Está en la página 1de 8

RECOMENDAR LIBROS DE JOHN STOTT Y/O MARTY LLOYD JONES.

“El Sermón
del Monte”
BIENAVENTURANZAS

Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2  Y abriendo su


boca les enseñaba, diciendo: 3  Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el
reino de los cielos. 4  Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. 6  Bienaventurados
los que tienen hambre y sed  de justicia, porque ellos serán saciados. 7  Bienaventurados los
misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 8  Bienaventurados los de limpio
corazón, porque ellos verán a Dios. 9  Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán
llamados hijos de Dios. 10  Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la
justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 11  Bienaventurados sois cuando por mi causa
os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12  Gozaos y
alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los
profetas que fueron antes de vosotros.

Idea universal: Los hijos de Dios, los cuales muestran estas características recibirán grandes
recompensas eternas
Idea homilética: Si tú eres hijo de Dios debes mostrar estos frutos y puedes estar seguro de
recibir todas estas promesas

No se tratan de lo que uno tiene que hacer para recibir esas promesas, sino que describe el
carácter de aquellos que siguen verdaderamente a Cristo y han sido nacidos de nuevo, de
modo que el Espíritu Santo domina sus vidas. De otra manera sería imposible para una persona
alcanzar estos estándares de vida.

V.9
Ser pacífico es resolver los conflictos pidiendo disculpas, perdón, restituyendo cuando es
necesario, no recurriendo a la venganza. Es también prestar un servicio humilde a las personas.
¿Por qué hay tantos problemas y dificultades en mantener la paz en el mundo? Hay una
sola respuesta adecuada para estas preguntas; y no es ni política, ni económica, ni social. El
problema, según la Escritura, está en el corazón del hombre, y hasta que el corazón del hombre
no cambie, nunca se resolverá su problema tratando de manipular la superficie. Sólo un corazón
nuevo, sólo un hombre nuevo puede resolver ese problema.
La persona no nacida de nuevo busca su propio bien, su beneficio a toda costa, aunque ello
pudiera generar conflictos y daño a otras personas. Mientras que el pacificador es alguien que no
causa conflictos buscando ganar algo o por ensalzar su egocentrismo, sino que actúa para que
1
haya paz entre las personas, entre grupos, entre naciones y por encima de todo preocupado por
conseguir que todos los hombres estén en paz con Dios.

El cristiano tiene una idea nueva de la vida, y esto implica sin duda que también tiene una
idea nueva de los demás. ¿Por qué son así? Son así porque todavía están bajo el dios de este
mundo, "el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia." Esa pobre persona es
víctima del yo y de Satanás; está esclavizada; tengo que tener piedad y misericordia de él.'
pacificador tiene una sola preocupación, y es la gloria de Dios.
Está incluso dispuesto a sufrir injusticias a fin de que se consiga la paz y de que la gloria de
Dios aumente

¿Cómo se consigue en la práctica?


1. Aprende a callar. Si se pudiesen controlar las lenguas habría muchas menos discordias en el
mundo. Santiago lo dice muy bien, 'Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo
para airarse.' (Santiago 1:19-20; 3:12-12). El pacificador no va diciendo cosas por ahí a unos y
a otros que pueda llevar a crear conflictos. A menudo tiene ganas de decirlas, pero en bien de
la paz no lo hace.
2. Deben hacer todo lo posible para encontrar maneras de promover la paz. Recuerden, 'Si tu
enemigo tiene hambre, dale de comer.' Ahí está su enemigo, que ha dicho cosas terribles
acerca de ustedes. Bien, no le han contestado, han dominado la lengua. No sólo esto, sino que
han dicho, 'Me doy cuenta de que es el diablo que actúa en él y por tanto no le voy a contestar.
Debo tener compasión y pedirle a Dios que lo libere, que le haga ver que es víctima de Satanás.'
Bien; este es el segundo paso. Pero hay que ir más allá. Tiene hambre, no le han salido bien las
cosas. Ahora comiencen a buscar maneras de ayudarlo. Quiere decir que a veces, para decirlo
de una manera bien sencilla, tendrán que humillarse y acercarse a la otra persona. Hay que tomar
la iniciativa de hablarle, de quizá pedirle perdón, de tratarlo con cordialidad, haciendo todo lo
posible para crear paz.

Y todo esto también es para practicarlo dentro de la iglesia con la gente que aquí asiste porque
a veces en la iglesia es en el primer lugar donde la murmuración, la venganza, el egocentrismo
lleva a causar conflictos. Debemos hacer todo lo que está en nuestra mano para evitarlos y
para promover su resolución.

Es difícil que nos sorprenda, por lo tanto, que la bendición particular que atañe a los
pacificadores es la de que "ellos serán llamados hijos de Dios". Porque ellos buscan hacer lo que
su Padre ha hecho: amar a la gente con el amor de él, como Jesús muy pronto hará explícito. El
diablo es un alborotador; Dios ama la reconciliación y es el que ahora mediante sus hijos,
como anteriormente por medio de su unigénito Hijo, está determinado a pacificar.
Debemos procurar también buscar que las personas se reconcilien con Dios.

2
v.10-12
Es aquella persona que busca practicar la justicia sin importar el enorme sacrificio y el dolor que
pueda sufrir por estar haciendo buenas obras para las demás personas, la recompensa será en el
futuro. Es sufrir todo tipo de persecución, casi siempre es verbal con calumnias e insultos pero
puede hasta llegar al extremo de la violencia física como una bofetada, o incluso la muerte. De
cierta forma, todos los cristianos sufren algún tipo de persecución en nuestra vida.

¿Qué tipo de persecución va asociada a la promesa? La causada por seguir a Cristo, por fe y
obediencia a Él, por predicar su evangelio

¿Por qué son perseguidos los cristianos? (Juan 15:18-16:3)


2 Timoteo 3:12 Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán
perseguidos.) que todos los que quieran vivir piadosamente, es decir, conforme a lo que agrada a
Dios, sufrirán persecución

1. Porque no actuamos como el resto de las personas de nuestra sociedad, discrepamos de sus
formas de pensar y del estilo de vida de la sociedad (Juan 15:18-20) ¿Qué ejemplos se os
ocurren?
2. No conocen verdaderamente a Dios (Juan 15:21)
3. Creían que estaban haciendo un servicio a Dios (Juan 16:2)

Pero ante este panorama, también tenemos la opción de escapar de la persecución. ¿Cómo
podríamos librarnos de ser perseguidos a causa de Cristo?
- Acepta lo que el mundo hace,
- Vive conforme a los dictámenes de la sociedad, no te opongas a ello. Que en tu trabajo
o donde estudias la gente miente, critican, hablan de sus relaciones sexuales fuera del
matrimonio,.. hazlo tú también y participa de ello
- Da la razón a los que opinan lo contrario que Dios o ignóralo sin dar la opinión de
Dios para que escuchen el evangelio. Que la gente se burla de Dios dice que no existe, cállate, no
hables
- No confrontes el pecado de este mundo y no digas a nadie que Jesucristo es tu Señor.
Que tu familiar, amigo alardea de una vida lasciva, de desenfreno, dale una palmada en la
espalda y ríete cuando cuente sus historias
Pero entonces también debemos saber que si nos avergonzamos de Cristo y de la Palabra de
Dios, Jesucristo también se avergonzará de nosotros, (LEER Lucas 9:26 Porque el que se
avergüence de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga
en su gloria, y la del Padre, y la de los santos ángeles). Mateo 10:21 El hermano entregará a la
muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán

3
morir. 22 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el
fin, éste será salvo).

¿Qué tipo de persecución has sufrido en primera persona o has conocido que ha pasado alguna
persona por causa de su fe?

¿Cómo responder a la persecución?


- Hacer el bien y Orar por los que nos persiguen (LEER Mateo 5:44 Pero yo os digo:
Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os
aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de
vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que
hace llover sobre justos e injustos.)
- Ser sal y luz: Intentando que el mundo no se corrompa más, predicando y viviendo el
evangelio para que otros abandonen el pecado y se conviertan a Dios y lo alaben. (Mateo
5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será
salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
5:14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede
esconder. 5:15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el
candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 5:16 Así alumbre vuestra luz delante
de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que
está en los cielos.)

SAL Y LUZ
Idea exegética: Los discípulos de Cristo debían realizar buenas obras delante de las personas con
el propósito de que estas alaben a Dios
Idea universal: Las buenas obras de los hijos de Dios son un medio para que llevar a las personas
a alabar a Dios
Idea homilética: Haz buenas obras con el propósito de que las personas alaben a Dios

La sal cumplía varias funciones, entre las cuales eran conservar y dar sabor a la comida. Algunos
también habla de un uso purificador y en algunos pasajes del AT era símbolo del pacto con Dios
(Levítico 2:13; Números 18:19; 2 Crónicas 13:5).
Para poder cumplir estas funciones, la sal debe mantener las propiedades que tiene, las cuales le
permiten desempeñar esas funciones.
La luz cumple la función de alumbrar en medio de la oscuridad, pero si esa luz no se coloca en
un lugar que pueda alumbrar, la luz no cumple su función.
De la misma manera, los hijos de Dios tienen unas funciones que pueden cumplir por el Espíritu
Santo dado por Dios que nos da el carácter que se describe en las bienaventuranzas.

4
Una de estas funciones es dar testimonio de Jesús por medio de buenas obras para que las
personas se acerquen a Dios. Y esta función toca realizarla en un mundo en el que hay una gran
parte que no quiere saber nada de Dios y en el que ciertos grupos nos odia, no siente simpatía por
nosotros y quieren que nadie crea en Dios
¿Qué puede impedir que no brillemos delante de los hombres?
- No realizando buenas obras y no mostrar el carácter de un verdadero cristiano
- No relacionarnos con las personas “no creyentes”

¿QUÉ BUENAS OBRAS PUEDEN LLEVAR A OTROS A GLORIFICAR A DIOS?


- Una vida conforme a la Palabra de Dios, que impacte a los demás (1 Pedro 2.12
Mantened entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que os
calumnian como malhechores, ellos, por razón de vuestras buenas obras, al
considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación.). Debemos reflejar el carácter
de un cristiano como es el descrito por las bienaventuranzas. Lastimosamente algunos
creyentes llevan una vida desordenada y de mal testimonio que incluso es peor de las que
no creen en Dios. Sabemos que no nos salvamos por las obras, sino por la fe, pero Dios
nos llama a llevar una vida y una forma de actuar frente a los demás que deje el nombre
de Dios en buen lugar. Mentirosos, criticones, hablan mal de las personas, envidias (1
Pedro 2:1), malos trabajadores o jefes (Efesios 6:5-8), cuidan mal a sus hijos o tratan mal
a sus padres (Efesios 6:1-4), utilizan un lenguaje impropio, no ayudan a sus familiares (1
Timoteo 5:8)
1 Timoteo 5:8 Pero si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha
negado la fe y es peor que un incrédulo. 
1 Pedro 2:1 Por tanto, desechando toda malicia y todo engaño, e hipocresías, envidias y toda
difamación
- Amar, hacer bien y orar por aquellos que nos hacen daño y se oponen a nuestra fe (Mateo
5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen,
haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45
para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre
malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos; Romanos 12:17-21)
- Amarnos entre nosotros los cristianos (Juan 13: 35 En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros.). Un aspecto que impacto entre las
personas es el amor con el que se tratan los creyentes, suelen decir “son como una
familia”. En cambio cuando los de afuera ven enfrentamientos, abusos, envidias, orgullo,
etc. quedan defraudados.
- Ayudar a los necesitados de manera desinteresada y no sólo económicamente (Santiago 1:27
La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las
viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.)

5
¡CUIDADO CON LAS BUENAS OBRAS!
- Debemos ser conscientes de que con estas obras no nos ganamos la vida eterna (Efesios
2.8–10 8 Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de
vosotros, sino que es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque
somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviéramos en ellas; Gálatas 2.16 sin embargo,
sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino mediante la fe en
Cristo Jesús, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos
justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley; puesto que por las obras de
la ley nadie será justificado.)
- Estas obras no deben ser hechas de manera hipócrita simplemente para ser admirados por
las personas. Deben ser hechas para que alaben a Dios, no a nosotros. Mateo 6:1
Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de
otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos; Mateo 23:5
Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres.)

RELACIÓN CON “NO CREYENTES”


Para que nuestra “luz”, las buenas obras sean vistas por personas que están en “oscuridad”,
apartados de Dios. Si queremos que más personas conozcan a Dios, debemos relacionarnos
también con gente que no cree en Dios o que tiene una idea equivocada de Dios. No podemos
vivir en un “gueto” cristiano.
El mismo Jesucristo se relacionaba con gente que era considerada de los más pecadores (Mateo
9:10  Y sucedió que estando El sentado  a la mesa en la casa, he aquí, muchos recaudadores de
impuestos  y pecadores llegaron y se sentaron a la mesa con Jesús y sus discípulos.  11  Y cuando
vieron esto, los fariseos dijeron a sus discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los
recaudadores de impuestos y pecadores?  12  Al oír El  esto, dijo: Los que están sanos no tienen
necesidad de médico, sino los que están enfermos.  13  Mas id, y aprended lo que significa:
“Misericordia quiero y no sacrificio”; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.)
Así podemos entablar esas relaciones en el instituto, universidad, trabajo, familia, amigos,
vecinos, etc. Porque como dice el apóstol Pablo es difícil no tener ningún contacto con este tipo
de personas (1 Corintios 5:9  En mi carta os escribí que no anduvierais en compañía de personas
inmorales;  10  no  me refería a la gente inmoral de este mundo, o a los avaros y estafadores, o a
los idólatras, porque entonces tendríais que salir del mundo.)
Lo que sí debemos tener cuidado es que ellos sean influidos por nosotros, no nosotros por ellos
(Jeremías 15: 19  Entonces dijo así el Señor: Si vuelves, yo te restauraré, en mi presencia
estarás; si apartas lo precioso de lo vil, serás mi portavoz. Que se vuelvan ellos a ti, pero tú no
te vuelvas a ellos.). Jesús se relacionaba con estos pecadores, pero Él no se dejaba llevar por

6
ellos y acaba emborrachándose, estafando con los impuestos, etc. sino que ellos se convertían a
Dios. Cuando tengamos relaciones de amistad con personas no creyentes y vemos que nos están
influyendo negativamente respecto a nuestra relación con Dios, deberíamos apartarnos de ellos.
Esto puede ser peligroso a cualquier edad, pero especialmente en aquellas edades en las que
somos más fácilmente influenciables como en la adolescencia.
Juan 17:14  Yo les he dado tu palabra y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo.  15  No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes
del maligno.  16  Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 
LA LEY. Mateo 5:17-48
El Conocimiento Bíblico
5:17–20. Esta sección presenta el meollo del mensaje de Jesús, porque demuestra su relación con
la ley de Dios. Él no presentó un sistema antagónico a la ley mosaica o al mensaje de los
profetas, sino un genuino cumplimiento de la ley y los profetas, en marcado contraste con las
tradiciones de los fariseos. La expresión “la ley y los profetas” se refiere a todo el A.T. (cf. 7:12;
11:13; 22:40; Lc. 16:16; Hch. 13:15; 24:14; 28:23; Ro. 3:21).
En Jesús, hasta la más pequeña letra hebrea, la jota, debía cumplirse (lit. yôḏ) y aun una tilde, la
más insignificante marca de la escritura hebrea. En español una jota corresponde al punto que va
encima de la letra “i” y una tilde equivale al acento ortográfico que se coloca encima de una
vocal “í”. Estos detalles son importantes, porque las letras forman palabras y aun el más pequeño
cambio en una de ellas puede modificar el sentido. Jesús afirmó que vino a cumplir… la ley
mosaica, obedeciéndola en forma perfecta y cumpliría las predicciones proféticas referentes al
Mesías y el reino. Sin embargo, también clarificó la responsabilidad de los individuos. La
justicia que ellos buscaban, la de los escribas y fariseos, era insuficiente para entrar al reino que
Jesús les ofrecía. La justicia que él exigía no era únicamente externa, sino interna, y basada en la
fe en la palabra de Dios (Ro. 3:21–22). Esto se clarificó aún más en lo que dijo a continuación.
Siglo XXI
5:17-48 Jesús y la ley (Lucas 16:17; 12:58, 59; 16:18; 6:27-36). Esta sección larga trata un solo
tema; lo importante es que sus partes no deben interpretarse aisladamente de las demás. El tema
es el “cumplimiento” de la ley por Jesús, lo que se expresa por medio de declaraciones generales
(17-20) seguidas de una serie de seis ejemplos contrastando las enseñanzas de Jesús con lo que
se aceptaba como la ley del AT (21-47), terminando con un resumen final (48).
En los vv. 17-20 Jesús coloca la Ley lado a lado con los Profetas hallando el cumplimiento en él
(para entender este sentido de la ley como “profetizando” hasta la llegada de Jesús, cf. Mateo
11:13; y Romanos 10:4; Gálatas 3:24). El cumplir es realizar aquello a que las Escrituras
señalan, y eso es lo que él ya ha hecho. Pero el cumplimiento de la ley no significa su abolición;
sigue siendo totalmente autoritativa y requiere el respeto total del discípulo (18, 19). Sin
embargo, sigue en pie la pregunta de cómo su función para con el discípulo es afectada por su
cumplimiento en Jesús. El v. 20 indica que el legalismo meticuloso de los fariseos y los escribas
es inadecuado en el contexto nuevo del reino de los cielos. Hace falta una interpretación
superior, y eso es lo que aclaran los vv. 21-47, mostrando cómo la demanda de Jesús sobrepasa

7
las enseñanzas éticas contemporáneas basadas en la ley del AT. Lo realiza, no por ser más
escrupuloso en las observancias sino por penetrar la verdadera voluntad de Dios entronizada en
la ley.

Jesús rechazó las tradiciones (vv. 21–48) y prácticas de los fariseos (6:1–7:6). Seis veces dijo:
“Oísteis que fue dicho… pero yo os digo” (5:21–22; 27–28; 31–32; 33–34; 38–39; 43–44). Estas
palabras ponen en claro que Jesús estaba presentando (a) lo que los fariseos y doctores de la ley
decían al pueblo y en contraste, (b) el verdadero propósito de Dios al dar su ley. Esto es lo que
expresa su principal declaración (v. 20), a saber, que la justicia de los fariseos era insuficiente
para poder entrar al reino.
5:21–26. La primera ilustración que presentó Jesús de lo antes dicho, tenía que ver con un
importante mandamiento: no matarás (Éx. 20:13). Los fariseos enseñaban que el asesinato
consistía en privar de la vida a alguien. Pero el Señor dijo que el mandamiento se extendía no
sólo al hecho en sí, sino también a la actitud que había detrás del mismo. Es obvio que matar es
malo, pero lo es en igual medida la ira que provoca el asesinato. Mas aún, enojarse y asumir una
actitud de superioridad sobre otro llamándolo en forma despectiva (como el arameo raca o necio)
muestra el pecado que se abriga en el corazón. Una persona con ese corazón es un pecador y se
expone a ser echado al infierno de fuego (“infierno” es lit. “gehenna”, cf. Mt. 5:29–30; 10:28;
18:9; 23:15, 33. Siete de las once veces que este término aparece en el N.T. se encuentran en
Mateo). “Gehenna” significa valle de Hinom, que se localizaba al sur de Jerusalén, donde había
una fosa con fuego en la que eran quemados los desechos de la ciudad. Este nombre era
apropiado para referirse al lugar del castigo eterno para los impíos.
Actitudes erróneas como estas debían tratarse y corregirse. La reconciliación entre hermanos
debía alcanzarse ya fuera que el “ofensor” (5:23–24) o el “ofendido” (5:25–26) diera el primer
paso. Sin tal reconciliación las ofrendas presentadas ante el altar carecían de significado. Aun en
el camino hacia la corte, el acusado debía procurar disipar cualquier problema. De otra manera
podía ser echado a la cárcel por la corte judía o Sanedrín compuesto por 70 magistrados y se
quedaría sin un centavo.

También podría gustarte