En relación con la incidencia, los casos de COVID-19 comprobados mediante análisis
genético (PCR) ascienden a unos 235 millones al 1 de octubre de 2021, pero la OMS estima que la cantidad real de infecciones es probablemente mucho mayor, en torno a 780 millones o 10 % de la población mundial.106
Representatividad de los datos
Cada país está informando de los casos de COVID-19 verificados en su territorio en base al análisis genético de muestras en laboratorio. Sobre todo en los primeros meses de la pandemia, estas cifras no eran necesariamente representativas de la propagación real del virus porque la cantidad de pruebas de COVID-19 realizadas variaba mucho de un país a otro, según los medios disponibles y las estrategias de contención adoptadas. [cita requerida] Durante los primeros días de la pandemia, Corea del Sur fue el único país donde se realizaron análisis sistemáticos de grandes conjuntos de población, unos 10 000 al día, con 210 000 contabilizados hasta el 10 de marzo. En el extremo contrario, Japón solo había analizado 10 000 muestras en total hasta el 10 de marzo y el Reino Unido estaba haciendo 1500 análisis hasta el 11 de marzo, cuando su gobierno ordenó aumentar la cadencia un 500 %.107 Estados Unidos había analizado solo 1583 muestras hasta el 5 de marzo. 108 En España, a 25 de marzo de 2020 se calculaba que podría haber entre 300 000 y 900 000 personas infectadas frente a los 39 000 casos registrados oficialmente. La importante diferencia se debe a que la mayoría de los portadores del virus pasan la enfermedad sin ningún tipo de síntomas.109 En China no se reportan los pacientes asintomáticos como casos de COVID-19 incluso si dan positivo en la prueba. 110 La situación cambió en los meses siguientes, a medida que cada país se fue equipando en sistemas de pruebas de COVID-19, principalmente por PCR. Es posible que se pasase al extremo contrario, en el que los positivos reportados eran superiores a los casos reales de la enfermedad porque la excesiva sensibilidad de las pruebas PCR señala como positivos a personas que ya han pasado la enfermedad pero tienen aún en su cuerpo restos de ARN no viable, es decir, de virus muertos que ya no infectan. 111 En cuanto a las cifras de fallecidos, los criterios son también dispares según los países. En Italia se cuentan como víctimas de la pandemia a los muertos que habían dado positivo pero no a muchos ancianos fallecidos en residencias sin haberles hecho la prueba; 112 mientras que en Bélgica se contabiliza en las cifras de fallecidos a todos los muertos en residencias con síntomas similares a los de COVID-19, aunque no se les hayan hecho tests. 113 En España se ha constatado que la sobremortalidad durante la epidemia es entre un 50 y un 70 % más alta que las cifras oficiales de fallecidos por COVID-19 verificados por prueba PCR. 114115116