que va del córtex pre frontal, desciende a los núcleos tálamicos y el tronco cerebral
rostral, se logra que la influencia de la neocorteza a través de las intensiones y proyectos influencie a la
formación reticular rostral para que así se modifique y module el tono cortical y haciendo posible las más
complejas formas de actividad consciente ( Leukel, 1978; Luria, 1989 y Thompson, 1991)..

El archicórtex tiene una capa granular receptora y una capa piramidal efectora . Se encarga de regir su
comportamiento general y su vida instintiva; es decir, aquello que en la vida obedece a un impulso que
conduce a una acción automática e involuntaria, que cuando logra su objetivo se acompaña de un
sentimiento de satisfacción y en caso contrario de frustración .

Cerebro fundamental, en efecto,que está dotado de una cierta memoria, el archocórtex recibe incitaciones
diversas que para el individuo tienen un carácter agradable o desagradable, atrayente o repugnante,
circunstancias que se dan en los olores, pudiéndolas presentar también las incitaciones vegetativas y
reticulares.

Para Luria, 1989 las zonas medias del hemisferio cerebral o también llamadas mediobasales, tienen como
función principal la regulación del estado general, la modificación del tono y el control sobre las inclinaciones
y emociones; por lo consiguiente se deduce que, es un sistema superpuesto a la estructura de la parte
superior del Tronco Cerebral y la Formación Reticular.

El sistema nervioso tiene cierto tono de actividad y se mantiene; sin embargo, existen situaciones
especiales que ameritan la subida del tono y son 3 fuentes principales de esta activación (Luria, 1989): 1.
procesos metabólicos. 2. Estímulos del mundo exterior 3. Intervenciones, planes, proyectos y programas.

SEGUNDO BLOQUE FUNCIONAL

Es la unidad cuya función primaria es recibir, analizar y almacenar información . Este bloque esta constituido
por todo lo que es posterior a la cisura de Rolando o Central o las regiones laterales del neocórtex en la
superficie convexa de los hemisferios, de la que ocupa las regiones posteriores occipital (visual), temporal
(auditivo) y parietal (sensorial general) .

Su estructura histológica consiste en neuronas aisladas que obedecen a la Ley de todo o nada, recibiendo
impulsos discretos y renviandolos a otros grupos de neuronas. Esta unidad funcional consiste en partes que
poseen una especificidad modal alta, por ejemplo, que sus partes componentes están adaptadas para la
recepción de información visual, auditiva, vestibular o sensorial general.

Esta unidad esta constituida por las Áreas primarias, secundarias y terciarias. Las áreas primarias o de
proyección del córtex son la base de está unidad, solamente van a recibir información sensorial; es decir,
aquí va a ocurrir la sensación. Histológicamente va a estar constituida principalmente por Células
Granulosas o Estrelladas; las cuales, son de axones cortos y se ramifican en seguida y también con muchos
árboles dendrícos ramificados; además existen Células Golgi tipo II y algunas Pirámides Pequeñas; las
cuales, de acuerdo a la citoarquitectura van a formar la capa IV del neocórtex o Capa Granular Interna; por
consiguiente, tendrá un Isocórtex Heterotipico granular o mejor conocido como Coniocórtex.
 En buena parte, las neuronas presentan un alto grado de especificidad; de ahí, que van a preservar una
especificidad modal estricta.

Área secundaría o área gnóstica o área asociativas especificas son las que van a rodear a las áreas
primarias. Es aquí donde se va a dar sentido a la información; por ende, es aquí donde va a ocurrir la
percepción o la gnosis. Las células que forman está área presentan un grado de especificidad modal mucho
m{as bajo y por consiguiente, presenta una composición que incluye muchas más neuronas asociativas con
axones cortos, permitiendo combinar la excitación entrante en los sistemas funcionales necesarios, y así
desempeñar una función sintética.

Áreas terciarias o zonas de solapamiento o como le llamo Flechsig centro asociativo posterior o áreas
asociativas inespecificas va a tener como rol el permitir a grupos de diversos analizadores trabajar
concertadamente y tiene como función la de integración de la excitación que llega a través de los diferentes
analizadores.

Además, el trabajo de las zonas terciarias no sólo incluye, la integración adecuada de la información que
llega al hombre a través de un sistema visual; sino, también para la transición de las síntesis directas
visualmente representadas al nivel de los procesos simbólicos u operacionales con significados verbales,
con estructuras gramaticales y lógicas complejas, con sistemas se números y relaciones abstractas.

Por lo tanto, va a jugar un papel esencial en la conversión de la percepción concreta en pensamiento


abstracto, el cual siempre actúa en forma de esquemas internos, y para la memorización de la experiencia
organizada, o, en otras palabras, no sólo para la recepción y codificación de la información, sino también
para su almacenaje.

La gran mayoría de las neuronas de estas zonas son de carácter multimodal y esta demostrado que
responden a unos rasgos generales, a los cuales son incapaces de responder las neuronas de las zonas
corticales primaria e incluso secundaria.

Con base a todo lo anterior, Luria, 1989 distinguió tres leyes básicas que gobiernan el funcionamiento del
segundo bloque funcional:

1. Primera: Ley de la Estructura jerárquica de las zonas corticales Nos habla de la relación entre las zonas
primarias, secundarias y terciarias que componen este sistema, no son estáticas, van a cambiar en el curso
del desarrollo ontogenetico. En la infancia, la formación de zonas secundarias que trabajen adecuadamente
no podía ocurrir sin la integridad de las zonas primarias que constituyen su base, y el trabajo adecuado de
las zonas terciarias seria imposible sin el desarrollo adecuado de las zonas corticales secundarias que
suministran el material necesario para la creación de síntesis cognitivas superiores, En el adulto, con sus
funciones psicológicas superiores completamente formadas, las zonas corticales superiores han asumido el
papel dominante.

Incluso cuando percibe al mundo que lo rodea, el adulto organiza o codifica sus impresiones en sistemas
lógicos, los acomoda dentro de ciertos esquemas así, las zonas terciarias empiezan a controlar el trabajo de
las zonas secundaría s, que están subordinadas a ellas, y si las zonas secundarias están afectadas por una
lesión, las zonas terciarias tienen una influencia compensadora sobre su trabajo. Esto condujo a Vygostky a
la conc lusión de que en el adulto la organización jerárquica es desde arriba hacia abajo.

2. Segunda: Ley de la especificidad decreciente de las zonas corticales jerarquicamente organizadas que la
componen, esto nos habla de el neocórtex tiene tres niveles:

A) las zonas primarias de cada parte del córtex poseen una especificidad modal máxima.

B) Las áreas secundarias van a poseer esta especificidad modal en un grado menor; lo cual, lo demuestra la
alta predominancia de neuronas multimodales y neuronas con axones.
C) Las áreas terciarias, la especificidad modal está representada en grado todavía inferior.

3. Tercera: Ley de la lateralidad progresiva de funciones. Que implica su progresiva transferencia desde las
áreas corticales primarias hacia las secundarias y, en ultimo término, hacia las áreas terciarias.

A) En el caso de las áreas primarias de ambos hemisferios se sabe que tienen papeles idénticos. Cada una
de ellas es la proyección de las superficies receptoras contralaterales, y no se plantean problemas sobre la
dominancia a cargo de las áreas primarias de uno u otro hemisferio.

B) En el caso de las áreas secundarias y terciarias, la situación es diferente; puesto que aquí el fenómeno
de lateralización se hace patente; puesto que uno de los hemisferios se hace dominante casi siempre es el
izquierdo (personas diestras).

El hemisferio dominante ejerce un papel esencial en el lenguaje, así como en todas las funciones cerebrales
superiores en donde interviene el lenguaje.

En cambio el hemisferio no dominante tiene a su cargo otro tipo de funciones.

 Es por esta razón que las funciones de las zonas secundarias y terciarias del hemisferio izquierdo
(dominante) comienzan a diferir radicalmente de las funciones de las zonas secundarias y terciarias del
hemisferio derecho (no dominan te).

Sin embargo, debe recordarse que no siempre se encuentra la absoluta dominancia de un hemisferio (el
izquierdo) y que la ley de lateralidad es de carácter sólo relativo.

Como prueba de estas diferencias, las zonas corticales secundarias del hemisferio. izquierdo conserva su
íntima conexión con el lenguaje, mientras que las zonas corticales secundarias del hemisferio derecho no
poseen esta conexión.(luria, 1989)

TERCER BLOQUE FUNCIONAL

Es la unidad para programar, regular y verificar la actividad, es decir, va a llevar a cabo la organización de la
actividad consciente . Cuando éste bloque es estimulado va a crear intensiones, formar planes y programas
de sus acciones, inspecciona su ejecución y regula su conducta y verifica.

De esto se deduce que el hombre no reacciona pasivamente a la información que recibe; sino, que crea
intensiones, forma planes y programas de sus acciones, inpecciona su ejecución y regula su conducta para
que esté de acuerdo con estos planes y programas; finalmente, verifica su actividad consciente,
comparando los efectos de sus acciones con las intensiones originales, corrigiendo cualquier error que haya
cometido.

La estructura anatómica que corresponde al tercer bloque funcional es el lóbulo frontal, o como les
denomino Luria ; Las regiones anteriores de los hemisferios cerebrales antepuestas al giro precentral;. o
como les denomino Bernstein ; el canal de salida para los impulsos motores o las astas anteriores del
cerebro;.

Va a tener los mismos principios de organización, jerarquía y especificidad decreciente que el anterior
bloque. Presenta dos características de diferenciación con el segundo bloque:

 I) Los procesos transcurren en dirección descendente: de terciaria y secundaria a primaria.

ll) La unidad no contiene en si misma un número de diferentes zonas modalmente especificas que
representan analizadores individuales, sino que consisten enteramente en sistemas de tipo motor eferente,
y están bajo la constante influencia de estructuras de las unidades aferentes.
 En el hombre, regula la secuencia y el ritmo de los movimientos, rige ciertas expresiones faciales en las
emociones y controla los actos secuenciales, tales como el balanceo de los brazos durante la marcha. Se
incluye dentro del sistema extrapiramidal. Va tener conexiones con (Luria, 1989 y Thompson, 1991):

 1.1) Corteza cerebral.

1.2) Diencéfalo caudal: hipotálamo, subtálamo

1.3) Mesencéfalo: Formación Reticular, Núcleo rojo, sustancia negra.

2) sistema extrapiramidal La composición motora de los impulsos que envía a la periferia debe,
naturalmente, estar bien preparada e incorporada dentro de ciertos programas, los cuales, no son llevados
por las células piramidales gigantes de Betz, sino por:

I) Estructuras del giro precentral:

1) capas superiores del córtex

2) materia gris extracelular, compuesta de elementos de dendritas y glía. Las cuales ya forman parte del
área secundarías.

Áreas secundarias: Estructuras de las áreas secundarias del córtex motor. De esto se desprende que los
impulsos motores generados por las células Betz deben controlarse cada vez más, y este control es
efectuado por los sistemas poderosamente desarrollados de la materia gris extracelular; puesto que
evolutivamente hablando la proporción entre la materia gris extracelular y la masa de células del giro
precentral , pues con relación a los monos superiores es el doble.

Las áreas secundarias del Lóbulo Frontal están conformadas por:

1) Estructuras del giro precentral

2) el área pre motora, que según Brodmann corresponden a las áreas 6 y 8.

3) el área de Broca o área motora del lenguaje o área 44 de Brodmann La estimulación del área premotora
del córtex, da lugar no a contracciones somatotópicamente definidas de músculos individuales, sino a
grupos de movimientos sistemáticamente organizados (volver los ojos, cabeza o todo el cuerpo), evidencia
del papel integrador de estas zonas corticales en la organización del movimiento.

El cual va a ejercer un papel decisivo en la formación de intenciones, programas, regulación y verificación o


autorregulación ( es decir, tiene la función de tomar en consideración el efecto de la acción llevada a cabo y
verificar de que ha tomado el curso debido); de las formas más complejas de conducta humana.

Además se ha observado que el acto de espera va evocar potenciales característicos de la Región


PreFrontal. Finalmente participa en la generación de procesos de activación que aparecen como resultado
de las formas más complejas de actividad consciente y se efectúan con la inmediata participación del
lenguaje Las porciones terciarias de los Lóbulo Frontal constituyen de hecho una superestructura sobre
todas las demás partes del Córtex Cerebral, de modo que realizan una función mucho más universal de la
regulación general de la conducta que realizan por el centro posterior asociativo o Áreas Terciarias del
Segundo Bloque Debido a su complejidad dicha región no madura hasta que el niño no ha alcanzado la
edad de 4 a 7 años.

La primera maduración ocurre entre los 3 años y medio a 4 años y la segunda se da entre los 7 y 8 años.
Mientras no estén maduras dichas zonas el niño no está preparado completamente para la acción. La región
Pre Frontal, tiene conexiones aferentes y eferentes que conforman un sistema de relación muy rico; el cual,
esta conformado por: Estructuras del tallo cerebral.
Este papel de los Lóbulo Frontal en la regulación de los estados de actividad que son la base de la conducta
es una de las formas más importantes en las que las regiones prefrontales participan en la organización de
la conducta humana.

De todo lo anterior, se puede desprender que los Procesos Mentales Superiores se forman y tienen lugar
sobre la base de la actividad del Lenguaje, él cual, se expande en las primeras etapas del desarrollo Si se
da una lesión en dicha región conduce a una profunda alteración de los programas conductuales complejos
y a una marcada desinhibición de las respuestas inmediatas ante estímulos irrelevantes haciendo así
imposible la realización de programas conductuales complejos.

1. Los aspectos expresivos o motores del lenguaje oral es la llamada área de Broca que corresponde al
Area 44 de Brodmann.

 2. Los aspectos expresivos o motores de la escritura es el pie de la segunda circunvolución frontal F2.

3. Los aspectos de interpretación - sensorial del lenguaje oído es la llamada área de Wernicke las áreas 40
y 39 de Brodmann (lóbulo parietal), y la parte posterior de la primera circunvolución temporal o T1 o el área
22 de Brodmann (lóbulo temporal). El área que permite la lectura o mejor dicho donde ocurre la
interpretación de los signos visuales es el pliegue curvo o área 39 de Brodmann. La zona que está en
relación con la evocación mnésica del vocabulario es el área 37 de Brodmann.

Luria aportaba -además de todos sus estudios específicos- lo que no aparecía en los otros
tratados iniciales de neuropsicología: un modelo funcional cerebral general en el que se unían
dos grandes conceptos: Los bloques funcionales cerebrales y los sistemas funcionales
complejos. Ciertamente, aún en la actualidad, muchos tratados de neurología de la conducta y
neuropsicología no presentan modelos funcionales y conceptos teóricos generales. 

La teoría neuropsicológica de Luria, muy influenciada por las concepciones de Vigotski,


establece, entre otros, los conceptos de sistema funcional complejo (término acuñado por
Anojin) y de bloques funcionales. Estos conceptos se pueden relacionar con ideas actuales.

Entre las obras de Luria una de las más populares fue, y sigue siendo, “Fundamentos de
Neuropsicología”, publicada en el año 1973 en lengua rusa, y en el mismo año en lengua
inglesa con en título de “The working brain” y el subtítulo “Una introducción a la
neuropsicología”. La versión inglesa fue traducida al español con el título “El cerebro en
acción” (Barcelona: Fontanella, 1974). El otro gran libro clásico de Luria “Las funciones
corticales superiores del hombre” se publicó en lengua rusa en 1962 (Moscú: ediciones de la
Universidad de Moscú). En estos libros se expone claramente la teoría neuropsicológica de
Luria.

El concepto de sistema funcional establecía claramente que las funciones mentales se


fundamentan en sistemas de zonas cerebrales que trabajan concertadamente, de forma que
cada una ejerce su papel específico dentro del sistema. Las áreas participantes en un sistema
funcional complejo pueden tener topografías diferentes y alejadas. Según este esquema la
lesión de un componente, cortical o subcortical, del sistema- altera el sistema como un todo,
pero con una características específicas. El componente deficitario o ausente se pondrá de
manifiesto en las actividades en las cuales se requiere su participación.
La visión actual, en la que se destaca una organización cerebral en red, mantiene las ideas
básicas de la concepción de Luria. La conceptualización de Mesulam (1981) establece los
siguientes puntos:

1. Los componentes de una sola función compleja están representados en lugares distintos,
pero interconectados, constituyendo una red integrada para la función.
2. Las áreas corticales individuales contienen el substrato nervioso para componentes de
diversas funciones complejas y pueden, sin embargo, pertenecer a varias redes parcialmente
superpuestas
3. Las lesiones confinadas en una sola zona cortical tienen la probabilidad de dar lugar a
déficit múltiples.
4. Las alteraciones graves y duraderas de una función compleja individual requieren,
generalmente, la afectación de varios componentes de la red funcional pertinente.
5. La misma función compleja puede alterarse como consecuencia de una lesión en una o
varias áreas corticales, cada una de las cuales es un componente de la red integrada para tal
función.

El modelo de los bloques funcionales

Los grandes sistemas anatómicos y funcionales del cerebro pueden reagruparse siguiendo las
distinciones realizadas por Luria (1973).

Primer bloque cerebral. Constituido por la formación reticulada del tronco del encéfalo, el
mesencéfalo, el hipotálamo y el sistema límbico, pudiéndose incluir las formaciones estriadas.
Su función tiene que ver, principalmente, con la activación cortical, los ciclos vigilia-sueño, los
patrones innatos de conducta, las emociones y la elaboración de los procesos de memoria.

Segundo bloque cerebral. Constituido por las regiones retro-rolándicas del cerebro (lóbulos
parietal, temporal y occipital). Su función se relaciona, principalmente, con la recepción,
procesamiento (análisis y síntesis) y almacenamiento de las informaciones sensoriales. 

Tercer bloque cerebral. Constituido por los lóbulos frontales. Su función principal se relaciona
con la formulación de planes y programas de acción, su regulación y verificación.

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