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María es una mujer de baja estatura y delgada. Tiene el pelo largo con mechas de color
azul, tiene un piercing en la lengua. Lleva tatuajes en el cuello, el brazo derecho lo lleva
también tatuado.
Es una mujer que le gusta caer bien a la gente y ser el centro de atención, Se frota las
manos constantemente y se toca el pelo que lleva recogido en una coleta. Va maquillada sin
ex-
ceso y lleva las uñas pintadas. Usa reloj y muchos adornos en las manos, no lleva nada en el
cuello, a pesar de tener cicatrices de los cortes, pareciera que no quiere camuflar los cortes,
sino más bien todo lo contrario quiere que sean visibles. su tono de voz es muy bajo, parece
María vive en un pueblo, Vive con sus padres. Dos de sus hermanos viven en el mismo
pueblo. Su hermana vive en otra ciudad. Actualmente no trabaja y está cobrando la pensión
porque sentía que hacía sufrir a sus padres cuando discutía con ellos o cuando tenía mal
comportamiento, “no es que quisiera llamar la atención, sino que lo hacía porque necesitaba
que me castigasen por el daño que yo les hacía a ellos”. El sufrimiento que padece se lo
introduce en la familia, ellos también padecen lo que a ella le está pasando. “De pequeña
recuerdo que mi madre siempre estaba triste, apenas pasaba tiempo conmigo que soy la
pequeña, uno de mis hermanos era el que se ocupaba más de mí. Una de mis abuelas
también tuvo depresión, y una de mis hermanas ha estado unos años en tratamiento por
ansiedad. No recuerdo haber tenido nunca amigas, de pequeña ni salía en pandilla. Iba de
casa al colegio y del colegio a casa. A veces incluso, ponía mil excusas para no tener que ir,
Su enfermedad empieza hace unos cuatro años aproximadamente, Recuerda que comenzó a
pincharse cuando trabajaba. Cuando se encontraba mal iba a la enfermería y cogía agujas
con las que se pinchaba. Al hacer esto se calmaba la ansiedad que ella sentía, pero ella
sensación de calma que le producían las lesiones. Después de los pinchazos esporádicos en
el trabajo, que solían venir motivados por discusiones con otros compañeros, vinieron otro
tipo de lesiones; golpes, cortes, quemaduras. María siempre mentía a su familia sobre las
heridas que se hacía, siempre estaba inventando situaciones en las que pudiera explicar los
golpes y quemaduras, hasta que un día ya no pudo más y explotó. Ese día le contó a su
padre lo que le pasaba, como se sentía y desde cuando llevaba haciéndose daño para
de suicidio, no quería seguir viviendo de ese modo, no se sentía bien en su casa. Ella afirma
que sus padres estaban muy pendientes de ella y la querían mucho, pero no podía evitar
tío suyo con el que tenían mucho contacto, para ella era como su padre, pensaba que si ella
moría purgaría las penas que había causado a toda la familia. María no tiene episodios de
adicciones no tomo alcohol ni fumo porros, ni tomo cocaína, como sé que otros TLP hacen,
el único vicio que tengo es el tabaco y de vez en cuando me tomo una cerveza. Me he
emborrachado nada más que un par de veces celebrando las fiestas del pueblo y hace ya
muchos años de aquello”. Aunque le gusta tomarse una cerveza por ahí en los bares, no lo
hace con mucha frecuencia porque no le gusta salir y en casa sola no le gusta beber,
prefiere hacer otras cosas que la entretengan un poco y le alejen del mundo en el que le ha
tocado vivir. Una de las cosas en las que María se refugia cuando está en casa y que le
mantiene por un rato lejos de lo sufrido, es ver películas en el ordenador. “Me gustan
prácticamente de todos los tipos, incluso las que hablan de personas parecidas a ella
En junio de 2009 es diagnosticada con TLP, durante este año tiene numerosos ingresos
voluntarios en la unidad de salud mental para contención porque ella siente que quiere
se siente culpable por hacer sufrir a sus padres. En el año 2010, ingresa de nuevo en la
problemas porque cuestionaba los castigos de la profesora. Hoy en día esa autoridad y las
órdenes impuestas son también rechazadas por ella, antes situaciones como ingresos
involuntarios, o tras los ingresos voluntarios las medidas de aislamiento por las que tiene
que pasar no son bien aceptadas por ella y siempre son cuestionadas, pero al final tiene que
aceptarlo
me hace mucho daño tragármelo, pero yo soy muy mía, me callo lo que me pasa,
entonces cuando ya no puedo más la rabia que siento sale de algún sitio… y hay
veces que la saco a cortarme… a veces que me pongo agresiva... me pongo alte-
pues me aprieto la mano contra los trozos de cristales rotos para poder hacerme
daño de verdad, daño que me he merecido por haberme portado de ese modo”.
la forma que tiene de aliviarse toda esa tensión que siente, el malestar
que tiene ante todo lo que le sucede, necesita hacerse daño para
poder calmarse, para sentirse más tranquila. “El dolor y la rabia que
siento por dentro se calma cuando me hago daño, mientras lo hago me olvido un
los hermanos con el que se lleva mejor y le dice lo que piensa sobre
sus deseos de herirse. “En esos momentos me encuentro bien, siento que he
algo que le cuesta mucho, algunas cosas las comenta con su hermano
o su padre, pero hay muchas otras que sólo se las cuenta a una de
las enfermeras del centro “sólo le cuento lo que me pasa a ella, con ella si
María apenas tiene amigos, solo recuerda haber tenido tres ami-
evita. “Sé que a veces soy muy pesada, me gustaba estar tanto con ella que ne-
cesitaba hablar y verla a todas horas, por eso ha habido días que la he llamado
ahora estoy sola”. No sale con amigos, solo sale con sus padres, lo que
hace que los sentimientos de inutilidad sean cada vez más impor-
tantes. “Aquí en hospital de día hay otras compañeras que me dicen que son85
amiga es una cosa y ser compañera es otra muy distinta. Para mí la amistad es
dice que amigo es el que se preocupa por una persona... el que está
ahí en los buenos momentos y en los malos. Con voz muy triste me
dice que ella no tiene nadie que haga esto por ella. Que hay que saber
tiempo. Algo que le conlleva problemas con los demás, pero sobre
todo consigo misma.Con su familia se lleva bien, aunque confiesa que no siempre es
así, puesto que las lesiones que se autoimpone dificulta mucho las
cer más tiempo en un lugar al que le habían obligado ir) los amenazó
con cortarse las venas si no le dejaban irse a casa y al no conseguirlo
poder evitarlo.
“serios” con idea firme de matarse. Tomó pastillas y alcohol, las tres
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solo de hacerme daño, de morirme, la vida no vale una mierda. Sé que lesionarme
cuando lo hago porque sé que mis padres sufren, pero es el único modo de ali-
viarme la rabia que siento. No puedo evitarlo, porque siento rabia por como
nitarios que trabajan con ella a diario, a los que están cerca cuando
más adaptativas. María necesita ayuda para saber aceptarse, para po-
tiene.
escribir sobre los sentimientos que tiene ante la vida, le supone una
grande que recurre directamente a ella. Aun así, María comenta que
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pone estar enferma. Cuenta por escrito lo que su boca calla, lo que
pre, que no se curara nunca, que toda la vida estuviera como estaba hace unos
tres años, con ganas de morirme y no vivir… aunque la verdad es que voy para
atrás como los cangrejos. Porque mira lo que me he hecho esta semana… -en-
no estoy bien, y me encuentro muy mal cuando lo hago porque sé que mis padres
sufren, pero es el único modo de aliviarme la rabia que siento. Tengo mucha
rabia por ser como soy, por estar como estoy, porque no valgo nada, porque valgo
una mierda, no merece la pena vivir así, siempre pensando en el modo en que
pudiera haber hecho tanto daño más allá del que físicamente y emo-
su familia. “Me amenazaba con contarle a todos que la culpa había sido mía,
que yo le había provocado y que todo eran invenciones mías, y yo por eso ya
de ser tan alegre como antes, me daba golpes y mi familia sufría cuando me veía
así. Sin embargo mi cuñado era mayor que yo y se controlaba muy bien, era
muy correcto con todos, muy cariñoso con mi madre, siempre le soltaba algún
cumplido que a ella le hacía feliz ¿quién me iba a creer a mí, a la mentirosa, a
que hago, no soy una persona de fiar, dicen que no tengo palabra. Si llego a con-
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tarlo rompo la familia.” ¿Pero María y lo que sientes tú? “Eso no le im-
porta a nadie, solo a mí, lo pasé muy mal porque es muy fuerte que te hagan
esto cuando tienes 16 años pero sabía que no lo podía contar, nuestra familia
gresada y voy mejor, o en hospital de día hacemos relajación y sé que viene bien,
me pongo más nerviosa. Me dicen que me imagine en una playa y yo soy inca-
gira alrededor de eso, no me preocupo más que como poder hacerme daño y en
le pregunté por él me contestó que ella vive el día a día: “Creo que no
voy a llegar al futuro, aunque a lo mejor consigo suicidarme antes algún día. No
me he planteado que puede pasar con mi futuro... sé que te puede resultar triste
pero es la verdad. No me veo mejor que hace unos años, he mejorado un poco
pero no tanto… me sigo haciendo daño como antes (entre lágrimas me dice)
no valgo nada de nada… no mejoro nada. Sigo pensando todo el día en cómo
hacerme mucho daño… no puedo hacer otra cosa… cuando me encuentro bien…
pienso que algo estoy haciendo mal… porque yo no tengo derecho a disfrutar de
que lleva enferma y tiene que pagarlo. ¿María, y no crees que te me-
reces otra oportunidad para disfrutar? “A veces pienso que sí… pero…
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la misma como algo que pasa, pero resultó ser un lugar sin salida,
en la red, y “vi que iba a ser para toda la vida y me puse a llorar… yo ya lo
vi como una enfermedad que podía ser para toda la vida y claro… yo no quería
eso… porque yo que sé… tan joven… ¿ por qué a mí? no entendía porque…
preguntas a mí misma, por qué esta enfermedad y por qué estos síntomas, no sé,
Las visiones que tienen de ella las personas que están a su alre-
tiempo con ella por miedo a que se pueda hacer daño de nuevo de-
lante de él, o aún peor que ella se lo haga a él. Esto es algo que a
que en uno de esos episodios de rabia que tiene y en los que pierde
amigas que tenía no quieren salir con ella por vergüenza o por
que a ella le encanta estar con la gente y tener muchos amigos y sen-
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estoy muy bien y otros días estoy cortándome… no lo entiende… ni mis herma-
nos… no lo entienden… porque unos días estoy tan alegre y al otro día estoy
una mierda, una mierda que no te deja vivir tranquila, “que me duele
el pecho, que tengo ansiedad que no duermo bien… que saca lo peor de mi misma,
que me hace sentirme mal conmigo y con el mundo. Me siento fatal por lo que
hago, pero no lo puedo evitar, me alivio cuando lo hago, me siento bien, tengo
menos rabia por lo que me pasa. Que ya no soy la misma que antes… que la en-
fermedad no me deja ser la que era… que me ha quitado mi sitio…” Ese lugar
gustaría llevar la vida que llevaba antes, dicho por ella le gustaría lle-
var una vida normal. “Para mi tener una vida normal, es reírme con mis
amigos, irme con ellos a cenar y de fiesta. Hablar con mis padres, reírme, viajar,
estudiar, trabajar, lo que hace toda la gente cuando está bien, no como ahora
que estoy fatal, que no me rio, que no tengo ganas de vivir… de lo único que
en hacerme daño y en qué parte del cuerpo hacérmelo. A veces, me veo como un
compañero de hospital, que se han muerto sus padres y está solo, sin ningún
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de que estuviera grave. Quizás esto tenga que ver con lo que ella
con TLP, según María necesitan que les hagan más caso, que les tra-
verdad, yo solo pedí ayuda para que hablase conmigo porque tenía tantas ganas
de hacerme daño que le dije que por favor… que hablase conmigo para poder
desahogarme con ella, pero me dijo que en ese momento no me podía atender,
que ya hablaríamos otro día, yo me enfadé, así que me ingresaron. Creo que
como castigo, aunque también he pensado que podía haber sido porque me han
visto mal y para evitar que me hiciera daño. Pero aun así, lo he pasado fatal,
me quería ir, pa’ mi eso era un infierno y me quería ir… no lo soportaba porque
si iba al baño tenía que ir con alguien… eso era… no podía… no lo sopor-
taba”.
esa es la forma de que se acabarían mis problemas… así dejaría de pensar, de-
de todo… (Se ríe, pero se aprecia cierta pena en su voz) y yo creo que
que haría.”
María ¿tú piensas que esa es la única solución que tienes? Afirma
con rotundidad, “Sí, para mí sí, cada día estoy peor y no veo solución alguna
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vida siendo TLP. “Con el tratamiento que llevo de pastillas y lo que hago
aquí en el centro se supone que tenía que mejorar, pero las heridas que me causo
son cada vez más grandes y frecuentes, o sea que algo está fallando, o soy yo o es
el tratamiento, y la verdad es que creo que soy más bien yo, ¿cómo se va a equi-
vocar los que saben del tema?” Maria, tu enfermedad es difícil de com-
más de lo que haces. “Si, si lo intento, pero a veces me doy asco de cómo soy
a mí misma y entonces ya he perdido lo poquito bueno que rara vez veo en mí”.
mientos de culpa que tiene ante lo que hace son tan fuertes que ni
Hasta hace unos días salía con un chico que fue compañero suyo de
algo por él porque dice que ambos están enfermos y que no “pin-
y él que hace sin ella, “¿Sufrir? Pues no, no quiero que nadie más sufra por
que le cuesta iniciar relaciones íntimas y afectivas con otros que ten-
“A veces he contado cosas y luego me arrepiento de haberlo hecho, como por ejem-
plo cuando le conté lo del abuso a la enfermera con la que me llevo tan bien de
la unidad, me tenía que haber callado, tengo que aprender a cerrar la boca y no
seado por ambas partes porque fue dada de alta de hospital de día,
mitieron