Imaginemos que faltan 10 minutos para la celebración de la Santa Misa y la persona
encargada nota que no hay lectores para la Misa de ese día. Va hacia una persona que está visitando la iglesia solamente porque sus familiares lo llevaron ahí. Él no sabe mucho de la Biblia y no ora mucho ni recibe los sacramentos, pero como él es maestro y está relacionado con la política acepta leer La Palabra ese día.