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UNA LLAMA PARA DOS

Una fogata, una mujer y un hombre se encuentran, dos historias en penumbras frente a un
presente que los une con la incógnita de un propósito escondido
Aunque puedan verse y escucharse aún no pueden reconocerse, las heridas de aquellos
tormentosos pasados, inmortalizadas en cicatrices en sus cuerpos les recuerdan, les enseñan, los
protegen, los iluminan, y esa luz a la vez los ciega.
Y es aquello que de su pasado traen al presente lo que guía su actuar, el hombre al ver el fuego,
apresurado incita que crezca, la mujer con la misma intensidad busca apagar las llamas
Desesperados por cumplir su objetivo se confrontan, se enojan, se alejan y se sientan mirando a la
oscuridad mientras se preguntan frustrados ¿Cómo es que ese Otro no entiende el porqué de lo
que hago?
Dudas crecen en sus cabezas, los temores bajo el manto de la prevención advierten alejarse, dan
un paso y se detienen, un Algo en su interior hace la pregunta del valiente, ¿qué tal si esto es
diferente?
Así, aun con dudas y temores, ese Algo vence la controversia y ambos regresan a la fogata, se
observan de arriba abajo y dejando de lado sus historias tratar de entender el porqué de quien está
en frente
El hombre se percata que en los brazos y la cara de la mujer hay cicatrices, heridas causadas por
una llama que creció apresuradamente y sin piedad la lastimó, una llama avivada pensando que
de ella recibiría aquello que anhelaba, mientras su compañero solo pensaba en tener su beneficio
A su vez, la mujer observa en el hombre trazos de piel pálida que concluyen con marcas oscuras
en dedos y orejas, marcas que reflejan la agonía de una vida sin el calor de una llama, un camino
lento y tortuoso a la muerte, una llama casi extinta que creía brindaba una vida evitando sufrir
Un ¡Vaya! y un suspiro se escapan de sus bocas mientras contemplan, ahora sí, la existencia de
ese Otro que frente a ellos está de pie, cargando su historia, viviendo según sus experiencias
Se percatan que ambos discutieron por ver quien tenía la verdad, desconociendo que ambos veían
la cara opuesta de la misma moneda. ¿Qué hacer entonces? ¿Qué propósito tiene la existencia de
aquel con quien me he encontrado? ¿Congelarse o ser Quemado? ¿Acaso son las únicas
opciones?
Y en ese meditar, del fondo del corazón, aquel lugar donde Dios nos habla, un mensaje a ambos
les dio… Tu experiencia te da lecciones, las experiencias de quien frente a ti está también, pero
a veces las experiencias el camino entorpecen, nublando la vista a la nueva posibilidad que está
presente. Atrévete y una nueva forma intenta, quizá y así puedas descubrir que la fogata puede
darte algo más que heridas y dolor…
Así, aun con incertidumbre, el hombre y la mujer se acercan lentamente al fuego que casi se
extingue, juntos soplan con suavidad mientras la llama crece lentamente, se miran y se preguntan
el uno al otro ¿está bien para ti?
El fuego sube y baja conforme los dos se relacionan, a veces la llama hace de las suyas y algunas
quemaduras causan en ambos, pequeños momentos de dolor se presentan, pero la tarea persiste
Y es de este modo, tan variable y a veces incognoscible, como aquellos dos en principio
desconocidos, logran lo que creían irrealizable, una llama dinámica y llena de sorpresas
Una llama que al son de los besos, las caricias, el jugueteo mutuo, y esa creatividad que solo es
despertada con la pasión, asciende lentamente hasta explotar en un placer casi delirante
Una llama que brinda también calidez y amparo, sobre todo cuando alguno de los dos sufre esas
amargas tristezas que la vida ofrece, acompañándolos mientras recuperan la esperanza
Una llama que los protege con tenacidad y enfrenta a quien quiere lastimar, despertando en sus
corazones el valor y la fuerza para vencer sin importar cuán grande y terrorífico el enemigo sea
Una llama que ilumina y da claridad cuando la noche asoma, permitiéndoles conocerse más y
aprender el uno del otro, dando la materia prima que logran crecer y nutrir el alma
Una llama incierta en cuanto a su duración, pero con el deseo de mantenerla viva hasta cuando
les sea posible, avivándola y renovándola día a día, con cada momento que pasan juntos, y con
cada lección aprendida de los momentos difíciles
Y aunque el relato aquí concluye, para ellos resulta ser tan solo el inicio de este viaje que inicio
con un encuentro y una llama para dos…
Stywear V.

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