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“la salud mental en el postconflicto en niños, niñas y adolescentes”

En este documento empezamos nuestro recorrido con una observación en el


corregimiento de la Chorrera, selva amazónica en el departamento del Amazonas
donde pueblos indígenas existen en un territorio de los sobrevivientes victoriosos
de la violencia de inicio de siglo XX, donde casi se extingue esta cultura indígena.
Cuando a partir de una gigantesca red de estaciones de extracción cauchera, se
expandió a lo largo de los territorios amazónicos un proyecto comercial cuyo
objetivo fue la explotación intensiva y sistemática de la mano de obra indígena en
pro del aumento de la producción del caucho.

Estas épocas fueron dolorosas y de ellas existen numerosos documentos de la


época, así como estudios historiográficos modernos, que durante medio siglo han
dado cuenta de lo que las personas vivieron en estas guerras de terror y miedo en
el documental visto y realizado por el grupo de memoria histórica en Colombia,
donde nos cuentan memorias de guerra de dominación impuestas con diferentes
motivaciones que han cambiado por la población indígena dada en relaciones
comerciales inequitativas, los asesinatos, las flagelaciones, las torturas llevaron a
la casi desaparición de los pueblos nativos de la zona. Como consecuencia de
estas acciones, se estima que el proyecto extractivo del caucho habría cobrado la
vida de treinta mil indígenas, es decir, casi el 60% de la población nativa de la
región.

Frente a esta problemática que en forma particular queremos destacar la situación


de los niños cuyo tema denominamos la salud mental en el post conflicto en los
niños, niñas y adolescentes..

La idea para una solución eficaz a esta problemática es plantear una


metodología de trabajo participativo y colaborativo basado en el
reconocimiento del problema como situación real y entender que en este
sector existe una heterogeneidad social y cultural, debe darse una búsqueda
de carácter individual y colectivo de sus necesidades básicas primarias y
satisfacerlas, como necesidad de salvaguardar la vida y que se atente contra
ella por las personas o por ellos mismos a través del suicidio, entendiendo
por información del DANE 2020 presenta para el año del 2018 que el 18% de
los sucedidos se presentan con alta población indígena en los que se
presenta el Amazonas.

Es aquí, donde usando políticas sociales incluyentes donde un gerente social


podría evaluar este desafío de incertidumbre del entorno y proponiendo estrategias
cómo serían que mediante procesos democráticos utilizar la participación
ciudadana que los candidatos y actores políticos tengan como políticas públicas
incentivar esta problemática de los pueblos indígenas amazónicos en la edad de la
niñez, que la democracia participativa este enfocada en el grito de ayuda que
reclaman los niños y que sean víctima de este postconflicto.

Les debemos la sociedad colombiana y a este grupo minoritario y su ejercicio


político, memoria para los recuerdos de dolor que tuvieron que vivir y que los
limita como seres en progreso para que esos niños sean adultos sanos con un
sentido de vida positivo no sólo en busca del poder económico sino en busca de
una mente sana y una salud mental que les permita su dignidad, en el que se debe
buscar un enfoque diferencial es decir entendido sus necesidades de acuerdo a
identidad cultural y en el que se dé más cumplimiento a las normas existentes.
Que la regulación y control sea efectivo.

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