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UBOLMUN 2021

VI MODELO DE NACIONES UNIDAS


POSICION OFICIAL
REPUBLICA DE FILIPINAS

Delegado: Leigue Santa Rosa Luciana

Foro: OMS

Tópico B: Análisis a la Actuación de la OMS ante Covid 19

Colegio: Madre Vicenta Uboldi

Curso: 3º “B” Sec.


1) Información básica del país
Nombre oficial: República de Filipinas

Capital: Manila

Idiomas oficiales: Inglés

Forma de Gobierno: República Presidencial

Religión: Cristianismo

Superficie: 300.000 km²

Población: 108,1 millones de habitantes

PIB: 376,8 miles de millones USD (2019)

PIB per cápita: 3.485,08

USD (2019)

IDH: 0,718 (107. º)

Moneda: Peso Filipino

Límites geográficos: Limita al sudeste del continente asiático, al este con el


mar de Filipinas, al oeste con el mar de la China Meridional, y al sur con el
mar de Célebes.
2) Breve reseña histórica:

El territorio de las Filipinas fue gobernado por el Virreinato de Nueva España


desde 1565 hasta la independencia de México en 1821. Hasta entonces las islas
eran administradas desde la Ciudad de México y controladas a través del puerto
de Acapulco, en la costa novohispana del Pacífico. No fue hasta la independencia
de México cuando pasaron a ser administradas directamente por Madrid.
El 28 de abril de 1750 en Panique, obispado de Nueva Segovia, provincia de
Pangasinán recibió el bautismo don Fernando I Alimudín, titulado rey de Joló.8
Mapa de la Capitanía General de las Filipinas.
En 1785 el rey Carlos III de España crea la Real Compañía de las Filipinas
asumiendo las funciones que hasta ese momento había venido desarrollando la
Real Compañía Guipuzcoana de Caracas. Impulsada por empresarios vascos
tuvo el monopolio de la industria del comercio y sirvió para mantener una
actividad estable entre Asia y España y reforzó el papel de Filipinas en el entorno
asiático. No obstante, redujo los derechos de monopolio de las demás compañías
del imperio lo que dio lugar a problemas sobre competencias con los que
operaban con productos similares con América. Más graves fueron los conflictos
con los propios filipinos, que usaban la ruta con Acapulco para sus actividades y
con el Reino Unido, que mantenía el comercio asiático como primera potencia.
Estos problemas derivaron en una progresiva decadencia del proyecto a partir de
1794, quedando prácticamente inoperativa a finales del siglo xviii y comienzos del
XIX. Durante la regencia de María Cristina en nombre de Isabel II, la compañía
fue disuelta.
La Diputación Provincial de las Islas Filipinas fue un órgano creado en 1813 por
la Junta Superior Provincial dependiente de la Junta Suprema Central
Gubernativa de España e Indias, creada como gobierno temporal de España en
plena Guerra de la Independencia Española.
En 1814 Fernando VII reinstauraría el absolutismo, por lo que las diputaciones
provinciales quedaron abolidas hasta el pronunciamiento liberal del Rafael de
Riego de 1820, que daría lugar a su resurgimiento.
Durante el periodo español se fundaron numerosas ciudades y núcleos urbanos,
se creó mucha infraestructura, se introdujeron varios cultivos y ganados. El
comercio floreció. Los misioneros españoles cristianizaron a la mayoría de la
población y fundaron escuelas, universidades y hospitales por todas las islas.
3) Posición del país respecto a tratar:

• El 31 de diciembre de 2019, la OMS conoció por primera vez casos


de neumonía de etiología desconocida en la ciudad de Wuhan, en
la provincia china de Hubei. Como es sabido, desde entonces, el
virus se ha extendido por todo el mundo y prácticamente no hay
país o territorio que no haya sido afectado. Con la información
facilitada por las autoridades chinas y la misión de la OMS en China
que visitó Wuhan el 20 y el 21 de enero, así como con los datos y la
información disponible sobre la situación tanto en China como en
Japón, Corea y Tailandia, el Director General convocó, el
22 y el 23 de enero de 2020, un Comité de Emergencia del
Reglamento Sanitario Internacional (RSI), acerca del brote
provocado por el nuevo coronavirus. El Comité, competente para
asesorar al Director General según establece el artículo 12 del RSI,
consideró en ese momento, con diferentes puntos de vista entre
sus miembros, que el evento no constituía una emergencia de
salud pública de importancia internacional. En la reunión del
Comité se reconoció que China había hecho esfuerzos para
investigar y contener el brote epidémico -que, en aquel momento,
sólo tenía 557 casos confirmados en China y algunos más
exportados a Corea, Japón, Tailandia y Singapur- y que era
demasiado pronto para declarar una ESPII.

• Una vez declarada la ESPII, la OMS formuló, de conformidad con el


RSI y con el consejo del Comité de Emergencias, recomendaciones
provisionales en las que, aunque se sugería prudencia, se
desaconsejaba la aplicación de restricciones a los viajes o al
comercio, sobre la base de la información disponible en ese
momento. Algo que refuerza el planteamiento ya indicado -y que
está recogido en el artículo 2 del RSI- de que tan importante es la
respuesta de salud pública para prevenir, proteger y controlar la
propagación de una enfermedad como evitar interferencias en el
tráfico y en el comercio internacional.
• Aunque con la declaración de una ESPII se aceleraron los
esfuerzos por contener el brote, la situación siguió evolucionando
rápidamente y el 11 de marzo de 2020 el Director General
caracterizó el brote de la COVID-19 como una pandemia (aquí). En
este marco, la OMS lanzó una intensa actividad operacional,
liderando los esfuerzos del conjunto del sistema de las Naciones
Unidas, y aportando, asimismo, asistencia técnica y análisis e
información epidemiológica de calidad, con continuas y revisadas
recomendaciones sanitarias. Pese a la competencia técnica de la
OMS, el carácter desconocido del nuevo virus ha implicado
ciertamente, en más de una ocasión, mensajes confusos y
contradictorios (por ejemplo, sobre el uso de las mascarillas o sobre
la utilidad preventiva de la hidroxicloroquina).

• “La actuación de la OMS en estos meses de alerta sanitaria se ha


movido en el marco de los parámetros establecidos por el RSI, que
quizá sean insuficientes.”
• En cualquier caso, conviene señalar, a mi juicio, dos
consideraciones fundamentales. La primera es que en ningún caso
se trata de una encuesta sobre la actuación de China, ya que la
Resolución establece que esta evaluación imparcial deberá
abordar, “en particular, i) la eficacia de los mecanismos con que
cuenta la OMS; ii) el funcionamiento del Reglamento Sanitario
Internacional (2005) y la situación de la aplicación de las
recomendaciones pertinentes de los anteriores Comités de
Examen del RSI; iii) la contribución de la OMS a los esfuerzos
del conjunto de las Naciones Unidas; y iv) las actuaciones de la
OMS y la cronología de estas en relación con la pandemia de
COVID-19”. No obstante, el amplio espectro de esta evaluación
imparcial cubre también la eficacia y el debido cumplimiento del
RSI, por lo que la actuación de China y de otros países podrá,
quizás, ser objeto de evaluación. Pero, en todo caso, no se
tratará de una exigencia de responsabilidades jurídicas por
incumplimiento de las obligaciones que establece el RSI, sino,
tan sólo, una evaluación -como indica la Resolución- a los
efectos de “formular recomendaciones para mejorar la capacidad
de prevención, preparación y respuesta ante pandemias
mundiales, mediante el fortalecimiento, según proceda, del
Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS”.

• La segunda consideración que debe subrayarse es que no es la


primera vez que la OMS se plantea una evaluación independiente
de su actuación ante una determinada emergencia sanitaria, sino
que, al contrario, es algo que forma parte de la cultura de la
misma Organización. En todo caso, tal como establece la
Resolución, la evaluación será interna y deberá llevarse a cabo
mediante “los mecanismos existentes”.

• Por último, quisiera destacar que el contexto internacional y el


enfrentamiento político que está teniendo como foco la labor de la
OMS, han situado a la OMS en una auténtica encrucijada y
pueden provocar una grave crisis de la Organización, en términos
financieros y políticos. Quizás, cuando la crisis sanitaria esté
superada y la tormenta política amaine, además de la evaluación
independiente de la gestión de la emergencia sanitaria debería
también reactivarse la semiparalizada reforma de la OMS, de sus
programas y prioridades, así como de su gobernanza.

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