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Introducción

LA MAYORIA DE LAS PERSONAS PIENSA QUE LAS PRACTICAS RELACIONADAS CON LO


SOBRENATURAL ES ALGO DEL PASADO Y EXISTEN EN ALGUNA FORMA EN EL PRESENTE,
ESTAS SON LLEVADAS A EFECTO POR PERSONAS SIN EDUCACIÓN, CON UN BAJO
COEFICIENTE DE INTELIGENCIA.

NUESTRA SOCIEDAD ESTA ENFERMA, LA TIERRA SE ENCUENTRA EN UN PROCESO DE


EXTERMINIO, HAN DESAPARECIDO RIOS, ESPECIES SE ENCUENTRAN EN EXTINCION. EL
HOMBRE CIVILIZADO TAN SÓLO VE AL PLANETA COMO UN BOTIN DE GUERRA.

NUESTRO TIEMPO SE ENCUENTRA EN UN MOMENTO DE REGRESO HACIA PRACTICAS


OLVIDADAS, A CONOCIMIENTOS PERDIDOS; Y LA CULTURA DEL CEMENTO ESTA SIENDO
DERROTADA POR LOS VIEJOS CONSEJOS DE LA ABUELA, QUE NO ERAN MALOS NI
DEMOSTRABAN SU IGNORANCIA.

ES UN HECHO CIERTO QUE PARA LA CURACIÓN DE ENFERMEDADES, ASI COMO QUE PARA
QUE NUESTRO SISTEMA ORGANICO ALCANCE SU PLENITUD, ES NECESARIO EL USO DE
LOS PODERES DE LAS PLANTAS.

CORTAR UNA PLANTA NO ES UN ACTO MECANICO, ES CONECTARSE CON LAS


CORRIENTES DE LA VIDA, DONDE EL VERBO INTERVIENE CON TODO SU PODER. EL BAILE
Y EL CANTO RELIGIOSO, E INCLUSO SIN SERLO, TIENE LA MISIÓN DE COMUNICARSE CON
EL PODER DE LA VIDA.

SIN LUGAR A DUDAS NOS ENCONTRAMOS EN UNA EPOCA DE CONFUSIÓN, PERO POCO A
POCO SE ENCONTRARA EL CAMINO ADECUADO Y SINTETICO, Y ALLI ESTARÁ LA
TRADICIÓN.

LOS SENDEROS QUE CONDUCEN A LOS DIOSES SON MUCHOS Y VARIADOS, PERO ELLOS
EN SU INFINITA SABIDURIA NOS BRINDAN LOS MEDIOS PARA CONOCERLOS MEJOR. VAYAN
PUES ESTAS PAGIONAS, A LA LUZ PUBLICA TANTO PARA EL NEOFITO COMO PARA EL
INICIADO.

“EL QUE NO SABE MUERE, PERO NO EL QUE SABE”

OBA IQUI INDORI OTURA MUM


MAMA NGANGA CENTELLA NDOKI INDORI ODI OCHE.

LOS REINOS DE GHANA, MELLLE, SONGHAY, HAUSA, BORNU, ANGOLA, CONGO, GABO,
DAHOMEY, FUERON REINOS RICOS Y PODEROSOS QUE LLEGARON A CONTAR CON MAS
DE 200.000 GUERREROS ARMADOS. LOS YORUBA FUERON LOS QUE MAS CERCA DE LAS
COSTAS ESTABLECIERON SUS PUEBLOS, LEJOS ESTABAN DE IMAGINAR QUE AL FUNDAR
SU PAIS TAN CERCA, UN DIA ESTARIAN SUJETOS A LA ESCLAVITUD, POR MEDIO DEL
HOMBRE BLANCO.

CONOCIAN EL ORO, LA PLATA, EL COBRE, EL HIERRO, UTILZANDO ESTOS UTENSILIOS EN


ARMAS, APEROS DE LABRANZA, ADORNOS, DISTINTOS UTENSILIOS. ESTOS PUEBLOS QUE
HAN SIDO ACUSADOS INCONTABLES VECES DE ANDAR DESNUDOS (LOS NIÑOS, SI PERO
HASTA LOS 10 AÑOS, YA QUE AFRICA TIENE UNO DE LOS PEORES CLIMAS DEL MUNDO),
TEJIAN BELLOS VESTIDOS LO MISMO PARA HOMBRES QUE PARA MUJERES.LOS
SACERDOTES VISTEN TODO DE BLANCO CON SOMBRERO DE PAJA, LOS COLLARES
SIMBOLICOS DE SU SACERDOCIO Y ZAPATOS DE PIEL TEÑIDOS DE BLANCO.

TENIAN UNA ENSEÑANZA SACERDOTAL, QUE DURABA DIEZ AÑOS. SE REUNIAN EN


GRUPOS SECRETOS DE ENSEÑANZA E INICIACIÓN. EN CUBA AUN QUEDAN ESTOS

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GRUPOS, ABAKUA, SOCIEDAD ORUN, O TODOS AQUELLOS SACERDOTES QUE TENIENDO
UN SECRETO QUE LES DA UN PODER SOLAMENTE PUEDEN COMENTARLO CON INICIADOS
DE SU MISMO ORDEN, OZAINISTAS, REGLAS DE PALO (KIMBISA, VRILLUMBA,
CHAMALONGO, ETC).

APARTE DEL SECRETO QUE MANTIENEN EN SUS REUNIONES, SEÑAS Y SIMBOLOS DE


IDENTIFICACION, TODOS SE CONOCEN.

PERO LA SOCIEDAD AFRICANA, ES MUY MATRIARCAL, Y LAS MUJERES TIENEN TAMBIÉN


SUS SOCIEDADES SECRETAS.

HAY DOS FORMAS DE RELIGIOSOS: EL SACERDOTE Y EL HECHICERO.

CLARO ESTA QUE LOS SACERDOTES DE ESTOS CULTOS PUEDEN MATAR Y CURAR, TODO
DEPENDE DE LA ETICA QUE LES RIJA.

AL NACER UN NIÑO, LO PRIMERO QUE HACIAN LOS PADRES ERA LLAMAR AL BABALOCHA
O SACERDOTE PARA QUE ESTE DETERMINARA A TRAVES DE LOS ESPIRITUS CON UN
REGISTRO, SI EL RECIEN NACIDO ESTABA MARCADO PARA EJERCER EL SACERDOCIO. EL
REGISTRO SE CELEBRABA EN CASA DE LOS PADRES, QUE DEPOSITABAN AL NIÑO
DELANTE DE LOS FETICHES DE PODER, LO TUMBABAN EN UNA ESTERILLA, SU CUERPO LO
CUBRIAN DE MANTECA DE COROJO.

EL PADRE SALIA DE SU CASA Y DISPARANDO UNA FLECHA ADORNADA DE VISTOSAS


PLUMAS, NOTIFICABA AL BABALOCHA QUE SU HIJO ESTABA LISTO PARA SER VISITADO; EL
SACERDOTE, ACOMPAÑADO POR OTROS DOS, SE DIRIGIA A LA CASA, LLEVANDO CON EL,
UN TABLERO DE MADERA REDONDO, Y SUS AYUDANTES LOS CARACOLES, ARENA
SAGRADA, UN TARRITO DE VENADO, Y AVES. AL LLEGAR CON UNA MEZCLA DE AGUAS Y
PLANTAS LLAMADA OMIERO, LIMPIABAN LA PUERTA DE MALOS ESPIRITUS, CUBRIENDO LA
ENTRADA Y EL MARCO CON MANTECA DE PALAMA, LLAMANDO A LOS ESPIRITUS DE LOS
ANTEPASADOS.

TERMINADO ESTO LE MATABAN UN POLLITO A ECHU, PIDIÉNDOLES LA ENTRADA DE


TODOS LOS ESPIRITUS QUE VINIERAN AL REGISTRO. CON CUATRO PEDAZOS DE COCO SE
LE PREGUNTABA SI PODIAN DAR COMIENZO A LA CEREMONIA DE CONSULTA. CUANDO EL
ESPIRITU LES DECIA QUE SI, EMPEZABA EL REGISTRO PARA SABER QUE CAMINO TRAIA A
LA TIERRA EL NIÑO.

CUANDO LOS ESPIRITUS AFIRMABAN QUE EL NIÑO DEBIA DE SER SACERDOTE, SE


CERRABA LA CEREMONIA, Y SE VOLVIA EMPEZAR CUANDO TENIA SIETE AÑOS.

EL DIA SEÑALADO, PARA QUE LOS ILLAWOS COMENZARAN SUS ENSEÑANZAS EL PUEBLO
SALIA A VERLOS DIRIGIRSE CON SUS MEJORES ROPAS, HACIA LA CASA DE LOS
SACERDOTES, EL CAMINO ESTABA CUBIERTO DE ESTERAS, EL NOVICIO LLEVABA EN SUS
MANOS TODAS LOS JUGUETES Y OBJETOS DE SU AGRADO, DEJANDOLOS A LA ENTRADA
COMO TESTIMONIO DE SU RENUNCIA POR LO MATERIAL.

DOS SACERDOTES LE ROMPIAN LA ROPA, LE RASURABAN LA CABEZA, ESTOS SERIAN SUS


MAESTROS Y GUIAS, ACTO SEGUIDO ERA BAÑADO EN EL RIO, PUES ESE DIA NACIA DE
NUEVO, EN LA CASA DEL SACERDOTE ERA BAÑADO EN OMIERO, SALIVA DE LOS
SACERDOTES (EL PODER ESTA EN LA SALIVA), Y SANGRE DE DIVERSOS ANIMALES., Y ERA
CORTADO (RAYADO), EN DIFERENTES PARTES DE SU CUERPO, PARA QUE SU ESPIRITU
PUDIERA SALIR Y ENTRAR EN CONTACTO CON EL MUNDO DE LOS ESPIRITUS. DURANTE
LOS DIEZ AÑOS TENDRIA QUE TENER EL CUERPO CUBIERTO DE LINO BLANCO, QUE
REPRESENTABA LA PUREZA.

PASADOS DIEZ AÑOS, EL SACERDOTE YA CON TODAS LAS INICIACIONES Y TODOS LOS
PODERES, SALIA DE LA CASA CON LA CABEZA INCLINADA EN SEÑAL DE SUMISION,
SONABAN LOS TAMBORES, LA PRECESIÓN BENDECIA LOS PUEBLOS, Y LA TIERRA.

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Orígenes del pueblo Yoruba, su cultura y religión

Muchas son las versiones históricas que nos hablan de los avatares del pueblo
yoruba en la oscura y denigrante época de la esclavitud (aproximadamente entre los
siglos XVI y XIX dC), así como de las consecuencias transculturativas que este masivo
movimiento humano trajo como resultado en el llamado Nuevo Mundo, lugar por
excelencia donde iban a parar la mayoría de los esclavos africanos, y donde se
fusionaron disímiles culturas que dieron al traste con la formación de identidades
culturales autóctonas muy bien definidas, así como con la formación de importantes
sincretismos religiosos. Al respecto podemos asegurar que esta historia está bastante
bien trazada, pues son muchos los escritores que se han ocupado de hablar de ella en los
últimos decenios. Y, también podemos afirmar que el conocimiento de la misma es de
vital importancia para todos aquellos seguidores de las tradiciones religiosas Orisas en
general, pero en especial para aquellos que, de alguna u otra forma, se encuentran bajo
la influencia directa de cualquiera de los sincretismos yoruba-católicos del Nuevo Mundo.

Sin embargo, la historia que intentaremos abordar aquí es una historia muy diferente a la
mencionada en el primer párrafo. Se trata de los orígenes ancestrales de ese pueblo
yoruba que desde la antigüedad nos transmite sus inestimables valores culturales y
religiosos. Pero trazar esos orígenes con exactitud, determinar períodos y lugares
históricos, la génesis de ese misterioso pueblo, resulta una tarea muy complicada por el
momento. Al respecto el investigador Michael Crowder afirmaba que “mientras la
arqueología de Nigeria siguiera en pañales, sería muy poco lo que podríamos decir
científicamente sobre el origen de los yorubas”.
En correspondencia con la falta de información científica sobre los antecedentes
históricos de esta etnia africana, su cultura y religión, nos encontramos con diferentes
hipótesis que intentan explicar su génesis. Así nos encontramos con diversas teorías que
coinciden en que los yorubas eran inmigrantes que en tiempos remotos llegaron a tierras
del Africa Occidental procedentes de tierras lejanas del este o del noroeste. Los países
elegidos por algunos investigadores como el lugar de procedencia de los yorubas son
algunos de Asia, Egipto y el Sudan.

Según el sultán Bello de Sokoto los yorubas son descendientes de los remanentes de los
hijos de Canaan, que eran de la tribu de Nimrod, y la causa de su establecimiento en el
oeste de Africa fue como consecuencia de haber sido conducidos por Yaa-rooba, hijo de
Kahtan, fuera de Arabia hacia las costas del oeste entre Egipto y Abisinia.
Según la misma fuente, desde ese lugar ellos avanzaron hacia el interior de Africa, hasta
que alcanzaron Yarba, lugar donde fijaron su primera residencia. Dicen que en su camino
ellos dejaron, en cada lugar que paraban, una tribu de su propio pueblo. De esta manera
se supone que todas las tribus de Sudan, que habitan en las montañas, son
descendientes de ellos, como también lo son los habitantes de Ya-ory. Sin embargo, para
algunos esta hipótesis no se sustenta porque ni tan siquiera puede soportar un test
histórico ni lingüístico.

A pesar del fantástico carácter de la opinión del sultán Bello, en general su declaración de
que los yorubas descienden de los remanentes de los hijos de Canaan, que eran de la
tribu de Nimrod, demanda una más profunda consideración. La investigadora Miss Mary
Kingsley ha discutido tal declaración, y ha alegado evidencia conduciendo a la probable
conclusión de que los Benins (y consecuentemente todos los yorubas), eran hijos de
Canaan.

El Dr. Farrow también ha recogido interesantes hechos sobre las tradiciones, mitos,
costumbres, idiomas y sacrificios de los yorubas que muestran distintas huellas
Semíticas. Comentando estos hechos dice: “aunque ellos no necesariamente presentan
ningún rastro de origen Semítico, todo parece indicar que los hebreos Semíticos y los
yorubas negros pertenecen a ramas que en el mismo primer período estaban unidas en
un tronco común”.

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Sir A. C. Burns, refiriéndose al profesor Leo Frobenius, el explorador alemán de Africa,
dice que: “es probable que los yorubas no fueran originalmente de sangre negra”. Esto
sugiere que los yorubas estaban en un tiempo en Asia, y que ésta puede ser considerada
su patria original. Y, la probabilidad se fortalece más por el hecho de que el nombre de
Nimrod, corrompido por la lengua yoruba hasta “Lamurudu”, figura destacadamente en la
mitología yoruba.

Otros consideran a Caldea como la patria original de los yorubas, poniendo énfasis en
ciertas similitudes idiomáticas y costumbres entre hebreos y yorubas, y por ello sugieren
de una manera indirecta que éstos también pudieran ser de origen palestino. Otras
aseveraciones hablan también de que la patria original de los yorubas estaba en el
territorio situado entre el Eúfrates y el Tigris.

Pero, mientras es dudosa la teoría de que el origen asiático sea correcto, no puede haber
duda de que los yorubas estaban en Africa desde una época muy temprana. Una cadena
de evidencias lleva a la conclusión que ellos tienen que haberse establecido durante
muchos años en aquella parte del continente conocido como el Antiguo Egipto. Y, los
hechos que llevan a esta conclusión pueden ser agrupados bajo los siguientes
antecedentes de irrefutable valor:

A.- Similitud de lenguas entre egipcios y yorubas.


B.- Similitud de creencias religiosas.
C.- Similitud de ideas y prácticas religiosas.
D.- Supervivencia de costumbres, de nombres de personas, lugares, objetos,
etc.
Como hemos visto, son múltiples las versiones que le atribuyen a los yorubas un origen
árabe, partiendo de ciertas semejanzas con los egipcios en cuanto a la lengua, la religión,
algunas tradiciones, el arte y otros elementos de la cultura, además del carácter de las
ideas de gobierno.

Al respecto el investigador inglés P. Amaury Talbot, en su libro “The Peoples of Southern


Nigeria”, describe la existencia de dos oleadas principales de emigrantes yorubas hacia
Ilé-Ifé. La primera arribó al sur de Nigeria en el segundo milenio aC., Y según él, pudo
haber sido debido a movimientos tribales que tuvieron lugar por la conquista egipcia de
Arabia. Una rama de los yoruba, actualmente llamada Igara, se movió al sudeste hacia la
confluencia del Níger y Benue; pero el grupo principal fue a parar a Ilé-Ifé.

Talbot sigue señalando que la segunda emigración oyó-yoruba, de raza negra, llegó a Ilé-
Ifé entre el 600 y el 1000 dC. , Procedente del este y que trajeron entre otros utensilios el
conocimiento del trabajo en bronce. Al parecer esta segunda ola trajo consigo un
desarrollo cultural que dio lugar a las familias gobernantes entre los yorubas. Es el
período de Oduduwa, a quien Talbot califica de “líder capaz, cuya personalidad fue tal
que le permitió conquistar el pueblo Igbo, por aquel entonces habitante de Ilé-Ifé,
afirmando que de esta forma se establece la primera dinastía yoruba”.

Esta última teoría coincide con la del investigador Basil Davidson el cual refiere que es
muy posible que en el siglo VI dC., un grupo de emigrantes de la destruida civilización
Meroita haya arribado al territorio de Nigeria. Dichos emigrantes, muy posiblemente
arribaron a territorio yoruba a través del Sudan desde el Nilo medio al Níger medio. La
civilización de Meroe, localizada al sur de Egipto estaba muy influenciada por la cultura
de dicha civilización y se ha establecido arqueológicamente que la mayoría de los
atributos de la religión egipcia están presentes también en la religión yoruba. La religión
egipcia se cree que contenía elementos revelados por seres superiores a los iniciados de
Egipto (Pauwels & Bergier, 1968.)

Basil Davidson escribe: “Los pueblos migratorios probablemente utilizaban esta ruta (la
del Nilo medio y el medio Níger), desde tiempos inmemoriales... hace dos mil años o más.
El clima y la vegetación debieron de ser más suaves y acogedores para los viajeros

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transafricanos que en la actualidad. Y, llegaron por este camino desde el principio de los
tiempos; y sus creencias y sus inventos llegaron con ellos”.

Paralelamente a la fuerte teoría del origen egipcio de los yorubas (a nuestro parecer la
más sólida y probada de todas), existen otras hipótesis entre las cuales citamos la de M.
Omoleya, quien asevera que como resultado de investigaciones arqueológicas llevadas a
cabo en territorios de Nigeria, se deduce que la región fue habitada hace más de
cuarenta mil años, o incluso, desde 65000 años aC. Lo cual proyecta mucho nuestra
imaginación. A esta civilización se la ha considerado, en parte, la cultura No. Y, se
asegura que esta cultura fue visitada por los yorubas, entre el 2000 y el 500 aC. También
se especula que el grupo estaba dirigido por el rey Oduduwa, quien se asentó de un
modo relativamente pacífico en la ya establecida Ilé-Ifé, la ciudad sagrada de los yorubas.
A este período se le conoce como la Edad del Bronce.

Otras teorías sobre el origen de los yorubas pueden ser citadas como por ejemplo la del
profesor Babatunde A. Agire, quien sustenta la hipótesis de que el hombre yoruba vivió
en algunas partes de Yorubaland, desde el final del período de la Edad de Piedra, y para
ello se apoya en los estudios hechos en los restos de un esqueleto humano y artefactos
encontrados en Iwo Ileru.

Esto muestra que la zona fue habitada de manera permanente desde el 8000 aC. hasta
el 500 dC.

Las teorías que sitúan a los yorubas en Yorubaland o en territorios de Nigeria en épocas
tan remotas (¡hasta 65000 años aC!.), temerosamente intentan responder a aquellas
interrogantes que muchos egiptólogos se hacen, las cuales son relativas a los orígenes de
los propios egipcios. Cómo se puede observar, quienes enfocan el tema yoruba desde
este ángulo que pudiéramos llamar “prehistórico”, insinúan claramente que, ¡los propios
egipcios pudieran haber sido descendientes de los yorubas!.

Lo analizado anteriormente se refiere estrictamente a la vinculación histórica mirada


desde un ángulo puramente científico-especulativo, desvinculado totalmente de las
evidencias mitológicas. Si nos guiásemos por estas últimas tendríamos muchas versiones
más sobre la génesis del pueblo que nos ocupa. Sin embargo, por considerar este tipo de
evidencias “demasiado subjetivas”, hemos preferido no abordarlas por el momento en el
presente trabajo. Para concluir esta primera parte sobre la génesis yoruba nosotros
preferimos volver sobre lo que a partir de ahora denominaremos “la conexión egipcia”,
porque defendemos íntegramente la teoría que habla del origen egipcio del pueblo, la
cultura y la religión del legendario pueblo africano objeto del presente estudio.

Por último, a continuación ofrecemos una relación de nombres de Orisas yorubas y sus
deidades egipcias equivalentes, procedente de estudios realizados por J. Olumide Lucas,
con lo cual podrá apreciarse claramente la estrecha vinculación existente entre ambos
sistemas religiosos.

• Oranyan, se relaciona con Ra.


• Orisa Beku, se relaciona con Horus Bakhu.
• Aje Saluga, se relaciona con Salug.
• Olorun, se relaciona con Oni-Orun (Horu), Sr. Del cielo, título de Osiris.
• Osun, relacionado con Osi, derivado de Shu y Osiris.
• Osu, relacionado con la diosa de la luna Khonsu.
• Olodumare, relacionado con Almighty, o Du, la montaña más alta, exaltando al
personaje.
• Esu, relacionado con Shu o Set.
• Obalufon, relacionado con Tifón, Tuphon.
• Orisa, relacionado con Horus-Set.
• Elegbara, relacionado con Khepera.
• Bara, relacionado con Ra.
• Amunibuwa, relacionado con Amon.

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• Oke, relacionado con Horus-Bakhu, el dios de la montaña.
• Sugudo, relacionado con Shu, Khu, y Du.
• Ifá, relacionado con Nefer, Openifa.
• Orungan, relacionado con Horu.
• Orunmila, relacionado con Hrum-la.
• Odi, relacionado con Ot y Od.
• Obatalá, relacionado con Khnum.
• Oduduwa, relacionado con Du, Duat y Mut.
• Yemoja, relacionado con una deidad del Nilo.
• Olokun, relacionado con Okun, derivación de Khu.
• Olosa, relacionado con Sa.
• Ogun, relacionado con Khu.
• Osun, relacionado con Shu.
• Sopono, relacionado con Shu, Sut, Puanit y Punt.
• Jakuta, relacionado con Khu y Ptah.
• Osumare, derivado de la deidad egipcia Shu.
• Orisa Oko, relacionado con Osiris y Min.
• Oro, relacionado con Orion.
• Ita, relacionado con Neter.
• Eluku, relacionado con Khu.
• Agemon, relacionado con Geb-Amon.
• Egungun, relacionado con Khu.
• Gelede, relacionado con Geb.
• Ibeji, relacionados con unas deidades gemelas egipcias.
• Olori Merin, relacionado con la Cuatro Deidades Elementales Egipcias.
• Osain, relacionado con Sahu.

Los yoruba

En la región forestal de la franja costera que se extiende entre el Volta y Camerún


se asentaron alrededor del siglo V de nuestra era comunidades rurales que dominaban la
técnica del hierro y organizaron una economía agrícola y formas de vida avanzadas y
estables. Entre las más importantes estaban las comunidades yoruba, cuyo grupo central,
localizado en las regiones de Ife, Ilesha y Ekiti, parece ser el establecimiento más antiguo.
Un movimiento de dispersión protagonizado por los grupos que impusieron su supremacía
económica, política y cultural sobre los territorios ocupados por comunidades más débiles
condujo, probablemente en el siglo XIII (dC.), a la formación de los reinos yoruba. Debe
resaltarse que la noción de ‘reino’ asociada a las sociedades africanas de tipo tradicional
dista de la acepción occidental con que se designa, por ejemplo, al “reino de Luis XIV”.

Reinos o estados

Los reinos yoruba, constituidos en los territorios habitados por las comunidades de
esa etnia -al sur de la actual Nigeria-, deben a ello su homogeneidad lingüística y cultural
y el reconocimiento de sus antepasados fundadores. El esplendor alcanzado por dos de
los reinos, Ife y Oyo, se extendió a las tradiciones de los demás reinos y nubló sus propios
orígenes.

Hay una cosmogonía basada en el mito de Ife que ubica en la ciudad de Ile-Ife la creación
de la Tierra y otra que se levanta sobre el mito de Oyo y atribuye a una migración
proveniente del este los orígenes yoruba. Lo cierto es que la vida de estos reinos
promovió la difusión de instituciones y prácticas entre sus poblaciones y que la ejecución
satisfactoria de complejas funciones -agricultura extensiva, comercio de largas distancias,
sistemas de tributación, expansión militar, políticas ciudadanas- fue posible por la
existencia de estados bien provistos y debidamente organizados

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Aunque cada rey aspiraba a dejar a su sucesor un reino más extenso, una política
tolerante favorecía un clima de intercambio del cual salían culturalmente enriquecidas las
comunidades vencedoras y las asimiladas. Dicho intercambio explica, finalmente, la
heterogeneidad que se aprecia en la civilización yoruba. Una cultura cuya unidad se
realiza a través de la diferencia.

Vida económica

Los estados yoruba tenían por lo general dimensiones modestas. A veces


abarcaban una sola ciudad y sus aldeas vecinas. Es una excepción el reino de Oyo, que
se extendió a vastos territorios y adquirió status imperial en el siglo XVII.

Lo común era una población agrupada en asentamientos compactos en torno a la


casa de los reyes y mayores en un área rodeada por una muralla que fijaba sus límites.
Tenían recursos provenientes de la agricultura, de cierta actividad extractiva y de la
artesanía. Concurrían a mercados locales organizados en días alternos para contrarrestar
la competencia entre mercados vecinos. Pero artículos de lujo (oro que fluía a las cortes
en forma de tributo, marfil, piezas artísticas, nueces, y otros) eran el objeto principal de
un comercio de largas distancias, establecido, por ejemplo, con los estados haussa, de las
zonas orientales, cuyos beneficiarios directos eran los estratos más ricos -los reyes y sus
cortes, funcionarios, comerciantes y profesionales-. En las comunidades más
desarrolladas había esclavos -a causa de crímenes y deudas- que trabajaban como
servidores domésticos o como peones agrícolas en las tierras comunales.

Entre los yoruba de las sociedades tradicionales no se practicó el comercio de esclavos.


Sin embargo, la historiografía da cuenta de la existencia de un comercio de esclavos que
probablemente se inició en el siglo XV bajo el gobierno de los reyes de Benín en los
tiempos en que este reino había devenido un estado poderoso y expansionista.

La cosmovisión

Un antiguo mito, que revela cómo se transponen al tiempo mítico las


determinaciones del tiempo histórico, supone que de Ife, ciudad sagrada, se dispersaron
los nietos de Oduduwa -fundador legendario- y que sus nombres dieron a su vez nombre
y origen a la primera generación de estados yoruba: Owu, Ketu, Benín, Illa, Sabe, Popo y
Oyo.

La cosmogonía yoruba se basa en la idea de una entidad superior, integrada por tres
divinidades, Olofi, Oloddumare y Olorun. La primera de ellas creó el mundo, que
inicialmente sólo estaba poblado por orixás o santos.

Posteriormente repartió su poder (“aché”) entre los santos (“orixás”), que en adelante
son los encargados de intervenir en los asuntos humanos y de abogar por los hombres
ante Olofi gracias a la mediación del juez supremo o mensajero principal, Obatalá.

Como en la mayoría de las lenguas del Africa Negra, “el poder” se expresa entre los
yoruba mediante una palabra -aché-que significa “la fuerza”, no en el sentido de violencia
sino en el de energía vital que engendra una polivalencia de fuerzas y determina desde la
integridad física y moral hasta la suerte.

En todas las creaciones culturales del conjunto de sus pueblos está contenida la
cosmovisión yoruba. Propia de sociedades donde toda acción es realizada, interpretada y
vivida como parte de un todo ontológico orgánico -y no precisamente religioso-, esta
cosmología encierra la idea de que el orden de las fuerzas cósmicas puede ser
perturbado por acciones inmorales cuyo efecto es desequilibrante y perjudicial para la
humanidad, para la naturaleza y para sus autores.

La unidad entre naturaleza y ética constituye en estas culturas una determinación


cósmica y consiguientemente un principio para el ejercicio del poder, una condición de su

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aplicación benéfica. Los cuentos tradicionales de la cultura yoruba entrañan
generalmente el castigo para los gobernantes despóticos y para los irreverentes con las
fuerzas de la naturaleza.

Vida comunitaria

La noción de fuerza está presente además en el ideal que anima la vida de la


comunidad y asimismo, la de cada uno de sus individuos: “Defenderse de toda
disminución de su ser, acrecentar su salud, su forma física, la dimensión de sus campos,
la magnitud de sus rebaños, el número de sus hijos, de sus mujeres, de sus aldeas” (Ki-
Zerbo, 1979).

La comunidad tenía mucho valor en las culturas tradicionales yoruba. Determinaba su


concepción de la historia -identificada con la vida del grupo en continuo cambio- y del
tiempo -concebido como el tiempo social, vivido por el grupo, que trasciende el tiempo de
la persona y que es, a la vez, la dimensión donde el hombre puede y debe entablar
incesantemente su lucha contra la decadencia y por el enriquecimiento de su energía
vital.

Los yoruba pensaban que a lo largo de la historia vivida por el grupo se acumulaba un
aché que se encarnaba en objetos. En calidad de atributos de los orixás, estos objetos se
trasmitían desde los ancestros a las comunidades sucesivas a través de sus patriarcas o
reyes, intermediarios entre el mundo trascendental y el mundo visible.

Aunque estaban encabezadas por reyes, las comunidades eran dirigidas por consejos de
gobierno en los cuales entraban hombres de diversa condición y donde los ancianos
gozaban de una dignidad merecida. Las yoruba, como la mayoría de las comunidades
tradicionales africanas, eran sociedades de opinión pública, en las cuales la conducta de
las autoridades era vigilada, espiada, y las violaciones de los principios que regían la vida
comunitaria se denunciaban siempre mediante críticas y rumores verbales persistentes,
tan agobiantes que, a la larga, su autor se encontraba en la obligación de explicarse o
dimitir.

No debe olvidarse el lugar de las mujeres, cuya autoridad era manifiesta en los límites de
la comunidad.

El arte yoruba

El arte de las comunidades yoruba más antiguas se distinguió por sus creaciones
escultóricas, alfareras y ceramistas.

Sobresalen los bajorrelieves, las tallas en madera, y las máscaras y cabezas humanas
creadas con la técnica del “moldeado a la cera perdida”, celosamente conservada como
herencia divina.

Sin embargo, el lugar preponderante en el arte yoruba lo tiene la música. Aunque como
forma de arte tiene una significación autónoma y profana, la música está
indisolublemente unida a los cultos religiosos y a la liturgia yoruba.

Lo más característico es el predominio de los tambores y especialmente la presencia de


los tambores “batá” (familia), una creación exclusiva del pueblo yoruba. Es una orquesta
de tres tambores -“Iyá” (madre), “Itótele” y “Okóngolo”- percutidos a la vez por tres
tamboreros. Para los yoruba “los batás hablan lengua” y cada uno de sus toques
-sagrados (toques de batá) o no (toques de bembé)- se inspiran en leyendas atribuidas a
los orixás.

A la música de los batá se unen coros y danzas litúrgicas. Los coros secundan a los
tambores y las danzas son ejecutadas por bailadores que imitan las fuerzas naturales y
los poderes atribuidos a los orixás.

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La integridad sonora y sinfónica de los batá (sonoridad vegetal, por la madera de los
tambores; animal, por los cueros con que se sujetan y afinan; mineral, por el conjunto de
cascabeles y campanillas), unida a las voces humanas, obedece a un criterio mágico por
medio del cual los yoruba evocaban la integridad de las potencias cósmicas.

La religión

La religión de las sociedades yorubas tradicionales se caracteriza por el culto a un


dios superior y a un conjunto de divinidades intermedias, cuya intervención y voluntad
rige la vida humana.

Los orixás fueron ancestros que en vida acumularon un poder y un saber sobre las
fuerzas naturales y humanas en virtud del cual transitaron un día de la condición de
hombres a la de dioses. Cada uno personifica ciertas fuerzas de la naturaleza y se asocia
a un culto que obliga a los creyentes a ofrecer alimentos, sacrificios y oraciones para
aplacar sus iras y atraerse sus favores.

La religión yoruba está ligada a la noción de familia en el sentido de que cada culto
engendra una hermandad religiosa que se deriva justamente del orixá o antepasado
común, la cual abarca a los vivos y a los muertos y supera los vínculos de sangre.

Los dioses yoruba recuerdan a los del panteón helénico. Pero aquéllos, en la liturgia, se
posesionan de los fieles. En estado de posesión, el dios baila con sus adoradores en
complaciente camaradería y a veces habla, adivina, aconseja y profetiza. Entre los más
conocidos orixás se cuentan Eleggua -el dios que abre el camino y que en las casas de
Africa se coloca detrás de las puertas-; Oggún -inventor de la fragua, dios de los
minerales y las montañas-; Oxosi -dios de la caza-; Xangó -el Marte de los yoruba, dios
del fuego y de la guerra-; Oxún -la diosa del agua dulce, del amor y de toda dulzura-;
Iemanyá -la reina del mar- ...

La trata de esclavos originó, a partir del siglo XVI, una migración forzosa hacia las
Américas de las poblaciones africanas y de sus culturas. Un complejo de formas de
pensamiento y de civilización de origen yoruba se desarrolló en Brasil, en Cuba y en otros
pueblos de las Antillas.

La Religión yoruba

Los yorubas varían perceptiblemente a partir de una región a otra; la misma


deidad puede ser masculino en una aldea y hembra en otra, o las características de dos
dioses se pueden incorporar a una sola deidad en una región vecina. Estas variaciones se
presentaron inevitablemente debido a que toda la mitología en su tiempo fue oral, y si a
ello agregamos la incorporación de las diferentes religiones (cristianismo y Islam)
llegadas del exterior, llegaremos a entender que es muy difícil de hecho él llegar a
comprender la fe del YORUBA. Las religiones, sin embargo, comparten una estructura
similar, descrita por E. Bolaji Idowu como " MONOTEISMO DIFUNDIDO "; un solo creador-
dios omnipotente gobierna el universo, junto con vario cientos dioses situados a un nivel
inferior, teniendo cada uno un dominio específico en la vida del YORUBA y como ejemplo
lo que se detalla a continuación:

Shango, ocupa una posición importante en el panteón de la tribu Yoruba, aunque él lleva
a cabo una posición menos importante en tribus vecinas. Shango (Sango y Sagoe también
deletreados) se cree crea el trueno, el relámpago y el rayo, este último donde deja huella
los sacerdotes, buscan en los alrededores las piedras que el rayo deforma. El Yoruba cree
que estas piedras tienen poderes especiales, y dichas piedras son utilizadas en los
templos dedicados a él. Para el YORUBA Shango tiene cuatro esposas, cada una
personificada por un río nigeriano importante; el río Níger representa a su principal
esposa, Oya.

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Un mito sobre Shango dice que cuando él era humano y gobernaba como el cuarto rey
del antiguo Reino Yoruba de Oyo, mató inadvertidamente a su familia entera ( con un
rayo) y el remordimiento le hizo suicidarse, convirtiéndose tras su muerte en deidad. Es
por esto aunque es considerada deidad el Yoruba no lo considera el dios de más gran
alcance o más importante; Se dice que Shangó es adorado para salvaguardar los pueblos
de los tornados que frecuentemente asolan el África occidental. Curiosamente, en la
adoración del pueblo Yoruba a Olorun (" el propietario del cielo ") u Olodumare (" el
Todopoderoso "), entre muchos otros nombres. Contrariamente a lo que se piensa; así
como Shango tiene numerosos templos construidos, al igual que se le hacen numerosos
sacrificios y tiene un sinfín de sacerdotes; Olorun no tiene un solo templo dedicado a él, y
el Yoruba nunca le hace sacrificios, y él no tiene ningún sacerdote. Olorun desempeña el
mismo papel que tiene el DIOS de los cristianos y el dios del Islam -- Olorun representa
para el YORUBA " el creador de todas las cosas, el Todopoderoso, el donante de la vida y
de la respiración y del juicio final de la humanidad ", pero aún a pesar de esto el Yoruba
no hace caso al parecer de él en sus vidas cotidianas. Una teoría explica que quizás
Olorun apareció y se convirtió para los YORUBAS en el Creador, El Todopoderoso por la
influencia de los misioneros islámicos o cristianos, como simulacro de los dioses de esas
religiones ( al igual que lo existente en la SANTERIA). Esto encuentra argumento en el
concepto de un dios todopoderoso sobre el cual no pueden relacionar con su realidad
cotidiana.

Algunas leyendas Yorubas hablan, de Orishala (Obatala, Orisa-nla) y de su esposa


Odudua, como deidades que crea el supremo, independientes estas de Olorun el
todopoderoso. Una leyenda tiene a Olorun como creador del mundo y este deja después
a Obatala y a Odudua para que se encarguen de los detalles finales; otros intérpretes han
considerado que Olorun y Obatala son uno e igual a la vez. Obatala es la deidad escultora
del ser humano, mientras Olorun, sin embargo, se reserva el derecho de dar la vida a los
cuerpos que Obatala. En algunos lugares, Obatala también gobierna sobre las demás
deidades, o dioses de menor importancia, como rey, aunque subordinado a Olorun. El
número existente de deidades Yorubas se cree existen 401; en verdad, hay más que
éstos. La complejidad de su cosmología ha conducido a eruditos occidentales a
compararlos a los Griegos antiguos y a su panteón impresionante. Las deidades Yorubas
se conocen como orishas, y el dios alto es Olorun. El Yoruba cree que cuando mueren se
incorporan el reino de los antepasados donde todavía pueden tener influencia en la
tierra. Otros orishas importantes incluyen Eshu, Ogun, el dios del hierro y de la tecnología
moderna Entre estas deidades el YORUBA ve al orisha Ogun entre los más importantes.

El dios de la guerra, de la caza, Ogun sirve como el patrón de herreros, de guerreros, y de


todos que utilicen el metal en sus ocupaciones. Él también preside repartos y contratos;
de hecho, en las cortes Yorubas, los devotos juran para decir la verdad besando un
machete sagrado a Ogun. El Yoruba considera a Ogun temible y terrible en su venganza;
Creen que si uno rompe un pacto hecho ante él, las circunstancias de este acto se verán
rápidamente en contra de quien rompió dicho pacto. Una leyenda que ilustra la
importancia de Ogun dice del orisha que intento construir un camino a través de la densa
selva; Ogun era el único con los instrumentos apropiados para la tarea y fue así que se
ganó el ser deidad. Él, sin embargo, no cuidó esa posición, y fue a Obatala quien se le
consideró el derecho de ser la deidad más importante. Algunas regiones combinan Ogun
con Eshu. Eshu, o Legba como también lo conocen, ha sido identificado equivocadamente
por los europeos con el diablo en el pasado. El panteón Yoruba, sin embargo, no tiene
ningún dios malvado. Un mito que trata de Eshu nos habla de que él también sirve como
el guardián de las casas y de las aldeas. Cuando es adorado en esta forma-posición
tutelar, sus seguidores lo llaman bizcocho borracho (" padre "). Shokpona, el dios de la
viruela, en su momento un dios importante en las plagas de la viruela que fueron
transmitidas por varias guerras entre tribus; el Yoruba también culpó a la cólera de
Shokpona de ser el causante de las altas temperaturas, las ebulliciones, y otras
enfermedades que se asemejan a síntomas de la viruela. Shokpona era tan temido para
los Yorubasa que temían decir su nombre; utilizaron en su lugar otros nombres tales
como Elegbana (" tierra caliente ") y A-soro-pelerum (" un nombre que no es propicio
decir durante la estación seca "). Los sacerdotes de Shokpona tuvieron un poder
inmenso; se creía que podían traer la plaga a sus enemigos, y de hecho los sacerdotes

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crearon una poción de los tapajuntas pulverizadas y de la piel seca de los que murieron
de viruela. Verterían la poción en la casa o una aldea vecina de un enemigo para
propagar la enfermedad. Algunos dioses, tales como Olokun, aparecen solamente en
ciertas regiones. Olokun (" propietario del mar "), alternativamente un dios o una diosa;
una leyenda popular dice de Olokun que intenta conquistar la tierra por medio de una
gran inundación. La adoración de Olokun la encontramos en las regiones costeras
meridionales.

.
Esclavitud

CUANDO LOS CONQUISTADORES, EMPEZARON A LLEVAR A LOS ORGULLOSOS AFRICANOS


PARA CUBA, REPUBLICA DOMINICANA, HAITI, BRASIL Y OTRAS ZONAS, AL PRODRUCIRSE
ESTA GRAN INMIGRACION DE HOMBRES QUE EN SU PAIS DE ORIGEN, HABIAN SIDO
MEDICOS, REYES, SACERDOTES, Y LIBRES SOBRE TODO, SE VIERON DE LA NOCHE A LA
MAÑANA, REDUCIDOS A LA PEOR FORMA DE EXISTENCIA QUE UN SER HUMANO PUEDA
CONOCER LA ESCLAVITUD, SEPARADOS DE SUS SERES QUERIDOS, EN UNA TIERRA
EXTRAÑA, TRATADOS PEOR QUE ANIMALES.PERO EN ESTOS “CARGAMENTOS”, VINIERON
MUCHOS SACERDOTES QUE COMPRENDIENDO LA NECESIDAD DE PRESEVAR SUS
CONOCIMIENTOS Y SU FE, COMO MEDIO DE DARLES FUERZA MORAL PARA SOBREVIVIR,
OPTARON POR UNIR A TODAS LAS TRIBUS, Y CULTURAS EN UNA MISMA SOCIEDAD. Y ASI
TODOS LOS AFRICANOS SE CONSIDERABAN HERMANOS.

SE SINCRETIZARON LOS CULTOS, CAMBIARON LOS NOMBRES PERO EL ESPIRITU ERA Y ES


EL MISMO.

Cuba

EN CUBA, LA RELIGIÓN PASÓ A DENOMINARSE SANTERIA, POR EL GRAN SINCRETISMO


ENTRE LOS ORICHAS, PODEROSOS DIOSES AFRICANOS CON EL PANTEON CATOLICO.

TIENE GRAN INFLUENCIA YORUBA Y BANTU.

CONVIVEN LA REGLA DE OCHA, LA REGLA DE PALO MONTE MAYOMBE (SUBDIVIDIDA EN


VRILLUMBA, MAYOMBYE, SANTO CRISTA DEL BUEN VIAJE, GUINDAVELA, ETC.), ÑAÑIGOS,
SOCIEDAD ORUN, OZAINISTAS, ETC.

DENTRO DE LOS MÁS PODEROSOS EN LA RELIGIÓN ESTAN LOS BABALAWOS, SUMOS


SACERDOTES, LOS OZAINISTAS, Y LOS PALEROS.

JERARQUIA EN CUBA, EN OCHA.

1.-BABALAWO.
2.-OBA.
3.-BABALORICHA // IYALORICHA.
4.-SANTEROS.
5.-IYAWOS U OWUROS.
6.-IKOFAS //AWOFAKAS.
7.-ALEYOS.

Brasil

DENTRO DE LAS DIFERENTES LINEAS BRASILEIRAS, ADEMAS DEL ESPIRITISMO TAN


INFLUYENTE, SE ENCUENTRAN: EL CANDOMBLE, EL BATUQUE, EL CATIMBO, LA
PAGELANZA, LA UMBANDA, KIMBANDA, ETC.

COMO MÁS TEMIDOS DENTRO DE LA MAGIA BRASILEIRA SE ENCUENTRA LA KIMBANDA,


QUE CIERTA GENTE SIN NINGUN CRITERIO NI INFORMACIÓN, ASEGURA QUE SON CULTOS

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SATANICOS, Y EN AFRICA EL SATANISMO NO EXISTE COMO TAL, SI NO ECHU ESPIRITU
JUGUETÓN Y TRAVIESO.

JERARQUIA,DENTRO DEL CANDOMBLÉ

MAE DE SANTO, PAI DE SANTO


IAKADERÉ
BABALEKERÉ
EKEDÉ
OGAN DE TAMBOR
AXOGUN
DOFONA
DOFONIÑA
IABASE
MAE CRIADEIRA
EBOMINS
IAWOS
ABIANS.

Haití

ES REAL, ORIGINARIO DE AFRICA, DAHOMEY, SIGNIFICA ESPIRITU, DIOS, ENERGIA DE LOS


DIOSES.

EL VUDU HAITIANO, TIENE MEZCLAS DE LOS CONGO, Y DE LOS INDIOS ARAWAK, Y


TAMBIÉN DEL CATOLICISMO, CONTIENE TAMBIÉN MUCHOS ASPECTOS DE LA
FRANCMASONERÍA, DE LA KABALA, LA METAFISICA Y EL OCULTISMO.

EJERCIO UNA TREMENDA FUERZA, PARA QUE LOS HAITIANOS SE DECLARARAN EN


REBELDIA CONTRA SUS AMOS, Y DESDE ESE MOMENTO HA CONTINUADO,
APORTÁNDOLES ESPERANZA. ALLI LA MISERIA POSEE EL RITMO ENCANTADO DEL
MARENGUE. HASTA LOS CEMENTERIOS SON OBRAS DE ARTE.

LOS SACERDOTES DECLARARON LA GUERRA AL VUDU, HASTA QUE PAPA DOC


(DUVALIER), LA DECLARO RELIGION OFICIAL.

JERARQUIA.

HOUGAN (HOMBRE) MAMBO (MUJER)


O BOKOR (SACERDOTE VUDU) DEDICADO AL MAL
PRISE DES YEUX
HOUNSI
LAVE-TETE

El Sincretismo en la Religión Yoruba

En muchas oportunidades ha pasado que en las consultas con los oráculos


yorubas, el santero o babalawo le dice a la persona que se consulta: "Te defiende
Obatalá", y dicha persona pregunta: "¿Y quién es ese de los santos católicos?".

Esa situación es una consecuencia del sincretismo yoruba, lo cual nació en la época
esclavista cubana.

El sincretismo es consecuencia directa de la imposición de los santos católicos por parte


de la sociedad europea y se produjo por primera vez cuando los esclavos
inteligentemente aparentaron aceptar las imágenes católicas para proteger sus creencias
y hasta sus propias vidas, ya que el blanco no aceptaba su religión debido a que

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pensaban que eran cosas del demonio. Los Yorubas buscaron semejanzas entre sus
deidades milenarias y los santos de los blancos y de allí que se diga que Changó es Santa
Bárbara, Obatalá es la Virgen de las Mercedes, Elegguá es el Santo Niño de Atocha,
Ochún es la Virgen de la Caridad del Cobre, Yemayá es La Virgen de Regla, y así
sucesivamente.
Es indudable que existen ciertas semejanzas entre la religión yoruba y el catolicismo
( ese es el motivo de que de una manera errada se le llame Santería), si tomamos en
cuenta de que en las dos creencias existe un sólo Dios y una serie de santos que lo
acompañan en su misión de actuar en beneficio de nuestro mundo y nosotros los
humanos, pero manejar el concepto del sincretismo en la actualidad es totalmente
erróneo, porque desde el punto de vista histórico, cultural y físico es imposible que los
orichas sean llos mismos santos católicos.

Pongamos como ejemplo a Changó y Santa Bárbara. El primero llegó a la Tierra en los
comienzos de la Humanidad, su apariencia era totalmente africana y viril, además que
historicamente se sabe que fue el cuarto Rey del imperio de Oyó. Estas características,
además de otras, lo alejan infinitamente de Santa Bárbara, cuya historia publicamos en
nuestro número anterior. Si analizamos las dos historias nos percataremos de que hay
ciertos detalles casuales como por ejemplo de que los dos tienen que ver con el rayo; por
el lado de Changó es su esencia, mientras que en la historia de Santa Bárbara sabemos
que un rayo fulminó a su padre luego de que éste la decapitó. Estos detalles fueron los
que tomaron en cuenta los yorubas a la hora de disfrazar sus deidades con la imagen
católica, pero no quiere decir que sean los mismos.

Por otro lado si hacemos un breve análisis de las ceremonias que ocurren dentro del
Igbodú o cuarto de consagraciones, nos percataremos que en los cantos rituales nunca se
nombra a la Virgen de las Mercedes, ni a San Miguel Arcángel, ni a ninguno de los santos
católicos, sólo se llaman a los orichas yorubas. Esto ocurre también en los toques de Batá
y en cualquier otra ceremonia donde se les canta a los orichas.

Este fenómeno del sincretismo tuvo su función en el colonialismo y sabemos que durante
mucho tiempo se ha mantenido arraigado en Cuba producto del costumbrismo, pero es
necesario que las nuevas generaciones aprendan ese fue un hecho histórico y que en la
actualidad no se deben mezclar los orichas con los santos católicos a pesar de que se
pueden creer en ambos en forma separada.

Santeria

Empezaremos por definir lo que significa Sincretismo: Sistema filosófico o religioso que
pretende conciliar varias doctrinas diferentes. Esto es igual a fusión, unión, conciliación.
Por lo que es preciso determinar que el Sincretismo religioso es el que permite identificar
los dioses de una religión con los santos de otra.

Nuestros cultos sincréticos son producto del proceso de «transculturación» que ha


caracterizado la nacionalidad cubana, descrita en Antropología como «unión entre
culturas». Esta no es otra que el proceso de difusión o de influencia de los rasgos
culturales de una sociedad, cuando entra en contacto con otra que se encuentra bastante
menos evolucionada.

Se conforman partiendo de dos concepciones teológicas, legados culturales que


heredamos del español y del africano (el menos evolucionado).

Del componente español nos llega como religión oficial el Catolicismo y del componente
africano nos llegan diversas religiones, por la diversidad de etnias de procedencia
carabalí (los que venían de Calabar como los Ibo, Bras, Ekoy, Brícamos, Oba, Ibibios, y
Efik), los congos (los procedentes de la enorme cuenca del Congo, los Mayombe,
Mondongo, Mucaya, Bisongo, Agunga, Cabinda, Motembo, Banguela), los ararás (que
venían de las regiones comprendidas entre la Costa de Oro y la de Marfil y se

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encontraban entre ellos los Ashantí, Fanti, Fon y Mina Popó) y los Yorubas (entre los que
sobresalían los Ekiti, Eguadó, Yesa, Agicón, Sabalú, Oyó, Egba y Cuévanos).

En sus creencias estaban mezcladas diferentes manifestaciones religiosas como el


TOTEMISMO (creencia en algún animal como los Totems), el ANIMISMO (culto de los
espíritus), y el FETICHISMO (veneración excesiva y supersticiosa por una persona o cosa).

Además, son POLITEISTAS (adoran a más de un dios) aunque algunos antropólogos los
catalogan de MONOTEISTAS. También tienen influencias de religiones universales de
Sumer y de Egipto, y como el Islam, determinados por saludos, costumbres y parte de su
vocabulario, etc.

El régimen colonial les prohibió el culto de sus religiones a los esclavos, imponiendo
oficialmente el catolicismo y de esta forma da comienzo al fenómeno de sincretización
(conciliándose varias doctrinas diferentes) que con el tiempo y las difíciles condiciones en
que vivían nuestros negros se convierte en una religión nacional de raíces africana y
española. Hay quienes se refieren a todos estos cultos como Santería, que no es otra
cosa que la cultura Yoruba, Regla Ocha-Lucumí, pero la Santería no lo abarca todo,
existen la Cultura Bantú de la Regla Mayombe-Conga (Palo Monte) y la Regla Arará-
Dajomi de Arará-Dahomey, de las que hablaremos en su momento.

Cuando se emplea el término “Santería” en Cuba, no se hace referencia al culto a los


santos de la Iglesia Católica, sino a las creencias de que eran portadores los diferentes
grupos étnicos de la cultura africana Yoruba, cuyos miembros fueron traídos a la Isla
como esclavos.

La Santería, también conocida como “Regla de Ocha” se conformó, con rasgos


diferenciales, en las provincias occidentales de Cuba desde fines del siglo XIX, y se
extendió por la región oriental desde la década de 1930. En este credo, se rinde culto a
los orishas - deidades- y a los antepasados, cuyas funciones principales son las de
proteger a sus devotos y orientar sus vidas. Para tomar decisiones o mantener
determinada conducta, los creyentes se valen de la interpretación de los diversos
paradigmas conceptuales recogidos en mitos, leyendas, proverbios y sentencias que
acompañan a cada deidad.

Las ceremonias son variadas y cumplen determinados propósitos: iniciación,


propiciatorias, adivinatorias y fúnebres. Mediante éstas se exteriorizan las concepciones,
ideas y representaciones religiosas de los adeptos, quienes las realizan con cierta
regularidad ya sea en grupos o individualmente, de acuerdo al caso. Con el culto, el
creyente refuerza su vínculo con lo sobrenatural al tratar de lograr la armonía entre las
fuerzas del bien y del mal, buscando conquistar la voluntad del objeto de devoción con
fines espirituales y materiales.

El Babalawo es él más alto representante de la jerarquía. Rinde culto al orisha “Orula”

• Dueño de la adivinación- y es conocido como “Sacerdote de Ifá”. Le siguen en orden


descendente otros iniciados que cumplen funciones específicas dentro del ritual, entre
ellos, los Babalochas -padrinos santeros-, e Iyalochas -madrinas santeras-, encargados
de efectuar las ceremonias de consagración y de apadrinar a los nuevos adeptos.

La Santería carece de templos como las iglesias católicas o protestantes. Sus prácticas
religiosas se realizan en las casas-templos, locales generalmente compartidos con las
viviendas de los dirigentes del culto, y en los que se conservan los objetos del ritual y las
representaciones religiosas veneradas.

La trascendencia de la santería en la sociedad cubana no radica sólo en la cantidad de


sus seguidores, sino por su aporte de símbolos, ideas, mitos, leyendas y procedimientos a
la idiosincrasia y la cultura nacionales.

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La influencia fundamental de los yoruba sobre nosotros fue ejercida a través de su
religión y su imaginación. Su panteón de deidades u orishas sigue siendo vivo e influyente,
y motivo de interés por los estudiosos. En África cada orisha estaba vinculado a una
región o aldea, ya que se trataba de pueblos distantes y autónomos que vivían en
economías cerradas. Así, el culto a estos orishas era un culto local. En el territorio Yoruba
se adoraba a Changó en Oyó, a Yemayá en Egba, a Oggún en Ekití y Oridó y a Ochún en
Ijebu. Además de estos cultos locales, había unos orishas que eran adorados por todas las
tribus de una región, como Obatalá, de quien todos los gobernantes yoruba se consideran
descendientes.

La importancia o posición de un orisha depende de cuan grande era la tribu que lo


adoraba, o de quanta tribus lo adoraban. En casi todos los casos, los orishas son hombres
divinizados después de muertos. El orisha es una fuerza pura, inmaterial, que solo puede
ser percibida por los humanos si se toma posesión de uno de ellos. El candidato a la
posesión, elegido por el orisha, es uno de sus descendientes. Este es un parentesco
espiritual aquí, mientras que entre los africanos era de sangre.

"¿Por qué Santería?"

Como en la Regla Ocha, de origen yoruba-lucumí, para todos sus actos y rezos se
encomiendan a sus Santos-Orishas, se popularizó con el nombre de Santería, pero no por
esto dejan de creer que existe un Dios Supremo. Este Dios para ellos es «infinito,
inconcebible», pero ajeno a todo cuanto sucede en la tierra, aunque esta sea su obra.
Muchos investigadores sostienen que antes de que los africanos se contagiaran con las
religiones islámicas y cristianas creían en un sólo Dios, y que después al ser traídos como
esclavos al nuevo mundo, e imponerles nuevas creencias sincretizaron al único Dios
como Olodumare, considerando que creó el mundo. Algunos creyentes le llaman Olorun-
Olodumare, otros creyentes nos dicen que Olofi es el creador de la tierra y todo lo que
está en ella como los Orishas, que Olodumare (para Lydia Cabrera es Oloddumare y
algunos de sus confidentes le nombraban Oloddumadyé) representa el universo, y hacia
él nos dirigimos por medio de Olofi, que es como un «dios escondido» que funden con
Jesucristo. Para mencionar su nombre deben primero tocar el suelo con la yema de los
dedos y después besarlos (igual que se hace con Yewá, según nos indica Natalia Bolívar
en «Los orishas en Cuba»).

Olorun u Olorum es el sol, símbolo de energía universal. Cuando un creyente se refiere a


Olofi y Olodumare, buscan el sol por ser la creación más visible de la humanidad,
considerado él «sustento de la existencia en el plano terrestre», atribuyéndole a este trío
una analogía con la Santísima Trinidad cristiana.

La mayoría piensan que Olofi es el Creador, se limitó a crear y después a descansar y


como es el Dios «más viejo» no se mete en nada, no trabaja, vive retirado, no pide nada;
sólo respeto. No baja al mundo. Como lo consideran tan grande no cabe en cabeza de
nadie, por lo que no se puede «asentar», y no se le rinde culto, como le hacen a los
demás Orishas que comen simbólicamente y bailan a través de sus hijos. Por eso carece
aparentemente de gran importancia en las plegarias de los feligreses de este grupo,
mencionándose en sus ceremonias mucho a los Santos y muy poco a Olofi.

Según uno de sus patakies; Olofi creó el mundo, y la primera tierra que escogió fue Ilé-Ifé,
que al principio estaba poblada por los Orishas (Santos), más tarde repartió su poder
entre ellos, cada uno obtuvo «por méritos reconocidos» lo que le pertenecía: Olokun las
profundidades del mar,Orisha Oko los campos sembrados, Oggún los metales, Osaín el
secreto de las plantas, etc. Por esto, es que Olofi no interviene en el destino de los
humanos, que nacieron después y se fueron expandiendo. Este es un concepto
equivalente no sólo para la Regla Ocha, sino también para la Bantú que conocen a Dios
por Nsambi, y los Abakuá le llaman Abasí.

Cuando y seguidor de regla Ocha sé «hace santo» se le asienta su Eledá en su cabeza.


Según relató Natalia Bolívar conjuntamente con Carmen González Díaz de Villegas en

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Itutu, «Eledá es la deidad de quien lo adorará de por vida, cuando se hace santo o ingresa
en la Regla de Ocha (...) Eledá podía parangonarse, en cuanto a sus funciones y
atribuciones, al Angel de la
Guarda de los católicos.»

Todos los Santeros y creyentes de la Santería tienen sus vidas sometidas a los caprichos
de sus deidades (Orishas), y todo está impuesto a los designios de éstos: amores,
enfermedades, accidentes, el nivel económico. Por lo que sí uno tiene problemas en el
matrimonio tiene que encomendarse a Oshún, la Diosa del amor, para hacer los remedios
que ella indique para el caso. O sea, que todos estos «remedios» o «trabajos» se hacen
por mediación de un Santo determinado de acuerdo al problema, pero el creyente sabe
que sus cosas se resuelven por la voluntad de Olofi.

Según define el Reverendo padre Juan J. Sosa en el artículo «Religiosidad popular y


sincretismo religioso» la «Santería es la adoración de dioses africanos bajo la apariencia
de santos católicos, resultado de la transculturación y sincretismo religioso de los pueblos
del Caribe.»

Los Orishas (yorubas), los Mpungos (congos), e Inkísus (carabalíes) están por debajo de
Dios, «él manda en todos». He aquí la esencia básica de la Regla Ocha y de ahí el nombre
Santería puesto por el pueblo a ese culto tan extendido que adora a los Santos.

"Nuestros Cabildos"

Cabildo es el cuerpo de eclesiásticos capitulares de una iglesia, su ayuntamiento y las


juntas celebradas por ellos. Pero en Cuba tenemos además los Cabildos que
representaban las congregaciones religiosas pertenecientes a una misma etnia, tribu,
localidad o nación de negros africanos y sus descendientes criollos, sean esclavos o
libres. Fueron como los 'grupos de oración' de las cofradías de los santos que vemos en la
religión católica, (la más popular entre los cubanos «La Cofradía de la Caridad.»)

Especifica José I. Lasaga en «Vidas Cubanas I» que en la América española la palabra


'cabildo' «se usó para designar, bien el conjunto de las autoridades locales de cada
ciudad (alcalde y regidores), bien el edificio en que se reunían, bien él, acto mismo de
reunirse. En los 'cabildos cerrados' no se reunían más que las autoridades; en los
'cabildos abiertos' se convocaba todo el pueblo.»

Se mencionan en Cuba desde el año 1568. Las autoridades lo permitían, pretendiendo de


esta forma fomentar la división cultural de sus esclavos, dificultando la unión entre ellos,
pensando que era una simple reunión de los negros en casas determinadas para tocar
sus tambores y bailar en los días festivos, invocando a sus 'orishas' o dioses supremos,
como en las tradicionales fiestas del Día de Reyes, que los amos le daban el aguinaldo y
les permitían salir a pedir a las puertas de las casas principales. Ese día cada tribu
aparecía en La Habana con su traje típico y sus instrumentos de música e iban de
ventana a ventana, bailando al estilo de su tribu y recibiendo el aguinaldo. Al atardecer
todo se acababa como en los cuentos infantiles, el tambor dejaba de sonar y todos
volvían a su casa, a su dura faena. El dinero recaudado se guardaba para subvenir los
gastos del año entrante para tratar de celebrarlo más grande y más lucido. Relata Lasaga
en el libro que antes les mencioné que «cada uno bailaba siguiendo las tradiciones
tribales de sus antepasados (identidad tribal), pero era un día de fiesta que celebraban
todos los negros (identidad racial) y en que se unía toda la población, negros y blancos,
en una festividad religiosa común a todos los cristianos (identidad comunitaria).»

Todas las «Naciones» tuvieron sus Cabildos, venían a ser templo de las tradiciones de
cada grupo africano, y sociedades muy efectivas de mutuos socorros, pues así los
obligaba un juramento religioso. Algunos de estos Cabildos eran realmente relevantes y
celebraban ritos de iniciación, funerales, y fiestas abiertas con el simple propósito de
diversión.

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En Cuba los Cabildos estaban en Secciones, por ejemplo: Cabildos de Matanzas, Cabildos
de Pogoloti, de La Habana Vieja, de Regla. Todos los que profesaban las religiones Yoruba
tenían sus Cabildos, también la doctrina secreta Abakuá, los Iyesá, los Arará, etc. Los
Cabildos se reúnen en fiestas especiales para rendirle Maferefún (homenaje) a un santo
específico, por ejemplo el día 8 de septiembre que se celebra el día de Nuestra Señora de
la Caridad del Cobre y Nuestra Señora de Regla. Estas ceremonias eran tan grandes que
se necesitaban más de un juego de tambores Batá, para que toda la procesión pudiera ir
al son de la música, como pasaba en el pueblo portuario de Regla, en la provincia de La
Habana desde el día 7 de septiembre al día 8.

El 31 de mayo de 1768 el gobernador Bucareli dispuso que se limitase el número de


disfraces de 'diablitos' (los iremes de los abakuás que bailaban encapuchados) para
despejar las calles de la procesión, y que los mismos debían tener permiso y
nombramiento por escrito del mayordomo de la ciudad. En 1799 por orden del Capitán
General se les situó a extramuros --lejos de la capital cubana, cuando aquello entre
murallas--, por «ruidosas que eran sus fiestas, para evitar efectos nocivos a la población».
Otras veces se les prohibían del todo, alegando que eran instituciones que propiciaban la
brujería y hacían daño al desarrollo de la civilización, pero todo parecía indicar que
algunos Cabildos sirvieron como medio de reunión para actividades independentistas
clandestinas.

Después del triunfo de la revolución de Fidel desaparecieron totalmente, no sólo los


Cabildos, sino que se han suspendido todo tipo de fiestas públicas religiosas, incluyendo
las procesiones católicas que se realizaban libremente en las calles de toda Cuba, y en
muy pocos casos, se les permite hacer sus toques de tambor en las casas bajo previo
permiso de la policía y con horas limitadas. Su objetivo es extinguir todo vestigio de fe y
religiosidad para implantar la única creencia posible en un estado totalitario; creer en su
máximo líder, en el Partido Comunista y en la Revolución, aunque estos no ofrezcan
pruebas de su valor, ni mejoren las condiciones del pueblo, por el contrario las empeoran.

Orishas: Dioses de la Santería

El panteón de la Santería cubana es inmenso, más de 400 deidades se ubican a la


derecha de “Olofin” -el supremo hacedor del universo- y constituyen la representación de
los mejores principios morales y afectivos, aunque algunos poseen defectos de menor
cuantía según el patrón de los humanos. Otros 200 orishas, francamente malignos y
negativos, se encuentran a la izquierda del padre universal Yoruba.

Los orishas más conocidos, identificados con las fuerzas naturales elementales o
fenómenos de la vida, son los siguientes:

Elegguá: Niño de atocha orisha de los caminos y del destino de los hombres. Es el primero
de los cuatro guerreros (Elegguá. Oggún, Ochosi y Osun) y el primero entre todos, pues
Olofi le dio esa potestad. Protege el hogar y es la personificación del azar. Forma pareja
con Echu, el que está presente en todas las desgracias. Ambos se complementan, ya que
no puede haber seguridad sin peligro, sosiego sin inquietud. Elegguá lleva collar rojo y
negro y Echu, blanco y negro, lo mismo que sus atuendos, consistentes en chaquetilla,
pantalón y sombrero. en la mano empuñan el “Garabato”, una especie de gancho de
madera de dos o tres pies de largo.

Se sincretiza con el Santo Niño de Atocha o San Antonio de Padua, es el dueño de los
caminos o encrucijadas. “Posee la llave del destino, abre y cierra las puertas a la
desgracia y a la felicidad. Personificación del azar y la muerte”. Sus ofrendas son
infantiles, como dulces, paletas o juguetes, y significa el comienzo de todas las cosas en
su color rojo o negro.

Oggún: San Pedro Uno de los más antiguos del panteón Yoruba. Dios de los minerales y
las herramientas. Patrón de los herreros y herrero él mismo, domina también los secretos

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del monte y sabe utilizarlos en encantamientos. De gran fortaleza física, personifica al
guerrero por excelencia y al hombre irascible y violento. Sus hijos son los ideales para el
sacrificio de animales, pues Oggún es el dueño del Kuanagdó (cuchillo). Se viste de
mariwó (sayo de hojas de palma) y con una cinta en la cabeza. Empuña un machete con
el que corta la maleza por donde transita. Sus collares son de cuentas verdes y negras, y
en ocasiones se suman las moradas.

Tiene similitud con San Pedro, es el dueño de todos los instrumentos de labranza, por lo
que es dios de los metales, y domina la fragua, ostenta un machete el cual hace mover,
representando así que corta la maleza, los obstáculos y los impedimentos . Violento y
astuto, es la deidad de los minerales, las montañas y las herramientas.

Oshósi : Es comparado con San Norberto, utiliza como atributo el arco y la flecha ya que
representa la cacería, es venerado cuando los hombres tienen persecuciones legales o de
autoridades. Es mago, adivino, guerrero, cazador y pescador.

Obatalá: Virgen de las Mercedes Orisha mayor. Creador de la tierra y de los hombres, es la
deidad pura por excelencia, dueña de toda la blancura, de los pensamientos y de los
sueños. Hijo de OLOFI (Dios) y OLODUMARE (universo) Fue mandado a la tierra por Dios
para hacer el bien y para que gobernara como rey del planeta, es misericordioso y
amante de la paz y la armonía. Rige la buena conducta y es capaz de aplacar a sus hijos.
Todos los Orishas lo respetan y buscan como abogado. No admite que nadie se desnude
en su presencia, o se profieran frases duras e injuriosas. Su día es el 24 de Setiembre
Deidad de la pureza y por ello dueño de todo lo blanco y de la plata. Creador de la tierra,
culminó la obra de Olofin al terminar de formar la cabeza de los hombres, por lo que
gobierna sobre los pensamientos y los sueños. Es misericordioso y amante de la paz y la
armonía. Todos los demás orishas lo respetan y lo buscan como abogado, pues la misión
a él encomendada por Olofin fue la de hacer el bien. Viste de blanco y su collar es del
mismo color. Sólo Ayáguna, un Obatalá joven, lleva una cinta roja diagonal en el pecho,
símbolo de cuando fue guerrero y limpió su espada para abandonar la violencia.

Yemayá: Virgen de Regla Madre de la vida, es dueña de las aguas y representa al mar (en
las costas, pues las profundidades del océano son de Olokun) fuente fundamental de la
vida en el planeta. Considerada madre de casi todos los orishas, sus castigos son duros y
su cólera terrible, aunque actúa con justicia. su vestido señorial es de un azul intenso,
igual que las cuentas de su collar, donde se alternan con otras transparentes

Representa la maternidad universal. Reina del mar y de las aguas, a ella pertenecen
todas las riquezas marítimas. En Brasil se le asocia con la Virgen de la Aparecida y en
Cuba con la Santísima Virgen de Regla; en sus danzas imita los movimientos del mar,
el diseño de las olas o los violentos remolinos tormentosos de las aguas.

Virgen de Regla, te llamo en mi canto,


Virgen de Regla de mi devoción,
madrecita santa que estás en el agua,
que estás en la tierra y en mi corazón.
¡Oh mi Yemayá, quítame lo malo,
quítame lo malo y échalo en el mar!*

Ochún: Santísima virgen de la Caridad del Cobre, Patrona y reina de Cuba Diosa del amor, la
feminidad y del río, con el que simboliza la purificación. Símbolo de la coquetería, la
gracia y la sensualidad femeninas. Acompaña a Yemayá y fue la que trajo a los hombres
el caracol (el primero que habló) para que los orientara por medio del oráculo y lo
utilizaran como moneda. Por eso se dice que con ella viene la riqueza. Fiestera y alegre,
viste un lujoso atuendo amarillo, con seis pulseras doradas. Su collar es también de
cuentas amarillas y ámbar.

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Señora del amor y la femineidad, dueña de los ríos y mantos fluviales, representa la
dulzura, la belleza femenina, se manifiesta con coquetería y en sus danzas revive los
suaves movimientos del río, engalanándose para presumir su belleza. El color amarillo
y el oro le pertenecen.

Changó: Santa barbara bendita orisha del fuego, del rayo y del trueno; de la guerra; del
baile, la música y labelleza viril. Representa el mayor número de virtudes e
imperfecciones humanas: trabajador, valiente, buen amigo, pero también mentiroso,
mujeriego, pendenciero, jactancioso y jugador. Gracias a un recurso secreto que le
preparó Osain, el dios de la vegetación, podía despedir lenguaradas de fuego por la boca
con lo que vencía a sus enemigos. De él se cuentan tantas historias que podrían llenar un
grueso tomo de atractivas anécdotas. Usa camiseta holgada y pantalón hasta las
pantorrillas, todo blanco con ribetes y adornos de color rojo intenso y en su collar se
alternan ambos colores. Empuña siempre un hacha doble.

Es una deidad mayor, de las más populares tanto en África como en América, en Cuba
se le ha asimilado con Santa Bárbara (mártir, patrona de los artilleros). Es un dios del
fuego, del rayo, la virilidad, el baile y los tambores y patrón de los guerreros. Su
número es el 6 y todas las cosas de color rojo le pertenecen.

"A Changó se le atribuyen muchas virtudes y defectos de los hombres. Es buen


trabajador, muy valiente, amigo digno de apreciar, adivino; algo mentiroso,
mujeriego; en algunas ocasiones jactancioso, pendenciero y jugador... Changó
posee también innumerables amantes. Ello no le impide tener sus propias
mujeres: Oyá, Obba Yurú y Ochún".

Santa Bárbara bendita,


para ti surge mi lira
y con emoción se inspira
ante tu imagen bonita.
Virgen venerada y pura,
Santa Bárbara bendita,
nuestra oración favorita
elevamos hasta tu altura.*

Oyá: Diosa de las centellas, los temporales y los vientos. Violenta e impetuosa, ama la
guerra y acompaña a Changó en sus batallas. Es también la dueña del cementerio, en
cuya puerta vive, cerca de Obba y Yewá, las otras “muerteras”. La distingue el colorido
de su saya, de nueve colores menos el negro, y el iruke (especie de escobilla de fibras
largas) que blande en su mano derecha. El collar es de cuentas marrones con listas
blancas y otra negra más fina en el centro de éstas.

Aggayú solá: San Cristóbal Orisha de la tierra seca, del desierto. Patrón de los
caminantes, de los automovilistas, de los aviadores y de los estibadores. Patrón de la
ciudad de la Habana (Cuba). Su día es el 16 de noviembre.

Babalú ayé: San Lazaro Orisha de las enfermedades venéreas, de la lepra, de la viruela, y
en general de las dolencias y afecciones que parece el género humano. Su día es el 17 de
diciembre.

Ibeyis: San Cosme y San Damián Los Gimaguas celestiales, quienes gozan del amor filial de
todos los Orishas; patrones de barberos y cirujanos. Su día es el 27 de setiembre.

Inle: Arcangel Rafael Medico de la Ocha. Dueño del río y de los peces; patrón de los
médicos. Su día es el 24 de octubre.

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Naná burukú: Algunos la consideran madre de Babalú Ayé; Otros, un camino de Obatalá.
Es una deidad misteriosa y terrible que vive en ríos, manantiales y cañas bravas. Su día
es el 26 de julio.

Obba: dueña de lagos y lagunas; guardiana de las tumbas; símbolo de la fidelidad


conyugal. Su día es el 25 de noviembre.

Ochumare: Orisha del arco iris. En Africa se le adora como una deidad única; en Cuba se
le considera un camino de Yemayá.

Oddua: Representa los secretos y los misterios de la muerte, es dueña de la soledad. Su


día es el 1 y 2 de enero.

Oggé: Orisha compañero de Changó, patrón de los animales con astas y de los rebaños.

Oke: Deidad tutelar de las montañas.

Olofi u Olodumare: Personificación de la divinidad; vive retirado y pocas veces baja al


mundo. En Ifá se recibe Olofi, según la letra que le salga al Babalawo iniciado. No se
realiza ningún acto religioso sin la presencia de Olofi. Su día es él

Olorun: Es el sol, manifestación más sensible y material de Olofi, porque es la fuerza vital
de la existencia. Su día es él

Orisdaoko u Ochaoko: San Isidro Labrador Deidad de la tierra, la agricultura y las


cosechas; patrón de los labradores. Su día es el 22 de marzo.

Osain: San Silvestre Es la naturaleza misma y su dueño; cazador y célibe; deidad de la


farmacopea. Su día es el 31 de diciembre OYÁ Yansá: ( Virgen de la Candelaria) dueña de
las centellas, los temporales y los vientos; dueña de los cementerios, en cuya puerta o
alrededores vive. Su día es el 2 de febrero.

Yewá: Nuestra señora de los desamparados Orisha que vive dentro del cementerio, entre las
tumbas y los muertos. Su día es el 30 de octubre.

Yemayá Olokun: Virgen de Regla Orisha Mayor. Dueño de las profundidades del océano.
Es andrógino, y en ocasiones se le representa mitad hombre, mitad pez, aunque es
indefinido. Siempre baja enmascarado. Es una deidad poderosa, terrible y sumamente
misteriosa, encarna al mar en un aspecto aterrador y extraño al hombre. Según algunos,
Obatalá lo mantiene atado en el fondo del mar para que no destruya al mundo; de
cualquier forma, todas las riquezas del océano son suyas, por lo que es el Orishas más
poderoso en cuanto a dinero, riqueza, etc. Sólo se le ve sin careta en sueños, y entonces,
se aparece con la cara redonda, con rayas tribales, ojos saltones muy blancos, con las
niñas pardas y las pestañas afiladas. Olokun es Orisha de los Babalawos. Según algunos,
después de Oddua, es la más alta representación de Ocha. Se le adora en diferentes
formas, según la rama de que se trate.

Orula, Orunla u Orúnmila: San Francisco de Asís Orisha mayor. A su alrededor se ha


formado todo un complejo religioso que lo singulariza con relación a todos los demás
Orishas. Es el gran benefactor de los hombres y su principal consejero, él les revela el
futuro y les permite influir sobre él. Es el poseedor del secreto de IFÁ, el oráculo supremo
mediante el cual se comunica con éste. Personifica a la sabiduría y a la posibilidad de
influir sobre el destino, incluso al más adverso. También es considerado como un gran
médico y como uno de los dueños de los 4 vientos, los 4 puntos cardinales y los 4

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poderes fundamentales (el sol, el agua, el aire y el fuego). Orula fue el único santo que
venció a IKÚ (la Muerte). Su día es el 4 de octubre.

Orisha de la adivinación y de la sabiduría. Rige el culto de Ifá, el Benefactor, y es quien


permite a éste comunicarse con los humanos mediante los babalawos -los sacerdotes de
la Ocha-, quienes se apoyan en el Oráculo o Libro Sagrado. Como dueño de la sabiduría,
tiene la posibilidad de influir sobre el destino, incluso el más adverso. También es
considerado como gran médico y cuenta para ello con el auxilio de Osain, el dios de la
vegetación y, por ende, de todos los remedios. Sus seguidores se distinguen por llevar
una manilla de cuentas verdes y amarillas.

Osun: San Juan Bautista Representa la cabeza y el alma. Orisha Mayor, actúa como
mensajero de Obatalá y de Olofi (Dios). Orula se apoya en él para tener los poderes de la
adivinación y el conocimiento real y trascendente. Es el vigilante de la cabeza de los
creyentes; no es Orisha de posesión sino de irradiación. No se sube ni se asienta; se
recibe cuando se entregan los demás guerreros. No habla por letra del caracol, pero
acompaña a los guerreros. Representa la vida misma, porque vive en posición vertical
mientras la persona esté con vida, cuando ésta muere, se acuesta, pues pasa a una
posición horizontal respecto al plano de la tierra. Su día es el jueves, sus números: 8, 16 y
24. Fecha de celebración 24 de junio.

Vocabulario santero

Regla de Osha: Junto con la Regla Lucumi define las distintas vertientes de la santería.
Término habitual para definir las prácticas religiosas llevadas por los esclavos africanos a
Cuba. Los seguidores de la Osho se encuentran organizados en grupos independientes,
sin la complejidad organizativa de otras religiones más jerarquizadas.
Su estructura comienza en la relación padrino o madrina con sus ahijados. Continúa en la
casa religiosa y llega hasta una rama o tronco independiente que puede llegar a tener o
no contacto con otras ramas santeras.

Ile Osha: Templo. El lugar de culto de la santería suele ser la propia vivienda, en la cual
se disponen los objetos rituales y representación de los dioses u orishas. Las condiciones
en las que llegaron los africanos a Cuba les impidieron construir edificaciones espaciosas
al estilo de las catedrales o iglesias de otras religiones.

Iyawo: Se denomina así al neófito o iniciado en los ritos de la santería. Durante un año
mantienen su condición mientras son atendidos e instruidos por su padrino o madrina de
culto. Se les distingue por vestir de blanco durante todo este tiempo y llevar la cabeza
rapada y cubierta por un turbante o tapado del mismo color.

Babolosha e Iyalosha: Son aquellos consagrados a la Regla santera que se dedican a


iniciar a aquellos que lo piden o lo desean.

Oriate: Es la figura máxima de la jerarquía santera; el sacerdote de la Regla Osha,


condición que requiere muchos años de estudio y esfuerzo para penetrar en los
recónditos recovecos rituales de la santería. El Oriate es el maestro de ceremonias y
supervisor de las iniciaciones en las que actúa como Obá (Rey), encargándose entonces
de leer al neófito el lta, o, lo que es lo mismo, el catálogo de preceptos y limitaciones que
el iniciado deberá seguir en su futura vida social y religiosa.

Tambores Batas: Elementos de percusión esenciales en el toque de santo o ceremonias


santeras. Son el puente de contacto entre los orishas (dioses) y los muertos, sus
mensajeros. Los tambores bata acompañan a los cantos, oraciones y bailes rituales y se
les tañe horizontalmente apoyados sobre las piernas de los ejecutantes sentados.

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Orishas: Deidades afrocubanas. Emisarios de Olodumare o Supremo Creador. Ellos
gobiernan las fuerzas de la naturaleza y las cosas de los hombres. Cada uno tiene sus
colores favoritos y sus ofrendas y comidas predilectas, que se les debe ofrecer como
reconocimiento, a sus favores.
Algunos de los más frecuentes en los ritos santeros son:

Oshun : Se encarga de los arroyos y ríos y canaliza su fuerza.

Yemayá: Su hermana, Hace lo propio con las aguas de¡ mar.

Elegba: Dueño de los caminos y puertas de este mundo.

Ogún: Dios de¡ hierro y los inventos técnicos,

Obatalá: padre bondadoso de todos los orishas y la humanidad.

Changó: Dios irascible y astuto que representa la virilidad.

Yamayá: Es la madre de todos. Domina la maternidad y la vida del hombre.

ebbó, Sarayeye Paraldo: Rituales de diversos grados de complejidad, encaminados a


alejar las malas influencias o para procurar el bienestar físico ó psíquico así como los
éxitos en los proyectos o propósitos de los fieles.

La creación

Cada religión tradicional tiene sus propios mitos de cómo Dios creó nuestro universo.
Cada religión tradicional tiene sus propios mitos de cómo Dios creó al hombre. También
dentro de la Religión Tradicional y/o Ancestral Yoruba existen varias versiones, pero todas
ellas contienen los mismos elementos. Estas diferentes versiones pueden en realidad ser
una simple firma de Griot, una historia contada mediante diversas formas de expresión,
donde lo más importante es el centro de la historia. La historia que seleccionamos como
representativa de La Creación y del advenimiento del hombre es una que ha sido
generalmente aceptada a lo largo de toda la nación yoruba, aunque nos hemos tomado la
libertad de abreviarla en parte.

La leyenda dice que al principio, en lo que ahora denominamos Tierra, existía un acuoso
pantano no habitable para la vida humana. Allí existían algunas especies de animales,
que vivían en el pantano, y de cuando en cuando seres del cielo bajaban una escalera
dorada para jugar. Un día Olodumare, quien estaba profundamente enfrascado en sus
pensamientos, llamó a Obatalá, su arquitecto jefe y divinidad de más confianza, y le dio
la tarea de la creación de La Tierra como hoy nosotros la conocemos. Obatalá, que había
acudido previamente a Orunmila, jefe consejero y sabio celestial, para ser adivinado,
antes de ser llamado, conocía de la tarea por anticipado. El oráculo avisó a Obatalá de
que debía sacrificarse antes de aventurarse a La Tierra y que debían preguntar a
Olodumare los términos específicos, si quería concluir su misión exitosamente. Aceptando
esta premonición, Él le pidió a Olodumare una gallina de cinco dedos, una paloma, una
concha de caracol conteniendo fango o lodo y alguna vegetación. Con el contenido,
cuidadosamente puesto en un saco, Obatalá descendió al acuoso pantano.

Cuando encontró un área donde reposar cómodamente, vació la suciedad del caracol en
una pila. Soltó a la gallina, quien comenzó a diseminar la tierra, lo que cubrió una gran
área. Entonces soltó a la paloma, quien dejó caer partículas de la vegetación la cual fue
plantando en varios intervalos de tierra. Después de cuatro días, Obatalá regresó al cielo
y le dijo a Olodumare que había concluido su labor. Entonces Dios envió al camaleón a

22
caminar sobre La Tierra y examinar el trabajo que Obatalá había desarrollado. El
camaleón regresó donde Olodumare y le dijo "Ife" (suficiente). El camaleón también le
informó que La Tierra aún no estaba lo suficientemente seca y lista para ser habitada.
Olodumare le pidió entonces a Obatalá que regresara de nuevo a La Tierra. Pero esta vez
le entregó las semillas de algunos árboles para que fuesen plantados y éstos son ahora
sagrados para los yorubas. Los árboles en cuestión fueron el "Igbe", "Ope", "Dodo",
"Iroko", "Peregun" y "Ayan".

Cuando Obatalá se estableció en La Tierra, al sitio que Él habitó le llamó Ilé-Ifé, el cual se
convirtió en la capital de yoruba, y en el lugar donde el hombre existió por primera vez.
Obatalá regresó al cielo después de plantar los árboles y pidió a Olodumare que hiciera
llover sobre La Tierra, lo cual Él hizo.

Nuestros mayores nos cuentan que a Obatalá le fue asignada una segunda misión por el
Todopoderoso, la cual consistió en darle forma a la vida racional que eventualmente
pudiera habitar en La Tierra. Las instrucciones específicas de Obatalá fueron para crear el
ser físico. Obatalá pidió una vez más la ayuda de Orunmila, y esta vez preguntó a nuestro
Padre cuál era la forma más adecuada para moldear a las criaturas. Fue orientado por el
oráculo que las criaturas debían pertenecer a una raza, la raza humana, y que la misma
pudiese reproducirse. El oráculo describió los órganos de reproducción que debían
crearse. Obatalá fue avisado que debía hacer sacrificio para obtener éxito. Se dice que
debido a su ansiedad y entusiasmo por comenzar este nuevo proyecto, a Obatalá se le
olvidó hacer sacrificio.

Obatalá pidió a Olorun la mejor arcilla, y Dios le instruyó que debía volver al cielo cuando
la obra estuviese finalizada y que esta vez le daría vida a las formas humanas, dándole al
hombre "Asé", y otros atributos, incluyendo el libre albedrío, para que pudiera sostener el
hombre una vida limitada en la tierra, después de la cual los hombres debían volver a
casa, a Orun (el cielo).

Obatalá enérgicamente comenzó su labor, moldeando al hombre primero con un órgano


masculino y a la mujer después, dándole sus pechos y sus órganos reproductores que les
permitieran la procreación de la raza humana. Después de varios días de continua labor,
Obatalá comenzó a tomar vino de palma para apagar su sed y pronto estuvo intoxicado.
Con sus ojos medio cerrados y sus sentidos minimizados por la fatiga y el vino, Él
valientemente luchó por terminar su labor, pero desgraciadamente, las formas eran
ahora deformes e irregulares.

Nuestro folklore dice que Oduduwa, quien después se convirtió en progenitor de Yoruba,
vino a través de Obatalá en su estupor y decidió finalizar la labor. Cuando el trabajo
estuvo finalmente completo, todas las divinidades se reunieron para testificar la creación
del hombre. Olodumare llegó y pidió a las divinidades que se cubrieran los ojos para darle
vida al hombre. Todas lo hicieron excepto Orunmila, quien fue elegido para ser testigo del
destino del hombre.

Olodumare entonces respiró vida dentro de las formas y algunas vinieron a la vida con
deformidades. Olodumare en su infinita sabiduría cargó a Obatalá, el arquitecto del
hombre, con ser el patrón de los lisiados, los jorobados, los ciegos, los albinos, enanos y
todos los otros que pudieran estar afligidos por alguna deformidad física en cualquiera de
sus manifestaciones. Él también dijo,; "de ahora en adelante será tabú para Obatalá
tomar de espíritus fuertes".

Poco tiempo después, Olodumare informó a sus divinidades que debían viajar hacia la
tierra y establecerse allí. Eventualmente les fue dicho que debían cohabitar este planeta
conjuntamente con el hombre. Obatalá fue nuevamente elegido para gobernar a los
hombres y a las divinidades en La Tierra. Olodumare también envió a Orunmila para darle
información, consejo y guía a Obatalá, las divinidades y el ser humano.

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Nacimiento del mundo

Olofi se paseaba por el espacio infinito donde solo había fuego, llamas y vapores. Sin
embargo, aburrido de no tener a alguien con quien hablar, decidió que era el momento
de embellecer este sitio, descargando su fuerza de tal forma que el agua calló diluviando.
Hubo partes sólidas que lucharon contra este ataque, así quedaron grandes huecos en las
rocas, el océano, donde reside OLOKUN, deidad a la que nadie puede ver, y cuyas formas
la mente humana no puede imaginar.

En los lugares más accesibles del océano brotó Yemayá con sus algas, estrellas de mar,
corales, peces de colores, coronada con Ochumare, el arco iris, y vibrando con sus
colores azul y plata. Se la declaró madre universal, madre de todos los Orishas; de su
vientre nacieron las estrelles y la luna; este fue el segundo paso de la creación.
Olordumare, Obatalá, Olofi y Yemayá decidieron que el fuego extinguido por algunos
lares y que por otros estaba en su apogeo, que fuera absorbido por las entrañas de la
tierra, por el temido y venerado Aggayú Solá, en su representación del volcán y los
misterios profundos. Mientras se apagaba el fuego, las cenizas se esparcieron por todas
partes formando la tierra fértil, cuya representación es Orichaoko, que la fortaleció, y
permitió cosechas y el nacimiento de los arboles, frutos e hierbas. Por sus bosques
deambulaba Osain, con su sabiduría ancestral sobre las propiedades curativas de las
hierbas, palos y maderas.

Donde cayeron las cenizas, nacieron las ciénagas; de sus aguas estancadas surgieron las
epidemias y enfermedades, personificada por Babalú Ayé, Sakpaná o Chapaná.

Yemayá decidió darle venas a la tierra y creó los ríos, de agua dulce y potable, para que
cuando Olofi quisiera creara al ser humano. Así surgió Ochún la dueña de los ríos, del
amor, de la fertilidad, de la sexualidad. Las dos se hermanaron en un lazo inseparable de
incalculable riqueza. Obatalá, heredero de las órdenes dadas por Olofi, cuando decidió
vivir detrás de Olorun, el sol, creó al ser humano. Y aquí comenzó el caos; Obatalá, tan
limpio y puro comenzó a sufrir los desmanes de los hombres, los niños se limpiaban en él,
el humo de los hornos lo ensuciaban, como él era el todo, le arrancaban tiras pensando
que era hierba. Obstinado por toda la suciedad, se elevó, y se alojó entre las nubes y el
azul celeste. Desde allí observó el comportamiento del ser humano, se dio cuenta que el
mundo se poblaba desmesuradamente, al no existir la muerte, decidió crearla, como
había creado a los demás Orishas llamándola Ikú.

La primera población de La Tierra

La historia del primer intento de Dios por poblar La Tierra ya ha sido contada. Es una
historia que se mantiene en un profundo secreto. Podemos encontrar que aún hoy en día,
los babalawos , sacerdotes de Orunmila, hablan sobre estos temas en un susurro.
Nosotros hemos sido avisados que nunca debemos revelar o escribir el nombre de las
primeras divinidades que desobedecieron a Olodumare, ya que algunos hombres de mala
naturaleza, las invocaron para alterar y destruir la magnifica vida que existía. Unos pocos
escritores con acceso a sacerdotes de Ifá han escrito alguna información sobre la
desobediencia de estas divinidades, pero ninguno de ellos conoce o puede imaginar el
fondo, no las consecuencias de su acto. Es a través de este guardado conjunto de
eventos, que los poderes místicos dados por Dios a los seres sobrenaturales armados con
el regalo del libre albedrío abordaron el propósito de Olodumare y finalmente dividieron
sus fuerzas en campos opuestos. Este caos y desarmonía dificultó la alineación de La
Naturaleza.

Fue a través de este conjunto de eventos que un peligroso mundo para el hombre fue
creado y su viaje a través de él fue hecho peligroso. De acuerdo con la leyenda de Ifá de
Benin, doscientas divinidades viajaron del cielo a La Tierra, lo cual fue llamado
Divinósfera.

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Antes de dejar el cielo, Olodumare les dio a ellas las siguientes reglas, a las cuales debían
atenerse:

No ir en contra de mis directivas porque no estoy físicamente presente.


No olvidar que toda La Creación debe responder a mí.
No hacer a otros lo que ustedes no quieran que les hagan a ustedes.
No matar.
No robar.
No mentir.
No tomar venganza contra algún otro.

A medida que el tiempo corría, los conflictos se presentaban entre las divinidades. Estos
conflictos no eran siempre amigables. Llegó un momento en que muchas de las
divinidades fueron contra la carta de instrucciones de Dios. Ambos, Obatalá y Orunmila,
sintieron que la situación se escapaba de sus manos, y después de algunas discusiones
entre ellos, decidieron que Obatalá debería regresar al cielo y hacer un reporte de cuanto
estaba sucediendo. Obatalá retornó al cielo y contó a Olodumare sobre los problemas en
la Divinósfera. Después de escuchar el reporte de Obatalá, Olodumare envió a "Elenini"
(El Obstáculo), una de las divinidades más poderosas, a verificar el relato de Obatalá. Al
llegar a la Divinósfera, Él vio el comportamiento de las divinidades. No solo verificó lo que
contó Obatalá sino que regresó asustado de que las divinidades pudiesen terminar en
una guerra entre ellas.

Con Obatalá ausente la situación había empeorado. La vida se hacía intolerable, ya que
nada podía desarrollarse sin la cooperación de los otros. Ellos decidieron que debían pedir
una audiencia con Olodumare. Ellos pedirían la autoridad divina (el Asé), con la cual ellos
pudieran encausar el advenimiento de las cosas. También pedirían a Olodumare que
permitiera al hombre venir a La Tierra a servirles. Uno por uno ellos regresaron al cielo y
dejaron La Tierra.

Una vez en el cielo, ellos pidieron estos favores a Olodumare, quien se los concedió. Él les
recordó nuevamente que ese era el código de conducta que ellos debían seguir y que
debían atenerse a ese código. Él habló con voz muy fuerte cuando dijo: "El fallar en
atenerse a mis reglas les ha causado sufrir mi cólera". La mayoría de las divinidades
quedó satisfecha con los resultados de esta reunión y estaban listas a regresar a La
Tierra. Pero a algunas las advertencias de Olodumare les entraron por un oído y le
salieron por el otro. Solo Esu estaba disgustado. Él sentía que las divinidades debían
tener ese poder de "Asé", pero aquello debía de ser una dispensa. Él explicó sus razones
a las divinidades, pero no le quisieron escuchar, entonces Él le planteó el caso a
Olodumare, quien no estuvo de acuerdo. Él sintió que aquel no era el tiempo de
aprovechar su poder místico. Esu derrotado, hizo voto de crear dificultades a cualquier
divinidad que no le pidiera su apoyo en cualquiera de sus tentativas.

Las divinidades regresaron a La Tierra con sus seguidores, pero la situación no mejoró.
Cada vez se ponía peor. Se hacían complots contra Obatalá y contra Orunmila. Talmente
parecía que La Tierra entera era un campo de batalla por una parte u otra. Era
claramente obvio que las divinidades estaban inadecuadamente preparadas para
enfrentarse a los problemas de supervivencia de La Tierra.

Esto disgustó mucho a Olodumare y ordenó a Ikú (La Muerte), que viniera a La Tierra. Su
misión era hacer regresar a aquellos quienes fueran responsables del conflicto.

La Muerte no tuvo éxito en su misión, ya que estaba autorizado para hacer regresar a los
seguidores de las divinidades pero no a las mismas divinidades. Con sus seguidores
destruidos por La Muerte, las divinidades descubrieron que no podían desplegar su
máximo potencial.

En ese momento La Muerte había roto la columna vertebral de las divinidades negativas,
quienes por ese tiempo ignoraban totalmente las leyes del cielo. Seguidamente

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Olodumare decidió enviar el Infortunio para separar las divinidades obedientes de las
desobedientes. El Infortunio apareció en La Tierra con una estrella roja que descendió
desde el cielo. Él visitó a cada una de las divinidades y a aquellas que encontró violando
las leyes de Olodumare, las convirtió en una hoja y las echó en su bolsa.

Al tercer día Él visitó a Obatalá y a Orunmila y les contó lo impresionado que estaba de
las divinidades desobedientes. Él les dijo que Olodumare no había diseñado el mundo
para ser una vergüenza del bienestar de la imagen y reflexión de Dios y que éste podía
destruir el mundo antes de permitir que continuara existiendo de aquella manera.
Cuando le preguntaron al Infortunio qué había hecho con las divinidades descarriadas, Él
respondió: "Yo no tengo el poder de destruirlas, por lo que las he apresado por toda la
eternidad, a no ser que Olodumare decida lo contrario". Obatalá le pidió entonces al
mensajero de Olorun, que fuera paciente y benevolente y que no fuera tan frío. Le explicó
que esas divinidades erradas necesitaban un poquito más de tiempo para sentar la
cabeza. El Infortunio sonrió y le dio su bolsa a Obatalá, la cual contenía todas las
divinidades erradas y le dijo: "Estuve hecho para comprender que este es tu dominio, así
que estos son tus cargos. Si tú los liberas tú deberás afrontar las consecuencias de tus
actos. Debes saber que Olodumare no está contento". Y con estas palabras Él
desapareció en un pestañeo a reportar al cielo.

Después de algunas horas, Obatalá liberó a las divinidades prisioneras, solo para
descubrir que estaba cometiendo un gran error, Las divinidades mostraron hostilidad y
enfado contra Obatalá, quien ellas pensaban que había conspirado con el Infortunio para
capturarlas. En lugar de agradecer y elogiar a Obatalá, le profirieron abusos y trataron de
destruirlo.

Las divinidades erradas declararon entonces una guerra abierta a las divinidades
obedientes, con lo cual dejaron claro en el acto, que iban claramente en contra de las
leyes de Dios. Olodumare entonces dijo: "¡No más! ¡Es suficiente!". Envió a Esu a decirle
a las divinidades obedientes que subieran a la cima de una palmera que sorpresivamente
apareció frente a la casa de Obatalá. Cuando estuvieron todas en la cima de la palmera,
fueron succionadas por el cielo. Olodumare entonces desató una terrible lluvia día tras
día sobre La Tierra, para anegarla y destruir el mundo.

Ese fue el final de la Divinósfera y del primer intento de habitar La Tierra. La leyenda dice
que la ira de Olodumare destruyó a las divinidades desobedientes y a sus seguidores,
pero su esencia sobrevivió. Y, es a partir de esta indestructible energía negativa, que se
formaron las primeras fuerzas del mal.
Oluwo Ifayomi Odulana Agbede Epega

Oggún

OGGUN (San Pedro)


Orisha mayor. Es un Santo violento y astuto, es el Dios de los minerales, las montañas y
las herramientas. Patrón de los herreros, mecánicos, ingenieros, físicos, químicos y de los
soldados. Representa al recolector, al cazador solitario y andariego, que vaga por el
bosque y conoce todos sus secretos. Domina los misterios del monte como un brujo.
Simboliza al guerrero comedor de carne, brusco, bárbaro, y bestial, que va evolucionando
al agricultor sedentario. Comedor de animales domésticos, viandas y frutos. Es el dueño
de las llaves, las cadenas y las cárceles. Sus números son el 3 y el 7 en combinación. Sus
días el martes y el miércoles, también todos los días 4 de cada mes. En el Dilogún de la
regla de Ocha es Ogundá (letra mayor que representa el Nº 3). Está considerado como
una de las personificaciones más antiguas de los Yorubas. Sus colores son: verde, negro y
morado. Oggun nos protege de todos los accidentes relacionados con metales. Nos libra
de las operaciones quirúrgicas, de las guerras, y nos garantiza trabajo ya que es el único
Orishas que se representa por 9 herramientas de trabajo. Es incansable, trabaja las 24
hs. Del día. Su día es el 29 de junio.

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Oggún, es el dueño del hierro. Se trata de un orisha irascible y solitario, que se encargó
de abrir paso a los demás orishas cuando bajaron a la tierra. Con su machete infatigable
cortaba cuantos troncos y malezas le salían al paso. Vivía con sus padres (Obatalá y
Yemú) y sus hermanos Ochosi y Elegguá.

Oggún estaba locamente enamorado de su madre y trató de violarla varias veces, cosa
que siempre se encargó Elegguá de evitar. Al final Oggún se las arregló para conseguir su
propósito, pero fue sorprendido por su padre Obatalá, y antes de que este pudiera decir
nada, el propio Oggún dijo: "Yo mismo me voy a maldecir. Mientras el mundo sea mundo
lo único que voy a hacer es trabajar para la Ocha." Después de esto se fue al monte con
la única compañía de sus perros, se escondía de los hombres y solo su hermano Ochosi el
cazador consiguió verle.

Oggún trabajaba sin descanso produciendo hierros, pero estaba muy amargado y a
disgusto consigo mismo y se dedicó a regar polvos ofoché para que la tragedia dominara
el mundo. En esa época fue cuando Ochún se metió en el monte, lo atrajo a sí con sus
cantos y le hizo probar la miel de la vida. Con esto Oggún perdió su amargura y dejó de
hacer ofoché.

Oggún es un orisha mayor. Violento y muy astuto, es el dios de los minerales, las
montañas y las herramientas, así como el patrón de los herreros, mecánicos, ingenieros y
soldados. Simboliza al guerrero comedor de carne, dominador de los misterios del monte.

Es el dueño de las llaves y las cárceles. Se considera una de las personificaciones más
antigua de los yoruba.

Sus colores son el negro, el verde y el morado. Sus collares llevan cuentas verdes y
negras alternas de siete en siete. En Matanzas son rojas y moradas.

Su ropa es de color morado, con un gorro aplastado y un cinto con fibras de palma que
simboliza la protección contra lo malo.

Sus hijos son los hombres violentos e impulsivos. Luchadores que nunca se dan por
vencidos. Son imprevisibles y difíciles de tratar pero a la vez sinceros.
Sus santos católicos son San Pedro, San Pablo, San Juan Bautista, San Miguel Arcángel y
San Rafael Arcángel. En Brasil San Antonio de Padua y San Jorge (Río de Janeiro). En Haití
San Jacobo el Mayor.

Oggun violento y astuto guerrero máximo por exelencia. Su misión es guerrear por
nosotros en la religión y en la vida. Se le considera el Orisha del hierro, nace de la
entraña de la tierra. Es el dueño de las montañas y las herramientas. Solitario y
andariego, es uno de los Orishas mas viejo y respetado en la religión Yoruba.

Conocedor de los secretos del monte simboliza al guerrero comedor de carne, brusco,
bárbaro y trabajador incansable que no perdona las ofensas y nunca abandona el
combate ni pierde las esperanzas.

Oggun esta condenado por su propia lengua a no domar ni de ida ni de noche mientras el
mundo sea mundo. Oggun personifica al guerrero incansable capas de interceder para
proteger a los suyos en los momentos más difíciles de los abatares de la vida. En la tierra
vive con Ochosi en la puerta del ile para que nada malo entre en la casa sus días martes
y miércoles y se sincretiza con San Pedro y San Miguel Alcanger.

Rezo:
Oggun Oggun Arere Oggun Susulona
Oggun Fina Malu Okiala Kuelde Oggun Ala Juriowo
Oggun Shibiriki Oggun Auya We Oggun Ala Jeriowo.

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Hablar de Oggún es hablar de justicia, de fortaleza y de rudeza. Es uno de los orishas más
antiguos y en cierto momento fue el jefe de las demás deidades. Se cree que Oggún data
de la edad prehistórica de los metales, elemento que le pertenece. Incluso las leyendas
yorubas dicen que él fue el que abrió el camino con su machete para que los otros
orishas vinieran a la Tierra.

Es propietario de la esencia del trabajo, esto se origina en un patakí en donde Oggún era
el hijo más rebelde de Obatalá y Yembó. Ellos vivían junto a Elegguá, Ochosi, Ozun y
Dadá. Obatalá salía a trabajar todos los días y dejaba a sus hijos en la casa, siendo Ozun
el encargado de vigilar todo lo que acontecía. Oggún era el que más trabajaba y por ello
tenía cierta autoridad en la ausencia del padre, lo que aprovechaba para mantener a sus
hermanos bajo su mando. Un día Oggún se enamoró de su madre y la forzó sexualmente,
pero cómo Elegguá le decía a Ozun que lo vigilara y lo reprendiera, Oggún lo sacó de la
casa y le dio mucha comida a Ozún, incluso la ración de Elegguá. Esto se repitió durante
varios días hasta que Elegguá esperó a Obatalá fuera de la casa y le dijo: "Hace días que
no como". "¿Por qué?, le preguntó Obatalá. "Porque Oggún me botó de la casa para poder
acostarse con mi madre". Al día siguiente Obatalá regresó a la casa más temprano y
comprobó lo que Elegguá le había contado. Este lloró mucho y llamó a la puerta, Oggún
abrió y Obatalá se disponía a maldecirle y éste se adelantó y le dijo: "Babá, no me
maldiga porque yo mismo lo voy a hacer. Mientras el mundo sea mundo, yo Oggún,
trabajaré sin descanso de día y de noche".

A lo cual Obatalá respondió: "Ashé to".

Por ello es que este santo es el apropiado para realizar trabajos en la religión yoruba,
especialmente a la hora de quitar una brujería ya que para él es algo injusto y a partir de
lo que sucedió con Obatalá y Yembó, se convirtió en un oricha justiciero para rectificar su
error. Además es el que supervisa los juramentos y los pactos para que los mismos sean
efectuados con rectitud.

Oggún vive en los lugares más recónditos del monte y según las historias no gusta mucho
de relacionarse con la civilización, de allí se origina su carácter iracundo. Sólo Ochún fue
la que logró sacarlo de su territorio porque en los pueblos necesitaban de su arte en la
construcción de las herramientas de trabajo. Por ello es que se deben realizar ciertas
ceremonias en el monte antes de consagrar en ocha a uno de sus hijos, para sacar su
energía de allí y que viva en el fundamento sagrado del nuevo iniciado. Cualquier persona
puede tener el fundamento de Oggún, lo cual se recibe junto con Elegguá, Ochosi y Ozun
y la ceremonia puede realizarse luego de que el novicio se haya iniciado con los collares
de Ocha. Él, junto a los orichas nombrados anteriormente, conforman los llamados
"guerreros", dicho nombre se debe a que estos santos son los que ayudan a las personas
a guerrear en la vida cotidiana para alcanzar la estabilidad y la armonía.

En las fiestas de santo, cuando hay tambores batá, en ocasiones posesiona a uno de sus
hijos y baila de una manera violenta moviendo los brazos como si tuviera un machete en
la mano. En esos momentos hay que dejarle el torso desnudo y vestirlo con un mariwó de
palma. Dicen las historias que Oggún tuvo que vestir de esa forma luego de que Changó
se apoderara de sus ropas en una de sus incontables batallas.

Como ya hemos explicado, las personas asumen la personalidad de su ángel de la guarda


u oricha tutelar. En el caso de Oggún sus hijos son de carácter fuerte, son voluntariosos y
a veces gustan de la soledad. Cuando hay una situación que les disgusta no la admiten
bajo ninguna circunstancia. Son muy dedicados al trabajo, a veces hasta en una forma
exagerada. Son toscos y no piensan a la hora de enfrentarse en una pelea, sea
discutiendo o a golpes. Estas son características naturales que los hijos de Oggún deben
controlar cuando se presenten, por ello se les recomienda que no usen armas y que no
abusen de las bebidas alcohólicas. Debido a su dominio sobre el hierro, es el protector de
los herreros, carniceros, mecánicos y militares. En la tradición yoruba ningún cazador sale
a la sabana sin rendirle tributo a Oggún, igualmente los guerreros que van a la guerra.
Esta deidad rige también a los presos debido a que posee las llaves que abren y cierran

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las cárceles. En este sentido las personas deben cuidarse de no andar en situaciones
ilícitas porque Oggún es el que encierra a las personas.

Así como Elegguá y otros orichas tienen caminos, Oggún también los posee. Al respecto
podemos citar los siguientes:

Oggún Onile: Es campesino y cría animales.

Oggún Valenyé: Se dedica a la siembra.

Oggún Alawedé: Es el más temperamental de todos y siempre anda de mal humor.

Oggún Awanile: Es el que vive en el monte y nunca sale.

Oggún Chivirikí: Es uno de los más feroces, es carnicero y no se le debe dar sangre muy
frecuentemente. Es un eterno celoso de Changó por el amor de Yemayá.

Oggún Aladá: El que vivía con Yemayá.

Oggún Arere: Es el que forja los metales.

Oggún Oke: Es el dueño de las montañas.

El color emblemático de Oggún es el verde y el negro, con esos colores se hacen sus
collares, su ropaje y se adornan todos sus atributos. Las personas que lo poseen deben
hacerle ofrendas al igual que Elegguá. A este oricha le gusta el aguardiente de caña, el
tabaco, la miel y las frutas, en especial las uvas y la patilla.

En Africa Oggún es un oricha sumamente importante y entre los yorubas representa la


justicia absoluta. Por ello es frecuente observar que cuando se realiza una corte de
justicia se le pide al que va a declarar que jure que va a decir la verdad sobre un trozo de
hierro, en lugar de hacerlo sobre una Biblia. Los yorubas creen con mucha firmeza que
cualquiera que jure en falso o viole un convenio, Oggún impartirá su justicia lo cual
termina en un horrible accidente.

En esa lejana tierra los santuarios dedicados a Oggún se encuentran al aire libre al pie de
árboles sagrados como el Peregún o el Akoko, allí se realizan ceremonias muy complejas
en donde no faltan los bailes y la posesión de varios hijos del santo al mismo tiempo. En
América el culto a esta deidad se ha perdido, sólo se hacen ceremoniales de envergadura
cuando se va a consagrar en santo alguno de sus hijos. Lo que se realiza acá
simplemente es la entrega de un fundamento en una cazuela de hierro, acompañada de
siete herramientas del mismo metal que representan el trabajo bruto.

Elegguá

ELEGGUA (ECHU) (Niño de Atocha)


Orisha mayor. Tiene las llaves del destino, abre y cierra las puertas a la desgracia o a la
felicidad. Es la personificación del azar y la muerte. Portero del monte y la sabana, es el
primero del grupo de los 4 guerreros. (Elegguá, Oggun, Ochosi, Osun) ganó con Olofi
(Dios), Obatalá y Orula suficientes privilegios para ser el 1º . Ningún Orishas le antecede,
porque el mismo Olofi dijo: "siendo tú el más pequeño y mi mensajero, serás el más
grande en la tierra y en el cielo y sin contar contigo, nunca será posible hacer nada". Sus
días son los lunes y los martes y todos los que, en el calendario, caigan en 3. Se le
celebra el 6 de enero y el 13 de junio. La pareja Elegguá- Echú, constituye la expresión
mística de la inevitable relación entre lo positivo y lo negativo. Para los Yorubas, la casa
significa el refugio por excelencia, el lugar privilegiado contra los abatares del destino. En
su misma puerta reside Elegguá, marcando con su presencia la frontera entre dos
mundos: el interno de la seguridad, y el externo, del peligro. Pero no puede haber

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seguridad sin peligro, ni tranquilidad sin inquietud y, por eso, la pareja Elegguá Echú es
indisoluble, a pesar de su oposición.

Elegguá es hijo de Okuboro que era rey de Añagui. Un día siendo todavía un chaval, vio
una luz brillante con tres ojos, que estaba en el suelo. Se acercó y vio que era un coco. Lo
cogió y se lo llevó a palacio, contó a sus padres lo que había visto y luego tiró el coco
detrás de una puerta. Al rato, todos se asombraron al ver la luz que salía del coco.

Al cabo de tres días Elegguá murió. Todos le cogieron mucho respeto al coco, que seguía
brillando. Pero el tiempo pasó y la gente se olvidó del coco. Con el tiempo, el pueblo iba
cada vez a menos, hasta que llegó a una situación desesperada.

Para hacer frente al mal momento, se reunieron los viejos del lugar para meditar sobre la
causa de sus males y hallar la solución. La conclusión después de mucho meditar, fue
que los males del pueblo se debían al abandono del coco, que al buscarlo, vieron
efectivamente que se hallaba vacío y comido por los bichos. Los viejos acordaron hacer
algo perdurable, y pensaron en colocar una piedra de santo en el lugar donde murió
Elegguá y ese fue su nacimiento como orisha.

Se trata de un orisha mayor, que tiene las llaves del destino y personifica el azar y la
muerte. Como orisha es hijo de Obatalá y Yemú y es el primero de los cuatro guerreros
(Elegguá, Oggún, Ochosi y Osun. Ganó con Olofi, Obatalá y Orula suficientes méritos para
ser el primero y ningún orisha le antecede porqué el propio Olofi le djio: siendo tú el más
chiquitito y mi mensajero, serás el más grande en la tierra y en el cielo, y sin contar contigo nunca
serà posible hacer nada.

La figura de Elegguá se encuentra muy ligada a la de Echu. Echu es la encarnación de los


problemas de los hombres, una especie de satán, pero no propiamente, porque no
debemos olvidar que ningún orisha representa conceptos puros y todos admiten
contradicciones Así, la pareja Elegguá-Echu representa la mítica relación entre lo positivo
y lo negativo. En la entrada de las casas reside Elegguá, para proteger el refugio familiar
de la entrada de Echu, el vagabundo que lleva consigo los problemas.

Los colores de Elegguá son el rojo y el negro, que representan la vida y la muerte. Sus
ofrendas son ron, tabaco, maíz tostado, coco, pescado ahumado, etc... también es una
ofrenda muy especial sacrificarle un ratón.

Los hijos de Elegguá son inteligentes y hábiles pero poco escrupulosos. Se dan a la
depravación y la corrupción. El timo, la estafa y las intrigas políticas les garantizan el
éxito en la vida.

Su santo católico equivalente es el Niño de Atocha y San Antonio de Padua.

Eleggua es el Orisha que tiene las llaves del destino y abre o cierra la puerta a la
desgracia o la felicidad.

Eleggua es la personificación del azahar del futuro o el porvenir portero del monte y de la
sabana es hijo de Obatala y Yemú.

Cuenta la historia que cierto día estando Olofi muy enfermo y siendo infructíferas las
medicinas de todos los orishas que trataron de aliviarlo.

Eleggua pidió a su madre que lo llevara ante Olofi asegurando que él lo curaría. El
pequeño Orisha escogió yerbas para preparar un brebaje que hizo que Olofi tomara con
una larga mueca en su cara pero rápidamente Olofi comenzó a sanar y a fortalecerse.
Agradecido Olofi le dijo siendo tú el mas chiquito y mi mensajero serás el mas grande en
la tierra y en el cielo y sin contar contigo nunca será posible hacer nada. Ordeno a los

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orishas mayores que se dieran a Eleggua las primicias en todas las ofrendas y le entrego
una llave haciéndolo dueño de todos los caminos que tiene la vida.

Eleggua posee un carácter burlón e infantil que puede relacionare con los inesperados
virajes del destino, las alternativas, las decisiones, unas veces con resultados felices y
otros desgraciados. Elegua personifica ese carácter totalmente impredecible del azahar
que nos abre o nos cierra los caminos de la vida.

Su numero es el tres, su día el lunes y el martes. Su fiesta se celebra el 13 de julio. Se le


sincretiza con el Santo niño de Atocha, San Antonio de Padua y el Anima Sola.

Rezo:

Ebua Eshu Alaguana Nikokoribilla Balatento No


Maniko Maniko Endoro Iku Yelete Barakillelu Eshu Afra

LE DABAN CULTO EN LA REGIÓN DE KETÚ, ES EL MENSAJERO DEL DIOS PRIMORDIAL QUE


PARA NOSOTROS SE LLAMA OLOFI. ABRE Y CIERRA LOS CAMINOS DE LA VIDA Y DEL
DESENVOLVIMIENTO DE LA PERSONA, EL SACERDOTE PUEDE UTILIZARLO PARA AMBAS
COSAS. ES EL PORTERO DEL MONTE Y DE LA SABANA.

SE REALIZA (FUNDAMENTA) EN UNA CAZUELA, CARACOLA O FORMA CON OJOS Y NARIZ,


SUS CUENTAS SON DE COLOR ROJO Y NEGRO, REPRESENTANDO LA VIDA Y LA MUERTE,
EL PRINCIPIO Y EL FIN.

OFRENDAS, EL RON, TABACO, MAIS TOSTADO, PESCADO AHUMANDO, MANTECA DE


COROJO, GOLOSINAS Y VELAS.

VIVE EN LAS ENCRUCIJADAS.

EN PALO SINCRETIZA CON TATA NFINDA.

ELEGUA CON LUCERO.

Al igual que Changó, Elegguá es una de las deidades más conocidas dentro del panteón
Yoruba. Sus poderes no tienen límites, aseveración que se fundamenta en la virtud que
tiene de controlar los diferentes caminos existentes en el Universo. Por lo tanto, si hay un
bien o una suerte para nosotros de parte de cualquiera de los diferentes Orichas que
habitan las esferas superiores junto a Olofi, será imposible que esta suerte llegue si
nuestras relaciones con Elegguá no se encuentran en armonía. En otras palabras, si
Elegguá no está conforme con el trato que se le ha dado, no se podrá disfrutar del bien
que los Orichas nos darán e incluso estaremos desprotegidos ante el ataque de las
fuerzas espirituales negativas.

Elegguá es un oricha sumamente controversia y lleno de infinitos misterios, y debido a su


manera de manejar las situaciones, la mayoría de los creyentes le ha dado el calificativo
de ser una deidad que hace tanto el bien como el mal. De esta manera se puede
observar una dualidad en esta deidad siendo la parte positiva la esencia de Elegguá y la
negativa su contraposición la cual es llamada Echu. Este tradicionalismo está aunado al
hecho de que Elegguá, al igual que los demás Orichas, es uno solo pero tiene diferentes
caminos o personalidades que desarrolló durante su pasantía por la Tierra. Basado en
esto se asegura que los caminos de Elegguá van desde el príncipe, misericordioso y justo,
siendo Echu el que se caracteriza por ser malvado y pendenciero.

Gracias a este análisis podemos decir que Elegguá es la deidad que reside en la frontera
entre el bien y el mal, dominando cualquiera de estos dos planos y, siendo fiscal e
intermediario, mantiene el equilibrio para que todo marche bien. Cuando este equilibrio
se rompe, Elegguá en su papel controlador, actúa en su forma positiva o como Echu para

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tornar todo a la normalidad. Muchos se preguntarán, ¿cómo puede Elegguá en su
manifestación como Echu colaborar con el bien?, pues la respuesta está en los diversos
patakíes de Ifá donde podemos observar la acción de Echu haciendo cosas negativas,
pero si analizamos en profundidad estas situaciones observaremos que estas maldades
llevan a la reflexión produciendo al final efectos favorables en función de enaltecer el
bien. Se puede decir entonces que Echu, dentro de su naturaleza negativa, colabora con
Olofi y los Orichas a mejorar la calidad de vida de los humanos. Todo esto parece
contradictorio pero esa es la esencia de Elegguá, ya que él es el "rey de las
contradicciones".

Para ilustrar esta dualidad Echu-Elegguá recordemos aquel famoso patakí de Eyiogbe en
donde se separan dos grandes amigos. Allí Echu, a la vista lógica de nosotros los
humanos, actuó de una manera malvada y despiadada separando a dos amigos que
sentían que su amistad era tan profunda que nada ni nadie los podía separar. Ante esta
situación Echu sembró una ilusión en sus mentes creando una confusión que luego se
convirtió en una fuerte discusión que separó finalmente a los dos amigos. Echu con esta
situación creó un ejemplo para la posteridad demostrando que el orgullo, la soberbia y la
inmadurez son aspectos negativos que deterioran al ser humano. De esta manera
podemos analizar lo antes expuesto como una maldad hecha por Echu para escarmentar
a dos personas y buscar su mejoramiento.

Elegguá y su relación con Ifá

La relación de Elegguá con Ifá siempre a sido sumamente estrecha, quizás comienza
cuando dicha deidad cuida y alimenta a Orula en el momento en que éste se encontraba
enterrado al pie de un árbol como consecuencia de la furia de Obatalá. Elegguá le salvó la
vida a Orula y a partir de ese momento se hicieron compañeros inseparables, llegando a
serlo hasta en el manejo del oráculo de Ifá en donde Orula consulta su rica sabiduría y
Elegguá canaliza las soluciones de los problemas comunicándose con los demás Orichas y
portando los mensajes entre el cielo y la tierra, además haciendo que los ebboses tengan
resultados satisfactorios.

Los diferentes caminos de Elegguá

Como nos hemos referido en anteriores ocasiones, algunos Orichas poseen "caminos", los
cuales son las diferentes manifestaciones o personalidades que tuvieron cuando
habitaron la Tierra. Elegguá es uno de los que tienen más caminos los cuales pasan de la
centena. A continuación citaremos algunos de ellos:

- Elegguá Laroye: Vive detrás de las puertas de las casas en un envase de barro. Le
agradan las ofrendas de frutas, dulces, aguardiente, tabaco, dinero, entre otras cosas. Es
amante del baile y es burlón y malcriado. Es guardián de Ochún siendo además el que
más anda con Oggún y Ochosi. Por su relación con Ochún, también se le puede encontrar
en la orilla de los ríos, donde se puede hacer ebbó dándole de comer junto a la oricha
dueña de las aguas dulces y la riqueza. Este Elegguá es gran hablador por lo tanto es el
que normalmente se acerca a las consultas para definir el destino de las personas a
través del oráculo de los caracoles de los santeros, aunque también acompaña a Orula
mientras este trabaja con el oráculo de Ifá.

- Elegguá Abailé: Es el mensajero de las casas de santo y es el que se encarga de


transportar los ebboses a los lugares que dictaminan Elegguá Laroye.

- Elegguá Baralayiki: Este Elegguá es muy glotón, siempre hay que estarle haciendo
ofrendas, en especial aguardiente. Es de la tierra de Oyó y también trabaja con Ifá. Es
tramposo y hace cualquier cosa por comida. Muestra de esto relata un patakí del signo
Ogunda-Iroso en donde Elegguá Baralayiki agobiado por el hambre se robo un chivo y se
lo comió. Luego calumnió a Ozun, siendo este último culpado por el delito que cometió
Elegguá.

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- Echu Achikuelú: Es un Elegguá que vive en las cuevas y en los túneles bajo tierra. La
persona que recibe su fundamento debe ponerlo sobre tierra o dentro de un hoyo
destapado y atenderlo allí. A él pertenece el oro y las piedras preciosas, elementos que
no pueden faltarle. Este es uno de los pocos caminos de Elegguá que come palomas, pero
hay que tener cuidado al dársela porque existe una ceremonia especial para hacerlo.

- Echu Akileyó: Es el Elegguá que acompaña a Changó. Es alborotador, valiente y estimula


a Changó para que pelee.

- Echu Alagwana: Este Elegguá tiene pacto con los muertos. Es el que castiga a
losirresponsables, a los crueles y a los malvados.
Cuando alguien que este o no dentro de la religión Yoruba hace algo indebido, Echu
Alagwana lo castiga provocando accidentes, dolencias, trabas, mala suerte, etc. Es brujo
y vive en los lugares más recónditos del monte, en los parajes solitarios y en las
encrucijadas de los caminos. A pesar de sus características "malignas", este Echu
siempre advierte antes de que ocurran los males que difunde. Así como es malvado
también es benevolente lo cual demostró cuando ayudó a Babalú Ayé cuando éste fue
castigado por Obatalá por querer difundir la viruela. En este patakí Echu Alagwana mostró
el camino a Babalú para que se encontrara con Changó y Orula quienes lo ayudaron
posteriormente.

- Echu Afrá: Es el Elegguá que acompaña a Babalú Ayé. Es de la tierra Arará y es el que
silba en las esquinas y en los lugares solitarios.

- Elegguá Agbanuké: También es de la tierra Arará y es guardián de las casas brindando


protección a sus habitantes. Trabaja con Ifá al igual que Laroye y Barakinkeño. Es el
protector de los Babalawos y lleva un Ochosi en la frente para identificarlo. Fue el que
ayudó a Orula a demostrar su clarividencia ante Olofi.

- Echu Alaketu: Fue el rey de la ciudad de Ketu, en Africa.

- Echu Ñangui o Yangui: Es el padre de todos los Echu. Fue el hijo que Ochanlá le
concedió a Orula. Este Echu es el que le brinda fortaleza, firmeza y estabilidad a Ifá
debido al pacto que este hizo con Orunmila.

- Echu Baraiñé: Nace en Obara Melli y es el compadre de Changó.

- Elegguá Barasuayo: Es el que a veces acompaña a Laroye detrás de las puertas de las
casas.

- Echu Beleké: Es brujo y tiene pacto con Ozain.

- Echu Griyelú: Es el que mantiene vivo a los pueblos. Nace en el signo Okana-Fun y se
desarrolla en Osa-Unle. Come una paloma al nacer que es el equivalente a las 101 que
Olofi sacrificó para estabilizar el nacimiento de las primeras naciones que poblaron la
tierra.

Oricha popular

En la práctica de la regla de ocha, Elegguá es una deidad de profunda importancia, bien


sea en las ceremonias generales o a la hora de las consultas, ya que él es el que habla a
través del oráculo de los caracoles utilizado por el santero en la adivinación. Allí los
orichas comunican a Elegguá los problemas que tiene la persona que se consulta así
como las soluciones para resolver las situaciones. Los colores que identifican a este
oricha son el rojo y el negro. Sus collares están hechos con cuentas de estos colores y
también son rojas y negras las telas que se usan para hacer el traje y el trono que se

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usan el día en que se consagra un nuevo santero que tiene como ángel de la guarda a
Elegguá.

Es importante que cualquier persona relacionada con la religión Yoruba reciba a Elegguá,
para que pueda atenderlo y así poder recibir los beneficios que da este oricha, los cuales
son básicamente abrir los caminos de la prosperidad, la salud y los aspectos positivos de
la vida. Elegguá junto con Oggún y Ochosi forman la base donde se sostiene todo ser
humano en el tránsito por la vida. Para recibir dicho fundamento se debe consultar los
oráculos adivinatorios de la religión para saber el momento apropiado para recibirlo. Al
igual que los collares de santo, Elegguá debe ser entregado en las ceremonias secretas
de la regla de ocha por Babalawos o santeros debidamente consagrados, luego se debe
atender diariamente ofreciéndole: manteca de corojo, aguardiente, humo de tabaco y
una vela. También se le pueden ofrecer frutas, especialmente guayabas, cambures
verdes y cocos, además se le ofrendan calabazas para la evolución económica, y no
deben faltarle los dulces, las sardinas asadas, el maíz tostado, la miel y cualquier otra
comida que se quiera compartir con él. Mientras se le hacen las ofrendas se le toca una
maraca y se le pide por las soluciones a los problemas o simplemente por mejoras en la
vida. En ese momento se debe pedir con mucha Fe evitando los caprichos porque a los
orichas no se le debe molestar con peticiones banales.

Elegguá es una deidad que vive generalmente en el monte, aunque también se le puede
encontrar en las encrucijadas, los caminos y las esquinas. En las fiestas de santo, cuando
se le ofrece un toque de tambor batá a los Orichas, en ocasiones posesiona a alguno de
sus hijos convirtiéndose en el alma de la fiesta, en ese momento se divierte haciéndole
bromas a los presentes mientras baila y come lo que le ofrecen.

Después de ciertos estudios sociológicos se ha llegado a la conclusión de que las


personas poseen ciertos aspectos de la personalidad de su ángel de la guarda u oricha
regente, por lo tanto se puede decir que los hijos de Elegguá son abocados a las
actividades comerciales en donde buscan las oportunidades para ganar dinero fácil y
prontamente, por lo que deben tener cuidado en no caer en la tentación de realizar
actividades ilegales o en el vicio del juego. Son sumamente intranquilos debido quizás a
la gran energía que los envuelve, por lo que generalmente se les debe consagrar en ocha
para canalizarlos. Poseen la característica de tener un apetito desmedido y no
desperdician una oportunidad donde puedan crear una confusión o son irresistiblemente
atraídos por la misma.

¿Quién es Elegguá?

Elegguá, es el Santo Niño que sostiene al mundo en su mano. Es Hijo directo de Olofi,
Dios Todopoderoso y creador. Es el dueño del camino, es quien lo abre o lo cierra. Es la
puerta que conduce a todas partes. Le están consagrados el número 3 y el Lunes como
día de la semana. Como niño que es, caramelos, golosinas y frutas son ofrendas
agradables a Él. Sus colores son el rojo y el negro; por lo cual también se le puede
agradar vistiendo prendas de estos colores; aunque solo fuese en la ropa interior. Elegguá
va acompañado por dos guerreros Oggun y Ochosi. Esta alianza se denomina "Los Tres
Guerreros". Es especialmente protector con los niños y también con los animales, es
extremadamente sensible a sus problemas y todo lo que les atañe, quizás porque son los
seres más vulnerables de la creación. No responde a peticiones que contengan en algún
modo el mal o puedan desencadenarlo, Eleggua es un niño en estado puro, su inocencia
es tal que el mal no puede alcanzarlo. Por esto los que se le acercan con fines perversos
no pueden conectar con El, es más, cualquier petición que se le haga, y que a la postre
pudiese ocasionar algún perjuicio a la persona objeto de la petición El no la concede
aunque haya sido hecha de manera bien intencionada. Su sitio dentro de una casa esta
detrás de la puerta, él la protege de todo lo que viene del exterior. Las virtudes más
valoradas por Él son la Honestidad y la Fidelidad, y la FE es la fuerza que alimenta su
poder.

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Ochosi

OCHOSI (San Norberto)


Orisha mayor. Hijo de Yemayá. Patrón de los que tienen problemas con la justicia, mago,
adivino, guerrero, cazador y pescador. Su Nº es el 3 y habla en el Dilogún por el 2
(Eyioko) sus días son el lunes, miércoles, y los 4 de cada mes. Su nombre es Ochosi Ode
Mata. Con Ochosi se hace ebbó para salir bien en las operaciones quirúrgicas, y para
asuntos relacionados con la justicia, pues él tiene relación con Abata, Santo que es parte
de INLE (médico de la Ocha). Se le incorpora como atributo el bisturí, San Rafael, cuernos
y patas de venado, etc. Vive en la puerta de la cárcel. Su día es el 6 de junio.

Ochosi es el mejor de todos los cazadores y sus flechas no fallan nunca. Sin embargo en
una época la espesura del monte le impedía llegar hasta sus presas. Desesperado por
esto consultó a Orula y este le dijo que hiciera ebbó(*). Ochosi y Oggún eran enemigos
porque Echu había sembrado cizaña entre ellos, pero ambos se encontraban con
problemas similares, porque aunque Oggún era muy rápido habriéndose camino entre la
maleza, los animales le oían y escapaban. Oggún también había consultado a Orula
obteniendo la misma respuesta.

Así estaban en el monte cada uno por su cuenta haciendo ebbó cuando se encontraron y
se pusieron a hablar. Se contaron sus problemas mutuamente y entablaron amistad.
Estaban hablando cuando a lo lejos pasó un venado. Rapidísimo Ochosi le lanzó una de
sus flechas que le atravesó el cuello dejando muerto al animal. "Ya ves" suspiró Ochosi, lo
he matado pero la espesura me impide llegar e él. Entonces Oggún cogió su machete y
de forma veloz abrió camino entre ellos y el venado. Muy contentos llegaron al animal y
lo compartieron.

Desde entonces hicieron un pacto en casa de Orula, en el que expresaban que el uno sin
el otro no era nada y que se necesitaban mutuamente par vivir. Por todo esto es que
Ochosi, el cazador, siempre anda con Oggún, el dueño de los hierros.

Ochosi es un orisha mayor, hijo de Yemayá. Patrón de los que tienen problemas con la
justicia, es mago, adivino, guerrero, pescador y cazador. Con Ochosi se hace ebbó para
salir bien en las operaciones quirúrgicas.

Su collar más común es con cuentas de coral aunque a veces van alternadas con cuentas
de color azul prúsia.

Sus hijos son el prototipo de cazador primitivo, hombres rápidos y siempre atentos.
Amantes del cambio y las nuevas empresas.

Sus santos católicos son San Alberto y San Norberto. En Santiago de Cuba es Santiago
Arcángel. Su día es el nueve de Noviembre.

(*) ebbó: Trabajo de Santería, ceremonia que puede ser de ofrenda o de sacrificio o de
purificación. Los paraldos son ebbos para quitar la muerte. Los ebbos son para refrescar,
cumplimentar, enamorar a los orishas en las cuestiones más sencillas, desde un baño con
flores y yerbas hasta poner dulces a las deidades. Este trabajo va dirigido al bien y no es
compromisorio. Tampoco se tiene que estar iniciado en la religión para realizarlo.

shosi Orisha hijo de Yemayá patrón de los que tienen problemas con la justicia mago
adivino guerrero, cazador y pescador. Se le nombra por invocarlo Ochosi Odemata. Su
presencia es garantía para salir bien en las operaciones quirúrgicas, pues él tiene relación
con Abata santo que es parte de Inle medico de la Osha. También Ochosi es conocido
como el mejor de los cazadores, sus flechas certeras siempre dan en el blanco y es rápido
como el rayo.

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Ochosi tiene pacto secreto ante Orula con Oggun y Elegua los cuales forman el trío
inseparable, Los Guerreros .

Su numero es el cuatro su día es el martes y se sincretiza con San Norberto.

Rezo:
Rezo: Oshosi Ode Mata Da Mata Figoru Oshosi.

ORIGINARIO DE LA REGIÓN DE KETU (NIGERIA), REPRESENTA EL GUERRERO, CAZADOR Y


PESCADOR POR EXCELENCIA. PROTEGE DE LOS PROBLEMAS DE JUSTICIA. ES LA JUSTICIA
DIVINA. FORMA PARTE DEL CONJUNTO DE GUERREROS Y VIVE CON OGUN EN LA CAZUELA
DE HIERRO.

SU FIESTA SE CELBRA EL 6 DE JUNIO.

SUS COLLARES SON CUENTAS DE CORAR. SUS ATRIBUTOS TODO LO RELACIONADO CON
LA CAZA Y LA PESCA.

PATAKI (LEYENDA)

Hubo un tiempo en que Ochosi y Oggun vivían enfrentados porque Echu se había
encargado de sembrar cizaña entre ellos. Ochosi era el mejor de los cazadores, pero la
espesura del bosque le impedía recoger las presas.

Oggun tenia un problema similar. Aunque era capaz de hacer un trillo más rápido que
nadie, no conseguía matar a sus presas, ya que se le escapaban.
Fueron a consultarse con el brujo de la tribu, y este le dijo a Ochosi, que tenía que hacer
un trabajo, coger una piedra y tirarla al lado de un tronco. Ochosi cogió esta piedra y en
el primer tronco que vio la tiro, dándole a Ogun en la cabeza. Al principio discutieron,
pero se sentaron a conversar sobre su problema.

Mientras hablaban divisaron un venado. Ochosi tiro su flecha, atravesando al animal y


Ogun cogió su machete y abrió un camino, para llegar hasta la pieza, la cuál disfrutaron
juntos. Desde este momento pactaron que vivirían juntos.

Entre los santos u orichas yorubas Ochosi representa la imagen del cazador, por lo tanto
es el encargado de la manutención de los pueblos, esto se ha visto desde el principio de
la historia porque la cacería fue la primera actividad que el hombre usó para subsistir, de
este hecho se puede deducir la antigüedad de este oricha. Ochosi es el cazador por
excelencia y su trabajo en la religión yoruba consiste en cazar las oportunidades y el
bienestar para favorecer a las personas que poseen su fundamento, además de cazar a
los malos espíritus y las brujerías para protegernos.

Es uno de los orichas que conforman los llamados "guerreros" junto a Oggún y Ozun, de
hecho es el compañero inseparable de Oggún, lo cual se ve reflejado en la siguiente
historia:

"En el principio de los tiempos, Oggún deambulaba solo por el mundo portando su
machete y abriéndose camino por el monte. A pesar de que era hábil con su instrumento
de trabajo pasaba hambre debido a que cuando cortaba el monte hacia tanto ruido que
alertaba a los animales que tenía cerca y estos se alejaban rápidamente. Ochosi vivía
cerca y también tenía un problema, este era muy buen cazador y siempre atinaba a sus
presas pero cuando trataba de llegar al animal cazado se tardaba en llegar por lo tupido
de la maleza y al llegar ya el animal no estaba, se lo había llevado otro animal rapiñero.

Pero llegó el día de que Oggún y Ochosi decidieron unirse porque se dieron cuenta que
cada uno tenía la solución del problema del otro. Así lo hicieron y mientras Ochosi cazaba

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lanzando sus flechas desde larga distancia, Oggún llegaba rápidamente a las presas
gracias a la habilidad con que manejaba el machete abriéndose camino por el monte."

En otro patakí se demuestra que Ochosi es el oricha encargado de impartir justicia, lo


cual asume debido a un error cometido en contra de su madre cegado por la soberbia. El
patakí dice lo siguiente:

"Un día Ochosi llegó a su casa muy contento luego de cazar sus aves preferidas. Dichas
aves estaban prisioneras en una jaula y cantaban sin cesar. Ochosi volvió a salir para
continuar cazando y su madre llegó a la casa topándose con las aves prisioneras. Ella se
centró tanto en el cantar de las aves que sintió su anhelo de libertad y las soltó de su
cautiverio y se fue a la plaza de mercado a comprar alimento. Cuando Ochosi llegó a su
casa y no encontró a sus aves fue tal la soberbia que lo invadió que lanzó una flecha al
aire mientras decía: "Que se clave en el corazón de aquel que liberó a mis presas". La
flecha viajó y viajó por los cielos hasta que alcanzó el corazón de su propia madre.
Cuando este se dio cuenta de lo sucedido su arrepentimiento fue tal que juró que a partir
de ese momento se encargaría de impartir justicia."

Por esto Ochosi rige en las cárceles junto con Oggún, oricha del metal. Entre los dos se
encargan de poner prisioneros a los que de verdad merecen estar tras las rejas. Muchos
piensan que como Ochosi y Oggún se encargan de la justicia, ellos pueden liberar a
cualquier persona de la cárcel o evitar que entre en la misma y por ello hacen trabajos
con estos dos orichas para conseguir la libertad de un preso, pero esto es muy relativo
porque si la persona es culpable de un delito, de dichos trabajos lo que puede resultar es
que la persona tarde más en salir o entre más rápido, a menos que ellos decidan darle la
libertad midiendo el estado de conciencia del preso, o sea que estén seguros de que no
va a involucrarse más en algún delito. Recordemos que ellos van a juzgar a las personas
según los hechos, por el contrario si la persona está presa y no cometió delito alguno,
Ochosi y Oggún lo sacarán rápidamente de su cautiverio.

El símbolo de Ochosi es un arco preparado para lanzar una flecha, está hecho de hierro y
siempre va en el caldero de Oggún. Este símbolo representa el pacto de unión entre estos
dos orichas y se recibe junto con Elegguá luego de que la persona se inicia en la religión
con los collares de ocha y junto a Ozun conforman los llamados "guerreros" que son los
orichas que nos ayudan a "guerrear" en la vida cotidiana. Posteriormente se puede recibir
el fundamento del oricha que lleva un proceso más elaborado, puede ser de Addimú o de
cabecera, si la persona es hija de este oricha y este por supuesto lo recibirá el día que se
consagre como santero u Olo Ochosi.

Los hijos de Ochosi, al igual que los de Oggún y Oyá, son difíciles de ver consagrados en
santo. Son personas muy tenaces y no están tranquilos hasta que alcanzan lo que se han
propuesto. Tienen buenos sentimientos y son respetuosos de la religión.

Ochosi come todo lo que se le ofrenda a Oggún y además pájaros cazados y aguardiente
anisado. Sus collares son hechos con cuentas azules y color miel, además se le ponen
caracoles, aunque hay personas que prefieren ponerle el símbolo del arco y la flecha del
que hablamos anteriormente.

A pesar de que muchos no le dan la importancia debida a este oricha, Ochosi es


fundamental en el desarrollo de toda persona. El trabajo en conjunto con Oggún es
innegable y como Oggún es el dueño del trabajo y su actividad es constante, podemos
deducir que Ochosi trabaja en la misma proporción por lo que se debe tomar en cuenta
en los momentos de premura.

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Osun

OSUN (San Juan Bautista)

Representa la cabeza y el alma. Orisha Mayor, actúa como mensajero de Obatalá y de


Olofi (Dios). Orula se apoya en él para tener los poderes de la adivinación y el
conocimiento real y trascendente. Es el vigilante de la cabeza de los creyentes; no es
Orisha de posesión sino de irradiación. No se sube ni se asienta; se recibe cuando se
entregan los demás guerreros. No habla por letra del caracol, pero acompaña a los
guerreros. Representa la vida misma, porque vive en posición vertical mientras la
persona esté con vida, cuando ésta muere, se acuesta, pues pasa a una posición
horizontal respecto al plano de la tierra. Su día es el jueves, sus números: 8, 16 y 24.
Fecha de celebración 24 de junio.

Osun era el vigilante de Obatalá, quien, como ya sabemos, vivía con su mujer Yemú y sus
tres hijos Oggún, Ochosi y Elegguá. Resulta que Oggún era el preferido y los otros dos
debían obedecerle.

Ya sabemos que Oggún estaba enamorado de su madre y que varias veces había
intentado violarla, pero Elegguá siempre avisaba a Osun el vigilante, quien iba y
regañaba a Oggún.

Entonces un ida Oggún ordenó salir de la casa a Elegguá y sobornó a Osun con maíz para
que no le delatara mientras abusaba de su madre. Eleguá le contó todo a Obatalá, quien
no podía creerlo, pero decidió ir a la casa y encontró a Osun durmiendo y a Oggún
abusando de su madre. Entonces fue cuando Oggún se maldijo a sí mismo y Obatalá le
dijo a Osun: "confíaba en ti y te vendiste por maíz" después Osun perdió su cargo y fue
Elegguá quien se convirtió en el vigilante de su padre Obatalá.

Osun es un orisha mayor, actúa como mensajero de Obatalá y Olofi. Orula se apoya en él
para conseguir los poderes de la adivinación. Es el que vigila la cabeza de los creyentes.
Se recibe a Osun cuando se entregan Los Guerreros (Elleguá, Oggún y Ochosi)
Representa la vida misma.

Sus colores son todos porqué Osun significa color o pintura. A veces se le atribuyen el
blanco, azul, amarillo y rojo.

Su santo católico es San Juan Bautista.

DEIDAD QUE ACTUA COMO MENSAJERO DE DIOS. ES LA CUSTODIA Y VIGIA DE LOS


CREYENTES DE ESTA RELIGIÓN. SIEMPRE VIVE EN ALTO, Y SU CAIDA SIN NINGUN TIPO
INDICA QUE LA MUERTE ESTA CERCA DE LA PERSONA. ORULA DIOS DE LA ADIVINACIÓN,
SE APOYA EN ÉL PARA TENER PODERES DE VIDENCIA Y ADIVINACION.

NO TIENE COLLAR, TIENE FORMA DE GALLO, VA ENCIMA DE UNA COPA, QUE ES DONDE
SE DEPOSITA EL SECRETO. OZUN EN YORUBA QUIERE DECIR PINTURA.

Orula

ORULA, Orunla u Orúnmila (San Francisco de Asís)

Orisha mayor. A su alrededor se ha formado todo un complejo religioso que lo singulariza


con relación a todos los demás Orishas. Es el gran benefactor de los hombres y su
principal consejero, él les revela el futuro y les permite influir sobre él. Es el poseedor del
secreto de IFÁ, el oráculo supremo mediante el cual se comunica con éste. Personifica a
la sabiduría y a la posibilidad de influir sobre el destino, incluso al más adverso. También
es considerado como un gran médico y como uno de los dueños de los 4 vientos, los 4

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puntos cardinales y los 4 poderes fundamentales (el sol, el agua, el aire y el fuego). Orula
fue el único santo que venció a IKÚ (la Muerte). Su día es el 4 de octubre.

Orula es hijo de Obatalá y Yemú. Sus mejores amigos son sus hermanos Changó y
Elegguá. Cuando Obatalá descubrió a Oggún queriendo violar a su madre, su ira fue tanta
que ordenó matar a todos los varones.

Cuando nació Changó, Elegguá compasivo lo llevó escondido a su hermana mayor para
que lo criara. Después nació Orula y con el mismo propósito de salvarlo, Elegguá le
enterró en el pie de la ceiba y le llevaba comida todos los días.

Con el tiempo el viejo Obatalá enfermó y Elegguá buscó corriendo a Changó, el gran
curandero, para que lo curara.

Cuando Changó curó a su padre, Elegguá imploró el perdón de Changó y de Orula a


Obatalá. El perdón fue concedido y entonces Changó, lleno de alegría cortó la ceiba y con
ella labró un tablero espléndido y se lo regaló a su hermano Orula, a quién dio también el
poder de la adivinación.

Desde entonces Orula es el dueño del tablero, el adivinador del futuro y el consejero de
los hombres, además de ser el intérprete del oráculo de Ifá. Orula es un orisha mayor,
alrededor del cual se ha formado todo un complejo religioso que lo singulariza frente a
todos los demás orishas.

Orula es el principal consejero de los hombres porque les revela el futuro y les permite
influir sobre él. Es el poseedor del secreto de Ifá, el oráculo supremo mediante el cual se
comunica con todos. Personifica a la sabiduría y la capacidad de incluir sobre todo
destino, por adverso que este sea. También se le considera un gran médico y dueño de
los cuatro vientos. Quien no siga sus consejos, ya sea hombre o bien orisha, puede ser
víctima de los osogbos inducidos por Echu.

Su fiesta es el 4 de octubre pero le pertenecen todos los días del año.


Sus colores son el verde y el amarillo.

Para ser sacerdote de Ifá o babalawo no es imprescindible ser santero aunque


normalmente lo sean. Su poder es tan grande que cuando reclama a alguien para ser su
hijo, el individuo tendrá que abandonar el culto a cualquier otro orisha y dedicarse por
completo a Orula.

El primer paso para ser babalawo es "recibir la mano de Orula" y solo pueden pasar por
ello aquellos a quien se lo ha sugerido la adivinación.

A Orula se le conoce por Kisimba en Palo, Kavanga en Kimbisa, Dadai en Brillumba y


Kimbumbula en Las Villas.

Sus ofrendas son la chiva, la gallina negra, la paloma y el venado. Protege a sus hijos de
la locura.

Su santo católico es San Francisco de Asís.

Obatala, divinidad creadora de la tierra y el hombre. Es puro por excelencia y dueño de


las cabezas, pensamientos y sueños del hombre. Hijo de Olofi y Olordumare, cuyo
mandato es hacer el bien.

Orumila o Orula es el poseedor del secreto de Ifá. El oráculo benefactor de los hombres,
y su principal consejero. Iboru, Iboya y Ibosheshe. Orula personifica la sabiduria y la
posibilidad de influir sobre el destino de los hombres, incluso el más adverso. Quien no
acate sus consejos, sea hombre u orisha será víctima de los ossobos inducidos por Eshu

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Orula es el dueño de los cuatro vientos y con la autorización de Olofi recibió de Shango el
arte y el dominio de los secretos de la adivinación. Es hijo de Obatala y sus mejores
amigos son sus hermanos Shango y Elegua. Orula sabio, viejo, refunfuñón, es el poseedor
de todos los poderes mágicos para influir en el porvenir de todas las personas y junto con
Oddun y Oddua conforma una trinidad divina. Le pertenecen todos los días, su fiesta se
celebra el 4 de octubre y se sincretiza con San Francisco de Asís.

Rezo:
Orumila, Orumila Iboru , Iboru Iboya, Iboru Ibochiche.

Obatala

OBATALÁ (Virgen de las Mercedes)

Orisha mayor. Creador de la tierra y de los hombres, es la deidad pura por excelencia,
dueña de toda la blancura, de los pensamientos y de los sueños. Hijo de OLOFI (Dios) y
OLODUMARE (universo) Fue mandado a la tierra por Dios para hacer el bien y para que
gobernara como rey del planeta, es misericordioso y amante de la paz y la armonía. Rige
la buena conducta y es capaz de aplacar a sus hijos. Todos los Orishas lo respetan y
buscan como abogado. No admite que nadie se desnude en su presencia, o se profieran
frases duras e injuriosas. Su día es el 24 de Setiembre.

En Obatala nace la luz y la oscuridad, la vida y la muerte, lo bueno y lo malo. Amante de


la paz y la armonía. Todos los orichas le respetan por su rectitud y autoridad. Muchos le
solicitan como abogado. Sus hijos deben ser muy respetuosos pues no admite
debilidades, irrespeto y mucho menos frases duras e injuriosas.

Su color preferido es el blanco, representa la verdad, la sabiduría y la justicia. Obatala es


rey del mundo, cabeza principal de la osha. Es recto y justiciero.

Su numero es el 8 y se sincretiza con la Virgen de las Mercedes. Su día es el 24 de


septiembre.

Rezo:

Gemu Obatala Obatala Birivigua


Aligua Ligua Lano Yakuto Kabo Kabo Ke
Dedere laboru Dedere la boshishe Doba lori meridilogun

OBATALA, DIVINIDAD, CREADORA DEL HOMBRE, ES PURA POR EXCELENCIA Y DUEÑA DE


LA CABEZA, PENSAMIENTOS, Y SUEÑOS DEL HOMBRE. SU MANDATO POR EL DIVINO
OLOFI ES HACER EL BIEN, NACE EN ESTA DIVINIDAD LA LUZ Y LA OSCURIDAD, LA VIDA Y
LA MUERTE, LO BUENO Y LO MALO. AMANTE DE LA PAZ Y LA ARMONIA, TODOS LOS
ORICHAS LE RESPETAN POR SU REXTITUD Y AUTORIDAD. SUS HIJOS DEBEN DE SER MUY
RESPETUOSOS, ESTA DEIDAD NO ADMITE DEBILIDADES, IRRESPETO Y MUCHO MENOS
FRASES DURAS E INJURIOSAS. SU COLOR PREFERIDO ES EL BLANDO, REPRESENTA LA
CABEZA PRINCIPAL EN OSHA. SU NUMERO ES EL OCHO. SU DIA ES EL 24 DE SEPTIEMBRE.

Obatala el padre de todos los orishas

A pesar de que cada oricha tiene su virtud, cada uno posee características que lo
diferencian de los demás y allí se originan sus jerarquías. Tomando esto en cuenta se
puede decir que Obatalá es el oricha mayor y por ello se le conoce como "el padre de
todos los orichas".

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Esto lo encontramos claramente en un patakí del oldun Ogbe - Di, en donde se relata que
la Tierra estaba asediada por Echu a tal punto de que se metió en la mente de los orichas
y los confundió tentándolos y volviéndolos destructores. Ante ésta situación Oloddumare
reprendió a los orichas porque no estaban cumpliendo el mandamiento que les dio
después de la Creación y les recordó queellos estaban en la Tierra para ayudarlo a
perpetuar lo que Él era, la encarnación de la verdad, la bondad y la justicia. Para poner
solución al problema Oloddumare tomó sus virtudes, hizo una imagen de si mismo y creó
a Obatalá, quien no se dejó influenciarpor Echú y pudo controlar la Tierra convirtiéndose
en el Jefe Supremo del concilio divino integrado por todos los orichas.

El Oricha supremo

Como ya explicamos Obatalá es el oricha mayor, es la creación de Oloddumare para


poner control en la Tierra ante las maldades de Echu. Es el dueño de todas las cabezas,
por ello rige en todos los seres humanos no imporando cual sea su oricha guardián.
Obatalá también es el dueño de la pureza, por ello viste con ropaje blanco, color que lo
identifica. Todas las ofrendas que se le hacen deben estar relacionadas con éste color,
esto es bien importante para los yorubas y se puede ver en un poema histórico que dice:

"¡Inmenso en túnicas blancas! Él duerme en ropa blanca, Él se levanta en ropa


blanca. ¡Padre venerable! ¡Consorte de Yemowo! Orisa me deleita cuando está en
ceremonia, en un lugar delicioso donde Orisa es colocado en el trono".

Obatalá es un oricha masculino de temperamento tranquilo y sosegado, sin embargo es


sumamente poderoso y se caracteriza por su autoridad, a tal punto, que es el único
oricha al que Changó respeta sin objeción. Los demás orichas también lo respetan
profundamente por estar relacionado con la luz, la verdad, la justicia y la compasión. Es
un oricha adorado en muchos lugares del mundo, pero uno de sus templos mayores está
en la ciudad de Igbo, en la nación yoruba. Allí se hacen grandes festivales en su nombre,
en donde los sacerdotes danzan por las calles vestidos de blanco, además de llevar el
cuerpo pintado con símbolos del mismo color.

El nombre de Obatalá viene de la conjunción de dos palabras yorubas; Obá, que significa
Rey y N´la, que quiere decir grandeza. Por lo tanto nombre compuesto Obatalá u Obanlá
significa "El Rey de la grandeza" o "El Rey grandioso". La filosofía yoruba interpreta ésta
etimología como el Rey de todo el paisaje que se alcanza a ver cuando se está en la cima
de una montaña, en otras palabras, el Rey de todo. Otra interpretación dice que
etimológicamente el significado de Obá - ti - alá es: "El Rey vestido de blanco".

Aunque ésta deidad es conocida comúnmente con el nombre de Obatalá, también se le


conoce como Orichanlá. Además del ropaje blanco lo caracteríza una corona con 16
plumas de loro y un cetro de plata, ambos símbolos de autoridad. Sus devotos le hacen
tributos cada 17 días en sus templos, costumbre
que se mantiene desde tiempos inmemoriales. Dentro de la Naturaleza rige en las
montañas, las lomas y los valles. Una creencia yoruba nos cuenta que Obatalá es el
oricha escultor por excelencia y es el encargado de moldear a las personas antes de venir
al mundo, por eso es que él protege a las personas deformes, los inválidos, los mudos y
los albinos. Estos son creados por Obatalá de ésta forma para hacerlos sagrados y por
ello hay que respetarlos, porque son elegidos por el Oricha.

Los caminos de Obatalá

Ya hemos explicado anteriormente que cuando hablamos de los caminos de un oricha,


nos referimos a las diversas personalidades que desarrolló en su tránsito por la Tierra. En
el caso de Obatalá se conocen 16 caminos, aunque mientras estuvo errante por el mundo

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le dieron muchos nombres en los diversos lugares que visitó. Sus caminos más comunes
son:

- Ayágguna: Nombre que etimológicamente significa "perro de guerra". Es el öbatalá más


joven y está relacionado con los conflictos bélicos desarrollados durante toda la historia
de la Humanidad. Fue el Rey de la ciudad de Ketu, hijo de Ochagriñan y es un Obatalá
muy parecido a Changó, se le ponen detalles rojos a su vestidura y a sus collares, incluso
cuando "monta" la cabeza de alguno de sus hijos en un tambor, baila una danza guerrera
como lo hace Changó. Se le representa montado a caballo con una espada en la mano
izquierda, denotando que es zurdo. Su llegada a la Tierra se relata en el signo Babá
Eyiogbe

- Ochagriñán u Osagrinán: Obatalá también joven fue hijo de Oduduwa y Rey de las
ciudades yoruba Agomoshe y Egugbo. Además del color blanco que caracteriza a todos
los Obatalás, se le ponen cuentas de nacar y coral a sus collares. Es guerrero y vive al pie
de los árboles, en especial de la Hiedra.

- Babá Ashó: Fue Rey de Ibadán y es fue el Obatalá que creó el telar para que los seres
humanos hicieran telas y se vistieran. Se le pone un pedazo de seda en el fondo de la
sopera. Cuando viene a la Tierra en los tambores baila en un sólo pie. Es hermano de
Ayagguna e hijo de Ochagriñan, por eso se le pone una faja de tela roja en la cintura
cuando baja.

- Aguema o Alaguema: Según una historia fue el primer Obatalá que vino a la Tierra,
llegó en forma de camaleón. Vive en lo alto de la Ceiba. Su color, además del blanco, es
el verde. Acompaña constantemente a Oduduwa como un guardián, incluso se dice que
su piel es tan brillante que le sirve a Oduduwa como espejo para mirar la maldad de sus
enemigos.

- Obamoro: Este Obatalá es muy viejo y se dice que sufrió mucho. Sus colores son el
blanco y el violeta.

- Obalufón u Ochalufón: A pesar de que éste Obatalá nació en Ifón, se hizo grande en la
ciudad de Oshogbo. Hay que pedirle todo al revés

-Babá Fururu: Es el Obatalá que aconseja a los jóvenes.

- Ayalá: Es el que moldea las cabezas de los seres humanos en el Cielo.

- Otros caminos de Obatalá: Ayalúa, Yekú Yekú, Oggán, Eluaye, Elefuro, Akeylú, Yemu,
Oloyú Okumí, Oyelé, entre otros.

Los hijos de Obatalá

Las personas que tienen a Obatalá como ángel guardián u oricha tutelar son personas
muy inteligentes, que generalmente se destacan en sus actividades. No obstante, suelen
ser lentos en sus movimientos por lo que en ocasiones pierden las buenas oportunidades
que les depara el destino.

Obatalá siempre tiene pendiente de que sus hijos prosperen, haciéndolos poderosos y
engrandeciéndolos con bienes materiales, sin embargo, ellos tiene el compromiso de
seguir una vida recta, porque son los primeros que deben realzar las virtudes de su
padre, o sea, los hijos de éste oricha deben ser siempre justos, benevolentes y estar
constatemente apegados a las reglas morales. Esto se puede notar en el siguiente poema
yoruba dedicado al oricha:

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"Él apoya a sus hijos y los hace prosperar, les da razones para reir y ellos ríen. ¡El
poderoso! Tú que habitas con una persona y la haces próspera. ¡El Rey supremo!
¡Tú que multiplicas uno solo en doscientas personas! Multiplícame en
cuatrocientos. Multiplícame en mil cuatrocientas sesenta personas".

Los hijos de Obatalá son muy analíticos y tienden a ser líderes. Deben controlar la
soberbia y el orgullo para que puedan progresar, además deben evitar el licor ya que es
su peor enemigo debido a que el Oricha lo maldijo porque le causó serios problemas. Sus
hijos deben vestir frecuentemente con ropa blanca en honor al oricha y para ser
purificados y protegidos.

Olofi

OLOFI
Olofin u Olordumare: Personificación de la divinidad; vive retirado y pocas veces baja al
mundo. En Ifá se recibe Olofi, según la letra que le salga al Babalawo iniciado. No se
realiza ningún acto religioso sin la presencia de Olofi.

Olofi es la personificación de la divinidad, la causa y la razón de ser de todas las cosas.


Nació de nadie, por si no tiene tratos directos con nadie, pero sin su ayuda nada se puede
conseguir. Ya que todo se resuelve gracias a su soberana voluntad. Olofi también
conocido como Olorun u Olodumare en diferentes etapas.

Olofi hizo el mundo, los santos, los animales y los hombres. Fue él quien repatrío poderes
a los Orishas para que se crearan todas las cosas. Olofi es el dueño de los secretos de la
creación e hizo que Orula echara los secretos de la adivinación por la boca para pudieran
que llegar a los hombres. Utiliza a los orichas como sus mensajeros, pero para predecir la
muerte emplea a Ozun.

Rezo:
Bobo Okow Olwo Mode Abosi,
Olokun, Olofin, Olodumare

Orishaoco

ORISHAOKO u Ochaoko (San Isidro Labrador)


Deidad de la tierra, la agricultura y las cosechas; patrón de los labradores. Su día es el 22
de marzo.

Orishaoco la deidad de la tierra y la agricultura. Rey de la tierra de Oyo, uno de los Orisha
más poderosos de este mundo y uno de los mas venerados del panteon Yoruba, patrón
de los labradores. Ese honorable anciano que hace de juez al celebrar los juicios y pleitos
entre los Orishas y por tal él albitra de las disputas de los hombres aquí en la tierra. Es
casto trabajador y posee los secretos de la tierra, las abejas son sus mensajeras y es el
responsable de la prosperidad en la tierra. Es el dueño de las cosechas, las lluvias y de la
fuerza interna que hace parir a la tierra, a los animales y al hombre.

Fue marido de Olokun quien vive en el mar, por eso tierra y mar siempre están unidos.
Orishaoco es fiel cumplidor de su palabra ya que existe un pacto secreto entre el y el
Olodumare. Tiene dos características el día y la noche, el día representa al hombre
perfecto y en la noche personifica a la muerte, pues de ella se disfraza. Poseedor del

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misterio de la vida y de la muerte. Su numero es el seis y se sincretiza con San Isidro
Labrador.

Rezo:
Ago Baba Orishaoco Yomba Ele Misirereo Maferefun Kokoaro

Ochún

OCHUN (Santísima virgen de la Caridad del Cobre, Patrona y reina de Cuba)


Orisha mayor. Dueña del amor, de la feminidad, y del río. Es el símbolo de la coquetería,
la gracia y la sexualidad femenina. Mujer de Changó e intima amiga de Elegguá que la
protege. Siempre acompaña a Yemayá. Vive en el río y asiste a las gestantes y
parturientas. Se la representa como una mulata bella simpática, buena bailadora, fiestera
y alegre, con el persistente tintineo de sus campanillas. Es capaz de resolver, tanto como
de provocar riñas entre Orishas y los hombres. Su día es el sábado y sus números: 5, 10,
15, y 25. Su día conmemorativo es el 8 de setiembre.

Oshun, orisha dueña del Río, dueña de la feminidad, y diosa de la miel. Es símbolo de la
coquetería, la gracia y la sensualidad femenina. Es capaz tanto como de resolver como de
provocar riñas entre Orisha y Hombres. Bella entre la bella. Tiene pacto con Yemayá para
cuidar los secretos de los ríos. Su majestuosidad de reina es trasmitida a su hijo quien
serán Reyes en la tierra aunque estén pasando trabajo.

Oshun es considerada diosa afrodita lucumi. Es la representante de la esencia amorosa


de la vida la bravura y el equilibrio. Su día es el sábado se sincretiza con la Virgen de la
Caridad del Cobre, su numero el 5.

Rezo:
Oshun mori yeyeo, Obe yi moko, Abaganide eky maladu kiladua ke,
Ybu wanale wanale, Aworubomasi, Oshun, Moriyeyeo Yeye

DUEÑA DEL RIO, DUEÑA DE LA FEMENEIDAD Y DIOSA DEL ORO Y LA MIEL, ES EL


SIMOBOLO DE LA COQUETERIA, DE LA GRACIAY LA SENSUALIDAD FEMENINA. ES CAPAZ
DE RESOLVER, COMO DE PROVOCAR RIÑAS ENTRE ORICHAS Y HOMBRE, BELLA,
HERMOSA ENTRE LAS MÁS HERMOSAS, SU MAJESTAD ESTRANSMITIDA A SUS HIJOS,
QUIENES SERAN REYES EN LA TIERRA. ES LA REPRESENTANTE DE LA ESENCIA AMOROSA
DE LA VIDA, LA BRAVURA Y EL EQUILIBRIO, SU DIA EL SABADO, SU NUMERO ES EL CINCO.

Oya

OYÁ Yansá: ( Virgen de la Candelaria)


Dueña de las centellas, los temporales y los vientos; dueña de los cementerios, en cuya
puerta o alrededores vive. Su día es el 2 de febrero.

Oya dueña de la centella y vientos huracanados. Es también la dueña del cementerio y el


aire. Secretaria de Olofi y es la primera que lo sabe todo en esta vida. Amante
inseparable de Shango y cómplice en sus asuntos belicos. De carácter fuerte, violento, e
impetuoso. Siempre anda en compañía de un ejercito de espíritus.

Dispuesta a proteger y favorecer a sus contados y escogidos hijos, demostrando su poder


y temperamento. Pero con sus hijos es dulce, pura, amable y bondadosa. Es temida y
considerada una divinidad muertera. Su numero es el 9 y su día el viernes, día de pagar

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sus castigos. Su refrán dice "Su mejor amigo es su peor enemigo". Se sincretiza con la
Virgen de la candelaria y Virgen del Carmen. Su fiesta se celebra el 2 de febrero.

Rezo:
Jecua Jey Jansa Biri piti oke iya mesa mesa
Obini Dodo Jecua Jey Jansa

Ozain

OSAIN (San Silvestre)


Es la naturaleza misma y su dueño; cazador y célibe; deidad de la farmacopea. Su día es
el 31 de diciembre

Ozain, Orisha dueño de la naturaleza. Es la naturaleza misma tiene una sola mano, una
sola pierna, un solo ojo. Es guardián, curandero y dueño de todas las plantas que tienen
poderes mágicos Ashé y como tal es la deidad de la farmacopea.
Ozain es respetado en la regla de la Osha porque atraves de las yerbas manifiesta el
poder requerido a los otanes para la consagración. A la vez que posee un certero juicio
realista sobre los hombres y los acontecimientos.

Este Orisha cojo, manco y tuerto apareció no nació y posee en la desconcertante


costumbre de hacerse visible a los trasnochadores para pedirle fuego. Su numero es el
tres y su día es el viernes. Se sincretiza con San José

Rezo:
Ozain Worenke Elese Ocan, Ozian Worenke Elese Meye.
Orugo Onati Shango Nishe Wewe Tirunto Ware Nito Guarishe
Olla Da Kere Kere Eni Oya Unanbo Tu TuteleOkuni Owan Suseye.
Oya Unanbo Tu Tutele Okuni Owan Suseye. Oya Unambo Tu Tutele.

Shango

CHANGÓ (Santa Bárbara Bendita)


Orisha mayor: Dios del fuego, del rayo, del trueno, de la guerra, de los ILÚ BATÁ
(tambores) del baile, la música, y la belleza viril. Patrón de los guerreros y de las
tempestades. Su número es el 6 (Obbara). Sus días son los viernes y todos los 4 de cada
mes. Su día es el 4 de diciembre. Representa el mayor número de virtudes e
imperfecciones humanas. Es trabajador, valiente, buen amigo, adivino y curandero, pero
también mentiroso, mujeriego, pendenciero, jactancioso y jugador. Es buen padre cuando
su hijo obedece, pero no lo admite cobarde. Es el padre de los Ibeyis (los Gimaguas).

Shango, Dios del fuego, del rayo, del trueno, de la guerra y de los sagrados tambores
bata. Héroe viril, patrón indiscutible de los guerreros. Es trabajador valiente y buen
amigo. Adivino y curandero, representa el mayor numero de virtudes e imperfecciones
humanas. Es buen padre con sus hijos, mientras el hijo obedese.

Shango tiene pacto con Ozain quien es su padrino. A la vez tiene tres mensajeros, el
trueno arrawa, el rayo mana mana y la obscuridad, binia y meye siempre lo acompaña un
león que con aliento mata y salva. Shango es el guerrero más bravo de la religión. Su
día es el viernes, su numero es el seis y se sincretiza con Santa Barbara. Su fiesta se
celebra el cuatro de Diciembre.

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Se dice que Changó es el dueño de la religión yoruba y esto se debe a que no hay
ceremonial que se realice sin la aprobación de éste oricha, incluyendo las
ceremonias a Eggun.

Changó es una de las deidades principales en la regla de ocha. Es el primer hijo de Olofi
en la tierra y está relacionado con la virilidad, la belleza masculina, el fuego, la
electricidad, los rayos y la fortaleza de carácter.

Se dice que es guerrero debido a las múltiples batallas que sostuvo en la vida, por ello se
le pide para que nos ayude a salir victoriosos en la vida diaria. Nadie sabe cómo fue que
realmente Changó llegó al mundo, existen múltiples versiones, una de ellas dice que llegó
desde el cielo en forma de una bola de fuego, cayendo en una palma real.

Otro relato manifiesta que nació del vientre de Yemayá, luego de ser procreado por
Aggayú; ésta es la versión más aceptada. Changó es "el gran testigo de las
consagraciones que se realizan en Ocha e Ifá", por ello es quien tiene mayor influencia en
el desarrollo de la religión yoruba. Debido a esto muchos religiosos dicen que es el dueño
de la religión, y tienen razón porque no se puede realizar ningún ceremonial sin su
presencia.

Debido a su relación con el rayo, el trueno y el fuego, los yorubas lo han visto como el
encargado de impartir justicia cuando alguien obra mal ante los ojos de Oloddumare.
Existen muchos ejemplos de esto, pero podemos citar la historia de la Torre de Babel, la
cual encontramos tanto en la Biblia como en el signo de ifá Ogbe Di, donde fue Changó
con sus rayos quien destruyó la edificación con la que el hombre pretendía descubrir los
secretos del Cielo.

De todos los orichas, Changó es el que más posee características humanas, y quizás por
ello es que las personas se identifican tanto con él, hasta el punto de que muchos quieren
ser "hijos de Changó". Estas características podemos observarlas en los patakíes, y
aunque en muchas historias vemos que Changó aparece como ladrón, tirano, promiscuo,
mentiroso, borracho, pendenciero y vanidoso, debemos recordar que algunos orichas
vivieron una etapa pagana mientras estuvieron en la tierra, desconociendo su esencia
divina.

Posterior a dicha etapa pagana, estos seres se convirtieron en deidades gracias a las
aptitudes espirituales que desarrollaron. Como divinidad del panteón yoruba, Changó es
valiente, gallardo, justiciero, guerrero, varonil, alegre, adivino, fuerte, violento y muy
buen bailarín, virtud que adquirió de Orula haciendo un intercambio por el tablero de Ifá.
Al respecto, él no desperdicia ninguna posibilidad para demostrar sus condiciones de
bailador cuando "se monta" en alguno de sus hijos al sonar los tambores sagrados.

Los yorubas siempre dicen: "Oni Sango to jo ti ko tapaa, abuku ara re ni", lo que
significa: "Un devoto de Changó que baila sin mover los pies y las piernas se deshonra a
sí mismo". Más allá de ser solamente un ser místico-espiritual, Changó vivió en el plano
terrenal.

En muchos relatos los yorubas lo relacionan con el desarrollo de su pueblo, tal es el caso
del territorio de Oyo donde se reconoce a Changó como el 4° Alafin (Rey) en su historia.
Actualmente en los territorios yorubas, se mantiene la adoración a Changó y a sus
descendientes que son reyes en algunos territorios, ellos preservan el linaje real que se
ha mantenido durante siglos. La simpatía hacia éste oricha no sólo la viven los seres
humanos, el resto de los orichas mantienen una estrecha relación con Changó, tal es el
caso de Yemayá, con quien Changó hizo un pacto de respeto cuando se enteró que era su
madre.

Otro de los orichas que recibe un trato de profundo respeto de parte de Changó es
Obatalá, por ello el collar de Changó lleva cuentas blancas, siendo su color original el rojo.
También con Elegguá hay una notable relación, se puede decir que estos dos orichas

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muestran la imagen de la amistad inquebrantable. Cuando Adsojano fue rechazado por su
pueblo, debido a que tenía lepra, Changó fue quien lo ayudó, por ello cuando se realizan
ceremonias con este oricha hay que rendirle tributo a Changó también. Orichas como
Ochún, Oyá, Obba y Yeguá también se relacionan con esta deidad, ya que ellas vivieron
momentos amorosos con el oricha de la virilidad.

En el aspecto religioso Changó se identifica con el color rojo, los tambores batá, la piedra
de rayo, la palma real y el oche, que es un hacha de doble filo que en ocasiones se pone
sobre su corona. La relación de Changó con los tambores batá se debe a su gran
condición de bailarín y a su gusto por las fiestas. Cuando el oricha baja en un güemilere,
se puede observar la riqueza creativa que poseen los bailes que efectúa, igualmente esto
se puede ver cuando sus hijos o sus devotos bailan.

Los hijos de Changó son personas valerosas y voluntariosas. Gustan de las fiestas y del
baile. Son impulsivos, lo que los hace a veces descuidados y olvidadizos. Rechazan
plenamente las injusticias. Poseen una gran suerte natural especialmente para conseguir
dinero. Son amantes de la buena vida y les gusta mucho comer. En ocasiones no pueden
controlar las explosiones de cólera. Las mujeres normalmente presentan características
varoniles.

Rezo:
Shango, Shango, lube bara lube
Oba Oso Kiseku Olufina Koke Aya La Yiki
Obanbio Yo Eleku Ase Ozain
Akakamasi Ogodomasi Olufina Aya La Yiki

DIOS DEL FUEGO, DEL RAYO, DEL TRUENO, DE LA GUERRA, Y DE LOS SAGRADOS
TAMBORES BATÁ. HEROE VIRIL. ES TRABAJADOR, VALIENTE Y BUEN AMIGO. ADIVINO Y
CURANDERO, REPRESENTA EL MAYOR NUMERO DE DEFECTOS Y VIRTUDES. OZAIN ES EL
PADRINO DE CHANGO. Y SUS SAGRADOS MENSAJEROS SON ARRAWA, EL TRUENO, MANA
MANA EL RAYO, Y BINIA LA OBSUCRIDAD, Y MEYE EL LEON. SU DIA ES EL VIERNES, SU
NUMERO EL SEIS. SU FIESTA EL CUATRO DE DICIEMBRE

La verdadera historia de Santa Barbara

La siguiente historia fue extraída de un antiguo manuscrito propiedad del escritor griego
Simeón de Metafrasto, especialista en la investigación de la vida de los santos católicos.
Dicho manuscrito fue expuesto a la luz pública a mediados del siglo VII y a continuación
citaremos fragmentos del mismo:

"Durante el reinado de Maximiano en la ciudad de Nicomedia (actualmente Izmit,


Turquía) había un hombre muy rico llamado Dióscoro, quien era pagano, supersticioso
y estaba abocado a seguir la errónea costumbre local de adorar dioses irreales. Dicho
personaje tenía una hija muy hermosa llamada Bárbara, a la cual celaba sin motivo
alguno. Para evitar que Bárbara tuviera contacto con la gente, Dióscoro hizo construir
una torre muy alta y allí encerró a su hija hasta que decidió entregarla en matrimonio
a uno de los príncipes que la pretendían atraídos por el misterio que rodeaba su
encierro. Ante la situación el padre de Bárbara un día se dirigió a ella y le dijo: "Hija
mía, los príncipes de comarcar lejanas y cercanas han llegado hasta aquí para pedir tu
mano, por ello te ruego que me digas que quieres hacer ante esta situación". Al
escuchar a su padre Bárbara sintiéndose ofendida le contestó: "Padre mío, mi decisión
es no casarme, pues nunca he pensado en ello, así que te ruego que no me obligues a
hacerlo".

Realmente hablaba en serio, ella vivía pensando en llevar una vida perfecta sumida en la
búsqueda del verdadero y único Dios, por lo tanto pensaba que si accedía a las
proposiciones de los príncipes se alejaría de su meta: el acercamiento al ser supremo.

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Esto decepcionó tanto a Dióscoro que fue a vivir a un país lejano por un tiempo. Bárbara
ante la ausencia de su padre aprovechó para colocar una cruz en el baño y añadió una
ventana más a las dos que ya tenía la torre para así simbolizar a la Santísima Trinidad.
Luego de esto Bárbara fue bautizada y siguiendo una de las costumbres místicas de San
Juan Bautista sólo comía miel y langostas. Luego del bautizo de Bárbara dicho baño, que
estaba formado por una serie de piscinas, quedó consagrado y se sabe que allí los ciegos
de nacimiento recobraban la vista. En ese momento ya Bárbara estaba fortalecida por su
fe lo cual la ayudó a vencer al demonio y esto lo demostró cuando reaccionó ante los
ídolos paganos de su padre escupiéndolos y diciéndoles: "Todos aquellos a los que
vosotros habéis inducido en error y creen en vosotros serán como vosotros". Luego de
ocurrir esto se retiro a orar y a venerar a Dios en la torre y en ese momento fue
consagrada por el espíritu santo y adquirió la gloria espiritual que poseen todos los
santos. En el año 235 D.C su padre regresó del viaje y ya había culminado la
reestructuración de la torre y éste le preguntó a los obreros: "¿Por qué habéis hecho tres
ventanas?, y ellos sorprendidos contestaron: "Porque su hija nos lo ordenó". Ante esto
Dióscoro mandó a llamar a Bárbara para definitivamente conseguir una respuesta al
dilema que se le había presentado con las tres ventanas. Cuando su hija se presentó le
hizo la misma pregunta y la respuesta fue la siguiente: "Mandé a hacer una ventana más
para que fueran tres, porque tres ventanas dan luz a todo el mundo y a todas las
criaturas, en tanto que dos ensombrecen el Universo". Entonces se dirigió con ella a los
baños y le preguntó, con gran ánimo de que le aclarara la situación, por qué una tercera
ventana si con las dos que habían llegaba suficiente luz al lugar, y Bárbara respondió:
"Esas tres ventanas representan claramente al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, los
cuales son tres personas en un solo Dios, en el que debemos creer y al único que
debemos adorar". La reacción de Dióscoro fue violenta, tanto así que saco su espada
para matar a su hija allí mismo, pero la ya consagrada virgen comenzó a orar y
milagrosamente levitó por los aires gracias a la protección divina y llegó volando a una
lejana roca inmersa en las montañas. Testigos de esto fueron dos pastores que la vieron
volar y a su padre persiguiéndola preso de la ira. Al llegar a las montañas Dióscoro la
tomo por los cabellos y decidió llevarla para ser juzgada y limpiar su propio nombre ante
la gente de la ciudad. Bárbara fue apresada y enjuiciada, en ese momento dándole una
nueva oportunidad de que recapacitara ante su creencia de la existencia de un solo Dios,
el juez le dijo: "Así pues, elige entre sacrificar a los dioses y salvar tu vida, o morir
cruelmente torturada", y Santa Bárbara respondió: "Me ofrezco en sacrificio a mi Dios,
Jesucristo, creador del cielo, de la tierra y de todas las cosas". Esa fue su sentencia,
después de ser apaleada y torturada durante días, la santa tuvo la visión del señor
Jesucristo en la prisión. Pasaron los días y como Bárbara mantenía su posición ante el
castigo, el juez decidió que fuese decapitada por la espada. En ese momento Dióscoro
segado por la obsesión de limpiar su nombre arrebató a Bárbara de las manos del juez y
la llevó a la cumbre de una montaña junto a otra mártir llamada Juliana.

En el camino Santa Bárbara se alegró porque sentía que se aproximaba el premio a su


devoción por Dios y mientras su padre la arrastraba hacia la montaña hizo la siguiente
oración: "Señor Jesucristo, Creador del Cielo y de la Tierra, te ruego que me concedas tu
gracia y escuches mi oración por todos aquellos que recuerdan tu nombre y mi martirio.
Te suplico que olvides sus pecados, pues tu conoces nuestra fragilidad", en ese momento
escuchó que desde el cielo provenía una voz que le decía: "Ven Bárbara, esposa mía, ven
a descansar en la morada de mi padre, que está en los cielos, yo te concedo lo que
acabas de pedirme". Después de esto fue decapitada por la mano de Dióscoro, su propio
padre, junto a Juliana, recibiendo las dos en ese momento la corona del martirio. Luego
de haber finalizado el horrendo crimen Dióscoro comenzó a bajar de la montaña y en el
camino fue fulminado por un rayo que descendió de los cielos, cual fuego celestial.

Santa Bárbara fue sepultada junto a Santa Juliana por un noble de nombre Valentino en
un pequeño pueblo donde posteriormente ocurrieron muchos milagros".

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Yemayá

YEMAYÁ (Virgen de Regla)


Orisha mayor: Madre de la vida, considerada como madre de todos los Orishas. Es la
dueña de las aguas y representa al mar, fuente fundamental de la vida. Por eso se dice
que " el santo nació del mar". Es indomable y astuta, sus castigos son duros y su cólera
es terrible, pero justiciera.

Yemayá es la Reina de la creatividad y la naturaleza madre de la vida. Dueña de las


aguas y representa el mar, fuente fundamentar de la vida. En ella nace el amor.

Yemayá es indomable y astuta sus castigos son duros y su cólera terrible pero justiciera,
No obstante Yemayá es la preferida por ser diligente conciliadora y comprensiva con sus
hijos. Es la madre de todos los orishas.

Yemayá es modelo de madre, Diosa de la maternidad universal. En ella nace la


naturaleza y la humanidad, Yemayá es la poderosa madre de todos los Orisha y la
misericordiosa y milagrosa reina del mar de los hombres. Su numero es el siete su día es
el sábado se sincretiza con la Virgen de Regla.

Rezo:
Omio Yemaya iya ami la teo ala marubo ,omi,
Iya awo yeda Iya yetu yetu Acuakeye Ala sabayi Olokun.

ES LA REINA DE LA CREATIVIDAD Y LA NATURALEZA MADRE DE LA VIDA DUEÑA DE LAS


AGUAS Y REPRESENTA AL MAR, FUENTE FUNDAMENTAL DE LA VIDA, EN ELLA NACE EL
AMOR. YEMAYA ES INDOMABLE Y ASTUTA, SUS CASTIGOS SON DUROS Y SU COLERA
TERRIBLE, PERO JUSTICIERA. PERO ANTE TODO ES CONCILIADORA Y COMPRENSIBLE CON
SUS HIJOS, ES MODELO DE MADRE.DIOSA DE LA MATERNIDAD UNIVERSAL, EN ELLA NACE
LA NATURALEZA Y LA HUMANIDAD.YEMAYA ES LA PODEROSA MADRE DE TODOS LOS
ORISHAS Y LA MISERICORDIOSA Y MILAGROSA REINA DEL MAR Y DE LOS HOMBRES, SU
NUMERO ES EL SIETE, SU DIA ES EL SABADO.

Añá El orisha de los tambores

Añá es el oricha que vive dentro de los tambores batá. Su presencia es fundamental
dentro del desarrollo de la religión yoruba debido a que es el que informa a Olofi que una
cabeza fue consagrada en la religión, además de ser el que avisa a los orichas cuando
hay un festejo en honor a ellos aquí en la Tierra.

Es relacionada con la madera y los árboles, por esto su afinidad con Ozain, el oricha de la
vegetación. De allí se origina dichos Ya sabemos que el panteón yoruba, como
comúnmente se le llama al grupo de orichas adorados en la religión lucumí, está
conformado por aproximadamente 201 deidades, cada una de ellas relacionada con
algún elemento de la Naturaleza. Debido a la trata de esclavos que ocurrió
principalmente en el Caribe en el siglo, algunas de éstas deidades o santos vinieron a
América y entre ellos Añá, el oricha de los tambores. A pesar de que no se le da la
importancia debida, Añá es fundamental en el proceso religioso yoruba, ya que él informa
a Olofi, gracias a los sonidos que emana el tambor, que el Olocha o santero fue
consagrado en la Tierra como sacerdote de la religión. Visto desde otra perspectiva se
puede decir que en la ceremonia del Kari Ocha Ochún informa a Olofi que un mortal va a
ser consagrado y luego Añá confirma ante el Creador que la consagración fue efectuada.
Por esto es importante que el santero sea presentado al tambor luego de que se le hace
el santo. Definitivamente en ésta religión la música tiene un papel preponderante, no sólo
en el cuarto de consagraciones y en los ceremoniales sino también a la hora de rendir
tributo a los orichas en los festejos y es allí donde Añá cumple su papel fundamental.

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Añá es un santo sumamente delicado y vive dentro de los tambores batá. En Africa ésta
deidad está como: "No hay tambor sin Ozain" o "No hhay Ocha sin Ozain", debido a que
Ozain es la deidad que transmite la esencia de la Naturaleza a todos los atributos de la
religión yoruba.

Añá tiene la virtud de comunicarse con todos los orichas y los llama a través de una serie
de sonidos que se producen cuando los omoalañas o "sacerdotes de Añá" tocan los batá
en forma conjunta produciendo así una serie de sonidos que estimula al oricha y hace
que se manifieste en la Tierra tanto en los festejos como en las honras fúnebres de los
Olochas. Como dijimos antes, éste oricha vive dentro de un trío de tambores llamados
Batá, los cuales son hechos de madera de cedro y cuero de chivo. Ellos llevan por
nombre: Iyá o tambor madre, que es el tambor más grande y se ubica en el medio entre
los otros dos; el Itótele, que es el tambor mediano y el Okónkolo que es el más pequeño
de los tres.

Los Omoalañas

Los omoalañas son los sacerdotes consagrados a Añá, llamados comúnmente en América,
tamboreros. Ellos son los que tienen la potestad de manipular y tocar los batá sagrados
donde vive Añá. Ningún otra persona puede hacerlo si no está consagrada en la cofradía
de los Omoalañas, consagración que requiere de ciertos requisitos. Lo primero es que la
persona debe ser aceptada por Añá, esto se sabe a través de un ceremonial en donde se
le pregunta al oricha si el individuo nació para ser omoalaña o si posee suficientes
méritos morales para serlo.

Por otro lado esta persona debe ser hombre, en todo el sentido de la palabra, o sea que
no puede ser homosexual. Lo otro es que debe dominar el instrumento del tambor,
aunque no es una condición obligatoria, aunque para algunos omoalañs si debe ser.
Además, el individuo no puede ser "montador", o sea que no debe ser de aquellas
personas que tienen la condición de ser posesionados por espíritus o santos. Después de
agrupar estos requisitos la persona pasa por una serie de ceremonias empezando por la
de "lavarse las manos", la cual le permite cargar, custodiar y tocar el tambor. Esta
ceremonia debe ser ganada y dependerá del grado de responsabilidad y seriedad que
tenga la persona en el ámbito religioso. Luego de esto el Yambokí o aprendiz puede ser
juramentado en Añá. La diferencia entre tener las manos lavadas y ser juramentado es
muy poca y se basa en ciertos detalles que se ejecutan dentro del cuarto de
consagraciones, pero cualquiera de los dos ceremoniales permite que la persona pueda
tocar el tambor. Luego de esto el omoalaña va adquiriendo jerarquías las cuales
dependerán de su antigüedad como tamborero y del conocimiento en el campo de Añá, lo
cual se fundamenta, entre otras cosas, en el estudio de los múltiples toques que se le
hacen al tambor batá a la hora de usarlos en honor a los orichas.

Las jerarquías también dependen de si la persona tiene santo hecho o es babalawo. Esto
le puede dar mayor jerarquía al tamborero aunque es relativo, porque si la persona está
consagrada en la regla de Ocha pero es aprendiz en la tierra de Añá tiene que respetar a
los omoalañas más antiguos así éstos no tengan santo hecho. Esta es una condición
establecida por Añá aunque siendo una hermandad muy estrecha estos personajes tratan
de mantener la igualdad entre sus filas.

Los omoalañas son personajes que gozan de una alta jerarquía en la sociedad africana,
son tratados como altos dignatarios debido a la importancia que tiene el tambor en esta
cultura ancestral. En nuestro continente han mantenido intacto las canciones y rezos que
los primeros omoalañas dedicaban a los orichas en la época esclavista. Existe una
anécdota que ilustra lo antes expuesto. "Una vez un grupo de tamboreros cubanos
llegaron a la ciudad de Oyó, en Nigeria, con motivo de un intercambio cultural. En dicha
ciudad, según cuenta la tradición yoruba, gobernó Changó como su cuarto Rey.

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En un momento en que se encontraban sin hacer nada los omoalañas cubanos
comenzaron a tocar el batá y a cantar canciones de Changó sin saber que se encontraban
frente al castillo del Alafin (Rey) de la ciudad. Luego de tocar y cantar varias canciones
las ventanas del palacio comenzaron a abrirse e inmediatamente un emisario se les
acercó y les comunicó que el Alafin quería recibirlos. Cuando llegaron al salón de
protocolos el Alafin les pidió por medio de un intermediario (el Alafin usa intermediario
porque jamás dirige la palabra a un extraño debido a su jerarquía que lo hace casi una
deidad viviente) que lo honraran permitiendo que aceptaran sus atenciones mientras
estuvieran en la ciudad, pues ellos lo habían honrado exaltando a su antepasado Changó
con su propia música."

Añá en América

Todo en la religión yoruba viene marcado por el linaje. Los oriateses, los Olochas, los
babalawos, en fin todo, viene de un árbol genealógico que se expande con el tiempo y
que tuvo su origen en los mismos orichas. En el caso de los omoalañas se cumple
también esto y si profundizamos más nos daremos cuenta que éstos sacerdotes forman
una élite debido a que cualquier persona no puede ser omoalaña y ellos son muy celosos
a la hora de que alguien entre a sus grupos, el nuevo integrante debe ser realmente un
elegido de Añá. Por eso es que la familia de los omoalañas es pequeña en relación con la
de Ocha o con la de Ifá. La ocha se le puede hacer a cualquier persona que la necesite
pero no se puede jurar en Añá a quien no lo tenga en su destino. Con la llegada de los
esclavos a América, en especial a Cuba, llega también Añá gracias al conocimiento de dos
yorubas que provenían de ese linaje de omoalañas auténticos, nos referimos a Añabí y
Atandá. Estos dos yorubas poseían el secreto de Añá y al darse cuenta de que lo que lo
que sonaba en los barracones no era Añá, decidieron fundamentar los primeros tambores
consagrados a ese oricha. Con el tambor de Añabí y Atandá se transmite el linaje yoruba
de Africa a Cuba y de dicho tambor provienen tambores de omoalañas reconocidos
actualmente en Cuba como el de Aldofó, el de Julio Fantomas, el de Papo Angarica, el de
Angel Bolaños, el de Chachá, el de Jesús Pérez, etc.

Los verdaderos tambores Añá

En la religión yoruba se debe actuar con responsabilidad, y en el caso de Añá dicha


responsabilidad no puede recaer sólo sobre los omoalañas, también los santeros y
babalawos deben ser celosos de mantener las reglas tal y como lo enseña la tradición
yoruba.
Sabemos que dentro de la religión todo fundamento debe nacer de otro y así se va
expandiendo la esencia del secreto original. En el campo de Añá también es así por lo
que los tambores que no pertenezcan al linaje del primer tambor de Añabí y Atandá no
poseen el secreto de Añá sembrado en ésta tierra por los primeros omoalañas que
forzosamente estuvieron en el Caribe.

La responsabilidad a la que nos referimos consiste en que todo santero debe averiguar el
origen de cualquier tambor que suene pretendiendo tener Añá en su interior.

Esto se debe hacer debido a que hay muchos juegos de batá que no tienen la
consagración debida, o sea que no fueron paridos por otro tambor. Estos plagios han
sucedido siempre y como ejemplo podemos citar la investigación hecha por el excelso
etnólogo Fernando Ortiz en la década del 40 cuando hizo una investigación en Cuba y
determinó que había 25 juegos de tambores batá entre los cuales 8 eran de procedencia
dudosa. Esta situación se ha visto también actualmente por lo que hay que poner la
cabeza de los recién consagrados en los tambores de omoalañas reconocidos como Papo
Angarica, Aldofó, Jesús Perez, Chachá, Onelio Scul, Regino Jimenez, Miguel Urbina, Angel
Bolaños, Farides Mijares, entre otros que vienen de los tambores de Nicolas Angarica,

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Pablo Roche, Trinidad Torregosa, Raul Diaz, Giraldo Rodríguez y muchos otros que son
genuinos omoalañas provenientes del primer Añá sembrado en América, el de Añabí y
Atandá.

Oddua

En varias ocasiones se ha demostrado que el hombre se originó en Africa, lugar donde


también se erigió el pueblo Yoruba, uno de los más antiguos del planeta, creciendo
posteriormente luego de ser organizados por el orisha Oddúa, tras lo cual alcanzaron
formar un poderío político, económico y militar que los consagró como la nación
dominante de la vasta región centro-occidental del continente africano.

Desde siempre el Yoruba a estado arraigado a la adoración de un culto politeísta en


donde aparece Oddúa como una de las 201 deidades que convivieron con ellos desde
que se organizaron.

Las escrituras sagradas, pertenecientes a este antiguo pueblo, hablan de cómo Oddúa
participó en la creación del planeta junto a Oshanlá (un camino o manifestación de
Obatalá) y luego de realizar el trabajo de la creación, seleccionó y reunió a 13
comunidades las cuales se establecieron en Ilé-Ifé, una ciudad de características
sagradas en donde se adoraba a Oddúa como una deidad viviente. Para verificar cuán
importante es la ciudad de Ilé - Ifé para los Yorubas citaremos parte de un poema
extraído de sus enseñanzas más antiguas y transmitidas por los Orichas:

Ilé-Ifé, la ciudad de los sobrevivientes y donde apareció el alma por primera vez.
Ilé-Ifé, cabeza de todo el Universo.
Ilé-Ifé, la tierra de los días más antiguos.
Ilé-Ifé, la casa original de todas las casas y pueblos.
Ilé-Ifé, la casa de las divinidades y espíritus misteriosos.
Ilé-Ifé, la puerta del cielo.

Posterior a Oddúa el pueblo Yoruba era gobernado por los descendientes de este orisha,
reyes poseedores de un poder místico que debía prevalecer y que provenía del cielo. Cual
linaje real cada vez que su rey moría era sustituido por quien lo seguía directamente
siendo nombrado Ooni o rey gobernante, pasando el rey muerto a ser integrante del culto
a los antepasados.

Quién era realmente Oddúa.

La religión Yoruba, llamada actualmente Santería en nuestro continente, posee una


filosofía muy profunda y en su totalidad se encuentra plasmada en las sagradas historias
de Ifá. Allí nos encontramos un relato que resalta la llegada de Oddúa a la tierra y su
importante papel en la vida del ser humano:

"...por mandato de Olodumare (Dios) se le indicó a Oddúa que bajara a la tierra a


terminar el trabajo de la creación en compañía de Oshanlá. En esos tiempos sólo existía
el mar por lo que Oddúa bajó desde el cielo por una cadena llevando consigo un caracol
lleno de tierra, una gallina y una nuez kolá. La tierra fue vertida sobre el océano y la
gallina la regó con sus patas de forma irregular originándose así valles y montañas.
Finalmente Oddúa plantó la nuez kolá tras lo cual nació un árbol de 16 brazos que
simboliza la corona de su casa..."

Existe otra historia en donde Oddúa llega a la tierra como hijo del rey de la Meca,
Lamurudu, con la misión de organizar a los habitantes de la ciudad sagrada de Ilé-Ifé.
Cuando era adolescente y dominaba el arte de la guerra, emigró hacia dicha ciudad y la
conquistó mientras era gobernada por Oshanlá, posteriormente los hijos y nietos de

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Oddúa fundaron otras naciones Yorubas en diversas regiones haciendo crecer el imperio.

De esta y otras historias se pueden extraer las características de la personalidad de este


orisha que además de ser, en parte, la deidad poseedora de la responsabilidad de la
creación, también actuó como rey fundador y conquistador motivando la expansión de un
culto que llegó hasta nuestros tiempos. Esto también se puede contemplar en la
etimología de su nombre, la cual se puede traducir como "el que existe por sí sólo" y
también como "el jefe que crea a los seres".

Se puede apreciar que los orishas, en los comienzos de la humanidad, funcionaron como
"embajadores del cielo" en donde su papel fundamental era el organizar al ser humano,
no sólo en el aspecto religioso sino también socialmente.

La presencia de Oddúa fue de profunda relevancia, por ello la importancia de esta deidad
dentro de la cultura Yoruba en donde alcanzó un gran poder a nivel religioso gracias a la
mistificación a la que fue sometido. Se puede decir que se le dio la posición que
realmente le correspondía, la de un Dios que gobernó a un pueblo elegido, ya que era
considerado por los Yorubas como un Hombre-Dios.

Oddúa en la Santería

Oddúa viene a ser uno de los orishas principales dentro de la religión Yoruba a pesar de
que no va a la cabeza de ningún ser humano, o sea que a nadie se le hace este Santo,
sólo al Ooni de Nigeria se consagra con este Orisha debido a que es descendiente directo
de él y se debe mantener el linaje real tanto en lo terrenal como en lo espiritual.

Esta importante deidad tiene una estrecha relación con Ifá y en Africa es considerado
parte de una importante trilogía junto a Oshanlá y Orula. Esta mística unión de Oddúa-
Oshanlá-Orula es llamada en el antiguo continente la trilogía de Ilé-Ifé y son identificados
como los asistentes de Olodumare en el momento de la creación, teniendo Orula el papel
de testigo en la misma.

Por su relación con Ifá el fundamento de Oddúa es entregado por los Babalawos. Estos
sacerdotes poseen los secretos rituales respecto a la conformación del fundamento de
este orisha, por lo tanto sólo ellos pueden entregarlo a la persona que lo necesite, según
lo determinen los orishas a través de los oráculos de Ifá o de los Caracoles. El recibir el
fundamento de Oddúa dependerá del estado del interesado lo cual siempre tiende a
manifestarse en torno a la salud, quizás por la marcada influencia que tiene el orisha
sobre la vida y la muerte además del pacto que este tiene con la tierra.

Oddúa habla a través de diversos signos en los oráculos antes mencionados, pero si
queremos definir los principales citaremos a: Eyiogbe, Oyekun Melli, Oddí Melli, Osa Melli,
Otura Melli, Irete Melli, Osha Melli, Ofún Melli y Odi-ka.

La persona que recibe el fundamento de Oddúa debe llevar una vida dedicada a las
buenas costumbres, debido a que esta deidad representa la moralidad en la vida y la
pureza de pensamiento, por lo tanto se le exige a la persona que lo recibe estabilidad de
mente y espíritu, por ello generalmente es recibido por personas ya maduras.

Por ser "el dueño de la soledad" este orisha debe colocarse dentro del Cuarto de Santo en
un lugar aparte en donde este resguardado de los ojos profanos y de la actividad
cotidiana de las personas, acompañado sólo por tres orishas guardieros: Bromú, Brosiá y
Ozun.

Otro de los calificativos que recibe Oddúa es el de "Rey de los muertos", gracias a la
relación directa que tiene con estas entidades a la hora de realizar las ceremonias que
dan nacimiento al fundamento que reciben sus devotos. También se le llama de esta

53
forma debido a que este orisha fue el primero que se le rindió culto como muerto,
debemos recordar que Oddúa llegó del cielo por mandato de Olordumare, pero vivió en la
tierra en forma humana, muriendo posteriormente como todo en la naturaleza. Por lo
tanto de ser adorado como un Rey-Dios paso a ser mistificado después de su muerte
reinando entre los antepasados del pueblo Yoruba. Por esta característica religiosa este
santo tiene la particularidad de ser mediador entre los muertos y Olofin, entre los
muertos y los Orishas y entre los hombres y Olofin, por esto último es que en ciertas
ceremonias de Ifá, Oddúa puede sustituir la presencia de Olofin cuando el Babalawo no lo
posee.

Los caminos de Oddúa

Como ya sabemos al citar los caminos de un orisha nos referimos a las diferentes facetas
de su vida en el tránsito que tuvo en la tierra. En este aspecto Oddúa posee varios
caminos, de los cuales citaremos algunos:

Oddúa abelli lucosan: Vive en el techo de las casas, su fundamento es doble y sus
herramientas están hechas en madera de ceiba.

Oddúa odofatolo: Este está relacionado directamente con el sol el cual se representa
con una máscara con un único ojo. Come dos chivas al nacer y al cuero de estas se le
colocan 16 plumas de loro africano lo cual sirve para adornarlo.

Oddúa ayágguna: Es sordo y entre sus piezas deben haber dos pitos que sirven para
llamarlo. Sus caracoles van ensartados en alambre. Come y vive sobre una palma y se
lava con cogollos de mariwó de Orula.

Oddúa olucón: Es guerrero por lo que se le pone entre sus herramientas casco, espada y
guadaña. Come 7 tipos diferentes de gallos y se le pone una cabeza de guinea adornada
con cuentas blancas.

Oddúa akuesí: Tiene pacto con Babalú Ayé. Es el que lleva, fuera de su sopera, un
esqueleto de plata adornado con cuentas.

Otros caminos importantes son: Oddúa ataná, Oddúa apiticó-abelli, Oddúa obaibó y
Oddúa akualosiña.

Culto a Egun

Es indudable que la atención a los antepasados es una actitud innata en los feligreses de
las mayorías de las religiones, y la Santería no es una excepción. Hablar de Egun es lo
mismo que hablar de los espíritus y la atención que muestran los Yorubas a sus
antepasados es una actitud característica de su cultura y va más allá de un reflejo
religioso. Sus principios filosóficos se orienta a resaltar en forma fehaciente el valor que
tenía la persona cuando vivía recordando sus aptitudes. De esta forma es casi obligado
mantener una conexión con estos seres aún después de que partieron, como una especie
de recompensa por lo bueno que hicieron en vida, además de mantener un canal abierto
para ser protegidos, guiados y aconsejados desde el otro mundo.

En la regla de Osha o Santería los requerimientos de Egun se conocen a través de los


oráculos adivinatorios de la religión, gracias a ellos Egun puede manifestar sus
necesidades con la finalidad de mantener una armonía entre el plano terrenal y el plano
que ellos habitan y poder así mantener una relación de ayuda y guiatura para favorecer a
sus protegidos aquí en la tierra. En los oráculos, Egun también puede resaltar la
necesidad de realizar una “misa de investigación espiritual” para definir de manera más
precisa algún problema o manifestar mensajes de importancia relevante. En dichas misas

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Egun puede manifestarse en el cuerpo de algún médium o en su defecto transmitir
mensajes a través de la videncia de una persona receptora.

La atención a Egun es de suma importancia si se quiere mantener la armonía y la eficacia


a la hora de la realización de ceremoniales en la religión Yoruba. Una de las reglas
principales de esta religión es la de atender a Egun o como se les llama comúnmente, a
los muertos, antes de comenzar cualquier ceremonia. Esto resalta aquel proverbio
religioso Yoruba que reza, “Ikú lobi Osha”, lo cual quiere decir, “el muerto parió al Santo”.
De esta manera podemos observar que antes de que comience cualquier ceremonia de
envergadura como imposición de collares de fundamento, rezar un ozain para darle
nacimiento a un fundamento o consagrar a una persona en santo, siempre se le pregunta
al Egun con el oráculo de los cocos, si está conforme con lo que se está haciendo, algo
que aprovechará para manifestar algún mensaje o necesidad, si así lo requiere.

La atención a Egun es de suma importancia si se quiere mantener la armonía y la eficacia


a la hora de la realización de ceremoniales en la religión Yoruba. Una de las reglas
principales de esta religión es la de atender a Egun o como se les llama comúnmente, a
los muertos, antes de comenzar cualquier ceremonia. Esto resalta aquel proverbio
religioso Yoruba que reza, “Ikú lobi Osha”, lo cual quiere decir, “el muerto parió al Santo”.

De esta manera podemos observar que antes de que comience cualquier ceremonia de
envergadura como imposición de collares de fundamento, rezar un ozain para darle
nacimiento a un fundamento o consagrar a una persona en santo, siempre se le pregunta
al Egun con el oráculo de los cocos, si está conforme con lo que se está haciendo, algo
que aprovechará para manifestar algún mensaje o necesidad, si así lo requiere.

Esta ideología Yoruba con respecto a los muertos parte de la idea de que algunos Santos
fueron muertos antes de llegar al nivel de orisha, o seaque tuvieron que evolucionar sus
imperfecciones aquí en la tierra a pesar de que poseían una esencia divina dentro de su
ser. En nuestro continente se acostumbra a atender a Egun a través de la bóveda
espiritual, en donde se canaliza la energía de espíritus guías y familiares difuntos gracias
a rezos, oraciones y peticiones en un pequeño altar compuesto por vasos con agua, la luz
de un velón y ofrecimientos como tabaco, café, miel, aguardiente, frutas, flores y comidas
de las que le gustaban a los difuntos.

Entre los Santeros existe una manera muy usual de atención a Egun y es a través de una
cazuela o tinaja de barro. Dentro de ella se depositan una variedad de elementos que al
conjugarse mantienen la energía de los muertos en el lugar donde se coloca dicha
cazuela, lo cual se hace generalmente al pie de la bóveda espiritual o si la persona vive
en una casa el lugar adecuado podría ser el patio. En esta cazuela se atiende a los
muertos afines con las ofrendas antes mencionadas, además de la sangre de algún
animal sagrado cuando es necesario realizar algún trabajo de relevancia.

Entre los Yorubas existen 3 agrupaciones o sociedades que se encargan de realizar


ceremoniales de profunda envergadura a Egun. Estas sociedades datan de los tiempos
más antiguos y llevan por nombre: Ogboni, Gelede y Egungun.

Sociedad Ogboni

Esta sociedad esta radicada en la ciudad sagrada de Ilé-Ifé y se dedica a practicar uno de
los cultos más antiguos, basado en la preservación del espíritu de la tierra. Para los
Yorubas la tierra es sagrada porque fue lo primero que creó el orisha Oddúa, por lo que
los Ogboni enseñan como tratar a la misma de la mejor manera para mejorar su
producción y así respetar el legado que Oddúa les dejó.

Otra de las actividades de la sociedad Ogboni es la de detectar las ofensas hechas al


espíritu de la tierra para luego penalizar rigurosamente a los culpables. Las ceremonias
hechas por esta mística agrupación se realizan en un sitio sagrado y están signadas por la
presencia de abundantes ofrendas y el toques de 4 tambores rituales que llevan por

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nombre Agba. Gracias a su poder espiritual, los Ogboni han podido escalar posiciones a
nivel social y político, diferenciándose entre los demás gracias a un ornamento que los
identifica, un bastón llamado Edán hecho de hierro y en cuyos extremos resaltan dos
figuras, una femenina y otra masculina.

Sociedad Gelede

La sociedad Gelede está conformada sólo por mujeres y se desarrolla principalmente en


los estados nigerianos de Keto, Ifonyin, Shabe y Egbado. Su propósito principal es el de
mantener la descendencia de la comunidad desde el origen de las familias y la
preservación de la ética que debe imperar en sus comunidades. Para ello invocan a sus
espíritus ancestrales a través de una ceremonia llamada Efe, en donde suenan
constantemente los tambores rituales y las mujeres elegidas llamadas Iyamí, bailan
luciendo máscaras con figuras masculinas o en forma de monos, mientras recitan poemas
que hablan sobre la historia del nacimiento de la ciudad de Keto, donde se cree que nació
esta sociedad. Además hacen un recuentos sobre los eventos más importantes acaecidos
en esta ciudad en sus aspectos social, histórico y espiritual, dando a su vez consejos para
mantener la unión de sus comunidades.

Generalmente las Iyami son devotas del culto a Yemayá, la madre del mundo, buscando
quizás a través de ella la preservación de su ancestral organización social. Ellas infunden
en sus comunidades un efecto de paz, tranquilidad y armonía en torno a la creencia de
un poder femenino que enfrenta a la muerte permitiendo que prevalezca el milagro de la
reproducción de la vida.

Sociedad Egungun

Esta sociedad fue creada en el imperio de Oyó y su fundamento principal es enaltecer a


los espíritus de sus ancestros, los cuales son llamados Egun. Sus ceremonias se
caracterizan por la posesión de uno o varios de sus miembros mientras usa una máscara
ritual. La base de sus creencias es la de que los espíritus de sus ancestros pueden volver
momentáneamente al cuerpo de los iniciados en esta sociedad para comunicarse con sus
descendientes. Un Babalawo es el que le coloca la máscara al miembro de la sociedad
que tomará el trance y quien lleva por nombre Agbagungun. Esta máscara lo ayuda a
conectarse con el mundo donde habita Egun y a su vez no permite que el Agbagungun
sea identificado mientras se desarrollan las festividades. Además de la máscara el
individuo luce una vestimenta de variados colores que lo cubren de la cabeza a los pies.
Las ceremonias de la sociedad Egungun se realizan entre los meses de Mayo y Junio en
un festival llamado Ikenlé, siendo una de las festividades nacionales más importantes
dentro de la cultura Yoruba y respetada por los demás territorios debido al gran poder
místico que representa. Este festival dura ocho días y comienza con ceremoniales
secretos en donde sólo participan los sacerdotes Egungun.

Entre estos sacerdotes no se permiten mujeres y su máximo representante recibe el


nombre de Alagba, siendo éste asistido por otros de menor rango llamados Alaran, Ejorun
y Aken. Estos personajes son identificados gracias a un bastón ritual con el cual indican el
camino que debe seguir la procesión mientras los Egun, ya posesionados del cuerpo de
los Agbagungun, van por la ciudad en dirección a la casa del rey. Cabe destacar que el
simple hecho de tocar a un Agbagungun o a un sacerdote en ese importante momento,
es incurrir en un grave delito que inmediatamente será duramente pagado. Luego de que
el rey le rinde homenaje a los Egun, estos emprenden su rumbo a un lugar preparado
para ser festejada su presencia en donde emitirán consejos y bendiciones a sus
descendientes, todo desarrollado en un ambiente de regocijo en donde los tambores no
dejan de sonar.

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Los collares de Santo

La iniciación a la regla de Osha o Santería se logra con la imposición de los collares de


Santo, también llamados Elekes o Iñales en el dialecto lucumí. Estos collares sagrados
son ceremoniados adecuadamente bajo los secretos de la regla de Osha, o sea que tanto
los rituales para preparar los collares como la ceremonia de entrega de los mismos deben
ser realizados por un Santero o Santera consagrados; sólo ellos tienen el ashé para
energizarlos ya que los mismos son ceremoniados en las soperas que contienen los
fundamentos sagrados donde viven los Orishas. Si se realizan estrictamente estas
ceremonias, la persona que los recibe puede obtener los beneficios que estos collares
brindan.

En dicha imposición se entregan cinco collares que representan, según sus colores, a los
cinco Orishas fundamentales de la religión Yoruba: Elegguá, Obatalá, Yemayá, Shangó y
Oshún. Hay otros collares que pueden ser entregados en ese momento trascendental y
dependerá del "ángel de la guarda" u Orisha que rige a la persona. Esto quiere decir que
si, por ejemplo, la persona ceremoniada es hija de Oyá debe recibir los cinco collares
antes mencionados más el de Oyá. De esta forma se puede presentar el caso de que el
ángel guardián de la persona sea: Babalú Ayé, Oggún, Oshosi, Aggayú, Inle, Olokun,
Orishaoko, Obba, etc; si esto ocurre se ponen los cinco collares fundamentales más el del
Santo u Orisha que rige a la persona. Debido a esta situación es recomendable llevar a la
persona al "pie de Ifá", antes de la ceremonia de imposición de collares, para determinar
con exactitud cual es el Orisha que lo rige, no sólo por lo antes expuesto sino también
para evitar la relación entre "Santos con Prohibición".

Esta prohibición existe entre los hijos de Oyá y Shangó, los de Oyá y Yemayá, además
entre los de Shangó y Oshún. Esta es una prohibición ritual y se debe respetar para evitar
problemas serios que van desde la ruina económica hasta problemas mentales que
puede presentar el agraviado. De esta forma un Santero o Santera que tenga coronado
Oyá, y tenga cierto grado de responsabilidad, debe eximirse de realizar cualquier tipo de
ceremonia a los hijos Yemayá y de Shangó. Igualmente un padrino o madrina hijos de
Yemayá o Shangó no pueden hacer ningún tipo de ritual a los hijos de Oyá. Esto mismo
sucede con los Santeros hijos de Oshún, los cuales no deben hacer nada a los hijos de
Shangó y viceversa, aunque muchas "casas de santo" no le dan mucha importancia a
esta prohibición entre Oshún y Shangó.

Por qué se ponen los collares

Normalmente la necesidad de que una persona reciba los collares de Santo es


manifestada a través de los oráculos adivinatorios de la religión. Allí el Santo define si la
persona necesita los collares, por diferentes razones: para mejorar su salud, por
protección, por una vocación espiritual que se va a desarrollar con el tiempo, porque la
religión está en el camino de la persona la cual se hará Santo en el futuro, para mejorar
las condiciones de vida de la persona, etc. Cualquiera que sea el caso, la persona debe
seleccionar un Santero o Santera responsable con la cual se va a unir espiritualmente
bajo el vínculo de padrino-ahijado (o madrina- ahijado) siendo los Orishas intermediarios
en esta unión.

Las ceremonias se realizan en un ambiente de tranquilidad y emotividad. Generalmente


se efectúan en la casa del padrino o madrina, y con la ayuda de la Oyugbona, quien es un
Santero o Santera que se desempeña como asistente en todo el ritual.

Ese día se realizan varias ceremonias secretas que tienen la finalidad de preparar y
armonizar los planos físico, mental y espiritual de la persona para que el encuentro con
los Orishas sea óptimo. Las ceremonias son realizadas por el Padrino o la Madrina y la
Oyugbona, y supervisadas por los Orishas y los espíritus guías de la persona que se va a
iniciar. Ellos determinan, a través del "oráculo del coco", si están conformes con los que
se está haciendo y si la persona está lista para recibir los collares; si es así, se procede a
la ceremonia final en donde se emiten cantos y rezos en dialecto Yoruba mientras se

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colocan uno a uno los collares al iniciado, ceremonia que se realiza en el cuarto de Santo
del Padrino para que los Santos, en sus soperas, sirvan de testigo. Al finalizar el ritual, el
Padrino y la Oyugbona explican las reglas que debe respetar el nuevo iniciado en el
nuevo mundo donde a entrado. En ese momento se le explica lo que debe o no debe
hacer con los collares, además del significado del compromiso de respeto que debe tener
hacia sus padrinos y hacia la religión.

Elemento de la cultura Yoruba

En este artículo se ha querido explicar, sin entrar en los secretos ritualísticos de esta
ceremonia, la verdadera manera de poner unos collares de Santo. Como se a podido
apreciar, una persona que no tenga las consagraciones debidas no puede poner estos
collares sagrados, que son la representación de los Orishas Yorubas a través de
elementos decorativos de una cultura ancestral y sacramentados con la energía de estos,
obtenida de las soperas en donde están los fundamentos sagrados que sólo los Santeros
poseen. Se puede decir entonces que los actuales Santeros son los herederos de los
antiguos secretos Yorubas, por lo tanto, ni espiritistas, ni brujos, ni el que hecha las
cartas, ni espíritus posesionados, ni el que lee el tabaco, ni nadie que no sea Santero,
puede hacer ceremonias para poner los collares de los Orishas Yorubas.

Estos collares se diferencian uno del otro por los colores que representan a cada Orisha.
De esta manera tenemos que el collar de Elegguá está hecho con los colores rojo y negro,
el collar de Obatalá es básicamente de color blanco, el de Yemayá va desde el azul claro
hasta el azul más oscuro, el de Shangó es rojo con blanco, el collar de Oshún puede tener
variaciones entre los colores amarillo, naranja y miel, el de Oggún es verde con negro, el
de Oshosi se hace con combinaciones de azul con miel, el de Oyá lleva cuentas marrones
combinadas con cuentas marrones con rayas negras, etc. Estos son los colores básicos de
los collares que representan a cada Orisha, teniendo una ligera variación en los Santos
que tienen "caminos". Por ejemplo, al collar de Obatalá Ayágguna, que es guerrero, se le
pone unas pocas cuentas rojas para diferenciarlo.

En el caso de Obatalá Alaggema se le ponen, al collar blanco original, cuentas verdes


para identificar el camino del primer Obatalá que llegó a la tierra en forma de camaleón
para supervisar las primeras actividades que surgieron en el mundo después de ser
creado. De esta forma se colocan cuentas de otros colores, según sea el caso, a los
collares de los Orishas que tienen diferentes caminos, tales como: Obatalá, Yemayá,
Oshún, Adsojano, etc. Muchos Santeros y Santeras entregan a sus ahijados collares con
los colores del camino de sus Santos, por lo que siempre se observan ciertos detalles
diferentes entre ellos a pesar de que son del mismo Santo. En otro artículo extenderemos
más sobre tema de los caminos de los Santos para que se conozca más al respecto.

Antiguamente no existían las cuentas plásticas que conocemos ahora, los Yorubas usaban
cuentas hechas en madera y pintadas con extractos vegetales, dándole los múltiples
colores que representan a cada Orisha.

Como ya se explicó anteriormente los collares de Santo son un fundamento sagrado de la


religión Yoruba que merece un profundo respeto, tanto al momento de recibirlos como en
su uso cotidiano. Los Yorubas los usaban, a la vista del mundo, como un adorno
característico de su cultura, pero en realidad el verdadero sentido de su uso era el tener
siempre consigo la poderosa energía de los Orishas. Las reglas que rigen la imposición y
el uso de los Elekes de Osha se originan en la tradición Yoruba y estas no se pueden
cambiar por capricho o desconocimiento, por lo tanto quienes que tengan interés de
transitar por los caminos de la tradición religiosa Yoruba deben informarse con las
personas que dominen el tema a fin de evitar errores como el de "lavar los collares con
agua de coco para refrescarlos". Esta es una grave equivocación ya que el agua de coco
le quita el ashé a los collares, lo único que se lava con agua de coco son los fundamentos
de Babalú Ayé. Como este hay ciertos errores que se ven a diario en la práctica de la
Santería, sobre todo en personas que no son consagradas y la practican sin la licencia de
Olofi y los Orishas, creando problemas a las personas con fe.

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La imposición de collares es el primer paso que se da para obtener el beneficio de los
Orishas. Las ceremonias para entregar este fundamento fueron creadas por Olofi y son
supervisadas por los Santos, por lo tanto si no se realizan de la manera correcta, no tiene
sentido hacerlas ya que no tendrán la aprobación de los Orishas ni de Dios mismo

Kari Ocha: Ceremonia de hacerse Santo

En muchas ocasiones ustedes habrán escuchado la expresión: "Esa persona tiene santo
hecho" o "Tengo hecho Yemayá", también se puede escuchar frecuentemente cuando
alguien dice: "Mi madrina le va a hacer santo a fulano". Estas y muchas otras expresiones
se usan mucho en el ámbito de la santería y lo que quieren decir es que van a consagrar
o están consagrados como olochas, en otras palabras, como santeros o santeras. De eso
se trata el Kari Ocha, es la ceremonia que logra que la esencia de un oricha se integre al
cuerpo y espíritu de una persona.

Los motivos para consagrar a una persona en la regla de ocha son básicamente los
mismos por lo que se le ponen los collares de fundamento: por salud, por devoción, por
tradición, por vocación religiosa o porque un oricha reclama a su hijo para ser
consagrado.

Hay que regirse por los oráculos de Ifá o por los caracoles para determinar el momento
en que la persona debe consagrarse, no puede ser por capricho. Por más que la religión
se vea llamativa, siempre hay que esperar el momento adecuado para hacerlo, además
es bien sabido que la religión no es para los que no comparten ésta creencia religiosa,
por lo tanto no se debe presionar a nadie para que se integre a ella sin motivos, sólo se
debe hacer si los oráculos manifiestan la necesidad de realizar los rituales. Inclusive
podemos citar el hecho de que en la antigüedad a los que realmente se les hacía santo
era a los reyes yorubas, descendientes directos de Oduduwa, y a sus más cercanos
contribuyentes.

Cuando la religión llegó a América, traída por los esclavos, la situación cambió
radicalmente, ya las consagraciones tenían una motivación fundamentada en la
sobrevivencia. Actualmente las cosas han cambiado y las puertas de la religión están
abiertas para todo el que la necesite pero, como dijimos antes, hay que esperar a que los
oráculos determinen el momento para la consagración. Lo primero que se debe hacer
antes de consagrarse en santo es saber exactamente cuál es el ángel de la guarda u
oricha regente del aleyo o iniciado, ese es el que va a su cabeza en el momento de la
consagración, no puede ser otro, por lo que un padrino o madrina responsable debe llevar
a su ahijado al "pie de Ifá" para que Orula diga cuál es exactamente el oricha que va a
ser coronado. Muchas casas de santo averiguan el ángel de la guarda del aleyo con los
caracoles, cosa que no debe ser, debido a que Orula es el que tiene la potestad de
hacerlo. Esto nace en el oldun "Osa - Iroso", donde un patakí cuenta que Obatalá por ser
el dueño de las cabezas cada vez que a alguien había que hacerle Kari Ocha, se le hacía
Obatalá. Debido a esto los demás orichas se quejaron ante Olofi y éste determino que el
ángel de la guarda de los humanos lo determinaría un oricha imparcial, o sea, un oricha
que no fuera a la cabeza de nadie, por eso es que Orula es el que determina los ángeles
de la guarda, porque Orula no se corona. Ya sabemos que muchas casas lo hacen con los
caracoles en estera debido a una costumbre cubana fundamentada en el hecho de que
en cierta época, en Cuba, escaseaban los Babalawos y tenían que resolver la situación
con sus caracoles. Esta costumbre se ha mantenido en algunas casas pero hoy en día hay
suficientes babalawos honestos para que se haga el registro de la manera debida.

Luego de saber el oricha regente, el padrino o madrina y la Oyugbona prepara el santo, el


cual va a durar 7 días. El primer día se hace un ceremonial en donde se le informa a Olofi
que una cabeza va a ser consagrada en la Tierra y la que se encarga de dar la
información es Ochún. Posteriormente, al día siguiente, se realiza la consagración en
donde están presentes la madrina o padrino, la Oyugbona, varios Santeros, uno o más
Babalawos y el Obá, quien es el que va a dirigir todo el ceremonial y se va a encargar de

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llamar, con cantos y rezos en lengua yoruba, a todos los orichas, conjuntamente con los
elementos de la Naturaleza para que consagren esa cabeza. Ese día, además de la
consagración, nacen los fundamentos secretos del nuevo olocha. Dice la historia que
antiguamente se entregaba solamente el secreto del oricha tutelar y el de Elegguá, pero
ahora se entregan los todos los orichas principales.

El día siguiente es el llamado "día del medio" y es donde se corona al recién consagrado
como un nuevo Rey Yoruba. Esto se realiza en un trono hecho con hermosas telas, y
todas las personas presentes, consagradas o no, tendrán la oportunidad de compartir
junto al Iyawó, un festejo con música, tambores y un gran festín.

Posteriormente al "día del medio" viene el "día del Itá" o "lectura del porvenir". Ese día
está destinado para que los orichas hablen por medio de los caracoles y emitan los
consejos que el Iyawó deberá tener en cuenta durante el resto de su vida.

Los siguientes días son de descanso hasta que llega el "día de la plaza", en donde el
Iyawó va al mercado acompañado de su Oyugbona para comprarle frutas a los orichas.
Luego es acompañado hasta su casa, con sus orichas y a partir de ese momento deberá
vestir de blanco durante un año, además de seguir y respetar ciertas reglas de las cuales
hablaremos en uno de los artículos de nuestro próximo número.
*
Hacerse el santo ayuda a las personas a encontrar la salud, el bienestar, la prosperidad y
la evolución espiritual, pero hay que tener en cuenta que se adquiere un compromiso de
respeto hacia los orichas, la religión, los mayores y hasta consigo mismo, porque seguir
las normas y consejos que nos dan los orichas a la hora de consagrarnos nos ayudarán,
como una eficaz guía para vivir una vida mejor.

Bembé: El Ritmo de los Orichas

Un bembé es una fiesta para los orishas. Durante un bembé los orisha son alabados,
saludados e implorados para que se unan a la fiesta montando a uno de sus sacerdotes
presentes. Esto se hace a través de una confluencia de la canción, el ritmo y el
movimiento, llamando al orisha de forma que se reconozca a sí mismo en la lírica, ritmos
y danzas que han sido interpretados para ellos quizás por miles de años.

Los ritmos juegan una parte importante en esta ecuación y los tamboreros practican
asiduamente por anos para poder tocar los intrincados ritmos correctamente. Esto es
importante porque los tambores realmente le hablan a los orishas debido a que el
lenguaje Yoruba es tonal, y los tambores han sido afinados de forma que toquen las
diferentes tonalidades de la lengua Yoruba. Por esta razón algunos ritmos nunca se tocan
a menos que sea dentro de un contexto Religioso u ofendería al orisha. Estos ritmos son
en realidad rezos a los orishas, teniendo cada orisha sus propios ritmos asociados con
ellos.

El baile o danza también se convierte en oración dentro del contexto religioso de un


bembé. Los movimientos de las danzas son los mismos movimientos que han sido
asociados con los orishas por miles de anos.

Como sucede con los ritmos que se tocan con los tambores, cada orisha tiene su propia
danza, la danza de Yemayá emula el movimiento de las olas, la de Ogun él corte con el
machete, la de Oshun representa la forma en que ella se acicala frente al espejo de
mano, etc. Por tanto, estos movimientos se convierten mas en rezos bailables que lo que
los europeos occidentales se referirían como a un baile.

Todo lo que esta presente en un bembé, así sea canciones, bailes, ritmos o colores que
se usen, forman parte de un intrincado tejido de oraciones, saludos, ruegos y llamados a

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los orishas, pidiéndoles que estén presentes y llamando a los orishas para que estén con
nosotros.

Ebo (Sacrificio)

El sacrificio de animales es solo una pequeña parte de la definición mucho mas amplia de
lo que es el ebo (sacrificio u ofrenda) en la religión. Hay muchas categorías de ebo.
Estas son ofrendas como Addimú, que puede incluir velas, frutas, dulces o cualquier
numero de artículos o acciones que puedan ser apreciadas por las deidades u orishas en
la religión. A través de adivinación, los orishas pueden pedir una fruta o platillo favorito,
o pueden requerir que la persona le preste atención a un consejo que le hayan dado. A
veces, pueden pedir que la persona deje de ingerir bebidas alcohólicas o cualquier otra
practica que no sea aconsejable para este individuo. Pueden requerir que una persona
use cierto tipo de joyas, reciba iniciaciones o cualquier numero de otras cosas. O pueden
pedir el sacrificio de un animal, usualmente un pollo o una paloma, para que así el orisha
venga en su socorro. Como regla, el sacrificio de animales se realiza solo en situaciones
de envergadura, como por ejemplo enfermedad o serio infortunio. Los animales también
son ofrecidos cuando un nuevo sacerdote es consagrado al servicio de su orisha durante
el proceso de nacimiento o iniciación. En todo nacimiento, hay sangre.

En nuestra sociedad moderna nos hemos distanciado del concepto de la muerte. Aun
nuestros muertos son embalsamados para hacerlos lucir como vivos. Cuando compramos
carnes para comer o piel para usar se han procesado de antemano para apartar del
comprador el hecho de que una vida fue tomada para que otra pueda vivir. Las carnes
son envueltas en plástico con un pequeño papel toalla para absorber la sangre que pueda
recordar al comprador de la muerte del animal. Al comprador también se le mantiene
ignorante de las circunstancias que rodearon la vida del pobre animal y, por supuesto, su
muerte. Cuando los animales son sacrificados en el matadero hay muy poco respeto o
consideración por ese animal, lo único que importa es que los animales sean sacrificados
de una forma barata y en grandes cantidades para suplir el siempre creciente mercado
de las carnes.

En otras palabras, estos animales también son sacrificados, aunque la única deidad
venerada en este caso es la ambición. También debemos tener en cuenta que solamente
la industria avícola mata más animales en un día de lo que la religión ha sacrificado a
través del mundo en los últimos siglos!

Por otra parte, cuando un animal es sacrificado en La Regla Lucumi es hecho ante todo
con el máximo respeto. Respeto por el Orisha al que se le ofrece el sacrificio de esta vida
y respeto por la pequeña ave cuya vida es tomada para que nosotros podamos vivir
mejor. Se debe cuidar bien al animal porque es propiedad del orisha.

De hecho, algunas veces el orisha dirá que el animal no debe morir, sino vivir con la
persona, y el orisha espera que ese animal como suyo, sea bien cuidado y mimado.

Al comienzo del sacrificio, cuando se trae el animal, hay una canción y acción que
interpretamos en reconocimiento que un día nuestras vidas serán tomadas de súbito de
manera parecida a la de los animales.

En este sentido nuestra Religión difiere muy poco a la de los indígenas americanos. En
esto hay un respeto por toda vida, y un respeto por la muerte que debe llegarnos a todos,
incluyendo a nosotros mismos.

Después del sacrificio, si el animal no fue utilizado para limpiar a la persona de


enfermedad o infortunio, es comido por todos los participantes. Si por lo contrario, fue
utilizado para limpieza, el animal se lleva al lugar que el orisha solicite para completar el
ofrecimiento. Este animal no debe ser comido porque estaríamos comiendo la
enfermedad o el infortunio que fue removido de esa persona.

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Así sea el ebo algo tan sencillo como una manzana o un pequeño pollo, siempre debe ser
ofrecido con las dos manos y un corazón abierto.

Rayamiento

EN LA MAYORIA DE LAS INICIACIONES AFRICANAS, LO PRIMERO QUE SE MARCA ES LAPIEL.


SE CREEE QUE LA PIEL ES LA FRONTERA ENTRE LOS MUNDOS INTERIORES DEL INDIVIDUO
-EL CONSCIENTE, EL SUBCONSCIENTE, Y EL INCONSCIENTE - EL MUNDO DE LOS SUEÑOS,
LAS EMOCIONES, LA SEXUALIDAD Y LAS CREENCIAS, Y EL MUNDO EXTERIOR, LA
SOCIEDAD EN LA QUE SE VIVE

EL MODO DE MARCAR LA PIEL, CON CUHILLO, ESPOLÓN DE GALLO, E INCLUSO A TRAVÉS


DEL ASTRAL DEL PONTO REALIZADO CON LAS PINTURAS RITUALES, EL PROPÓSITO ES EL
MISMO; SE TRATA DE UN TALISMÁN, EL LENGUAJE GRAFICO DE LOS SIGNOS, QUE
PROTEGEN CONTRA LOS ESPIRITUS MALEFICOS, Y QUE GANA EL FAOVR DE LOS DIOSES, Y
DEL FUMBI

REPRESENTA LA MUERTE DEL INDIVIDUO, QUE DA LUGAR AL RENACIMIENTO A UN


ESTADO DIFERENTE, MARCADO POR UN RITO DE PASAJE ES UN EMBLEMA
MNEMOTECNICO (UNA INDICACIÓN VISUAL DEL DOLOR SOPORTADO EN EL MOMENTO DE
MARCAR LA PIEL, Y UN RECORDATORIO CONSTANTE DE LAS ENSEÑANZAS RECIBIDAS Y
DEL CONOCIMIENTO ADQUIRIDO DURANTE LA INICIACIÓN SEÑALA LA PERTENENCIA DEL
INICIADO A UNA DETERMINADA FAMILIA, CLAN O SOCIEDAD.

Foribale: Saludo

Foribale es el saludo que se le da directamente a los orishas o a un Iworo que ha "hecho


Ocha" (que haya sido iniciado en el sacerdocio). Este saludo puede hacerlo cualquier
persona que haya recibido los Ilekes (collares). La palabra Foribale significa literalmente
"poner la cabeza en el piso". Se refieren con esto al acto de postrarse ante el orisha,
también se le conoce como "tirársele" o "el saludo del santero".

Los Iworos (santeros) son saludados también de esta forma porque ya ellos han pasado
por el ritual del "kariocha" (ponerle al orisha en la cabeza). De esta forma la persona
está saludando al orisha en la cabeza del Iworo y no al ser humano.

Es un acto de respeto al orisha y siempre debe hacerse cada vez que la persona se
presente ante los orishas (o a un santero durante una ceremonia). Durante este saludo el
Iworo le dará la bendición de los orishas a la persona que lo está saludando.

Siempre que haya una ceremonia, el iniciado de Ilekes debe saludar primero a los
orishas. Esto nunca debe hacerse en la ausencia de un Iworo, pues es un santero el que
debe levantarlo del piso después de darle la bendición. Después de saludar al orisha, el
iniciado de Ilekes se le "tirará" a la persona que lo ha bendecido mientras él estaba frente
a los orishas. Después deberá saludar a sus padrinos de la misma forma, saludando a
continuación a todos los sacerdotes presentes por orden de edad en la religión (una
persona con 12 años de edad puede a veces tener 10 años "en Ocha"). Los santeros
jóvenes también saludan a sus mayores de esta misma forma, comenzando por sus
padrinos que los parieron en la religión.

Rendir Foribale o "tirarse" es hecho de una o dos formas, dependiendo de que el orisha
tutelar de la persona sea masculino o femenino: Si el orisha es masculino
(independientemente de que la persona sea hombre o mujer), la persona se tiende boca
abajo en el piso, con la cara hacia abajo y los brazos a los costados del cuerpo. Si, en el
caso contrario, el orisha es femenino (como Oshún o Yemayá), la persona se tira al piso

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de costado, primero del lado izquierdo recostada del codo, entonces se vira del lado
derecho.

Después que el iniciado de Ilekes ha rendido foribale y ha sido bendecido o "levantado"


del piso, se alzará y saludará al Iworo cruzando los brazos en el pecho y acercándose al
Iworo diciendo "bendición" o "aché". Entonces se inclina primero hacia la izquierda y
después a la derecha, tocando hombros con el sacerdote. Después que haya saludado a
los santeros entonces se pueden saludar los unos a los otros haciendo el saludo de los
brazos cruzados, sin decir "aché" o "bendición" pues ellos todavía no son sacerdotes.

Saludar a un Babalawo o "Padre de los Secretos" es un caso especial. Ellos son saludados
inclinándose la persona y tocando el piso con la punta de los dedos de su mano derecha,
mientras dice "Iború, Iboya, Iboshisé".

Otro caso especial es el de un sacerdote de Ochosi, quien saluda a sus mayores


hincándose sobre una rodilla, la mano derecha cruzada sobre el pecho, la izquierda hacia
la espalda, con la cabeza inclinada. Este saludo muestra al mundo que es el hijo o hija
del gran cazador Ochosi, pues este saludo evoca en cierta forma a un cazador de rodillas.

Posesión: La Monta del Caballo

La Posesión a través del Trance en La Regla de Ocha

La Posesión a través del Trance es una parte importante en nuestra religión.

Durante un bembé o fiesta de tambores en honor de los orishas, un orisha puede ser
convencido a unirse al festejo y entrar al cuerpo de uno de los sacerdotes consagrados a
ese orisha. Nos referimos a esto como que la persona esta siendo "montada" por el
orisha, o que el orisha "ha bajado" del cielo para estar con nosotros. Las canciones,
ritmos y bailes son realmente una suplica deliberada a los orishas para que bajen y nos
bendigan con sus consejos, limpiezas y su mera presencia. Cuando un Orisha decide usar
uno de nuestros cuerpos por un rato es, por supuesto, motivo de gran alegría para
nosotros.

Los orishas solo raramente montan a un aleyo o persona que no ha sido iniciada al
sacerdocio, y en esas ocasiones usualmente señalan a esta persona como una persona
que necesita ser iniciada en la religión como sacerdote o sacerdotisa.

Esto no se le impone a las personas, ni tampoco es algo demoniaco como en el caso de


películas como "El Exorcista", ni tampoco nadie escupe sopa de guisantes. Si alguien no
esta listo, el orisha es delicadamente disuadido a alejarse hasta que la persona es
iniciada y preparada para semejante ocasión. Y cualquiera que haya tenido la
experiencia de haber sido "tocado" o realmente montado, le dirá los profundos
sentimientos de alegría y sabiduría que acompaña a la presencia de esos grandes seres
espirituales conocidos como orishas.

Iyawo: La Esposa o Esposo del Orisha

El Nuevo Iniciado

En el primer día de la iniciación nacen el nuevo Iyawo y sus orishas. Sus orishas son
puestos en su cabeza, por lo tanto se reciben internamente de forma que el Iyawo y sus
orishas están inseparablemente unidos de por vida. En el segundo día, o Día del Medio, el
Iyawo es vestido en sedas y satines espléndidos, que insinúan la realeza ahora presente

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en el trono para recibir los visitantes que han venido a complacerse de la presencia del
orisha y su nuevo esposo o esposa. En el tercer día, o Día del Ita, el nuevo Iyawo
aprende lo que el futuro le depara. Uno a la vez, los orishas que el o ella han recibido le
hablan dándole sus prudentes consejos. El Iyawo se pasa el resto de la semana en el
trono del orisha descansando y meditando acerca de la nueva vida que solo esta en sus
comienzos.

Por el resto del ano el Iyawo se mantiene en un estado de protección que es lo


conveniente para la esposa o esposo real del dios o la diosa. No deben permitir que
nadie que no haya sido iniciado los toque o tome nada de sus manos.

No pueden salir antes del mediodía o después de la caída del sol, y solo pueden vestir
con ropas del mas puro color blanco. No pueden usar maquillaje ni ninguna joya, con la
excepción de las pulseras y collares que recibieron durante su iniciación, y por los tres
primeros meses deben comer sentados en una estera de paja la cual denota un espacio
sagrado en la religión. También son bebes en esta nueva vida, por lo tanto no pueden
utilizar cuchillo o tenedor para comer durante ese ano, o estar entre multitudes o ir a
plazas de mercado. No deben mirarse en espejos o retratarse. Nada debe interferir con
la comunión del Iyawo con su orisha. A el o a ella se les debe llamar siempre por el
nombre Iyawo y no por su nombre propio y por cierto, cada vez que se les llama Iyawo se
les esta limpiando y separando un poco de la vieja vida que abandonaron en él momento
de su iniciación.

El Iyawo es mimado y consentido por los santeros con los que entra en contacto.
También son vigilados cuidadosamente porque el Iyawo debe ser protegido a toda costa y
no se les debe permitir que violen sus tabúes sagrados. Personas extrañas o no iniciadas
a menudo se confunden con los Iyawoses, pues piensan acerca del Iyawo como una
persona que estuviese en el limbo, algo así como ser entre una "persona normal" y un
santero, y no como el personaje sagrado que en realidad es.

Durante el Iyaworaje o ano durante el cual el Iyawo sigue a su orisha, a medida que los
dos se van conociendo el uno al otro íntimamente, se va formando la base de una vida
"en Santo" y el entendimiento que son tan innatos de un santero. Un entendimiento
basado en una comunión sagrada que dura para el resto de la vida..... y más.

Las mujeres en la religión de ifa

La religión de los Orisas Yorubas y sus Babaloshas (sacerdotes), apoyados en sus amplios
conocimientos de botánica, mineralogía, zoología, etc., intentan conseguir el
desenvolvimiento espiritual y material de los seres humanos, en la intención de evitar a
éstos la mayor cantidad de tropezones en sus vidas, y para ello usan el oráculo de los
Orisas denominado Diloggun.

A los Babaloshas llegan constantemente personas de toda condición social en busca de


solución a sus dificultades y, a través de las predicciones del Diloggun, además de
señalarle las dificultades que se le avecinan, en la mayor parte de los casos ofrecen la
ayuda a través de los Orisas, Eggun... para enfrentarlos positivamente; es decir, no sólo
se usa para conocer lo que sucede, sino también para indicarnos que es lo que hay que
hacer para solucionarlo. Puede decirse que es una forma de comunicarnos con las
entidades superiores, con los Orisas, con nuestros ancestros, antepasados o Eggun,
quienes proporcionan ayuda a nuestros problemas.

En este artículo expongo las acciones litúrgicas directamente asociadas al Diloggun, a la


vez que lo considero parte de mi humilde y personal colaboración para intentar erradicar
la despiadada crítica que personas, sin el más mínimo conocimiento y sin haber sido
parte personal de los ritos que en Osha se realizan, dicen que es una “secta” o que los
rituales que en ella se practican son “magia negra”. Por ello trato de exponer, con la

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mayor claridad posible, la apasionante, ancestral y profunda filosofía, liturgia y practica
mágico-esotérica que se realiza en el Diloggun, ya que en ella no existe nada que no sea
digno de ser expuesto.

El Diloggun es la “boca” de los Orisas: 16 caracoles marinos que ellos utilizan para
comunicarse, para enseñarnos la humildad, la caridad y el amor hacia el prójimo, tanto
para no creyentes como para practicantes de Osha. Ayuda con sus consejos y nos
advierte para enderezar nuestra vida, alivia nuestros corazones cuando estamos
apenados, ayuda a vencer obstáculos... Requiere que quien lo use sea un Babalosha y
que el Diloggun haya sido consagrado a través de las ceremonias de iniciación por las
cuales estos tienen el “ashé” para que los Orichas, Eggun.... “hablen” por medio de ellos.

Ifismo el método del dios ifa como adivinación

EN CUBA, ESTE COMPLEJO METODO DE ADIVINACIÓN, PERTENECE EXCLUSIVAMENTE A


ORULA, DIOS DEL FUTURO, Y DE LA VIDENCIA. EN AFRICA, BRASIL, HAITI, PERTENECE A
LA MAYORIA DE LOS SACERDOTES, QUE SIN SER BABALAWOS, (PADRE DE LOS
SECRETOS), UTILIZAN Y EMPLEAN ESTE METODO DE PENETRAR EN EL FUTURO.

BOKONORS, VOUDUSIS, OZAINISTAS, Y TATAS UTILIZAN ESTE METODO, QUE NACIDO EN


LA LEGENDARIA CIUDAD DE IFE, TIENE SUS ORIGENES , EN DAHOMEY, AUNQUE
PERFECCIONADO POR LOS SACERDOTES EGIPCIOS DE HORUS. DE AHI LA PALABRA DE
HORUS - RA (ORULA).

¿PERO QUE ES IFA?, ¿UN DIOS?, ¿UN METODO?, ¿ORULA ES SU INTERPRETE?,

ESTAS DUDAS SE FORMULAN, POR MUCHAS PERSONAS, ESO SI EN SILENCIO. NI LA


MAYORIA DE LOS BABALAWOS, HAN ANALIZADO ESTAS CUESTIONES, Y VER EL
RESULTADO ANALITICO, DE LAS PREGUNTAS.

EN EL POEMARIO DE IFA, SOBRE EL QUE SE BASA EL ORACULO, HACE ENTREVER, QUE


ORULA TIENE LA POTESTAD ENTREGADA POR OLOFI (AUNQUE NO DEBEMOS
OLVIDARNOS, QUE EL PRIMERO EN SER ADIVINO FUE ONI CHANGO), DE VISLUMBRAR LA
SITUACIÓN DE LOS HOMBRES, SU PASADO Y SU FUTURO.

EN AFRICA EL BABALAWO, INTERPRETA IFA, A TRAVÉS DE LA NUEZ DE PALMA. PERO EL


OPELÉ ES UN HERALDO DEL DIOS DE IFA, QUE CREO DEBE DE SER UTILIZADO, POR
TODAS AQUELLAS PERSONAS (HOMBRES Y MUJERES), QUE CONOZCAN EL POEMARIO DE
IFA.

¿PERO QUE ES IFA?

EN EL PRINCIPIO DE LOS TIEMPOS HABIA TRES DIOSES PRIMORIDALES.

-ECHU.
-ORULA.
-AGBONIREGUN.

BARAIFA.

ORULA, DIGAMOS, ES UN MEDIADOR, UN PORTERO, QUE TIENE LAS LLAVES DEL DIOS
SECRETO AGBONIREGUN, EL DIOS QUE SOSTIENE AL MUNDO, DIOS DUAL, BUENO Y MAL0
(BARAIFA). REPRESENTA LA VISTA, EL PODER DE VER MAS ALLA, EN EL MUNDO DE LA
ADIVINACIÓN.

IFA ES ELA, HIJO DEL DIOS DE OLOFI, PERO SI NOS CEÑIMOS A LAS SAGRADAS

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ESCRITURAS DE IFA. SOLAMENTE HABLABA CUANDO SE LE GOLPEABA, YA QUE ERA
MUDO. ENTONCES COMO VA HABLAR IFA, SI NO SE GOLPEA.

ELA SIGNIFICA SALVACIÓN. ¿PORQUE LAS MUJERES NO SE HACEN IFA?.

ACASO LOS HOMBRES TENEMOS MIEDO, DEL PODER DE ELLAS EN LA RELIGIÓN. LA


TIERRA ES FEMENINA, LA LUNA TAMIBÉN, RECORDEMOS QUE LA PRIMERA ORICHA, CON
IFA, ES NANA BURUKU.

Que representa Ifá

Ifá representa el pensamiento filosófico por excelencia, la sabiduría plena, el centro de


ideas cosmogónicas y cosmológicas, la visión del mundo, las normas éticas que rigen las
relaciones sociales de los hombres, la concepción de la Naturaleza, la vida, la muerte, los
preceptos orientadores de los hombres y su conducta frente a las fuerzas contrarias al
bien. Ifá como todo lenguaje de vida, simbólicamente se transmite por la vía de los Odu u
Odun, signos o letras descifradores del mundo, observando el bien y el mal. Básicamente
son 16, llamados Olodus o Mellis, a continuación los nombramos en el orden jerárquico
dispuesto por los sacerdotes: Baba Eyiogbe, Oyekú, Iwori, Oddí, Iroso, Ojuani, Obara,
Okana, Ogundá, Osá, Iká, Otrupo, Oturá, Irete, Oché y Ofún. Asociados a cada signo hay
un conjunto de versos, proverbios e historias ilustrativas llamados patakíes, donde se
recrea el mundo simbolizado en tramas protagonizadas por los dioses yorubas, animales
o personajes ligados al mismo signo. Ifá habla en metáforas y parábolas. El diálogo que
entabla el consultado con el sacerdote discurre en la estera perfilando la claridad del
consejo de Orula. Existen otras letras del resultado de la combinación de los Odun
básicos llamados Amulú o compuestos, en su totalidad serían 256 signos fundamentales
que contiene este sistema adivinatorio. Del panteón de los dioses de la Santería o religión
de los orichas, hay uno ligado al oráculo de Ifá, Orula o Orunmila, el benefactor de los
hombres, consejero y sabio, el encargado de interpretar Ifá.

Para la concepción de los creyentes, al nacer alguien, se debe presentar al Creador para
saber su destino. Orula es testigo, por lo tanto es acreditado a orientar a los humanos
para enfrentar la vida. Otra fundamentación estriba en que una vez concluida la
Creación, Olofi (Dios), sube al Cielo cansado de trabajar, enviando posteriormente a Orula
y a los otros Orichas a la Tierra a encargarse de los problemas humanos.

Al principio el oricha Changó, dios del trueno y el fuego, era el encargado de la


interpretación de Ifá, pero a consecuencia de que sus permanentes batallas y guerras no
le permitían consultar, le entregó los instrumentos de adivinación al viejo Orula. En otra
versión es Elegguá, dios de las encrucijadas y los caminos, el que salva a Orula de la furia
de su padre cuando era pequeño. En este patakí el padre de Orula ordena matar a todos
los varones por la indignación que le produjo Oggún, dios del hierro y la guerra, al
efectuar incesto contra su madre. Orula fue enterrado al pie de una ceiba y diariamente
Elegguá la llevaba alimento. Con el tiempo fue perdonado y salvado de su entierro, luego
Changó cortó de esa ceiba un tronco e hizo un tablero para adivinar y se lo entregó a
Orula convirtiéndose éste en un famoso adivino entre la gente.

Los argumentos anteriores son resúmenes forzados por razones de espacio de historia
contenidas en el Oráculo de Ifá, explicando el rol ocupado por Orula, así como los otros
orichas, sus relaciones parentales, personalidades, caprichos e inconformidades. Los
dioses africanos son distintos a lo acostumbrado, ellos se humanizan, poseen sexo,
conciben, viven y tienen debilidades.

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Babalawos

En analogía, Ifá representaría la Biblia del cristiano o el Corán del Musulmán. Cada
elemento del ceremonial y la ritualística de esta religión, su origen, la esencia de las
ceremonias, en fin todo, Ifá lo explica. No sólo en el campo de lo religioso, también en las
normas que rigen la vida profana de los creyentes en los orichas.

Para entablar un diálogo con Ifá, los humanos se dirigen a los Babalawos, sacerdotes del
culto, únicos autorizados para consultar el IKIN de Ifá. Son seguidores de Orula,
nombramiento que se recibe en una ceremonia de gran envergadura. Estos sacerdotes
son fieles intérpretes de la máxima unidad sagrada, Ifá-Orula. Son escogidos y
privilegiados por este oricha entre los varones, ni siquiera los homosexuales tienen
cabida entre ellos.

Los hombres seleccionados pasan generalmente por una ceremonia primaria dirigida por
babalawos, llamada "entrega de mano de Orula o Awofaca", donde la divinidad escogerá
su futuro iniciado. En el caso de las mujeres esta ceremonia es un poco diferente y recibe
el nombre de Icofá, lo cual es una representación de Orula, además de ser la mayor
ceremonia de este culto para ellas, llegando al rango de Apeteví o ayudante de Orula.

Las funciones de los sacerdotes están prescritas en Ifá. Su autoridad para salvar a una
persona de una muerte trágica repentina, colocándole el Ildefá, pacto de Orula con la
muerte, simbolizado en una pulsera de color amarillo y verde colocado en la mano
izquierda. Otra función del Babalawo es la de iniciar a otra persona entregándole Elegguá,
deidad principal junto a Oggún, Ochosi y Ozun. En conjunto son llamados los guerreros y
de los que se dicen fueron iniciados en Ifá, por lo tanto son entregados por los babalawos
porque ellos conocen enteramente sus secretos, aunque el santero también tiene la
potestad para entregarlos. Además de esto los Babalawos ejercen diversas funciones en
la consagración de una persona con su oricha tutelar; averiguar con el oráculo cuál es su
"ángel de la guarda" u oricha que le será consagrado, el ebbó de entrada y la matanza de
los animales que confirmará la consagración del santo. La mencionada entrega de "Mano
de Orula" y consagrar un nuevo Babalawo son órdenes de Orula y para esto se deben
cumplir los requisitos antes mencionados, agregando una conducta moral intachable, ser
varón definido y hacer cotidiana la humildad.

No existe una organización jerárquica total en este culto, la circunstancia histórica no lo


permitió. Existe un orden jerárquico por familias sagradas y relación de iniciados. Otro
concepto jerárquico depende de la profundidad en el conocimiento del sistema de
adivinación y ceremonias alcanzadas después de hacerse Babalawo. Las ceremonias
posteriores a la consagración de Ifá son recibir "cuchillo" u Wanaldo, autorización para
efectuar matanza de animales de 4 patas, y la mayor consagración del babalawo, ser
Omo-Odu, que es recibir Olofi. También se puede ser Oluo Babalawo, punto polémico
entre nuestros informantes, ya que algunos afirman que es un Babalawo consagrado
antes con su oricha tutelar, mientras que otros halan de que aquel Babalawo que
consagra a otro hombre como Babalawo recibe el título de Oluo.

Muchos colocan a los Oluos en la primera clasificación ya descrita, en fin el orden


mencionado es respetado por la mayoría, agregándole el factor, tiempo de consagración
o antigüedad, que es de mucho peso entre los sacerdotes. La representación material de
Ifá o los elementos simbólicos de su energía son los Ikines o semillas sagradas, utilizadas
en la adivinación conjuntamente con el tablero o Até, tabla de madera redonda. Al
momento se le agrega un polvo sagrado, Iyerosun, permitiendo visualizar las marcas
hechas por el sacerdote en la manipulación de las semillas. Este acto memorable se
denomina Tefar y es usado exclusivamente para ceremonias de mayor envergadura: la
entrega de "Mano de Orula", las ceremonias de adivinación en la consagración de un
Babalawo o en la "Apertura de Año".

Otro instrumento de permanente uso en la adivinación es el Opelé, una cadena de 8

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cuentas, cada una con un lado oscuro y otro claro, y en donde se lee la letra u Odu luego
de que el sacerdote la deja caer sobre el tablero. Hay otros instrumentos
complementarios en ambos métodos de consulta, los denominados Ibos: piedra pequeña,
hueso, caracol, etc. Estos se utilizan en el proceso de la consulta para afirmar o negar las
preguntas hechas por el Babalawo. Otro es el Iruké, un rabo de caballo adornado usado
para cubrir los Ikines antes de tefar. Finalmente el Irofá, un tarro o cacho de venado que
tiene múltiples usos: para la entrega del Ildefá o para afirmar lo dicho por otro Babalawo,
golpeando el tablero cuando se hace Itá, el arte de adivinar o leer el porvenir de una
persona.

Al referirnos a las jerarquías entre los Babalawos hablamos de las familias sagradas o la
reinterpretación de los antiguos linajes interrumpidos por la esclavitud. Al llegar a Cuba
estas familias se mantuvieron en la religión y se cree que los primeros Babalawos en esa
tierra se remontan a la segunda mitad del Siglo XIX, según datos aportados por la
eminente investigadora Lic. Claudia Mola, Directora de la Casa de Africa en La Habana, y
a quien agradezco parte de la información manejada. Estas ramas o familias de Ifá aún se
mantienen y algunas fueron lideradas por nombres de dignatarios como: Tata Gaytán
(Ogunda-Fun), José Asunción Villalonga (Ogundá-Masá), Bernabé Menocal (Babá Eyiogbe),
Bernardo Rojas (Irete-Dí), Ño Carlos Addebí (Ojuani-Chika), Quintín García (Oturaniko),
Miguel Febles (Odi-ka) y muchos otros que agrandarían con sus nombres la historia de
cómo permanece el culto de Ifá en América.

Como un aparte es importante aclarar que, sabiéndose del origen de este culto de Ifá en
Africa, algunos investigadores le ubican en el Siglo XI, similar a la geomancia desarrollada
en el Medio Oriente y aún permanece. Llegado a Cuba entre finales del Siglo XVIII y
principios del XIX, se expandió por parte de América encontrándose actualmente en
Venezuela una gran cantidad de Babalawos. No representa internamente ninguna
jerarquía haberse consagrado en Cuba, las razones del mismo Ifá, su origen, las
fundamentaciones de los lugares donde se ha expandido, entre otras cosas nos
convencen que esta religión no pertenece a ninguna región o territorio especial,
pertenecen al mundo. Sólo encontraríamos diferencias lógicamente, en la manera de
efectuar algunas ceremonias, hecho que ocurre a menudo. Cómo investigadores no
podemos impedir algunos cambios que ocurren.

Nuestra función sería reseñarlos y analizar las distintas razones de estos cambios o si son
oscuras intensiones para desvirtuar la esencia de este hermoso culto. A veces esto
ocurre.

Que es un Oba

La regla de Ocha se caracteriza por la cantidad de ceremonias que se realizan en las


diversas consagraciones que tienen objeto cuando una persona necesita del concurso de
los orichas para estabilizar sus niveles de vida. En estas ceremonias deben estar
presentes los padrinos y un grupo de santeros y santeras que trabajarán y serán testigos
de las consagraciones. Puede ser que en estas consagraciones los santeros presentes y
los padrinos constituyan un grupo de personas respetables y se hayan esmerado en la
organización de los rituales a realizarse, pero si falta la presencia del Oriaté o Italero,
lamentablemente las ceremonias estarán incompletas. Con esto queremos decir que el
Oriaté es un personaje que debe estar presente en toda consagración de Ocha ya que él
es el que dirige todos los ceremoniales gracias a los amplios conocimientos que tiene
sobre la Santería o religión Yoruba. En pocas palabras podemos decir que el Oriaté es un
santero que tiene extensos conocimientos sobre los cantos, rezos y ceremonias que se
efectúan en el cuarto de santo a la hora de realizar las consagraciones. Este personaje
tiene el conocimiento suficiente para estimular y llamar las fuerzas o energías de los
orichas que van a participar en los rituales de ocha.

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La palabra Oriaté significa en lengua yoruba "cabeza sabia", etimológicamente podríamos
descifrar dicha palabra como, Orí: Cabeza; y Até: Tablero de Ifá. Recordemos que
simbólicamente el Até o tablero de Ifá representa el conocimiento y la sabiduría del
mundo. Se sabe que todo el conocimiento no puede estar en una sola cabeza, como lo
dice el signo Ogbe-Di, pero los oriateses deben instruirse cada día más para poder llevar
con dignidad tan importante título, por lo cual deben mantener y ampliar sus
conocimientos religiosos. La figura del Oriaté es respetada en cualquier casa de santo, sin
importar su edad cronológica, ni su edad santoral, esto se debe a que es visto como un
sacerdote mayor gracias a su gran conocimiento.

Los conocimientos que tiene que tener un Oba

La regla de Ocha se caracteriza por la cantidad de ceremonias que se realizan en las diversas
consagraciones que tienen objeto cuando una persona necesita del concurso de los orichas
para estabilizar sus niveles de vida. En estas ceremonias deben estar presentes los padrinos y
un grupo de santeros y santeras que trabajarán y serán testigos de las consagraciones. Puede
ser que en estas consagraciones los santeros presentes y los padrinos constituyan un grupo de
personas respetables y se hayan esmerado en la organización de los rituales a realizarse, pero
si falta la presencia del Oriaté o Italero, lamentablemente las ceremonias estarán incompletas.
Con esto queremos decir que el Oriaté es un personaje que debe estar presente en toda
consagración de Ocha ya que él es el que dirige todos los ceremoniales gracias a los amplios
conocimientos que tiene sobre la Santería o religión Yoruba. En pocas palabras podemos decir
que el Oriaté es un santero que tiene extensos conocimientos sobre los cantos, rezos y
ceremonias que se efectúan en el cuarto de santo a la hora de realizar las consagraciones. Este
personaje tiene el conocimiento suficiente para estimular y llamar las fuerzas o energías de los
orichas que van a participar en los rituales de ocha.

La palabra Oriaté significa en lengua yoruba "cabeza sabia", etimológicamente podríamos


descifrar dicha palabra como, Orí: Cabeza; y Até: Tablero de Ifá. Recordemos que
simbólicamente el Até o tablero de Ifá representa el conocimiento y la sabiduría del mundo. Se
sabe que todo el conocimiento no puede estar en una sola cabeza, como lo dice el signo Ogbe-
Di, pero los oriateses deben instruirse cada día más para poder llevar con dignidad tan
importante título, por lo cual deben mantener y ampliar sus conocimientos religiosos. La figura
del Oriaté es respetada en cualquier casa de santo, sin importar su edad cronológica, ni su
edad santoral, esto se debe a que es visto como un sacerdote mayor gracias a su gran
conocimiento.

Como ya se dijo, todas las ceremonias importantes deben ser conducidas por él, desde un Oro
a Eggun hasta las ceremonias del Ituto o funeral yoruba, pasando por los cantos a Ozain.
Extendiéndonos en este último punto, una expresión popular entre santeros dice, "sin Ozain no
hay santo", lo que significa que siempre se debe hacer un Ozain antes de cualquier
consagración, esto consiste en realizar un mínimo de 16 cantos rituales a esta importante
deidad para que bendiga el extracto de hiervas que se va a utilizar para purificar los elementos
sagrados que se van a fundamentar en ese momento. Los cantos o suyeres son sumamente
importantes en el trabajo del Oriaté, los debe realizar totalmente en lengua yoruba y cada uno
va a tener una función específica en la consagración, por lo que debe conocer su significado
para poder utilizarlos en el momento adecuado. Estos cantos van a variar según sea el caso,
existen cantos para Egun (espíritus guías) en donde se le rinde tributo a los antepasados o a
santeros, santeras o babalawos difuntos. Ya hablamos de los cantos de Ozain, los cuales deben
hacerse un mínimo de 16 para poder consagrar las hiervas. También está el Oro de Igbodú o
"cantos ceremoniales del cuarto de santo", los cuales son suyeres dedicados a los orichas. En
el momento de la consagración el Oriaté canta en yoruba por lo menos tres suyeres a cada
oricha, estos cantos son específicos y el Obá debe tener conocimiento de lo que está haciendo
porque hay cantos para llamar a los santos y hay otros para calmarlos cuando se posesionan
del santero y llegan aturdidos luego del largo viaje del cielo a la tierra.

Además de los cantos, el Obá conoce con perfecta claridad todos los conceptos religiosos de
los yorubas y el significado ritualístico de cada una de las ceremonias que realiza. Otra de las

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funciones del Obá-Oriaté (muchos piensan que así es como se debe llamar) es la de interpretar
el mensaje de los orichas a través del "oráculo de los caracoles" en la ceremonia del Itá o
"lectura del porvenir". Allí debe tener pleno dominio del oráculo además de los rezos de cada
signo, los cantos del Nangareo (desayuno que se tiene con Olorun antes del Itá) y el "ebbó de
estera", en donde el Iyawó o recién consagrado, es limpiado gracias a la influencia de los
signos y a los rezos que se hacen en cada uno de ellos. En el Itá el Obá-Oriaté manifestará su
conocimiento sobre los patakíes o historias yorubas para extraer de ellos los mensajes que
guiarán el camino del nuevo consagrado en una nueva perspectiva de vida. Como maestro de
ceremonias en sus funciones también recae la responsabilidad de ayudar a los santeros
desencarnados a encontrar el camino que los llevará a Olofi. En la ceremonia del Ituto, llamará
a los oricha s y a los espíritus guías del santero difunto para que lo desprendan de la Tierra y lo
lleven a planos superiores.

LOS ORACULOS

LOS ORACULOS YORUBAS

OBI. ORACULO DE BIAGÜÉ. OBI APERE-TÍ. OBI ABATA. EL ORACULO DEL DILOGGUN. EL
ORACULO DE IFA.

Sabemos que a muchos les sorprenderá en lo que referente al ORACULO DEL OBI (COCO)
aquí se expone y mas cuando se cree que solo existe una forma de adivinación a través
de Él, cosa por cierto más lejos de la realidad ya que existen cuatro formas de consulta a
través del OBI, y cada una tiene su propio nombre; siendo estos los siguientes:

EL ORACULO DEL OBI. EL ORACULO DE BIAGÜÉ. EL ORACULO DEL OBI APERE-TÍ. EL


ORACULO DEL OBI
ABATA.

De estos oráculos unos son utilizados por los BABALOSHAS e IYALOSHAS y otros por los
BABALAWOS, pero esta aclaración la dejaremos para hablar extensamente de ella en otro
artículo el cual llamaremos LAS CEREMONIAS DE IFA-OSHA "SUS ORACULOS". Pero como
adelanto del mismo en este artículo daremos a conocer las características de los oráculos
mencionados anteriormente.

1.- EL ORACULO DEL OBI.

En esta modalidad lo que conseguimos son respuestas simples de "SI" ó "NO", en las
preguntas realizadas tanto a los ORISAS como a EGUN. Sabemos que la respuesta es
positiva o negativa según en la posición en que caigan, teniendo las siguientes
posibilidades: ALAFIA= SI EJEIFE= SI ITAWE= SI (aquí deberemos volver a repetir la
pregunta, ya que el SI no es concreto.) OKANA= NO OKANA YEKUN= NO Debemos dejar
muy bien claro, que en la modalidad del ORACULO del OBI, solo lo utilizamos para
conseguir respuestas afirmativas o negativas a las preguntas realizadas.

2.- EL ORACULO DE BIAGÜÉ ó ADIATOTO.

En esta modalidad se trata en mayor profundidad el registro o consulta, ya que en ella se


buscará si la letra habla en IRE u OSOGBO, a la vez que se averigua por donde viene. El
procedimiento es similar al registro con DILOGGUN, quizás no tan extenso como este,
pero si podemos asegurar que es bastante efectivo.

3.- EL ORACULO DEL OBI APERE-TÍ.

En esta modalidad nos encontramos 17 posibles posiciones y que a la vez en estas


hablan en exclusividad una entidad, teniendo en cuenta el siguiente orden:

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1.- ELEGBA 2.- OGGUN 3.- OSOOSI 4.- OBATALA 5.- SHANGO 6.- YEMAYA 7.- OSHUN 8.-
OYA 9.- ORUNMILA 10.- IBEJIS 11.- AGANJU 12.- YEWA 13.- OBBA 14.- NANA BURUKU 15.-
EGUN 16.- ASOJANO 17.- OLOFIN

Como hemos dicho en este artículo denominado los ORACULOS, en otros articulos de
nuestra revista daremos a conocer en toda su extensión este y los otros ORACULOS
mencionados.

4.- EL ORACULO DEL OBI ABATA.

Este es el oráculo más complejo en cuanto a las formas de registro en cuanto al OBI se
refiere, siendo tan extenso y complejo como lo son EL DILOGGUN, EL OPELE y EL ATEPON
IFA. Las posibilidades de combinaciones posibles son 4608. Podemos decir que este
ORACULO es exclusivo de los BABALAWOS, ya que en él se encierra toda la sabiduría de
IFA. También debemos de tener en cuenta que este oráculo se usa en consulta sobre el
KEKEREOPON (Tablero propio del OBI ABATA) el cual simboliza el universo con sus
fuerzas, elementos y puntos cardinales, incluyendo además en sí la representación del
espíritu, el nacimiento ó renacimiento, la vida y la muerte respectivamente, lo cual está
en plena correspondencia con la filosofía yoruba de la vida material y espiritual, que
responde a un ciclo perfectamente reflejado en dicho tablero. (Del libro OBI del
BABALAWO AWO IFASHADE, el cual recomendamos, ya que creemos es el único libro que
en toda su extensión trata el OBI ABATA).

5.- EL DILOGGUN.

También conocido como EL LEGBA-KIBA, de origen NAGO (yoruba). Muy utilizado por los
adoradores de OSHUN y conocido en ILE IFE como LA ADIVINACION DE ELEGBA. Este
oráculo es usado también por otros grupos étnicos, pero su origen es NAGÓ al oeste de
Nigeria y mas concretamente en LAGOS y en la porción Sur del estado de KWARA al SUR-
OESTE de Nigeria y al ESTE de DAHOMEY. También se emplea este oráculo en el culto a
ORISHANLA y a otras deidades denominadas blancas, así como rige en los cultos a
ELEGBA (ESHU), OYA, SHANGO, OBA, YEMAYA, YEWA, OSOOSI, OGGUN.... es decir a todas
las deidades del Panteon Yoruba excepto ORUNMILA. Podemos decir de Él que es un
Oráculo tan prefecto como lo son los de IFA, con la diferencia que este ORACULO es
propio y exclusivo de los BABALOSHAS e IYALOSHAS, al igual que el OPELE y el ATEPON
IFA lo son de los BABALAWOS. Este oráculo lo componen 257 ODU.

6.- EL ORACULO DE IFA.

Este sistema de adivinación es propio y exclusivo de los BABALAWOS, el cual a través de


este oráculo hace de mediador entre los ORISAS y los seres humanos. Este oráculo lo
componen 256 ODU los cuales prescriben y determinan la situación del individuo. Para
llevar a cabo el registro con este oráculo el BABALAWO usa lo que se conoce como EL
OPELE y también lo que se conoce como EL IKIN.
Como se ha dicho varias veces en este artículo, en próximos números los iremos tratando
con detenimiento, dando a conocer en toda su extensión la forma de realizar registros
con ellos, así como el significado de los diferentes ODU...

El Oráculo de los Caracoles

Uno de los oráculos adivinatorios más populares es el de los Caracoles. Este oráculo es
utilizado por los Santeros y gracias a él se pueden determinar los problemas y situaciones
cotidianas de la persona que lo consulte.

A través de éste oráculo los Santos u Orishas Yorubas manifiestan al Santero o Santera
los problemas, advertencias y mensajes en torno a la vida del paciente consultado y
posteriormente, también en dicho oráculo, se sabrá la manera de solucionar o evitar las
situaciones adversas.

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Se dice que los Caracoles son "la boca del Santo", y en efecto a través de ellos los
Orishas se comunican con nosotros los mortales para aconsejarnos. Cada orisha posee un
juego de Caracoles a través de los cuales habla, pero en una consulta cotidiana el
Santero usa los Caracoles de Elegguá. En éste caso los Orishas transmiten los mensajes a
Elegguá y éste posteriormente a través de sus Caracoles se comunica con el Santero
quien descifrará los mensajes que ayudarán o guiarán al paciente que se consulta. Como
todo lo de la religión Yoruba, estos Caracoles deben ser consagrados bajo ciertas reglas y
sólo los Santeros pueden utilizarlos, ya que ellos tienen el ashé o poder divino para
manejarlos adecuadamente y comunicarse con los Orishas. Antes de usarlos, los Santeros
consagran estos Caracoles en unas ceremonias secretas en donde quedan impregnados
con la energía del orisha con que se consagra. Estos peculiares caracoles Yorubas son de
origen africano aunque también se pueden conseguir en la India. En la antigüedad eran
usados como dinero hasta que los Orishas decidieron adoptarlos como un elemento de
conexión entre ellos y nosotros los humanos creando un oráculo para el bien de la
Humanidad.

Este oráculo está conformado por 21 caracoles de los cuales se usan 16 y a su vez se
leen o interpretan 12. Al decir que se usan 16 caracoles nos sugiere que existen 16
signos principales, los cuales irán apareciendo según vayan cayendo los caracoles en la
estera. De esta manera tenemos los signos: Okana, Eyioco, Ogundá, Irozo, Oshé,
Obbara, Oddí, Eyeunle, Osá, Ofún, Ojuani, Eyilá, Metanlá, Merinlá, Marunlá y
Meridilogún. Cada una de estos signos tiene un significado específico y posee
características muy precisas en cuanto a la relación entre los orishas y los seres
humanos.

Como dijimos anteriormente, el sacerdote Yoruba o Santero interpretará el oráculo de los


Caracoles hasta el signo Eyilá, debido a que está prohibido leer los signos posteriores a
él. Esta regla se deriva de una historia en donde aparece Orula como el Orisha que usaba
los Caracoles, en esa época él tenía la facultad y la potestad de interpretarlos por
completo con sus 16 signos. Un día salió de su casa y volvió antes de tiempo,
encontrando a su mujer Yemayá sentada en la estera y dándole uso a su oráculo. En el
momento en que se encuentran los dos orishas estaba el signo Eyilá en la estera tras lo
cual Orula dijo: "Ahora mi oráculo te pertenece pero sólo lo leerás hasta éste signo,
hasta Eyilá". Y a partir de ese momento Orula no usó más los Caracoles, para consultar
usaba la mente hasta que llegó a sus manos la tabla de Ifá. Los Caracoles fueron usados
por Yemayá y luego por Oshún para luego ser legados a los Santeros, los cuales por
siempre deberían respetar la regla de leerlos hasta el signo Eyilá. De esta manera si en
algún momento el oráculo se extiende a los signos Metanlá, Merinlá, Marunlá y
Meridilogún es obligación de todo Santero el llevar a la persona que se está consultando a
la casa de un Babalawo, debido a que los Caracoles están indicando por medio de sus
cuatro últimos signos, que Orula es el que quiere hablar con esa persona.

Se dice que antiguamente el sacerdote que usaba el oráculo se limitaba a interpretar


solamente un sólo signo, o sea que si al lanzar los Caracoles a la estera aparecía el signo
Oddí, la consulta se limitaba a la interpretación de ese signo para resolver el caso que lo
ocupaba; pero a través del tiempo el oráculo del Diloggún, como también se le conoce,
sufrió profundas transformaciones haciéndose más amplio en cuanto a su manera de
interpretarlo. Esto se logró cuando se fusionaron o se relacionaron los 16 signos entre sí,
apareciendo otros signos con características propias y dándole mayor cobertura al
oráculo. De esta forma aparecieron signos como Oddí-Obbara, Eyeunle-Eyioco, Osá-
Ogundá, Oshé-Ofún, etc; por supuesto respetando siempre la prohibición de leerlo más
allá del signo Eyilá.

Se puede decir entonces que el oráculo del Caracol es una derivación del oráculo de Ifá,
siendo el del Caracol más limitado, ya que debido a la prohibición de la que ya hemos
hablado, sólo se leen 144 signos de los 256 que tiene el oráculo.

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En estos signos aparecen fábulas, cuentos y leyendas en donde están plasmadas las
diversas vicisitudes por las que el ser humano a pasado y pasará. Es obligado de que el
Santero que maneja éste oráculo memorice estas historias para que en el momento en
que aparezca algún signo, pueda interpretar y determinar la situación que envuelve a la
persona que se consulta, para de esta forma poder ayudarla a resolver cualquier
problema o canalizar situaciones gracias a los consejos dados por los Orishas.

Es obvio entonces que los Santos utilizan las historias o pattakíes del oráculo de los
Caracoles para hablar con nosotros los humanos, por consiguiente la precisión de estos
mensajes dependerá de la pericia del Santero a la hora de interpretar apropiadamente
dichas historias.

El uso del oráculo

Gracias a éste oráculo los Orishas advierten de peligros por los que la persona puede
pasar y a su vez la manera de evitarlos. También pueden dar consejos para evitar
problemas de salud, situaciones con la justicia, cualquier problema cotidiano, pérdidas en
los aspectos económico, social y amoroso o también pueden detectar problemas de
índole espiritual, tales como la presencia de espíritus oscuros o brujerías. Otro aspecto
que se maneja a través de éste oráculo es la guía de los Santos Yorubas para el
mejoramiento de la persona, mejoramiento que puede ser material o espiritual. En él los
Orishas indican los consejos y los ebboses para rectificar el camino de los que consultan
el oráculo. En ese momento la persona puede enterarse de cierto aspectos de su
personalidad que debe corregir, las cosas que debe o no debe hacer para mejorar su
vida, qué Orisha lo está defendiendo, que ofrendas puede hacer para satisfacerlo, los
trabajos que se deben hacer para limpiarse espiritualmente, además puede saber que le
deparará el futuro con la finalidad de que la persona se prepare para enfrentarlo
dependiendo si éste es positivo o negativo. Como citamos anteriormente, cada Orisha
tiene una "mano de caracoles" con los cuales habla. Elegguá es el encargado de hacerlo
en una consulta normal y los demás Orishas lo hacen en una de las ceremonias que se
realizan para consagrar a un nuevo Santero. Dicha ceremonia lleva por nombre Itá o
"lectura del porvenir" y es en donde la persona consagrada tiene la oportunidad de que
cada Orisha hable por separado a través de sus Caracoles expresando los consejos que
tendrán influencia sobre el resto de su vida. La ceremonia del Itá debe ser realizada e
interpretada por un Obá-Oriaté, ya que dicho personaje maneja todo el conocimiento que
envuelven los Caracoles y es el único preparado para interpretar los mensajes y consejos
que los Orishas emiten a través de éste antigüo oráculo.

EL DILOGGUN

INTRODUCCION

La religión de los Orisas Yorubas y sus Babaloshas (sacerdotes), apoyados en sus amplios
conocimientos de botánica, mineralogía, zoología, etc., intentan conseguir
el desenvolvimiento espiritual y material de los seres humanos, en la
intención de evitar a éstos la mayor cantidad de tropezones en sus vidas,
y para ello usan el oráculo de los Orisas denominado Diloggun.

A los Babaloshas llegan constantemente personas de toda condición social en busca de


solución a sus dificultades y, a través de las predicciones del Diloggun, además de
señalarle las dificultades que se le avecinan, en la mayor parte de los casos ofrecen la
ayuda a través de los Orisas, Eggun... para enfrentarlos positivamente; es decir, no sólo
se usa para conocer lo que sucede, sino también para indicarnos que es lo que hay que
hacer para solucionarlo. Puede decirse que es una forma de comunicarnos con las
entidades superiores, con los Orisas, con nuestros ancestros, antepasados o Eggun,
quienes proporcionan ayuda a nuestros problemas.

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El Diloggun es la “boca” de los Orisas: 16 caracoles marinos que ellos utilizan para
comunicarse, para enseñarnos la humildad, la caridad y el amor hacia el prójimo, tanto
para no creyentes como para practicantes de Osha. Ayuda con sus consejos y nos
advierte para enderezar nuestra vida, alivia nuestros corazones cuando estamos
apenados, ayuda a vencer obstáculos... Requiere que quien lo use sea un Babalosha y
que el Diloggun haya sido consagrado a través de las ceremonias de iniciación por las
cuales estos tienen el “ashé” para que los Orichas, Eggun.... “hablen” por medio de ellos.

MITOLOGIA “ YEMAYÁ Y EL DILOGGUN ”

Yemayá estaba casada con Orúnmila, gran adivinador de la tierra de Ifé, que hacía
milagros y tenía una gran clientela. Por ese entonces, Orúnmila se hallaba íntimamente
unido al secreto de los caracoles (diloggun) , pues Yemayá, dueña del mar, peces,
caracoles y todo lo marino, se lo comunicaba; él, a su vez, interpretaba esos secretos a
través de los Oddun y de las leyendas.

Ocurrió que un día Orúnmila tuvo que hacer un viaje largo y tedioso para asistir a una
reunión de los Awó que había convocado Olofí, y como se demoró más de lo que Yemayá
imaginaba, ésta quedó sin dinero, así que decidió aplicar su técnica y su sabiduría para
consultar por su cuenta a quienes precisaban de ayuda.

Cuando alguien venia a buscar a Orúnmila para consultarse, ella le decía que no se
preocupara y le tiraba el diloggun. Como era adivinadora de nacimiento, sus vaticinios
tuvieron gran éxito y sus Ebó salvaron a mucha gente.

Orúnmila, en camino hacia su casa, oyó decir que había una mujer adivinadora y
milagrosa en su pueblo. Él, curioso -como todo ser humano-, se disfrazó y, preguntando
por el lugar donde vivía aquella mujer, llegó a su propia casa. Yemayá, al descubrirlo, le
dijo : “¿Tú creías que me iba a morir de hambre ?” Así que él, enfurecido, la llevó delante
de Olofi, sabio entre los sabios, quien decidió que Orúnmila registrara con el Ekuele, los
Ekines y el Até de Ifá, y que Yemayá dominara el Diloggun. Pero le advirtió a Orúnmila
que cuando Yemayá saliera en su Oddun, todos los Babalawos tendían que rendirle
pleitesía, tocar con la frente el tablero y decir : Ebbo Fi Eboada.

IBBOS

También forman parte los elementos siguientes denominados Ibbos . ( Diferentes


accesorios que se utilizan para preguntar si el oddun viene hablando en Iré u Osobo , y
cual de los mismos es el que habla llegado el momento dentro de un registro) . Estos son:
EFÚN (Cascarilla), OTÁ (Piedra pequeña), AYÉ (Caracol marino mediano) , OWÓ (Dos
caracoles de Ocha atados), IGBIN (caracol de babosa), EGUNGÚN (vértebra o hueso
pequeño), APADÍ (pedazo de loza) y OSÁN (semilla).

LOS ODDUN DEL DILOGGUN

Los Oddun del Diloggun son 17 y estos son sus respectivos nombres con su
correspondiente nacimiento:

Okana (1) nace de Ofún (10). Eyioco (2) nace de Ejiogbe (8). Ogundá (3) nace de Oddí (7).
Iroso (4) nace de Ojuani Shobe (11). Oshé (5) nace de Ejiogbe (8). Obara (6) nace de Ejilá
Shebora (12). Oddí (7) nace de Okana (1). Ejiogbe (8) nace de Meridiloggún (16). Osá (9)
nace de Oddí (7). Ofún (10) nace de Osá (9). Ojuani Shobe (11) nace de Oshé (5). Ejilá
Shebora (12) nace de Ogundá (3). Metanlá (13) nace de Oshé-Ofún (5-10). Merinlá (14)

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nace de Eyioco-Obara (2-6). Marúnla (15) nace de Ejiogbe-Osá (9-8). Meridiloggún (16)
nace de Ejiogbe Melli (8-8). Yecú Yecú u Opira (17) nace de Okana (1).

A su vez estos se dividen en Oddun “mayores y menores”. ( Debemos tener en cuenta


que los “mayores” solo se tiran una vez, excepto en la apertura de un registro donde es
obligatorio que se hayan sacado dos oddun. No así los “menores” donde existe la
obligatoriedad de siempre que nos venga un “menor” delante, el volver a tirar para así
como explicaremos mas adelante, pedir mano). Siendo la relación de los mismos la
siguiente:

ODDUN MAYORES

Okana (1). Eyioco (2). Ogundá (3). Iroso (4). Elleunle (8). Ofún (10). Ejilá Shebora (12).
Metanlá (13). Merinlá (14). Marunlá (15). Meridiloggún (16). Yekú Yekú u Opira (17).

ODDUN MENORES

Oshé (5). Obara (6). Oddí (7). Osá (9). Ojuani Shobe (11).

También debemos tener en cuenta en un registro, si el Oddun viene hablando por Iré u
Osobo, para ello a continuación exponemos las distintas clases de ambos :

DISTINTAS CLASES DE “IRÉ”

Iré Arikú ................... Bien por el mundo espiritual.


Iré Otonowá ................ Bien por el cielo.
Iré Elese Eggun........... Bien por un Eggun.
Iré Elese Osha ............ Bien por la Osha.
Iré Elese Ayé .............. Bien por el mundo.
Iré Elese Lowó ............ Bien por su propia mano.
Iré Elese Eledá ........... Bien por su cabeza o su inteligencia.
Iré Elese Omó ............. Bien por un hijo.
Iré Elese Okuní .......... Bien por un hombre o esposo.
Iré Elese Obiní ........... Bien por una mujer o esposa.
Iré Elese Owó ............. Bien por una suerte de dinero.
Iré Elese Arubo .......... Bien por un anciano.
Iré Elese Abure .......... Bien por un hermano-a.
Iré Elese Ara-Onu ..... Bien del otro mundo. I
ré Elese Eriyoko ....... Bien asentando Osha.
Iré Elese Okuta .......... Bien por una piedra.
Iré Achekun Otá ........ Vencimiento de enemigos.
Iré Dewantolokun ...... Bien por el mar o a través de él.

DISTINTAS CLASES DE “OSOBOS”

Ikú .............................. Muerte.


Ano ............................. La enfermedad.
Ofo ............................. Un mal repentino.
Eyó ............................. Tragedia.
Ona ............................ Vicisitudes, trastornos.
Akoba ......................... Revolución.
Fitiwo ........................ Muerte de repente.
Ano Otonowa ............ Enfermedad del cielo.
Ashelu ....................... Por la Justicia.
Iku Leri ..................... Muerte por su cabeza.

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Ano Elese Orisa ..... Enfermedad por la Osha.
Ano Aleyo ................. Enfermedad por mano de un extraño.
Ano Arayé ................. Enfermedad por gente mala.

PASOS PREVIOS AL REGISTRO CON DILOGGUN

Para el iniciado en Osha, el verdadero estudio de la teoría y la practica del Diloggun,


comienza con el aprendizaje de la liturgia previa y los rezos en lengua Yoruba.

Para quienes practican el oráculo como parte de su vida religiosa, es de vital importancia
tener en cuenta el cumplimiento de estas normas. Los pasos previos que se deben tener
en cuenta son los siguientes :

1.- Sentados en el suelo arriba de una estera y a nuestra derecha una jícara con agua, se
vierten unas gotas en el piso y en el Diloggun, mientras se pronuncia el siguiente rezo :

“Omi tuto,aná tuto,ilé tuto,Eggun tuto,tuto ashé,tuto kan,tuto Elegba,tuto Arikúbabagwa”

2.- A continuación se procede a Moyubar, con el siguiente rezo, comenzando por pedir la
bendición de Dios Todopoderoso, la Naturaleza y el mundo espiritual de la forma
siguiente :

Moyuba Olofín, Olorun, Olodumare,Oro Iña, Ará Onú.


Moyuba Aseddá, Moyuba Acoddá.
Ibae baen tonú Ayai ayuba, Amina ayuba, Adufa ayuba, Otoloña ayuba.
Ibae baen tonú Banboshé awapiticó ayuba, Tiyoco ayuba, Shailú ayuba.
Ibae baen tonú Obadimelli ayuba, Tate oyá tegún ayuba,Obilumi ayuba, Laimito ayuba.
Ibae baen tonú Ará onú Susana Cantero, Rosa Mordoche , Josefina Beltran, Delia Malecón,
La Chinita Estevez. Ibae baen tonú Ará onú Bogbo Eggun Ogun Bi, Talabi, Shango Dina,
Yomi Yomi, Alaibodé, Oba Irawo, Aboy Ada. Ibae baen tonú Ará Onú Bogbo Eggun
Iyalosha, Babalosha Aleyo, Oluo que Timbelese Olodumare.
Ibae baen tonú Ará Onú Bogbo Eggun ...... (de la persona que se consulta). Ibae baen tonú
Ará Onú Bogbo Eggun ...... ( de quien está consultando “registrando”).

3 .- Al llegar a este punto se recoge el Diloggun de la estera y con él entre las manos y
frotándolo se solicita las bendiciones y el permiso del Babatobí de Osha “padrino”, de la
Oyubona “madrina”, de los Babaloshas “santeros” o de las Iyaloshas “santeras” vivas que
el que está consultando conozca, con el siguiente rezo :

Kinkamashe mi Babá tobí de Osha......


Kinkamashe mi Oyubona......
Kinkamashe Ogun Bi, Talabi, Shango Dina, Yomi Yomi, Alaibode, Oba Irawo, Aboyo Ada.
Kinkamashe Iyalosha, Babalosha ,Aleyo Oluo Kowa Ilé.
Kinkamashe Eleri Emí.

4 .- Al llegar a este punto y manteniendo el Diloggun entre las manos a la vez que se
frota, se procede a saludar a los Orishas con el siguiente rezo :

Moyuba Elegba, Alaroye akiloyo barabá Eshu Ború, Ború Bi, Eshu Bochiché, Eshu Bara,
Barakikeño. Mocué Eddún Aí Eddún Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona a
quien se va a consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona,
Aro, Akobá, Ofo Arikúbabagwa.

Moyuba Ogún Chibirikí alá oluakobu, Oké Babá mi, Suí Birikí kualotó ni güá, Osún duro
gagho la bo sié. Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona a quien se va a
consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona, Aro, Akobá, Ofo
Arikúbabagwa.

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Moyuba Ochosi, Ode Mata, Odede Odefa, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona
a quien se va a consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona,
Aro, Akobá, Ofo Arikúbabagwa.

Moyuba Inle, Inle Ayaya, Inle Abata, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona a
quien se va a consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona,
Aro, Akobá, Ofo Arikúbabagwa.

Moyuba Orishaoko, Afefé ikú, Ikú enú ayé, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la
persona a quien se va a consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó,
Achelú, Ona, Aro, Akobá, Ofo Arikúbabagwa.

Moyuba Asojano, yerberekuto chagüana lorde Babaluayé acrónica, Umbo.... ( Debe


decirse el nombre de la persona a quien se va a consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú,
Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona, Aro, Akobá, Ofo Arikúbabagwa.

Moyuba Daddá, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona a quien se va a


consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona, Aro, Akobá, Ofo
Arikúbabagwa.

Moyuba Oggé, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona a quien se va a consultar


“registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona, Aro, Akobá, Ofo
Arikúbabagwa.

Moyuba Oké, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona a quien se va a consultar


“registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona, Aro, Akobá, Ofo
Arikúbabagwa.

Moyuba Corincoto, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona a quien se va a


consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona, Aro, Akobá, Ofo
Arikúbabagwa.

Moyuba Melli, okánan lú burukú salé, Melli Meta, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la
persona a quien se va a consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó,
Achelú, Ona, Aro, Akobá, Ofo Arikúbabagwa. Moyuba Argallú, Cholá kinigbao, Argallú Isolá
macheraó, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona a quien se va a consultar
“registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona, Aro, Akobá, Ofo
Arikúbabagwa.

Moyuba Changó, efú ekó así Osaín, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona a
quien se va a consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona,
Aro, Akobá, Ofo Arikúbabagwa.

Moyuba Obatalá, Ayaguneleyibó, Obatalá, Obatalaisa, Obatalallano, Obatalá


meridiloggún, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona a quien se va a consultar
“registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona, Aro, Akobá, Ofo
Arikúbabagwa.

Moyuba Yewá ayimayolá, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona a quien se va a


consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona, Aro, Akobá, Ofo
Arikúbabagwa.

Moyuba Oyá, Yansá Jekua Jei, Oriri Oyá, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona
a quien se va a consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona,
Aro, Akobá, Ofo Arikúbabagwa.

Moyuba Yemayá, Asaranagüa, Oló mio Yemayá, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la
persona a quien se va a consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó,
Achelú, Ona, Aro, Akobá, Ofo Arikúbabagwa. Moyuba Ochún, Yalorde yeyé kare, apetebí

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Orúnmila, Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona a quien se va a consultar
“registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona, Aro, Akobá, Ofo
Arikúbabagwa.

5.- Al llegar a este punto se vuelve a colocar el Diloggún en la estera y frotándolo se


realiza el siguiente rezo :
Moyuba Elegba, Alaroye akiloyo barabá Eshu Ború, Ború Bi, Eshu Bochiché, Eshu Bara,
Barakikeño. Mocué Eddún Aí Eddún Umbo.... ( Debe decirse el nombre de la persona a
quien se va a consultar “registrar” ) Kosi Ano, Kosi Ikú, Kosi Arayé, Fitibó, Achelú, Ona,
Aro, Akobá, Ofo Arikúbabagwa. Elegba Iré Omó, Iré Omá, Iré Arikubabagwa.

6 .- A continuación tomamos el Diloggún en la mano y tocamos la frente, la nuca, el


corazón, estómago, las manos y los pies de la persona que se está consultando y una vez
se haga esto, decimos :

Acheto, Achedike, Ebojin Ke Eboada. Ochareo...........Adaché.

7 .- Una vez dicho este rezo se tira el Diloggun arriba de la estera.

Hasta aquí los pasos previos o preparativos que anteceden el registro con el Diloggun, los
cuales forman parte de la liturgia religiosa que usualmente lleva a cabo el Babalosha. Es
necesario aclarar que me he limitado a describir sólo uno de los procedimientos
litúrgicos, pero lo que debe de saber el lector que existen infinitas variantes al respecto,
pues cada grupo social ha establecido sus propias individualidades en tal sentido. Incluso
hay ocasiones en que el procedimiento varía entre los propios templos, casas de culto, o
Babaloshas.

Ciertamente la esencia del acto religioso en sí es similar, aunque las liturgias sean
diferentes. Deidades, Ancestros o Eggun principales son los mismos para todos, lo cual
determina la homogeneidad de la estructura religiosa, a pesar de las distintas
idiosincrasias de los grupos sociales.

El Oriate Maestro de ceremonias

La regla de Ocha se caracteriza por la cantidad de ceremonias que se realizan en las


diversas consagraciones que tienen objeto cuando una persona necesita del concurso de
los orichas para estabilizar sus niveles de vida.

En estas ceremonias deben estar presentes los padrinos y un grupo de santeros y


santeras que trabajarán y serán testigos de las consagraciones. Puede ser que en estas
consagraciones los santeros presentes y los padrinos constituyan un grupo de personas
respetables y se hayan esmerado en la organización de los rituales a realizarse, pero si
falta la presencia del Oriaté o Italero, lamentablemente las ceremonias estarán
incompletas. Con esto queremos decir que el Oriaté es un personaje que debe estar
presente en toda consagración de Ocha ya que él es el que dirige todos los ceremoniales
gracias a los amplios conocimientos que tiene sobre la Santería o religión Yoruba. En
pocas palabras podemos decir que el Oriaté es un santero que tiene extensos
conocimientos sobre los cantos, rezos y ceremonias que se efectúan en el cuarto de
santo a la hora de realizar las consagraciones. Este personaje tiene el conocimiento
suficiente para estimular y llamar las fuerzas o energías de los orichas que van a
participar en los rituales de ocha.

La palabra Oriaté significa en lengua yoruba "cabeza sabia", etimológicamente podríamos


descifrar dicha palabra como, Orí: Cabeza; y Até: Tablero de Ifá. Recordemos que
simbólicamente el Até o tablero de Ifá representa el conocimiento y la sabiduría del
mundo. Se sabe que todo el conocimiento no puede estar en una sola cabeza, como lo
dice el signo Ogbe-Di, pero los oriateses deben instruirse cada día más para poder llevar

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con dignidad tan importante título, por lo cual deben mantener y ampliar sus
conocimientos religiosos. La figura del Oriaté es respetada en cualquier casa de santo, sin
importar su edad cronológica, ni su edad santoral, esto se debe a que es visto como un
sacerdote mayor gracias a su gran conocimiento.

El conocimiento del oriaté

El título de Oriaté no se entrega, llegar a serlo dependerá del estricto dominio de todo el
conocimiento de la religión Yoruba en general. A nuestro juicio, para que un Oriaté
comience a trabajar como tal, necesita la aprobación de otro experimentado, esto sería
como una licencia para permitir que el nuevo sacerdote comience a ejercer sus
funciones.

El conocimiento que tiene el Oriaté lo convierte en Obá, o sea Rey, en lengua Yoruba. De
esta manera se puede observar que gracias a su sabiduría el Obá-Oriaté es considerado
un Rey dentro del ámbito de la Santería y como tal es tratado.

Como ya se dijo, todas las ceremonias importantes deben ser conducidas por él, desde
un Oro a Eggun hasta las ceremonias del Ituto o funeral yoruba, pasando por los cantos a
Ozain. Extendiéndonos en este último punto, una expresión popular entre santeros dice,
"sin Ozain no hay santo", lo que significa que siempre se debe hacer un Ozain antes de
cualquier consagración, esto consiste en realizar un mínimo de 16 cantos rituales a esta
importante deidad para que bendiga el extracto de hiervas que se va a utilizar para
purificar los elementos sagrados que se van a fundamentar en ese momento. Los cantos
o suyeres son sumamente importantes en el trabajo del Oriaté, los debe realizar
totalmente en lengua yoruba y cada uno va a tener una función específica en la
consagración, por lo que debe conocer su significado para poder utilizarlos en el
momento adecuado. Estos cantos van a variar según sea el caso, existen cantos para
Egun (espíritus guías) en donde se le rinde tributo a los antepasados o a santeros,
santeras o babalawos difuntos.

Ya hablamos de los cantos de Ozain, los cuales deben hacerse un mínimo de 16 para
poder consagrar las hiervas. También está el Oro de Igbodú o "cantos ceremoniales del
cuarto de santo", los cuales son suyeres dedicados a los orichas.

En el momento de la consagración el Oriaté canta en yoruba por lo menos tres suyeres a


cada oricha, estos cantos son específicos y el Obá debe tener conocimiento de lo que
está haciendo porque hay cantos para llamar a los santos y hay otros para calmarlos
cuando se posesionan del santero y llegan aturdidos luego del largo viaje del cielo a la
tierra.

Además de los cantos, el Obá conoce con perfecta claridad todos los conceptos religiosos
de los yorubas y el significado ritualístico de cada una de las ceremonias que realiza. Otra
de las funciones del Obá-Oriaté (muchos piensan que así es como se debe llamar) es la
de interpretar el mensaje de los orichas a través del "oráculo de los caracoles" en la
ceremonia del Itá o "lectura del porvenir". Allí debe tener pleno dominio del oráculo
además de los rezos de cada signo, los cantos del Nangareo (desayuno que se tiene con
Olorun antes del Itá) y el "ebbó de estera", en donde el Iyawó o recién consagrado, es
limpiado gracias a la influencia de los signos y a los rezos que se hacen en cada uno de
ellos. En el Itá el Obá-Oriaté manifestará su conocimiento sobre los patakíes o historias
yorubas para extraer de ellos los mensajes que guiarán el camino del nuevo consagrado
en una nueva perspectiva de vida. Como maestro de ceremonias en sus funciones
también recae la responsabilidad de ayudar a los santeros desencarnados a encontrar el
camino que los llevará a Olofi. En la ceremonia del Ituto, llamará a los oricha s y a los
espíritus guías del santero difunto para que lo desprendan de la Tierra y lo lleven a planos
superiores.

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Rey de reyes

Como se puede ver las funciones del Obá-Oriaté son múltiples, para dominarlas este
personaje debe tener un alto grado de vocación religiosa y así tener presente los
profundos secretos de la religión yoruba. Su capacidad mental debe ser excelente para
poder dominar el conocimiento de los ceremoniales de ocha, los cuales debe tener
frescos con el estudio constante de cantos, rituales, patakíes y rezos. Además de todo el
conocimiento su camino como sacerdote es predestinado en el Itá el día que es
consagrado como santero. En ese momento, a través del oráculo del caracol, los orichas
determinan si su camino es de Obá. Normalmente el Itá no se orienta a determinar estos
designios, pero si se presenta el caso, el Oriaté que está oficiando la ceremonia podrá
manifestar que está naciendo un nuevo Obá-Oriaté, tras lo cual debe prepararse para
serlo con la ayuda de los mayores.

Se observa entonces que los orichas señalan a un nuevo Oriaté, lo cual se puede
observar en los signos: Obara Melli, Odi Melli, Eyeunle Melli, Odi-Unle, Unle-Oddi, Odi-
Iroso, Unle-Ogundá, Unle-Iroso, Obara-Odi, Obara-Ofún, Unle-Osá, y Ofún-Ogundá.

Obviamente los orichas son los que dirigen esta religión, por lo tanto se deben tomar
muy en cuenta los signos u olduns de los caracoles para determinar si verdaderamente la
persona tiene camino de Obá y así evitar que en el futuro el supuesto Oriaté haga
consagraciones incompletas o mal hechas por falta de capacidades.

Estos signos se pueden observar tanto en el Itá de santo como en el de Pinaldo,


comúnmente llamado “ceremonia de cuchillo”. Para muchos santeros con experiencia el
Obá debe tener “cuchillo” para poder realizar ciertas ceremonias en el cuarto de santo.
Además, ¿cómo un Obá-Oriaté puede dirigir una ceremonia de Pinaldo si no lo tiene? El
título de Oriaté es muy anhelado en el mundo de la Santería pero hay que estar
consciente de que no todos nacen para serlo.

Como ya explicamos se deben reunir ciertas condiciones tales como ser escogido por lo
Orichas en la ceremonia del Itá, tener ciertas capacidades para dominar cantos, rezos y
ceremoniales, tener Pinaldo y gozar del visto bueno de los oriateses experimentados.

Fumbi espíritus de muertos


palo monte mayombe

EL PODER DE LOS CONGOS, ESTA BASADO EN EL PODER DEL MPUGO, DE LOS PALOS,
LOS BICHOS Y EL FUMBI (MUERTO), AL CUAL ESCLAVIZA O PACTA CON EL.

CUANDO UN HECHICERO O BRUJO BANTU, QUE EN CUBA SE DENOMINAN PALEROS, Y


CUYO MAXIMO SACERDOTE, ADEMAS DEL TATA, ES EL QUE TIENE COMO FUNDAMENTO A
IGBO-FINDA (OZAIN YORUBA), VA A ENTREGAR UN PODER, O VA A REALIZAR UN
MALONGO (BRUJERIA NEGRA), ES DECIR MANDA UNA ENVIACIÓN NEGATIVA A UNA
PERSONA.

SI ES PARA MALO, IRA A POR EL MUERTO EL MARTES, JUEVES Y VIERNES, A PARTIR DE


LAS DOCE Y CON LUNA LLENA.

SI ES PARA BUENO EL RESTO DE LOS DIAS, Y CON LUNA LLENA.

LLEVARA A LA PERSONA QUE SE VA A INICIAR, ENTRARAN EN EL CEMTENTERIO, PIDIENDO


PERMISO A CENTELLA NDOKI, CONSULTARA CON EL ORACULO, SI EL MPUGO (DIOS), DICE
SI, ENTRARA EN EL. BUSCARA UNA TUMBA DE MAS DE SIETE AÑOS, SI ES ANTERIOR Y EL
BRUJO ES UN INEXPERTO, PODRIA TENER PROBLEMAS AL NO SABER DOMINAR AL
ESPIRITU.

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SE PONDRÁ FRENTE A UNA TUMBA, Y CONSULTARA CON EL COCO O CARACOL, SI EL
MUERTO QUIERE VENIRSE CON EL.

SI ES ASI, LA PERSONA QUE SE VA A INICIAR, SE ACUESTA ENCIMA, LE VENDAN LOS OJOS,


Y SE ECHA RON ENCIMA DE EL EN FORMA DE CRUZ, Y UNA VELA A SU CABEZA.

EL MUERTO TOMARA POSESIÓN DEL INICIADO, HABLANDO POR EL, ASI SE LLAGARÁ A UN
ACUERDO.

EL MUERTO DIRA SI SE COGE UN POCO DE TIERRA, O EL CUERPO DEL DIFUNTO. SEGUN


LO QUE DICTAMINE, ASI SE ACTUA.EN ESE MOMENTO EL MUERTO DEJA DE POSESIONAR
EL CUERPO.

SE PAGA EL DERECHO AL CEMENTERIO.

TAMBIEN SE PUEDE CONSULTAR CON EL ORACULO, NO ES TOTALMENTE NECESARIA LA


POSESIÓN, PERO ES UNA MEDIDA ATEMORIZADORA PARA LOS ESCEPTICOS QUE QUIERAN
VERLO.

HAY PALEROS QUE ESCOGEN EN VIDA A SUS VICTIMAS, LAS MATAN A TRAVES DE LA
BRUJERIA, Y TOMAN SU ESPIRITU PARA ESCLAVIZARLO .

Ceremonias anteriores al pacto

ANTES DE IR POR EL MUERTO AL CEMENTERIO, EL HECHICERO EN SU TEMPLO DEBE DE


REALIZAR CIERTAS CEREMONIAS, Y TOMAR CIERTAS PRECAUCIONES, PARA QUE LOS
ESPIRITUS DE LOS MUERTOS NO ACTUEN CONTRA EL.

PRIMERAMENTE DEBERÁ HACERSE UN PARALDO ROMPIMIENTO, ES DECIR UNA LIMPIA


PARA NO LLEVAR NINGUN TIPO DE ENERGÍA AJENA AL CEMENTERIO. DEBE LLEVAR LOS
CUATRO CHAMALONGOS (COCOS), LAS SIETE CARACOLAS, UN RAMO DE FLORES, ESTE
PARA DEPOSITARLO EN LA TUMBA MAS POBRE, PARA QUE CENTELLA NDOKI LE DE TODA
SU PROTECCIÓN, Y LOS MUERTOS OSCUROS, Y DEMAS ENTIDADES ESPIRITUALES NO LE
ATAQUEN.

LLEVARÁ LOS COLLARES CONSAGRACIONALES, DE SACERDOTE.

PALO MONTE

Esta expresión religiosa tiene su raíz en los cultos practicados en los pueblos del Africa
oriental, central y austral que hablaban esa lengua en cualquiera de sus variantes y que
integraban las monarquías de origen Bantú.

Conocida también como Mayombe, esta Regla fue el resultado inicial de la


transculturación de los credos bantús a la sociedad cubana, en la que surgieron con la
iniciación de los criollos otras vertientes como la Kimbisa y la Brillumba, hasta llegar a la
Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje, organizada en el siglo XIX por Andrés Facundo de
los Dolores Petit.

La Regla Conga tiene como rasgos característicos la vinculación con las fuerzas de la
naturaleza, algunos de cuyos elementos se consideran animados por espíritus a los que
se ofrece albergue también en las profundidades de la tierra. En este culto, los
antepasados están representados en el agua. El centro de la ceremonia en este credo es

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la "Nganga", recipiente donde se supone se encuentra el alma de un muerto sometida a
la voluntad del iniciado a través de un pacto que los alimenta a ambos. La posesión de la
Nganga o prenda, junto a la posibilidad de emplearla sin limitaciones, es el elemento que
la distingue a la máxima jerarquía de esta expresión: el Tata Nganga o Tata Mkisi, quien
puede realizar ceremonias de "rayamiento" (iniciación) y nuclear a su alrededor a su
grupo religioso.

Para sus funciones, el Tata se apoya en otras jerarquías menores de consagrados, como
el Bakofula ayonfombe y el Ngueyo, quienes junto al resto de los "ahijados" forman la
Casa, la cual es autónoma en la realización de los ritos o ceremonias.

Un lugar destacado en la Regla de Palo lo ocupan los símbolos gráficos de carácter


sagrado (firmas), para identificar a los espíritus, antepasados y orichas a los que se
solicita el permiso para realizar las diferentes ceremonias del culto.

Al trazar las firmas, los creyentes consideran que en ellas están representados
lospoderes sobrenaturales y que los mismos responden por la efectividad de la labor
realizada. Cada una de ellas adquiere una función personal para cada iniciado, que la
emplea para identificarse ante su fundamento (nganga) y ante el resto de los creyentes;
por otra parte, expresa la relación con el espíritu protector con el que ha realizado el
pacto.

En la regla Kimbisa existe un fuerte sincretismo y tolerancia entre el elemento congo, la


Regla Ocha, el espiritismo, el catolicismo y las sociedades secretas masculinas Abakuá.
De las creencias de origen bantú tomaron sus concepciones relacionadas con la naganga,
el animismo de las plantas, las aguas y la tierra, así como la influencia de espíritus y
antepasados. De la Ocha encontramos sus mismos orichas, pero con otros nombres, (por
ejemplo: Elegguá se convierte en Lucero Mundo; Yemayá en Tiembla Tierra; Oyá en
Centella), la asimilación del empleo del coco en la adivinación y la creencia de
"alimentar" y "fortalecer" la prenda mediante sacrificios con efusión de sangre. Del
espiritismo asimila la comunicación directa con los espíritus, sobre la base de que cuanto
ocurre en la tierra está regido por fuerzas del más allá. La influencia del catolicismo se
manifiesta a través de la adoración del espíritu santo y la utilización del crucifijo y
oraciones del ritual católico.

Históricamente, las prácticas de la Regla Conga o Mayombe -como cualquier otra de


origen africano- han recibido el calificativo de brujería, opinión que evidencia entre los no
informados la sobreposición del componente mágico de esa expresión religiosa al resto
de los elementos que la identifican. La magia es sólo el medio por el cual el iniciado
equilibra las fuerzas del bien y del mal y evita cuanto frene el desarrollo normal de su
vida diaria.

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, comienzan a formarse en Cuba los primeros
asentamientos de la Cultura Bantú con carácter definido, que se unificaron al principio del
siglo XIX. Se decía que eran de origen Congo porque ellos, con sus fuertes rasgos,
dominaron el resto de los grupos étnicos que eran Mondongo, Bisongo, Timbiseros,
Mandingas, etc. de raíz Imbisa, traídos de lo que son los actuales estados de Zaire, el
Congo, Angola y Mozambique. Ninguno conservó la pureza de su origen y, sin embargo,
es el segundo grupo en importancia de los cultos de origen africano en Cuba.

Lydia Cabrera escribió en el libro «La regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje» que
Petit, su creador, para proteger y defender de venganzas y maleficios a sus partidarios
(de la secta abakuá principalmente) decide fundar la Regla Kimbisa, «dejándonos en ella
el modelo más acabado de sincretismo religioso que se produce en Cuba (...) Petit hizo un
ajiaco, un revoltillo, cogió de todo: trabajó con Palo, con Ocha, con Santo, metió el
espiritismo, la brujería, la iglesia, cuanto encontró, para vencer (...) sin embargo (...) tomó
más de los congos que de los lucumí.» De esto hablaremos más adelante en
«Agrupaciones afrocubanas» y «El nacimiento de las Reglas Sincréticas.»

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Así como el jerarca mayor santero es el Babalawo, aquí el mayombero es el Tata Enkise,
el Padre Nganga, el padrino, el que tiene los conocimientos para funcionar ante la
«Prenda» (Nganga-Nkiso) o 'cazuela', que es como la casa de su muerto esclavizado, del
cual se posesionan en medio de cantos, para predecir y aconsejar. Mediante un trato con
el muerto que vive en la 'cazuela', ellos lo atienden, por ejemplo le derraman sangre de
un pollo recién sacrificado y a cambio el muerto lo obedecerá y protegerá contra todo lo
malo.

El palero, emplea para adivinar el Mpakeo Mpaka Menso, que es un cuerno que tiene en
su interior ingredientes mágicos y cuya abertura está tapada por un espejo que el brujo
va ahumando y a través de él lee las figuras que aparecen de entre el humo. Para ellos es
básico ver el futuro para arreglar la vida de manera rápida y eficaz.

Los muertos forman parte de la vida diaria como miembros de la misma familia, y aunque
no hay una rica mitología como en los Yorubas, sí tienen un conocimiento herbolario o
botánico bien desarrollado, adorando las plantas (la presencia del Palo Monte es básica,
es el elemento mágico), también adoran todas las fuerzas de la naturaleza: los vientos, el
mar, los metales. Tienen una música y cantos pobres comparados con los Yorubas, pero
con sus instrumentos musicales propios, usando como su lengua ritual una mezcla del
«kilongo» con el español.

A la Regla Bantú como hemos visto en sus distintas Reglas, la enriquecieron además de
los Yorubas y el catolicismo impuesto, algunos elementos de los ritos espiritistas, por lo
que hace esta heterogeneidad étnica (lo mismo que los Santeros, hacen que los cultos
africanos no sean tan exactos en Cuba como en su país de origen) que sea exclusiva de
Cuba, con sus orígenes en el Congo.

Ritual de palo Mayombe

Un mulato de aspecto feroz, con el cuerpo decorado con llamativos tatuajes, firmas de los
orichas, colocó ante mí el cuenco con la sangre del carnero que acababan de sacrificar.
Poco antes había arrancado la cabeza de un gallo con los dientes y todavía tenía los
labios enrojecidos por la sangre que le caía por la comisura de los labios hasta el pecho. A
mis pies se encontraba la cabeza y las cuatro patas que acababan de arrancar del
cordero sacrificado. Todos los ojos estaban clavados en mi. Rosa, la palera que nos había
invitado a asistir al ritual me taladraba con su poderosa mirada.

Vieja amiga, solo me había puesto una condición para permitirnos asistir y fotografiar la
celebración: "Tienen que participar con nosotros en todos los actos". Y como uno solo
tiene una palabra, tome el cuenco con las manos cruzadas como es rigor en Palo Monte,
después inspiré, cerré los ojos y bebí la sangre. Y cuan Santo Sacramento de la Comunión
la sangre del cordero nos "bautizó" permitiéndonos acercarnos un poco más a los
secretos de la poderosa Regla de Palo Monte.

Los imprevisibles acontecimientos que se suceden en toda investigación son los que
llevan a uno a estas situaciones.

Días atrás, y a más de 350 kilómetros de distancia, en Guanabacoa (la "mata" de la


brujería cubana) habíamos tenido el privilegio de poder asistir a un ritual de tambor que
iba a celebrarse ese día. A pesar de la entrañable amistad que nos une con el santero
Esteban Valdés, nuestro padrino en la Regla de Ocha, no nos fue permitido fotografiar el
secreto ritual. No es bueno que los secretos sean divulgados indiscriminadamente, y los
tambores, tan sagrados en Santería como lo son en el vudú, el ñañiguismo u otros cultos
africanos, no debían ser fotografiados. Como tampoco debían serlo los nuevos creyentes
que se iniciaban esa tarde. Habría otros rituales, y otras celebraciones que podríamos
fotografiar y filmar, como ya lo habíamos hecho en anteriores viajes a Cuba. Pero la
diferencia entre un santero o un palero auténticos, como Esteban Valdés, y un falsario, es
que el primero respeta los secretos de su religión, y el segundo no duda en vender esos
secretos a cualquier turista curioso por un puñado de dólares.

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Durante más de seis horas, hasta bien entrada la noche, los tambores bramaron sin
cesar, mientras casi un centenar de espíritus libres, descendientes de esclavos africanos,
cantaban y bailaban en honor de los orichas (dioses del panteón yoruba). Y solemnes
letanías en dialecto Lucumi, la lengua de los antiguos negros arrancados del continente
negro en nombre de un dios blanco, y "civilizado", homenajeaban a Elegguá, Changó,
Yemayá, Ochún, Babalé Aye, etc.

Uno a uno los neófitos desfilaron ante el altar de Esteban Valdés, y después ante los
tambores sagrados, a los que saludaban reverentemente echándose al suelo
completamente, cuan sacerdote que recibe su ordenación.

Los espléndidos trajes rituales de Oya, Changó y Obatalá desfilaron ante nuestros ojos
vestidos por los nuevos iniciados, cuyas edades oscilaban entre un niño de 11 años y una
mujer de unos sesenta. En la Santería afro-cubana no hay edad mínima ni máxima para
abrazar la religión.

De pronto, entre la muchedumbre, alguien grita y comienza a moverse


espasmódicamente. Ha sido cabalgado. Los orichas se comienzan a dejar sentir su
presencia. Los animales que les habían sido sacrificados anteriormente, y cuyo sacrificio
no nos fue permitido presenciar en esta ocasión, habían sido de su agrado.

Una de las iniciadas, tocada con las ropas del temible Changó, Señor del Fuego y de la
Guerra, había sido iniciada anteriormente en la Regla de Palo Monte o Palo Mayombe, una
religión afro-cubana más dura y rígida, a ojos europeos, que la Santería. Aquella mujer,
perteneciente a la clase social más acomodada de La Habana, y cuya identidad
obviaremos por propia petición, no tubo inconveniente en mostrarnos su "rayado". El
"rayado" es el rito de iniciación por excelencia en la Regla de Palo Monte, durante el cual
el neófito es herido con un cuchillo en varias partes de su cuerpo. Las profundas
cicatrices en el pecho, brazos y piernas de aquella aparentemente frágil burguesa
cubana, resultaban temibles. Afortunadamente para ella, tras tan dura prueba, que había
superado sin un lamento de dolor, como ha de ser entre paleros, había conseguido
permiso para hacerse la cirugía estética y disimular así parcialmente las heridas del
"rayado". No podía suponer yo en ese instante que pocos días más tarde podría asistir
personalmente a algunos de los legendarios ritos secretos del Palo Mayombe, como el
"baile de cuchillos", la suelta de palomas o la "alimentación" de una Nganga.

Pero eso sería una semana más tarde. Ahora estábamos sumergidos en un ritual santero
de tambor en Guanabacoa. Y de pronto me descubrí a mi mismo, absolutamente inmerso
en el rito. Rodeado de docenas de negros, trigueños y mulatos, literalmente sumergido en
la masa, me sorprendí siguiendo el lenguaje de los tambores.

Mas de cien personas, apiñadas en un cuarto de no más de 20 metros cuadrados, nos


movíamos al unísono conducidos mágicamente por la música. Y lo que más me fascinó es
que, cuando quise darme cuenta, estaba flanqueado por montones de niños. "Pioneros"
de 7 o 9 años que vibraban con los tambores entre risas, como si solo estuviesen
jugando. Para ellos la Santería no tenía nada de morboso o terrible, una imagen a la que
estamos habituados en Europa. Para los niños la Santería, la religión, es tan alegre, sana
y divertida como la música o la danza caribeña, pero mucho más trascendente. Y así,
bailando en espiral, como si fuésemos una gigantesca serpiente, nos dejamos llevar por
los orichas.

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PALO MONTE EN TRINIDAD

Ochosi achó nifuwew iyá-n iyeguire odemata ode baru baroliyo akiko mosiere kama -r- Ikú kama
arene kama areyo kama arofo.

(Salutación lucumí al Oricha Ochosi)

Rosa Sánchez es una de las paleras más importante de Trinidad, una hermosa villa
colonial ubicada a unos 350 Km al sur de La Habana. Cuando nos dio su permiso para
asistir y fotografiar un ritual de Palo Monte nos entusiasmamos. Muy pocos europeos han
tenido la fortuna de presenciar, y menos aún de fotografiar, los ritos paleros. La condición
para asistir a la reunión era que participásemos activamente en todos los actos, y tan
solo se nos prohibió fotografiar a Rosa Sánchez al lado de su "prenda", la poderosa
nganga (caldero mágico confeccionado con restos humanos y otros elementos), durante
los sacrificios de los animales. Por razones que no podemos comprender eso, según Rosa,
podría perjudicar su energía (?).

Y a la hora establecida nos personamos puntualmente en el lugar acordado.

Además de nuestra querida amiga, aproximadamente dos docenas de paleros y paleras,


con los cuerpos decorados con pinturas rituales, aguardaban nuestra llegada para iniciar
la ceremonia. Entre los presentes ancianos de 60 o 70 años, y niños que no pasaban de
los 12. Siempre impresiona encontrarse niños de tan corta edad participando
activamente en ritos tan duros, a nuestros ojos, como la Regla Conga, o Regla de Palo
Monte. Pero la sonrisa de sus labios dejaba claro que no se sentían impresionados por
aquel mágico contexto que, al fin y al cabo, es el mundo en que están acostumbrados a
vivir.

Por fin, Rosa reclamó la atención de todos, y desapareció tras una puerta. Había
comenzado la celebración.

En pocos minutos comenzaron a desfilar, uno por uno, todos los paleros frente a esa
puerta que, al llegar nuestro turno, averiguaríamos que daba a un discreto patio trasero
de la casa. Tres golpes en la puerta y seña y contraseña suenan respectivamente a un
lado y otro de la puerta.

Cada palero debe responder correctamente al rito cuya antigüedad se pierde en la noche
de los tiempos, una noche oscura como la piel de los africanos esclavos que llegaron a
cuba a bordo de los cargueros negreros trayendo como único equipaje permitido por los
traficantes su religión. Mas tarde, bajo la opresión de "ministros de Cristo", se vieron
obligados a disfrazar sus dioses con el santoral católico, convirtiendo al travieso Elegguá
-Guardián de los caminos- en el Niño de Atocha; a la sensual Ochun en la Virgen de la
Caridad del Cobre; al temible Changó en Santa Bárbara; al sabio Babalu Aye en San
Lázaro; a la maternal Yemayá en la Virgen de Regla, y así un sinfín se orichás que
tuvieron que ser sincretizados con los santos católicos a golpe de látigo.

Pero en ese instante ya no hay látigos, ni torturas, ni asesinatos en el nombre de Dios, y


los orichas podían descender libremente sobre los creyentes sin necesidad de sus
disfraces católicos. Y los paleros comenzaron a cantar en dialecto Lucumi, al son de los
tambores, los himnos y salutaciones para sus dioses. Cánticos yorubas heredados de
generación en generación, desde los primeros esclavos arrancados de Africa hace casi
500 años, hasta sus descendientes, los paleros que nos rodeaban.

Apenas a un metro de mí, tronada en una especie de altar lleno de ofrendas, se


encontraba la temible nganga de Rosa Sanchez, su "caldero de poder". Según me había
contado la veterana palera en un anterior viaje a Cuba, su nganga tenía extraordinarias
facultades y mucha energía y, según afirmaban, había llegado "a mover pesados objetos
sin que nadie los tocase". Nganga, prenda, caldero, aquella especie de cacerola

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presentaba, desde su presidencia del ritual, un aspecto inquietante. Y más inquietante
aún cuando se conoce su contenido: plantas y raíces, piedras mágicas, huesos de
animales, fórmulas mágicas... y restos humanos...

Había llegado el momento de "dar de comer a la prenda". La nganga "tenía hambre", y


antes de continuar la invocación a los orichas había que contentar al "señor". Eso
significaba que la sangre de los sacrificios estaba a punto de correr, y abundantemente.
Algún desdichado animal estaba a punto de morir...

MUERTE Y POSESIÓN EN PALO MONTE

Oba kosó kisi ekó akama sía okuni buburu buburuku ki ton lo oguo oba chocotó ka`guó cabo si illé.
(Salutación lucumí al Oricha Changó)

Con ánimo de conseguir algunos planos generales en el reducido recinto crucé el patio,
entre los paleros que bailaban ya agitadamente al son de los tambores. Y allí atrás, atado
a un árbol, estaba el cordero cuya sangre alimentaría la nganga, y a nosotros, poco
después. Balaba desesperadamente, como si adivinase la suerte que le aguardaba.

Casi instantáneamente llegó Rosa quien, sin ápice de duda en sus manos, desató al
animal y se lo colocó sobre los hombros. Con el desconcertado cordero en volandas, y
bailando al son de la música, la palera cruzó todo el patio para depositar la víctima del
sacrificio ante la nganga.

Lo más sorprendente es que el cordero se quedó quieto, acostado en el suelo ante la


prenda, sin mover un músculo, esperando la muerte.

Poco a poco, casi imperceptiblemente, el ritmo de los tambores se acelera, y los cánticos
en Lucumi siguen ese ritmo, igual que los pies de los paleros que bailan cada vez más
frenética. Nosotros, torpes europeos, no estamos acostumbrados a ese ritmo. Además el
calor nos empapa las camisetas. Hemos pillado la estación seca en Cuba, y estamos al
borde de la deshidratación.

El ron comienza a rodar. Mezclados con los paleros, tarareando al ritmo de las letanías
lucumis que no entendemos, intentamos mantener la mente despejada para no perder
detalle de la celebración. Sin embargo el ron de caña en fuerte. Duro de tragar. Al menos
para nosotros. Los peleros, sin embargo, engullen del cuenco el ron como si fuese agua.

Por supuesto, la nganga también "bebía" ron, escupido por los paleros sobre ella. Y
"fumaba". Rosa "fumeaba" la nganga con un gran cigarro puro. Metiendo en la boca la
parte encendida soplaba con fuerza proyectando una gran nube de humo -y con ella, en
teoría, su energía- sobre la nganga. El humo del tabaco, y el ron, se sumaban al
trepidante ritmo de tambores y al agobiante calor para crear una atmósfera casi onírica a
nuestro alrededor.

Por fín uno de los paleros tomó al cordero en brazos sobre la nganga, y otro sacó de algún
sitio un largo y afilado cuchillo. Con habilidad de carnicero el improvisado matarife
atravesó el cuello del animal rajando las venas. La sangre comenzó a manar a borbotones
regando la nganga. Una vez había "bebido" la prenda, se llenaron unos cuencos de
madera con la sangre que seguía manando del moribundo cordero.

Primero bebió la "madrina", y después nos pasaron el cuenco a los "invitados de honor".
Vacilantes, pero obligados por el compromiso contraído, llevamos el cuenco a los labios. Y
sentimos el dulce, y por dulce inesperado, sabor de la sangre.

El ritmo de los tambores acelera aún más. La danza es frenética. El ron y el tabaco siguen
corriendo, y por fin los orichas hacen su aparición. Uno de los paleros es poseído por los

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dioses. Con bruscas contracciones se revuelve por el patio. Toma un gallo y le arranca la
cabeza con los dientes. La sangre le resbala por el rostro y cae sobre la nganga.

El poseso no es un campesino, ni un ignorante lugareño. Se trata de Jesús Pérez Sánchez,


un doctor en medicina que poco antes había estado examinando la mano que me había
roto durante la visita a una zona selvática repleta de cuevas, que fueron utilizadas por
Che Guevara y Fidel Castro durante la revolución contra el dictador Batista, y siglos antes
por los indios taínos, que en sus paredes reflejaron con pinturas rupestres, sus leyendas
sobre dioses blancos llegados del cielo... pero esa es otra historia.

Es un tópico incierto, como casi todos los tópicos, afirmar que las religiones afro-cubanas
están relegadas a la clase más humilde y menos culta, y la posesión del Dr. Pérez, a la
sazón padrino de un conocido pintor y artista de Trinidad, es un buen ejemplo.

Y mientras el médico-palero era poseído por los orichas, otro gallo es tomado por el
matarife que le corta en dos la cabeza clavándole la hoja del cuchillo dentro de la boca.
En medio del frenesí el poseído es izado sobre los hombros de algunos paleros entre
gritos de alegría. Están contentos de poder saludar a los dioses.

A diferencia de las grandes religiones en la Regla de Palo, como en el vudú, la Santería o


el Candomblé, no hay un intermediario entre la divinidad y los creyentes. No hay un
ministro, un sacerdote o un pastor que condicione el contacto con lo trascendente. El
palero puede enfrentarse cara a cara con los dioses, e incluso puede llegar a recibirlo en
su propio interior. Eso es la posesión.

SANGRE, SUDOR Y SONRISAS

Aguanillí irebeyo ama kan oke aguana ashe irisha oké oló moforibale oké.
(Salutación lucumí al Oricha Ogún)

Para un observador extranjero, ante lo expuesto, el Palo Mayombe puede parecer un


credo primitivo, sangriento y cruel. Y lo es. Pero es mucho más. Algo que nos sorprendió
sobremanera fue observar la alegría y las sonrisas de los paleros. No había expresiones
sobrias ni feroces durante los cánticos. Tan solo nosotros parecíamos sorprendidos, o
hasta incómodos, por la sangre derramada. El baile, la música y la fiesta, que en
definitiva es lo que supone toda celebración de Palo Monte, derrocha alegría. Y veíamos
esa alegría reflejada en los ojos de los paleros, especialmente de los niños, que a pesar
de su corta edad no se sentían impresionados por la crudeza del rito, y disfrutaban de él
plenamente.

Y ese carácter alegre y vital del Palo nos sería mostrada en otra etapa del ritual. Dando
un giro de 180 grados la apariencia tenebrosa del rito se torna luminosa durante la
celebración de la "suelta de las palomas".

Varias palomas son repartidas entre los paleros. El ritmo de los tambores varía, adquiere
otro tono más sereno. Y al ritmo de la percusión se va formando una fila constituida por
los paleros que portaban paloma y por nosotros. De esta forma, moviéndonos como una
larga serpiente, cruzamos el patio y luego toda la vivienda, hasta salir a la calle. Siempre
al ritmo de los tambores. Una vez fuera, y a una voz de Rosa Sánchez, todas las palomas
son soltadas llevando en su vuelo las peticiones de los creyentes hasta los cielos donde
moran los orichas. Y seguimos su vuelo hasta perderse en el cielo entre aplausos y gritos
de júbilo. Todas las palomas han echado a volar y ninguna se ha quedado en tierra o en
los tejados, y eso es un buen augurio. Ailín, la palera más joven, que no alcanzará los 11
añitos, da saltos de alegría gritándole a las palomas que vuelen, que vuelen hasta
Yemayá, hasta Ochún y hasta Oya, hasta el trono del mismísimo Obatalá, y les trasmitan
los saludos de los paleros de Trinidad.

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Pero la ceremonia no había terminado, nos quedaba todavía un último acto de la obra: el
"baile de los cuchillos".

No todos los paleros pueden celebrar esta operación, por el peligro que radica. Rosa nos
invita a que uno de nosotros, concretamente mi compañero Miguel Blanco, vende
firmemente los ojos del bailarín. Y así lo hace. Mientras Miguel procede al vendado de los
ojos, asegurándose de que resulte imposible ver nada a través de la venda, el bailarín
escucha los consejos de Rosa. La veterana palera le pide absoluta concentración en los
que va a hacer.

Después se encara con el responsable del tambor, un atlético prieto, y con dureza en el
tono le recuerda su responsabilidad en este rito. "Si tu dejas de tocar, o aflojas él se va a
cortar. Si tu te cortas el se corta". La escena se antoja casi absurda para el extranjero,
pero así es el Palo Mayombe.

El bailarín caería en una especie de trance y comenzaría a golpearse el cuerpo con dos
afilados cuchillos -uno de los cuales había servido para matar a los animales del sacrificio.
Si los tambores atraían a los orichas, y estos protegían al bailarín, este no se cortaría. Y
no se cortaría ni al golpearse con los cuchillos ni al blandir un temible machete en una
frenética danza que también presenciaríamos.

Sin embargo, en un momento determinado, el esfuerzo requerido era mayor que las ya
escasas energías, y el ritmo del tambor aflojó un poco. Tal vez los nervios de saberse
observado por ojos extranjeros, los nuestros, hizo que el ritmo del tambor se alterase. Al
final de la celebración me acerqué al bailarín que presentaba una herida en su brazo
izquierdo. Por primera vez en su vida -según me dijo- se había cortado durante el "baile
de los cuchillos".

Las afiladas hojas del "baile de los cuchillos" son reales y auténticas, como los sacrificios
rituales, la sangre que bebimos, las sonrisas de los niños, o la energía que se desprende
del ritmo de los tambores sagrados. No hay hipocresía ni tabulación conformista. El Palo
Mayombe es así; duro, vital, cruel, alegre, impecable... como la mezcla genética que
llevan en la sangre los paleros cubanos. Mezcla de la salsa o el merengue, la esclavitud,
el sol del Caribe, y la rememoranza de una patria africana perdida en la memoria, y en
las cicatrices heredadas en el alma de los hijos y nietos de los guerreros congos que
llegaron a las plantaciones de algodón hace 500 años. El Palo Mayombe es dulce y
amargo, alegre y temible, vital y mortal... como la vida misma.

Abakuá: Los Ñáñigos y sus Secretos

En el Municipio de Regla, frente a la bahía de La Habana, en la calle Perdomo, en 1836,


se formó la primera corporación de los Ñáñigos criollos, bajo el amparo y protección del
Cabildo de APAPA EFI procedente de Calabar, al sudeste de Nigeria, que tenía licencia del
gobierno, previo pago a la contribución, y le llamaron Efí Acabatón.

Ñáñigo es sinónimo de hombre valiente que no conoce el miedo. A su sociedad secreta


que está compuesta por hombres exclusivamente se le conoce por el nombre de Abakuá,
igualmente la lengua que hablan, posiblemente esta voz significa «aconcuá» que es
gentilicio de Calabar. Tiene como propósito social (al igual que las logias y cofradías) la
fraternidad y la reciprocidad, guardando y adorando sus secretos lo mismo que hicieron
sus antepasados en Africa. Fue creada en un momento crucial frente a los maltratos y
explotación de la sociedad esclavista, sincretizándose también con el catolicismo y los
cultos ya existentes. Al igual que sucedió con los lucumís, los carabalís hablaban distintas
lenguas como el suama, olugo, bibí, etc., pero todos se entendían, y a todo el conjunto se
les llamó carabalí o bríkamos, pero los más notables fueron los Appapas Efor Efí.

Los Ñáñigos, como suele decirse a los abakuás, juran Ekue como los santeros se hacen
Santo y los paleros se rayan.

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Cuando un individuo se consagra, jura cumplir sus 7 mandamientos, que son los artículos
de su ley. Si los incumple dentro de la Potencia, su justicia lo condena. No importa que
sea ladrón o asesino mientras no peque contra su ley. El proceso de transculturación las
afectó además de los oportunistas antisociales que se aprovecharon de los principios
básicos de ayuda mutua y protección para escapar de la persecución, y nutrieron sus filas
de delincuentes. Aunque la secta cuenta con muchos adeptos honestos que buscaban en
la organización una realización personal que la sociedad les negaba. Entre sus
integrantes se encuentran muchos mayomberos, santeros, hasta los que se dicen
católicos, porque no tienen necesidad de apartarse de su creencia original.

En 1863 se fundó en Guanabacoa, por Andrés Petit, la primera Sociedad Secreta Abakuá
integrada por blancos y mulatos llamada Akanarán Efor, lo que trajo problemas con los
originales integrantes que eran todos negros, de ahí las trifulcas históricas entre reglanos
y guanabacoenses, especialmente en las fiestas patronales. (Lydia Cabrera dice que fue
en La Habana, por los documentos que encontraron en dicha ciudad, pero
lamentablemente los archivos del Registro Civil de Guanabacoa se perdieron en un fuego
y lo que se sabe al respecto es por trasmisión oral y por las rencillas que quedaron).

El ñañiguismo llegó a representar el mal, se le atribuían todas las violaciones de la moral


y adquirió tamaños alarmantes, por eso se promulgó un decreto el 27 de agosto de 1876
que prohibía en absoluto sus reuniones. Por ser una secta secreta está rodeada de
misterios, sus seguidores eran constantemente perseguidos y detenidos sufriendo
amenazas, torturas y sobornos para tratar de saber qué encerraba la misma. Es en 1882
que por primera vez se divulgó en la prensa datos generales de la organización, pero fue
Lydia Cabrera la que los envolvió en un manto más benigno al penetrar con sutilidad en
esa secta tan intrínseca que a toda costa ha querido conservar sus misterios. Su libro
"Abakuá" es una joya literaria donde se describe con detalles los ritos y las leyes de esta
agrupación.

Como su dialecto era fácil, nuestro pueblo ha incorporado muchas de sus voces a nuestro
léxico vernacular. Tángana= riña, agresión, altercado.
Ñampear= matar.
Ferembeke= rasgo gallardo, gesto valeroso.
Simiñocas= visiones.
Ecobio= camarada.
Sángana= Paciencia.
Chébere= corrientemente oímos en la calle por bonito, bien, bueno, gracioso, elegante,
hasta los extranjeros la aprenden, pero en su primera aceptación Chébere es el ñáñigo
por autonomasia, el chébere Monina tan echao pa'lante, guapetón, jactancioso,
impulsivo.

Santeros, paleros, Babalawos, espiritistas, y demás personajes que engloban la sincrética religión
afrocubana coinciden en su respeto y temor hacia una sociedad secreta que, originada en los
esclavos negros arrancados de Africa durante el siglo XV, ha persistido hasta nuestros días. Un culto
más temido que el vudú, más rígido que el Palo Mayombe, más sangriento que el Candomblé, más
estricto que la Santería... el culto abakuá. Mundo Misterioso ha viajado hasta el corazón de Cuba
para informar en primicia sobre esta inquietante sociedad secreta.

"No debéis meteros en ese tema, si os interesa la religión hay muchas menos peligrosas
para conocer. Los abakuá son muy estrictos, y no tienen reparos en matar a quien los
ofende". Quien esto nos advertía era Esteban, un respetado babalawo de Guanabacoa.

"Los abakuá son hombres muy hombres, y a veces tienen que demostrar su hombría
matando. Además no les gustan los blancos, y menos españoles". Esta nueva advertencia
nos la hacía Rosa, una veterana santera de Trinidad.

"Aquí siempre se ha dicho que los abakuá sacrificaban niños en algunos de sus rituales. Y
la verdad es que, cuando se acercaban las fechas de sus celebraciones, aquí

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desaparecían muchos niños...". Tan grabe acusación nos llegaba de Gonzalo, un aséptico
anticuario de un pueblo a 300 kilómetros de La Habana.

Yo soy abakuá, y se que si alguien me ofende o me hiere tendré que matarlo. Solo así los
abakuás limpiamos nuestro honor". Esta afirmación nos la hacía León, un joven negro de
2 metros, amigo y "hermano" cuya ayuda fue inestimable en nuestra investigación.

De todos los cultos y credos de origen africano que conviven en el Caribe; Santería, Vudú,
Candomblé, Regla de Ocha, Palo Monte, etc, ninguno permanece tan secreto e
inescrutable como la Sociedad Secreta abakuá o Ñañiguismo. Y ningún hechicero, brujo o
chamán es tan temido y respetado como el abakuá o ñáñigo.

Natalia Bolivar, prestigiosa investigadora cubana, autora del famoso estudio "Los Orishas
en Cuba" escribía recientemente: "No pocos etnólogos y folkloristas cubanos y de otras
latitudes han sentido alguna vez la compulsión de adentrarse en las prácticas y
concepciones sacromágicas de la hermética y excluyente Sociedad Secreta Abakua,
atípica respecto a otros exponentes de la religiosidad popular afrocubana en más de un
sentido". Y dice bien, ya que son muchas las diferencias entre el enigmático ñañiguismo y
las demás religiones afrocaribeñas. Diferencias que se remontan al mismo origen
histórico de los abakuás.

UN MISTERIO QUE LLEGÓ DE AFRICA

Hacia 1501 Portugal se convirtió en el primer importador de esclavos negros arrancados


de sus países de origen en Africa, y vendidos como animales en el Nuevo Continente.
Hombres, mujeres y niños de Nigeria, Costa de Marfil, la Cuenca del Congo, Senegal,
Guinea Francesa, Dahomey, etc, fueron capturados y conducidos a países como Cuba,
para ser vendidos como mano de obra a los civilizados hombres blancos.

Componentes de tribus tan diferentes como los ashanti, fanti, mina, mondongo,
bangueda, mucaya, bisongo, motembo, mayombe, mani, kono, bámbara o mandinga,
entre otras muchas, eran entremezclados y desnacionalizados, pasando a convertirse
simplemente en "negros", sin importar su rango social, tribu o nación de origen en Africa.
Lacayos bámbara, guerreros congos, princesas lucumís... todos "disfrutaban" de un
"socialismo" que los igualaba como individuos con las mismas obligaciones, todas, e
idénticos derechos... ninguno.

Sin embargo todas esas tribus se llevaron consigo sus cultos y religiones ancestrales en
las bodegas de los barcos negreros. Una vez llegados a su nuevo y triste destino, los
esclavos se vieron obligados a sincretizar los dioses de sus panteones africanos con los
personajes del santoral católico, para así, disfrazando a los orishas con identidades
cristianas poder adorarlos.

Así, Changó se sincretizó con Santa Bárbara, Yemanya con la Virgen de Regla , Ochun con
la Virgen de la Caridad, Aggayú Solá con San Cristobal, Eleggua con el Niño de Atocha,
etc. Y poco a poco el sincretismo católico fue fagozitando las originales tradiciones
africanas. Sin embargo un grupo de esclavos, provenientes de la región de Calabar (entre
Camerún y el margen oriental del río Níger), especialmente indómitos y valerosos,
portaban una religión especialmente estricta y radical; el ñañiguismo. Un ejemplo
bastante elocuente de la crudeza de sus ritos iniciáticos en Africa era la costumbre de
afilarse y partirse los dientes usando limas, martillos y cinceles. El rito de afilarse los
incisivos en forma de V, usando limas triangulares o simplemente a golpe de martillo
producía un dolor insufrible que, no obstante, los guerreros abakuás soportaban sin un
solo lamento. Lo mismo ocurría con los "rayamientos" (heridas que se hacían durante la
iniciación en distintas partes del cuerpo), así como la mutilación de otras partes como
seña de identidad tribal. Como apunta sabiamente el historiador cubano Enrique Sosa
"Estas costumbres -cicatrización y mutilación- no supervivieron en Cuba, y otras, como la
antropofagia practicada por algunos grupos étnicos, solo se conservaron bajo la custodia

90
del recuerdo". Los sacrificios humanos, y la antropofagia ritual, practicada en muchas
tribus africanas incluidas tribus carabalíes, influyó sin duda en el terror y respeto que han
inspirado e inspiran las sociedades abakuá en Cuba.

Pero el origen exacto del credo ñáñigo hay que buscarlo en la leyenda mística que originó
el misterio más celosamente guardado por los abakuás, llamada "Sikanekue". La
Sikanekue relata la historia de la bella princesa Sikán, hija del rey del pueblo Efor, quien
cierto día se acercó al río para buscar agua en su calabacín. Cuando lo llenaba,
accidentalmente atrapó y dio muerte al pez sagrado Tanze, voz de Abasí (la Deidad
Suprema), y portador del Gran Misterio. Como castigo por su profanación, Sikán fue
sacrificada ritualmente, y con su piel se cubrió el primer tambor sagrado (Ekwé), que solo
podían ver unos pocos escogidos. A través del toque del sagrado Ekwé habla el
mismísimo Abasí para trasmitir a los iniciados Abakua el Gran Misterio. A partir de
entonces el Ekwé habría de ser periódicamente "alimentado", regándolo con sangre
humana (generalmente de guerreros congos) sacrificados por los temibles y legendarios
"hombres-leopardo" africanos en sus escalofriantes ritos abakuá.

Por su dureza y fiereza, no es de extrañar que los guerreros abakuá capturados como
esclavos y vendidos en Cuba con frecuencia escapasen de las plantaciones huyendo a los
montes para vivir como en las selvas de Africa, llegando a veces a asesinar a sus amos
blancos. Eran los cimarrones, negros rebeldes ocultos en las selvas y montes cubanos,
que mantuvieron intactos los ritos y mitos ñáñigos traídos desde las tierras africanas, sin
intoxicaciones católicas.

Sin embargo otros muchos abakua, que continuaban como esclavos, tampoco
renunciaron a su milenaria religión, y estructuraron las bases de la sociedad secreta
ñáñiga que mantenían en el más sepulcral secreto, oculta al hombre blanco.

El odio, la frustración y la rabia contenidas entre los grilletes de esclavo, canalizaban la


energía de los negros abakua en pruebas iniciativas de gran crueldad y dureza. Y no es
de extrañar que los cronistas de la época atribuyesen a los ñáñigos todo tipo de crímenes
y pruebas sangrientas.

En una noticia publicada el 10 de marzo de 1812 en el periódico El Popular se afirmaba


que la iniciación ñáñiga consistía en demostrar el valor matando a un semejante.

Popularmente se suponía que ese asesinato tenía más valor si era el de un blanco, y
mejor aún si era un español -copartícipe de la esclavitud en Cuba-. En otro artículo de
prensa, esta vez publicado en 1898 en El Figaro, se aseguraba que ningún negro o mulato
podía ingresar en el ñañiguismo sin prestar el juramento de odio a la raza blanca. Y si
algún blanco intentaba ingresar en Abakua, antes debería renegar de su raza jurando
odiarla a muerte...

UNA HERMANDAD SECRETA EN EL CARIBE

A pesar de que la esclavitud no se abolió oficialmente en Cuba hasta la vergonzosamente


tardía fecha de 1880 (aunque nunca debió haber existido), hacia 1812 y siguiendo una
práctica de uso en Sevilla el gobierno español autorizó la creación de una original
institución en Cuba; el cabildo negro. Como detalla el profesor Enrique Sosa, el cabildo
negro preservó y difundió creencias, costumbres, ritos, ritmos musicales, lenguas de
varias etnias africanas, etc. Al amparo de esas asociaciones y "sindicatos" de negros se
crearon también ordenes y sociedades secretas, como los Abakua.

A partir de 1830 comenzaron a instituirse en la legalidad los primeros cabildos y


sociedades Abakua, que se ocupaban de luchar contra la esclavitud recaudando fondos
para liberar a los hermanos aún esclavizados, protegiendo a las familias y viudas de los
compañeros, ayudando a los enfermos, etc. Matanzas y La Habana fueron los primeros
lugares donde se asentaron los templos abakua legales. El número de "potencias"

91
(asociaciones abakua) creció rápidamente. Entre 1830 y 1836 se constituyeron 40
"potencias", que en 1881 ya llegaron a 83.

Lo que había nacido como una hermandad mística de negros esclavos fue socializándose
y abriéndose poco a poco. Y en 1855 se constituía la primera hermandad abakua de
blancos. En su inmensa mayoría los componentes de estas potencias eran de las clases
sociales más humildes que, sin embargo, demostraban el valor y la audacia más
temerarios para poder ingresar en esta restringida hermandad.

Como apunta Natalia Bolívar, el orden colonial, temeroso del potencial de rebeldía de los
abakua, parece haber perseguido a los miembros de esta sociedad en la seudorrepública,
en cuyo contexto fueron aún más vilipendiados y perseguidos que en la época colonial. A
medida que crecía el poder de esta hermandad secreta, todo tipo de feroces crítica caían
sobre ella, acusando a los abakua de antropofagia, sacrificios humanos, beber sangre de
cristiano en sus rituales, etc. Sin embargo, y a pesar de que muchas de las afirmaciones
vertidas sobre los abakua fueron calumnias y exageraciones, cuando el río suena...

En un escalofriante Oficio del Gobernador General de Cuba, redactado por el Jefe de la


Policía -D. Manuel Asensio- redactado en 1876 se afirmaba, entre otras cosas: "El ñáñigo
al presentarse en el lugar del sacrificio jura vendado beber la sangre del que no sea su
hermano, siempre que se lo ordene su jefe, y para probar su valor ese día tienen que
asestar por la espalda una o dos heridas al primer blanco que encuentre descuidado...".

A pesar de lo aterrador de estas afirmaciones, probablemente exageradas, uno de los


abakua que conocimos, a quien no une una gran amistad, nos relataba que hace muchos
años, en su iniciación, había tenido que herir a una persona tal y como afirma el oficio de
1876.

Este joven abakua, un imponente prieto (negro) de más de 2 metros de altura, nos
aseguró que su hermano murió cuando, a los 14 años, intentaba apuñalar a otro cubano
durante su iniciación abakua, siendo correspondido en la agresión y perdiendo la vida en
ella... (?)

A mediados del siglo XIX, en vista del temor que los antiesclavistas abakua despertaban
en el gobierno español de Cuba, se prohibió oficialmente este culto a través de leyes
como la del 14 de noviembre de 1842, la del 2 de agosto de 1872 o la del 8 de enero de
1877, sin embargo la asociación, más secreta que nunca, continuó existiendo en la
clandestinidad. A pesar de que fueron detenidos y procesados cientos de ñáñigos, sus
templos profanados por la policía y sus objetos rituales confiscados, el culto abakua
continuó y continua perviviendo.

Su lucha contra la esclavitud, mayormente enfocada en la ayuda a los hermanos abakua


y sus familias, realizó alguna tímida incursión en el terreno político, siempre tras el más
sepulcral secreto. Pero la extraordinaria dureza de sus ritos iniciáticos limitaba el acceso
a los abakua a una elite de varones especialmente duros, inflexibles e intolerantes.

Para los ñáñigos, la hermandad está por encima de todo. Sus secretos jamás pueden ser
rebelados y la traición a ese pacto de silencio puede pagarse con la vida. Los ñáñigos
honestos buscaban en abakua una realización personal que la sociedad les negaba, sin
embargo el secretismo que rodeaba la orden atrajo hacia el ñañiguismo a numerosos
delincuentes que encontraban en la radical discreción abakua cobijo a sus huidas de la
justicia. No es de extrañar que a principios de los años 70, según el investigador Arístides
Sotonavarro, "más del 90% de los jóvenes que han acogido la secta (Abakua) poseen
antecedentes penales o son buscados por las autoridades. Estos son quienes resuelven
los problemas "de hombre a hombre" y buscan la ocasión de tener "historia" (hechos de
sangre) y después "jurarse". Porque mientras no pisan "el talero" (la cárcel) no se
consideran hombres "ranqueados" (probados)...".

En este sentido Esteban, babalawo y palero de Guanabacoa, gran amigo y "Padrino" nos
confesaba que hace muchos años se preparó para iniciarse en el ñañiguismo, pero

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precisamente la crueldad e intolerancia abakua fueron las que le hicieron cambiar de
opinión y enfocar su inquietud religiosa por la Regla de Ocha y el Palo Mayombe.

Con consternación los abakuas más veteranos ven con desagrado como individuos
pendencieros y violentos se han afiliado a las nuevas generaciones ñáñigas, a pesar de la
meticulosa investigación que preceda cada iniciación.

En su obra más importante, "El Monte", Lidia Cabrera cita el testimonio de un ñáñigo
iniciado en 1897 que comentaba con satisfacción: "El miedo que nos tenían. Nombrar un
ñáñigo era nombrar al diablo. ¡Ah, era muy grande ser abakua!". En este sentido las
cosas no han cambiado mucho. Un joven abakua de Alamar nos comentaba el inmenso
respeto y temor que todavía hoy los cubanos sienten por los abakua. "Cualquier chica
-decía a MAS ALLA- está encantada de ser la novia de un abakua, porque saben que así
todo el mundo la respetará y nadie se atreverá a faltarla al respeto. Nadie se mete con la
mujer de un abakua porque sabe que eso podría costarle la vida...".

HOMBRES DE HIERRO, MORAL DE ACERO

Los escasos conocimientos que se tiene sobre el culto abakua han disparado la
imaginación de muchos autores en todo el mundo. Durante los años setenta varios
actores norteamericanos fallecieron en Cuba mientras intentaban interpretar personajes
inspirados en los abakuás. Nosotros mismos recibimos varias amenazas al respecto de
nuestra investigación.

Otro ejemplo, en la película "Señalado por la Muerte" de Steven Seagal se narra la


historia de un grupo de narcotraficantes jamaicanos pertenecientes a la sociedad abakua,
que no dudan en hacer sacrificios humanos en sus ritos. La historia de ese film está
calcada de un lamentable caso real, el de un grupo de narcotraficantes que en 1989
asesinaron a más de una docena de personas en Matamoros (México) en ritos de magia
negra. El líder era un joven cubano iniciado en la Santería y el Palo Monte (probablemente
abakua) por su madre, Adolfo de Jesús Costazgo.

No es de extrañar que tan extraordinarios personajes desaten la imaginación popular, ya


que quien supera una iniciación ñáñiga es una especie de superhombre respetado y
admirado por toda la comunidad.

En Trinidad, una hermosa villa colonial de centroCuba, nos entrevistábamos con Rosa,
una veterana santera que siendo una joven había podido presenciar, a escondidas, una
iniciación abakua. Según nos narraba Rosa, había sabido que aquella noche se ordenaba
un nuevo ndisime (de "ndisi" arrebato, y "me" ser paciente: ser paciente en el arrebato o
soportar pacientemente los duros castigos de la iniciación), así que decidió esperar a la
noche y esconderse entre unos arbustos para presenciar iniciación abakua. Hacia la
media noche hizo su aparición la comitiva abakua, y Rosa siguió la espectacular
procesión hasta las mismísimas puertas del cementerio (ver recuadro "La Iniciación").
Este valiosos testimonio nos permite comprender mejor la leyenda del abakua. Como
Rosa repetía varias veces durante nuestra entrevista: "hay que ser hombre muy hombre
para ser abakua...".

El iniciado debe soportar seis, ocho, diez horas de rodillas sin moverse, debe "rayarse"
infringiéndose heridas sangrantes en el cuerpo, debe beber la pócima ritual, y todo ello
sin mostrar el mínimo temor.

Su juramento de fidelidad a la sociedad secreta es de por vida. En caso de traición el


castigo podría ser la muerte en vida, siendo ignorado por toda la comunidad, o podría
sucumbir ante los efectivos venenos preparados por los hechiceros.

Uno de los más crueles, afortunadamente apenas utilizado en la actualidad, tiene su


ingrediente fundamental en la semilla del hermoso árbol framboyan (Delonix Regia),

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produciendo un auténtico destrozo del intestino. Al igual que los hungan y bokor del vodú
o los chamanes soviéticos, los hechiceros de los "hombres-leopardo" africanos eran
grandes conocedores de los venenos y secretos de las plantas.

Los secretos de la sociedad jamás pueden ser revelados al profano, y menos si es blanco.
"Los secretos no se dicen ni a la madre de uno" -nos espetaba Sixto Contreras, abakua de
72 años iniciado hace 50. La "extraña jerga tomada del dialecto africano carabalí" que
utilizan para que nadie les entienda (según el Jefe de Policía Manuel Asensio) y que poco
tiene que ver con el dialecto yoruba utilizado en las demás religiones afrocubanas; el
extraño código de grafismos, firmas y señales con que se marcan los templos, rituales o
nombres de espíritus (similar a los ve-ves vodú) o sobretodo el Gran Secreto de Ekwé, los
tambores sagrados a través de los que se comunica el divino Abasí, jamás deben ser
profanados por los no iniciados.

Otra cosa son las procesiones públicas que, en fechas señaladas, las cofradías abakua de
Cardenas, Matanzas, Guanabacoa, La Habana, etc, celebran. En Guanabacoa, principal
enclave de la magia cubana, visitábamos el templo abakua de Gamaroró Efo. Esta
"potencia" ñáñiga ha protagonizado espectaculares procesiones encabezadas por su
"Diablo" o "Ireme", recorriendo calles y plazas al ritmo de los tambores hasta llegar a la
costa, donde se sacrifican carneros, pollos y palomas en una espectacular orgía de
sangre.

Sin embargo, bajo ningún concepto los tambores secretos, y los símbolos sagrados serán
mostrados al profano. No obstante, en templo abakua de Uriabon Edi, en Matanzas,
pudimos aprovechar un despiste del custodio (vigilante), para franquear una puerta y
observar por unos instantes -lo que tardaron en descubrirnos- algunos de esos objetos
sagrados, como los imponentes tambores rituales, los gráficos y firmas escritos en las
alfombrillas del templo, o la cabeza de un macho cabrío negro entronada en una vitrina, y
flanqueada por sendos muñecos de hechicería y un pequeño Irime o Diablito.

Sin embargo, y pese a poder atisbar a hurtadillas -con un cierto nerviosismo- algunos
objetos sagrados, el Gran Misterio de Ekwé continua siendo el secreto mejor guardado de
los ñáñigos. El secreto de la comunicación de Dios (Abasí) con los hombres a través del
tambor sagrado. Un tambor que al principio de la historia fue cubierto con la piel de la
princesa Sikán, sacrificada por haber dado muerte al sagrado Tanze, el enviado de la
Divinidad.

La esencia del secretismo abakua para con esos grandes misterios la encontramos en un
cuadro que presidía el templo de Uriabón Efí y que rezaba: "Lo que usted vea aquí / lo
que usted haga aquí / lo que usted oiga aquí / cuando usted se vaya de aquí / déjelo que
se quede aquí."

El Ritmo de los orishas

TOQUE BEMBE DEDICADO A ELEGUA


Los bailarines representan al orisha de los caminos, travieso y juguetón, al toque de
los ceremoniales tambores batá.

Elegguá, primer Orisha del panteón yoruba, mensajero de Olofi (Dios supremo), es un
niño con cara de viejo, jaranero y juguetón, amigo de hacer maldades, le gustan los
caramelos, los juguetes , los niños y los ancianos, viste de rojo y negro y usa como
atributo un garabato o gajo con el que aparta las yerbas del monte, es el orisha que
abre y cierra los caminos (para el bien o para el mal), se le coloca detrás de la puerta
o entrada principal en forma de coco seco (Obí). Forma con sus hermanos: "Oggún",
"Ochosi" y "Changó" la tetralogía de orishas guerreros, baila en un solo pié hacia
delante y retrocediendo. Pertenecen a la cultura Yorubá Lucumí. Son tambores

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unimembráfonos y reciben los nombres de Cachimbo, Mula y Capé , se percuten con
palos y se reconocen como tambores de guerra; se tocan a todos los Orishas.

TOQUE BATÁ YORUBA DEDICADO A SHANGO


En el panteón Yorubá es Shangó, su danza es enérgica y sensualShangó, dueño del
rayo, de la virilidad, de la guerra y de los toques o fiestas (Güemilere ); Dios querido y
respetado, consentido por los orishas.

LA FUERZA DE BATA (LOS TAMBORES)

Los tambores Ilamados Batá, con dos membranas o parches de diferente tamaño, el
mayor Ilamado Inu y el máspequeño Chacha, se golpean con las manos y se sostienen
horizontalmente sobre las rodillas. Existen tres tambores detamaño diferente : (en orden
decreciente) Iyá o el Mayor (la madre), Itótele o el Segundo y Okónkolo. El tambormayor,
Iyá, está provisto de hileras de campanillas (Chaworó). El sonido de la membrana se
modifica al pegarle en su centro un anillo o aditamento resinoso. Además de los tambores
hay unas maracas (Atcheré o Güiro). Los Batá son utilizados en las fiestas religiosas
presididas por un espíritu (Aña) que vive en los tambores y se encuentra simbolizado por
un secreto (Fundamento) introducido en el interior de cada instrumento durante
suconsagración.

Existen varias intervenciones, por ejemplo, el Oru del Igbodú (u Oro Seco), donde los
tambores Batá tocan solos enhonor de los Orishas.

Pero habitualmente, las percusiones acompañan a los cantos y danzas. Las fiestas en la
Santeríasirven para expresar la gratitud o el descontento hacia uno u otro de los dioses.
Hay también fiestas que se IlamanBembé. Durante estos acontecimientos festivos no se
deben utilizar los tambores sagrados sino los Güiros (Ilamadostambién Awes o Chekerés),
un tambor más una guataca (tipo de pico).

En las regiones rurales se utilizanfrecuentemente tambores Ilamados Tambores Bembé.


Existe un cierto número de Orishas más o menos importantesunos que otros y cada uno
de ellos puede tener varios ritmos, cantos y danzas diferentes. Todas estas danzas
puedenser clasificadas en independientes (los bailarines, agrupados frente a los
tambores, bailan de manera introvertida y sinrelación entre ellos) y las colectivas (Aro de
Yemayá), en círculo donde uno se desplaza en el sentido contrario a lasmanecillas del
reloj. Las danzas se ejecutan durante la presentación de los iniciados delante de los
tambores Batá, porel aniversario del dios y por el aniversario del día de la iniciación.
Estas ceremonias se Ilaman Wemilere. Los másimportantes durante la celebración de
estas fiestas son los tocadores de Batá (0lubatá) y el cantante solista (Akpwón),al cual
responde el coro (Ankorí). Los bailarines se desplazan con relación a los tambores según
sus niveles en lajerarquía de la Santería. Las danzas de la Santería son sin dudas las más
variadas. Los movimientos más importantesson los realizados con la ondulación de la
espalda que se transmite a los brazos y hasta los dedos. Aparente monotonía de los
pasos que esconde una verdadera riqueza de movimientos

TOQUE ARARÁ DEDICADO A AFRODDUM AFREKETE

Pertenece al panteón Arará. Dueña del mar(agua salada), madre del universo y de
lamaternidad. En sus bailes ejecuta cómo seencuentra en esos momentos el mar,
encalma, agitada o en tempestad

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TOQUE IYESSÁ DEDICADO A OGGUN

Machete en mano, los danzantes representan al dios guerrero del hierro, poderoso y
temperamental. Se acompaña con el sonido de campanas y los tambores Iyyesá, únicos
de Matanzas.

RITMO "IYESÁ" CON ORISHAS

Con toques rápidos y alegresdel Bajo y las Cajas brindamosla música prodigiosa Iyesá,
lasque transmiten consagrada porlos años la cultura de los esclavos provenientes de
laregión Nigeriana de Lleshá.Con estos toques y cantos, serealiza la invocación a
losOrishas y a los ante pasadosfallecidos, como si se pidiera lamediación de Oloddumare
paraimpartir paz y bienestar a todala humanidad.

AGGES (GUIRO) DEDICADO A OSHUN

Oshún, orisha perteneciente al panteón Yorubá, dueña de las aguas dulces, ríos,
manantiales, del oro y piedras preciosas, protege a las parturientas, es la diosa de la
sensualidad, con su cuerpo bañado de oñi (miel) conquista a la mayoría de los orishas
masculinos.
TAMBORES BATÁ

La sociedad secreta Abakuá para hombres procedentes del Calabar Nigeria occidental se
funda en Cuba en 1836 en el ultramarino pueblo de Regla de la provincia de La Habana
donde se constituye el JUEGO que se denominó "EFIKE BUTÓN" por negros esclavos y
libres que procedían de los mercados de abastos, el puerto, las construcciones y disímiles
oficios manuales, esta sociedad secreta se establece por las mismas razones que en
Africa, los motivos : explotación económica y represión a que fue sometida la esclavitud y
en general la raza negra.

Aunque no es una secta religiosa sino una asociación de ayuda mutua económica,
adoran a un ser supremo denominado "ABASÍ" y tiene cada Juego una virgen (Orisha)
patrona a quien rinde culto.

Hablan una jerga compuesta por siete dialectos africanos, está constituida por plazas
o jefes jerárquicos y miembros supernumerarios. En sus plantes o reuniones festivas
realizan la ceremonia o leyenda de "SIKÁN", donde se sacrifica un chivo,
rememorando el sacrificio de la princesa "SIKANEKUÉ" quien delató
inconscientemente parte del secreto "Abakuá". que solicitan las plazas a "Abasí" para
celebrar la fiesta, una vez concedido se hace el Nkame o dar gracias con el Npegó
(tambor de ley). Comienza la música y los cantos y en su parte más alta entra el
Moruá Yansá el que trae a los íremes conocidos por diablitos que son los personajes
más famosos del folklore Afro-Cubano, quienes hacen sus bailes dirigidos por el Moruá
a quién sólo obedecen, vienen encapuchados, descalzos y son espíritus reencarnados
los que al terminar se llevan consigo a los músicos y cantantes a modo de procesión.

TAMBORES BANTÚ O PALO DEDICADO A LA GANGÁ

Para los Congos, en su ceremonia, el factor fundamental lo constituye "La Prenda"


(cazuela de hierro con tres patas donde se depositan los atributos, palos sagrados y
yerbas del monte). Cuando el "Taita" (hombre de mayor edad) enciende La Fula,
comienza con una fuerza mágica el baile alrededor de la Prenda, donde cada participante
hace sus ofrecimientos, rinde tributo y canta loas a sus ancestros.

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El Taita , cuidador de la Prenda se la lleva a buen recaudo y comienza el baile Congo, el
virtuosismo con su ritmo violento y contagioso se apodera de todos los presentes.

Un frenético climax de movimientos y sonidos que invocan el espíritu Nganga (Olla


Mágica) .

RUMBAS YAMBÚ GUAGUANCÓ COLUMBIA

RUMBA YAMBÚ

Es la rumba más antigua conocida como rumba de los viejos, se toca con cajones
comoantiguamente se realizaba en los solares urbanos (viviendas múltiples), su ritmo
essuave, cadencioso donde la mujer se luce más que el hombre.

RUMBA GUAGUANCÓ

Rumba contemporánea de origen urbano originaria de Matanzas y La Habana, se toca con


tumbadoras, su ritmo es más rápido que el Yambú , su baile se caracteriza porque el
hombre persigue a la mujer y trata de poseerla sexualmente con movimientos eróticos
con sus caderas, las manos, los pies, dirigidos al sexo femenino y en forma sorpresiva,
ella trata de evitarlo tapando sus genitales con las manos o dando la espalda a su
compañero. Si él lo logra o ella lo evita tendrá el espectador al mejor bailarín.

RUMBA COLUMBIA

Es la rumba competitiva por excelencia, ya que compiten los cantantes, los tocadores y
los bailarines, y se entabla una conversación entre el bailarín y el tambor quinto
realizando éste los movimientos del bailarín. Su ritmo es más rápido que el de las rumbas
anteriores y sólo es bailado por hombres por su fuerza y peligrosidad, ya que se realiza
con cuchillos y machetes, sobre una botella y movimientos acrobáticos muy fuertes y
peligrosos.
LA CEIBA MITO Y TRADICIÓN

En la Villa de San Cristobal de La Habana , a escasos metros del puerto , radicaron los
primeros pobladores de lo que es hoy la Ciudad de la Habana.
.
Allí bajo una frondosa ceiba se celebró la primera misa y el primer Cabildo (reunión del
Ayuntamiento) para conmemorar oficialmente la fundación de la Ciudad un 16 de
noviembre de 1519 .

La Ceiba simbólica se encuentra en los jardines del Templete.

De acuerdo a la tradición , al amanecer de cada 16 de noviembre , las mujeres de la


población salían sin pronunciar palabra alguna , hasta celebrar la misa en la Catedral a
las seis de la mañana y de allí se dirigían a la ceiba del Templete para dar tres vueltas a
su alrededor , hablándole y haciendo peticiones y ruegos .

Es el ruego a San Cristóbal ( Patrón de la Villa ) simbolizado en esa ceiba , Aggayú en la


religión yoruba .

La ceiba es uno de los árboles más antiguos de Cuba y al igual que la Palma Real de los
más sagrados y utilizados por los yorubas , abakuas y paleros.

De la ceiba se utilizan todas sus partes , en sus raíces hay que dejar el derecho a pagar
que en dinero ( owo ) . De la ceiba no debemos irnos dándole la espalda pues en ella
albergan los santos , la ceiba es su morada .

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Desde la entrada a Cuba de los esclavos africanos se respeta . Nadie nunca se atreve a
cortarla ; cortarla es desagradar a los santos y sus raíces están llenas de fuerzas
sobrenaturales.

En la Regla de Ocha se conoce por Iroko. Jamás se deja de invoar a Iroko ( Iroko , fumí
arará iyawó ) . El iniciado en Ocha debe siempre rogarle a Iroko.

Bajo ella se sitúan las prendas de los nganguleros , cazuelas que encierran palos ,
machetes , clavos de linea , hierros y otros con los cuales trabajan . Estas se depositan
bajo la ceiba para que se incorporen las virtudes de su sombra y se fortalezcan , así
aprenden sus misterios.
.
El 16 de noviembre resulta una fiesta para la siembra de la ceiba y también babalawos ,
paleros y santeros guardan ritos de ofrecimiento en éste día .

Relato de un toque de Santo en la Habana

El muerto llega a las once

La llegada del muerto es uno de los momentos más intensos de cualquier


ceremonia santera. Algo así como un encuentro en la tercera fase con los orishas.

La posesión a través del trance es una ceremonia esencial en la religión


afrocubana.

Se produce después de muchas horas de danza, cánticos y ritmos atronadores de


los tambores batá, que contribuyen a la catarsis colectiva y a abrir la puerta de la
percepción por la que entrará el muerto con el mensaje de los dioses.

La monta del caballo o posesión en la Regla Ochá, puede producirse sobre


cualquier persona presente en el toque de santo, pero suele ser el iniciado o
santero el que presta su cuerpo para esta comunicación mágica.

La monta del caballo hace que el santero se convierta en oráculo y hable por los
orishas, repartiendo consejos adivinatorios o premoniciones entre los seguidores.

La ceremonia nada tiene que ver con los exorcismos que se ven en las películas,
en los que la poseída acaba vomitando una sustancia verdosa parecida a un puré
de perejil o volteando la cabeza hasta que se le pasa de rosca. Es, por el contrario,
una fiesta colectiva, en la que el anfitrión del bembé abre su casa a los vecinos e
incluso a los extraños. Una ceremonia de celebración por los favores recibidos de
los dioses y en la que la más gratificante experiencia de cualquier asistente es
haber sido elegido como portavoz de los dioses.

Toque de santo

Llegué a La Habana dispuesto a no dejar de asistir en la primera oportunidad que se


presentase a un bembé o toque de santo.

Naturalmente, las reuniones santeras no se pregonan en la plaza pública: hay que


conocer a alguien, y no precisamente desde hace dos minutos, para que te lleve de la
mano. Las convocatorias se difunden de boca en boca entre los iniciados de una Regla, y
por lo general el lugar de cita sólo se conoce con unos pocos días o incluso horas de
antelación.

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Normalmente un bembé se celebra en la intimidad doméstica de la casa donde cualquier
santero puede tener su altar dedicado a Ochún, Yemayá, Obatalá o Babalú Ayé.

Pero también se puede convocar en un solar -que es como se denomina a la densa


vecindad de las casas habaneras-, presididas por un patio central rodeado de balcones.
Que te lleven a un toque de santo es sin duda una prueba de confianza, pues sólo así te
franqueará el cubano el área íntima de su espiritualidad.

Pero quien acude por primera vez a un bembé como neófito lo hace en un estado de
general perplejidad, desbordado por la atmósfera de excitación y humo, música y ritmo
que le rodea. Ritmo y melodía están indivisiblemente unidos al bembé, que se convierte
de esta manera en un rezo bailable.

En casa de Yemayá

Los tambores africanos han empezado a sonar en la sala central de esta casa colonial del
barrio de la Víbora de la Habana, a eso de las cuatro de la tarde. Para dejar espacio a los
que llegan, los pocos muebles de la decadente cuartería han sido trasladados a las
habitaciones del fondo.

El ritmo de los tamboreros, que se turnarán cada dos horas, es estruendoso y se escapa
por las rejas forjadas de las grandes ventanas. La estrecha calle hace de caja de
resonancia. El sonido rebota en las fachadas y se cuela en las casas contiguas, pero nadie
se queja. Al contrario; entre el catálogo de sonidos de la calle... este sin duda es el mejor,
porque nos transporta a la oscura noche de los tiempos de la esclavitud africana y sus
ceremonias espirituales.

La negrura de boca de lobo que ha caído sobre la calle, aliviada por algún tenue farol,
contribuye a reforzar la atmósfera de este barrio de una Habana fuera del tiempo.

El ambiente se ha ido caldeando y las cuarenta o cincuenta personas congregadas en la


casa están peregrinando hasta el altar de Yemayá -diosa de las aguas y madre de todos-
que protege a los habitantes de esta vivienda. Yemayá es la diosa de los mares y los
lagos, de la vida y la maternidad, pues la santería cifra el origen de las cosas en el gran
vientre amniótico del mar donde se engendran las especies.

Junto a la imagen de la diosa tocada por siete tules blancos y azules que recuerda la
transparencia del agua, se diseminan distintos platos con ofrendas, dulces, vasijas de ron
y pedazos de coco y otras frutas.

Todos los allí reunidos acabarán comiendo exquisiteces como aquéllas; infrecuentes en la
dieta actual de los cubanos, que se sirven hoy porque esta familia ha decidido tirar la
casa por la ventana.

En el momento álgido de la ceremonia, cuando ya empiezan a pesar en las piernas las


tres horas de baile y calor sofocante que llevamos aguantando, la dueña de la casa
obsequia a todos con un chocolate caliente y unos habanos. Un gesto de gran
hospitalidad que habrá obligado a los anfitriones a pedir prestado y que demuestra su
enorme contento por las gracias recibidas de la diosa. Que, por cierto, no se comentan,
aunque podrían tener que ver con la salud de un niño o incluso el futuro alumbramiento
de alguien muy cercano a los habitantes de la casa.

El muerto llega a las once

Casi nos habíamos olvidado del muerto y sus augurios. No se hace esperar. Al filo de las
once el muerto llega. Se instala en un negro gordo que había exhibido hasta entonces los
torpes movimientos de sus muchos kilos.

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Se trata de un iniciado, conocido entre algunos de los que acuden a este toque de santo.
Los primero indicios de que ha sido montado, se hacen evidentes, pues sus movimientos
son ahora enérgicos, nerviosos, más gráciles que cuando le vimos bailar recién llegado
unas horas antes.

Los más próximos le sujetan, pues a veces su corpachón se revuelve con la gestualidad
de un lagarto. Cuando parece más aplacado, le dejan solo.

Entonces lanzan observaciones en lengua lucumí y, apuntando con el dedo a sus


elegidos, les advierte con sus predicciones o les traslada consejos dictados por los
orishas. Se expresa por boca del muerto que le ha montado.

Bajo la mayor expectación cruza la sala, se acerca a otros, les saluda en un abrazo
hombro con hombro y de la forma más confidencial les dicta un mensaje quedo al oído...
que al instante demuda el rostro de quien lo recibe.

La tía de este joven, una señora entrada en años, jura y perjura cuando le pregunto que
su sobrino no habla lucumí, y que esta lengua ancestral que trajeron los negros esclavos
a Cuba está siendo inspirada en ese momento por los orishas.

Para hacer más fácil la comprensión de los mensajes, el muchachón oráculo introduce en
su discurso palabras castellanas o de la jerga cubana. Pero más de un caso ha habido en
que la interpretación del mensaje se ha retrasado meses mientras se buscaba por toda
La Habana un traductor de lenguas yorubas antiguas.

La fiesta se disgrega a ritmo lento.

En la habitación del fondo, convertida en improvisado guardamuebles, el negro enorme


regresa de su trance aliviado con los abanicazos de unos cuentos de sus familiares. Los
dueños de la casa tienen ganas de despedirse, y para que no quede duda se ponen a
baldear con agua el porche donde se aglutinan los rezagados.

El problema viene ahora, pues a la complicación de encontrar un taxi a estas horas en


este lugar perdido de La Habana, está la preocupación de afrontar el encargo del Orisha.
Y más pronto que tarde...

De momento, a Denís, mi buen amigo caricaturista, Yemayá le ha encomendado un


trabajito si quiere obtener sin más complicaciones los papeles que necesita para
regularizar su trabajo callejero junto a la Catedral.

Denís tendrá que hacer un amarre con las indicaciones dictadas por el muerto. Parece
que consiste en espolvorearse el cuerpo con los fragmentos de un pescado seco
mezclado con cáscara de huevo machacada con un fragmento de piedra de un altar
yoruba.

Todo ello bajo la supervisión de su madrina o iniciadora santera.


Bueno. Pues que sea para bien...

Patakies

El tigre traicionó a su hermano, el gato montés.

Ogbo, el gato montés, tuvo un sueño que lo dejó intranquilo y decidió visitar a Orula para
consultar el oráculo de ifá. Luego de la consulta, Orula le aconsejó que hiciera ebbó
porque Ekun, su hermano, intentaría matarlo. También le dijo que no le sirviera la cabeza
a nadie. Ogbo hizo el ebbó, y estuvo atentó a todo lo que le rodeaba, ya que ese fue otro
de los consejos que Orunmila le dio. Ekun, el tigre, también fue donde Orula por

100
adivinación para saber cómo podía salir victorioso en algo que quería hacer. El oráculo
aconsejó que le diera un chivo a Echu, y aunque Ekun le prometió a Orula que lo haría,
decidió que comer la carne del chivo sería más apetitosa que la de su hermano, el gato
montés. A pesar de su decisión, Ekun mantenía en su mente la idea de aniquilar a su
hermano, por lo que le dijo a todos los animales que estaban cerca que no mataría a
quien lo ayudara a atrapar a Ogbo. La trampa consistía en que tenían que traer a Ogbo
para que sirviera la cabeza de Ekun, y en ese momento éste lo atraparía. El leopardo,
quien provenía de los mismos padres que procrearon a Ekun y a Ogbo, accedió junto con
dos más de los suyos para convencer al gato montés de que se presentara ante su
hermano el tigre. Mientras esperaba, Ekun se froto el cuerpo con aceite de palma y fingió
estar enfermo. En eso el leopardo hablaba con Ogbo tratando de convencerlo de que
tenía que ir donde Ekun porque estaba muriendo y el adivino había dicho que él, Ogbo,
era el único que podía salvarlo sirviendo su cabeza. A pesar de que Orula le dijo que no
sirviera la cabeza de nadie, Ogbo fue a encontrarse con su hermano Ekun y percibió la
tristeza de todos los presentes, pero al mirar los ojos de su hermano se dio cuenta que
estaba mintiendo. Ogbo propuso que se usara al chivo para hacer ebbó, pero tenía que
matarlo otro animal. Todos estuvieron de acuerdo porque según la tradición la cabeza del
chivo podría quitar los males si con ella se servía la cabeza de Ekun. Entonces la hiena
saltó sobre el chivo y lo sacrificó, luego Ogbo tomó la cabeza entre sus manos y comenzó
a bailar mientras cantaba una alabanza, pero mientras lo hacía fue dando pasos hacia
atrás alejándose de Ekun, y cuando estaba suficientemente lejos, giró y salió huyendo..
Fue tanta la ira de Ekun cuando se dio cuenta de que Ogbo había escapado, que culpó a
los animales que estaban presentes y los atacó comiéndose a varios. Así fue como Ogbo
se salvó de la traición, mientras que a Ekun todo le salió mal por no hacer ebbó.

Cómo llegó la riqueza al mundo por primera vez.

En cierto momento de la historia, Elegguá ocultó todas las tortugas que habían en el Cielo
y en la Tierra para favorecer a Etura. Cuando los guardianes celestiales volvieron al Cielo,
le informaron a Oloddumare sobre el alto costo que tenían las pocas tortugas que
quedaban en la Tierra, además de la gran pobreza que había. Ante tal situación,
Oloddumare ordenó al tesorero celestial que abriera las bóvedas del tesoro para que el
dinero cayera sobre la Tierra. En eso Elegguá fue donde Etura y le dijo que el dinero venía
desde el Cielo en grandes cantidades, pero que sólo entraría en la casa que estuviera
decorada con lo que le gustaba comer. Elegguá le aconsejó que extendiera una manta
blanca frente a su casa y la llenara de ñame machacado para regarlo alrededor de la
casa. Luego de darle el mensaje a Etura, Elegguá fue al encuentro de los portadores del
dinero y les dijo que las personas en el mundo eran muy desorganizadas y muy malos
anfitriones, pero que él conocía a alguien llamado Etura que les proporcionaría un lugar
digno. Los enviados de Oloddumare se dirigieron a la casa de Etura sin detenerse en
ningún otro lugar, y al llegar al lugar se encontraron con un ambiente hospitalario. A
partir de ese momento Etura se convirtió en el personaje más rico de su tiempo.

El nacimiento de Osá Meyi y sus primeras dificultades.

Estando en el Cielo, un día Osá Meyi huía de Iyamí Ochooronga y se escondió en el


vientre de la primera mujer que encontró. Éste no sabía que igualmente corría peligro
porque la mujer era miembro del culto a Iyamí Ochooronga (reina del mundo de la
hechicería). Cuando Osá Meyi nació, lloraba todas las noches, y nadie sabía por qué lo
hacía. Apenas comenzaba a llorar trataban de tranquilizarlo, pero sólo su madre conocía
el secreto de por qué lloraba tanto, a excepción de su padre que sólo trataba de calmarlo,
sin saber la verdad. El niño lloraba para interrumpir el ritual que preparaba la madre para
sacrificar a su esposo al culto de los hechiceros. Esto se repitió todas las noches hasta
que Osá Meyi creció lo suficiente para hablar. Llegó un día en que, en vez de llorar,
gritaba el nombre de Iyamí Ochooronga, lo cual desconcertaba a la madre cuando se
disponía preparar el ritual de sacrificio. Esto ocurría en el mundo de los sueños. Una
noche, los hechiceros se reunieron con la madre de Osá Meyi para preguntarle por qué
siempre interrumpía abruptamente el sacrificio, y ella explicó que en ese preciso
momento, su hijo gritaba el nombre de Iyamí Ochooronga, la hechicera mayor. La madre

101
recibió instrucciones para que llevara a su hijo a la próxima reunión, en donde se haría un
banquete.

Llegó el día de la asamblea, en donde todos los hechiceros habían colaborado con dinero
para realizar ceremonial sobre sus cabezas esa noche. Todos recibieron el ritual, y
cuando llegó el turno de Osá Meyi, este permitió que le hicieran el ceremonial pero no
comió del chivo utilizado porque no había contribuido para comprarlo, ya que no
pertenecía al culto de la hechicería. A la mañana siguiente, Osá Meyi se despertó y fue
donde su padre para contarle sobre el sueño que había tenido y le aconsejó que hiciera
un ceremonial a su cabeza con un chivo. Le dijo que haciéndolo se curaría, ya que había
estado enfermo por mucho tiempo. El padre siguió el consejo del niño y compró un chivo
para hacer la ceremonia. Después de hecho el sacrificio, Osá Meyi tomó parte de la carne
del chivo y la puso en una olla, con aceite, sal y arena del suelo, poniendo todo al fuego.
Esa fue la primera vez que un humano hizo una ofrenda a los Ancianos de la Noche.
Después del ofrecimiento se acostaron a dormir, pero al día siguiente la madre no
despertó y el padre se curó. Posteriormente Osá Meyi le contó al padre que su madre era
la responsable de su enfermedad, que él había contactado el mundo de la hechicería a
través de sus sueños, viendo todo lo que hacía. Desde ese día, las personas siempre
respetaron a Osá Meyi y lo invitaban cada vez que hacían ceremonial a su cabeza para
que él lo realizara

El pacto entre la tierra y la muerte.

La muerte se quejaba porque no sabía que hacer con los cuerpos luego de que les
quitaba la vida a las personas; y por su parte, la tierra también se quejaba porque todos,
tanto seres humanos como animales, caminaban sobre ella, además tenía que repartir
todo lo que producía. Un día la muerte se encontró con la tierra le propuso hacer un
pacto. Entonces la tierra dijo: "Yo aceptaré el pacto, pero desde hoy todo el mundo tiene
que pagarme un tributo, que consistirá en que tienen que ofrendarme de todo lo que
comen, y el que no cumpla, tu te encargarás de cobrarle mis deudas." Y la muerte
contestó: "Para poder cumplir con lo que propones, tenemos que dejar que participe mi
esposa Arun (la enfermedad), pues ella será la que prepare todo para alcanzar lo que nos
proponemos. Ella tiene poder sobre ricos, pobres, reyes, vasallos, sabios, orgullosos,
ladrones, honestos, en fin, sobre todos por igual." Este patakí nos muestra la importancia de
"darle de comer a la tierra", ceremonia fundamental en la regla de ocha. Por ello los yorubas resaltan
un proverbio que dice: "Lo que la tierra da, la tierra se lo come", hay que tributar a la tierra con todo lo
que nos da durante el transcurso de nuestra vida.

Patakí sobre la lucha entre Oyekú y Eyiogbe


después de la creación del mundo

Cuando la tierra fue creada por la triada divina Olodumare-Olofi-Eledá, todo estaba
sumido en la nada. En ese tiempo le fue entregado el mando del mundo a Oyekú por ser
el mayor de los 16 reyes de Ifá.

Durante el reinado de Oyekú todo era silencio y oscuridad, sólo deambulaban por el
mundo Ikú y los espíritus no evolucionados, lo primero creado por Olodumare. Al pasar el
tiempo la tierra ya cansada de no evolucionar debido a la presencia de la nada y de esos
espíritus que no avanzaban, decidió hacer ebbó, con lo cual logró que Olorun (el sol) la
escuchara y la atrajera cerca de él. Esto trajo como consecuencia que apareciera por
primera vez sobre la tierra la luz del sol, con lo cual llegó Eyiogbe a nuestro planeta,
quien era claridad y luz, todo lo contrario a Oyekú.

De esta forma Oyekú fue destronado por Eyiogbe quien se convirtió en el primero de los
reyes de Ifá pasando Oyekú a ser el segundo. Tal fue la soberbia de Oyekú que se dirigió
al castillo de Olofi a quejarse por lo sucedido y a informarle que Eyiogbe creaba vida pero
también la destruía rápidamente debido a que el sol calentaba la tierra constantemente
quemando todo lo existente y secando mares y ríos.

102
Olofi dándose cuenta de que esto era verdad y mediando para que cesara la disputa
entre los dos reyes, proclamó que la mitad del tiempo fuera reinado por Eyiogbe y la otra
mitad por Oyekú, naciendo así el día y la noche.

Patakí sobre por qué Oshún siempre es bienvenida en el reino de Olofi

En los tiempos antiguos Oshún vivía en el castillo de Olofi, esta era su hija predilecta y
era colmada siempre de halagos y atenciones por parte de su padre. Su relación era tan
estrecha que se fue creando poco a poco un torbellino de celos en torno a la mujer de
Olofi, quien no aceptaba que se le tratara en segundo orden. Ella logró crear una mala
imagen de Oshún haciendo que Olofi la tratara en forma indiferente y con el tiempo,
como no lograba sacarla del palacio, impulso a Olofi a que la matara. Cuando Oshún se
enteró del plan de la mujer de su padre decidió marcharse del reino agobiada por un
sentimiento de tristeza que la llevó a deambular por el mundo. Un día consiguió en su
camino a Yemayá, quien se había enterado de su triste historia y la cobijó bajo su seno.
Yemayá llevó a Oshún al fondo de un río para ocultarla, diciéndole que ese era su reino y
se lo entregaba porque ella se iría a reinar al mar.

Al transcurrir el tiempo Olofi descubrió la trampa de su mujer y la alejó de su lado,


dedicándose arrepentido a buscar a Oshún sin poderla encontrar. La impotencia de no
conseguir a su hija no lo dejaba en paz y se la pasaba todo el tiempo llorando y
esperando que apareciera. Su llanto creó una lluvia constante que mantuvo la tierra
inundada por un tiempo por lo que apareció el pavo real y le dijo: "Tu tristeza me ha
traído hasta ti, sé que no quieres mal para tu hija pero ella no lo sabe, por eso te diré
dónde está. Ella está en aquel río, suena una campana en la orilla para llamarla y vierte
miel en el agua, recuerda que le gusta mucho".

Olofi siguió el consejo del pavo real y se dirigió al río en busca de su hija. Luego de hacer
lo que el ave le dijo salió Oshún de las cristalinas aguas y antes de que huyera de nuevo,
Olofi le dijo: "Hija perdóname, he cometido un gran error y quiero que vuelvas conmigo a
casa", y Oshún le respondió: "El río es ahora mi hogar, siempre te he querido y siempre te
querré, así que cada vez que quieras verme ya sabes dónde encontrarme y cómo hacer
para llamarme". Olofi emocionado ante estas palabras se retiró diciendo: "Igual de
bienvenida serás siempre en mi castillo y no tendrás necesidad de permiso alguno para
entrar en él".

Oggún premia la humildad de un extranjero

Oggún vivía en el monte cerca de una próspera ciudad. Un día llegó un extranjero a dicha
ciudad pidiendo hospitalidad y sus habitantes se la dieron. Sintiéndose bien, el extranjero
decidió establecerse en la ciudad siendo aceptado y luego de un tiempo le otorgaron las
tierras de una loma para que las cultivara.

Así lo hizo teniendo un buen cultivo ya que ese año hizo un buen clima en las tierras
altas. Al año siguiente los pobladores de la ciudad insistieron de que esta vez debía
cultivar en el valle, el extranjero así lo hizo obteniendo una mejor cosecha debido a que
ese año llovió mucho en las tierras altas, perjudicándolas y beneficiando las que él había
trabajado en el valle.

La hospitalidad de los pobladores se convirtió en intriga, envidia y mala intensión, y


gestaron un plan en contra del extranjero para el siguiente año. Esta vez lo enviaron a
sembrar al monte con la intensión de que Oggún lo matara al sentirse invadido por un
extraño. Cuando se encontraron en el monte, el extranjero al contrario de asustarse,
ofreció comida a Oggún y este en agradecimiento decidió premiarlo, diciéndole: "Te
mandaron al monte para que te matara pero yo te voy a convertir en Rey".

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En el centro de la ciudad todos esperaban por la noticia de la muerte del extranjero y en
eso apareció Oggún con su machete en la mano causando muerte y destrucción. Los
delegados de la ciudad le preguntaron el motivo de su furia y este contestó: "Quiero que
aquel que mandaron a mi territorio bajo engaño, lo conviertan en Gobernador de la
ciudad".

Cómo se hizo poderosa la Palma Real

En el comienzo de los tiempos los árboles se estaban preparando para venir al mundo.
Estando en el cielo fueron a visitar a Okorón Melli para que este les diera consejos, ya
que él había estado en la tierra en varias oportunidades. Okorón Melli estaba ocupado
preparándose para volver a la tierra por lo que le pidió a uno de sus discípulos, Efún fun
Zele, que leyera el oráculo a los árboles. Se realizó la adivinación y Efún fun Zele, les
aconsejó que hicieran ofrendas a Eshu, a Oggún y a Shangó, además que hicieran ebbó
rogándose la cabeza.

Los árboles no hicieron caso de los consejos con excepción de la Palma Real. Todos se
separaron y comenzaron a bajar a la tierra. Años después, la tierra prosperó y se
embelleció, todas las noticias de cómo iban las cosas siempre llegaban al cielo y un día
llegó la noticia de que había mucha maldad en el mundo. Los Orishas decidieron que
Shangó bajara a la tierra a ver que era lo que estaba sucediendo. También se le ordenó a
Efún fun Zele, el que adivinara para los árboles, que acompañara a Shangó en el viaje.

Al llegar a Ayé, Shangó y Efún fun Zele descubrieron que los árboles estaban
contaminados y comenzaron a destruirlos con rayos y vientos, pero al llegar a la morada
de la Palma Real, esta empezó a cantar una alabanza a Efun fun Zele para que recordara
que ella había hecho el ebbó que le habían marcado antes de ir a la tierra. Por lo tanto la
Palma Real fue el único árbol perdonado y por eso siempre está libre de ser atacada por
rayos y fuertes vientos.

Patakí sobre la llegada de Elegguá a la tierra

Cuando Ochanlá estaba trabajando en la creación del hombre, Orula le pidió que le
concediera un hijo. Un día éste fue al palacio de Ochanlá y se encontró con la sorpresa de
que la Oricha encargada de la creación no había culminado el encargo, manifestando a
Orula que tuviera un poco de paciencia. Sin poder esperar Orula insistió y pidió a Ochanlá
que no permitiera que llegara solo a Ayé (el mundo de los humanos) y que le permitiera
llevarse una forma de vida que se encontraba sentada en el lado izquierdo de la entrada
del palacio. Ochanlá trató en vano de explicar a Orula de lo imposible que era criar ese
niño en Ayé, accediendo más tarde ante los constantes ruegos del Oricha dueño de la
adivinación.

Ochanlá le explicó que no se podía llevar al niño en ese momento, que lo tocara y que
regresara a Ayé para tener relaciones con su esposa. Después de esto nació un niño a los
12 meses y lo llamaron Echu-Elegbara, nombre que significa "señor del poder de la
transformación". Desde su nacimiento Echu-Elegbara hablaba y comía, siendo su apetito
tan voraz que además del alimento que le daban sus padres se comía todo lo que
conseguía: animales, piedras, hiervas, árboles, etc. Llegó tan lejos, que al no encontrar
que comer se comió a su propia madre.

Cuando Orula se dio cuenta de lo sucedido supo el por qué de las negativas de Ochanlá y
trato de solucionar el problema armándose con una espada para matarlo, pero en un
descuido Echu-Elegbara trató de comérselo a él también aprovechando esto Orula para
ajusticiarlo cortando su cuerpo en pedazos. Esta acción no detuvo a Echu-Elegbara, por el
contrario cada pedazo se convirtió en un Elegguá individual. Seguidamente todos los

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Elegguases creados por la furia de Orula huyeron a Orum (el reino de los Orichas)
mientras Orula los perseguía.

Al llegar a los límites de Orum y quedar sin alternativas, los Elegguases decidieron pactar
con su padre. El pacto consistió en que Orula los perdonaría y ellos a cambio lo ayudarían
con Ifá en el momento en que él los necesitara, esto fue aceptado por el Oricha pero
antes deberían devolver a su madre y todo lo que se habían comido. Desde ese momento
Echu-Elegbara, con todos sus caminos o manifestaciones, comenzó a trabajar con Orula y
todo volvió a ser normal en la ciudad de Iworo.

Patakí sobre cuando y por qué fue creado el Oricha Obatalá

Cuando Oloddumare descubrió que Echu se había apoderado de la mente de las primeros
doscientos Orichas, decidió crear otra deidad y creó a Obatalá. La intención era la de
encarnar en la nueva deidad la bondad y los buenos deseos de Oloddumare para
restablecer la esencia de los Orichas.

Esta situación ya la había advertido Echu en la Creación, determinó que tomaría posesión
de las mentes de los Orichas para manipularlos y hacerlos malvados y destructores. Así
fue que Echu demostró que aunque él era incapaz de crear, era capaz de transformar los
productos de la obra de Oloddumare.

Obatalá fue el único Oricha que no pudo ser influenciado por el malévolo poder de Echu,
a pesar de que este intentó tentarlo en múltiples oportunidades. Esto lo lograba gracias a
los ebboses que siempre hacía.

Oloddumare siempre llamaba a las deidades para amonestarlas porque no estaban


cumpliendo los mandamientos que Él les había encomendado después de la Creación.
Les decía que al ser víctimas de Echu habían ayudado a que el mal triunfara sobre el bien
y que eso no debía ser porque Él era la encarnación de la verdad, la bondad y la justicia,
por lo tanto mientras más mal hacían se convertían en seguidores de Echu y no en sus
hijos.

Oggún que era la deidad más antigua y poderosa, le preguntó a Oloddumare la razón por
la cual permitió que Echu desarrollara la autoridad y el poder que tenía, además le dijo
que por qué no borraba las fuerzas del mal de una vez por todas de la faz de la tierra ya
que él era el Creador.

Luego de meditarlo, Oloddumare explicó que él no era un arquitecto del mal por lo tanto
no podía destruir nada que se posara sobre la Tierra. Les preguntó, "si yo les pido que
ustedes encierren a sus hijos dentro de una habitación y luego metan en ella a un lobo
hambriento, ¿ustedes lo harían?". Todos los Orichas contestaron negativamente. Luego
Oloddumare les reveló que él no había creado a Echu. Todos se sorprendieron y Orula
dijo que siempre había creído que Oloddumare había creado a Echu para probar la
firmeza de las deidades.

Oloddumare les preguntó que si no se habían dado cuenta que Echu nunca iba a las
reuniones diarias del Consejo Divino. Y todos dijeron que si, que lo recordaban. Ante esto
Oloddumare les refirió que "el pavo desarrolla sus barbas desde la infancia", lo que quiso
decir es que Echu siempre había existido en forma independiente y con su propio poder.
Explicó que en el principio Echu y Él vivían en Aima u Orima antes de comenzar la
Creación. Allí solo había oscuridad y sólo una mínima parte de luz estaba en el poder de
Oloddumare. Dicha luz fue desarrollándose en la manos de él y cuando la oscuridad se
fue acabando, Echu juró que quebrantaría toda creación que Oloddumare hiciera. Echu se
jactaba diciendo que su poder funcionaría en todo lugar en el que Oloddumare creara
bajo el cetro de la luz y que todo ser que estuviera allí sería su sirviente.

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Oloddumare le dijo finalmente a los Orichas que él aceptó el reto de Echu y creó a
Obatalá a su imagen y semejanza para que enfretara la maldad de Echu, con sus propias
virtudes, firmeza y determinación. Ante lo dicho por Oloddumare los Orichas estuvieron
de acuerdo y reconocieron a Obatalá como el líder del Consejo Divino.

Patakí que explica el origen de la expresión "Obá Kosó"

Un día Changó se convirtió en niño y fue a enfrentarse con el rey diciéndole que
abandonara el trono ya que él era el verdadero monarca. El rey llamó a todo el pueblo y
preguntó quién era el padre de aquel niño que estaba perturbando su tranquilidad, y
nadie lo conocía. El rey ordenó a sus sirvientes que matarán al niño y estos lo lanzaron al
río. Cuando regresaron el niño había reaparecido ante el trono. El rey estaba muy
asombrado y dijo: "¿Cómo es posible esto? Estos hombres mataron al niño y este ha
regresado, tendré que matarlo yo mismo". Pero cuando el niño oyó esto comenzó a
saltar, jugar y hacer milagros, luego corrió hacia el bosque, encontró un gran árbol, se
subió a él y se colgó con una cuerda. Las mujeres regresaron al palacio diciendo: "El niño
se ha ahorcado".

El rey ordenó que se hiciera sacrificio al pie de aquel árbol, que abrieran un hueco en el
lugar y que depositaran en él una vaca, una tortuga, una gallina, un cordero, un gallo,
una gallina de guinea, una paloma, un ganso salvaje, aceite, babosas y mantequilla. Al
hacerlo cortaron la cuerda y el cuerpo del niño cayó del árbol recobrando la vida. Todos
estaban asombrados y el niño dijo: "Yo no me ahorqué".

Contaron lo sucedido al rey y este fue a la selva a verificar si lo sucedido era cierto. Pero
cuando regresó al palacio el niño estaba sentado en el trono. El rey le ordenó que lo
entregara pero el niño se negó diciendo: "Mi nombre es Obá Kosó (El rey no se ahorcó) y
ahora me he convertido en el rey de este pueblo".

Patakí sobre por qué Yemayá es la madre de los Orichas

Yemayá no encontraba con quien casarse, pero un día Oggún decidió hacerlo y de esa
unión nació un niño llamado Orungan. Un día Orungan trató de seducir a su madre y esta
corrió despavorida mientras este insistía. Ya exhausta, Yemayá cayó en el suelo y de su
cuerpo comenzaron a brotar chorros de agua formando un gran lago y de allí surgieron
las deidades siguientes: Olosa (deidad de los lagos), Olokun (deidad del fondo de los
mares), Dadá (deidad de los vegetales), Changó (deidad del fuego, el rayo y el trueno),
Ochún (deidad de los ríos), Oyá (deidad de las tormentas), Obba (deidad del comercio),
Orichaoko (deidad de la agricultura), Ochosi (deidad de la cacería), Oke (deidad de las
montañas), Ajé Chaluga (deidad de las riquezas), Babalú Ayé (deidad de las
enfermedades) y Orun (deidad del sol).

Patakí sobre por qué los seres humanos deben consagrarse en Ocha

Una vez Olofi quiso mandar a alguien a la Tierra para que lo representara y pusiera
orden. Para ello mandó a buscar a Obatalá y dándole la orden le dijo: "Aquí tienes 7
virtudes y 7 pecados, ve a la Tierra y empléalos con sabiduría". Obatalá llegó a la Tierra y
en vez de hacer lo que Olofi le dijo, dejó que el pecado se extendiera. Por lo tanto
surgieron el crimen, el homosexualismo, las drogas, la trampa, la prostitución, el robo, los
vicios, en fin, todo era confusión y desorden.

Un día Orula miró el oráculo, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y mandó a
buscar a Obatalá. Cuando este llegó a su casa, Orula le dijo que tenía que hacer ebbó
para que las cosas se arreglaran y no lo rechazaran en la casa de las personas decentes.
Obatalá le contestó que él era grande y poderoso y que eso nunca le pasaría. Cuando

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Babá salió de donde Orula y se dirigió a la primera casa que encontró, le cerraron la
puerta en sus narices. Lo mismo ocurrió en todas las casa decentes que consiguió.

Al ver esto se dirigió de nuevo a la casa de Orunmila para hacer el ebbó y a los pocos
días Olofi lo mandó a buscar y le reclamó por haber caído en el error de no haber usado
equilibradamente las virtudes y los pecados que le había dado. Después de hablar con él,
Olofi le dijo que tenía que limpiar esos errores y Obatalá le respondió que él iba a arreglar
eso.

Al poco tiempo llegó a la tierra y reunió a todos los pecadores para decapitarlos, ya que
decía que todas las cabezas le pertenecían y que allí residía el problema. Ante esto Orula
le dijo: "Mira Obatalá, tu creaste esta situación y hay que arreglarla lo mejor posible". Así
le fue marcando santo a cada uno de los pecadores para salvarlos de la furia de Obatalá
y para que con la consagración éste los limpiara de todo pecado.

Patakí sobre la avaricia y egoismo de un Rey

Había una vez un rey que tenía siempre por costumbre consultarse con 4 babalawos a la
vez. Cuando se realizó la consulta le dijeron que tenía problemas con su economía y que
tenía que hacer ebbó para poder lograr lo que quería, lo cual era que las personas
aportaran pronto los tributos que debían desde año pasado. No quedándole más remedio,
el rey hizo el ebbó y pronto entró en la prosperidad y la abundancia. Al estar bien, el rey
no llamó más a los 4 babalawos porque temía que tendría que repartir sus riquezas con
ellos.

Al pasar el tiempo, las cosas comenzaron a cambiar y empeoraron nuevamente, hasta tal
punto que tuvo que llamar de nuevo a los 4 awoses. Ellos acudieron al llamado del rey y
sabiendo la mezquindad de este, le pusieron como condición que tenían que darles una
parte de los tributos que recogiera. Además le marcaron un ebbó grandísimo con una
gran cantidad de carne cazada, jutía, pescado, kolá, ropa, aceite y agua. El monarca no
tuvo más remedio que hacer lo que los babalawos le dijeron, por lo que fue víctima de su
propia codicia.

Patakí sobre cómo Echu ayudó a que se multiplicara el maní.

Cuando el maní venía al mundo estaba deseoso de tener muchos hijos en la Tierra para
que ellos pudieran gozar de mucha popularidad en ésta, pero le dijeron que hiciera
sacrificio para que después de tener los hijos, sus hermanos y hermanas no se volvieran
contra ellos para destruirlos. Le aconsejaron que le diera a Ifá un carnero y a Echu un
chivo, él se negó a hacerlo y partió a recorrer el mundo sin hacer ningún sacrificio.
Al llegar al mundo fue en realidad muy productivo, porque tuvo muchos hijos a la vez.
Entre tanto Echu le comunicó esto a la coneja que había parido también y buscaba como
alimentar a sus críos. El maní había ocultado a sus hijos recién nacidos bajo la tierra.
Echu atrajo la atención del erizo y de la liebre, sobre el valor nutritivo del maní. Siguiendo
los consejos de Echu, todos comenzaron a alimentar a sus hijos con maní. Cuando el maní
descubrió que lo estaban dejando sin hijos, fue donde un sacerdote de Ifá llamado Jemi
Sudí para consultarse. Este le recordó lo del sacrificio que tenía pendiente del carnero a
Ifá y el chivo a Echu.

Después de hechos los sacrificios Echu fue donde estaba un campesino y le aconsejó que
pusiera trampas alrededor de sus fincas para atrapar a los animales que la devastaron.
En consecuencia el campesino rodeó el lugar con trampas en la que atrapó varios
animales. Cuando los animales observaron que el maní se había fortificado, abandonaron
la plantación y dejaron que este y sus hijos prosperaran y sobrevivieran, para que sus
cosechas trajeran beneficios a la Humanidad. Más tarde el maní fue a agradecer a Ifá por
ayudarlo a salir victorioso de los ataques.

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Patakí sobre cómo el camaleón defendió a Oloddumare.

El camaleón era el sirviente más fiel en el palacio de Oloddumare. Él estaba presente el


día en que Olokun, la deidad de la profundidad de los mares y una de las más ricas,
alardeaba diciendo que era más rico que su propio padre. Oloddumare le recordó que él
había sido su creador y por lo tanto cualquier cosa suya le pertenecía.

Olokun replicó que conocía la historia de su nacimiento pero argumentó que si una
criatura o hijo se hace más próspero que su creador, el último debe aceptar con
naturalidad el hecho consumado. Añadió que era una señal de progreso cuando un hijo se
hacía más afortunado que su padre y este debería tener la cortesía de admitirlo.

Puesto que Olokun mantuvo esta posición ante Oloddumare, este acordó que viniera en
un plazo de siete días a demostrar la veracidad de su afirmación.

Tan pronto como Olokun partió, Oloddumare dio la autoridad especial al camaleón para
que desafiara a aquel hijo prepotente utilizando el poder que le había conferido de refutar
cualquier argumento. No obstante, Alaggema decidió ir donde Orunmila para consultarse
y realizar el sacrificio que le indicara Ifá.

El día señalado, el camaleón en el trono próximo a Oloddumare y le dijo a Olokun que el


Padre Todopoderoso lo había autorizado a que él aceptara su desafío porque era el colmo
de la provocación que el mismo Creador compitiera o concursara con sus criaturas.

Olokun se presentó vestido espléndidamente con ropajes blancos y una corona de


cuentas. Cuando se sentó donde le correspondía todo lo que llevaba puesto apareció en
el cuerpo del camaleón y su confusión fue en aumento al comprobar que en catorce
ocasiones se vistió y siempre la ropa aparecía en el cuerpo de Alaggema, hasta que agotó
todos los vestidos y abatido pidió disculpas aceptando que había actuado mal
menospreciando a Oloddumare, su padre.

Patakí sobre la falta de sentimientos

Había un hombre que quería mucho a su mujer, pero esta no lo quería a él. Un día la
mujer se murió y el hombre la enterró en su propia casa porque no se quería separar de
ella. Él se la pasaba lamentándose, casi no comía porque también quería morir y llamaba
a la muerte para que se lo llevara, ya que sentía que no podía vivir sin la mujer.

Tanto llamó a la muerte que esta se presentó y le dijo que esa mujer nunca lo había
querido y que la dejara tranquila pero él insistió en que quería ver a su mujer y siguió
llorando. Entonces Ikú le dijo que cogiera un rabo de caballo blanco, otro de caballo negro
y una hiervas y que a las 12 de la noche llamara a su mujer. Así lo hizo, la mujer se
presentó y le dijo que la dejara tranquila que ella pertenecía a otro mundo y que en
recompensa le daría una fortuna, señalándole un hoyo en donde había mucho dinero.

Patakí sobre el nacimiento de la traición

El Gato y el Perro vivían juntos en la misma casa pero llegó un día en que, por una
escasez, el Perro se comió la comida del Gato y estos ya no podían estar en la casa
porque siempre peleaban. El Gato decidió ir al monte para contarle lo sucedido al
Leopardo, este llamó al León para buscarle una solución a la situación. Los dos felinos
acordaron dar una fiesta con mucha comida para aclararlo todo. Invitaron a muchos
animales entre los cuales estaban el Mono y el Carnero, quienes eran grandes amigos.
Pero el Carnero no quiso asistir porque decía que los animales mayores siempre estaban

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al acecho para comérselo y el Mono tampoco fue por ser solidario con su amigo, además
dijo que a él también le tenían ganas porque se trepaba en los árboles y cogía los
mejores frutos.

El día de la comida los partidarios del León llegaron primero y gozaron de la mejor parte
de la fiesta. Al llegar los partidarios del Leopardo empezó la guerra entre los animales,
con excepción del elefante que llegó tarde. Ante esta situación Olofi preguntó que por
qué se peleaban, ellos contestaron que todo era por la escasez de alimentos y que el
mono tenía la culpa. Al escuchar esto Olofi mandó a buscar al mono y los animales
mayores le dijeron al Carnero que no lo molestarían más si él los ayudaba a atrapar al
Mono, ya que este era su amigo.

El Carnero accedió e hizo una trampa con una cuerda, un palo y unos cocos. Pero el
Mono, que tenía por costumbre verse siempre con Orula, había recibido de Ifá el mensaje
de que se rogara la cabeza por tres días seguidos y que no saliera de su casa por esos
tres días porque había en su camino una trampa y una traición.

Cuando el Carnero llegó a la casa del Mono, la mujer de este, sabiendo lo que le dijo
Orula a su esposo, no lo dejó entrar. Le dijo que el Mono no estaba y que se fuera porque
ella no sabía cuando llegaría. No obstante, el Carnero preparó la trampa en la puerta de
la casa. El Mono estaba dentro y al escuchar a su amigo el Carnero salió a la puerta y lo
saludó. El Carnero al verlo le dijo: "Vine a traerte estos cocos que sé que te gustan
mucho". Cuando el Mono vio los cocos trató de tomarlos y cayó en la trampa. El Carnero
lo amarró y amordazó y fue en búsqueda de los animales mayores. El Mono estuvo todo
el camino lamentándose de su situación y cuando casi llegaban al lugar donde esperaban
el Leopardo y el León, apareció Oyá en forma de volcán y liberó al Mono.

Olofi, al enterarse de lo sucedido, mandó a llamar al Carnero y este tratando de evadir su


responsabilidad le dijo a Olofi que él ya no quería buscar más al Carnero, pero Olofi sabía
la verdad, que el Mono había sido traicionado por su mejor amigo, por lo que mandó a
quitarle la cabeza al Carnero.

Patakí de cómo Babalú Ayé evitó una revolución en el Cielo

Cuando la Tierra fue poblada por segunda vez, Oloddumare creó cuatrocientas sesenta
deidades menores. La Tierra crecía y prosperaba rápidamente pero al Cielo llegaban
constantemente noticias de que se convertía prácticamente en el reino de Echu.

Fue Ogbe Ogundá quien adivinó con el tablero de Ifá para indicar a esas cuatrocientas
sesenta deidades la manera de evitar que el mundo cayera en las garras de Echu. Este
les recomendó que le dieran un chivo a Echu y que se rogaran sus cabezas con un
carnero para evitar que se pelearan y se contradijeran constantemente.

Ellos se rogaron sus cabezas pero se negaron a dar el chivo a Echu, porque aquel era su
gran enemigo a quien debían combatir. Después de comer la carne del carnero, cada uno
decidió tomar un nombre antes de venir a la Tierra para combatir. Cuando aún no habían
concluido la selección de los nombres, Echu tomó la mente de algunos de ellos, creando
una ilusión en donde las deidades posesionadas por Echu iban a matar al cabeza de Igun,
un lugar del Cielo. Sankpana (Babalú Ayé) retó a los equivocados y entabló una lucha en
la que fue vencedor pero no evitó la división de las deidades en dos grupos, unos vinieron
a la Tierra a luchar y los otros se quedaron en el Cielo.

Nadie escapa de la justicia de Oggún

Changó manifestó que él sólo sabía bailar, Eziza dijo que él sabía como transformar las
cosas, mientras que Oro dijo que él sólo sabía luchar.

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Entre tanto los tres se dirigieron al mercado donde se encontraron con la madre de Eziza
vendiendo artículos medicinales. También se encontraron con la madre de Changó que
estaba vendiendo aceite de palma, mientras que a madre de oro vendía aguaa. Al poco
tiempo de star allí sitieron hambre y fue e momento de poner a prueba sus capacidades
confesas.

Ellos propusieron que Eziza debía prepararse para robar algo de comer. Él se transfiguró
rápidadmente en un viento con fuerza de galerna, el cual robó el agua de la madre de
Oro, aceite de palma de la madre de Changó y carne de su propia madre, aunque sin
conocer a las víctimas de su robo. Más tarde cuando se reunieron para comerse lo que
Eziza había robado, hubo conmoción en el mercado y las tres mujeres estuvieron
quejándose de que ladrones desconocidos les habían robado sus productos. Ellas
decidieron ir a la casa para alertar a sus hijos de lo que les había sucedido. Entre tanto,
los tres hijos estaban descansando después de comer en la confluencia de los tres
caminos, cuando apareció ante ellos un cazador, quien al percibir lo que los tres hombres
probablemente estuvieron haciendo, repitió el siguiente conjuro:

Orita meta, amidi kugo. Bebe ondaamidi, gere gere. Misi aldufe.

En el momento que el cazador llegó a la bifurcación del camino, su conjuro había sumido
a los tres hombres en un profundo sueño. Después de que el cazador se había marchado,
ellos se despertaron por los gritos de sus madres. Ninguno de ellos conocía a la madre del
otro. Cada uno tomó uno de los tres caminos convergentes en la intersección. Según las
mujeres se fueron acercando entre lamentos, Changó agarró a la madre de Oró, Oró
capturó a la de Ezizá y Ezizá a la de Changó.

La madre de Changó saludó a su hijo por su verdadero nombre, Aremú Olufinran y con
ese llamado los tres hombres liberaron a sus respectivas cautivas. Las mujeres narraron
cómo a las tres les habían robado sus artículos y ellos al percatarse de lo acontecido, se
miraron con asombro y las miradas cayeron sobre Eziza al que le preguntaron si su
valentía se manifestaba únicamente en robarle a sus propias madres. Él respondió que no
había daño alguno porque ellos se comieron la comida de sus madres.

En ese instante, el cazador, que desde entonces estaba observando oculto en un


escondrijo, emergió para adjudicar sobre las acciones de los tres hombres. Él decidió que
a partir de aquel momento, Ezizá sólo sería capaz de robar a cualquiera en la selva,
Changó debería continuar con su juerga danzaria, mientras que Oro debería desaparecer
en la selva.

La madre de Changó se molestó y decidió regresar al hogar de su padre, en el poblado de


Takpa. Alafi Atiba, que se había convertido en el Rey de Oyó, fue entregado a la madre de
Changó a cambio de Elenkre Adodo, el Rey de Takpa. Oro fue maldecido a no tener nunca
un altar. El cazador era el mismo Oggún.

Los prodigios de Eyiogbe


La persona con
Quien se encontró Eyiogbe cuando iba al mercado era un inválido llamado Aro. Al igual
que hizo con una mujer embarazada, Eyiogbe le dijo a Aro que él tenía un problema, pero
el inválido le respondió que el que tenía problemas era él. Eyiogbe entonces sacó su Iroké
(la vara de la autoridad) y la apuntó hacia las manos y las piernas del inválido, quien se
levantó y caminó rápidamente. Fue entonces cuando Aro comprendió que delante de él
no estaba un niño sino un verdadero sacerdote de Ifá.

Aro cayó de rodillas para agradecer a Eyiogbe por haberlo curado de la invalidez que lo
había acompañado desde su nacimiento y este le aconsejó que le hiciera ofrendas a
Orunmila y que en el futuro no ocultara sus problemas, porque sino nunca Oloddumare se

110
enteraría y respondería a sus plegarias. Eyiogbe comentó que aquel que oculta sus males
será enterrado con ellos.

Después de esto Eyiogbe se encontró a un ciego y le preguntó si tenía algún problema. El


ciego le respondió que no tenía nada en absoluto. Una vez que Eyiogbe apuntó su vara de
adivininación hacia los ojos del hombre, inmediatamente recuperó la visión. El hombre
estaba colmado de alegría pero Eyiogbe le aconsejó que se convirtiera en seguidor de
Orunmila para reducir al mínimo su deuda con la Humanidad. También le dijo que le
ofrendara un gallo a su cabeza al regresar a su casa. Dicho esto Eyiogbe siguió su camino

Los orichas protegen a los desvalidos

Había una vez un hombre que tocaba el tambor en la calle mientras cantaba y decía que,
mientras su ángel guardián no lo vendiera no habría Rey que pudiera hacerle nada. Su
enemigo lo oyó un día y se lo contó al Rey de la ciudad, éste lo mandó a buscar y le dijo
que le guardara un collar de coral que era muy preciado por él. El hombre que era ciego
partió para su casa y su enemigo lo siguió con la intención de ver dónde guardaba el
collar. Tan pronto como el ciego puso el collar en un lugar que creía seguro, su enemigo
lo tomó y lo botó al mar.

A los pocos días el Rey mandó a buscar al ciego y le pidió que le entregara el collar. El
ciego llegó a su casa y cuando buscó el collar no lo encontró por lo que fue a visitar a
Orula para que lo ayudara. Este le dijo que tenía que hacer ebbó dándole de comer a su
cabeza un pescado grande y que después de la rogación abriera el pescado y lo
registrara. El ciego así lo hizo y su sorpresa fue grande cuando al registrar el pescado
después del ebbó apareció dentro el collar que había perdido, salvándose de la traición
del Rey y su enemigo.

Patakí sobre el por qué Elegguá no debe estar encerrado

A Elegguá le gustaba mucho bailar y por ir a una fiesta hacía cualquier cosa. Un día se
presento un festejo y no podía ir porque no tenía dinero. Hizo todos los esfuerzos posibles
hasta que, como última alternativa, llegó a la casa de Obatalá y le prometió limpiarle la
casa todos los días si lo sacaba de un gran apuro que tenía. Obatalá aceptó y le dió el
dinero por adelantado por lo que Elegguá pudo ir a la fiesta esa noche. Estuvo muy
contento y se divirtió muchísimo, estando tan cansado al otro día que le costo hacerle el
trabajo a Obatalá como lo habían acordado. La limpieza la hacía de mala gana, ese y
todos los días.

Mientras sucedía esto Obatalá se enfermó repentinamente, a tal extremo que tuvo que
enviar por Orula para registrarse. En la consulta le salió que en su casa había alguién que
no era de allí y que era necesario que se fuera. Que apenas saliera de su casa ël
mejoraría de salud, también le dijo que el que estaba en su casa se sentía preso y que
esa era la razón de su enfermedad. Obatalá se acordó del muchacho que tenía en su casa
para la limpieza, pero no lo despidió al momento, espero que hubiera otra fiesta en el
pueblo y le dijo:

"Toma este dinero y ve a la fiesta, ya no me debes nada, pero no me abandones y


visítame cuando quieras". Elegguá se fue muy contento y desde ese momento obatalá
comenzó a sentirse mejor y se curó del mal que tenía.

Patakí sobre el surgimiento del ferrocarril

Cuando Oggún comentaba que no tenía discípulos, el Babalawo Nija Ole adivinó para él y
le recomendó que hiciera sacrificio con un cabra y un chivo. Después de hacer el ebbó le

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dijo que construyera una casa larga y que se sentara en la entrada de la misma. Mientras
estaba sentado en la entrada de su nueva casa, venían a él muchos niños para jugar.
Finalmente Echu convenció a la gente para que fueran ocupando las habitaciones de la
casa hasta que fue totalmente ocupada. Oggún comenzó a mover la casa poco a poco
mientras entonaba una canción y esta se fue alejando del pueblo. Al alejarse del pueblo
comenzó a cantar más alegremente y la casa se fue moviendo con mayor velocidad. De
esta manera nació el ferrocarril con el cual Oggún transportaba grandes cantidades de
personas.

Donde nace darle de comer a la tierra para evitar la brujería y la muerte antes de
tiempo

Obatalá tenía dos lagos detrás de su casa. Uno de ellos solía quedar sin agua durante la
época de sequía mientras el otro suministraba agua durante todo el año. Los dos lagos
eran utilizados por todos porque Obatalá así lo disponía, pero un día las esposas de Babá
le reclamaron que también permitía que los hechiceros usaran los lagos. Ante esto él
ordenó que el lago que tenía agua durante todo el año fuera exclusivamente del uso de
su hogar, mientras que el que quedaba sin agua en época de sequía podía ser usado por
los hechiceros.

Sabiendo que el lago que utilizaban no podía suministrarle agua durante la época de
calor, los hechiceros fueron a consultar los oráculos para encontrar la respuesta de cómo
podían tener agua todo el año y se le aconsejó que le hicieran un sacrificio a Echu.

Luego de que Echu recibiera su ofrenda se zambulló en el lago exclusivo de Obatalá y


removió la piedra que hacía que el manantial surtiera de agua el lago y la removió al lago
que utilizaban los hechiceros. Seguros de que su lago no se secaría más, los hechiceros
designaron a dos pájaros, Ikaare y Otuutu, para que alejaran a los intrusos.

Cuando llegó la época de sequía, el lago de Obatalá se secó rápidamente mientras que el
de los hechiceros se mantuvo con abundante agua. Los hechiceros enseñaron a los
pájaros una señal para que le avisaran si alguien llegara al lago a tomar agua. Cuando la
gente de Obatalá comenzó a quedarse sin agua, fueron al lago de los hechiceros. Los
pájaros les permitieron coger agua pero las esposas de Obatalá entraron al lago a
bañarse, por lo que los pájaros comenzaron a dar la señal para alertar a los hechiceros.
Ikaare fue el primero en decir: "Aya orisa weee" y Otuutu dijo: "Aya orisa Ponmi tu tu tu
tu". De esta manera los intrusos se dieron cuenta de que había guardianes en el lago y
huyeron apresuradamente a sus casas.

Cuando los hechiceros llegaron al lugar y preguntaron que quienes eran los intrusos, los
pájaros dijeron que eran de la familia de Obatalá y los hechiceros juraron que castigarían
al oricha por permitir por contradecir su propio decreto y permitir que su familia usara el
lago que no le correspondía.

Los hechiceros marcharon a la casa de Babá entonando el siguiente canto:

Eni Asoro, omo eronko aafobo oniyan


To Orisa Taayare, Aarije, Aarimu.

Hoy se desató la baraúnda.


Todos los pájaros del bosque
Hablarán como seres humanos.
Hoy destruiremos a Obatalá y a sus esposas.

Cuando Obatalá escuchó el canto de guerra a lo lejos, huyó de su casa para buscar
refugio al lado de Oggún. Este se preparó para batallar y se sentó en la puerta de la casa

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a esperar a los hechiceros. Tan pronto como llegaron Oggún sacó su machete que
escupía fuego pero los hechiceros se tragaron al oricha con su arma y Obatalá escapó por
detrás de la casa hacia la casa de Changó. Allí sucedió lo mismo al igual que en la casa de
otras divinidades en donde Obatalá solicitaba refugio.

Finalmente corrió a la casa de Orunmila y este lo escondió debajo de su santuario


cubriéndolo con una tela blanca. Orula rezó y marcó signos con sus polvos sagrados
sobre el tablero de adivinación y luego los sopló por toda la casa mientras decía: "Ero,
ero, ero, ero..." (Paz, paz, paz, paz...).

Cuando los hechiceros llegaron a un cruce de caminos cercano se desorientaron pero


enviaron a dos buscadores de caminos para que dieran con la pista de Obatalá. Estos
llegaron a la casa de Orula y se encontraron con el hecho de que Orula les dijo que en
efecto se encontraba allí pero muy flaco y que no valía la pena matarlo en ese momento,
que le permitieran tenerlo 7 días para engordarlo y que luego compartirían su carne. Bajo
los efectos del encantamiento que antes había hecho Orula, los rastreadores accedieron
a la propuesta y se retiraron.

Al día siguiente el oráculo le dijo a Orula que diera de comer una gallina negra a Ifá y un
chivo a Echu, él lo hizo sabiendo que los hechiceros acortarían la duración de las noches
y los días siguientes. También se le recomendó preparar un banquete con conejo, vino de
palma envenenado adulterado con iyerosun y que dijera el encantamiento respectivo.

Orula lo hizo todo y además preparó un recinto frente a la casa en donde puso una cerca
embadurnada con una goma adhesiva. Puso en el recinto 16 asientos de madera
alrededor de la comida y la bebida, estos también estaban embadurnados de pega. Tan
pronto como llegaron los hechiceros comenzaron a comer y a beber. Una vez finalizado el
banquete le dijeron a Orunmila que trajera ante ellos a Obatalá, pero antes de que Orula
respondiera, uno de los vigías de los hechiceros vio a Obatalá debajo del recinto de Ifá y
cuando se dispusieron a atacar se dieron cuenta de que estaban pegados a sus asientos.
Trataron de mover sus asientos para despegarse y en el intento sus alas se pegaron a la
cerca quedando completamente inmovilizados.

En ese momento Orula le dio a Obatalá un cuchillo consagrado de Ifá y el oricha comenzó
a acabar con los hechiceros uno a uno. Todos fueron exterminados menos uno que pudo
escapar arrastrándose hasta el recinto de Ifá donde Obatalá estaba escondido antes de la
llegada de los hechiceros. Cuando Obatalá divisó al que se estaba escondiendo quiso
darle muerte pero Orula se lo impidió alegando que no podía destruir a alguien que se
refugiara debajo de su Ifá.

Entonces ellos sacaron al hechicero que era una mujer y quitaron la pega de su cuerpo.
Cuando la examinaron con detalle descubrieron que estaba embarazada. Orunmila señaló
entonces que estaba prohibido dar muerte a una mujer embarazada. Obatalá insistió en
que si no se le daba muerte esta traería más hechiceros y estos destruirían a los hombres
como lo habían intentado antes. No obstante, el oricha sugirió que se le obligara a jurar
que no destruiría personas inocentes en la Tierra. En eso abrió un hueco en la tierra, lo
llenó con muchos tipos de comida y luego lo selló con nueces de kola. Entonces ellos la
hicieron jurar que el suelo le diera muerte a ella y a cualquiera de sus generaciones, si
alguna vez mataran a un hijo de Oloddumare o de Orunmila sin justa causa. Ella hizo el
juramento y comió las nueces de kola que estaba sobre la comida.

El esclavo de Oggún

Oggún nunca encontraba la manera de conservar la candela para terminar sus trabajos
de herrería. Un día se lamentaba por lo que le sucedía y su amigo el fuelle pasaba por allí
y preocupado le preguntó: "¿Amigo Oggún, que te sucede que te veo tan preocupado?". Y
este le respondió: " Es que la fragua no se mantiene y tengo el trabajo atrasado". El fuelle
se dio cuenta de lo sucedido y dijo: "No te preocupes que te voy a enseñar la manera de

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que salgas de tu apuro, amárrame en la boca de la fragua, con mi boca dentro de ella,
dale a mis patas y verás que al yo soplar la candela no se apaga".

De esta manera se hizo y Oggún obtuvo el resultado esperado. Al otro día el fuelle le dijo
a su amigo: "Bueno, como ya sabes cual es el secreto suéltame y cuando me vuelvas a
necesitar te serviré de nuevo". Pero Oggún respondió: "Liberarte, ni lo pienses. Yo te
necesito a toda hora". Y desde ese momento el fuelle fue el esclavo de Oggún.

Nacimiento de la Nuez de Kolá

Cuando Oloddumare descubrió que las deidades estaban peleando unas con otras, y
antes de declarar que Echu era el responsable de eso, decidió invitar a las cuatro más
ecuánimes de las deidades, es decir, la Paz, la Prosperidad, la Concordia y Aiyé, quien era
la sirvienta de Obatalá.

Ellos deliberaron finalmente sobre por qué los más jóvenes no estaban respetando a los
mayores como estaba estipulado por el Consejo Divino.

Empezaron a rezar por el progreso de la unanimidad y la armonía. Mientras ellos oraban,


Oloddumare extendió su mano izquierda y tomó algo en el aire. También extendió su
mano derecha y de nuevo atrapó algo. Después de eso, salió con sus puños cerrados y
plantó el contenido de ambas manos en el suelo. Él había recogido las oraciones de las
cuatro deidades y las había sembrado.

Al día siguiente, creció un árbol donde Oloddumare plantó las oraciones que había
atrapado en el aire. Pronto floreció, convirtiéndose en una gran planta que pronto
comenzó a dar fruto.

Cuando éstos estaban maduros y listos para la cosecha, empezaron a caer al suelo. Aiyé
recogió alguna de las frutas y se las llevó a Oloddumare, quien les dijo que todos ellos
podían hacer lo que quisieran con ellas. Indistintamente, todas las deidades fueron
probando formas para comerse la fruta, pero no resultó ni asada, ni cocida.

Después de simultáneas pruebas y sin resultado alguno, las deidades fueron


eventualmente en grupos ante Oloddumare para informarle la imposibilidad de resolver
aquella misión. Cuando nadie supo qué hacer con las frutas, Eleniní, la deidad del
Obstáculo, quien cuida la Cámara de Oloddumare, se ofreció para hacerse cargo de las
frutas y todas las que habían sido arrancadas anteriormente, le fueron entregadas a él.
Entonces Eleniní, separó las envolturas, limpió y lavó las nueces y después las guardó con
las hojas para que permanecieran frescas durante 14 días. Al cabo de ese tiempo
comenzó a comérselas crudas. Esperó otros 14 días y permaneció fuerte y alegre. Él llevó
las frutas posteriormente al Consejo Divino y les dijo a todos que el producto de la
oración, o sea el Obi, podía ser comido crudo sin ningún efecto perjudicial.

Fue entonces que Oloddumare decretó que, como había sido Eleniní la deidad mayor de
su casa, quien codificó el rompecabezas del producto de la oración, la nuez de kolá
debería desde entonces no sólo convertirse en una comida en el Cielo, sino que siempre
que ésta se presentara, debía ser dada a la persona mayor que estuviera sentada en el
medio de cualquier reunión y que su consumo siempre estaría precedido por oraciones y
proclamó además que, como símbolo de la oración, solamente podría crecer en lugares
donde las personas respetaran a sus superiores.

El por qué Changó siempre protege a Ogbe Obara

Ogbe Obara usó el oráculo para Changó y lo ayudó cuando éste era muy pobre en el
Cielo. El mismo Ogbe Obara era muy pobre pero al terminar de hacer el ebbó invitó a

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Changó a su casa en la Tierra, pero éste no aceptó por no estar presentable, por lo que
Ogbe Obara regresó solo.

Changó vio desde el Cielo que el mundo de los humanos estaba sucio y era malvado por
lo que juró eliminar a todos los malhechores de la faz de la Tierra.

Cuando Changó se preparaba para librar la batalla lo primero que ocurrió fue que un
tornado comenzó a levantar los techos de las casas en la Tierra. En ese momento Ogbe
Obara no estaba en su casa porque andaba en otro lugar adivinando para el necesitado
pero su mujer si estaba y comenzó a cantar implorando clemencia al Cielo cuando vio
que los árboles y las casa caían ante el paso de los vientos.

La canción le indicó a Changó que en ese lugar se encontraba la casa de su benefactor


por lo que el oricha abandonó su plan de destrucción y volvió al Cielo.

La palabra de Ifá nunca se pone en duda

Un matrimonio vino a Ifá porque la mujer estaba enferma y después de ver el oráculo se
le marcó ebbó, pero los animales quedaron para la casa del awó. Al poco timepo el
hombre desconfiado volvió a la casa del awó y le dijo que su mujer no se mejoraba por lo
que se sentía engañado creyendo que los animales que le habían pedido eran para
comérselos.

El awó le dijo que tuviera paciencia y así pasó hasta que el hombre volvió otra vez y le
dijo al awó que en vista de que él no había visto que sucediera nada, venía para que le
devolviera el dinero junto con los animales. El awó no tuvo inconveniente, le dijo que
estaba bien, pero que para devolvérselos tenía que traer a su mujer porque él los había
entregado en presencia de ella.

El hombre fue a buscar a la mujer pero esta se negó a ir y el hombre la obligó; cuando
llegaron a la casa el awó cogió los animales y el dinero y mandó a que el hombre y la
mujer se arrodillaran y cuando les fue a hacer a entrega la tierra se abrió delante de
ellos. El dinero y los animales cayeron dentro del hoyo y fue tanta la soberbia del hombre
que se metió dentro para sacarlos. En eso se cerró la tierra quedando este sepultado

Las apariencias engañan

Un día tres amigos que estaban en el Cielo decidieron venir a la Tierra a vivir. Ellos eran
Oriseku, hijo de Oggún; Orile Imere, hijo de Ozain y Afuwakpe, hijo de Orunmila Antes de
realizar sus deseos fueron a consultar los oráculos para saber que debían hacer para
prosperar en la Tierra. A cada uno se le aconsejó que hiciera sacrificio pero ninguno
estuvo de acuerdo en realizarlo.

La tradición del Cielo dice que todo aquel que viene al mundo debe visitar antes al
moldeador de cabezas en el cielo llamado Ajala a comprar una cabeza. Todo aquel que
hace sacrificio antes de comprar una cabeza tiene la suerte de escoger la afortunada
mientras que los que no hacen el sacrificio en el Cielo tienen la desdicha de elegir una
cabeza con mala suerte. Como ellos rehusaron hacer los sacrificios que les mandaron
sufrieron los destinos siguientes:

El mayor Oriseku, el hijo de Oggún, escogió una cabeza de pobreza, el siguiente, Orile
Imele, escogió la cabeza de la enfermedad y el más joven, Afuwakpe, escogió una de
sufrimiento.

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Al llegar al mundo sus experiencias fueron de acuerdo a las cabezas que escogieron.
Después de luchar en vano para avanzar, cada uno murió a temprana edad y regresaron
al Cielo a escoger una nueva cabeza.

Una vez más fueron en busca de adivinación y se les aconsejó que hicieran sacrificio con
tres bolsas de dinero y sal a la divinidad del obstáculo, Elenini, y que dieran un chivo a
Echu. De nuevo rehusaron hacer el ebbó. Oriseku no se había percatado de que su mala
suerte en la Tierra se debía a que no había hecho ebbó y prefirió confiar en la fuerza de
su padre Oggún quien lo dotó de todos los instrumentos para adquirir fuerza física. Por su
parte el hijo de Ozain prefirió confiar en la fuerza embrujadora de su padre, quien preparó
todo tipo de hechizo para él. Or último el hijo de Orunmila confió en la sabiduría de su
padre que le aconsejó que no escogiera una cabeza o que no regresara a la Tierra sin
hacer sacrificio. Así lo hizo y sirvió un chivo a Echu y obtuvo los materiales para servir a
Elenini.

Oriseku y Orile Imere regresaron al molino de Ajala a escoger nuevas cabezas y


escogieron unas hermosas sin el consejo del moldeador debido a que éste estaba siendo
retenido por la divinidad del obstáculo con quien estaba endeudado y no sería liberado
hasta que saldara su cuenta. El hecho de que Ajala no estuviera en el molino no impidió
que Oriseku y Orile Imere escogieran las cabezas por su apariencia externa y se fueran
hacia la Tierra.

Por el camino se encontraron con Afuwakpe que les admiró las nuevas cabezas. Cuando
él llegó a la casa de Ajala, se encontró conque el fabricante aún se encontraba preso. Una
vez más Ajala aconsejó que escogiera la que más le gustara, que él estaba preso y no lo
podía ayudar a escoger. Afuwakpe rehusó hacer lo que Ajala le dijo, diciendo que él no
tenía los medios de distinguir entre una buena y una mala.

Luego le preguntó a Ayala que cuanto le debía a Elenini y éste le dijo que 3 bolsas de
dinero, metió la mano en su bolsa y sacó el dinero del sacrificio que era la misma
cantidad que le hacía falta a Ajala. Elenini soltó a Ajala quien le agradeció a Afuwakpe.
Ajala recordó que no tenía sal para su sopa y debía ir al mercado y Afuwakpe le dijo que
no se molestara que el tenía la sal que él necesitaba.

Después jala le dijo a Afuwakpe que escogiera la cabeza, éste escogió la más llamativa, la
mejor parecida del grupo, pero Ajala le dijo que los objetos más atractivos no eran los
mejores. Él le escogió una cabeza fuerte, tolerante y próspera y se la dio al hijo de
Orunmila quien regresó a la Tierra después de agradecerle a Ajala.

Antes de que el hijo de Oggún y el de Ozain llegaran a la última colina antes de acercarse
a la Tierra, ya había llovido con fuerza y las hermosas cabezas se rompieron. Ante esta
situación los dos tuvieron que regresar al Cielo apara elegir un tercer par de cabezas,
pero esta vez convencidos de que tenían que hacer el sacrificio señalado.

En el camino de regreso al Cielo se encontraron con el hijo de Orunmila que iba hacia a
Tierra con la cabeza nueva que se sostenía fuertemente en sus hombros.

Cuando vieron a Ajala, éste les preguntó por las cabezas que habían escogido
anteriormente y ellos le contestaron que se les había roto. Él les ordenó que pagaran por
las cabezas anteriores primero. El hijo de Oggún tenía dinero suficiente para pagar la
cabeza anterior y pagar la nueva, pero el hijo de Ozain tenía para pagar la anterior pero
no para pagar la nueva. Ajala permitió que escogiera la nueva y se la pagara después.

El adulterio siempre se descubre

En una ocasión Orula se enfermó cuando regresaba de Ijesa y tuvo que ser llevado lejos
de su casa para hacerle el tratamiento que debía curarlo. Mientras estuvo fuera su
esposa fue seducida por Ajija.

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Según pasaban los días, la enfermedad se puso más seria y cuando habló el oráculo para
él, le fue dicho que se curaría solamente si su esposa confesaba su adúltero
comportamiento. No obstante, la adivinación reveló que la esposa nunca admitiría su
infidelidad y que solamente Changó podría descifrar el misterio.

Posteriormente Orunmila envió por Changó y éste fue por su esposa Oyá para que lo
acompañara en la adivinación. Al llegar, Changó usó sus poderes para confirmar que
akpetebí había cohabitado con otro hombre, pero agregó que el secreto de la acción de
su esposa sólo se sabría cuando se cayera el árbol negro que estaba frente a su casa.

Orunmila preguntó a Changó si podía ejecutar la tarea y éste respondió afirmativamente,


pero se interesó por saber cuál sería su recompensa y Orula prometió ofrendarle un
carnero.

Changó regresó a casa, se vistió de guerrero y las nubes se juntaron. Su esposa Oyá
chispó el cielo nublado para él y usó su hacha para despedazarlo de arriba abajo.

Después de demoler el árbol, encontraron en su interior la estera sobre la cual Ajija y la


esposa de Orunmila hicieron el amor. Cuando Changó llevó la estera al lugar donde
Orunmila estaba recibiendo el tratamiento para su enfermedad, fue revelado que para
ponerse bien definitivamente tendría que dormir en dicha estera toda la noche. Así o hizo
y poco después comenzó a restablecerse

Al llegar a la casa Changó comenzó a descuartizar el carnero para su ángel guardián y se


formó un debate entre él y Oyá por la posesión de la cabeza del animal. Oyá argumentó
que ella era la dueña del fuego que flameó desde la boca de Changó, además le dijo que
sin la luz de su centella él nunca hubiese podido ver el árbol en la oscuridad.

Changó le respondió que el poder de Oyá era meramente complementario y resultaba


igual que el humo, que no hace daño. Luego le dijo que por ser su esposo era el amo y
señor de todo lo que ella tenía, incluyendo sus poderes.

De esta manera Oyá admitió que sus poderes estaban designados para complementar los
de su esposo en el espíritu real de la unificación marital.

El orgullo y la soberbia pueden causar la muerte

Okorón Meyi realizó algunas obras importantes en el Cielo. Él hizo adivinación para la
Aragba, la ceiba, y para Iroko, la teca o caoba africana, antes de que ellos partieran al
mundo. Aragba e Iroko siempre fueron como el perro y el gato, nunca estuvieron
completamente de acuerdo en ningún asunto. Por esa época Iroko era tan fuerte y
poderoso que todo el mundo le temía.

El adivino le aconsejó a ambos que rindieran homenaje a Echu con un chivo, un gallo, un
hacha y un machete. Aragba hizo el sacrificio, pero Iroko rehusó hacerlo porque él se
consideraba suficientemente fuerte para ser invulnerable. Después de festejar con las
ofrendas hechas, Echu fue a aconsejar a los seres humanos sobre cuan robusto estaba
Iroko para que construyeran fuertes para su protección. Antes de eso el árbol de Iroko
lucía tan feroz que nadie se atrevió a pensar en atacarle de alguna forma. En primer lugar
él es físicamente muy fuerte y enorme, y en segundo su casa es el punto de reunión de
los Ancianos de la Noche. La intervención de Echu era para destruir el mito que abrigaba
la imagen de Iroko y para hacerle ver que era tan ordinario como cualquier otro árbol.
Echu hasta ofreció guiar a seres humanos a la casa de Iroko, dándole un hacha con la que
podrían derribarlo.

Al principio la gente estaba renuente a usar el hacha sobre Iroko, pero con el estímulo
dado por Echu, lo atacaron con furia. La caída de Iroko fue tan grandiosa que el eco

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resonó en todo el bosque. Cuando Aragba escuchó la caída, preguntó que estaba
sucediendo y le dijeron que el gran Iroko había caído bajo la fuerza del hacha humana.
Comprendiendo que el destino de Iroko era el resultado de su negación a hacer
sacrificios, Aragba se felicitó por haber seguido el consejo de Okorón Meyi.

Por qué Oro vive en el mundo de la noche

Oyigbo y Oro eran muy amigos. Un día Oyigbo visitó a Oro quien lo atendió con comida y
la pierna de un animal cazado en el monte. Después de comerla, Oro le preguntó a
Oyigbo si él sabía de qué animal era la carne que acababa de comerse. Oyigbo le
respondió que no sabía. Oro alarmó a su amigo revelando que acababa de comerse la
pata de un caracol de tierra y lejos de descubrir alguna consternación en su amigo, fue
invitado por el a comer en su casa al día siguiente.

Oro aceptó la invitación y cuando llegó a la casa de Oyigbo le fue servida una comida con
carne de un animal del monte. Después de comerla, Oyigbo le preguntó a Oro si conocía
la carne que había comido y ante su negativa, Oyigbo le reveló que había comido la mano
de una serpiente.

Sin darse cuenta de que su amigo lo que había hecho era pagarle con la misma moneda,
Oro se puso paranoico y retó a Oyigbo a que demostrara cómo una serpiente podía tener
manos y éste tratando de calmar a Oro le dijo que el mundo había cambiado tan
dramáticamente que estaba produciendo caracoles de tierra y serpientes con manos y
patas. Aún Oro no se había percatado de la paradoja porque continuaba muy disgustado
demandando saber si Oyigbo lo había invitado para burlarse de él. Oyigbo tuvo que
recordarle que recientemente el día anterior él lo había convidado a una pata de caracol,
así que no entendía su asombro ante la mano de serpiente que le había ofrecido.

Ese recordatorio fue suficiente para Oro, que se puso tan molesto que sobrevino una
pelea. Cuando otras personas vinieron a intervenir para separarlos, la insistencia de Oro
en seguir peleando obligó a que los llevaran ante la presencia del rey del pueblo.

El rey decidió como final de la contienda que los dos amigos no debían encontrarse nunca
más. Oro fue restringido a las actividades nocturnas mientras que Oyigbo fue limitado a
las diurnas. Orunmila, que estaba presente en el palacio, adicionó su propia proclamación
sugiriendo que desde ese momento Oyigbo no debía comer caracol de tierra y a Oro le
quedaba prohibido comer serpientes.

La leyenda de Orichaoko

Orichaoko fue un campesino que vivió en el pueblo de Irawo. La gente lo concía como un
hombre bien versado en medicina y erudito en hojas y hiervas. También era cazador y
solía atrapar guineas con mallas puestas en la granja de un rico granjero. Tenía un perro
y una flauta, y en varias ocasiones en que se perdió en los bosques, su perro lo
encontraba al escuchar el silbido de la flauta. Vivió hasta avanzada edad y cuando ya no
podía seguir cazando se dedicó a practicar la adivinación.

Se cuenta que una vez aparecieron tres grandes mirlos en Irawo, se posaron en los
campos y se comieron todas las cosechas de los campesinos. Ese año hubo una gran
hambruna. Al año siguiente aparecieron nuevamente los pájaros y ninguna flecha podía
hacerles daño. La gente fue entonces donde Orichaoko y le pidieron que los ayudara a
destruir a los pájaros.

Orichaoko elaboró un poderoso preparado con el cual logró ahuyentar a los pájaros. Las
cosechas crecieron maravillosamente y cuando llegó el tiempo de la recogida, la gente
estaba contenta y agradecida a Orichaoko que lo hicieron su rey, pero tan pronto como lo
instalaron en el trono de Irawo, la gente comenzó a temer:

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"¿No utilizará contra nosotros la medicina que usó contra los pájaros"

Sospecharon más y más de él. Y aunque no les dio causa de quejas, el temor se hizo tan
grande que un día se revelaron y lo expulsaron del pueblo. Al año siguiente vino el tiempo
de la recolección, los mirlos regresaron y se comieron las cosechas. Entonces, toda la
gente con el rostro entristecido marchó al bosque, a la cabaña de Orichaoko y le
imploraron los ayudara una vez más. Prometieron reinstalarlo como el rey y nunca más
revelarse. Pero esta vez Orichaoko se negó a ayudar. Tan desencantado estaba ante la
insensibilidad y deslealtad de la gente que decidió abandonarlos definitivamente. Les
dijo:

-Los abandonaré para siempre, pero dejaré mi espada aquí y cada vez que se encuentren
en peligro real pueden clavar la espada en el suelo y vendré a proteger vuestras
cosechas, les advierto que no deben usarla a la ligera ni en vano y con estas palabras
Orichaoko desapareció en la tierra. Actualmente su espada se encuentra en los templos
en donde es venerado el oricha.

Por qué a veces no se debe hacer Ifá

Un hombre estaba en la tierra de Ifá y tenía muchos problemas, por lo que fue a
consultarse con Orula. Éste le dijo que su suerte estaba en otra tierra y que hiciera ebbó
para lograr llegar a ella. El hombre así lo hizo y cuando andaba en la calle se lo llevaron
preso a otro lugar, lejos de la tierra de Ifá. Cuando llegaron a la otra tierra, el lugar donde
nació, la justicia se dio cuenta de que no era quien estaban buscando y lo dejaron libre.
Inmediatamente le dijeron que lo andaban buscando desde hace mucho tiempo para
darle una herencia que le dejaron unos parientes, lo cual lo hizo inmensamente rico.
Debido a ésto no regresó nunca más a la tierra de Ifá.

Cómo Changó perdió el tablero de Ifá

A Changó le gustaba mucho el baile y lo hacía muy bien. Donde quiera que llegaba daba
excelentes demostraciones con el baile y el tambor. Un día estando en la tierra de Mina lo
invitaron a bailar meta en la tierra Tákua. No pudiendo resistirse al llamado de los
tambores, se arregló y le dijo a la palma que le cuidara su tablero, en esa época Changó
era el que adivinaba con el tablero de Ifá. Mientras Changó disfrutaba del baile, Orula
aprovechó que la palma se quedó dormida profundamente y se llevó el tablero para
coronarse con él.

Cuando Changó regresaba de la fiesta se encontró con Ozain y éste le señalo hacia la
palma y ya no estaba el tablero. Alafi comprendió lo que había sucedido y le lanzó un
rayo a la palma dormida haciéndola pedazos.

Por eso es que el rayo siempre le da a la palma, ese es el castigo que Changó le hace
porque no defendió su tablero, ni impidió que Orula se lo llevara.

El poder de la lluvia

El Sol, la Luna, el Fuego y la Lluvia estaban enamorando a Epikpayemi. Sin saberlo entre
ellos, cada uno quería casarse con ella. La mujer aceptó que los 4 la visitaran sin
comprometerse con ninguno y cuando ellos comenzaron a desesperarse, Epikpayemi fue
donde Orunmila para que el oráculo le dijera cual de ellos era el adecuado como esposo.

Le dijeron que hiciera ebbó, además Orula le dijo que preparara tres platos con ñame
machacado y que dejara uno vacío, además debía preparar una sopa con la carne de los
animales sacrificados en el ebbó y que de igual manera pusiera tres recipientes con sopa

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y uno vacío. Antes de irse de la casa de Orunmila, éste le aconsejó que guardara un poco
la coquetería porque su pretendiente favorito podría no ser el esposo.

Cuando llegó a su casa, Epikpayemi preparó la comida y la sopa e hizo lo que Orula le
dijo, luego se fue de la casa. Poco después se encontró con el Fuego y éste le preguntó si
le había preparado comida y ella le dijo que fuera a su casa y comiera una porción que le
había dejado.

El Sol fue el siguiente, ella le dijo que fuera a su casa a comer y lo mismo sucedió con la
Luna. La lluvia fue el último que llegó y consiguió la vasija vacía, regresando donde
estaba Epikpayemi para preguntarle qué tipo de comida había hecho. Ella le dijo que
había preparado cuatro platos de ñame machacado y cuatro envases con sopa
condimentada con carne. A su vez se preguntaba así misma que quién se había comido la
cuarta porción que estaba destinada para él. Al oir esto, la Lluvia salió furioso del lugar en
busca de la respuesta, mientras que en el cielo comenzaban a formarse grandes nubes
amenazando con caer una tormenta sobre el lugar. Pronto comenzó a llover y Lluvia
acorraló al Sol y a la Luna en un rincón del cielo, mientras el Fuego se escondía en una
piedra. (Esa es la razón por la que el Sol y la Luna se esconden cuando va a llover. De
igual manera nos explicamos porque antiguamente se golpeaban dos piedras para
extraer fuego).

Luego de que la Lluvia venciera a sus tres rivales, Epikpayemi corrió hasta donde estaba
él, lo abrazó y se alegró por haber descubierto a su verdadero esposo.

Entonces cantó:

Ojo moba koo dimba dona


Una kpikpa beleje
Ojo didu dere
Ora ita ojo
Okpenu fun Orunmila

Significado:

Yo había preferido el fuego al agua


Antes de hacer sacrificio
El sacrificio se manifestó
Para proclamar la lluvia
Como mi esposo
Alabado sea Orunmila
Que hizo sacrificio para mi

La riqueza de Changó

Una vez Olofi invitó a todos los Orichas a una comida en su castillo. El único que no
asistió fue Changó porque estaba muy pobre, además no tenía ropa presentable para ir a
la casa de su padre. Changó en ese tiempo, estaba en su casa desmoralizado y su mujer
al verlo de esa forma le aconsejó que, de cualquier manera, fuera a la reunión y así lo
hizo.

Mientras tanto en el castillo terminaba la cena y Olofi quiso hacerle un regalo a sus hijos,
le dio a cada uno una calabaza. Ellos se fueron a sus casas muy inconformes con el
regalo porque estaban acostumbrados a que Olofi les diera algo de valor y como Changó
se acercaba al castillo por el mismo camino, se los encontró y los orichas le regalaron
todas las calabazas porque sabían su situación. Alafi estaba tan contento porque tenía
que comer, que no llegó hasta el castillo sino que fue en busca de su mujer para que
cocinara las calabazas.

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Al picar la primera calabaza Changó y su mujer se asombraron porque estaba llena de oro
y al abrir las otras cada una tenía inmensas riquezas dentro. Ese era realmente el regalo
de Olofi para los orichas y Changó fue quien lo disfrutó, cambiándole la suerte
repentinamente.

Al poco tiempo Olofi volvió a reunir a los Orichas en otra comida y les preguntó que
habían hecho con el regalo que les había dado anteriormente y ellos no hallaban que
responder porque no se esperaban la pregunta. Hasta que uno a uno fueron
respondiendo que las calabazas se las habían regalado a Changó porque ellos ya tenían
suficiente. En ese momento Changó llegaba a la reunión vestido de blanco montado a
caballo, parecía un príncipe y Olofi le dijo a los demás orichas: "Los regalos que estaban
dentro de las calabazas y que ustedes despreciaron hicieron rico a mi hijo Changó y por
eso de aquí en adelante siempre habrá riqueza para él".

La llegada de Olokun al mundo

Cuando Olokun se disponía a venir al mundo, busco adivinación en el Cielo y le indicaron


que tenía que hacer ebbó con muchos caracoles y cascarilla, además que tenía que
hacerle ofrendas a Echu. Le dijeron que tendría muchos hijos en la Tierra pero que debía
hacer el sacrificio para evitar perderlos ante la traición y la maldad del mundo.

Él realizó el ebbó pero se le olvidó hacerle la ofrenda a Echu. Cuando llegó al mundo, tuvo
muchos hijos y al ver ésto, Echu invitó a los seres humanos a que se alimentaran de ellos,
que eran los peces del mar. Cuando Olokun vio que estaba perdiendo a sus hijos, busco
adivinación y le dijeron que el ebbó que había hecho estaba incompleto porque no le hizo
ofrecimiento a Echu antes de salir del Cielo y le añadieron otro ebbó.

Despúes de que Olokun hizo el nuevo ebbó, Echu frotó el cuerpo de sus hijos con un
líquido viscoso de oro que le dificultaba a cualquiera atraparlos con las manos, además
les advirtió que no se alejaran de la casa de su padre para que evitaran ser víctima de
sus numerosos enemigos. Esa es la razón por la que el cuerpo del pescado es resbaladizo
y el porque los peces no salen del mar. Nadie es capaz de capturarlos con las manos en
la casa de su padre, o sea en el mar.

Vocabulario Lucumí

El lucumí o lacumí es el lenguaje yoruba como es hablado en Cuba y los Estados Unidos.
El yoruba es un lenguaje tonal como el chino. Los acentos se utilizan para hacer énfasis
en los tonos para aquellos de nosotros que no estamos familiarizados con el lenguaje
tonal. También, algunos de los sonidos difíciles como el sonido de la letra "p" africana, el
cual es pronunciado más o menos como el sonido de "kp" es aproximado utilizando "kp" o
"cu". El siguiente vocabulario sigue la ortografía española con unas pocas excepciones
para ayudar a los de habla inglesa:

• La "ch" en español se usa sencillamente porque no existe el sonido "sh". En inglés se


usa "sh".
• La "y" en española tiene un sonido que se aproxima al sonido de la "j" en inglés y en
yoruba.
• El sonido de la "ñ" es usado muy escasamente aquí, y es usualmente substituído en la
siguiente lista por la "y".
• Como en el español, el acento es en la segunda o última sílaba a menos que haya un
acento sobre otra sílaba.

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Debo aclarar que el lacumí es una tradición oral y que las versiones escritas fueron
hechas más bien como "forros" o "trampas" y no como otra cosa, y no deben ser
utilizadas como "prueba" de la descomposición del lenguaje. Los que hablan lukumí en
Matanzas y otras áreas, lo hacen muy parecido a como hablaría un yoruba. He hablado
en lacumí con personas que hablan yoruba nacidos en Nigeria sin ninguna clase de
dificultad. De hecho, en una ocasión fuí saludado por un asombrado yoruba al que le
estaba hablando, con la frase llena de sorpresa "tú hablas Yoruba!!!"

A continuación, una lista de palabras lucumí para que vaya aprendiendo:

Abó Adié: Gallina

Abó: Carnero

Abebé: Abanico

Aberinkulá: Una persona o cosa no iniciada

Abure: Hermano, hermana

Adé: Corona

Afefé: Viento

Agó: Pedir permiso, tocar a una puerta

Agogó: Campana, hora

Agoya: Entre

Aikú: Salud, larga vida

Ayuba: Nosotros le saludamos....

Akukó: Gallo

Ala: Tela blanca

Ala: Sueño

Alagba, Agbalagba: Respetado

Aleyo: Intruso, extraño

Aná: Camino

Ara: Trueno

Arayé: Envidia, mala fé

Arun: Enfermedad

Achá: Cigarro, tabaco

Aché: Así sea, El Poder Espiritual del Universo, Talento

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Achelú: Policía

Acheogún Otá: Victoria Sobre Enemigos

Achere: Maraca, maruga

Acho: Tela

Ataná: Vela

Awó: Secreto

Ayán: El Orisha de los Tambores

Babá: Padre

Babalawo: Padre de los Secretos

Babalocha: Padre de Orisha, Sacerdote

Busi: Bendecir

Didé: Levántese

Dudu: Obscuro

Egun: Los Muertos

Eiyele: Paloma

Ejá: Pescado

Eje: Sangre

Ejo: Caso de Cortes

Ekó: Harina de maíz

Ekú: Jutía, Hutía

Ekún: Leopardo

Ekpó: Aceite de Palma

Ení: Estera

Ení: Persona

Ese: Pie

Eyín: Huevo

Fe: Amor

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Foribale: Postrarse para saludar

Fun: Para, dar

Funfún: Blanco

Gbogbo: Todos

Gidigidi: Mucho

Iñá: Fuego

Ibú: Arroyo, río

Ibaé Bayé T'orún: Descanse en Paz (Saludo a los muertos)

Igba: Calabaza

Ikú: Muerte

Ilé: Casa

Ilé: Tierra, suelo

Ilekún: Puerta

Iré: Bendiciones

Irawo: Estrella

Ichu: Boniato africano

Iworo: Sacerdote

Iyá: Madre

Iyalocha: Madre de Orisha, Sacerdotisa

Iyawó: Esposo/Esposa

Kosí: No haya

Kunlé: Arrodillarse

Lo: Ir

Maferefún: Alabado sea...

Mi: Mi

Mo: Yo

Moducué: Gracias

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Moforibale: Yo te saludo postrándome

Moyuba: Yo te saludo

Nlo: Va

Obá: Rey

Obí: Coco, Nuez Obí Kola

Obirín: Mujer

Odo: Río

Ododó: Flor

Ofún: Yeso (hecho de cáscaras de huevo)

Ofo: Pérdida

Ogun: Brujería

Okún: Mar, Océano


Oke: Montaña

Oko: Hombre, esposo

Olo: Dueño, el poseedor...

Oluwo: Señor de los Awos (Babalawo que previamente fué un sacerdote de los
orishas)

Omí Dudu: Café

Omí: Agua

Omo: Hijo, niño

Ona: Camino

Oni: Dueño de...

Opolopo: Suficiente

Orí: Cabeza

Orí: Manteca de Cacao

Orún: Cielo, Paraíso

Orún: Sol

Oshe: Hacha doble

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Osogbo: Influencia negativa

Otí: Ron

Owó: Dinero

Owú: Algodón

Oyín: Miel

Ohiché: Trabajo

Surefun: Bendecir

Temí: Mi, mío

Tie: Tu, su

Timbelese: Al pie de...

Tobí: Que parió

Tutu: Fresco

Wa: Ven

Waní: El que viene

Yeye: Mama

Yuba: Saludo

Abaá: Jobo. Arbol que pertenece a Changó. Su fruto es uno de los preferidos por el
Oricha.

Abadu: Maíz.

Abaila: Alamo. Arbol sagrado que pertenece a Changó. Cuando se sacrifica el carnero a
este santo, se acostumbra a dar a comer una hoja de Alamo al animal.

Abako: Cuchara.

Abalaché: Nombre que se le da a un hijo de Obatalá después de ser consagrado en


Ocha.

Abalonké: Nombre que se le da a un hijo de Elegguá después de ser consagrado.

Abán: Canasta que se usa cuando el Iyawó o recién iniciado va al mercado a buscar
frutas para los Orichas.

Abanwé: Ñame sagrado, específicamente el que es peludo.

Abani: Venado. Animal sagrado que pertenece a Orula.

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Abaña: Paño decorado con cuentas que se usa para adornar a Changó. También recibe
ese nombre un
hermano menor del Oricha.

Abañeñe u Obañeñe: Oricha hermana mayor de Changó, quien lo crió desde muy
pequeño.

Abara: Melón, una de las frutas preferidas de Ochún.

Abayifó: Brujo. El que tiene el poder sobre las fuerzas desconocidas.

Abebe: Abanico. Atributo que pertenece a Ochún y a Yemayá.

Abeguda: Palma.

Abegudé: Nombre que también se le da al "Amalá Ilá", comida preferida de Changó.

Abegudi: Harina de maíz cruda.

Abeguedé: Harina de maíz cruda con quimbombó, una de las comidas de Changó.

Abeokuta: Nombre que se le da a una región de Africa en donde Yemayá fue reina. Esta
tierra fue bautizada con ese nombre en honor a una loma que tiene forma de cuchillo.

Abere: Aguja.

Aberebé: Otro de los nombres que se le da al abanico.

Aberikolá: Lo que no está sagrado.

Aberi Yeye: Cuando Ochún habla a través de los caracoles de consulta.

Abeyamí: Pavo real. Ave sagrada que pertenece a Ochún y de la que se toman plumas
para hacer abanicos que agradan a la Oricha.

Abeyoó: Extranjero, que viene de otras tierras.

Abgna: Ancianos. "Abgna, Abgna Ta Lese Oba Ba Yeye", esto quiere decir: "Donde está el
Rey y los ancianos se está bien".

Abi Awó: Es la persona encargada de ir al monte a recoger hiervas que se necesitan para
las ceremonias.

Abikú: Espíritu perdido que encarna en los niños al momento de nacer. Se identifica
cuando los niños afectados presentan problemas de salud como raquitismo y anemia,
también se presenta en los niños que nacen prematuros.

Abila: Libertad.

Abilá: Los pies.

Abilola: Se refiere a las personas que por su condición social pertenecen a un estatus
superior.

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Abinidina: Nombre que se le da a un hijo de Yemayá.

Abiodún: El niño que nace en una fecha importante para la sociedad o el primer día del
año. "Abiodún Owero Koko Lowó", parte de un canto que expresa la alegría del pueblo y
significa que al recién nacido le espera un destino signado por el poder y el dinero .
Persona que se encarga de entonar los cantos y rezos a los Orichas en los

Abisasá: Escobilla que usa Babalú para limpiar las enfermedades.

Abiso: Bautizo.

Abkuón: toques de tambor batá.

Abo: Carnero, animal que se le ofrece a Yemayá y a Changó.

Abola: Que tiene la mayoría de edad o que es mayor que los demás.

Abola Funi: Persona que adora a los Orichas.

Aboreo: Cuero de carnero.

Abora: Amigo.

Abotami: Chivo capado.

Aboru: Nombre de una de las tres mujeres que se encontraron con Orula cuando éste se
dirigía a la casa de Olofi a una reunión donde serían probados los Babalawos.

Aboya: Nombre de una de las tres mujeres que ayudaron a Orula a superar las pruebas
que le puso Olofi a los Babalawos.

Abua: Plato.

Abami oricha: Darle un carnero al oricha.

Abure: Hermano o hermana.

Achá: Tabaco.

Achabá: Cadena. También es el nombre que se le da a uno de los caminos de Yemayá.


Se dice que esta fue la Yemayá que vivió con Orula y consultaba con los caracoles en su
ausencia.

Achabkuá: Jicotea o tortuga.

Achá eru: Ceniza de tabaco.

Achá iki: Ceniza de leña.

Achale: Al oscurecer.

Achatí: Lo que se tira.

Achá Yiná: Tabaco encendido.

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Aché: Según sea el caso esta palabra puede tener varios significados: gracia, virtud,
bendición, amén, atributos que pertenecen a los orichas, comidas que pertenecen a los
orichas.

Aché oricha: Bendición del oricha..

Achedín: Derecho que cobran los santeros por su trabajo.

Acheé: La mitad del mundo, la que es alcanzada por el sol en la mañana.

Achelú: La justicia, la policia.

Achemí: Nombre que se le da a un hijo de Yemayá.

Aché Olofi: Por mandato de Dios.

Acheré: Instrumento sonoro que se toca en honor a los santos. También se le llama
acheré a las maracas.

Achesá: Desgracia.

Aché si mi lemi: "Me puso aché en la lengua". Expresión que dicen los orichas cuando se
les da el aché y comienzan a hablar luego de que posesionan a uno de sus hijos.

Aché to: Que así sea.

Achiá: Bandera.

Achibatá: Nombre de una hierva que comúnmente se le conoce con el nombre de


"paragüita" y que pertenece a Yemayá y Ochún.

Achikuá belona lóde: Expresión que se le dice a una mujer cuando está menstruando.

Achikuelú: Nombre de un Elegguá muy antiguo, poco conocido y que pertenece a la


orden de los viejos Babalawos.

Achiri: Secreto.

Achiwere: Loco.

Achó: Nombre de uno de los caminos de Obatalá. el que inventó el telar y creó la ropa.
Baila en un solo pie, tiembla mucho pero de frío, porque Achó es un Obatalá joven. Achó
también significa tela o vestimenta.

Achó Okó: Ropa de hombre.

Acho Aro: Traje azul.

Acho bini: Enagüa, saya, falda, vestido.

Achó dodo: Traje de todos colores en honor a Oyá.

Achó dudú: Ropa negra.

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Achó eñi: Ropa amarilla.

Achó Acho felelé: Ropa de seda de la que suena.

Achofo: Guardián del campo.

Achó fún fún: Ropa blanca.

Achogún: Actitud de matar. Nombre que se les da a los hijos de Oggún, a aquellos que se
encargan de sacrificar los animales a los orichas.

Achó gunsa: Calzoncillos.

Achó güole: Ropa usada.

Achó kanekú: Tela de colores.

Acholá: Sábana.

Achó lese: Pantalón.

Achó lote: Camisón.

Acholú: La justicia, la autoridad.

Achón chón: Caminar.

Achó mí: Camisa.

Achó ofo: Traje de luto.

Achó omorisa: Traje de asiento o de Iyawó.

Achó pupa: Ropa roja, la que viste en los rituales los hijos de Changó, Elegguá, Oyá y
Aggayú..

Achó pupúa: Tela roja.

Achoremí: Mi mejor amigo.

Achótele: Nombre que se le daban antiguamennte a .los babalawos.

Achupá: Menstruar.

Achué ití: Abanico.

Adá: Machete, espada.

Adadeke: Malhechor, malvado.

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Adadó: Isla.

Adagbo: Hasta luego.


Adague: Majá.

Adagunla: La parte del mar donde vine Inle.

Adaka dáke: Cierto tipo de collar.

Adalú: Masa hecha de frijol rojo, una de las ofrendas que se le hace a Oyá.

Adalum: Anima, espíritu errante que se le aparece a las personas.

Adamá: Almácigo.

Adamá leché: Persona malagradecida.

Adámo: Lagartija.

Adamó: Ateo. "El que no está ni con Dios, ni con el Diablo".

Adá modá: Muy bien.

Adamú: Tinaja.

Adan: Murciélago.

Adani: Plato.

Adano: Verguenza..A veces también se llama de esa manera a las personas necesitadas.

Adano, iya moforibale aremú, awa yé: "Madre nosotros los desgraciados te saludamos
para que nos protejas".

Adá o iyé moforibale aremu awayá: Cuando Changó le pide ayuda a Obba para que
pelee por él porque no pueder.

Adá olomi, adá oricha: "El machete es mi dueño y me hizo oricha".

Adasi ikú: Nombre de un hijo de Oyá.

Adé: Corona.

Adeín: Aceite de comer.

Adeina: Nombre propio.

Adelé: Jefe.

Adele: Los caracoles que se apartan cuando en estera van a hablar los 16 del oráculo.

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Adele: "Guardián que se queda cuidando". Se refiere a uno de los ikines de Ifá, el que se
aparta.

Ademiyé: Avispa.

Adena: Guardián.

Adeté: Lepra, sífilis.

Adi: Aceite.

Adié: Gallina.

Adieió: Pollito.

Adidón: Dulce, postre.

Adigbaé: Gritar, pedir socorro.

Adi Kosí: Hoy no puedo.

Adimú: Ofrenda para los orichas. "Yé re yetún yeré su yeré", rezo que se hace al
momento de ponerle un adimú a los orichas.

Adipulia: Caimito.

Adiyá: Verguenza, bochorno.

Adiyomí: "Hasta otro día". Lo que se le dice al oricha en el momento en que se despide
después de hacer posesionado o "montado" a uno de sus hijos.

Adiyá: Que no tiene verguenza.

Adó: Homosexual.

Adó: gofio, palanqueta o dulce de gofio.

Adofá: Hígado.

Adofí, adofá, okán: Los órganos internos del animal.

Adogo: Barriga.

Adokoyé: Acto de infidelidad de la mujer.

Adola: Mañana.

Adolá mó wí: "Mañana te contestaré" o "Mañana te hablaré"

Adomayé: Llaga.

Adoro adofi: Víceras del animal sacrificado.

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INDICE

• INTRODUCCION 1
• ORIGENES DEL PUEBLO YORUBA SU CULTURA Y RELIGION 3
• LOS YORUBA 7
• LA RELIGION YORUBA 10
• ESCLAVITUD 12
• EL SINCRETISMO EN LA RELIGION YORUBA 14
• SANTERIA 15
NUESTROS CABILDOS
ORISHAS DIOSES DE LA SANTERIA
• LA CREACION 26
• NACIMIENTO DEL MUNDO 27
• LA PRIMERA POBLACION DE LA TIERRA 28
• OGGUN 31
• ELEGGUA 35
• OCHOSI 41
• OSUN 44
• ORULA 45
• OBATALA 47
• OLOFI 50
• ORISHAOCO 51
• OCHUN 51
• OYA 52
• OZAIN 53
• SHANGO 53
• YEMAYA 57
• AÑA EL ORHISA DE LOS TAMBORES 58
• ODDUA 61
• CULTO A EGUN 64
SOCIEDAD OGBONI
SOCIEDAD GELEDE
SOCIEDAD EGUNGUN
• LOS COLLARES DE LOS SANTOS 67
• KARI OCHA CEREMONIA DE HACERSE SANTO 69
• BEMBE EL RITMO DE LOS ORISHAS 71
• EBO (SACRIFICIO) 72
• RAYAMIENTO 73
• FORIBALE (SALUDO) 73
• POSESION LA MONTA DEL CABALLO 75
• IYAWO LA ESPOSA O ESPOSO DEL ORISHA 75
• LAS MUJERES EN LA RELIGION DE IFA 76
• IFISMO EL METODO DEL DIOS IFA COMO ADIVINACION 77
• QUE REPRESENTA IFA 78
• BABALAWOS 78
• QUE ES UN OBA 81
• LOS CONOCIMIENTOS QUE TIENE QUE TENER UN OBA 81
• LOS ORACULOS 83
• EL ORACULO DE LOS CARACOLES 84
• EL DILOGGUN 87
• EL ORIATE MAESTRO DE CEREMONIAS 93
• FUMBI ESPIRITUS DE MUERTOS PALO MONTE MAYOMBE 95
• PALO MONTE 96

133
• ABAKUA LOS ÑAÑIGOS Y SUS SECRETOS 104
• EL RITMO DE LOS ORISHAS 111
• TAMBORES BATA 113
• TAMBORES BANTU 114
• RUMBAS YAMBU GUGUAGANCO COLUMBIA 114
• LA CEIBA MITO Y TRADICION 115
• RELATO DE UN TOQUE SANTO EN LA HABANA 115
• PATAKIES 118
• VOCABULARIO 142

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