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Perestroika, un símbolo de cambio

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Democratización de los medios de
producción

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28/01/2006

José Carlos Lizana

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¿Es posible el cálculo económico en las economías de tipo socialista?

La posibilidad de establecer un calculo en las economías socialistas se


establece en Ludwig Von Mises en el “Calculo económico en la comunidad
socialistas” en 1920 mientras que en Rusia se sentaban las bases para una
economía socialista estableciendo tres tipos de políticas:
- Una política de guerra tras la llegada de Lenin.
- A través de un plan de estabilización denominado NEP (Nueva Política
Económica) que daba mayor libertad a la iniciativa privada sobre todo en lo que
se refería a la propiedad y explotación de la tierra.
- A partir de 1929 con Stalin una economía planificada de tipo centralizado
Este tercer tipo de política es el que se acerca en mayor medida a las ideas
marxistas sobre el funcionamiento de una sociedad y una economía, aunque
fundamentalmente lo que Marx realiza.
La doctrina de Marx se fundamenta en la apropiación de la plusvalía o beneficio
por parte del empresario capitalista (que posee los medios de producción)
dejando al trabajador (que sólo posee su trabajo como factor de producción) sin
parte de su salario. Según su teoría objetiva del valor trabajo el empresario
paga al trabajador en función de su capacidad laboral que siempre es inferior al
número de horas trabajadas.
Marx divide como gasta su renta la población entre bienes de consumo e
inversión, y observa que la renta de los trabajadores normalmente se gasta en
bienes de consumo mientras que la renta de los empresarios, si bien una
pequeña parte se consume, normalmente se invierte a fe de que aumenten la
producción y sus beneficios. Por tanto, lo que Marx afirma es que el propio
desarrollo de la economía capitalista va a dar lugar al cambio sistémico y al
paso a una sociedad socialista.
Se puede decir que la predicción catastrofista de Marx sobre la evolución y
destrucción de la sociedad capitalista no se ha cumplido, al menos hasta el
momento.
En cuanto al clima intelectual de la época, la ya mencionada teoría objetiva del
valor de
Marx impedía a sus sucesores socialistas plantearse la posibilidad o no del
cálculo
económico, debido a que si el valor es objetivo, es del todo punto inútil realizar
el cálculo mismo ya que implícita o explícitamente sería conocido por todos el
valor de las cosas, y no habría necesidad ni de medir ni de valorar las mismas,
que es lo que es en definitiva el objetivo del cálculo económico. Esto hizo que,
antes de la publicación del articulo de Mises, los únicos que hiciesen referencia
a la posibilidad del cálculo económico en las economías de corte socialista
fuesen economistas formados en la tradición neoclásica como Pareto o el
italiano Enrico Barone. El problema, como muy bien subrayó Mises y del que
no se dieron cuenta ni Barone ni el resto de economistas neoclásicos, es que el
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Estado no puede hacerse con una información que no existe, que no se ha


creado porque no se puede crear en este tipo de economías centralizadas de
tipo socialista, mientras que los economistas neoclásicos parten del supuesto
de que "Si existe información y es perfecta y conocida por todos, entonces es
posible el cálculo económico socialista".

- Las raíces político-económicas del marxismo

La economía política es esencial para esta visión, y Marx se basó en los


economistas políticos más conocidos de su época, los economistas políticos
clásicos británicos, para ulteriormente criticar su forma errónea de pensar. La
economía política, que es anterior a la división que se hizo en el siglo XX de las
dos disciplinas, trata las relaciones sociales y las relaciones económicas
considerándolas entrelazadas. Marx siguió a Adam Smith y a David Ricardo al
afirmar que el origen de los ingresos en el capitalismo es el valor agregado por
los trabajadores y no pagado en salarios. Esta teoría de la explotación la
desarrolló en El capital, investigación “dialéctica” de las formas que adoptan las
relaciones de valor.
El capital ocupa tres volúmenes, de los cuales sólo el primero estaba terminado
a la muerte de Marx. En este primer volumen, y particularmente su primer
capítulo, se encuentra el núcleo del análisis. Aquí tiene un peso extraordinario
la herencia de Hegel, y rara vez se lee la obra tan cabalmente como lo pide
Marx en su introducción. El método de presentación procede de los conceptos
más abstractos, incorporando paulatinamente nuevo estrato sobre nuevo
estrato de determinación y proyectando los efectos de dicho estrato en un
intento por llegar, finalmente, a una explicación total de las relaciones
concretas de la sociedad capitalista cotidiana. En estas obras Marx demuestra
científicamente las bases de las diferencias entre los seres humanos y sobre la
teoría de la apropiación del trabajo, la "plusvalía", entre muchas otras cosas.
Marx criticó a Smith y Ricardo por no reparar en que sus conceptos
económicos reflejaban instituciones específicamente capitalistas, no
propiedades naturales innatas de la sociedad humana, y no se podían aplicar
intactos a todas las sociedades. La teoría marxista de los ciclos económicos, la
del crecimiento y desarrollo económico, especialmente en dos modelos
sectoriales, y la de la caída en el índice de rendimiento o teoría de crisis, son
otros elementos importantes de la economía marxista.

La crítica liberal
Los miembros de la escuela austriaca fueron los primeros economistas
liberales en criticar sistemáticamente la escuela marxista. Esto fue, en parte,
una reacción a la Methodenstreit (controversia sobre la cuestión del método),
cuando atacaron las doctrinas hegelianas de la escuela histórica. Aunque
muchos autores marxistas han intentado presentar a la escuela austriaca como
reacción burguesa a Marx, tal interpretación es insostenible: Carl Menger
escribió sus Principios de economía casi al mismo tiempo que Marx
completaba El capital. Los economistas austriacos fueron, no obstante, los
primeros en enfrentarse directamente con el marxismo, ya que ambos trataban
de asuntos como el dinero, el capital, los ciclos económicos y los procesos
económicos. Eugen von Böhm-Bawerk escribió críticas extensas de Marx en
4

los años 1880 y 1890, y varios marxistas prominentes (como Rudolf Hilferding)
asistieron a su seminario en 1905-1906.
Posteriormente existió un debate entre Ludwig von Mises (discípulo de Böhm-
Bawerk), quien consideraba que el socialismo era imposible al no existir un
mercado que determinase los precios, y Oskar Lange, quien defendía una
economía socialista con un mercado estatal en la que los precios fuesen
determinados según un método de ensayo y error, hasta hallar un precio
adecuado. El debate entre ambos economistas continuó durante varios años,
hasta que Oskar Lange afirmó que Von Mises tenía razón. Sin embargo, años
después volvió a modificar su punto de vista, y defendió la economía soviética.
Diversos autores marxistas han ofrecido en los años posteriores respuestas a
los argumentos liberales. Mientras que algunos defienden modelos de
socialismo de mercado más refinados que el de Oskar Lange (por ejemplo,
David Schweickart), otros consideran que es posible establecer una economía
socialista sin mercado. En este último grupo se puede diferenciar entre los que
sostienen que el método de cálculo en el socialismo debe realizarse según la
teoría del valor trabajo y los que sostienen que el valor trabajo sólo existe en
las sociedades capitalistas.
También existen socialistas de libre mercado no marxistas como Thomas
Hodgskin, Pierre-Joseph Proudhon, Benjamin Tucker, Silvio Gesell, Franz
Oppenheimer, o Kevin Carson.

- Causas de la Perestroika
Desde una visión económica

Estancamiento. En primer lugar de


la agricultura mientras en china al
iniciarse la liberalización tras la
revolución cultural, creció de forma
continua el nivel de la cosecha, en
la URSS el descenso parecía
irremediable. En 1975 China y la
URSS produjeron 225 millones de
toneladas de trigo cada una. En
pocos años mientras China subía
a los 300 Millones, la cosecha
soviética se contraía hasta los 150,
la Rusia históricamente
exportadora de grano tuvo que
convertirse en importadora. Mas
acusado todavía era el
estancamiento de la Industria, para
frenar el descenso de la
producción se recurrió al empleo masivo de mano de

obra, en términos mano de obra-producción descendieron de forma alarmante


los niveles de eficacia y se despilfarraron recursos. Si se compara con
Occidente, el derroche de energía era evidente. Para producir en 1980 mil
dólares de producto bruto en Rusia se necesitaban 1.490 Kg. de carbón frente
a los 820 de Gran Bretaña o los 565 de Alemania.
5

. Número de cabezas del ganado vacuno (millones)

Atraso Tecnológico: a pesar de sus éxitos en la carrera espacial, la URSS


había terminado quedándose rezagada en sectores de alta tecnología, como la
robótica, ordenadores, láser, telecomunicaciones, fibra óptica, etc.. Y la
inferioridad técnica soviética, el atraso derivaba en gran medida de su
aislamiento de la comunidad científica internacional. En una sociedad donde
se controlaban las fotocopias o se ponían trabas a la libre salida de los
científicos para participar en congresos internacionales, y donde no existían
ordenadores, termina empobreciéndose tecnológicamente.
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Producción de medios químicos de protección de las plantas(miles de t)

Robots Industriales

80.000

70.000

60.000 Ordenadores Grandes Medianos

50.000
120.000 1
2
40.000
100.000 3

30.000 4

80.000
20.000 1
2
10.000
60.000
3
0 4
40.000

20.000

0
Paises
7

RETRASO TECNOLOGICO
Índices 1983 EEUU CE JAPON URSS
Ordenadores Grandes 96.500 23.400 16.900 3.040
Medianos 412 135 142 11
Numero por millón de
habitantes
Ordenadores pequeños 1.000.000 240.000 70.000 22.000
Numero por millón de 4.273 1.387 588 80
habitantes
Robots Industriales 44.700 51.877 67.435 3.000
Numero por millón de 196 201 571 11
habitantes

Deterioro de la calidad de vida, que se puede observar de forma clara en los


índices demográficos que constituyen un indicador inequívoco del descenso en
la calidad de vida de un pueblo. Entre 1960 y 1985 la mortalidad en la URSS
subió desde 7,1% al 10,8%, desde finales de la segunda guerra mundial este
índice había mejorado lentamente, pero a partir del año 1960 se produjo un
reflujo indicador de que los bienes sociales no se destinaban al bienestar de la
población sino que se orientaban hacia el rearme. La esperanza de vida
descendió de los 70 a los 67,7 años. La mortalidad infantil se encuentra en la
tasa del 25% de los nacidos frente al 6 o 7 % de los países desarrollados,
según los datos mundiales de 1989 la URSS se situaba en el puesto 51 de
renta por capita. Y si en consumo alimentario aparecía entre los 15 primeros
países antes de la crisis actual, en otro conjunto de bienes básicos como la
vivienda, mortalidad infantil y bienes duraderos descendía al puesto 60.

Producción de bienes y servicios que no hacían falta. Esta causa genera un


gasto y por lo tanto deuda publica que se depara a sectores que están ya
bastante desarrollados y que por lo tanto se podría emplear para otros bienes y
servicios que se carecen.
8

Producción de tractores en Rusia (miles de unidades)

Otras tablas
9

Ordenadores pequeños

1.200.000

1.000.000

800.000
1
2
600.000
3
4
400.000

200.000

Desde una visión social

- La desaparición de los estímulos materiales como recompensa a los


esfuerzos.
El sistema exigía el sacrificio constante en beneficio de generaciones futuras,
privando a los trabajadores de una recompensa efectiva e inmediata
10

conseguida como resultado de sus desvelos, ignorando que, si algo se sabe


con toda certeza en el terreno de las motivaciones, es que existe una relación
directa entre el nivel de esfuerzo y la inmediatez de la recompensa obtenida:
mientras mayor sea y más próxima se encuentre la recompensa, más intenso
será el esfuerzo por obtenerla. La verdad es cierto todo esto pero habría que
preguntarse si no hubiera ocurrido este cambio ¿Cuánto tiempo y cuántas
generaciones de trabajadores podían realmente defender con entusiasmo un
sistema que les negaba o aplazaba la una legítima compensación por sus
desvelos?

- La falsa solidaridad colectiva y el debilitamiento del "bien común"


Como consecuencia del colectivismo y de la desaparición de estímulos
materiales asociados al esfuerzo personal, en todos los Estados comunistas se
producía, además, un paradójico fenómeno que Marx no supo prever: la
solidaridad colectiva, lejos de fortalecerse con el comunismo, fue
desvaneciéndose hasta hacerse imperceptible. Nadie cuidaba los bienes
públicos. La verdad oficial era que todo era de todos. La verdad real era que
nada era de nadie, y, en consecuencia, a nadie le importaba robarle al Estado,
dilapidar las instalaciones colectivas, o abusar sin contemplaciones de los
servicios ofrecidos, actitud que generaba una letal combinación entre el
despilfarro y la escasez propia del sistema.
En los Estados comunistas la obsolescencia de los equipos era asombrosa: los
tractores, vehículos de transporte o cualquier maquinaria que se entregaba a
los trabajadores tenían una vida útil asombrosamente breve, acortada aún más
por la permanente falta de piezas de repuesto, típica de las economías
centralmente planificadas.
Nadie cuidaba nada porque las personas no conseguían asumir mentalmente
la idea del "bien común".
Lo que era del Estado, un ente opresor remoto e incómodo no les pertenecía a
ellas y no había razón para protegerlo. Esto se veía con claridad en el entorno
urbano característico de las ciudades regidas por el socialismo, siempre sucio,
despintado, mal iluminado, con edificios en ruinas.

- Las instituciones estabularias


Consecuentemente, el totalitarismo negaba y reprimía cualquier forma de
organización que no estuviera sujeta al control y escrutinio de la cúpula
gobernante.
La sociedad no podía espontáneamente generar instituciones para defender
ideales o intereses legítimos. La participación estaba limitada a los pocos
cauces creados por la cúpula: el Partido, las organizaciones de masas, los
parlamentos unánimes, los sindicatos amaestrados, y en ninguna de esas
instituciones oficiales las personas se veían realmente representadas. De
forma contraria a la tradición histórica, el comunismo era un sistema
conscientemente dedicado a desatar lazos y a disgregar las estructuras
espontáneas y naturales de vinculación generadas por la sociedad,
sustituyéndolas por correas de transmisión de una autoridad arbitraria y
represiva, disfrazadas de cauces artificiales de participación, aun cuando eran,
en realidad, verdaderos establos en los que "encerraban" a los ciudadanos
para lograr su obediencia.
11

- El miedo como elemento de coacción y la mentira como su


consecuencia
Conseguían el control social a través del miedo. Entre ellas, tal vez las más
graves son el fingimiento, la simulación y la ocultación. Mentir es la
especialidad de las sociedades regidas por el comunismo. Miente el Partido
cuando defiende planteamientos que sabe falsos o inalcanzables.
Mienten los funcionarios cuando informan sobre los resultados de la gestión a
ellos encomendada, generalmente mal ejecutada por falta de medios. Mienten
los jerarcas cuando presentan resultados deliberadamente distorsionados.
Mienten los militantes o los indiferentes cuando deben opinar sobre los logros
supuestamente obtenidos, pero, lo que es aún más grave, todos, tirios y
troyanos, enseñan a sus hijos a mentir porque en el sistema comunista los lleva
directamente a la cárcel.

- Antecedentes

Al asumir Mijaíl Gorbachov en 1985 el poder en la URSS, el gigante soviético


venía de disfrutar un decenio de estabilidad política sin precedentes bajo el
gobierno de tres dignatarios, “ninguno de ellos apto- según diagnóstico médico-
para tan alto cargo” . En el momento de su muerte, en 1982, Leonid Brezhnev a
duras penas podía tomar decisiones políticas. Su sucesor, Yuri Andrópov, si
bien con mayor vigor mental, se encontraba físicamente incapacitado,
desapareciendo de la escena en 1983. Lo sucedió durante un año Konstantín
Chernenko, un viejo camarada político de Brezhnev y jefe de su Estado Mayor,
pero que sufría de enfisema y apenas podía pronunciar un discurso coherente

Por otra parte, se ha presumido a veces en Occidente de que el


Politburó (Comisión política del Comité Central del Partido Comunista de la
U.R.S.S) de esa época, escogió a Gorbachov por ser partidario de la “línea
blanda” en respuesta a la “línea dura” del Presidente norteamericano Ronald
Reagan. La verdad es que la política exterior soviética no estaba en discusión
cuando se le eligió, y éste no dio el menor indicio de que quisiera adoptar una
política de conciliación con Occidente, ni en público ni en las reuniones del
Politburó, como tampoco lo hizo en la reunión en que sus colegas del Politburó
votaron por unanimidad recomendarlo al Comité Central para el puesto de
secretario general. Ni estaba claro para sus colegas que elegían a un auténtico
reformista, y menos a alguien que sacudiría los fundamentos mismos del
sistema soviético.

La llegada al poder de Gorbachov fue, sin embargo, un hecho decisivo


para la historia de Rusia y Europa. Su relativa apertura de espíritu significaba
que sus puntos de vista se fueron desarrollando durante sus años como
dirigente y que pronto se dio cuenta de la necesidad de reformas económicas y
de cambios políticos. Al principio, se trató de reformas dentro de los límites del
sistema existente, con la reorganización (perestroika) de la economía soviética,
que llevaría a una aceleración (uskorenie) del crecimiento económico. Propició
una mayor transparencia (glasnost), deseable por sí misma y por razones
12

pragmáticas, como un medio de revitalizar y movilizar a una sociedad


estancada.

- El proceso
Durante sus primeros años en el poder, Gorbachov no hizo ningún cambio
importante en el plan económico del estado aunque dijo que era necesario
cambiarlo. En 1987, Gorbachov y sus ministros de economía introdujeron las
reformas necesarias de lo que sería conocido como perestroika.
En una sección plenaria de Junio de 1987 del Comité Central del PCUS
Gorbachov presentó las bases políticas de la reforma económica que intentaba
mantener la existencia de la URSS. La Perestroika es una reforma basada en
la reestructuración de la economía llevada a cabo en la URSS a finales de la
década de 1980. Cuando en 1985 el reformista Mijaíl Gorbachov fue elegido
secretario general y se convirtió en el máximo dirigente soviético, esta política
ya estaba diseñada, pero fue en el Comité Central del Partido Comunista de la
Unión Soviética (PCUS) de abril de 1985, cuando se decidió ponerla en
práctica de inmediato para sacar al país de la grave crisis económica e
impulsar el desarrollo, pues estaba sumido en la corrupción y el atraso.
Su objetivo era convertir el sistema de gestión centralizada en un sistema más
descentralizado y adaptado al mercado moderno, para lo cual se permitió una
cierta autonomía local, y desarrollar un programa especial para modernizar la
industria de ingeniería y los modelos de gestión económicos, que habían sido
descuidados. También se pretendía lucha contra la corrupción, con la
reducción del alcoholismo y el absentismo laboral; la liberalización económica,
permitiendo a las empresas tomar decisiones sin consultar a las autoridades y
el fomentando la empresa privada y las sociedades conjuntas con un número
limitado de compañías extranjeras, impulsando así la inversión. Se llevó a cabo
también una cierta democratización de la vida política. Aganbegyan, el primer
consejero económico de Gorbachov, afirmó que en un 40% de la industria se
habría producido una disminución de la producción y que, además, existía una
degradación de la agricultura. Por ello, propuso reformas que para dar más
autonomía a la empresa, mejorar el rendimiento del trabajador y la calidad de
los productos. Las alternativas económicas de otros países socialistas se
ignoraron y las medidas que se adoptaron no se discutieron previamente,
permitiendo la entrada de capital extranjero y acercándose cada vez más al
capitalismo. Así, poco a poco se fueron introduciendo actividades económicas
privadas, mediante la paulatina introducción de contratos individuales en
fábricas y haciendas colectivas. Se llevaron a cabo medidas, como la venta de
un gran numero de empresas estatales, reformas de la moneda y un nuevo
sistema bancario. Todo esto permitió que a principios de 1990, la URSS
hubiese alcanzado ya el nivel de desarrollo económico mundial. En la 1ª fase
de la perestroika se tomaron abundantes medidas morales para reducir el
alcoholismo, logrando que en 1986 el consumo se redujera en un 36%.
En política exterior, Gorbachov tendía a la negociación de la reducción de
armamento, el reconocimiento los derechos humanos y la pacificación de las
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relaciones internacionales, retirando las tropas soviéticas en Afganistán y


recibiendo en Moscú al presidente estadounidense Ronald Reegan. Tras ser
elegido presidente del Soviet Supremo, Gorbachov aceleró el programa de
reformas políticas. Fue elegido jefe del estado(1989) y primer presidente de la
unión soviética por el congreso (1990). Se redujo el interés de la URSS por los
países socialistas del Tercer Mundo, y se inició una predilección por los países
occidentales y por la democracia a la que costó mucho adaptarse. Los
derechos humanos se reconocieron en diciembre de 1988, acabando con los
principios de Lenin y del marxismo que hasta entonces habían constituido la
ideología del partido comunista.
La reforma, aplicada con mayor fuerza sobre todo a partir de 1987, alcanzaba
todas las áreas del sistema soviético: la ciencia, la tecnología, la reorganización
de la estructura económica y los cambios en la política de inversiones. Para
ello se trató de hacer un mejor uso de los medios económicos de que se
disponía. La reforma supuso el saneamiento de una burocracia ineficaz y con
ello pretendía implicar más al conjunto de ciudadanos en la tarea de reconstruir
su economía. Se complementó de la glasnost, es decir, una política de apertura
hacia los medios de comunicación, con transparencia informativa, permitiendo
la libertad de expresión y de opinión, al contrario que en la etapa anterior,
caracterizada por la ejecución de los contrarios al sistema. De esta manera, por
primera vez, el gobierno soviético permitía una cierta autocrítica y reconocía
sus defectos, lo que contribuyó a resolverlos con mayor rapidez. Esto fue
generando una confrontación política encabezada por las críticas de Boris
Yeltsin, que fue apartado en 1987 a pesar de que contaba con el apoyo
popular. En junio de 1988 se celebraron elecciones que a pesar de no ser
democráticas no dieron al PCUS todos los puestos en el gobierno, sino que se
formó una minoría de reformadores entre los que se encontraba Yeltsin. A
finales de 1990 ya existía una verdadera división en el Congreso, con unos 18
grupos políticos, de los que el más importante era el comunista, seguido del
conservador Soyuz.
Hacia el final del mandato de Gorbachov, la perestroika empezó a recibir
críticas tanto por los que pensaban que las reformas se aplicaban demasiado
lentamente como por los comunistas que temían que éstas destruyeran el
sistema socialista y llevaran a la decadencia del país. El 19 de agosto de 1991
Mijail Gorbachov perdió el poder tras un golpe de Estado llevado a cabo por los
altos cargos del PCUS. El golpe de estado fracasó debido a la movilización
popular que apoyó a Borís Yeltsin. Muchas repúblicas federadas de Europa del
Este declararon entonces su independencia, lo que llevó a la disolución de la
Unión de Repúblicas Socialista Soviéticas (la URSS) el 25 de diciembre de
1991, día en que Gorbachov renunció a su cargo. Yeltsin se convirtió en su
sucesor, abandonando el comunismo y convirtiéndose en presidente de la
república rusa.

- Comienzo del fin

Desde el comienzo de su jefatura, Gorbachov habló también de la necesidad


de democratización (demokratizatsiya) de la sociedad soviética, aunque los
cambios políticos propiciados durante sus tres primeros años en el cargo de
secretario general podrían describirse más como de liberalización que de
14

democratización. Su actuar se podría definir como natural dentro de la


evolución política y social del resto del mundo, “Concretamente, el comunismo
es una reacción contra los excesos que cometió el capitalismo liberal en su
juventud desaprensiva y rapaz. Las características del comunismo puro son
sino la contraparte de aquellas condiciones”
Fue en la XIX Conferencia del Partido Comunista soviético, en el verano de
1988, cuando Gorbachov asumió la responsabilidad del gesto decisivo de
convertir el sistema soviético en algo de esencia totalmente diferente, y cuando
aceptó no sólo el principio de elecciones para una nueva legislatura sino que
propuso que se redactaran aquel mismo año las leyes correspondientes y que
la nueva Asamblea empezara a funcionar en la primera mitad de 1989.
En cada año de la segunda mitad de los ochenta se fueron ensanchando
los límites de la glasnost hasta que no pudo distinguirse esta apertura de la
libertad de expresión y de publicación. Se suprimió un tabú tras otro, al ir
tomando impulso la evolución política del país. La crítica a Stalin precedió a la
crítica a Lenin, y a finales del decenio ya se podía atacar en letra impresa no
sólo al principal fundador del Estado soviético, sino también a los actuales
dirigentes del Partido Comunista y hasta los fundamentos mismos del sistema
económico y político soviético. Se publicaron en ediciones de gran tiraje obras
antes prohibidas y que tuvieron un efecto profundo en la opinión pública, como
El Archipiélago GULAG, de Alexander Solzhenitsin, Relatos del Kolimá, de
Varlam Shalamov, que exponía lo más despreciable de la vida en los campos
de trabajo soviéticos, las obras de Daniel y de Siniavski, el 1984 y Rebelión en
la granja de George Orwell, y El cero y el infinito de Arthur Koestler. Decenas
de millones de rusos, que antes daban por descontado el sistema comunista,
se convirtieron en anticomunistas.

La Perestroika: Reforma Economica y la crisis de la URSS

El lanzamiento de la perestroika se expreso en la denuncia desde el poder, de


la ineficacia del sistema, de su capacidad para derrochar recursos, y de la
abundante corrupción que generaba, en 1987 el desastre de Chernobil mostró
dudas sobre la aptitud de para utilizar las tecnologías avanzadas fuera del
ámbito milita,

La propaganda oficial había presentado al mercado, durante muchas décadas


como el origen de múltiples males; el sistema soviético había conseguido
doblegar el estimulo y la iniciativa individual; el aso a un sistema de mercado
debía ser por tanto, el resultado del impulso de las autoridades, no obstante
estas se habrían de encontrar con la oposición de la burocracia planificadora,
del aparato del PCUS, y así Gorbachov y su entorno pudieron comprobar como
las medidas flexibilizadoras introducidas a partir de 1987, eran debilitadas en
sus efectos por las normas, interpretaciones y conductas con las que esa
extensa burocracia condiciono su aplicación.

Tampoco existían desde el gobierno central unas ideas claras de la política a


aplicar, el fracaso de la Ley de empresas estatales y de las demás medidas
15

introducidas a partir de 1987 no era imputable solamente al sabotaje de los


burócratas, era también consecuencia de una dirección clara y articulada.

Las medidas de flexibilidad aplicadas desde 1987 pretendían liberar a las


empresas de los rígidos objetivos del plan; pero estos se vieron sustituidos en
buena medida por pedidos estatales, y además las empresas cuando se
encontraron con márgenes de decisión sobre su producción y sus ventas, se
enfrentaron con graves problemas para obtener materias primas,
semimanufacturas y compradores en una economía sin mercados
desarrollados. Las reformas daban a las empresas mayores grados de libertad
para administrar su masa salarial y su excedente, pero sin una disciplina que
sustituyese a la disciplina central, los responsables de las empresas,
procedieron a subida de salarios y a la retención de beneficios. Las medidas
adoptadas no abordaban el problema central de las distorsiones de los
precios, asimismo existió una resistencia de las autoridades a que los
aumentos registrados en los costes de producción se tradujesen en
elevaciones de los precios. Esto llevo a un fuerte incremento de las
subvenciones, que provocaron a su vez un rápido aumento del déficit publico;
así se alimento una situación inflacionaria intensa: el publico había visto
engrosar sus rentas disponibles para el gasto y poseía una importante
capacidad de compra en forma de billetes y depósitos bancarios;
consecuencias: proliferación de las escasez en los mercados oficiales, el
acaparamiento de productos por los consumidores y la expansión del mercado
negro.

En estas condiciones las pequeñas cooperativas, aprovechaban las escaseces


para obtener beneficios y desviaban sus productos de los canales oficiales a
los mercados negros, alentando en el proceso la corrupción. Esta situación
generaba poca simpatía por parte del pueblo hacia la iniciativa privada.

Las reformas introducidas desde 1987 a 1989 desmontaron en buena medida


el sistema de planificación central pero no lo sustituyeron por mecanismos
reguladores del mercado. La economía soviética vivía en 1990 un estado de
desorden: la producción descendía, las escaseces aumentaban; las empresas
incumplían sus contratos de entrega y retenían parte de la producción para
trocarla por materias primas y bienes intermedios necesarios para su actividad;
las repúblicas y las autoridades locales trataban de evitar la exportación para
asegurarse también suministros mediante operaciones de trueque; el sistema
oficial de distribución era objeto de robos por parte de la delincuencia
organizada; y el panorama de confusión se veía acentuado por la sucesión de
huelgas en demanda de salarios mas altos, el aumento del absentismo en las
empresas y la profusión de movimientos ecologistas imponía el cierre de
plantas y empresas.

- La Reforma Económica y los ingresos de la población Rusa

La perestroika instaurada en la URSS por Mijail Gorbachov prometía grandes


cosas para los ciudadanos, pero los dirigentes de entonces optaron por subir
16

los sueldos a diversas categorías de ocupados, esta decisión provoco la


escasez y la necesidad de subvención lo que empeoró su situación y la del
tesoro público.

El elemento mas destructivo fue la Ley de empresa, pues anulaba todo


control sobre los recursos, así se redujo la inversión.

La desmembración de la URSS en pequeñas Repúblicas, la creación de


Bancos propios y la concesión de créditos ilimitados provocó inflación y la
escasez total, el interés por el dinero llegó a ser mínimo.

1.Liberalización de precios en 1992.

La Liberalización de precios en 1992 y la renuncia a la rígida regulación de


salarios llevaron a un sustancial descenso en el nivel de vida así como cambios
en la dinámica y estructura de los ingresos, diferenciando regiones y ramas en
la remuneración del trabajo.

Surgió una clase de ricos cuyos ingresos no provenían del trabajo y se


amplió el numero de pobres ; en 1993 casi una tercera parte de la población
Rusa tenía ingresos que no garantizaban un nivel mínimo de subsistencia.

2.Distribución polarizada de los ingresos.

Ha aumentado la diferenciación de la población en el nivel de ingresos “per


cápita” de forma vertiginosa ; así al 20% de la población más rica le
corresponde el 43% de los ingresos monetarios.

Han surgido grandes desproporciones en la remuneración de los salarios


por ramas de la economía, debido a la falta de competencia entre las empresas
las que han logrado monopolizar los mercados de venta pagan salarios mucho
más grandes que el resto.

También han aumentado las diferencias entre las regiones, las de


situación más ventajosa han sido las de una mayor especialización productiva.

La distinción del nivel de consumo no son tan grandes como las de


ingresos nominales ya que el las zonas centrales de Rusia los precios de los
productos básicos son menores que en las más meridionales o Siberia.

Por otro lado la estructura de los ingresos ha variado para la mayor parte
de la población, para el 70% de la población la fuente de ingresos es el salario,
17

20% la pensión y 5% negocios propios. La población asalariada para el estado


la situación es la peor debido a la falta de incorporación de la fuerte inflación al
salario, el resto de trabajadores tienen una situación más favorable ; aún así la
gente se ve obligada a buscar fuentes complementarias de ingresos.

En el campo del consumo la estructura ha empeorado en estos últimos


dos años, la parte destinada a alimentos es del 50% reduciendo el resto de
consumos de productos no comestibles y de servicios.

3.Condicionantes del nivel de vida.

1. Diversos bienes sociales se subvencionan por el Estado.

2. La estadística oficial no recoge los ingresos de la producción no


registrada. Además el comité Estatal de Estadística no ha hecho estudios
profundos de los presupuestos familiares desde 1989.

3. En los comienzos de la liberalización la población tenía acumulados


considerables stocks de víveres y artículos industriales, que sirvió como freno a
la caída de ingresos después de la liberalización.

La Población se polariza con respecto a los ingresos con la aparición de


los Super-Ricos, una pequeña parte que obtiene sus ingresos de los negocios y
el resto. Esta situación plantea dos Problemas :

1. Fuente de tensión social.

2. El grupo poblacional en trono a los pequeños negocios puede


incrementar su participación apoyando y apoyándose en la inflación.

Este modelo de distribución de ingresos es propio de las sociedades


donde la rapidez de las operaciones es más importante que la estabilidad en
los negocios.

Es importante notar en estos modelos la ausencia de una clase media


superior base y fuerza motriz de las reformas y progreso, una vez que la
economía se desarrolle desaparecerán las tensiones que provocan las
diferencias de clase.

Análisis.

Los cambios en la distribución de los ingresos en Rusia después de la


perestroika y la liberalización de los precios han llevado a la población rusa a
18

una polarización en su status con grandes diferencias de nivel de vida según la


fuente de obtención renta de los individuos.

Este efecto se da por varias causas :

 La primera por la diferente incorporación de la inflación a las fuentes de


renta.
 Otra causa es las diferentes fuentes de renta y su participación en los
ingresos finales.
 Por otro lado la escasez general y la región determinan la capacidad de
consumo de los individuos, que además, ha variado considerablemente.

La falta de una clase media alta, y la rapidez de las operaciones que se


realizan así como la falta de interés por el dinero hacen que la evolución de la
estructura de ingresos no sea la más recomendable.

- Relación entre socialismo y escuela austriaca en términos generales


Anteriormente ya existieron autores como Barone en 1908, los cuales tras la
publicación de “El capital” iniciaron si existe la posibilidad de cálculo en la
economía socialista. Para Mises, la teoría de Barone es totalmente irrelevante
ya que parte de una serie de supuestos neoclásicos que no pueden estar más
alejados de la realidad en cuanto al funcionamiento de una economía
centralizada socialista.

En la corriente socialista al hablar de esa innecesaria anteriores a Mises y


posterior a Marx (1867-1920) se fundamentan en una teoría objetiva del valor
trabajo normalmente en función del número de horas
Por tanto, podemos afirmar que las conclusiones llevadas a cabo por los
escritores socialistas en cuanto a la irrelevancia del cálculo económico se
basan en una teoría del valor que se ha revelado como una teoría errónea. Si
la teoría objetiva del valor fuese cierta, no sólo en las economías socialistas el
cálculo económico sería irrelevante sino también en las economías capitalistas,
ya que no habría necesidad de medir debido a que el valor de cada cosa o
acción sería conocido por todos previamente.

A partir de aquí, se analizará en mayor profundidad la teoría subjetiva del valor,


empleada por Mises en sus escritos. La definición de Mises que es que para
Mises, el ser humano tiene fines para los cuales se sirve de unos medios.

Desde mi punto de vista, es consecuencia de la definición que Mises, al igual


que otros muchos autores de tradición austriaca, realiza del ser humano, y más
concretamente de la función empresarial que lleva a cabo por medio de la
acción. Aquí se está hablando de fenómenos humanos a través de una serie de
pautas

Estas ideas se derivan de Menger y son propias, en general, a toda la escuela


austriaca.
19

Menger, que junto con Walras y Jevons, es el creador de la teoría subjetiva del
valor allá por el año 1870, llega a esta teoría del valor utilizando una
antropología totalmente diferente a la de los otros dos autores que parten de
que tanto medios como fines están dados desde fuera y que el ser humano es
simplemente un optante entre dichos medios y fines. Por tanto, se puede
afirmar que el campo de acción humana que se desprende de la doctrina
austriaca es más amplio que el de los neoclásicos, aún partiendo todos de una
metodología deductivista.

Por lo que el hombre es capaz de hacer planes: de inventar. Es aquí donde


Mises entra la noción de empresario y de la función empresarial ya que esa
libertad de inventar hace que se creen incentivos para aumentar su propio
bienestar, por lo que la sociedad se encontrara en mejor situación

Aquí se encuentra otra de las grandes diferencias entre la economía neoclásica


y el pensamiento de Mises y en general de los austriacos. Para los teóricos
neoclásicos, los precios se determinan de manera estática por la interrelación
entre la oferta y la demanda, tendiendo siempre al equilibrio y cuando no se da
el mismo se producirán ajustes en los precios que harán retomar la senda del
equilibrio.

Para Mises, son los propios agentes económicos los que en ejercicio de su
función empresarial (bien sea como productores o como consumidores)
modifican los precios de manera continua intentando aprovecharse de las
situaciones creadas por ellos mismos dentro del mercado y sin que se observe
ninguna tendencia a un seudoequilibrio surgido por el cruce de unas falsas
curvas de oferta y demanda.

Hay que añadir que desde la concepción de los autores de corte socialista, el
Estado debe de ser el propietario de los medios de producción desde el punto
de vista de que tendría un mejor conocimiento de las necesidades de la
"sociedad" y que viejas cuestiones como son la justicia y la equidad en el
reparto y redistribución de los medios de producción para conseguir mayores
niveles de bienestar e igualdad estarán mejor cubiertos por el Estado.

Según Mises esto es discutible ya que cabe la posibilidad de que el Estado no


disponga de la información en cuanto a las necesidades de sus ciudadanos
cuyo conocimiento como define Huerta de Soto
 Es un conocimiento subjetivo de tipo práctico, no científico
 Es un conocimiento privativo
 Se encuentra disperso en la mente de todos los hombres en su mayor
parte es un conocimiento tácito y, por tanto, no articulable
 Es un conocimiento que se crea ex nihilo de la nada, precisamente
mediante el ejercicio de la función empresarial
 Es un conocimiento transmisible, en su mayor parte de forma no
consciente, a través de complejísimos procesos sociales.
20

En este ultimo es donde esta la base para la imposibilidad del calculo de las
economías socialistas
Ante esta situación, es imposible el desarrollo de la economía, ya que la
ausencia de
empresarios y de cálculo económico, hace que el Estado se mueva a tientas y
a ciegas a la hora de planificar la economía, pues con la desaparición del
mercado ha desaparecido también el mecanismo de los precios monetarios,
que es el que nos podría guiar a una asignación óptima de los recursos.
Los fines por el órgano político central que es el Estado, que es un ente
superior capaz de identificar cuales son los fines a perseguir por la sociedad en
su conjunto. Los medios por la propia economía planificada del Estado
centralizado que es el propietario de los medios de producción.
De aquí se deriva la cuestión de los incentivos, ya que en una sociedad en la
que tanto medios como fines están fijados de antemano, los componentes de
dicha sociedad carecen de incentivos para ejercer su función empresarial como
consecuencia de que la persecución del beneficio individual está prohibido, por
lo que las potenciales oportunidades que se pudieran presentar se esfuman, no
existen realmente. Un ejemplo claro es el poco aumento tecnológico en las
economías socialistas.

Critica de la "Escuela Austriaca" al Socialismo

La "Escuela Austriaca" es una de las ramas mas importantes del pensamiento


económico y social europeo de nuestro tiempo. Su fundador fue Carl Menger
(1840-1921) quien, junto a Jevons y Walras, formuló la teoría de la utilidad
marginal del valor o teoría subjetiva del valor económico de los bienes, que
marcó un corte con la "escuela clásica" de Adam Smith, Ricardo y otros, y el
comienzo de la "escuela neoclásica". Dentro de la tradición neoclásica, Menger
y sus discípulos directos e indirectos hasta hoy (Von Wieser, Boehm-Bawerk,
Von Mises, Hayek, Schumpeter, Hazlitt, Kirzner, Sowell entre otros) se han
caracterizado por hacer un amplio uso de la teoría de la utilidad marginal y por
subrayar las diferencias metodológicas que existen entre las ciencias naturales
y las humanas como la economía. Por este motivo han sido mas bien reacios,
en general, a darles mayor importancia a modelos matemáticos teóricos, cuya
utilidad política y económica-social les pareció siempre dudosa. En el campo
metodológico su desconfianza en la capacidad de generar predicciones
económicas cuantificables y susceptibles de exacta verificación empírica, les
valió la oposición del positivismo. Su interés por explorar y fundamentar las
leyes de la economía en peculiaridades del hombre como ser social, les llevó a
incursionar en la filosofía, la historia, el derecho y la psicología. Sin embargo,
su defensa del carácter universal de las leyes económicas les hizo oponerse
tempranamente a la escuela histórica alemana transida de historicismo, y a la
cual estos austriacos consideraron incapaz de explicar los procesos
económicos.
Viena fue hasta la Segunda Guerra un semillero de ideas y movimientos
intelectuales y artísticos: la filosofía de Wittgenstein; el psicoanálisis de Freud;
la música dodecafónica de Schoenberg; la teoría matemática de los juegos de
21

Morgestern; el positivismo de Carnap y Neurath; la obra literaria de Musil; la


filosofía de la ciencia de Karl Popper; el expresionismo de Munch; el marxismo
de Otto Bauer son algunos de los ejemplos que pueden indicarse. La escuela
de Menger y Boehm-Bawerk se nutre de este medio. La perspectiva adoptada y
el ambiente intelectual en que se desarrolló hicieron inevitables la confrontación
con el pensamiento de Karl Marx y con las sucesivas transformaciones del
socialismo posterior. El documento que se presenta a continuación recoge tres
fases de esta argumentación contra el socialismo.
La primera, se debe a Eugen von Boehm-Bawerk (1851-1914) discípulo de Carl
Menger y que fuera profesor de política económica de la Universidad de Viena
y tres veces Ministro de Hacienda de Austria. Su obra más importante Capital e
Interés fue publicada en tres volúmenes que aparecieron en 1884, 1889 y
1902. Los escritos seleccionados son un extracto de su ensayo "Una
contradicción no resuelta en el sistema económico marxista" publicado
originalmente en 1896. En ellos Boehm-Bawerk resume y da por finalizada su
refutación de la teoría económica de Marx, cuyos puntos fundamentales ya
había planteado en Capital e Interés antes de que Engels diera a conocer
los dos volúmenes siguientes de El Capital. En efecto, Marx publicó sólo el
primer volumen de El Capital y en él dejó planteada una aparente contradicción
entre la experiencia y su doctrina. Esta —que sostenía una teoría del valor del
trabajo al estilo de los autores clásicos— implicaba que en las diferentes áreas
de la producción debían generarse niveles disímiles de rentabilidad,
correspondientes a los diversos modos de incorporación del factor trabajo (el
productor de valor) en los distintos sectores de la economía. Sin embargo,
Marx sabía que en un régimen capitalista de libre mercado hay una tendencia a
que se iguale la rentabilidad en las distintas áreas de la economía.
La explicación de este fenómeno fue pospuesta. Una multitud de autores
intentaron solucionar la dificultad mientras se aguardaba con ansiedad la
publicación de los volúmenes siguientes. Boehm-Bawerk estuvo entre aquellos
que vaticinaron que la solución era imposible: había que abandonar la teoría
del valor objetivo del trabajo que Marx sustentaba. Con ello, caía su
formulación de la explotación y alienación económica que, según Marx, es
enmascarada a través de mecanismos "superestructurales": la religión, la
moral, la cultura, el derecho, etc.
El segundo volumen de El Capital de Karl Marx salió en 1885, pero sin la
esperada solución. Cuando Engels dio por terminada la edición de los
manuscritos del tercer volumen sostuvo que en los 27 años transcurridos nadie
había dado con la respuesta correcta que ahora se publicaba. La explicación
de Marx resultó desconcertante incluso para muchos marxistas y socialistas.
Werner Sombart, por ejemplo, intentó pronto una reinterpretación de la solución
propuesta por Marx, quien terminaba diciendo, en buenas cuentas, que el valor
del trabajo acumulado de un bien "se transformaba" en su precio de mercado
(o "precio de producción" en la jerga de Marx). Lo desconcertante era que en
tal formulación la introducción de la hipótesis según la cual el valor de un bien
es generado por el trabajo perdía toda utilidad y se hacía innecesaria y
prescindible.
Boehm-Bawerk sostendría, entonces, en el ensayo que aquí se publica, que
esto equivalía a abandonar la teoría del valor que fundaba la teoría de la
explotación de El Capital. El análisis crítico minucioso de Boehm-Bawerk ha
22

tenido indudable influencia. Una parte importante del pensamiento socialista de


hecho abandonó la teoría del valor de Marx.
Aquí se publica una selección que recoge una parte de la introducción del
ensayo de Boehm-Bawerk; la parte final del capítulo tercero y el capítulo cuarto
completo. Se han excluido los dos primeros capítulos y gran parte del tercero
porque examinan en forma quizás demasiado detallista para quien no desea
hacer un estudio a fondo de Marx, los diferentes argumentos y
contraargumentos de El Capital. Las partes seleccionadas, en tal sentido,
representan las conclusiones de Boehm-Bawerk. Su interés va más allá de una
mera refutación de Marx. Lo más importante de este texto es que, por la vía de
Marx, se hacen patentes las enormes dificultades que implica la tarea de
querer abandonar la teoría de la utilidad marginal y, con ello, la teoría
neoclásica en un sentido amplio.
La traducción que se presenta se basa en la versión en inglés publicada bajo el
nombre "Unresolved Contradiction in the Marxian Economic System" en Shorter
Classics of Eugen von Boehm-Bawerk, volumen 1, South Holland, Illinois,
U.S.A.: Libertarian Press, 1962.

En la generación siguiente un discípulo de Boehm-Bawerk, Ludwig von Mises,


(1881-1973) publicó un libro en 1922 que posteriormente sería llamado El
Socialismo. Se trataba de un análisis económico, sociológico y ético-filosófico
de las distintas formas de organización social propiciadas por el socialismo,
desde el sistema de planificación central hasta (en las últimas versiones de
esta obra) del socialismo descentralizado pasando por el nacionalsocialismo, el
socialismo cristiano, el sindicalismo, el sistema de empresas de trabajadores,
etc. De paso examinaba temas vinculados tales como las clases sociales y sus
intereses, la concentración de la riqueza, los monopolios, la concepción
materialista de la historia, la redistribución de ingresos y otros.
El nervio de la argumentación de von Mises consiste en mostrar cómo el hecho
de que en un sistema socialista no se transen los medios de producción en un
mercado libre hace imposible hacer un cálculo económico relativamente exacto
que permita definir pérdidas y utilidades. Ello significa que el socialismo carece
de un marco de organización social —con el correspondiente sistema de
incentivos- capaz de orientar los recursos hacia donde más se los demanda. La
voluntad de la población pierde así la posibilidad de determinar, en cuanto
consumidora, el destino de las fuerzas productivas. Según von Mises, quienes
dirigen la economía socialista planificada adquieren entonces el privilegio de
imponerle sus valores y preferencias a una población sin vías de expresión, y
aún ellos operarán forzosamente con gran incertidumbre por la falta de un
sistema de precios que transmita la información económica.
Von Mises llevó la discusión sobre el socialismo a otra fase. La respuesta de
autores como Fred Taylor, Oskar Lange y otros procuró demostrar que era
posible construir un equivalente del sistema de precios capitalista, pero sin
propiedad privada de los medios de producción, y capaz de reproducir —con
ventaja—la soberanía del consumidor característica de dicho sistema. En
sus ensayos publicados en 1936 y 1937 Oskar Lange elogiaría a von Mises por
"su poderoso desafío" en virtud del cual los socialistas, en su concepto,
"reconocieron la importancia de un sistema adecuado de contabilidad
económica para guiar la asignación de recursos en una economía socialista".
23

Von Mises replicó sosteniendo que era ingenuo pensar que se podría
reproducir el sistema de precios con burócratas estatales que actuarían "como
si" fuesen empresarios, pero que se moverían en un sistema en el cual nadie
arriesgaría capitales propios.
La importancia fundamental de la argumentación de von Mises consiste en que
logró restablecer un diálogo coherente con los economistas socialistas sobre la
base de la aceptación de los postulados básicos de la teoría neoclásica. Ahora
el debate se centraría en problemas tales como la distribución de ingresos, el
rol anticíclico del Estado, la competencia perfecta e imperfecta, en fin, la mayor
o menor distancia entre teoría y realidad en ambos sistemas capitalista y
socialista, y todo ello expresado en un lenguaje común, vale decir, en el
entendido de que las mismas leyes económicas se aplican a ambos sistemas.
Quien está familiarizado con el estilo de análisis de Marx y lo compara con el
de los socialistas, que algo menos de cien años más tarde se hacen cargo de
las críticas de von Mises, puede aquilatar la fuerza que tienen las razones.
Lo que aquí se publica es una selección del libro Socialism, Capítulos VI y VII
en donde se encuentra buena parte del argumento de von Mises sobre el
cálculo económico bajo el socialismo.
Un discípulo de Ludwig von Mises, Friedrich Hayek, retomó el hilo de esta
discusión al enfatizar que un sistema de precios es esencialmente un vehículo
de transmisión de información y conocimientos que se encuentran dispersos en
la población. El cumplimiento de este rol cognoscitivo supondrá para Hayek
propiedad privada y libre mercado. Porque aun en el socialismo
descentralizado la iniciativa privada para experimentar y finalmente descubrir
los procedimientos más baratos para servir a los consumidores estará
obstaculizada por la necesidad de convencer a las autoridades que se
transformarán, entonces, en empresarios por cuenta ajena.
En su argumentación Hayek insistirá, por una parte, en la inaplicabilidad de los
modelos teóricos del socialismo descentralizado y, por otra, en las dañinas
consecuencias políticas, sociales, morales y culturales de las tareas coercitivas
que, aun en dichos modelos teóricos, conservaría inevitablemente el Estado.
En uno de sus libros más conocidos, El Camino de la Servidumbre (1944),
Hayek argumentaría que el sistema de planificación central es esencialmente
antiliberal y antidemocrático por cuanto supone la entrega del control de los
medios que son necesarios para todos nuestros objetivos a un grupo de
planificadores cuyos valores y preferencias son impuestos, entonces, a la
sociedad. Keynes diría: "moral y filosóficamente concuerdo virtualmente con
todo este libro; y no sólo estoy de acuerdo con él, sino que en un acuerdo que
me conmueve profundamente". Joseph Schumpeter, A. C. Pigou y George
Orwell, entre otros, declararon su admiración y concordancia con estos
planteamientos de Hayek.

En este documento se edita el tercer ensayo de Hayek sobre el cálculo bajo el


socialismo y que fuera publicado inicialmente en Económica, Volumen 7, Nº 26,
mayo 1940, bajo el título "Socialist Calculation III: The Competitive 'Solution'".

El triunfo del nazismo dispersó a los miembros de la "escuela austriaca". Von


Mises se trasladó a enseñar a Ginebra y luego emigró definitivamente a
24

Estados Unidos donde enseñó en New York University. Hayek se instaló


primero en el London School of Economics, luego en Chicago y posteriormente
en Friburgo. La diáspora internacionalizó sus doctrinas. Los "austriacos"
ganaron discípulos en los países más diversos.
Sin embargo, el predominio de los seguidores de Keynes y del estilo positivista
ocultaron por algún tiempo esta realidad.
Por su parte, las corrientes socialistas continuaron según reformulaciones
postkeynesianas y/o variados ejercicios y construcciones teóricas.
La discusión pareció cambiar con la explosión de rebeldía juvenil de fines de
los años 60. Cuando el sueco Assar Lindbeck visitó Columbia University en los
años 68-69 interpretó este movimiento como un peligroso desafío a las bases
mismas de la teoría neoclásica moderna. Su polémica contra la "nueva
izquierda" en buena medida recogía argumentos de la escuela austriaca.
Lindbeck vio en esta corriente una desordenada pero explosiva mezcla de
Marcuse, Galbraith, Mandel, Sweezy y otros.
No obstante, von Mises y sus nuevos discípulos norteamericanos instalados en
uno de los epicentros de la rebelión ganaban adeptos. La búsqueda de un
enfoque humanista, liberal y no positivista de las cuestiones sociales, así como
el ataque al "estado benefactor" podría encontrar un cauce liberal. Fue
significativo en este sentido el que uno de los dirigentes del movimiento
estudiantil de Columbia University, Robert Nozick, apareciera como flamante
profesor de filosofía de Harvard publicando Anarchy, State and Utopia, libro
que ganaría el "Book Award" de 1974 y recibiría elogios de filósofos de la talla
de Quine. Una de las fuentes de la filosofía política de Nozick y de su teoría de
la justicia es el pensamiento de von Mises y, en particular, de Hayek.
Puede decirse que tal vez el libro laureado de Nozick y el Premio Nobel de
Economía de Hayek marquen el año 1974 como la fecha del reconocimiento
americano y europeo al patrimonio intelectual de esta escuela de pensamiento
social de Viena.
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