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Comencemos por saber que el Maestro Jesús dijo: “Conoced la Verdad y ella os
hará Libres”. Debemos pues recordar que la condición perfecta de nuestro espíritu
es “conocer la Verdad” y que, al nosotros pensar, nos enchufamos con aquellos en
que estamos pensando. Si pensamos en alguien ya estamos con esa persona
porque en el plano mental y espiritual en que nosotros vivimos y trabajamos no
existen tiempo ni espacio.
Cuando se piensa en eso que llamamos Dios, se lleva la mente a lo más alto y
perfecto que conocemos. Por consiguiente, nos encontramos instantáneamente en
ese plano. Nos hemos transportado. Ya no estamos en el problema que nos
envolvía hace unos minutos. Ustedes pueden comprobarlo como sigue. Piensen en
sus casas, su familia o sus hijos, sus carros, cualquier cosa que no sea esto que
estamos haciendo. No han hecho ningún esfuerzo. Simplemente cambiaron el
cuadro ante la mente. Bueno, pues ya están ustedes allí. Sus cuerpos están aquí, y
porque son sólidos y materiales no los pueden transportar, pero la condición en que
están pensando, o sea las vibraciones (porque la mente es un motor que produce
ondas vibratorias) envuelven el cuerpo sólido. La condición esa se manifiesta en el
cuerpo sólido. Esas vibraciones si son malas, negativas, lentas, negras, ponen
nuestro cuerpo y nuestras condiciones iguales. Si son blancas o del color de las
Llamas, si son brillantes, rápidas, elevan el tono de todo lo que ellas tocan. Por eso
decimos “Polarízate en el Positivo”, porque así cambias todo de la oscuridad a la
luz. Piensas en eso que llamamos Dios y pintas todo tu mundo y tus circunstancias
con luz brillante, positiva y eso es lo que se llama “Amar a Dios por sobre todas las
cosas.”
Ese Dios que estamos mencionándote, o sea, esa energía luminosa, perfecta,
altísima, es inamovible. Es pues, Principio. Ustedes ya saben que un Principio no
cambia. No importa dónde, ni cuándo piensen en Dios, producen el estado perfecto,
la luz brillante, las vibraciones de alta frecuencia, porque esa palabra “Dios” en
cualquier idioma que se pronuncie, ya tiene adheridos todos los pensamientos de
perfección, de poder, de altura, de amor, que le han dado todas las humanidades
desde eones atrás. Dice un gran filósofo, que si Dios no existiera, el hombre ya lo
habría inventado. Y eso es porque cuando pensamos en esa palabra, nos envuelven
esas altísimas vibraciones. Con que ya ustedes ven que aquel que dice ser ateo y
que no cree en Dios, miente. Basta que él pronuncie esa palabra para que se
produzcan las vibraciones en él. Lo que le pasa a la gente, a los ateos, etc., es que
la piensan sin fe, sin creer que sean posibles para ellos mismos esas
manifestaciones mágicas, milagrosas que estamos describiéndoles. Pero en cuanto
haya un aparato o una maquinaria que retrate y reproduzca la imagen de una
vibración y lo que ella causa, ya nadie podrá dejar de creer en Dios, porque Él es la
vibración o la Energía más alta que pueda concebir cualquier ser humano. Eso es
todo. Por supuesto, esa vibración mientras más alta y mayor frecuencia desarrolle,
realiza la reunión de elementos positivos, bellos y puros. Mientras más cualidades
reúna, más alta es, y como pensamos en Dios como el conjunto de perfecciones,
pues resulta ser siempre todo lo más grande y perfecto que podemos concebir o
conocer.
Bueno, ese es lo que llamamos en Metafísica “el Punto de Referencia”. En todo lo
que ocurra, en toda enfermedad, calamidad, problema, usad el Punto de
Referencia. ¿Cuál es el punto de referencia? Pensar en Dios, o sea, en lo más alto,
positivo y perfecto para poner a vibrar el momento a tono con lo mejor. Ese Punto
de Referencia es la verdad de la situación que estamos atravesando. Esa Verdad
que liberta porque eleva la frecuencia vibratoria. Ahora vamos a darles lo que yo
llamo Cheques al Portador. Son afirmaciones. Frases cortas que actúan como
recordatorios del Punto de Referencia; que polarizan instantáneamente en el
Positivo.
La Llave de Oro
LA ORACIÓN científica te hará, tarde o temprano apto para salir tú mismo o para
sacar a otros de cualquier dificultad existente sobre la faz de la tierra.
Para aquellos que no están familiarizados con el poder mayor que existe, eso
parecerá una aserción aventurada, pero solo bastará que se haga una honesta
prueba para demostrar sin sombra de duda que ello es lo cierto.
Quienquiera que seas, donde quieras que estés. La llave de oro de la armonía se
halla en tu mano ahora mismo. La razón de ello es que en la oración científica es
Dios el que obra, no tú por lo cual tus limitaciones y debilidades particulares no
entran para nada en el asunto.
Tú eres únicamente el canal a través del cual tiene lugar la acción divina y tu
conducta para recibir los beneficios de este tratamiento realmente no será otra que
apartarte a un lado.
Todo lo que tienes que hacer es esto : Dejar de pensar en la dificultad, y en su lugar
pensar en Dios.
Esta regla completa y si no haces más que esto, la dificultad cualquiera que sea,
no tardará en desaparecer.
No hay diferencia en la clase de dificultad que sea , puede ser grande o pequeña,
puede ser concerniente a la salud, a las finanzas, un pleito judicial, una riña, una
casa incendiada o cualquiera otra cosa concebible, pero sea lo que fuere,
simplemente deja de pensar en ello, y en su lugar piensa en Dios – eso es todo lo
que tienes que hacer.
No trates de formar una imagen mental de Dios, lo cual, por supuesto es imposible.
Obra repitiendo todo aquello que sepas acerca de Dios, Dios es Sabiduría, Verdad,
inconcebible Amor, Dios esta presente en todas partes, tiene infinito poder, todo lo
sabe, y así sucesivamente.
No importa lo bien que creas que entiendes estas cosas, repítelas si cesar.
El observar incesantemente los asuntos con sospecha, para darnos cuenta de cómo
marchan , es fatal, porque esto equivale a pensar en la dificultad, y se debe pensar
en Dios y en nada más.
Tú objetivo debe ser borrar la dificultad de tu conciencia, cuando menos por unos
instantes, substituyéndola por el pensamiento de Dios.
Si haces esto con alguna persona, no influirás sobre su conducta en manera alguna,
excepto que le impedirás hacerte daño o molestarte y con eso sólo le harás un
bien. De allí en adelante es seguro que será una persona algo mejor, más iluminada
y espiritual, nada más que porque le has aplicado “La Llave de Oro” .
Si puedes hacer esto con prontitud, repite con intervalos la operación varias veces
al día. Sin embargo, asegúrate de que cada vez que lo haces, retiras todo
pensamiento del asunto hasta la próxima ocasión, esto es muy importante.
Hemos dicho que La Llave de Oro es sencilla y si lo es, pero , por supuesto, no
siempre es fácil de aplicar.
Si estas muy asustado o preocupado, puede serte difícil al principio distraer tus
pensamientos de las cosas materiales, pero repitiendo constantemente alguna
expresión de Verdad absoluta que consideres importante, tal como “Solo existe el
poder de Dios, o yo soy un hijo de Dios penetrado y envuelto en la paz perfecta de
Dios, o Dios es amor o Dios me guía”, o quizás la sencilla de todas, Dios está
conmigo.
MIEDO
Entre todas las bellas y íntimas oraciones de la Biblia, no hay ninguna que supere el
maravilloso poema que llamamos el Salmo 46. Éste es un tratamiento inspirado que
te permitirá superar cualquier clase de dificultades, si es que te puedes sintonizar
con el nivel de conciencia que dicho salmo alcanza. Es el supremo tratamiento
bíblico contra el miedo.
La única razón por la que tenemos miedo es porque no amamos a Dios lo suficiente.
Si realmente amáramos a Dios siquiera la mitad de lo que nos amamos a nosotros
mismos, ¿ no tendríamos nada que temer? Un gran místico dijo: «Amad a Dios —y
haced lo que os plazca», sabiendo que con el amor de Dios en nuestros corazones
nuestras expresiones no podrían ser sino perfectas; y un vidente moderno nos dijo: «
Te puedes deshacer de la dificultad que sea tan pronto como puedas amar
a Dios más de lo que amas al temor.
¿Acaso nos debe sorprender que el mundo esté lleno de pecado, enfermedad y
muerte? ¿Que hombres y mujeres envejezcan, se cansen, se arruguen, se gasten y,
finalmente, pierdan sus cuerpos? ¿Que la tierra sea desolada por guerras,
hambrunas y pestilencia?
CARIDAD
EMMET FOX
No hay palabra en el castellano moderno que exprese la verdadera idea cristiana de
lo que es el Amor. Nuestra Biblia usa la palabra “caridad”, y si bien no hay duda de
que se aplica bastante bien a la idea, desde hace cientos de años, ha cambiado
tanto su connotación que hoy en día, no creo que haya una palabra en el
diccionario que esté más lejos de lo que realmente desea expresar.
Quizás nos podemos acercar a la idea de una mejor manera diciendo que el
cristianismo entiende por Amor la idea de la Buena Voluntad Universal, pero con
algo adicional que es Dios Mismo.
Los aspectos principales de Dios son Vida, Verdad y Amor. Estos constituyen la gran
Trinidad en la que la mente se expresa a sí misma, y veremos ahora en qué sentido
son una y la misma cosa. La Vida es existencia y esto es la Verdad del Ser.
Naturalmente, la Vida tiene que tener expresión libre y el Amor es justamente esto,
esta perfecta expresión de la vida. En otras palabras, lo que llamamos Amor es, en
realidad, la plena e irrestricta expresión del Amor Divino en sí. Esa es la razón de
porqué esto siempre entraña paz perfecta, santidad perfecta, belleza perfecta, gozo
perfecto—y de por qué Jesús dijera: «Yo he venido para que tengan Vida, y para que
la tengan en abundancia.»
Alguna vez te has preguntado: ¿Cómo es Dios? Nos han enseñado a orar
apartándonos del problema y pensar en Dios; pero, ¿cómo pensamos en Dios?
¿Cómo es Su naturaleza? ¿Cuál es Su carácter? ¿Dónde está? ¿Podemos realmente
contactarlo? Y si es así, ¿cómo?
El primer aspecto principal de Dios es Vida. Dios no sólo es viviente y da vida, sino
que Él es Vida. Donde Dios está, allí hay vida.
Cuando estás enfermo, estás sólo parcialmente vivo. Poca gente expresa a Dios en
una manera adecuada porque ellos carecen del sentido de la vida.
La alegría es una de las más altas expresiones de Dios como Vida. En realidad, ésta
es una fusión de vida y amor. La Biblia dice: “Los hijos de Dios gritan de alegría”.
Cuando nosotros nos damos cuenta de nuestra divina ascendencia, tenemos que
experimentar alegría. La alegría siempre tiene un efecto expansivo, así como el
miedo tiene un efecto de contracción. Cuando una persona dice “Yo puedo”,
adviertes un movimiento hacia adelante y expansivo, pero cuando dice “Yo no
puedo”, se retrae. Tú no puedes imaginarte una persona diciendo “Sí, yo puedo”,
con un gesto de acobardamiento, o “No, yo no puedo” de una manera franca y
optimista. El cuerpo siempre expresa el pensamiento; el pensamiento de Vida cura
e inspira, mientras que los pensamientos de miedo y muerte, contraen y destruyen.
Dios es Verdad
Conocer la verdad sobre una condición la sana. Jesús dijo: “conoced la verdad y la
verdad os hará libres”. (Juan 8:32)
Debes comprender a Dios como Verdad cuando quieres información de algún tema,
o si sospechas que al negociar puedes ser engañado. Si crees que alguien está
tratando de engañarte, demanda que la Verdad Divina que mora en la persona
interesada se exprese a través de ella. Si realizas esto con la suficiente claridad,
ella entonces hablará la Verdad. Cuando tienes que hacer algún negocio
importante, tal como firmar un alquiler o un contrato, dedica unos minutos a
concientizar la Divina Verdad, y si allí hay algo que tú debas saber, saldrá hacia
afuera. Por supuesto, la gente tal vez no desee engañarte y por alguna razón aún
no se te ha expuesto la situación completa. Yo conozco algunos casos donde serios
malentendidos fueron previstos porque alguien realizó a Dios como Verdad, y así
todos los hechos fueron revelados. También sé de casos donde la deshonestidad
intencional se evitó de la misma forma.
Dios es Amor
El tercer aspecto de Dios es Amor. Dios no es solamente amoroso, sino que es el
Amor en sí mismo, y sería probablemente verdad decir que de los siete principales
aspectos éste es el más importante que practiquemos. No hay ninguna condición
que no se remedie con suficiente Amor. La Biblia trata la naturaleza de Dios, y
según se desarrollan las Escrituras la idea de Dios se hace más clara, hasta que al
final dice “...Dios es amor; y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios
en él.” (Juan 4:16)
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos si tuviereis amor los unos con los
otros.” (Juan 13:35)
Donde hay miedo, no puede haber Amor. El mejor modo de librarte del miedo es
realizar el Amor Divino. Si amas a Dios más de lo que amas a tu microbio, tu
enfermedad, tu queja, tu carencia o tu miedo, serás sanado. Todos hemos
escuchado algunas historias de gente excepcional que fue capaz de caminar entre
bestias salvajes en la selva y salir ilesas y hay muchas otras historias en que se
habla de gente que atravesó extraordinarios peligros de otras clases y salieron
totalmente ilesos. Realizar a Dios como Amor es el remedio para el miedo.
El Amor Divino nunca falla, pero lo importante es realizar que el Amor Divino debe
estar en tu propio corazón y no puede operar desde afuera, por así decirlo. Cuando
tus oraciones no son contestadas debe ser porque no has cumplido las condiciones
de la ley, y el noventa y nueve por ciento de las veces es porque te falta el sentido
del Amor incluyente. Practica el Amor todos los días y vigila tus pensamientos,
vigila tu lengua y tus actos para que nada contrario al Amor encuentre allí
expresión.
Dios es Inteligencia
Dios no es una persona en el sentido usual de la palabra, pero tiene todas las
cualidades de la personalidad, excepto su limitación. La mente humana no puede
imaginar una personalidad que no esté limitada, pero esta dificultad surge de la
limitación de la mente humana en sí misma y, por supuesto, esto no afecta la
naturaleza de Dios. La Biblia dice, en efecto, que lo que tú pienses que Yo Soy, eso
seré Yo para ti. Esto significa que si le atribuimos a Dios todas las cualidades de una
personalidad infinita, inteligente y amorosa, Dios será justamente eso para
nosotros. Entonces podemos decir que creemos en un Dios personal.
Los niños y la gente joven responden con presteza a una oración para la expresión
de la Inteligencia a través de ellos. Si estás interesado en un joven que está en la
universidad, ora varias veces a la semana para que la Inteligencia se manifieste a
través de él. Te sorprenderás al encontrar cómo aumenta el progreso de sus
estudios. Recuerda también el maravilloso hecho de que cuando trabajas para una
persona el resultado permanecerá con ella por el resto de su vida.
Dios es Alma
El quinto aspecto principal de Dios es Alma. Alma es ese aspecto de Dios por virtud
del cuál es capaz de individualizar Su ser. La palabra individual significa
“indivisible”. La mayoría de la gente piensa que eso sugiere separatividad, pero en
realidad individual significa indivisible y Dios tiene el Poder de individualizarse en Sí
Mismo, sin fragmentarse.
El hombre puede muy bien ser comparado con una lámpara eléctrica. La corriente
eléctrica está presente en todas partes del circuito, pero brilla sólo en el exterior; se
podría decir figurativamente, que se hace autoconciente en la bombilla. Así mismo,
la Mente Divina se hace conciente en ti.
Dios es Espíritu
Tú eres espíritu. El espíritu no puede morir y nunca nació. Tu verdadero ser nunca
nació y nunca morirá. Eres eterno, divino, Espíritu Invariable, en tu verdadera
naturaleza. El universo entero es una creación espiritual, pero nosotros lo vemos en
una forma limitada. Si alguna vez has visto una ventana de vidrio estriado, sabes
que si miras a la calle a través de ella, todo se verá distorsionado. Sin embargo,
sabes que la distorsión surge de haberla visto erróneamente. Nuestra falsa visión,
hace que nos conozcamos sólo desde un aparente nacimiento a una aparente
muerte; pero esto también es ilusión. Esta visión distorsionada del Espíritu es en
realidad lo que nosotros conocemos como “materia”. Eucken dice: “La realidad es
un mundo espiritual independiente, no condicionado por el aparente mundo de los
sentidos” –y esto es la sustancia.
Dios es Principio
Cada uno de los siete aspectos principales es una cualidad distinta como los
elementos en la química. Un elemento químico, como sabes, es sólo él mismo y
nada más. El oxígeno es un elemento porque no hay nada en él sino oxígeno. El
agua, por otro lado, es un compuesto, una combinación de hidrógeno y oxígeno.
Hay muchos atributos de Dios, tales como sabiduría, belleza, alegría y así
sucesivamente, pero son compuestos; conformados de dos o más aspectos
principales. La sabiduría, por ejemplo, es el perfecto equilibrio de Inteligencia y
Amor.