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PROBLEMAS SOCIALES
Violante Martínez Quintana
LA SOCIEDAD Y LOS
PROBLEMAS SOCIALES
Primera edición: septiembre 2012
Primera reimpresión: septiembre 2013
©E
diciones Académicas, S.A.
Bascuñuelos, 13-P. 28021 – Madrid
ISBN: 978-84-92477-74-6
Depósito legal: M-28245-2012
PRÓLOGO...................................................................................................... 11
PRIMERA PARTE
ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD
SEGUNDA PARTE
ESTRUCTURA SOCIAL
TERCERA PARTE
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................ 303
Los hombres son malvados; una triste y continua experiencia nos dispensa
de probarlo; sin embargo, el hombre es naturalmente bueno, creo haberlo de-
mostrado; ¿qué es, pues, lo que puede haberlo depravado hasta ese punto sino
los cambios sobrevenidos en su constitución, los progresos que ha hecho y los
conocimientos que ha adquirido? Que admiren cuanto quieran la sociedad hu-
mana, no será por ello menos cierto que necesariamente conduce a los hombres
a odiarse entre sí en la medida en que sus intereses se cruzan, a prestarse mutua-
mente servicios aparentes y a hacerse en la práctica todos los males imaginables.
¿Qué puede pensarse de un trato en que la razón pública predica al cuerpo de la
sociedad, y en el que cada cual halla su provecho en la desgracia del prójimo?
Quizá no haya ni un solo hombre acomodado a quien herederos ávidos, y a me-
nudo sus propios hijos no deseen en secreto la muerte, ni un bajel en el mar cuyo
naufragio no fuera una buena nueva para algún negociante, ni una casa que un
deudor de mala fe no quisiera ver arder con todos los papeles que contiene, ni un
pueblo que no se regocije con los desastres de sus vecinos. Así es como hallamos
nuestro provecho en el perjuicio de nuestros semejantes, y cómo la pérdida de
uno hace casi siempre la prosperidad del otro.
Comparad sin prejuicios el estado del hombre civil con el hombre salvaje
e investigad, si podéis, dejando a un lado su maldad, sus necesidades y sus mi-
serias, cuántas nuevas puertas abrió el primero al dolor y a la muerte. Si con-
sideráis los pesares de alma que nos consumen, las pasiones violentas que nos
agotan y desolan, los trabajos excesivos con que los pobres están sobrecargados,
la molicie aún más peligrosa a que se abandonan los ricos, y que hace que unos
mueran por sus necesidades y otros por exceso; si pensáis en las monstruosas
mezclas de alimentos, en sus perniciosas condimentaciones, en los productos
corrompidos, en las drogas falsificadas, en las bribonadas de quienes las venden,
en los errores de quienes las administran, en el veneno de los vasos en que se
preparan, si prestáis atención a las enfermedades epidémicas causadas por el aire
malsano entre multitudes de hombres apiñados, a las que ocasionan la delicade-
za de nuestra manera de vivir, el paso alterno del interior de nuestras casas al
aire libre, el uso de vestidos puestos y quitados con demasiada poca precaución,
y todos los cuidados que nuestra excesiva sensualidad ha convertido en hábitos
necesarios, cuya privación o negligencia nos cuesta al punto la vida a la salud, si
ponéis en la lista los incendios y los terremotos que, consumiendo o destruyendo
ciudades enteras, hacen perecer sus habitantes por millares; en una palabra, si
reunís los peligros que todas estas causas amontonan continuamente sobre nues-
tras cabezas, sentiréis cuán caro nos hace pagar la naturaleza el desprecio que
hemos hecho de sus lecciones.
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 23
Las lecturas que se pueden efectuar de distintos pensadores como las que aca-
bamos de leer, contienen puntos esenciales de la sociedad, que permanecen intactos
a lo largo del tiempo. Desde estas diversas perspectivas la atemporalidad del estu-
dio se hace eterna, y nos sirve para comprender el presente de nuestras sociedades
del siglo XXI, que no se han desprendido en modo alguno de las que ya existieron
en el pasado, sobre todo porque tienen las mismas raíces y están unidas de manera
invisible en el tiempo.
Así tenemos un elenco de análisis en el pensamiento social en la era clásica
con Sócrates, Platón, Aristóteles, Cicerón, Polibio y Séneca, que aportaron ideas,
concepciones y filosofías sociales en los estudios que realizaron acerca de la so-
ciedad. El sociólogo español Salvador Giner (1992) analizó que tanto la filosofía
social como toda especulación racional y científica tienen su origen histórico en el
seno de las ciudades-estado de la Grecia clásica.
En realidad, parte de los problemas formulados y las soluciones que propu-
sieron permanecen indelebles en las sociedades del presente, y siguen teniendo
todavía la misma importancia. En efecto, nuestros comienzos se hallan en la civi-
lización griega, que se conforma tras la caída de las sociedades arcaicas minoicas
y cretenses, compuesta de pequeños estados que ya abandonaron el mundo tribal
primitivo, para poder desarrollar el raciocinio sistemático del entendimiento de las
cosas, su discernimiento y la identificación emocional.
Con la polis se abandona definitivamente el pensamiento mágico de la tribu y
los sistemas despóticos, y surgen nuevas dimensiones en las ciudades-estado. Toda
una nueva forma de vida empieza a tomar perfiles en esa ciudad-estado que abarca
lo político, lo religioso, lo económico, la escuela y la moral, que en su conjunto
se asientan en el desarrollo de varias actividades humanas como la agricultura, el
comercio y la política, de donde surgirá una gran evolución del pensamiento y de
la cultura superiores a las etapas anteriores.
Las discusiones en la plaza del mercado, los festivales religiosos, el teatro,
las decisiones comerciales y bélicas, etc., más la nueva vida social tienen lugar en
la ciudad-estado, y con ello se produce el trasvase del pensamiento mítico y del
dogma al pensamiento crítico y a la razón. En la épica se encuentra el origen de la
especulación social, tal y como lo muestra el caso de la Ilíada de Homero que tuvo
repercusión en la filosofía social, del mismo modo que en la Odisea o en la obra de
Hesíodo Los trabajos y los dioses, en las que se desmonta la estructura social de
aquella Grecia esplendorosa, y se intenta abordar las cuestiones sociales.
El punto de arranque son las reflexiones y discusiones acerca de la organiza-
ción política y social de la vida en la ciudad-estado, y tiene su núcleo en la demo-
cracia que permite que cada pensador de su aportación desde diferentes planos.
Y será en las ideas políticas donde se desarrolle la naturaleza social del hombre,
y los diversos modos de gobernar con el sistema monárquico, el aristocrático y
el democrático. Con las ideas sociales aparecerán, pues, las reflexiones sobre los
fenómenos sociales, que toma forma con la metafísica, dada la preocupación que
24 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
ciones jurídicas, las formas del poder público, la administración territorial y demás
aspectos de la vida social.
Efectivamente, un conjunto de valores y sistemas políticos surgen de la urbe
romana, con la formación de un estado universal que arrastra hacia él a todas las
ciudades con una filosofía estoica, donde la política y sus leyes se atienen a la ley
natural. Sin embargo, pensadores como Lucrecio quedan fuera de esta influencia
estoica, y utiliza el raciocinio para encarar los problemas y las instituciones socia-
les, y no se deja influir por las leyendas tradicionales religiosas o las versiones lite-
rarias. Suprime, por tanto, la superstición y emplea el método especulativo, la ca-
pacidad analítica y el planteamiento de una serie de hipótesis que no surgirán otra
vez hasta finales del siglo XVIII (próximos al surgimiento y existencia de la Socio-
logía).
La etapa del pensamiento social cristiano y me-
dieval se inica ahora, y tiene en la figura de San Agus-
tín al filósofo social más importante de la historia, que
representa junto a Santo Tomás, uno de los pilares de
la doctrina social del Cristianismo. En su obra La ciu-
dad de Dios, ofrece una filosofía de la historia y una
concepción de la sociedad, basada en la dualidad social
(la sociedad de los hombres y la sociedad de Dios), y
aborda las cuestiones problemáticas de las relaciones
entre el poder eclesiástico y el civil. La ciudad o so-
ciedad de los hombres es imperfecta, mientras que la
ciudad o sociedad de Dios es perfecta, por lo que será
necesario buscar la salvación en el estado cristiano.
Santo Tomás incorpora a Aristóteles y trata de cons-
truir una explicación universal de la realidad, que inci- Santo Tomás de Aquino
de en el renacimiento de la especulación racionalista, y
el sometimiento de la filosofía a las normas de la lógica, la crítica y la prueba. En
consecuencia, se incorpora la razón en un ámbito que estaba dominado por la fe.
En este contexto de La Edad Media, se aprecia una nueva sociedad que en su
organización social establece unos principios que derriba algunos arquetipos roma-
nos. El poder supremo se concentra entre el Emperador y el Papa en el denominado
sistema feudal, y se atraviesa una época oscura que va del siglo IV o V al VII o
XVIII, etapa en la que reina el atraso y la confusión. El sector predominante es el
agrícola –con el esclavismo feudal y los latifundios-, y la posesión de la tierra es
el bien más importante en un sistema de relaciones y pactos entre el señor feudal y
sus vasallos (vida de la corte, hazañas de los caballeros y señores feudales, gentes
pobres que trabajan en el campo sometidas y obligadas a pagar impuestos a sus
señores, no hay movilidad geográfica ni de estatus, la vida se ciñe a la delimitación
del feudo, etc.).
En esta estructura social la ciencia y la cultura se circunscriben en los monas-
terios, y se expanden monasterios de las órdenes benedictinas, dominicanas y fran-
ciscanas presididos por un abad por todas las localidades, que más tarde sufrirán las
reformas de Cluny y del Cister. San Francisco de Asis destaca por su concepción
26 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
lítica, para comprender y analizar en su conjunto la nueva sociedad que surgía —la
sociedad industrial—, tras el derrumbe de la sociedad estamental-agrícola.
Sobre la sociedad civil y el Estado, Hegel insiste en la importancia que tiene la so-
ciedad, al adquirir primacía en las conciencias individuales, que deberán ajustarse
a ella y no a la inversa.
Pero sin duda, Comte (1798-1857) es considerado como el primer fundador de
la ciencia sociológica, que introduce en su Plan de trabajos científicos necesarios
para reorganizar la sociedad (1822), las condiciones de su época que oscilaban
entre un sistema social que se estaba acabando —la sociedad estamental, agríco-
la— y un sistema nuevo que había emergido en todo su esplendor —la sociedad
industrial—. En estas primeras aproximaciones sobre sociedad y ciencia, propone
la consideración de una física particular, catalogada como física social «fundada
sobre la observación directa de los fenómenos relativos al desarrollo colectivo de
la especie humana, teniendo por objeto la coordinación del pasado social y por
resultado la determinación del sistema que la marcha de la civilización tiende hoy
a producir... esta física social es tan positiva como cualquier otra ciencia de obser-
vación» (Comte, 1977:173-174).
En 1825 elabora su obra las Consideraciones Filosóficas sobre las Ciencias
y los Sabios, y se centra en el tema de la observación de los hechos, que la per-
cibe como la única base sólida de los conocimientos humanos, y aclara que «por
su naturaleza, el espíritu humano pasa sucesivamente por tres estadios teóricos
diferentes en todas las direcciones en que se ejerce: el estado teológico, el estado
metafísico y el estado positivo. El primero es provisional, el segundo transitorio y
el tercero definitivo. A mi parecer, esta ley fundamental debe ser el punto de partida
de toda investigación filosófica sobre el hombre y sobre la sociedad» (Ibídem, 196-
197). Advierte, además, de la existencia de una laguna en el conjunto de la Física
—la celeste, la terrestre, la química, la vegetal y la animal —y que comprende al
ámbito social —física social—.
La física social se sitúa aquí como el estudio de los fenómenos sociales, que
se debían observar con el mismo espíritu que se aplicaba a los fenómenos astronó-
micos, físicos, químicos y fisiológicos, y que estaban sujetos a determinadas leyes
naturales invariables que había que descubrir. En Comte hay cuatro contribuciones
importantes: la acuñación del término Sociología; la base del positivismo; la an-
ticipación de las ideas funcionalistas estructuralistas y la integración de la teoría
y la práctica. Comte se declaró a sí mismo el descubridor de la nueva ciencia en
1822, y en 1839 acuña el término de Sociología a la física social (socius termino-
logía latina: sociedad y logos, terminología griega: tratado de). Sin duda, la base
central del pensamiento de este fundador es el positivismo (Escuela filosófica que
afirma que el único conocimiento es el científico, y se procede con el análisis de
los hechos reales verificados por la experiencia) que va a servir para la búsqueda
de las leyes invariantes del mundo social, y seguidamente se reconocerán los mé-
todos sociológicos básicos: la observación, la experimentación, la comparación y
la investigación histórica.
De esta manera, la observación debe ser orientada por una teoría, y descubrir a
través de los hechos observados una ley. La experimentación conlleva más dificul-
tades en cuanto que se puede incidir en los fenómenos sociales, e incluso controlar-
los. La comparación distingue tres tipos, primero la comparación de las sociedades
30 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
sitivismo, y que enlazada con el Krausismo, y ponen las bases para los precursores
y divulgadores de la nueva disciplina en nuestro país. Ramón de la Sagra —de
personalidad contradictoria y formación autodidacta— se le ubica como el primer
sociólogo español por las obras que aportó en las que se constata el uso del análisis
sociológico en la observación de la sociedad humana, ejemplos se encuentran en
sus libros y trabajos Lecciones de Economía Social (1840), Estudios estadísticos
sobre Madrid (1844) o Notas para la historia de la prostitución en España (1850).
Su obra es extensa y variada, y analiza aspectos de la realidad social que pertene-
cen al ámbito de la sociología, como las consecuencias de la industrialización en
la clase obrera que se hallaba hacinada en las ciudades con miserables salarios, o
el estudio que realizó de la isla de Cuba en el que trabaja las influencias de la geo-
grafía, el clima, la población, la agricultura, el comercio marítimo, la economía, las
fuerzas armadas coloniales y la historia natural.
Ramón de la Sagra, al igual que experimentaron Saint-Simón y Auguste Comte
—entre otros—, tenía también gran preocupación por la sociedad caótica de aquel
momento que le llevó a reflexionar a fondo en los temas del orden social, hasta el
punto de elaborar un modelo que en su aplicación sirviese de remedio a los males
que azotaban a la sociedad. Su tendencia a estudiar el orden en esta sociedad some-
tida a grandes cambios fue tal, que pensó que la sociología podía ser un instrumento
científico que proporcionase predicción, control y reconducción de la libertad, sin
tener que llegar a una anarquía. Además de estas aportaciones, Ramón de la Sa-
gra fue el primero en transmitir las primeras noticias sobre el krausismo en España
como corriente filosófica que calaría muy hondo en todo el pensamiento de este
país. El krausismo fue una corriente filosófica del siglo xix, de origen alemán —Karl
Christian Friedrich Krauss 1781-1832—, que arraigó en España. Defiende la tole-
rancia académica y la libertad de cátedra frente al dogmatismo. Todos los aspectos
del hombre deben ser cultivados para su completa realización (cuerpo y espíritu).
González Serrano conforma la primera sociología española procedente de la
corriente krauso-positivista que se caracterizaba por un positivismo organicista y
naturalista que trazaba la investigación de las leyes sociales y del acontecer hu-
mano. Hay que matizar que este pensador —precursor y divulgador— era de tipo
espiritualista y no naturalista, y tendía hacia la filosofía de la historia, sus princi-
pales temas de preocupación fueron los de índole psicológica, que son temas que
le acercan a la ciencia sociológica, para poner después un freno al naturalismo
biológico. Sus principales obras son Preocupaciones sociales (1882), Cuestiones
contemporáneas (1883), y La Sociología científica (1884).
A continuación le sigue Gumersindo Azcárate, presidente del Instituto Interna-
cional de Sociología, que participa en esta disciplina por sus inquietudes políticas y
sociales, su obra sociológica de mayor trascendencia se encuentra en el discurso del
ingreso en la Academia de Ciencias Políticas sobre el Concepto de Sociología, el 7 de
mayo de 1891, que trata sobre el concepto de esta ciencia, el objeto y las relaciones
que tiene con otras ciencias, como la antropología, y donde analiza las principales
teorías sociológicas. Gumersido Azcárate diferencia con mayor claridad que Gon-
zález Serrano, la sociología de la filosofía de la historia, ya que de la sociología se
orienta más metafísicamente al referirse por esencia a los principios de la sociedad, y
la filosofía de la historia por estudiar las leyes biológicas de la historia.
32 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
sociología española está delimitada desde la década de los años setenta del siglo
xix hasta los primeros años del siglo xx. Los nueve puntos de la nueva sociología
de Sales son los siguientes:
1. La realidad social es multiforme y pluridimensional. (Es decir, que las so-
ciedades y el mundo presentan variedades y están compuestas de muchos
elementos que hay que diferenciar, no son homogéneas ni iguales entre sí).
2. Esta realidad social es, en su conjunto, esfuerzo, acción, trabajo, compe-
tencia y lucha de grupos y de clases. (La estructura básica de las sociedades
tienen estos componentes que las conforman para poder funcionar y sobre-
vivir).
3. La espontaneidad colectiva desempeña un papel esencial.(Supone que lo
colectivo como esencia de lo social es la fuerza viva de las sociedades y del
mundo en general).
4. El pluralismo sociológico está impuesto por los hechos. (Los hechos, suce-
sos, eventos, acontecimientos... se engloban en la observación sociológica y
de ahí sale el pluralismo sociológico).
5. Las revoluciones sucesivas son necesarias para promover la justicia y la
razón, que son esencialmente colectivas. (El conflicto y el cambio social
son también las fuerzas vivas destinadas a transformar aquellas partes que
demandan intervenciones, modificaciones y cambio en general para satisfa-
cer las necesidades que surgen en las sociedades).
6. Las ideas, la razón colectiva e individual, la justicia, provienen de la ac-
ción y del trabajo y retornan a la acción. (Son también las fuerzas vivas
para satisfacer las necesidades que conforme pasa el tiempo necesitan las
sociedades).
7. La realidad social puede ser mejor estudiada por la diléctica de las contra-
dicciones. (Hegel ya nos habló de la dialéctica y aquí se plasma para com-
prender las contradicciones que presenta la realidad social de las sociedades).
36 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
Con este gran sociólogo se ha elaborado una extensa literatura para describir e
interpretar toda su contribución a las ciencias sociales, como es el caso del profesor
Rodríguez Aramberri (1989) que señala los dos puntos de partida de Marx en sus
investigaciones: el orden social y la revolución. El orden social representa una
realidad compleja, compuesta de dos clase sociales cuyos intereses son antagónicos
y permanecen en ruptura histórica y conceptual con otros tipos de clases sociales
que las han precedido; y la revolución que supone una actividad transformadora
para mejorar el orden social, y reconstruir otro diferente, donde pueda haber cierta
armonia en la acción social.
Las interpretaciones de su obra, parten, por tanto, de la economía política, del
socialismo y de la filosofía hegeliana, y la metodología que emplea es la conoci-
da por el materialismo histórico, compuesto de conocimiento y de acción, para
facilitar la intervención consciente sobre la historia, y que parte de la teoría para
desembocar en la práctica. La herramienta que utilizó Marx para el materialismo
histórico fue la dialéctica, que proviene a su vez de la lógica de Hegel, donde ade-
más de contemplar una relación causal unidireccional —causa-efecto—, también
se recogen las relaciones recíprocas entre los elementos sociales, y la totalidad
dialéctica que se encuentra en la vida social. De esta dialéctica aplicada al análisis
crítico de la sociedad capitalista contemporánea, unifica los valores sociales y los
hechos sociales, y se inclina más por el estudio de las relaciones sociales que por
llegar a elaborar grandes abstracciones.
Otros autores como Ritzer (1995) se detienen más en la aportación sociológica
que en la teoría económica, en cuanto que es una tipología de teoría que sirve para
analizar a cualquier sociedad humana, que dispone de una ideología manifiesta
que no se puede eliminar. Este autor se detiene en cinco puntos básicos en su obra:
el potencial humano, la alienación, las estructuras de la sociedad capitalista, los
aspectos culturales y la economía. Así, pues, del potencial humano obtiene un
conglomerado de ideas que contiene las capacidades y aptitudes de las personas,
las necesidades y deseos, la conciencia de sí mismos y del medio que les rodea, las
actividades —trabajo y creatividad—, y la sociabilidad.
En cuanto a la alienación sirve para diseccionar las estructuras del capitalis-
mo, por la disfuncionalidad de este modo de producción que conlleva alienación
respecto de la actividad productiva, respecto del producto que se obtiene de esa ac-
tividad, y también respecto de los compañeros y compañeras de trabajo. Todo ello
requerirá la emancipación para alcanzar el desarrollo humano que subyacía estan-
cado en el sistema de producción y de vida capitalista. Y es aquí donde el objetivo
de la sociología de Marx se dirigía a la emancipación de la humanidad de esa nueva
esclavitud. El tercer punto son estructuras de la sociedad capitalista en las que se
efectúa un análisis de las relaciones sociales, de las mercancías, del capital, de la
propiedad privada, de la división del trabajo y de la clase social. El cuarto punto son
los aspectos culturales que existen en la conciencia de clase, en la falsa conciencia
y en la ideología. Y, finalmente, el quinto punto se centra en la economía en cuanto
valor de uso y valor de cambio.
Para Giner (2001) Marx despunta también con todas estas apreciaciones traza-
das por Rodríguez Aramberri y Ritzer, y lo ubica en el campo del conflicto social
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 39
ca durkheiniana que percibe la sociedad como una totalidad objetiva que es exte-
rior al observador científico, y contiene, por tanto, una estructura global que es in-
dependiente de las decisiones del sujeto. La sociedad se muestra con una estructura
anatómica —las formas de ser colectivas— que tienen, efectivamentea, un funcio-
namiento fisiológico —las formas del hacer—. Aquí late un esquema evolucionista
consistente en el tránsito de la sociedad amorfa —la solidaridad mecánica—, a las
sociedades basadas en una amplia división del trabajo —solidaridad orgánica—,
en las que la división del trabajo logran mayor complejidad, un amplio desarrollo
en sus estructuras, en su integración social y personal, hasta obtener la solidaridad
orgánica, momento en el que el análisis sociológico diagnostica la funcionalidad
o disfuncionalidad de las instituciones con respecto a la estructura del momento.
Del mismo modo, Ritzer (1995) amplia este análisis de la obra La división del
trabajo social, y puntualiza la concepción de estos dos tipos de sociedad —la soli-
daridad mecánica propia de las sociedades primitivas con estructuras sociales poco
diferenciadas y con escasa división del trabajo—, y el tránsito a la solidarida orgá-
nica, en la que trabaja el concepto de densidad dinámica que surge con el aumento
de personas y el grado de interacción entre ellas, con la formación de la conciencia
colectiva, las representaciones colectivas y la anomia. Ahora, bien, el estudio de
los hechos sociales son el objetivo distintivo de la sociología, que son presentados
como externos y coercitivos para los individuos, y deben ser tratados como cosas.
Los hechos sociales se pueden dividir en materiales —sociedad, componentes
estructurales como la Iglesia o el Estado, y componentes morfológicos como distri-
bución de la población, la comunicación, etc.,— y en los inmateriales que aluden a
la moralidad, la conciencia colectiva, las representaciones colectivas y las corrien-
tes sociales. Pero, más concretamente ¿qué son los hechos sociales? Los hechos
sociales son un conglomerado de estructuras sociales, normas y valores culturales
que son externos y coercitivos para lo que él denomina los actores, y constituyen el
núcleo de la sociología durkheiniana, que defiende que las estructuras de la socie-
dad influyen en los pensamientos y en las acciones de todos los individuos.
dental para esta disciplina, denominado Sociología comprensiva que abarca una
capacidad analítica que va más allá de aquel momento histórico y social, y que se
practica en la sociología actual. El núcleo central es el proceso de racionalización y
desencantamiento radical del mundo que desmantela la burguesía en el transcurso
evolutivo industrial capitalista, y que funciona como portadora cultural con una
burocratización que llega a alcanzar dimensiones totalizadoras. En consecuencia,
el análisis histórico que él efectúa trata los siguientes ámbitos: la teoría del caris-
ma, el comportamiento racional general —acción social—, la sociedad y la razón
capitalista.
Weber se convierte en una fuente intelectual de recursos casi infinita a la que
acuden la teoría del funcionalismo estructural, con Talcott Parsons, en la tradición
del conflicto y en la teoría crítica, siendo el principal heredero de la tradición de la
teoría crítica Jurgen Habermans. También llegan a esta fuente los interaccionistas
simbólicos, con las ideas de la verstehen —comprensión—, al igual que Schutz
para profundizar los significados y los motivos y todas aquellas personas que tra-
bajarán la fenomenología y la etnometodología. En este importante sociólogo con-
temporáneo se pueden dividir dos ámbitos netamente diferenciables, como son la
metodología y la sociología sustantiva.
Así, pues, la metodología comprende temas de la historia y de la sociología, el
término verstehen —comprensión—, la causalidad, los tipos ideales y los valores,
y todo ello en una relación básica entre la historia y la sociología, esto es así por la
dedicación que tuvo a los estudios históricos sobre Roma y la Edad Media, que le
permiten relacionar ambas disciplinas, de manera que en el ámbito de la historia se
orienta por el análisis causal y la explicación de acciones individuales de estruc-
turas y de personalidades, que poseen una significación cultural, en tanto que en
el ámbito de la sociología se trabaja la formulación de conceptos distintivos, y la
generalización de uniformidades de los procesos empíricos.
De aquí, por tanto, surge la idea de que los sociólogos deben separar el mundo
empírico del universo conceptual que construyen, de manera que los conceptos —
que no reflejan toda la realidad observada— puedan ser usados como herramientas
heurísticas —técnica de indagación y del descubrimiento—, y así, poder obtener un
entendimiento más idóneo de la realidad compleja que entraña la naturaleza de la
vida social. En este sentido, el término verstehen —comprensión— es fundamental
y está basado en el análisis heurístico que busca entender a los actores en los textos
y en los fenómenos que hay que interpretar, así como la interacción que conllevan
y todo el proceso histórico evolutivo de la humanidad. Verstehen supone un pro-
cedimiento de estudio racional que pretende alcanzar el punto de vista individual
y la cultura en un sentido amplio, es un esquema que va a marcar totalmente la
sociología comprensiva.
Aparece en este ámbito teórico weberiano la causalidad, que en sociología im-
plica la probabilidad de que un acontecimiento sea seguido o acompañado de otro,
y de que se observe tanto las razones como el significado de los cambios, que como
en el caso de la Ética protestante y el espíritu del capitalismo, Weber utiliza ade-
más de un modelo de una única dirección, las interrelaciones de un gran número de
factores sociales. La causalidad es un concepto que este autor trabaja en profundi-
44 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
– La cultura.
– las ciudades y el hábitat.
– La división del trabajo.
– La tecnología empleada.
– Las instituciones: políticas, religiosas, científicas, filosóficas, artísticas,
familiares, educativas, económicas, etc.
B) Comprobar cómo es el Ser Social, y los componentes del ser pensante, el
ser que siente y el ser que actúa.
interés está en los estímulos que originan respuestas o conductas concretas. Mead
dio prioridad al mundo social precisamente para comprender la experiencia social,
ya que tenía la convicción de que el todo social precedía a la mente individual, que
el individuo consciente y pensante sólo puede darse dentro de un grupo social que
le precede, que existía antes que él, aunque sea el individuo el que desarrolle los
estados mentales autoconscientes. Erving Goffman representa también esta escuela
y analiza la tensión entre el yo, el self espontáneo y el mí, más concretamente, la
tensión entre lo que las personas esperan que hagamos, y lo que queremos hacer
espontáneamente.
Por otra parte, Herbert Blumer concebía la sociedad no como un compuesto de
macroestructuras sino como una entidad con actores que ejecutan acciones, y el
objetivo está en interpretar y comprender la vida social a través de la introspección
simpática. En definitiva, el Interaccionismo Simbólico toma el acto como la unidad
básica de su teoría, en el que hay que buscar los significados, los símbolos, la ac-
ción y la interacción social, si bien se da menos importancia a las grandes estructu-
ras sociales. Por tanto, el enfoque es microsociológico, y se aleja de las técnicas
científicas convencionales, por lo que ha recibido críticas al respecto, y por la va-
guedad de conceptos e ignorar la importancia de las grandes estructuras, los facto-
res psicológicos importantes como las necesidades, los motivos, las intenciones y
las aspiraciones de los actores que actúan en las sociedades.
tas, el mundo de la vida, los componentes privados del conocimiento, los reinos de
la realidad social y la conciencia.
Peter Berger y Thomas Luckman incorporan elementos nuevos a la fenome-
nología, y tienen en cuenta el individuo, los niveles societales, las estructuras y las
instituciones sociales. Elaboran una obra, La construcción social de la realidad,
que la escribieron en 1967, donde analizan que la perspectiva del mundo social es
un producto cultural y es aprehendida por los individuos como una realidad ordena-
da, en la que el lenguaje adquiere una importancia decisiva al estar compuesto del
sistema de símbolos más importantes de la sociedad. La vida cotidiana, los compo-
nentes objetivos de la sociedad, la institucionalización, los roles y la reificación son
componentes fundamentales en su teoría, y pese a sus avances analíticos tuvieron
críticas por no haber hecho el esfuerzo de integrar las ideas de Freud, Mead y We-
ber en relación a la acción social, con las de Marx y Durkheim sobre las estructuras
sociales, pero indudablemente contribuyeron a extender la fenomenología a nuevos
ámbitos que los del tradicional enfoque sobre la conciencia que tanto había intere-
sado a los filósofos fenomenológicos y a Schutz.
En suma, la Fenomenología trata sobre lo que la gente piensa en la vida coti-
diana, y la Etnometodología sobre lo que hace la gente. La escuela etnometodo-
lógica pone la atención en la relación con los demás, que es considerada al igual
que Schutz, como una relación rutinaria e irreflexiva, y si bien admiten que en
los individuos se producen procesos mentales, se diferencian del Funcionalismo
Estructural y del Marxismo Estructural, en mostrarse en desacuerdo respecto a
que los individuos no poseen juicio en las sociedades. La definición que Heritage
da es la siguiente: «la etnometodología es el estudio del cuerpo de conocimientos
de sentido común y de la gama de procedimientos y consideraciones —métodos—
por medio de los cuales los miembros corrientes de la sociedad dan sentido a las
circunstancias en las que se encuentran, hallan el camino a seguir en esas circuns-
tancias y actúan en consecuencia» (1984:4). Otros la definen como la «búsqueda
empírica de los modos empleados por los individuos para dar sentido y, al mismo
tiempo, realizar sus acciones de todos los días: comunicarse, tomar decisiones,
razonar» (Coulon, 1988: 32). La etnometodología implica una ruptura con la so-
ciología tradicional y construye nuevos horizontes en la significación de lo social
en las relaciones de los seres humanos en situaciones normales de la vida cotidiana.
La Etnometodología la inventó Garfinkel —finales de la década de los cuarenta
del siglo xx—, y tiene como objetivo el estudio de la organización de la vida coti-
diana, que se caracteriza por ser local y endógama, y se organiza de manera natural.
Este sociólogo sigue en la línea de Durkheim y capta los hechos sociales como
fenómenos sociales, si bien la diferencia está en que los hechos los relaciona con el
nivel microsociológico, mientras que Durkheim los relaciona con el nivel macro-
sociológico. Además, tampoco son coercitivos ni externos, sino que más bien son
el resultado del esfuerzo concertado de las personas cuando conviven en sus vidas
cotidianas. Lo más sustancial está en los procedimientos, los métodos y las prác-
ticas que utilizan las personas, y que van adquiriendo diferentes modalidades. Los
dos conceptos básicos son la reflexibilidad y las explicaciones. «Por reflexibilidad
los etnometodólogos entienden el proceso en el que estamos todos implicados para
58 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
8. Formulaciones: son una parte de la conversación que se utiliza para des-
cubrir la conversación.
9. Integración del discurso y de las actividades no vocales: mientras los
analistas de la conversación se centran en el discurso verbal, otros etno-
metodólogos se preocupan por las actividades no vocales, por ejemplo la
postura corporal y la mirada.
10. Estudios sobre instituciones: estudio de la conversación y la interacción
en instituciones sociales.
Por último, la trayectoria de las escuelas sociológicas concluye con las Teorías
Sociológicas Estructurales, que tienden a volver a los inicios de la disciplina, y
se dedican a estudiar a fondo la obra de Durkheim, y la lingüística de la obra de
Lévi-Strauss. Para definir al Estructuralismo, Ritzer toma de Ekeh una descripción
basada en una búsqueda de leyes universales y de leyes invariantes, por mediación
de las cuales la especie humana se manifiesta en todos los órdenes de la vida, tanto
en los niveles primitivos de la vida humana, como en los niveles más avanzados.
Pero hay que matizar que el estructuralismo antropológico de Lévi-Strauss tuvo
considerables influencias en los sociólogos estructurales, porque abarca las gran-
62 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
des estructuras e instituciones sociales del mundo social, el modelo que elabora
el investigador para tratar la estructura de la sociedad, y la estructura de la mente
humana. A todo ello se añade el posestructuralismo que analiza las sociedades pos-
modernas y tiene como objetivo la investigación de las diferencias existentes y una
predilección por el lenguaje.
Michel Foucault resulta ser un autor clave que practica la hermenéutica, y bus-
ca las prácticas discursivas que organiza el discurso científico. Del mismo modo, la
Sociología Existencial y la Teoría de Sistemas delimitan el antiestructuralismo que
refuerzan las debilidades del estructuralismo, y trabajan la perspectiva humanista
—sentimientos, emociones, experiencias humanas —, y la cibernética, la teoría de
la información, la investigación operativa y la teoría de sistemas. Finalmente, se
recoge el Estructuralismo de Erving Goffman con sus estructuras invisibles, la Teo-
ría Estructural de Peter Blau que hace renacer el Estructuralismo a través del análi-
sis estructural, y la Teoría de Redes, para sentar todavía más la escuela en esta tra-
yectoria acaecida en el siglo xx.
Los profesores Light, Keller y Calhoun (1992:29) exponen siete pasos que hay
en el proceso del modelo de investigación:
En efecto, todos estos pasos suponen esfuerzos escalonados que hay que ir
dando, de manera que se ascienda en esta escalera del conocimiento de los hechos
que se observan, es decir, de lo que está pasando en las sociedades y en el mundo
y, más concretamente, en aquel problema que definimos a priori para indagar. La
revisión de la bibliografía es fundamental para familiarizarse con la teoría que ya
existe respecto al tema objeto de estudio que hemos seleccionado. Después de for-
mular las hipótesis que surgen de la lógica que tiene todo conocimiento proveniente
de la ciencia, y que necesita ser verificado, por lo que se estructuran los enunciados
que equivale a una proposición que afirma la relación entre determinados hechos,
en la que dicha afirmación se pretende que sea puesta a prueba empíricamente para
ser verificada o rechazada.
A continuación, se selecciona un método para estudiar el fenómeno social, el
tema seleccionado o el acontecimiento de la vida cotidiana que hemos indicado
anteriormente al principio. Ahora, bien, conviene recordar que el método científico
tiene unas peculiaridades, además de algunos problemas, que hace referencia a la
imposibilidad de una objetividad sociológica completa, debido al objeto de estudio
que tienen las ciencias sociales, porque son más complejos al referirse al comporta-
miento humano. El profesor González Seara se manifiesta al respecto en el sentido
que apuntaba Bunge, que la investigación social requiere partir de unos esquemas
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 71
previos, que más tarde van a ser sometidos a una verificación, aunque no es nece-
sario que se sigan todos los pasos con excesiva rigurosidad, siempre y cuando se
proceda con los criterios de la investigación científica.
La sociología es una disciplina que según Beltrán (1985) lleva a un pluralismo
metodológico que se ramifica en esta variabilidad de métodos, en el que la lógica
del método histórico se asienta en la variable tiempo, en el sentido de preguntar de
dónde vienen los procesos y las instituciones sociales y a dónde van, indaga, pues, la
variedad de factores que puedan determinar el acontecimiento seleccionado, todo ello
en el plano de los fenómenos de larga duración y en el análisis de la estructura global
de las sociedades. Con el método comparativo se logra contrastar las diferencias y
semejanzas, porque hay una variedad de formas y procesos, de estructuras y compor-
tamientos sociales en un espacio y dentro de un tiempo, a través del cual se obtiene un
horizonte más diverso de la vida cotidiana, que ofrece la posibilidad de elaborar una
teoría y dar explicaciones a los fenómenos que queremos investigar.
El método crítico-racional da cuenta de la reivindicación del derecho a consi-
derar desde la perspectiva científica y racional las finalidades sociales, es decir, la
restitución de los fines de los seres humanos, los valores y el deber ser, al ámbito
de la racionalidad, que intentan trasladar a las ciencias sociales la tradicionalidad
normativa. Por otra parte, los métodos cuantitativos y cualitativos, que atienden
desde la metodología que utiliza las técnicas a medida, de construcción de índices e
indicadores, de manejo estadístico de masas de datos, de análisis de datos primarios
y de datos secundarios, en donde la encuesta es la forma primaria de cuantificación
más característica, hasta el uso de la hermenéutica (interpretación de textos, y mé-
todo que expresa la universalización del fenómeno interpretativo desde la concreta
y personal historicidad), en técnicas tales como el grupo de discusión, la entrevista
en profundidad y la observación participante. En realidad, la amplitud del método
sociológico abarca como bien se aprecia desde la perspectiva histórica, comparati-
va y crítica hasta la cuantitativa y cualitativa.
Finalmente, el método de la triangulación utiliza varios métodos en una sola
investigación, y son muchos los especialistas que lo utilizan, como la profesora
Cea D’Ancona que utiliza estos ámbitos de la sociología, y respecto al concep-
to de triangulación explica que sus raíces se hallan en otras áreas diferentes de
conocimiento, como es el caso de la topografía en la navegación y en la logística
castrense, y tiene como finalidad «la utilización de múltiples puntos de referencia
para localizar la posición exacta de un objeto en el espacio ... En las ciencias socia-
les, el término triangulación adquiere un significado similar. Por él se entiende la
explicación de distintas metodologías en el análisis de una misma realidad social»
(1996:47). Y desde un enfoque práctico, que completa el que se ha tratado con los
profesores Ligth, Keller y Calhoun, la profesora Cea D’Ancona (Ibídem: 81-91) se
centra en el proyecto de investigación y diferencia cuatro fases:
básica que trata el problema a investigar, que son las que establecen las bases del
marco teórico, las bases empíricas y metodológicas. Los recursos disponibles se
refieren a los materiales y el personal —con su currículo— que van a efectuar el
proyecto de investigación, además de otros recursos necesarios —equipo, material
inventariable, material fungible, dietas y desplazamientos y personal—. Y, final-
mente, la determinación del tiempo que va a durar la investigación —cronología de
tareas—, y la fecha final de presentación del proyecto
2. ORÍGENES Y EVOLUCIÓN
DE LAS SOCIEDADES
LECTURA: PERSPECTIVA DE ROUSSEAU EN EL ORÍGEN DE LAS SOCIE-
DADES
Se han hecho en relación a esta primera hipótesis muchos esfuerzos para re-
construir la prehistoria humana, y se ha ido haciendo a partir del hallazgo de dientes
aislados, huesos solitarios, fragmentos de cráneo y muestras de ADN mitocondrial,
que con bastantes estudios han podido reconstruir aquella etapa de las sociedades.
El paleontólogo Richard Leakey (2001) ha efectuado una recontrucción de los orí-
genes de la humanidad, y señala un momento clave en la evolución —momento
que se produce con la adopción del bipedismo y la postura erguida de los primeros
Australopithecus que tuvo lugar hace unos siete millones de años—, donde aparece
ya el lenguaje y la expresión artística.
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 81
Cuadro 2.1
De la prehistoria humana a las sociedades humanas
Simios Bípedos
(Australopithecus)
Gorilas
Primates Simios Ramapithecus
Chimpancés
que este homo asume un conjunto de papeles sociales predeterminados, que debe
desempeñar. Son, en suma, los papeles sociales, que deben coexistir —en palabras
de Dahrendorf— « con el hombre real de nuestra experiencia diaria. Si no quiere
incurrir la sociología en un cientificismo acrítico, su intento de esbozar algunas
dimensiones de la categoría del papel social no debe perder entonces de vista el
problema moral del hombre doble» (Ibídem, 1975:25).
En definitiva, el homo sociologicus es el resultado de un complejo proceso de
socialización basado en la asimilación de las reglas de conducta, normas y valores
sociales, que son esenciales en los grupos humanos en los que se convive. Homo
sociologicus es, por tanto, el ser social y la personalidad social que cada sistema
social requiere en sus colectividades para una convivencia en armonía con lo que
está establecido de antemano por el sistema cultural y por el sistema de organiza-
ción social, es decir, que existe en una estructura de las sociedades antes de que el
sujeto tuviese vida.
La incorporación de esta estructura es lenta y gradual, hasta que la estructura
social llega a formar parte integrante del nuevo sujeto que se ha acoplado a sus
propias características, personalidad, cualidades y connotaciones esenciales varias
de su individualidad, de manera que cuando se ha completado el proceso de asi-
milación, aparece el homo sociologicus junto con sus características individuales,
y así ya está preparado para la vida en las sociedades humanas. El proceso de
socialización puede ser incompleto, deficiente, incluso sufrir algunas desviaciones
según los factores de obstáculo que puedan intervenir, además se puede dar el caso
de adquirir un homo sociologicus que vaya en contra de las normas establecidas, a
través de las conductas delictivas, violentas, homicidas, etc., que responden a otras
reglas y normas de comportamiento social no establecidas institucionalmente.
En realidad, es en la evolución de las sociedades donde se va construyendo
este entramando de lo social que se activa con la interacción social y las relaciones
sociales de unos individuos con otros. En la lectura Perspectiva de Rousseau en el
origen de las sociedades, Rousseau describe las características del origen de las
sociedades humanas, y perfila bien el instinto de conservación que permaneció en
esta etapa inicial de conformación de las mismas, donde se activaron el gregarismo
y el asociacionismo junto con la acción social en los comportamientos sociales de
quellos antepasados. La sociedad es, por tanto, como un continente que está lleno
de individuos que conviven, interactúan y se relacionan por mediación de la orga-
nización social, en un espacio determinado y con unas pautas de comportamiento
específico. Es un grupo grande de personas, es una panal de abejas, es un hormi-
guero, es una manada de elefantes, etc., Las preguntas que normalmente aparecen
cuando nos introducimos en este conocimiento sociológico de las sociedades son
las siguientes: ¿cuáles son, pues, los rasgos fundamentales de toda sociedad? ¿a
través de qué mecanismos les es posible funcionar a todas las sociedades, tanto
humanas como animales? ¿cuáles son los rasgos comunes y cuáles las diferencias
entre las sociedades animales y las sociedades humanas?
Para comprender la composición y el funcionamiento de las sociedades convie-
ne diferenciar las sociedades de distintas especies, las denominadas propiamente
sociedades animales, y las sociedades humanas. Ambas sociedades tienen una serie
88 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
Cuadro 2.2
Rasgos fundamentales de toda sociedad
Las sociedades son, por tanto, sistemas autosuficientes que comportan todas las
formas de vida que le son indispensables para su supervivencia, y se han podido
diferenciar hasta veinte tipos de sociedades o clasificaciones de la misma, además
de las que acabamos de describir — sociedad abierta, sociedad animal, sociedad
cerrada, sociedad de clases, sociedad de empleados, sociedad dirigida externamen-
te, sociedad dirigida internamente, sociedad dirigida tradicionalmente, sociedad fe-
tofílica, sociedad fetofóbica, sociedad folk, sociedad mecánica, sociedad orgánica
y sociedad sin clases—.
En definitiva, y recapitulando las sociedades engloban grupos de personas que
poseen una cultura común y en cierta medida distinta, que están asentadas en un
área territorial determinada, con sentimiento de unidad y con la consideración de
ser entidades separadas. Disponen, como ya se ha indicado anteriormente, de una
estructura de roles interrelacionados y una conducta de rol establecida según las
normas sociales. Las sociedades comprenden, por tanto, un sistema social amplio
que abarca una serie de instituciones para satisfacer las necesidades básicas de sus
miembros, como son la institución económica, la educativa, la religiosa, la política,
la jurídica y demás.
Schoeck define la sociedad como «un número generalmente bastante grande de
personas de todas las edades que en su mayoría se consideran organizadas de una
forma determinada y que tienen una cultura común. Algunos filósofos han supuesto
la existencia de un primer contrato social... toda aglomeración de personas que se
encuentra por primera vez en un territorio y que ve la convivencia o necesidad de
formar una organización duradera, comienza por la división del trabajo... con tres
observaciones se puede decir lo fundamental sobre la sociedad que se va a analizar:
la posición de la mujer, la del niño y la de los ancianos» (1985: 662). Entre estos
conceptos se añade el de solidaridad, que supone la condición que tienen los gru-
pos de establecer una cohesión social unida a una acción cooperativa y colectiva, y
que están dirigidos hacia el logro de objetivos grupales.
Emile Durkheim distinguió —lea del capítulo 1, el epígrafe 1.2. El estudio
científico de la sociedad con los primeros sociólogos (Émile Durheim)— la soli-
daridad mecánica de la solidaridad orgánica, y son dos términos que sirven para
comprender mejor la noción de sociedad en su relación con las ciencias sociales.
La solidaridad mecánica es una solidaridad social basada en la homogeneidad de
valores y conductas, en la fuerte coacción social que existe y en una lealtad a la
tradición y al parentesco. Este concepto se aplica a pequeñas sociedades ágrafas
(sin escritura y relativamente ajenas a la civilización), que se caracterizan por tener
una simple división del trabajo, con poca especialización en las tareas, unos roles
elementales y muy poca tolerancia con respecto a la individualidad.
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 93
les del mundo, aunque también puede dedicarse al estudio de un tema determinado,
que utilice datos del pasado y probar la falsación de hipótesis concretas y limitadas.
Las ciencias normativas incluyen a las Ciencias Políticas, la Política Social, la
Moral Social, el Derecho y las Ciencias Jurídicas, que en el caso de la ciencia polí-
tica trata un ámbito de suma importancia para la vida de las sociedades, al ocuparse
del Estado, de su organización, gobierno y ejercicio de la autoridad, y se centra
fundamentalmente en los problemas del poder. Martindale expone que el término
Ciencia Política se plasma en el lenguaje corriente hacia la segunda mitad del siglo
xix. La ciencia política ha sido fundada por una serie de pensadores como Aristó-
teles, Jean Bodin, Maquiavelo y Montesquieu, y la obra de Alexis de Tocqueville
La Democracia en América (1835-1840) que es considerada como la primera obra
fundamental en la primera mitad del siglo xix. (Repasese el epígrafe 1.2. El estudio
científico de la sociedad con los primeros sociólogos)
Y se descubre que la ciencia política, así como sucede con el resto de las cien-
cias sociales, ha sido confundida durante siglos con la moral y la filosofía, hasta que
con Maquiavelo —y toda su obra— se empieza a independizar y a funcionar por si
misma, y se convierte en una de las ramas de las ciencias sociales que tiene como
objeto de estudio la organización y administración del gobierno, su historia y la teoría
que desarrolla. En muchos de los aspectos que conlleva en la elaboración y análisis
de la teoría social, va paralela con la sociología, y tiene bastantes elementos en co-
mún, ahora bien, el campo de la sociología es mucho más amplio al abarcar toda la
convivencia organizada que está supeditada a la autoridad, que tiene como finalidad
alcanzar el bien común. La Sociología Política es un área comunitaria en ambas cien-
cias, y tiene como objetivo básico el estudio de los comportamientos políticos, por
ejemplo, investigación sobre los líderes, la estructura y la composición de los partidos
políticos, los electores y su comportamiento, el análisis de los grupos de presión, etc.
y si bien coinciden en algunas áreas, tienen finalidades diferentes.
La Moral Social también se relaciona con la sociología, como ciencia normati-
va que es, y su punto central consiste en indagar lo que el hombre debe ser y cómo
debe ser, lo que implica que se orienta a los individuos y se les guía para que estén
en el camino que les va a proporcionar los fines trazados. La moral y la sociología
son campos que están en la interacción en la que entran en determinados casos: la
moral trata lo que debe ser, la sociología lo que es. En el caso del Derecho respecto
de la sociología, ambas tienen como punto de interés las instituciones, las costum-
bres, los códigos, las leyes, las normas sociales, etc., sin embargo, el jurista estudia
estos focos de atención bajo el prisma de un conjunto integrado de normas que
permiten regular y sancionar los comportamientos de los sujetos en la sociedad, co-
nocer, en suma, las normas, qué vigencia tienen, qué alcance y contenido disponen,
cuál es el carácter vinculativo etc.
El profesional de la ciencia sociológica afronta las normas, instituciones, leyes,
sanciones y demás, como sucesos objetivos que están ahí para determinar en qué
medida controlan el comportamiento de los individuos y de los grupos, qué unidad
organizada forman, qué funciones cumplen en el marco de una institución, etc. Esta
relación tan estrecha ha llevado a la conformación de la Sociología Jurídica por
mediación de la cual el derecho accede al campo de la sociología para comprender
96 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
cios, etc. Todos estos estudios requeridos por los economistas, son eminentemente
sociológicos y al mismo tiempo, económicos» (Betes y Sarriés, 1974: 138).
• ¿En qué se diferencian las sociedades del pasado de las sociedades del
presente?
• ¿Cómo y por qué cambia una sociedad? ¿Qué factores crean divisiones
dentro de una sociedad?
• Las sociedades ¿están progresando o van a peor?
que estos tipos de sociedad coexisten. Hay muchas sociedades que son puramente
agrarias, o industriales, o de cazadores y recolectores. En una misma sociedad po-
demos encontrar algunas características de las sociedades agrarias junto a otras de
las sociedades posindustriales, por ejemplo, pensar en términos evolutivos, de peor
o más simple, a mejor y más complejo lo que puede ser síntoma de eurocentrismo».
Autores como Macionis y Plummer (1999),Tezanos (2000) y Kerbo (2004) des-
criben sociedades cazadoras y recolectoras como sociedades comunales y primiti-
vas, con tecnologías simples basadas en la caza de animales y en la recolección de
alimentos, y representan las primeras formas de organización social. Se las cataloga
como sociedades que dependen del tamaño de la tribu, y de las condiciones climáti-
cas, y tienden a ser nómadas o seminómadas. Existe al respecto un vocablo —nóma-
de— que alude a las personas que pertenecen a un grupo que cambia periódicamente
su lugar de residencia, según las ventajas estacionales que ofrece cada lugar, en rela-
ción a las condiciones buenas para la caza, los pastos para el ganado, la climatología
idónea etc. A los grupos nómadas se les define como grupos limitados a cierta área
o hábitat, y muestran tendencia a regresar a los lugares tradicionales, solamente se
desplazan por conseguir unas metas, y en determinados casos de superpoblación,
invasión, hambre y otras catástrofes, se ven obligados a migrar en gran escala.
La ubicación de estas sociedades desde la perspectiva de la macrosociología
data desde el origen de la especie humana, hasta hace unos doce mil años, su tec-
nología está encaminada para producir alimentos de manera que los miembros de
estos grupos estaban buscando comida en su medio habitual permanentemente, y
se registra escaso tiempo para el ocio, salvo en casos de abundancia de alimentos.
Estas sociedades estaban comprendidas de pequeñas bandas y, más concretamente,
de grupos muy reducidos que comprendían de 25 a 40 personas. Su organización
social está basada por vínculos de parentesco, y la familia tiene la función de ob-
tener y distribuir los alimentos, cuidar de los miembros más pequeños y débiles, y
enseñar a los niños la educación básica y la instrucción elemental, para desarrollar
las cualidades fundamentales para la supervivencia.
La estructura de roles está delimitada en gran parte por la especialización de
tareas —caza, recogida de frutos, bayas, tubérculos, fabricación de herramientas
rudimentarias y armas, de madera, piedra, hueso—, dependiendo de la edad y del
género, incluso contribuyen los más jóvenes y los más mayores y, en su conjunto,
tanto las responsabilidades de los hombres como las de las mujeres tienen una po-
sición social y de estatus similar. La estructura de poder político es casi inexistente,
ya que la organización social es muy básica y dispone de la figura del jefe y la de
los chamanes o hechiceros, que son —éstos últimos— líderes espirituales con un
prestigio social, que ejercen influencia y poder en el grupo.
Kerbo (2004:51) añade que la influencia de chamanes o hechiceros «en los de-
más está relativamente restringida y se limita a su capacidad para realizar funciones
valiosas para toda la tribu. Así, posiciones como la de jefe son posiciones logradas
con un método abierto de ubicación social. La forma predominante de desigualdad
—que, de hecho, suele ser la única forma de desigualdad— es el estatus u honor.
Si un determinado individuo cumple una función importante para la tribu, como
proporcionarle alimentos, puede lograr una posición de alto estatus, sin apenas re-
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 99
cibir recompensas materiales mayores que las que reciben otros miembros de la
tribu... las desigualdades de estatus que encontramos se explican simplemente por
la tradición. Es decir, al mejor cazador se le concede, por la fuerza de la costumbre
un estatus más alto a un mayor honor».
Una de las peculiaridades de estas sociedades es que no suelen ser guerreras, in-
dependientemente de que posean flechas, lanzas y cuchillos de piedra que se utilizan
para la caza exclusivamente, ahora bien, sus grandes adversarios son las enfermeda-
des y los desastres que provoca la naturaleza —terremotos, erupciones volcánicas,
sequías, inundaciones y epidemias—. Y dada las condiciones específicas que ofrecen
este tipo de sociedades, enraizadas en el hábitat natural, su organización social esta-
blece una cooperación estrecha entre sus miembros para hacer frente a las dificul-
tades de este tipo de existencia. En la actualidad muchas de estas sociedades están
amenzadas, y algunas de ellas están en extinción, y arrinconadas en espacios bastante
reducidos ya que su entorno natural ha sido dañado de manera importante. Macionis
y Plummer (1999:71) —que obtienen documentación de Endicott, 1992 y Hewlett,
1992— notifican que las sociedades de este tipo hoy en día son los aka y pigmeos del
África central, los bosquimanos de África suroccidental, los aborígenes australianos,
los indios kaska del Canadá noroccidental, y los batek y semai de Malasia.
Período histórico: único tipo de sociedad hasta hace unos 12.000 años.
Todavía relativamente frecuente hace algunos siglos. Hoy amenazada por la
extinción. Pertenece al sistema económico del Paleolítico, practicado aún por
algunos pueblos en el Amazonas y otras regiones.
Tecnología productiva: armas primitivas.
Actividades: caza, recolección y actividades derivadas como medio de sub-
sistencia. No es una actividad exclusivamente prehistórica, aunque con una pro-
yección limitada en el mundo moderno y contemporáneo.
Tamaño de las sociedades: de 25 a 40 personas y de 40 a 60 personas de
media.
Tipo de asentamiento: nómadas.
Organización social: centrada en las familias. Especialización muy limi-
tada por razón de género y edad. Poca desigualdad social. Relaciones laxas,
solidarias y ausentes en cierto modo de conflictos. La familia tiene gran im-
portancia, hay una ética de compartirlo todo, los niños y ancianos nunca son
desatendidos. El prestigio y la posición social es más valorado que la propiedad
privada.
Ejemplo: pigmeos de África central. Bosquimanos de África sudoccidental.
Aborígenes australianos. Semai de Malasia. Indios kaska de Canadá.
Existen grupos menos conocidos en Somalia, Etiopía, Kenia, Tanzania,
Ruanda, en Estados Unidos, Brasil, Venezuela, Colombia, Bolivia, Chile, Rusia,
India, Tailandia, Indonesia y Filipinas.
100 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
Período histórico: desde hace unos 15.000 años. Son muchas todavía hoy,
pero su número va decreciendo.
Tecnología productiva: arado tirado por animales.
Tamaño de las sociedades: millones de personas.
Tipo de asentamiento: empiezan a aparecer las ciudades, aunque la inmen-
sa mayoría de la población sigue viviendo en el campo.
Organización social: la familia pierde importancia al aparecer otras institu-
ciones sociales (religiosas, económicas, políticas) y desigualdad social.
Ejemplo: Egipto, durante la época de las grandes pirámides. Europa medie-
val. Muchas sociedades preindustriales de hoy en día.
varios miles de años en otras épocas en las que se experimentaron cambios sustan-
ciales. Toda una nueva sociedad emerge en el siglo xix, con ferrocarriles y barcos
de vapor, que revolucionaría, a su vez, los sistemas de comunicación, y con ellos,
las posibilidades de extensión del comercio; proliferan los motores de combustión;
la electricidad en las ciudades y en los pueblos; el teléfono; la radio; la televisión;
el automóvil etc.
El profesor Tezanos durante décadas ha explicado exhaustivamente en su obra
La explicación sociológica: una Introducción a la Sociología (2006, 2010, 2012),
a centenares de alumnos y alumnas las características de las sociedades industriales
a través de varios pensadores (Flinn 1970, Brown y Harrison 1978, Asthon 1965,
Golthorpe 1977, Giddens 1979, Friedmann 1965, Aron 1965, Apter 1970, Moore
1960, Tezanos 1984, Darendorf 1965, Miller y Worm 1969), que han delimitado
bien los perfiles de estas sociedades. En efecto, el hilo conductor explicativo parte
de la idea del tránsito de las sociedades agrarias —estamentales— a las sociedades
industriales con la Revolución Francesa y la Revolución Industrial, a los que se
unen el crecimiento de las poblaciones, la aplicación de la ciencia a la industria, y
el uso del capital en todas las direcciones.
Unas sociedades, pues, donde se potencian los transportes y las comunicacio-
nes; el afianzamiento de las fábricas que dejan atrás a los viejos talleres gremiales; la
aparición del Estado moderno y sus nuevas funciones; las nuevas formas de indaga-
ción e investigación merced a la libertad de espíritu; la implantación de la maquina-
ria en el sistema de producción; el incremento de la división del trabajo, con tareas
rutinarias y limitadas; el surgimiento de nuevas clases sociales —la burguesia y el
proletariado— y la venida de nuevos valores sociales y económicos. En suma, todas
estas transformaciones conformaron una nueva estructura social, y un conflicto de
clases sociales, en una sociedad basada en el progreso de la ciencia, y con la meta de
lograr el máximo de producción y de eficacia, y la acumulación del capital.
En una de las palabras claves de la teoría sociológica figura la ética protestante
(protestant ethic) de Weber (Véase del capítulo 1, el epígrafe 1.2. El estudio cientí-
fico de la sociedad con los primeros sociólogos), que surge de su obra La ética pro-
testante y el espíritu del capitalismo, en la que se proponía indagar los orígenes del
capitalismo moderno, y ahondar en los procesos religiosos que habían influido deci-
sivamente en la conformación de la mentalidad capitalista. En definitiva, persiguió
descubrir si los orígenes del capitalismo europeo podían ser explicados según ele-
mentos que no fuesen estrictamente económicos, y a tal efecto, construyó un modelo
o tipo ideal del sistema capitalista, en el que quedaban delimitados los requisitos his-
tóricos y culturales fundamentales —el Estado Moderno, la vida urbana, la justicia
y administración racionalizada—, para poder aplicar un trabajo analítico posterior.
Muestra que la moderna organización racional del capitalismo europeo resulta
de dos determinantes que se separan, uno de ellos es la economía doméstica y el
otro la industria, después en el desarrollo del capitalismo moderno se producen
grandes diferencias en los avances de la ciencia, en la racionalidad que se le carac-
teriza y que consiste en las posibilidades técnicas de efectuar un cálculo exacto, a
través de las ciencias naturales exactas y racionales, con una base matemática y ex-
perimental. Obtiene que el moderno capitalismo industrial requiere varios factores
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 105
El problema
— El espíritu del capitalismo
— La concepción Luterana de la profesión
La ética profesional del protestantismo ascético
— Los fundamentos religiosos del ascetismo laico
— La relación entre la ascesis y el espíritu capitalista
Pero llegó un momento en que este bienestar fue perturbado de pronto, sin
que todavía se hubiese producido una variación fundamental en la forma de or-
ganización (por ejemplo, el paso a la industria cerrada, el telar mecánico, etc.).
Lo que ocurrió fue sencillamente esto: un joven de una cualquiera de las familias
de empresarios habitantes en la ciudad iría un buen día al campo, y seleccionaría
allí cuidadosamente los tejedores que le hacían falta y los sometería progresiva-
mente a su dependencia y control, los educaría, en una palabra, de campesinos a
trabajadores; al mismo tiempo, se encargaría directamente de las transacciones
poniéndose en relación directa al por menor; procuraría directamente hacerse
con una nueva clientela, haría viajes por lo menos una vez al año y trataría, sobre
todo, de adaptar la calidad de los productos a las necesidades y deseos de los
106 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
los setenta y ochenta, que recogen, en gran parte, las repercusiones que tuvieron
los acontecimientos de un contexto de los años sesenta, en los que el gran de-
sarrollo económico, político y social generado en las sociedades más avanzadas
(EEUU y Europa) coexisten con los desajustes que traían las guerras, como la
del Vietnam, las desigualdades socioeconómicas que impulsaban las revueltas
de las personas de color, o el movimiento estudiantil de mayo de 1968 en Paris,
los movimientos feministas, los movimientos de los ecologistas y militantes po-
líticos, etc.
Y en medio de estas movilizaciones y protestas que emergen principalmente
en los núcleos urbanos de las grandes ciudades, se asienta un rasgo sociológico
al que se le califica de ‘consumo colectivo’. Este concepto alude a la obtención
de los grandes avances de la sociedad capitalista, y más concretamente de la
sociedad desarrollada, basado en el disfrute de un nivel de vida deseado por
la mayoría, y que demanda la colectividad, tales como educación, salud, casa,
transporte, ocio y tiempo libre, comodidades materiales, etc., en general, toda
una vida burguesa llena de privilegios y prestigios, que choca frontalmente con
los desequilibrios y repercusiones muy variados adscritos a la sociedad capita-
lista que parece avanzar sin freno alguno. El consumo colectivo es, pues, un pro-
ducto de esta sociedad que tiene atrapados a todos los miembros que ella acoge.
Pahl y Winkler estudian el Corporativismo (corporatism) que lo concep-
túan como un sistema alternativo que combinaba elementos del capitalismo y
del comunismo y, más literalmente es descrito como un sistema económico en
el que el Estado dirige y controla predominantemente las empresas privadas en
orden a cuatro principios: la unidad, el orden, el nacionalismo y el éxito (Slat-
tery, 1991:221). En realidad, el transfondo filosófico del corporativismo de estos
cuatro principios sustenta la creencia de que la sociedad es esencialmente un
cuerpo orgánico o hábeas en el cual cada parte es interdependiente, de manera
que el interés más importante de cada sociedad radica en el interés nacional,
que persigue como objetivo básico el éxito a través de la cooperación más que a
través de la competición.
El orden social y económico no representan sólo el camino de la prosperidad
nacional, sino una obligación moral, de aquí se sigue que el trabajador tenga
la obligación de trabajar, el empleado de ofrecer trabajo, y el rol del Estado se
asiente en hacer cumplir este principio económico, incluso si fuera preciso a
expensas de los derechos individuales y de las normas de la ley. En general, el
concepto de corporativismo tiene sus raíces en los regímenes autoritarios que
existieron en 1930 en Italia y en Alemania, además de los que existieron en el
sistema feudal de la Edad Media, y que ahora resurgen en la década de los se-
tenta del siglo xx.
Y conforme avanza la sociedad industrial tanto en las últimas décadas del
siglo xviii, y los siglos xix y xx en las sociedades más avanzadas, se produce un
fenómeno de gran relevancia para las mismas, el fenómeno de la Secularización
(seculariation) que analiza Wilson, y que lo centra en un punto de mira al que
van a parar una serie de debates, tanto en la teoría sociológica como en la so-
ciología de la religión. Por tanto, la secularización representa en las sociedades
110 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
Varios autores se detienen ante estas transformaciones sociales que sufren las
sociedades industrializadas en analizar determinados factores, tal es el caso de Bell
que aporta el enfoque de la Sociedad posindustrial (post-industrial society) que la
describe como una sociedad de servicios, con un predominio de las clases profe-
sionales y técnicas, de cuello blanco, centradas en la producción del conocimiento
como fuente principal de motivación y en la tecnología, donde han adquirido gran
poder los políticos y los hombres de negocios.
En efecto, las sociedades posindustriales se caracterizan por el uso intensivo
de las tecnologías que sirven para procesar, almacenar, transmitir información y
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 111
análisis micro tales como el movimiento zapatistas, las milicias y los patriotas,
los lamas del Apocalipsis: Aum Shinrikyu, el movimiento ecologista y el fin del
patriarcado –movimientos sociales, familia y sexualidad en la Era de la Informa-
ción-. Finalmente, investiga determinadas crisis contemporáneas de los estados-
nación, ante el impacto de la globalización en los estados, las crisis fiscales, el
estado de bienestar, el estado nación, el gobierno local, el super estado-nación y
la crisis de la democracia.
Finalmente, el tercer volumen Fin del milenio, analiza las nuevas vías del
cambio social y los desajustes que han ocasionado las transformaciones habidas
en esta nueva era, de aquí que en primer lugar analice la crisis del estatismo
industrial y el colapso de la Unión Soviética, el Cuarto Mundo: capitalismo in-
formacional, pobreza y exclusión social, y la economía criminal global. En este
último análisis despuntan las principales actividades en los que participa el cri-
men organizado, incluido el tráfico de drogas, enumeradas por la Conferencia de
las Naciones Unidas –1994– sobre el Crimen Transnacional, a saber: 1) Tráfico
de Armas, 2) Tráfico de material nuclear, 3) Contrabando de inmigrantes ilegales,
4) Tráfico de mujeres y niños, 5) Tráfico de órganos y 6) Blanqueo de Dinero.
Pero su análisis llega más allá al profundizar en el fundamento multicultural de
la interdependencia económica de la región del Pacífico asiático, donde aparecen
los cuatro tigres asiáticos –Singapur, Corea del Sur, Taiwán y Hong Kong-, ade-
más del modelo de desarrollo japonés y el lugar de China en la economía global.
Finalmente, cierra este tercer libro con la unificación de Europa, el Estado red y
la identidad europea.
¿Cuáles son, por tanto, las características de la nueva sociedad? Precisamente,
con el fin del milenio se delinea una nueva sociedad, que ya había marcado sus
perfiles a finales de los años sesenta y justamente a mediados de los setenta, a través
de tres grandes procesos que confluyen en la corrientes evolutivas: la revolución
de la tecnología de la información, la inevitable crisis económica acaecida en el
capitalismo y estatismo, y el brote de movimientos sociales y culturales –antiauto-
ritarismo, defensa de los derechos humanos, feminismo y ecologismo–. Y concluye
Castells: “La interacción de estos procesos y las reacciones que desencadenaron
crearon una nueva estructura social dominante, la sociedad red; y una nueva econo-
mía, la economía informacional global; y una nueva cultura, la cultura de la virtua-
lidad real. La lógica inserta en esta economía, esta sociedad y esta cultura subyace
en la acción social y las instituciones de un mundo interdependiente” (Castells, vol
3, 1998: 370).
Los profesores Macionis y Plummer (1999:80) indican que «la tecnología, al
transformar el mundo y las sociedades puede crear también nuevos problemas. Las
sociedades industriales han sido capaces de ofrecer un amplio abanico de liberta-
des a sus miembros, pero, como señalan algunos autores, a costa de erosionar el
sentimiento de comunidad y pertenencia que caracteriza a las sociedades agrarias.
La tecnología también ha creado otras amenazas inconcebibles hace un siglo. Sólo
una fracción del armamento nuclear que han acumulado algunas naciones sería
suficiente para hacer que la raza humana volviera a sus estados tecnológicos más
primitivos; y eso en caso de que pudiera sobrevivir».
114 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
Tomás Moro en su libro Utopía (1984) que data de 1551, escrito en latín
y traducido después al inglés, fue un pensador que imaginó de una manera ex-
traordinaria una organización social armónica. El calificó Utopía al título que le
acompaña: «La mejor república y la isla de Utopía —De optimo reipublicae statu
de que nova insula Utopia—», que es un neologismo derivado del griego u-topos,
que significa «no lugar», ninguna parte, y que hace alusión a un espacio que no
existe —salvo en nuestra mente, en nuestra imaginación—, ahora bien, ello no
quiere decir que no se pueda realizar, o llevar a la práctica, porque, en realidad, se
piensa como algo posible, realizable. Al igual que Orwell que en su obra titulada
1984, proyecta una sociedad que podía ser posible, y parecida a algunas de las
que actualmente existen.
Moro aporta la obra Utopía, no sólo para imaginar el sueño de una vida
mejor como un sano ejercicio mental, saludable, que aliviaría sus frustraciones
ante la época que le tocó vivir, sino que además significa una pequeña censura a
la sociedad europea de su época, y sirve como una herramienta intelectual que
facilita la reconstrucción de mundos posibles realizables, y mundos que podrían
ser factibles. Es una crítica, en suma, hacia los males que padecía la sociedad
inglesa del siglo xvi, y ofrece una solución a los problemas, para lo cual plantea
la conformación de una sociedad diferente, y que él propone.
En la sociedad imaginaria de Moro, existen tres personajes, él mismo, Pedro
Egido —su amigo— y un navegante portugués, llamado Rafael Hytlodeo, socie-
dad en la que no existe la propiedad privada, ya que según Moro, es precisamente
la propiedad privada y el poder oligárquico las fuentes originarias del empobre-
cimiento de la misma, el dinero ha sido abolido, porque así desaparecen los «te-
mores, las angustias, los cuidados, las vigilias». La economía de esta sociedad es
colectiva, la jornada de trabajo tiene seis horas, y la dedicación a las necesidades
de orden espiritual alcanzan el máximo valor social.
Utopía es una sociedad agraria, artesanal, con un número limitado de clases
sociales improductivas —clero y burocracia—, y con una base económica que
permite el trabajo manual, y una limitación de profesiones intelectuales. Políti-
camente, la sociedad utópica de Moro representa una federación democrática de
ciudades, que están gobernadas por Utopo, que ha fundado el Estado, y lo legisla
con pocas leyes, desea fervientemente la paz, tiene libertad religiosa —se cree en
un Dios común y es plural la forma de manifestar el culto—, la familia es monó-
gama, se admiten el divorcio y la eutanasia. No obstante, pese a esta descripción
armónica, en términos generales, algunos analistas han encontrado contradiccio-
nes en su obra, en las que refleja ciertos rasgos negativos con la existencia de
esclavos, incluso la justificación de cierto expansionismo territorial.
Desde la óptica presente del siglo xxi, hay que comprender la valía de esta
obra y el mensaje que encierra, ya que la defensa de este ideal que en la Europa
del Renacimiento emergente dejaba atrás al mundo medieval, le costó la vida
a Tomás Moro. Los párrafos que a continuación figuran ilustran algunos de las
notas peculiares de esta obra:
116 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
nuestras conciencias para darnos cuenta de que estamos viviendo en una realidad
mundial.
— El futuro de las sociedades es un futuro muy halagüeño, por las siguientes
razones: hay enormes posibilidades de los jóvenes para estudiar, van aparecien-
do nuevos valores y la riqueza está mejor repartida.
— Estamos en un proceso muy rápido de cambio, y las sociedades actuales
son bastante incómodas en las grandes ciudades, extraordinariamente egoísta, no
hemos conseguido alcanzar unos mínimos de convivencia, soportamos tremen-
das presiones por la soledad y la competencia que nos plantea, y es extraordina-
riamente imperfecta.
— En España ha habido un importante cambio social, me preocupa la globa-
lizacion, el resurgimiento de los nuevos nacionalismos, la conciencia medio am-
biental, y me pregunto: ¿qué le vamos a dejar a nuestros hijos? Es una sociedad
que dedica tantísimo tiempo, por ejemplo, a un deporte como el fútbol.
— Avanzamos hacia el comunismo cibernético, hacia la sociedad de Orwell,
y las sociedades modernas se están moviendo a través de la idea del progreso,
pero sin solucionar los problemas sociales, de aquí que vivamos en una época
de total desencanto. De lo que se trata es que el hombre vuelva a pensar, que el
hombre vuelva a reflexionar.
— Las sociedades actuales están descompensadas, desequilibradas, y un
mundo desequilibrado es un mundo neurótico, enfermo totalmente. En estas
sociedades el hombre está alienado, o vivirá en soledad, en el anonimato, con
falta de relación humana y de contacto, lo que provocará el resurgimiento de las
fuerzas irracionales.
— Son sociedades típicas de finales de civilización con grandes posibilida-
des técnicas y muy escasas capacidades humanas.
Todas estas observaciones (Véase Cuadro 2.3) muestran una tendencia nega-
tiva de percepción de las sociedades en un momento de conflicto, momento en el
que están agitadas y alborotadas, ya sea por los cambios, ya sea por las tensiones
existentes. De manera que para unos académicos esta tensión se manifiesta a través
de la insolidaridad frente a la humanización, porque nunca ha habido más oportu-
nidades, bienestar, nivel de vida, etc., y sin embargo existe insolidaridad debido a
la tensión por tener más poder adquisitivo. Para otros la tensión se encuentra en
la observación optimista que ofrece la tecnología, frente a la visión pesimista que
proyecta la futura organización social.
Y por último, en otros académicos la tensión se muestra a través de una ob-
servación típica de finales de civilización con grandes posibilidades técnicas
frente a las escasas capacidades humanas. Ahora bien, resulta destacable que dos
de los 16 entrevistados tuviese una visión positiva de la sociedad, como bien lo
demuestran sus opiniones: De la sociedad actual no tengo visión, tengo una vi-
sión muy parcial, pero creo en las generaciones futuras; El futuro de la sociedad
es un futuro muy halagüeño, por las siguientes razones: hay enormes posibili-
dades en los jóvenes para estudiar, van apareciendo nuevos valores y la riqueza
está mejor repartida.
360
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 119
SOCIEDADES Y MUNDO
Cuadro 2.3
Las sociedades actuales descritas y percibidas por académicos españoles
Fuente: elaboración según Martínez Quintana, V. (2002): Los sociólogos, la sociología y visión de la so-
ciedad —1998-2002—. Investigación sociológica e informes a cargo de Matrícula Abierta de la UNED,
Madrid. (Mimeo).
120 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
un mundo muy competitivo, por otro lado el punto de vista individual una mayor
tendencia hacia la cultura, vamos hacia una sociedad más individualizada; un pro-
ceso de atomización ¿no? de individualización; estamos viviendo un momento que
es una auténtica evolución; una sociedad que se caracteriza principalmente por la
fragmentación, dentro de este grupo de fragmentación hay un lado positivo que es
el mestizaje, el multiculturalismo que ha venido por la inmigración.
Para algunos el cambio viene de una situación actual en la que vivimos como
un caleidoscopio con una gran mezcla de culturas. Para otros ese cambio se refle-
ja en el paso de una sociedad tradicional a una sociedad que está perdiendo esos
valores de la familia, y además prefiere las relaciones extra familiares. Para otros
ese cambio viene dado por un mundo que cada vez está más centrado en el consu-
mo, y es una sociedad enormemente volcada en el comportamiento consumista y
superficial. En cambio para otros esa transformación se traduce en una auténtica
revolución a la que estamos asistiendo.
Las visiones se bifurcan, pues, en positivas y negativas, así tenemos que algu-
nos de los profesionales tienen una percepción positiva de las sociedades y alegan
que en España no se ha vivido nunca tan bien como actualmente. En cambio otros
entrevistados muestran una percepción negativa, porque actualmente se vive en
grandes comunidades sin valores, individualizadas y fragmentadas, tal y como se
refleja en la siguiente frase: Vivimos en una sociedad sin valores, donde el valor
fundamental, es el dinero (Profesional, mujer).
De hecho, esta encuestada cree que los valores que sustentan a la sociedad se
han perdido y se han sustituido por el dinero. Respecto a los valores fundamentales
ella señala a la familia y a los valores religiosos, por ello opina que vivimos en una
sociedad sumamente enloquecida, una sociedad estresante, lo que justifica algunos
comportamientos agresivos al vivir en esta esquizofrenia, al vivir en una sociedad
sumamente agresiva, competitiva, donde se va a todas partes demasiado deprisa.
Unas sociedades contradictorias, en la que a un niño se le socializa para que sea
moral y de pronto llega al trabajo y se encuentra que lo que pasa allí no tiene nada
que ver con su socialización, y por tanto entra en contradicción y debe o aprender
inmediatamente o sino nunca se va integrar en esa sociedad.
Para completar la observación de las sociedades actuales se elaboró un cues-
tionario internacional, por internet y correo postal (Véase Martínez, 2002), a una
muestra de un total de 1.346 profesionales de las ciencias sociales de 42 países
—276 respuestas—, para sondear la percepción que se tiene de las sociedades
actuales, la selección de un fenómeno sociológico típico de la época actual y,
después, la selección y ubicación de uno de los tres modelos de sociedades que
se les ofrecía.
La primera cuestión les plantea lo siguiente: En la reflexión del mundo actual
¿Cómo describiría brevemente a la sociedad actual de principios del siglo xxi?
Encontramos que en las descripciones que han hecho de la sociedad actual de prin-
cipios del siglo xxi, se muestran algunas respuestas que manifiestan el ritmo trepi-
dante de estas sociedades actuales, con sus grandes contradicciones, que reflejan el
turbulento momento de grandes cambios, tal y como han reflejado muchos de estos
profesionales (Véase Tabla 2.1).
122OBSERVACIÓN DE LAS SOCIEDADES EFECTUADA POR
LA LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
LOS SOCIÓLOGOS 363
Tabla 2.1
Descripción de las sociedades actuales según profesionales de las ciencias
sociales de 42 países
Fuente: elaboración según Martínez Quintana, V. (2002): Los sociólogos, la sociología y visión de la so-
balizadas
ciedad y contradictorias,
—1998-2002—. consociológica
Investigación dos polose informes
y con grandes riesgos,
a cargo de descripción
Matrícula Abierta de laque
UNED,se
Madrid.
ha ido (Mimeo).
combinando en orden al argumento proporcionado por esta muestra inter-
nacional. De aquí que las sociedades actuales de principios del siglo XXI, sean prin-
cipalmente percibidas por
Son descripciones muylosreducidas
profesionales bajo el influjo
pero incluyen de la globalización,
diferencias en el
que conviene seña-
22,1% de las
lar, como es elrespuestas,
hecho de con grandes contradicciones
ser sociedades que hacen que
complejas, globalizadas coexistan so-
y contradictorias,
cialmente,
con dos poloseconómicamente,
y con grandesculturalmente, etc. dos polos
riesgos, descripción que seopuestos, al menos así en
ha ido combinando lo
ven el 13,8% de los profesionales. Peligrosas, conflictivas, inciertas,
orden al argumento proporcionado por esta muestra internacional. De aquí que las para el 8,3%
de los profesionales,
sociedades actuales desociedades
principios cambiantes,
del siglo xxidiversas, complejas, desiguales,
, sean principalmente ca-
percibidas por
pitalistas, fragmentadas, estratificadas, individualistas, materialistas, consumistas,
los profesionales bajo el influjo de la globalización, en el 22,1% de las respuestas,
tecnológicamente avanzadas, burócratas, caóticas, desiguales y egoístas
con grandes contradicciones que hacen que coexistan social, económica y cultu-
Ciertamente, la perspectiva que proyectan es bastante desoladora, pero es el de-
ralmente, dos polos opuestos, al menos así lo ven el 13,8% de los profesionales.
nominador común de todas y cada una de las respuestas dadas, tan solo se salvan
Peligrosas, conflictivas, inciertas, para el 8,3% de los profesionales, sociedades
poquísimas de una perspectiva pesimista. Si nos fijamos detenidamente en la Ta-
cambiantes, diversas, complejas, desiguales, capitalistas, fragmentadas, estratifica-
bla 10.1 hallamos una serie de matizaciones que no se pueden eludir en este con-
das, individualistas,
texto conseguido. Así, materialistas, consumistas,
pues, en relación a que seatecnológicamente avanzadas, buró-
una sociedad contradictoria, con
cratas, caóticas, desiguales y egoístas
dos polos, encontramos una descripción de la sociedad dada por el profesional N.o
171,Ciertamente, la perspectiva que
que refleja aproximadamente proyectan
lo que se quierees expresar
bastantecon
desoladora, pero es
esta categoría: «Unel
denominador común de todas y cada una de las respuestas dadas, tan
mundo de crecimiento y perpetua contradicción —con polarización social, inesta- solo se sal-
van poquísimas
bilidad económica, de diferencias
una perspectiva pesimista.
racistas, Si nos fijamos
neo-imperialismo, detenidamente
degradación en la
ecológica».
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 123
Tabla 2.1 hallamos una serie de matizaciones que no se pueden eludir en este con-
texto conseguido. Así, pues, en relación a que sea una sociedad contradictoria, con
dos polos, encontramos una descripción de la sociedad dada por el profesional N.o
171, que refleja aproximadamente lo que se quiere expresar con esta categoría: Un
mundo de crecimiento y perpetua contradicción —con polarización social, inesta-
bilidad económica, diferencias racistas, neo-imperialismo, degradación ecológica.
Igualmente el profesional N.o 212, explica claramente esta situación: Viviendo con
la paradoja de tribu y de ámbito global. Una incertidumbre, un período de cambio-
orientación.
En cuanto a una sociedad globalizada son muchas las personas que señalan
este fenómeno, hasta el 22,1%. Uno de ellos define la globalización de la siguiente
forma: Los límites (fronteras) entre países desaparecen más y más como resultado
del progreso tecnológico. La gente va al extranjero más a menudo y a países de
otros continentes. Por otro lado, obtienen mas información sobre otras culturas
a través de las comunicaciones. Además, algunos añaden las consecuencias que
puede tener este tipo de sociedad globalizada, como es el caso del N.o 49: Híper —
realidad, Mcdonalización, etc...
En cambio el N.o 54 nos expone: La globalización con todas sus coordenadas
de expansión de mercados, comunicación de masas, desarrollo de la electrónica,
grandes flujos migratorios, valores compartidos y limitaciones en la autonomía de
los estados, sienta las bases de la sociedad del siglo xxi. Aunque la enorme hetero-
geneidad producida por la diferencia en el desarrollo económico, la diversidad de
las culturas y las muchas formas de organización política y social vuelven difícil
el establecer rasgos compartidos por una única sociedad global, pero sí es posible
encontrar en esa misma característica de la globalidad el germen más importante
del conflicto social, en tanto ocasiona grandes disparidades entre naciones, regio-
nes o ramas productivas; provoca desempleo y modifica patrones de vida. Habría
que señalar, además la creciente importancia de los valores democráticos y la
emergencia de nuevos actores sociales y políticos que coincide con tendencias a un
mayor individualismo favorecido por la tecnología y la masificación.
Por otro lado el profesional N..o 55, indica: La globalización ha conducido a las
sociedades y comunidades dentro de un remolino de nuevas relaciones. Otro profe-
sional, el N.o 62 aporta la siguiente idea a este respecto: Nosotros estamos experi-
mentando cambios rápidos en nuestras vidas debido a la información tecnológica
y a los avances en los transportes y medios de comunicación. Como resultado de
todo ello, la difusión cultural que está teniendo lugar es impresionante y da paso a
la homogeneización de la cultura con grandes posibilidades. También habrá proli-
feración de nuevas culturas y subculturas. Esto implica que cualquiera de las dos
promoverá una gran comprensión de esa cultura mundial o diversa, ahora bien,
debido a la emergencia de subculturas podría llevar a grandes conflictos y a des-
organizaciones sociales.
Además, el profesional N.o 234, señala que el efecto que ha tenido el incre-
mento de la globalización en algunas sociedades, ha llevado a que surgiera con
escrupulosidad lo que constituye la identidad nacional propia y diferenciadora.
También el profesional N.o 268, opina lo siguiente en relación a las consecuen-
124 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
Tabla 2.2
Fenómenos sociológicos típicos de las sociedades actuales
TOTAL %
Abiertos. Muchas opciones 4 1,4
Apatía 8 2,9
Competitividad 2 0,7
Complejidad y estandarización 3 1,1
Consumismo 5 1,8
Contradicción 9 3,3
Decadencia y enfermedades 2 0,7
Deporte 2 0,7
Desempleo 2 0,7
Desigualdad 29 10,5
Diversidad Cultural 6 2,2
No entiende la pregunta 2 0,7
No puede seleccionar 5 1,8
Globalización 35 12,7
Identidad propia 5 1,8
Individualismo 18 6,5
Inseguridad y peligro 28 10,1
Los Cambios 12 4,3
Medio Ambiente 3 1,1
Mercados Ocultos 2 0,7
Migración 5 1,8
Movilidad y Turismo 3 1,1
Movimientos sociales 3 1,1
Respuesta confusa 7 2,5
Ns/Nc 19 6,9
Nueva Economía 2 0,7
Nuevas Tecnologías 17 6,2
Otros 7 2,5
Pérdida de valores tradicionales 8 2,9
Pobreza 7 2,5
Racismo 10 3,6
Reflexión, Racionalismo y Pragmatismo 4 1,4
Subcultura 2 0,7
TOTAL 276 100,0
Fuente: elaboración según Martínez Quintana, V. (2002): Los sociólogos, la sociología y visión de la so-
ciedad —1998-2002—. Investigación sociológica e informes a cargo de Matrícula Abierta de la UNED,
Madrid. (Mimeo).
128 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
Tabla 2.3
Los modelos de sociedades seleccionados
Modelo de sociedad que encaja con la actual
Fuente: elaboración según Martínez Quintana, V. (2002): Los sociólogos, la sociología y visión de la so-
ciedad —1998-2002—. Investigación sociológica e informes a cargo de Matrícula Abierta de la UNED,
Madrid. (Mimeo).
De las explicaciones hechas por los profesionales al respecto, muestran las siguien-
tes apreciaciones:
de la variable Otros y Ns/Nc, son elevados con respecto al resto, con un 19,6% y un
8,0% respectivamente, tal y como se refleja en los comentarios siguientes:
Un niño salvaje, niño ferino o niño feral es una persona que ha vivido
apartada de la sociedad durante un largo período de su infancia. Esta categoría
incluye desde personas que no han tenido el más mínimo contacto humano du-
rante años hasta niños que han sido confinados en sitios donde solamente se les
alimentaba. Se han conocido pocos casos pero han sido muy estudiados por su
interés psicológico, médico y lingüístico.
El término feral proviene del latín ferālis (‘feroz, letal’), y éste de fera: fiera,
animal salvaje. La Real Academia Española lo define como un adjetivo en desu-
so, que significaba cruel, sangriento.
Ocasionalmente se han encontrado niños que han podido sobrevivir solos en
la naturaleza. Cabe destacar el hallazgo en 1799 de Víctor de Aveyron, Francia.
El médico-pedagogo Jean Marc Gaspard Itard quiso vincularlo a la vida social
despertando la sensibilidad de sus sentidos y ampliando su horizonte de necesi-
dades y relaciones. Todo lo que dieron de sí sus investigaciones fue bienvenido
por la comunidad científica y filosófica, ya que podía responder a muchas pre-
guntas acerca de cómo somos realmente: si es cierto que tenemos ideas innatas
y si en verdad el hombre es social por naturaleza; pero en cambio los resultados
prácticos fueron prácticamente nulos por lo que al propio Víctor se refiere, pues
Itard continuó su labor pedagógica con personas afectadas por deficiencias físi-
cas y mentales, con carácter pionero. El cineasta François Truffaut realizó una
película sobre el tema: El pequeño salvaje, 1969.
Filósofos como Rousseau y Kant suponían ya la existencia de personas así. La
razón del interés de la Ilustración por este fenómeno es la consideración de la na-
turaleza humana como buena por naturaleza, lo que haría aparecer a estos niños
como una prueba de ello, de modo similar a la consideración del hombre primitivo
o el estado de los pueblos no civilizados como ejemplos de buen salvaje.
140 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
1.2. Confinados
Desafortunadamente en estos casos otros seres humanos son los responsa-
bles directos del aislamiento. Una deficiencia intelectual severa de los padres o
su inhabilidad física pueden hacer que no se ocupen de sus hijos, aunque a veces
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 141
los padres o tutores de estos niños no parecen tener ningún tipo de retraso. Un
caso bastante conocido es el de Kaspar Hauser, un adolescente (probablemente
de 16 años) que apareció en Núremberg (Alemania) en 1828, mostrando una
conducta extraña y lenguaje muy limitado. Estudiado con interés por juristas,
teólogos y pedagogos, estimaron que la causa más probable de su estado era
que hubiera vivido recluido y sin apenas trato social quizá desde su nacimiento.
Sobre su historia se realizó la película El enigma de Kaspar Hauser de Werner
Herzog (1974).
Otro caso muy bien documentado es el de Genie, una niña hallada en 1970
en Los Ángeles (California, Estados Unidos), después de sufrir una infancia de
encierro y abuso. Si bien las investigaciones al respecto no resultaron conclu-
yentes, debido a que el proyecto de investigación terminó antes de tiempo, se
pudo constatar que los niños aislados suelen tener un desarrollo cerebral dife-
rente al del resto de las personas. Asimismo, se pudo comprobar que el dominio
del lenguaje en estos niños no va acompañado del desarrollo gramatical, si bien
la expresión de las ideas parece ser algo innato en el ser humano. De este caso
se realizó también una película, Mockingbird Don’t Sing, de Harry Bromley Da-
venport (2001). La película Nell, de Michael Apted (1994), que refleja una his-
toria similar, no reproduce ningún caso concreto.
1.3. Reinserción
Cuanto más temprano es el aislamiento y más tardío su hallazgo, más difícil
es integrar a estas personas en la sociedad. Por este —a veces— nulo contacto
con otros seres humanos y por el trato vejatorio que sufren en ocasiones, su
educación es extremadamente compleja y a menudo frustrante para los profesio-
nales que se ocupan de su reinserción y para los tutores que las acogen. Suelen
pasar de un hogar adoptivo a otro y es frecuente que mueran jóvenes.
sus zapatos casi se juntaban con la otra, y caminaba a sacudias». Su conducta ha-
cia los extraños, en especial hacia los hombres, era casi la de un animal salvaje, y
manifestaba sumo temor y hostilidad. En lugar de hablar, sólo emitía un extraño
sonido semejante a un graznido. En muchos sentidos se comportaba como una
niña de muy corta edad. «En apariencia, desconocía en absoluto las relaciones,
de cualquier tipo que fueren. Cuando le ofrecí una pelota por primera vez, la
sostuvo en la palma de la mano, luego la extendió y me acarició la cara con ella.
Esta conducta es comparable a la de un niño de seis meses». Al principio resultó
incluso difícil afirmar si podía oir, tan poco usados estaban sus sentidos. Muchas
de sus acciones se parecían a las de los niños sordos.
Una vez que se estableció que podía oir, los especialistas que trabajaban
con ella dictaminaron que era una débil mental. Incluso en los tests no verbales,
los resultados fueron tan bajos que prometían muy poco para el futuro. «La
impresión general era que se trataba de una niña totalmente ineducable, y que
toda tentativa de enseñarle a hablar, después de un período tan prolongado de si-
lencio, culminaría en un fracaso». Y sin embargo, las personas que se ocupaban
de ella iniciaron un programa de educación sistemático y hábil. La tarea pare-
cía desesperada al principio, pero gradualmente la niña comenzó a reaccionar.
Después de superar los primeros obstáculos sucedió una cosa curiosa. Pasó por
las habituales etapas de aprendizaje, caracaterísticas de las edades de uno a seis
años, no sólo en adecuada sucesión, sino mucho más rápidamente de lo normal.
En poco más de dos meses, después de su primera vocalización, ya formulaba
frases enteras.
Nueve meses después podía identificar palabras y frases en una página im-
presa, escribir bien, sumar hasta diez y volver a contar una narración después de
escucharla. Siete meses más tarde tenía un vocabulario de 1.500 a 2.000 palabras
y formulaba preguntas complicadas. A partir de un nivel educativo de entre uno
y tres años (según el aspecto que se considere), había llegado a un nivel normal
para cuando tenía ocho años y medio de edad. En una palabra, cubrió en dos
años las etapas del aprendizaje que por lo general exigen seis. O para decirlo
de otra manera, su cociente de inteligencia se triplicó en un año y medio. La
velocidad con que llegó al límite normal de desarrollo mental parece análoga a
la recuperación del peso físico en un niño que crece después de una enfermedad,
en el cual la recuperación se logra por un crecimiento rapidísimo hasta llegar al
restablecimiento del peso normal para la edad en cuestión. Por último, ingresó
en la escuela, en la que participó en todas las actividades escolares con la misma
normalidad que los demás niños.
Es evidente que la historia del desarrollo de Isabel resulta distinta de la de
Ana. En ambos casos hubo desde el comienzo, un nivel intelectual muy bajo,
o más bien inexistente. En ambos casos parecía que la niña podía ser una débil
mental congénita. En ambos casos se alcanzó más tarde una mentalidad normal
en el término de dos años, en tanto que Ana seguía siendo notablemente inade-
cuada al cabo de cuatro años y medio ¿Cuál es la explicación de la diferencia?
Quizás Ana tuviese menos capacidad innata. Pero es probable que Isabel
hubiese tenido un contacto más amistoso con su madre en los primeros períodos
144 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
de su vida, y también que hubiese contado con una educación más hábil y per-
sistente después que se la encontró. El resultado de esa atención fue que Isabel
pudo hablar en una etapa muy temprana, y su rápido desarrollo posterior parece
haber sido una consecuencia de ello. Si Ana, que se parecía mucho a esta niña
en el comienzo, hubiese recibido una educación intensiva y, por lo tanto, hubiera
dominado el lenguaje en un punto anterior, su posterior desarrollo habría sido
mucho más rápido.
El caso de Isabel sirve para demostrar, como no lo demuestra con claridad
el de Ana, que el aislamiento hasta la edad de seis años, con la falta de adquisi-
ción del alguna forma de lenguaje y, por ende, careciendo de todo el mundo de
la significación cultural, no impide la posterior adquisición de éstos. Por cierto,
parece existir un proceso de recuperación acelerado. Resulta difícil decir cuál
sería la edad máxima en que una persona podría mantenerse aislada y conservar
la capacidad para la plena adquisición cultural. Casi con seguridad que no lle-
garía a la edad de quince años. Es posible que su límite máximo sea el de diez
años. No cabe duda de que distintos individuos diferían considerablemente en lo
relativo a la edad exacta.
Ambos casos, y otros como ellos, revelan en una forma singularísima el
papel de la socialización en el desarrollo de la personalidad. La mayor parte de
la conducta humana que consideramos como algo dado en la especie, no se pro-
duce al margen de la educación y del ejemplo de los demás.
bros de cada grupo sepa como comportarse dentro del estrato y clase social en
donde se encuentran. Son, por tanto, leyes y esquemas de pensamiento que dirigen
la conducta social, reconocidas socialmente por todos, que articulan la convivencia
entre los grupos y sus diferencias. Las normas pueden ser específicas de unas tareas
o específicas de unos grupos, por ejemplo de una organización empresarial o de
una unidad militar. En las normas sociales se enuentran la esencia de los valores
sociales y el ethos de un grupo, el ethos entendido como el conjunto de ideas y
creencias que la mayoría de las personas de un grupo tienen acerca de los proble-
mas fundamentales. En definitiva, las normas sociales son esquemas de conducta
considerados como obligatorios por la mayoría, y que garantizan una vida social
regulada y de antemano predecible.
De aquí que en los comportamientos, conductas y acciones sociales se hayan
mencionado, efectivamente, a las normas sociales como reglas de conducta arti-
culadas por el conjunto de expectativas compartidas entre dos o mas personas, en
relación a qué tipo de conducta es la más apropiada socialmente. En este sentido,
las normas sociales proporcionan guías para la elección de las conductas idóneas
en las situaciones de la vida social cotidiana, ahora bien, la condición es que las
normas sociales tienen que ser aceptadas y apropiadas socialmente, y sancionar a
quienes infringen las normas que han sido sustentadas por mediación de un amplio
consenso social.
En consecuencia, una norma es una pauta específica que sirve para la acción,
y se concretan en reglas que dictaminan cómo deben comportarse las personas en
las situaciones de interacción social, es decir, que se aplican a circunstancias y a
ambientes específicos. Y al igual que los valores, las normas varían de unas socie-
dades a otras, incluso en una misma sociedad las normas pueden ser diferentes de
unos grupos a otros. La diferencia entre normas y valores reside en que las prime-
ras —las normas— son reglas que organizan y gobiernan el comportamiento de los
individuos en determinados contextos, en tanto que los segundos —los valores—,
son principios abstractos y generalizados que evalúan y juzgan los actos cometidos
y las metas a alcanzar.
Normas y valores tienen en común que son internalizados en el proceso de so-
cialización, si bien las normas son más superficiales y concretas, y los valores —la
justicia, la libertad, el patriotismo, el amor romántico, la felicidad, etc.— son más
internos y amplios, y permíten hacer apreciaciones de valoración en las conductas
sociales. Precisamente aquí se fraguan los juicios de valor que son juicios de lo
que es deseable o de lo que es valioso, y son esenciales para todas las actividades
humanas, a excepción de aquellos juicios que alcanzan la rigidez y el dogmatismo.
Para la ciencia sociológica, los juicios de valor no se les considera cuando se están
aplicando los criterios de la ciencia, en los que precisamente se requiere llegar al
máximo de objetividad, por lo que hay que intentar controlarlos para poder com-
prender la vida social.
En las lecturas de los niños salvajes y los niños aislados se puede reflexionar
y abarcar estos conceptos, dado que fueron sacados y apartados de esta estructura
social, y tuvieron que sobrevivir a su suerte en circunstancias no humanas. La so-
ciología estudia las relaciones que mantienen los individuos con la estructura social
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 147
y cómo ésta es asimilada e interiorizada por los miembros de los grupos y clase
sociales. En este acercamiento, la ciencia sociológica se vincula a otras ciencias so-
ciales que estudian a los individuos y que mantienen una relación con todo lo que
afecte a los miembros de las sociedades, sus interacciones y relaciones, sus conduc-
tas sociales, el proceso de interiorización de las normas sociales y de las culturas,
etc. Por tanto, la sociología mantiene una relación con las ciencias etnográficas
(Antropología, Geografía Humana y Demografía), las ciencias psicológicas y una
relación especial con las ciencias biológicas.
La antropología es «una amplia disciplina científica que se dedica al estudio
comparativo de la humanidad desde su primera aparición sobre la tierra hasta su
actual estado de desarrollo. Las diferentes ramas de la antropología son abordadas
bajo los siguientes encabezamientos: antropología cultural, antropología física, ar-
queología y lingüística» (Theodorson y Theodorson, 1978: 20). La antropología
comenzó a tomar consistencia, según, Martindale, con las obras de Christoph Mei-
ners (1747-1810), Gustav Klemm (1802-1867) y Theodor Waitz (1821-1864).
Pérez Pino (1984) nos da una definición de antropología que la enmarca di-
rectamente como una ciencia del hombre, y su terminología procede del griego
antrophos: hombre y logos: tratado, y se pronuncia como una ciencia que estudia
al hombre en todas sus dimensiones —ser social, biológico o natural. Su finalidad
consiste, pues, en estudiar, describir y clasificar los fenómenos que están relaciona-
dos con el hombre, intentar hallar las relaciones que existen entre estos fenómenos
y las leyes que los rigen. Los métodos más básicos en esta ciencia son el analítico-
descriptivo, que trata sobre los fenómenos del pasado, y en su configuración como
ciencia se hallan tres bases fundamentales; el concepto de evolución, el método
comparativo y la definición que se centra en el estudio de la historia evolutiva de la
humanidad. Y si bien se decanta en un tiempo relativamente reciente —le segunda
mitad del siglo xix— alcanza sus años de mayor plenitud en la segunda década
del siglo xx. Destacan los antropólogos Bronislaw Malinowski (1884-1942), A. R.
Radcliffe-Brown (1881-1955) y E. Sapir (1884-1939), Marcel Mauss (1872-1950)
y Claude Lévi-Strauss (1908-).
Las dos ramas de especialización son la antropología física y la antropología
cultural. La Antropología física «comprende la determinación del lugar que ocupa
el hombre en la escala zoológica, los orígenes de su aparición como ser humano
racional en la tierra, así como su parentesco con otras especies del reino animal.
Abarca también las variaciones físicas que se manifiestan entre los diversos grupos
humanos. Actualmente se ha dejado a un lado el simple criterio de clasificación
para profundizar en las causas que originan las diferencias físicas entre los hom-
bres» (Pérez Pino, 1989: 145). Son, por tanto, motivo de interés apreciables el con-
cepto de raza en sus diversas acepciones, el origen de la vida, el lugar del hombre
en la escala zoológica, la teoría de la evolución y las relaciones bioculturales.
La otra rama de la antropología —Antropología cultural— abarca el estudio
de la cultura y de la estructura social de una agrupación humana —comunidad—
o de una sociedad. Enfatiza, a este respecto, cómo se ha originado la cultura, sus
rasgos más complejos y las relaciones sociales en un medio geográfico y en un
contexto histórico determinado. El concepto que tiene la antropología sobre cultura
148 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
abarca todo aquello que hace el hombre, lo que ha aprendido y lo que sabe hacer, y
alcanza al comportamiento, en general, su pensamiento y lo que dice. En realidad,
este concepto surca en su sentido general lo que la humanidad ha ido aprendiendo
a lo largo de su historia, en cambio, el concepto en una determinada cultura trata
acerca de lo que caracteriza a una sociedad o grupos determinados, los conocimien-
tos adquiridos y lo que las diferencia de otras culturas, y en orden a esta diferencia-
ción de conceptos, los antropólogos emplean el término cultura o el de una cultura.
Quizá esta rama de la disciplina es la que más relacionada está con la socio-
logía, encontrándose muchas veces en los mismos campos de estudio, nótese, por
ejemplo, las similitudes en ambas ciencias, en la definición de términos básicos,
ya que la antropología cultural utiliza una terminología cuyos conceptos básicos
son: familia, pueblo, ciudad, banda, tribu, liga o confederación, sociedad, nación
y etnia. Así, mismo, el lenguaje es un elemento primordial para el conocimiento
de las distintas sociedades, la distinción entre cultura dominante y subculturas, la
aculturación, la difusión cultural, la cultura y la personalidad y, por último, las ins-
tituciones primarias y secundarias.
En definitiva, los científicos de la antropología no pueden efectuar su trabajo
fuera de la observación participativa, y la tarea que realizan en el ámbito de las
comunidades primitivas les lleva, a veces, a ser ecólogos, lingüistas, economistas,
historiadores, sociólogos, etc. de hecho, acuden a las fuentes de otras ciencias, que
se convierten en ciencias auxiliares de la antropología —la genética, la zoología, la
fisiología, la anatomía, la geología, la paleontología y la botánica. Y en las compa-
raciones que han llevado a cabo entre sociedades primitivas de África y Asia con
sociedades modernas, se han mezclado los campos de la antropología y la sociolo-
gía, a este respecto, las diferencias que Betes y Sarries trazan entre antropólogos y
sociólogos son las siguientes:
y el super yo—, que comprenden los instintos, el mundo real y el mundo moral,
esta ciencia tomará definitivamente el rumbo de progreso en el siglo xx. Así, por
ejemplo, el psicoanálisis aportó un método innovador de indagación sobre el in-
consciente, que consiste en investigar en los primeros cinco años de vida de los pa-
cientes todo lo ocurrido en este período, que sería determinante en la personalidad
del sujeto, especialmente en sus emociones, pensamientos y acciones.
Y aquí precisamente, tiene lugar el proceso de socialización que se estudia en
nuestra ciencia sociológica, y que se va a mezclar con estas corrientes psicológicas,
al igual que con las aportaciones de William James y John Dewey —EE.UU.—
que consideran los fenómenos mentales a modo de un sistema de funciones que
propician que el organismo se adapte al medio ambiente en el que cohabita, y que
alcanza a satisfacer sus necesidades, que pasan de necesidades meramente biológi-
cas a necesidades culturales de distintos grados. La psicología de William James,
catalogada como una psicología funcionalista, analiza intensamente los fines y los
propósitos, el libre albedrío, la posibilidad de elegir y poder tomar decisiones, que
son peculiaridades del ser humano, que intervienen decisivamente en el estudio que
afecta la sociología sobre la relación entre el individuo y su sociedad de pertenen-
cia, en la conformación de su personalidad, en la asimilación de su cultura, en el
conocimiento de las normas sociales —roles— y en el aprendizaje de su conducta
social y el acoplamiento, contribución y desviación a lo establecido por su grupo
de referencia.
El enfoque funcionalista de la psicología abre un mundo que va a comunicarse
directamente con los procesos de socialización y asimilación/aprendizaje en la so-
ciología, especialmente porque la psicología «estudia la conciencia, que viene a ser
la función intelectual y emotiva de adaptarse el organismo humano a su ambiente,
con propósitos intencionales, y el método una combinación de la observación expe-
rimental y la introspección» (Varona, 1989: 278). A partir de aquí —tras la Segunda
Guerra Mundial— intervienen la psicología de Jean Piaget, y la psicología huma-
nista de Carl Rogers, Víctor Frankl y Abraham Maslow, que defienden el supuesto
de que el ser humano no es solamente un ser instintivo que está dominado básica-
mente por sus necesidades humanas ni medioambientales, sino que es también un
sujeto con sentimientos y capacidad de racionamiento, y posee una libertad que le
permite crecer, desarrollarse y alcanzar valores supremos. Esta tendencia integra la
conducta y los procesos internos de sentimientos, razonamiento, objetivos, selec-
ción de metas y distintas maneras de comportamiento.
¿Qué es lo que estudia la psicología? Varona nos transmite que en los modernos
manuales de esta disciplina se atiende a la definición de una ciencia que estudia
la conducta y los procesos mentales y como ciencia empírica que es, el método
es el mismo que el de cualquier ciencia natural, es decir, que emplea el método
experimental, ahora bien, ante el uso del método de la introspección surge la incer-
tidumbre de situarla como ciencia ‘natural’ empírica, y se prefiere encajarla como
disciplina ¿Cuáles son los ejes principales que aborda esta rama del saber? Hay
siete bloques fundamentales de la psicología que conviene repasar, ya que están
íntimamente asociados a los enfoques de estudio que efectúa la sociología entre
el individuo y la sociedad, y que tratan desde distintas perspectivas las nuevas
152 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
través del organicismo con Herbert Spencer y que recoge las teorías evolucionistas
darwinianas. ¿En qué se basa el organicismo? Se basa en un esquema conceptual
que percibe a la sociedad humana con una estructura similar a un organismo bioló-
gico. Es decir, que la sociedad humana aparece análoga en su núcleo más esencial
a un sistema humano o animal, en la que las partes interdependientes —órganos—
representan la totalidad o el cuerpo de la sociedad.
En realidad, el modelo orgánico y la analogía mecanicista de la sociedad se
han usado especialmente en la primera etapa de fundación de la sociología para la
elaboración de la teoría sociológica, y fue Herbert Spencer el sociólogo que más
utilizó la analogía orgánica y junto a él, se sumaron Albert Schaeffle, Paul von
Lilienfeld y René Worms. Esta vertiente organicista se introdujo en España a través
del Krausismo, que será recogido por Sales y Ferré —primera cátedra de Socio-
logía en España— en lo que se denominaba por aquel entonces como influencia
del organicismo krausopositivista, donde figuraron, obviamente Spencer, Tarde y
Durkheim.
El organicismo tuvo su razón de ser en ese momento histórico de fundación
de la ciencia sociológica, y fue útil para demarcar mejor sus campos, y encontraría
explicaciones muy diversas al funcionamiento de la sociedad y de los individuos
en ella. En las últimas tendencias Edgar Morin apunta nuevas vinculaciones con
la biología, al igual que lo harán otros, en una etapa reciente de refundación de la
sociología con la reforma del pensamiento sociológico. Morin indica una nueva
vinculación con la biología en su íntima asociación con la etología, en donde se
redescubre la complejidad del carácter organizativo en los agrupamientos animales
—manadas, hordas, jaurías—, y lleva a la consideración de que el fenómeno social
no es estrictamente humano.
En estas aportaciones insinúa abiertamente la posibilidad de desvelar los prin-
cipios organizativos fundamentales en el orden físico como en el orden biológico y
cerebral de la sociedad humana, lo que implica que conviene incluir en las teorías
sociológicas las estructuras biofísicas, y añade «para poder articular el fenómeno
sociológico sobre los fenómenos biofísicos, es necesario quebrar el paradigma que
concibe los conceptos de vida y de sociedad como conceptos cerrados, es decir, dis-
tintos y autosuficientes. Ahora bien, tal transformación conceptual está en marcha
dentro de la biología moderna» (1995:111). Morin se sitúa ante la analogía entre
el organismo y la sociedad de la que hablábamos más arriba de Spencer y otros
como Worms, y analiza el hecho concluyendo que en la actualidad se ha invertido
la analogía.
Es decir, que del error reduccionista imperialista de lo biológico en lo socio-
lógico o de lo sociológico en lo biológico, se destaca lo sustancial que contiene la
vinculación de la biología y la sociología sin establecer fronteras, porque la vida y
la sociedad son conceptos que realmente se superponen, y de manera especial en la
base común que comparten denominada fundamento organizativo. Indudablemen-
te, lo que más le interesa a la disciplina sociológica de estos nuevos planteamientos
es captar a la sociedad como un concepto inmerso y emergente y no como un con-
cepto cerrado.
156 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
Los componentes básicos de los que están compuestas las sociedades humanas
y las realidades sociales que presentan los fenómenos sociales son los individuos,
la cultura y el vínculo social interrelacionados, que conforman una unidad social
con las diversidades que reflejan las agrupaciones humanas. El concepto de indi-
viduo es considerado como un producto de su sociedad y cultura, así Chinoy nos
explica que «los individuos adquieren su personalidad a través de la interacción
social; se convierten en personas en lugar de meros organismos biológicos, como
miembros de grupos sociales. Hasta la noción del yo, la conciencia individual de
su identidad, tanto personal como social, surge de la experiencia social... ningún
individuo escapa durante su vida a la influencia de la cultura y de la sociedad. Parte
de su cultura ha sido incorporada en su personalidad —ha sido internalizada o inte-
riorizada, como a menudo se dice— bajo la forma de pautas de respuestas, valores,
actitudes, y a unos modos de percepción y entendimiento» (Chinoy, 1990:94-96).
La diferencia de individuo y homo sociologicus es pequeña, radica en que el
individuo está más cerca de las peculiaridades individuales innatas del sujeto —
personalidad, moralidad, espiritualidad, maneras de ser propias—, y homo sociolo-
gicus está más ligado a las normas, valores y maneras de comportarse en sociedad,
que organizan las actitudes para la acción y conducta social, que confluyen en el pa-
pel —rol— que se representa y en la posición que ocupa —estatus—. El individuo
es el resultado del proceso de socialización como persona, con todas sus cualidades
individuales, y que ha desarrollado la potencialidad de la naturaleza humana que le
permite utilizar un lenguaje y comunicarse, tener vínculos afectivos con el resto de
los miembros del grupo, comprender la cultura en la que está inserto y descifrar a
través de él mismo los códigos básicos del comportamiento en sociedad. El homo
sociologicus es el sujeto estereotipado, el ser social y la personalidad social que
cohabita en el ser humano permanentemente, ahora bien, el individuo es el que
activa al homo sociologicus, y determina hasta qué punto controla el ser miembro
de una sociedad.
El concepto de cultura abarca el de personalidad, desde la perspectiva socio-
lógica, y Chinoy sugiere la lectura de importantes obras escritas por Freud, Piaget,
Horton, Cooley y Mead, que tratan en gran parte la estructura del individuo en las
sociedades. La personalidad es el aspecto subjetivo de la cultura, un producto, en
consecuencia, de las experiencias individuales en un medio cultural determinado a
través de la interacción social y por mediación de la conducta social o rol. Se iden-
tifica la estructura de la personalidad de una persona al observar la pauta general
de su conducta, de cómo piensa, siente y actúa. La utilidad que tiene el conocer su
cultura y su sociedad se fundamenta porque permite explicar y predecir determina-
dos aspectos de las conductas humanas.
La ciencia sociológica considera a los individuos en su relación con la cultura
como resultados del grado de asimilación de las características de su hábitat y del
medio social, incluidos los valores, normas y creencias de su grupo, que se mezclan
con los rasgos personales, las diferencias de temperamentos, y la potencialidad de
libertad de los individuos. El proceso de incorporación a los patrones básicos de
cultura desde la infancia es calificado como proceso de socialización —, que per-
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 157
mite que los niños y las niñas se integren en sus culturas para ser miembros de las
sociedades de referencia. Las definiciones del proceso de socialización muestran
los siguientes aspectos:
mayor y única diferencia que existe entre las organizaciones sociales de los órdenes
inferiores de vida como las hormigas, abejas y chimpancés, y la organización social
del hombre es que ésta es la única que se orienta hacia unas normas, en lugar de
hacerlo hacia unas necesidades y tendencias básicas y biológicamente heredadas...
el comportamiento humano está dirigido por aquellos símbolos, valores y normas
que vamos adquiriendo como miembros del orden social a través de la interacción
social.
Finalmente, el concepto de entropía social la introduce Nisbet en el vínculo
social y en la vida cotidiana, y adquiere un significado concreto en la moderna ter-
modinámica, se define como la cantidad de energía inútil para el trabajo durante un
proceso natural... son todos aquellos procesos del comportamiento que son endé-
micos en todas las formas de asociación humana en mayor o menor cantidad, y que
poseen una calidad negativa que surge de su carácter opuesto a las normas, roles y
autoridades que constituyen el orden social. Los principales tipos de entropía son
la alienación, la anomia y la desviación. En la alienación vemos una especie de
retirada de la energía humana de los roles, estatus y normas del orden social, en
la anomia hay un conflicto de normas socialmente aceptadas en un individuo y en
la desviación se puede apreciar una oposición más o menos consciente a los roles,
estatus y normas de la sociedad. Palabras tales como antisocial, inmoral, desorga-
nizado o patológico estarán dentro de este concepto.
Otros autores como Schoeck aclaran —según las teorías de Raymond Firth—,
que las diferencias entre sociedad y cultura, no son tales ya que conforman dos
caras de una misma moneda. En este sentido, se entiende por sociedad al conjunto
de los individuos de una agrupación humana, que se organizan de una forma de-
terminada, el agregado de relaciones sociales que forman, mientras que la cultura
es el contenido de esas relaciones, por tanto, la sociedad se centra en los sujetos,
la asociación que forman y las relaciones que entablan entre ellos, y la cultura en
los componentes intelectuales y materiales del gregarismo y asociacionismo que se
manifiesten en relaciones que mantienen en la vida en sociedad.
Rocher, por ejemplo, antes de dar una definición aborda la visión histórica de la
noción de cultura desde una breve visión, de manera que descubre en sus lecturas
que ya se hallaban los orígenes del concepto en otras épocas, concretamente en
Alemania a finales del siglo xviii en una serie de estudios denominados historia
universal, que trataban de reproducir la perspectiva general de la especie humana
desde sus orígenes, por tanto, el interés de aquellos historiadores radica en analizar
la estructura política y militar de las diversas sociedades y civilizaciones, sus cos-
tumbres, instituciones, arte y todo tipo de ciencias, que habían desarrollado en cada
una de las etapas evolutivas.
En esta breve historia de la noción de cultura se aprecia la distinción entre el
término cultura y el de civilización, en la que la primera trata los aspectos más
desinteresados y espirituales de la vida colectiva —mundo de las ideas—, en tanto
que la segunda engloba la materia, las cosas, en general, los medios para ejercer un
control, que sirven a los fines utilitaristas y materiales de la vida humana colectiva.
Varios autores admiten que la civilización es un conjunto de indicadores como la
existencia de ciudades, la posesión de la escritura, una tecnología avanzada, una
compleja división del trabajo, y un estado progresivo de las instituciones políticas,
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 161
cer palabras, y Mead reconoce en los signos y en los gestos el proceso de mirar,
alcanzar, señalar e imitar, y en los símbolos significativos el lenguaje, y es un desa-
rrollo que se va incorporando e interiorizando con la interacción social. Aquí inter-
viene la interacción simbólica que en los niños, implica una posibilidad de aprender
a predecir y admitir lo que los demás esperan, y de esta manera van aprendiendo a
acoplar su conducta social en sintonía con ese entorno.
Para Mead, el yo comprende dos partes, una es la parte activa, espontánea que
calificó el yo, y la otra parte, que es el yo social, y hace mención a las expectativas
sociales internalizadas y a las exigencias, a las que denominó el mí. Por tanto, el
yo que esta asociado a lo subjetivo aparece como un producto de la distinción in-
dividual, y el mí que se vincula con lo objetivo se obtiene como consecuencia de
la socialización, resultando que el primero impide que la interacción social no sea
mecánica, ni monótona, y el segundo permite una interacción social ordenada, lo
que induce al pleno desenvolvimiento del comportamiento y de la adquisición de la
identidad, especialmente en la participación de los niños en los juegos. Así, pues,
Mead aporta los orígenes sociales del sí mismo que es la confluencia del mecanis-
mo vivido en el sujeto-niño, y descubre que forma parte de la sociedad, y a partir de
ahí aparece en la personalidad propia las actitudes, los estándares y las creencias de
sus padres y de los otros, y es el momento en el que la estructura social y la cultural
de su sociedad ha entrado en su esfera interna.
En una perspectiva paralela se introduce Sigmund Freud (1856-1939) en las
teorías de la socialización a través del esquema psicoanalítico que contiene los
siguientes elementos, a saber:
1. El id que son las pulsiones básicas de los individuos, que operan al nivel
inconsciente y que exigen una satisfacción inmediata.
2. El ego (palabra latina que significa yo), y equivale a los esfuerzos conscientes
de una persona para encontrar un punto de equilibrio entre la búsqueda del
placer y las exigencias de la sociedad.
3. El superego que es la influencia de la cultura en el individuo. Con el desarro-
llo del superego, se constata que no se pueden cumplir todos los deseos. El
superego son los valores y las normas interiorizadas al nivel de lo consciente,
que delimitan los límites de la conducta moral.
se da en las sociedades avanzadas como en las que están en desarrollo, ya que los
individuos cuando nacen son completamente indefensos, requieren de los cuidados
maternos y paternos, y sin ese grupo los individuos se verían recluidos en una ins-
titución y con las carencias afectivas que son tan necesarias como el alimento y los
cuidados físicos. La familia es la transmisora del estatus social de los niños, de los
valores y aspiraciones de los padres, y contribuye a la base cultural y a la oportuni-
dad de desarrollar el proceso de aprendizaje.
El siguiente grupo es la escuela que introduce a los niños en otro medio en el
que hay más diversidad de personas de distinta raza y creencias, y aprende lo que
los sociólogos llaman el curriculum oculto, las reglas formales y rígidas que de
adultos continúan en sus tareas laborales y extralaborales. El grupo de iguales es
un grupo social que comprende varias personas que tienen más o menos la misma
edad y posición social, y unos intereses comunes, y corresponde a los grupos de
amigos, a los amigos de juegos y similares, por lo que tienen la posibilidad de
compartir intereses y aspiraciones, y desarrollar sus propias relaciones sociales,
además de participar al margen del control de los padres, y valorar a su propio
grupo de manera muy favorable, y a desconsiderar a otros grupos. Por último,
los medios de comunicación de masas son grupos bastante grandes que tienen la
facultad de transmitir información de una manera simultánea e impersonal a un
número considerable de personas, y tienen una gran influencia en las maneras de
vivir de las gentes, y funcionan como agentes de socialización, con gran poder
de seducción.
Finalmente, la socialización se desarrolla a través del ciclo de vida, en el que
se van decantando las fases del proceso de la infancia, la adolescencia, la etapa
adulta y la etapa del envejecimiento, y en todo este trayecto coexisten varias clases
de socialización, la llamada socialización primaria que es la que tiene incidencia
en las primeras etapas de la vida —infancia y adolescencia— y a partir de ahí se
sucede la socialización secundaria que abarca la socialización propia de las insti-
tuciones en las que se precisan programas de entrenamiento para la internalización
de diferentes normas y valores; la socialización anticipada que surge cuando tras
los posibles cambios que se van a producir se hacen planes y ensayos concretos
de los valores, percepciones y roles sociales; y la socialización ocupacional que
es la que se requiere cuando se trabaja en las organizaciones y se va a desempeñar
nuevas ocupaciones.
Así, pues, el proceso de socialización y los grupos son inseparables y co-
existen en toda la vida social, y siempre se da el hecho de la existencia de varias
personas que se encuentran en una relación e interacción mutua, que dura en un
tiempo determinado, y unas metas a conseguir. Una de las acaracterísticas que
tienen los grupos, es que al menos tiene que haber dos personas como mínimo
para formar un grupo, ya que una sola persona no forma nunca un grupo. Para
comprender la perspectiva sociológica de los grupos sociales, Light, Keller y
Calhoun nos exponen un ejemplo clarificador con la novela de William Golding,
El señor de las moscas (1954) que versa sobre un grupo de muchachos de colegio
que tras un aterrizaje forzoso en una isla tropical deshabitada, se encuentran solos
tras morir los adultos en el accidente, y deben sobrevivir. «A lo largo de la narra-
ción, Golding muestra que las experiencias del grupo nos influyen hasta un grado
168 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
notable. Los grupos sociales vinculan nuestras vidas privadas a una sociedad
más amplia. Nos proporcionan seguridad y apoyo. Configuran nuestros valores,
actitudes y comportamientos. La forma como actuamos dentro de un grupo es
raramente la forma como actuaríamos si estuviéramos completamente solos. Esta
importante introspección sociológica está dramáticamente ilustrada en el libro El
señor de las moscas» (1992: 204-205).
En los grupos sus miembros interactúan entre ellos, y sus interacciones están
estructuradas, además suelen estar de acuerdo en las normas, en las metas, y en
los valores que comparten, y desarrollan un sentido de identidad compartida. La
interacción se da tanto en la díada —un grupo de dos miembros—, en la tríada
—un grupo de tres miembros— como en el resto de grupos. Disponen de normas
consensuadas, normas de control respecto a los miembros del grupo, liderazgo y
toma de decisiones.
Igualmente, los grupos registran una clasificación respecto a la referencia, tales
como los grupos in —identificación de una persona con el grupo—, y los grupos
out —no identificación de una persona con el grupo—. Asímismo, la intensidad de
la interacción conforma grupos primarios —primeros agentes de socialización a
través de los cuales se obtiene el yo social— y grupos secundarios, en los que los
vínculos se orientan por las tareas, y no por las emociones como los anteriores, no
son muy permanentes y sus relaciones son limitadas. Weber se instala aquí, en este
gran bloque para dar cuenta de la burocracia con el estudio de las organizaciones
formales, que tienen las peculiaridades de desarrollar la especialización, la jerar-
quía de oficios, las reglas, la impersonalidad y los reconocimientos basados en los
méritos.
Finalmente, la vida cotidiana da cuenta de las interacciones sociales que se
producen entre los miembros de las sociedades, que se efectúa a través de la rela-
ción social, la comunicación y sus significados y los comportamientos sociales —
acción social—. Aquí se halla el ámbito microsociológico de observación en el que
tiene como elemento central la interacción social, que es un proceso social básico
que cobra vida en la comunicación entre los individuos, cuando entablan relación
dos o más individuos, al igual que cuando se relacionan entre sí los grupos sociales.
Todo un mundo de símbolos, signos y significados se pone en funcionamiento, y
corresponde al plano más inmediato, y vistoso de la estructura de las culturas, se
trata, pues, de la existencia del lenguaje, de los símbolos y los gestos, del hecho de
intercambiar significados las personas, la reciprocidad entre ellas, las expectativas
y los pensamientos.
Lo que se busca en este campo de observación es la constatación de los signi-
ficados en los encuentros sociales a través del comportamiento social, como una
elección individual en función de la reacción de los demás, y dentro de marcos
determinados por expectativas y significados que ya están definidos socialmente.
Se trata de la acción social de la que trató Weber, estudiada en profundidad, dentro
de una estructura social con el correspondiente entramado de roles y estatus. La
ciencia sociológica capta la forma y el significado que las personas van adquiriendo
en la interacción social que se entabla de la vida cotidiana, tal y como lo explican
los profesores Ligth, Keller y Calhoun (1992:51):
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 169
— Honor de estatus: código de conducta que deben respetar todos los miem-
bros de un grupo de estatus si desean conservar una buena posición. El matrimonio
dentro del grupo sería un ejemplo de los requerimientos del honor de estatus.
— Estatus informal: estatus de un grupo organizado, diferente del estatus for-
mal que corresponde a su ocupante en el grupo. Una persona con un estatus rela-
tivamente bajo en una jerarquía formal de posiciones de estatus, puede ser muy
popular o lograr prestigio debido a alguna habilidad, o debido a otro estatus susten-
tado fuera del grupo. Una persona cuyo estatus formal no le otorga autoridad puede
ser muy influyente e incluso ejercer poder a través de su estatus informal.
— Personalidad de estatus: conjunto de características de la personalidad que
se juzgan apropiadas en una sociedad para un estatus dado (por ejemplo, un estatus
ocupacional). El individuo que ocupa un estatus particular debe tener o desarrollar
las actitudes y emociones necesarias para adecuarse a ese estatus. Muchos tipos
de personalidad (tales como introvertidos y extrovertidos) pueden ocupar un es-
tatus y adquirir la personalidad de estatus adecuada, ya sea permanentemente o
sólo mientras desempeñan el rol vinculado al estatus. Algunas veces el tipo de
personalidad de un individuo será muy similar a la personalidad de estatus parti-
cular que se requiere que asuma. Otras veces puede ser muy diferente, como por
ejemplo cuando una persona introvertida es obligada a asumir la personalidad de
estatus extrovertido (tal como la de político). El estatus influye sobre la estructura
de personalidad, pero obviamente, las posiciones de estatus no son desempeñadas
de modo uniforme por tipos psicológicos. Hay variaciones en el modo cómo actúa
un rol social particular, debido a diferencias de personalidad. El término fue intro-
ducido por Ralph Linton.
— Estatus polares: estatus que existen en pares, en virtud del hecho de que
cada uno es definido por su relación con el otro, por ejemplo, esposa-esposo, estu-
diante-maestro, médico-paciente.
— Secuencia de estatus: una sucesión de estatus que ocurre con suficiente
frecuencia como para estar socialmente pautada... por ejemplo, en el caso de los
estatus ocupados sucesivamente por una persona como estudiante de medicina,
residente y médico independiente. Por supuesto que en el mismo sentido podemos
observar secuencias de conjutos de roles y de conjuntos de estatus.
— Hipótesis de estatus/seguridad: la hipóteiss propuesta por Anthony Rich-
mond, según la cual el prejuicio y la hostilidad hacia el exogrupo por parte de un
individuo, se deben a un sentimiento de inseguridad o de rechazo en la aceptación
por su propio grupo de referencia.
— Símbolo de estatus: cualquier marca, objeto, palabra o actividad visibles
cuya finalidad es poner de manifiesto ante los demás el estatus o las aspiraciones
en materia de estatus de un individuo o grupo. Por lo general el término se refiere
a una exhibición destinada a aumentar el propio prestigio, es decir, a llevarlo a
igual o superior altura que la de las personas a quienes se desea impresionar. Los
sociólogos no hacen un uso amplio del término, pero el público en general lo
encuentra útil.
— Sistema de estatus: un sistema interconectado de estatus establecido en un
sistema social.
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 177
Las interacciones y conflictos sociales son junto al cambio social y las mu-
danzas la parte dinámica de las sociedades que se complementan con la parte es-
tática de la estructura social, las normas sociales, las culturas, los grupos y la vida
cotidiana que acabamos de ver. La estructura no es algo perenne en el tiempo e
inmodificable, ya que puede modificarse o cambiarse, pero la ubicación que tienen
en la estructura social es lo que la hace permanecer independientemente de las va-
riaciones que hayan podido acaecer de unas generaciones a otras, y es por eso que
forma parte de la estructura que perdura en las sociedades humanas.
En realidad, las interacciones de los individuos como miembros de los gru-
pos sociales son parte intrínseca de la vida cotidiana, que adquiere polaridades
positivas y negativas, dependiendo de la jerarquía que éstos ocupen, y el grado de
adaptación y deselvolvimiento en las funciones sociales y metas a conseguir. Pre-
cisamente de aquí surgen los conflictos sociales que han existido siempre, ya que
ha sido una constante la lucha directa y consciente entre individuos o grupos por
un mismo objetivo, y desde esta perspectiva hay que derrotar al oponente para lo-
grar el objetivo marcado. Pero también la competencia persigue alcanzar metas por
parte de los individuos o grupos, aunque el interés radica en la consumación de los
objetos más que hacia los otros competidores. En cambio, en el conflicto el interés
más importante está en vencer al oponente, por lo que se experimentan fuertes sen-
timientos de hostilidad, incluso, a veces, el logro del objetivo puede considerarse
menos importante que la derrota del oponente.
Los conflictos pueden ser culturales, laborales, mentales etc., y en la teoría del
conflicto los fenómenos sociales del pasado, del presente y del futuro se interpretan
como resultados del conflicto, y se conciben más como una mera desviación des-
tructiva y evitable, que como hechos creativos e inevitables de la vida social. Se
mencionan como teóricos del conflicto a lo largo de la historia a Heráclito, Polibio,
Thomas Hobbes, David Hume, Georg Hegel, Karl Marx, los darwinistas sociales y
demás autores (Véase del Capítulo 1, el epígrafe 1.1. Pensadores que estudiaron la
sociedad y la existencia de la sociología). A este respecto, Ralf Dahrendorf percibe
el modelo conflictivo como un todo compuesto de cambio, conflicto y coacción,
que es la contrapartida del modelo utópico o de equilibrio, donde se pone el énfasis
en la estabilidad, la armonía y el consenso. En efecto, una de las palabras claves de
la teoría sociológica hace mención a la teoría del conflicto, a saber:
Surge, pues, con este enfoque la sociología del conflicto para efectuar —según
Caplow, 1974— estudios empíricos de las situaciones conflictivas, en las que se
define el conflicto social como un proceso de interacción entre personas o grupos
que poseen objetivos incompatibles. Como ya se dijo, hay que distinguir el conflic-
to de la competencia, así como del conflicto psicológico, o de formas de agresión
como el genocidio, el conflicto entre tradición y modernidad, los sistemas de ex-
plotación —como el caso del sistema de castas hindú—, y las diferencias de gustos
y de opinión.
Caplow aclara que «muchos tipos comunes de conflicto son suficientemen-
te importantes e interesantes para construir un objeto propio de estudio, sin de-
masiadas referencias a teóricos generales sobre el mismo. De esta manera se han
realizado estudios detallados sobre guerras, revoluciones, golpes de estado, lucha
de pandillas, algaradas callejeras, diferencias entre la comunidad, campañas políti-
cas, contiendas familiares o tribales, huelgas y otros tipos conocidos de conflicto.
Los conflictos pueden clasificarse también de otras diversas maneras: por ejemplo,
en conflictos a gran escala y en concflictos a pequeña escala, en conflictos entre
grupos organizados o no organizados, o según sus distintos grados de intensidad»
(1974:687).
En la disección de la estructura del conflicto se halla una tipología, una primera
tipología se orienta hacia los conflictos episódicos regulares con normas acepta-
das y legitimadas por participantes y testigos. Una segunda tipología marca la no
planificación de los mismos —conflictos continuos—, donde los medios no están
especificados, ni se reconocen legítimamente. Y una tercera tipología atiende a los
conflictos terminales, en tanto que uno de los participantes, intenta suprimir defini-
tivamente al otro, como es el caso de las guerras, y las revoluciones—. En la vida
cotidiana, esta tipología no aparece diferenciada sino que se encuentra mezclada
entre sí.
El sociólogo que mejor ha descrito el conflicto es Georg Simmel, pues concibe
la existencia humana a través de la dualidad, es decir, como una combinación de
elementos opuestos, tales como el conflicto y la colaboración, la conformidad y la
inconformidad, la persistencia y el cambio. Desde la perspectiva de un grupo orga-
nizado aprecia que el tipo de conflicto es conseguir metas aprobadas socialmente
regidas por normas sociales promulgadas y aceptadas por la parte antagonista y, en
este sentido, estos conflictos sirven para reforzar a los grupos y reafirmar los valo-
res que comparten. Marca la importancia que tienen en las organizaciones, tanto en
su constitución como en su funcionamiento, y actúa como un método de reajuste
y distribución, de manera que la solución de un conflicto conlleva el desarrollo de
nuevas formas de organización.
Entre las características de los conflictos sociales se aprecia que para las partes
existen riesgos, y son secuenciales porque proyectan secuencias de sucesos o es-
cenas que Caplow (1974: 704) traza en diez formas que se pueden asemejar a las
siguientes:
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 183
Desde una perspectiva sociológica más reciente aparecen autores como Coser
(1961) y Aguilar (2001), en el que el primero destaca la defensa contra el conflicto
institucionalizado y tolerado, en tanto que el segundo diferencia situaciones de
conflicto de las situaciones de conflicto social, como bien analizan Brunet y Belzu-
negui (2006:443-446), cuando especifican que la «noción sociológica de conflicto
tiene una estrecha relación con preferencias de los individuos, pero sobre todo, con
el tipo peculiar de preferencia que denominamos interés», y recopilan de Aguilar
un modelo para concebir el conflicto social asentado en la perspectiva macrosocial
y microsocial, a saber:
mero es el Conflicto Político, caracterizado por los nuevos movimientos sociales que
utilizan, entre otras cosas, las tecnologías de la información y la comunicación para
que sean conocidos más ampliamente, y poder reivindicar mejor sus intereses.
Un segundo conflicto social menciona el Sistema Laboral, en el que surgen
intereses encontrados en las relaciones de trabajo —por ejemplo, desigualdad de
oportunidades, y huelgas—. Un tercer conflicto es el que surge por las transforma-
ciones en las Relaciones de Género, que provienen de la sociedad patriarcal donde
los hombres son los que tienen la prioridad en las posiciones de poder político,
económico y social, de donde emanan intereses confrontados que irán encontrando
solución mediante relaciones de cooperación, negociación, y en el peor de los ca-
sos, de conflicto —violencia de género— (Léase del Capítulo 5, la Lectura: Violen-
cia de Género en la sociedad moderna (Martínez, 2012) . Y, por último, un cuarto
conflicto alude a lo Multicultural, que se impone como los retos de la diversidad
cultural y que emergen de las sociedades actuales en las que cohabitan distintos
grupos étnicos y raciales que tienen, a su vez, identidades excluyentes y comparti-
das, y que comparten los recursos sociales.
Asimismo, Monferrer establece cuáles son los rasgos más destacados de los
nuevos movimientos sociales en las sociedades posmodernas, en las que figuran
en primer lugar, la propuesta de temas novedosos que pongan en tela de juicio las
necesidades, intereses nuevos y los conflictos sociales que no se conocen hasta el
momento, y destacan los problemas de la calidad de vida, los medioambientales,
los culturales, las identidades de los grupos, los derechos de las mujeres y las de los
grupos minoristas. Los valores posmaterialistas se demandan de manera intensa, y
se mezclan lo político con lo cultural.
El segundo bloque lo forman las nuevas bases de apoyo interclasista, en las
que se pasa de la reivindicación de la clase obrera, a la de las clases medias que
están apareciendo, se incorporan aquí los jóvenes y las mujeres. El tercer bloque lo
conforman las nuevas formas de organización, y disponen de una estructura des-
centralizada, caracterizada por ser abierta y democrática, y se organizan en redes
extensas de individuos, de grupos o de colectivos que se encuentran relacionados
entre sí. Y el último bloque da cuenta de la manifestación de protesta que va más
allá de la protesta que se suele efectuar en la calle, y se concretan en escenificacio-
190 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
Un hecho social no puede, pues, llamarse normal para una especie social
determinada, sino en su relación con una fase, igualmente determinada, de su
desarrollo; por consiguiente, para saber si tiene derecho a este calificativo, no
basta observar la forma con que se presenta en la generalidad de las sociedades,
sino que es preciso considerarlos en la fase correspondiente a su evolución...
Por consiguiente, la normalidad del fenómeno será explicada por su co-
nexión con las condiciones de existencia de la especie considerada, ya como un
efecto mecánicamente necesario de estas condiciones, ya como un medio que
permite a los organismos adaptarse a él.
...No hay que olvidar, en efecto, que si existe un interés para distinguir lo
normal de lo anormal, se refiere especialmente al esclarecimiento de la práctica...
Después de haber establecido por la observación que el hecho es general, se
remontará a las condiciones que ha determinado esta generalidad en el pasado,
e investigará después si estas condiciones se dan todavía en el presente, o si, por
el contrario, han cambiado...
...importa mucho que desde los comienzos de la investigación se puedan
clasificar los hechos en normales y anormales, bajo la reserva de algunos casos
excepcionales, a fin de poder adscribir a la fisiología y a la patología su respec-
tivo dominio...
Una vez constatada la generalidad del fenómeno, mostrando cómo es útil,
se pueden confirmar los resultados del primer método. Podemos, pues, formular
las tres reglas siguientes:
normal, el crimen tendía, sin embargo, a perder este carácter. Pero no tenemos
ninguna razón que nos permita afirmar la realidad de esta regresión; muy al
contario, muchos hechos parecen mostrar la existencia de un movimiento en
sentido inverso...
No es dudoso, en efecto, que este exceso sería de naturaleza morbosa. Lo
normal es simplemente que exista una criminalidad, con tal de que para cada tipo
social éste alcance, pero no rebase, un cierto límite, que no es quizá, imposible
de fijar a tenor de las reglas precedentes... (De que el crimen sea un fenómeno
de sociología normal, no ha de deducirse que el criminal sea un individuo nor-
malmente constituido en el punto de vista biológico y psicológico. Estas dos
cuestiones son independientes una de la otra. Esta independencia se compren-
derá mejor cuando se haya mostrado la diferencia que existe entre los hechos
psíquicos y los hechos sociológicos.)
...El crimen es normal porque una sociedad sin él es completamente im-
posible... el crimen consiste en un acto que ofende determinados sentimientos
colectivos, dotados de una energía y de una firmeza particulares. Para que una
sociedad dada pudiese cesar de cometer actos reputados criminales, sería, por
tanto, preciso que los sentimientos que ofenden se encontrasen en todas las con-
ciencias individuales, sin excepción, y con el grado de fuerza necesaria para
contener los sentimientos contrarios. Ahora bien, aun suponiendo que esta con-
dición pueda ser efectivamente realizada, el crimen no desaparecería, cambiaría
solamente de forma, pues, la misma causa que desearía las fuentes de la crimi-
nalidad haría surgir inmediatamente otras nuevas...
El crimen es, pues, necesario; está ligado a las condiciones fundamentales
de toda vida social, y precisamente por esta razón es útil; pues aquellas condicio-
nes de que es solidario, son indispensables para la evolución normal de la moral
y del derecho...
...el crimen mismo desempeña en esta evolución un papel útil. No solamente
implica que el camino está abierto a los cambios necesarios, sino que en deter-
minados casos, prepara directamente estos cambios. Allí donde existe, no sola-
mente los sentimientos colectivos se mantienen en un estado de maleabilidad
necesaria para tomar una forma nueva, sino que algunas veces hasta contribuye
a predeterminar la forma que tomarán.
midad vienen definidas más por las respuestas que el entorno da a las acciones de
las personas que transgreden.
Otra de las palabras claves en la teoría sociológica y que aquí interviene es el
estigma de Erving Goffman que hace referencia a una marca social que proyecta
significados negativos y de oprobio, y que va a servir para que el resto de la po-
blación de esa sociedad defina a la persona con estigma. El estigma social puede
surgir de los rumores falsos, o de la propia observación del individuo que se ha
desviado, al que se le asigna un rasgo diferencial indeseable que le priva de la total
aceptación social. El estigma es, pues, una identidad adquirida, y asignada por el
entorno social, que humilla, mancha y ultraja a la persona en cuestión —el vago,
el ladrón, la prostituta, etc.— y la sitúa en un terreno de marginación y, por tanto,
la induce a una conducta delictiva, transgresora y desviada, si así ha convenido el
resto de la sociedad.
Casos que se refieran a la teoría del etiquetaje, es el etiquetaje retrospectivo,
en el que el estigma adjudicado en el pasado se perpetúa en el momento presente
del individuo, que distorsiona la biografía de alguien que ha sido estigmatizado
anteriormente, y actúa en su situación actual de manera selectiva y perjudicial.
Otro ejemplo, es el etiquetaje relacionado con la salud mental, y que alude a la
enfermedad mental, a la medicalización de la desviación, y la cuestión de definir la
conducta desviada según los factores morales, científicos o médicos.
Y, por último, queda mencionar otra vez la teoría del conflicto, que se centra
en ahondar las realidades que muestran la importancia que tienen las desigualdades
sociales y de poder en las conductas desviadas. Desde este prisma, se ubica a las
desigualdades de clase, de raza, de género y de etnia como las causantes principales
de los delitos.
En las estadísticas de delitos se observa que hay cinco tipos de crímenes, los
primeros son los crímenes comunes contra las personas y la comunidad; los segun-
dos son crímenes sin víctimas; los terceros los crímenes organizados que se refieren
a las organizaciones ocultas que utilizan elementos y servicios ilegales, y con fre-
cuencia emplean la violencia y el soborno para afrontar la competencia, y los dos
últimos, son los crímenes corporativos y los de cuello blanco, que los cometen los
empleados de compañías legítimas.
Los datos y cifras proporcionados por Amnistía Internacional (2006) se distri-
buyen en las siguientes áreas de trabajo:
VIOLENCIA DOMÉSTICA
Al menos 1 de cada 3 mujeres ha sido golpeada, la han obligado a mantener
relaciones sexuales o ha sufrido otra clase de abusos en su vida. Por lo general,
el autor de los abusos es un familiar o un conocido.
TRATA
2 millones de personas son víctimas de trata cada año, en su mayoría mujeres y
niñas.
137 países, la mayoría de Europa Occidental, Asia y América del Norte, son los
receptores.
127 países, la mayor parte de Europa Central y Oriental, Asia, África Occiden-
tal, América Latina y el Caribe, son los emisores.
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 197
COMERCIO DE ARMAS
22.000 millones de dólares gastan en armas cada año por término medio los
países de Asia, Oriente Medio, América Latina y África.
22.000 millones de dólares habrían permitido a estos países escolarizar a toda
la población infantil y reducir la mortalidad infantil en dos tercios para el año
2015.
El 85% de los homicidios de los que tuvo constancia Amnistía Internacional
implicaron el uso de armas pequeñas y armas ligeras.
El 60% de las armas de fuego del mundo están en manos de particulares.
Cada año se producen 2 balas por cada hombre, mujer y niño en el planeta.
Fuente: Amnistía Internacional; Estudio sobre Armas Pequeñas y Ligeras 2002,
2003, 2004 y 2005; Informe sobre Desarrollo Humano 2005, de la ONU; Base
de Datos Estadísticos sobre Comercio de Mercancías (Comtrade), de la ONU;
propuesta International Finance Facility, de enero de 2003, del Ministerio de
Hacienda del Reino Unido; Informe ONUSIDA 2004; Congreso de Estados
Unidos.
Armas bajo Control es una campaña conjunta de Amnistía Internacional, Red
Internacional de Acción contra las Armas Ligeras (IANSA) y Oxfam:
www.controlarms.org.
198 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
JUSTICIA INTERNACIONAL*
CORTE PENAL INTERNACIONAL (CPI)
104 Estados han ratificado el Estatuto de Roma de la CPI.
100 países han suscrito «acuerdos de impunidad» con Estados Unidos, lo que
impide que los ciudadanos estadounidenses sean procesados.
Se han dictado 6 órdenes de detención.
3 situaciones son objeto de investigación: Norte de Uganda; República Demo-
crática del Congo y Darfur (Sudán).
8
4
1950 1960 1970 1980 1990 2000 2012 2020 2030 2040 2050
Año
Fuente:World
Fuente: WorldPopulation
PopulationProspects:
Prospects:The
The2002
2002Revision.
Revision.
Tendencias demográficas:
La vida promedio de la población está aumentando y lo seguirá haciendo
en las décadas por venir. Los cambios en la mortalidad de la población mundial
se reflejan en una mayor sobrevivencia, la cual aumentará considerablemente en
la primera mitad de este siglo, al pasar de alrededor de 65 años en 2000-2005 a
74 años en 2045-2050. Actualmente, la esperanza de vida de las mujeres (67.6)
es superior en alrededor de cinco años a las que registran los varones (63.3).
Cabe resaltar que en los países más desarrollados, la esperanza de vida al naci-
miento promedio es de casi 76 años en el quinquenio 2000-2005 la cual podría
aumentar a 81 años a mediados de este siglo, a la vez que en los países en desa-
rrollo se estima que aumentará de 63.4 a 73.1, durante el mismo período.
La población mundial aumentará de manera muy importante en las próxi-
mas décadas. Durante la mayor parte de la historia de la humanidad la población
creció muy lentamente. Se estima que la población mundial alcanzó los primeros
mil millones alrededor del año 1810. Le tomó 120 años agregar otros mil millo-
nes, por lo que en 1930 sobrepasó los 2 mil millones. Treinta años después, hacia
1960, la población de la tierra superó 3 mil millones. Los siguientes mil millones
se agregaron en quince años (1975), doce años después —en 1987— se llegó a
5 mil millones y en otro lapso similar —en 2000— alcanzó los 6 mil millones.
Debido a la reducción del ritmo de crecimiento demográfico mundial, se estima
que la población del orbe alcanzará su máximo tamaño algunos años después de
2050, con una población aproximada de 9 mil millones.
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 205
2
1950 1960 1970 1980 1990 2000 2012 2020 2030 2040 2050
Año
entre 1950 y 2000, pasando de 205.3 a 606.4 millones. Asimismo, se espera que
aumente a 1 348.3 millones en 2030 y a 1 907.3 millones en 2050.
1500
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500
0
1950 1960 1970 1980 1990 2000 2012 2020 2030 2040 2050
60-69 años 70 y más
753 millones de personas y se estima que llegarán a la mitad del siglo con 1.374
millones. Su nivel de fecundidad es el más alto del planeta, con una tasa global
de fecundidad promedio de 5.1 hijos por mujer. A su vez, registran las menores
esperazas de vida (49.6 años).
Actualmente los países desarrollados tienen las poblaciones más enveje-
cidas; pero en unas cuantas décadas muchos países en desarrollo alcanzarán
esos niveles de envejecimiento. El envejecimiento de la población también se
aprecia en la proporción que representa el grupo de 60 años y más respecto al to-
tal de habitantes de los países. Los países europeos, junto con Japón, son los que
se encuentran más avanzados en este proceso. En la mayoría de ellos al menos
una de cada cinco personas tiene 60 años de edad o más. Se estima que para 2050
alrededor de uno de cada tres sean adultos mayores en esos países. Mientras que
en muchas regiones de las regiones menos desarrolladas los adultos mayores
representarán a más de uno de cada cuatro habitantes.
Todos los países, en menor o mayor medida, enfrentarán un proceso de
envejecimiento en las próximas décadas. A pesar de las diferencias, todos los
países apuntan a tener mayores proporciones de adultos mayores. En el año
2000, uno de cada diez países tenía una población de adultos mayores que supe-
raba o igualaba a 20 por ciento; mientras que en 2050 serán alrededor de seis de
cada diez, como se hace evidente en el último mapa. A excepción de la mayor
parte de los países africanos, donde la transición demográfica está actualmente
en un proceso incipiente, el resto de los países estarán enfrentando un envejeci-
miento avanzado de su población.
Cerca de 80 por ciento de los adultos mayores residirán en los países me-
nos desarrollados. La mayoría de los adultos mayores se encuentra en los países
menos desarrollados, a pesar de que éstos se sitúan en una fase menos avanzada
del proceso de envejecimiento demográfico. En 2000, el número de adultos ma-
yores en los países menos desarrollados alcanzó 375 millones, lo que equivale a
62 por ciento del total de adultos mayores en el mundo, pero sólo a 7.7 por ciento
de la población de estos países. En cambio, 232 millones de adultos mayores
residían en los países desarrollados, sólo 38 por ciento de la población mundial
mayor de 60 años, pero 19.4 por ciento de su población total. Se espera que el
porcentaje de adultos mayores que reside en países en desarrollo se incremente
aún más en las próximas décadas, de tal forma que casi 80 por ciento de los
1.900 millones de personas de 60 años o más que habrá en 2050 residirá en los
países que hoy tienen menores niveles de desarrollo.
Datos y cifras:
La población mundial de 60 años o más es el grupo etario de crecimiento
más rápido.El envejecimiento es un fenómeno mundial. En 2050, aproximada-
mente un 80% de las personas mayores vivirán en países menos desarrollados.
El envejecimiento de la población corre paralelo a la urbanización rápida: en
2007 más de la mitad de la población mundial vivía en ciudades y se calcula que
en 2030 la cifra será superior al 60%.
El envejecimiento de la población es un triunfo de la sociedad moderna.
Refleja la mejora de la salud mundial, pero también plantea retos especiales
para el siglo, tanto en los países en desarrollo como en los países desarrollados.
La esperanza de vida en países como el Japón y Francia era superior a 80 años
ya en 2005, y también está aumentando en los países en desarrollo. Por ejemplo
un niño que nazca hoy en Chile, Costa Rica, Jamaica, el Líbano, Sri Lanka o
Tailandia puede esperar una vida de más de 70 años.
En el mundo, hay grandes diferencias con respecto a la esperanza de vida
al nacer. Sigue habiendo grandes desigualdades sanitarias, como demuestran
las diferencias con respecto a la esperanza de vida al nacer. Por ejemplo, mien-
tras que en el Japón, el país con mayor esperanza de vida, es de 82,2 años, en
varios países africanos la cifra puede llegar a ser de 40 años menos.
También hay importantes desigualdades dentro de un mismo país. Por
ejemplo, en los Estados Unidos de América los grupos socioeconómicos más
favorecidos tienen una esperanza de vida hasta 20 años mayor que los menos
favorecidos.
En 2050, cerca del 80% de las muertes corresponderán a personas ma-
yores de más de 60 años.Los gastos sanitarios aumentan con la edad y se con-
centran en el último año de vida, pero cuanto más tarde muera una personas
menores serán los costos concentrados en ese período. El aplazamiento de la
edad de la muerte gracias a un envejecimiento saludable y a políticas apropiadas
para el final de la vida podría proporcionar grandes ahorros en materia de aten-
ción sanitaria.
La inversión en salud a lo largo de la vida produce dividendos a cual-
quier sociedad. Las personas mayores también representan un recurso para sus
familias, comunidades y economías. Muy pocas veces es demasiado tarde para
cambiar comportamientos de riesgo y promover la salud. Por ejemplo, el riesgo
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 209
instalarse y desarrollar ahí la vida en sociedad. El hábitat es, por tanto, el ambiente
material de la cultura que posee los contornos propios de los pueblos que lo habitan
y del condicionante externo medioambiental. Aquí se unen en una intersección la
antropología, la demografía, la geografía y la sociología para estudiar la influencia
que tiene el hábitat en la cultura de las poblaciones, y cómo, a su vez, influyen éstas
en los asentamientos elegidos para desarrollarse y crecer.
La terminología propia del hábitat aplicada a las comunidades humanas, es
un término que da cuenta del medio geográfico en el que éstas residen, y con la
influencia del medio natural tales como el clima, la altitud y la topografía. Además,
en los hábitats de las comunidades humanas cohabitan dos áreas, la rural y la ur-
bana, que son el medio social que contienen las diferentes culturas. Lo rural está
más próximo a la naturaleza y a sus ritmos, y se relaciona más con el tipo de vida
grupal de las comunidades, y fue precisamente Ferdinand Tönnies quien trabajó en
profundidad este concepto en su obra: Gemeinschaft und Geselchaft —Comunidad
y Sociedad— en 1887, que son una de las palabras claves en la teoría sociológica.
en una sociedad no tiene porqué deberse a la esterilidad, puesto que las razones
pueden ser de tipo económico, cultural...
— Tasa bruta de natalidad: es el número de nacimientos vivos por cada 1.000
habitantes durante un año en el conjunto de una población dada.
— Tasa bruta de mortalidad: es el número de muertes por cada 1.000 habitan-
tes durante un año en el conjunto de una población dada.
— Tasa de mortalidad infantil: es el número de fallecimientos de niños y niñas
de cumplir el año de edad, por cada 1.000 niños nacidos en un año.
— Esperanza de vida: es el número de años que por término medio se espera
que viva una persona. Este índice varía de unas sociedades a otras y de unas épocas
históricas a otras, debido a la mejora de la sanidad, de la alimentación, de la segu-
ridad... Las esperanzas de vida se pueden calcular al nacer o para las personas de
una determinada edad.
— Duración de la vida: es el máximo número de años que pueden vivir los
humanos. Este índice, que no debe confundirse con el anterior, no ha cambiado
demasiado a lo largo de los siglos.
— Emigración: es la acción de marchar fuera de un país o población a otro. El
índice se mide desde el país del que salen las personas. La tasa de inmigración nos
indica el tanto por ciento de inmigrantes del total de la población.
— Inmigración: se refiere a la gente que viene a un país desde otro. El índice
se mide desde el país que recibe a las personas.
— Tasa neta de emigración: es la diferencia entre el número de personas que
se marchan y los que llegan cada año, por cada 1.000 habitantes.
Ronald Pressat (1983) en su obra Los métodos en demografía, estudia las fuen-
tes de investigación demográfica y sitúa cinco fuentes principalmente: el censo, el
registro civil, los registros de población, las encuestas y sondeos, y la observación
prospectiva y retrospectiva. El censo facilita conocer en una determinada fecha,
los efectivos de población en una zona territorial, según las variables básicas de la
edad, el sexo, el estado civil, ocupación etc., estos datos se registran en un cues-
tionario por agentes del censo o por las personas que tienen que rellenarlo a través
de internet. El registro civil es una fuente que recoge nacimientos, matrimonios,
fallecimientos y divorcios, y constituyen estadísticas que reflejan el movimiento
natural de la población.
La tercera fuente es la de los registros de población que consisten en confec-
cionar listas nominativas de los habitantes de un municipio, con sus datos —sexo,
fecha de nacimiento, estado civil, ocupación y demás—, y resulta útil para localizar
a la población, si bien no existen en todos los países. Las encuestas y los sondeos
suponen la cuarta fuente que recopilan información de determinados temas de inte-
rés que, además, atienden a paliar las insuficiencias de información que pudiera ha-
ber en las anteriores fuentes. Y, finalmente, las fuentes de observación prospectiva
y retrospectiva basada en la biografía de los individuos, bien según se sucedan los
acontecimientos, bien registrando datos a través de un interrogatorio de los sucesos
del pasado.
216 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
Una de las herramientas más útiles que utiliza esta ciencia es la pirámide
de edad, que es un documento que detecta al igual que un sismógrafo, las in-
cidencias que ha tenido una población a lo largo del tiempo. Así, por ejemplo,
se aprende a descifrar hechos históricos que han marcado la pirámide de una
población, cuando hay entrantes y salientes bruscos que dan cuenta de gue-
rras, hambrunas, migraciones, epidemias y otros acontecimientos y desastres
(Figura 4.1. y Figura 4.2.), datos de las Naciones Unidas, División de Pobla-
ción, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, 2007). En realidad, la
pirámide de edad permite distribuir a una población determinada en un tiempo
concreto según la edad y el sexo —los hombres a la izquierda y las mujeres a
la derecha—, a tal efecto, se colocan los efectivos de población en abscisas y
ordenadas por grupos de edades. La forma que perfila normalmente suele ser la
de un triángulo, ya que la mortalidad reduce los efectivos de cada generación,
Figura
según la población va envejeciendo 4.1. Pirámide
y conforme de fenómenos
acaecen población mundial en 1998.
que provo-
can la mortalidad en los individuos.
Figura 4.1. Pirámide de población mundial Figura 4.2. Pirámide de población mundial
Figura 4.1. enPirámide
1998. de población mundial en 1998.
Figura Pirámide
4. 2.estimada parade población mundial estimada para 20
2050
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 217
La transición demográfica
30
25
20
15
10
5
0
TN TM CP
Las instituciones son parte fundamental de la estructura social que deben cubrir
las necesidades de las poblaciones, correspondiendo a las funciones sociales que
deben alcanzar destinadas a los miembros de la sociedad. Y se entiende por insti-
tución social a aquella parte fundamental de la sociedad humana, que se constituye
para satisfacer una serie de necesidades, requerimientos, obligaciones, exigencias,
carencias que son imprescindibles para la vida en sociedad. Puede haber tantas
instituciones como necesidades y penurias haya, por ejemplo, la institución edu-
cativa, la política, la económica, la sanitaria, la de defensa etc., con sus normas y
reglamentaciones, y con sus obligaciones ante la sociedad.
Estas instituciones con sus funciones sociales se hallan en sociedades pequeñas
y grandes, y requieren una infraestructura moderna, que se diferenciará según el
grado de desarrollo en el que se encuentren los países, y sus asentamientos rurales
y urbanos. Se advierte que las instituciones se ramifican y extiende de manera com-
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 221
pleja en sociedades urbanizadas que han alcanzado una gran organización, basada
en una compleja división del trabajo, con una alta tecnología y movilidad, una
interdependencia entre sus miembros y unas relaciones sociales caracterizadas por
la impersonalidad.
Consecuentemente, surgen de este proceso evolutivo las ciudades con una
densa concentración humana establecidas en un área geográfica relativamente pe-
queña, con una multiplicidad de funciones. Si bien es cierto que las ciudades han
existido desde la antigüedad, no es hasta los tiempos modernos que pasan de ser
ciudades con una población relativamente pequeña a ser ciudades con una impor-
tante concentración de población asentada. Las ciudades se caracterizan por el pre-
dominio de actividades no agrarias —manufactura, comercio, administración de
la educación, sanidad, etc.— En el otro polo se encuentran los pueblos que son
pequeños núcleos más grandes que una aldea, o que una villa y, evidentemente,
más pequeños que una ciudad.
Entre las ciudades con sus diversos tamaños se distinguen las metrópolis, que
son ciudades grandes que dominan por su poder económico y cultural a toda un
área que circunda a un conjunto de ciudades y pueblos que contornean dicha área.
Hay ciudades comerciales caracterizadas por su escasa producción industrial, que
cumplen funciones de distribución y de intercambio de bienes económicos, y de
aprovechamiento de todo tipo de servicios.
La ciudad Estado es un tipo de ciudad independiente, ya que no está subor-
dinada a otra superior a ella, como ejemplos en la antigüedad destacan Esparta y
Atenas, así como Venecia y Génova que fueron muy célebres en la Edad Media.
La ciudad dormitorio o también denominada residencial se halla en un suburbio
residencial de otra ciudad mayor, y es dependiente de otras ciudades. La ciudad in-
dustrial es aquella en la que se desarrollan de manera predominante actividades mi-
neras o de manufactura, no suele ser muy grande y suele tener una o dos industrias
importantes. La ciudad interior comprende una área central densamente edificada,
que abarca zonas de barrios bajos, colonias artísticas e intelectuales, edificios de
apartamentos de lujo que están próximos al centro de la ciudad, y algunos autores
la consideran como un distrito comercial central que forma parte del centro de la
ciudad, por mencionar las más peculiares.
Otro de los rasgos que se han introducido en la descripción de las grandes
ciudades es el término megalópolis que introdujo el geógrafo Jean Gottman
por la década de los sesenta, y que alude a un continuo urbano de gran exten-
sión —cientos de kilómetros—, que por haberse extendido tanto se ha unido
a otras áreas donde existen otras ciudades, y es un fenómeno que se ha visto
favorecido por el avance de los medios de comunicación y de transporte. La
consideración de megalópolis debe comprender varios centros urbanos con una
población que supere los 20 millones de habitantes, y es típico de las socie-
dades desarrolladas, sobre todo en las sociedades de Estados Unidos, Japón y
Europa Occidental. Para tener una visión de megalópolis y de las ciudades más
pobladas del mundo, se exponen seguidamente algunos ejemplos, y la palabra
clave Urbanismo de Wirth.
222 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
1) Cohesión social. La religión une a las personas gracias a una serie de sím-
bolos, valores y normas, comunes a todos y que los comparten en su vida
cotidiana.
2) Control social. Todas las sociedades utilizan la imaginación y la retórica
religiosas para promover la conformidad. Las sociedades infunden justifica-
ciones religiosas en muchas normas culturales (sobre todo en las relativas al
matrimonio y la reproducción).
3) Sentido y propósito. La religión confiere legitimidad al sistema político. Las
creencias religiosas proporcionan el sentimiento reconfortante de que existe
un propósito que trasciende a la vulnerable condición humana.
fomenta que los estudiantes puedan adoptar un papel más activo, y ofrece la posi-
bilidad de que cada individuo avance al ritmo que necesita.
Las necesidades de salud y de sanidad —Institución de la Salud y Sanidad—
aluden directamente al desarrollo y progreso de la medicina y su gestión en las
poblaciones y en donde están asentadas. ¿Cómo define la OMS (2002) la salud?
La salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente
la ausencia de afecciones o enfermedades. Esta definición es una cita que procede
del Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, que
fue adoptada por la Conferencia Sanitaria Internacional, celebrada en Nueva York
del 19 de junio al 22 de julio de 1946, firmada el 22 de julio de 1946 por los re-
presentantes de 61 Estados (Official Records of the Worl Health Organization, nº
2, p.100), y entró en vigor el 7 de abril de 1948. Es una definición que no ha sido
modificada desde entonces.
Asimismo, es de gran importancia la epidemiología social que la OMS (2002)
la concibe como el estudio de las condiciones sociales y de cómo éstas influyen y
determinan la situación de las poblaciones. La preocupación principal de la epide-
miología social es el estudio de cómo la sociedad y las diferentes formas de orga-
nización social pueden influir en la salud y el bienestar de la personas. Su objetivo
es estudiar la frecuencia, la distribución y los determinantes sociales de los estados
de salud en los individuos, por lo que no sólo tiene en cuenta los factores de riesgo
individuales sino que aborda también el estudio del contexto social en el que se
produce el fenómeno salud-enfermedad. Para ello enriquece su enfoque epidemio-
lógico tradicional con conceptos y técnicas de disciplinas sociales tales como la
economía, la sociología, la demografía e incluso la biología.
Entre las preocupaciones principales de la OMS en relación al estudio de la
epidemiología social se decantan las desigualdades en general, y las desigualdades
sociales en salud en particular. De aquí que se trate de incorporar en el enfoque
etiológico de la salud pública la experiencia social de las poblaciones, de manera
que permita un mejor entendimiento de cómo, dónde y por qué las desigualdades
repercuten en la salud. En tal sentido, la epidemiología social cumple una función
primordial en el proceso de gestión sanitaria y en los mecanismos de reducción de
las desigualdades en la salud.
Según Macionis y Plummer (1999:528-550) la epidemiología social estudia
cómo se distribuyen la salud y las enfermedades entre la población de una sociedad
determinada, y en relación a las necesidades de salud, la sanidad es la institución
social que tiene como objetivo combatir la enfermedad y mejorar la salud de una
determinada población. En las sociedades primitivas, la responsabilidad del cui-
dado sanitario recaía básicamente en la familia, de manera que como institución
autónoma la sanidad empieza a surgir conforme las sociedades se hicieron más
productivas y comenzaron a asignar roles especializados a individuos concretos.
A comienzos del siglo xx las muertes por enfermedades infecciosas seguían
siendo algo habitual, y la medicina todavía no había desarrollado antibióticos bási-
cos como la penicilina, por lo que cualquier infección podía ser objeto de amenaza
seria para la salud. Y ya en las sociedades avanzadas, los ciudadanos disfrutan
como algo asentado el buen estado de salud y las perspectivas de una vida longeva,
232 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
con una expectativas de vida buenas para todos si se evitan hábitos como el tabaco,
llevar una dieta equilibrada y hacemos ejercicio con regularidad. Ahora bien, en-
fermedades como el SIDA extendida entre las capas pobres de la población, es un
indicador alarmante del fracaso creciente de los gobiernos europeos en garantizar
la salud de los sectores marginales de la sociedad.
Según estos autores la salud de cualquier población viene determinada por as-
pectos sociales, entre los cuales caben destacar los siguientes:
Por último, el tipo de renta alta o baja determina las tendencias positivas o ne-
gativas en la aplicación y distribución de una sanidad eficaz, como son en los dos
casos que se nos presentan a continuación:
mil millones de seres humanos en la Tierra. En 2030, habrá más de 8 mil millo-
nes. Y a mediados de siglo la cifra se aproximará a los 9 mil millones. Es la eva-
luación oficial “media” del Departamento de Población de las Naciones Unidas,
pero muchas otras instituciones y organizaciones piensan que esta evaluación
es, en realidad, demasiado baja. Las propias Naciones Unidas reconocen, en su
proyección alternativa de “alta variante”, que la población mundial podría dupli-
carse de aquí a 2050 una proyección que sugiere, ya para 2030 (y no para 2050)
una población de 9 mil millones en la Tierra.
En 2030, es de prever que la producción alimenticia habrá experimentado
nuevas revoluciones. La modificación genética de los cultivos y de los ganados
producirá, por un lado, semillas que podrán crecer en las más duras condiciones,
y, por otro, carne que podrá ser auto-desarrollada industrialmente, sin animal
portador.
Basta decir que los avances tecnológicos en materia agroalimentaria segui-
rán ofreciendo potencial para alimentar a la población terrestre, en enorme au-
mento, aunque en las regiones más desfavorecidas del mundo la pobreza, la co-
rrupción, las políticas equivocadas y los conflictos armados (así como, en ciertos
lugares, las variaciones brutales del clima), sigan provocando un hambre mayor.
Se anuncia, sin embargo, a menudo, una carencia importante de agua pota-
ble en algunas partes del mundo, (el agua dulce sólo representa el 2,5% del agua
del planeta, en su mayoría helada). Hoy en día, más de mil millones de seres
humanos carecen de acceso al agua potable. Las enfermedades causadas por
agua contaminada generan 1,8 millones de muertes cada año y representan hasta
el 80% de todas las enfermedades en los países en vías de desarrollo. También
prevén las Naciones Unidas que a partir de la mitad de este siglo, entre 2 y 7
mil millones de individuos se enfrentarán a la escasez de agua, lo que acarreará,
seguramente, trastornos políticos graves y conflictos armados.
2. Cambio climático
Está claro que hay una brusca variación en las condiciones meteorológicas
habituales del planeta y que supone un peligro para nuestras sociedades.
Si se agravan las tormentas, si el nivel de los mares sube, si las inundacio-
nes aumentan, si las sequías se prolongan y si las olas de calor se incrementan,
millones de seres humanos tendrán que desplazarse y la sociedad empezará a
descomponerse. Habrá refugiados en todas nuestras puertas. Nosotros mismos
podemos llegar a convertirnos, tal vez, en refugiados…los gases de efecto in-
vernadero que bombeamos ahora, en este primer decenio del siglo xxi, se con
vertirán en calor interno de los océanos en el año 2030; un agua caliente que será
el combustible para los futuros huracanes y tornados.
4. La globalización
El término “globalización” tiene numerosos significados y evoca muy di-
ferentes emociones. Una acepción extrema la define como “explotación eco-
nómica global de los pobres por los ricos”, mientras que otra la describe como
“movimiento global para reducir la pobreza y promover la paz”. En 2007 ambas
formas extremas de globalización coexisten, activamente, con otras más mode-
radas, y la tendencia masiva a la internacionalización del comercio será uno de
los principales factores decisivos en los cambios a experimentar de aquí a 2030.
En esencia, la globalización significa un comercio internacional totalmente
carente de obstáculos, aunque el mundo todavía tiene que recorrer mucho cami-
no antes de que desaparezca cualquier forma de barrera comercial.
Tras el derrumbamiento de la Unión Soviética y el final de la Guerra Fría, el
escenario estaba listo para acoger de nuevo la vuelta del comercio a una escala
verdaderamente global. Sin embargo, esta vez, el comercio entre zonas lejanas
fue favorecido por la llegada del Internet, las tecnologías de comunicación low-
cost y (sin olvidar las inquietudes legítimas acerca del impacto ambiental de la
aviación) el transporte aéreo a bajo precio.
En 2030, o las naciones más ricas del mundo siguen una globalización ética
y sostenible –preocupándose por la gente con la que comercia y del medio am-
biente en que comercia– o tendrán que construir barricadas para rechazar a todos
aquellos a los que han desposeído.
Los cambios sociales son la parte dinámica de las sociedades que remueven,
tranforman y sanean las estructuras y ejes principales de la sociedad, sin romper la
estructura social que las conforma. El cambio en sí mismo es la transformación que
sufren los elementos, los seres vivos, los seres humanos, en general, y el medio fí-
sico y geográfico en el que se encuentren. Y el cambio social es además un proceso
compuesto de etapas diferentes de mutación y en cada una de ellas existe una forma
determinada que da paso a la siguiente. Se trata, pues, de un mecanismo de trans-
formación pero en la realidad social, por tanto, es el paso de un comportamiento a
otro, de un determinado modo de vida a otro diferente, y «lo social», es el núcleo
que regula el proceso de transformación que va implícito a todo cambio social.
La definición de cambio social en la Enciclopedia libre (Wikipedia, 2012) alu-
de, efectivamente, a una alteración apreciable de las estructuras sociales, las con-
secuencias y manifestaciones de dichas estructuras que están ligadas a las normas,
los valores y a los productos de la misma. Su estudio abarca la determinación de
las causas o factores que produce el mismo cambio social, y se aplica en estudios
de historia, economía y política, y conlleva los conceptos de revolución, idea de
progreso, innovación y cambio de paradigma. Incluye aspectos como el éxito o el
fracaso de diversos sistemas políticos y fenómenos como la globalización, la de-
mocratización, el desarrollo y el crecimiento económico. Se le considera como una
rama de la sociología, si bien también incumbe a la ciencia política, la económica,
la antropológica y otras ciencias sociales.
Por tanto, el aspecto más dinámico de las sociedades humanas reside en la
propiedad que tienen de generar periódicamente cambios sociales, que regeneran
y transforman sus estructuras y funcionalidades, y aquí la ciencia histórica com-
prende en todas sus dimensiones, las explicaciones e interpretaciones de los acon-
tecimientos que acaecen en el transcurrir del tiempo. La ciencia sociológica capta
el cambio social como cualquier modificación que ocurre en la organización social
de las sociedades, ya sea en cualquiera de sus instituciones sociales, ya sea en los
patrones de roles sociales.
Los cambios o mudanzas sociales dan cuenta, por tanto, de un cambio signifi-
cativo en la conducta social, o de un cambio más amplio en algún sistema social.
También se refiere a los cambios culturales que son cualquier transformación su-
frida en las culturas desde una perspectiva material o inmaterial, que ocurre con
frecuencia mediante el contacto con otras culturas, con las innovaciones y los re-
ajustes internos de las culturas de las sociedades humanas. (Véase del Capítulo 5,
el epígrafe 5.2. Globalización y desigualdad social).
Caplow explica que el cambio social es un proceso «por el que dentro de un
sistema social, aparecen diferencias medibles en un período de tiempo dado... pue-
de ser espontáneo o planificado, gradual o revolucionario, lineal o cíclico. Y, na-
turalmente, puede ser a corto plazo o a largo plazo... es esencialmente beneficiario
—entonces recibe el nombre de progreso— o como esencialmente nocivo —cuan-
do se le llama ocaso o decadencia-» (1974:737). Y, más concretamente, los cambios
238 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
1) El cambio social surge en todas partes, aunque el ritmo del cambio pueda
variar de un lugar a otro.
2) El cambio social a veces es intencional, pero con frecuencia no es planificado.
3) El cambio social genera desacuerdos y
4) Algunos cambios son más importantes que otros (1999:640).
Las causas que conllevan cambios son múltiples, así, por ejemplo, la cultura
comporta cambios cuando se incorporan nuevos rasgos y se destruyen otros, y se
produce con las formas de innovación, y sus distintas difusiones, tales como la
innovación tecnológica y la innovación cutural. Otros factores de transformación
son las tensiones y los conflictos, las ideas innovadoras que impulsan movimientos
sociales, los cambios en el entorno natural y los cambios demográficos.
En general, el cambio social se observa a través de la evolución que han ex-
perimentado las sociedades humanas, que debido a la incorporación tecnológica
y cultural han atravesado tres transformaciones profundas, y han pasado por tres
tipos de sociedades —de las que ya se han descrito en el capítulo 2. Orígenes
y evolución de las sociedades—: a) las sociedades tradicionales y preindustria-
les, b) las sociedades modernas e industriales y c) las sociedades posmodernas
y posindustriales (tecnológicas, informatizadas y globalizadas). Las sociedades
tradicionales —preindustriales— las cataloga Goldthorpe (1977) como sociedades
tecnológicamente primitivas, pobres, de dimensiones reducidas, en las que cada
individuo ocupa un número limitado de roles, y muchos de los roles están prácti-
camente incluidos en el parentesco, disponen de una limitada división del trabajo y
de escasa especialización, el parentesco significa la institución dominante en toda
la estructura social, son sociedades ágrafas y prealfabetas, la comunicación es oral,
también son sociedades principalmente agrarias, y sus dimensiones son pequeñas,
son autosuficientes y uniformes culturalmente.
Las sociedades modernas e industriales son tecnológicamente avanzadas, ri-
cas, con complejas divisiones del trabajo y diversidad en la especialización, com-
prenden grandes dimensiones, los roles de parentesco son menos importantes, y
cada individuo desempeña varios roles a lo largo de su vida. Aunque el parentesco
sigue siendo importante hay que matizar que solo ocupa una parte pequeña en la
estructura social, son sociedades alfabetizadas, y disponen de los medios de comu-
nicación que adquieren en la vida cotidiana gran importancia, son, en definitiva,
sociedades urbanas, con comunidades grandes e independientes, y tienen una plu-
ralidad de culturas que habitan en ellas.
Sin duda, el salto producido de las sociedades tradicionales a las modernas es
enorme, y es un hecho que se aprecia —según Berger (1977), en los rasgos más
característicos que ha traído la modernización a las sociedades. En primer lugar
señala el declive que han experimentado las pequeñas comunidades tradicionales,
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 239
manera que la conciencia del movimiento del progreso, permitió resaltar el propio
período moderno, en comparación con los precedentes. Se produce, pues, una dife-
rencia tajante entre el tiempo propio y el futuro, entre la experiencia precedente y la
expectativa del porvenir, que empezó a impregnar el tiempo nuevo de la historia).
Por tanto, se impone una temporalización que entrelaza continuamente las dimen-
siones del presente, pasado y futuro .
La Modernidad es conocida como el proyecto de imponer la razón como nor-
ma transcendental a la sociedad, y desarrolla un modo de reproducción basado en
la dimensión política e institucional en sus mecanismos de regulación por oposi-
ción a la tradición, en la que el modo de reproducción del conjunto y el sentido de
las acciones que se cumplen es regulado por dimensiones culturales y simbólicas
particulares. Desde la perspectiva del ser en general unido a las propiedades
transcendentales, se produce un cambio ontológico en el modo de regulación de
la reproducción social basado en una transformación del sentido temporal de la
legitimidad, es decir, de lo que es cierto, genuino y verdadero.
Dispone, por tanto, de la posibilidad política reflexiva de cambiar las reglas
del juego de la vida social, de manera que las condiciones históricas materia-
les dan paso a la emancipación conjunta de las tradiciones, las doctrinas o las
ideologías heredadas, y no problematizadas por una cultura tradicional. Con
estas peculiaridades se observa que la Modernidad comienza tras la transfor-
mación de la sociedad preindustrial, rural, tradicional, a la sociedad industrial
y urbana moderna, que se produce con la Revolución Industrial y el triunfo del
capitalismo.
Hay unos conceptos fundamentales que afianzan el peso de la razón, la racio-
nalidad del conocimiento y la fuerza del sujeto que ha pasado ahora de ser mero
receptor a constructor del mundo: Libertad, Reflexión, Superioridad y Crisis. Es-
tos conceptos se hallan en bastantes filósofos y pensadores como Hegel (2006) y
Habermas que han contribuido a la explicación evolutiva del pensamiento filosó-
fico y social. Así, pues, Hegel que traza un sistema filosófico con las ideas de sus
predecesores para crear un marco conceptual que permitiese entender el pasado y el
futuro con presupuestos teóricos racionales, advierte que la subjetividad determina
todas las manifestaciones de la cultura moderna, y se encarna en la vida religiosa,
el Estado, la sociedad, la ciencia, la moral y el arte. La subjetividad explica la su-
perioridad del mundo moderno y su tendencia a la crisis. Es un rasgo propio de la
Ilustración que separa la fe y el saber.
Habermas (2008) concibe la subjetividad a través de cuatro connotaciones: el
individualismo (dignidad moral del individuo, ensalza los derechos humanos y la
libertad; el derecho a la crítica (el principio del mundo moderno exige que aquello
que cada cual ha de reconocer se le muestre como justificado; la autonomía de la
acción (pertenece al mundo moderno el que queramos salir fiadores de aquello que
hacemos) y la propia filosofía idealista (Hegel considera como obra de la Edad
Moderna el que la filosofía aprehende la idea que se sabe a sí misma). En definitiva,
Habermas defiende la razón y la modernidad ilustrada, frente a la crítica neoes-
tructuralista y repasa a teóricos como Bataille, Foucault, Derrida y Castoriadis,
Schiller, Hegel, Nietzsche, Horkheimer y Adorno.
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 241
Tras las fases por las que atraviesa la Modernidad se va decantando la Pos-
modernidad como una constante negación y autointerrogación de todos los logros
modernos. Se impone un escepticismo más o menos amplio, por el que se van
abriendo paso una gran diversidad de perspectivas de análisis. A este respecto la
obra de Agnes Heller (1994) El péndulo de la modernidad, aporta una teoría que
trata el poder de la contingencia y la inescrutabilidad del mundo moderno, que
coexiste con la autonomía relativa que alcanza el sujeto en ese mundo, a pesar de
todas las lógicas en las que se ve envuelto. Todo ello empieza a suceder conforme
se va superando la sociedad industrial, que da paso a la sociedad posindustrial, y
que se fusionará con la imparable y contundente globalización.
El término posmodernismo o posmodernidad designa generalmente un amplio
número de movimientos artísticos, culturales, literarios y filosóficos del siglo xx,
que son definidos en diverso grado y manera por su oposición o superación al con-
cepto de moderno. En sociología, los términos posmoderno y posmodernización se
refieren al proceso cultural observado en muchos países en las últimas dos décadas,
que se identifican a principios de los setenta, y adquiere otra acepción que se expli-
ca bajo el término de posmaterialismo.
Las tendencias que se van situando en la interpretación y captación de esta fase
de la posmodernidad, atraviesa varios debates y críticas que confluyen en la crisis
que provoca, al representar un proyecto modernista fracasado. Existen varios pun-
tos sobresalientes que apuntan, por ejemplo, a la renovación radical de las formas
tradicionales del arte y la cultura, el pensamiento y la vida social.
Y entre las características que aparecen resaltan los problemas que existen
en su definición, y los inconvenientes que ocasiona la actualidad, la escasez e
imprecisión de los datos a analizar, y la falta de un marco teórico valido que
permita analizar extensivamente todos los hechos que se van dando a lo largo
de este complejo proceso que se llama posmodernismo. Pero el principal obs-
táculo se halla precisamente en el mismo proceso que se quiere definir, dado
que ante tal diversidad falta un sistema, una totalidad, un orden, una unidad,
en definitiva, una coherencia para la elaboración de definiciones. Además, se
muestra a favor de la hibridación, la cultura popular, el descentramiento de la
autoridad intelectual y científica y la desconfianza ante los grandes relatos. En
el Cuadro 4.1 se pueden observar las características sociales y psicológicas de
la Posmodernidad.
244 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
Cuadro 4.1
Tendencias sociales de la Posmodernidad
• Los individuos sólo quieren vivir el presente. El futuro y el pasado pierden importancia.
• Hay una búsqueda de lo inmediato.
• Proceso de pérdida de la personalidad individual.
• La única revolución que el individuo está dispuesto a llevar a cabo es la interior.
• Se rinde culto al cuerpo y la liberación personal.
• Se vuelve a lo místico como justificación de sucesos.
• Pérdidas de fe en la razón y la ciencia, pero en contrapartida se rinde culto a la tecnología.
• El hombre basa su existencia en el relativismo y la pluralidad de opciones, al igual que el
subjetivismo impregna la mirada de la realidad.
• Pérdida de fe en el poder público.
• Despreocupación ante la injusticia.
• Desaparición de idealismos.
• Pérdida de la ambición personal de autosuperación.
• Desaparición de la valoración del esfuerzo.
• Existen divulgaciones diversas sobre la Iglesia y la creencia de un Dios.
• Aparecen grandes cambios en torno a las diversas religiones.
• Desaparece la literatura fantástica.
• La gente se acerca cada vez más a la inspiración ‘vía satelital’.
• Las personas aprenden a compartir la diversión vía Internet.
• Futura ciencia social y recodo invisible (Future social science and invisi-
ble elbow, Tilly).
• La información de la edad (The information age, Bill Gates).
• La red global (The global network, Castells).
• La ciudad en el mundo globalizado (The city in a globalization world,
Harvey).
• Lo global, lo local, y el retorno de la etnicidad (The global, the local, and
the return of ethnicity, Hall).
Tras esta revisión de autores con sus ideas principales los paradigmas principales
circulan a modo de modelos que recogen aquellas conceptualizaciones más próximas a
ellos. En esta época posmoderna hay que tener en cuenta la influencia de los medios de
comunicación, ya que como bien señala Iztapalap (2011) juegan un rol muy importante
para generar una cultura que enajena en gran manera. Los medios de difusión tales
como el cine, la televisión y el Internet moldean las maneras de pensar de los consumi-
dores, y surge así el homo videns. Todo ello unido a la globalización coadyuva a la crea-
ción de grandes transformaciones sociales, culturales, económicas y políticas, donde
los modos de producción y de movimientos de capital se organizan a escala planetaria,
y los gobiernos locales poco a poco van perdiendo el poder de gestión.
La Globalización lleva a que el poder se traslade a la economía, en la que los
grupos empresariales adquieran gran fuerza, y elaboren un discurso y una políti-
ca subglobal cimentada en los intereses económicos. Estos grupos empresariales
transnacionales son los que dictan las reglas del juego económico político, dejando
a los estados nación en una situación de imposibilidad para ejercer sus propias po-
líticas. Y paulatinamente el Neoliberalismo se convierte en un pensamiento único
en un mar de desigualdades sociales.
El Paradigma del Riesgo es uno de los más elocuentes, ya que explican las
incertidumbres y la vulnerabilidad que adquieren los Estados Nación en unas so-
ciedades industrializadas que no ponen freno al desarrollo desmedido, y que actúan
al margen de un sistema político que las debería regular. De aquí surgen riesgos de-
nominados de nueva magnitud, como el desastre de la catástrofe nuclear de Cher-
nobyl en 1986 y la reciente catástrofe de Fukushima en 2011, lo que supone la
existencia de sociedades que albergan riesgos incalculables, también imprevisibles
e incontrolables. En la obra La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad,
que escribió Ulrich Beck en la década de los ochenta se pone en tela de juicio la
necesidad de una comunidad mundial que pueda hacer frente a los riesgos que
conllevan las sociedades actuales, que tienden hacia una mayor individuación, el
monopolio del saber por parte de expertos, la desregulación, la precarización en el
empleo, la generalización del desempleo, el nuevo rol de las mujeres con su incor-
poración al mercado de trabajo, la competencia de saberes, etc.
El paradigma de la violencia en las sociedades actuales se conforma con este
devenir de la posmodernidad, cargado de disfuncionalidades y de grandes desigual-
dades, en los que grupos de poder como los mencionados grupos empresariales trans-
nacionales controlan los mecanismos básicos del funcionamiento de las sociedades.
En consecuencia, la competencia por el poder y la exclusión de grandes masas de po-
blación en el acceso a los medios básicos de subsistencia llevan a nuevos conflictos,
estallidos sociales y guerras. Por otro lado, se perfilan distintas violencias contra las
mujeres en el mundo posmoderno manifestadas en violaciones, tráfico de mujeres,
explotación sexual de niñas y niños, mujeres, personas con discapacidad, personas
mayores, jóvenes y hombres —si bien éstos últimos en menor escala—, que han
transformado las relaciones de género en formas de violencias múltiples, a modo de
armas de guerra y de control total de los hombres hacia las mujeres.
248 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
OIT, Tendencias mundiales del empleo 2012. Prevenir una crisis mayor del
empleo, Organización Internacional del Trabajo, Ginebra, pp. 89-90.
en teorías lógicas que reproducen las realidades sociales del momento, que anterior-
mente fueron indagadas por los científicos sociales. En su conjunto, nos sirven para
comprender el mecanismo de las sociedades humanas, los procesos que intervienen
en temas muy puntuales como la educación, la cultura o la belicosidad, entre otros,
y efectuar comparaciones con las sociedades actuales. Lo fenómenos sociales son
los productos más patentes de todo lo que organiza una sociedad y sus individuos,
y es el núcleo básico al que gira esta ciencia. Son, por ejemplo, los hechos sociales
que trabajó Durkheim en su época, la acción social de Weber o las clases sociales de
Marx, o son los problemas sociales de la inmigración, los atentados terroristas y los
problemas del desempleo en las sociedades de la posmodernidad.
Los fenómenos sociales son, por tanto, uno de los fundamentos básicos de
esta ciencia que van a ser estudiados y analizados por los profesionales de la
sociología, a través de toda una pluralidad de métodos y técnicas de obtención
de información, por lo que surgen varias escuelas sociológicas para abordar la
multiplicidad de realidades y acontecimientos, hecho que tiene que ver también
con las teorías sociales de la modernidad, posmodernidad y las nuevas formacio-
nes sociales.
En la investigación que se efectuó a los académicos y profesionales de la so-
ciología en España (Martínez, 2002) —arriba señalada— se les preguntó a los aca-
démicos y profesionales cuáles habían sido los temas investigados o fenómenos
sociológicos que a lo largo de su trayectoria profesional más habían atraído su
atención y dedicación, y en el caso de los 16 académicos —hombres y mujeres—
se obtuvieron bastantes bloques temáticos que se relacionan a continuación:
• El fenómeno
FENÓMENOS de la comunicación,
Y PROBLEMAS la comunicación
SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD persuasiva. 257
• Sociología de la Juventud o Sociología de las Edades.
• Nacionalismos, Sociología de la Religión, Sociología de la desviación.
• • Sociología
Los mitos griegos, conocer
Industrial, situacionesen
investigaciones de temas
riesgo de
social.
Sociología del Conoci-
• miento,
Sociología de la Industria/Empresa, Psicología Social, Teoría Sociológica.
investigaciones sobre el impacto de las nuevas tecnologías.
• El fenómeno de la comunicación, la comunicación persuasiva.
• Sociología de la Juventud o Sociología de las Edades.
Todos estos temas
• Nacionalismos, han sido,
Sociología deen
la efecto, losSociología
Religión, que más dedicación y atención han
de la desviación.
tenido en la trayectoria de este sector académico,
• Los mitos griegos, conocer situaciones de riesgo social. que hacen un total de 49 fenó-
menos,
• Sociología de la Industria/Empresa, Psicología Social, Teoría Sociológica.en 23
hechos sociales, eventos y temas en general, que se han clasificado
categorías o tipos de Sociología (Véase Gráfico 10.1). Las apreciaciones de esta re-
alidad en la vida académica de las dieciséis personas entrevistadas apunta, obvia-
Todos estos temas han sido, en efecto, los que más dedicación y atención han
mente, a la gran amplitud de temas que estudia esta disciplina y que intenta abarcar
tenido en la trayectoria de este sector académico, que hacen un total de 49 fenóme-
gran parte de la realidad social que nos rodea según la coyuntura de los procesos
nos, hechos sociales, eventos y temas en general, que se han clasificado en 23 cate-
sociales. Otro rasgo significativo es la gran dispersión que existe entre los temas
gorías
que o tipos aunque
trabajan, de sociología (Véase
se aprecia queGráfico
existe 5.1). Las apreciaciones
un interés predominantedepor estalos
realidad
temas
en la vida académica de las dieciséis personas entrevistadas apuntan,
relacionados con la metodología y la investigación social lo que indica, a su vez, la obviamente,
ainclinación
la gran amplitud de temas
por reforzar este que estudia
campo estadel
dentro disciplina y que intenta
ámbito académico, abarcar
incluso grana
llega
parte de la realidad social que nos rodea según la coyuntura de los
ocupar un lugar prioritario en el medio más adecuado posible, como es la univer- procesos socia-
les.
sidad. Otro rasgo significativo
El interés que suscita laesSociología
la gran dispersión
Industrial,que existe entre
es también muylos temas que
destacable, y
trabajan, aunque se aprecia que existe un interés predominante por
responde a la fuerza y posición que va tomando esta especialidad dentro del ámbito los temas rela-
cionados con la metodología y la investigación social lo que indica, a su vez, la
Gráfico 5.1
Fenómenos y problemas sociales observados por sociólogos españoles
Fuente: elaboración según Martínez Quintana, V. (2002): Los sociólogos, la sociología y visión de la
sociedad —1998-2002—. Investigación sociológica e informes a cargo de Matrícula Abierta de la UNED,
Madrid. (Mimeo).
258 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
inclinación por reforzar este campo dentro del ámbito académico, incluso llega a
ocupar un lugar prioritario en el medio más adecuado posible, como es la universi-
dad.
El interés que suscita la sociología industrial, es también muy destacable, y
responde a la fuerza y posición que va tomando esta especialidad dentro del ám-
bito profesional. También merece atención la sociología política, la sociología del
conocimiento y la sociología educativa que se seleccionan en tres y hasta cuatro
ocasiones, por otro lado, de los 49 temas seleccionados hay 14 que sólo fueron
nombrados una sola vez, y cuatro en dos ocasiones, es decir, que prácticamente la
mitad de los temas investigados o fenómenos sociológicos que más han gratificado
a los entrevistados, fueron elegidos solo una vez.
A continuación, se les interrogó en relación a los fenómenos sociales que pre-
dominan en la realidad cotidiana, cuáles creían que debían ser estudiados prefe-
rentemente por la sociología académica, y conocer el interés de estos académicos
por este tema. Para el estudio de este ámbito se clasificaron las respuestas al lado
de las especialidades (Véase Cuadro 5.1), y se obtiene según el número de fenóme-
nos sociales ubicados en su correspondiente clasificación, que la sociología política
y la sociología del conocimiento son las más predominantes, seguidas de la socio-
logía industrial y del género, principalmente.
Se advierte, pues, que los acontecimientos del área política tales como des-
igualdad social, justicia, relaciones internacionales, equilibrio de poderes, repre-
sentación política se sitúan en primera línea de preferencia con los del área de
sociología del conocimiento tales como ideología, relegamiento de los plantea-
mientos de la idea de futuro, difuminación de los valores absolutos de la sociedad,
mantenimiento de mitos o representaciones falsas y temas de solidaridad. En la
sociología industrial se hallan los fenómenos sociales del trabajo, desempleo y des-
localización, evolución del trabajo, problemas de pobreza y exclusión social, en el
área de género se delimitan las relaciones de género, la incorporación de las muje-
res a la vida activa más visible y la conciliación entre la vida familiar y la laboral.
A los profesionales de la empresa —15— también se les cuestionó acerca de
los temas investigados o fenómenos sociológicos que más habían atraído su aten-
ción y dedicación, siendo las respuestas las que se relacionan a continuación: temas
políticos; temas laborales y familia; los temas sociales; mujeres maltratadas –vio-
lencia de género-; temas de más calado sociológico; el significado de las marcas;
la imagen del cine español; los jóvenes; las mujeres del siglo xxi; las mujeres;
juventud; consumo del queso; los medios de comunicación; discapacitados e inser-
ción laboral; el tema de la alimentación; racismo; los temas de comunicación; la
comunicación; los efectos políticos de la comunicación; comportamiento político
electoral; la investigación financiera y los análisis semiológicos —estudio de los
signos en la vida social—.
Y se detectó que los sociólogos de empresa se mueven en un ámbito relacio-
nado con la publicidad, el marketing, el consumo, las audiencias y los medios de
comunicación, las nuevas tecnologías o los estudios de mercado, si bien predomi-
nan más los temas de carácter social como los de sociología política, industrial, de
género, raza, juventud, inmigración y familia. Esta tendencia muestra en parte que
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 259
Cuadro 5.1
Ejemplos de fenómenos sociales para la observación
Fuente: elaboración según Martínez Quintana, V. (2002): Los sociólogos, la sociología y visión de la
sociedad —1998-2002—. Investigación sociológica e informes a cargo de Matrícula Abierta de la UNED,
Madrid. (Mimeo).
260 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
y los recursos materiales que les permiten decidir y liderar la evolución de la so-
ciedad, por un lado, y la mayoría de la población que tiene acceso más reducido e
incluso fuertemente delimitado, por otro. Esta situación se acompaña, además, de
una fuerte competitividad, insolidaridad e indiferencia por los sectores más desfa-
vorecidos. Aquellos que tienen en sus manos el poder económico poco han hecho
por disminuir estas distancias, más bien al contrario. Las políticas neoliberales fo-
mentadas por el Fondo Monetario Internacional parecen haber llevado a que la
parte más pobre de la población haya visto reducida su participación en el ingreso
mundial».
En la observación de la globalización se advierte la brecha enorme que va abrien-
do a su paso, dejando a un lado un sector de países muy ricos, en tanto que en el otro
se sitúan casi involuntariamente los pobres y muy pobres del planeta. El profesor
Tezanos denomina este fenómeno de dualización con la terminología de sociedad
dividida, en un estudio que efectuó hace unos años (2004.a), donde se plasman con
datos las consecuencias que acarrea la globalización que ha dividido y separado to-
davía más a las poblaciones con recursos de aquellas poblaciones que no tienen nada.
Pero ¿cuándo comienza el proceso de globalización? Desde el plano teórico so-
ciológico aparecen los estudios de la teoría de la modernización de Rostow —que
ya se mencionó— que se basan en la escalada de etapas que las sociedades pueden
llegar a alcanzar hasta obtener un gran cúmulo de riquezas, y que Macionis y Plum-
mer (1999:300) ordenan de la siguiente manera:
1. Estadio tradicional. Todas las sociedades con tradiciones muy arraigadas
se resisten a la innovación tecnológica. Sus miembros han sido socializados en el
culto al pasado, de modo que no les resulta fácil imaginar una forma de vida distinta
a la que conocen y veneran. Viven en torno a sus familiares y comunidades cerca-
nas, gozan de escasa libertad individual y en consecuencia están bastante cerrados
a cualquier experimento social. Con frecuencia, los individuos de estas sociedades
llevan una vida espiritual muy rica, pero pobre desde el punto de vista material.
2. El estadio de despegue. Conforme las sociedades se desprenden de las tradi-
ciones, sus miembros dependen más de sus talentos y habilidades individuales, per-
mitiendo así el crecimiento económico. La gente comienza a producir bienes no sólo
para su propio consumo sino para comerciar con otros y obtener un beneficio con lo
que se crean mercados. El contexto cultural se transforma en detrimento de valores
tradicionales como la familia, y a favor del logro y las aspiraciones individuales.
3. Hacia la madurez tecnológica. En la tercera fase de desarrollo, el con-
cepto de «crecimiento» está ya plenamente aceptado y consolidado, de modo que
el conjunto de la sociedad considera normal aspirar a mejorar la calidad de vida y
aprovechar la tecnología industrial. Al mismo tiempo, sin embargo, la población
gana conciencia de los costes culturales de la industrialización, lo que puede gene-
rar movimientos sociales y políticos opuestos a la modernización.
En esta fase de desarrollo económico, la pobreza absoluta está disminuyendo
rápidamente. Las ciudades también crecen gracias a los movimientos migratorios
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 265
Sin duda esta teoría ha tenido críticas porque con ella se llega a defender los sis-
temas que desarrolla el capitalismo, incluida la desigualdad social, y lejos de ayudar
a resolver el problema de la pobreza, llegan incluso a perpetuarla. Por otro lado, no se
tiene en cuenta el efecto que tuvo el impacto de la colonización en países pobres que
todavía están sufriendo hoy las consecuencias que ello comportó, además, se toma
como referencia a los países de renta alta como medida básica para evaluar al resto
del mundo, y se culpa a los países pobres de encontrarse en esa situación.
Una segunda teoría es la de la dependencia que atiende precisamente a responder
a los países ricos del estado de pobreza en el que se hallan los países en el otro lado de
la brecha abierta por la globalización. Es una cuestión de explotación de unos países
sobre otros, de hacerlos económicamente dependientes, y tiene sus raíces más recien-
tes en la Revolución Industrial, momento único en el que —según Wallerstein— hay
una tendencia económica capitalista de escala mundial, en la que se alinean los países
desarrollados en el centro de dicho sistema, para controlar los recursos existentes a
nivel mundial. De aquí que el colonialismo tuviese, entre sus funciones, la de enri-
quecer a los países situados en el centro con el trasvase de materias primas a todas las
partes del mundo. En consecuencia, los países pobres, en desarrollo o de renta baja
se les coloca en la periferia de este juego de fuerzas del sistema económico mundial,
cerca también de aquellos otros que se encuentran en la semiperiferia.
En la teoría de la dependencia se detectan tres elementos que se repiten inexo-
rablemente, el primero es el constituir economías que están orientadas a la exporta-
ción, y están, en consecuencia, carentes de tener una economía diversificada capaz
de desarrollar sus propias industrias. El segundo, es en gran parte, una consecuen-
cia de lo anterior, ya que alude a la falta de capacidad industrial, que lleva a la
necesidad de adquirir bienes manufacturados a los países del centro y, por último,
la deuda externa en la que caen de manera permanente los países de la periferia
en este comercio desigual, y que apenas se puede cubrir con los antecedentes que
producen o puedan llegar a producir.
Al final, descienden todavía más en los estadios del empobrecimiento y de
la dependencia económica, y algunos países se han visto tan sofocados por esta
266 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
En efecto, los países del Sur al subir los tipos de interés —alrededor del 20 por
ciento— de sus créditos, no pueden pagarlo, y aumenta su deuda externa, y se en-
deudan todavía más, al pedir nuevos créditos al Banco Mundial y al Fondo Mone-
tario Internacional para pagar la propia deuda, con lo cual, a la primera deuda se le
añade esta segunda deuda. Este mecanismo de pérdida de independencia monetaria
continúa en la década de los noventa en los países del Sur, hasta que sus monedas
no tienen prácticamente nada de valor en el contexto internacional.
Las nuevas directrices del FMI (Fondo Monetario Internacional) y el consenso
de Washington consisten en la implantación de un sistema internacional de pro-
ducción organizado, precisamente por las corporaciones transnacionales. En 1995
se crea la Organización Mundial del Comercio, al tomar mayor relevancia las cor-
poraciones multinacionales, que se colocan por encima de los Estados, y se pasa,
a continuación, del comercio empresarial —productos y servicios— a las transac-
ciones especulativas —el capital financiero en el que se mueve—. Y se produce un
importante Acuerdo General sobre el Comercio de los Servicios (AGCS) que daría
paso a la liberalización y privatización de una gran parte de los servicios que hasta
ese momento habían sido públicos, como la sanidad, la educación, la cultura, el
agua, las pensiones, el medioambiente, la energía y demás. Este acuerdo llevaría
a que empresas extranjeras contratasen servicios que hasta entonces los gobiernos
ofrecían socialmente, lo que incidió en un cierto sometimiento de las necesidades
básicas de la población como son el agua, la salud, la educación y otros, a las leyes
del mercado.
Surgen, en consecuencia, nuevos escenarios en el siglo xxi determinados por el
control y adquisición de un recurso escaso —el petróleo—, los EE.UU. de América
registran un déficit fiscal que aumenta paulatinamente, el dólar cae en un 40 por
ciento en 2004/2005 se fortalece el euro y el yen, y China consigue mantener la
paridad yuan/dólar. ¿Dónde se concentra, pues, el poder económico? Dos países
emergen con fuerza en el contexto internacional, por un lado, China que compra
Bonos del Tesoro de EE.UU. y es un gran importador de alimentos, petróleo, gas
natural, algodón, y por otro lado, la India, que refuerza su industria textil y far-
macéutica, y su potencial en informática —20 por ciento de las exportaciones de
software de todo el mundo—.
Las consecuencias que van teniendo los caminos de la globalización toman
consistencia en los datos concretos como los del PIB, que crece en muchos países,
pero no sucede lo mismo con el índice de desarrollo humano, y se da el hecho pa-
radójico de crecer la pobreza en los países del Norte, y existir una clase reducida en
los países del Sur que disponen de una gran riqueza —un archipiélago de riqueza
rodeado de un mar de pobreza—, llamado también, —exclusión capilar—, de ma-
nera que llega a alcanzarse la cifra de un 18 por ciento la población que acumula
más recursos a nivel mundial, ante un 82 por ciento que tiene grandes obstáculos
para la vida cotidiana.
Se habla de la desnacionalización de la economía, que a modo de nuevo co-
lonialismo se ha creado un nuevo imperio formado por poderes económicos con
aliados políticos, que han hecho desaparecer las fronteras de los mercados, y se si-
túa por encima del Estado-nación, lo que sin duda quita la fuerza que puedan tener
270 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
sus políticas económicas nacionales. Además, se refuerza con el impacto que hoy
ejerce la información y las comunicaciones transnacionales que logran debilitar las
identidades culturales, y conducen a los comportamientos y actitudes miméticas en
los individuos, que deberán identificarse con los patrones estándar de vida de las
clases dominantes.
Y entre los síntomas de este desajuste globalizante, se perfilan las situacio-
nes de exclusión social y desequilibrio sociopolítico, y los consecuentes daños en
el medioambiente. No es de extrañar, pues, que se levanten numerosas críticas al
Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial y a otros organismos interna-
cionales, y se refuercen aquellos enfoques que demandan urgentemente cambios
drásticos en la utilización de los recursos naturales, en la distribución y acceso a
los mismos, lo que requiere un cambio esencial en la política económica mundial.
Respecto al fenómeno de la desigualdad social se observa que ha estado siem-
pre presente en las investigaciones sociológicas, ya que indaga la existencia de
oportunidades y recompensas desiguales para diferentes posiciones o estatus socia-
les en un grupo o sociedad determinada, en realidad, trata la estructuración de las
clases sociales y la pobreza y oportunidades de vida. En la perspectiva que trabaja
Tezanos (2006) las desigualdades sociales se estructuran básicamente por desigual-
dades de carácter social, y en la trayectoria evolutiva de las sociedades, la desigual-
dad ha de ser entendida como un fenómeno de carácter histórico y cultural, ya que
dicha influencia ha conformado en occidente grandes sistemas de estratificación:
De aquí que las clases sociales aniden en los sistemas de estratificación social
desde siempre, y se entiende por clase social a una gran categoría de personas den-
tro de un sistema de estratificación social, que tienen un estatus socioeconómico
similar, y que está en relación a otros segmentos de su sociedad. La clase social
propiamente dicha no está organizada, aunque los miembros que forman parte de la
misma tienen entre sí similitudes con el estatus educacional, económico y de presti-
gio. Algunos especialistas de la ciencia sociológica consideran que las clases socia-
les son básicamente de naturaleza económica, en tanto que otros subrayan más los
factores como el prestigio, las actitudes, los estilos de vida, la identificación, etc., y
se usa, algunas veces el término estrato social para designar la clase social, pese a
sus notables diferencias conceptuales.
A este respecto, el profesor Tezanos revisa el análisis sociológico de las clases
sociales donde figura en primer lugar a Marx, el clásico que mejor definió la clase
social, asociada a la propiedad o carencia de propiedad de medios de producción,
y quien interpretó la historia de la humanidad como la historia del conflicto de cla-
ses, también figura Weber que como ya se ha visto trabajó bastante los conceptos
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 271
de clase y de estatus, entre otras cosas, y los conceptos que desarrollan Ossowski,
Bottomore, Lenski, etc.
Así, pues, con este preámbulo matiza que en la problemática de la desigualdad
social el concepto de clase social contiene el mayor peso de explicación y guarda
diferentes matices en los círculos científicos, y una vez efectuadas las revisiones
conceptuales concreta que «una clase es un grupo social relativamente homogéneo
en sus condiciones laborales y en sus intereses económicos, que ocupa una posición
determinada de poder, de influencia y de oportunidades en la estructura social, en
un momento histórico determinado de la evolución de los sistemas productivos,
entendidos como sistemas sociales generales» (Tezanos, 2006:214).
Y nos sugiere que en la formulación de la definición hay que incluir los rasgos
estáticos como ingresos, nivel de vida, cualificaciones y demás, y los rasgos diná-
micos que dan cuenta de la posición que se ocupa, con las identidades de clase y los
comportamientos de clase. Las clases sociales son, en efecto, agregados estadísti-
cos, pero también actores colectivos, que aportan variables políticas, ideológicas,
culturales y actitudinales en los análisis de clases que están tomando las sociedades
tecnológicas —posindustriales y posmodernas—, cuestiona si seguirán existiendo
las clases sociales con los mismos parámetros que se han establecido hasta el mo-
mento presente, o si adoptarán otras formas distintas a las ya conocidas.
Desde una perspectiva concreta y más sencilla el estudio de la desigualdad
social se obtiene en las teorías marxistas y weberianas principalmente, y genera en
escalas específicas como las desarrolladas por John Golthorpe —ya estudiado en
las palabras claves de la teoría sociológica, junto a David Lockwood—, que agrupó
a los trabajadores según la siguiente escala: 1) Clase de servicios —profesiona-
les y trabajadores administrativos, y supervisores de trabajadores no manuales—,
2) Clase intermedia —empleados no manuales de trabajos rutinarios, pequeños
propietarios, supervisores de trabajadores manuales, y técnicos de baja cualifica-
ción—, 3) Clase trabajadora —trabajadores manuales cualificados, los semicua-
lificados y los no cualificados. Esta escala contiene los conceptos weberianos del
prestigio de la profesión o de la ocupación, el de las rentas y el del poder que se
ejerce en otras profesiones.
Otra vertiente que plantea Kerbo en su obra Estratificación social y desigual-
dad. El conflicto de clase en perspectiva histórica, comparada y global, encara
el fenómeno de la desigualdad social como la «condición por la cual las personas
tienen un acceso desigualdad a los recursos, servicios y posiciones que la sociedad
valora. Tal desigualdad puede surgir en cuanto al modo en que individuos y gru-
pos se ordenan y son evaluados unos por otros, pero, más importante aún, la des-
igualdad social se relaciona con las diferentes posiciones de la estructura social»
(2004:11). Y diferencia desigualdad social de diferenciación social, entendida esta
última como las cualidades que tienen los individuos y los papeles sociales que
representan, donde el género, la raza y la etnia —además de la edad—, adquieren
gran importancia en el fenómeno de la desigualdad. Los principales conceptos que
trabaja Kerbo para estudiar la estratificación social y la desigualdad son los que se
relacionan a continuación:
272 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
lujos de la vida; un sueldo o salario (más que las inversiones) es lo que man-
tiene a la inmensa mayoría del mundo.
• Riqueza: son bienes acumulados en la forma de distintos tipos de activos
valorados como propiedad, acciones, bonos o capital depositado en reserva.
Es todo aquello que tiene valor económico y es susceptible de comprarse,
venderse, almacenarse para disponer de ello en el futuro o invertirse a cambio
de rendimiento económico.
• Curva de Lorenz: se construye indicando la cantidad de riqueza o renta que
poseen los diversos porcentajes de la población total.
la OMS en 2003 por Krug, Dahlberg, Mercy, Zwi y Lozano (2003), en el que se
afirma que la violencia es una de las primeras causas de muerte en todo el mundo
y abarca el intervalo de 15 a 44 años de la población principalmente. Se señala
el uso intencionado de la fuerza física, el descuido y todos los tipos de maltrato,
que no solamente se manifiestan en un momento determinado, sino también los
que quedan latentes a lo largo de la vida. Es, en definitiva, un problema de salud
pública reconocida mundialmente, que en muchas ocasiones permanece oculta,
y es un hecho que hace difícil estimar la magnitud que alcanza.
En la dimensión del fenómeno como problema de salud se investigan las
características individuales y psicológicas (modelos socioculturales) del agresor
y de la víctima, en el que el primero alberga los deseos de sofocar la indepen-
dencia del carácter femenino y moldearlo según su esquema de control, y es un
hecho que forma parte de una serie de cualidades que apuntan directamente al
modelo tradicional de la masculinidad. En este sentido, André Domingo (2006)
explica que el varón ha aprendido social y culturalmente a situarse en la posición
de dominio, y ha incorporado la violencia como una forma más de relacionarse
con las mujeres, para conseguir sus objetivos y para resolver sus conflictos. En
el otro extremo o polo se encuentra la mujer, que ha aprendido también social y
culturalmente a situarse en la posición de sumisión, a través de sofisticados pro-
cesos de socialización, de manera que ha incorporado el sentido de la obediencia
a quien la ama (padre, esposo, novio), la identificación de la superioridad por
naturaleza del otro, y el acatamiento del derecho del varón a ser cuidado por ella.
De aquí resulta que en este proceso se ha interiorizado la violencia como una for-
ma de relación naturalizada, y la mujer siente culpabilidad cuando la violencia
alcanza gran intensidad.
La problemática individual y relacional se halla precisamente en las relacio-
nes familiares y de pareja, que a menudo están basadas en relaciones asimétricas
en las que el control y poder lo sustenta el varón de manera naturalizada. En las
características relacionales de la pareja, es donde se aúnan lo individual y lo so-
cial en una interacción constante que se desenvuelven en la vida cotidiana. Novo
y Seijo (2009) seleccionan varios estudios que tratan las relaciones sociales
próximas como es el caso de las relaciones de pareja, que es el ámbito donde se
produce el maltrato reiterado por parte del agresor. Se incluyen aquí el elevado
nivel de conflicto en la relación, y las experiencias de violencia en el noviazgo.
Asimismo, forman parte sustancial de la violencia de género como proble-
ma de salud y problemática individual y relacional los indicadores, trastornos y
tratamientos a las mujeres maltratadas, los tratamientos y atenciones a niños y
niñas maltratados y/o víctimas del maltrato y la intervención que se lleva a cabo
con los hombres maltratadores y penados. Entre los indicadores de malestar
o trastornos psicológicos que analizan Villavicenco y Sebastián (1999) se re-
cogen el miedo, los síntomas de intrusión (pesadillas, imágenes retrospectivas,
sensaciones corporales, y pensamientos intrusivos), la ansiedad, los trastornos
del sueño, las dificultades para concentrarse, la hipervigilancia y la creencia de
que existe una razón por la que sentir temor, síntomas de reactividad fisiológica
ante eventos que recuerdan la experiencia traumática (dificultades para respirar,
278 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
tratadores en España son más bien recientes, y tratan de reducir las distorsiones
cognitivas relacionadas con la violencia y la inferioridad de la mujer. Expósito
y Ruiz parten de la Ley Orgánica 1/2004 de medidas de protección Integral
contra la Violencia de Género que establece que la Administración Penitenciaria
efectuará programas específicos para condenados por delitos relacionados con la
violencia de género, y toman la estructura del modelo The DULUTH Curriculum
para la confrontación y modificación de actitudes, y el programa The AMEND
Model que considera esencial entender la violencia de género desde la necesidad
que el hombre tiene de ejercer control y poder sobre la mujer. Ambos programas,
junto con el primer programa educativo para maltratadores The EMERGE Model
aplicado en Estados Unidos, apuntan que este fenómeno es un problema que tie-
ne hondas raíces culturales y educacionales, donde se hace necesario la interven-
ción cognitivo-conductual que refuerce actitudes y comportamientos igualitarios
en las relaciones sociales y familiares en general, y en las de pareja en particular.
Las sociedades actuales del siglo xxi contienen una gran carga de violencia, y
en algunas de ellas sobrepasa el nivel permitido, y caen en estados de guerra, de
inseguridad y de miedo-pánico. Puede decirse que es el lado oscuro de las realida-
des sociales, que choca frontalmente con el estado de progreso, de bienestar social
y de riqueza alcanzados, y que agujerea de manera imparable la seguridad de todos
los Estados-nación. La agresividad y la violencia son los detonantes de lo social
contenido durante tiempo, de las frustraciones humanas, de las injusticias, en de-
finitiva, de la negación de los derechos humanos más fundamentales, como así lo
ejemplifican las guerras, los atentados, la violencia urbana, la violencia de Estado
o la violencia doméstica y de género.
Si bien recordamos los tipos de sociedades que manejamos arriba tras la socie-
dad utópica de Moro eran de tres tipos, a saber:
SOCIEDAD A
– Compleja, rica en conocimientos y en ciencia y tecnología.
– Agresiva, competitiva y violenta.
– Destructiva y autodestructiva.
– Insolidaria.
– Alberga incertidumbre y alto riesgo para la supervivencia.
– Permite que existan sociedades en subdesarrollo y pobreza extrema.
SOCIEDAD B
– Compleja, rica en conocimientos y en ciencia y tecnología.
– A veces es agresiva, competitiva y violenta.
– No deja de ser una sociedad destructiva y autodestructiva.
– A veces es insolidaria.
280 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
sociedad “A” y que parece ser que guarda similitudes con la sociedad tiránica que
describió Orwel en su obra “1984”, en la década de los cuarenta del siglo pasado, y
que fue una obra catalogada en la sección de ciencia ficción.
¿Cómo es la sociedad imaginaria de Orwell en su obra: 1984? Es una sociedad
que atenta contra toda intimidad personal, en la que el Gran Hermano es el todo
supremo, a quien respalda la Policía del Pensamiento que a través de la telepantalla
vigila al individuo en lo que hace, en lo que dice, en lo que piensa, y hasta en lo
que dice cuando está en el sueño más profundo. Las características de este siste-
ma social que controla totalmente a sus miembros tiene como objetivo principal y
constante borrar de la memoria de los individuos el pasado, es decir, los datos histó-
ricos de la historia de la humanidad, desde los más remotos hasta los más recientes,
y a partir de ahí socializar minuto a minuto a los miembros de esa sociedad, va-
ciándolos del contenido que han acumulado e interiorizado desde que han nacido,
e introduciendo en sus mentalidades —cerebro— los esquemas de pensamiento,
actuación y pensamiento que el Partido dictamina.
A este respecto, hay que pensar, sentir y actuar como lo ordena el Partido a
través de la policía del pensamiento, y en este proceso los niños y jóvenes son los
más idóneos, pero los menos jóvenes y, especialmente algunas personas como los
personajes de la novela —Winston y Julia—, son más difíciles por su rebelión, y
se ven sometidos a torturas físicas que llegan hasta la destrucción completa del
ser humano. La fuerza de este sistema se fundamenta en la socialización firme y
perseverante de sus propias leyes, y en la tortura física de los rebeldes, para conse-
guir el poder a toda costa. Es, pues, una fagocitación, en términos biológicos y una
transmutación y cambio completo, en términos sociológicos.
Las características, por tanto, más pormenorizadas se distribuyen en los si-
guientes rasgos socioestructurales:
como si hubiéramos roto las normas civilizadas de cómo resolver nuestras diferen-
cias y solucionar nuestros conflictos» (2005:171).
Tras la definición de los conceptos de agresividad y violencia y el repaso bre-
ve de algunos datos, el siguiente paso en estas explicaciones básicas se dirige a
clarificar las formas y tipos fundamentales que despliegan ambas realidades, que
recogen estos observadores —Gómez, Gil-Verona y Peláez—, y que se resumen en
los siguientes puntos:
su historia filogenética los elementos que pueden desencadenar una conducta hostil
y agresiva, y se han desarrollado cuatro modelos, el modelo genetistas, el modelo
endocrinológico, el modelo neurofisiológico y el modelo etológico.
Cuerpo espiritual
(Lo social, Lo cultural)
CONDUCTAS VIOLENTAS
Cuerpo Psíquico
Individuos Individuos Cuerpo
(Cuerpo viviente))
(Seres Humanos)
emociones)
CONDUCTAS AGRESIVAS
Teoría Biológica Teoría Biológica
Cuerpo material
(Moléculas, átomos, electrones, protones...)
Figura 5.1. Los componentes que integran al ser humano y sus interacciones ante la agre-
sión y la violencia.. Elaboración propia.
Finalmente, se exponen las ideas principales del premio Nobel Austríaco Kon-
rad Lorenz sobre la teoría de la agresión, a saber:
Las reflexiones que conllevan las teorías biológicas sitúan al ser humano en
un plano más amplio que el comprendido por el animal —cuerpo material, cuerpo
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 289
biológico y cuerpo psíquico—, ya que además de los tres cuerpos anteriores se aña-
de el cuerpo espiritual (lo social, lo cultural) que va más allá de una explicación de
agresión instintiva, y queda determinada por decisiones personales, ideales, éticas,
juicios de valor, etc., de manera que los instintos se añaden al ámbito de la libertad
y de la responsabilidad, en la adaptación de su medio —hábitat rural, hábitat urba-
no—, estructura social, normas, valores, etc.,
Respecto a las teorías psicológicas se aprecia que despunta la corriente psicoa-
nalista, que trata de hallar los orígenes de la violencia en determinadas alteraciones
y desequilibrios de las fuerzas impulsivas, relacionadas con la psique individual.
Cuatro son los modelos que atienden a la explicación de la génesis de la violencia:
1) El modelo de la frustración-agresión, 2) El modelo de la tendencia o impulso
agresivo primario, 3) El modelo de la falta de maduración del super-yo, y 4) El
modelo del aprendizaje e imitación.
En general, se confirma de nuevo que el impulso destructivo humano no pro-
cede de un instinto fuerte, o de un impulso congénito, es decir, un impulso que
ciega a la persona y la hace actuar como un autómata psíquico, sino que más bien,
obedece a una decisión libre y con responsabilidad. Por último, Gómez cierra las
reflexiones críticas de las teorías psicológicas con la exposición de algunas pulsio-
nes y emociones, que dejan aparte las que proceden de la frustración o el impulso
fanático primordial, a saber:
rales, los desajustes económicos financieros, los conflictos bélicos sin resolver, las
grandes desigualdades entre sociedades ricas y sociedades que viven en la extrema
pobreza, los fenómenos de corresponsabilidad, etc., que llevan a una intensidad de
la violencia en su total diversidad, que se manifiesta tanto en la vida social como
en la vida personal.
Realmente, el estudio de los problemas sociales se ha producido especial-
mente desde que aparecen las sociedades industriales, y emergen las ciencia
sociales para dar cuenta de las crisis que la nueva sociedad industrial provocó
a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, y que fueron observa-
dos por los primeros analistas sociales y sociólogos de aquella época. Un caso
revelador lo tenemos en Durkheim, que confeccionó importantes estadísticas
del fenómeno del suicido en Europa, y que sigue citándose todavía hoy en la
literatura y producción científica de la ciencia psicológica, la psiquiatria, la
jurisprudencia o la medicina, para dar cuenta de los suicidos que acontecen en
las sociedades en general.
En efecto, Durkheim —como ya se ha señalado en esta obra— es un ejemplo
clave de observador y estudioso de los actos violentos como son los actos de matarse
o quitarse la vida, que le atrajeron de manera poderosa hasta el punto de llevar a cabo
un revelador estudio sobre el fenómeno del suicidio. De hecho, su gran obra fue El
suicidio, escrita en 1897, donde tuvo la oportunidad de aplicar la investigación social
para descubrir las causas que provocan un número determinado de muertes volunta-
rias tanto en los hombres como en las mujeres de las sociedades europeas.
Díaz Sánchez distribuye en la introducción a esta obra del Suicidio de
Durkheim cuatro áreas diferenciadas: la primera es la necesidad de elaborar teo-
rías de alcance medio, la segunda la de ser progenitor de la teoría funcionalista
en sociología, la tercera la de considerar los hechos sociales como hechos de
carácter propio, y la cuarta la captación de las representaciones colectivas. En
la necesidad de las teorías de alcance medio, se ve un esfuerzo de elaborar in-
vestigaciones específicas que contribuirían a describir las regularidades en las
sociedades humanas.
En relación a ser el progenitor de la teoría funcionalista en sociología, el
profesor Moya (1967) señala que Durkheim fue el fundador del análisis estruc-
tural-funcionalista en esta disciplina, porque se construye el enfoque totalizador
del esquema de la objetividad espacio-temporal del acontecer social, que después
recoge Malinoski, Radcliffe-Brown, Parsons y Merton, y que se transforma en la
perspectiva categorial de la sociología. Del mismo modo, Díaz Sánchez señala la
importancia que para Durkheim tienen los hechos sociales por su potencialidad
empírica y sus propias leyes sociológicas.
Los hechos sociales ejercen una coerción sobre los mismos sujetos, de aquí la
consideración de ser tratados como cosas, es decir, como entes que pertenecen al
mundo exterior. Finalmente, las representaciones colectivas son consecuencia del
carácter externo de los hechos sociales, son los valores, las ideas y las creencias
manifestadas en representaciones colectivas, que cobran una existencia objetiva
diferente y externa a los individuos, con una fuerza compulsiva y restrictiva en los
sujetos de las sociedades humanas.
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 291
Entre las conclusiones se obtiene que las mujeres se suicidan menos que los
hombres en todos los países del mundo, que el matrimonio y la vida familiar mul-
tiplican las probabilidades del suicidio, dada la desesperación que se experimenta
en algunos casos por las dificultades de la existencia; que hasta los dieciséis años
la tendencia al suicidio es débil; que los viudos pertenecientes a un intervalo
de edad se matan más que en cualquiera de los otros, y que el temperamento
orgánico psíquico más inclinado al suicidio es el de la neurastenia en todas sus
modalidades.
Así, pues, en esta tipología explica que «el suicidio varía en relación inversa
del grado de desintegración de los grupos sociales de que forma parte el indivi-
duo. Pero la sociedad no puede desintegrarse sin que, en la misma medida, no se
desprenda el individuo de la idea social, sin que los fines propios no lleguen a
preponderar sobre los fines comunes, sin que la personalidad particular, no tienda
a ponerse por encima de la personalidad colectiva. Cuanto más debilitados son
los grupos a los que pertenece menos depende de ellos, más se exalta a sí mismo
para no reconocer otras reglas de conducta que las fundadas en sus intereses
privados. Así, pues, si se conviene en llamar egoísmo a este estado en que el yo
individual se afirma en exceso frente al yo social y a expensas de este último,
292 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
quiebra y los individuos son atrapados por una ansiedad extrema. En cambio,
la anomia simple da cuenta de una anomia menos severa donde los valores
y creencias de un grupo o de una sociedad son conflictivos, y llevan a situa-
ciones en las que los individuos experimentan confusión y aprensión en sus
vidas cotidianas.
La Teoría del etiquetaje (labelling theory) es una idea desarrollada por
Howard Becker, que proviene de la criminología tradicional positivista que in-
tenta explicar las características innatas desviadas de ciertos criminales o tipos
sociales de personas como resultado de sus ambiente, socialización e historial
pasado, intenta por consiguiente, explicar los orígenes de la conducta desviada
en individuos que han roto las normas sociales y no obedecen a las leyes. Esta
teoría se desenvuelve en el contexto de los agentes de control social y policía-
co (policía, jueces, profesores, padres, medios de comunicación, iglesias, etc.)
para reaccionar ante la delincuencia y las conductas desviadas, comprende,
pues, una reacción social ante lo que se ha simbolizado socialmente como eti-
queta publica, marca o rasgo típico de conducta delictiva o desviada, no sólo
de grupos específicos y aislados, sino también para las personas que tienen
alterada la percepción de sí mismos. Aquí se pone en acción la simbología
social de unas conductas que se han catalogado, y que la comunidad percibe
con imágenes y estatus etiquetado como desviado a lo que está establecido, por
ejemplo, el nudismo puede ser en determinadas sociedades normal, en cambio
en otras es sancionado y etiquetado como conducta desviada. Suele ser fre-
cuente, catalogar de conductas desviadas las que provienen de las subculturas
criminales, de los grupos adictos a las drogas, de los individuos con tendencias
criminales, etc. Y es más impactante que el estigma —ya que éste no encierra
peligro en sí mismo—, especialmente por el grado de peligrosidad que puedan
albergar las conductas desviadas como los delitos.
res humanos. Las sociedades posmodernas han caído, por tanto, en esta trampa,
y además, han arrastrado con ellas al resto de las sociedades en desarrollo. Ahora
bien, es una trampa repleta de contradicciones, ya que el progreso que comporta
la modernidad ha traído un considerable nivel de vida, como nunca se ha conoci-
do, con avances sustanciales en la ciencia y en la tecnología, y un extraordinario
crecimiento de la población, que aporta, a su vez, un aumento de la pobreza y un
hacinamiento en las urbes.
Para tener una pequeña aproximación se exponen algunos acontecimientos
acaecidos en 2005 y 2006 sobre las conexiones entre el medio ambiente y las per-
sonas, recopilado por Lisa Mastny (2007), a saber:
Revisión en 2005
• Desastres naturales (8 de octubre): un terremoto de 7,2 grados de magnitud
sacudió a principios de noviembre el noroeste de Pakistán, registrándose más
de 73.000 muertos.
• Población (10 de octubre): expertos de Naciones Unidas predicen que el nú-
mero de refugiados ambientales que huyen de los efectos del progresivo dete-
rioro ambiental de elevará a 50 millones de personas en 2010.
• Seguridad (26 de octubre): disturbios en París, protagonizados principal-
mente por jóvenes inmigrantes de segunda generación, provocan inquietud
en Francia, llamando la atención hacia los problemas de desempleo y dis-
criminación.
• Clima (30 de octubre): un informe advierte que en los próximos 40 años mo-
rirá la mitad de los arrecifes de coral de no ser que se tomen medidas urgentes
para protegerles del cambio climático.
• Tóxicos (13 de noviembre): la explosión de una planta petroquímica china
vierte 100 toneladas de benceno y de otras toxinas al río Songhua, contami-
nando el suministro de agua potable.
• Bosques (14 de noviembre): la FAO revela que la pérdida neta de bosques se
ha ralentizado en los últimos cinco años en todo el mundo, suponiendo actual-
mente 7,3 millones de hectáreas anuales.
• Clima (17 diciembre): los científicos preven que en 2010 podría haber desapa-
recido hasta el 90% de la superficie de permafrost del Ártico.
Revisión en 2006
• Desertización (1 de enero): la ONU declara 2006 Año Internacional de los
Desiertos y la desertización para llamar la atención sobre las consecuencias
sociales y ambientales del cambio climático en las zonas áridas.
• Bosques (6 de enero): organizaciones ambientales advierten que están pre-
vistas actividades petrolíferas y de extracción de gas en la cuarta parte de la
Amazonía peruana —casi 22 millones de hectáreas.
296 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
• Clima (12 de enero): Australia, China, la India, Japón, Corea del Sur y Esta-
dos Unidos establecen un acuerdo de ‘energías limpias’ basado en el mercado
como alternativa al protocolo de Kyoto.
• Clima (24 de enero): científicos estadounidenses informan que 2005 fue el
año más caliente del siglo, seguido de 1998, 2002, 2003 y 2004.
• Clima (8 de marzo): el estudio más amplio realizado hasta la fecha de las
placas de hielo de Groenlandia y de la Antártica revela una pérdida neta de
hielo polar entre 1992 y 2002, a medida que la placa disminuye y adelgaza
los bordes.
• Salud (11 de abril): un informe de la ONU relaciona la pérdida de humedales
con la propagación de la gripe aviar, al forzar un mayor contacto entre las aves
salvajes y las domésticas.
• Desastres naturales (17 de abril): la mayor crecida histórica del Danubio
inunda en Europa comarcas ribereñas, obligando a 10.000 personas a buscar
refugio en terrenos elevados.
• Biodiversidad (2 de mayo): el hipopótamo y el oso polar son incluidos por
primera vez en la Lista Roja de especies amenazadas, debido al declive gene-
ralizado de sus poblaciones.
• Urbanismos (20 de junio): el Tercer Foro Urbano Mundial de Vancouver re-
une delegados de todo el mundo para debatir formas de mejorar el acceso a la
vivienda y a servicios básicos de los habitantes de las barriadas pobres.
• Bosques (22 de junio): Camerún acuerda invertir hasta 25 millones de dólares
para conservar sus selvas tropicales a cambio de la condonación de su deuda
con Francia, en el primer acuerdo de deuda por naturaleza de África Central.
• Biodiversidad (4 de julio): las autoridades aduaneras de Taiwán confiscan en
tres días más de 5 toneladas de marfil, que suponen la muerte de 614 elefantes.
• Tóxicos (18 de agosto): los residuos tóxicos vertidos por un buque holandés
en una barriada de Abidján, Costa de Marfil, provocan diez muertos y afectan
a la salud de miles de personas.
• Aguas (20 de agosto): la Semana Mundial del Agua de Estocolmo reune a
expertos de todo el mundo para abordar la corrupción en la industria del agua
y la necesidad de garantizar para 2015 el acceso universal a agua segura.
• Ecosistemas Marinos (12 de septiembre): los expertos en pesquerías afirman
que la sobrepesca ha hecho que las capturas de atún en el Mediterráneo occi-
dental disminuyan hasta un 15% del nivel de hace una década.
• Salud (28 de septiembre): según la ONU el acceso al agua potable segura
aumentó de un 78% de la población en 1990 al 83% en 2004, pero las dos
quintas partes carecen todavía de servicios básicos de saneamiento.
• La planificación de la familia.
• La atención durante el embarazo y el parto.
• El asesoramiento y prevención de la infecundidad.
• La prevención y tratamiento de las infecciones del aparato reproductor y las
enfermedades de transmisión sexual (incluido el VIH/SIDA).
• El tratamiento de las consecuencias sobre la salud del aborto realizado en
malas condiciones.
• El mejoramiento de la condición jurídica y social de las mujeres y las niñas
tiene máxima prioridad para el UNFPA.
niñas vulnerables cuando sus propios hijos se enferman y mueren. Los abuelos
—particularmente las abuelas— cuidan aproximadamente al 40% de todos los
huérfanos en la República Unida de Tanzania, el 45% en Uganda, a más del 50%
en Kenya y alrededor del 60% en Namibia y Zimbabwe.
En muchos países pobres, las ancianos son algunos de los miembros más
vulnerables y marginados de la sociedad. La desigualdad de oportunidades en
el empleo y las leyes discriminatorias sobre la herencia y la propiedad obligan a
muchas mujeres a seguir trabajando incluso cuando ya son ancianas. Luego de
la muerte de sus maridos, muchas mujeres mayores subsisten con bajos jorna-
les que ganan en trabajos físicamente arduos en el sector no estructurado. Por
ejemplo, un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agri-
cultura y la Alimentación realizado en Uganda reveló que las viudas trabajaban
diariamente de dos a cuatro horas más para compensar la reducción de ingresos
después de la muerte de sus esposos.
El VIH/SIDA impone una gran carga a las personas de edad avanzada a
quienes ya les cuesta trabajo vivir de sus ingresos. Los estudios muestran que
las tasas de pobreza en familias con personas ancianas son hasta un 29% más
elevadas que en las familias que no las tienen. Las mujeres de edad avanzada
que asumen la responsabilidad por miembros de la familia afectados por el VIH/
SIDA se ven obligadas con frecuencia a trabajar muchas más horas y vender
posesiones personales y bienes domésticos a fin de costear las medicinas, la
atención sanitaria y los gastos de los funerales.
...Pese a las enormes desventajas, los abuelos y madres solteras hacen enor-
mes sacrificios para enviar a sus hijos e hijas a la escuela. Una investigación
realizada en 10 países subsaharianos ha revelado una correlación muy positiva
entre la matrícula escolar y los lazos biológicos del niño y el cabeza de familia.
No obstante, la carga económica puede resultar demasiado grande si la familia
tiene que darle cabida a más de un huérfano. Si bien no existe ninguna prueba
definitiva para sugerir que la orfandad aumente de por sí el riesgo de que no se
escolarice a los niños y niñas, una investigación proveniente de Uganda sugiere
que los huérfanos dobles (que han perdido a ambos progenitores) tienen mayo-
res probabilidades de quedarse sin educación.
...La UNICEF predice que el número de niños y niñas que han perdido a
uno de sus progenitores, o a ambos, debido al VIH/SIDA ascenderá a unos 15,7
millones para 2010.
De manera que estos valores esenciales permiten establecer las relaciones in-
ternacionales entre las sociedades del siglo xxi, y estén preparadas para resolver los
problemas sociales que tiene el mundo actual. Esta tarea la ha asumido la Asamblea
General de las Naciones Unidas en los puntos que comprende la Declaración del
Milenio, y que tratan los siguientes asuntos, a saber:
I. Valores y Principios
II. La paz. La seguridad y el desarme
III. El desarrollo y la erradicación de la pobreza
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 301
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ÍNDICE ANALÍTICO
Keller, S., 51, 70, 71, 171, 178, 181, 182, Lucas Marín, A., 228, 231, 233
199, 238, 243, 244 Luckács, G., 54, 256
Kelly, G.A., 167 Luckman, T., 57, 183, 191
Kennan, G. K., 256 Lutero, M., 119
Kerbo, H. R., 110, 111, 115, 285 Luther King, M. Jr., 257
Kerre, C., 65, 121 Lukes, S., 40
Kepler, J., 26 Lyotard, J.F., 258, 259
Keynes, J.M., 109, 256
Kholer, W., 166 Macionis, J.J.,110, 112, 113, 114, 115, 123,
King, R., 68 126, 127, 175, 233, 243, 244, 245, 247,
Killian, L.M., 200 252, 278, 308
Kipling, R., 154 Madona, 248
Klemm, G., 161 Malinoski, B., 161, 172
Kohlberg, L., 178, 180 Malthus, R., 163, 231, 232
Krauss, K.C.F., 31 Manheim, K., 65, 255
Kretchmer, E., 298 Mañas Viejo, C., 289
Keug, E. G., 291 Maquiavelo, N., 107, 108
Kuhn, T., 66 Maquieira, V., 289
Marcuse, H., 55, 259
Lacan, J., 256 Margallón Portolés, C., 289
Laclau, E., 259 Mariana, J. De, 30
Leal Maldonado, J., 228 Martindale, D.,18, 34, 161, 164
Leakey, R., 87, 88 Martínez Quintana, V.,17, 46, 51, 130, 132,
Le Bon, G., 200 134, 135, 140, 143, 173, 198, 270, 275,
Leibniz, G.W., 164 288, 289
Lemert, C., 255, 259 Martínez, I., 87
Lenski, G., 110, 285 Marx, K., 27, 35, 37, 38, 39, 54, 55, 57, 64,
Lenski, J., 110 69, 109, 130, 195, 253, 255, 258, 270,
Le Play, F., 68, 163 271, 273, 284, 303, 306
Levinson, D., J., 185 Maslow, A., 165
Lévi-Strauss, C., 60, 61, 62, 161, 256 Mastny, L., 309
Lévy-Bruhl, L., 36 Matas, N., 289
Lewis, C.S., , 65 Mauss, M., 36, 161
Light, D., 51,70, 71, 171, 178, 181, 182, Mayntz, R., 69
199, 238, 243, 244 Mayo, E., 64
Lilienfeld, P. von, 169 McDougall, W., 168
Linton, R., 184, 188, 190, 303 Mead, G. H., 55, 56, 57, 66, 170, 172, 178,
Linz, J.J., 19, 179, 185, 256
Linneo, C., 154 Meiners, C., 161
Locke, J., 26, Mellon, 286
Lockwood, D., 64, 121, 285 Mendras, H.,19
Lorenz, K., , A., 259, 302 Mercy, J.A., 291
Lorente Acosta, M., 289 Merton, R. K., 27, 36, 52, 53, 63, 65, 187,
Lorde, A., 259 189, 207, 208, 256, 306
Lozano, R., 291 Milanovic, B., 287
ÍNDICE ONOMÁSTICO 327