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1. SISTEMA CONCURSAL 5
1.3. EVOLUCION HISTORICA 5
2. ASPECTOS GENERALES 6
2.1. Objetivo de la Ley.................................................................................................................................6
2.3. Aplicación..............................................................................................................................................6
3. PRINCIPIOS DEL SISTEMA CONCURSAL 7
Los principios procesales:....................................................................................8
3. DEFINICION DE CONCURSO9
DIFEENCIA ENTRE ESTADO CONCURSAL Y SITUACION CONCURSAL.................9
REESTRUCTURACIÓN PATRIMONIAL....................................................................................................9
LA DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN.........................................................................................................10
RÉGIMEN DE ADMINISTRACIÓN...........................................................................................................10
CONVENIO DE LIQUIDACIÓN.................................................................................................................10
LIQUIDACIÓN DE OFICIO:.......................................................................................................................11
INSOLVENCIA..............................................................................................................11
LOS DISTINTOS TIPOS DE INSOLVENCIA.........................................................11
PRINCIPIOS DEL DERECHO CONCURSAL Y APLICACIÓN DE LA LEY..................12
1. PRINCIPIOS DEL DERECHO CONCURSAL 12
1.1. Principios Rectores...................................................................................13
1.1.1. Principio de Universalidad...............................................................................................................13
1.2.2. Fomentar los deberes de veracidad, probidad, lealtad y buena fe (Conducta Procesal)..................15
2.2.3.- Indecopi..............................................................................................................................................21
2. LIQUIDACIÓN DE EMPRESAS.......................................................................................................28
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1. SISTEMA CONCURSAL
1.2. DEFINICION:
Es un conjunto de procedimientos que tienen por objetivo la protección de crédito, la permanencia de la
unidad productiva y el patrimonio de la empresa. Los agentes del mercado procuraran una asignación
eficiente de sus
recursos durante sus procedimientos concursales orientando sus esfuerzos a conseguir el máximo valor
patrimonial.
Finalmente, la LGSC Ley Nº 27809, Ley General del Sistema Concursal (LGSC), publicada en el diario
Oficial El Peruano el 8 de agosto de 2002; así como las modificatorias a la misma, establecidas por
Ley Nº 28618, publicada el 29 de octubre de 2005; Ley Nº 28709, publicada el 12 de abril de 2006;
Decreto Legislativo Nº 1050, publicado el 27 de junio de 2008; Decreto de Urgencia Nº 061-2009,
publicado el 28 de mayo de 2009; y Decreto de Urgencia Nº 0212010, publicado el 13 de marzo de 2010,
coronan la evolución del Sistema Concursal peruano, un sistema administrativo que difiere de los
esquemas empleados en la mayoría de países de la región y del mundo, en donde las fases del proceso
son mayoritariamente judiciales. En el Perú, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la
Protección de la Propiedad Intelectual –INDECOPI, a través de sus Comisiones de Procedimientos
Concursales conduce el proceso y vela por la legalidad del mismo, facilitando a los acreedores la
adopción de acuerdos de reestructuración para las empresas con viabilidad económica y financiera o la
adopción de un acuerdo de liquidación llevado a cabo ordenadamente bajo las normas contendidas
en la ley.
Sin embargo, la expedición de esta ley obedeció, en parte, a una serie de problemas que las Comisiones
de Procedimientos Concursales no podían afrontar con la legislación previa. Según la exposición de
motivos de la Ley, los problemas más resaltantes eran:
2. ASPECTOS GENERALES
2.3. Aplicación
Las Comisiones de Procedimientos Concursales del INDECOPI son competentes para conocer estos
procedimientos de los deudores domiciliados en el Perú, así
como de las personas naturales o jurídicas domiciliadas en el extranjero en caso de que se hubiera
En el presente capítulo, se regulan temas como el ámbito de aplicación de la Ley y su aplicación
preferente, las autoridades concursales encargadas de tramitar los procesos concursales, tanto en
primera como en segunda instancia, la delegación de funciones, las funciones materia de delegación y la
redistribución de la carga procesal.
2.4. Inscripciones.- La inscripción en los Registros Públicos de los principales actos del concurso
resulta de suma importancia, ya que ello pone en conocimiento de todos los agentes
económicos información relevante para la toma de decisiones. Además, contribuye a que el
procedimiento se lleve de forma transparente y que pueda ser supervisado por cualquier
persona interesada.
Son objeto de inscripción dentro de los 3 días siguientes de la publicación de la situación de concurso
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y la relación de deudores sujetos al proceso concursal, la resolución que declara la situación de
concurso o su disolución y liquidación en el Registro Personal, los Registros Públicos donde se
encuentren inscritos bienes, del deudor y cualquier tipo de Registros donde aparezcan bienes o garantías
constituidas sobre bienes del deudor, y también en el Registro Mercantil o en el Registro de Personas
Jurídicas.
También es objeto de inscripción los acuerdos adoptados en junta, el Plan de Reestructuración, el
Convenio de Liquidación, el Acuerdo Global de Refinanciamiento
y el auto judicial que declara la quiebra.
En este tema, la Ley de Reestructuración Patrimonial contenía una serie de disposiciones dispersas que
dificultaba la determinación de los actos materia de inscripción y de los requisitos que para la inscripción
de cada acto se requerían.
En la Ley se reúne en un único apartado las disposiciones sobre las inscripciones registrales que deben
efectuarse como consecuencia de la tramitación de los procesos concursales. La sistemática propuesta
permite identificar puntualmente los actos susceptibles de inscripción, los documentos necesarios para
realizar las inscripciones, sus efectos, quiénes se encuentran obligados y legitimados para
realizarlas, así como las responsabilidades que genera el incumplimiento a la obligación de inscripción.
La competencia territorial se determina por el domicilio del deudor. En el caso de una persona jurídica es
el señalado en los estatutos inscritos en los Registros Públicos, y en el caso de personas naturales y
sociedades conyugales su domicilio es el que señala el Código Civil, para el domicilio de las sociedades
indivisas éste es el último domicilio conocido del causante.
Una novedad importante que trae consigo la nueva Ley General del Sistema Concursal es el título
Preliminar, que enuncia los principios del Sistema Concursal Peruano, así como las directrices que
orientan la actuación de los particulares y del propio Estado dentro de los procedimientos concursales.
En ese sentido, los principios sustantivos del Sistema Concursal Peruano son los siguientes:
1. Universalidad
2. Colectividad
3. Proporcionalidad
4. Reducción de los costos de transacción
5. Privatización de los acuerdos
6. Rol subsidiario del Estado
Por otro lado, los principios procesales que recoge la nueva Ley son los siguientes:
1. Impulso de parte
2. Buena conducta procesal
1. UNIVERSALIDAD.- Los procedimientos concursales producen sus efectos sobre la totalidad del
patrimonio del deudor, salvo las exclusiones legales.
Como aquél que llama a participar en el procedimiento concursal a todos los acreedores del
deudor. Al respecto, debe tenerse en cuenta que la participación de los acreedores en los
procedimientos regulados en la Ley, se sujeta a la condición concursal de sus créditos y a tener un
reconocimiento efectivo de los mismos por parte de la autoridad correspondiente, con lo cual esta
parte del principio de colectividad termina revitalizándose.
Como aquel que se desarrolla en beneficio de la totalidad de acreedores y no en provecho de uno
o de un grupo determinado de aquellos.
Los acreedores son los principales interesados en el éxito o fracaso del procedimiento concursal de su
deudor. Ellos son los encargados de evaluar y decidir respecto de la aprobación o desaprobación del
instrumento concursal en su condición de ser quienes tienen los mejores incentivos para definir la
viabilidad del mismo, pues, se asume la maximización del valor del patrimonio de la empresa ya no será
un incentivo para sus titularas.
Por la razón, los acreedores serán quienes se verán más beneficiados o perjudicados de acuerdo a las
decisiones que adopten, por lo que deben asumir las consecuencias derivadas de las mismas en la
proporción que representen sus créditos en el patrimonio concursal. En otras palabras, el esquema
concursal se sustenta en el interés que deben tener los acreedores en el éxito del proceso, y en la
eficiencia que, por tal motivo, se espera de su participación.
5. PRIVATIZACIÓN DE LOS ACUERDOS.- Corresponde a los acreedores decidir sobre el destino del
deudor, toda vez que son ellos los más afectados con los problemas económicos – financieros de su
deudor. Sin embargo, los acreedores deberán asumir la responsabilidad y consecuencias de tal
decisión.
6. ROL SUBSIDIARIO DEL ESTADO.- El Estado, en cabeza del INDECOPI, debe facilitar y promover
la negociación entre acreedores y deudores, respetando la autonomía privada plasmada en las
decisiones adoptadas por los acreedores de acuerdo a la Ley. Siendo ello así, el éxito o fracaso de
un proceso concursal debe considerarse a partir de las decisiones de los propios acreedores
involucrados en la crisis del deudor y no de la voluntad del Estado.
2. BUENA CONDUCTA PROCESAL.- Los participes del procedimiento deben adecuar su conducta a los
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deberes de veracidad, probidad, lealtad, y buena fe. Las conductas contrarias a dichos deberes serán
pasibles de sanción.
3. DEFINICION DE CONCURSO
El término concurso proviene del latín concursus. Puede hacer referencia a la concurrencia (en el sentido
de un conjunto de personas), la simultaneidad de
sucesos, circunstancia o cosas, o la asistencia y participación. De todas maneras, el uso
más común del concepto se refiere a la competencia. Podría decirse, en otras palabras, que un concurso
es una reunión organizada de sujetos con capacidad potencial para cumplir con determinados objetivos
en una cierta área. En estos casos, el ganador del concurso es elegido por dicha capacidad.
Por último, podemos destacar que un CONCURSO DE ACREEDORES acontece cuando una persona, ya
sea física o jurídica, no puede afrontar una deuda. De esta manera, se organiza un concurso de
acreedores, donde se examina si el deudor pueda pagar su deuda con su patrimonio.
Para la existencia del proceso concursal se requiere la presencia del concurso de acreencias impagas.
Concurso: es la concurrencia de acreedores mediante demanda judicial para el pago de sus créditos, hay
dos definiciones: estado concursal y situación.
REESTRUCTURACIÓN PATRIMONIAL
Se da cuando la Junta de acreedores ha decido continuar las actividades del deudor, según el plazo que
se establezca en el Plan de reestructuración no pudiendo exceder de esta fecha
Para ello la junta debe decidir sobre el régimen de administración temporal del deudor tales como:
PLAN DE REESTRUCTURACIÓN:
La Junta de acreedores dentro de un plazo de 60 días debe aprobar este plan, pudiendo el administrador
del deudor presentar más de una propuesta de Plan de reestructuración, vencido este plazo y la Junta
de acreedores aún no aprueba ningún plan se aplicar la disolución y liquidación.
Están obligados a cumplir los acreedores y deudores una vez aprobado el Plan de Reestructuración, en
caso no cumplan cae en disolución y liquidación.
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Contenido del Plan De reestructuración:
LA DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN
Una vez que la junta acuerda la disolución y Liquidación esta no podrá continuar desarrollando la
actividad propia del giro del negocio, a excepción que la Junta opte por la liquidación en marcha, la cual
se efectuará en un plazo de 6 meses, prorrogable por 6 meses adicionales.
RÉGIMEN DE ADMINISTRACIÓN
Tiene que ser una entidad registrada ante INDECOPI, por ello INDECOPI exigirá a esta entidad
administradora o liquidadora una Carta Fianza entregada por una empresa del Sistema Financiero
autorizada por SBS cada vez que esta entidad asuma la conducción de un procedimiento concursal.
CONVENIO DE LIQUIDACIÓN
El acuerdo de liquidación se suscribe en el mismo acto en que se acuerda la disolución y liquidación o 30
días después de dicho acuerdo adoptado por el liquidador y el presidente.
El contenido del Convenio de Liquidación:
Identificación del deudor, liquidador, presidente de la junta, la fecha de aprobación.
Proyección de gastos estimada por el liquidador a efectos de ser aprobado por la junta.
Los honorarios del liquidador (concepto, la forma y la oportunidad de pago).
Los mecanismos por el que el liquidador hará una información periódica.
Modalidad y condiciones de realización de los bienes.
Para su aprobación se requiere del 66.6% de los créditos reconocidos en primera convocatoria, del
66.6% de los créditos presentes en segunda convocatoria. Por ello el liquidador se encargara que dentro
de los 5 días siguientes de celebrado el acuerdo se publique en el diario oficial El Peruano comunicando
el inicio de la disolución
Liquidación y la aprobación del Convenio de Liquidación, requiriendo a quienes posean documentos y
bienes la entrega inmediata además el liquidador solicitara la inscripción del Convenio en los Registros
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Públicos.
LIQUIDACIÓN DE OFICIO:
Cuando la junta de acreedores no se instale pese a ser válidamente convocada.
Cuando la junta de acreedores se instale pero no adopte acuerdo sobre el destino del
deudor.
La junta de acreedores no apruebe el plan de reestructuración o convenio de liquidación.
Cuando la Junta no designe el reemplazo del liquidador.
INSOLVENCIA
Como una manera de subrayar la importancia de insolvencia, bien se puede decir que esta, en el derecho
concursal moderno, es la llave maestra, la passe_portont de todo el sistema; con ella, pues, se pone en
funcionamiento o a la disposición de todo el equipo quirúrgico de la clínica concursal para tratar la
situación patológica, es decir, sus crisis económica y financiera.
La insolvencia es una institución jurídica exclusiva de los procedimientos concursales; es además, el
presupuesto objetivo unitario de dichos procedimiento. A pesar de ello, la insolvencia es una de los
concepto más imprecisos en su significación, aunque la dificultad no está en si misma; sino en sus
aplicaciones concretas. En el esclarecimiento del problema poco a nada contribuye su etimología, ya que
si solvencia proviene de solvens, soluto, calidad del que paga, insolvencia es insolvens, es decir, calidad
del que no paga; pero estos términos en la doctrina tienen diferente tratamiento.
QUIEBRA
Una quiebra o bancarrota es una situación jurídica en la que una persona empresa o institución (no
puede hacer frente a los pagos que debe realizar, porque éstos son superiores a sus recursos
económicos disponibles. A la persona física o jurídica que se encuentra en estado de quiebra se le
denomina fallido
En este tipo de situaciones, el deudor, no puede pagar a sus acreedores puesto que su capital circulante
es inferior a las deudas que tiene a corto plazo, no obstante, en estos casos suele existir viabilidad en la
continuación del negocio, y por tanto la empresa podrá superar este obstáculo mediante aplazamientos,
entrada de nuevos socios con capital nuevo, o incluso, la presentación de un Concurso de Acreedores en
el que consiga acuerdos de quita y aplazamientos de pago.
Se producen estas, cuando la empresa se encuentra con que su pasivo supera claramente el activo y la
empresa se ve avocada al cierre definitivo y a la presentación de un Procedimiento de un Concurso de
Acreedores con liquidación completa de todos sus activos.
Es evidente que, en España, se producen situaciones en que las empresas cesas sus actividades
repentinamente, practicando la técnica del “cerrojazo” o echar la persiana de forma súbita dejando en el
aire todas sus deudas.
Son aquellas que ya existen en el momento de la compra del producto, puesto que el cliente ya era
insolvente en ese momento, siendo responsabilidad del acreedor el haberle suministrado la mercancía o
haberle prestado el servicio.
Pero la más grave de todas las insolvencias, son las generadas por el propio deudor, con la intención
clara y manifiesta de no pagar a sus acreedores, vendiendo sus activos o colocándolos fuera del
alcance de sus acreedores, en un claro fraude de los mismos.
Este tipo de insolvencias, están más cercanas al fraude o la estafa, ya que el deudor hace desparecer
intencionalmente todos los bienes que componen su empresa en fraude de acreedores.
El cobro de las deudas pendientes debe formar parte de una política correcta y eficiente de gestión de los
impagados.
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1. PRINCIPIOS DEL DERECHO CONCURSAL
En cuanto a los principios jurídicos del Derecho Concursal los encontramos en el Título
Preliminar de la Ley General del Sistema Concursal (LGSC). En el derecho concursal existen
tres principios rectores recogidos por la doctrina nacional e internacional, los cuales deben
servir de base para el diseño de un ordenamiento concursal. Estos principios son los
siguientes:
1.1. Principios Rectores
En virtud de este principio los acreedores cuentan con todo el patrimonio del deudor para
ejercer sobre él las acciones que estimen más pertinentes. El sustento de este principio es
que los procesos concursales producen sus efectos sobre la totalidad del patrimonio del
deudor. En tal sentido, el patrimonio concursado queda afectado, en principio, a la
satisfacción de los acreedores que participan del concurso.
En principio, los procedimientos concursales producen sus efectos sobre la totalidad del
patrimonio del deudor, salvo excepciones como los frutos del patrimonio familiar (art. 492
Código Civil), los bienes inembargables (art. 648 Código Procesal Civil) y los créditos post
concursales (art. 16 LGSC).
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Los procesos concursales son iniciados principalmente a instancia de parte interesada
ante la autoridad concursal. Con esto se deja de lado el principio de oficiosidad, en virtud
del cual es la autoridad estatal la que inicia e impulsa el proceso concursal.
En nuestro sistema concursal los procesos son abiertos a petición del sujeto legitimado
para tal fin, normalmente el deudor o sus acreedores. Adicionalmente, cabe señalar que,
actualmente en el Perú, el trámite de los procesos se lleva ante la Comisión de Procesos
Concursales del INDECOPI o sus Entidades Delegadas, sobre quienes recae las
facultades y responsabilidades asignadas por la LGSC. En ese sentido, la noción de
desjudicializar el proceso sigue vigente, en tanto es una autoridad administrativa quien
supervisa los procesos.
El inicio de los procedimientos concursales es a instancia de parte (sea del acreedor o del
deudor). El impulso de los procedimientos concursales es a instancia de parte y la
intervención de la autoridad concursal (es decir, el INDECOPI) es subsidiaria.
1.2.2. Fomentar los deberes de veracidad, probidad, lealtad y buena fe (Conducta Procesal)
Todos los partícipes de los procedimientos concursales (sean acreedores, deudores, sus
representantes, sus abogados, entidades administradoras, entidades liquidadoras, etc.)
deben adecuar su conducta a los deberes de veracidad (lo contrario podría tipificarse
como delito contra la fe pública, art. 427 Código Penal), probidad (actuando con la
diligencia ordinaria), lealtad (como norma ética aplicable a la conducta personal) y buena
fe (que se presume), sancionándose la temeridad, mala fe o cualquier otra conducta
dolosa (como el cohecho activo, arts. 397 y 398 Código Penal).
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1.2.3. Integración de la norma
En el Perú en los últimos años, con las modificaciones sustanciales efectuadas a la Ley
Procesal de Quiebras y la aplicación de la Ley de Reestructuración Empresarial y normas
posteriores, se ha tenido una actividad bastante intensa y productiva de la jurisprudencia
(representada por la Sala de Defensa de la Competencia del Tribunal del INDECOPI, la
Comisión de Reestructuración Patrimonial del INDECOPI y sus Entidades Delegadas), la
cual, a través de precedentes de observancia obligatoria, lineamientos y criterios
jurisprudenciales ha sentado bases importantes en la aplicación del sistema concursal. Lo
anterior, dota de predictibilidad a las resoluciones de los órganos concursales, pero,
principalmente, otorga seguridad jurídica a los agentes económicos involucrados en el
concurso.
Principio de
IO SS DDEELL DDEERREECCHH OO
Universalidad
Principios Principio de
Rectores Colectividad
CCOO NN CCUURRSSAALL
Principio de
Equidad
IPIO
Impulso de parte
IN CCIP
Conducta
PPRRIN Procesal
Otros principios
Integración de la
norma
Rol promotor del
Estado
Fuente: Elaboración propia
APLICACIÓN DE LA LEY
1.3. Ámbito de aplicación
Por efecto de la habilitación a que se refiere artículo precedente las instituciones públicas o
privadas, con las que se suscriben los convenios correspondientes, ejercen competencia
originaria para conocer los procedimientos previstos en la Ley.
En situaciones excepcionales, la Comisión de Procedimientos Concursales del INDECOPI
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podrá redistribuir la carga procesal de las instituciones entre otras instituciones del mismo
ámbito de actuación territorial.
a) Sujeto: Son las personas entre las cuales se establece la relación jurídica. El sujeto puede ser activo o
pasivo:
Sujeto Activo: Es aquel que, en la relación jurídica, ejerce un derecho o una facultad. Ejemplo:
El acreedor en una relación jurídica, un propietario, o quien sufre un daño en sus derechos.
Sujeto pasivo: Es aquel que, en la relación jurídica, se encuentra obligado a dar, hacer o no
hacer algo. Ejemplo: El deudor que está obligado a pagar, o quien daño a otro está obligado a
resarcir el daño.
b) Objeto: Es el contenido del derecho que tiene el sujeto activo. Es la prestación sobre el cual recae la
relación jurídica, es la obligación de dar, hacer o no hacer.
c) Causa: Es el hecho o acto que hace nacer a la relación jurídica, o que por el contrario la modifica o la
extingue. También se la denomina “causa eficiente” o “causa fin”, de la relación jurídica.
Decidir el destino del deudor, pudiendo optar entre cualquiera de las siguientes:
o La reestructuración patrimonial.
o La disolución y liquidación.
Aprobar el Plan de Reestructuración, Convenio de Liquidación o Acuerdo Global de Refinanciación,
según el caso y sus modificatorias.
Designar al administrador o liquidador, según el caso, y solicitar la elaboración de informes del
proceso.
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Designar de entre sus miembros a un Comité en el cual podrá delegar en todo o en parte las
atribuciones (no es delegable la decisión del destino del deudor).[ CITATION IND20 \l 3082 ]
A. INTRODUCCION
Los juristas entienden que existe una situación concursal cuando un deudor se revela imposibilitado
de pagar a la pluralidad de sus acreedores, lo que exige establecer normas especiales para la
protección de todos los intereses en presencial.
Los procedimientos de insolvencia han sido diseñados para fortalecer el patrimonio de las empresas
que se encuentran frente a un difícil panorama económico, debido a la reducción de la demanda de
sus productos o servicios, o al aumento de su cartera pesada por falta de pago de sus clientes; lo
que las conduce a enfrentar problemas de liquidez para cumplir con las obligaciones asumidas frente
a sus proveedores y trabajadores.
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Para estos efectos en la actualidad, los empresarios tienen la opción de acogerse a alguno de los
procedimientos establecidos en la Ley, Procedimiento Concursal Preventivo o Procedimiento
Concursal Ordinario, según las dimensiones de la crisis por la que esté atravesando.
En estos procesos, las principales decisiones son tomadas y promovidas por los propios acreedores
en coordinación con las empresas, asumiendo el Estado, a través del Instituto Nacional de Defensa
de la Competencia y de la Propiedad Intelectual (INDECOPI), un rol supervisor de la legalidad de los
procesos.
B. ANTECEDENTES
El concepto de quiebra y las medidas utilizadas para el pago de deudas se han ido «humanizando»
en el transcurso del tiempo. Si nos remontamos al derecho romano, el deudor respondía de sus
obligaciones incluso con su vida y la libertad. El acreedor tenía derecho a encadenarlo en su casa
particular, a matarlo o a venderlo como esclavo, «trans Tiberim».
La «Ley Poetelia» marca el tránsito del sistema de ejecución personal, ejecución sobre la persona
del deudor (manus iniectio ), al sistema de ejecución patrimonial (non corpus debitoris sed bona
obnoxia) mediante el cual los acreedores son puestos en posesión de todo el patrimonio del deudor
que ha sido condenado, o que ha confesado sus deudas, o que no ha comparecido a la causa.
En sus orígenes y en el derecho romano el procedimiento en caso de insolvencia era un
procedimiento de autodefensa dirigido por los mismos acreedores. Más adelante, en el derecho
francés y el estatutario italiano aparece el principio publicístico como consecuencia del rigor que va a
caracterizar a las legislaciones de quiebras, partiéndose de la idea de que el quebrado es un
defraudador4 y que al Estado de interesa reprimir el hecho ilícito o delictivo como finalidad que va
unida a la satisfacción de los acreedores. Incluso podríamos afirmar que la sanción era tan
importante para la ley, que se descuidaba el interés de los acreedores, quienes muchas veces se
perjudicaban con el procedimiento establecido.
El derecho concursa!, más conocido como derecho de quiebras, irá evolucionando; aparecerá la
institución de la masa de acreedores como la colectividad que se somete al principio de igualdad de
trato; surgirá la acción revocatoria o pauliana para impugnar las ventas anteriores hechas
fraudulentamente en perjuicio de los acreedores, y paulatinamente los mecanismos para garantizar el
cumplimiento de las obligaciones por parte del deudor irán distinguiendo los derechos personales y
civiles de las obligaciones patrimoniales; aparecerá igualmente la graduación de créditos,
distinguiéndose éstos en privilegiados, hipotecarios y comunes.
A pesar de estos avances en la concepción de los derechos civiles y patrimoniales en el derecho de
quiebras, aún en los siglos XIII y XIV la quiebra supuso añadir al régimen común de la cesión de los
bienes un régimen de ejecución-represión, para forzar al quebrado a manifestar al quebrador
posibles bienes ocultos. Es más, en los estatutos de algunas ciudades italianas se añadía el
tormento como sanción, además de la inhabilitación para ejercer el comercio y otras profesiones.
La doctrina y los juristas reconocen a las Ordenanzas de Bilbao como una de las primeras
reglamentaciones completas acerca de la quiebra, tanto en el aspecto procesal (intervención de la
correspondencia, nombramiento de depositario, inventario, presentación de balances), como en el
aspecto material (disposición e integración de la masa, retroacción, acción pauliana, etc.).
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Un antecedente histórico importante de anotar en el derecho de quiebras del siglo XIX, es que
siguiendo la tradición de las Ordenanzas de Bilbao y la doctrina de los antiguos tratadistas, la quiebra
se regulaba como una institución propia y exclusiva de los comerciantes. El día de hoy, en la mayoría
de las legislaciones, si no en todas, esta distinción entre deudor civil y comerciante ha desaparecido.
La diferencia radicaba, por ejemplo, para el caso de España, en que para los no comerciantes se
resucitaba el antiguo concepto de «concurso», donde aparece la cesión de bienes a los acreedores
bajo la forma de juicio voluntario: el juicio se promovía por el mismo deudor cediendo todos los
bienes a sus acreedores. El comerciante era tratado con mayor severidad; esta severidad la
podemos comprobar en el hecho de que el quebrado tenía la sanción de prisión en caso de que la
quiebra se tipificase en determinada forma. Existían además sanciones penales ligadas a la quiebra
fraudulenta.
Para que fuera declarada la quiebra bastaba el sobreseimiento en el pago de las obligaciones,
siempre que fuera indicio de insolvencia. Para el concurso se necesitaba la comprobación de la
insuficiencia patrimonial del deudor acreditada en el hecho de no haber encontrado bienes libres en
las situaciones aisladas. Es decir, en un caso, quiebra, nos referimos a indicio de insolvencia, y en el
otro, concurso, se exigía la comprobación de insuficiencia patrimonial. Tal y como se ha mencionado,
actualmente se reconoce la conveniencia de unificar los procedimientos de quiebra y de concurso de
acreedores, eliminando la distinción entre quebrado comerciante y quebrado civil. La explicación que
se puede dar a la existencia de esta distinción y a la mayor severidad con que se trataba al
comerciante se sustentaba en la mayor trascendencia de las quiebras mercantiles.
C. ETIMOLOGIA
Etimológicamente se considera que el vocablo proviene de las expresiones latinas in, prefijo que
denota negación o privación, y solvere, que significa solucionar o resolver. Así pues, insolvente sería
el que no resuelve o no soluciona, pero la palabra en sí misma no comporta alusión alguna a deuda o
a crédito.
"...La insolvencia, en el sentido etimológico de la palabra, es el deudor que no paga (in solvere). Pero
es sobre entendido que no puede pagar porque su pasivo excede su activo..."
D. CONCEPTO
Insolvencia empresarial es aquella situación en cual una empresa no se encuentra en capacidad de
cumplir con las obligaciones contraídas frente a los acreedores.
Cuando esto sucede, la empresa, puede llevar a cabo un procedimiento de negociación
denominado procedimiento concursal, en virtud del cual las partes involucradas (Acreedores y
deudores) se reúnen a efectos de poder definir alternativamente: i) la permanencia de la unidad
productiva en el mercado; o ii) su cierre definitivo.
E. DIFERENCIA ENTRE INSOLVENCIA Y QUIEBRA
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F. LA LEY DE INSOLVENCIA EMPRESARIAL.
Al marco legal que atiende los problemas de insolvencia empresarial se le denomina sistema
concursal. En nuestro país, el sistema concursal se encuentra definido por la ley 27 809 o ley del
sistema concursal peruano.
La cual señala lo siguiente:
El procedimiento concursal cuenta con dos objetivos. i) La permanencia de la unidad
productiva ii) La protección del crédito y el patrimonio de la empresa.
Las normas previstas en la ley son de observancia obligatoria, una vez iniciado el
procedimiento. No será válido cualquier pacto en contrario.
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I. LA INSOLVENCIA FRAUDULENTA
La insolvencia fraudulenta es un delito regulado por nuestro código penal. Lo comete el administrador
o liquidador, que en un procedimiento de insolvencia u otro procedimiento de reprogramación de
crédito realiza en perjuicio de los acreedores cualquiera de los siguientes actos:
*Oculta bienes
*Simula, adquiere o realiza deudas, gastos o
pérdidas.
INSOLVENCI
A
*Realiza actos de disposición patrimonial o
FRAUDULEN generador de obligaciones, destinados a pagar
TA uno o varios acreedores, preferentes o no
posponiendo el pago de algunos acreedores.
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Existen dos tipos de procedimiento concursal: el procedimiento ordinario y el
preventivo. El ordinario puede iniciarse a pedido del deudor o de los acreedores; el
preventivo solo puede solicitarlo el deudor.
Las normas previstas en la ley son de observancia obligatoria, una vez iniciado el
procedimiento. No será válido cualquier pacto en contrario.
2. LIQUIDACIÓN DE EMPRESAS
El marco legal peruano permite liquidar a una empresa a través de una liquidación corporativa
bajo las normas de la Ley General de Sociedades o mediante una liquidación concursal que se
regirá por las normas de la Ley General del Sistema Concursal.
LIQUIDACIÓN CORPORATIVA:
La liquidación corporativa se inicia con un acuerdo de la Junta General de Accionistas y se
desarrolla de acuerdo con lo establecido estatutariamente y en la Ley General de
Sociedades. Se trata de un procedimiento estrictamente privado (no se encuentra
supervisado por ninguna autoridad estatal ni por ningún organismo público), en virtud del
cual la sociedad deja de realizar las actividades económicas propias de su objeto social
para avocarse única y exclusivamente a su liquidación. La Junta General de Accionistas
continúa siendo el órgano principal de la sociedad y el liquidador que se asigne asume la
administración de la sociedad con el exclusivo propósito de liquidar el activo para honrar las
obligaciones pendientes de pago, con miras a la posterior extinción de la sociedad. La
liquidación corporativa se utiliza usualmente cuando los activos alcanzan para pagar
pasivos. No obstante, existen situaciones legales en las que se permite la liquidación
corporativa incluso cuando una empresa no cuenta con activos suficientes para pagar sus
pasivos. En dichos casos, para lograr la extinción de la sociedad vía una liquidación
corporativa, el liquidador deberá solicitar la declaración judicial de quiebra cuando se
extinga el patrimonio de la sociedad, a efectos de que los acreedores impagos puedan
obtener los correspondientes certificados de incobrabilidad de deudas.
LIQUIDACIÓN CONCURSAL:
La liquidación concursal es comúnmente utilizada cuando existe déficit financiero y/o
patrimonial. En una liquidación concursal, la ley establece en beneficio del deudor una
suspensión de exigibilidad de sus obligaciones y un marco de protección de sus activos.
Este beneficio no es aplicable en una liquidación societaria. Asimismo, en una liquidación
concursal, una vez nombrada una entidad liquidadora, esta reemplaza a los directores y
gerentes de la empresa. Más aún, la Junta de Accionistas es sustituida en sus funciones
por la Junta de Acreedores. Asimismo, los acreedores reunidos en Junta deberán aprobar
el convenio de liquidación que establecerá el procedimiento a seguir para la venta de los
28
activos sea de manera individual o a través de una liquidación en marcha.
30
6. EFECTOS RESPECTO DE LOS ACTIVOS UBICADOS EN SU PAÍS AL INICIARSE UN
PROCESO DE INSOLVENCIA PRINCIPAL EN UN PAÍS EXTRANJERO
La Ley General del Sistema Concursal en Perú no contiene un capítulo sobre insolvencia
transfronteriza ni un procedimiento secundario detallado. Sin embargo, existen algunas reglas que
regulan el manejo de este procedimiento. Al respecto, actualmente nuestras autoridades están
trabajando en una modificación de la ley concursal a efectos de incluir un capítulo que trate con
detalle esta materia. La Comisión sí tiene competencia para conocer de los procedimientos
concursales iniciados en el extranjero, siempre y cuando primero las autoridades judiciales
peruanas hubieran reconocido la sentencia extranjera que declara el concurso a través de un
proceso judicial de acuerdo con los tratados internacionales suscritos por nuestro país. Esta
competencia de la Comisión se extiende exclusivamente a los bienes situados en el territorio
peruano. Asimismo, la Comisión es competente para permitir que se incorporen al procedimiento
concursal de un deudor domiciliado en Perú, acreencias reconocidas mediante sentencias o
laudos arbitrales firmes emitidos en el extranjero, siempre que dichos pronunciamientos cuenten
con la respectiva resolución judicial de reconocimiento en el Perú, salvo que, en alguno de los
tratados internacionales de los que el Perú sea parte, se establezca un tratamiento distinto.
PRINCIPIO DE PUBLICIDAD
Al primero cuyo acogimiento al proceso concursal fue publicado y tramitarse este segundo como
una solicitud de reconocimiento de créditos.
En donde aparece la relación de personas naturales o jurídicas sometidas a concurso.
En suma, se busca imprimir celeridad al procedimiento y sobretodo que prime el principio de
economía procesal que ayude ajustar o rebajar los costos de transacción, que a la larga beneficie
a los agentes económicos.
Primera: difunde el inicio del proceso concursal el plazo es de 30 días hábiles, posteriores a la
fecha de publicación del aviso que informa sobre la situación del concurso más el termino de
distancia
Segunda: una semana antes del vencimiento, para hacerles recordar a los acreedores sobre
el vencimiento del plazo.
Una de las características del proceso concursal reside en la necesidad de dotar de publicidad al
auto de declaración de concurso, lo cual permite llevar a cabo la notificación del mismo en
algunos casos, con la seguridad necesaria para que sea conocido por aquellos interesados en la
posterior comparecencia. No obstante, como veremos, no es ésta la única finalidad que se
persigue con la publicidad.
Podemos reconducir a dos las reformas llevadas a cabo en este Decreto-Ley, en lo que a
notificación se refiere.
32
En primer lugar, se reconduce a una sola publicación edictal, suprimiéndose la publicación en
los diarios de gran difusión de la provincia donde radique el domicilio del concursado o donde
tenga los principales intereses.
En segundo lugar, se invierte la regla general de preferencia en las notificaciones y
comunicaciones habidas durante el proceso concursal, ordenándose su práctica por medios
telemáticos, informáticos y electrónicos.
En todo ello hay que tener en cuenta el papel del procurador, que, como representante de la
parte, puede tener encomendadas funciones de notificación y diligenciamiento de los actos
correspondientes.
Establecía la obligación de realizar varias publicaciones del auto de declaración del concurso. La
primera debía incluirse en el Boletín Oficial del Estado o en otros periódicos oficiales
(dependiendo del ámbito territorial en que se produjera el concurso). Pero también debía
publicarse en un diario de los de mayor difusión de la provincia en la que el deudor tuviera su
domicilio. A estos efectos quedaba en poder del juez la decisión de cuál era el diario que reunía
estas características para dirigir el correspondiente oficio, salvo petición expresa de la parte
interesada.
Por otro lado, esa diversidad podía mermar la seguridad jurídica, al ser necesario esperar un
tiempo prudencial por si había alguna publicación más, ya que las mismas no tenían por qué ser
simultáneas. Ello incrementaba el riesgo de que transcurrieran los plazos legales, generando
dudas en los interesados. Además, tampoco se garantizaba una publicidad absoluta de la
declaración de concurso, ya que la decisión sobre la difusión en un medio determinado es una
cuestión hasta cierto punto relativa.
La reducción en el número de publicaciones del auto declarando el concurso debe ser acogida
positivamente ya que se simplifica el procedimiento, y lo abarata considerablemente.
33
En relación a esto último, la LC considera las costas y gastos procesales como créditos contra la
masa, teniendo que ser satisfechos, incluye entre los mismos las costas y gastos judiciales
ocasionados, entre otros conceptos, por la publicación de las resoluciones judiciales previstas en
la Ley. Con la declaración de gratuidad de la publicación se logra reducir la cuantía de los créditos
y aplicar la masa patrimonial para otros créditos quizá más determinantes para la viabilidad de la
empresa.
Por otro lado, uno de los contenidos de la publicación consiste en indicar la dirección electrónica
del Registro Público Concursal, registro donde se publicarán las resoluciones que raigan causa
del concurso. Con ello se solventa la problemática de tener que ir publicando continuamente
aquellos actos procesales determinantes para los interesados. Se reconduce a un único lugar
(virtual) al cual pueden acudir todos aquellos afectados por el concurso y dotándole de una
publicidad que tendrá efectos de notificación en sentido estricto. La eficacia de un registro
plantear la cuestión de competencia por declinatoria, como para interponer recurso de reposición
contra el auto de declaración de concurso, así como para realizar el llamamiento a los
acreedores, se tomaba como dies a quo el de la última de las publicaciones. Otro tanto sucedía
con la posibilidad de impugnar el informe de la administración concursal, ya que se tomaba como
referencia la doble vía de comunicación
Las críticas planteadas a la notificación por edictos en los boletines oficiales, críticas derivadas
fundamentalmente de la dificultad y falta de acceso de los ciudadanos a los mismos, pierden
fuerza en la actualidad. Nuevamente tenemos que referirnos a la incorporación de las tecnologías
a la vida cotidiana, de la cual ya forma parte el acceso a estos boletines oficiales, así como la
supresión de la edición impresa dotándolo de validez y autenticidad desde público, llegado el
momento de su desarrollo reglamentario, podrá potenciar el principio de publicidad exigible en el
proceso civil.
En otro orden de cosas, se fija el contenido de la publicidad con mayor detalle, limitándose a un
extracto de la declaración de concurso, los datos indispensables para la identificación del
concursado, datos del procedimiento, plazo para la comunicación de créditos, el régimen de
suspensión o intervención de las facultades del concursado, y la dirección electrónica del Registro
Público Concursal. Este contenido está en consonancia con las normas sobre protección de
datos, ya que al delimitarlo expresamente en la ley, el margen de decisión del órgano judicial a la
hora de determinar cuáles son «los datos suficientes para identificar el proceso» es menor, y se
elimina el riesgo de incurrir en una vulneración de aquellas disposiciones. Quedan superadas
anteriores reticencias en torno a la publicación edictal como medio de notificación, si bien en este
caso no parece ser la finalidad principal de darse a conocer a parte determinada, sino de dar
publicidad a un procedimiento que puede afectar a un número elevado de personas en aras del
mantenimiento y seguridad del tráfico mercantil. Publicidad y notificación serían dos conceptos
distintos que en este caso se pueden confundir. De ahí que no sean convenientes las críticas a la
notificación por edictos, aunque encuentre su contrapartida en la existencia de un Registro
Público Concursal donde se anotarán las resoluciones que recaigan en el proceso. En este
sentido, a pesar de que tiene mayor peso la idea de publicidad del proceso concursal, la Ley
establece las líneas de conexión entre la publicidad y su efecto notificador13. Por ello, y a pesar
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de la publicación edictal, debe efectuarse una notificación personal a los que hayan comparecido
en el proceso, si el deudor no hubiera comparecido, la publicación tendrá los mismos efectos que
la notificación del auto. Ambas actividades judiciales confluyen en un mismo acto procesal. En
todo caso, la publicidad se va a tomar como referencia en el cómputo de plazos. En definitiva,
parece que la eficacia de la publicidad queda garantizada con una sola publicación, prescindiendo
de un trámite, el de la publicación en diarios provinciales, que no contribuía más que a encarecer
el procedimiento el principio de publicidad está determinado en nuestra constitución de la
república básicamente este regula el accionar de todos los funcionarios públicos en todo lo
relacionado con la transparencia de expedientes.
El principio de publicidad en la parte del poder judicial constituye una garantía esencial en el
funcionamiento de este no sólo porque fortalece la confianza en la institución pública sino porque
también fomenta la responsabilidad de todos los órganos de la administración de justicia y
también de todas las entidades públicas y privadas del estado. Este principio lo podemos
encontrar básicamente o principalmente en el artículo 168 de la constitución en el número 5 en
donde indica que todas las etapas del juicio y todas las decisiones que se tomen serán de
carácter público también la podemos encontrar en el numeral 6.
EL PROCEDIMIENTO CONCURSAL
El procedimiento concursal es aquel que se inicia cuando una persona física o jurídica entra en situación de
insolvencia, no pudiendo hacer frente a sus deudas. Tiene como objetivo negociar y llegar a un acuerdo entre
acreedores y deudor.
El primero de los requisitos por lo tanto es la existencia de un deudor. Este deudor, puede ser una persona
física o jurídica.
El segundo de estos requisitos es que el deudor se encuentre en situación de insolvencia actual o
inminente. Se entenderá que es insolvente el deudor que no pueda cumplir, regular y puntualmente, con sus
obligaciones exigibles. La insolvencia habrá de ser probada por quien la alegue; el deudor en el caso del
concurso voluntario o uno o varios acreedores en el forzoso.
Si se llegara a esta situación financiera, el ordenamiento jurídico prevé este mecanismo (el concurso de
acreedores) para satisfacer el mayor número de deudas posibles y asegurar que ningún acreedor reciba un
trato arbitrario de favor en perjuicio de otros acreedores.
Un procedimiento concursal que sea como un ideal ejemplo de todo Estado con una economía de libre
mercado y competencia seria la siguiente; Según (Bianchini, 2014):
Primero: debería tener un resultado eficiente ex post; es decir, debería maximizar el valor total disponible
(medido en términos monetarios) a ser dividido entre los acreedores. Una empresa deberá ser reorganizada,
vendida como una unidad empresarial o en partes dependiendo de lo que genere el mayor valor. Esto
responde a que mientras más alto sea el valor total disponible, mayores serán los beneficios para todas las
partes involucradas.
Segundo: un buen procedimiento concursal debería conservar el efecto vinculante de la penalización por el
incumplimiento de deudas. Esta segunda característica se refiere a la eficiencia ex ante de los procedimientos
concursales. En todo endeudamiento existen penalidades ante el incumplimiento (por ejemplo, el interés
moratorio o el vencimiento 10 del total de las cuotas si se incumple el pago de alguna de ellas). Sin
consecuencias adversas, hay muy poco incentivo para que los deudores cumplan con sus obligaciones.
Tercero: Un buen procedimiento concursal debe preservar la preferencia absoluta de los créditos, excepto si
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un porcentaje del valor de la empresa es reservado para los accionistas. Esta característica está referida a la
forma en la que se divide el valor de la empresa deudora. Una forma simple de penalizar a los accionistas es
respetar la preferencia absoluta de los acreedores sobre ellos. Esto significa que los acreedores serán los
primeros en cobrar, y recién cuando se hayan honrado la totalidad de deudas se pasará a repartir el
remanente (de existir) entre los accionistas.
En otras palabras, el procedimiento concursal no debe poder ser usado como herramienta para evadir las
consecuencias de un incumplimiento.
Otras características se tiene según lo indicado por (Gamarra Pareja, 2019), que indica:
a. Es un procedimiento excepcional: El Sistema Concursal es un procedimiento mediante el cual se hace
frente a las situaciones de insolvencia de los deudores frente los acreedores, pero no es el principal
procedimiento, como se mencionó anteriormente, si tenemos en cuenta de donde nacen las obligaciones,
entenderemos porque es un procedimiento excepcional. La relación entre deudor y acreedor nace de un
contrato, mediante el cual las partes plasman sus voluntades, incorporando en éste derechos y
obligaciones, debiendo cumplir cada parte con lo que le corresponde. Y a su vez estableciendo
consecuencias en caso de incumplimientos.
b. Es un procedimiento privatista: Esta característica se incluyó en la modificación que se realizó a la Ley
de Quiebras, mediante la Ley de Reestructuración Empresarial, siendo una de las características más
importantes que se incorporó en esta modificación. La privatización de los acuerdos empresariales, tiene
como finalidad que la decisión sobre el destino del deudor quedase en manos del colectivo de acreedores,
que como se mencionó anteriormente unidos en una Junta de Acreedores optaran por lo más beneficioso
para el colectivo.
c. Es un proceso desjudicializado: Esta característica es la segunda más importante que se incorporó en
la modificación mencionada en la característica anterior, debido a que antes de la modificación, en la Ley
de Quiebras, el proceso concursal estaba a cargo de la autoridad judicial, y era éste junto con la
participación del síndico, fueron quienes tomaban las decisiones transcendentales. La Ley de
Reestructuración Empresarial desjudicializó el procedimiento concursal, encomendando a una instancia
administrativa el manejo de los procedimientos, siendo la instancia administrativa, el INDECOPI, mediante
la Comisión de Procedimientos Concursales. Y fue desde dicha incorporación, que el procedimiento
concursal quedó en manos de la autoridad administrativa. A partir de la Ley de Reestructuración
Empresarial, “el concurso dejó de ser exclusivamente un asunto de administrar la quiebra de los deudores
a través de la liquidación de sus bienes por un funcionario designado por el Juez”.
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explicaremos quienes son los sujetos comprendidos en el proceso concursal.
1. EL DEUDOR SEGÚN LA NORMATIVA CONCURSAL: La Ley Concursal ha sido modificada con el
trascurrir del tiempo, y con ello también el concepto de deudor, pasaremos a explicar cómo se definió al
deudor en la más reciente Ley General del Sistema Concursal N° 27809, en la cual contiene en el Título I,
Artículo 1, Inciso C, una definición exacta de lo que deberá entenderse por deudor.
Es así que deberá entenderse por deudor a la persona natural o jurídica, sociedades conyugales y sucesiones
indivisas, incluyéndose a las sucursales en el Perú de organizaciones o sociedades extranjeras. Como lo
explica LIZÁGARRA, se entenderá como deudor susceptible de ser sometido a proceso concursal solo a
aquellos mencionados anteriormente, pero además de ello que realicen actividad empresarial.
Entendiéndose como actividad empresarial como la misma Ley lo establece “actividad económica, habitual
y autónoma en la que confluyen los factores de producción, capital y trabajos, desarrollada con el objeto
de producir bienes o prestar servicios”.
2. EL ACREEDOR SEGÚN LA NORMATIVA CONCURSAL: A diferencia de lo que sucede en el caso del
deudor, la definición o lo que en su aplicación práctica se trató de entender entorno a ese término, y lo cual
fue modificado con cada una de las leyes concursales. El concepto de acreedor siempre fue el mismo,
comenzando por la Ley de Quiebras, en donde éste podría iniciar el procedimiento ante el Juez sin mayor
alcance. Tanto en la Ley de Reestructuración Empresarial como Patrimonial, solo se limitó a definir como
acreedor a aquel cuyo crédito exigible se encuentra vencido por un plazo de 30 días naturales, es en la
vigente Ley. En la Ley General del Sistema Concursal, en el Título I, Artículo 1, Inciso D, se define con
exactitud lo que deberá entenderse para el caso de acreedor “persona natural o jurídica, sociedades
conyugales, sucesiones indivisas y otros patrimonios autónomos que sean titulares de un crédito”. Es
decir, este Articulo define a los acreedores como “parte en el juicio de convocatoria, pues hacen valer sus
créditos, sus pretensiones, y se dice que son parte individualmente considerados”. Entonces se puede
entender que los acreedores son los titulares del proceso concursal, son los que tomarán las decisiones
sobre la empresa insolvente, son en sentido jurídico y económico los destinatarios del proceso, los que
desearan que el proceso se lleve de una manera regular y legitima para no ver afectado su derecho, ni de
manera individual ni colectiva.
Este tipo de procedimiento se encuentra tipificado en la Ley Concursal Peruana N° 27809, Título II,
donde se establece que puede iniciarse a impulso del propio deudor o del acreedor, cuya finalidad
es la de revertir la situación de crisis patrimonial, en la que se encuentra el deudor, y este mismo
podrá solicitar su acogimiento a este procedimiento, siempre y cuando se encuentre como mínimo
en alguno de los siguientes supuestos:
Que más de una tercera parte del total de sus obligaciones se encuentren vencidas e impagas por
un período mayor a treinta días calendario.
Que tenga pérdidas acumuladas, o deducidas las reservas, cuyo importe sea mayor al tercio de su
capital social pagado.
Asimismo, en el caso de Personas Naturales, Sociedades Conyugales o Sucesiones Indivisas, la
Ley Concursal Peruana ha establecido requisitos adicionales a los indicados anteriormente.
Que más del 50% de sus ingresos se deriven del ejercicio de una actividad económica o
empresarial desarrollada directamente y en nombre propio por el solicitante.
37
Que más de las dos terceras partes de sus obligaciones se hayan originado en actividad
empresarial desarrollada directamente por el solicitante o por terceras personas respecto de las
cuales el solicitante haya asumido el deber de pago de sus obligaciones, incluyéndose para tales
efectos las indemnizaciones por responsabilidad civil derivadas del ejercicio de la referida actividad.
Con estos supuestos mencionados anteriormente, la Ley Concursal Peruana restringe el acceso al
sistema a aquellos agentes económicos que no realicen actividad empresarial de gran magnitud.
Si uno o varios acreedores solicitan el inicio del Procedimiento Concursal Ordinario de un deudor,
deberán acreditar que mantienen frente a estos créditos impagos, exigibles y vencidos por más
de 30 días calendario que en total superen las 50 Unidades Impositivas Tributarias UIT.
Luego de ello, la autoridad concursal verificará el origen, existencia, legitimidad, cuantía y exigibilidad
de los créditos invocados por el acreedor o acreedores para con ello emplazar al deudor a que se
apersone al procedimiento teniendo éste 20 días hábiles para ello y ejercer su derecho de
defensa.
Al apersonarse el deudor, éste podrá optar por: pagar el íntegro de los créditos, ofrecer pagar el
íntegro de los créditos materia del emplazamiento, oponerse a la existencia, titularidad,
exigibilidad o cuantía de los créditos materia de emplazamiento, compensar los créditos
invocados por el presunto acreedor con aquellos a favor del emplazado y de cargo del solicitante
o allanarse a la solicitud.
La autoridad concursal declarará el concurso del deudor cuando:
Este tipo de procedimiento se encuentra tipificado en el Titulo II, de la Ley Concursal Peruana Nº
27809, donde indica que se impulsa únicamente a pedido del deudor, y busca evitar o prevenir
que éste llegue a una crisis, siendo su objetivo la Refinanciación de sus obligaciones. Es decir,
aquellos deudores que se encuentren inmersos en una crisis económica o financiera de mayor
magnitud no podrán someterse a este procedimiento concursal, pues el objetivo principal es la
refinanciación de las obligaciones del deudor y deberá ser aprobada por los acreedores en un
Acuerdo Global de Refinanciación (AGR).
Los requisitos para que un deudor se someta a este procedimiento consiste en que no tenga más de
una tercera parte del total de sus obligaciones vencidas e impagas por un período mayor a 30
días calendario, ni pérdidas acumuladas, deducidas las reservas, cuyo importe sea mayor al
tercio de su capital social pagado.
8. AUTORIDADES CONCURSALES:
En el Perú, la autoridad competente para conocer los procedimientos concursales es el Indecopi, una
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autoridad administrativa, a diferencia de otras legislaciones donde la competencia reside en la autoridad
judicial.
La Comisión de Procedimientos Concursales de la Sede Central y las Comisiones de Procedimientos
Concursales Descentralizadas en las Oficinas del Indecopi (en adelante, la “Comisión”) son competentes para
conocer los procedimientos concursales de: deudores domiciliados en el Perú, y deudores que domicilien en el
extranjero siempre y cuando se hubiese reconocido la sentencia extranjera que declara el concurso y
exclusivamente sobre los bienes de titularidad del concursado que se encuentren en el Perú (Ley N. 27809,
2002).
La Comisión debe fiscalizar las actuaciones de las entidades administradoras y liquidadoras, deudores y
acreedores sujetos a un procedimiento concursal. Su competencia llega hasta la declaración de quiebra del
deudor o la conclusión del procedimiento concursal. Además, cabe mencionar que es un organismo público
especializado adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros, con personería jurídica de derecho público
interno (Decreto Legislativo N. 1050, 2008; Ramos Padilla, 2016).
El rol de fiscalización de la Comisión puede resumirse en los siguientes puntos:
• Garantiza que los activos de los deudores sometidos a concurso se mantengan intangibles desde el inicio
del procedimiento (con la resolución de la declaración del concurso) hasta que los acreedores tomen una
decisión sobre el destino del deudor y la forma de pago de los créditos (Ramos Padilla, 2016).
• Detectar los fraudes cometidos por deudores o acreedores, sancionarlos y hacerlos públicos (Ramos
Padilla, 2016).
• Supervisar que los acuerdos que se tomen en las sesiones de junta de acreedores no violen las normas
aplicables ni sean abusivos en perjuicio de acreedores minoritarios (Ramos Padilla, 2016).
• Investigar para decidir sobre las cuestiones de fondo del concurso, como el reconocimiento de créditos y la
declaración de disolución y liquidación del concursado (cuando corresponda), para lo cual cuenta con las
más amplias facultades (Ramos Padilla, 2016).
Además, la Sala Especializada en Procedimientos Concursales del Indecopi (en adelante, la “Sala”) es
competente para conocer los procedimientos como última instancia administrativa. Sus resoluciones pueden
cuestionarse mediante la demanda contenciosa administrativa ante el Poder Judicial (Decreto Legislativo N.
1050, 2008; Ramos Padilla, 2016)
La Comisión tiene competencia para conocer procedimientos concursales de deudores domiciliados en el
Perú. Internamente, la competencia de las diferentes comisiones u oficinas regionales se determina en función
al domicilio del deudor y no se permite la prórroga de la competencia territorial. Para determinar el domicilio
del deudor se debe tener en cuenta lo siguiente: si es que éste es una persona jurídica se tomará en cuenta el
domicilio registral, si es una persona natural se tomará en cuenta la residencia habitual, si se trata de una
sociedad conyugal se tomará el lugar donde llevan la vida en común, y si es una sucesión indivisa se tomará
el último domicilio conocido del causante (Ley N. 27809, 2002; Ramos Padilla, 2016).
La ley concursal peruana faculta al funcionario administrativo a emitir resoluciones como la admisión de la
solicitud de inicio de concurso, declaración del inicio de concurso, la declaración de disolución y liquidación, el
reconocimiento de créditos, el levantamiento de medidas cautelares, la prohibición de las ventas forzosas
ordenadas por un juez, entre otros. (Ramos Padilla, 2016; Ley N. 27809, 2002)
9. PRESUPUESTOS DEL PROCEDIMIENTO CONCURSAL:
9.1. PRESUPUESTO SUBJETIVO.
El presupuesto subjetivo se refiere a la persona frente a la cual se declarará el concurso, es decir, el deudor.
La norma establece que se entiende como “deudor” a toda persona natural o jurídica, sociedad conyugal,
sucesión indivisa o sucursal en el Perú de sociedades u organizaciones constituidas en el extranjero. Además,
se considera que un deudor es susceptible de ser sometido a concurso si realiza algún tipo de actividad
empresarial y se cumplen los presupuestos establecidos en la legislación concursal (Ley N. 27809, 2002).
A estos efectos, cabe mencionar que se considera como actividad empresarial a cualquier actividad
económica, habitual y autónoma en la que confluyen factores de producción, capital y trabajo, desarrollada
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con el objetivo de producir bienes o prestar servicios (Ley N. 27809, 2002).
La ley hace la distinción de “actividad empresarial” al definir el término de “deudor” ya que la realidad
demostró que quienes llevan a cabo actividad empresarial viven del crédito ajeno, y su crisis ocasiona que sus
acreedores estén en la imposibilidad de cobrar la totalidad de lo que se les debe (Ramos Padilla, 2016).
Por otro lado, se excluyen como deudores bajo la legislación concursal a las entidades estatales, organismos
públicos y demás del derecho público, incluso si en su actividad contractual actúan como sujetos de derecho
privado (Ramos Padilla, 2016; Ley N. 27809, 2002).
Por último, cabe mencionar que se excluyen a las personas naturales que no realicen actividad empresarial
(Ley N. 27809, 2002).
9.2. PRESUPUESTO OBJETIVO:
El presupuesto objetivo se refiere a que el deudor debe estar en un estado de insolvencia y en una situación
de cesación de pagos para que la solicitud de declaración de concurso sea procedente (Ramos Padilla, 2016;
Flint, 2002).
a. Insolvencia. La insolvencia es el estado en que se encuentra el deudor cuando está imposibilitado de
cumplir con sus obligaciones vencidas de forma puntual y regular (Ramos Padilla, 2016). Es decir, la
insolvencia es la “incapacidad de pagar lo que se debe” (Flint, Tratado de Derecho Concursal, 2002, pág.
48). Se entiende por “imposibilitado” que el deudor, muy aparte de si tiene o no la voluntad de cumplir con
sus obligaciones, no puede cumplir con su pago puntual ya que su patrimonio no se encuentra en
condiciones de afrontar dicho pago (Ramos Padilla, 2016; Flint, 2002). Cuando se produce un estado de
desequilibrio patrimonial, el sujeto cae en una situación en la que no puede hacer frente a sus obligaciones
exigibles de manera regular, y es aquí donde se produce el estado de insolvencia (Flint, Tratado de
Derecho Concursal, 2002).
Antes de analizar cuándo nos encontramos ante el cumplimiento regular o irregular de obligaciones,
debemos analizar qué se entiende por cumplimiento de obligaciones. Una obligación es una relación
jurídica obligatoria mediante la cual un sujeto, denominado deudor, debe satisfacer una prestación a favor
de otro sujeto, denominado acreedor.
Las obligaciones deben ser cumplidas en la forma, tiempo y modo acordado por el deudor y el acreedor.
Es decir, las obligaciones deben ser pagadas en la forma pactada y el pago debe ser íntegro, salvo
excepciones legales y las que acuerden las partes (Flint, Tratado de Derecho Concursal, 2002).
Ahora sí, cabe preguntarnos qué se entiende por cumplimiento regular. Se considera que el cumplimiento
de obligaciones es regular cuando se hace de acuerdo a lo pactado y en el tiempo acordado (Flint, Tratado
de Derecho Concursal, 2002).
Por otro lado, la imposibilidad de cumplimiento debe considerarse solo sobre las obligaciones que sean
exigibles. Es decir, no se debe considerar insolvente a un deudor por deudas no vencidas a la fecha de
solicitud de inicio de concurso (Ramos Padilla, 2016). La insolvencia siempre se producirá ante una
incapacidad de pago por razones económicas-financieras (Flint, Tratado de Derecho Concursal, 2002).
Cabe mencionar que el estado de insolvencia puede ser actual o inminente. Será actual cuando el deudor,
en un determinado momento, no se encuentre en capacidad de afrontar sus deudas, y será inminente
cuando provea que no podrá afrontarlas de manera regular y puntual en un futuro (Ramos Padilla, 2016).
Si analizamos la insolvencia desde un punto de vista contable, se produce cuando un activo es insuficiente
para cubrir un pasivo, sin importar cuánta sea la diferencia entre ambos montos. En este sentido, se
entiende a activos como el conjunto de bienes y créditos de titularidad del sujeto, y al pasivo como al
conjunto de deudas y obligaciones (Flint, Tratado de Derecho Concursal, 2002).
b. Cesación de pagos. La cesación de pagos es una situación con carácter generalizado y permanente. Es
un desbalance entre el activo liquidable (activo que se puede convertir en dinero de manera rápida) y el
pasivo exigible (Flint, Tratado de Derecho Concursal, 2002). Es decir, se considera como cesación de
pagos a una situación en la que, por ejemplo, el deudor se ve obligado a vender parte de o todos sus
40
activos para poder hacer frente a sus obligaciones exigibles, ya que esto no califica como un recurso o
fuente natural de liquidez para hacer frente a las mismas.
La cesación de pagos es una situación con carácter generalizado y permanente. Es un desbalance entre el
activo liquidable (activo que se puede convertir en dinero de manera rápida) y el pasivo exigible (Flint,
Tratado de Derecho Concursal, 2002).
Hay que notar que la cesación de pagos es un modo de manifestar la insolvencia, pero no es el único. Es
un incumplimiento de obligaciones que se da por la incapacidad del patrimonio del deudor de cubrir dichas
obligaciones, incapacidad que no es un hecho sino un estado. Es la impotencia del patrimonio de hacer
frente a las obligaciones exigibles (Flint, Tratado de Derecho Concursal, 2002). La cesación de pagos se
puede manifestar de forma directa o indirecta. La forma directa de manifestar esta situación es mediante
reconocimiento explícito o implícito del deudor sobre la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones,
como una confesión expresa o implícita (mediante la clausura del negocio, ocultamiento, donación de
bienes, distracción, entre otros). La forma indirecta de manifestarla ocurre cuando el deudor evita revelar el
estado en el que se encuentra y deja que los acontecimientos sigan su curso, como si incurre en variados
incumplimientos o si utiliza diferentes recursos (legales o no) para evitar caer en incumplimientos (Flint,
Tratado de Derecho Concursal, 2002).
La cesación de pago, para calificarse como tal, debe cumplir con cuatro características: generalidad,
permanencia, objetividad e insalvabilidad (Flint, Tratado de Derecho Concursal, 2002).
La generalidad se refiere a que el incumplimiento no se refiere a una sola obligación, sino que abarca a
todas las obligaciones patrimoniales del deudor. La permanencia se refiere a que no es un hecho que ha
ocurrido de manera temporal, sino que es una situación estable del deudor. La objetividad se refiere a que
se debe analizar si verdaderamente existe un desbalance entre los activos realizables y los pasivos del
deudor. Finalmente, la insalvabilidad se refiere a que la empresa no podrá recuperarse de la situación en
la que se encuentre por sí misma, ni, aunque esté bajo un manejo eficaz y eficiente (Flint, Tratado de
Derecho Concursal, 2002).
10. PRESUPUESTOS CONTENIDOS EN LA LEGISLACIÓN PERUANA:
La legislación peruana contempla tres situaciones en las que se podrá solicitar el inicio de un procedimiento
concursal ordinario por considerarse son manifestaciones de que el deudor está en una situación de
insolvencia:
• Si más de la tercera parte de las obligaciones del deudor se encuentran vencidas e impagas por un
periodo mayor a los treinta (30) días calendario (Ley N. 27809, 2002).
• Cuando las pérdidas acumuladas menos las reservas superen la tercera parte del capital social pagado
(Ley N. 27809, 2002).
• Cuando uno o varios acreedores sean titulares de créditos exigibles que se encuentren vencidos que
superen las cincuenta (50) UIT y que no hayan sido pagados dentro de los treinta (30) días calendario
siguientes a su vencimiento (Ley N. 27809, 2002).
Se ha mencionado en el numeral anterior que los acreedores titulares de crédito concursal deben
presentar una solicitud de reconocimiento de créditos ante Indecopi. Esta es la forma en la que el
acreedor que quiera ser parte del procedimiento concursal y recuperar su crédito tiene para
participar en el mismo. No es una obligación, pero quien quiera asistir con voz y voto a la junta de
acreedores deberá presentarse oportunamente al procedimiento. Aquí radica la importancia de
esta etapa dentro del procedimiento concursal (Ramos Padilla, 2016).
El procedimiento de reconocimiento de créditos es el mismo tanto en el procedimiento concursal
ordinario como en el preventivo, por lo que lo señalado en el presente numeral es aplicable a
ambos procedimientos.
Esta etapa tiene la finalidad de determinar quiénes son los que tienen derecho (o legitimidad) a
participar en el concurso, cuál es el monto de sus créditos (en principal, intereses y gastos), el
orden de preferencia que les corresponde de acuerdo con la legislación aplicable, si es que existe
o no vinculación entre acreedor y deudor y el porcentaje de participación que cada acreedor
tendrá en la junta de acreedores. Además, permite conocer con mayor certeza los pasivos del
deudor y las posibilidades de cobro que tiene cada acreedor.
Luego que quede consentida o firme la resolución que dispone la difusión del procedimiento, se
publicará en el Diario Oficial El Peruano el nombre del deudor sometido a procedimiento
concursal. A partir de la fecha de publicación, los acreedores titulares de crédito concursal
tendrán treinta (30) días para presentar sus solicitudes de reconocimiento de crédito. En caso un
titular de crédito concursal solicite el reconocimiento de sus créditos de forma tardía y la autoridad
les conceda dicho reconocimiento, carecerán de los derechos de voz y voto en la junta de
acreedores.
Otro punto de suma importancia en esta etapa es que, si no se presenta más de un acreedor al
concurso, o si la autoridad niega las solicitudes de reconocimiento por lo que, al final, solo existe
un acreedor dentro del procedimiento, se declarará el fin del procedimiento por inexistencia de
concurso.
En cuanto al procedimiento de reconocimiento de créditos en sí, los acreedores deberán presentar
una solicitud dirigida a la Comisión indicando el monto del crédito por concepto de capital,
intereses y gastos a la fecha de publicación de la situación de concurso. Además, deben adjuntar
la documentación e información que sustente el crédito reclamado, indicar el orden de preferencia
que le corresponda a su crédito y los documentos que acrediten dicho orden, y adjuntar una
declaración jurada indicando si se mantiene o no vinculación con el deudor (Ley N. 27809, 2002).
Aquí vemos que hay dos temas de suma importancia: el orden de preferencia que le corresponde
a cada crédito y la declaración de vinculación con el deudor. Ambos se explican en los numerales
siguientes.
Una vez que los acreedores presentan la solicitud de reconocimiento de crédito ante la Comisión,
ésta notifica al deudor para que manifieste su posición respecto al crédito invocado en un plazo
no mayor de diez (10) días. Luego de que transcurra este plazo, la Comisión está facultada a
emitir un pronunciamiento respecto a la solicitud de reconocimiento de créditos. En caso exista
coincidencia entre lo expuesto por el deudor y el acreedor, la Secretaría Técnica de la Comisión
43
podrá pronunciarse sobre el crédito. Que el deudor no se manifieste al respecto no impide que se
emita la resolución correspondiente. En caso exista vinculación entre el deudor y el acreedor o si
surge alguna duda o controversia sobre la existencia del crédito, la Comisión investigará la
existencia, origen, legitimidad y cuantía del crédito por todos los medios, y luego de esto expedirá
la resolución que corresponda (Decreto Legislativo N. 1189, 2015).
RECONOCIMIENTO DE CREDITOS
Los acreedores podrán solicitar a la Comisión el reconocimiento de los créditos u obligaciones que el
deudor mantiene frente a ellos, debiendo acreditar el origen, existencia, cuantía, legitimidad y titularidad
de dichos créditos.
TIPO DE CREDITO EJEMPLO
Laboral Trabajadores y/o extrabajadores
13. LA JUNTA DE
-Oficina de Normalización Previsional.
ACREEDORES DEL - Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones
CONCURSADO EN EL Previsionales - Caja de Beneficios y Seguridad Social del Pescador
PERÚ:
Una vez finalizada la etapa - Bancos.
Comerciales (garantizados y no - Entidades financieras.
de reconocimiento de garantizados) - Proveedores.
créditos, a los - Otros
- Superintendencia Nacional de Administración Tributaria.
acreedores con créditos
- Seguro Social de Salud.
reconocidos les - Municipalidades.
corresponderá sus Tributarios - Servicio Nacional de Adiestramiento en Trabajo Industrial
derechos políticos
- Hijos.
(participación en Junta Créditos alimentarios - Cónyuge.
de Acreedores
mediante el derecho a voz y voto en la adopción de acuerdos) y derechos económicos (cobrar los créditos
adeudados a través de los negocios jurídicos aprobados por la Junta).
Así, se determinará la composición de los acreedores legitimándoles a participar en el concurso, y se
procederá a la instalación y conformación de la Junta de Acreedores, siendo este órgano rector del
concurso, ya que toma las decisiones más trascendentales de la concursada, pues son los acreedores
quienes deciden el destino de la empresa, y esta Junta se encuentra conformada por aquellos acreedores
apersonados al concurso, de manera proporcional a sus créditos reconocidos respecto de la masa
concursal, así, Huáscar Ezcurra señala lo siguiente:
En tal sentido, la Junta de Acreedores es el máximo órgano decisorio y deliberativo del deudor concursado, y
es a través de este órgano que los acreedores participan en el Procedimiento Concursal manifestando su
voluntad en las decisiones adoptadas, así como de todas las atribuciones que les confiere la Ley.
“[…] La legislación concursal transfiere a los acreedores la responsabilidad de las decisiones que afectan al
patrimonio y la carga del impulso de los procedimientos.
Sin embargo, el mayor derecho que tienen no significa que el Estado deba privilegiarlos dándoles un
tratamiento especial o protegiéndolos de cualquier contingencia que pueda surgir en los procedimientos.
44
Por el contrario, dada esta situación de especial interés en los resultados, los acreedores tienen la
obligación y la responsabilidad, consigo mismos, de actuar y conducir los procedimientos en forma
eficiente; de lo contrario serán ellos quienes asumirán las consecuencias del fracaso”.
Convocatoria a instalación de Junta de Acreedores
Convocatoria a Junta de Atribuciones de la Junta de
Acreedores Acreedores
Son atribuciones de la Junta de
La Comisión dispondrá la Acreedores, entre otras, las siguientes:
convocatoria a Junta de Acreedores Decidir el destino del deudor, pudiendo
poniendo a disposición de la persona optar entre cualquiera de las siguientes: COMISIÓN DE
que solicitó el inicio del procedimiento La reestructuración patrimonial. PROCEDIMIENTOS
concursal un aviso que se publicará La disolución y liquidación. CONCURSALES Y
por una sola vez en el diario oficial El Aprobar el Plan de Reestructuración, SUS ALCANSES
Peruano. Convenio de Liquidación o Acuerdo
Global de Refinanciación, según el caso
Es el órgano
La citación a Junta deberá señalar el y sus modificatorias.
encargado de la
lugar, día y hora en que ésta se Designar al administrador o liquidador,
tramitación de los
llevará a cabo en primera y segunda según el caso, y solicitar la elaboración
convocatoria. de informes del proceso. distintos
procedimientos
Designar de entre sus miembros a un
Comité en el cual podrá delegar en todo
destinados a afrontar
o en parte las atribuciones (no es
la problemática de
delegable la decisión del destino del
crisis, bajo
deudor).
la supervisión de
Indecopi se lleve una
negociación entre el acreedor y el deudor, sometido a concurso para alcanzar soluciones, entre la
situación de falencia (quiebra).
45
Competencia de comisiones:
Las comisiones son competentes de todos los deudores domiciliados en Perú.
Las comisiones son competentes a personas naturales o jurídicas domiciliados en el
extranjero se declara el concurso si así lo dispone las normas de derecho internacional
privado, dicha competencia se extenderá a los bienes situados en el territorio nacional.
La competencia de la comisión del INDECOPI, se extiende en toda la república; la
competencia de las comisiones se determina donde se encuentre domiciliado el deudor, si
se encuentra en provincia la competencia corresponde a las comisiones delegados que
funcione en dichas provincias, más cercana.
Competencia de comisiones: las comisiones son competentes de todos los deudores domiciliados en
el Perú; las comisiones son competentes a personas naturales o jurídicas domiciliados en el
extranjero se declara el concurso si así lo dispone las normas de derecho internacional privado,
dicha competencia se extenderá a los bienes situados en el territorio nacional; la competencia de la
comisión del Indecopi se extiende en toda la república; la competencia de las comisiones se
determina donde se encuentre domiciliado el deudor, si se encuentra en provincia la competencia
corresponde a las comisiones delegados que funcione en dichas provincias, más cercana.
Inicio del procedimiento a solicitud del deudor: acreditar que más de un tercio del total se
encuentren vencido, más de 30 días o más; que tenga pérdidas acumuladas, cuyo importe es
mayor del tercio del capital social pagado; deudor debe expresar su petición de llevar a cada
una reestructuración patrimonial; se publica sometimiento a concurso; se verifican solicitudes
por Indecopi; se convoca a junta de acreedores.
Inicio del procedimiento a solicitud de acreedores: créditos superiores a 50 UIT vencidos por
más de 30 días; citación a deudor para que se apersone a procedimiento-20 días hábiles; se
publica sometimiento a disolución y liquidación de deudor; en la solicitud indicar nombre o
razón, domicilio real, actividad económica del deudor.
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Como puede deudor emplazado apersonarse a procedimiento: pagando integro d enreditos
presentados; ofreciendo pagar integro de créditos a satisfacción de acreedores; oponerse
frente a créditos invocados; si se acepta ofrecimiento de pago por parte del acreedor.
Acuerdo de reestructuración patrimonial: plazo máximo para cancelación del deudor; deciden
régimen de administración; aprobación del plan de reestructuración; conclusión y extinción de
la junta de acreedores.
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Inicio del procedimiento a solicitud de acreedores:
créditos superiores a 50 UIT vencidos por más de 30 días;
citación a deudor para que se apersone a procedimiento-20 días hábiles;
se publica sometimiento a disolución y liquidación de deudor;
en la solicitud indicar nombre o razón, domicilio real, actividad económica del deudor.
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extienden a las personas que asuman dichas funciones en las instituciones en las que se
habilite competencia temporal en materia Concursal.
Las Comisiones son competentes también para conocer de los procedimientos concursales
de personas naturales o jurídicas domiciliadas en el extranjero en caso de que se hubiera
reconocido, por las autoridades judiciales peruanas correspondientes, la sentencia
extranjera que declara el concurso o cuando así lo dispongan las normas de Derecho
Internacional Privado. En ambos supuestos, dicha competencia se extenderá
exclusivamente a los bienes situados en el territorio nacional.
Domicilio
El domicilio del deudor, para efectos de identificar la competencia territorial, será determinado de
acuerdo a los criterios señalados a continuación:
a) Personas jurídicas: El domicilio es la localidad señalada en los estatutos del deudor, debidamente
inscrito en Registros Públicos.
b) Personas naturales, sociedades conyugales y sucesiones indivisas: El domicilio de las personas
naturales y sociedades conyugales es aquel determinado en el Código Civil. El domicilio de las
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sucesiones indivisas es el último domicilio conocido del causante.
Para tal fin, la Ley General del Sistema Concursal, Ley N° 27809, regula dos clases de procedimientos
concursales:
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Ordinario (antes conocido como de Insolvencia): es aplicable a aquellos sujetos
inmersos en una situación de crisis manifiesta. En el marco de este procedimiento, los acreedores
reunidos en junta podrán optar (siempre que evalúen su viabilidad) por la reestructuración patrimonial
del deudor o, en caso contrario, podrán aprobar su liquidación por estimarla como la decisión más
conveniente a los intereses de los acreedores.
Cada Comisión y cada Sala del Tribunal del INDECOPI cuenta con una Secretaría Técnica, la misma que está
a cargo de un Secretario Técnico quien desempeña el cargo a tiempo completo y dedicación exclusiva. Son
aplicables a los Secretarios Técnicos de las Comisiones y Salas las disposiciones de los Artículos 39º, 52º y
53º del presente Reglamento.
51
f) Otras que se encuentren previstas en sus respectivas normas legales de creación o que se le
encomienden.
(i) Tramitar los procedimientos de otorgamiento y cancelación del registro de entidades calificadas
para operar como administradores y/o liquidadores de deudores sometidos a un procedimiento
concursal, de conformidad con la Ley General del Sistema Concursal o norma que la sustituya.
(ii) Supervisar la gestión y vigencia de requisitos de las entidades registradas para operar como
administradores y/o liquidadores de deudores sometidos a procedimientos concursales, mediante
la realización de evaluaciones y supervisiones periódicas.
(iii) Fiscalizar que la actuación de las partes intervinientes en los procedimientos concursales se realice
en cumplimiento de las disposiciones contenidas en la Ley General del Sistema Concursal o norma
que la sustituya.
(iv) Tramitar en primera instancia administrativa las denuncias y procedimientos sancionadores
destinados a verificar y sancionar las infracciones a la Ley General del Sistema Concursal o norma
que la sustituya, Directivas y lineamientos complementarios, y ponerlas a consideración de la
Comisión de Procedimientos Concursales de la Sede Central.
(v) Proponer a la Comisión de Procedimientos Concursales de la Sede Central que disponga que la
Gerencia Legal, interponga la denuncia penal correspondiente cuando existan indicios de la
comisión de un ilícito penal en el trámite de los procedimientos concursales regulados por la Ley
del Sistema Concursal o norma que la sustituya.
(vi) Actualizar el Sistema de gestión y Ejecución Coactiva (SICOB) con las multas impuestas por la
Comisión de Procedimientos Concursales de la Sede Central, en los plazos establecidos en la
Directiva Nº 005- 2013/DIR-COD-INDECOPI, o norma que la sustituya.
(vii) Remitir cada trimestre a la Sub Gerencia de Finanzas y Contabilidad (SGF) del Indecopi, según lo
establecido en la Directiva Nº 005-2013/DIR-CODINDECOPI, o norma que la sustituya, la
información relativa a las multas impuestas en los referidos trimestres.
(viii) Administrar y actualizar el Módulo de Sancionadores con la finalidad de generar información
estadística de las sanciones impuestas, así como gestionar ante Gerencia de Tecnologías de la
Información (GTI) que dicho módulo sea incorporado al Sistema IFCO (sistema en línea mediante
el cual los usuarios acceden a la información gratuita sobre los procedimientos concursales a nivel
nacional).
(ix) Actualizar el Sistema Integrado Administrativo (SIA) en lo relativo a la información de las cartas
fianza otorgadas por las entidades registradas.
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(x) Proponer a la Comisión de Procedimientos Concursales de la Sede Central lineamientos
destinados a implementar planes de acción relativos a las fiscalizaciones de oficio, entendiendo por
éstas a las fiscalizaciones que no derivan de una denuncia de parte.
(xi) Otras funciones que le encargue la Comisión de Procedimientos Concursales de la Sede Central
del Indecopi conforme a la Ley General del Sistema Concursal o norma que la sustituya, y demás
normas aplicables.
5.2 Conformación
El Tribunal está integrado por Salas especializadas en los asuntos de competencia resolutiva del
INDECOPI. Cada Sala está integrada por cinco (5) vocales. Para el desempeño de sus funciones cada
Sala cuenta con el apoyo de un (1) Secretario Técnico. En caso de ausencia, o impedimento de algún vocal
de una Sala, cualquier vocal integrante de la otra Sala puede reemplazarlo para completar el quórum
reglamentario. Cada Sala está facultada para nombrar a su Presidente y Vicepresidente.
a) Conocer y resolver en segunda y última instancia administrativa los recursos de apelación interpuestos
contra los actos que ponen fin a la instancia que emitan las Comisiones, Secretarías Técnicas o
Direcciones de la Propiedad Intelectual, según corresponda;
c) Tramitar y resolver quejas por defectos de tramitación de los procedimientos de competencia de los
órganos de primera instancia o de otra Sala
d) Conocer y resolver las recusaciones contra vocales, miembros de Comisión, Directores de la Propiedad
Intelectual o Secretarios Técnicos, según corresponda;
e) Conocer y resolver las contiendas o conflictos de competencia que se planteen, con ocasión del
desarrollo de funciones de los diversos órganos resolutivos del INDECOPI.
f) Dictar directivas de carácter procesal aplicables a los procedimientos que se siguen ante el INDECOPI; g)
Dictar directivas para la determinación de competencias entre los distintos órganos de la estructura
orgánico resolutiva; y
h) Expedir precedentes de observancia obligatoria que interpreten de modo expreso el sentido y alcance de
normas de competencia institucional.
a) Aceptación de la renuncia por Resolución Suprema refrendada por el Ministro del Sector;
a) Apelación de las resoluciones expedidas por las Comisiones, Direcciones o Secretarías Técnicas del
INDECOPI;
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b) Quejas por defectos de tramitación promovidas contra funcionarios a cargo de las Comisiones o
Direcciones;
Cuando corresponda, una vez admitido el recurso de apelación, el Tribunal correrá traslado a la otra parte
para que ésta lo conteste, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes a la fecha de notificación de la
admisión del recurso, salvo plazos distintos previstos en las normas que regulan la materia de controversia.
Es el órgano funcional que conoce y resuelve, en segunda y última instancia administrativa, las apelaciones
interpuestas contra las resoluciones de primera instancia que se pronuncian de forma definitiva en
procedimientos concursales tramitados a nivel nacional.
Asimismo, resuelve las quejas formuladas por los administrados contra las Comisiones de Procedimientos
Concursales, sus respectivas secretarías técnicas y sus oficinas desconcentradas, contra las Salas del
Tribunal del Indecopi y sus secretarías técnicas por defectos en la tramitación de un procedimiento.
Las comisiones cuyas resoluciones pueden ser impugnadas ante la Sala Especializada en Procedimientos
Concursales son las siguientes:
Comisiones de las Oficinas Regionales del Indecopi con desconcentración de funciones en materia de
procedimientos concursales.
6.1 Conformación
VOCALES
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José Enrique Palma Navea Presidente
Jessica Gladys Valdivia Amayo Vicepresidente
Julio César Molleda Solís Vocal
Alberto Villanueva Eslava Vocal
Paolo Del Águila Ruiz de Somocurcio Vocal
SECRETARIO TECNICO
6.2 Misión
Contribuir a facilitar al deudor y a sus acreedores un ambiente idóneo de negociación que les permita
maximizar el patrimonio en concurso para obtener el mayor grado de recuperación del crédito, a través de
la celeridad y predictibilidad de sus procedimientos.
6.3 Visión
Ser conocido por la institución y los usuarios a nivel nacional como el órgano resolutivo con mayor eficacia,
eficiencia y predictibilidad en la resolución de los asuntos puesto en su conocimiento para contribuir al
correcto funcionamiento del sistema concursal.
6.4 Mandato
Conocer, analizar y resolver en segunda y última instancia administrativa las apelaciones interpuestas
contra las resoluciones de primera instancia que se pronuncian de forma definitiva en los procedimientos
concursales tramitados a nivel nacional, así como resolver las quejas formuladas por los administrados
contra las Comisiones de Procedimientos Concursales, las Salas del Tribunal del Indecopi y sus
respectivas Secretarías Técnicas por defectos en la tramitación de un procedimiento.
6.5 Objetivos
(i) Reducir los plazos de tramitación y conclusión de los expedientes, asegurando la calidad y
oportunidad de los servicios brindados por la Sala a todos sus clientes.
(ii) Asegurar que los procedimientos de apelación y queja de la Sala se encuentren en el marco
del sistema integrado de gestión.
(iii) Lograr que los usuarios tomen conocimiento oportuno de los criterios emitidos por la Sala.
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