Está en la página 1de 3

CONCLUSIONES

LA VII Cumbre de las Américas, realizada en Panamá, fue una de las citas continentales
que ha concentrado mayor atención en los últimos años. Se trató de la primera oportunidad
en que el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama y el gobernante cubano Raúl Castro
se encontrarían el inicio de conversaciones para el restablecimiento de las relaciones
diplomáticas entre ambos países. Por ello, había altas expectativas tanto sobre los
resultados del acercamiento entre La Habana y Washington, como sobre las señales que
emanaran de la cumbre respecto de problemas que afectan a la región, como la
desaceleración económica o las crecientes amenazas a la democracia. 

Me llamo mucho la atención los resultados de la cumbre: La ausencia de una declaración


conjunta es señal positiva, en todo caso, de que no existe disposición a diluir las exigencias
básicas de avances democráticos a costa de débiles consensos, como ha ocurrido antes. 

Es evidente que la decisión de la Casa Blanca de cambiar su estrategia de acercamiento a la


isla, después de más de cinco décadas, favoreció un nuevo clima entre ambos países y
marcó la cumbre. Sin embargo, para lograr un cambio real no bastan los gestos
diplomáticos sino que deben ser seguidos por una agenda de acciones concretas, que
efectivamente favorezcan que el régimen cubano dé pasos efectivos en favor de la libertad
política y económica. La administración de Obama ha impulsado una serie de cambios
hacia la isla.

En ese sentido la cumbre de Panamá volvió a dejar dudas sobre el verdadero compromiso
de muchos de los países de la región con la democracia y el respeto a las garantías
fundamentales.

Al margen de los gestos diplomáticos y los compromisos en educación y progreso con


equidad -que era el tema central de la cita-, hubo ausencia de una resolución más concreta
sobre la grave situación que vive Venezuela -con sus principales líderes opositores
apresados, pero cuyo gobierno aparece cada vez más aislado ante la comunidad
internacional- o incluso sobre la consistente violación de los derechos humanos en Cuba.

La propia Sociedad Interamericana de la Prensa se hizo presente con una delegación y


envió una carta pública a los mandatarios participantes, donde se hizo ver que esta cumbre
constituía una oportunidad histórica para comprometerse con la defensa y promoción de la
libertad de expresión. Propuso, además, un proceso de trabajo conjunto para lograr avances
concretos en libertad de expresión en la isla, iniciativa que debería ser recogida
prontamente por las autoridades de Cuba y EE.UU.

El contexto de la Cumbre de las Américas fue acaparado por el encuentro de los presidentes
Raúl Castro de Cuba y Barack Obama, de Estados Unidos; por los buenos deseos al diálogo
de paz que sostiene Colombia con las FARC, y por la protesta de numerosos países
latinoamericanos ante un decreto de Barack Obama, intentando imponer sanciones a
Venezuela, país al que dicho decreto califica como “amenaza inusual y extraordinaria”.

Por otra parte, el panameño Varela destacó el “conversatorio” entre Maduro y Obama, y
consideró que la única salida al conflicto entre ambos países es el diálogo.

La culminación de la Cumbre de las Américas se dio alrededor de las 21:00 horas de este
sábado. Para entonces, los jefes de Estados y de gobierno que habían causado mayor
expectativa en la Cumbre se habían retirado.

Un balance altamente positivo, de manera especial por el histórico 'apretón' de manos


entre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, concluyó este sábado la VII
Cumbre de las Américas Panamá 2015.

En un breve y emotivo discurso, en el que agradeció la masiva presencia de


mandatarios y el trabajo de los panameños, el presidente Juan Carlos Varela declaró
clausurado el evento.

El acercamiento entre EE.UU. y Cuba dominó ampliamente la parte final de la cita, al


punto que fueron opacadas totalmente las intervenciones de los mandatarios que
hablaron en la plenaria final de este sábado en la tarde.

Pero también se destaca de esta reunión las propuestas y planteamientos de varios


mandatarios sobre la necesidad de impulsar programas de educación con más
calidad, como camino para mejorar la condición de los más de 100 millones de
jóvenes que hay en el continente, los más afectados por la violencia, la pobreza y la
exclusión.

Al respecto, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, presentó una


propuesta educativa, con enseñanza de calidad que genere oportunidades y aumente
su competitividad. En América Latina hay 106 millones de jóvenes, de los cuales, 40
por ciento aun viven en la pobreza, apuntó,

El tema de la pobreza también fue permanentemente mencionado por los mandatarios


asistentes, quienes coincidieron en que se deben trazar políticas más incluyentes para
garantizar que los bienes lleguen de manera más equitativa.

Se destacan frases como la del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien


dijo que "la prosperidad se basa en el rescate de la independencia" y añadió que la
democracia no es solo el voto, sino la repartición de la riqueza".
A propósito de prosperidad, durante la cumbre quedó clara la necesidad de fortalecer
el comercio entre los países del hemisferio, entre otras razones por la crisis
económica del mundo. Ese mayor comercio generaría oportunidades de trabajo y
riqueza para los latinoamericanos, dijo el presidente del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.

Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, sostuvo, por su parte, que combatir la


desigualdad en todas sus manifestaciones es algo muy importante en todos los foros
y ahora como lema de VII Cumbre de las Américas.

El tema de la paz en Colombia también tuvo espacio importante, pues fue


permanentemente mencionado por los gobernantes, quienes hicieron votos por un
acuerdo final y manifestaron la necesidad de mantener un apoyo fuerte para llevar por
buen camino la negociación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC).

"Seguiremos colaborando en el proceso de paz en Colombia hasta su feliz


terminación", puntualizó sobre el tema el presidente de Cuba, Raúl Castro, uno de
los protagonistas de la VII Cumbre de las Américas que ha concluido y que deja una
alta calificación para el gobierno del presidente Juan Carlos Varela y para Panamá y
sus gentes.

También podría gustarte