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FINES DE LA SANTA MISA

Son cuatro: 1) latréutico (adoración)


2) eucarístico (acción de gracias)
3) propiciatorio (desagravio por los pecados)
4) impetratorio (petición)

Corresponden con los fines


del sacrificio del Calvario.

El 1 y 2 se producen infali-
blemente (referencia
directa a Dios). El 3 y 4, no
(referencia a los hombres:
disposiciones, pedir lo
provechoso, etc.).
FRUTOS DE LA SANTA MISA

Son cuatro: 1) General (aprovecha al conjunto de la Iglesia


militante y purgante)
2) Especial (aprovecha a los asistentes)
3) Especialísimo (aprovecha al sacerdote
celebrante)
4) Ministerial (aprovecha a aquellos por quienes
se ofrece la misa).

La aplicación del ministerial, la


puede hacer sólo el sacerdote ce-
lebrante: por los vivos o por los
difuntos (a modo de sufragio).
ESTRUCTURA DE LA MISA, 1

Fundamentalmente, la misa consiste en re-presentar (“volver a


hacer presente”) el sacrificio de Cristo en la cruz, ofrecido de
una vez para siempre a Dios Padre en remisión de los pecados.

El sacrificio de la cruz es siempre actual:


se renueva en cada misa por medio de los signos
sacramentales (hacen realmente presente el
cuerpo y la sangre de Cristo y místicamente los
separan, como se separaron físicamente en su
muerte).

En el altar, el sacerdote ministro hace


las veces de Cristo, actúa en su nombre
y persona.
ESTRUCTURA DE LA MISA, 2

Dos grandes partes que forman una


unidad indisoluble:

1. Liturgia eucarística: núcleo central,


actualización del sacrificio de la cruz;
2. Liturgia de la palabra: previa reunión
de los fieles a través de la lectura y
consideración de la palabra de Dios
contenida en las Escrituras.
Constituyen un solo acto de culto
PLEGARIAS EUCARISTICAS, 1

Elementos que no faltan nunca:


1. Una acción de gracias: prefacio;
2. Una invocación al Espíritu Santo: epiclesis;
3. Un relato de la institución de la eucaristía, con las
palabras de Cristo sobre el pan y el vino, dichas con
sentido de presente, y que los convierten en el cuerpo y
la sangre de Cristo: consagración;
4. Un recuerdo de la pasión y resurrección de Cristo:
anamnesis;
5. Una oblación por la que la Iglesia ofrece a Dios Padre
el sacrificio de su Hijo;
6. Unas intercesiones a favor de los vivos y los difuntos;
7. Una última acción de gracias a la Trinidad: doxología.
PLEGARIAS EUCARISTICAS, 2

Son cuatro principales y varias más de


reciente incorporación.

P. E. 1:- formación hacia el siglo IV;


- forma definitiva en el siglo VI;
- en toda la Iglesia de rito latino:
hacia los siglos IX a XI.

P. E. 2: se inspira en la de San Hipólito: de dos o tres


siglos anterior al canon romano y es compartida con
algunos ritos orientales.
PLEGARIAS EUCARISTICAS, 3

P. E. 3: - con reminiscencias de antiguas liturgias;


- acentúa el aspecto sacrificial de la eucaristía;
- destacan en ella la universalidad, el
ecumenismo y la escatología, así como el sacerdocio
común de los fieles.

P. E. 4: - prefacio fijo: no se puede usar cuando las


rúbricas exigen uno distinto;
- antes del sanctus: contempla
Dios en sí mismo, antes de la
creación;
- después: larga acción de gracias
por el conjunto de la historia de
la salvación.
RECEPCION DE LA EUCARISTIA, 1

Al recibir la eucaristía se
establece una íntima unión
entre el hombre y Dios
(Jn 6, 57). A esto alude el
nombre de comunión que
recibe este sacramento.

Por esa unión con Cristo, los cristianos que participan en la


eucaristía se unen además entre sí.
RECEPCION DE LA EUCARISTIA, 2

Es el perfecto alimento de la vida sobrenatural:


a. sustenta la vida espiritual como lo hacen los alimentos materiales
con la vida corporal. Al robustecerla, aleja del peligro de cometer
pecados;
b. al aumentar la gracia santificante, aumentan todas las virtudes,
especialmente la caridad;
c. perdona las culpas veniales y reduce las penas temporales;
d. es prenda de vida eterna, que incoa;
e. como resultado de la unión con el Señor, construye la Iglesia,
cuerpo místico de Cristo, y es vínculo de unidad con los demás
cristianos.
RECEPCION DE LA EUCARISTIA, 3

Es capaz de recibir con fruto la eucaristía todo hombre vivo


y bautizado que no ponga obstáculo a la gracia por el pecado
mortal.
Rito latino: desde el siglo XII, no se da la comunión a los
niños antes del uso de razón. Tampoco a los amentes y a
los que están sin sentido.
Si conciencia de pecado mortal, no basta para comulgar que
haga un acto de contrición perfecta, a no ser necesidad grave,
lo cual raramente sucede.

Ayuno eucarístico.
RECEPCION DE LA EUCARISTIA, 4

No es necesario con necesidad de medio recibirla de hecho.

Sí lo es in voto, Con necesidad


es decir, desear de precepto di-
recibirla. Si bau- vino: algunas
tizado con uso veces en la vida
de razón: deseo y ante la inmi-
explícito. nencia de la
muerte.

Con necesidad de precepto eclesiástico: que todos los católicos que


han hecho la primera comunión la reciban al menos una vez al año, y
precisamente en el tiempo pascual, si esto es posible (amplio: desde
el Miércoles de Ceniza hasta el domingo de la Santísima Trinidad).
RECEPCION DE LA EUCARISTIA, 5

Primera comunión de los niños: cuando tengan suficiente


conocimiento (preparación cuidadosa) de manera que en-
tiendan el misterio de Cristo en la medida de su capacidad,
y puedan recibir el cuerpo del Señor con fe y devoción
(cfr. CIC 913).

Peligro de muerte: basta que sean capaces de distinguir el


Cuerpo de Cristo del alimento común y de recibir la comu-
nión con reverencia.

Suficiente conocimiento = uso de


razón (se presume hacia los 7 años).
Primera confesión antes de recibir la
primera comunión (cfr. CIC 914).
RECEPCION DE LA EUCARISTIA, 6
Lo ordinario: no comulgar más de una vez en un mismo día.

Quien ya ha comulgado puede volver a hacerlo el mismo día


siempre que sea dentro de una misa a la que asista.

Ej.: por la tarde matrimonio, funeral; mañana si misa de media-


noche (Navidad, Pascua); incendio; profanación; peligro muerte.
DISTRIBUCION DE LA EUCARISTIA

Ministros ordinarios: obispo, presbítero, diácono.

Ministro extraordinario: acólito u otro fiel que “donde lo aconseje


la necesidad de la Iglesia y no haya ministro” haya
sido legítimamente delegado (cfr. CIC 910 y 230).

Criterios para estimar la necesidad de de-


legar en un laico: 1) ausencia de ministro
ordinario y acólito; 2) exigencia del mi-
nisterio pastoral, enfermedad o vejez;
3) gran número de personas.

Obispo puede conceder la facultad de de-


legar: obispos auxiliares, vicarios episco-
pales y delegados episcopales. Otros: 1 vez
RESERVA DE LA EUCARISTIA

(CIC 934-944)

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