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ANTECEDENTES DE LA
SITUACIONACTUAL EN BOLIVIA
(PARTE II)
ESTABLECIMIENTO DE LA
DEMOCRACIA
LA DEMOCRACIA
EN BOLIVIA
• La Democracia puede ser definida como un sistema de
gobierno o un sistema político, sin embargo la democracia
es una forma de vida, una forma de vivir que al igual que
la salud o la libertad no la apreciamos sino hasta que la
perdemos.
• Esta forma de vida supone, aunque a veces no nos damos
cuenta, el ejercicio de decenas de derechos que sólo la
democracia nos permite vivir, ejercer, exigir y gozar,
derechos que fueron conquistados en un proceso histórico
de construcción , y que hoy en día debemos revalorizar
para entender el curso de una profundización de la
democracia, que creemos se lleva a cabo en Bolivia cada
vez con más insistencia.
DEFINICION DE
DEMOCRACIA
• Debemos recordar que la Democracia es una gran
conquista de muchos bolivianos que lucharon por ella
desde la fundación de la República, pues en el siglo
XIX si bien existía democracia, su ejercicio y disfrute,
como forma de vida, estaban destinados a una
pequeña parte de la población boliviana, siendo que
la gran mayoría indígena no participaba ni gozaba de
los valores de la democracia, puesto que los indígenas
no eran considerados ciudadanos.
• El término ciudadano proviene del latín civitas y se
refiere a los seres humanos que habitan la ciudad, y
que además tienen derechos. En la época de Roma
(en la que se inventó el término) los ciudadanos eran
muy pocos, pues sólo eran los varones que vivían en
Roma (pese a que el Imperio Romano era inmenso),
tenían familia, eran libres y tenían renta.
CENSO DE 1900
El gobierno boliviano en el intento de restablecer el orden en el conflicto del
Acre, envió tropas en mayo y julio de 1900, al mando del vicepresidente Lucio
Pérez Velasco y el ministro de defensa Ismael Montes. Cajueiro, Riosinho,
Puerto Acre, Bague son los nombres de algunas batallas en los que el ejército
boliviano peleó defendiendo la soberanía de nuestro país. Bolivia inició
gestiones diplomáticas con el Brasil para sofocar el conflicto del Ácre. Brasil
declaró el territorio del Acre en litigio, desconociendo la soberanía boliviana
• Pues bien, como el indígena era considerado de
esa manera, era obvio que no se lo tenga como
ciudadano, pues no lo se lo consideraba civilizado
y si existía alguna tendencia a favor del indígena,
ésta a lo mucho pretendía civilizarlo, es decir
Transformarlo.
• En las primeras décadas del siglo XX se empezó a
luchar por que el indígena sea partícipe de esta
forma de vida denominada democracia, lucha
que puede ejemplificarse con el proyecto de la
escuela-allyu de Warisata, construida por Elizardo
Pérez y un indígena cacique llamado Avelino
Siñani. Cuenta la historia que Siñani donó algunas
tierras para que se construya allí la escuela-ayllu,
en la que se daba educación al indígena con la
participación de un consejo o parlamento de
sabios amautas, se dice que los indígenas
desarrollaban su educación a espaldas de los
hacendados que no querían, por razones
económicas y racistas, que los indígenas sean
educados.
• BOLIVIA: 1900-1932: HACIA UNA TOMA DE CONCIENCIA / EL
INDIO BOLIVIANO JUZGADO DESDE LA ÓPTICA “INTELECTUAL”
JOSE LUIS GOMEZ-MARTINEZ - THE UNIVERSITY OF
GEORGIA
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de René Barrientos Ortuño. En Biografías y Vidas. La
enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado
de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/barrientos_rene.htm el 19 de enero de 2021.
ANTECEDENTES A LA MASACRE DE SAN JUAN
• Los años 1964-65, son de contraofensiva imperialista en América
Latina, después del enorme impacto causado por el triunfo de la
Revolución Cubana. Estados Unidos impulsa la Alianza para el
Progreso y políticas antisindicales y anticomunistas. El 31 de marzo
de 1964 se produce el golpe militar en Brasil. Le seguirá el de
Bolivia. En 1965, los marines invadieron Santo Domingo.
• El Gral. Barrientos dio un discurso populista de derecha,
paternalista hacia el campesinado (sellando el llamado Pacto
militar-campesino con la burocracia sindical del sector). Aunque
el poder real lo concentraba el Ejército, mantuvo formas
parlamentarias –elecciones, Congreso, incluso la elaboración de
la Constitución Política del Estado de 1967, que rigió por 40 años
hasta 2008–. Por su contenido, fue un régimen
contrarrevolucionario cuyos objetivos eran favorecer un salto en
la penetración económica, política y militar estadounidense y
liquidar lo que quedara vivo de la revolución de 1952.
• Escribe Mariano Baptista G. en su Historia Contemporánea
de Bolivia (CFE, México, 1996. p. 260) que “la intervención
militar produjo encuentros y bajas. El fragor del ingreso de las tropas
a Milluni se transmitió por la radio obrera de esa localidad, “Huayna
Potosí”, hasta que fue silenciada, lo que determinó un vuelco inusitado
de la huelga, ya que los barrios obreros de La Paz se insurreccionaron
sin dirección alguna, movimineto al que se sumaron los campesinos
próximos a El Alto.
• El ejército utilizó sus armas y la aviación para despejar las barricadas
en El Alto y las villas obreras, donde la resistencia popular fue
desesperada”. La huelga fue derrotada y el gobierno logró imponer un
brutal ataque contra los trabajadores.
• La COB fue intervenida y los sindicatos descabezados. Unos 150
dirigentes sindicales y de la izquierda son expulsados a Argentina. En
COMIBOL se impuso una brutal rebaja general de salarios, se
congelaron las remuneraciones por un año y se aumentaron los
precios de los víveres que proporcionaban las “pulperías” en cada
campamento. La represión se ensaña con los sindicalistas y activistas
mineros. Muchos son despedidos y deben pasar a la clandestinidad.»
• Esto significaba, ante todo destruir los remanentes del “poder
sindical” en las minas, vestigios del poder dual de 1952,
encarnado en los sindicatos y sus milicias que todavía subsistían
en los principales centros mineros. El plan para COMIBOL (la
minería nacionalizada) que venía a aplicar no era sólo una
“racionalización económica” a costa de los trabajadores, sino
que tenía un propósito político de importancia estratégica:
acabar con esa anomalía.
• En mayo de 1965 el gobierno de Barrientos se siente lo bastante
fuerte como para lanzarse contra el movimiento obrero. Lechín y
la dirección de la COB no se habían preparado para este
escenario. Por el contrario, en noviembre habían abierto
expectativas sobre el golpe y todavía confiaban en poder
negociar con el nuevo poder.
• Se inician las medidas de “austeridad” contra los trabajadores
mineros y la intervención en los sindicatos. Lechín es exiliado al
Paraguay. Se declara la huelga general indefinida y el gobierno
responde con la militarización de los campamentos mineros y la
represión.
• A comienzos de 1967, el régimen se sentía
consolidado, pero el movimiento obrero daba
nuevamente signos de recomposición.
Aumentaba el descontento obrero y los sindicatos
clandestinos levantaban cabeza, sobre todo en
las grandes minas. Además, un nuevo factor
entraba en escena: la formación del foco
guerrillero en el Sudeste, hecho público desde
marzo, aunque aún no se conocía que era
dirigido por el Che.
• Con la intervención directa de militares
norteamericanos y de la CIA, el gobierno moviliza
al Ejército para cercarlo y destruirlo al tiempo que
endurece el dispositivo de represión a nivel
nacional.
• Según Guillermo Lora (en El baño de sangre de San Juan) “En las
asambleas generales habidas el 19 de abril y realizadas en el
distrito de SigloXX-Catavi, se aprobó la convocatoria a un
Ampliado nacional minero en el que debían estar presentes
otros sectores laborales (fabriles, constructores, etc.), y también
los universitarios […]
• La Asamblea general de Huanuni del 6 de junio, a la que
concurrieron delegados de Catavi, Siglo XX, Santa Fe,
Morococala y San José” acordó un programa de demandas,
convocó a marchar en la ciudad de Ouro el día 8 y fijó la
realización del ampliado para el 24 y 25 de junio en Catavi-Siglo
XX.
• Al día siguiente, estas propuestas fueron ratificadas en las
asambleas generales de ese distrito. El gobierno declaró el
Estado de sitio el mismo 6 de junio, con el argumento de que
estaba en marcha un “proceso subversivo” cuya evidencia era
el foco guerrillero. Un fuerte despliegue militar impidió que los
mineros se desplazaran a Oruro el día 8.
MASACRE DE SAN JUAN
• El gobierno apelaba no quería permitir un Ampliado que
inicie un nuevo proceso de agitación social. El plan para
asestar un golpe decisivo al corazón de la resistencia
minera fue cuidadosamente preparado y ejecutado. Víctor
Montoya continúa así su relato:
• «Se estima que los soldados y oficiales, que ingresaron por la zona
norte entre las nueve y once de la noche, partieron en trenes desde la
ciudad de Oruro la tarde del 23 de junio. El sereno de la tranca, que los
vio llegar armados dentro de los vagones, intentó informar a los
dirigentes del sindicato y las radioemisoras, pero fue intimidado por
los oficiales que prosiguieron su marcha. Así, alrededor de las cinco de
la mañana, comenzó la balacera para victimar a hombres, mujeres y
niños. En un principio, ante el ataque sorpresivo, algunos confundieron
las ráfagas de las ametralladoras con los cuetillos y el estampido de los
morteros con la explosión de las dinamitas.
• La empresa, en complicidad con los masacradores, cortó la luz eléctrica
aquella madrugada, para que las radios no pudiesen transmitir ninguna
alarma a los pobladores; en tanto los soldados, que estaban apostados en el
cerro San Miguel, cercano de Canañiri, La Salvadora y el Río Seco, bajaron
como recuas de asnos por la escarpada ladera y ocuparon a fuego los
campamentos, la Plaza del Minero, la sede del sindicato y la radio La Voz del
Minero, donde fue asesinado el dirigente Rosendo García Maisman, quien,
parapetado detrás de una ventana, defendió la radio con un viejo fusil en la
mano.
• La matanza duró varias horas bajo el sol del 24 de junio. Los muertos se
desangraban junto a las cenizas de las fogatas y los heridos acudían al
hospital, mientras las madres, aterradas por los disparos y los gritos,
intentaban calmar el miedo y el llanto de sus hijos. En medio del caos y el
espanto, no faltaron los hombres que, en un intento desesperado por
defenderse, se armaron de dinamitas y capturaron a algunos soldados, a
quienes les despojaron de sus uniformes y les quitaron sus armas. Pero todo
hacía suponer que era ya demasiado tarde para preparar una resistencia
organizada. En la Plaza del Minero se llenaron los soldados y la jurisdicción
de la provincia Bustillo fue declarada zona militar».
• El gobierno militar justificaría la nueva masacre argumentando
que en las minas estaba en marcha un proceso subversivo ligado
a “la guerrilla extranjera”. Circulaba entre los mineros la idea de
votar una “mita” para adquirir alimentos y medicinas para
solidarizarse con la guerrilla. El gobierno la utilizó como prueba
de sus afirmaciones.