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Ese modo que colma, cuento de Daniel Sada

Juan Ramón Ríos Trejo

Traen mente de varios, revolucionarios


Como Pancho Villa, peleando en guerrilla

MOVIMIENTO ALTERADO

Ai’ les va el apoyo pa’ tumbar cabezas


El macho va al frente con todo

MOVIMIENTO ALTERADO

La fiesta estaba en su punto y la banda retumbaba

LOS TUCANES DE TIJUANA

¿Cómo iniciar un despliegue analítico de la narcocultura a partir de un dispositivo


literario? ¿Debe hacerse desde las imágenes y símbolos que expone? ¿Desde sus
recursos narrativos? ¿Sus voces/personajes? ¿Tan sólo desde la palabra misma?

Dadas las características del relato de Daniel Sada, lo primero que parece
importante rescatar es la cadencia misma de su escritura. Usando la propia voz de su
narrador, quien habla de “rezos como cantos”, los párrafos se van leyendo como un
nado entre versos. Combinando la intención de enunciar descripciones y avances de
trama (que aún en su extensión mínima precisan movimiento). Incluso con
expresiones tan barrocas, manieristas o sencillamente rebuscadas, hay una
musicalidad sinuosa. Y brota una paradoja (tal y como en Ese modo que colma): es
probable que desprovista de palabras tan infrecuentes, su lectura fuese más fluida,
pero justo sin esas palabras su potencial de lectura poética-rítmica se vería reducida
de manera drástica. Es en esa elección de términos donde se barajean juegos
lingüísticos de altos vuelos. Como un refinado catador que mezcla lo mismo lenguaje
culto, palabras antiguas o en desuso, que lengua popular y vocablos llanos.

Los personajes de Sada, sea que tengan un lugar material en la historia o como
invisibles y omnipresentes testimoniales, hablan en esa extraña fusión expresiva.
Desde allí, el cuento arranca en una plataforma de sobra conocida, una en donde lo
mismo caben elementos tan trillados como avionetas, paquetes de cocaína,
¡colombianos!, fiesta, armas, alcohol y mujeres. Sin embargo, dichos clichés del
universo narcocultural parecen estar dispuestos de manera irónica, hasta sardónica,
donde la voz principal, por quien conocemos todos los pormenores, se permite incluso
burlarse de los mecanismos habituales que ocurren en organizaciones y tratos de esta
clase (“La avioneta [obvio] libraría lo aduanal que dizque estricto”).

Aunque dichos participantes estén poco delineados (tan sólo hacia el final del
cuento algunos consiguen un nombre) la ambientación y el situacionismo precisa un
amplio reconocimiento. Los detalles del pipiripao, el baile agarroso, ese festín rural
espléndido que por grandilocuente no es menos palpable; degustable. Además,
considerando la aparición del libro a inicios de 2010, en pleno momento álgido de la
guerra contra el narco, es un reflejo artístico bien aferrado a su momento histórico.

Todo ello me hizo pensar en tres ejemplos de la cinematografía mexicana que


bien pueden cruzarse y relacionarse con Ese modo que colma. Los primeros dos (el
segundo probable consecuencia y referencia del inicial) hacen una suerte de
presentación simbólica cultural del relajo fiestero y el atascamiento, me refiero a la
cinta Mecánica nacional (1972), de Luis Alcoriza, donde una familia queda atrapada
en un descampado donde se celebra un reventón sin límites, y en el más reciente
cortometraje de Carlos Reygadas Éste es mi Reino, donde otra reunión se torna una
explosión de tensiones y violencias. El tercer ejemplo, mucho más directo, toma lugar
en la película Cómprame un revólver (2018), de Julio Hernández Cordón, y como tal
replica una fiesta del narco con desenlace fatídico.

A su vez creo que toda la construcción subjetiva de masculinidades en el relato,


aún cuando no sale de una representación típica, es desde su forma que cobra una
lectura con múltiples posibilidades, alejándose de la mera glorificación o la creación
acrítica. Si bien ocurren actitudes de agresividad y violencia, no tienen un motivo
tirado a la justificación. Si bien el relato está cercano a mitificar la figura del narco (al
alinearse con sus referentes en el imaginario colectivo) cabe decir que no hace una
legitimación explícita ni presenta a un Estado derrotado/rebasado por poderes
paralelos.

Tampoco llega a humanizar a narcos y compañía, no hay una búsqueda de


mirada empática, pero permite en la construcción de universo una salida al menos
confortable, queriendo encontrar una suerte de explicación (decididamente literaria)
a la crueldad, el caos y la barbarie (a las decapitaciones poniéndose de moda).

El académico Christian Sperling, en un artículo que busca analizar la


representación de la violencia en la obra de Sada, explica:

“la violencia figura como si fuera manifestación de lo sublime: aquí lo inenarrable de la


violencia experimentada es desafiado por un lenguaje lúdico que sondea las posibilidades de
describir el horror que implican el hallazgo de cadáveres descuartizados. En otras palabras,
los cuerpos abyectos constituyen un reto para la verbalización lúdica, y así el problema que
arroja el texto es estético. El cadáver es abordado por su espectacularidad, lo cual disminuye
su relevancia social, política o criminológica.” (2017, p. 3).

Así es como finalmente se hace patente que el protagonista indiscutible del cuento de
Sada es el lenguaje. Y las preguntas que rondaron siempre la lectura son urgentes y
tremendas: ¿Cómo lidiamos verbalmente con la violencia? ¿Qué lugar le damos?
¿Cómo la decimos/nombramos/escribimos?

Tal parece que la configuración de las palabras, de la narrativa, de las formas


cambiantes del habla, son al final de cuentas los modos que colman. Algo que se
desborda. Que llena a los perpetradores (ficticios o no) en el ejercimiento de su
sadismo pero que a nosotros como espectadores nos corresponde cuestionar cuanto
no nos sacia también el escuchar/ver/consumir dichas expresiones.

Sperling sigue y yo termino: “los asesinatos se vuelven espectáculo cuyo


impacto en el observador lleva a la temática central: los límites del lenguaje para dar
cuenta de la violencia”.

Referencias

Sperling, Christian (2017). El lenguaje del juego, de Daniel Sada: ¿un lugar para
observar la violencia? En Literatura Mexicana. Artículo en línea disponible
en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6197479.pdf

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