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a su obra
Zulema Morresi
Mirta Tavella ( 2012)
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Hannah Arendt una introducción a su obra.
Hannah Arendt, nació en Hannover en 1906, estudió filosofía, sus maestros fueron
Husserl, Heidegger y Jaspers. El tema de su tesis de doctorado es el concepto de amor
en San Agustín, ese camino por la filosofía se cerró a partir de la experiencia del
nazismo. La autora fue perseguida, viajó a París y de allí a Estados Unidos. Esta
abrupta experiencia la llevará a decir que en 1933 se produce en su vida una triple
ruptura: biográfica, el destierro y lo este implica, la separación de su lugar y sus
afectos; con la filosofía, la autora se dedicará al pensamiento político, y con la historia,
el hilo de la tradición se ha roto, con el totalitarismo se abre una nueva forma política
que produce una escisión con el pasado de ahí la necesidad de comprensión.
Su primera gran obra fue: Los orígenes del totalitarismo, concluida en 1949, cuatro
años después de caído el régimen nazi y cuatro años antes de la caída de Stalin, periodo,
según la autora, de relativa calma después de décadas de desorden, confusión y horror.
Manifiesta su necesidad de reconciliarse con ese mundo trastocado: "mirar a nuestro
alrededor para ver que estarnos de pie en medio de una montaña de escombros de los
pilares de las verdades más conocidas "2
1
Para profundizar sobre este aspecto de la obra de Arendt ver, A.miel, Anne, Hannah Arendt, política y
acontecimiento, Nueva Visión, Buenos Aires, 2000.
2
Arendt, Hannah, Hombres en tiempos de oscuridad, Barcelona, Gedisa, 1990, pág. 21. En esta obra la
autora reúne siete ensayos escritos a lo largo de 12 años y que habían sido publicados en Revistas. Trata
sobre personajes que no fueron coetáneos ni pertenecieron a los mismos lugares pero compartieron la
experiencia de haber vivido en tiempos que ella califica como "de oscuridad", Hermann Broch, Karl
Jaspers, Bertolt Brecht, Walter Benjamin, Isak Dinesen, Rosa Luxemburg y Gottfried Lessing.
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Comprender, para Arendt es el modo humano de estar en el mundo, Uno nace extranjero
y la forma de reconciliarse con el mundo, la necesidad de estar comprendido comienza
al nacer y termina con la muerte. Este es un complicado proceso, actividad sin fin,
cambiante, por la cual tratamos de sentimos en armonía con el mundo
Hannah Arendt, alemana, judía, mujer, perseguida por el nazismo, exiliada en EEUU
si bien en 1951 adquiere la ciudadanía norteameamericana- nunca dejará de reconocer
su lengua materna ni tampoco su condición de judía.
En su primera obra sobre, Rahel Varnhagen, define a esta mujer como paria; Elisabeth
Young Bruehl, quien escribió una de las biografías más completas sobre la autora, se
reapropia de dicha categoría para proyectarla en el pensamiento de Arendt, quien
también había sido despojada del sentimiento de estar en su casa.
"El paria es mucho más que un apátrida, que un desarraigado: es un outsider. La figura
completamente opuesta al arribista, al parvenu, quien a su vez no se limita a ser un
mero escalador social. Es alguien con una pulsión tan enfermiza por asimilarse al
mundo que está dispuesto a negarse a si mismo con tal de no sentirse separado de él."4
3
Arendt, Hannah, Los orígenes del totalitarismo", Tomo: "Antisemitismo", en Ingeborg, Nordmann,
"Hannah Arendt, las vías hacia la acción y el pensamiento político", Revista Debats, N' 3 7, diciembre de
1991, pa_g. 42.
4
Manuel Cruz, en Introducción a La condicion humana, Paidós, Barcelona, 1993,pag.II.
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Su producción no puede encasillarse en ninguna de las teorías políticas clásicas, de allí
que ha sido definida de diferentes maneras, que no han clarificado sobre la originalidad
de su pensamiento: demócrata radical según Habermas o conservadora revolucionara
para Youg Bruehl.
Se distingue del liberalismo porque la libertad para ella no parte del individuo, solo en
la pluralidad y no como la suma de átomos aislados es que los hombres pueden expresar
su singularidad, generar lo nuevo.
No es en la vida privada sino en el espacio público donde los hombres son libres.
En las mismas palabras de la autora podemos observar esta falta de alineamiento teórico
y político, ante la pregunta sobre donde se sitúa, si es conservadora o liberal responde:
No pertenezco a ningún grupo. Como saben, el único grupo al que he pertenecido fue al
sionismo. Y, naturalmente, se debió a Hitler, duró desde 1933 a 1943, luego rompí con
él. Para mí, la única posibilidad de defenderse era hacerlo como judía y no como ser
humano; esta ultima posición me parecía un gran error, puesto que si se nos ataca como
judíos, hay que defenderse como judío y no podemos decir: "Perdón, no soy judía y soy
un ser humano"5
Esta dificultad para encasillar sus escritos posiblemente esté ligada a que el pensamiento
para la autora no queda constreñido a un ejercicio lógico.
En su ultimo libro, inconcluso, publicado después de su muerte: "La vida del espíritu":
5
"Arendt sobre Arendt." Un debate sobre su pensamiento", en De la historia a la acción, Paidós,
Barcelona, 1995, pág.: 167.
6
Ibidem, pág. 170.
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"diferencia pensar y conocer. La primera actividad carecería de objeto y sería
autorreferencial, suponiendo la segunda una cognición científica que tendría objeto y
propósito." 7
"desearía decir que cuanto he hecho y he escrito es provisional. Considero que todo
pensamiento- el modo en que yo me lo he permitido es quizás un poco desmesurado,
extravagante- tiene la reserva de ser experimental"8
Itinerarios cambiantes:
Luego de sus estudios secundarios, se traslada a Berlín para hacer cursos libres antes de
ingresar a la Universidad; allí conoció el pensamiento de Kierkegaard que influyó en
su interés por el estudio de la teología desde una postura crítica; ya a los 16 años había
leído Crítica de la razón pura y La religión dentro de los límites de la mera razón de
Kant. Al igual que gran parte de los estudiantes alemanes estaba dispuesta a seguir sus
estudios en varias Universidades, seleccionando asignaturas y profesores acordes a su
tema de tesis.
"Veinte años después del final de este período, le confesó a Hannah Arendt que ella
había sido la fuerza inspiradora de su trabajo en esos años, el ímpetu de su pensamiento
apasionado. Pero guardaron para sí mismos esta confesión, y convinieron mantener el
secreto de su relación tan cuidadosamente oculto como lo hicieron en 1925".9
7
Rodrigues de Andrade, Rosangela, "Pensar: una actividad tensional que supone una construcción
virtual", en Anuario del Departamento de Ciencias de la Comunicación, UNR Editora, Año 97/98. Vol 3,
Rosario, 1998, pág.: 61-
8
Arendt sobre Arendt.. Un debate sobre su pensamiento, Op. Cit., pag. : 171.
9
Young Bruehl, Elisabeth, HannahArendt, Edicions Alfons El Magnanirn, Valencia, 1993, pág. 84.
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En esta etapa se interesó por el romanticismo, por los salones judíos donde se reunían
los románticos alemanes a fines del siglo XVIII. Se casó con un brillante estudiante con
el que comparte la vida académica, Günther Stern, deciden afincarse en Frankfurt donde
él intentará obtener un cargo como docente hasta que su postulación es desestimada.
Allí se conectan con los teóricos de la Escuela de Frankfurt y Arendt muestra su
antipatía por Adorno, quien influyó en el rechazo de la postulación de su esposo.
En ese periodo hace sus primeras incursiones en el campo del periodismo. Publicó en
uno de los periódicos más grandes de Alemania un artículo sobre San Agustín y el
protestantismo con motivo de la conmemoración del mil quinientos aniversario de su
muerte. En Berlín escribió para una importante publicación socialista una critica al libro
de Mannheim Ideología y utopía, que había sido publicado en ese entonces.
A partir del avance del nazismo Arendt va a participar del sionismo y tendrá, desde un
primer momento la percepción del peligro de este movimiento, lo que generó muchas
discusiones con sus colegas y el propio Gunter Stern. Cuando los nazis llegan al
gobierno su marido se va de Alemania, Hannah decide quedarse. Protegió a perseguidos
por el régimen, refugiándolos en su departamento; fue arrestada, la interrogaron y a los
ocho días fue liberada. Después de este episodio abandona Alemania con su madre
huyendo sin documentación con destino a Praga. Luego se instala en Ginebra donde
consigue un trabajo temporario. En el otoño de 1933 se dirige a París, donde trabaja en
una institución de asistencia a judíos exiliados que deseaban emigrar a Palestina. Allí,
con Stern, se relacionan con intelectuales como Sartre, Koyré, Brecht y Benjamín, a
quien Hannah Arendt tenía en alta estima. Después de unos años, cuando está por
emigrar a Estados Unidos, Benjamín le confía unos manuscritos, incluido el de Las
Tesis sobre la Filosofía de la Historia, para que entregue al Instituto de Frankfurt que
funcionaba en Nueva York. Arendt cumplió con el pedido quedando descontenta ante
la actitud y el manejo dilatorio de Adorno del legado de su amigo.
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Al final de la guerra empieza a escribir Los orígenes del totalitarismo
Murió en 1975 mientras estaba escribiendo su obra póstuma: La vida del espíritu,
publicada en 1977 donde se aprecia la influencia de la filosofía de Heidegger y de la
tradición hebraica.
La obra:
Si pensamos que su tesis de doctorado trata sobre el concepto de amor en San Agustín,
(1929) y que la autora en esos años estaba interesada en los estudios de teología y
filosófia, como hemos visto, podremos comprender que la obra marca un giro en su
interés. Su necesidad de pensar la política surge de la responsabilidad como ciudadana
para responder a la persecución que sufre juntamente con muchos judíos.
Los orígenes del totalitarismo , escrito en 1949 y publicado en 1951 consta de tres
tomos: Antisemitismo, Imperialismo y Totalitarismo.
El primer tomo presenta la historia política y social de los judíos desde el siglo XVIII.
Trata de comprender por qué el antisemitismo de ha convertido en uno de los elementos
fundamentales de las principales ideologías del siglo XX e intenta refutar explicaciones
corrientes sobre el caso: - No hay antisemitismo único y eterno, considerarlo así es no
tener en cuenta la realidad y eludir la responsabilidad; - Su expansión coincide con el
hundimiento del Estado- nación; - Los judíos no son chivos emisarios, esto supondría la
contingencia de su elección como blanco de persecución.
Por supuesto que los judíos fueron víctimas de atrocidades que no pueden ser castigadas
ni perdonadas, crímenes no previstos por los diez mandamientos, constituyen lo que la
autora llama "el mal radical" Ese mal se expresa en toda su plenitud en los campos de
concentración donde los hombres asisten a una triple muerte: muerte civil, muerte moral
y muerte de lo individual de cada uno. En sus cartas a Jaspers la autora se refiere al
tema considerando que los seres humanos nunca pueden ser tan inocentes como cuando
se encuentran delante de una cámara de gas. Pero esa inocencia monstruosa no significa
ausencia de responsabilidad ni autoriza a glorificarse de ser víctimas inocentes. Arendt
no identifica culpabilidad con responsabilidad, el concepto de responsabilidad es un
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concepto político, no ser responsable es estar excluido de la historia. Esta posición
explica su militancia en el sionismo, por considerar que hay que defenderse en los
términos en que se es atacado, al escuchar a un alemán que se avergonzaba de ser judío
ella afirmaba que se avergonzaba de pertenecer al género hum.ano.
10
Traverso, Enzo, Totalitarismo, Eudeba, Buenos Aires, 2001.
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reprimido de aquello que las conquistas modernas ofrecen al hombre en la ciencia, en la
técnica y en el ejercicio del poder"11
El fascismo italiano(1922-1945).
El stalinismo de la URSS(1929-1953)
Esto no significa que Arendt no haya sido crítica en relación a ciertas cuestiones como
la educación o la política norteamericana en Vietnam para dar sólo algunos ejemplos.
11
Traverso, Enzo, Op. Cit., págs. 12-13- citas del autor a Los orígenes del totalitarismo y Eros y
civilización respectivamente.
12
Ibidem, pág. 86.
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sino también los grupos de izquierda. Después de haber expuesto este ensayo como
conferencia, fue invitada por varias universidades durante 1971- 1972, para discutir
sobre esta cuestión.
Retomando el tema del totalitarismo, esta era la situación del debate en el momento que
la autora que nos ocupa comienza a formular su concepto como una forma inédita de
gobierno y que se dio solamente en dos experiencias, la del nazimo y el stalinismo.
Como habíamos anticipado, ella intenta comprender qué ha sucedido y cómo ha podido
suceder. Nos interesa, en este punto, seguir un aspecto de la línea de pensamiento de la
autora, su afirmación de que esta forma atroz de gobierno es propia de la sociedad de
masas y que el germen que permitió su desarrollo está en el sustrato de estas
sociedades, podríamos decir, en nuestras sociedades. Hitler o Stalin no eran locos
sueltos, hubo un régimen formado por hombres comunes, y lo único que explica que
hayan cometido tales actos de crueldad es que no pensaban lo que hacían. La idea que la
autora desarrolla de "banalidad del mal" cuando fue corresponsal para la Revista New
Yorker del juicio a Eichmann en Jerusalén en 1961 nos ayuda a entender lo
imperdonable. Refiriéndose a este personaje expresa:
"Me impresionó la manifiesta superficialidad del acusado, que hacía imposible vincular
13
Cruz, Manuel en introducción a la obra escrita por Hannah Arendt: La condición Humana, Paidós,
Barcelona, 1993, pág. VI.
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Entre 1956 y 1959 Hannah Arendt trabajaba en el proyecto de una obra que se titularía:
"Introducción a la política", nunca llegó a escribirla porque se sucedieron compromisos
que lo impidieron, luego de su muerte se compilaron los manuscritos sobre este tema y
se publicaron con el título: ¿Qué es la política? En esos años, sus actividades dan
origen a otra obra: La condición humana, publicada en 1958, producto de una serie de
conferencias que la autora dictó en 1957 en la Universidad de Chicago denominadas:
"Vita activa". Arendt había considerado en primera instancia darle el título de "Amor
mundi" (amor al mundo), su editor norteamericano la disuadió para cambiarlo por
considerarlo oscuro y poco atrayente. Daniel Mundo señala que el título sugerido por
Arendt es la clave para pensar toda su obra: "Todo su pensamiento gira alrededor de ese
amor desinteresado al mundo". 14
Para Arendt el poder es la capacidad de actuar en común, surge cuando los hombres se
juntan y actúan concertadamente. Critica el privatisrno instaurado en las sociedades
contemporáneas donde se ha perdido la especificidad del espacio público corno
escenario de la política y ha sido reemplazado por el mercado para el consumo.
"una sociedad basada en la labor y el consumo, donde todo lo que se hace sirve para
ganarse la vida se relaciona con el principio de conformidad: un ser conforme, que
desprecia el dolor o el esfuerzo, o en otras palabras que privilegia el confort a cualquier
otra experiencia. En esta sociedad, "que considera la vida, es decir, la vida terrena del
individuo y de la familia, como el bien supremo", laborar y gastar y consumir agotan las
posibilidades de experiencias que los hombres puedan realizar o sufrir, y hasta que
puedan irnaginar" 15
14
Mundo, Daniel, "Crítica apasionada Una lectura introductoria a la obra de Hannah Arendt,
Prometeo, Buenos Aires, 2003, pág 26. Para abordar el tema del poder en Arendt, además de la obra
citada, recomendamos su ensayo: ¿Qué es la política?; comentaristas como Fina Birulés que escribe la
introducción a esa obra; el libro escrito por Celso Lafer, -autor que introdujo en Brasil el pensamiento de
Arendt-: La reconstrucción de los derechos humanos. La biografia más completa escrita por Elizabeth
Young-; y el libro La condición humana, especialmente la introducción de Manuel Cruz y el capítulo
sobre acción.
15
Ibidem, pág. 30.
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mundo, no para preservar lo propio, sino lo siempre ajeno, lo de nadie, lo público. En la
época moderna la labor está por encima del trabajo y la acción. Se borra la diferencia
que existía para los griegos entre esas actividades. Se constituye lo social, un híbrido,
que confunde lo público con lo privado sin ser ninguno de los dos. Entre lo público,
espacio de la libertad y lo privado, lugar de la necesidad, entre ambos se genera lo
social.
Como afirma Manuel Cruz, en el concepto de acción quedan subrayados tres rasgos:
Los hombres no han nacido para morir sino para comenzar, por eso la lógica del
totalitarismo, que termina con la acción, es el campo de concentración.
"Una sociedad en la que los hombres no nos sentimos convocados por nuestra
ciudad o por el mundo, es una sociedad que ha elegido trágicamente no encarar el
riesgo que implica la libertad. Desaparece la libertad en un mundo donde los
16
Young Bruehl, Elisabeth, Hannah Arendt, Op. Cit., pág.408.
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hombres no asumen riesgos o no quieren hacerse responsables de los que eligen, y
que ni si quiera recuerdan su capacidad de elegir." 17
Entre 1965 y 1966 la autora escribió un ensayo que se publicó en 1966 titulado
Verdad y Política , como explica en una nota al pie, este ensayo nació de la
controversia surgida tras la publicación de Eichmann en Jerusalén con la finalidad
de aclarar dos cuestiones: primero: si siempre es legítimo decir la verdad; segundo:
respondiendo a las mentiras que se dijeron en la controversia tanto en relación a lo
que había escrito, como a los hechos que se habían informado.
Los juicios de la autora que motivaron la mayor parte de las críticas fueron:
2- La autora consideró que la corrupción del régimen nazi afectaba a otros países,
e incluso a los judíos. Sostuvo la importancia de los Consejos Judíos, ya que sus
17
Mundo, Daniel, Crítica Apasionada, Op. Cit. , pág 41.
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líderes colaboraron con los nazis, cuestión que no fue tenida en cuenta durante el
juicio. Este último punto no fue tolerado por los sionistas, que llegaron acusar a
la autora de enemiga de las víctimas del holocausto.
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