¡Cultivemos vínculos

que Fortalecen!
Desarrollo Emocional
Es la base de todo desarrollo

¿Cómo fortalecemos el Desarrollo

emocional Emocional?
Los fortalecemos mediante vínculos positivos

¿Qué son los vinculos positivos

Desde que nacemos, se establece una relación

única, específica y que perdura con los años
entre el cuidador primario y el hijo/a, lo cual se
denomina apego.

¿Por qué son tan importantes

estos vínculos?
Los vínculos afectivos juegan un papel esencial en
la construcción de la identidad del niño/a, y en su
desarrollo emocional.

Base de seguridad que lleva al niño a la

exploración, al desarrollo y la autonomía.
El vínculo posibilita la seguridad y la
autonomía y la separación, precisamente
aquello que impide la excesiva dependencia de
los padres

NOTA
No todos los vínculos que se construyen son
positivos. También están los vínculos afectivos
negativos para el desarrollo del niño, los cuales
son inseguros, ambivalentes o ausentes.
 Tipos de vínculos
Seguro
Las necesidades del niño/a han sido
cubiertas en su totalidad, por ello vemos que:
El niño/a sabe que su cuidador/a no va a
fallarle.
El niño/a se siente querido, aceptado y
valorado.
Los/as niños/as con apego seguro se
muestran activos/as, interactúan de
manera confiada con sus pares y con su
entorno
El niño/a sabe que puede acudir a sus
cuidadores cuando algo malo le suceda.
En un futuro , podrá desenvolverse y
relacionarse de manera asertiva con
los/as demás, siendo una persona
independiente y segura de sí
Inseguro
Las necesidades del niño/a no han sido
cubiertas en su totalidad, por ello:
Estos niños/as no tienen la seguridad
suficiente para explorar el mundo o
relacionarse con sus pares.
Son niños y niñas que presentan un buen
desarrollo cognitivo, estrategias y
habilidades de solución de problemas
adelantados para su edad y que
presentan dificultades para establecer
relaciones sociales y/o afectivas.
Niños y niñas que suelen presentar
conductas de llamada de atención, mucha
necesidad de contacto físico y cercanía, y
un peor desarrollo cognitivo.
 Recomedaciones
La construcción del vínculo afectivo entre un adulto y un niño/a,es una construcción en la que ambas
partes aportan elementos significativos, no es que el bebé reciba pasivamente las iniciativas del
adulto, es una construcción de dos única e inigualable. Por eso el vínculo afectivo es una
característica de ambos (adulto y niño), no de cada una de las personas que la componen.

Hacer el afecto expresó Generar un sentimiento

Establecer la diferencia entre querer y hacer
de pertenencia
sentir querido es esencial.

La vivencia que define un vínculo afectivo

De palabra: decir “te quiero”, halagos,
piropos...
persona es la
Acciones: detalles, regalos, llamadas...
Físicamente: abrazos, caricias, besos…
Debemos también tomar en cuenta que:
El afecto no debe ser cuestionado ni utilizado
“Si haces esto, te voy a dejar de querer”
Para los niños/as las cosas tienen un valor
absoluto, sí le decimos esto, pues el amor
para ellos no existirá.
Cuando se castiga o reprende , se deben
cuestionar las conductas, no a la persona o la
relación que haya establecida con él o ella.
Optemos por decir “lo que has hecho está
mal”, a decir “eres malo”
para cualquier
incondicionalidad no en el sentido de hacer
lo que se quiera, sino de que se haga lo que
se haga, la persona se siente querida y
aceptada por quien la ama. Así como
también la vivencia de unicidad, de ser
único para la otra persona, elegido,
insustituible y especial.
Por esta vivencia de incondicionalidad y
unicidad, los niños/as obtienen seguridad
en los vínculos afectivos que tienen en su
vida, porque les hacen sentir parte de algo y
de alguien, que les da un lugar en el mundo.

El conocimiento mutuo y El compromiso y el

el tiempo compartido cuidado al otro

La protección y acompañamiento en las

El tiempo es una condición imprescindible

para la creación de un vínculo afectivo.

dificultades y malos momentos, mediante

No sólo en cantidad, sino un tiempo de
calidad, en el que haya comunicación,
conocimiento mutuo y actividades
compartidas.
Conforme avanza el desarrollo, el niño puede
integrar mejor la ausencia física sin que eso
dañe su configuración afectiva, pero durante
las primeras fases de desarrollo y de la
creación del vínculo afectivo la presencia
física es un factor imprescindible.
simplemente acompañar, escuchar, dar
consejo o sencillamente “estar ahí” es
imprescindible para que una relación se
considere vincular, porque supone
compromiso de permanencia junto al otro.
En el momento que ese cuidado desaparece,
se pierde, la relación se puede perder, pero la
huella afectiva en el relato no.
De este modo, configuramos el psiquismo de
un niño/a, huella a huella, aportando
significados y modelos de conducta desde la
experiencia relacional entre el cuidador
primario e hijo.