CONFLICTO ARMADO DE EL SALVADOR

A principios del siglo XX se comenzaron a eliminar importantes fuentes de producción

campesina, tales como el frijol y el arroz, para ser reemplazadas por el cultivo de café,
convirtiéndose este último en una prioridad para la economía. Esto causó que los
campesinos empezaran a sufrir constante abuso por parte de los propietarios de las
haciendas, volviéndolos víctimas de este cambio en la economía. De esta forma, con los
campesinos siendo fuertemente oprimidos y violentados, comienza a formarse un gran
conflicto social.

La crisis económica hizo que el Partido Comunista Salvadoreño comenzara a tomar fuerza,
causando la formación de grupos revolucionarios que se levantaban en contra del gobierno.
Desde este momento, los militares tomaron un rol cada vez más importante, llegando a ser
parte fundamental del poder político en El Salvador, no obstante, esto no impidió que se
desataran numerosos golpes de Estado.

Entrar en un nuevo campo de producción agrícola no representa ningún avance para los
agricultores salvadoreños. Por el contrario, la represión y las continuas políticas
desfavorables han afectado gravemente a la estructura social del país. En pleno apogeo de
la Guerra Fría, sumado a antecedentes cercanos como el triunfo de la Revolución Cubana,
el movimiento guerrillero del país estalló de inmediato.

Por tanto, la producción agrícola y la industria extranjera movilizaron la economía

nacional. Siempre bajo un gobierno flexible, es indestructible contra el capital extranjero y
contra sus propios nacionales.

Los campesinos y los trabajadores urbanos se dieron cuenta de que la mayoría de sus
intereses fueron arrebatados por las élites nacionales y extranjeras, y los trabajadores
obtenían miseria. Es en este momento donde las personas se identifican más con la
revolución.

Debido a la falta de legitimidad o credibilidad, el gobierno conservador se ha aislado

nacional e internacionalmente y se ha desacreditado. Sin embargo, promulgó leyes para
legitimar la represión. Por ejemplo, el 25 de noviembre de 1977, la Asamblea Legislativa
de El Salvador promulgó la Ley de Protección y Garantía del Orden Público. Según el
párrafo 1 del artículo 1, son culpables de delito “…aquellos que en general se subleven
contra el gobierno legalmente constituido”. Esta ley se utiliza principalmente para legitimar
el terrorismo de estado. En febrero de 1979, el general Romero abolió la "Ley de Defensa
Nacional" bajo la presión de protestas generalizadas, pero continuó persiguiendo a los
líderes de trabajadores, campesinos y maestros.

La Gestión Carter, finalmente de 1978, hizo presión sobre el régimen del Gral. Romero
destinados a que efectuara reformas e iniciar un diálogo con la contraposición moderada,
sin embargo, el ala derecha de las FAS se opuso al diálogo con los partidos políticos de
contraposición y con las empresas célebres, paralelamente incrementaron los homicidios,
secuestros, torturas, etcétera.

En vista de la postura obstinada de los militares, la Gestión Carter trató de conformar un

conjunto de tendencia centrista incluido por el PDC, el núcleo familiar De Sola (una de las
catorce familias) y de un sector de la Asamblea Legislativa, integrado el mandatario de este
órgano legislativo, José Leandro Echeverría, quien se juntó a inicios del mes de febrero con
Carter para realizar el proyecto. Este conjunto centrista iba a arrojar una idea democrática
referida a implantar un diálogo con las fuerzas políticas de contraposición, para hallar de
forma conjunta el bienestar en El Salvador.