Está en la página 1de 2

Insuficiencia renal aguda (IRA)

es un síndrome clínico caracterizado por una disminución brusca (horas a


semanas) de la función renal y como consecuencia de ella, retención
nitrogenada. La etiología es múltiple y aún en la actualidad la morbilidad y
mortalidad es elevada. Su incidencia en pacientes hospitalizados es
aproximadamente 5% y hasta de 30% en admisiones a Unidades de
Cuidados Intensivos (1,2,3,4). La característica fundamental es la elevación
brusca de las sustancias nitrogenadas en la sangre (azotemia) y puede
acompañarse o no de oliguria. Las formas no oligúricas (volumen urinario
>400 cc/24h) son las más frecuentes, representando alrededor del 60% y
generalmente son oligosintomáticas y pueden pasar desapercibidas.

¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia renal?

Si por algo se caracteriza la Insuficiencia Renal Crónica (IRC), es por su falta de


síntomas en las fases iniciales y esto hace que las acciones que se pueden llevar
a cabo para retrasar lo máximo posible su avance, se vean mucho más limitadas
que si se realizara un diagnóstico precoz de la enfermedad.

Incluso en fases muy avanzadas, la implantación lenta y progresiva de la


insuficiencia renal conlleva una adaptación del organismo a los cambios
producidos y por tanto una falta de manifestaciones percibidas por el paciente

En fases avanzadas, lo habitual es encontrar que:


 Se siente más cansado y tiene menos energía por la anemia (falta de
Eritropoyetina).

 Problemas para concentrarse.

 Tiene poco apetito.

 Le cuesta dormirse.

 Padece de calambres en las noches.

 Sus pies y sus tobillos se hinchan y puede tener los parpados hinchados
por las mañanas por la retención de líquidos.
 Tiene piel seca y le pica.

 Orina con más frecuencia, especialmente en las noches.

 Hipertensión Arterial (HTA) por mal regulación del volumen del agua, el
sodio y las hormonas implicadas.

 Cifras de Urea y Creatinina elevados en los análisis por falta de filtración.

 Niveles de fósforo y potasio altos, junto a la falta de bicarbonato en la


sangre (acidosis), todos ellos por una mala regulación en su eliminación en la
orina.

 También cambios en la composición del hueso, con huesos más frágiles y


de peor calidad.

Como podemos ver, son todas consecuencias derivadas de la perdida de las


diferentes funciones.

Cuando hablamos de IRC, estamos definiendo una situación mantenida en el


tiempo, que es irreversible y por lo general progresiva hacia la Insuficiencia renal
avanzada. La velocidad de la pérdida de la función de los riñones, dependerá por
un lado de la causa que ha llevado a esta situación, pero por otro de una serie de
factores sobre los que si podemos actuar para que la evolución sea lo más lenta
posible.

Es importante saber que una consecuencia directa de tener una insuficiencia


renal, es que siempre se debe de advertir este hecho cuando nos van a recetar un
medicamento, bien porque puede que empeore la función renal (antinflamatorios,
algunos antibióticos ect) o bien porque las dosis habituales tienen que ajustarse al
grado de insuficiencia renal (por lo general se necesita menos dosis de
medicamento), mediante unas tablas que todos los médicos conocemos y
tenemos en nuestras consultas. Muchos medicamentos son eliminados por los
riñones y al reducir la dosis no disminuimos su eficacia, sino sus efectos
secundarios.

También podría gustarte