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Nosferatu.

Revista de cine
(Donostia Kultura)

Título:
King Vidor o la capacidad de asombro

Autor/es:
Gallagher, Tag

Citar como:
Gallagher, T. (1999). King Vidor o la capacidad de asombro. Nosferatu. Revista
de cine. (31):4-13.
Documento descargado de:
http://hdl.handle.net/10251/41148

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·····-·NOSFERATU 31
111 Quién es el mejor ci- ... Y el mundo marcha no se ligión, educación, clase social, ni-
neasta de la historia?" . conforma con "capturar" la reali- vel económico, en todos los que
Si se hubiera hecho un dad cotidiana de las clases pobres intentan engañarnos y explotar-

' sondeo allá por 1929, la


corona hubiera recaído con toda
seguridad en King Vidor, un teja-
no de alcurnia. Pese a que hoy en
día solamente perdura en la me-
moria de los "happy few", los éxi-
de la gran urbe, sino que les obli-
ga a comprender el sentido de la
vida, y además lo hace desde un
punto de vista populista. Por esta
razón, ... Y el mundo marcha no
fue sólo una proclama política: el
nos, robarnos nuestras propias
pasiones. Las obras de Vidor son
la más sincera imagen iluminista
de la democracia ilustrada, que
emerge como un producto de la
percepción creciente por "cada"
tos de King Vidor, fi·ecuentes en hecho de que se exhibiera y de individuo de su ser y de su entor-
sus setenta y un m1os de carrera que se viera constituía una acción no. Antiguamente, sólo una ínfi-
cinematográfica, son el máxi - política para introducir un "nuevo ma parte de la sociedad -los
mo exponente del cine estadouni- realismo" en nuestra percepción "mandarines", en efecto- apren-
de\1Se. de la vida. Del mismo modo, Ale- dían a leer, a contar o a proceder
luya no se conforma con captu- de modo científico, a crem· leyes,
Con la presentación de Aleluya rar la vida rural negra, mezclando poesía, música, pintura, escultura
(Hallelujah) en 1929, precedida géneros como el documental, el o arquitectura. Pero en 1929, la
por El gran desfile (The Big Pa- melodrama, la música y la coreo- sociedad esperaba que todos no-
rade, 1925) y ... Y el mundo grafía. En realidad, se trata de la sotros hubiéramos recibido una
marcha (The Crowd, 1928), co- primera obra relevante que abarca educación, desarrollando al máxi-
menzó a extenderse la opinión de con seriedad la realidad de la po- mo nuestro potencial, puesto que
que Vidor había conseguido hacer blación negra y también la prime- era la única forma de evitar las
realidad el sueño de popularizar el ra en incluir actores de color en el guerras futuras y de instaurar una
cine, convirtiéndolo en un arte he- reparto (Daniel L. Haynes y Nina sociedad más justa. Las películas
cho por y para la gente. Mae McKinney) que desempeñan eran el fruto de esta revolución
un papel de seres humanos reales, industrial y cultural, o más bien
Vidor fue el Spielberg de los años alejado de los estereotipos. Impu- su reflejo, y de ahí la vitalidad del
veinte. Los beneficios obtenidos so la realidad negra en la cultura primer cine estadounidense. Sus
con El gran desfile bastaron para estadounidense. Con ocasión de protagonistas son siempre gente
dar notoriedad a la Metro-Gold- su estreno en Nueva York, la re- corriente que se debate entre per-
wyn-Mayer. Además, Vidor fue la vista Variety (la principal publica- secuciones, películas del oeste,
vanguardia de los al1os veinte. ción del mundo del espectáculo) astracanadas, melodramas urba-
...Y el mundo marcha es un des- le dedicó nada menos que tres nos y rurales, coronados por el
piadado y crudo melodrama que críticas. En su estreno en París, complejo e inacabable vagabundo
trata sobre la desesperación de la La Revue du Cinéma (precursora de Chaplin, el máximo exponente
clase media, filmado con cámaras de los Cahiers du Cinéma) reunió del héroe de la calle, y en las pe-
invisibles en las calles de Nueva a un grupo de gurús culturales culiarmente "americanas" pelícu-
York, y que se consagró como para rendirle homenaje en cuaren- las de Vidor.
uno de los hitos de la poesía del ta y dos páginas de turbadas reac-
cine mudo, a la altura de El aco- ciones. El redactor-jefe estableció El público se veía reflejado a sí
razado Potemkin (Bronenosez la tónica afirmando: "Aleluya es mismo en El gran desfile, estre-
Potemkin, 1925) de Eisenstein, de la pelfcu!a más bella que haya- nada siete años después de la Pri-
Amanecer (Sunrfse, 1927) y mos visto jamás". mera Guerra Mundial. Al enfren-
Tabú (Tabu, 1931) de Murnau y tarse cara a cara con lo que ha-
de Luces de la ciudad (City Lights, No existe rastro alguno de con- bían hecho, con lo que les había
1930) de Chaplin. De . .. Y el descendencia en ninguna de las tocado vivir, todo tenía sentido,
mundo marcha surgiría la inspi- dos películas: ni en Aleluya res- tenía un valor, como si se rebela-
ración para las películas del pecto a los negros pobres del me- ran contra su propia inanidad des-
neorreali smo italiano, dieciséis dio rural, ni en ... Y el mundo tapada. La imagen de la guerra
al1os más tarde. Como los italia- marcha respecto a los blancos desde la perspectiva de la gente
nos, Vidor dio a luz una realidad pobres de la urbe. Con un irónico corriente, no de los generales, ni
virtual que se podía palpar en la respeto legado de Stendhal, Vidor siquiera de los héroes, constituía
sala, y que no es una realidad pa- desenmascara las fobias y locuras un giro radical en la actitud res-
siva, ni el mero espectáculo de de sus personajes y les sigue en pecto a la guerra. El público italia-
una película, sino un diálogo que su camino en busca del equilibrio no atravesó una experiencia simi-
nos impulsa a unirnos en comu- entre las fuerzas de la vida, que lar después de la Segunda Guerra
nión y que hace aflorar nuestras nos amenazan con reprimirnos y Mundial con el estreno de Roma,
ansias de cambiar el mundo. convertirnos en lo que somos: re- ciudad abierta (Roma citta aper-

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ta, 1945), porque Rossellini supo Sin embargo, la tendencia domi- N ingún otro realizador (ni siquiera
adoptar la política de Vidor. nante de la cultura estadounidense Dovzhenko) pone tanto énfasis en
fue, desde los puritanos hasta el la tierra, en la verdad espiritual,
Vidor modificó los mitos de la siglo diecinueve, inglesa y protes- como concepto inherente a la na-
guerra y los desvió hacia una vi- tante, algo contra lo que nadie sa- turaleza. En An American Ro-
s ión iluminista de la democracia bía arremeter con tanto acierto mance ( 1944 ), una madre y s u
(a saber, que la educació n es el como Vidor. A pesar de (o preci- hijo contemplan cóm o em erge
camino hacia la utopía) tan propia samente debido a) sus orígenes te- una mariposa del capullo, y la ma-
de los movimientos populistas de janos y a su abuelo hún garo, dedi- dre dice: "Dios ha nacido, así
entreguerras. Las imágenes de Vi- có las cincuenta y cuatro películas co1no la vida, la bondad, la feli-
dar proclamaron esta visión con que rodó entre 1914 y 1959 a la cidad. la compasión ... Él hace
tal intensidad que lograron pene- divulgación de una visión científica que nuestro árbol florezca todas
trar en la conciencia nacional. cristiana del mundo. En el caso de las primaveras, como las ji-utas y
Así, con sesenta y tres años, el Vidor, y puede que incluso en la las flores y los campos de trigo.
pintor Andrew Wyeth -que inme- doctrina oficial, esta visión evoca- todo lo que vive y crece". En
diatamente nos viene a la mente al ba todo el espectro de la trad ición Aleluya, Zeke "se libera de su
evocar a la pintura estadouniden- protestante estadounidense, desde sentimie17to de culpabilidad" (en
se- había visto El gran desfile el misticismo inicial, pasando por palabras de Vidor) por haber ma-
ciento ochenta veces (literalmen- la carnalidad del baptismo sureño tado a su hermano y proc lama:
te). Sus obras más célebres, pro- hasta el transcendentalismo emer- "La tierra, el cielo y todo lo que
clamaba, son evocaciones de las soniano, unido a un apetito insacia- vemos pertenece a Dios " (2) (los
imágenes de Vidor, a veces volun- ble por los placeres sexuales y las diálogos de Vidor a menudo refle-
tarias, a menudo involuntarias ( 1). aventuras románticas. jan la poesía de los mejores ínter-
¿Qué misteriosa afinidad vinculaba títulos del cine mudo).
a Wyeth con El gran desfiJe? Los primeros colonizadores ingle-
ses, arrebatados por la naturaleza Vidor dijo: "Mi tema favorito es
Pero hay otros rea lizadores q ue intacta del lugar, definieron e l la búsqueda de la verdad. .. Creo
también describen la realidad esta- nuevo mundo como un nuevo en la intuición" (3). Qu izás por
do unidense. Howard Hawks evo- edén para el nuevo Adán. Dos si- eso, en E l m a nantial (The Fozm-
ca la América de la aristocracia g los m ás tarde, Ra lph Waldo tainhead, 1949), po r ejemplo, un
impía, Raoul Walsh la del proleta- Emerson ( 1803 -82), el pilar fu n- solo m in uto o una simple toma
ri ado impío, Jolm Ford la de la damental de la literatura estado- bastan para que dos personas que
clase católico-irlandesa emergen- unidense del siglo diecinueve, es- prácticamente no se conocen de-
te. De entre los directores de la cribió que la naturaleza era la ma- cidan casarse (4 ). Vidor insistía
generación de King Vidor nativos nifestac ión visible de la verdad es- en que la descripción convencio-
de los Estados Unidos, lo que lla- piritual invisible. Según Emerson, nal del rom ance en el cine era una
ma la atención es la sil enciada la contemplación de la naturaleza, falsificación de la realidad. "El
oposición entre la intensidad reli- unida al conocimiento y confianza tema en sí es falso: un hombre
giosa de un grupo (Vidor, Ford, en uno mismo, permite a cada in- conoce a una mujer, y todos los
Borzage, DeMill e, M cCa rey , dividuo encontrar su propio cami- problemas que surgen. En la vida
King, Stevens, Wood), frente al no hacia el reconocim iento de s u real. estos obstáculos no existen.
indiferente pero no menos desa- participación en la unión "orgáni- Cuando un chico conoce a una
fiante secularismo de un segundo ca" del conjunto de la vida. La chica. siempre es algo mágico. Le
g r upo (Hawks, Walsh, Welles, vida es, por tanto, una aventura. basta con verla para saber" (5).
Losey, Mann, Stu rges, C uko r, El poeta Walt Whitman se encar- "Es fácil romper barreras entre
Mankiewicz). La perplejidad rela- gó de demostrar (no sin escánda- dos seres humanos. porque cuan-
tiva de un tercer grupo, compues- lo) que ese tipo de "transcenden- do están ji-ente a frente surge una
to principalmente por ciudadanos talism o" no tenía nada que ver especie de alquimia que pone fin
estadounidenses nacidos en Euro- con el aburrido concepto inte lec- a todos sus problemas" (6). Vidor
pa (Sternberg, Lang, Tourneur, tual que el término sugiere, cele- es sinónimo de impulsividad, bús-
Hitchcock, Preminger) y por al- brando una comunión libre de ata- queda de la verdad e intuición, y,
gunos nativos de la "segunda ge- duras con la naturaleza en forma como Rossellini, no hace distin-
neración" (Ray, Fuller, M innelli), de éxtasis sexual. Las obras de ciones entre la religión y el sexo.
pone de relieve la claridad compa- Vidor compatien la intuición "or-
rativa de la cultura estadounidense gánica" de Emerson y Whitman, La fuerza de Vidor reside precisa-
de la época. Entre el sector reli- su actitud sexual, existencial, tác- mente en esa habilidad para dar
gioso y el seglar había más polari- til hacia la vida y su insistencia en ri enda suelta a la poesía en situa-
zación que dialéctica. la exploración de uno mismo. ciones de carácter tanto sexual
An American Romance

como religioso, como cuando un ¿Pero podemos decir que Chaplin Sin embargo, a pesar de que los
hombre conoce a una mujer, o es "sencillo"? Es cierto que ense- sentimientos no son senc illos, las
cuando nace una mariposa. guida sabemos que la patada de imágenes sí que lo son. Son éstas
"Siempre he creído que la senci- Chaplin significa "que te jodan". las proverbiales imágenes "que
llez es sinónimo de belleza", de- Pero no es tan sencillo adivinar valen más que mil palabras". Ros-
clara. "Siempre he pensado que, que Charlie es la víctima que con- sel lini, que también idolatraba a
en el cine, es mejor apelar al co- traataca, que se regodea sin re- Chaplin, las llamaba "imágenes
razón que a la cabeza ... Siempre mordimientos en su sadismo, o esenciales'' en el sentido de que
he intentado ser fiel a los temas que su traje de vagabundo le iden- estaban exentas de todo elemento
'terrenales' en las películas que he tifica más con las clases medias abstracto o de distracción. "El
dirigido" (7). que han caído en el desempleo y hombre es tan anciano como Dios
en la pobreza que con el subprole- cuando se trata de comprender
Chaplin era su modelo. En un tariado. La amenaza de perder el los sentimientos humanos", obser-
provocativo artículo escrito en estatus social era el mayor temor va Vidor(9).
1935 para The New York Times, de los años diez y los años veinte:
argumenta que "por supuesto, de ahí surgieron Mussolini y Hit- El poder de la senci llez de Vidor
Charlie Chaplin es el guardián ler. Las patadas de Charlie, ade- se refuerza con la ausencia de
del 1nayor secreto sobre la senci- más, tienen un toque "sofistica- tiempos muertos en sus mejores
llez para retratar los sentimientos do": egoísta, teatral, elocuente, momentos. Como Sternberg, otro
humanos... Desde Tombuctú a con orgullo. imitador de Chaplin, Vidor aborre-
Compton, Cal{fornia. hombres y cía los diálogos que arrastran in-
nntjeres de piel blanca, negra y Tampoco son sencillos los sen- necesariamente a través del tiem-
amarilla entienden esa patada en timientos del segundo ejemplo po puntos que ya están marcados
el trasero, esa mirada lastimera, de Vidor, una imagen de El en el espacio. Como resultado,
ese elocuente taconeo que repre- gran desfile que resume como sus diálogos a menudo parecen
senta el desdén por el 1nundo y "la eterna lucha de la mujer subtítulos de cine mudo o filoso-
por la disciplina. Es puro senti- para conservar a su hombre, fía concisa más que una expre-
miento. El diálogo sobra, sólo se- aunque sabe que su lucha es en s ión natural. Por ejemplo, en
ría un obstáculo" (8). vano". Guerra y paz (War and Peace 1

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Guerra e pace, 1956), cuando de ciento ochenta veces, contes- o Carné, Renoir y De Robertis.
muere Pierre, lo único que Nata- taba: "Tampoco entendéis mis Como Murnau y los neorrealistas,
sha dice es: "¿Dónde está aho- cuadros" ( 10). Vidor fusionó el documental y el
ra?". melodrama con la pintura y las
Vidor observa cada instante, intu- películas musicales, cuyo objetivo
Así como los personaj es de Cha- ye el paso de cada sentimiento y principal es tratar de penetrar en
plin, lo s de Vidor poseen tal también crea la mayoría de e llos. la conciencia de cada individuo.
''esencia", es decir, que se reco- Cuando Pien·e anuncia a Natasha De Sica citaba a ... Y el mundo
nocen de inmediato como "tipos" que se va a casar, Vidor adorna marcha como inspiración para su
exclusivos, que sus sentimientos su despecho con un cambio de obra Ladrón de bicicletas (Ladri
tan plenos pueden reflejarse en ángulo, un relincho en dub-in del di biciclete, 1948). Rossellini, el
gestos y movimientos, como la caballo, de repente inquieto, una único director relevante, además
patada de Chaplin. Estos gestos pieza de música suave que rompe de Vidor, que rodó una película
pued~n ser pequeños, como la el silencio, algunos juegos de cá- acerca de la historia del hierro,
madre contempla-ndo a la maripo- mara con los ojos de Natasha y compartía la preferencia de Vidor
sa, pero son los que, por encima un admirable diálogo, "suave, sua- por la intuición sobre la razón, su
del guión, mitifican el pasaje y lo ve''. Todo ello se desarrolla en ensimismamiento en el presente
hacen pasar a la historia. Pero unos cinco segundos, que no po- inmediato y en el individuo inme-
tambié n pueden ser mayores, dían ser más improvisados, pero diato, su pasión por el idealismo y
como Renée Adorée persiguiendo en e l que cada "truco" destinado a el vitalismo. Respecto a ... Y el
al camión que se lleva a John Gil- reflejar los sentimientos de Natas- mundo marcha, citaba "la inol-
bert en El gran desfile, o Natasha ha (su aventura) es tan parco, tan vidable impresión" que "me inva-
corriendo escaleras abajo hacia cronometrado, tan "chap1inesco", dió y me mostró el camino de la
Pierre. Éste es un sentimiento que que aceptamos de modo natural verdad, de la realidad" ( 11).
Vidor ya había reproducido en esos ballets v ictorianos, como fru-
Guerra y paz mediante una cace- to de l extraordinario universo del Probablemente deb ido a sus fuer-
ría de zorros y un baile, lo dioni- cine. tes raíces americanas, Vidor ejer-
s iaco en contraposición con lo ció una profunda influencia en el
apolíneo, al que sucederán simila- Es probable que Aleluya se inspi- mejor cine europeo, de modo per-
res movimientos de impul so, rara en Tabú. Tampoco es extra- manente, desde 1925 a nuestros
como cuando el deseo del mal ño que los filmes de Vidor fueran días, una influencia de mayor du-
acecha a Natasha y Napoleón pe- la fu ente d e inspirac ió n de l ración y envergadura que la que
netra con sus ejércitos en Rusia. neon ealismo ita liano, herencia di- pudieran ejercer Fitzgerald, Faul k-
Como Chaplin, Vidor convierte recta de ...Y el mundo marcha ner o Stein beck en la literatura eu-
cada impulso en un ballet. Cuando ( 1928), Aleluya y El pan nues- ropea. Entre El gran desfile y
decían a Andrew Wyeth que no tro de cada día ( Our Daily Aleluya, Vidor fue aclamado en
e nt end ían cómo podía seguir Bread, 1934) sin necesidad de todo el mundo, incluso en los Es-
viendo El gran desfile después Dos Passos, Hemingway y Verga, tados Unidos, como un ci neasta
titánico cuyo compromiso social
era tanto como su éxito comer-
cial, algo que no ha ocurrido a
ningún realizador estadounidense
desde entonces. Si se hubiera he-
cho un sondeo, Vidor habría sido
consagrado como el mejor cineas-
ta de la historia, e l director que
por fi n supo comprender el po-
tencial poético del cine. Era tal su
\l. importancia que fue reconocido
incluso por las publicaciones de l
sector, hasta tal pun to que la re-
vista Variety se dio cuenta de que
no podía rendir un justo homenaje
a Aleluya sin ded icarle por Jo me-
nos tres críticas, acerca de los
blancos, los negros y las mujeres.
En París, La Revue du Cinénw
reunió a un gran número de inte-

1 Aleluya

j
...Yel mundo marcha

lectuales pan smos con ocasión con los estereotipos de las pelícu- dó sorprendido al ver los cuadros
del preestreno de Aleluya y publi- las. Prácticamente no hay trama, expuestos: "¿Por qué no hay nin-
có cuarenta y dos páginas de tur- no hay explotación del sexo en el gww bueno? La respuesta es que
badas reacciones. Las críticas a interés del amor, no hay clímax los pintores no pintan desde su
las películas del neorrealismo ita- fisico, no hay l~tcha, no hay intri- propia experiencia. si1w que imi-
liano de ~os años cuarenta repro- ga programada. Los personajes, tan alguna pintura que han visto.
ducían casi palabra por palabra gente corriente, actúan como si No pintan lo que son en realidad.
las críticas a las obras de Vidor fueran personas en lugar de acto- porque resulta muy dificil de re-
en los años treinta. La técnica pa- res, no hay villanos, no hay infa- flejar en un lienzo. Es fácil rela-
risina para promocionar a los rea- mia, no hay éxito" (1 3). tarlo en un libro, pero en una pe-
lizadores italianos en la posguerra lícula r esulta más complicado
fue la misma empleada para la En realidad, las obras de Vidor, porque tienes a cientos de perso-
promoción de la obra de Vidor en Rossellini y De Sica están plaga- nas a tu alrededor. Hoy en día,
1930. "El estilo de King Vidor es das de melodrama y sexo, trama nos estamos acercando al yo in-
la ausencia total de estilo. un ex- y clímax, y de toda clase de in- mortal, que en mi opinión es
ceso de concreción", escribió Ro- venciones cinematográficas. Re- Dios. Él no está en un altar, en
ger Bli n en La Revue du Cinéma sulta curioso que críticas de épo- una puesta ele sol, en un sermón:
Uunio de 1930), anticipando la cas tan distintas insistieran, en está en nuestro interior. Todo vie-
descripción de Bazi n (igualmente términos similares, en que sus pe- ne del interior, que es el lugar del
errónea) en 1949 del Ladrón de lículas eran "algo más" que sim- arte" (14).
bicicletas: "Se acabaron los acto- ples películas. De hecho, e l "rea-
res, los argumentos, los platós, en lismo" de Vidor, así como el de Vidor, Rossellini y De Sica com-
otras palabras, la ilusión estética Rossellini y De Sica, está más en- parten lo que Vidor llamaba "téc-
más pe1jecta ele la realidad: se raizado en el autor (un vidente, un nicas de primera persona": se
acabó el cine" (12) . •..Y el mun- investigador) que en lo que se centran en las impresiones y ex-
do marcha, declaró Gilbert Sel- muestra. Vidor, un día que pasea- periencias de un individ uo. Aun-
des en 1928, "rornpe totalmente ba por Greenwich Village, se que- que tratan por todos los medios

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de documentar un universo "rea- verdad que hemos tenido siempre. dil apida la fortun a familiar con
lista" en torno al individuo, su in- Las pretens iones hero icas son una puta y mata a su hermano por
terés principal se centra más en la quimeras, nacidas de la a liena- accidente cuando intenta disparar
conciencia interior de l protagonis- ción, la desesperación y la volun- a s u chulo. Desolado, se hace
ta (de su Noé), o en e l caso de tad de poder sexual : sólo mediante predicador, con vierte a la puta
Vidor y de Rossellini, de la prota- la realización de nuestro cometido pero, traicionado de nuevo, la
gonista. Según Eric Sherman, en común dentro de la sociedad y de mata y va a la cárcel antes de
Vidor "el mundo e.,r:iste para mí, y la familia tendrán nuestras vidas volver a casa con su familia (can-
lo sé sólo por estar aquí y vivir una razón de ser ( 17). E l padeci- tando "Goin' Home"), cuando por
este momento" ( 15 ), un proceso miento que desemboca en la sabi- fin acepta sus pasiones sublima-
tan sensual y emocional como in- duría -hecho de subidas y caídas das y su lugar en la creación del
telectua l. Lo mora l y lo fisico son sucesivas- es e l equivalente moral Señor. ¡Son tantos los vericuetos
indisociables. La vida es explora- de los ciclos regenerativos de la en el camino hacia la sabiduría !
ción,.acción, impulso. naturaleza. En Guerra y paz, Natasha, Pierre
y A ndrei se enfre ntan a arduos
Ya en la primera película de Vi- La familia o la comunidad, no obstáculos, cada uno por su lado,
dor, titul ad a c on ac ierto The obstante, no e s un idea l, una antes de lograr la paz y la pleni-
Turn in tbe Road (1 9 19) e inspi- fuente de a limento, sino un cam- tud; sus familias son primero víc-
rada en la Ciencia Cri stiana, el po de batalla, un punto de resis- timas y después beneficiari as de
protagonista recorre el mundo en tencia. Un sorprendente n úmero sus peregrinaciones. En sus pri-
busca de la verdad. Pero tanto en de obras de Vidor afinnan el ma- meras películas, el esquema inicial
esta obra como en toda la carrera trimonio considerando e l adulte- de Vidor enfrentaba a un único
de Vidor, el protagonista sólo es ri o. Porque el pecado, en la C ien- miembro errante con la estabilidad
aparente: según Vidor, es un pro- cia Cristiana, no se contempla en de s u familia, aunque en filmes
tagonista "en cuya mano no recae término s de puritani smo, s ino posteri ores las famili as se escin-
el poder de 'crear' situaciones en como un viraje hacia la luz, e l ca- den en tantos trozos como miem-
las que se encuentra a sí mismo, mino hacia D ios. Vidor creía que bros componen la misma. Los ar-
pero que sin embargo las p uede "toda la insp iración y toda la quetipos de la familia de Natasha
sentir" (1 6). Este arg umento es vida procede directamente de tienen sus equivalentes en Paz en
explícito en su tolstoyana Guerra Dios, sin la intervención de situa- la guerra (So Red the Ros e,
y paz: "Ahora vete, y déjanos a ciones ortodoxas o de intermedia- 1935), An American Romance,
nuestra suerte", dice Natasha a su rios de ningún tipo" ( 18). Debe- Duelo al sol (Duel in the Sun,
hermano en su baile de presenta- mos reco rrer e l camino hac ia 1946), Stella Dalias (Stella Da-
ción e n sociedad, en el que se D ios por nuestra cuenta. Sin el lias, 1937), Champ (The Champ,
rendirá a la danza, y en el que la arropamiento de sus famili as, los 193 1), Japanese War Bride
cuestión es cómo encontrará e l personajes de Vidor atraviesan so- ( 1952) y muchos más: una madre
equilibrio. En las obras de Vidor litarios sus vidas para encontrar la que encarna al hogar, un padre
no aparecen héroes ni villanos, y vi rtud necesaria para fusionarse píc ar o , hij os h a mbri ento s de
la verdad que encontramos es la en una familia. En Aleluya , Zeke ave nturas de amor y de guerra,
con sus esperanzas "en algún lu-
gar por encima del arco iris ",
como cantaba Judy Garland en
una escena dirigida por V idor en
El mago de Oz (The Wizard of
Oz, 193 9). Pero la desilusión vie-
ne acompañada por la luz, y no
será la necesidad sino la ab undan-
cia la que volverá a reunir a la
fa milia. La alternancia entre esci-
siones y fusiones familiares evoca
los ciclos de la naturaleza y las
subidas y caídas del ser humano.
Ha y un a nota des carada mente
protestante y estadounidense en la
insistencia de celebrar la verdad
en familia, tras haberla descubier-
to en la más estricta soledad. Es
posible que ningún otro pasaj e del
Guerra y paz

• • • •IJI;¡]•IINOSFERATU 31
Duelo al sol

cine haya capturado la imagen de se ve confrontada de súbito a su ma a la Stella Dalias de Vidor,


Estados Unidos de forma tan au- propia imagen reflejada en un es- cuyo propio apetito erótico por la
téntica como Garland, su canción, pejo. La realidad ineludible. Algu- autodegradación alcanza el clímax
su energía chaplinesca y el cine nos de nosotros se salvan, pero la máximo en la maternidad, o en el
de Vidor. mayoría cae. Algunos de nosotros masoqui s mo de John Si ms en
sucumbimos a vidas de privacio- ...Y el mundo marcha o de Wa-
Pero las consecuencias de esta nes -Miriam Hopkins en The llace Beery en Champ; o a la de
soledad son a menudo violentas y Stranger's Return (1933), Ro- Lloyd Nolan en The Texas Ran-
aberrantes y el destino suele reve- bert Montgomery y Hedy Lamarr gers ( 1936), cuyo homoerotismo
lar su faceta maléfica; incluso la en Cenizas de amor (H.M. Pul- vira a la violencia frente al mun-
madre que encarna al hogar suele ham, Esq., 1941 )-, o simplemente do, al narcisismo frente a sí mis-
ser una figura grotesca. La sole- nos tumbamos y dejamos que nos mo, al sadismo frente a su rival
dad en la que hace hincapié Vidor maten -John Milis en Guerra y de amores Jack Oakie, y al maso-
es un contexto de terror. Así paz-. O nos decantamos por el quismo frente a su amado (Fred
como Rossell ini demos tró, en aspecto sadomasoquista ejemplifi- MacMurray), y que sólo logra el
L'amore ( 1948), mediante largas cado en e l Napoleón de Vidor, clímax con un incierto tiroteo y
tomas y una cámara despiadada- quizás el personaje más intensa- con la muerte (una escena que se
mente servil la ausencia de salidas mente faústico del cine ( 19), y reproduce desde el punto de vista
para un alma torturada, Vidor hizo nos lanzamos como tarados a la heterosexual en Duelo al sol); o
lo propio al final de Champ, per- destrucción orgiástica y al desen- en la matanza de los indios por los
siguiendo sin tregua a Jackie Coo- freno, arrastrando a otros en soldados, que llega incluso al ca-
per por la estancia. En Guerra y nuestra caída, del mismo modo nibalismo, en Northwest Passage
paz destaca el terrible instante en que Fausto-Napoleón arrastra a la (1940), en la que sigue siendo la
el que Natasha, tras huir del hom- Grande Armée al humus de barro, masacre más espeluznante de la
bre oscuro a través de una serie cieno, nieve, ríos helados y nie- historia del cine. A Lloyd Nolan
de estancias hasta llegar a una ha- blas, disolventes universales de no le queda siquiera el consuelo
bitación vacía, cierra la puerta y Vidor. Una imagen que se aproxi- de que el paso de la orientación

NOSFERATU 31 • • • • • • •
homosexual a la heterosexual re- vas a la carne y al espíritu en sus no, de la mente y la materia, y de
fleje (en los términos de la pelícu- formas más complejas. Vidor se muchas otras cosas. Los senti-
la) el paso del estado salvaje a la enamoraba de las protagonistas de mientos nos atraviesan cíclica-
civilización, puesto que Nolan (no sus obras mientras escribía sus mente, verano, invierno, primave-
más que Sims, Beery, Hopkins, papeles, y posteriormente de las ra y otoi'io, pero también las sen-
Montgomery, Lamarr o Milis) es actrices que los representaban. El saciones: jóvenes, ancianos, un
incapaz de dar ese paso. Al con- sentido de la sexualidad de Vidor demoniaco Napoleón, igualmente
trario, parece que la intención del atraía a los hombres italianos y demoniacos amantes, cada uno de
Señor es que caigan, y que sólo franceses. Su fuerza es cósmica ellos convirtiéndose alternativa-
logren la felicidad al resignarse a y sacramental, uniendo a todos mente en sujeto y objeto, actor y
ello. Ninguno de ellos, ni siquiera los seres vivos del reino del Se- juguete, como si sus sentimientos
Napoleón, se sorprende. ñor. Las películas de Roluner re- les gobernaran y buscaran la solu-
flejan ese mismo sentido del sexo, ción a sus problemas. En una es-
No encontramos a la verdad, la de la aventura y del sacramento, cena, nos convertimos en Natas-
verdad nos encuentra a nosotros: construido en imágenes que con- ha (Audrey Hepburn) mirando a
de ahí surge, tanto en Yidor como siguen mezclar el realismo docu- Andrei (Mel Ferrer); en la siguien-
en Rossellini, la paradójica unión mentado y la pintura. Sin embar- te somos Andrei contemplando a
entre el realismo documentario y go, al contemplar la devoradora y Natasha (sólo en lo relativo a la
la pasión por los iconos, entre el constante meditación de Vidor en destreza técnica con la que Vidor
nodo y el melodrama, entre la el rostro de Audrey Hepburn, nos nos introduce constantemente en
vida real y las estrellas. La estrella recuerda qu izás más a Godard, a la mente de los personajes, Gue-
es el locus de nuestra empatía, a sus largas tomas que imitaban e l rra y paz es una obra fascinante).
través de ella experimentamos las paradigma de Vidor, a las mujeres Reflexionamos sobre un rostro,
pasiones de la v ida. Contempla- que conscientemente se sometían los co lores, las geometrías en
mos maravillados el mundo con la a su ojo inquisidor, y Vidor, a pe- movimiento. Los personajes no
estrella y la estrella en sí, hasta sar de su amabilidad y cortesía sólo sopo1tan una dolorosa o ex-
que estalla una interacción mági- sureña, no resulta menos voraz. tática peregrinación tras otra, sino
ca, que Natasha logra en su pleni- N inguna actriz ha sido tan besada que al mismo tiempo comentan
tud. como Audrey Hepburn en esta extasiados lo que les ocurre
película, sucediéndose una aven- ("¿Quién soy ahora?"). La duali-
"Natasha", dice Yidor, "impreg- tura tras otra. En la obra de Yi- dad siempre está presente: la dis-
na toda la estructura del film con dor, así como en La chinoise tancia de un personaje novelesco,
el arquetipo de mujer a la que tan ( 1967) de Godard, está siempre la inmediatez de una actriz; la
profundamente caracteriza. Si es- latente ese deseo, un deseo sexual exaltada espiritualidad de la expe-
tuviera obligado a resumir el que debido a su carácter sexual, riencia, la increíble carnalidad de
guión de Guerra y paz en una que lo vincula a toda la vida en el su expresión. Contemplar a Na-
sola frase, diría que es la historia cielo y en la tierra, es completa- tasha correr de las escaleras a l sa-
del camino de Natasha hacia la men te humano y atribuye un lón en el que Andrei le declara su
madurez. Ella representa en mi alma, una personalidad, a toda la amor es recordar a las adolescen-
opinión el alma de la historia, biosfera. También Dios nació tes de Jean Renoir danzando fren-
que planea sobre la película para desear. En el retrato cinema- te a la vida en El río (The River,
como la propia inmortalidad" tográfico de Vidor por Catherine 1950), pero también es un guiño a
(20). "Mi principal recuerdo de Berge, Journey to Galveston un modo de compmtamiento tan
la pelicula es la excepcional in- ( 1980), hay un momento mágico exótico como el del teatro No ja-
tervención de Audrey Hepburn. en el que Vidor dice: "Tengo tres ponés. Los momentos del baile en
Solía verla una y otra vez durante hijas", al tiempo que su tono pa- los que se produce la transición
el montaje de la película, y no me rece preguntar, asombrado, ¿cómo entre el monólogo interior de Na-
cansaba nunca. Siempre encon- puede ser posible? tasha, deseando que Andrei estu-
traba algo nuevo que no había viera allí ("príncipe Andrei",
visto aún" (21). Nada puede definir mejor el cine como le llamaba) y la aparición de
de Vidor. Asombro respecto a la Andrei frente a ella, y la extraña
Si las películas son una búsqueda, naturaleza, a las mujeres, a la pose con la que extiende la mano,
o una ''investigación", para Vidor, vida, a la conciencia. capturan un modo de ser distinto
Jos neorrealistas y otros románti- en el mundo actual. Vidor era Jo
cos modernos, ¿qué área de in- Guerra y paz es una meditación mejor que podía pasarle a una ac-
vestigación nos depara más sor- acerca de las maravillas de la feli- triz de Hollywood, aunque en la
presas que la mujer? Este tema cidad, de la tristeza, de la paz y de MGM, dónde se desarrolló la ma-
atesora todas las cuestiones relati- la guerra, de la libertad, del desti- yor parte de su carrera, nunca
tuvo a su alcance a la Garbo, o a 2. Luc Moullet y Michel Delahaye: 15. Eri c Sherman: "King Vidor". En
la Crawford o a la Shearer, e in- "Entretien avec King Vidor". Cahiers Jean-Pierre Coursodon, ed.: American
cluso si sus protagonistas pensa- du Cinéma, número 136. Octubre, Directors. Volúmen l. McGraw-Hill.
1962. Página 5. Nueva York, 1983. Página 350.
ban que Vidor no entendía sus ne-
cesidades como actrices, incluso 3. Ibídem. Página 14. 16. Vidor, citado por Richard Combs:
si sus mujeres no eran tan con- "King Vidor". En Richard Roud, ed.: Ci-
temporáneas como las de Cukor o 4. Ibídem. Página 14: la explicación es nema; A Critica! Dictionary. Viking.
Curtiz o Hawks, eran más refina- de Mouliet o Delahayc. Nueva York, 1980. Página 1.027.
das, más complejas y fisicamente
5. Ibídem. Página 2. 1 7. El protagonista preferido de Vidor
más expresivas. Ningún otro di-
es el arquitecto de El manantial, al
rector supo dar a Judy Garland 6. Ibídem. Página 14. que Vidor admiraba por su indepen-
instantes comparables. Además, dencia y seguridad en sí mismo. No
al estilo de Rossellini, Vidor obte- 7. "From a Vidor Notebook". NeH' York obstante, no le gustaba el final de la
nía resultados a partir del propio Times, 10-3-1935. película, cuando estallan los edificios,
compmiamiento de la actriz, más y no cambió de opinión hasta veinte
8. Ibídem. años después. En Northwest Passage
que de los métodos de la actua-
Spen cer Tracy es un héroe de propor-
ción: puede que sintamos que la 9. Ibídem. ciones superhumanas, pero Vidor nun-
gente de Vidor está actuando, ca finalizó el tilm, en cuya segunda
pero nunca que son actores. De 1O. En la obra de Vidor Metaphor: King parte debía describir la desintegración
hecho, sus personajes desempeñan Vidor Meets With Andrew Wyeth. de Tracy.
a menudo un papel específico,
11. Francis Koval: "Interview with 18. Vidor entrevistado por Charles Hig-
como Zeke en Aleluya o Jackie Rossellini". Sight ami Sound. Febrero, ham y Joel Greenberg, en su publica-
Cooper en Champ, cambiando la 1951. Página 393; Pío Baldelli: Roherlo ción The Celhdoid Muse: Hollywood
piel del personaje, de un modo es- Rosse/lini. Samona e Savelli. Roma, Directors Speak. Signet. Nueva York,
quizofrénico. Cuando Natasha se 1972. Página 253. 1971. Página 272.
abandona a las notas del vals, nos
12. André Bazin: "Voleur de bicyclet- 19. Uno de los obstáculos para apreciar
damos inmediatamente cuenta de
te". Esprit. Noviembre, 1949. Reimpre- Guerra y paz es la tendencia (bastante
que Vidor es probablemente el más so en Qu'est-ce que le cinéma. Volumen natural) a considerarla, así como a su
"pintor" de todos los realizadores 4. Página 59. descripción de Napoleón, como un do-
(paisajes, retratos, estancias, el cumento histórico más que como una
baile que resume toda una civiliza- 13. Gilbert Seldes: "A Fine American película mitológica (lo que sería más
ción) y de que Natasha y sus ami- Movies". The Ne11' Republic. 7-3-1928. apropi ado).
Páginas 98-99. Reimpreso en Gcorge C.
gas están sentadas sobre una pirá-
Pratt: Spel/bound in Darkness. New 20. New York Times, 12-8-1956.
mide de esclavos; vibramos al rit- York Graphic Society Ltd. Greenwich,
mo de la música, compmtimos el CT, 1973. Páginas 469-471. 21. Mark Shivas y V. F. Perkins: "In-
arrobamiento de la chica cuando terview with King Vidor". Movie, nú-
dice "sí" con todo su cuerpo y 14. Citado en King Vidor interviewed hy mero 11 . Julio-agosto, 1963.
alma, nos damos cuenta de que "el Nancy Dowd and David Shepard. Di-
rccto rs Gui1d of America and Scarecrow 22. King Vidor lnterviewed by Nancy
hecho de estar consciente ya es un
Press. Metuchen, 1988. Página 276. Dow. Página 16.
milagro en sí mismo" (22) y com-
prendemos (como Emerson) las
palabras de Tolstoi que aparecen
en pantalla para coronar la obra de
Vidor y resumir el trabajo de toda
una vida: "Lo más dificil, aunque
jimdamental, es amar a la Vida,
amarla aunque se sztfi'a, porque la
Vida lo es todo. La Vida es Dios y
amar a la Vida sign(fica amar a
Dios".

NOTAS

1. Wyeth y Vidor discuten e ilustran la


deuda de Wyeth a Vidor en un corto en
16 mm. de 35 minutos de duración, no
estrenado: M ctaphor: King Vidor
Mects With Andt·ew Wyeth ( 1980).

Champ

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