Está en la página 1de 5

Fuerzas Armadas y Derechos Humanos: su papel en la función

de seguridad ciudadana
Módulo 4: Las Fuerzas Armadas y sus facultades en la
función de seguridad ciudadana
AdobeStock (2021). Detención, Fotografía. Licencia estándar. Disponible en: https://stock.adobe.com/es/photos

La Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza

La Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27 de mayo de
2019, se emitió con el propósito de regular el empleo de la fuerza que pueden ejercer las instituciones de
seguridad ciudadana del Estado mexicano (como las Policías y la Guardia Nacional) y la Fuerza Armada
permanente cuando participe de forma subordinada y complementaria en la función de seguridad ciudadana.
Sus disposiciones son de orden público e interés social y, por lo tanto, son de observancia obligatoria para
todos los portadores de armas.

Los sujetos obligados a cumplir esta ley son:

1 Los integrantes de la Fuerza Armada permanente cuando actúen en tareas de seguridad


ciudadana (en su carácter de autoridad subsidiaria);

La Guardia Nacional, la Policía Estatal, la Policía Federal Ministerial (de la Fiscalía General
2 de la República) o la Policía de Investigación (perteneciente a la Fiscalía General del
Estado de que se trate) y la Policía Municipal, quienes tienen el rol de Policía Primer
Respondiente; y

3 Las personas que presten servicios de seguridad privada y colaboren con la Guardia
Nacional o con las Policías antes mencionadas.

Freepick (2021)., Ilustración vectorial. Disponible en: https://www.freepik.es


La ley en comento establece los siguientes principios que regulan el uso de la fuerza por parte de los sujetos
obligados, como la Fuerza Armada permanente:

El principio de absoluta necesidad, que consiste en agotar medios no violentos antes de


recurrir a la fuerza para que el sujeto a detener o el agresor deponga su actitud ilícita;
1 el uso de la fuerza (en especial la letal) debe ser el último recurso o la última alternativa
para proteger la vida e integridad de las personas o evitar que se vulneren bienes
jurídicamente protegidos o con el fin de mantener el orden y la paz pública;

El principio de legalidad, que se traduce en observar la Constitución Federal, las leyes y los
tratados de derechos humanos de los que el Estado mexicano sea parte; como se indicó
2 anteriormente, las normas del DIH y/o del DIDH tienen que regir la conducción de las
operaciones o el mantenimiento del orden público;

El principio de prevención, que consiste en considerar, con la debida diligencia, que los
operativos deben tener una planificación o planeamiento para reducir al mínimo el uso
3 de la fuerza; si en el operativo resulta inevitable usar la fuerza o se prevé el empleo de la
fuerza, debe contemplarse la necesidad de reducir al mínimo los daños o lesiones;

El principio de proporcionalidad, que postula que el nivel de fuerza debe ser acorde con el
nivel de resistencia opuesto por el agresor; los sujetos obligados a cumplir esta ley, tienen
4 que actuar de conformidad con el modelo de uso diferenciado de la fuerza que la misma
ley prevé (y que se explicará en breve); y

El principio de rendición de cuentas y vigilancia: los sujetos obligados a cumplir esta ley
5 deben justificar el uso de la fuerza; lo anterior facilita la evaluación de las acciones del
uso de la fuerza para que sea valorada su eficacia; este principio incluye el análisis del
desempeño y responsabilidad de los portadores de armas.

EDUCA-CNDH 2

Freepick (2021)., Ilustración vectorial. Disponible en: https://www.freepik.es


De conformidad con esta ley, el modelo de uso diferenciado de la fuerza se integra por los niveles de fuerza
que pueden utilizar los portadores de armas y los niveles de resistencia del sujeto agresor o de la persona a
detener.
A continuación se explica este modelo, comparando los niveles de la fuerza que pueden desplegar los suje-
tos obligados a cumplir esta ley y los niveles o grados de resistencia del agresor o infractor de la ley:

Niveles Niveles
de de
Fuerza Resistencia

1. Presencia de la autoridad. 1. Resistencia pasiva.

Consiste en el primer contacto con la ciudadanía; se manifiesta Consiste en la acción u omisión de la persona a detener, quien se niega
a través de: a obedecer las órdenes legítimas de los portadores de armas, quienes
se han identificado como tal.
• el uso adecuado del uniforme; Contra esta resistencia, pueden utilizarse:
• el uso adecuado del equipo o la portación del • la presencia de la autoridad y
armamento, y
• la verbalización o el empleo de comandos de voz con tono
• una actitud diligente en la prevención del delito. imperativo.

2. Persuasión o disuasión verbal. 2. Resistencia activa.


Consiste en el uso de palabras o gesticulaciones catalogadas Consiste en la acción u omisión de la persona a detener, quien utiliza la
como órdenes que facilita a los portadores de armas, el violencia, el amago o la amenaza para negarse a obedecer las órdenes
desempeño de sus funciones. legítimas de los portadores de armas, quienes se han identificado
Ejemplo: ante una resistencia verbal agresiva (groserías) puede como tal.
ordenarse al sujeto lo siguiente: “manténgase callado”. Contra esta resistencia, pueden utilizarse:
• la presencia de la autoridad;
• la verbalización;
• la reducción física de movimientos y
3. Reducción física de movimientos. • las armas incapacitantes menos letales como el bastón PR-
24.
Consiste en acciones cuerpo a cuerpo. El objetivo de este nivel
de fuerza estriba en controlar a la persona que se ha resistido y
3. Resistencia de alta peligrosidad.
ha obstaculizado el desempeño de los portadores de armas.
Consiste en la acción u omisión de la persona a detener, quien utiliza
la violencia, el amago o la amenaza con armas o sin ellas para causar
4. Utilización de armas incapacitantes menos letales. a los portadores de armas o a terceras personas, lesiones graves o la
muerte, negándose a obedecer las órdenes legítimas de los portadores
Se refiere a la fuerza epiletal o al empleo de armas defensivas de armas, quienes se han identificado como tal.
Contra esta resistencia, pueden utilizarse:
menos letales como el bastón PR-24.
• la presencia de la autoridad;
El objetivo de este nivel de fuerza consiste en neutralizar la
• la verbalización;
resistencia activa de la persona a detener. • la reducción física de movimientos;
• las armas incapacitantes menos letales como el bastón PR-
5. Utilización de las armas de fuego. 24, y
• las armas de fuego o la fuerza letal.
Se refiere a la fuerza letal. Cabe recordar que la fuerza letal se podrá utilizar a falta de otros
El objetivo de este nivel de fuerza consiste en repeler la medios para responder a la resistencia de alta peligrosidad.
resistencia de alta peligrosidad.
EDUCA-CNDH 3
Conforme lo dispone esta ley, el uso de la fuerza se justifica cuando la agresión o resistencia reúne los
siguientes requisitos:

• es real (es decir, la agresión se materializa en hechos apreciables por los sentidos;
no es hipotética o imaginaria);
• es actual (la agresión se presenta en el momento del hecho, como la detención); y
• es inminente (la agresión está próxima a ocurrir; si no se ejerce la fuerza, la
agresión se consumaría).

Los portadores de armas deben considerar que el uso de la fuerza será el último recurso en cualquier
operativo (pues no estamos en guerra); además, tienen que asegurarse que la agresión reúne los requisitos
enunciados con antelación y han de comprobar que el empleo de la fuerza letal o de las armas de fuego era
absolutamente necesario para repeler, contrarrestar y neutralizar la resistencia de alta peligrosidad.

La ley en comento aclara una duda que han tenido los portadores de armas respecto a las amenazas letales
inminentes, pues determina claramente que éstas son las siguientes:

• la acción de apuntar con el cañón de un arma de fuego o de una réplica del mismo
en dirección de una persona;
• la acción de no soltar un arma de fuego o una réplica del mismo después de
advertencia clara;
• la acción de poner en riesgo la integridad física de una persona con un arma
punzocortante;
• el accionar el el disparador de un arma de fuego;
• acción de portar o manipular un explosivo real o una réplica del mismo; y
• acciones tendientes a perturbar objetos o sistemas que puedan tener efectos
letales o incapacitantes en una o más personas.

Frente a esas acciones pueden utilizarse:

• la presencia de la autoridad;
• la verbalización;
• la reducción física de movimientos;
• las armas incapacitantes menos letales como el bastón PR-24, y
• las armas de fuego o la fuerza letal; esta última podrá emplearse ante la falta de
otros medios eficaces para responder adecuadamente a la situación de peligro
inminente de muerte.

Respecto al empleo de medios lícitos para desplegar la fuerza, la ley bajo análisis estipula que las armas
permitidas son las siguientes:

• las armas incapacitantes menos letales, como el bastón PR-24 o tolete, dispositivos que causan
descargas eléctricas, esposas o candados de mano, sustancias irritantes en aerosol y mangueras
de agua a presión; y
• las armas letales, como las armas de fuego (el fusil FX) o los explosivos permitidos en los términos
de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos (lanzagranadas).
EDUCA-CNDH 4
Por otro lado, esta ley determina que los portadores de armas tienen derecho a la protección de su vida e
integridad física, al respeto a su dignidad como seres humanos y a su autoridad por parte de sus superiores y la
ciudadanía; además, son titulares del derecho a recibir atención médica, psicológica y jurídica que requieran
(la ley en comento, al reconocer este último derecho, guarda concordancia con el Principio número 21 de los
Principios Básicos de la ONU sobre el Empleo de la Fuerza y Armas de Fuego por Funcionarios Encargados de
Hacer Cumplir la Ley, de 1990).

En relación con el uso de la fuerza en las detenciones, esta ley estipula que los portadores de armas deben:

• evaluar la situación para determinar inmediatamente el nivel de fuerza que utilizará;


• comunicar de inmediato a la persona las razones de su detención;
• comunicar a la persona detenida ante qué autoridad será puesta a disposición y requerir
su cooperación; y
• poner a disposición de forma inmediata ante la autoridad competente a la persona
detenida, pues están prohibidas las detenciones secretas o clandestinas.

Por lo que se refiere a las personas detenidas, la ley bajo estudio establece que los portadores de armas o los
sujetos obligados a cumplirla deben:

• resguardar su integridad personal durante el tiempo de custodia y


• abstenerse de someterlas a actos de tortura, tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes, o desaparición forzada; y agrega que las detenciones podrán ser registradas
en medios audiovisuales y serán materia de acceso a la información pública

(se protegerán datos personales de las personas capturadas, como su nombre o domicilio y se deberá dar
una versión pública de dicha información ante una solicitud de acceso a la información pública).

Finalmente, la ley en comento dispone que si los portadores de armas utilizan la fuerza, deben realizar un
reporte pormenorizado a su superior jerárquico inmediato.

El artículo 33 de la ley bajo análisis determina que el reporte pormenorizado sobre el uso de la fuerza debe
contener:
• nombre, adscripción y datos de identificación del sujeto obligado;
• nivel de fuerza utilizado;
• circunstancias de modo, tiempo, lugar de los hechos y razones que motivaron la decisión
de emplear dicho nivel de fuerza, y
• en caso de haber utilizado armas letales:

a) detallar las razones que se tuvieron para hacer uso del arma de fuego o explosivo;
b) identificar el número de disparos o la cantidad de detonación de explosivos;
c) especificar el tipo de lesiones, el número e identidad de las personas lesionadas y los daños
materiales causados, y
d) en su caso, especificar el número e identidad de las personas que hayan perdido la vida.

Fuentes de consulta
Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Ley que regula el Uso de la Fuerza de los Cuerpos de Seguridad Pública del
Distrito Federal (comentada), Dirección de Investigación del Instituto de Formación Profesional de la Procuraduría General de
Justicia del Distrito Federal, IFP-UBIJUS, México, 2008.
Manual de Uso de la Fuerza, de aplicación común a las tres Fuerzas Armadas, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 30
de mayo de 2014.
EDUCA-CNDH 5

También podría gustarte