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PRACTICA DE LA LEY DE MENTALISMO EMMET FOX

Comencemos por saber que el Maestro Jesús dijo: “Conoced la Verdad y ella os
hará Libres”. Debemos pues recordar que la condición perfecta de nuestro espíritu
es “conocer la Verdad” y que, al nosotros pensar, nos enchufamos con aquellos en
que estamos pensando. Si pensamos en alguien ya estamos con esa persona
porque en el plano mental y espiritual en que nosotros vivimos y trabajamos no
existen tiempo ni espacio.

Cuando se piensa en eso que llamamos Dios, se lleva la mente a lo más alto y
perfecto que conocemos. Por consiguiente, nos encontramos instantáneamente en
ese plano. Nos hemos transportado. Ya no estamos en el problema que nos
envolvía hace unos minutos. Ustedes pueden comprobarlo como sigue. Piensen en
sus casas, su familia o sus hijos, sus carros, cualquier cosa que no sea esto que
estamos haciendo. No han hecho ningún esfuerzo. Simplemente cambiaron el
cuadro ante la mente. Bueno, pues ya están ustedes allí. Sus cuerpos están aquí, y
porque son sólidos y materiales no los pueden transportar, pero la condición en que
están pensando, o sea las vibraciones (porque la mente es un motor que produce
ondas vibratorias) envuelven el cuerpo sólido. La condición esa se manifiesta en el
cuerpo sólido. Esas vibraciones si son malas, negativas, lentas, negras, ponen
nuestro cuerpo y nuestras condiciones iguales. Si son blancas o del color de las
Llamas, si son brillantes, rápidas, elevan el tono de todo lo que ellas tocan. Por eso
decimos “Polarízate en el Positivo”, porque así cambias todo de la oscuridad a la
luz. Piensas en eso que llamamos Dios y pintas todo tu mundo y tus circunstancias
con luz brillante, positiva y eso es lo que se llama “Amar a Dios por sobre todas las
cosas.”

Ese Dios que estamos mencionándote, o sea, esa energía luminosa, perfecta,
altísima, es inamovible. Es pues, Principio. Ustedes ya saben que un Principio no
cambia. No importa dónde, ni cuándo piensen en Dios, producen el estado perfecto,
la luz brillante, las vibraciones de alta frecuencia, porque esa palabra “Dios” en
cualquier idioma que se pronuncie, ya tiene adheridos todos los pensamientos de
perfección, de poder, de altura, de amor, que le han dado todas las humanidades
desde eones atrás. Dice un gran filósofo, que si Dios no existiera, el hombre ya lo
habría inventado. Y eso es porque cuando pensamos en esa palabra, nos envuelven
esas altísimas vibraciones. Con que ya ustedes ven que aquel que dice ser ateo y
que no cree en Dios, miente. Basta que él pronuncie esa palabra para que se
produzcan las vibraciones en él. Lo que le pasa a la gente, a los ateos, etc., es que
la piensan sin fe, sin creer que sean posibles para ellos mismos esas
manifestaciones mágicas, milagrosas que estamos describiéndoles. Pero en cuanto
haya un aparato o una maquinaria que retrate y reproduzca la imagen de una
vibración y lo que ella causa, ya nadie podrá dejar de creer en Dios, porque Él es la
vibración o la Energía más alta que pueda concebir cualquier ser humano. Eso es
todo. Por supuesto, esa vibración mientras más alta y mayor frecuencia desarrolle,
realiza la reunión de elementos positivos, bellos y puros. Mientras más cualidades
reúna, más alta es, y como pensamos en Dios como el conjunto de perfecciones,
pues resulta ser siempre todo lo más grande y perfecto que podemos concebir o
conocer.
Bueno, ese es lo que llamamos en Metafísica “el Punto de Referencia”. En todo lo
que ocurra, en toda enfermedad, calamidad, problema, usad el Punto de
Referencia. ¿Cuál es el punto de referencia? Pensar en Dios, o sea, en lo más alto,
positivo y perfecto para poner a vibrar el momento a tono con lo mejor. Ese Punto
de Referencia es la verdad de la situación que estamos atravesando. Esa Verdad
que liberta porque eleva la frecuencia vibratoria. Ahora vamos a darles lo que yo
llamo Cheques al Portador. Son afirmaciones. Frases cortas que actúan como
recordatorios del Punto de Referencia; que polarizan instantáneamente en el
Positivo.

La Llave de Oro

LA ORACIÓN científica te hará, tarde o temprano apto para salir tú mismo o para
sacar a otros de cualquier dificultad existente sobre la faz de la tierra.

Es la llave de oro de la armonía y de la felicidad.

Para aquellos que no están familiarizados con el poder mayor que existe, eso
parecerá una aserción aventurada, pero solo bastará que se haga una honesta
prueba para demostrar sin sombra de duda que ello es lo cierto.

No necesitas creer en lo que se te diga al respecto, sencillamente pruébalo por ti


mismo y verás.

Dios es omnipotente y el hombre ha sido hecho a su imagen y semejanza y tiene


dominio sobre todas las cosas. Esta enseñanza inspirada debe ser tomada
literalmente por su valor actual. Aquí el hombre quiere decir todos y cada uno de
los hombres y por tanto, la habilidad para disponer de este poder no es la
prerrogativa especial del místico o del santo como frecuentemente se supone, ni
aún del practicante de la Verdad mejor entrenado.

Quienquiera que seas, donde quieras que estés. La llave de oro de la armonía se
halla en tu mano ahora mismo. La razón de ello es que en la oración científica es
Dios el que obra, no tú por lo cual tus limitaciones y debilidades particulares no
entran para nada en el asunto.

Tú eres únicamente el canal a través del cual tiene lugar la acción divina y tu
conducta para recibir los beneficios de este tratamiento realmente no será otra que
apartarte a un lado.

Los principiantes obtienen con frecuencia notables resultados a las primeras


pruebas, porque todo lo que es absolutamente esencial es mantener una mente
receptiva y suficiente fe para probar el experimento. A parte de eso, se puede tener
cualquier punto de vista religioso o no tener ninguno.

En cuanto al actual método de obrar, como todas las cosas fundamentales, es la


sencillez misma.

Todo lo que tienes que hacer es esto : Dejar de pensar en la dificultad, y en su lugar
pensar en Dios.
Esta regla completa y si no haces más que esto, la dificultad cualquiera que sea,
no tardará en desaparecer.

No hay diferencia en la clase de dificultad que sea , puede ser grande o pequeña,
puede ser concerniente a la salud, a las finanzas, un pleito judicial, una riña, una
casa incendiada o cualquiera otra cosa concebible, pero sea lo que fuere,
simplemente deja de pensar en ello, y en su lugar piensa en Dios – eso es todo lo
que tienes que hacer.

No trates de formar una imagen mental de Dios, lo cual, por supuesto es imposible.

Obra repitiendo todo aquello que sepas acerca de Dios, Dios es Sabiduría, Verdad,
inconcebible Amor, Dios esta presente en todas partes, tiene infinito poder, todo lo
sabe, y así sucesivamente.

No importa lo bien que creas que entiendes estas cosas, repítelas si cesar.

Pero debes dejar de pensar en la dificultad cualquiera que sea.

La regla en pensar en Dios y si estás pensando en tus dificultades, es que no estas


pensando en dios.

El observar incesantemente los asuntos con sospecha, para darnos cuenta de cómo
marchan , es fatal, porque esto equivale a pensar en la dificultad, y se debe pensar
en Dios y en nada más.

Tú objetivo debe ser borrar la dificultad de tu conciencia, cuando menos por unos
instantes, substituyéndola por el pensamiento de Dios.

Si quieres aplicar La Llave de Oro a algunas personas que te incomodan o a una


situación difícil, piensa. Voy a aplicar a Pablo o a María La Llave de Oro o a ese
peligro que me amenaza, luego procede a desalojar de tu mente todo pensamiento
que atañe a Pablo o a María o al peligro, reemplazándolo por el pensamiento de
Dios.

Si haces esto con alguna persona, no influirás sobre su conducta en manera alguna,
excepto que le impedirás hacerte daño o molestarte y con eso sólo le harás un
bien. De allí en adelante es seguro que será una persona algo mejor, más iluminada
y espiritual, nada más que porque le has aplicado “La Llave de Oro” .

Un pleito judicial que esté pendiente o cualquiera otra dificultad probablemente se


desvanecerá sin hacerse mas graves, impartiéndose justicia a todos los implicados
en él.

Si puedes hacer esto con prontitud, repite con intervalos la operación varias veces
al día. Sin embargo, asegúrate de que cada vez que lo haces, retiras todo
pensamiento del asunto hasta la próxima ocasión, esto es muy importante.

Hemos dicho que La Llave de Oro es sencilla y si lo es, pero , por supuesto, no
siempre es fácil de aplicar.

Si estas muy asustado o preocupado, puede serte difícil al principio distraer tus
pensamientos de las cosas materiales, pero repitiendo constantemente alguna
expresión de Verdad absoluta que consideres importante, tal como “Solo existe el
poder de Dios, o yo soy un hijo de Dios penetrado y envuelto en la paz perfecta de
Dios, o Dios es amor o Dios me guía”, o quizás la sencilla de todas, Dios está
conmigo.

No importa lo mecánico e inútil que al principio te parezca este tratamiento –


pronto te darás cuenta de que él empieza a tener efecto y de que tu mente se
aclara. No luches con

violencia, sino con quietud e insistencia.

Cada vez que encuentres divagando tu atención, dirígela de nuevo a Dios.

No pretendas delinear por adelantado la solución que probablemente deba tener tu


problema.

Eso sólo vendría a retardar la demostración.

Deja la cuestión de medios y resultado final estrictamente a Dios.

Lo que tú quieres es liberarte de la dificultad, con eso basta.

Haz tu parte, que Dios no fallará en hacer la Suya.

“Todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo”.

Para resolver problemas y vencer toda clase de dificultades, muchas personas en


todas partes del mundo se han valido de La Llave de Oro, la cual en forma de la
presente versión viene a desempeñar un nuevo servicio de utilidad.

Sea La Llave de Oro el medio deque tú puedas abrir la puerta de la salud,


de la libertad y conocimiento de Dios.

MIEDO
Entre todas las bellas y íntimas oraciones de la Biblia, no hay ninguna que supere el
maravilloso poema que llamamos el Salmo 46. Éste es un tratamiento inspirado que
te permitirá superar cualquier clase de dificultades, si es que te puedes sintonizar
con el nivel de conciencia que dicho salmo alcanza. Es el supremo tratamiento
bíblico contra el miedo.

Ahora bien, el objetivo de la oración o del tratamiento es justamente la elevación de


conciencia, y orar correctamente es el instrumento que nos permite hacerlo. No
podemos esperar a comenzar nuestra oración con una realización. Si desde ya
obtuviéramos una realización, no estaríamos necesitando la ayuda de la oración; no
necesitamos una escalera para alcanzar la altura en la cual ya estamos. Se usa la
escalera para poder alcanzar, paso a paso, una altura encima del suelo a la que no
podríamos llegar con el esfuerzo muscular. Una eficaz oración es una escalera sobre
la cual podemos alcanzar gradualmente desde el bajo nivel del miedo, duda y
dificultad, hacia la altura espiritual donde estas cosas se desaparecen a la Luz de la
Verdad.
El miedo es lo contrario del Amor; porqué el miedo es el enemigo supremo de
la humanidad. Todo el mundo reconoce este hecho hoy día. Toda la sicología acadé-
mica está volviendo su atención a la superación del miedo, y la mayoría de las
escuelas de filosofía también enseñan ahora que el miedo es lo que hay que hacer
desaparecer. Y resulta que el miedo simplemente no es más que la ausencia de
Amor. «El miedo atormenta, pero el Amor perfecto acaba el miedo».

La única razón por la que tenemos miedo es porque no amamos a Dios lo suficiente.
Si realmente amáramos a Dios siquiera la mitad de lo que nos amamos a nosotros
mismos, ¿ no tendríamos nada que temer? Un gran místico dijo: «Amad a Dios —y
haced lo que os plazca», sabiendo que con el amor de Dios en nuestros corazones
nuestras expresiones no podrían ser sino perfectas; y un vidente moderno nos dijo: «
Te puedes deshacer de la dificultad que sea tan pronto como puedas amar
a Dios más de lo que amas al temor.

El enojo, el despecho, el resentimiento y el temor, son diferentes expresiones del


miedo. La envidia, la malicia y la “falta de caridad” denotan una creencia falta de
bondad. Si atas algo muy apretadamente alrededor de un miembro humano, se
paralizará, y termina gangrenándose. Ahora bien, la ausencia del Amor tiene
exactamente este efecto sobre el alma. La condenación, el resentimiento y la mala
voluntad constituyen este tipo de limitación sobre el libro flujo de la Vida.

¿Acaso nos debe sorprender que el mundo esté lleno de pecado, enfermedad y
muerte? ¿Que hombres y mujeres envejezcan, se cansen, se arruguen, se gasten y,
finalmente, pierdan sus cuerpos? ¿Que la tierra sea desolada por guerras,
hambrunas y pestilencia?

Comenzamos así a ver la razón de porqué la enseñanza de Jesucristo, bajo el


nombre que sea que haya sido dada, siempre ha hecho tanto énfasis en la
importancia del Amor. A menos que edifiquemos en nuestras propias almas una
verdadera y práctica Conciencia del Amor, todas nuestras otras actividades serán
inútiles. Si tenemos la Conciencia impersonal de Amor lo suficientemente
desarrollada hacia todos, lo demás vendrá por añadidura. Muchos
estudiantes han encontrado que cosas muy sorprendentes se les han realizado
después de trabajar tan solo unos pocos días sobre el Amor. Todas las dificultades
personales se desaparecen después de que las personas trabajan aunque sea un
tiempo sobre el Amor. Al ir transcurriendo los meses, sus caras cambian de una
manera sorprendente ya que el cuerpo es casi siempre lo primero que responde a la
liberación del miedo y del resentimiento. Hay gente que me ha dicho que han
sentido que como si les hubieran quitado veinte años de encima después de hacerse
tratamientos durante algunos días con El Amor.

CARIDAD

EMMET FOX
No hay palabra en el castellano moderno que exprese la verdadera idea cristiana de
lo que es el Amor. Nuestra Biblia usa la palabra “caridad”, y si bien no hay duda de
que se aplica bastante bien a la idea, desde hace cientos de años, ha cambiado
tanto su connotación que hoy en día, no creo que haya una palabra en el
diccionario que esté más lejos de lo que realmente desea expresar.

“Tan frío como la caridad” se ha convertido en un refrán. El mero pensamiento de


caridad y de la acción de recibirla caridad, ha llevado a miles de personas a quitarse
la vida antes que tener que entrar en contacto con esta cosa tan espantosa. Y, sin
embargo, en su verdadero significado dicha palabra debería transmitir justamente lo
que queremos decir en cuanto al Amor.

Quizás nos podemos acercar a la idea de una mejor manera diciendo que el
cristianismo entiende por Amor la idea de la Buena Voluntad Universal, pero con
algo adicional que es Dios Mismo.

El Amor es el poder motivador en la Mente, y es lo que lleva a buscar una expansión


más plena, ya que el Amor siempre tiene que ser expresado. Lo que llamamos
“servicio”, para usar la palabra que tan alegremente ha comenzado a usarse en los
tiempos recientes, es realmente “Amor en Acción”.

Los aspectos principales de Dios son Vida, Verdad y Amor. Estos constituyen la gran
Trinidad en la que la mente se expresa a sí misma, y veremos ahora en qué sentido
son una y la misma cosa. La Vida es existencia y esto es la Verdad del Ser.
Naturalmente, la Vida tiene que tener expresión libre y el Amor es justamente esto,
esta perfecta expresión de la vida. En otras palabras, lo que llamamos Amor es, en
realidad, la plena e irrestricta expresión del Amor Divino en sí. Esa es la razón de
porqué esto siempre entraña paz perfecta, santidad perfecta, belleza perfecta, gozo
perfecto—y de por qué Jesús dijera: «Yo he venido para que tengan Vida, y para que
la tengan en abundancia.»

Los Siete Aspectos Principales de Dios

Alguna vez te has preguntado: ¿Cómo es Dios? Nos han enseñado a orar
apartándonos del problema y pensar en Dios; pero, ¿cómo pensamos en Dios?
¿Cómo es Su naturaleza? ¿Cuál es Su carácter? ¿Dónde está? ¿Podemos realmente
contactarlo? Y si es así, ¿cómo?

La primera y más importante cosa que debe comprenderse, es que Dios no es


solamente una clase superior de hombre. La Biblia dice que Dios es espíritu y que
aquellos que lo adoran, deben adorarlo en espíritu y en verdad. Adorarlo en espíritu
significa obtener una comprensión espiritual de Su naturaleza. Definir a Dios sería
limitarlo, pero nosotros podemos obtener un excelente conocimiento básico de Dios
considerando los diferentes aspectos de Su naturaleza. De éstos, hay siete aspectos
principales que son más importantes que los demás. Estas son siete verdades
fundamentales sobre Dios, verdades que nunca cambian. Pensar en cualquier
aspecto de Dios, resolverá un problema en el momento, pero si seleccionas el
aspecto correcto, obtendrás el resultado más rápido y con mayor facilidad.

“Porque las cosas invisibles de él su eterno Poder y deidad, se hacen claramente


visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas
hechas...” (Romanos 1:20)
Dios es Vida

El primer aspecto principal de Dios es Vida. Dios no sólo es viviente y da vida, sino
que Él es Vida. Donde Dios está, allí hay vida.

Cuando estás enfermo, estás sólo parcialmente vivo. Poca gente expresa a Dios en
una manera adecuada porque ellos carecen del sentido de la vida.

La alegría es una de las más altas expresiones de Dios como Vida. En realidad, ésta
es una fusión de vida y amor. La Biblia dice: “Los hijos de Dios gritan de alegría”.
Cuando nosotros nos damos cuenta de nuestra divina ascendencia, tenemos que
experimentar alegría. La alegría siempre tiene un efecto expansivo, así como el
miedo tiene un efecto de contracción. Cuando una persona dice “Yo puedo”,
adviertes un movimiento hacia adelante y expansivo, pero cuando dice “Yo no
puedo”, se retrae. Tú no puedes imaginarte una persona diciendo “Sí, yo puedo”,
con un gesto de acobardamiento, o “No, yo no puedo” de una manera franca y
optimista. El cuerpo siempre expresa el pensamiento; el pensamiento de Vida cura
e inspira, mientras que los pensamientos de miedo y muerte, contraen y destruyen.

La comprensión de la Vida Divina sana a los enfermos. Los animales usualmente


responden rápido, y las plantas también muy rápido, ya que ellos no tienen ese
fuerte sentido del egoísmo personal que muchos seres humanos tienen. Nunca
inventan en sus mentes que no pueden recibir el bien o que “la enfermedad es
enviada con un buen propósito”. Tampoco se desaniman al no ser curadas más
pronto.

Dios es Verdad

El segundo aspecto principal de Dios es Verdad. Dios no es verdadero sino la


Verdad en sí misma, y donde sea que está la Verdad, allí está Dios. Hay muchas
cosas que son verdades relativas solamente en ciertos momentos y lugares, pero
Dios es la Verdad Absoluta en todo momento y en todas las circunstancias. Tan
pronto como reconocemos a Dios, quien es el Absoluto, las cosas relativas
desaparecen.

Conocer la verdad sobre una condición la sana. Jesús dijo: “conoced la verdad y la
verdad os hará libres”. (Juan 8:32)

Debes comprender a Dios como Verdad cuando quieres información de algún tema,
o si sospechas que al negociar puedes ser engañado. Si crees que alguien está
tratando de engañarte, demanda que la Verdad Divina que mora en la persona
interesada se exprese a través de ella. Si realizas esto con la suficiente claridad,
ella entonces hablará la Verdad. Cuando tienes que hacer algún negocio
importante, tal como firmar un alquiler o un contrato, dedica unos minutos a
concientizar la Divina Verdad, y si allí hay algo que tú debas saber, saldrá hacia
afuera. Por supuesto, la gente tal vez no desee engañarte y por alguna razón aún
no se te ha expuesto la situación completa. Yo conozco algunos casos donde serios
malentendidos fueron previstos porque alguien realizó a Dios como Verdad, y así
todos los hechos fueron revelados. También sé de casos donde la deshonestidad
intencional se evitó de la misma forma.

Dios es Amor
El tercer aspecto de Dios es Amor. Dios no es solamente amoroso, sino que es el
Amor en sí mismo, y sería probablemente verdad decir que de los siete principales
aspectos éste es el más importante que practiquemos. No hay ninguna condición
que no se remedie con suficiente Amor. La Biblia trata la naturaleza de Dios, y
según se desarrollan las Escrituras la idea de Dios se hace más clara, hasta que al
final dice “...Dios es amor; y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios
en él.” (Juan 4:16)

“En esto conocerán todos que sois mis discípulos si tuviereis amor los unos con los
otros.” (Juan 13:35)

Donde hay miedo, no puede haber Amor. El mejor modo de librarte del miedo es
realizar el Amor Divino. Si amas a Dios más de lo que amas a tu microbio, tu
enfermedad, tu queja, tu carencia o tu miedo, serás sanado. Todos hemos
escuchado algunas historias de gente excepcional que fue capaz de caminar entre
bestias salvajes en la selva y salir ilesas y hay muchas otras historias en que se
habla de gente que atravesó extraordinarios peligros de otras clases y salieron
totalmente ilesos. Realizar a Dios como Amor es el remedio para el miedo.

El Amor Divino nunca falla, pero lo importante es realizar que el Amor Divino debe
estar en tu propio corazón y no puede operar desde afuera, por así decirlo. Cuando
tus oraciones no son contestadas debe ser porque no has cumplido las condiciones
de la ley, y el noventa y nueve por ciento de las veces es porque te falta el sentido
del Amor incluyente. Practica el Amor todos los días y vigila tus pensamientos,
vigila tu lengua y tus actos para que nada contrario al Amor encuentre allí
expresión.

Dios es Inteligencia

El cuarto aspecto principal de Dios es Inteligencia. Cuando claramente comprendas


que éste es un universo inteligente, cambiará tu vida. En un universo inteligente no
puede haber inarmonía porque todas las ideas deben trabajar juntas para el bien
común. Tampoco puede haber carencia alguna. Un motor que ha sido diseñado
inteligentemente no tiene partes innecesarias ni tampoco le faltan partes
esenciales.

Es especialmente importante darse cuenta que Dios es Inteligencia, ya que a veces


sucede que cuando la gente pierde la idea infantil que Dios es solamente una clase
superior de hombre, se van al extremo opuesto y piensan que Dios es una fuerza
ciega, como la gravedad o la electricidad. Esto significa que ellos han perdido todo
sentido del Amor y Paternidad de Dios, y es un poco mejor que una forma sutil de
ateísmo.

Dios no es una persona en el sentido usual de la palabra, pero tiene todas las
cualidades de la personalidad, excepto su limitación. La mente humana no puede
imaginar una personalidad que no esté limitada, pero esta dificultad surge de la
limitación de la mente humana en sí misma y, por supuesto, esto no afecta la
naturaleza de Dios. La Biblia dice, en efecto, que lo que tú pienses que Yo Soy, eso
seré Yo para ti. Esto significa que si le atribuimos a Dios todas las cualidades de una
personalidad infinita, inteligente y amorosa, Dios será justamente eso para
nosotros. Entonces podemos decir que creemos en un Dios personal.

Los niños y la gente joven responden con presteza a una oración para la expresión
de la Inteligencia a través de ellos. Si estás interesado en un joven que está en la
universidad, ora varias veces a la semana para que la Inteligencia se manifieste a
través de él. Te sorprenderás al encontrar cómo aumenta el progreso de sus
estudios. Recuerda también el maravilloso hecho de que cuando trabajas para una
persona el resultado permanecerá con ella por el resto de su vida.

Dios es Alma

El quinto aspecto principal de Dios es Alma. Alma es ese aspecto de Dios por virtud
del cuál es capaz de individualizar Su ser. La palabra individual significa
“indivisible”. La mayoría de la gente piensa que eso sugiere separatividad, pero en
realidad individual significa indivisible y Dios tiene el Poder de individualizarse en Sí
Mismo, sin fragmentarse.

Tú eres en realidad una individualización de Dios. Sólo Dios puede individualizarse


en Sí Mismo en un infinito número de unidades de conciencia, sin fragmentarse,
porque Dios es espíritu. La materia no puede ser individualizada, sólo puede ser
dividida. Tu Ser Real, el Cristo Interno, el Hombre Espiritual, y el Yo Soy o la Chispa
Divina, como es diversamente llamada, es una individualización de Dios. Eres la
Presencia de Dios en el lugar donde te encuentres.

El hombre puede muy bien ser comparado con una lámpara eléctrica. La corriente
eléctrica está presente en todas partes del circuito, pero brilla sólo en el exterior; se
podría decir figurativamente, que se hace autoconciente en la bombilla. Así mismo,
la Mente Divina se hace conciente en ti.

Cuando eres llamado a desempeñar alguna tarea o hacerte cargo de alguna


responsabilidad que parece demasiado grande para ti, comprende que eres uno con
Dios y la tarea se convertirá en “nuestro negocio”, en vez de “mi negocio”. Jesús les
respondió: “¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?” (Juan 10:34)

Dios es Espíritu

El sexto aspecto principal de Dios es Espíritu. Nosotros sabemos que Dios es


Espíritu pero, ¿qué significa eso? Espíritu es eso que no puede ser destruido o
dañado. Es lo opuesto a la materia. La materia se desgasta, pero el Espíritu no,
porque es sustancia. Herbert Spencer define sustancia como aquello que no está
sujeto a discordia o desintegración. Webster dice: “Eso que se extiende debajo de
toda manifestación exterior... real, esencia o naturaleza invariable... aquello a lo
que las cualidades son inherentes... aquello que constituye todo lo que es”. Todo
esto puede sólo aplicarse a las cosas espirituales. “Dios es Espíritu, y los que le
adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” (Juan 4:24)

Tú eres espíritu. El espíritu no puede morir y nunca nació. Tu verdadero ser nunca
nació y nunca morirá. Eres eterno, divino, Espíritu Invariable, en tu verdadera
naturaleza. El universo entero es una creación espiritual, pero nosotros lo vemos en
una forma limitada. Si alguna vez has visto una ventana de vidrio estriado, sabes
que si miras a la calle a través de ella, todo se verá distorsionado. Sin embargo,
sabes que la distorsión surge de haberla visto erróneamente. Nuestra falsa visión,
hace que nos conozcamos sólo desde un aparente nacimiento a una aparente
muerte; pero esto también es ilusión. Esta visión distorsionada del Espíritu es en
realidad lo que nosotros conocemos como “materia”. Eucken dice: “La realidad es
un mundo espiritual independiente, no condicionado por el aparente mundo de los
sentidos” –y esto es la sustancia.
Dios es Principio

El séptimo aspecto principal de Dios es Principio, y éste es, probablemente, el


menos entendido. ¿Qué significa la palabra Principio?

Consideremos algunos principios generalmente aceptados. “El agua busca su


nivel”. Este es un Principio. Este no es sólo el curso tomado por una particular gota
de agua, en una localidad en particular. Esto es verdad para toda el agua en todas
partes. “Los ángulos de cualquier triángulo siempre suman 180 grados”. No importa
qué clase de triángulo uno pueda considerar, mientras sea un triángulo el principio
se mantiene. Estos principios eran verdad hace un billón de años y serán verdad de
aquí a un billón de años más. “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.”
(Hebreos 13:8)

La oración es contestada porque Dios es Principio, eternamente manifiesto en la


misma forma. Cuando oramos correctamente estamos en armonía con Su Ley del
Ser. La oración no le pide a Dios que cambie las leyes para nuestra conveniencia
temporal, pero hace que nos sintonicemos, por así decirlo, con el Principio Divino. Si
Dios fuera a hacer excepciones porque estamos en grandes dificultades (lo cual,
dada Su naturaleza, nunca podría hacer), nunca sabríamos donde estamos parados.
Si la ley de gravedad fuera ocasionalmente suspendida, digamos, sin aviso porque
un hombre muy importante se ha caído del tejado, imagínate lo que le sucedería al
mundo.

Cada uno de los siete aspectos principales es una cualidad distinta como los
elementos en la química. Un elemento químico, como sabes, es sólo él mismo y
nada más. El oxígeno es un elemento porque no hay nada en él sino oxígeno. El
agua, por otro lado, es un compuesto, una combinación de hidrógeno y oxígeno.
Hay muchos atributos de Dios, tales como sabiduría, belleza, alegría y así
sucesivamente, pero son compuestos; conformados de dos o más aspectos
principales. La sabiduría, por ejemplo, es el perfecto equilibrio de Inteligencia y
Amor.

La belleza es el perfecto equilibrio de Vida, Verdad y Amor. En cualquier verdadero


trabajo de arte encontrarás que estos tres aspectos están equilibrados. Hay muchos
detalles e interdependencias “Tú no puedes deshojar una flor sin que se estremezca
una estrella”.

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