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La República de Filipinas apoya una evaluación imparcial de la actuación de la OMS ante la pandemia de COVID-19 que analice la eficacia de sus mecanismos y del Reglamento Sanitario Internacional. Reconoce que aunque la OMS actuó dentro de sus parámetros, la situación evolucionó rápidamente y sus mensajes fueron en ocasiones contradictorios. Filipinas considera que la evaluación no debe ser una encuesta sobre China sino mejorar la capacidad de respuesta ante futuras pandemias.
La República de Filipinas apoya una evaluación imparcial de la actuación de la OMS ante la pandemia de COVID-19 que analice la eficacia de sus mecanismos y del Reglamento Sanitario Internacional. Reconoce que aunque la OMS actuó dentro de sus parámetros, la situación evolucionó rápidamente y sus mensajes fueron en ocasiones contradictorios. Filipinas considera que la evaluación no debe ser una encuesta sobre China sino mejorar la capacidad de respuesta ante futuras pandemias.
La República de Filipinas apoya una evaluación imparcial de la actuación de la OMS ante la pandemia de COVID-19 que analice la eficacia de sus mecanismos y del Reglamento Sanitario Internacional. Reconoce que aunque la OMS actuó dentro de sus parámetros, la situación evolucionó rápidamente y sus mensajes fueron en ocasiones contradictorios. Filipinas considera que la evaluación no debe ser una encuesta sobre China sino mejorar la capacidad de respuesta ante futuras pandemias.
Tópico B: Análisis a la Actuación de la OMS ante Covid 19
Colegio: Madre Vicenta Uboldi
Curso: 3º “B” Sec.
1) Información básica del país Nombre oficial: República de Filipinas
Capital: Manila
Idiomas oficiales: Inglés
Forma de Gobierno: República Presidencial
Religión: Cristianismo
Superficie: 300.000 km²
Población: 108,1 millones de habitantes
PIB: 376,8 miles de millones USD (2019)
PIB per cápita: 3.485,08
USD (2019)
IDH: 0,718 (107. º)
Moneda: Peso Filipino
Límites geográficos: Limita al sudeste del continente asiático, al este con el
mar de Filipinas, al oeste con el mar de la China Meridional, y al sur con el mar de Célebes. 2) Breve reseña histórica:
El territorio de las Filipinas fue gobernado por el Virreinato de Nueva España
desde 1565 hasta la independencia de México en 1821. Hasta entonces las islas eran administradas desde la Ciudad de México y controladas a través del puerto de Acapulco, en la costa novohispana del Pacífico. No fue hasta la independencia de México cuando pasaron a ser administradas directamente por Madrid. El 28 de abril de 1750 en Panique, obispado de Nueva Segovia, provincia de Pangasinán recibió el bautismo don Fernando I Alimudín, titulado rey de Joló.8 Mapa de la Capitanía General de las Filipinas. En 1785 el rey Carlos III de España crea la Real Compañía de las Filipinas asumiendo las funciones que hasta ese momento había venido desarrollando la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas. Impulsada por empresarios vascos tuvo el monopolio de la industria del comercio y sirvió para mantener una actividad estable entre Asia y España y reforzó el papel de Filipinas en el entorno asiático. No obstante, redujo los derechos de monopolio de las demás compañías del imperio lo que dio lugar a problemas sobre competencias con los que operaban con productos similares con América. Más graves fueron los conflictos con los propios filipinos, que usaban la ruta con Acapulco para sus actividades y con el Reino Unido, que mantenía el comercio asiático como primera potencia. Estos problemas derivaron en una progresiva decadencia del proyecto a partir de 1794, quedando prácticamente inoperativa a finales del siglo xviii y comienzos del XIX. Durante la regencia de María Cristina en nombre de Isabel II, la compañía fue disuelta. La Diputación Provincial de las Islas Filipinas fue un órgano creado en 1813 por la Junta Superior Provincial dependiente de la Junta Suprema Central Gubernativa de España e Indias, creada como gobierno temporal de España en plena Guerra de la Independencia Española. En 1814 Fernando VII reinstauraría el absolutismo, por lo que las diputaciones provinciales quedaron abolidas hasta el pronunciamiento liberal del Rafael de Riego de 1820, que daría lugar a su resurgimiento. Durante el periodo español se fundaron numerosas ciudades y núcleos urbanos, se creó mucha infraestructura, se introdujeron varios cultivos y ganados. El comercio floreció. Los misioneros españoles cristianizaron a la mayoría de la población y fundaron escuelas, universidades y hospitales por todas las islas. 3) Posición del país respecto a tratar:
• El 31 de diciembre de 2019, la OMS conoció por primera vez casos
de neumonía de etiología desconocida en la ciudad de Wuhan, en la provincia china de Hubei. Como es sabido, desde entonces, el virus se ha extendido por todo el mundo y prácticamente no hay país o territorio que no haya sido afectado. Con la información facilitada por las autoridades chinas y la misión de la OMS en China que visitó Wuhan el 20 y el 21 de enero, así como con los datos y la información disponible sobre la situación tanto en China como en Japón, Corea y Tailandia, el Director General convocó, el 22 y el 23 de enero de 2020, un Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), acerca del brote provocado por el nuevo coronavirus. El Comité, competente para asesorar al Director General según establece el artículo 12 del RSI, consideró en ese momento, con diferentes puntos de vista entre sus miembros, que el evento no constituía una emergencia de salud pública de importancia internacional. En la reunión del Comité se reconoció que China había hecho esfuerzos para investigar y contener el brote epidémico -que, en aquel momento, sólo tenía 557 casos confirmados en China y algunos más exportados a Corea, Japón, Tailandia y Singapur- y que era demasiado pronto para declarar una ESPII.
• Una vez declarada la ESPII, la OMS formuló, de conformidad con el
RSI y con el consejo del Comité de Emergencias, recomendaciones provisionales en las que, aunque se sugería prudencia, se desaconsejaba la aplicación de restricciones a los viajes o al comercio, sobre la base de la información disponible en ese momento. Algo que refuerza el planteamiento ya indicado -y que está recogido en el artículo 2 del RSI- de que tan importante es la respuesta de salud pública para prevenir, proteger y controlar la propagación de una enfermedad como evitar interferencias en el tráfico y en el comercio internacional. • Aunque con la declaración de una ESPII se aceleraron los esfuerzos por contener el brote, la situación siguió evolucionando rápidamente y el 11 de marzo de 2020 el Director General caracterizó el brote de la COVID-19 como una pandemia (aquí). En este marco, la OMS lanzó una intensa actividad operacional, liderando los esfuerzos del conjunto del sistema de las Naciones Unidas, y aportando, asimismo, asistencia técnica y análisis e información epidemiológica de calidad, con continuas y revisadas recomendaciones sanitarias. Pese a la competencia técnica de la OMS, el carácter desconocido del nuevo virus ha implicado ciertamente, en más de una ocasión, mensajes confusos y contradictorios (por ejemplo, sobre el uso de las mascarillas o sobre la utilidad preventiva de la hidroxicloroquina).
• “La actuación de la OMS en estos meses de alerta sanitaria se ha
movido en el marco de los parámetros establecidos por el RSI, que quizá sean insuficientes.” • En cualquier caso, conviene señalar, a mi juicio, dos consideraciones fundamentales. La primera es que en ningún caso se trata de una encuesta sobre la actuación de China, ya que la Resolución establece que esta evaluación imparcial deberá abordar, “en particular, i) la eficacia de los mecanismos con que cuenta la OMS; ii) el funcionamiento del Reglamento Sanitario Internacional (2005) y la situación de la aplicación de las recomendaciones pertinentes de los anteriores Comités de Examen del RSI; iii) la contribución de la OMS a los esfuerzos del conjunto de las Naciones Unidas; y iv) las actuaciones de la OMS y la cronología de estas en relación con la pandemia de COVID-19”. No obstante, el amplio espectro de esta evaluación imparcial cubre también la eficacia y el debido cumplimiento del RSI, por lo que la actuación de China y de otros países podrá, quizás, ser objeto de evaluación. Pero, en todo caso, no se tratará de una exigencia de responsabilidades jurídicas por incumplimiento de las obligaciones que establece el RSI, sino, tan sólo, una evaluación -como indica la Resolución- a los efectos de “formular recomendaciones para mejorar la capacidad de prevención, preparación y respuesta ante pandemias mundiales, mediante el fortalecimiento, según proceda, del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS”.
• La segunda consideración que debe subrayarse es que no es la
primera vez que la OMS se plantea una evaluación independiente de su actuación ante una determinada emergencia sanitaria, sino que, al contrario, es algo que forma parte de la cultura de la misma Organización. En todo caso, tal como establece la Resolución, la evaluación será interna y deberá llevarse a cabo mediante “los mecanismos existentes”.
• Por último, quisiera destacar que el contexto internacional y el
enfrentamiento político que está teniendo como foco la labor de la OMS, han situado a la OMS en una auténtica encrucijada y pueden provocar una grave crisis de la Organización, en términos financieros y políticos. Quizás, cuando la crisis sanitaria esté superada y la tormenta política amaine, además de la evaluación independiente de la gestión de la emergencia sanitaria debería también reactivarse la semiparalizada reforma de la OMS, de sus programas y prioridades, así como de su gobernanza.