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LA SOCIEDAD Y LOS

PROBLEMAS SOCIALES
Violante Martínez Quintana

LA SOCIEDAD Y LOS
PROBLEMAS SOCIALES
Primera edición: septiembre 2012
Primera reimpresión: septiembre 2013

Todos los derechos reservados.


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Bascuñuelos, 13-P. 28021 – Madrid

© Violante Martínez Quintana

ISBN: 978-84-92477-74-6
Depósito legal: M-28245-2012

Impreso por: Campillo Nevado, S.A.


Antonio González Porras, 35-37
28019 MADRID

Impreso en España / Printed in Spain


Dedicado a toda la Humanidad con su diversidad y unidad.
ÍNDICE

PRÓLOGO...................................................................................................... 11

PRIMERA PARTE
ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD

1.  EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD........................................................... 15


Lecturas: Perspectivas diversas en el estudio de la sociedad (Martínez,
2011)....................................................................................................... 17
1.1.  Pensadores que estudiaron la sociedad y la existencia de la Socio-
logía........................................................................................................ 23
1.2.  El estudio científico de la sociedad con los primeros sociológos........... 28
Lectura: Ejercicio de invención en el análisis de la sociedad (Martínez,
2002)....................................................................................................... 46
1.3.  Teorías sociológicas y conceptos claves................................................. 51
1.4.  La investigación social de los fenómenos y de los problemas so-
ciales....................................................................................................... 67

2.  ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES........................... 75


Lectura: Perspectiva de Rousseau en el origen de las sociedades................. 77
2.1.  Aproximación a los orígenes de las sociedades humanas....................... 79
2.2.  Las sociedades: evolución, conceptos y ciencias sociales que las estu-
dian.......................................................................................................... 84
2.3.  Sociedades cazadoras, recolectoras, horticultoras y agrarias.................. 97
2.4.  Sociedades industriales, posindustriales y de la información................. 103
2.5.  Las sociedades del siglo XXI según especialistas en ciencias so-
ciales............................................................................................ 114
10 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

SEGUNDA PARTE
ESTRUCTURA SOCIAL

3.  CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES............................ 137


Lecturas: Los niños salvajes y los niños aislados.......................................... 139
3.1.  Estructura social, normas sociales y ciencias sociales que estudian a los
individuos................................................................................................ 144
3.2.  Culturas, grupos sociales y vida cotidiana.............................................. 156
Lectura: El movimiento de los indignados ante la crisis mundial................. 179
3.3.  Interacciones y conflictos sociales en las sociedades............................. 181
3.4.  Movimientos sociales, desviación y criminalidad.................................. 184

4.  POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES............. 201


Lectura: Envejecimiento de la población en el mundo avanzado y en el
mundo en desarrollo................................................................................ 203
4.1.  Poblaciones, crecimiento y asentamientos humanos.............................. 209
4.2.  Instituciones y funciones sociales........................................................... 220
Lectura: Retos para las sociedades del futuro............................................... 234
4.3.  Cambios Sociales, Tradición y Modernidad........................................... 237
4.4.  Mudanzas y transformaciones en la Posmodernidad.............................. 243

TERCERA PARTE
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES

5.  FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNI-


DAD........................................................................................................ 251
Lectura: Desempleo, pobreza y exclusión social........................................... 253
5.1.  Fenómenos sociales de la realidad cotidiana.......................................... 255
5.2.  Globalización y desigualdad social......................................................... 263
Lectura: La violencia de género en la sociedad moderna (Martínez, 2012).. 274
5.3.  Violencia en las sociedades actuales....................................................... 279
5.4.  Riesgos e incertidumbres en la sociedad del siglo XXI.......................... 293

BIBLIOGRAFÍA............................................................................................ 303

ÍNDICE ANALÍTICO.................................................................................... 317

ÍNDICE ONOMÁSTICO............................................................................... 323


PRÓLOGO

El estudio de la sociedad trata sobre los acontecimientos y fenómenos que su-


ceden en el mundo en general, y la manera de observarlos, analizarlos y reflexio-
narlos, a través del aprendizaje que nos ofrece la ciencia sociológica. Por tanto,
esta materia pretende conocer nuestras sociedades humanas, cuál fue el origen y
evolución de las mismas, cómo se han analizado con el pensamiento social y el
pensamiento sociológico, cómo son percibidas las sociedades actuales, la estructu-
ra y composición, la forma de organización social, los problemas contemporáneos
y los problemas sociales en la sociedad globalizada del siglo XXI.
Además del aprendizaje teórico y práctico que supone, se acerca a las proble-
máticas sociales como la violencia que aflora en el mundo globalizado, las grandes
desigualdades que se están abriendo constantemente, la exclusión social y la po-
breza, la violencia de género, el desempleo ante la crisis económica mundial, y los
problemas medioambientales, por citar los más destacados.
Son, en definitiva, áreas de la realidad social concretas, que requieren un con-
junto de conocimientos básicos, que están estrechamente relacionados con otras
ciencias sociales y materias afines como Ciencia Política, Educación Social, Tra-
bajo Social, Turismo y Ocio, Ciencias de la Información, Relaciones Internaciona-
les, Psicología Social, Psicología Clínica, Criminología etc., así como un bagaje
imprescindible de conceptos generales comunes a las ciencias humanas para el
conocimiento y análisis de las sociedades actuales.

Madrid, 22 de julio de 2012


Violante Martínez Quintana
Profesora Titular de Sociología
UNED
PRIMERA PARTE
ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD
1.  EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD
LECTURAS: PERSPECTIVAS DIVERSAS EN EL ESTUDIO DE LA SOCIE-
DAD (MARTÍNEZ, 2011)

LECTURA 1ª ABDEL RAHMAN IBN-JALDÚN: CONSIDERADO POR AL-


GUNOS COMO EL PRIMER SOCIÓLOGO

Ibn-Jaldún nació en Túnez —África del nor-


te— el 27 de mayo de 1332, en una familia culta,
y se introduce en el mundo de las matemáticas y
la historia a través de los estudios que efectúa del
libro sagrado musulmán El Corán. Su biografía la
recoge Ritzer (1995:8) de Saleh Fagfirzadeh en el
libro que escribe en 1982 con el título Sociology of
Sociology Then and Now. Ibn-Jaldún trabajó para
sultanes de Túnez, Marruecos, Argelia y España en
los cargos de embajador, chambelán y como miem-
bro del consejo de sabios, su creencia en que los
gobernantes civiles no eran líderes divinos le llevó
a la cárcel en Marruecos. Estuvo trabajando en el
transcurso de dos décadas en la política y después
Abdel Rahman Ibn-Jaldún se dedicó durante cinco años al estudio y a la ela-
boración de escritos, y fue profesor en el principal
centro de estudios islámicos, la mezquita universitaria de Al-azhar en el Cairo.
En las clases que impartía sobresalían aspectos relacionados con la sociedad y
con lo que hoy entendemos por Sociología, y pone el acento en la vinculación
del pensamiento que denominamos sociológico con la observación histórica.
Al final de sus días —1406— había acumulado ya un compendio de escritos
que se aproximaban mucho a nuestra sociología contemporánea, tal es así que
manifestó inclinación por el estudio científico de la sociedad, la investigación
empírica y la búsqueda de las causas de los fenómenos sociales.
18 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Según Martindale el pensador Ibn-Jaldún tenía la convicción de que«los fe-


nómenos sociales obedecen a leyes como las que encontramos en los fenómenos
naturales. Creía también que tales leyes actúan sobre las masas y no pueden
ser considerablemente modificadas sólo por los individuos, manteniendo, por
ejemplo, que el reformador que trate de rejuvenecer a un Estado corrompido no
logrará ningún éxito, porque poderosas fuerzas sociales actuarán contra él. Pen-
saba que las leyes sociales solo pueden descubrirse reuniendo un gran número
de hechos y observando casos comparables. Tales hechos los pueden suministrar
tanto los acontecimientos pasados como los presentes. Las leyes sociales ac-
túan del mismo modo en las mismas clases de estructura. Así, por ejemplo, las
leyes del comportamiento nómada sirven indiferentemente para los beduinos,
bereberes, turcomanos y kurdos. Además, las sociedades cambian y evolucionan
con el contacto de pueblos o clases, como resultado de imitaciones y mezclas»
(1971:152-153).
Por tanto, la consideración que le otorgan algunos de ser uno de los primeros
sociólogos, se fundamenta, por una parte, en los razonamientos que desarrolla
acerca de la solidaridad social —«asabiyya»— la cual implica una propiedad
distintiva de la sociedad, al no poder vivir ningún ser humano fuera de ella, y
surgir, por tanto, la organización social —sociedad— de esa necesidad y, por
otra parte, la atención que tuvo hacia varias instituciones sociales, como la ins-
titución política y la económica —la relación que mantienen entre ellas— y su
gran interés por la comparación entre las sociedades primitivas y las modernas.
Autores como Iglesias, Rodríguez Aramberri y Rodrígez Zúñiga (1989:8)
tampoco olvidan en sus rastreos por la teoría sociológica a Ibn Jaldún y exponen
en el libro I de su Introducción a la Historia Universal sus aportaciones: «Sabed
que la historia tiene por verdadera finalidad hacernos conocer el estado social
del hombre, en su dimensión humana, o sea la urbanización y civilización del
mundo, y de darnos a entender los fenómenos concomitantes naturalmente a su
índole tales como la vida salvaje, la humanización, la coligación agnaticia, las
diversas formas de supremacía que los pueblos logran unos sobre otros y que
originan los imperios y las dinastías, las distinciones de rangos, las actividades
que adoptan los hombres y a las que dedican sus esfuerzos, tales como los ofi-
cios para subsistir, las profesiones lucrativas, las ciencias, las artes; en fin, todo
el devenir y todas las mutaciones que la naturaleza de las cosas puede operar en
el carácter de la sociedad». Todo este proyecto no es, evidentemente, ajeno a la
Sociología, ni tampoco las reflexiones sobre la sociedad y la vida social que las
ha habido desde antiguo, si bien no de la misma manera que lo hará el pensa-
miento sociológico una vez conformada su existencia como disciplina científica
de lo social.
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 19

LECTURA 2ª CHARLES MONTESQUIEU Y LECTURA DEL ESPÍRITU


DE LAS LEYES

La introducción al pensamiento de Montesquieu


es, a la vez, la introducción a la perspectiva empírica
y positiva que había quedado interrumpida tiempo
atrás. Mendras detecta que hasta el siglo xviii no se
ve continuada la perspectiva empírica y positiva ini-
ciada por Aristóteles, ya que «el primero en hacer
una obra sociológica moderna es Montesquieu... que
podemos calificarle de primer sociólogo, en el mo-
derno sentido de la palabra, precisamente por haber
observado la realidad y reflexionado sobre ella antes
de sacar conclusiones» (1974:19-20). Del mismo
modo, Aron en su magnífico libro Las etapas del
pensamiento sociológico, afirmó que «en la medida
en que la intención de aprehender lo social como Charles Montesquieu
tal es materia del pensamiento, Montesquieu merece
figurar en este libro más que Aristóteles, con el carácter de fundador» (1987:17).
Así, pues, Montesquieu (1689-1755) es el primero de los precursores bási-
cos de la sociología que retoma esa perspectiva empírica y positiva que había
quedado tiempo atrás detenida. Su obra El espíritu de las leyes, ha sido conside-
rada como un trabajo sociológico, ya que en ella trabaja el dato histórico como
diversidad —diversidad casi infinita de costumbres, usos, leyes e instituciones
propias de las sociedades—. Parte, pues, de la idea de que el objetivo de la inves-
tigación debería encaminarse de la diversidad o del dato incoherente a un orden
pensado e inteligible, además, de la diversidad observada podemos descubrir
las causas profundas que explican la aparente irracionalidad de los hechos, y
organizar ese caos de costumbres, usos, ideas en un reducido número de tipos y
conceptos, que nos permita comprender la complejidad del mundo social.
Este precursor aporta las directrices básicas de la sociología pura o de la so-
ciología analítica cuando establece relaciones múltiples entre uno u otro factor,
sin la finalidad de determinar el elemento predominante, y trata el principio de
unificación para reunir en una explicación las relaciones parciales. El pensa-
miento de Montesquieu se caracteriza por un aspecto sincrónico y diacrónico en
el que, a pesar de ser el último filósofo clásico y el primero de los sociólogos,
logra aunar el pensamiento político clásico en una concepción global de la socie-
dad, a través de la cual intenta explicar sociológicamente las peculiaridades de
las colectividades. Montesquieu da importancia al clima, la religión, las leyes,
las máximas del gobierno, los ejemplos de las cosas, las costumbres y los usos,
y en su conjunto, forman un espíritu general, un carácter que da originalidad y
unidad a una colectividad, su manera de ser, su manera de actuar. Es, en defi-
nitiva, ese espíritu general el que gobierna a los individuos de cada una de las
colectividades, como así lo muestran las ideas principales de sus dos obras El
Espíritu de las Leyes y Las Cartas Persas.
20 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

(De El Espíritu de las Leyes, Libros I)


Capítulo I: De las leyes en sus relaciones con los diversos seres.— Las leyes
en su más amplia significación son las relaciones necesarias que se derivan de
la naturaleza de las cosas. En este sentido, todos los seres tienen sus leyes: las
tiene la divinidad, el mundo material, las inteligencias superiores al hombre, los
animales y el hombre mismo.
Los que afirmaron que todos los efectos que vemos en el mundo son produc-
to de una fatalidad ciega, han sostenido un gran absurdo, ya que ¿cabría mayor
absurdo que pensar que los seres inteligentes fuesen producto de una ciega fa-
talidad?
Hay, pues, una razón primigenia. Y las leyes son las que existen entre esa
razón originaria y los distintos seres, así como las relaciones de los diversos
seres entre sí.
Capítulo II: De las leyes de la naturaleza.— Antes que todas esas leyes están
las de la naturaleza, así llamadas porque derivan únicamente de la constitución
de nuestro ser. Para conocerlas bien hay que considerar al hombre antes que se
establecieran las sociedades, ya que las leyes de la naturaleza son las que recibió
en tal estado.

(De El Espíritu de las Leyes, Libros XVII)


EL CLIMA: Los hombres son diferentes según los diversos climas... En los
países fríos se tendrá poca sensibilidad para los placeres; pero dicha sensibilidad
será mayor en los países templados y muy grande en los países cálidos. Del
mismo modo que se distinguen los climas según el grado de latitud, se podrían
distinguir también, por decirlo así, según los grados de sensibilidad. He sido es-
pectador de ópera en Inglaterra y en Italia; los mismos actores interpretaban las
mismas obras, pero la misma música producía efectos tan diferentes en ambas
naciones, una tan sosegada y la otra tan apasionada, que parece increíble.

(De Espíritu de las Leyes, 3.a parte, Libros XIV)


EL SUELO: Cómo influyen sobre las leyes la naturaleza del suelo. La buena
calidad de las tierras de un país establece en él la dependencia de manera natu-
ral. Los campesinos, que constituyen la parte principal del pueblo, no son muy
celosos de su libertad, ya que están demasiado ocupados con sus asuntos particu-
lares. En el campo, donde se producen bienes en abundancia, se teme el pillaje y
los ejércitos… Los países no están cultivados según el grado de fertilidad, sino
según su libertad. Si dividimos la tierra mentalmente nos asombraremos al ver,
casi siempre, desiertos en las zonas más fértiles, y grandes pueblos allí donde
parece que el terreno lo niega todo. Es natural que un pueblo abandone un país
malo para buscar otro mejor, y no que abandone uno bueno para buscar otro
peor. La mayor parte de las invasiones van a recaer, pues, en los países creados
por la Naturaleza para ser felices. Y como nada está más cerca de la invasión
que la devastación, los mejores países suelen estar despoblados, mientras que el
espantoso país del Norte está siempre habitado, por la única razón de que es casi
inhabitable (…).
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 21

(De Espíritu de las Leyes, Libros XIX)


EL ESPÍRITU GENERAL: ¿Qué es el espíritu general?— Varias cosas go-
biernan a los hombres: el clima, la religión, las leyes, las máximas del Gobierno,
los ejemplos de las cosas pasadas, las costumbres y los hábitos, de todo lo cual
resulta un espíritu general.
A medida que una de esas causas actúa en cada nación, con más fuerza, las
otras ceden en proporción. La naturaleza y el clima dominan casi exclusivamen-
te en los países salvajes; los hábitos gobiernan a los chinos; las leyes tiranizan el
Japón; las costumbres daban el tono antiguamente en Lacedemoni; las máximas
del Gobierno y las costumbres antiguas lo daban en Roma.

LECTURA 3ª: JEAN JACQUES ROUSSEAU Y LECTURA DE PROGRESO


MATERIAL VERSUS PROGRESO MORAL

Rousseau (1712-1778) es también uno de los


precursores al aplicar un análisis sociológico —y a
su vez antropológico— para tratar de descubrir la
génesis y la estructura oculta de las sociedades con-
temporáneas, que tienen un orden social que constri-
ñe a las personas hasta el extremo de borrarles de la
memoria su propia naturaleza. Desde esta vertiente,
Rousseau propone un esquema teórico hipotético al
que llama estado de naturaleza, y trabaja el concep-
to de hombre natural, para concluir de ahí el grado
de represión impuesto por los sistemas sociales, y
determinar que la estructura psicológica de los indi-
viduos está interrelacionada con su estructura social,
de ahí surge una identidad —el yo— que solamente Jean Jacques Rousseau
se puede dar con la interacción con los otros. Con
estos planteamientos guía la investigación hasta encontrar las «causas extrañas»
que contribuyeron al cambio del hombre natural en hombre social, de manera
que va de la descripción y explicación del origen de las sociedades —estableci-
miento de la propiedad privada y las desigualdades sociales— hasta la organiza-
ción del contrato social como alternativa a la sociedad históricamente degradada
(Iglesias, 1989:107).
Repasemos someramente las anotaciones que la profesora española María
C. Iglesias (1989: 125) recoge de los textos de Rousseau en el «malestar de la
cultura» en el Discurso sobre el orígen de la desigualdad entre los hombres,
como documento que sirve para comprender a las sociedades modernas:
22 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

ROUSSEAU. Progreso material versus progreso moral

Los hombres son malvados; una triste y continua experiencia nos dispensa
de probarlo; sin embargo, el hombre es naturalmente bueno, creo haberlo de-
mostrado; ¿qué es, pues, lo que puede haberlo depravado hasta ese punto sino
los cambios sobrevenidos en su constitución, los progresos que ha hecho y los
conocimientos que ha adquirido? Que admiren cuanto quieran la sociedad hu-
mana, no será por ello menos cierto que necesariamente conduce a los hombres
a odiarse entre sí en la medida en que sus intereses se cruzan, a prestarse mutua-
mente servicios aparentes y a hacerse en la práctica todos los males imaginables.
¿Qué puede pensarse de un trato en que la razón pública predica al cuerpo de la
sociedad, y en el que cada cual halla su provecho en la desgracia del prójimo?
Quizá no haya ni un solo hombre acomodado a quien herederos ávidos, y a me-
nudo sus propios hijos no deseen en secreto la muerte, ni un bajel en el mar cuyo
naufragio no fuera una buena nueva para algún negociante, ni una casa que un
deudor de mala fe no quisiera ver arder con todos los papeles que contiene, ni un
pueblo que no se regocije con los desastres de sus vecinos. Así es como hallamos
nuestro provecho en el perjuicio de nuestros semejantes, y cómo la pérdida de
uno hace casi siempre la prosperidad del otro.
Comparad sin prejuicios el estado del hombre civil con el hombre salvaje
e investigad, si podéis, dejando a un lado su maldad, sus necesidades y sus mi-
serias, cuántas nuevas puertas abrió el primero al dolor y a la muerte. Si con-
sideráis los pesares de alma que nos consumen, las pasiones violentas que nos
agotan y desolan, los trabajos excesivos con que los pobres están sobrecargados,
la molicie aún más peligrosa a que se abandonan los ricos, y que hace que unos
mueran por sus necesidades y otros por exceso; si pensáis en las monstruosas
mezclas de alimentos, en sus perniciosas condimentaciones, en los productos
corrompidos, en las drogas falsificadas, en las bribonadas de quienes las venden,
en los errores de quienes las administran, en el veneno de los vasos en que se
preparan, si prestáis atención a las enfermedades epidémicas causadas por el aire
malsano entre multitudes de hombres apiñados, a las que ocasionan la delicade-
za de nuestra manera de vivir, el paso alterno del interior de nuestras casas al
aire libre, el uso de vestidos puestos y quitados con demasiada poca precaución,
y todos los cuidados que nuestra excesiva sensualidad ha convertido en hábitos
necesarios, cuya privación o negligencia nos cuesta al punto la vida a la salud, si
ponéis en la lista los incendios y los terremotos que, consumiendo o destruyendo
ciudades enteras, hacen perecer sus habitantes por millares; en una palabra, si
reunís los peligros que todas estas causas amontonan continuamente sobre nues-
tras cabezas, sentiréis cuán caro nos hace pagar la naturaleza el desprecio que
hemos hecho de sus lecciones.
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 23

1.1. PENSADORES QUE ESTUDIARON LA SOCIEDAD Y LA EXISTENCIA


DE LA SOCIOLOGÍA

Las lecturas que se pueden efectuar de distintos pensadores como las que aca-
bamos de leer, contienen puntos esenciales de la sociedad, que permanecen intactos
a lo largo del tiempo. Desde estas diversas perspectivas la atemporalidad del estu-
dio se hace eterna, y nos sirve para comprender el presente de nuestras sociedades
del siglo XXI, que no se han desprendido en modo alguno de las que ya existieron
en el pasado, sobre todo porque tienen las mismas raíces y están unidas de manera
invisible en el tiempo.
Así tenemos un elenco de análisis en el pensamiento social en la era clásica
con Sócrates, Platón, Aristóteles, Cicerón, Polibio y Séneca, que aportaron ideas,
concepciones y filosofías sociales en los estudios que realizaron acerca de la so-
ciedad. El sociólogo español Salvador Giner (1992) analizó que tanto la filosofía
social como toda especulación racional y científica tienen su origen histórico en el
seno de las ciudades-estado de la Grecia clásica.
En realidad, parte de los problemas formulados y las soluciones que propu-
sieron permanecen indelebles en las sociedades del presente, y siguen teniendo
todavía la misma importancia. En efecto, nuestros comienzos se hallan en la civi-
lización griega, que se conforma tras la caída de las sociedades arcaicas minoicas
y cretenses, compuesta de pequeños estados que ya abandonaron el mundo tribal
primitivo, para poder desarrollar el raciocinio sistemático del entendimiento de las
cosas, su discernimiento y la identificación emocional.
Con la polis se abandona definitivamente el pensamiento mágico de la tribu y
los sistemas despóticos, y surgen nuevas dimensiones en las ciudades-estado. Toda
una nueva forma de vida empieza a tomar perfiles en esa ciudad-estado que abarca
lo político, lo religioso, lo económico, la escuela y la moral, que en su conjunto
se asientan en el desarrollo de varias actividades humanas como la agricultura, el
comercio y la política, de donde surgirá una gran evolución del pensamiento y de
la cultura superiores a las etapas anteriores.
Las discusiones en la plaza del mercado, los festivales religiosos, el teatro,
las decisiones comerciales y bélicas, etc., más la nueva vida social tienen lugar en
la ciudad-estado, y con ello se produce el trasvase del pensamiento mítico y del
dogma al pensamiento crítico y a la razón. En la épica se encuentra el origen de la
especulación social, tal y como lo muestra el caso de la Ilíada de Homero que tuvo
repercusión en la filosofía social, del mismo modo que en la Odisea o en la obra de
Hesíodo Los trabajos y los dioses, en las que se desmonta la estructura social de
aquella Grecia esplendorosa, y se intenta abordar las cuestiones sociales.
El punto de arranque son las reflexiones y discusiones acerca de la organiza-
ción política y social de la vida en la ciudad-estado, y tiene su núcleo en la demo-
cracia que permite que cada pensador de su aportación desde diferentes planos.
Y será en las ideas políticas donde se desarrolle la naturaleza social del hombre,
y los diversos modos de gobernar con el sistema monárquico, el aristocrático y
el democrático. Con las ideas sociales aparecerán, pues, las reflexiones sobre los
fenómenos sociales, que toma forma con la metafísica, dada la preocupación que
24 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

tenían los griegos por la naturaleza y la necesidad de comprender el universo físico


y expliarlo, lo que constituye el germen que dará a luz toda actividad racional y
científica en el mundo occidental. Política y sociedad irán unidas y se complemen-
tarán constantemente, al comprender caras de una misma moneda.
Por último, la Historia con Herodoto se constituye como una de las ciencias
sociales que va más allá de la recopilación de datos y fechas, ya que se introduce
en el ámbito de la explicación que lleva al discernimiento y a la disertación que son
propias de las relaciones de causa y efecto en el acontecer de los grupos sociales
humanos.
Sócrates es el inventor de la ética secular exenta de toda crítica y funda el
método crítico de indagación científico y filosófico, en cambio, Platón utilizó sus
escritos de filosofía en forma de diálogos, y trató de poner en práctica las teorías
de su filosofía social con reformas sociales, y pasa de lo puramente verbal a lo
escrito. Para ello construye conceptos, los estructura y realiza las correspondientes
conexiones entre ellas de manera sistemática por mediación de la construcción de
ideas, la conversación razonada, la pregunta y la respuesta, la afirmación y la ne-
gación. Su libro La República abarca el proyecto de construcción de una sociedad
perfecta donde los ciudadanos podrían llegar a alcanzar la máxima felicidad y el
más alto nivel de sabiduría. Es la primera utopía que se elabora de una sociedad
feliz y emplea el método deductivo (de lo general a lo más particular), es una
sociedad con un estado que organiza funcionalmente la especialización de tareas
dependiendo de la naturaleza de cada individuo.
Y Aristóteles que integra la sociedad en un sistema
de conocimientos científicos, e inicia el estudio obje-
tivo de los fenómenos humanos, de manera que pasa
del énfasis que se había puesto en los contenidos de
la conciencia individual al estudio de las instituciones
sociales, el cambio sobre las mismas y la conducta. Lo
más característico de Aristóteles es la concepción que
tiene de la naturaleza humana y el origen del estado,
ya que el estado se conforma por las necesidades de la
vida, para que la existencia sea mejor. Esta concepción
le llevó a pensar que aquel hombre que fuese capaz de
vivir fuera de la vida política, sería más que un hombre
–un semidiós- o menos que un hombre –algo parecido
a una bestia-, y a partir de aquí se afianza la idea del
Aristóteles hombre como un animal social, más específicamente,
como un animal político por naturaleza.
En este contexto de esplendor de la polis griega se advierte la existencia del
esclavismo, que paradójicamente posibilitó gran parte del desarrollo cultural grie-
go, la dedicación al gobierno, las artes, la guerra y la vida ociosa basada en la
contemplación de la cultura y el disfrute del mundo del conocimiento en general.
La filosofía helénica asentó las bases para el posterior desarrollo de la sociedad
romana, que se concretará principalmente en las concepciones sociales, las rela-
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 25

ciones jurídicas, las formas del poder público, la administración territorial y demás
aspectos de la vida social.
Efectivamente, un conjunto de valores y sistemas políticos surgen de la urbe
romana, con la formación de un estado universal que arrastra hacia él a todas las
ciudades con una filosofía estoica, donde la política y sus leyes se atienen a la ley
natural. Sin embargo, pensadores como Lucrecio quedan fuera de esta influencia
estoica, y utiliza el raciocinio para encarar los problemas y las instituciones socia-
les, y no se deja influir por las leyendas tradicionales religiosas o las versiones lite-
rarias. Suprime, por tanto, la superstición y emplea el método especulativo, la ca-
pacidad analítica y el planteamiento de una serie de hipótesis que no surgirán otra
vez hasta finales del siglo XVIII (próximos al surgimiento y existencia de la Socio-
logía).
La etapa del pensamiento social cristiano y me-
dieval se inica ahora, y tiene en la figura de San Agus-
tín al filósofo social más importante de la historia, que
representa junto a Santo Tomás, uno de los pilares de
la doctrina social del Cristianismo. En su obra La ciu-
dad de Dios, ofrece una filosofía de la historia y una
concepción de la sociedad, basada en la dualidad social
(la sociedad de los hombres y la sociedad de Dios), y
aborda las cuestiones problemáticas de las relaciones
entre el poder eclesiástico y el civil. La ciudad o so-
ciedad de los hombres es imperfecta, mientras que la
ciudad o sociedad de Dios es perfecta, por lo que será
necesario buscar la salvación en el estado cristiano.
Santo Tomás incorpora a Aristóteles y trata de cons-
truir una explicación universal de la realidad, que inci- Santo Tomás de Aquino
de en el renacimiento de la especulación racionalista, y
el sometimiento de la filosofía a las normas de la lógica, la crítica y la prueba. En
consecuencia, se incorpora la razón en un ámbito que estaba dominado por la fe.
En este contexto de La Edad Media, se aprecia una nueva sociedad que en su
organización social establece unos principios que derriba algunos arquetipos roma-
nos. El poder supremo se concentra entre el Emperador y el Papa en el denominado
sistema feudal, y se atraviesa una época oscura que va del siglo IV o V al VII o
XVIII, etapa en la que reina el atraso y la confusión. El sector predominante es el
agrícola –con el esclavismo feudal y los latifundios-, y la posesión de la tierra es
el bien más importante en un sistema de relaciones y pactos entre el señor feudal y
sus vasallos (vida de la corte, hazañas de los caballeros y señores feudales, gentes
pobres que trabajan en el campo sometidas y obligadas a pagar impuestos a sus
señores, no hay movilidad geográfica ni de estatus, la vida se ciñe a la delimitación
del feudo, etc.).
En esta estructura social la ciencia y la cultura se circunscriben en los monas-
terios, y se expanden monasterios de las órdenes benedictinas, dominicanas y fran-
ciscanas presididos por un abad por todas las localidades, que más tarde sufrirán las
reformas de Cluny y del Cister. San Francisco de Asis destaca por su concepción
26 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

evangélica de la pobreza y la humildad, y se instauran nuevas universidades que


llevarán a un renacer cultural y filosófico con nuevos horizontes por descubrir.
El pensamiento social durante el Renacimiento, la Reforma y la Ilustración
nos sitúa en otra sociedad diferente con la aparición de una nueva clase, la burgue-
sía, que va de la sociedad agrícola a la sociedad industrial en el que el comercio y
las finanzas aportan nuevos elementos como los salarios, los intereses, las mercan-
cías, las deudas, y el aprecio a las riquezas, que deja atrás la comprensión mágica
y religiosa del mundo feudal.
En el siglo XVI el Renacimiento desarrolla una sociedad que va a contener el
concepto de cosa pública, que afianza la idea democrática del poder y tiene como
unidad política fundamental la ciudad (Venecia, Florencia y Génova). El Humanis-
mo busca las obras de los clásicos de la época griega y romana, y se deja el refe-
rente teológico que había imperado en el mundo medieval. Erasmo de Rotterdam y
Tomás Moro pretendieron elaborar un Humanismo cristiano ante el mercantilismo
de la ideología burguesa (mercaderes y banqueros), que más tarde se transformará
en Liberalismo con la Revolución Industrial.
Finalmente, la Revolución Científica culmina el Renacimiento y trae un cambio
en la manera de entender la realidad que comprende desde el siglo XIV hasta fina-
les del siglo XVII. Se transforman las actitudes mentales que posibilitan la creación
de una metodología científica que mantiene vínculos con la cultura humanística, y
que proporcionan desde una amplia perspectiva las concepciones sociales básicas
para el surgimiento de una ciencia social. En realidad la tendencia a la objetividad
no se interrumpió del todo en la gran filosofía medieval, así lo demuestra Santo
Tomás con su vuelta hacia Aristóteles para recuperar, entre otras cosas, la tradición
racionalista.
A partir de aquí se abren las etapas del conocimiento científico con Copérnico,
Kepler y Galileo, siendo definitivamente Galileo el que pondrá en movimiento el
espíritu científico y racionalista, a través de las pruebas empíricas y las normas de
la lógica, lo que lleva al desmoronamiento de los principios de las afirmaciones
dogmáticas prevalecientes hasta ese momento. En definitiva, se pone en funciona-
miento la ciencia moderna y las estructuras que harán florecer las disciplinas socia-
les tales como la ciencia política, la economía, la historia, la ética y la sociología.
La Ilustración (siglo XVI) se encuentra en los enclaves de la existencia de la
sociología como disciplina científica, y tienen como centro principal a la razón, a
través de la cual prevalece una gran actividad científica con el uso de la inducción
y la descripción, la observación de los fenómenos y su comprobación, la especu-
lación a través de las pruebas y el desarrollo del espíritu observador y clarificador.
La razón propulsa la idea del progreso donde se van a encontrar una gran variedad
de pensadores como John Locke, David Hume o Adam Smith, y en relación a la
conexion del pensamiento social con la teoría sociológica destacan Montesquieu y
Rousseau. Montesquieu aporta, entre otras cosas, los orígenes del método socioló-
gico y los criterios sociológicos, y Rousseau la revisión de la teoría del progreso y
del racionalismo, la cuestión de la desigualdad humana, el estado de naturaleza y la
última teoría del contrato social. (Léanse las lecturas de Abdel Rahman Ibn-Jaldún,
Montesquieu y Rousseau).
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 27

El sociólogo español Rodríguez Zúñiga establece una distinción entre la teoría


heredada y la sociología, y se pregunta ¿qué es lo que separa la presociología de
la sociología? La respuesta se halla en la ciencia que es la que marca la separa-
ción definitiva de anteriores modalidades de pensamiento social con el denominado
pensamiento sociológico científico. A partir de aquí se indica el período en el que se
produce esa ruptura y se da a conocer el modo en que se llevó a cabo el nacimiento
de la nueva ciencia social.
Conjuntamente, en el contexto español figuran Iglesias, Rodríguez Aramberri y
el anterior Rodríguez Zúñiga que señalan tres eventos en el origen de la sociología
para comprender mejor su trayectoria y los componentes teóricos. La Revolución
industrial representa el primer acontecimiento que atraería algunos observadores
—que llegarían a ser los primeros sociólogos— preocupados por los diversos cam-
bios que conllevó el nuevo contexto económico social, tales como la organización
científica del trabajo para obtener el máximo rendimiento, la aplicación de conoci-
mientos científicos, la concentración de fuerza de trabajo y la urbana, la oposición
de las masas con los patronos, la existencia de una riqueza y pobreza hasta entonces
desconocidas, la libertad de cambio y la búsqueda individual de beneficio.
Un segundo hecho corresponde a las modificaciones en la organización polí-
tica, concretamente el surgimiento de los primeros Estados nacionales —que de-
jaron atrás la organización medieval del poder— y las relaciones entre la sociedad
civil y el Estado, que dan paso a las ideas democráticas resultantes de la Revolución
Americana y la Revolución Francesa. Y, por último, el gran avance experimentado
por los conocimientos científicos y técnicos desde el Renacimiento —el impacto
de Newton— (1989:8-10). Del contexto histórico y social emergen los precursores
básicos de la Sociología como Montesquieu, Rousseau, Saint-Simón y Hegel, y
el primer fundador que acuña el término de Sociología, Comte. A continuación,
se sitúan los restantes fundadores que se verán más adelante (Tocqueville (1805-
1859), Proudhon (1809-1865), Spencer (1820-1903), Marx (1818-1883), Durkhe-
im (1858-1917) y Weber (1864-1920).
¿Por qué son importantes conocer a estos estudiosos de la sociedad? Porque si
no se conocen a estos analistas esta ciencia está perdida en un mar de investigacio-
nes con infinitos datos sin un horizonte teórico esencial. Siguiendo el ejemplo del
sociólogo R.K. Merton que en su libro Teoría Social y Estructura Social introduce
una cita de Whitehead que alude: «Una ciencia que titubea en olvidar a sus fun-
dadores está perdida», aplicaremos este consejo para introducirnos en el corazón
de la sociología con el conocimiento de los primeros sociólogos que estudiaron
científicamente a la sociedad.
En definitiva, las características de la existencia de la sociología se resumen
en cuatro pautas que son imprescindibles conocer: la aplicación del método cien-
tífico, la separación del nuevo pensar con el pensamiento social, el desarrollo del
pensamiento sociológico científico y la institucionalización de la sociología como
disciplina científica. Por tanto, los pensadores de esta nueva época empezaron a
aplicar el método científico a los problemas sociales, y estudiaron las necesidades
de las nuevas clases sociales emergentes, y la forma diferente de organización po-
28 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

lítica, para comprender y analizar en su conjunto la nueva sociedad que surgía —la
sociedad industrial—, tras el derrumbe de la sociedad estamental-agrícola.

1.2. EL ESTUDIO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD CON LOS PRIMEROS


SOCIÓLOGOS

La aportación de Saint-Simón (1760-1825) repre-


senta en la naciente sociedad de la Revolución Indus-
trial y los nuevos problemas sociales que comporta, un
precursor central en la existencia de la sociología por
sus preocupaciones sobre los problemas teórico-cientí-
ficos y las cuestiones de la filosofía de la ciencia, que
constituyen el primer proyecto sistemático de funda-
mentación metodológica consistente de esta disciplina.
Desarrolla un proyecto de analizar la realidad
social concreta de la sociedad feudal, la sociedad de
transición y la sociedad industrial, y posteriormente
plantea qué tipo de política debía encajar con la nueva
sociedad. Se hace necesario, pues, el análisis científico
Henri de Saint-Simón de los problemas sociales, como consecuencia de las
convulsiones acaecidas que requerirán la elaboración
de medidas de reforma social oportunas, una vez que se obtiene un conocimiento
de la sociedad y del hombre equiparado con el resto de las demás ciencias y poder
cubrir, así, la laguna que en el mundo del saber se había quedado abierta (Rodrí-
guez Zúñiga, 1989:228). Para comprender a Henri de Saint-Simón hay que acer-
carse a su idea de la fisiología social o conciencia del Hombre, que obtiene de las
observaciones que efectúa de la sociedad.
En Hegel (1770-1831) se encuentran una serie de conceptos básicos de su filo-
sofía necesarios para la percepción y comprensión de la estructura de las socieda-
des, que corresponde a una importante parte de la sociología. Su sentido de la dia-
léctica aporta un proceso de descripción razonada, una manera de razonar en la que
cada cosa y concepto se encuentra unido al resto, es decir, al todo. La dialéctica en
general es el arte de dialogar, argumentar y discutir, como método de razonamiento
desarrollado a partir de principios, y de la capacidad de afrontar una oposición. Y
se distinguen, por tanto, tres momentos en la dialéctica hegelina, el primero –la
Tesis- es la posición, la indeterminación, el estar en sí. El segundo momento –la
Antítesis- es la negación o contradicción, la determinación, la objetivación, el ser
para sí. Y el tercer momento –la Síntesis- es la negación de la negación, y por lo
tanto, la superación.
Otro concepto es el de la obligación social que es la respuesta de por qué el
hombre es un ser consciente de su humanidad, esto es así ya que su conciencia, lo
particular es la sociedad o lo universal y no a la inversa, y éste no podría constituir-
se sin ser parte de la historia o de la sociedad, de aquí que la obligación social sea
un proceso que está regido por una relación de subordinación —señor y esclavo—.
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 29

Sobre la sociedad civil y el Estado, Hegel insiste en la importancia que tiene la so-
ciedad, al adquirir primacía en las conciencias individuales, que deberán ajustarse
a ella y no a la inversa.
Pero sin duda, Comte (1798-1857) es considerado como el primer fundador de
la ciencia sociológica, que introduce en su Plan de trabajos científicos necesarios
para reorganizar la sociedad (1822), las condiciones de su época que oscilaban
entre un sistema social que se estaba acabando —la sociedad estamental, agríco-
la— y un sistema nuevo que había emergido en todo su esplendor —la sociedad
industrial—. En estas primeras aproximaciones sobre sociedad y ciencia, propone
la consideración de una física particular, catalogada como física social «fundada
sobre la observación directa de los fenómenos relativos al desarrollo colectivo de
la especie humana, teniendo por objeto la coordinación del pasado social y por
resultado la determinación del sistema que la marcha de la civilización tiende hoy
a producir... esta física social es tan positiva como cualquier otra ciencia de obser-
vación» (Comte, 1977:173-174).
En 1825 elabora su obra las Consideraciones Filosóficas sobre las Ciencias
y los Sabios, y se centra en el tema de la observación de los hechos, que la per-
cibe como la única base sólida de los conocimientos humanos, y aclara que «por
su naturaleza, el espíritu humano pasa sucesivamente por tres estadios teóricos
diferentes en todas las direcciones en que se ejerce: el estado teológico, el estado
metafísico y el estado positivo. El primero es provisional, el segundo transitorio y
el tercero definitivo. A mi parecer, esta ley fundamental debe ser el punto de partida
de toda investigación filosófica sobre el hombre y sobre la sociedad» (Ibídem, 196-
197). Advierte, además, de la existencia de una laguna en el conjunto de la Física
—la celeste, la terrestre, la química, la vegetal y la animal —y que comprende al
ámbito social —física social—.
La física social se sitúa aquí como el estudio de los fenómenos sociales, que
se debían observar con el mismo espíritu que se aplicaba a los fenómenos astronó-
micos, físicos, químicos y fisiológicos, y que estaban sujetos a determinadas leyes
naturales invariables que había que descubrir. En Comte hay cuatro contribuciones
importantes: la acuñación del término Sociología; la base del positivismo; la an-
ticipación de las ideas funcionalistas estructuralistas y la integración de la teoría
y la práctica. Comte se declaró a sí mismo el descubridor de la nueva ciencia en
1822, y en 1839 acuña el término de Sociología a la física social (socius termino-
logía latina: sociedad y logos, terminología griega: tratado de). Sin duda, la base
central del pensamiento de este fundador es el positivismo (Escuela filosófica que
afirma que el único conocimiento es el científico, y se procede con el análisis de
los hechos reales verificados por la experiencia) que va a servir para la búsqueda
de las leyes invariantes del mundo social, y seguidamente se reconocerán los mé-
todos sociológicos básicos: la observación, la experimentación, la comparación y
la investigación histórica.
De esta manera, la observación debe ser orientada por una teoría, y descubrir a
través de los hechos observados una ley. La experimentación conlleva más dificul-
tades en cuanto que se puede incidir en los fenómenos sociales, e incluso controlar-
los. La comparación distingue tres tipos, primero la comparación de las sociedades
30 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

humanas con las sociedades de los animales inferiores, segundo la comparación de


las sociedades en diferentes zonas del mundo, y tercero, la comparación de distin-
tos estadios de las sociedades en un período de tiempo. Y la investigación histórica,
que en opinión de John Stuar Mill ha sido una de las aportaciones más importantes
de Comte —concretamente el método histórico—.
La ley de los tres estadios la descubre Comte a través de la idea de que todo
atraviesa tres estadios, el primero —el estadio teológico—, pretende alcanzar la
naturaleza esencial de las cosas, el origen y el propósito que tienen, ¿de dónde pro-
ceden las cosas? ¿para qué sirven? En esta fase los fenómenos son creados y regu-
lados por fuerzas o seres sobrenaturales. El segundo —el estadio metafísico—,
corresponde a una etapa transitoria entre el estadio teológico y el positivo, en la que
las fuerzas sobrenaturales son reemplazadas por las fuerzas abstractas para explicar
los orígenes y los propósitos. Y, el tercero —el estadio positivo—, abandona ya las
causas originales y busca, en cambio, los fenómenos como tales, las relaciones que
se entablan entre ellos, y las leyes que los rigen.
Por último, destaca la anticipación de las ideas
funcionalistas estructuralistas con el esfuerzo que hace
de distinguir la estática y la dinámica social. Comte
se basó en la Biología para poder elaborar un plan-
teamiento acerca de los componentes de las partes de
la sociedad, que la conceptuó como estática social —
estructura social— al igual que un conocimiento del
funcionamiento de estos componentes en el conjunto
del sistema social, denominado dinámica social. Com-
te fue más allá de la mera teorización, y manifestó el
deseo de que las teorías pudiesen llegar a transformar
la vida social, lo que se llamaría más tarde Sociología
Aplicada. Sin duda, esta aplicación sociológica sirve,
entre otras cosas, para reestructurar aquellas partes de
Auguste Comte los problemas sociales más acuciantes en la sociedad
moderna.
En España la existencia de la sociología tiene, por un lado, una serie de pre-
cursores de diversas tendencias —Luis Vives, Juan de Mariana, Donoso Cortés,
Concepción Arenal, Ramón de la Sagra y Jaime Balmes—, y por otro lado, un
conjunto de pensadores que se fraguaron en precursores y divulgadores fundamen-
tales —González Serrano, Gumersindo Azcárate, Giner de los Rios, Sales y Ferré,
Severino Aznar, Adolfo Posada y Gomez Arboleya, que coexisten en el momento
en que se acuña el término de sociología en Europa por Comte, y se conforma su
conocimiento. El contexto de donde surgen estos pensadores está estrechamente
relacionado con la cultura, la religión y el nivel de progreso en España en la segun-
da mitad del siglo xix y principios del xx, que va a ser diferente del contexto de la
sociología que nace en otros países europeos.
Así, por ejemplo, Saavedra (1991) en su obra El pensamiento sociológico es-
pañol, observa en Luis Vives y Juan de Mariana unos antecedentes importantes en
esta nueva tendencia de pensamiento, al igual que en Donoso Cortés, Concepción
Arenal, Ramón de la Sagra y Jaime Balmes por la influencia que ejercen con el po-
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 31

sitivismo, y que enlazada con el Krausismo, y ponen las bases para los precursores
y divulgadores de la nueva disciplina en nuestro país. Ramón de la Sagra —de
personalidad contradictoria y formación autodidacta— se le ubica como el primer
sociólogo español por las obras que aportó en las que se constata el uso del análisis
sociológico en la observación de la sociedad humana, ejemplos se encuentran en
sus libros y trabajos Lecciones de Economía Social (1840), Estudios estadísticos
sobre Madrid (1844) o Notas para la historia de la prostitución en España (1850).
Su obra es extensa y variada, y analiza aspectos de la realidad social que pertene-
cen al ámbito de la sociología, como las consecuencias de la industrialización en
la clase obrera que se hallaba hacinada en las ciudades con miserables salarios, o
el estudio que realizó de la isla de Cuba en el que trabaja las influencias de la geo-
grafía, el clima, la población, la agricultura, el comercio marítimo, la economía, las
fuerzas armadas coloniales y la historia natural.
Ramón de la Sagra, al igual que experimentaron Saint-Simón y Auguste Comte
—entre otros—, tenía también gran preocupación por la sociedad caótica de aquel
momento que le llevó a reflexionar a fondo en los temas del orden social, hasta el
punto de elaborar un modelo que en su aplicación sirviese de remedio a los males
que azotaban a la sociedad. Su tendencia a estudiar el orden en esta sociedad some-
tida a grandes cambios fue tal, que pensó que la sociología podía ser un instrumento
científico que proporcionase predicción, control y reconducción de la libertad, sin
tener que llegar a una anarquía. Además de estas aportaciones, Ramón de la Sa-
gra fue el primero en transmitir las primeras noticias sobre el krausismo en España
como corriente filosófica que calaría muy hondo en todo el pensamiento de este
país. El krausismo fue una corriente filosófica del siglo xix, de origen alemán —Karl
Christian Friedrich Krauss 1781-1832—, que arraigó en España. Defiende la tole-
rancia académica y la libertad de cátedra frente al dogmatismo. Todos los aspectos
del hombre deben ser cultivados para su completa realización (cuerpo y espíritu).
González Serrano conforma la primera sociología española procedente de la
corriente krauso-positivista que se caracterizaba por un positivismo organicista y
naturalista que trazaba la investigación de las leyes sociales y del acontecer hu-
mano. Hay que matizar que este pensador —precursor y divulgador— era de tipo
espiritualista y no naturalista, y tendía hacia la filosofía de la historia, sus princi-
pales temas de preocupación fueron los de índole psicológica, que son temas que
le acercan a la ciencia sociológica, para poner después un freno al naturalismo
biológico. Sus principales obras son Preocupaciones sociales (1882), Cuestiones
contemporáneas (1883), y La Sociología científica (1884).
A continuación le sigue Gumersindo Azcárate, presidente del Instituto Interna-
cional de Sociología, que participa en esta disciplina por sus inquietudes políticas y
sociales, su obra sociológica de mayor trascendencia se encuentra en el discurso del
ingreso en la Academia de Ciencias Políticas sobre el Concepto de Sociología, el 7 de
mayo de 1891, que trata sobre el concepto de esta ciencia, el objeto y las relaciones
que tiene con otras ciencias, como la antropología, y donde analiza las principales
teorías sociológicas. Gumersido Azcárate diferencia con mayor claridad que Gon-
zález Serrano, la sociología de la filosofía de la historia, ya que de la sociología se
orienta más metafísicamente al referirse por esencia a los principios de la sociedad, y
la filosofía de la historia por estudiar las leyes biológicas de la historia.
32 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

La sociedad es, pues, un organismo social —ten-


dencia krausistas y krauso-positivista—, y muestra in-
clinación por un organicismo espiritualista y no natura-
lista. En la aproximación que efectúa de la sociología
hace alusión a los aspectos teóricos y prácticos, e inten-
ta efectuar someramente una distinción entre una so-
ciología teórica y una sociología práctica —destinada
al tratamiento de los problemas sociales—, además de
realizar análisis de los hechos sociales y de la opinión
pública. Gumersindo Azcárate escribe Estudios econó-
micos y sociales (1876), El positivismo y la civiliza-
ción, Estudios filosóficos y políticos (1877), Tesis Con-
cepto de Sociología (1891) y Plan de Sociología
Gumersindo Azcárate
(1899). Su contribución es importante por el nivel de
información y de difusión que otorgó a esta nueva ciencia, pese a que tuviera limi-
taciones como sociólogo sistemático y científico.
Francisco Giner de los Ríos está unido a Gumersindo Azcárate por esta aproxi-
mación de la ligazón entre la sociología y la antropolo-
gía y las problemáticas sociales. Se sigue conceptuan-
do a la sociedad como un organismo a través de un
enfoque totalmente espiritualista que debe ir más allá
del mundo biológico y centrarse en todas las realidades
que presenta. Toda su obra refleja filosofía y se preocu-
pa por los problemas psicológicos, y como buen divul-
gador de los fenómenos sociales del tiempo que le tocó
vivir, logró ser según Saavedra un inspirador y anima-
dor de la renovación del pensamiento social en España.
Muestra de sus inquietudes están patentes en sus obras
Lecciones Sumarias de Psicología (1874), La Persona
social (1899), Filosofía y Sociología (1924 y 1925) y
Filosofía y Sociología, Obras completas (1925).
Francisco Giner de los Ríos
Manuel Sales y Ferré consiguió la primera cátedra
de sociología en España en 1899, y es el pionero de la sociología en España a través
de la etapa filosófico-krausista, la etapa histórico-antropológica y la etapa socioló-
gica. Entre las obras que escribió destacan Estudios de Sociología (1889), Tratado
de Sociología (1894), Problemas Sociales (1910) y Sociología General (1912). La
etapa sociológica de Sales implica el punto más importante del nacimiento de la
sociología en España, precisamente en el último cuarto del siglo xix, donde conflu-
yen el esplendor del positivismo, el entusiasmo por las cuestiones antropológicas,
la influencia del organicismo naturalista y biologista, y el interés por los problemas
sociales de algunos intelectuales, todo ello en una estructura económica y social
que se diferenciaba de la de los países industrializados de aquel momento.
La estructura española estaba compuesta por clases sociales todavía muy jerar-
quizadas, en las que prevalecían los esquemas rurales sobre los urbanos, y existía
una burguesía débil. Núñez Encabo (1999:161) puntualiza que la génesis de la
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 33

sociología española está delimitada desde la década de los años setenta del siglo
xix hasta los primeros años del siglo xx. Los nueve puntos de la nueva sociología
de Sales son los siguientes:

1.  El hecho social es el objeto de estudio, y se diferencia del hecho biológico y


del hecho psíquico.
2.  El análisis del individuo y de lo individual sirve para ubicar y comprender
mejor el origen, valor y diferencia de lo social.
3.  Rechaza el biologismo y se queda con el positivismo, por lo que niega la
metafísica y sigue utilizando la interpretación filosófica.
4.  Niega el carácter organicista de la disciplina, que concibe a la sociedad como
un organismo, aunque se sirve del organismo únicamente como ejemplo.
5.  Da por supuesto el sentido histórico y evolucionista de la sociología.
6.  Al abandonar el biologismo, las leyes sociológicas se interpretan con más
flexibilidad y en un sentido lógico.
7.  La cuestión social es un problema propio de la disciplina que corresponde a
la sociología práctica, y aunque no hace una separación explícita entre la so-
ciología teórica y la práctica, afirma que no es solamente una ciencia teórica
sino que también es una ciencia práctica.
8.  Hay un mayor influjo del método psicológico, ya que se aprecia una simbio-
sis de positivismo (no biológico) y psicologismo (no metafísico).
9.  La obra Sociología General requiere situarla en el ambiente sociológico de la
época, y refleja las características de la sociología positivista y organiscista.

La estructura de esta nueva sociología, está con-


tenida en la obra Sociología General, que trata temas
concernientes a factores físicos —medio natural— y
los factores étnicos. También efectúa un estudio de las
sociedades, que las divide en sociedades componen-
tes y en sociedades integrales o totales, de manera que
clasifica a las sociedades en económicas, genésicas,
artísticas, científicas, religiosas, morales, jurídicas, po-
líticas y mundanas, que requieren para su conocimien-
to de la historia, además de los temas de organización
social —el liberalismo, el socialismo, la democracia, el
reformismo y el elitismo cultural—.
Tras la muerte de Manuel Sales y Ferré, Severino
Aznar ocuparía su cátedra al quedar ésta vacante en Manuel Sales y Ferré
1916. Con Severino Aznar se emprende un nuevo pe-
ríodo diferente y se afianza la influencia del catolicismo, lo que supuso el olvido de
la sociología laica que hoy en día se ha recuperado. Las obras de Severino Aznar
son Religión y Ciencia. El catolicismo en España (1906), Estudios Económicos So-
ciales (1946) y el Catolicismo social en España. Nuestro primer curso social (s.f.).
34 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

El penúltimo de los precursores y divulgadores fundamentales es Adolfo Po-


sada —importante sociólogo krausista— que mostró un dominio preciso y muy
amplio del conocimiento sociológico, que está reflejado en sus obras La Literatura
de la Sociología (1890), Principios de Sociología, Introducción (1908) y La Socio-
logía contemporánea (s.f.). Adolfo Posada se introduce en la sociología por media-
ción del derecho político y las inquietudes que él tenía de los problemas sociales.
Tiene un gran prestigio en cuanto divulgador y propagador de la nueva disciplina,
como bien se refleja en su libro Principios de Sociología, porque realiza un análisis
que comprende desde Comte hasta la sociología americana de aquel momento, y
profundiza en la variedad de tendencias y escuelas, y las tesis que se defendían
acerca de esta nueva ciencia. Es importante la distinción que efectúa entre la so-
ciología pura —la teórica— y la sociología aplicada, y señala que no hay que con-
fundir la sociología aplicada con la reforma social —política de acción social—.
Adolfo Posada utiliza varias técnicas sociales en muchos de sus trabajos, que
cobran transcendencia a partir de 1901. Su sociología parte de la tendencia krauso-
filosófica y metafísica, y fue una figura destacada en la etapa de iniciación de esta
disciplina, aunque sus obras son posteriores a la de los precursores y divulgadores
anteriores. Por otra parte, ya se disponía de conocimientos sobre las ciencias socia-
les y sobre sociología más afianzados, materia que se había institucionalizado en
Estados Unidos, donde comenzó a tomar allí predominio mundial.
Por último, Gómez Arboleya finaliza la etapa de precursores y divulgadores
fundamentales de la sociología en España, y publica La sociedad moderna y los
comienzos del saber sociológico (1954), Historia de la estructura y del pensamien-
to social (1957) y Sociología en España (1958), que afianza la importancia que
tuvieron las traducciones al español de la literatura más importante perteneciente
a las ciencias históricas y sociales en tan sólo veinticinco años —Spencer, Giddins
y Ward y los autores de segunda fila—, traducciones que con el tiempo mejorarían
con la Biblioteca de la Revista de Occidente.
En el contexto internacional figura Alexis de Tocqueville (1805-1859) y con él
comienza a funcionar la sociología junto a Friedrich Christoph Dahlman (1785-
1860) que ponen en marcha un nuevo tipo de análisis, basado en un minucioso
estudio empírico de los acontecimientos y fenómenos políticos, precisamente en el
ámbito de los factores sociales que los habían propiciado. Su gran obra Democra-
tie en Amerique (1835-1840) concreta un análisis sobre el problema de la calidad
democrática en la sociedad americana, y toda la trama de los hechos sociales que
estaban emergiendo (Martindale, 1971:46). En este libro se expone la idea de que
la tendencia hacia la democracia es el elemento básico de las sociedades modernas
y de que el movimiento hacia la igualdad puede subsistir con múltiples formas de
organización y funcionamiento social y político. Su aportación más relevante es la
documentación que consigue del estudio empírico que efectúa de las sociedades
modernas, y elabora a tal efecto un entramado de rasgos estructurales, para pasar
después a comparar las diversas modalidades que en ellas existen.
La teoría que consigue trazar acerca de las sociedades democráticas modernas
es el equivalente a la ampliación y renovación de la concepción que tenía Montes-
quieu, y tanto Montesquieu como Tocqueville confluyen de manera paralela en el
tratamiento explicativo de los grandes acontecimientos que afloran en las sociedades,
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 35

y las causas que los originan. Tocqueville realiza en sus


trabajos una combinación del método del retrato socio-
lógico con la clasificación de los tipos de régimen y los
tipos de sociedad, además de la inclinación a organizar
teorías abstractas basándose en un número limitado de
hechos. Por último, Tocqueville no tiene tendencia ha-
cia las grandes síntesis que se encaminan a anticipar la
historia, hecho que contrasta con las consideraciones de
Comte y de Marx, especialmente porque conocer la his-
toria antes de que se realice conlleva la anulación de la
dimensión específica humana en cuanto a la acción y la
imprevisibilidad.
Otro sociólogo importante es Proudhon (1809-
1865) que percibe la realidad social multiforme y plu- Alexis de Tocqueville
ridimensional, además tiene elementos en común con
Saint-Simón, una percepción dialéctica diferente de la que tiene Hegel, y una cierta
influencia que ejerció en el joven Marx. Los aspectos más valiosos de su concep-
ción sociológica se resumen en los siete siguientes puntos:

1.  La realidad social es multiforme y pluridimensional. (Es decir, que las so-
ciedades y el mundo presentan variedades y están compuestas de muchos
elementos que hay que diferenciar, no son homogéneas ni iguales entre sí).
2.  Esta realidad social es, en su conjunto, esfuerzo, acción, trabajo, compe-
tencia y lucha de grupos y de clases. (La estructura básica de las sociedades
tienen estos componentes que las conforman para poder funcionar y sobre-
vivir).
3.  La espontaneidad colectiva desempeña un papel esencial.(Supone que lo
colectivo como esencia de lo social es la fuerza viva de las sociedades y del
mundo en general).
4.  El pluralismo sociológico está impuesto por los hechos. (Los hechos, suce-
sos, eventos, acontecimientos... se engloban en la observación sociológica y
de ahí sale el pluralismo sociológico).
5.  Las revoluciones sucesivas son necesarias para promover la justicia y la
razón, que son esencialmente colectivas. (El conflicto y el cambio social
son también las fuerzas vivas destinadas a transformar aquellas partes que
demandan intervenciones, modificaciones y cambio en general para satisfa-
cer las necesidades que surgen en las sociedades).
6.  Las ideas, la razón colectiva e individual, la justicia, provienen de la ac-
ción y del trabajo y retornan a la acción. (Son también las fuerzas vivas
para satisfacer las necesidades que conforme pasa el tiempo necesitan las
sociedades).
7.  La realidad social puede ser mejor estudiada por la diléctica de las contra-
dicciones. (Hegel ya nos habló de la dialéctica y aquí se plasma para com-
prender las contradicciones que presenta la realidad social de las sociedades).
36 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Herbert Spencer (1820-1903) pertenece a la rama


de la ingeniería en su formación inicial, y se interesa
por la biología y las leyes de la evolución, de aquí que
fuese el primer pensador de una sociología con ten-
dencia naturalista, y también el primero en emplear la
etnografía y la historia más antigua, y utilizar tipos so-
ciales en los estudios sociológicos. Han sido muy útiles
sus enfoques terminológicos, conceptuales y metodo-
lógicos. Un caso lo tenemos en su colaboración con
la etnografía que influyó en Durkheim, Mauss y Lu-
cien Levy-Bruhl, en el problema de la división social
del trabajo, que también influyó en Durkheim y, por
último, la incorporación de los términos institución,
Herbert Spencer controles sociales, estructura social y función social,
que alcanzaron una incidencia considerable en varios
autores norteamericanos del siglo xx, como Parsons y Merton (1985).
Con el tiempo se ha constatado la importancia que han tenido sus obras en la
configuración de la sociología como disciplina científica, y concretamente en el
desarrollo de la teoría funcional estructural del siglo xx. De hecho, Rítzer (1995)
da cuenta del avance que supone el libro de la Estática Social (1850) de Spencer
para la teoría comtiana, especialmente por los términos derivados de la biología
como son el de estructura y función, muy parecidos a los que utilizó Comte. Y
al igual que Comte, Spencer se muestra favorable hacia el positivismo y hacia la
búsqueda de descubrimientos de las leyes invariantes del mundo social, pero a
Comte le interesaba la evolución de las ideas y a Spencer la evolución estructural y
funcional. Es muy notable que el núcleo central de su trabajo sea la evolución, por
esa razón capta la sociología como el estudio de la evolución de las sociedades, que
es una teoría que desarrolla plenamente en su obra de tres volúmenes Principios de
Sociología (1908).
Utilizó el método histórico comparado, para el estudio histórico de las socieda-
des, y los modos en que las organizaciones se relacionan con las instituciones, los
tipos de familias, las creencias religiosas, las costumbres, las distinciones de clase,
etc. En suma, su metodología sociológica abarca los fenómenos macrosociales:
sociedades, estructuras sociales, instituciones sociales y funciones, y se muestra fa-
vorable a defender que la nueva disciplina debe estar «libre de valores», sobre todo
por los diversos sesgos que tienen que superar los sociólogos, y a niveles distintos:
educativos, patrióticos, de clases, políticos y teológicos.
El profesor Giner (2001) señala el gran esfuerzo que hizo Spencer por asentar
una sociología respetable, con la aplicación del método científico al estudio de las
sociedades humanas, y al avance de la aplicación. Especialmente relevante resulta
la aplicación de la ley de la evolución, consistente en la transición de lo simple
—homogeneidad caótica— a lo complejo —heterogeneidad ordenada—. De aquí
surge, pues, una trayectoria innovadora en la historia del pensamiento social, en
cuanto que se interpretan las sociedades según las funciones que representan todas
las actividades de las que están compuestas. Las sociedades se conceptuaban, por
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 37

tanto, como si fueran organismos, comparación basada en la metáfora orgánica


sin declarar afirmativamente que las sociedades humanas fuesen auténticos orga-
nismos. La contribución de la teoría de la evolución y de la metáfora organicista
pone las bases de lo que más tarde se llamará la teoría funcionalista y funcional
estructuralista en el siglo xx.
A partir de aquí nos encontramos con el círculo de oro teórico de los grandes
fundadores de la Sociología: Marx (1818-1883), Durkheim (1858-1917) y Weber
(1864-1920), que comprende la consolidación del análisis y del método socioló-
gico, y que son obligatorios y esenciales en el conocimiento de la sociología en
general. Los tres son europeos y contribuyen con sus obras al razonamiento so-
ciológico científico y crítico aplicado, al contexto de la nueva sociedad industrial,
bien ensamblado y asentado para que se continue con las siguientes generaciones
de sociólogos.
Karl Marx (1818-1883) se caracteriza por el análisis científico de las socie-
dades para mejorarlas y transformarlas. Empieza una etapa nueva de análisis que
tendría gran trascendencia para el mundo, sobre todo porque sus análisis ideoló-
gicos y sociales, desembocaron en un programa político que estaba pensado para
transformar la sociedad capitalista de aquel momento por otra muy diferente, que
hallará en el socialismo unos pilares firmes para la futura sociedad comunista. Aquí
se va de la teoría a la praxis, y se alcanza el mito de analizar las sociedades desde
la perspectiva científica para mejorarlas y transformarlas. Esta tarea la puede rea-
lizar Marx con la colaboración de Friedrich Engels que intervendrá en casi toda la
producción de sus obras, e incluso las continuó después de su muerte (1883) hasta
1895, que es cuando Engels muere.
Los datos biográficos de Karl Marx señalan que nace en Tréveris (Renania,
Prusia) en 1818, era descendiente de un abogado liberal de origen judio, y cursó sus
estudios de derecho en la Universidad de Bonn, después en la Universidad de Ber-
lín se decanta por los estudios de Filosofía y Letras, y más tarde se hizo periodista
y editor. Su obra se desglosa en las siguientes aportaciones más relevantes: Ma-
nuscritos: Economía y Filosofía (1844), con F. Engels La Sagrada Familia (1845),
Tesis sobre Feuerbarch (1845), con F. Engels Manifiesto del Partido Comunista
(1848), El 18 Brumario de Luis Bonaparte (1852), Elementos fundamentales para
la Crítica de la Economía Política (1859), El Capital I Vol. (1867), el segundo
volumen y el tercero los edita F. Engels (1867) y Crítica del programa de Gotha
(1875).
Marx examina de manera directa la sociedad capitalista que había dejado atrás
a la estamental, y que había transformado las vidas de muchas personas, las tareas
a desempeñar, los pensamientos y las conductas sociales. Investiga, pues, el me-
canismo de funcionamiento de estas nuevas sociedades, y se centra en las nuevas
clases sociales que aparecen: la burguesía y el proletariado, para lo cual efectúa un
estudio histórico de cómo han funcionado anteriormente otras sociedades, incluso
llega hasta los orígenes de las sociedades humanas, para investigar el comunismo
primitivo y las sociedades tribales, las sociedades asiáticas, las sociedades antiguas
o clásicas, y las sociedades feudales, y tras este exhaustivo análisis social, histórico
y económico elabora una proyección de cómo podría ser una sociedad futura.
38 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Con este gran sociólogo se ha elaborado una extensa literatura para describir e
interpretar toda su contribución a las ciencias sociales, como es el caso del profesor
Rodríguez Aramberri (1989) que señala los dos puntos de partida de Marx en sus
investigaciones: el orden social y la revolución. El orden social representa una
realidad compleja, compuesta de dos clase sociales cuyos intereses son antagónicos
y permanecen en ruptura histórica y conceptual con otros tipos de clases sociales
que las han precedido; y la revolución que supone una actividad transformadora
para mejorar el orden social, y reconstruir otro diferente, donde pueda haber cierta
armonia en la acción social.
Las interpretaciones de su obra, parten, por tanto, de la economía política, del
socialismo y de la filosofía hegeliana, y la metodología que emplea es la conoci-
da por el materialismo histórico, compuesto de conocimiento y de acción, para
facilitar la intervención consciente sobre la historia, y que parte de la teoría para
desembocar en la práctica. La herramienta que utilizó Marx para el materialismo
histórico fue la dialéctica, que proviene a su vez de la lógica de Hegel, donde ade-
más de contemplar una relación causal unidireccional —causa-efecto—, también
se recogen las relaciones recíprocas entre los elementos sociales, y la totalidad
dialéctica que se encuentra en la vida social. De esta dialéctica aplicada al análisis
crítico de la sociedad capitalista contemporánea, unifica los valores sociales y los
hechos sociales, y se inclina más por el estudio de las relaciones sociales que por
llegar a elaborar grandes abstracciones.
Otros autores como Ritzer (1995) se detienen más en la aportación sociológica
que en la teoría económica, en cuanto que es una tipología de teoría que sirve para
analizar a cualquier sociedad humana, que dispone de una ideología manifiesta
que no se puede eliminar. Este autor se detiene en cinco puntos básicos en su obra:
el potencial humano, la alienación, las estructuras de la sociedad capitalista, los
aspectos culturales y la economía. Así, pues, del potencial humano obtiene un
conglomerado de ideas que contiene las capacidades y aptitudes de las personas,
las necesidades y deseos, la conciencia de sí mismos y del medio que les rodea, las
actividades —trabajo y creatividad—, y la sociabilidad.
En cuanto a la alienación sirve para diseccionar las estructuras del capitalis-
mo, por la disfuncionalidad de este modo de producción que conlleva alienación
respecto de la actividad productiva, respecto del producto que se obtiene de esa ac-
tividad, y también respecto de los compañeros y compañeras de trabajo. Todo ello
requerirá la emancipación para alcanzar el desarrollo humano que subyacía estan-
cado en el sistema de producción y de vida capitalista. Y es aquí donde el objetivo
de la sociología de Marx se dirigía a la emancipación de la humanidad de esa nueva
esclavitud. El tercer punto son estructuras de la sociedad capitalista en las que se
efectúa un análisis de las relaciones sociales, de las mercancías, del capital, de la
propiedad privada, de la división del trabajo y de la clase social. El cuarto punto son
los aspectos culturales que existen en la conciencia de clase, en la falsa conciencia
y en la ideología. Y, finalmente, el quinto punto se centra en la economía en cuanto
valor de uso y valor de cambio.
Para Giner (2001) Marx despunta también con todas estas apreciaciones traza-
das por Rodríguez Aramberri y Ritzer, y lo ubica en el campo del conflicto social
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 39

y de la emancipación humana, por otro lado, sitúa a Friedrich Engels como un


elemento importante en esta aportación sociológica que alcanzó gran influencia,
debido a esa búsqueda infatigable de seleccionar criterios rigurosos en el análisis
de los procesos revolucionarios de la época que les tocó vivir. Engels, por ejemplo,
observó e investigó las condiciones a las que estaban sometidas las clases obreras
en Inglaterra, y publicó en 1845 La condición de la clase obrera en Inglaterra en
1844, con una intención revolucionaria para que estos obreros tomasen conciencia
de su situación. Además, describió acertadamente el impacto de la técnica y de la
industrialización tanto en los suburbios residenciales como en las ciudades, hecho
que ha llevado a considerar esta monografía como uno de los clásicos pioneros de
la sociología urbana.
Indudablemente, el máximo exponente como documento revolucionario y como
expresión de una doctrina políticosocial pertenece a la obra que redactaron conjun-
tamente Marx y Engels El Manifiesto del Partido Comunista (1845). Desde este
momento ambos pensadores se dedicaron a estudiar e interpretar la historia contem-
poránea, y elaboraron su filosofía de la historia, y aquí es donde se encuentra lo
más esencial de sus teorías sociológicas, precisamente en la evolución histórica de la
humanidad. Se desprende, en definitiva, del pensamiento marxiano una idea central
que es la totalidad social, basada en conceptuar la realidad social como un todo que
está compuesto por partes interdependientes e inseparables, porque permanecen en
una interrelación dinámica. Marx y Engels se esforzaron al máximo en afianzar una
filosofía de la sociedad con base científica, es decir, una ciencia de la sociedad, en
definitiva, una sociología, que penetrase en el campo de la economía política y fuese
más allá. Según Giner «Marx y Engels no usaron la expresión “sociología” en su
obra, y lo hicieron adrede, para que no se les confundiera con Comte, a quien consi-
deraban idealista, pequeño burgués y conservador» (2001:149).

IDEAS DE KARL MARX


– Analizar las sociedades desde la perspectiva
científica para mejorarlas y transformarlas.
– Examina la sociedad capitalista: la burguesía y
el proletariado.
– Puntos de partida: la economía política, el socia-
lismo y la filosofía hegeliana.
– Puntos de partida en sus investigaciones: el or-
den social y la revolución.
– Metodología: el materialismo histórico (la dia-
léctica).
– Puntos básicos en su obra: el potencial humano,
la alienación, las estructuras de la sociedad ca-
pitalista, los aspectos culturales y la economía.
– Idea central: la totalidad social (conceptúa la
realidad social como un todo que está compuesto Karl Marx
por partes interdependientes e inseparables.
40 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Émile Durkheim (1858-1917) nace el 17 de abril de 1858 en Épinal en Lorena


(Francia), en el seno de una familia judía tradicional, y a pesar de tener una familia
que le evocaba al rabinato, él decidió tomar el camino agnóstico. Después de sus
estudios en el Liceo Luis el Grande de Paris, se marchó a la Escuela Normal Supe-
rior, y más tarde enseñó en liceos de provincias; se trasladó a Alemania para estar
allí durante un año con el fin de conocer los métodos de las ciencias sociales que
allí se estaban impartiendo. Durkheim logra que la Sociología se afianzase como
una disciplina independiente, y una materia académica y científica autónoma, y
contribuyese a la formación teórica estructural funcional, que será una teoría que
marcará la producción literaria en el siglo xx. Entre sus preocupaciones figura el
debilitamiento que padecía la moralidad común en la incipiente sociedad industrial
de su tiempo, problema social que se manifestaba a través del riesgo que podían
tener las personas como la pérdida patológica de los vínculos morales.
La primera de sus obras principales —La División del trabajo social (1893)—
es una de sus dos tesis, con la que se doctoró en 1893, y la segunda la llevó a cabo
por la necesidad imperiosa que tenía la nueva disciplina en disponer de una meto-
dología propia que la diferenciara de otras como la filosofía y la psicología, y que
la títuló Las reglas del método sociológico (1895), que es un método que aplicaría
más tarde a una de sus más relevantes obras El Suicidio (1897), y que es un referen-
te bibliográfico hoy en la psicología y la psiquiatría fundamentalmente. Por último,
Las formas elementales de la vida religiosa (1912) es una obra que ha sido consi-
derada como la más notable que dejó a la nueva ciencia, paralelamente el Anuario
sociológico (L’Anné sociologique, 1898) significó la apertura de una corriente de
líneas sociológicas francesas equiparable a la American Journal of Sociology en
Estados Unidos —fundada ésta en Chicago en 1892—. Durkheim demostró que la
Sociología es una disciplina autónoma con un objeto propio de estudio, los hechos
sociales, que es un planteamiento que defendió en distintos momentos de su tra-
yectoría curricular.
Steven Lukes (1984) muestra tres elementos en la contibución durkheimiana,
el primero son los conceptos, que están basados en la conciencia colectiva, las re-
presentaciones colectivas y los hechos sociales; el segundo elemento es la vertiente
dicotómica que consiste en algunos planteamientos que él fue trabajando, como el
de sociología-psicología, lo social-individual, las reglas morales y los apetitos sen-
suales, los de conceptos y sensaciones, lo sagrado y lo profano, y lo normal y lo pa-
tológico. El tercer elemento que descubre Luckes son los argumentos que desarrolla
Durkheim en todos sus escritos, que se desglosan en la Petitio principii —vicio
erudito obsesivo, que afecta más a la presentación de las ideas que él plantea que al
valor de las explicaciones que da—; el argumento por eliminación —dar distintas
explicaciones alternativas que se van eliminando hasta llegar a la teoría que él quería
defender—; utiliza para ello el tratamiento de los datos, y mostraba más confianza
en sus teorías que en las pruebas fehacientes que no evidenciaban los planteamientos
teóricos. Este estilo polémico y metafórico ha producido en algunos casos la des-
orientación de algunos lectores que no alcanzaron el significado de sus ideas.
El profesor español Moya (1986) detecta también en las obras de Durkheim los
orígenes del análisis estructural funcional, sobre todo en la autonomía metodológi-
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 41

ca durkheiniana que percibe la sociedad como una totalidad objetiva que es exte-
rior al observador científico, y contiene, por tanto, una estructura global que es in-
dependiente de las decisiones del sujeto. La sociedad se muestra con una estructura
anatómica —las formas de ser colectivas— que tienen, efectivamentea, un funcio-
namiento fisiológico —las formas del hacer—. Aquí late un esquema evolucionista
consistente en el tránsito de la sociedad amorfa —la solidaridad mecánica—, a las
sociedades basadas en una amplia división del trabajo —solidaridad orgánica—,
en las que la división del trabajo logran mayor complejidad, un amplio desarrollo
en sus estructuras, en su integración social y personal, hasta obtener la solidaridad
orgánica, momento en el que el análisis sociológico diagnostica la funcionalidad
o disfuncionalidad de las instituciones con respecto a la estructura del momento.
Del mismo modo, Ritzer (1995) amplia este análisis de la obra La división del
trabajo social, y puntualiza la concepción de estos dos tipos de sociedad —la soli-
daridad mecánica propia de las sociedades primitivas con estructuras sociales poco
diferenciadas y con escasa división del trabajo—, y el tránsito a la solidarida orgá-
nica, en la que trabaja el concepto de densidad dinámica que surge con el aumento
de personas y el grado de interacción entre ellas, con la formación de la conciencia
colectiva, las representaciones colectivas y la anomia. Ahora, bien, el estudio de
los hechos sociales son el objetivo distintivo de la sociología, que son presentados
como externos y coercitivos para los individuos, y deben ser tratados como cosas.
Los hechos sociales se pueden dividir en materiales —sociedad, componentes
estructurales como la Iglesia o el Estado, y componentes morfológicos como distri-
bución de la población, la comunicación, etc.,— y en los inmateriales que aluden a
la moralidad, la conciencia colectiva, las representaciones colectivas y las corrien-
tes sociales. Pero, más concretamente ¿qué son los hechos sociales? Los hechos
sociales son un conglomerado de estructuras sociales, normas y valores culturales
que son externos y coercitivos para lo que él denomina los actores, y constituyen el
núcleo de la sociología durkheiniana, que defiende que las estructuras de la socie-
dad influyen en los pensamientos y en las acciones de todos los individuos.

IDEAS DE ÉMILE DURKHEIM


–  Logra que la sociología se afiance como una dis-
ciplina independiente, y con un objeto propio de
estudio: los hechos sociales (estructuras sociales,
normas y valores culturales externos y coerciti-
vos para los individuos que influyen en sus pen-
samientos y acciones. Los hechos sociales son
los actores que deben ser tratados como cosas).
–  Tres elementos durkheimianos: los conceptos
(basados en la conciencia colectiva, las repre-
sentaciones colectivas y los hechos sociales),
la vertiente dicotómica (sociología-psicología,
social-individual, reglas morales-apetitos sen-
suales, conceptos-sensaciones, sagrado-profano, Émile Durkheim
42 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

normal-patológico) y el argumento por eliminación centrado en las explica-


ciones alternativas y el tratamiento de los datos.
–  Metodología: percibe la sociedad como una totalidad objetiva que es exterior
al observador científico, y contiene, por tanto, una estructura global que es
independiente de las decisiones del sujeto.
–  Esquema evolucionista: de la sociedad amorfa (solidaridad mecánica: socie-
dades primitivas con estructuras sociales poco diferenciadas y con escasa di-
visión del trabajo) a las sociedades basadas en una amplia división del trabajo
(solidaridad orgánica:densidad dinámica, aumento de personas, interacción
entre ellas, conciencia y representación colectiva y anomia).
–  Análisis estructural funcional: el análisis sociológico diagnostica la funciona-
lidad o disfuncionalidad de las instituciones con respecto a la estructura del
momento.

Max Weber nace en Erfurt (Alemania) el 21 de abril de 1864, su padre Max


Stadtrat fue diputado y perteneció al partido liberal alemán, su madre, Helena Fa-
llenstein estaba dotada de una religiosidad profunda y una delicada espiritualidad
Este fundador nace, pues, de una familia burguesa en la que se abriría una impor-
tante diferencia de pensamiento y forma de vida entre sus padres, que le marcarían
en su salud y formación intelectual. En 1882 comienza los estudios de derecho, al
igual que su padre, y pone mucho interés en la economía, la historia y la filosofía.
En 1892 da clases de derecho mercantil y romano, más tarde será profesor de eco-
nomía y catedrático de sociología en la Universidad de Viena. En 1919 da clases
de sociología y de ciencias del Estado en Munich, momento en el que acontece su
muerte el 14 de junio de 1920.
La ética protestante y el espíritu del capitalismo es una de las grandes obras
de Weber, escrita en 1904-1905, tras una larga y grave crisis que padeció con la
muerte de su padre. A través de la contribución de este libro consolidó su metodo-
logía, y su interés por la investigación sociológica y por la sociología de la religión,
y representa una de las obras más difundidas y conocidas hasta nuestros días. Con
esta obra Weber analiza y explica los orígenes del capitalismo y de la modernidad,
visión que sería ampliada y completada en su trabajo póstumo Historia económica
general, editado en 1964, donde se determinará definitivamente las repercusiones
que tuvieron los elementos religiosos del protestantismo en el incipiente capita-
lismo. La decadencia de la cultura antigua se publica en Revista de Occidente en
1926, El político y el científico en 1976 en Alianza Editorial, Sobre teoría de las
ciencias sociales en 1971 en Península, Ensayos de sociología contemporánea en
1972 en Martínez Roca e Historia agraria romana en 1982 en Akal.
Su visión de la sociología se aleja un poco del trabajo que muchos realizaron
en aquella época, y que fue calificado por él como de patraña, porque se situó en
una posición de defensa de un conocimiento libre de valores cuando se impartían
clases de sociología en las aulas. Algo que era muy distinto de la imposibilidad de
desprenderse de los valores ideológicos cuando los investigadores se encuentran
ante la tesitura de la indagación. En Weber se desprende una perspectiva transcen-
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 43

dental para esta disciplina, denominado Sociología comprensiva que abarca una
capacidad analítica que va más allá de aquel momento histórico y social, y que se
practica en la sociología actual. El núcleo central es el proceso de racionalización y
desencantamiento radical del mundo que desmantela la burguesía en el transcurso
evolutivo industrial capitalista, y que funciona como portadora cultural con una
burocratización que llega a alcanzar dimensiones totalizadoras. En consecuencia,
el análisis histórico que él efectúa trata los siguientes ámbitos: la teoría del caris-
ma, el comportamiento racional general —acción social—, la sociedad y la razón
capitalista.
Weber se convierte en una fuente intelectual de recursos casi infinita a la que
acuden la teoría del funcionalismo estructural, con Talcott Parsons, en la tradición
del conflicto y en la teoría crítica, siendo el principal heredero de la tradición de la
teoría crítica Jurgen Habermans. También llegan a esta fuente los interaccionistas
simbólicos, con las ideas de la verstehen —comprensión—, al igual que Schutz
para profundizar los significados y los motivos y todas aquellas personas que tra-
bajarán la fenomenología y la etnometodología. En este importante sociólogo con-
temporáneo se pueden dividir dos ámbitos netamente diferenciables, como son la
metodología y la sociología sustantiva.
Así, pues, la metodología comprende temas de la historia y de la sociología, el
término verstehen —comprensión—, la causalidad, los tipos ideales y los valores,
y todo ello en una relación básica entre la historia y la sociología, esto es así por la
dedicación que tuvo a los estudios históricos sobre Roma y la Edad Media, que le
permiten relacionar ambas disciplinas, de manera que en el ámbito de la historia se
orienta por el análisis causal y la explicación de acciones individuales de estruc-
turas y de personalidades, que poseen una significación cultural, en tanto que en
el ámbito de la sociología se trabaja la formulación de conceptos distintivos, y la
generalización de uniformidades de los procesos empíricos.
De aquí, por tanto, surge la idea de que los sociólogos deben separar el mundo
empírico del universo conceptual que construyen, de manera que los conceptos —
que no reflejan toda la realidad observada— puedan ser usados como herramientas
heurísticas —técnica de indagación y del descubrimiento—, y así, poder obtener un
entendimiento más idóneo de la realidad compleja que entraña la naturaleza de la
vida social. En este sentido, el término verstehen —comprensión— es fundamental
y está basado en el análisis heurístico que busca entender a los actores en los textos
y en los fenómenos que hay que interpretar, así como la interacción que conllevan
y todo el proceso histórico evolutivo de la humanidad. Verstehen supone un pro-
cedimiento de estudio racional que pretende alcanzar el punto de vista individual
y la cultura en un sentido amplio, es un esquema que va a marcar totalmente la
sociología comprensiva.
Aparece en este ámbito teórico weberiano la causalidad, que en sociología im-
plica la probabilidad de que un acontecimiento sea seguido o acompañado de otro,
y de que se observe tanto las razones como el significado de los cambios, que como
en el caso de la Ética protestante y el espíritu del capitalismo, Weber utiliza ade-
más de un modelo de una única dirección, las interrelaciones de un gran número de
factores sociales. La causalidad es un concepto que este autor trabaja en profundi-
44 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

dad, y se esfuerza en encontrar un campo intermedio entre los sectores positivistas


—nomotéticos: las leyes generales— y los sectores subjetivistas —ideográficos:
acciones y acontecimientos idiosincrásicos y específicos— y construyen para ello
los tipos ideales que los sitúan en el medio de ambas tendencias: la positivista y la
subjetivista.
Los tipos ideales weberianos son conceptos construidos por el científico social,
que parten del interés y de la orientación teórica, para abarcar los rasgos esenciales
de los fenómenos sociales, y que son de tipo ideal histórico, de sociología general,
de acción y de perspectiva estructural. En esta metodología hay que saber tratar los
valores, ya que en un principio, los científicos sociales no tienen que dejarse influir
total y absolutamente por valores personales en la investigación científica, pero se
advierte que no hay que pensar que éstos se eliminarán de una manera sencilla, sino
que más bien, habrá que restringirlos a las etapas previas a la investigación social,
y tenerlos en cuenta en el mismo proceso de investigación, ya que no pueden ser
eliminados, y tan sólo proceder con una observación precisa y una comparación
sistemática conjuntamente.
La Sociología sustantiva weberiana pretende abordar los cuestionamientos so-
bre qué es esta ciencia, y ofrece el concepto de acción social, trabaja a fondo los
términos de clase, estatus y poder, analiza bastante las estructuras de autoridad, la
racionalización y la religión, y el ya mencionado nacimiento del capitalismo. We-
ber insiste mucho en la utilización que se debe hacer de esta disciplina, y subraya
que se puede aplicar esta ciencia procediendo desde la acción de uno mismo o de
varios individuos, de pocos o de muchos, con un método marcadamente individua-
lista. Pero, varios de los autores que han estudiado a fondo su obra, han desvelado
que se vio forzado a admitir la imposibilidad de eliminar las ideas colectivas en esta
ciencia, por lo que se determina que en su concepción global, la sociología deberá
ser una ciencia, se ocupará de la causalidad —combinación de sociología con his-
toria—, y deberán emplear la comprensión interpretativa —verstehen—.
Asímismo, el elemento central de la sociología sustantiva es el concepto de
acción social, y comprende aquella acción que está destinada a ocurrir cuando los
individuos otorgan y atribuyen significados subjetivos a sus acciones, no es, en
modo alguno, una conducta solamente reactiva y automática de procesos no pen-
sados, sino que se enmarca en una acción social en la que los procesos reflexivos
entre el origen del estímulo y la conclusión de la respuesta, es su máxima razón de
ser. Desde esta óptica, el análisis sociológico debe interpretar las acciones según
su significación subjetiva, tendencia que es fundamental para la sociología, ya que
tiene que tener en cuenta la subjetividad —los valores, actitudes, creencias y pre-
juicios de los miembros de cualquier situación social—.
La racionalización es otro de los elementos básicos en la sociología sustantiva
weberiana, y está extrechamente unida a los cuatro tipos de acción social: la ins-
trumental o finalista, la racional valorativa, la afectiva emocional y la tradicional.
Sin duda, la acción social racional es la que más atención otorga en toda su obra,
y pone mucho énfasis en intentar entender la racionalidad humana y los efectos
que ésta tiene en la sociedad. La racionalidad también se interioriza por mediación
del aprendizaje, las instituciones culturales y las conductas impersonales o normas
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 45

sociales, y se ramifican en ocho tipos: la instrumental, la valorativa, la formal, la


sustancial, la intelectual o teórica, la práctica, la subjetiva y la institucional o es-
tructural.
La religión en Weber es una perspectiva que engloba el concepto del carisma,
tal y como lo hizo en la vertiente política de autoridad carismática, y que ahora
se analiza como fenómeno de naturaleza religiosa que descubre las cualidades ex-
traordinarias que poseen ciertos objetos o símbolos además de las personas. En
definitiva, Max Weber y su sociología comprensiva representa la teoría sociológica
clásica institucionalizada que ha perfilado toda la sociología contemporánea del
siglo xx y del presente siglo xxi.

IDEAS DE MAX WEBER


–  Analiza y explica los orígenes del capitalismo y de la modernidad a raíz de su
obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo.
– Sociología comprensiva: capacidad analítica que va más allá de aquel mo-
mento histórico y social, y que se practica en la
sociología actual. Es el proceso de racionaliza-
ción y desencantamiento radical del mundo que
desmantela la burguesía en el transcurso evolu-
tivo industrial capitalista. Funciona como porta-
dora cultural con una burocratización que llega a
alcanzar dimensiones totalizadoras.
– El análisis histórico que él efectúa trata los si-
guientes ámbitos: la teoría del carisma, el com-
portamiento racional general —acción social—,
la sociedad y la razón capitalista.
–  La metodología comprende temas de la historia
y de la sociología, el término verstehen —com-
prensión—, la causalidad, los tipos ideales y los Max Weber
valores, y todo ello en una relación básica entre
la historia y la sociología.
–  El término verstehen: análisis heurístico que busca entender a los actores en
los textos y en los fenómenos que hay que interpretar, así como la interacción
que conllevan y todo el proceso histórico evolutivo de la humanidad. Es el
estudio racional que pretende alcanzar el punto de vista individual y la cultura
en un sentido amplio.
–  La causalidad: probabilidad de que un acontecimiento sea seguido o acom-
pañado de otro.
–  Los tipos ideales weberianos son conceptos construidos por el científico so-
cial, que parten del interés y de la orientación teórica, para abarcar los rasgos
esenciales de lo fenómenos sociales.
–  Los valores: los científicos sociales no tienen que dejarse influir total y ab-
solutamente por valores personales en la investigación científica, pero se ad-
vierte que no hay que pensar que éstos se eliminarán de una manera sencilla.
46 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

–  La Sociología sustantiva weberiana pretende abordar los cuestionamientos


sobre qué es esta ciencia, y ofrece el concepto de acción social (acción que
está destinada a ocurrir cuando los individuos otorgan y atribuyen significa-
dos subjetivos a sus acciones).
–  La sociología tiene que tener en cuenta la subjetividad —los valores, actitu-
des, creencias y prejuicios de los miembros de cualquier situación social—.

LECTURA: EJERCICIO DE INVENCIÓN EN EL ANÁLISIS DE LA SOCIE-


DAD (Martínez, 2002)

Imaginemos que en uno de nuestros sueños nos ofrecen la oportunidad de


viajar por el espacio, y visitar por primera vez el planeta Plutón, donde existe
una sociedad compleja con varias especies humanas y diferentes hábitats. El
objetivo de nuestro viaje, consistirá, pues, en elaborar un diagnóstico de aquella
sociedad en el que se especifique claramente cómo está organizada, qué culturas
tiene, qué fenómenos y hechos sociales son los más típicos, las normas sociales,
los valores, los principales cambios acontecidos, los conflictos sociales, cómo
viven los hombres y las mujeres, los niños y los ancianos, etc. En la primera
observación que hacemos lo que destaca a simple vista son las tres clases de es-
pecies humanas que se vislumbran en el planeta Plutón, y anotamos que habitan
tres tipologías de humanos. La primera especie tiene la piel de color verde claro,
son calvos, con ojos grises muy claros y miden dos metros, viven en la super-
ficie y llevan un traje blanco que les protege del frío polar; son pacíficos, muy
evolucionados y extremadamente inteligentes, no tienen un computador central
que los controle, y cada miembro dirige su vida a través de su individualidad,
y respetan siempre las normas del sistema social y medio ambiental en el que
viven. No se les ve, es decir, las otras dos especies no los pueden ver.
La segunda especie tiene la piel de color verde claro, pelo rubio, ojos de
color violeta y de estatura mediana. Viven en la superficie pero no salen de sus
viviendas por la temperatura polar, son melancólicos, padecen enfermedades y
tienen una gran inteligencia, disponen de un computador central que los progra-
ma desde el momento en que nacen, y su individualidad no está del todo desa-
rrollada, por lo que tienen que pedir permiso al computador para cualquier acto
y hecho nuevo que se presente en la vida en sociedad. Sin embargo, alguno de
ellos tiene la capacidad de innovación pero solamente la desarrollan unos pocos.
Y, finalmente, la tercera especie tiene la piel de color verde claro, pelo gris, ojos
de color negro, estatura mediana y algunos tienen facciones grotescas, viven en
subterráneos, nunca salen al exterior, y están siempre vigilando a la especie an-
terior para atacarla en los corredores de comunicación con la superficie. Son vio-
lentos, poco evolucionados y padecen enfermedades físicas y psíquicas, también
son muy inteligentes, y al igual que la especie anterior están bajo el control de
un computador central que los programa desde el momento de nacer, siendo muy
difícil el desarrollo de su individualidad, por lo que están con frecuencia someti-
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 47

dos a su naturaleza más animal e instintiva y necesitan la evasión y la violencia,


debido, entre otras cosas, al estado de programación en el que se encuentran. Su
característica principal es que tienen la capacidad de evolucionar para vivir en
la superficie, pero la mayoría prefiere permanecer como está, y se destruyen así
mismos y destruyen todo lo que les rodea.
Por tanto, en este sueño nuestro equipo de investigación estaba compues-
to de ingenieros, astronautas, médicos y sociólogos, que íbamos a explorar el
planeta Plutón para conocer las posibles especies que pudiese haber allí. Es una
viaje en el que cada uno de los cuatro grupos tiene una misión diferente, y la
nuestra, el grupo de sociólogos, teníamos que efectuar un diagnóstico global
y otros diagnósticos más pormenorizados para dar cuenta de la sociedad plu-
toniana. Para la realización de este viaje dispusimos, obviamente, de todo lo
necesario, de manera que nada pudiera interferir el objetivo de este viaje, y nos
proporcionara, en cambio, los medios imprescindibles para llevar a cabo la tarea
encomendada. Tras un largo viaje que duró un mes —el mes de junio de 2091—,
nuestra nave aterrizó en el planeta más recóndito de la galaxia, el planeta Plutón,
con su faz brillante como una perla de mar, rodeado de destellos de luz azules
platinos y blancos intensos. La belleza de su entorno físico nos deslumbró, por
sus inmensas planicies, y la contrastación de sus abruptas montañas, un paisaje
helado en el que a primera vista no parecía que hubiese vestigios humanos o
alguna forma de vida.
Los ingenieros y astronautas de la nave tuvieron problemas para dirigir la
operación en la toma de contacto con la superficie plutoniana, ya que las pis-
tas se presentaban resbaladizas, y se desconocían las posibilidades que podían
ofrecer las maniobras de aterrizaje. Por fin, lo conseguimos, y establecimos allí
nuestra base de operaciones, en la que cada uno de los grupos emprendió sus
labores y tareas de trabajo. Nuestro grupo de sociólogos estaba compuesto de
cuatro hombres y tres mujeres, y se distribuyeron las tareas de manera que la
responsabilidad en la investigación se repartiese por igual, y no hubiese una
superior a la otra, todas ellas eran igual de importantes y valiosas. En las dos
primeras semanas, nos desplazamos con varios vehículos y aeroplanos, y unos
trajes especiales de protección, para las funciones de observación, espionaje y
exploración de un hábitat absolutamente desconocido para nosotros. Tuvimos
que surcar por los aires en muchas ocasiones, desplazarnos por la superficie e
introducirnos por los agujeros profundos para caminar por los pasadizos sub-
terráneos. En general, descubrimos dos mundos, el de la superficie y el que se
encontraba debajo, es decir, en el interior del planeta. Tropezamos con seres
impresionantes por su aspecto físico, que nos miraban con asombro y cierto aire
altivo, ya que les debíamos parecer seres inferiores sin duda alguna.
Nuestro primer contacto fue con los Tromo —tercera especie— en los sub-
terráneos profundos del planeta con agrestes habitáculos a modo de cuevas oscu-
ras y puertas cerradas, y en las primeras aproximaciones su comportamiento fue
de total violencia y agresividad, sin embargo, íbamos preparados de tal manera
que nada nos podían hacer. Su lenguaje era chirriante, sus ojos negros tenían una
inmensa mirada, y con nuestros decodificadores pudimos entablar conversacio-
48 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

nes con un grupo de ellos que se mostró razonablemente amable, y algunos de


ellos nos mostraron su rostro más cordial. En cuestión de minutos acumulamos
información de su civilización y la almacenamos en nuestras carpetas electróni-
cas que las llevábamos incorporadas en nuestras cabezas, adosadas a un gorro
especial, en el que podíamos visualizar en cualquier momento toda la informa-
ción ya acumulada y clasificada para nuestros posteriores estudios.
A continuación procedimos a conocer a los de la segunda especie —Los
Gona— que se encontraban en la superficie, que disponían de una estructura
urbanística jamás conocida por nosotros. La faz que presentaba esta urbe sin
ventanas era como de acero gris, y brillaba intensamente en los escasos rayos de
luz que golpeaban el infranqueable metal, súbitamente se nos abrió una puerta,
y nos ofrecieron el acomodo imprescindible para el intercambio que queríamos
efectuar, y fue comprendido al instante. Su lenguaje era metalizado como el
acero de los muros que les protegía, pero intercambiaron algunas palabras con
nuestro idioma, y eso facilitó al máximo la comprensión. Los preciosos ojos vio-
letas de Los Gona nos acogieron desde el primer instante, y nunca olvidaremos
ese semblante triste y melancólico de sus rostros, en cierto modo se sintieron
algo felices de conocernos, y de ofrecernos el conocimiento de su civilización.
El conocimiento de Los Gona fue de una intensidad arrolladora, y nos sentimos
muy estimulados y reconfortados por los avances que habían experimentado en
la trayectoria de esta especie humana, nos sentimos especialmente orgullosos de
haber descubierto a este especie tan valiosa y afable.
Pero indudablemente, nuestra mayor sorpresa fue el descubrimiento de la
primera especie, Los Ámba, esos seres de dos metros, con unos ojos grises que
relucían como el fuego, e incluso, a veces salían llamaradas con rayos de luz
blanca, que incluso llegó a dañarnos ligeramente la retina. Nunca olvidaremos
aquellas miradas, porque no hizo falta hablar, gesticular o efectuar movimiento
alguno, porque en el mismo instante que permitieron que les viésemos la infor-
mación de su increíble civilización llenó todos los depósitos de nuestras carpetas
electrónicas, no hizo falta que hiciésemos nada, todo lo hicieron ellos ... en un
instante ¿cómo describir tanta grandeza? ¿de qué estaban hechos estos seres?
¿dónde estaban sus casas? ¿qué idioma tenían? ¿cuál era su verdadera esencia?
Los Ámba nos proporcionaron todo, nos comprendieron al instante, es más, nos
estaban esperando, y fueron los que prepararon minuciosamente el acercamien-
to a Los Tromo y a los Gona. Nos dimos cuenta, que los Ámba protegían a las
otras dos especies, y ello incidía en que pudiesen sobrevivir, a pesar de sus des-
ajustes y problemas. En realidad, los Ámba eran de una evolución tal que nos
sobrepasaba, nunca pudimos alcanzar en el pensamiento que pudiese haber una
civilización con una especie humana de tal calibre, una especie que no podía ser
vista por las otras dos, porque además Los Gona y Los Tromo no conocían su
existencia, tan sólo los podían sentir a un nivel muy abstracto y profundo, pero
se diluía ante la realidad de su modo de vida. Los Ámba nos ayudaron también
en el análisis y en la confección del diagnóstico que debíamos realizar de aquella
sociedad plutoniana, y los resultados fueron tan reveladores que nos sirvió hasta
para comprender a la sociedad de la que nosotros procedemos. Por tanto, los
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 49

Ámba se sitúan en los límites de la perfección que podamos llegar a imaginar, y


su grado de evolución no encaja con los estereotipos y modelos que disponemos
en la ciencia sociológica, pero su inefable contribución hizo posible la traduc-
ción de sus códigos y símbolos con los nuestros, y pudimos al fin conseguir
nuestra misión.
Entusiasmados por nuestra experiencia en el conocimiento de las tres es-
pecies humanas, regresamos a la base de operaciones, y en las dos semanas
restantes procedimos a ultimar los siete sociólogos —hombres y mujeres— el
diagnóstico de la sociedad que existe en el planeta Plutón. La elaboración del
diagnóstico fue el mejor trabajo que realizamos en nuestra vida, y nos abrió mu-
chas puertas y dimensiones en la comprensión de otras formas de vida diferentes
a las nuestras, y de organización social. Entre las principales conclusiones de
nuestro diagnóstico aparecen dos puntos de análisis que figuran a continuación:

A)  Comprobar el grado de Civilización según el análisis descriptivo:

–  La cultura.
–  las ciudades y el hábitat.
–  La división del trabajo.
–  La tecnología empleada.
– Las instituciones: políticas, religiosas, científicas, filosóficas, artísticas,
familiares, educativas, económicas, etc.

B)  Comprobar cómo es el Ser Social, y los componentes del ser pensante, el
ser que siente y el ser que actúa.

En general, detectamos los puntos en común de los Ámba, Gona y Tromo,


en los que se aprecia el nivel alto de inteligencia que poseen, la capacidad de
elección y libertad en organizar su civilización, y las expectativas de evolución
que tienen a su alcance siempre y cuando ellos lo deseen. Ahora bien, práctica-
mente el punto en el que verdaderamente se diferencian se halla en la volición y
en lo que quieren hacer con respecto sus vidas, es decir, lo que verdaderamente
les diferencia es la naturaleza de su ser pensante y del ser que siente, de aquí
precisamente van a partir las coordenadas que estructuran su sociedad, toda la
organización social que va implícita, y todas las posibilidades de desarrollo que
encierra. Así, pues, Los Tromo tienen como eje fundamental de sus vidas atacar a
Los Gona, y su fuente de impulso principal es el odio y la envidia acumulados a
través del tiempo, supone, por tanto, la principal tarea a la que se dedican y todo
el entramado de su civilización gira en torno a estas fuerzas. Su cultura es agre-
siva, y guarda los instintos más recónditos para exteriorizarlos en los momentos
y situaciones cruciales, apenas disponen de colores, porque el negro, el gris y el
marrón oscuro son los más predominantes. El hábitat de sus ciudades es a modo
de cuevas agrestes con multitud de puertas que se cierran constantemente, tienen
una alta tecnología armamentística y es el potencial más desarrollado y valioso
que poseen. Su estructura social comprende una sofisticada y compleja jerarquía,
50 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

caracterizada por el totalitarismo, la imposición y la escasa libertad. El mando


lo tienen prácticamente los adolescentes, mientras que los ancianos, adultos y
niños están supeditados a ellos, y las diferencias de sexo no tienen importancia
alguna, ya que ordenan y rigen tanto hombres como mujeres. Disponen de unas
instituciones altamente organizadas, si bien la institución política es la que prác-
ticamente engloba a todas las demás: los tres seres: el pensante, el que siente y
el que actúa, están poderosamente controlados por un computador central —el
Ser Social— que los dirige prácticamente en su totalidad, porque los individuos
desde que nacen son programados. Ahora bien, lo más valioso que posee esta
especie es la posibilidad permanente que tienen de poder cambiar este tipo de
vida, y desplazarse a la superficie para vivir junto a Los Gona, y tan sólo unos
pocos lo consiguen, pese a los muchos esfuerzos que realizan, pero la mayoría
se dedican o a la agresión con Los Gona, o a la evasión y autodestrucción de sí
mismos. De aquí que un importante sector de Los Tromo registren enfermedades
físicas y psíquicas, y no encuentren solución a los males que les aquejan.
En cambio, Los Gona son otro mundo más civilizado, con una compleja y
sofisticada cultura que posee grandes avances tecnológicos y muchos recursos
artísticos. Los Gona pueden desarrollar, en efecto, una individualidad acorde con
el Ser Social que los programa desde que nacen, incluso algunos lo consiguen,
y pueden llegar a conectar con los Ámba satisfactoriamente. Pero, viven bajo la
amenaza de la tiranía del Ser Social de Los Tromo que les invaden permanente-
mente, hecho que les obliga a edificar esa estructura metálica para protegerse,
no sólo del frío polar, sino de estos humanos enloquecidos que les odian. Tienen
una estructura social muy avanzada con grupos e instituciones diversas: la insti-
tución económica, la familiar, la educativa, la religiosa, la política, la artística y
la filosófica. Poseen un conocimiento extraordinario de los tipos de sociedades
existentes, en los que cohabitan seres sociales muy peculiares, y nada conocidos.
La división del trabajo la tienen resuelta por la tecnología que poseen, todo está
estructurado y computerizado, y se tiene a nivel material todo cuanto se necesi-
ta. En definitiva, Los Gona son una especie humana muy bella, especialmente
por esos ojos violetas grandes que les otorga su máxima identificación, pero al
mismo tiempo padecen melancolía que les lleva a desarrollar enfermedades, y
si bien el Ser Social no es tan tirano como el de Los Tromo, no pueden despren-
derse de él, estando oprimidos el ser pensante y el ser que siente, y deben pedir
permiso constantemente para poner en funcionamiento el ser que actúa.
Finalmente, los Ámba son inclasificables, ahora bien, sólo a través de una
gran esfuerzo se puede llegar a definirlos, clasificarlos y comprenderlos con los
modelos más desarrollados de conocimiento y raciocinio que se conocen. En
tal sentido, y practicando ese esfuerzo, los Ámba son los seres más avanzados y
evolucionados, su civilización traspasa las fronteras en los niveles de desarrollo
más elevados, su estado más esencial es la invisibilidad, tienen todo lo que ne-
cesitan, por lo que apenas requieren organización social alguna. Además de su
invisibilidad, aparecen con presencia física cuando así lo estiman oportuno, y
son pacíficos, con una individualidad que está en armonía y concordancia con el
Ser Social de su sistema social y medio ambiental. Su cultura lo abarca casi todo,
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 51

sus ciudades se desplazan con ellos, y aparecen y desaparecen según decidan,


respecto a la división del trabajo, la tecnología y las instituciones se engloban
en el ser que piensa y en el ser que siente en un todo armonioso, que no puede
ser comprendido por las especies humanas en general. Esto es así, porque la
sociedad de los Ámba pertenece a un mundo donde las jerarquías son diferentes,
con unas leyes, pensamientos, conocimientos, y modos de vida que pertenecen a
dimensiones no conocidas. Lo más característico de esta sociedad es que donde
está no se la ve, porque está en cualquier lugar, aunque se asiente en un sitio
determinado, y los miembros que a ella pertenecen son los más pacíficos, avan-
zados y evolucionados de más alto nivel. La principal tarea de estos seres es la
permanente evolución y desarrollo de sus potencialidades con las fuerzas crea-
doras del universo. En definitiva, la realización de este trabajo que realizamos
los siete sociólogos, dio la máxima significación a nuestra tarea como sociólogos
(Martínez, 2002: 480-484).

1.3.  TEORÍAS SOCIOLÓGICAS Y CONCEPTOS CLAVES

Con el anterior ejercicio de invención acerca del análisis de la sociedad nos


acercamos un poco a la utilización de las teorías sociológicas y los conceptos cla-
ves, asi como al estudio de la sociedad en general y de la investigación social de
los fenómenos y de los problemas sociales en particular. En la definición de esta
ciencia se perciben dos ámbitos: lo general y lo particular, de manera que observa
y estudia aspectos globales y la interacción entre los aspectos particulares. Defi-
niciones amplias tenemos las siguientes: la sociología es el estudio científico de
la sociedad (Jary & Jary, 1991:603) o el estudio de la vida social humana, grupos
y sociedades (Giddens, 1992:7). Y definiciones concretas las que se relacionan a
continuación: el estudio sistemático del comportamiento humano en situaciones
sociales (Light, Killer & Calhoun, 1992:62), o el estudio científico de la conducta
social humana, procesos y pautas de la interacción individual y grupal, las formas
de organización social de los grupos, las relaciones entre ellos y las influencias del
grupo sobre la conducta individual (Theodorson & Theodorson, 1978:268). En un
intento de sintetizar ambos aspectos se ofrece una definición que abarca los límites
y posibilidades del estudio de las sociedades que va de la teoría a la práctica, con
las siguientes características:

La Sociología es una ciencia que analiza, estudia e interpreta los fenó-


menos sociales de la realidad social, predice sus cambios y evoluciones y po-
sibilita intervenciones —diagnósticos, programas y políticas—, su unidad
de análisis son las sociedades y los individuos en ellas, y utiliza el soporte
científico de las ciencias sociales más afines a ella (Martínez, 2002).

En general, las teorías sociológicas son enfoques analíticos que se convierten


en una herramienta que unida al ámbito de la práctica y de aplicación, sirven para
52 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

la fase previa de medición, análisis, estudio e interpretación de los hechos, y para


la fase posterior de intervención política y social en los fenómenos y problemas
sociales. Las escuelas sociológicas se ubican en la fase de desarrollo institucional
de la sociología, es decir, cuando es ya una disciplina académica autónoma.
Desde una perspectiva histórica y evolutiva, las teorías sociológicas se situan
en varias fases, y se comprueba –según Gouldner (1979:88-89)— cinco etapas o
períodos, en las que se hallan precursores y primeros sociólogos que ya se han
mencionado más arriba. Estos períodos se situan en los siglos XIX y XX, saber:

1.  Primer período: El Positivismo sociológico, iniciado en Francia en el primer


cuarto del siglo xix (Saint-Simón y Comte).
2.  Segundo período: El Marxismo, ubicado a mediados del siglo xix, que cons-
tituye un intento de trascender el idealismo alemán y una anexión con el
socialismo francés y la economía política inglesa.
3.  Tercer período: La Sociología Clásica, consolidación y adaptación a co-
mienzos del siglo xx (antes de la Primera Guerra Mundial). Intento de adap-
tar las tendencias fundamentales de los anteriores períodos, vinculando el
positivismo con el marxismo, o buscando un tercer camino. Es un intento
de consolidar tendencias anteriores e incorporarlas a minuciosas investiga-
ciones académicas (Weber, Durkheim, Pareto).
4.  Cuarto período: La Teoría Estructural Funcionalista Parsoniana, referida
a los Estados Unidos en la década de 1930 con la teoría de Parsons y el
grupo inicial de investigadores de Harvard (Merton, Davis, Moore, Williams
y otros).
5.  Quinto período: La crisis del funcionalismo que acontece por su desfase
al no constituir una teoría social que corresponda plenamente a un Estado
Benefactor evolucionado, desapareciendo así como paradigma intelectual.
Las teorías de Goffman, Garfinkel y Homas reflejarán de forma significati-
vamente diferente y más actualizada los períodos siguientes.

Las crisis y controversias van a estar presentes en el avance y en la tarea de des-


cubrir los significados que contienen los fenómenos sociales, y se van a encontrar
en dos dimensiones distintas, los que se encuentran en la sociología científica que
se hallarán fragmentados al estar acotados sin un horizonte que los contenga, y los
que se hallan en la sociología ensayista que gravitarán como fenómenos abstractos
sin aplicaciones prácticas en los contextos de donde nacen. Esta tendencia separa-
tista de la ciencia sociológica se prolonga durante un período que estará marcado
por una gama cuantiosa de investigaciones sociológicas, y de una literatura diversa
repleta de imaginación y de búsqueda de respuestas a los problemas sociales de las
sociedades humanas. A partir de 1955 se empiezan a estructurar una serie de escue-
las que van a reproducir las peculiaridades que distinguen a la sociología como una
disciplina singular, viva y en permanente cambio.
Así, pues, el Funcionalismo Estructural ha sido considerado como un conglo-
merado de teorías que ha servido de soporte para las ciencias sociales en general, y
en sus raíces se hallan tres sociólogos pioneros, Auguste Comte, Herbert Spencer y
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 53

Emile Durkheim. Las preocupaciones de los funcionalistas consisten en analizar el


sistema social que comprende una serie de estructuras y de funciones, y que Talcott
Parsons concreta en cuatro perrequisitos funcionales que todo sistema social debe
tener, adaptación, consecución de metas, integración y mantenimiento de patrones.
Robert Merton enriqueció este enfoque, y criticó a tal efecto los aspectos extre-
mos y poco defendibles del funcionalismo, y mantuvo que la verificación empírica
era fundamental para el análisis funcional (integró la teoría y la investigación). Esta
escuela predominó en 1940 y 1950, y tuvo como núcleo central la Teoría del Con-
senso, que percibe las normas y los valores como aspectos fundamentales para las
sociedades, en las que el orden social se basa en el acuerdo tácito, y el cambio so-
cial se va produciendo lentamente y de manera ordenada. Después de la Segunda
Guerra Mundial el funcionalismo estructural va perdiendo importancia como teoría
sociológica dominante y central.

Talcott Parsons Robert Merton

La Alternativa de la Teoría del Conflicto surge en cierto modo como respuesta


crítica al funcionalismo estructural, y sus principios se orientan hacia la teoría mar-
xista, además de las aportaciones de Simmel sobre el
conflicto social. Esta escuela se origina más como una
reacción que como una teoría que efectúa críticas a las
sociedades, incluso tiene ciertas similitudes con los fun-
cionalistas, ya que se centra en el estudio de las estructu-
ras y las instituciones sociales. Ralph Dahrendorf mues-
tra con su obra la contrapartida a la visión estática y
estable que mantenían los funcionalistas, y afianza la
perspectiva contraria, al resaltar los procesos de cambio
y desintegración de las sociedades.
Dahrendorf tiene la convicción de que las socieda-
des están comprendidas por estructuras del consenso
y por estructuras del conflicto, de manera que los teó-
ricos del consenso se centran en la integración de los Ralph Dahrendorf
54 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

valores de la sociedad, y los teóricos del conflicto se dedican a los conflictos de


intereses y de coerción. Esta escuela predomina en 1950 y 1960, y su eje principal
gira sobre el dominio de unos grupos sociales sobre otros, además desarrolla la idea
de que el orden social está basado en la manipulación y el control de los grupos
dominantes, y que el cambio social se produce de manera rápida y desordenada a
medida que los grupos subordinados vencen a los dominantes.
La Teoría Sociológica Neomarxista abarca varios ámbitos ya que la obra de
Marx es extensa y contiene muchos matices, así tenemos, por ejemplo, el Marxis-
mo Hegeliano representado por Georg Luckács y Antonio Gramsci, una segunda
rama está representada por la Teoría Crítica —Escuela de Frankfurt— con Jürgen
Habermas, y una tercera es abarcada por el Marxismo Estructural con Louis Althus-
ser y Nicos Poulantzas. Georg Luckács contribuyó con sus ideas de reificación y la
conciencia de clase, y coge de Marx el concepto de mercancía porque representa un
problema central en las sociedades capitalistas, y estudia a fondo la conciencia de
clase de la burguesía y la del proletariado. Antonio Gramsci se dedica a investigar
el concepto de hegemonía, que se convierte en el liderazgo cultural de la clase diri-
gente, y que sería un término que llevaría a la comprensión de la dominación capi-
talista, y los esquemas de pensamiento sobre la revolución.

Georg Luckács Antonio Gramsci Jürgen Habermas

Louis Althusser Nicos Poulantzas


EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 55

En la Teoría Crítica el profesor Ritzer destaca la Escuela de Frankfurt —fun-


dada en Alemania el 23 de febrero de 1923, que efectúa varias críticas que se con-
centran en estos puntos:

•  Crítica de la teoría marxista: por los determinismos económicos y determi-


nistas que se hacen en la obra de Marx al ignorar otros aspectos de la vida
social.
•  Crítica del positivismo: por aceptar la idea de que un único método científico
se puede aplicar a la diversidad de campos de estudio e ignorar con ello a los
actores que son convertidos en entidades pasivas determinadas por fuerzas
naturales.
•  Crítica de la Sociología: por su cientificismo al considerar el método cientí-
fico un fin en si mismo. Critican la perspectiva que tienen los sociólogos en
cuanto que reducen todo el comportamiento humano a variables sociales, e
ignoran la interacción entre el individuo y la sociedad
•  Crítica de la sociedad moderna: por la represión creada por la racionalidad,
es decir, por la represión cultural del individuo en la sociedad moderna. Por
ejemplo Marcuse criticó la tecnología moderna por ser dominante y esclavi-
zadora y suprimir la individualidad.
•  Crítica de la cultura: por la falsedad, manipulación, efecto apaciguador y
represor de la industria de la cultura.

La tercera y última tendencia de la Teoría Sociológica Marxista es la llamada


Marxismo Estructural que es la síntesis de dos escuelas el marxismo y el estruc-
turalismo, que tiene como punto central el estudio de las estructuras subyacentes a
las sociedades capitalistas, y percibe a los actores como meros ocupantes de dichas
estructuras. Los marxistas estructurales optan por la investigación teórica y sugie-
ren que la investigación empírica es incapaz de descubrir las estructuras invisibles,
por ello se dedican a estudiar la estructura estática de la sociedad contemporánea,
y prestan atención a los datos históricos y a la investigación de los procesos histó-
ricos. Louis Althusser y Nicos Poulantzas son autores destacados y se diferencian
porque el primero defiende la tarea de efectuar una correcta lectura de la obra de
Marx, y el segundo se dedica a indagar en el análisis de la clase social, el fascismo
y la dictadura. Estas tres primeras Escuelas —Funcionalismo Estructural, Teoría
del Conflicto y Teoría Sociológica Neomarxista— intentan abarcar los hechos so-
ciales que nacen de las estructuras y de las instituciones sociales, que influyen de
manera coercitiva en los sujetos de las sociedades humanas, más concretamente, en
sus maneras de actuar y pensar, por lo que representan tres escuelas que captan la
dimensión teórica macro de las realidades sociales.
En la Universidad de Chicago en 1920 se gesta el Interaccionismo Simbólico
con George Herbert Mead, que utiliza la filosofía del pragmatismo y el conduc-
tismo psicológico. Del pragmatismo toma la idea de que la auténtica realidad no
tiene existencia fuera del mundo real, esta realidad se crea de manera activa cuando
actuamos dentro del mundo y hacia el mundo; del conductismo rescata que el inte-
rés máximo radica en las conductas observables de los individuos, es decir, que el
56 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

interés está en los estímulos que originan respuestas o conductas concretas. Mead
dio prioridad al mundo social precisamente para comprender la experiencia social,
ya que tenía la convicción de que el todo social precedía a la mente individual, que
el individuo consciente y pensante sólo puede darse dentro de un grupo social que
le precede, que existía antes que él, aunque sea el individuo el que desarrolle los
estados mentales autoconscientes. Erving Goffman representa también esta escuela
y analiza la tensión entre el yo, el self espontáneo y el mí, más concretamente, la
tensión entre lo que las personas esperan que hagamos, y lo que queremos hacer
espontáneamente.
Por otra parte, Herbert Blumer concebía la sociedad no como un compuesto de
macroestructuras sino como una entidad con actores que ejecutan acciones, y el
objetivo está en interpretar y comprender la vida social a través de la introspección
simpática. En definitiva, el Interaccionismo Simbólico toma el acto como la unidad
básica de su teoría, en el que hay que buscar los significados, los símbolos, la ac-
ción y la interacción social, si bien se da menos importancia a las grandes estructu-
ras sociales. Por tanto, el enfoque es microsociológico, y se aleja de las técnicas
científicas convencionales, por lo que ha recibido críticas al respecto, y por la va-
guedad de conceptos e ignorar la importancia de las grandes estructuras, los facto-
res psicológicos importantes como las necesidades, los motivos, las intenciones y
las aspiraciones de los actores que actúan en las sociedades.

George Herbert Mead Erving Goffman Herbert Blumer

En el mismo ámbito microsociológico interviene la Fenomenología y la Etno-


metodología, que coinciden con el Interaccionismo Simbólico en el estudio de la
vida cotidiana —las actividades comunes de la vida en sociedad—, aunque ofrecen
algunas diferencias con respecto a Mead, Goffman y Blumer, además sus raíces
intelectuales se hallan en Edmund Husserl. Ambas escuelas muestran dos caras de
una misma moneda cuyo denominador común es la vida cotidiana, la diferencia
está en que la fenomenología es más teórica, y la etnometodología es totalmente
empírica. Alfred Schutz trabaja la fenomenología y se basa en Husserl, en la que se
muestran seis puntos fundamentales: la intersubjetividad, las tipificaciones y rece-
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 57

tas, el mundo de la vida, los componentes privados del conocimiento, los reinos de
la realidad social y la conciencia.
Peter Berger y Thomas Luckman incorporan elementos nuevos a la fenome-
nología, y tienen en cuenta el individuo, los niveles societales, las estructuras y las
instituciones sociales. Elaboran una obra, La construcción social de la realidad,
que la escribieron en 1967, donde analizan que la perspectiva del mundo social es
un producto cultural y es aprehendida por los individuos como una realidad ordena-
da, en la que el lenguaje adquiere una importancia decisiva al estar compuesto del
sistema de símbolos más importantes de la sociedad. La vida cotidiana, los compo-
nentes objetivos de la sociedad, la institucionalización, los roles y la reificación son
componentes fundamentales en su teoría, y pese a sus avances analíticos tuvieron
críticas por no haber hecho el esfuerzo de integrar las ideas de Freud, Mead y We-
ber en relación a la acción social, con las de Marx y Durkheim sobre las estructuras
sociales, pero indudablemente contribuyeron a extender la fenomenología a nuevos
ámbitos que los del tradicional enfoque sobre la conciencia que tanto había intere-
sado a los filósofos fenomenológicos y a Schutz.
En suma, la Fenomenología trata sobre lo que la gente piensa en la vida coti-
diana, y la Etnometodología sobre lo que hace la gente. La escuela etnometodo-
lógica pone la atención en la relación con los demás, que es considerada al igual
que Schutz, como una relación rutinaria e irreflexiva, y si bien admiten que en
los individuos se producen procesos mentales, se diferencian del Funcionalismo
Estructural y del Marxismo Estructural, en mostrarse en desacuerdo respecto a
que los individuos no poseen juicio en las sociedades. La definición que Heritage
da es la siguiente: «la etnometodología es el estudio del cuerpo de conocimientos
de sentido común y de la gama de procedimientos y consideraciones —métodos—
por medio de los cuales los miembros corrientes de la sociedad dan sentido a las
circunstancias en las que se encuentran, hallan el camino a seguir en esas circuns-
tancias y actúan en consecuencia» (1984:4). Otros la definen como la «búsqueda
empírica de los modos empleados por los individuos para dar sentido y, al mismo
tiempo, realizar sus acciones de todos los días: comunicarse, tomar decisiones,
razonar» (Coulon, 1988: 32). La etnometodología implica una ruptura con la so-
ciología tradicional y construye nuevos horizontes en la significación de lo social
en las relaciones de los seres humanos en situaciones normales de la vida cotidiana.
La Etnometodología la inventó Garfinkel —finales de la década de los cuarenta
del siglo xx—, y tiene como objetivo el estudio de la organización de la vida coti-
diana, que se caracteriza por ser local y endógama, y se organiza de manera natural.
Este sociólogo sigue en la línea de Durkheim y capta los hechos sociales como
fenómenos sociales, si bien la diferencia está en que los hechos los relaciona con el
nivel microsociológico, mientras que Durkheim los relaciona con el nivel macro-
sociológico. Además, tampoco son coercitivos ni externos, sino que más bien son
el resultado del esfuerzo concertado de las personas cuando conviven en sus vidas
cotidianas. Lo más sustancial está en los procedimientos, los métodos y las prác-
ticas que utilizan las personas, y que van adquiriendo diferentes modalidades. Los
dos conceptos básicos son la reflexibilidad y las explicaciones. «Por reflexibilidad
los etnometodólogos entienden el proceso en el que estamos todos implicados para
58 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

crear la realidad social mediante nuestros pensamientos y nuestras acciones. Sin


embargo, raramente somos consecuentes de este proceso porque, por lo general,
nos lo ocultamos a nosotros mismos» (Ritzer, 1993: 289).
Y las explicaciones son —siguiendo a Bittner, 1973— el esfuerzo entre los ac-
tores, para lo cual se recoge la descripción, la crítica y la idealización de situaciones
específicas, son, en definitiva, significados que las personas tienen del mundo. Los
etnometodólogos utilizan el análisis conversacional, para analizar la conceptuali-
zación y uso que hacen de las explicaciones, utilizan el vocablo de indexicalidad,
que versa sobre la búsqueda de significados que adquieren distintos matices según
los contextos. El método documental pretende descubrir el patrón que subyace en
los acontecimientos que se están observando, es un método que permite compren-
der lo que acontece en el mundo social, y se esfuerza por tratar de ponerse en la
situación en la que están los actores para entender lo que dicen y lo que hacen.
El principio etcétera lo utilizan porque implica una continuidad en la vida so-
cial cuando se producen situaciones que se dan en los procesos de acción. Esta
realidad supone que no está todo cerrado, delimitado y esperado con bastante trans-
parencia en las acciones de la vida social, de aquí que aparezcan vacíos, ambigüe-
dades, situaciones borrosas que en principio no se cuestionan, ya que más tarde se
resuelven con claridad. Los etnometodólogos valoran de manera especial el len-
guaje natural, que es un instrumento a través del cual los individuos pueden co-
municarse sin utilizar elementos lingüísticos en las interacciones interpersonales.
La obra de Garfinkel, Studies in Ethnomethodology, publicada en 1967 contribuyó
a extender esta tendencia analítica, que produjo distintas líneas de investigación,
donde se encuentran varios estudios. Ritzer (1993:293-306) nos aporta una muestra
de la diversidad que alcanzan los estudios empíricos de la etnometodología y los
resume en diez puntos, a saber:

  1.  Experimentos de ruptura: su objetivo es interrumpir los procedimientos


naturales, para poder observar y estudiar el proceso por el que se construye
o reconstruye el mundo cotidiano.
  2.  Realización de género: no sólo nacemos hombres o mujeres sino que tam-
bién hay que aprender y usar rutinariamente las prácticas que nos definen
como hombres o mujeres.
  3.  Conversaciones telefónicas-identificación y reconocimiento: su meta es
analizar los modos dados por supuestos en los que se organizan las conver-
saciones.
  4.  Realización de un paseo: caminar es una realización concertada de los
miembros de la comunidad, se produce un patrón colectivo.
  5.  Iniciación de la risa: se analiza la cuestión de cómo saber cuándo hay que
reir en el curso de una conversación.
  6.  Provocación del aplauso: identificación de los mecanismos básicos que
utilizan los oradores para provocar el aplauso de sus audiencias.
  7.  La emergencia interactiva de las oraciones y relatos: el emisor puede
reconstruir el significado de su oración al mismo tiempo que la produce.
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 59

  8.  Formulaciones: son una parte de la conversación que se utiliza para des-
cubrir la conversación.
  9.  Integración del discurso y de las actividades no vocales: mientras los
analistas de la conversación se centran en el discurso verbal, otros etno-
metodólogos se preocupan por las actividades no vocales, por ejemplo la
postura corporal y la mirada.
10.  Estudios sobre instituciones: estudio de la conversación y la interacción
en instituciones sociales.

La crítica que los etnometodólogos hacen de la sociología tradicional se basa


en que ellos creen que imponen su propia percepción de la realidad social al mundo
social y, en cambio, no prestan mucha atención al mundo cotidiano, de manera que
se apartan de lo social en ese énfasis por llegar a ser una ciencia social, incluso
llegan a distorsionar el mundo social, y deshacen el flujo y el reflujo al utilizar los
conceptos y poner mucha confianza en las técnicas científicas y en los análisis es-
tadísticos de datos. Ellos defienden que más que describir los fenómenos se debe
tender a analizarlos en sí mismos, es decir, analizar la realidad de lo que son, y tener
una correspondencia con la realidad de la vida cotidiana. Los sociólogos tradicio-
nales, a su vez, han efectuado críticas y la tildan de centrarse en aspectos triviales,
y no llegan a las cuestiones más importantes de las sociedades actuales, aunque los
etnometodólogos a este respecto consideran que ellos trabajan precisamente los
hechos más trascendentales.

Peter Berger Alfred Schutz Harold Garfinkel

Otra de las escuelas que despuntan en los ámbitos microsociológicos son la


Sociología Conductista y la Teoría del Intercambio, que corresponden a teorías
atípicas, ya que tienen un origen que salen fuera de los límites de la sociología. Po-
dría decirse que ambas escuelas no tienen una relación lógica aparente, y que tratan
aspectos distintos, pero en su transfondo se halla un haz de redes que las une. La
Sociología Conductista y la Teoría del Intercambio tienen como representantes a
B.F. Skinner, George G. Homans y Peter Blau, que desarrollan teorías atípicas con
60 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

una orientación microsocial, y tienen raíces que se sitúan al margen de la ciencia


sociológica. La Sociología Conductista encuentra en el conductismo psicológico
una gran fuente con recursos diversos, y resulta idónea para trabajar la microsocio-
logía. Aquí se halla el paradigma de la conducta social, liderado por Skinner, que
indaga el comportamiento de los individuos y los refuerzos y penalizaciones que
inciden en la misma, y que se sitúa en los antecedentes de la conducta, en la propia
conducta y en el refuerzo y el castigo.
Los conductistas sociales captan a la persona social como un ser más mecánico
que los científicos del paradigma de la definición social, y por ello están más cerca
del determinismo por normas, valores o estructuras. El objetivo de observación
clave de los sociólogos conductistas es la relación entre los individuos y su medio,
y perciben las relaciones de refuerzo-castigo en la interacción social con puntos en
común en determinadas pautas naturales y sociales.
La Teoría del Intercambio intenta fusionar las bases del conductismo con otros
planteamientos, y desde esa base indagar las inquietudes que más preocupan a los
sociólogos, para ello toma como fuente la economía, y de manera especial la Teoría
de la Elección Racional, que se vincula con la antropología y la teoría de redes.
Homans representó el principal teórico de esta escuela, y con su enfoque conduc-
tista procede contra los funcionalistas estructurales, y afianza su idea de que cierta-
mente los hechos sociales son la causa de otros hechos sociales, pero es una reali-
dad que hay que explicarla, y establecer la relación entre causa y efecto, y aquí se
hallan las proposiciones psicológicas que actúan en las conductas individuales, por
ello la Teoría del Intercambio trata de explicar las conductas sociales en términos
de recompensas y costes. Esta escuela, critica, por tanto, los factores macrosocio-
lógicos que dan cuenta de la conducta social tratada en Durkheim, Parsons y Lévi-
Strauss, y se dedica a la interpretación del comportamiento social en orden a los
principios psicológicos, que están determinados fundamentalmente por el conduc-
tismo.
En contraste, Lévi-Strauss destaca que en la Teoría del Intercambio las bases
que sustentan el intercambio humano se encuentran en las fuerzas colectivas, más

B. F. Skinner George G. Homans Peter Blau


EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 61

concretamente en la cultura, y tiene supremacía lo simbólico y lo moral, ante el in-


terés individual. Por último, Peter Blau quiere ir más allá en la Teoría del Intercam-
bio, y trata de aunar el conductismo social y el paradigma de los hechos sociales,
de manera que atienda al intercambio interpersonal para llegar a la estructura social
y al cambio social.
La Teoría Feminista Contemporánea parte de la situación y experiencias de
las mujeres en las sociedades, comprende una teoría crítica y activista, y se carac-
teriza por tener una estructura interdisciplinar, que la diferencia de otras teorías
sociológicas, y se clasifica en Teoría de la Diferencia, Teoría de la Desigualdad y
Teoría de la Opresión. Las cuestiones feministas, a pesar de las críticas sufridas,
logran introducirse en el mundo académico y universitario de la sociología profe-
sional, y se crea la especialidad de la Sociología del Género, que trata el estudio de
los roles y las identidades de la masculinidad y feminidad, y las relaciones que se
entablan entre los hombres y las mujeres, es una especialidad que evoluciona bas-
tante, y evolucionó de una Teoría Feminista a la Sociología del Género. Destaca
Jessie Bernard, que escribió doce libros, bastantes artículos, y está considerada
como la principal exponente de la sociología del género. También Dorothy E. Smi-
th se dedicó a una sociología que aunó las preocupaciones neomarxistas referidas a
las estructuras de dominación con las ideas fenomenológicas relacionadas con los
mundos subjetivos y lo microinteraccional.

Jessie Bernard Dorothy E. Smith

Por último, la trayectoria de las escuelas sociológicas concluye con las Teorías
Sociológicas Estructurales, que tienden a volver a los inicios de la disciplina, y
se dedican a estudiar a fondo la obra de Durkheim, y la lingüística de la obra de
Lévi-Strauss. Para definir al Estructuralismo, Ritzer toma de Ekeh una descripción
basada en una búsqueda de leyes universales y de leyes invariantes, por mediación
de las cuales la especie humana se manifiesta en todos los órdenes de la vida, tanto
en los niveles primitivos de la vida humana, como en los niveles más avanzados.
Pero hay que matizar que el estructuralismo antropológico de Lévi-Strauss tuvo
considerables influencias en los sociólogos estructurales, porque abarca las gran-
62 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

des estructuras e instituciones sociales del mundo social, el modelo que elabora
el investigador para tratar la estructura de la sociedad, y la estructura de la mente
humana. A todo ello se añade el posestructuralismo que analiza las sociedades pos-
modernas y tiene como objetivo la investigación de las diferencias existentes y una
predilección por el lenguaje.
Michel Foucault resulta ser un autor clave que practica la hermenéutica, y bus-
ca las prácticas discursivas que organiza el discurso científico. Del mismo modo, la
Sociología Existencial y la Teoría de Sistemas delimitan el antiestructuralismo que
refuerzan las debilidades del estructuralismo, y trabajan la perspectiva humanista
—sentimientos, emociones, experiencias humanas —, y la cibernética, la teoría de
la información, la investigación operativa y la teoría de sistemas. Finalmente, se
recoge el Estructuralismo de Erving Goffman con sus estructuras invisibles, la Teo-
ría Estructural de Peter Blau que hace renacer el Estructuralismo a través del análi-
sis estructural, y la Teoría de Redes, para sentar todavía más la escuela en esta tra-
yectoria acaecida en el siglo xx.

C. Lévi-Strauss Erving Goffman

Peter Blau Michel Foucault


EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 63

Las explicaciones sociológicas de las sociedades humanas cuentan precisa-


mente con el ámbito de la teoría que es la teoría sociológica contenida en la genera-
lidad de las escuelas sociológicas. Estas explicaciones han sido la labor desempe-
ñada por el conjunto de generaciones de sociólogos y sociólogas en el proceso de
legitimación de la disciplina, primero intelectual, como defensa de su lugar en la
cultura, y después institucional, como defensa de su lugar en las universidades. La
teoría sociológica ha sido fruto de un proceso inmerso en el desarrollo institucional
y profesional que experimentaron las ciencias sociales, donde esta rama del saber
ha tenido una función esencial para la evolución de las ciencias sociales, por lo
que representa una disciplina residual y heteróclita, y más concretamente cuando
«algunas de ellas se especializan y abandonan una parte de su campo de acción
primitivo» (Boudon, 1974:33).
A este respecto, Andreski pensó que durante el proceso de profesionalización,
la sociología se convertiría en un cajón de sastre, en «una extraña mezcolanza de
cosas que iban desde las más pedestres especulaciones domésticas hasta las más
oscuras disertaciones sobre la naturaleza de la sociedad. Con ello la sociología pasó
a ser disciplina residual y sus límites quedaron definidos negativamente: puede
definirse como el estudio de los aspectos de la vida social a los que no se dedican
ciencias especiales» (1977:57).
Ahora bien, al margen de las parcelas de la realidad social que el resto de las
disciplinas sociales abandonaron en su constitución evolutiva, Nisbet aclara que
existen cinco ideas elementales esenciales de la sociología —comunidad, auto-
ridad, estatus, sagrado y alienación—, que la separan de las restantes ciencias
sociales, y que van asociadas al período formativo comprendido de 1830 a 1900,
donde se generó «la matriz de filosofía moral que albergara otrora los elementos de
todas las ciencias sociales modernas... cada una de estas ideas suele estar asociada
a un concepto antinómico, una especie de antítesis, del cual procede gran parte de
su significado constante en la tradición sociológica» (1977:10).
En efecto, las explicaciones sociológicas consiguen, en gran parte, ese espacio
ganado en el mundo de la cultura, procedente de las aportaciones de los precursores
y de los padres fundadores, que en palabras de Merton, se remontan a la primera
fase de desarrollo de esta ciencia, basada en su diferenciación con otras disciplinas,
pero «la sociología no sólo se diferenció de otras disciplinas, sino que también se
diferenció internamente. Pero no para dar origen a especializaciones, sino en la
forma de pretensiones rivales a la legitimidad intelectual, pretensiones que —era
típico sostener— eran mutuamente excluyentes e incompatibles. Esta es una de
las raíces de los tipos de conflicto social entre los sociólogos de la actualidad»
(1973:98).
La teoría abarca el conjunto de proposiciones generales que están enlazadas de
una manera lógica y ordenada para tratar de explicar aquellas zonas de la realidad
de las sociedades humanas, que se han delimitado en las fases iniciales de la in-
vestigación social. De manera más específica, las teorías científicas se las concibe
como aquellas explicaciones sociológicas que pretenden observar las regularidades
observadas —las leyes— que prevalecen y que queremos indagar. La teoría socio-
lógica es, pues, el cuerpo de todas las teorías unificadas por bloques temáticos, que
64 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

han sido analizadas en profundidad, con la esencia de las realidades descubiertas y


la elaboración de modelos ideales al estilo que nos indicó Max Weber.
En consecuencia, la teoría sociológica consiste en obtener generalizaciones,
interpretar y conexionar datos, además de barajar hipótesis que abren ilimitada-
mente los campos de verificación y refutación de las mismas, conforme se van
transformando las sociedades humanas. Ahora, bien, las explicaciones sociológicas
deben estar siempre próximas a los hallazgos empíricos, del mismo modo todos
los hallazgos empíricos deben estar enmarcados en ámbitos teóricos de gran rele-
vancia, dado que la teoría quedaría anulada y obsoleta en realidades nuevas, si no
se conectan con las nuevas y actuales pesquisas que contienen los acontecimientos
y fenómenos que surgen constantemente en las sociedades. La finalidad está en
explicar y en predecir los acontecimientos que se han manifestado, y las posibles
relaciones que mantienen con los hechos más actuales.
Las explicaciones sociológicas que desarrollan las teorías, se concretan en pa-
labras claves con su significado específico, y para conocer precisamente este ám-
bito de la teoría el sociólogo Slattery confecciona una obra Key Ideas in Sociology,
que contiene cincuenta palabras que proporcionan una aproximación a las grandes
ideas indicadas por Ritzer, y que son la base de la teoría sociológica, que sigue y
completa la tarea emprendida por Nisbet de aquellas cinco ideas elementales de la
sociología en su período formativo de 1830 a 1900. A este respecto, se exponen las
principales ideas claves agrupadas en tres bloques, que se van a ir conociendo en
los contextos de las sociedades humanas, y en los problemas sociales del mundo,
a saber:

I) Trabajo, Economía, Profesiones, Revolución Industrial, Tecnología y Evo-


lución de la sociedad:
  1.  Aburguesamiento (embourgeoisement): Golthorpe y Lockwood.
  2.  Adulteración del profesional (deskilling): Braverman.
  3.  Alineación (alienation): Marx.
  4.  Consumo colectivo (collective consumption): Castells.
  5.  Corporativismo (corporatism): Pahl y Winkler.
  6.  Ética protestante (protestant ethic): Max Weber.
  7.  Organización científica del trabajo (scientific management): Taylor.
  8.  Relaciones humanas (human relations): Elton Mayo.
  9.  Secularización (secularisation): Wilson.
10.  Sociedad postindustrial (post-industrial society): Bell.
11.  Solidaridad social (social solidarity): Durkheim.
12.  Teoría de la modernización (modernisation theory): Rostow.
13.  Urbanismo burocrático (urban managerialism): Pahl.
14.  Urbanismo (urbanism): Wirth.

La agrupación en este primer bloque da cuenta de una sintonía y paralelis-


mo de unos términos con otros, y forman parte del ámbito del trabajo, que se
relaciona con la economía y las profesiones y, a su vez, con las corrientes de
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 65

la revolución industrial, la tecnología y la evolución de la sociedad en general.


Conforman, pues, aspectos de la realidad social que han sido hondamente ana-
lizados por los sociólogos en esta etapa. En el segundo bloque que se advierte
en la obra de Slattery en sus ideas claves en sociología, se agrupan las que están
relacionadas con el poder, la ideología, el conflicto y la política, y adquieren el
siguiente orden:

II)  Poder, Ideología, Conflicto y Política:


15.  Ideología (ideologie): Mannheim.
16.  Teoría crítica (critical theory): Escuela de Frankfurt.
17.  Burocracia (burocracie):Weber.
18.  Élite del poder (power elite): Mills.
19.  Ley de la oligarquía (iron law of oligarchy): Michels.
20.  Hegemonia (hegemony): Gramsci.
21.  Autonomía relativa (relative autonomy): Poulantzas.
22.  Crisis de legitimación (legitimation crisis): Habermas.
23.  Teoría de la élite (elite theory): Pareto, Mosca.
24.  Teoría del conflicto (conflict theory): Dahrendorf.
25.  Teoría de la dependencia (dependency theory): Frank.

Finalmente, el tercer bloque de las cincuenta ideas claves en sociología de Slat-


tery, hace frente, a su vez, a cinco temas:

III)  Social, Sociología, Escuelas sociológicas, Ciencia y Género:


a)  Lo social:
26.  Anomia (anomie) : Durkheim.
27.  Comunidad y asociación (gemeinschaft-gesellschaft): Tönnies.
28.  Cultura de la pobreza (culture of poverty ): Lewis.
29.  Estigma (stigma): Goffman.
30.  Desescolarización (deschooling): Illich.
31.  Teoría del etiquetaje (labelling theory): Becker.
32. Profecía que se cumple a sí misma (self-fulfilling prophecy): Rosenthal y
Jacobson.
33.  Códigos linguísticos (linguistic codes): Bernstein.
34.  Estatus urbanístico/clases residenciales (housing classes): Rex y Moore.
b)  La Sociología:
35.  La tesis de la convergencia (convergence thesis): Clark Kerre et al.
36.  Darwinismo social (social darwinism): Spencer.
37.  Ecología humana (human ecology) Park.
38.  Sociología de la ciencia (sociology of science): Merton.
39.  Sociología formal (formal sociology): Simmel.
66 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

c)  Las Escuelas sociológicas:


40.  Positivismo (positivism): Comte.
41.  Funcionalismo estructural (structural functionalism): Parsons.
42.  Marxismo estructural (structural marxism): Althusser.
43.  Materialismo histórico (historical materialism): Engels.
44.  Etnometodología (ethomethodology): Garfinkel.
45.  Fenomenología (phenomenology): Husserl y Schutz
46.  Interaccionismo simbólico (symbolic interactionism): Mead.
d)  La Ciencia:
47.  Falsación (falsification): Popper.
48.  Paradigmas (paradigms): Kuhn.
e)  El Género:
49.  Género (gender): Feministas.
50.  Patriarcado (patriarchy): Feministas.

Ferdinand Tönnies Ivan Illich


(Comunidad y Sociedad) (Desescolarización)

John Rex Robert Moore


(Estatus urbanístico) (Clases residenciales)
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 67

1.4. LA INVESTIGACIÓN SOCIAL DE LOS FENÓMENOS Y DE LOS


PROBLEMAS SOCIALES

La observación comienza con la elaboración de preguntas respecto a un deter-


minado fenómeno, acontecimiento o problema social que se necesite indagar, y se
empieza por una serie de interrogantes ¿por qué existen las sociedades? ¿de qué
manera se organizan las sociedades humanas? ¿cuáles son los mecanismos que
establecen las funciones entre los miembros de una sociedad? ¿por qué surgen los
fenómenos y problemas sociales? ¿cómo se puede obtener la significación social
de los acontecimientos que se producen en la vida cotidiana? ¿por qué hay guerras,
crisis económica mundial, terrorismo, delincuencia, desempleo, desigualdades so-
ciales, suicidios, feminicidios ...? Para responder a estas cuestiones no sólo es su-
ficiente reflexionar y practicar el sentido común, es preciso además utilizar los dis-
tintos métodos de investigación social. Los métodos son instrumentos de medida, y
las herramientas son técnicas que permiten contestar a cualquier cuestionamiento,
y encontrar así las explicaciones de porqué y cómo suceden los hechos sociales que
aparecen en la realidad social.
Los métodos de esta disciplina proceden del método científico, y en los dic-
cionarios de esta rama del saber se encuentra una gran variabilidad de los mismos,
tales como el método comparativo, el de la comprensión, el cuantitativo, el cualita-
tivo, el de la historia personal, el del estudio de campo, de casos, de la comunidad,
el estudio del pensamiento, del verstehen —uso del conocimiento y la comprensión
personal—, empírico, estadístico, experimental, histórico, idiográfico, longitudi-
nal, nomotéctico, sociométrico, subjetivo, tipológico, transcultural, deductivo e in-
ductivo.
Inicialmente conviene conocer la diferencia entre metodo deductivo y método
inductivo antes de introducirse en el campo práctico de la investigación social, y
discernir cómo se va trazando nuestra observación de los hechos y problemas so-
ciales. Así, pues, el método deductivo es «el proceso de razonamiento que se dirige
de los principios generales a los ejemplos particulares. Se utiliza la deducción en
el método científico cuando las hipótesis específicas o las predicciones particulares
son derivadas de principios teóricos más generales» (Theodorson y Theodorson,
1978:76). En esencia, la inducción es el proceso de razonamiento que se dirige de
los casos individuales a los principios generales. El método experimental, en el
cual las conclusiones generales se derivan de observaciones individuales, es bási-
camente inductivo» (Ibídem: 154).
Los métodos pertenecen, pues, a la parte práctica sociológica denominada
Sociología Empírica, y a este respecto Ferdinand Tönnies estableció tres ramas
en la disciplina sociológica: Sociología Pura, Sociología Empírica y Sociolo-
gía Aplicada, lo que lleva a diferenciar disciplina sociológica pura, empírica
y aplicada, que se encuentran entrelazadas de manera armoniosa para la ob-
servación de las sociedades. Esta diferenciación marca la separación entre la
teoría sociológica con sus escuelas (Sociología Pura) que se han descrito en el
capítulo anterior, la práctica sociológica (Sociología Empírica) que encarama
la investigación social y sus métodos (diagnóstico social) y, por último, la in-
68 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

tervención social (Sociología Aplicada) con la formulación de políticas y su


implememtación.
La investigación social y sus métodos pertenecen, por tanto, a la Sociología
empírica que se basa en la investigación empírica, más concretamente, en una in-
vestigación que parte de la experiencia, la observación o la experimentación de
los fenómenos y problemas sociales, y está orientada por los conceptos que ha
desarrollado la Sociología Pura, que ahora denominados teoría sociológica. Y la
Sociología Aplicada se refiere a «la aplicación de los principios y la comprensión
sociológicos al análisis y al conocimiento de una situación o sistema social concre-
to de relaciones sociales. La sociología aplicada no debe confundirse con el trabajo
social o la reforma social» (Ibídem: 269). En consecuencia, la intervención social
parte de aquí, para estructurar la formulación de políticas en orden al diagnóstico
social, y enmarcar la comprensión sociológica del análisis de los datos.
En la evolución y perspectivas que presenta la investigación social, se aprecia
que los primeros pasos comienzan, pues, con la curiosidad y la búsqueda de res-
puestas, a todas las preguntas que los pensadores han experimentado y se han he-
cho en el transcurso de su vida. Para averiguar los antecedentes de la denominada
Sociología Empírica nos explica el profesor García Ferrando, que es prácticamente
imposible hallarlos, debido a la discontinuidad producida por los «predescubri-
mientos o anticipaciones» en la historia de la disciplina (1979: 27). Los estudios
previos aparecen cuando los gobernantes del Estado moderno se ven en la necesi-
dad de conocer cuantitativamente todo lo referente al espacio social y sus recursos
humanos (Romano, 1977:412). Casos concretos de las primeras investigaciones las
tenemos en King en 1648, sobre Clases sociales y clases de sufragios en Inglaterra,
que es conocido en 1804, y el de Booth (1840-1916) sobre El trabajo y la vida de la
gente, que introduce y populariza la utilización de la encuesta y un enfoque empíri-
co. Seguidamente figuran Spencer y Rowntree y, finalmente, el holandés Steinmetz
quien propone en 1913 el método sociográfico (Ibídem, 1977:41-42).
De hecho, la inclinación a analizar los temas sociales con el método cuantitati-
vo produjo desde principios del siglo pasado un buen número de publicaciones con
grandes cantidades de datos empíricos. Casos representativos son los de Quételet
(1796-1882) con el trabajo Estadística Moral o el de Le Play (1806-1882) con su
famosa La Méthode Sociale. Abrégé des Ouviers européens. Hay que aclarar que
durante el siglo diecinueve y parte del siglo veinte no consta todavía una unión
entre Sociología y la investigación social, y será a partir de 1920 en la Universidad
de Chicago, cuando se incorpore la práctica de la investigación social como parte
importante en el modelo de sociología académica (García Ferrando, 1979:28).
Ahora bien, el origen de la Sociología Empírica está patente en los marcos
teórico-analíticos y contextuales que se expusieron arriba, aunque empezó a fun-
cionar principalmente en aquellos estadísticos y encuestadores sociales que reunie-
ron datos empíricos de problemas sociales que más preocuparon en las postrimerías
de las sociedades industriales, con el fin de poder paliar las nuevas situaciones so-
cioeconómicas de las clases obreras, que se encontraban hacinadas en las ciudades
y en las grandes fábricas. Para ubicarse bien en el tiempo histórico se obtiene que
mientras se organizaban teóricamente los principios y planteamientos de la socio-
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 69

logía como disciplina científica con los precursores y fundadores —Montesquieu,


Rousseau, Saint-Simón, Hegel y Comte— al mismo tiempo se estaban efectuando
investigaciones sociales empíricas —encuestas sociales, trabajos de observación,
análisis de datos demográficos etc., — sin un referente de un marco teórico bien de-
limitado, y con una conceptualización de problemas, que se utilizaban directamente
para la planificación de determinadas políticas sociales de aquella época.
Comte perfila ya esa otra parte cuantitativa de la naciente sociología con To-
cqueville y Spencer, y se aplica el estudio empírico fundamentalmente, después
viene la metodología de Marx con el método hipotético deductivo y el método
dialéctico, Durkheim con el establecimiento de los elementos esenciales del mé-
todo científico aplicado a los fenómenos sociales, y Weber con la distinción entre
investigación objetiva y juicios de valor, la construcción de tipologías y el carácter
probabilista del procedimiento de explicación causal. Por lo que la fecha de 1920
resulta clave en la recomposición del ámbito práctico cuantitativo, y se logra uni-
ficar el saber científico —ámbito teórico y ámbito práctico— sobre problemas y
fenómenos sociales.
Llegamos, por tanto, a las lineas que dirigen la investigación empírica en socio-
logía que abarca un método, una metodología y unas técnicas de indagación para
explicar los acontecimientos y problemas sociales. Por tanto, actúa en una perspec-
tiva circular, al igual que conceptuaba Wagensberg, en el sentido de que la comple-
jidad del conocimiento es una espiral abierta hacia el camino de la precisión, y no
es un círculo cerrado, ya que se parte de un punto determinado del conocimiento
de un fenómeno, y convierte el punto de llegada en el inicio de otro círculo que
tratará de buscar una mejor precisión en el cambio e innovación sufridas en el ob-
jeto de conocimiento. Esta espiral comprende los mecanismos inductivos —de lo
particular a lo general— y deductivos —de lo general a lo particular, arriba indica-
do— que van constantemente de las teorías como sistemas de proposiciones a las
observaciones estructuradas, guiadas por premisas teóricas y viceversa. Expertos
en Sociología Empírica como Mayntz, Holm y Hübner (1975:35) resumen en cinco
puntos el proceso de investigación:

1.  Preparación teórica: preformación conceptual del campo de los objetos y


formulación de los problemas a investigar.
2.  Elaboración de un plan y de los instrumentos de investigación: diseño de la
investigación, de los instrumentos y técnicas de evaluación, con inclusión de
la operacionalización de los conceptos centrales, determinación de la mues-
tra, construcción de instrumentos —escalas, índices, cuestionarios etc.-
3.  Ejecución: reunión del material.
4.  Evaluación: ordenación y análisis de los datos, intento de respuesta de los
interrogantes de la investigación.
5.  Conclusiones teóricas: establecimiento del ámbito de validez de los enun-
ciados obtenidos, en su caso generalización, indicación de la relación con la
teoría existente.
70 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Los profesores Light, Keller y Calhoun (1992:29) exponen siete pasos que hay
en el proceso del modelo de investigación:

1.  DEFINICIÓN DEL PROBLEMA


Selección de un tema para investigar y definición de conceptos claves.
2.  REVISIÓN DE LA BIBLIOGRAFÍA
Familiarización con la teoría existente e investigación sobre un tema.
3.  FORMACIÓN DE HIPÓTESIS
Definición de la relación entre las variables medibles de tal manera que las hipó-
tesis puedan ser medidas y comprobadas.
4.  SELECCIÓN DE UN DISEÑO DE INVESTIGACIÓN
Selección de un método para el estudio: el experimento, la encuesta, la observa-
ción de campo, o el enfoque histórico.
5.  RECOLECCION DE DATOS
Recolectar la información que va a demostrar la hipótesis.
6.  ANÁLISIS DE DATOS
Trabajar y examinar los datos para comprender las hipótesis.
7.  CONCLUSIONES
Resumen de resultados del estudio, indicación de su significado, relación de los
hallazgos con las teorías e investigaciones existentes, e identificación del pro-
blema para las futuras investigaciones.

En efecto, todos estos pasos suponen esfuerzos escalonados que hay que ir
dando, de manera que se ascienda en esta escalera del conocimiento de los hechos
que se observan, es decir, de lo que está pasando en las sociedades y en el mundo
y, más concretamente, en aquel problema que definimos a priori para indagar. La
revisión de la bibliografía es fundamental para familiarizarse con la teoría que ya
existe respecto al tema objeto de estudio que hemos seleccionado. Después de for-
mular las hipótesis que surgen de la lógica que tiene todo conocimiento proveniente
de la ciencia, y que necesita ser verificado, por lo que se estructuran los enunciados
que equivale a una proposición que afirma la relación entre determinados hechos,
en la que dicha afirmación se pretende que sea puesta a prueba empíricamente para
ser verificada o rechazada.
A continuación, se selecciona un método para estudiar el fenómeno social, el
tema seleccionado o el acontecimiento de la vida cotidiana que hemos indicado
anteriormente al principio. Ahora, bien, conviene recordar que el método científico
tiene unas peculiaridades, además de algunos problemas, que hace referencia a la
imposibilidad de una objetividad sociológica completa, debido al objeto de estudio
que tienen las ciencias sociales, porque son más complejos al referirse al comporta-
miento humano. El profesor González Seara se manifiesta al respecto en el sentido
que apuntaba Bunge, que la investigación social requiere partir de unos esquemas
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 71

previos, que más tarde van a ser sometidos a una verificación, aunque no es nece-
sario que se sigan todos los pasos con excesiva rigurosidad, siempre y cuando se
proceda con los criterios de la investigación científica.
La sociología es una disciplina que según Beltrán (1985) lleva a un pluralismo
metodológico que se ramifica en esta variabilidad de métodos, en el que la lógica
del método histórico se asienta en la variable tiempo, en el sentido de preguntar de
dónde vienen los procesos y las instituciones sociales y a dónde van, indaga, pues, la
variedad de factores que puedan determinar el acontecimiento seleccionado, todo ello
en el plano de los fenómenos de larga duración y en el análisis de la estructura global
de las sociedades. Con el método comparativo se logra contrastar las diferencias y
semejanzas, porque hay una variedad de formas y procesos, de estructuras y compor-
tamientos sociales en un espacio y dentro de un tiempo, a través del cual se obtiene un
horizonte más diverso de la vida cotidiana, que ofrece la posibilidad de elaborar una
teoría y dar explicaciones a los fenómenos que queremos investigar.
El método crítico-racional da cuenta de la reivindicación del derecho a consi-
derar desde la perspectiva científica y racional las finalidades sociales, es decir, la
restitución de los fines de los seres humanos, los valores y el deber ser, al ámbito
de la racionalidad, que intentan trasladar a las ciencias sociales la tradicionalidad
normativa. Por otra parte, los métodos cuantitativos y cualitativos, que atienden
desde la metodología que utiliza las técnicas a medida, de construcción de índices e
indicadores, de manejo estadístico de masas de datos, de análisis de datos primarios
y de datos secundarios, en donde la encuesta es la forma primaria de cuantificación
más característica, hasta el uso de la hermenéutica (interpretación de textos, y mé-
todo que expresa la universalización del fenómeno interpretativo desde la concreta
y personal historicidad), en técnicas tales como el grupo de discusión, la entrevista
en profundidad y la observación participante. En realidad, la amplitud del método
sociológico abarca como bien se aprecia desde la perspectiva histórica, comparati-
va y crítica hasta la cuantitativa y cualitativa.
Finalmente, el método de la triangulación utiliza varios métodos en una sola
investigación, y son muchos los especialistas que lo utilizan, como la profesora
Cea D’Ancona que utiliza estos ámbitos de la sociología, y respecto al concep-
to de triangulación explica que sus raíces se hallan en otras áreas diferentes de
conocimiento, como es el caso de la topografía en la navegación y en la logística
castrense, y tiene como finalidad «la utilización de múltiples puntos de referencia
para localizar la posición exacta de un objeto en el espacio ... En las ciencias socia-
les, el término triangulación adquiere un significado similar. Por él se entiende la
explicación de distintas metodologías en el análisis de una misma realidad social»
(1996:47). Y desde un enfoque práctico, que completa el que se ha tratado con los
profesores Ligth, Keller y Calhoun, la profesora Cea D’Ancona (Ibídem: 81-91) se
centra en el proyecto de investigación y diferencia cuatro fases:

1)  La formulación del problema de investigación.


2)  La operacionalización del problema.
3)  El diseño de la investigación y
4)  La factibilidad de la investigación.
72 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

En este sentido, lo primero que hay que organizar en el proyecto de investi-


gación sociológico es la formulación de lo que se quiere estudiar —problema a
investigar—, si bien ha tenido lugar previamente el diseño del proyecto, que ac-
túa a modo de guía en la consecución y tratamiento de la información que vamos
posteriormente a obtener. Aquí, hay que exponer los objetivos generales y los más
específicos que se intenta obtener en la investigación, al igual que las razones en
la elección del tema y la justificación que lo sustenta. La operacionalización del
problema a investigar es una fase posterior que consiste en operacionalizar dos
áreas, una traza a la vertiente teórico analítica, basada en los conceptos, categorías
analíticas y variables que se quieren indagar, y la otra se refiere a la vertiente po-
blacional que delimita la población a estudiar y el tipo de diseño muestral que se
va a llevar a cabo.
El marco teórico con las hipótesis hay que introducirlo aquí, que son respuestas
que se lanzan a las preguntas planteadas, y tienen que estar relacionadas con los
objetivos de la investigación ya fijados. A continuación, se elabora el diseño de la
investigación, que consiste en especificar la manera en que se va a realizar la inda-
gación, y se tienen en cuenta los siguientes procedimientos: objetivos de estudio,
plazo de tiempo disponible y los recursos disponibles, que van a tener influencia
en la elección de estrategias de investigación, como por ejemplo el uso de fuentes
documentales y estadísticas, estudio de casos, encuesta y expone que la estrategia
—o estrategias— finalmente elegida influirá en estas tres fases del proyecto de
investigación:

1. El diseño muestral: la muestra del estudio (individuos, viviendas, entidades


sociales, acontecimientos, documentos), su volumen y forma de selección.
2. Las técnicas de recogida de información (de documentación, observación y
entrevista).Concretamente:
2.1. Revisión de fuentes de observación secundaria (estadísticas y documen-
tos).
2.2.  Observación sistemática, participante y no participante.
2.3.  Entrevistas abiertas, semi o no estructuras (individuales y/o grupales).
2.4. Relatos biográficos (múltiples, paralelos, cruzados) y documentos per-
sonales.
2.5. Cuestionario estandarizado (sondeos en serie, tipo panel, macro-en-
cuestas).
3.  Las técnicas de análisis de datos:
3.1.  Documental.
3.2.  Estadístico (univariable, bivariable, multivariable).
3.3.  Estructural (análisis del discurso, etnografía, fenomenología).
3.4.  Interpretacional (construcción de teorías, descriptivo/interpretativo).
3.5.  De contenido (cuantitativo y cualitativo).

Por último, la factibilidad de la investigación es la última fase del proyecto de


investigación que contempla las condiciones mínimas que tienen que darse para
que dicho proyecto se haga posible, por lo que revisa las fuentes, la bibliografía
EL ESTUDIO DE LA SOCIEDAD 73

básica que trata el problema a investigar, que son las que establecen las bases del
marco teórico, las bases empíricas y metodológicas. Los recursos disponibles se
refieren a los materiales y el personal —con su currículo— que van a efectuar el
proyecto de investigación, además de otros recursos necesarios —equipo, material
inventariable, material fungible, dietas y desplazamientos y personal—. Y, final-
mente, la determinación del tiempo que va a durar la investigación —cronología de
tareas—, y la fecha final de presentación del proyecto
2.  ORÍGENES Y EVOLUCIÓN
DE LAS SOCIEDADES
LECTURA: PERSPECTIVA DE ROUSSEAU EN EL ORÍGEN DE LAS SOCIE-
DADES

Jean Jacques Rousseau y el origen de las sociedades (Discurso sobre el origen


de las desigualdades).

3.1.  PRIMERA ETAPA

El primer sentimiento del hombre fue el de su existencia; su primer cuida-


do, el de su conservación. Los productos de la tierra le proporcionaban todos
los socorros necesarios, el instinto lo llevó a usarlos. El hambre y otros ape-
titos le hacían probar, una tras otra, diversas maneras de existir, y hubo una
que le invitó a perpetuar su especie; y esta inclinación ciega, desprovista de
todo sentimiento del corazón, no producía más que un acto puramente animal.
Satisfecha la necesidad, los dos sexos ya no se reconocían, y el hijo mismo no
era nada para la madre tan pronto como podía prescindir de ella.
.... A medida que el género humano se extendió, las penalidades se multi-
plicaron con los hombres. La diferencia de los terrenos, de los climas, de las
estaciones, pudo forzarlos a introducirla en sus maneras de vivir. Años estériles,
inviernos largos y rudos, estíos ardientes que consumen todo, exigieron de ellos
una nueva industria. En las orillas del mar, y de los ríos, inventaron la caña y el
anzuelo, y se convirtieron en pescadores e ictiógrafos. En las selvas, hicieron
arcos y flechas, y se convirtieron en cazadores y guerreros. En los países fríos se
cubrieron con las pieles de las bestias que habían matado. El rayo, un volcán, o
algún venturoso azar, les hizo conocer el fuego, nuevo recurso contra el rigor del
invierno; aprendieron a conservar este elemento, luego a reproducirlo, y, final-
mente, a preparar con él las carnes que antes devoraban crudas.
... Es fácilmente concebible que entre hombres así acercados y forzados a vivir
juntos debiera formarse un idioma común mejor que entre aquellos que erraban
libremente en las selvas de la tierra firme. Así es muy posible que tras sus primeros
78 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

ensayos de navegación los insulares introdujeran entre nosotros el uso de la pala-


bra; y es por lo menos muy verosímil que la sociedad y las lenguas hayan nacido
en las islas y se hayan perfeccionado allá antes de ser conocidas en el continente.
...Pero hay que observar que la sociedad iniciada y las relaciones ya esta-
blecidas entre los hombres exigían en ellos cualidades diferentes de aquellas
que tenían en su constitución primitiva: que al comenzar a introducirse la mo-
ralidad en las acciones humanas, y por ser cada uno, antes de las leyes, único
juez y vengador de las ofensas que había recibido, la bondad convincente al
puro estado de naturaleza ya no era la que convenía a la sociedad naciente;
que era preciso que los castigos se volviesen más severos a medida que las
ocasiones de ofender se volvían más frecuentes, y que tocaba al terror a las
venganzas ocupar el lugar del freno de las leyes.

3.2.  SEGUNDA ETAPA

Mientras los hombres se contentaron con sus cabañas rústicas, mientras se


limitaron a coser sus vestidos de pieles con espinas de plantas o raspas, a ador-
narse con plumas y conchas, a pintarse el cuerpo de diversos colores, a per-
feccionarse o embellecer sus arcos y sus flechas, a tallar con piedras afiladas
algunas canoas de pescadores o algunos groseros instrumentos de música; en
una palabra, mientras sólo se aplicaron a obras que podía hacer uno solo y a artes
que no necesitaban del concurso de varias manos, vivieron libres, sanos, buenos
y felices tanto como podían serlo por su naturaleza, y continuaron gozando entre
ellos de las dulzuras de un trato independiente: pero desde el instante en que un
hombre tuvo necesidad del socorro de otro, desde que se dio cuenta de que era
útil para uno solo tener provisiones para dos, la igualdad desapareció, se intro-
dujo la propiedad, el trabajo se hizo necesario y las vastas selvas se trocaron en
campiñas risueñas que hubo que regar con el sudor de los hombres, y en las que
pronto se vio la esclavitud y la miseria germinar y crecer con las mieses.
La metalurgia y la agricultura fueron las dos artes cuyo invento produjo
esta gran revolución. Para el poeta son el oro y la plata, pero para el filósofo
son el hierro y el trigo los que civilizaron a los hombres y perdieron al género
humano; uno y otro eran desconocidos de los salvajes de América que por eso
permanecieron siempre como tales; los demás pueblos parecen, incluso, haber
permanecido bárbaros mientras practicaron una de estas artes sin la otra; y quizá
una de las mejores razones de que Europa haya sido, si no antes al menos más
constantemente y mejor civilizada que las demás partes del mundo, es que es a
un tiempo la más abundante en hierro y la más fértil en trigo.
...La invención de las demás artes fue, pues, necesaria para forzar al género
humano a aplicarse a la de la agricultura. Desde que hubo menester de hombres
para fundir y forjar el hierro, hubo menester de otros hombres para nutrir a aque-
llos. Cuanto más llegó a multiplicarse el número de obreros, menos manos se
emplearon en proveer a la subsistencia común, sin que por ello hubiera menos
bocas para consumir; y como unos necesitaran productos a cambio de su hierro,
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 79

los otros hallaron por fin el secreto de emplear el hierro en la multiplicación de


los productos. De ahí nacieron, por un lado, el laboreo y la agricultura, y por
otro, el arte de trabajar los metales y de multiplicarse sus usos.

2.1. APROXIMACIÓN A LOS ORÍGENES DE LAS SOCIEDADES


HUMANAS

En la cuestión del origen de las sociedades se han hecho siempre preguntas


desde distintos ámbitos y en cualquier época, y los interrogantes más frecuentes
han sido los siguientes ¿de dónde venimos? ¿quiénes somos? ¿hacia dónde va-
mos? A este respecto, observar las organizaciones humanas requiere saber en cierto
modo nuestros orígenes, y es una tarea que lleva mirar hacia el pasado y conocer
los inicios, algo que probablemente les sucederá a todos los miembros de cualquier
sociedad que mediten acerca del mundo en el que viven. Para los profesionales de
la ciencia sociológica, la mirada hacia el pasado es una tendencia predominante y
generalizada en el estudio de la vida social, y se preguntan cómo fueron las pri-
meras sociedades humanas, qué posibilitó la convivencia y sociabilidad entre unos
homínidos y otros, desde cuándo se puede atisbar que ya estaban establecidos los
primeros asentamientos humanos.
Las ciencias de la antropología y paleontología se han dedicado a indagar
en profundidad los inicios de nuestras sociedades, al igual que los arqueólogos,
geógrafos, filósofos y teólogos, que han rebuscado con distintas investigaciones y
estudios. Del mismo modo, la curiosidad de la sociología se ha situado en la pers-
pectiva de responder cómo se hizo posible la organización social, lo que va unido
al proceso de evolución que experimentó la especie humana. Otra de las cuestiones
frecuentes atiende a responder si se habrá perdido el hilo conductor explicativo en
la continuidad de unas civilizaciones con otras, y si todas tienen los mismos puntos
en común, o proceden de un tronco común.
A la ciencia sociológica le corresponde dar este tipo de respuestas y no desper-
diciar aquellas posibles indicaciones que den cuenta de la realidad, y que estén gra-
vitando en el vacío, por tanto, y tal como sucede en otras áreas de indagación, debe
actuar como un núcleo de atracción a modo de remolino que atraiga en su seno las
hipótesis que subyacen en la búsqueda de los orígenes de las sociedades humanas.
Según todos estos interrogantes se han encontrado dos hipótesis que nos muestran
un camino en esa búsqueda de los orígenes de los asentamientos humanos. Las dos
hipótesis señalan estas corrientes:

•  Aproximación primera El hombre desciende de un ancestro primate. Co-


rriente científica: antropológica, paleontológica, darwiniana sociológica. Se
basa en hechos y necesita demostración y verificación.
•  Aproximación segunda El hombre aparece en la creación y difiere de todas
las restantes creaciones. Corriente científica: antropológica, filosófica y reli-
giosa, que se conexiona con la mágico-ficticia. Se basa en hechos, aunque no
necesita obligatoriamente demostración y verificación.
80 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

La primera aproximación El hombre desciende de un ancestro primate, es la


que más se utiliza en todas las ciencias sociales que ha sido fruto de diferentes
hipótesis que la antropología y paleontología han ido trabajando a través de re-
futaciones y modificaciones, con grandes debates, según se fueron encontrando
huellas y datos de todas las investigaciones efectuadas al respecto. Esta hipótesis
procede de las aportaciones de Darwin en su obra El origen del hombre (1986),
y en el Prólogo Cordón revisa los principios básicos de su teoría y expone que
«Darwin descubrió, simultáneamente con Wallace, el mecanismo en virtud del
cual evolucionan las especies —a saber, por selección natural de los individuos
más aptos—, y presentó una incomparable suma de hechos en los que parece ope-
rar este mecanismo. Darwin estaba convencido de que las especies evolucionan, y
de que uno de los mecanismos principales por los que se produce la evolución, en
el transcurso del tiempo, de una especie es por selección natural de los individuos
más aptos. La selección natural es el camino que conduce a la etapa más alta de la
evolución biológica terrestre, la evolución humana. En esta etapa, el sustrato de
la evolución —lo que evoluciona— ya no son las especies animales en el marco
de la fauna y de la flora, sino el hombre en el marco de las sociedades humanas»
(1986: 17-22).
La ciencia sociológica ha trabajado siempre esta hipótesis en su observación
hacia el orígen de las sociedades humanas, y figura en los apartados y desarrollo
de la evolución social que ha experimentado el mundo. De hecho, la idea que aquí
subyace parte de las teorías del darwinismo social que trabajó Herbert Spencer
respecto a la evolución social de las especies, por lo que significa una de las ideas
claves que figura en la teoría sociológica y que se explica seguidamente:

El Darwinismo social (social darwinism) es una de las ideas claves en la


ciencia sociológica que la desarrolló en profundidad Herbert Spencer, y consti-
tuye una teoría social basada evidentemente en los conceptos de Charles Darwin
sobre la evolución de las especies, y de las sociedades en orden a unas leyes de
selección natural, en las que predominó la supervivencia y la adaptación. De
manera que aquellas sociedades que pasaban esta prueba de selección evolu-
cionarían de sociedades simples a sociedades más heterogéneas, hasta llegar al
sistema social de la civilización moderna. Spencer emplea la comparación de las
sociedades con los organismos vivos (Véase del capítulo 1, el epígrafe 1.2. El
estudio científico de la sociedad con los primeros sociólogos).

Se han hecho en relación a esta primera hipótesis muchos esfuerzos para re-
construir la prehistoria humana, y se ha ido haciendo a partir del hallazgo de dientes
aislados, huesos solitarios, fragmentos de cráneo y muestras de ADN mitocondrial,
que con bastantes estudios han podido reconstruir aquella etapa de las sociedades.
El paleontólogo Richard Leakey (2001) ha efectuado una recontrucción de los orí-
genes de la humanidad, y señala un momento clave en la evolución —momento
que se produce con la adopción del bipedismo y la postura erguida de los primeros
Australopithecus que tuvo lugar hace unos siete millones de años—, donde aparece
ya el lenguaje y la expresión artística.
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 81

Este descubrimiento se logra con el estudio de un fósil humano en África en


1924 a través de Raymond Dart, que halló al niño de Taung —Sudáfrica—, consis-
tente en una calavera no completa de un niño, con la cara, la mandíbula y la caja
craneal. Y ya al final de las décadas de los cuarenta, Robert Broom se une a Ray-
mond Dart y localizan más fósiles humanos en cuatro cuevas de Sudáfrica —
Sterkfontein, Swartkvans, Kromdraai y Makapunsgat—, y clasifican las especies
de homínidos, y se diferencian la especie de Australopithecus africans —el niño de
Taung encontrado en 1924—, y la especie más robusta denominada Australopithe-
cus robustus, que son dos especies que habían vivido a base de alimentos vegetales
(Véase
ORÍGENESCuadro 2.1). DE LAS SOCIEDADES HUMANAS
Y EVOLUCIÓN 193

Cuadro 2.1
De la prehistoria humana a las sociedades humanas

RAZAS HUMANAS: Organización de las sociedades humanas

Prehistoria: Cuatro culturas


Estadios clave
sociabilidad Homo Sapiens Sapiens
1.o Familia Humana. (Cro-Magnon)
gregarismo Homo Sapiens
2.o Proliferación de Especies (Neanderthalensis)
Bípedas organización
social
3.o Expansión del tamaño Homo Erectus
del cerebro.

4.o Origen de los humanos Homo Habilis


modernos.

Simios Bípedos
(Australopithecus)

Gorilas
Primates Simios Ramapithecus
Chimpancés

Fuente: elaboración propia.


Al Homo se le atribuyen la capacidad del lenguaje, la consciencia, la imaginación
artística y la capacidad de innovación tecnológica.
Del Homo Habilis se da un paso más adelante con el Homo Erectus, tal y como
indican los investigadores a través de los estudios de los fósiles, los instrumentos de
hueso y piedra y las modificaciones climáticas y ecológicas, que favorecieron el
cambio evolutivo y se identifican, según Leakey, cuatro estadios clave en la prehis-
82 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Si se lee en otras fuentes al Australopithecus se le remonta a cinco millones


de años, y representa el primer mono antropoide de marcha bípeda, y se le sitúa
próximo al chimpancé/gorila por la forma de su cráneo. A continuación, viene el
siguiente escalafón en el que figura el Homo Habilis, al que se le ubica en el primer
eslabón en la identificación de humano, y es conocido como Hombre Hábil, porque
según Raymond Dart, se le atribuye el fabricar varios útiles en su vida de cazador y
recolector, y supuso una pieza fundamental para el proceso de adaptación evolutiva
en la prehistoria humana.
A partir de aquí, el vocablo homo se aplica para calificar al hombre —según
Arsuaga y Martínez (1999)— en el sentido genérico de ser humano, y que en 1758
Linneo designó «para nombrar el género al que pertenece nuestra especie (Homo
sapiens). Habitualmente, los términos humanidad y humano/a se reservan para los
representantes de nuestro género, de manera que cuando nos preguntamos sobre el
origen y evolución del género Homo nos estamos refiriendo al origen y evolución
de los humanos» (1999: 129). Al Homo se le atribuyen la capacidad del lenguaje,
la consciencia, la imaginación artística y la capacidad de innovación tecnológica.
Del Homo Habilis se da un paso más adelante con el Homo Erectus, tal y como
indican los investigadores a través de los estudios de los fósiles, los instrumentos
de hueso y piedra y las modificaciones climáticas y ecológicas, que favorecieron
el cambio evolutivo y se identifican, según Leakey, cuatro estadios clave en la
prehistoria de nuestra especie humana: 1) La Familia Humana, 2) La proliferación
de especies bípedas, 3) La expansión del tamaño del cerebro y 4) El origen de los
humanos modernos.
Seguidamente, aparece el Homo Erectus que representa a la primera especie
humana que emplea el fuego, practicó la caza para la subsistencia, y construyó
utensilios y herramientas de piedra de acuerdo con un molde mental ya definido,
en definitiva, fue una especie que evolucionó bastante, y se trasladó más allá de
África, lugar que se cree fue el continente originario de la especie humana, ya que
se han descubierto muchos hallazgos al respecto. Su tamaño era bastante similar al
de los humanos modernos, y no se sabe si disponía de lenguaje y autoconciencia,
todo esto se conoce por los restos de la pelvis del niño de Turkana, que según los
análisis era una especie con una estructura biológica humana ya moderna, y alejada
de la biología del simio, lo que no sucedió con los Australopithecus que se queda-
ron en el grado simiesco.
Sin duda, el contexto social en el que evolucionaron estos homos implicó una
de las grandes bases en el desarrollo de la biológica humana, por lo que Leakey
advierte que «el giro evolutivo que dio el Homo temprano hacia los patrones huma-
nos modernos de crecimiento y desarrollo tuvo lugar en un contexto social. Todos
los primates son animales sociales, pero los humanos modernos han desarrollado
la sociabilidad hasta su grado máximo. El cambio de la biología que inferimos de
las pruebas que proceden de los dientes del Homo temprano nos dicen que la inte-
racción social en esta especie ya había empezado a integrarse, creando un ambiente
que estimulaba la cultura. Parece ser que la organización social al completo fue
también modificada significativamente» (2001:81).
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 83

Tras el Homo Erectus aparece el Homo Sapiens con la peculiaridad de poseer


el lenguaje, el talento para la alta tecnología, la capacidad de hacer juicios éticos,
y entre los restos de fósiles humanos encontrados hace 34.000 años en África y
Eurasia, se obtiene que esta especie tiene un cuerpo menos macizo y musculoso,
su cráneo es más alto, una cara más plana, y tiene los huesos de la calavera más
delgados. Entre el Homo Erectus y el Homo Sapiens están los neanderthales, una
subespecie de los humanos actuales que tenían la frente predominante, y se cono-
cían por haber sido los primeros en celebrar ceremonias funerarias.
De todos modos, al Homo Sapiens Sapiens se le ubica como el humano actual,
que además de las capacidades adquiridas en la evolución fue de los primeros ar-
tistas que de África se extendió a todos los continentes hace 11.000 años aproxi-
madamente. En su evolución la sociabilidad y el entorno cultural creado le situó en
una posición de ventaja en la selección natural. Fueron muy famosos los vestigios
artísticos como las representaciones de animales y de hombres, que aparecen en
grabados, pinturas y dibujos esculpidos, y están extendidos en África, Asia, Europa
y Australia. Casos los tenemos en las cuevas de Lascaux y la de Tuc d’Audoubert
en Francia de la Edad de Hielo —Paleolítico Superior—, las diminutas figuras de
marfil en la localidad alemana de Vogelherd que simbolizan a mamuts y caballos,
y la cueva de Altamira en Santander, con bisontes, jabalíes, ciervos, caballos y un
lobo.
Ahora bien, una vez constituidas las razas humanas con la sociabilidad y el
lenguaje hablado, se consigue la consciencia introspectiva y la cultura, y la re-
presentación del mundo lleva a ser miembros de las sociedades, y por ende, a la
organización de las sociedades humanas. Los antropólogos han dado mucha im-
portancia al lenguaje hablado, de hecho ha supuesto la característica fundamental
que ha diferenciado al Homo Sapiens del resto de las criaturas en la prehistoria
humana que le dota de comunicación y de reflexión introspectiva, y con el lengua-
je —consecuencia, a su vez, de los requisitos que imponía la caza y las tareas de
la recolección—, surge la consciencia humana, que representa un dilema para los
científicos, en general. Y es en este momento de la historia de los humanos cuando
se conforman los mitos en las sociedades porque necesitaron dar explicaciones a las
cosas que les rodeaban, y se uniría la mitología y la religión en este primer mundo
social ya institucionalizado.
Pero todavía no se ha llegado a dar una explicación satisfactoria entre el len-
guaje y la consciencia como ya señaló Arsuaga (1999), que analiza que en este
tema Darwin y Wallace no se pusieron de acuerdo, ya que mientras Darwin conce-
bía que la evolución de la mente humana y la evolución del cuerpo físico se produ-
cen a través de un proceso lento y continuo, para Wallace, le resultaba inconcebible
«admitir que las facultades intelectuales y morales del hombre, tan elevadas, fuesen
un producto de la evolución gradual, y que nos hubiéramos ido haciendo seres hu-
manos poco a poco: él veía un único gran salto cualitativo, que no se podía explicar
por una lenta acumulación de múltiples pequeños cambios. Wallace pensaba en una
causa sobrenatural» (1999: 247).
Aquí, en este punto es donde se enlaza con la aproximación segunda —El hom-
bre aparece en la creación y difiere de todas las restantes creaciones—, que es una
84 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

corriente científica, no predominante, que pertenece al ámbito también antropoló-


gico, además de al filosófico y religioso-ficticio, que se ha relegado conjuntamente
a la esfera de lo mágico-religioso en su totalidad.

2.2. LAS SOCIEDADES: EVOLUCIÓN, CONCEPTOS Y CIENCIAS


SOCIALES QUE LAS ESTUDIAN

En los orígenes y en la evolución de las sociedades humanas el componente


social ha jugado un papel importantísimo en la organización de los grupos de homí-
nidos y, más tarde, en los grupos de razas humanas que disponían ya de una estruc-
tura definida de funciones, derechos y obligaciones. Lo social, por tanto, se halla
en los mismos orígenes y se traduce en la práctica de los comportamientos sociales
en el gregarismo y asociacionismo que, además de ser innato en el mundo animal,
lo es más cuando lo social contiene elementos afectivos relevantes que empezó a
marcar los lazos del parentesco entre los sujetos. De aquí que se conozcan unos tér-
minos básicos para la comprensión del componente sociológico que va ligado a la
necesidad de la relación e interacción social en las sociedades humanas (Véase del
capítulo 1, el epígrafe 1.1. Pensadores que estudiaron la sociedad y la existencia
de la Sociología —Aristóteles y otros—). Así, pues en los términos claves de la so-
ciología que hacen mención a este tema, aparece la sociología formal desarrollada
por Simmel, que especifica lo siguiente:

Sociología formal (formal sociology): Simmel. Es un tipo de análisis so-


ciológico creado por Georg Simmel, que intenta diferenciar la forma de la inte-
racción social del contenido de la interacción, y analizar a la primera indepen-
dientemente de la segunda. Las formas de interacción son consideradas como
comprendiendo la estructura básica de la sociedad, independientemente de las
características concretas (el contenido) de las sociedades específicas. La socio-
logía formal es altamente abstracta y generalizadora. Un ejemplo de análisis
formal sería el estudio de grupos de dos o tres personas, en términos de los prin-
cipios que gobiernan la estructura de las díadas y de las tríadas, o el análisis del
arte y del juego como formas societarias. Distinguió a la sociología formal de la
sociología general y de la sociología filosófica. Consideró a la sociología formal
como la esencia de la ciencia sociológica, y por ello la denominó sociología
pura. Por tanto, la sociología formal trata las principales formas del gregarismo
y asociacionismo, que representaron elementos fundamentales en el orígen y
desarrollo de los primeros asentamientos humanos, para su organización y com-
posición social.

Desde la perspectiva sociológica el gregarismo es, pues, el deseo y la incli-


nación de las personas a establecer contacto y asociarse mutuamente. En las so-
ciedades humanas, el gregarismo no constituye un instinto ni un impulso sino el
resultado evidente de la socialización y del desarrollo de la personalidad, que surge
y se mantiene a través de la asociación con otros miembros del grupo de referencia.
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 85

Y el asociacionismo es una consecuencia del gregarismo, es un concepto que parte


de una teoría psicológica a través de la cual los procesos mentales —tanto los sim-
ples como los complejos— pueden reducirse temporalmente a ciertos elementos
simples o a sensaciones elementales.
Indudablemente, todo esto tiene que ver con la acción social —concepto que
elabora Weber—, que es el eje que va muy unido a la conceptualización del homo
sociologicus, como prototipo de la conducta social o del comportamiento social
sometido a evaluación constante por el medio social al que está adscrito. Schoeck
(1985:2) concibe el término acción social como un término fundamental para la
sociología, que se remonta a finales del siglo xix, y está enmarcada en todo proceso
social, que produce un comportamiento (interno o externo) en un individuo de un
grupo, si el que actúa percibe en ello un sentido que resulta de una relación social
ya existente, o de una relación que se va a constituir con la acción social, en defi-
nitiva, nos permite analizar sistemas sociales —de acción— muy diversos, que son
concebidos como procesos.
Otra definición es aquella que describe el concepto de acción social como una
acción que es orientada hacia algo o que está influida por otra persona o personas,
y no es necesario que esté presente físicamente más de una persona para que la
acción se considere social. El actor, en la acción social, toma en cuenta la conducta
real o prevista de otras personas. Max Weber especifica que la ausencia de acción
social, o la aceptación pasiva de la acción de otras personas, es también acción
social. También adquiere el significado de un intento organizado de resolver cual-
quier problema social, y que delimita siempre y en todo momento las actuaciones
de los sujetos en las sociedades humanas. En efecto, Max Weber (1984:5-18) al
principio de su obra Economía y Sociedad estructura una definición de la disci-
plina sociológica desde la perspectiva de una ciencia que tiene como objetivo la
pretensión de entender e interpretar la acción social y explicarla causalmente en su
desarrollo y efectos.
Todo lo que se ha vivido en una sociedad determinada, queda reproducida en la
acción social, ya que se tiene presente el sistema normativo y cultural más básico
a las innovaciones incorporadas de las transformaciones más recientes. La acción
social comprende el conjunto de las estimaciones y reflexiones más profundas del
individuo como ser humano a través de su individualidad con todas aquellas que
están institucionalizadas y establecidas por el grupo de referencia en el que vive,
y dentro de la sociedad a la que pertenece. Los procesos de institucionalización y
de cambio social se integran en la acción social, que opera como catalizador de
lo individual y de lo social en las conductas que se desenvuelven en los grupos
humanos masivos, y las que se diluyen en la sociedad. La acción social actúa en
la díada —grupo de dos—, en la tríada —grupo de tres— y alcanza hasta el grupo
más masificado, y cuando se plasma en la conducta social adopta los roles sociales
más acordes a la situación concreta que se vive en ese momento.
Este importante término que elabora Weber lo trata el profesor Giner (1991:42-
43) en su obra Sociología y lo explica del modo siguiente: «hay acción social siem-
pre que uno o varios individuos se comporten con respecto a una situación en la
que están presentes otros seres humanos, y a la que se atribuyen un significado
86 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

subjetivo. Cuando ello no es así nos hallamos frente a un caso de comportamiento


meramente biológico o de alguna otra índole no social. Esta última clase de com-
portamiento pertenece a una esfera muy reducida de la actividad humana, puesto
que casi toda ella cae dentro de la esfera de lo social». Por tanto, en esta conducta
humana, que denominamos ya conducta social humana, Giner argumenta que «en-
tra nuestra visión de la situación, nuestra percepción e interpretación de las inten-
ciones de los demás y de lo que piensan, así como los valores morales y de cálculo
que tengamos en el momento de la realización. Nuestro comportamiento está sujeto
a evaluaciones, creencias, emociones y percepciones diversas».
Toda esta terminología resulta imprescindible para comprender el comporta-
miento de los individuos en las sociedades humanas, y en especial cuando en la
relación social y en el momento de ejecutar una conducta, la capacidad perceptiva
individual capta el sistema de valores y de normas de los grupos sociales de refe-
rencia, y somete rápidamente a evaluación subjetiva la evaluación del comporta-
miento en dicho grupo. En este proceso que contiene la acción social, se necesita
anticiparse a las reacciones de los demás, según las creencias prevalecientes y las
reglas de conducta que en el medio social imperen, además, todo ello es indepen-
diente de las características individuales del sujeto, de cómo piense y de cómo
quiera actuar, la acción social consiste, pues, en tomar una elección de conducta
social en un contexto específico en el que lo social delimita las pautas principales
en dicha acción, la acción social es el imperativo básico que determina las conduc-
tas sociales de los individuos en sus grupos de referencia.
En consecuencia, de la acción social nace el concepto de homo sociologicus,
que es una pieza clave que activa los elementos del componente sociológico, siendo
éste los individuos, la cultura y el vínculo social principalmente. Ralf Dahrendorf
se ocupó de explicar este concepto en una obra —Homo sociologicus—, y es un
concepto ubicado en una categoría fundamental necesaria para cualquier análisis
sociológico de los problemas sociales del mundo. Desde esta perspectiva, los indi-
viduos son estudiados según el papel que les corresponde asumir, cómo se compor-
tan, en qué medida se desvían del comportamiento institucionalizado —rol— para
la posición que ocupan —estatus—, cómo interviene su libertad y capacidad de
innovación con respecto a lo que está establecido, etc.
En sus indagaciones argumenta que «la conducta del hombre en este mundo
no es casual. Sigue ciertas normas que, aunque son como cualquier cosa humana,
históricas y por tanto susceptibles de cambio, adquieren vida propia. Puede pre-
decirse el comportamiento humano de un contexto dado hasta el punto de hacer
intercambiables a los actores individuales. El burócrata situado tras la ventanilla
y el ciudadano que está ante ella no son, en cierto sentido, personalidades únicas,
sino personae, máscaras actuando sus partes, representando sus papeles. El mundo
entero es un escenario o dicho de una manera más precisa aunque menos graciosa,
la cristalización de reglas en papeles es el hecho básico de la sociedad y, por ende,
de la ciencia social» (Dahrendorf, 1975:15).
En realidad, el concepto de homo sociologicus se encuentra ante la unión del
individuo —y sus características personales—, y las sociedades —y sus grupos
primarios como la familia, el grupo de la escuela, el de vecinos, etc.—, de manera
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 87

que este homo asume un conjunto de papeles sociales predeterminados, que debe
desempeñar. Son, en suma, los papeles sociales, que deben coexistir —en palabras
de Dahrendorf— « con el hombre real de nuestra experiencia diaria. Si no quiere
incurrir la sociología en un cientificismo acrítico, su intento de esbozar algunas
dimensiones de la categoría del papel social no debe perder entonces de vista el
problema moral del hombre doble» (Ibídem, 1975:25).
En definitiva, el homo sociologicus es el resultado de un complejo proceso de
socialización basado en la asimilación de las reglas de conducta, normas y valores
sociales, que son esenciales en los grupos humanos en los que se convive. Homo
sociologicus es, por tanto, el ser social y la personalidad social que cada sistema
social requiere en sus colectividades para una convivencia en armonía con lo que
está establecido de antemano por el sistema cultural y por el sistema de organiza-
ción social, es decir, que existe en una estructura de las sociedades antes de que el
sujeto tuviese vida.
La incorporación de esta estructura es lenta y gradual, hasta que la estructura
social llega a formar parte integrante del nuevo sujeto que se ha acoplado a sus
propias características, personalidad, cualidades y connotaciones esenciales varias
de su individualidad, de manera que cuando se ha completado el proceso de asi-
milación, aparece el homo sociologicus junto con sus características individuales,
y así ya está preparado para la vida en las sociedades humanas. El proceso de
socialización puede ser incompleto, deficiente, incluso sufrir algunas desviaciones
según los factores de obstáculo que puedan intervenir, además se puede dar el caso
de adquirir un homo sociologicus que vaya en contra de las normas establecidas, a
través de las conductas delictivas, violentas, homicidas, etc., que responden a otras
reglas y normas de comportamiento social no establecidas institucionalmente.
En realidad, es en la evolución de las sociedades donde se va construyendo
este entramando de lo social que se activa con la interacción social y las relaciones
sociales de unos individuos con otros. En la lectura Perspectiva de Rousseau en el
origen de las sociedades, Rousseau describe las características del origen de las
sociedades humanas, y perfila bien el instinto de conservación que permaneció en
esta etapa inicial de conformación de las mismas, donde se activaron el gregarismo
y el asociacionismo junto con la acción social en los comportamientos sociales de
quellos antepasados. La sociedad es, por tanto, como un continente que está lleno
de individuos que conviven, interactúan y se relacionan por mediación de la orga-
nización social, en un espacio determinado y con unas pautas de comportamiento
específico. Es un grupo grande de personas, es una panal de abejas, es un hormi-
guero, es una manada de elefantes, etc., Las preguntas que normalmente aparecen
cuando nos introducimos en este conocimiento sociológico de las sociedades son
las siguientes: ¿cuáles son, pues, los rasgos fundamentales de toda sociedad? ¿a
través de qué mecanismos les es posible funcionar a todas las sociedades, tanto
humanas como animales? ¿cuáles son los rasgos comunes y cuáles las diferencias
entre las sociedades animales y las sociedades humanas?
Para comprender la composición y el funcionamiento de las sociedades convie-
ne diferenciar las sociedades de distintas especies, las denominadas propiamente
sociedades animales, y las sociedades humanas. Ambas sociedades tienen una serie
88 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

de necesidades que tienen que satisfacer según el profesor norteamericano Davis


(1974), y que se distribuyen en cuatro tipos: 1) Mantenimiento de la población, 2)
División de funciones entre la población, 3) Solidaridad del grupo y 4) Perpetua-
ción del sistema (Véase Cuadro 2.2). Estos cuatro puntos son los que posibilitan el
que funcionen las sociedades, lo que tienen en común entre ellas, pero las diferen-
cias son sustanciosas, ya que la base de las sociedades animales de distintas espe-
cies se halla en la herencia genética y en lo social que ello entraña, como sujetos
que interactúan mutuamente, en cambio, la base de las sociedades humanas es la
cultura
ORÍGENESmás lo social yDElaLAS
Y EVOLUCIÓN interacción entre
SOCIEDADES sus miembros.
HUMANAS 207

Cuadro 2.2
Rasgos fundamentales de toda sociedad

Sociedades animales de distintas Sociedades humanas


especies
(Base: herencia, lo social) (Base: cultura, lo social)
1. Mantenimiento de la población 1. Mantenimiento de la población
(Provisión de alimento; protección contra (Organización social a través de Institucio-
daños y reproducción de nuevos organis- nes económicas —sistema de producción
mos). en general—, Institución política y del ejér-
cito, Institución familiar —matrimonios, pa-
rejas, tipos de hogares).
2. División de funciones en la población 2. División de funciones en la población
(Según las especies están determinadas (Estratificación social —roles y estatus—).
por la especialización fisiológica de los
miembros).

3. Solidaridad del grupo 3. Solidaridad del grupo


(Motivación de contactos entre los miem- (El Ser Social que abarca normas, valores
bros. Motivación de la tolerancia mutua y y reglas; cultura y su transmisión —sociali-
de la resistencia a los extraños). zación familiar, de la escuela, ocupacional
y demás—; interacción social, cambio so-
cial y conflicto social).

4. Perpetuación del sistema 4. Perpetuación del sistema


(Adaptación al medio y desarrollo de nue- (Instituciones Políticas y Militares, Institu-
vas especies). ción Educativa e Institución Sanitaria).

Fuente: elaboración propia.


pequeño grupo o bien en la sociedad en general, y que se determina según los pri-
vilegios, el prestigio, la influencia y el poder.
La conformación
En el mantenimientode lade
estratificación
la poblaciónsocial da paso abásicas
las funciones la creación de la desi-
comprenden la
gualdad entre sus miembros, según las funciones que desempeñen los
provisión de alimentos, la protección contra todo tipo de daños y la reproducción sujetos, re-
gulados
de nuevospororganismos,
un grupo quequetiene
en el
laspoder y el control
sociedades de losserecursos
humanas efectúa disponibles.
a través de El
la
organización social. En las sociedades humanas es el equivalente a unque
tercer tipo de necesidades hace referencia a la solidaridad del grupo, adquiere
patrón rela-
formas de estable
tivamente motivación para la tolerancia
de relaciones mutualosy individuos,
sociales entre la resistencia antesubgrupos
y los los extraños,
que
con un elenco de normas, valores, reglas, cultura y su transmisión, que son inte-
se forman, basados en roles y normas sociales, con determinados significados que
riorizados por los procesos de socialización, desde el mismo momento en que na-
proporcionan regularidad y predecibilidad, cuando se produce la interacción so-
cen los individuos, lo que les permite formar parte de esa sociedad con la cultura
correspondiente. Una de las características de la interacción social en las socieda-
des humanas, es su capacidad de generar cambios sociales, que dinamizan sobre-
manera el desenvolvimiento de la vida social de sus miembros.
En la solidaridad del grupo las sociedades de los mamíferos, y más concreta-
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 89

cial, y se convierte en estructura social que articula las funciones de la institución


económica —sistemas de producción en general, producción de alimentos—, la
institución política y del ejército —protección y defensa en general—, y la insti-
tución familiar —matrimonio, parejas y tipos de hogares (reproducción de nuevos
organismos a través de las relaciones sexuales y las funciones de crianza)—.
La división de funciones en la población es el segundo requisito imprescindi-
ble, y según las especies están determinadas por la especialización fisiológica de los
miembros, pero, en las sociedades humanas esta división se determina por la estratifi-
cación social, que está basada en el ordenamiento jerárquico más o menos estable de
estatus y roles que se da en un pequeño grupo o bien en la sociedad en general, y que
se determina según los privilegios, el prestigio, la influencia y el poder.
La conformación de la estratificación social da paso a la creación de la des-
igualdad entre sus miembros, según las funciones que desempeñen los sujetos, re-
gulados por un grupo que tiene el poder y el control de los recursos disponibles. El
tercer tipo de necesidades hace referencia a la solidaridad del grupo, que adquiere
formas de motivación para la tolerancia mutua y la resistencia ante los extraños,
con un elenco de normas, valores, reglas, cultura y su transmisión, que son interio-
rizados por los procesos de socialización, desde el mismo momento en que nacen
los individuos, lo que les permite formar parte de esa sociedad con la cultura co-
rrespondiente. Una de las características de la interacción social en las sociedades
humanas, es su capacidad de generar cambios sociales, que dinamizan el desenvol-
vimiento de la vida social de sus miembros.
En la solidaridad del grupo las sociedades de los mamíferos, y más concreta-
mente la de los primates, alcanza importantes complejidades, que están ubicadas
en un intermedio entre las sociedades de insectos y las sociedades humanas, ello
es debido a que las experiencias que adquieren en el transcurso de sus vidas, es
bastante rica, pero no disponen de cultura, ni mucho menos de capacidades para
transmitirla a sus congéneres. La base de estas apreciaciones se halla en el apren-
dizaje que desarrollan, lo que les permíten incorporar al grupo lo que aprenden, a
través del ejemplo. Lo único que sucede es que al no disponer de mecanismos de
transmisión de lo aprendido de una generación a otra, la siguiente generación debe-
rá aprender por primera vez lo que aprendieron sus ancestros, y compartirlo con el
ejemplo a los individuos con los que interactúan en grupos sociales. A diferencia de
las sociedades de insectos, las sociedades de primates desarrollan más componen-
tes innovadores en la interacción entre el comportamiento biológico, los factores
ambientales y la conducta social individual, y es una vida social más rica y variada
que la de las sociedades de insectos que se encuentran supeditadas a la tiranía de la
genética en su totalidad.
Finalmente, el cuarto requisito de toda sociedad es el de la perpetuación del
sistema, que se logra con la preservación de la especie, y sólo se hace posible
manteniendo los mecanismos y las condiciones societarias de la que forman parte.
En las sociedades animales existe el condicionante de la adaptación al medio, para
sobrevivir, y poder desarrollar nuevas especies, como es el caso de la formación de
nuevas colonias aunque sea a través del reclutamiento de otros individuos pertene-
cientes a otra colonia distinta. En las sociedades humanas los recursos de perpetuar
90 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

el sistema son muy sofisticados, y lo hacen posible a través de la institución política


y militar —con la tecnología disponible—, la institución educativa permite un ma-
yor conocimiento de las posibilidades, recursos y expansión de las capacidades de
los miembros de la sociedad, para la adaptación y la evolución social. Por último,
la institución sanitaria trata de mejorar el nivel de vida de los individuos, y el alar-
gamiento de las condiciones de existencia.
Evidentemente, las similitudes que tienen todas estas sociedades para sobre-
vivir y perpetuar las especies, se encuentran en el mantenimiento de la población,
la división de funciones y la solidaridad del grupo, en las que se aprecia que la
capacidad de aprendizaje diferencia mucho a unas sociedades de otras, ahora bien,
las sociedades humanas se distinguen esencialmente por ser sistemas que crean
culturas y las pueden transmitir de generación en generación. En definitiva, se
comprueba que en el polo más extremo figuran sociedades que están regidas por el
todo genético y biológico, las sociedades de insectos —como las hormigas—, que
son sociedades casi perfectas, que están estructuradas desde que se inicia la colonia
y se basan en el mantenimiento de sus individuos en colectividad. Y, en el otro polo
se sitúan las sociedades humanas que son complejas y sofisticadas por su estructura
social y por el conglomerado cultural.
El concepto de sociedad y sus diferentes tipos comprende un bagaje impres-
cindible en el conocimiento de las sociedades humanas y los problemas sociales
que en ellas albergan, por lo que no es lo mismo efectuar un estudio en un tipo de
sociedad primitiva que en un tipo de sociedad urbana. Generalmente, la distinción
entre unas y otras pasa por el conocimiento de las definiciones de los tipos de so-
ciedades más elementales, como las que se mencionan a continuación extraídas de
Theodorson y A. G. Theodorson (1978):

Sociedad (society): grupo de personas que tienen una cultura común y en


cierta medida diferenciable, que ocupa un área territorial determinada, que ex-
perimentan un sentimiento de unidad y que se consideran a sí mismas como una
entidad separada. Como todos los grupos, la sociedad cuenta con una estructura
de roles interrelacionados y una conducta de rol adecuada, prescripta por normas
sociales. Sin embargo, una sociedad es un tipo especial de grupo con un sistema
social amplio que incluye todas las instituciones requeridas para satisfacer las
necesidades humanas básicas. Es independiente, no en el sentido de su autosu-
ficiencia total desde el punto de vista económico, sino porque incluye todas las
formas organizativas indispensables para su propia supervivencia. Además, una
sociedad tiene los medios para sobrevivir durante un largo período, y recluta sus
miembros, por lo menos en parte, a través de la reproducción biológica dentro
del mismo grupo.
Sociedad estática (static society): sociedad que experimenta poco o ningún
cambio de una generación a otra. En una época se creía que las sociedades sim-
ples, ágrafas, eran sociedades estáticas que permanecían idénticas a sí mismas
por miles de años. Sin embargo, aunque hay sociedades que cambian más rápi-
damente que otras, es dudoso que alguna permanezca estática por completo. In-
cluso en las sociedades más simples ocurren cambios, a causa de factores como
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 91

las innovaciones tecnológicas, los nuevos conocimientos, contactos culturales,


desastres, rivalidades, agotamiento de recursos y migraciones hacia nuevos me-
dios.
Sociedad primitiva (primitive society): sociedad ágrafa. Sin embargo, los
antropólogos culturales y los sociólogos utilizan ocasionalmente el término para
referirse de modo impreciso a culturas que tienen una tecnología relativamente
simple, una relativa homogeneidad cultural y un aislamiento relativo de las in-
fluencias culturales más amplias, tengan o no, esas culturas, un lenguaje escrito.
El término es en la actualidad algo anticuado.
Sociedad sagrada (sacred society): una sociedad que, debido a su homoge-
neidad, integración y estabilidad, tiene muchísimos valores y costumbres que se
consideran sagrados e intercambiables. En una sociedad sagrada el sistema de
valores y las relaciones sociales se consideran más absolutos, naturales e indesa-
fiables de lo que son en una sociedad secular. Los significados o interpretacio-
nes de objetos y actividades son ampliamente compartidos y, por ello, rara vez
cuestionados. Las sociedades ágrafas se consideran, en general, ejemplos de las
sociedades más representativas del tipo sagrado, aunque el concepto de sociedad
sagrada fue desarrollado por Howard Becker como un tipo construido o modelo
abstracto al cual no corresponde exactamente ninguna sociedad real. Desarrolló
este tipo construido como parte de una tipología de sociedad sacro-secular.
Sociedad secular (secular society): Sociedad cuyos valores primarios son
utilitarios y racionales, y que acepta, e incluso promueve, el cambio y la innova-
ción. Contrastada con la sociedad sagrada, una sociedad secular se caracteriza
por su falta de interés por lo sagrado, lo sobrenatuaral o los valores asociados
con el tradicionalismo y el conservadurismo. El concepto de sociedad secular
fue desarrollado como un tipo construido por Howard Becker y es parte de su
tipología de sociedad sagrada-secular. Distinguió, además, dos tipos de sociedad
secular: uno en el que el cambio es lícito para sustentar principios, y otro, más
extremo, en el que el cambio es valorado en y por sí mismo.
Sociedad urbana (urban society): Tipo ideal o abstracto desarrollado por
Robert Redfiel como parte de la tipología folk-urbana. La sociedad urbana se
caracteriza por una gran población heterogénea, por un estrecho contacto con
otras sociedades (a través del comercio, la comunicación, etc.), por una compleja
división del trabajo, un predominio de los intereses seculares sobre los sagrados
y por el deseo de organizar racionalmente la conducta respecto de metas dadas
en oposición a seguir sin cuestionamiento los criterios y normas tradicionales.
Muchas relaciones sociales son impersonales y contractuales, y hay un sistema
formal de controles sociales.
Sociedad de insectos (insect society): pautas heredadas de conducta compleja
que se observan en insectos como las abejas, las hormigas y las avispas. En estas
comunidades de insectos hay especialización e interdependencia de las activida-
des. Puesto que las pautas de conducta de las sociedades de insectos dependen de
la herencia biológica y están específica y exactamente determinadas por la estruc-
tura genética de la especie, tales sociedades permanecen iguales por miles de años
y sólo cambian cuando se producen modificaciones biológicas en la especie. El
92 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

aprendizaje está reducido a un mínimo y, por supuesto, no hay cultura de insectos.


Así, las sociedades de insectos difieren de modo tan fundamental de las sociedades
humanas que su estudio ha aportado, a los científicos sociales, poco conocimien-
to para el estudio de la sociedad humana. La sociedad humana no sólo implica
interacción social sino también cultura, la cual es a la sociedad humana lo que la
conducta biológicamente determinada es la sociedad de insectos.

Las sociedades son, por tanto, sistemas autosuficientes que comportan todas las
formas de vida que le son indispensables para su supervivencia, y se han podido
diferenciar hasta veinte tipos de sociedades o clasificaciones de la misma, además
de las que acabamos de describir — sociedad abierta, sociedad animal, sociedad
cerrada, sociedad de clases, sociedad de empleados, sociedad dirigida externamen-
te, sociedad dirigida internamente, sociedad dirigida tradicionalmente, sociedad fe-
tofílica, sociedad fetofóbica, sociedad folk, sociedad mecánica, sociedad orgánica
y sociedad sin clases—.
En definitiva, y recapitulando las sociedades engloban grupos de personas que
poseen una cultura común y en cierta medida distinta, que están asentadas en un
área territorial determinada, con sentimiento de unidad y con la consideración de
ser entidades separadas. Disponen, como ya se ha indicado anteriormente, de una
estructura de roles interrelacionados y una conducta de rol establecida según las
normas sociales. Las sociedades comprenden, por tanto, un sistema social amplio
que abarca una serie de instituciones para satisfacer las necesidades básicas de sus
miembros, como son la institución económica, la educativa, la religiosa, la política,
la jurídica y demás.
Schoeck define la sociedad como «un número generalmente bastante grande de
personas de todas las edades que en su mayoría se consideran organizadas de una
forma determinada y que tienen una cultura común. Algunos filósofos han supuesto
la existencia de un primer contrato social... toda aglomeración de personas que se
encuentra por primera vez en un territorio y que ve la convivencia o necesidad de
formar una organización duradera, comienza por la división del trabajo... con tres
observaciones se puede decir lo fundamental sobre la sociedad que se va a analizar:
la posición de la mujer, la del niño y la de los ancianos» (1985: 662). Entre estos
conceptos se añade el de solidaridad, que supone la condición que tienen los gru-
pos de establecer una cohesión social unida a una acción cooperativa y colectiva, y
que están dirigidos hacia el logro de objetivos grupales.
Emile Durkheim distinguió —lea del capítulo 1, el epígrafe 1.2. El estudio
científico de la sociedad con los primeros sociólogos (Émile Durheim)— la soli-
daridad mecánica de la solidaridad orgánica, y son dos términos que sirven para
comprender mejor la noción de sociedad en su relación con las ciencias sociales.
La solidaridad mecánica es una solidaridad social basada en la homogeneidad de
valores y conductas, en la fuerte coacción social que existe y en una lealtad a la
tradición y al parentesco. Este concepto se aplica a pequeñas sociedades ágrafas
(sin escritura y relativamente ajenas a la civilización), que se caracterizan por tener
una simple división del trabajo, con poca especialización en las tareas, unos roles
elementales y muy poca tolerancia con respecto a la individualidad.
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 93

La solidaridad orgánica es un tipo de solidaridad social propia de las socie-


dades industriales modernas, tiene la finalidad de desarrollar una interdependencia
entre un gran número de roles bastante especializados, y dentro de un sistema que
tiene una compleja red de tareas asociadas a una división del trabajo, que requiere
la cooperación de todos los miembros que pertenecen a sus sociedades. Se denomi-
na orgánica ya que guarda todavía en esta terminología un parecido con la unidad
de un organismo biológico, donde las partes —órganos— están muy especializados
y se establece una coordinación entre ellas con el fin de que el organismo pueda
sobrevivir.Tradicionalmente, la visión de la sociedad es presentada por el famoso
alemán Ferdinand Tönnies que separa comunidad —Gemeinshaft— y sociedad
—Gesellshaft—, y tiene cierta semejanza con la sociedad mecánica y orgánica de
Durkheim, como veremos en el capítulo de poblaciones.
Morin en el estudio que realiza de la sociedad, se detiene en el término de na-
ción como una sociedad que contiene una unidad, organización, coherencia, leyes
y ciudadanos, donde surgen conflictos sociales y políticos, y cohabitan individuos
que viven para sí mismos y desean obtener sus propias metas. Describe a las socie-
dades modernas repletas de contradicciones, por lo que argumenta que «si la socie-
dad es un sistema, este sistema sorprende por sus desgarros y por sus desórdenes; es
la paradoja de nuestras sociedades modernas, paradoja de la coexistencia de la in-
coherencia y de la coherencia, de la unidad y de la desunión. Y tendremos, por tan-
to, dos tendencias de análisis, según que se de más énfasis a uno o a otro término:
unas veces se contemplará la unidad del sistema y otras se verá la sociedad como
una especie de envoltorio de millones de sistemas, grupos e individuos» (1995:83).
La alternativa que ofrece Morin consiste en unificar ambos puntos de vista, y
conceptuar a la sociedad como unitas complex –unidad compleja-, que retome la
gemeinshaft —comunidad— y la gesellshaft —sociedad— de la sociología alema-
na, y representen el elemento mitológico que asocia a sus miembros en comunidad
a la vez que la red de intereses económicos y de procesos técnicos. Este pensador
concluye con un concepto de sociedad al que comprende un «conjunto de interac-
ciones económicas, físicas, culturales, etc., que transforman un sistema que, a su
vez, comporta sus aparatos de mando/control, en manos del primer jefe del Estado,
y que retroactúan sobre las interacciones de las que depende su existencia. Así,
evidentemente, la existencia del Estado depende de los ciudadanos, cuya existencia
depende de la del Estado. Todo ello constituye un sistema» (1995:84). En suma,
se perfilan a las sociedades humanas con gran complejidad y su heterogeneidad
con estructuras económicas, sociales y culturales, y sistemas de reproducción, no
exentas de antagonismos, desórdenes y conflictos.
En efecto, esta perspectiva estructural de las sociedades actuales como siste-
mas complejos que se reproducen y permanecen con antagonismos que se crean en-
tre la gesellshaft —sociedad— y la gemeinshaft —comunidad—, es la que sostiene
la ciencia sociológica con las ciencias sociales. ¿Cuáles son, pues, dichas ciencias?
Las ciencias históricas, las ciencias normativas y las ciencias económicas.
En las ciencias históricas, la Historia se conforma como una de las más anti-
guas que se han desarrollado en nuestra cultura occidental y tiene como finalidad
el estudio de los acontecimientos que pertenecen al pasado histórico de los seres
94 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

humanos, y es un hecho que comienza a hacerse patente desde que se empiezan a


registrar los escritos y dura hasta la actualidad. Por tanto, la historia se ocupa del
estudio de los eventos y del valor que contienen en sí mismos, y representa una
ciencia ideográfica, que significa que es una disciplina fundamentalmente descrip-
tiva que atiende a explicar los fenómenos individuales y únicos. Dentro de la histo-
ria está el historicismo que es un enfoque teórico que pone el énfasis en el contexto
histórico para el entendimiento y discernimiento de los fenómenos sociales y cul-
turales., se indica que «de acuerdo con este enfoque, al analizar cualquier aspecto
de la organización social o la cultura de un pueblo en un momento determinado,
resulta necesario trazar su historia de modo que se muestre la forma particular de
su desarrollo y luego se relacione con los otros aspectos del sistema sociocultural
dentro del cual tiene lugar. Tiende a ponerse el énfasis en la singularidad de cada
período histórico más que en las generalizaciones o pautas recurrentes de toda con-
ducta humana» (Theodorson y Theodorson, 1978:146).
La perspectiva del historicismo fue influida por Georg Hegel, y lo desarro-
llaron los historiadores alemanes de los siglos xviii y xix. Junto a este enfoque se
añade el determinismo histórico que trata los fenómenos a través del análisis de su
desarrollo histórico, de aquí que los fenómenos culturales y sociales tengan que
ser explicados en lo esencial por mediación del estudio de la historia a la que se
aplica los principios que están determinados históricamente. Asimismo, otra de las
modalidades que aparecen es la historiografía, que interpreta de la historia escrita
aquellos datos detallados que se van recopilando con el método histórico, y que
lleva a la ordenación de dichos datos en orden a un marco conceptual, que da como
resultado la presentación del material trazado por mediación de una narración que
trata de reconstruir el período que se esté indagando.
Betes y Sarriés exponen que hay muchas maneras de mirar el pasado, pero
ciertamente sólo hay una historia y, más concretamente, la Filosofía de la Histo-
ria, y la necesidad que ha tenido el historiador moderno en su tarea de centrarse
en lo acontecional, y las singularidades que conllevan los eventos, ha hecho que
acudiese a varias ciencias auxiliares, tales como la economía, demografía, geogra-
fía, antropología y demás, y la sociología se une en determinados campos que tie-
nen en común. La historia es una ciencia descriptiva, ideográfica, que proporciona
información completa y objetiva sobre los acontecimientos ya pasados, además
pretende hallar las causas de los sucesos que recopila para dar cuenta de la compo-
sición y estructura social de los grupos determinados en estudio. Y es aquí donde se
encuentra la historia y la sociología, para describir los hechos sociales, y explican
su razón de ser, ambas son, además, ciencias de síntesis y ciencias globales, que
intentan alcanzar muchos aspectos.
¿Cuándo se juntan los objetivos de estas ciencias? Cuando la historia efectúa
sus análisis buscando en el pasado y cuando la sociología en sus investigaciones se
ve irremediablemente impulsada a acudir también al pasado. La Sociología Histó-
rica es la prueba más patente de esta vinculación entre estas dos ciencias, ya que
analiza los datos históricos con el fin de conseguir generalizaciones sociológicas,
de manera que la perspectiva histórica proporciona las tendencias generales en el
proceso de transformación y de cambio de las sociedades y de los problemas socia-
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 95

les del mundo, aunque también puede dedicarse al estudio de un tema determinado,
que utilice datos del pasado y probar la falsación de hipótesis concretas y limitadas.
Las ciencias normativas incluyen a las Ciencias Políticas, la Política Social, la
Moral Social, el Derecho y las Ciencias Jurídicas, que en el caso de la ciencia polí-
tica trata un ámbito de suma importancia para la vida de las sociedades, al ocuparse
del Estado, de su organización, gobierno y ejercicio de la autoridad, y se centra
fundamentalmente en los problemas del poder. Martindale expone que el término
Ciencia Política se plasma en el lenguaje corriente hacia la segunda mitad del siglo
xix. La ciencia política ha sido fundada por una serie de pensadores como Aristó-
teles, Jean Bodin, Maquiavelo y Montesquieu, y la obra de Alexis de Tocqueville
La Democracia en América (1835-1840) que es considerada como la primera obra
fundamental en la primera mitad del siglo xix. (Repasese el epígrafe 1.2. El estudio
científico de la sociedad con los primeros sociólogos)
Y se descubre que la ciencia política, así como sucede con el resto de las cien-
cias sociales, ha sido confundida durante siglos con la moral y la filosofía, hasta que
con Maquiavelo —y toda su obra— se empieza a independizar y a funcionar por si
misma, y se convierte en una de las ramas de las ciencias sociales que tiene como
objeto de estudio la organización y administración del gobierno, su historia y la teoría
que desarrolla. En muchos de los aspectos que conlleva en la elaboración y análisis
de la teoría social, va paralela con la sociología, y tiene bastantes elementos en co-
mún, ahora bien, el campo de la sociología es mucho más amplio al abarcar toda la
convivencia organizada que está supeditada a la autoridad, que tiene como finalidad
alcanzar el bien común. La Sociología Política es un área comunitaria en ambas cien-
cias, y tiene como objetivo básico el estudio de los comportamientos políticos, por
ejemplo, investigación sobre los líderes, la estructura y la composición de los partidos
políticos, los electores y su comportamiento, el análisis de los grupos de presión, etc.
y si bien coinciden en algunas áreas, tienen finalidades diferentes.
La Moral Social también se relaciona con la sociología, como ciencia normati-
va que es, y su punto central consiste en indagar lo que el hombre debe ser y cómo
debe ser, lo que implica que se orienta a los individuos y se les guía para que estén
en el camino que les va a proporcionar los fines trazados. La moral y la sociología
son campos que están en la interacción en la que entran en determinados casos: la
moral trata lo que debe ser, la sociología lo que es. En el caso del Derecho respecto
de la sociología, ambas tienen como punto de interés las instituciones, las costum-
bres, los códigos, las leyes, las normas sociales, etc., sin embargo, el jurista estudia
estos focos de atención bajo el prisma de un conjunto integrado de normas que
permiten regular y sancionar los comportamientos de los sujetos en la sociedad, co-
nocer, en suma, las normas, qué vigencia tienen, qué alcance y contenido disponen,
cuál es el carácter vinculativo etc.
El profesional de la ciencia sociológica afronta las normas, instituciones, leyes,
sanciones y demás, como sucesos objetivos que están ahí para determinar en qué
medida controlan el comportamiento de los individuos y de los grupos, qué unidad
organizada forman, qué funciones cumplen en el marco de una institución, etc. Esta
relación tan estrecha ha llevado a la conformación de la Sociología Jurídica por
mediación de la cual el derecho accede al campo de la sociología para comprender
96 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

las normas jurídicas en un contexto determinado, y poder elaborar, así, nuevas


normas que encajen y se equilibren con la realidad social reconstruida y analizada
sociológicamente. La sociología penetra en el campo del derecho porque obtiene
una estructura analítica que regula aquellos comportamientos y conductas sociales
de una sociedad dada.
Finalmente, las ciencias económicas dan cuenta del estudio de la variabilidad
de recursos disponibles de los miembros de una sociedad, para satisfacer las nece-
sidades básicas, y establecer leyes que proporcionan solventar las necesidades del
mayor número de individuos posibles, con los recursos limitados con los que se
parte. Y como ciencia social, Duverger considera que la ciencia económica es una
de las más antiguas, y en la actualidad tiene el primer puesto dentro de las ciencias
sociales. Tanto la Economía Política como la Ciencia Económica son términos si-
nónimos, y se halla que en la antigüedad la economía política se dedicaba al estudio
de la producción, distribución y consumo de aquellos bienes y servicios materiales
disponibles, y ya, más recientemente, la ciencia económica dispone de la noción
fundamental que trata sobre la escasez, y más concretamente sobre la despropor-
ción entre las necesidades humanas y los bienes y servicios que son factibles de
satisfacer, de aquí que haya proliferado la definición que la ubica en una ciencia
que administra los recursos escasos en una sociedad humana determinada.
En la ciencia económica se organizan desde sus orígenes dos ramificaciones,
la microeconomía y la macroeconomía, siendo la primera la que lleva a interpretar
la realidad económica según el individuo y es de tendencia hacia el análisis psi-
cológico, y la segunda considera a los humanos, a los grupos y a las sociedades e
incluye las cantidades globales de los bienes y servicios, y tiende hacia el análisis
sociológico. Los clásicos como Adam Smith y J.B. Say muestran su inclinación
hacia la microeconomía junto con los teóricos del marginalismo, con Marx y los
socialistas y después Keynes la atención recae en la macroeconomía, que es la que
con el tiempo más ha predominado.
En la evolución experimentada en la ciencia económica se ha constatado su
acercamiento a las ciencias sociales, y se considera que la Economía Política es
también social, y tiene un área en común con la sociología, precisamente en el
estudio de las relaciones humanas que provienen de los fenómenos económicos,
especialmente las relaciones que tienen lugar en el trabajo, muestra de ello son la
sociología del trabajo y la sociología industrial. La sociología del trabajo analiza,
entre otras cosas, el alcance que tiene la actividad humana a partir de la esfera del
trabajo, y la sociología industrial contiene la aplicación de teoría y metodología
sociológicas para la indagación de la organización de las fábricas y de las empre-
sas, así como el estudio de los grupos de trabajo en la industria y las ocupaciones
industriales y técnicas muy especializadas.
En definitiva, «todo economista que quiera programar un desarrollo económi-
co, que quiera reducir el consumo, incrementar las inversiones, congelar o aumen-
tar los salarios, tiene que partir de unas previsiones del comportamiento colectivo.
Por eso se han multiplicado, en la actualidad, los estudios de carácter sociológico,
orientados a la economía, principalmente a la economía política social. Por ejem-
plo, estudios sobre el desempleo, el impacto de la inmigración, de la subida de pre-
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 97

cios, etc. Todos estos estudios requeridos por los economistas, son eminentemente
sociológicos y al mismo tiempo, económicos» (Betes y Sarriés, 1974: 138).

2.3. SOCIEDADES CAZADORAS, RECOLECTORAS, HORTICULTORAS Y


AGRARIAS

En general, la variabilidad de sociedades en el mundo animal y en el de los


humanos, proporciona un conocimiento de referencia imprescindible para aden-
trarse en la evolución y en la historia de las sociedades humanas, una vez que se
han conocido los orígenes, las características del gregarismo y asociacionismo, las
características y definiciones elementales del concepto de sociedad y sus tipos, y
las ciencias sociales que las estudian. Con esta perspectiva, la dimensión global
capta la generalidad de las sociedades, sus rasgos más marcados, sus formas de or-
ganización social elementales, y los fenómenos que acaecen en el mundo. A partir
de aquí se añaden tres preguntas básicas para conocer la evolución que han experi-
mentado las sociedades, hacer comparaciones entre ellas, y saltar del pasado hacia
el pronóstico de sus trayectorias futuras, por mediación de un análisis profundo de
la situación actual. Las tres preguntas que marcan los profesores Macionis y Plum-
mer (1999:70) se exponen a continuación:

•  ¿En qué se diferencian las sociedades del pasado de las sociedades del
presente?
•  ¿Cómo y por qué cambia una sociedad? ¿Qué factores crean divisiones
dentro de una sociedad?
•  Las sociedades ¿están progresando o van a peor?

En el trazado evolutivo de las sociedades la adaptación al medio y el control


de la naturaleza se hace a través de la disponibilidad de unos conocimientos teó-
ricos y prácticos con la tecnología pertinente, y dependiendo de las innovaciones
incorporadas las sociedades cambian, y modifican, a su vez, su cuerpo social y
cultural. Conviene precisar, en consecuencia, que la tecnología no determina la
sociedad, ya que son los habitantes de una determinada sociedad, quienes decidi-
rán cómo van a utilizarla, para qué fines, es decir, si son buenas o malas tecnolo-
gías. En realidad, Gerhard Lenski y Jean Lenski (1987) son los especialistas que
han trabajado en profundidad este enfoque macrosociológico de las sociedades
humanas, según el cual la tecnología constituye un rasgo distintivo en los cinco
tipos de sociedades: 1) las sociedades de cazadores y recolectores, 2) las socie-
dades horticultoras, 3) las sociedades agrarias, 4) las sociedades industriales y 5)
las sociedades posindustriales.
En el acercamiento a esta tipología de sociedades los profesores Macionis y
Plummer (1999:71) indican que «no nos tenemos que dejar llevar por la tentación
de pensar que estas sociedades se suceden unas a otras de forma automática y
siguiendo un esquema evolutivo. De hecho, en el siglo xx, no faltan ejemplos en
98 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

que estos tipos de sociedad coexisten. Hay muchas sociedades que son puramente
agrarias, o industriales, o de cazadores y recolectores. En una misma sociedad po-
demos encontrar algunas características de las sociedades agrarias junto a otras de
las sociedades posindustriales, por ejemplo, pensar en términos evolutivos, de peor
o más simple, a mejor y más complejo lo que puede ser síntoma de eurocentrismo».
Autores como Macionis y Plummer (1999),Tezanos (2000) y Kerbo (2004) des-
criben sociedades cazadoras y recolectoras como sociedades comunales y primiti-
vas, con tecnologías simples basadas en la caza de animales y en la recolección de
alimentos, y representan las primeras formas de organización social. Se las cataloga
como sociedades que dependen del tamaño de la tribu, y de las condiciones climáti-
cas, y tienden a ser nómadas o seminómadas. Existe al respecto un vocablo —nóma-
de— que alude a las personas que pertenecen a un grupo que cambia periódicamente
su lugar de residencia, según las ventajas estacionales que ofrece cada lugar, en rela-
ción a las condiciones buenas para la caza, los pastos para el ganado, la climatología
idónea etc. A los grupos nómadas se les define como grupos limitados a cierta área
o hábitat, y muestran tendencia a regresar a los lugares tradicionales, solamente se
desplazan por conseguir unas metas, y en determinados casos de superpoblación,
invasión, hambre y otras catástrofes, se ven obligados a migrar en gran escala.
La ubicación de estas sociedades desde la perspectiva de la macrosociología
data desde el origen de la especie humana, hasta hace unos doce mil años, su tec-
nología está encaminada para producir alimentos de manera que los miembros de
estos grupos estaban buscando comida en su medio habitual permanentemente, y
se registra escaso tiempo para el ocio, salvo en casos de abundancia de alimentos.
Estas sociedades estaban comprendidas de pequeñas bandas y, más concretamente,
de grupos muy reducidos que comprendían de 25 a 40 personas. Su organización
social está basada por vínculos de parentesco, y la familia tiene la función de ob-
tener y distribuir los alimentos, cuidar de los miembros más pequeños y débiles, y
enseñar a los niños la educación básica y la instrucción elemental, para desarrollar
las cualidades fundamentales para la supervivencia.
La estructura de roles está delimitada en gran parte por la especialización de
tareas —caza, recogida de frutos, bayas, tubérculos, fabricación de herramientas
rudimentarias y armas, de madera, piedra, hueso—, dependiendo de la edad y del
género, incluso contribuyen los más jóvenes y los más mayores y, en su conjunto,
tanto las responsabilidades de los hombres como las de las mujeres tienen una po-
sición social y de estatus similar. La estructura de poder político es casi inexistente,
ya que la organización social es muy básica y dispone de la figura del jefe y la de
los chamanes o hechiceros, que son —éstos últimos— líderes espirituales con un
prestigio social, que ejercen influencia y poder en el grupo.
Kerbo (2004:51) añade que la influencia de chamanes o hechiceros «en los de-
más está relativamente restringida y se limita a su capacidad para realizar funciones
valiosas para toda la tribu. Así, posiciones como la de jefe son posiciones logradas
con un método abierto de ubicación social. La forma predominante de desigualdad
—que, de hecho, suele ser la única forma de desigualdad— es el estatus u honor.
Si un determinado individuo cumple una función importante para la tribu, como
proporcionarle alimentos, puede lograr una posición de alto estatus, sin apenas re-
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 99

cibir recompensas materiales mayores que las que reciben otros miembros de la
tribu... las desigualdades de estatus que encontramos se explican simplemente por
la tradición. Es decir, al mejor cazador se le concede, por la fuerza de la costumbre
un estatus más alto a un mayor honor».
Una de las peculiaridades de estas sociedades es que no suelen ser guerreras, in-
dependientemente de que posean flechas, lanzas y cuchillos de piedra que se utilizan
para la caza exclusivamente, ahora bien, sus grandes adversarios son las enfermeda-
des y los desastres que provoca la naturaleza —terremotos, erupciones volcánicas,
sequías, inundaciones y epidemias—. Y dada las condiciones específicas que ofrecen
este tipo de sociedades, enraizadas en el hábitat natural, su organización social esta-
blece una cooperación estrecha entre sus miembros para hacer frente a las dificul-
tades de este tipo de existencia. En la actualidad muchas de estas sociedades están
amenzadas, y algunas de ellas están en extinción, y arrinconadas en espacios bastante
reducidos ya que su entorno natural ha sido dañado de manera importante. Macionis
y Plummer (1999:71) —que obtienen documentación de Endicott, 1992 y Hewlett,
1992— notifican que las sociedades de este tipo hoy en día son los aka y pigmeos del
África central, los bosquimanos de África suroccidental, los aborígenes australianos,
los indios kaska del Canadá noroccidental, y los batek y semai de Malasia.

Macionis, J.J. y Plummer, K. (1999:78-79) y Wikipedia modificado el 18 de


junio de 2012. (http://es.wikipedia.org/wiki/Caza-recolecci%C3%B3n).
Sociedades cazadoras y recolectoras

Período histórico: único tipo de sociedad hasta hace unos 12.000 años.
Todavía relativamente frecuente hace algunos siglos. Hoy amenazada por la
extinción. Pertenece al sistema económico del Paleolítico, practicado aún por
algunos pueblos en el Amazonas y otras regiones.
Tecnología productiva: armas primitivas.
Actividades: caza, recolección y actividades derivadas como medio de sub-
sistencia. No es una actividad exclusivamente prehistórica, aunque con una pro-
yección limitada en el mundo moderno y contemporáneo.
Tamaño de las sociedades: de 25 a 40 personas y de 40 a 60 personas de
media.
Tipo de asentamiento: nómadas.
Organización social: centrada en las familias. Especialización muy limi-
tada por razón de género y edad. Poca desigualdad social. Relaciones laxas,
solidarias y ausentes en cierto modo de conflictos. La familia tiene gran im-
portancia, hay una ética de compartirlo todo, los niños y ancianos nunca son
desatendidos. El prestigio y la posición social es más valorado que la propiedad
privada.
Ejemplo: pigmeos de África central. Bosquimanos de África sudoccidental.
Aborígenes australianos. Semai de Malasia. Indios kaska de Canadá.
Existen grupos menos conocidos en Somalia, Etiopía, Kenia, Tanzania,
Ruanda, en Estados Unidos, Brasil, Venezuela, Colombia, Bolivia, Chile, Rusia,
India, Tailandia, Indonesia y Filipinas.
100 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Las sociedades horticultoras suponen un gran avance en la historia de la hu-


manidad, debido a una nueva tecnología agrícola rudimentaria que facilitó la pro-
ducción de alimentos a escala pequeña, y se pasó de obtener los alimentos obteni-
dos directamente de la naturaleza a ser cultivados en un espacio determinado, y se
ubican desde hace 12.000 años. Lógicamente las herramientas cambiaron para ser
utilizadas en la tierra, y se creó la azada y otras herramientas para remover, cavar
y plantar todo tipo de semillas. De aquí surgieron nuevas técnicas de trabajo y un
conocimiento de la climatología, según los ciclos vitales que registra la naturaleza
con sus estaciones, y se advierte que todo este avance empezó en las tierras fértiles
de Oriente Medio.
Tezanos (2000:11-12) señala que «los especialistas distinguen dos tipos de
sociedades horticultoras: las simples y las avanzadas. Las sociedades horticul-
toras simples, son las más antiguas y elementales. Se trata de comunidades que
continúan teniendo un tamaño bastante reducido, en torno a cien o a doscientas
personas por lo general. Las sociedades horticultoras avanzadas, que se empeza-
ron a desarrollar en Oriente Medio hace más de seis mil años, utilizaron técnicas
de cultivo más diversificadas (con más tipos de productos, rotación de terrenos,
etc.) emplearon azadas, dispusieron de más utillajes, empezaron a emplear los
metales y tuvieron una mayor población, hasta superar cifras de varios miles
de individuos. Las sociedades horticultoras avanzadas mejor conocidas son las
africanas y las que se desarrollaron en México y América Central y del Sur antes
de la conquista».
Se aprecia, pues, la existencia de varios tipos de sociedades horticultoras,
también denominadas sociedades agrícolas y ganaderas, por el uso que se hizo
de la tierra y de los rebaños —domesticación de animales—, de hecho, en la ac-
tualidad, todavía existen estas sociedades en América del Sur, África y Asia. La
innovación del cultivo de la tierra y la creación de rebaños dió como resultado la
producción de un excedente material que permitió alimentar a más población, y a
que un número determinado de personas se dedicasen a otras actividades —fabri-
cación de herramientas, tareas de comercio, interpretación de señales divinas—,
lo que las hizo más complejas por la especialización de tareas en el trabajo. Otro
de los avances que experimentaron estas sociedades va unido a esa estructura más
compleja que aparece con el nuevo sistema de estratificación social, de la que se
desprende ya importantes desigualdades políticas, de riqueza, de desempeño de
papeles para las guerras, de derechos civiles —esclavitud— y, de manera espe-
cial, desigualdades relacionadas con la religión y la magia.
De aquí que los profesores Macionis y Plummer (1999:75) aclaren en rela-
ción a la religión y la magia que «mientras que los miembros de las sociedades de
cazadores y recoletores solían pensar que el mundo estaba habitado por espíritus,
los de las sociedades agrícolas practicaban el cultivo a los antepasados y solían
pensar en la figura de Dios como el creador. Las sociedades de pastores dieron
un paso más y pensaban que Dios intervenía directamente en el destino de la
comunidad. La metáfora de Dios como el «pastor» de la comunidad —que era su
rebaño— la comparten el cristianismo, el judaismo y el islam, tres religiones que
nacieron en Oriente Medio y a partir de las creencias religiosas de las sociedades
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 101

de pastores». Se aprecia, pues, que a mayor avance mayor desigualdad y apertura


hacia los conflictos y las guerras, y una nueva modalidad de desigualdad, deno-
minada esclavitud.

Macionis, J.J. y Plummer, K. (1999:78-79) y Wikipedia.org/wiki/society


modificado el l 3 de julio de 2012. (http://translate.google.es/translate?hl=es&la
ngpair=en%7Ces&u=http://en.wikipedia.org/wiki/Society).
Sociedades agrícolas y ganaderas (horticultoras)

Período histórico: desde hace alrededor de 12.000 años. Su número empe-


zó a decrecer en el tercer milenio a. C.
Tecnología productiva: herramientas manuales para cultivar la tierra. Téc-
nicas de domesticación de animales.Tecnología y complejidad similares a las
sociedades pastoriles. La principal fuente de alimentos son las frutas y verduras
cultivadas en parcelas. Algunos grupos hortícoles utilizan el método de roza,
tumba y quema para cultivar.
Tamaño de las sociedades: asentamientos de varios centeranes de personas
que vinculadas entre sí por lazos comerciales, podían dar lugar a sociedades de
varios miles de personas. El tamaño de la población depende de la cantidad de
tierra disponible para la agricultura.
Tipo de asentamiento: los grupos dedicados al cultivo de la tierra forma-
ban asentamientos temporales. Los dedicados al cuidado de los rebaños eran
nómadas. Los excedentes de alimentos llevan a una división más compleja del
trabajo.
Organización social: centrada en la familia. Los sistemas religiosos em-
piezan a desarrollarse. Especialización moderada. Más desigualdad social en
función de la especialización de funciones, y desigualdades en la riqueza y el
poder. Incluyen artesanos, chamanes (líderes religiosos) y comerciantes.
Ejemplo: sociedades del medio oriente del quinto milenio a. C. Ejemplos
actuales en Nueva Guinea y otras islas del pacífico. También los yanomano en
Brasil.

Con las sociedades agrarias se produce un cambio en sus infraestructuras mu-


cho más grande con la invención de la agricultura a gran escala, que vino acom-
pañada del arado y de la utilización de animales de tiro, del descubrimiento de la
rueda, la escritura, los sistemas de irrigación, la numeración y la utilización cada
vez más frecuente de los metales. Así, por ejemplo, la tecnología del arado permitió
cultivar la tierra en dimensiones más grandes que lo hiciera la azada, y al poder
airear mejor el suelo la fertilidad de la tierra aumentó, y estas sociedades pudieron
trabajar las tierras durante más tiempo —varios decenios—, y con ello asentarse
en los territorios que aumentaría el número de la población y, poder así, llegar a
formar grandes imperios.
Evidentemente, y siguiendo la lógica evolutiva, a mayor avance mayor com-
plejidad en la estructura y composición de las sociedades agrarias, que ven incre-
mentar el número de sus poblaciones, la apertura al campo en grandes dimensiones,
102 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

la conservación de los alimentos, el sistema de trueque, la aparición del dinero,


el desarrollo de las ciudades, el reforzamiento de las élites en las religiones y, en
definitiva, un aumento de las desigualdades. Así, por ejemplo, las mujeres en las
sociedades de cazadores y recolectores tenían un papel fundamental en el abaste-
cimiento de los alimentos, mientras que en las sociedades agrarias que emplean el
arado quedan relegadas a otras tareas más secundarias —limpiar campos, acarrear
agua, etc.— y pierden ese rango que tenían. A partir de aquí se empieza a gestar
la subordinación de las mujeres ante los hombres en el marco de las sociedades,
comprendiendo así el orígen del patriarcado según las teorías del feminismo y de
los estudios de género.
Por tanto, en el umbral de las sociedades agrarias se produce un fenómeno
importante en el desarrollo de las élites, que lograron, por mediación de la reli-
gión un gran poder y control sobre un gran número de personas, que se vieron
sometidas a trabajar en condiciones bastante duras en tareas que les había corres-
pondido según la jerarquía social adscrita. De aquí surgen importantes construc-
ciones como las pirámides de Egipto y la muralla China, que se hicieron posibles
por el control que tenían estas élites —emperadores y faraones—, sobre millones
de personas, ayudados por burócratas, servidores y encargados de administrar y
supervisar las funciones principales que satisfacían las necesidades de este tipo
de sociedad agraria.
Surge, en consecuencia, el feudalismo o sistema estamental basado en el po-
der militar y en la dominación económica, más concretamente, fue un sistema de
organización social que dominó en la Europa occidental, entre el siglo x al siglo
xv principalmente. Un sistema basado en la posesión de la tierra en la que el se-
ñor —nobleza— concedía —no en propiedad— grandes extensiones de terreno
de distinto tamaño, denominado feudo, a sus vasallos —caballeros— a cambio de
sus servicios militares. Los feudos estaban comprendidos de uno o más señoríos,
con siervos —campesinos— que producían excedentes agrícolas, que represen-
taban la base económica para la clase feudal. Según este sistema un vasallo le
correspondía un feudo a través de los votos de la honra y lealtad hacia su señor,
al que le profería fidelidad, a cambio de servicios militares. El feudalismo tuvo
su apogeo entre el siglo xi y el siglo xiii, y fue decayendo conforme las ciudades
aumentaron, y empezaron a surgir nuevas clases sociales. El concepto de feu-
dalismo fue conocido en Europa occidental en la tardía Edad Media, aunque se
aplica también a sociedades que tienen un sistema de organización social muy
parecido, como el caso del medioevo japonés.
Desde la perspectiva de la desigualdad, Kerbo (2004:55) situa muy bien el
sistema feudal «con la consolidación de los primeros Estados feudales durante el
siglo xii —tiempo en el que ubica que— surgió la verdadera forma del sistema
estamental. Y —especifica que— la sanción del Estado hizo que se formalizaran
los rangos estamentales, similares a las clases, a los que se les dio justificación
mediante la ley. Se definieron tres estamentos por ley: la clase de los sacerdotes
(el primer estado), la nobleza (el segundo estado) y los plebeyos (todos los de-
más: artesanos, comerciantes, campesinos, etc.), que constituían el rango más
bajo (o tercer estado). Así, en las primeras fases del feudalismo la costumbre o la
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 103

tradición justificaban las desigualdades sociales estructuradas. Pero con el naci-


miento del Estado, la sanción legal empezó a adquirir más importancia».

Macionis, J.J. y Plummer, K. (1999:78-79)


Sociedades agrarias

Período histórico: desde hace unos 15.000 años. Son muchas todavía hoy,
pero su número va decreciendo.
Tecnología productiva: arado tirado por animales.
Tamaño de las sociedades: millones de personas.
Tipo de asentamiento: empiezan a aparecer las ciudades, aunque la inmen-
sa mayoría de la población sigue viviendo en el campo.
Organización social: la familia pierde importancia al aparecer otras institu-
ciones sociales (religiosas, económicas, políticas) y desigualdad social.
Ejemplo: Egipto, durante la época de las grandes pirámides. Europa medie-
val. Muchas sociedades preindustriales de hoy en día.

2.4. SOCIEDADES INDUSTRIALES, POSINDUSTRIALES Y DE LA


INFORMACIÓN

Tras la energía muscular de las personas y la energía proveniente de la carga


de los animales, se deja una etapa para pasar a otra con nuevas tecnologías basadas
en el empleo de la maquinaría con el uso de innovadoras energías que abre la Re-
volución Industrial. Theodorson y Theodorson (1978:247) califican la Revolución
Industrial como una etapa de «cambios radicales en los métodos de producción y
organización económica y social que resultan de la introducción de maquinaria
operada con fuerza motriz y la consecuente aparición del sistema fabril. La Revo-
lución Industrial se caracteriza por el reemplazo de la producción manual desarro-
llada en la casa del artesano o en un pequeño taller, por la producción mecanizada
operada en fábricas, de bienes en serie, con partes intercambiables, el surgimiento
de una clase de obreros fabriles que trabajan por un salario y que no poseen medios
propios de producción o los bienes que producen.
Asímismo se acompaña por un gran incremento en la proporción de la pobla-
ción ocupada en tareas no agrícolas y el crecimiento de numerosas ciudades. La in-
dustrialización proporciona una gran cantidad de bienes materiales que nunca antes
estuvieron disponibles para la mayoría de la población. La Revolución Industrial
comenzó en Iglaterra, en el siglo xviii, y se extendió a otros países de Europa occi-
dental, a los Estados Unidos de América y posteriormente a otras partes del mundo.
La industrialización resulta un objetivo en muchas naciones de Asia y África».
Se conforma, pues, una nueva sociedad —la sociedad industrial— que en una
primera fase va a sacar a una gran masa de campesinos del campo para trasladarlos
a enormes fábricas, que trabajarán con máquinas, a un rítmo marcado por ellas, y
vivirán hacinados en ciudades insalubres. En tan sólo cien años las sociedades hu-
manas que se industrializaron, sufrieron una transformación radical, equivalente a
104 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

varios miles de años en otras épocas en las que se experimentaron cambios sustan-
ciales. Toda una nueva sociedad emerge en el siglo xix, con ferrocarriles y barcos
de vapor, que revolucionaría, a su vez, los sistemas de comunicación, y con ellos,
las posibilidades de extensión del comercio; proliferan los motores de combustión;
la electricidad en las ciudades y en los pueblos; el teléfono; la radio; la televisión;
el automóvil etc.
El profesor Tezanos durante décadas ha explicado exhaustivamente en su obra
La explicación sociológica: una Introducción a la Sociología (2006, 2010, 2012),
a centenares de alumnos y alumnas las características de las sociedades industriales
a través de varios pensadores (Flinn 1970, Brown y Harrison 1978, Asthon 1965,
Golthorpe 1977, Giddens 1979, Friedmann 1965, Aron 1965, Apter 1970, Moore
1960, Tezanos 1984, Darendorf 1965, Miller y Worm 1969), que han delimitado
bien los perfiles de estas sociedades. En efecto, el hilo conductor explicativo parte
de la idea del tránsito de las sociedades agrarias —estamentales— a las sociedades
industriales con la Revolución Francesa y la Revolución Industrial, a los que se
unen el crecimiento de las poblaciones, la aplicación de la ciencia a la industria, y
el uso del capital en todas las direcciones.
Unas sociedades, pues, donde se potencian los transportes y las comunicacio-
nes; el afianzamiento de las fábricas que dejan atrás a los viejos talleres gremiales; la
aparición del Estado moderno y sus nuevas funciones; las nuevas formas de indaga-
ción e investigación merced a la libertad de espíritu; la implantación de la maquina-
ria en el sistema de producción; el incremento de la división del trabajo, con tareas
rutinarias y limitadas; el surgimiento de nuevas clases sociales —la burguesia y el
proletariado— y la venida de nuevos valores sociales y económicos. En suma, todas
estas transformaciones conformaron una nueva estructura social, y un conflicto de
clases sociales, en una sociedad basada en el progreso de la ciencia, y con la meta de
lograr el máximo de producción y de eficacia, y la acumulación del capital.
En una de las palabras claves de la teoría sociológica figura la ética protestante
(protestant ethic) de Weber (Véase del capítulo 1, el epígrafe 1.2. El estudio cientí-
fico de la sociedad con los primeros sociólogos), que surge de su obra La ética pro-
testante y el espíritu del capitalismo, en la que se proponía indagar los orígenes del
capitalismo moderno, y ahondar en los procesos religiosos que habían influido deci-
sivamente en la conformación de la mentalidad capitalista. En definitiva, persiguió
descubrir si los orígenes del capitalismo europeo podían ser explicados según ele-
mentos que no fuesen estrictamente económicos, y a tal efecto, construyó un modelo
o tipo ideal del sistema capitalista, en el que quedaban delimitados los requisitos his-
tóricos y culturales fundamentales —el Estado Moderno, la vida urbana, la justicia
y administración racionalizada—, para poder aplicar un trabajo analítico posterior.
Muestra que la moderna organización racional del capitalismo europeo resulta
de dos determinantes que se separan, uno de ellos es la economía doméstica y el
otro la industria, después en el desarrollo del capitalismo moderno se producen
grandes diferencias en los avances de la ciencia, en la racionalidad que se le carac-
teriza y que consiste en las posibilidades técnicas de efectuar un cálculo exacto, a
través de las ciencias naturales exactas y racionales, con una base matemática y ex-
perimental. Obtiene que el moderno capitalismo industrial requiere varios factores
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 105

para su subsistencia, como los medios técnicos de cálculo de trabajo, un derecho


previsible y una administración guiada por reglas formales. El análisis que efectúa
lo clasifica en dos puntos:

El problema
— El espíritu del capitalismo
— La concepción Luterana de la profesión
La ética profesional del protestantismo ascético
— Los fundamentos religiosos del ascetismo laico
— La relación entre la ascesis y el espíritu capitalista

El bloque catalogado como El problema lo introduce con un estudio de las


diversas confesiones para ir aproximándose al efecto práctico de las mismas en la
sociedad, en su relación con el tipo de profesiones y según la educación que cada
una desarrolla. ¿Qué concepción tiene Weber sobre el espíritu del capitalismo? El
dinero es una de las respuestas, ya que representa el resultado y la expresión de la
virtud en el trabajo, y constituye el auténtico alfa y omega en la mentalidad de Ben-
jamín Flanklin. Todo ello da cuenta de esa idea del deber profesional, que el indivi-
duo debe interiorizar como una obligación, con respecto a su actividad profesional,
y es la consolidación más clara de la ética social de la civilización capitalista. El
capitalismo de Weber es el europeo occidental y americano, y en la indagación que
hace de la etapa precapitalista lo que se pretende es vivir simplemente, como siem-
pre lo han hecho, y sólo ganar lo necesario para continuar existiendo.
¿Cómo irrumpió el espíritu del capitalismo en esta mentalidad tradicional? Sur-
gió a través de las capas más audaces de la clase media industrial, que tenían una
mentalidad denominada espíritu del capitalismo —el precio barato y el gran consu-
mo—. De aquí surgió la organización racional capitalista del trabajo industrial bur-
gués, fruto, a su vez, de la evolución de la Edad Media a la Edad Moderna. Poco a
poco fue apareciendo una especie de lema que decía: quien no asciende, desciende,
y el mundo comenzó a pertenecer a quienes poseían esa austeridad sobria con res-
pecto al trabajo, además trabajarían también para enriquecerse. Weber (1984:74),
describe muy bien la perturbación del bienestar que existía en el mundo tradicional,
expresándolo como sigue a continuación:

Pero llegó un momento en que este bienestar fue perturbado de pronto, sin
que todavía se hubiese producido una variación fundamental en la forma de or-
ganización (por ejemplo, el paso a la industria cerrada, el telar mecánico, etc.).
Lo que ocurrió fue sencillamente esto: un joven de una cualquiera de las familias
de empresarios habitantes en la ciudad iría un buen día al campo, y seleccionaría
allí cuidadosamente los tejedores que le hacían falta y los sometería progresiva-
mente a su dependencia y control, los educaría, en una palabra, de campesinos a
trabajadores; al mismo tiempo, se encargaría directamente de las transacciones
poniéndose en relación directa al por menor; procuraría directamente hacerse
con una nueva clientela, haría viajes por lo menos una vez al año y trataría, sobre
todo, de adaptar la calidad de los productos a las necesidades y deseos de los
106 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

compradores, aprendería así a ‘acomodarlos al gusto’ de cada cual y comenzaría


a ponerse en práctica el principio: ‘precio barato, gran consumo’. Y entonces
se repetiría una vez más el resultado fatal de todo proceso de ‘racionalización’.
Quien no asciende, desciende. Desapareció así el idilio, al que sustituyó la lucha
áspera entre los concurrentes.

El moderno capitalismo no se produjo, pues, de una manera pacífica, porque


se extendió una ola de desconfianza, de odio y de indignación moral, hacia los pri-
meros innovadores, y esto condujo a que se refortaleciesen aquellos empresarios
que poseían unas cualidades extraordinarias —dominio sobre sí mismo, firmeza de
carácter, habilidad para la acción, y grandes capacidades para el trabajo—, que tu-
vieron que ganarse la confianza de sus clientes, precisamente por ciertas cualidades
éticas, que les sirvieron para superar los innumerables obstáculos que les surgieron,
puesto que pertenecían a una clase de hombres prudentes y arriesgados a la vez,
sobrios y perseverantes. Weber efectúa una serie de distinciones entre el tipo ideal
de empresario capitalista que se identificaba con algunos nobles ejemplares, del
empresario de tipo vulgar o afinado ricachón, al que le gustaba la ostentación, el
lujo inútil y el goce consciente de su poder. El tipo ideal de empresario apunta a los
rasgos ascéticos, que forman parte ya de una concepción del mundo determinada
por los intereses político-comerciales y político-sociales en una etapa en la que el
moderno capitalismo había triunfado ya.
La concepción luterana de la profesión forma parte de otro análisis que trata
Weber, y comienza con la palabra profesión —una misión impuesta por Dios—
que en su origen descubre que pertenece a unos conceptos burocráticos del Esta-
do egipcio y del salomónico, basados en la prestación personal. Encuentra que el
vocablo vocación se refiere a un llamamiento interior, y el de profesión no tiene
el matiz religioso, y en cambio, hace referencia a un sentido exterior y profano
de una actividad lucrativa constante. Aparece aquí la mentalidad de la predesti-
nación, con los ingredientes de la obediencia incondicional hacia los preceptos
divinos, y la condicional resignación en relación al puesto asignado a cada uno.
Weber trata de conocer hasta qué límite han actuado las influencias religiosas
en los esquemas mentales de cuantificación del espíritu que se estaba gestando
respecto al mundo, y qué rasgos específicos de la civilización capitalista son re-
sultado de dicha influencia.
A continuación se centra en la ética profesional del protestantismo ascético, y
analiza los fundamentos religiosos del ascetismo laico, la relación entre la ascesis
y el espíritu capitalista. La representación del ascetismo laico está determinado
por cuatro eventos: a) El calvinismo —procedente de los países de Europa occi-
dental del siglo xviii y su concepción de la predestinación—, b) El Pietismo, c) el
metodismo y d) Las sectas —surgidas del movimiento bautizante. Los hombres de
la Reforma concebían como lo más decisivo para sus vidas la felicidad eterna, y
debían recorrer solos su destino al que ignoraban y que estaba prescrito desde la
eternidad, este pensamiento incidiría en la profesión y en la ética profesional, por
lo que se prestará un servicio a la vida terrenal de la colectividad, que fue iniciada
por Lutero y continuada más tarde por Calvino. Weber descubre que la doctrina de
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 107

la predestinación no fue lo único que indució a la racionalización y sistematización


de su conducta, pero sí tuvo un gran efecto psicológico.
Finalmente, culmina esta obra con la búsqueda analítica de la relación entre
la ascesis y el espíritu capitalista, para la cual selecciona aquellas ideas religiosas
del protestantismo ascético más influyentes y conexionadas con las máximas de la
actividad económica, todo ello lo efectúa —tras los anteriores análisis— en los es-
tudios de los escritos teológicos que se inspiraban en la práctica de la cura del alma,
y que alcanzó un «carácter popular». Por tanto, en este momento, el ascetismo se
dirigía a eliminar las aspiraciones para el enriquecimiento a través de bienes ma-
teriales, poniendo ahora mucho más énfasis que en otras etapas en las que Calvino
no había contemplado en la riqueza tantos impedimentos. Pero, ahora, el descanso
en la riqueza, el gozar de los bienes —llevando a la sensualidad y la ociosidad—,
y las desviaciones de las aspiraciones hacia una vida santa, eran reprobadas, y más
bien de lo que se trataba era no del goce ni del ocio sino del obrar en esta vida,
sin dilapidar el tiempo, y trabajando duramente en la profesión que cada uno ten-
ga. Por tanto, el tener una profesión estable otorga carácter metódico, sistemático,
condiciones que son imprescindibles para la ascetización de la vida en el mundo, y
que conducen a una dedicación al trabajo no para acumular riquezas y ponerlas al
servicio de la sensualidad, sino para honrar a Dios con este trabajo.
En suma, el capital acumulado no debía gastarse inútilmente, sino que más bien
convenía, en todo caso, invertirlo en finalidades productivas, y es precisamente en
la valoración ética de las tareas realizadas en el trabajo, de manera continuada al
ascetismo, lo que constituyó el motor más importante para la concepción de la vida
del espíritu del capitalismo. Pero con el tiempo, estos ideales desembocarían en un
fracaso, ante la dura prueba que supuso el resistir a las tentaciones de la riqueza
acumulada.
La obra de Weber marca claramente las mutaciones acaecidas en las sociedades
que se transformaron con todos estos procesos en sociedades industriales —aleja-
das del mundo rural—, a través de una nueva mentalidad que aportó nuevos valores
sociales al trabajo, a la manera de producir, y de disfrutar un nuevo estilo de vida.
Surgen, así, nuevas sociedades propulsadas por el progreso, las revoluciones socia-
les y los descubrimientos científicos, que acortan las distancias entre las ciudades.
El proceso de industrialización crea sociedades verdaderamente prósperas, en las
que se produjo el abandono del campo y el asentamiento de las ciudades, un enor-
me desarrollo con avances en la aeronáutica, el uso de la energía nuclear, el manejo
y utilidad de los ordenadores, la revolución informática, las nuevas tecnologías, los
avances en la medicina, la mejora del nivel de vida, el aumento de la esperanza de
vida, el incremento del tamaño de la población, y la tendencia a la individualidad.
En las sociedades industriales la ocupación —profesión— otorga gran pres-
tigio a las personas, al contrario que sucediera en las sociedades agrarias, en las
que el prestigio se relacionaba con la pertenencia a una familia o a un clan. Otra
de las características es la movilidad geográfica y laboral que ofrece, unido a una
mayor conciencia individualista y una mayor diversidad cultural, que dará paso a
la creación de subculturas, de contraculturas y del actual multiculturalismo. Y entre
los avances del desarrollo que muestran las sociedades industriales, se producen
108 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

también desajustes importantes en determinados procesos, que encuentra en los


grandes núcleos urbanos sus áreas más vulnerables. El caso, por ejemplo, de las
condiciones sanitarias deterioradas, la contaminación medioambiental, la delin-
cuencia, la criminalidad, el desempleo, la pobreza, etc.
En definitiva, el desarrollo espectacular también se traduce en una mayor
desigualdad social entre las poblaciones y sobresale la reestructuración que ex-
perimenta la institución familiar que pierde cierto papel como agente socializador
—estructura social donde se transmiten valores, creencias y conocimientos—. La
unidad familiar pasa de ser una unidad de producción a una unidad de consumo, y
se deja atrás la familia extensa, para ocupar el papel central y dominante la estruc-
tura familiar nuclear que coexistía con otros tipos de familias —monoparentales,
de homosexuales, las reagrupadas, etc.—. Finalmente, las palabras claves de la
teoría sociológica que encajan con este tipo de sociedades figuran seguidamente:

La tesis de la convergencia (convergence thesis): Clark Kerre et al., es


una idea que atiende a una lógica interna de la industrialización que lleva a las
naciones a un modelo paralelo o similar en sus estructuras económica, política
y social.
Aburguesamiento (embourgeoisement), que surge a finales de 1950 y prin-
cipios de 1960 por una variedad de sociólogos tales como Clak Kerr, Jessie
Bernard y F. Zweig, además de los politólogos Richard Rose y David Buttler. En
esta etapa del siglo xx, tras la dureza de la Segunda Guerra Mundial que deja su-
frimientos y conflictos sociales, las décadas de los cincuenta y sesenta suponen
un gran esplendor para la economía, y el nivel de vida, que permite fortalecer las
clases medias y adoptar, así, una vida burguesa. Pero, sin duda, los autores que
efectúan diversos estudios al respecto son John Golthorpe y David Lockwood
que conciben la «tesis del aburguesamiento» como aquel proceso que lleva a
las clases de trabajadores manuales con importantes ingresos y un nivel de vida
medio alto, aproximarse al estilo de vida de las clases medias, y progresivamente
asimilar la ideología de la clase social media.
Por tanto, esta clase alta de trabajadores de las décadas de los cincuenta y
sesenta del siglo xx asumen como propias las características y modos de vida
de las clases medias bajas a partir de cuatro vías: la económica, la cultural, la
tecnológica y la ecológica. Para comprobar esta tesis, Golthorpe y Lockwood
efectuaron varios estudios, y sobresale el que realizaron a una muestra de 229
trabajadores manuales en Vauxhall Motors, Skefco Ball Bearing Company y La-
porte Chemicals en la zona próspera de Luton. Estos trabajadores disponían de
altos ingresos, todos estaban casados y el 57% eran propietarios de sus casas,
por lo que este estudio evidenció la tesis del «aburguesamiento» a través de las
actitudes de estos trabajadores hacia el trabajo, los modelos de interacción en la
comunidad, sus aspiraciones sociales y sus opiniones políticas.
El Consumo colectivo (collective consumption) del sociólogo español Cas-
tells, nos lleva a otro concepto importante en la ciencia sociológica, tras sus
investigaciones en las cuestiones urbanísticas y los principales movimientos que
ahí tienen lugar, y que quedaron reflejadas en obras que escribió en la década de
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 109

los setenta y ochenta, que recogen, en gran parte, las repercusiones que tuvieron
los acontecimientos de un contexto de los años sesenta, en los que el gran de-
sarrollo económico, político y social generado en las sociedades más avanzadas
(EEUU y Europa) coexisten con los desajustes que traían las guerras, como la
del Vietnam, las desigualdades socioeconómicas que impulsaban las revueltas
de las personas de color, o el movimiento estudiantil de mayo de 1968 en Paris,
los movimientos feministas, los movimientos de los ecologistas y militantes po-
líticos, etc.
Y en medio de estas movilizaciones y protestas que emergen principalmente
en los núcleos urbanos de las grandes ciudades, se asienta un rasgo sociológico
al que se le califica de ‘consumo colectivo’. Este concepto alude a la obtención
de los grandes avances de la sociedad capitalista, y más concretamente de la
sociedad desarrollada, basado en el disfrute de un nivel de vida deseado por
la mayoría, y que demanda la colectividad, tales como educación, salud, casa,
transporte, ocio y tiempo libre, comodidades materiales, etc., en general, toda
una vida burguesa llena de privilegios y prestigios, que choca frontalmente con
los desequilibrios y repercusiones muy variados adscritos a la sociedad capita-
lista que parece avanzar sin freno alguno. El consumo colectivo es, pues, un pro-
ducto de esta sociedad que tiene atrapados a todos los miembros que ella acoge.
Pahl y Winkler estudian el Corporativismo (corporatism) que lo concep-
túan como un sistema alternativo que combinaba elementos del capitalismo y
del comunismo y, más literalmente es descrito como un sistema económico en
el que el Estado dirige y controla predominantemente las empresas privadas en
orden a cuatro principios: la unidad, el orden, el nacionalismo y el éxito (Slat-
tery, 1991:221). En realidad, el transfondo filosófico del corporativismo de estos
cuatro principios sustenta la creencia de que la sociedad es esencialmente un
cuerpo orgánico o hábeas en el cual cada parte es interdependiente, de manera
que el interés más importante de cada sociedad radica en el interés nacional,
que persigue como objetivo básico el éxito a través de la cooperación más que a
través de la competición.
El orden social y económico no representan sólo el camino de la prosperidad
nacional, sino una obligación moral, de aquí se sigue que el trabajador tenga
la obligación de trabajar, el empleado de ofrecer trabajo, y el rol del Estado se
asiente en hacer cumplir este principio económico, incluso si fuera preciso a
expensas de los derechos individuales y de las normas de la ley. En general, el
concepto de corporativismo tiene sus raíces en los regímenes autoritarios que
existieron en 1930 en Italia y en Alemania, además de los que existieron en el
sistema feudal de la Edad Media, y que ahora resurgen en la década de los se-
tenta del siglo xx.
Y conforme avanza la sociedad industrial tanto en las últimas décadas del
siglo xviii, y los siglos xix y xx en las sociedades más avanzadas, se produce un
fenómeno de gran relevancia para las mismas, el fenómeno de la Secularización
(seculariation) que analiza Wilson, y que lo centra en un punto de mira al que
van a parar una serie de debates, tanto en la teoría sociológica como en la so-
ciología de la religión. Por tanto, la secularización representa en las sociedades
110 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

industrializadas la pérdida del significado social del pensamiento religioso, sus


prácticas e instituciones, especialmente, porque este nuevo tipo de sociedades se
organizan de otra manera, con esquemas ideológicos diferentes, basados en la
racionalidad, la eficacia, la burocratización, y el aumento del valor que adquie-
ren los bienes materiales. Aquí se aprecia, pues, la fuerte influencia de la lógica y
la racionalidad que empiezan a imperar, según nos advirtió Weber, en las socie-
dades industrializadas, que en sus mudanzas han desplazado las tradiciones más
ancestrales y los principios de autoridad, regidos por las religiones, en aras de
una sociedad dominada ahora por una nueva lógica y reflexión, lo que se llama
sociedad de la modernidad.
Durkheim se fija en la Solidaridad social (social solidarity) que focaliza de
manera prioritaria el orden social, que será uno de los objetivos de la sociología,
disciplina que deberá responder a ¿cómo se establece el orden social? ¿cómo
se mantiene? Y ¿cómo se restablece tras diversos períodos de rápidos cambios
sociales? Sin duda, el crecimiento del desarrollo de la división del trabajo, tendrá
mucho que ver con las distintas respuestas que se vayan dando.
Finalmente, Rostow se dirige hacia los entresijos de la Teoría de la moder-
nización (modernisation theory) a través de la cual se efectúan reflexiones pro-
fundas sobre la variedad de ideas que surgen en las sociedades ricas y avanzadas,
que veremos más adelante.

Macionis, J.J. y Plummer, K. (1999:78-79)


Sociedades industriales

Período histórico: desde mediados del siglo xviii hasta el presente.


Tecnología productiva: fuentes avanzadas de energía: producción por má-
quinas.
Tamaño de las sociedades: millones de personas.
Tipo de asentamiento: predominantemente urbano.
Organización social: instituciones religiosas, políticas, económicas, educa-
tivas, etc.; fuerte especialización; persiste la desigualdad social, aunque dismi-
nuye con el tiempo para más tarde acrecentarse con la crisis económica mundial
al finalizar la primera década del siglo XXI.
Ejemplo: las sociedades europeas, norteaméricanas, Australia y Japón ge-
neran hoy en día gran parte de la producción industrial en el mundo.

Varios autores se detienen ante estas transformaciones sociales que sufren las
sociedades industrializadas en analizar determinados factores, tal es el caso de Bell
que aporta el enfoque de la Sociedad posindustrial (post-industrial society) que la
describe como una sociedad de servicios, con un predominio de las clases profe-
sionales y técnicas, de cuello blanco, centradas en la producción del conocimiento
como fuente principal de motivación y en la tecnología, donde han adquirido gran
poder los políticos y los hombres de negocios.
En efecto, las sociedades posindustriales se caracterizan por el uso intensivo
de las tecnologías que sirven para procesar, almacenar, transmitir información y
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 111

conocimientos, y que hacen referencia fundamentalmente a las nuevas tecnologías


de la información y la comunicación —la microelectrónica—, las energías renova-
bles y la biotecnología. En consecuencia, la estructura ocupacional se transforma
y surgen nuevos tipos de ocupaciones que demandan los mercados de trabajo, y
proliferan los trabajadores de oficina, los profesores, los científicos, los ejecutivos,
los de relaciones públicas, etc., la gran capacidad de la información que tienen que
desarrollar estas sociedades ha acelerado las fronteras de los países, que comparten
cada día más una cultura global, que unido a las nuevas tecnologías han traído rá-
pidamente la globalización.
Los nuevos avances se traducen en mejoras en el nivel de vida, incremento de
la producción de bienes y de servicios, el control de determinadas enfermedades,
nuevas modalidades de ocio y de turismo y demás. Ahora, bien, con la globaliza-
ción y las enormes posibilidades de comercialización, también se han abierto im-
portantes fisuras en las desigualdades sociales, y ha precipitado problemas sociales
que provienen del desempleo, la exclusión social y la pobreza en general. El mun-
do, con estas sociedades posindustriales ha avanzado y progresado bastante, pero
al mismo tiempo, también lo han hecho las desigualdades, los conflictos sociales, la
pobreza en el mundo y los problemas del entorno natural, todo ello agudizado por
la crisis económica mundial del final de la primera década del siglo XXI.
Estas sociedades también se denominan sociedades de la información, a las
que se añaden otras terminologías como sociedades del conocimiento, socieda-
des tecnológico-avanzadas, sociedades robóticas, sociedades avanzadas, etc. No
obstante, dada la complejidad que alcanzan las sociedades posindustriales por las
revoluciones de la informática, la microelectrónica y la ingeniería genética que
trabajan con información, nos decantamos por la denominación de sociedades de
la información. El sociólogo español –catalán– Manuel Castells, que figura en las
primeras líneas de sociólogos actuales internacionales, tiene una obra titulada La
era de la información, y hace un excelente estudio de la sociedad actual, escrita
concretamente en la última década del siglo XX.
Esta magnífica obra está compuesta de tres libros, el primero se titula La era de
la información. Economía, sociedad y cultura. La sociedad red –1997–, el segundo
La era de la información. Economía, sociedad y cultura. El poder de la identidad
–1998–, y el tercero La era de la información. Economía, sociedad y cultura. Fin
del milenio –1998–. En realidad, la trilogía de Castells facilita la aproximción al
análisis sociológico macrosocial y microsocial de la sociedad global de finales del
siglo XX y principios del siglo XXI. ¿Cómo es la sociedad en la era de la Informa-
ción? ¿a través de qué procesos se estructuran las sociedades? ¿Qué se entiende por
preeminencia de la identidad como principio organizativo? ¿cómo es la sociedad
red?.Este sociólogo estudia la sociedad red en el contexto de la nueva estructura
social dominante de la que nace, y que denomina la era de la Información, que sur-
ge como un fenómeno mundial, de escala planetaria. Se plantea muchas preguntas
centradas en las tecnologías de la información y la nueva interacción entre econo-
mía, Estado y sociedad.
Esta nueva sociedad es fruto de un proceso de transformación vinculado al pro-
ceso capitalista e informacional, que se presenta de manera diferente en cada uno
112 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

de los países, en orden a su historia, instituciones, cultura y la relación establecida


con el capitalismo global y la tecnología de la información. De hecho, la revolución
de la tecnología de la información ha impactado de tal manera al sistema capitalista
que lo ha reestructurado, y ha sido un proceso que se empezó a notar a partir de la
década de los ochenta del siglo XX.
Precisamente, uno de los elementos que son esenciales para la comprensión de
esta dinámica social es la separación que hay que establecer entre los modos de pro-
ducción del capitalismo y estatismo, de los modos de desarrollo catalogados como
industrialismo e informacionalismo. En la sociedad de la información destaca el
papel que tiene la información en el contexto de la sociedad, mientras que la socie-
dad informacional atiende a una forma específica de organización social, donde se
genera, procesa y transmite información, convirtiéndose en la fuente fundamental
de la producción y el poder.
Abarca una nueva estructura social de tecnologías de la información que eng-
loba la microelectrónica, la informática —máquinas y software—, las telecomu-
nicaciones, —televisión, radio, optoelectrónica— y la ingeniería genética —des-
codificación, manipulación y reprogramación final de los códigos de la materia
viva—, y junto a las tecnologías de la información se colocan las tecnologías del
procesamiento de la información y de la comunicación. En definitiva, la sociedad
red se conforma a través de la interacción del desarrollo de las nuevas tecnologías
de la información, y de la aspiración de la antigua sociedad de nivelarse ante tal
dominio, por mediación precisamente del uso del poder de la tecnología para que
esté al servicio de la tecnología del poder.
En el segundo volumen El Poder de la Información, analiza la identidad en
la sociedad red, los movimientos sociales en el nuevo orden global, y las crisis
contemporáneas de los estados-nación principalmente. La identidad, en su relación
con los actores sociales, la entiende como “el proceso de construcción del sentido
atendiendo a un atributo cultural, o un conjunto relacionado de atributos culturales,
al que se da prioridad sobre el resto de las fuentes de sentido. Para un individuo
determinado o un actor colectivo puede haber una pluralidad de identidades. No
obstante, tal pluralidad es una fuente de tensión y contradicción tanto en la repre-
sentación de uno mismo como en la acción social. Ello se debe a que la identidad
ha de distinguirse de lo que tradicionalmente los sociólogos han denominado roles
y conjuntos de roles ... Las identidades son fuentes de sentido para los propios acto-
res y por ellos mismos son construidas mediante un proceso de individualización”
(Castells, vol. 2, 1998: 28-29).
Todo ello le lleva, entre lo más destacable al fundamentalismo religioso, la
identidad cultural, los nacionalismos y las naciones contra el estado –desintegra-
ción de la Unión Soviética y la Comunidad de Estados Imposibles–. Los movi-
mientos sociales son el componente siguiente que atiende a distintos planos de
la identidad, y que se manifiestan en contra del nuevo orden global, representan,
en general, las fuerzas vivas por excelencia, y tienen la capacidad de dinamizar
y remover los elementos sociológicos vitales de la sociedad red. Y después de
elaborar el marco referencial macro de la intersección entre la globalización, la
informacionalización y los movimientos sociales, va entretejiendo los distintos
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 113

análisis micro tales como el movimiento zapatistas, las milicias y los patriotas,
los lamas del Apocalipsis: Aum Shinrikyu, el movimiento ecologista y el fin del
patriarcado –movimientos sociales, familia y sexualidad en la Era de la Informa-
ción-. Finalmente, investiga determinadas crisis contemporáneas de los estados-
nación, ante el impacto de la globalización en los estados, las crisis fiscales, el
estado de bienestar, el estado nación, el gobierno local, el super estado-nación y
la crisis de la democracia.
Finalmente, el tercer volumen Fin del milenio, analiza las nuevas vías del
cambio social y los desajustes que han ocasionado las transformaciones habidas
en esta nueva era, de aquí que en primer lugar analice la crisis del estatismo
industrial y el colapso de la Unión Soviética, el Cuarto Mundo: capitalismo in-
formacional, pobreza y exclusión social, y la economía criminal global. En este
último análisis despuntan las principales actividades en los que participa el cri-
men organizado, incluido el tráfico de drogas, enumeradas por la Conferencia de
las Naciones Unidas –1994– sobre el Crimen Transnacional, a saber: 1) Tráfico
de Armas, 2) Tráfico de material nuclear, 3) Contrabando de inmigrantes ilegales,
4) Tráfico de mujeres y niños, 5) Tráfico de órganos y 6) Blanqueo de Dinero.
Pero su análisis llega más allá al profundizar en el fundamento multicultural de
la interdependencia económica de la región del Pacífico asiático, donde aparecen
los cuatro tigres asiáticos –Singapur, Corea del Sur, Taiwán y Hong Kong-, ade-
más del modelo de desarrollo japonés y el lugar de China en la economía global.
Finalmente, cierra este tercer libro con la unificación de Europa, el Estado red y
la identidad europea.
¿Cuáles son, por tanto, las características de la nueva sociedad? Precisamente,
con el fin del milenio se delinea una nueva sociedad, que ya había marcado sus
perfiles a finales de los años sesenta y justamente a mediados de los setenta, a través
de tres grandes procesos que confluyen en la corrientes evolutivas: la revolución
de la tecnología de la información, la inevitable crisis económica acaecida en el
capitalismo y estatismo, y el brote de movimientos sociales y culturales –antiauto-
ritarismo, defensa de los derechos humanos, feminismo y ecologismo–. Y concluye
Castells: “La interacción de estos procesos y las reacciones que desencadenaron
crearon una nueva estructura social dominante, la sociedad red; y una nueva econo-
mía, la economía informacional global; y una nueva cultura, la cultura de la virtua-
lidad real. La lógica inserta en esta economía, esta sociedad y esta cultura subyace
en la acción social y las instituciones de un mundo interdependiente” (Castells, vol
3, 1998: 370).
Los profesores Macionis y Plummer (1999:80) indican que «la tecnología, al
transformar el mundo y las sociedades puede crear también nuevos problemas. Las
sociedades industriales han sido capaces de ofrecer un amplio abanico de liberta-
des a sus miembros, pero, como señalan algunos autores, a costa de erosionar el
sentimiento de comunidad y pertenencia que caracteriza a las sociedades agrarias.
La tecnología también ha creado otras amenazas inconcebibles hace un siglo. Sólo
una fracción del armamento nuclear que han acumulado algunas naciones sería
suficiente para hacer que la raza humana volviera a sus estados tecnológicos más
primitivos; y eso en caso de que pudiera sobrevivir».
114 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Macionis, J.J. y Plummer, K. (1999:78-79); (Castells, vol 3, 1998: 370).


Sociedades posindustriales e informacionales

Período histórico: emergen en las últimas décadas.


Tecnología productiva: tecnologías de la información, sobre las que se
basa la economía. La revolución de la tecnología de la información engloba la
microelectrónica, la informática —máquinas y software—, las telecomunica-
ciones, —televisión, radio, optoelectrónica— y la ingeniería genética —des-
codificación, manipulación y reprogramación final de los códigos de la materia
viva—, y junto a las tecnologías de la información se colocan las tecnologías del
procesamiento de la información y de la comunicación.
Tamaño de las sociedades: millones de personas.
Tipo básico: sociedad red, realidad virtual, globalización de mercados.
Tipo de asentamiento: sociedades urbanas.
Organización social: Similar a la de las sociedades industriales. Nuevas
ocupaciones relacionadas con los servicios y la transmisión de la información y
el conocimiento. Crisis económica, desempleo acaecida en el capitalismo y esta-
tismo, y brote de movimientos sociales y culturales —antiautoritarismo, defensa
de los derechos humanos, feminismo y ecologismo—.
Ejemplo: las sociedades industriales mencionadas en las sociedades indus-
triales: las sociedades europeas, norteaméricanas, Australia y Japón, son tam-
bién las más próximas al modelo de la sociedad posindustrial. Surgen los tigres
asiáticos, China e India.

2.5. LAS SOCIEDADES DEL SIGLO XXI SEGÚN ESPECIALISTAS EN


CIENCIAS SOCIALES

El estudio de la sociedad es un tema específico de la ciencia sociológica que


ha desarrollado una visión de las sociedades humanas, y una mirada sociológi-
ca que ha sido trazada y confeccionada desde los pensadores originales y los
primeros sociólogos, como ya vimos más arriba. Esta experiencia de observar
científicamente las sociedades comprende una trayectoria rica y diversa, que no
conoce límites, especialmente porque están cambiando, y generan fenómenos y
acontecimientos nuevos, o con innovadoras formas que requieren comprensión
y explicación.
De aquí que la sociología haya confeccionado su propia manera de observar
las realidades sociales de las sociedades humanas, y se planteen cuestiones como
las siguientes ¿cómo miran los especialistas las sociedades actuales? ¿qué carac-
terísticas observan de las mismas? ¿qué categorías hacen? En realidad, siempre ha
habido una manera de observar las comunidades humanas, pero no sólo desde los
historiadores griegos, sino mucho antes, desde los mismos orígenes de la especie
humana, y se han aportado bastantes reflexiones, pensamientos respecto a los fenó-
menos y problemas sociales.
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 115

Tomás Moro en su libro Utopía (1984) que data de 1551, escrito en latín
y traducido después al inglés, fue un pensador que imaginó de una manera ex-
traordinaria una organización social armónica. El calificó Utopía al título que le
acompaña: «La mejor república y la isla de Utopía —De optimo reipublicae statu
de que nova insula Utopia—», que es un neologismo derivado del griego u-topos,
que significa «no lugar», ninguna parte, y que hace alusión a un espacio que no
existe —salvo en nuestra mente, en nuestra imaginación—, ahora bien, ello no
quiere decir que no se pueda realizar, o llevar a la práctica, porque, en realidad, se
piensa como algo posible, realizable. Al igual que Orwell que en su obra titulada
1984, proyecta una sociedad que podía ser posible, y parecida a algunas de las
que actualmente existen.
Moro aporta la obra Utopía, no sólo para imaginar el sueño de una vida
mejor como un sano ejercicio mental, saludable, que aliviaría sus frustraciones
ante la época que le tocó vivir, sino que además significa una pequeña censura a
la sociedad europea de su época, y sirve como una herramienta intelectual que
facilita la reconstrucción de mundos posibles realizables, y mundos que podrían
ser factibles. Es una crítica, en suma, hacia los males que padecía la sociedad
inglesa del siglo xvi, y ofrece una solución a los problemas, para lo cual plantea
la conformación de una sociedad diferente, y que él propone.
En la sociedad imaginaria de Moro, existen tres personajes, él mismo, Pedro
Egido —su amigo— y un navegante portugués, llamado Rafael Hytlodeo, socie-
dad en la que no existe la propiedad privada, ya que según Moro, es precisamente
la propiedad privada y el poder oligárquico las fuentes originarias del empobre-
cimiento de la misma, el dinero ha sido abolido, porque así desaparecen los «te-
mores, las angustias, los cuidados, las vigilias». La economía de esta sociedad es
colectiva, la jornada de trabajo tiene seis horas, y la dedicación a las necesidades
de orden espiritual alcanzan el máximo valor social.
Utopía es una sociedad agraria, artesanal, con un número limitado de clases
sociales improductivas —clero y burocracia—, y con una base económica que
permite el trabajo manual, y una limitación de profesiones intelectuales. Políti-
camente, la sociedad utópica de Moro representa una federación democrática de
ciudades, que están gobernadas por Utopo, que ha fundado el Estado, y lo legisla
con pocas leyes, desea fervientemente la paz, tiene libertad religiosa —se cree en
un Dios común y es plural la forma de manifestar el culto—, la familia es monó-
gama, se admiten el divorcio y la eutanasia. No obstante, pese a esta descripción
armónica, en términos generales, algunos analistas han encontrado contradiccio-
nes en su obra, en las que refleja ciertos rasgos negativos con la existencia de
esclavos, incluso la justificación de cierto expansionismo territorial.
Desde la óptica presente del siglo xxi, hay que comprender la valía de esta
obra y el mensaje que encierra, ya que la defensa de este ideal que en la Europa
del Renacimiento emergente dejaba atrás al mundo medieval, le costó la vida
a Tomás Moro. Los párrafos que a continuación figuran ilustran algunos de las
notas peculiares de esta obra:
116 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Tomás Moro (1984:176-177)

«Imaginad que en este instante yo me pongo en pie para protestar y declaro:


«Considero desastrosos y despreciables todos los consejos que acabáis de dar al
monarca, para quien lo honorífico y austero reside en enriquecer a su pueblo más
que a sí mismo. Los hombres instituyeron los soberanos para provecho suyo, no
para el provecho de ellos; para poder vivir apaciblemente de su trabajo y de sus
aspiraciones y estar exentos de percances. De modo que el deber fundamental
del rey es procurar más por el bienestar de sus súbditos que por la felicidad per-
sonal, como el pastor, que debe cuidar de su rebaño y no de sí mismo, pues para
eso es pastor. Los que piensan que la pobreza del pueblo es una seguridad de paz
para el Estado, están completamente equivocados, porque ¿dónde abundan más
las riñas sino entre los pobres? ¿Quién desea más cambiar el orden social sino
aquel que no está conforme con su presente condición? ¿Y no es el más astuto
de los rebeldes el que confía ganar algo porque ya no le queda nada que perder?»
(1984: 68-69)...
«En Utopía hay templos magníficos, no sólo por su suntuosidad, sino por
su capacidad, a todas luces necesaria, puesto que son pocos para acoger a tanta
multitud. Todos ellos se hallan inmersos en una tenue penumbra interior, no
por mediocridad de los arquitectos, sino por designio de los sacerdotes, quienes
entienden que una luz excesiva altera la meditación y el recogimiento, mientras
que una luz tenue invita al alma a la contemplación interior y a la piedad...
Aunque todos los ciudadanos no profesan idénticas creencias, puesto que
existen varias religiones, todos los cultos llevan a un mismo fin por diferentes
caminos, que es el culto de la naturaleza divina» (Ibídem: 167-168)...» No dudo
tampoco de que, bien por interés de cada uno, o por obediencia a los mandatos
de Cristo, que en su infinita sabiduría no pudo olvidar qué es lo mejor, y en su
bondad sólo pudo aconsejarles lo que fuera mejor, todo el mundo habría acepta-
do con facilidad las leyes de aquel Estado, si no lo detuviera esta perversa bestia,
reina y madre de todas las plagas por el bienestar particular, sino por la desgracia
del prójimo. Esta no podría transformarse en diosa de no quedar miserables a
quienes poder esclavizar y humillar, cuya pobreza realzara su felicidad, y si la
demostración de su opulencia no enfureciese a la pobreza. Esta diabólica ser-
piente, al arrastrarse en el interior de los mortales, les detiene como una cadena,
impidiéndoles hallar el camino de una vida mejor. Por otra parte, está tan afe-
rrada al corazón humano, que es difícil extirparla. Me alegro de que la forma de
Estado que yo deseo para todo el mundo la hayan hallado los utópicos, quienes
gracias a las instituciones que han creado, han construido no sólo la más prós-
pera de las repúblicas, sino también la más duradera, en cuanto pueden predecir
las humanas conjeturas» (Ibídem: 176-177).

Para el estudio de la sociedad la mirada sociológica es una de las elabora-


ciones primordiales ya que además de observar se puede imaginar o reflexionar
en otras posibles sociedades que serían alternativas a las sociedades del mundo
globalizado, tal y como queda patente en el caso de Utopía de Tomás Moro. La
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 117

mirada sociológica prolonga la capacidad de concebir una sociedad utópica a


modo de alternativa factible, que activa la crítica para proyectar otras sociedades
posibles, otras sociedades realizables que estén exentas de males y problemas
sociales que las afectan. Sólo tenemos que dirigirnos al repaso de las inquietudes
que le llevaron a Durkheim a estudiar el fenómeno del suicidio en su época, o a
Marx y Engels al análisis de las clases sociales y sus desigualdades, o a Weber la
relación entre elementos religiosos espirituales y valores innatos del capitalismo
incipiente.
La pregunta que aquí aparece es la siguiente ¿los especialista actuales son crí-
ticos de las sociedades? y, al igual que Tomás Moro ¿cómo reflexionan y percíben
las sociedades y los mundos alternativos? A este respecto, Martínez en una inves-
tigación efectuada en la UNED sobre Los sociólogos, la sociología y visión de la
sociedad (2002) preguntó a una muestra de académicos españoles –16– en el pe-
ríodo 1999-2000 en España, la siguiente cuestión ¿Qué visión tiene de la sociedad
actual como sociólogo/a.? Las respuestas se ubican de la siguiente manera:

— Son sociedades segmentadas, heterogéneas y no vertebradas.


— De las sociedades actuales no tengo visión, tengo una visión muy parcial,
pero creo en las generaciones futuras.
— Hay dos tendencias: por un lado se han humanizado las sociedades, nun-
ca ha habido más oportunidades, bienestar, nivel de vida, etc, y por otro lado,
hay una insolidaridad muy potente, que es fruto de la tensión por tener más.
— Las sociedades están sufriendo transformaciones muy aceleradas, son
sociedades tecnologizadas y muy informadas. Muy presentistas, del presente,
del aquí y el ahora.
— Desde 1989 perdí optimismo, y ahora veo unas sociedades, donde el ca-
pitalismo es el poder omnímodo, el dinero representa el valor de las cosas, las
democracias no existen, y me pregunto ¿a dónde llegará esto? Pues esto va a
reventar, yo lo pronostico, a lo mejor no lo veo pero que esto revienta, sin duda
ninguna porque así no puede seguir.
— La situación actual de globalización no me impresiona, ya que está te-
niendo lugar la revolución social más importante jamás acontecida.
— Las sociedades han cambiado mucho en la capacidad de comunicación,
superando la barrera del espacio y del tiempo, y lo que valoro de estas socieda-
des es que la empresa actúa solidariamente.
— Son sociedades cambiantes, con gran velocidad, están influidas por la
tecnología y están globalizadas.
— En sociología hay dos visiones de futuro, la visión que se centra en la
tecnología suele ser optimista, ya que trata sobre los robots que lo harán todo,
habrá menos trabajo, y más tiempo libre. Pero, luego, hay otras visiones de futu-
ro que se hacen desde la perspectiva de la organización social, y éstas suelen ser,
en cambio, pesimistas, es una visión en la que hay más crímenes, mas conflictos
sociales, etc...
— Las sociedades nos han desbordado y la solución sería reconstruir las
estructuras políticas, para que la realidad sea gobernable, y también reconstruir
118 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

nuestras conciencias para darnos cuenta de que estamos viviendo en una realidad
mundial.
— El futuro de las sociedades es un futuro muy halagüeño, por las siguientes
razones: hay enormes posibilidades de los jóvenes para estudiar, van aparecien-
do nuevos valores y la riqueza está mejor repartida.
— Estamos en un proceso muy rápido de cambio, y las sociedades actuales
son bastante incómodas en las grandes ciudades, extraordinariamente egoísta, no
hemos conseguido alcanzar unos mínimos de convivencia, soportamos tremen-
das presiones por la soledad y la competencia que nos plantea, y es extraordina-
riamente imperfecta.
— En España ha habido un importante cambio social, me preocupa la globa-
lizacion, el resurgimiento de los nuevos nacionalismos, la conciencia medio am-
biental, y me pregunto: ¿qué le vamos a dejar a nuestros hijos? Es una sociedad
que dedica tantísimo tiempo, por ejemplo, a un deporte como el fútbol.
— Avanzamos hacia el comunismo cibernético, hacia la sociedad de Orwell,
y las sociedades modernas se están moviendo a través de la idea del progreso,
pero sin solucionar los problemas sociales, de aquí que vivamos en una época
de total desencanto. De lo que se trata es que el hombre vuelva a pensar, que el
hombre vuelva a reflexionar.
— Las sociedades actuales están descompensadas, desequilibradas, y un
mundo desequilibrado es un mundo neurótico, enfermo totalmente. En estas
sociedades el hombre está alienado, o vivirá en soledad, en el anonimato, con
falta de relación humana y de contacto, lo que provocará el resurgimiento de las
fuerzas irracionales.
— Son sociedades típicas de finales de civilización con grandes posibilida-
des técnicas y muy escasas capacidades humanas.

Todas estas observaciones (Véase Cuadro 2.3) muestran una tendencia nega-
tiva de percepción de las sociedades en un momento de conflicto, momento en el
que están agitadas y alborotadas, ya sea por los cambios, ya sea por las tensiones
existentes. De manera que para unos académicos esta tensión se manifiesta a través
de la insolidaridad frente a la humanización, porque nunca ha habido más oportu-
nidades, bienestar, nivel de vida, etc., y sin embargo existe insolidaridad debido a
la tensión por tener más poder adquisitivo. Para otros la tensión se encuentra en
la observación optimista que ofrece la tecnología, frente a la visión pesimista que
proyecta la futura organización social.
Y por último, en otros académicos la tensión se muestra a través de una ob-
servación típica de finales de civilización con grandes posibilidades técnicas
frente a las escasas capacidades humanas. Ahora bien, resulta destacable que dos
de los 16 entrevistados tuviese una visión positiva de la sociedad, como bien lo
demuestran sus opiniones: De la sociedad actual no tengo visión, tengo una vi-
sión muy parcial, pero creo en las generaciones futuras; El futuro de la sociedad
es un futuro muy halagüeño, por las siguientes razones: hay enormes posibili-
dades en los jóvenes para estudiar, van apareciendo nuevos valores y la riqueza
está mejor repartida.
360
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 119
SOCIEDADES Y MUNDO

Cuadro 2.3
Las sociedades actuales descritas y percibidas por académicos españoles

N.o entre- Descripción de las


Tipos de observaciones
vistados sociedades actuales

1 Sociedad segmentada, OBSERVACIÓN NEGATIVA


heterogénea y no vertebrada
2 Confianza en la juventud OBSERVACIÓN POSITIVA
3 Dos tendencias: humanización SITUACIÓN DE TENSIÓN ENTRE
frente a insolidaridad DOS TENDENCIAS OPUESTAS
4 Sociedad sufriendo SITUACIÓN DE CAMBIO
importantes transformaciones RELACIONADA CON LA
y tecnologizada TECNOLOGÍA
5 La situación social va OBSERVACIÓN NEGATIVA
a «reventar»
6 Situación de globalización SITUACIÓN DE CAMBIO
y revolución social RELACIONADA CON LA
GLOBALIZACIÓN
7 Gran cambio a través SITUACIÓN DE CAMBIO
de las comunicaciones RELACIONADA CON LA
TECNOLOGÍA
8 Sociedades cambiando SITUACIÓN DE CAMBIO
con la tecnología hacia RELACIONADA CON LA
la globalización TECNOLOGÍA Y LA GLOBALIZACIÓN
9 Observación positiva basada SITUACIÓN DE TENSIÓN ENTRE
en tecnología y negativa DOS TENDENCIAS OPUESTAS,
en el orden social UNA DE ELLAS TECNOLOGÍA
10 Las sociedades nos han OBSERVACIÓN NEGATIVA
desbordado hay que
reconstruir estructuras
políticas y conciencias
11 Futuro positivo para que OBSERVACIÓN POSITIVA
estudien jóvenes y riqueza
más repartida
12 Proceso de cambio y sociedades SITUACIÓN DE CAMBIO
desagradables RELACIONADA CON UNA VISIÓN
NEGATIVA
13 Cambio Socialy globalización, SITUACIÓN DE CAMBIO
visión pesimista RELACIONADA CON LA
GLOBALIZACIÓN
14 Hacia la era cibernética, OBSERVACIÓN NEGATIVA
sociedades del desencanto RELACIONADA CON LA
TECNOLOGÍA
15 Sociedades descompensadas OBSERVACIÓN NEGATIVA
y desequilibradas
16 Posibilidades técnicas y escasa SITUACIÓN DE TENSIÓN ENTRE
capacidad humana DOS TENDENCIAS OPUESTAS,
UNA DE ELLAS TECNOLOGÍA

Fuente: elaboración según Martínez Quintana, V. (2002): Los sociólogos, la sociología y visión de la so-
ciedad —1998-2002—. Investigación sociológica e informes a cargo de Matrícula Abierta de la UNED,
Madrid. (Mimeo).
120 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Pero, en realidad, la respuesta dada por ambos no responde a la observación de


la estructura social actual, sino mas bien a las expectativas de futuro puestas en las
futuras generaciones, en los jóvenes de hoy en día y en las posibilidades que tienen
para mañana, por lo que parece desvelarse cierto interés por querer salvar el futuro
del presente en que vivimos a través de los jóvenes. Esta percepción choca con la
situación que los jóvenes tienen en España en el 2012 al registrase el 50% de los
jóvenes en paro, que se ven avocados a la emigración o a la espera persistente de
un puesto de trabajo.
Se aprecia, en definitiva, algo sobresaliente en la mayoría de las respuestas da-
das y es la referencia que se hace a los conceptos de tecnología y globalización, y al
proceso en el que ambos están afectando a la visión de la sociedad incidiendo en las
sociedades modernas y posmodernas. Estos acontecimientos, según la mayoría de
estos académicos marcan el momento actual, el mundo en que vivimos, y sobresale
el énfasis en el cambio de las sociedades actuales, y la visión negativa que sobre las
mismas se recogen. Es como si se estuviera viviendo en una situación novedosa a la
que las sociedades deben adaptarse, en la que no les resulta fácil, y se experimenta
individualmente como una situación dificultosa de adaptación y de desasosiego.
Otro de los temas interesantes que se les planteó a los académicos españoles
fue lo siguiente ¿Me podría seleccionar, por favor, un fenómeno sociológico tí-
pico de la época en que vivimos? Las respuestas perfilan los temas acuciantes de
los fenómenos sociológicos, como son los siguientes: la desvertebración, como
dispersión; la ausencia de normas; cómo nos vamos adaptando las personas a esa
realidad, a la innovación tecnológica, a los agentes de cambio, que, un día tras
otro, van a pareciendo; la marginalidad social; la permanencia de los jóvenes en
los hogares hasta los 30 años; la especulación financiera; los conciertos de rock;
la conciencia del otro, en el sentido solidario; la igualdad como valor; la difusión
de la tecnología; el cambio de los valores; problemas sociales de la inmigración
—el caso de el Ejido—; el terrorismo; los fundamentalismos; la individualización;
el fenómeno que tiene que ver con la formación de la opinión pública por parte de
los medios de comunicación; las rupturas en el matrimonio, en la familia; el con-
sumo de cosas materiales y la falta de conciencia de la realidad en la que vivimos.
Paralelamente se seleccionó otra muestra para tener la opinión de profesiona-
les de la empresa —15—, con el fin de recoger la observación que tienen como
sociólogos/as de las sociedades actuales. Los resultados que se obtuviron quedan
enmarcados en las siguientes expresiones: Como un caleidoscopio; vivimos en una
sociedad sin valores; ¿qué queremos que sea lo humano? ¿somos tan diferentes a
las máquinas? ¿o en el fondo la máquina es nuestra escisión lógica y manifiesta
de lo que somos?; una visión bastante positiva de la evolución de España, tanto
del sistema político como, por supuesto, de las condiciones de vida; sociedad de
tránsito, de modelos tradicionales de familia a un mayor peso de las relaciones
extra familiares, tenemos todavía posos de la sociedad rural pero está pisoteada
por la sociedad tecnológica; yo creo que nunca se ha vivido mejor en España; des-
graciadamente la sociedad mantiene la dualidad; vivimos en una sociedad actual-
mente desorientada, con fragmentación en el pensamiento, con superficialidad;
una visión pesimista en general, por un lado desde el punto de vista colectivo de
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 121

un mundo muy competitivo, por otro lado el punto de vista individual una mayor
tendencia hacia la cultura, vamos hacia una sociedad más individualizada; un pro-
ceso de atomización ¿no? de individualización; estamos viviendo un momento que
es una auténtica evolución; una sociedad que se caracteriza principalmente por la
fragmentación, dentro de este grupo de fragmentación hay un lado positivo que es
el mestizaje, el multiculturalismo que ha venido por la inmigración.
Para algunos el cambio viene de una situación actual en la que vivimos como
un caleidoscopio con una gran mezcla de culturas. Para otros ese cambio se refle-
ja en el paso de una sociedad tradicional a una sociedad que está perdiendo esos
valores de la familia, y además prefiere las relaciones extra familiares. Para otros
ese cambio viene dado por un mundo que cada vez está más centrado en el consu-
mo, y es una sociedad enormemente volcada en el comportamiento consumista y
superficial. En cambio para otros esa transformación se traduce en una auténtica
revolución a la que estamos asistiendo.
Las visiones se bifurcan, pues, en positivas y negativas, así tenemos que algu-
nos de los profesionales tienen una percepción positiva de las sociedades y alegan
que en España no se ha vivido nunca tan bien como actualmente. En cambio otros
entrevistados muestran una percepción negativa, porque actualmente se vive en
grandes comunidades sin valores, individualizadas y fragmentadas, tal y como se
refleja en la siguiente frase: Vivimos en una sociedad sin valores, donde el valor
fundamental, es el dinero (Profesional, mujer).
De hecho, esta encuestada cree que los valores que sustentan a la sociedad se
han perdido y se han sustituido por el dinero. Respecto a los valores fundamentales
ella señala a la familia y a los valores religiosos, por ello opina que vivimos en una
sociedad sumamente enloquecida, una sociedad estresante, lo que justifica algunos
comportamientos agresivos al vivir en esta esquizofrenia, al vivir en una sociedad
sumamente agresiva, competitiva, donde se va a todas partes demasiado deprisa.
Unas sociedades contradictorias, en la que a un niño se le socializa para que sea
moral y de pronto llega al trabajo y se encuentra que lo que pasa allí no tiene nada
que ver con su socialización, y por tanto entra en contradicción y debe o aprender
inmediatamente o sino nunca se va integrar en esa sociedad.
Para completar la observación de las sociedades actuales se elaboró un cues-
tionario internacional, por internet y correo postal (Véase Martínez, 2002), a una
muestra de un total de 1.346 profesionales de las ciencias sociales de 42 países
—276 respuestas—, para sondear la percepción que se tiene de las sociedades
actuales, la selección de un fenómeno sociológico típico de la época actual y,
después, la selección y ubicación de uno de los tres modelos de sociedades que
se les ofrecía.
La primera cuestión les plantea lo siguiente: En la reflexión del mundo actual
¿Cómo describiría brevemente a la sociedad actual de principios del siglo xxi?
Encontramos que en las descripciones que han hecho de la sociedad actual de prin-
cipios del siglo xxi, se muestran algunas respuestas que manifiestan el ritmo trepi-
dante de estas sociedades actuales, con sus grandes contradicciones, que reflejan el
turbulento momento de grandes cambios, tal y como han reflejado muchos de estos
profesionales (Véase Tabla 2.1).
122OBSERVACIÓN DE LAS SOCIEDADES EFECTUADA POR
LA LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES
LOS SOCIÓLOGOS 363

Tabla 2.1
Descripción de las sociedades actuales según profesionales de las ciencias
sociales de 42 países

SOCIEDADES ACTUALES TOTALES %


Burócratas 2 0,7
Cambiantes 20 7,2
Caóticas y con grandes desigualdades 2 0,7
Capitalistas 10 3,6
Complejas 15 5,4
Imposible definirlas 9 3,3
Contradictorias, con dos polos 38 13,8
Con grandes desigualdades 12 4,3
Diversas 16 5,8
Egoístas 2 0,7
Fragmentadas y estratificadas 9 3,3
Globalizadas 51 22,1
Individualistas, materialistas y consumistas 9 3,3
Ns/Nc 22 8,0
Otros 20 7,2
Peligrosas, conflictivas, inciertas 23 8,3
Tecnológicamente avanzadas 6 2,2
TOTAL 276 100,0

Fuente: elaboración según Martínez Quintana, V. (2002): Los sociólogos, la sociología y visión de la so-
balizadas
ciedad y contradictorias,
—1998-2002—. consociológica
Investigación dos polose informes
y con grandes riesgos,
a cargo de descripción
Matrícula Abierta de laque
UNED,se
Madrid.
ha ido (Mimeo).
combinando en orden al argumento proporcionado por esta muestra inter-
nacional. De aquí que las sociedades actuales de principios del siglo XXI, sean prin-
cipalmente percibidas por
Son descripciones muylosreducidas
profesionales bajo el influjo
pero incluyen de la globalización,
diferencias en el
que conviene seña-
22,1% de las
lar, como es elrespuestas,
hecho de con grandes contradicciones
ser sociedades que hacen que
complejas, globalizadas coexistan so-
y contradictorias,
cialmente,
con dos poloseconómicamente,
y con grandesculturalmente, etc. dos polos
riesgos, descripción que seopuestos, al menos así en
ha ido combinando lo
ven el 13,8% de los profesionales. Peligrosas, conflictivas, inciertas,
orden al argumento proporcionado por esta muestra internacional. De aquí que las para el 8,3%
de los profesionales,
sociedades actuales desociedades
principios cambiantes,
del siglo xxidiversas, complejas, desiguales,
, sean principalmente ca-
percibidas por
pitalistas, fragmentadas, estratificadas, individualistas, materialistas, consumistas,
los profesionales bajo el influjo de la globalización, en el 22,1% de las respuestas,
tecnológicamente avanzadas, burócratas, caóticas, desiguales y egoístas
con grandes contradicciones que hacen que coexistan social, económica y cultu-
Ciertamente, la perspectiva que proyectan es bastante desoladora, pero es el de-
ralmente, dos polos opuestos, al menos así lo ven el 13,8% de los profesionales.
nominador común de todas y cada una de las respuestas dadas, tan solo se salvan
Peligrosas, conflictivas, inciertas, para el 8,3% de los profesionales, sociedades
poquísimas de una perspectiva pesimista. Si nos fijamos detenidamente en la Ta-
cambiantes, diversas, complejas, desiguales, capitalistas, fragmentadas, estratifica-
bla 10.1 hallamos una serie de matizaciones que no se pueden eludir en este con-
das, individualistas,
texto conseguido. Así, materialistas, consumistas,
pues, en relación a que seatecnológicamente avanzadas, buró-
una sociedad contradictoria, con
cratas, caóticas, desiguales y egoístas
dos polos, encontramos una descripción de la sociedad dada por el profesional N.o
171,Ciertamente, la perspectiva que
que refleja aproximadamente proyectan
lo que se quierees expresar
bastantecon
desoladora, pero es
esta categoría: «Unel
denominador común de todas y cada una de las respuestas dadas, tan
mundo de crecimiento y perpetua contradicción —con polarización social, inesta- solo se sal-
van poquísimas
bilidad económica, de diferencias
una perspectiva pesimista.
racistas, Si nos fijamos
neo-imperialismo, detenidamente
degradación en la
ecológica».
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 123

Tabla 2.1 hallamos una serie de matizaciones que no se pueden eludir en este con-
texto conseguido. Así, pues, en relación a que sea una sociedad contradictoria, con
dos polos, encontramos una descripción de la sociedad dada por el profesional N.o
171, que refleja aproximadamente lo que se quiere expresar con esta categoría: Un
mundo de crecimiento y perpetua contradicción —con polarización social, inesta-
bilidad económica, diferencias racistas, neo-imperialismo, degradación ecológica.
Igualmente el profesional N.o 212, explica claramente esta situación: Viviendo con
la paradoja de tribu y de ámbito global. Una incertidumbre, un período de cambio-
orientación.
En cuanto a una sociedad globalizada son muchas las personas que señalan
este fenómeno, hasta el 22,1%. Uno de ellos define la globalización de la siguiente
forma: Los límites (fronteras) entre países desaparecen más y más como resultado
del progreso tecnológico. La gente va al extranjero más a menudo y a países de
otros continentes. Por otro lado, obtienen mas información sobre otras culturas
a través de las comunicaciones. Además, algunos añaden las consecuencias que
puede tener este tipo de sociedad globalizada, como es el caso del N.o 49: Híper —
realidad, Mcdonalización, etc...
En cambio el N.o 54 nos expone: La globalización con todas sus coordenadas
de expansión de mercados, comunicación de masas, desarrollo de la electrónica,
grandes flujos migratorios, valores compartidos y limitaciones en la autonomía de
los estados, sienta las bases de la sociedad del siglo xxi. Aunque la enorme hetero-
geneidad producida por la diferencia en el desarrollo económico, la diversidad de
las culturas y las muchas formas de organización política y social vuelven difícil
el establecer rasgos compartidos por una única sociedad global, pero sí es posible
encontrar en esa misma característica de la globalidad el germen más importante
del conflicto social, en tanto ocasiona grandes disparidades entre naciones, regio-
nes o ramas productivas; provoca desempleo y modifica patrones de vida. Habría
que señalar, además la creciente importancia de los valores democráticos y la
emergencia de nuevos actores sociales y políticos que coincide con tendencias a un
mayor individualismo favorecido por la tecnología y la masificación.
Por otro lado el profesional N..o 55, indica: La globalización ha conducido a las
sociedades y comunidades dentro de un remolino de nuevas relaciones. Otro profe-
sional, el N.o 62 aporta la siguiente idea a este respecto: Nosotros estamos experi-
mentando cambios rápidos en nuestras vidas debido a la información tecnológica
y a los avances en los transportes y medios de comunicación. Como resultado de
todo ello, la difusión cultural que está teniendo lugar es impresionante y da paso a
la homogeneización de la cultura con grandes posibilidades. También habrá proli-
feración de nuevas culturas y subculturas. Esto implica que cualquiera de las dos
promoverá una gran comprensión de esa cultura mundial o diversa, ahora bien,
debido a la emergencia de subculturas podría llevar a grandes conflictos y a des-
organizaciones sociales.
Además, el profesional N.o 234, señala que el efecto que ha tenido el incre-
mento de la globalización en algunas sociedades, ha llevado a que surgiera con
escrupulosidad lo que constituye la identidad nacional propia y diferenciadora.
También el profesional N.o 268, opina lo siguiente en relación a las consecuen-
124 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

cias que podría provocar la globalización: La sociedad está llena de diversidades,


complejidades e interactividades, y todo ello bajo la dirección de la globalización,
hace que la sociedad empiece a ser mas racional, utilitaria, individualista y tam-
bién al mismo tiempo menos humana, y menos altruista.
En cambio para otros esta sociedad globalizada es así como derivación de estar
basada en el conocimiento tecnológico que es usado y maltratado con indepen-
dencia de la ética y de las bondades morales. Otros, en cambio, consideran que
la sociedad contemporánea está haciendo frente a un complejo de Globalización;
La Globalización está teniendo lugar desde lo mas alto y desde lo mas bajo; Las
sociedades actuales están llenas de tensiones exacerbadas por el contexto de nues-
tros tiempos: es la Globalización en sus distintas expresiones; Es una sociedad que
tiene agravadas sus diferencias (étnicas, de raza, sociales, económicas, etc...) den-
tro de una pretendida homogeneización, dentro de un proceso de globalización que
han impuesto ideológicamente, en lugar de preocuparse por los orígenes de las
diferencias y del mundo globalizado; La sociedad como un fenómeno global está
ordenada por mercados, estados, y cultura/religión. Todavía hay una estructura-
ción de lo social en la base de clases, género, étnia y otras distinciones culturales
que existen independientemente del mapa que por encima de este proceso ordena-
do se está formando como globalizador. Y todavía gira de una forma totalmente
subjetiva para ordenar procesos de contención, conflicto, movimientos sociales,
rebeliones y revoluciones.
Las apreciaciones y percepciones se detienen en aspectos concretos y profun-
dos como los que se exponen seguidamente: La globalización ha sido un proce-
so donde las sociedades han tenido estereotipos cada vez más homogéneos. Este
cambio de sociedades cerradas a sociedades totalmente integradas se da justo en
el marco de un proceso de internacionalización del proceso de producción y de
consumo. Si bien, ha creado una clase elitista y se han abierto brechas de las dife-
rentes clases sociales en las naciones. Podríamos atrevernos a decir que hay una
globalización de la pobreza que no ha podido satisfacer necesidades de muchos
millones de personas, cuya fragilidad atenta con la globalización del éxito, y por
último se matiza que la sociedad global está dominada por el poder institucional
(principalmente Estados Unidos) por la identidad militar, los bancos mundiales,
el Fondo Monetario Internacional, pero hay, sin embargo, grupos revolucionarios
que resisten a estas fuerzas.
Finamente, las apreciaciones de unas sociedades con riesgo, peligro, violencia,
conflictos, incertidumbre, etc. son percibidas como sociedades violentas, inciertas,
llenas de peligros etc...y para algunos esta situación de peligro viene dada como
consecuencia de las grandes desigualdades existentes. Para otros, como el efecto
de ser una sociedad polarizada y contradictoria, en otros, la razón estriba en la glo-
balización y en los acontecimientos acaecidos tras el 11 de septiembre en Estados
Unidos —atentado terrorista en las torres gemelas de Nueva York.
Respecto a la desigualdad encontramos estas reflexiones del profesional N.o 30
que señala: Nosotros vivimos en una sociedad global que está sufriendo un rápido
cambio social en comunicaciones, negocios y tecnología médica. Estos cambios
han tenido un importante impacto en los datos demográficos de la edad de los
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 125

grupos, y demandan una fuerte inversión en niños y jóvenes. La naturaleza global


de la sociedad y la resistencia a semejantes cambios desde determinadas áreas del
mundo debido a la religión y diversidad étnica y conflictos, surtiendo una mayor
amenaza para la seguridad mundial y calidad de vida. Finalmente, mayores des-
igualdades se observarán en la distribución de la riqueza en muchas sociedades
amenazando la estabilidad mundial e intensificación de lo religioso, lo racial y las
relaciones étnicas y conflictivas.
Las sociedades polarizadas y contradictorias se ven reflejada en estas aprecia-
ciones del profesional N.o 160: Una creciente sociedad polarizada se ha avecinado
en la cual los valores tradicionales tienen una lista amplia de fundamentos sin
nuevos principios, y fines completamente llenos de legitimidad. Por tanto, hay un
sentido de incertidumbre y transición; grandes cambios; la interacción entre desa-
rrollo y no desarrollo en los países; los problemas medio ambientales y la no tole-
rancia religiosa. Por otro lado, y en relación también a este tema, el profesional N.o
153 hace la siguiente descripción: La sociedad contemporánea está caracterizada
por el avance en el conocimiento científico y teórico. Un planeta sin conciencia
ecológica; competitivo y destructivo, en el que coexiste la extrema pobreza y el
bienestar como en una sociedad peligrosa.
La incidencia de atentados terroristas lleva a que los encuestados describan las
sociedades actuales de la siguiente manera: Vivimos en un mundo de incertidumbre.
Los horrores del progreso de la tecnología y desarrollo científico aparecen frente a
nosotros. Desde los acontecimientos del 11 de Septiembre en los Estados Unidos,
estamos ahora afrontando más que nunca las realidades de una guerra biológica
y química. El proyecto del genoma humano anuncia esperanza y miedo. Espe-
ranza en relación a que la mayoría de las enfermedades crónicas y destructivas
puedan ser erradicadas, y miedo a que el determinismo biológico llegue alcanzar
una mayor influencia en la sociedad. El Medio Ambiente está cambiando (Cambios
climáticos, destrucción de varias especies animales y vida de plantas). El progreso
científico y tecnológico han producido instrumentos de destrucción, mientras que
al mismo tiempo se demanda la resolución de estos problemas.
En una tendencia paralela se sitúan las siguientes apreciaciones: Las socie-
dades de principios de este siglo xxi muestran una «tendencia al infierno» en la
persecución del «Santo Grial» del capitalismo global definido como progreso, que
demanda al mismo tiempo lo contrario. Esto viene acompañado del fervor hacia
la tecnología y su estatus —El Salvador— como la respuesta a muchos de los
problemas políticos y sociales. Tras los acontecimientos del 11 de Septiembre de
2001, y bajo el sentido (juicio, razón) de lo que es bueno y malo, podemos decir
que el mundo necesita más que nunca de la comprensión y posición sociológica,
para abarcar el significado de estos hechos; Desigualdad en el interior de las
sociedades, y desigualdades a nivel internacional, marcados por una multitud de
tendencias contradictorias (democracia versus mecanismos anti-democráticos,
globalización en todos los niveles, etc., después del 11 de septiembre, se hace más
patente la incertidumbre y el miedo creciente.
Tras los desastres del 11 de septiembre, compruebo que se está organizando
el orden del mundo. En este momento yo percibo unas sociedades en las cuales el
126 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

concepto de estado-nación está supeditado por cuestiones de identidad y de alian-


zas internacionales. Yo observo una sociedad que se atrinchera en ella misma, en
el conservadurismo de 1950 con énfasis en la familia y cerrada, con una conexión
temerosa ante lo desconocido; Después del 11 de septiembre podemos claramente
descubrir que nuestras sociedades son iguales a las europeas del período pre-
capitalista; Después del 11 de septiembre las sociedades se encuentran divididas y
mucho más de lo que pensamos.
Hay otros, los menos, que hacen mención a unas sociedades que avanzan hacia
un mundo mejor, si bien todavía han de resolverse muchos conflictos y desigual-
dades internas. Estos son los comentarios que hacen a este respecto algunos de
ellos: Pluralista en valores, métodos, creencias y progresos que resultan ser lentos
hacia un mundo mejor; Son sociedades que se acercan al miedo, a las desigualda-
des económicas globales, al rápido desarrollo tecnológico, y a múltiples acciones
positivas entre seres humanos en el campo de lo social; Nosotros estamos en la
cúspide de resolver muchas diferencias, y esto moverá al género humano hacia una
dirección para trabajar juntos y respetarnos unos a otros. Nosotros tenemos mucho
que resolver todavía.
Nuestras sociedades crecen hacia el multiculturalismo. El mundo está llegan-
do a ser un pequeño lugar que conoce más el resto de las culturas además de la
propia, que en otras épocas; Son sociedades dispersas y encantadoramente prós-
peras; Son sociedades llenas de cambios y oportunidades. Se ha alcanzado un gran
conocimiento de la sociedad. La Unión Europea representa una oportunidad; Son
sociedades que se desgarran entre ser ricas y ser pobres; Sociedades globalizadas
que anhelan nuevas reglas y un nuevo orden social; Sociedades muy cambiantes,
fascinantes pero a la vez aterradoras; Son excitantes y positivas por muchos cam-
bios que haya producido en la población, en el medio ambiente, y en las relaciones
étnicas; Son sociedades que requieren más paz dada las desigualdades existentes,
si bien ha alcanzado un mayor desarrollo que en otras épocas; Son sociedades
posindustriales con un Estado de Bienestar; Son caóticas, excitantes, ricas con un
potencial todavía por desarrollar.
Finalmente, se perfilan las sociedades sin guía y referentes claros como la que
proponen algunos encuestados que describen la sociedad actual de principios del
siglo xxi, sin guía o sin dirección moral. También es interesante el planteamiento
de uno de ellos, natural de Ukrania, con respecto a la descripción de las sociedades
actuales: Insustanciales, inhumanas, son sociedades injustificables. Desde mi pun-
to de vista es la descripción de unas sociedades en las cuales nosotros vivimos, y
pertenecen a países formados de la Unión Soviética (Rusia, Ukrania, etc...).
Los fenómenos sociales que estos profesionales marcaron como típicos de la
época actual se reseñan en estas categorías: abiertos; muchas opciones; apatía; com-
petitivad; complejidad y estandarización; consumismo; contradicción; decadencia y
enfermedades; deporte; desempleo; diversidad cultural; globalización; identidad pro-
pia; individualismo; inseguridad y peligro; los cambios; medio ambiente; mercados
ocultos; migración; movilidad y turismo; movimientos sociales; nueva economía;
nuevas tecnologías; pérdida de valores tradicionales; pobreza; racismo; reflexividad,
racionalismo y pragmatismo y, por último, subcultura. (Véase Tabla 2.2).
368
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 127
SOCIEDADES Y MUNDO

Tabla 2.2
Fenómenos sociológicos típicos de las sociedades actuales

TOTAL %
Abiertos. Muchas opciones 4 1,4
Apatía 8 2,9
Competitividad 2 0,7
Complejidad y estandarización 3 1,1
Consumismo 5 1,8
Contradicción 9 3,3
Decadencia y enfermedades 2 0,7
Deporte 2 0,7
Desempleo 2 0,7
Desigualdad 29 10,5
Diversidad Cultural 6 2,2
No entiende la pregunta 2 0,7
No puede seleccionar 5 1,8
Globalización 35 12,7
Identidad propia 5 1,8
Individualismo 18 6,5
Inseguridad y peligro 28 10,1
Los Cambios 12 4,3
Medio Ambiente 3 1,1
Mercados Ocultos 2 0,7
Migración 5 1,8
Movilidad y Turismo 3 1,1
Movimientos sociales 3 1,1
Respuesta confusa 7 2,5
Ns/Nc 19 6,9
Nueva Economía 2 0,7
Nuevas Tecnologías 17 6,2
Otros 7 2,5
Pérdida de valores tradicionales 8 2,9
Pobreza 7 2,5
Racismo 10 3,6
Reflexión, Racionalismo y Pragmatismo 4 1,4
Subcultura 2 0,7
TOTAL 276 100,0

Fuente: elaboración según Martínez Quintana, V. (2002): Los sociólogos, la sociología y visión de la so-
ciedad —1998-2002—. Investigación sociológica e informes a cargo de Matrícula Abierta de la UNED,
Madrid. (Mimeo).
128 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Los profesionales de esta muestra identifican, pues, fenómenos representativos


de las sociedades actuales del siglo xxi, aquellos fenómenos que dan cuenta de
cuatro rasgos principales, a saber:

Fenómenos representativos de las sociedades del siglo XXI


1) La Globalización,
2) La Desigualdad,
3) La Inseguridad y peligro,
4) El Individualismo.

Así, pues, la Globalización, la señalan el 12,7%, y es la categoría más repre-


sentativa de todas las que han sido ofrecidas a través de las respuestas de los en-
cuestados, en segundo lugar, la gran Desigualdad existente en la sociedad actual la
apuntan el 10,5% . En tercer lugar la Inseguridad y peligro, también la mencionan
el 10,1%, y la relacionan directamente con la situación mundial de amenazas y
atentados por el peligro, el riesgo y la agresividad que estos sucesos implican, otros
añaden los desastres inesperados como guerras, terrorismos, catátrofes naturales
etc., y su repercusión en la vida social. Por último, el Individualismo es importante
para el 6,5% de las respuestas, así lo expresan algunos de ellos: Hay estrés e iróni-
camente incertidumbre en una era donde los individualismos permiten el control
de sus vidas, y sienten menos control debido a los rápidos cambios sociales. O la
respuesta dada por otro de ellos: El foco está en uno mismo, en el aislamiento, ya
que hay un exagerado individualismo.
Después se sitúan otras puntualizaciones tales como la influencia de las nue-
vas tecnologías, en proceso de cambio, la contradicción, la pérdida de los valo-
res tradicionales, la apatía, los grandes focos de pobreza, el enriquecimiento de
la diversidad cultural, los problemas de la migración, los problemas del medio
ambiente, el desempleo, la decadencia, la enfermedad, la estandarización y demás.
En consecuencia, se aprecia que la selección de estos fenómenos concuerdan con
la percepción de las sociedades que han facilitado anteriormente, y se perfila un
panorama complejo repleto de contrastaciones, es decir, de rasgos positivos y ne-
gativos a la vez, como es el caso de la globalización que para algunos puede tener
consecuencias positivas, si bien, para otros representa algo negativo, en cambio,
otros simplemente la indican sin más. En general, las apreciaciones más nombradas
son las que hacen referencia a la desigualdad, el miedo, el peligro, la incertidumbre,
la inseguridad, y el individualismo.
La última indagación se sitúa concretamente en la proyección descriptiva —hi-
potética y reflexiva— de tres tipos de sociedades, para que los profesionales perte-
necientes a las ciencias sociales, se decantasen, en el caso de poder hacerlo, por la
elección de una de las sociedades que se les propuso, y plasmasen, así, sus análisis
y preferencias, respecto a estos modelos de vida en comunidades humanas. En este
sentido, se les ofreció una pregunta que constituyó un ejercicio de invención en
el que se les brindaron tres sociedades hipotéticas, utópicas pero realizables. Se les
situó, por tanto, en una perspectiva de proyección analítica, que intentase abarcar
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 129

con la perspectiva descriptiva y analítica, que normalmente se suele efectuar en la


observación de las sociedades humanas.
Por tanto, la preguntaba iba orientada en esta dirección, para conocer cómo
miran estos profesionales las sociedades, cómo pueden concebirlas, qué impresio-
nes reciben cuando se les emplaza a imaginar sociedades que no existen o, en el
caso, de que consideren que pueden ser factibles, por cuáles se decantarían, etc. A
este respecto, el ser objeto y sujeto de nuestra propia investigación tiene la ventaja
precisamente de poder vislumbrar posibilidades como sujetos que somos, y como
sujetos de su propia investigación pueden, en este sentido, cambiar las sociedades
en orden al pensamiento, como individuos reflexivos. Por lo que se les formuló
la siguiente cuestión: De los tres modelos de sociedad desarrollada que se le pre-
sentan a continuación ¿cuál es el modelo que encaja con la sociedad actual en la
que vivimos? (Por favor, señale el modelo en el recuadro).Y de estos tres modelos
¿cuál es el modelo de sociedad en el que usted preferiría vivir? (Por favor, señale
el modelo en el recuadro). Por último ¿cuál de los tres modelos de sociedad cree
usted que necesitan todas las sociedades actuales? (Por favor, señale el modelo en
el recuadro).
Modelos de Sociedades Posibles

SOCIEDAD A SOCIEDAD B SOCIEDAD C

–Compleja, rica en co- –Compleja, rica en conoci- –Compleja, rica en conoci-


nocimientos y en cien- mientos y en ciencia y tecno- mientos y en ciencia y tecno-
cia y tecnología. logía. logía.
–Agresiva, competitiva y –A veces es agresiva, com- –Tiende a la convivencia pa-
violenta. petitiva y violenta. cífica, ya no es agresiva,
–Destructiva y autodes- –No deja de ser una sociedad competitiva y violenta.
tructiva. destructiva y autodestructiva. –Ya no es destructiva ni auto-
–Insolidaria. –A veces es insolidaria. destructiva, es constructiva.
–Alberga incertidumbre –A veces alberga incertidum- –Es solidaria.
y alto riesgo para la su- bre con cierto riesgo para la –Asegura y protege la super-
pervivencia. supervivencia. vivencia.
–Permite que existan so- –Todavía permite que existan –Todas la sociedades han al-
ciedades en subdesarro- algunas sociedades en sub- canzado un nivel de desarro-
llo y pobreza extrema. desarrollo y pobreza extrema. llo imprescindible.

En la Tabla 2.3. se obtiene que la gran mayoría de estos profesionales, hasta


el 64,9%, pensaba y opinaba que vivimos en una sociedad como la del modelo B
—Compleja, rica en conocimientos y en ciencia y tecnología. A veces es agresiva,
competitiva y violenta. No deja de ser una sociedad destructiva y autodestructiva.
A veces es insolidaria. A veces alberga incertidumbre con cierto riesgo para la su-
pervivencia. Todavía permite que existan sociedades en subdesarrollo y pobreza
extremas—.
Para otros, en concreto para el 16,7%, manifestaban que actualmente vivimos
en la sociedad tipo A —Compleja, rica en conocimientos y en ciencia y tecnolo-
gía. Agresiva, competitiva y violenta. Destructiva y Autodestructiva. Insolidaria.
Alberga incertidumbre y alto riesgo para la supervivencia. Permite que existan so-
130 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Tabla 2.3
Los modelos de sociedades seleccionados
Modelo de sociedad que encaja con la actual

Sociedad A Sociedad B Sociedad C Otros Ns/Nc Total


TOTAL 46 179 17 24 10 276
TOTAL % 16,7 64,9 6,2 8,7 3,6 100

Modelo de sociedad en la que se preferiría vivir

Sociedad A Sociedad B Sociedad C Otros Ns/Nc Total


TOTAL 1 12 239 16 8 276
TOTAL % 0,4 4,3 86,6 5,8 2,9 100

Modelo de sociedad que necesitarían las sociedades actuales

Sociedad A Sociedad B Sociedad C Otros Ns/Nc Total


TOTAL 7 59 134 54 22 276
TOTAL % 2,5 21,4 48,6 19,6 8,0 100

Fuente: elaboración según Martínez Quintana, V. (2002): Los sociólogos, la sociología y visión de la so-
ciedad —1998-2002—. Investigación sociológica e informes a cargo de Matrícula Abierta de la UNED,
Madrid. (Mimeo).

ciedades en subdesarrollo y pobreza extrema—. Una de las encuestadas que señala


este modelo lo justifica de la siguiente manera: A principios de septiembre de 2001
hubiera elegido la sociedad B, con algunos aspectos de la del modelo C, pero des-
pués de los acontecimientos del 11 de septiembre, he cambiado de opinión.
Se constata, pues, que son muchos menos los profesionales de esta muestra
internacional que eligen la opción C, es decir, los que consideran que actualmente
vivimos en una sociedad compleja, rica en conocimientos y en ciencia y tecnología.
Tiende a la convivencia pacífica, ya no es agresiva, competitiva y violenta. Ya no
es destructiva ni autodestructiva, es constructiva. Es solidaria. Asegura y protege la
supervivencia. Todas las sociedades han alcanzado un nivel de desarrollo impres-
cindible. Es decir la sociedad actual, la de principios del siglo xxi, aunque no es un
modelo utópico o ideal, se encuentra para la mayoría de ellos en un momento de
tránsito asentada en el modelo B, que es una sociedad agresiva y deshumanizada.
Las explicaciones con más significación se muestran a continuación:

• Explicaciones de profesionales que han señalado la sociedad A: A prin-


cipios de septiembre de 2001 hubiera elegido la sociedad B, con algunos
aspectos de la del modelo C, pero después de los acontecimientos del 11
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 131

de septiembre, he cambiado de opinión; Pero, también es una sociedad que


registra grandes movimientos sociales.
• Explicaciones de profesionales que han señalado la sociedad B: Es una
sociedad basura. Pensaba que no asignaría tal reproche a la sociedad en la
que vivimos, por su pobreza, en general, aunque no perdería la esperanza
a pesar de la rendición, y la violencia; Las sociedades A y B necesitan ser
diferenciadas mejor; Más o menos el modelo B; «Ninguna es completamente
exacta; Yo no vivo en una sociedad desarrollada, no puedo, si se pregunta
sobre el tipo de sociedad Europea en desarrollo, podría responder».
• Explicaciones de profesionales que han señalado la sociedad C: Elijo este
modelo a excepción del último punto.
• Explicaciones de profesionales que han señalado la categoría «Otros»:
Hay un importante número de profesionales que señala que ninguna de las
tres opciones le parece la más adecuada para describir a las sociedades de
hoy en día. Mientras que hay otros cuantos que realizarían su propia combi-
nación entre las diferentes opciones de sociedad que se han facilitado, como
bien lo prueba las siguientes sugerencias que nos ofrecen:

¿Eh?, ¿España?, ¿Noruega?, ¿El mundo?; La sociedad A y la sociedad B; La


sociedad A le corresponde a la sociedad mundial, la sociedad B a mi sociedad; Es
difícil de decidir. Una mezcla de la sociedad A y de la sociedad C, pero añadiría
que es compleja en conocimientos, razonablemente pacífica, pero permite a algu-
nos de sus miembros y a otras sociedades existir en un estado de extrema pobreza;
El concepto de «sociedad» es una gran generalización, pero con algunas reservas,
en general, elijo la sociedad A, aunque algunas sociedades de la Unión Europea
se aproximan a la sociedad C; En algún sitio entre la sociedad A y la sociedad B.
Entre la sociedad B y la sociedad C; Esto es realmente sugerente; Ninguna;
Ninguna de estas sociedades aquí expuestas, son modelos estereotipados, carica-
turas cortadas que están fuera de la sociedad; Ninguna de las de arriba; Ninguna
realmente afecta; No me gustan las opciones expuestas; No puedo decir; Oscila
entre la sociedad B y la sociedad C, si se está mencionando la sociedad en términos
globales, la sociedad B, si se está mencionando la sociedad en términos locales
estamos cambiando de la sociedad B a la C; Una combinación del modelo A-B-C;
Una mezcla entre la sociedad B y la sociedad C: Yo vacilo entre la sociedad A y la
sociedad B, y espero que todavía sea la sociedad B.

Se constata en la Tabla 2.3, que la sociedad que preferían vivir es la descrita


por la sociedad C, es decir, por aquella sociedad compleja, rica en conocimientos
y en ciencia y tecnología que tiende a la convivencia pacífica, ya no es agresiva,
competitiva y violenta. Ya no es destructiva ni autodestructiva, es constructiva. Es
solidaria. Asegura y protege la supervivencia. Todas las sociedades han alcanzado
un nivel de desarrollo imprescindible. Así lo señalan el 86,6% de los encuestados
de la muestra internacional, pero también se constata que algunas personas prefie-
ren vivir en la sociedad B —un escaso 4,3%— y tan solo uno indica la sociedad A.
132 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

De las explicaciones hechas por los profesionales al respecto, muestran las siguien-
tes apreciaciones:

• Explicaciones de profesionales que han señalado la sociedad B: Tan solo


hay una persona que señala esta opción y añade: probablemente.
• Explicaciones de profesionales que han señalado la sociedad C: Como se
puede observar la mayoría de estos comentarios están dirigidos a hacer notar
que es evidente que la mayoría de los entrevistados elegirían la opción C,
como de hecho así ha ocurrido: ¿Por qué pregunta por este modelo? ¿Alguien
optó por la sociedad A?; La sociedad C, aunque el concepto de tolerancia
es incompatible con una intolerancia de comportamiento destructivo y ex-
plotación; La sociedad C, por supuesto, pero tus alternativas son parciales o
bastante simples; Más hacia la sociedad C; Mientras haya espacio para la in-
novación y el crecimiento; Obviamente la sociedad C; La sociedad C pero es
una utopía; Por supuesto la sociedad C; Todo el mundo señalará este modelo.
• Explicaciones de profesionales que han señalado la categoría «otros»:
En cuanto a otras opciones que escapan de estos tres modelos, el 5,8 % de
los encuestados indica que no preferiría vivir en ninguno de los modelos de
sociedad que han sido expuestos. Otros prefieren indicar como crearían sus
propios modelos, y los más atrevidos preguntan si se les está gastando una
broma o incluso advierten de la posibilidad de que si alguien señala la opción
A, está mintiendo:
¿Está bromeando?; Imposible responder; Ninguna; Ninguna. Muy sugerente;
Ninguna, prefiero la sociedad -tal-como-es. Funcionando adecuadamente, respon-
diendo a los retos, reformándose a sí misma, lentamente, cambiando en respuestas
para cambiar las condiciones y los nuevos cambios en la manera de pensar. No
utopías; No lo sé; No puedo decir; No puedo decir solo un modelo, pero la so-
ciedad C es la más cercana. De todas maneras incertidumbres y destrucciones
existirán siempre. Lo importante es ser capaz de usarlas para reembarcarlas en
caminos constructivos incluso si los resultados son negativos;¡Pregunta absurda!
Totalmente predecible. La sociedad C, por supuesto; Si alguien elige la sociedad
A, considere la posibilidad de que estén mintiendo; Una combinación de A-B-C».

Finalmente, se solicita a estos profesionales que seleccionen el modelo de so-


ciedad que creen necesitan todas las sociedades actuales, y la mayoría de ellos, el
48,6% se decantó por la sociedad C, mientras que un interesante 21,4% cree que
sería la sociedad B, elegido como el más parecido a la sociedad actual y que necesi-
tarían todas las sociedades actuales, y tan sólo 2,5% de esta muestra considera que
el modelo de sociedad que necesitan todas las sociedades es el A. Por tanto habría
que diferenciar entre un grupo que da una respuesta mas realista adaptándose a una
sociedad que hoy es alcanzable, y otro grupo que eligió la sociedad C, que conside-
ra que es una opción utópica, hoy en día, como necesaria para todas las sociedades
actuales. Igualmente, hay que destacar que en esta pregunta ha habido algunos pro-
blemas para que los entrevistados lograran entenderla y de hecho los porcentajes
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES 133

de la variable Otros y Ns/Nc, son elevados con respecto al resto, con un 19,6% y un
8,0% respectivamente, tal y como se refleja en los comentarios siguientes:

• Explicaciones de profesionales que han señalado la sociedad A: Los co-


mentarios son de dos encuestados diferentes, uno dice guay y el otro in-
dustrializada. Suponiendo que el primero quizá bromeara y el segundo se
refiriera a la sociedad A, añadiéndole el hecho de que estuviera, además,
industrializada.
• Explicaciones de profesionales que han señalado la sociedad B:Ya se ob-
serva en esta respuesta que algunas personas, a pesar de escoger la sociedad
B, no entienden muy bien la pregunta: Al menos por ahora; No es clara la
pregunta; No estoy segura de entender esta pregunta; No estoy seguro de lo
que significa. Asumiendo una sociedad que es contemporánea, B, es la que
mejor refleja el estado general.
• Explicaciones de profesionales que han señalado la sociedad C: Desde
un punto de vista metodológico usted une en el mismo modelo diferentes va-
riables las cuales no deberían estar estrechamente relacionadas en el mismo
proceso. La respuesta es cualquiera; Más hacia la sociedad C; Realmente no
comprendo que sea necesario este planteamiento.
• Explicaciones de profesionales que han señalado la categoría «otros»:
Absolutamente ninguna. No revolución, ni Utopía; Una sociedad científica,
una sociedad humanizada; Con el orden capitalista dado en el mundo, son
necesarias la sociedad A y la sociedad B; Esto es más una cuestión empírica
que un problema de opinión; Desde la perspectiva idealista la sociedad C,
pero desde la perspectiva realista la sociedad B; No estoy seguro, pero de
elegir prefiero la sociedad C, por supuesto; No tengo idea; Si se refiere a un
modelo normativo con el que poder crear una sociedad mejor —entonces
este significado pone en pie cuestiones sobre los valores humanos y progre-
so— quizás ninguno de los modelos podría hacerlo entonces; En USA sería
la sociedad A y en Canadá la sociedad B».

En definitiva, se vislumbra según las características de las sociedades actuales


que el cambio hacia la tendencia positiva en las sociedades del futuro se podrían
caracterizar por la utilización completa de las energías limpias y renovables, que
satisfagan las necesidades de las poblaciones de todas las naciones que habitarán
en ciudades amplias y rodeadas de vegetación. Las sociedades del futuro próximo
serían verdes y limpias, donde el equilibrio y la igualdad estuviesen mínimamente
aseguradas. La estructura ocupacional sería restringida y centrada básicamente en
las profesiones de ciencia, tecnología, política, educación, ciencias de la salud y
sociedad y recreación, y los robots podrán realizar las tareas fatigosas y pesadas
para los seres humanos, y dedicarse a determinadas funciones del cuidado de las
personas que hasta el momento presente tanto tiempo requieren.
El desarrollo será completamente sostenible tras la limpieza y el reciclado de
la polución y contaminación en general de las zonas rurales y urbanas que dejaron
las sociedades industriales y posindustriales. Y las poblaciones se podrán dedicar
134 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

en su mayor parte a las actividades de ocio, disfrute y aprendizaje general de los


conocimientos y saberes que se han llegado a alcanzar en las artes, las ciencias y
la vida social de las comunidades humanas diversas. Habrá tiempo, pues, para la
creación, recreación y desarrollo personal en los niveles físicos, culturales, sociales
y espirituales, de manera que se pueda alcanzar así la evolución integral de toda la
Humanidad.
SEGUNDA PARTE
ESTRUCTURA SOCIAL
3.  CULTURAS, GRUPOS
Y CONFLICTOS SOCIALES
LECTURAS: LOS NIÑOS SALVAJES Y LOS NIÑOS AISLADOS

LECTURA 1ª : LOS NIÑOS SALVAJES


http://es.wikipedia.org/wiki/ni%C3%B1o salvaje

Un  niño salvaje,  niño ferino  o  niño feral  es una  persona  que ha vivido
apartada de la sociedad durante un largo período de su infancia. Esta categoría
incluye desde personas que no han tenido el más mínimo contacto humano du-
rante años hasta niños que han sido confinados en sitios donde solamente se les
alimentaba. Se han conocido pocos casos pero han sido muy estudiados por su
interés psicológico, médico y lingüístico.
El término feral proviene del latín ferālis (‘feroz, letal’), y éste de fera: fiera,
animal salvaje. La Real Academia Española lo define como un adjetivo en desu-
so, que significaba cruel, sangriento.
Ocasionalmente se han encontrado niños que han podido sobrevivir solos en
la naturaleza. Cabe destacar el hallazgo en 1799 de Víctor de Aveyron, Francia.
El médico-pedagogo Jean Marc Gaspard Itard quiso vincularlo a la vida social
despertando la sensibilidad de sus sentidos y ampliando su horizonte de necesi-
dades y relaciones. Todo lo que dieron de sí sus investigaciones fue bienvenido
por la comunidad científica y filosófica, ya que podía responder a muchas pre-
guntas acerca de cómo somos realmente: si es cierto que tenemos ideas innatas
y si en verdad el hombre es social por naturaleza; pero en cambio los resultados
prácticos fueron prácticamente nulos por lo que al propio Víctor se refiere, pues
Itard continuó su labor pedagógica con personas afectadas por deficiencias físi-
cas y mentales, con carácter pionero. El cineasta François Truffaut realizó una
película sobre el tema: El pequeño salvaje, 1969.
Filósofos como Rousseau y Kant suponían ya la existencia de personas así. La
razón del interés de la Ilustración por este fenómeno es la consideración de la na-
turaleza humana como buena por naturaleza, lo que haría aparecer a estos niños
como una prueba de ello, de modo similar a la consideración del hombre primitivo
o el estado de los pueblos no civilizados como ejemplos de buen salvaje.
140 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Carlos Linneo en su obra Systema naturae describiría sus tres característi-


cas principales: hirsutismo, imposibilidad de hablar y dificultad para caminar
erguidos de forma permanente. Estos niños muestran poca sensibilidad al frío y
al calor, visión nocturna y sentido del olfato muy desarrollados; imitan sonidos
de animales y prefieren la compañía de éstos a la de los humanos; olfatean la
comida que van a ingerir, duermen del anochecer al alba, de acuerdo con las
estaciones; y parecen ser sexualmente indiferentes. De todas formas, estas ca-
racterísticas dependen del momento en que los abandonen y los encuentren y del
grado de interacción con animales y con personas durante su período al margen
de la sociedad.

1.1.  Criados por animales


Hay registro de niños criados presuntamente por animales, sobre todo por lo-
bos, aunque también por osos, monos o gacelas.
La literatura, desde sus inicios, da muchas referencias a este fenómeno, hasta
tal punto que puede considerarse un arquetipo similar al del niño que sobrevive a
un abandono para afrontar un destino heroico (Moisés o Edipo). Explícitamente
criados por animales son  Enkidu  (en la  Epopeya de Gilgamesh, la narración
más importante de la antigua Mesopotamia) y Rómulo y Remo (amamantados
por una loba, según el mito fundacional de la antigua Roma). En el siglo XIX,
aplicando ya los criterios ilustrados de el buen salvaje de la época, Rudyard Ki-
pling creó el personaje de Mowgli en El libro de la selva (1894). En 1912 Edgar
Rice Burroughs hizo lo propio con Tarzán.
Uno de los casos documentados más polémicos fue el de las denomina-
das niñas lobo Amala y Kamala, que fueron supuestamente criadas por una ma-
nada de lobos cerca de Midnapur (región de Calcuta, India) en 1920. Parece ser
que no eran hermanas y que habrían tenido que ser acogidas por la manada en
dos momentos distintos. Dormían juntas acurrucadas, aullaban, necesitaban es-
tar con perros para comer bien (carne cruda sobre todo), se quitaban a mordiscos
las ropas que les ponían, tenían hábitos nocturnos, una vista en la oscuridad y
un olfato extraordinarios y serias dificultades para aprender a hablar y caminar
erguidas. Las investigaciones más recientes ponen en duda la veracidad de la
interpretación dada por el clérigo que inicialmente divulgó la noticia de estas
niñas, y sospechan que se trataría en realidad de un fraude montado sobre casos
reales de autismo.
En la España de los años cincuenta ocurrió el caso de  Marcos Rodríguez
Pantoja, que vivió solo desde los siete hasta los diecinueve años en una zona
apartada de Sierra Morena donde su único referente social fue una manada de lo-
bos. Su historia ha sido llevada al cine por Gerardo Olivares (Entrelobos, 2010).

1.2.  Confinados
Desafortunadamente en estos casos otros seres humanos son los responsa-
bles directos del aislamiento. Una deficiencia intelectual severa de los padres o
su inhabilidad física pueden hacer que no se ocupen de sus hijos, aunque a veces
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 141

los padres o tutores de estos niños no parecen tener ningún tipo de retraso. Un
caso bastante conocido es el de Kaspar Hauser, un adolescente (probablemente
de 16 años) que apareció en  Núremberg  (Alemania) en  1828, mostrando una
conducta extraña y lenguaje muy limitado. Estudiado con interés por juristas,
teólogos y pedagogos, estimaron que la causa más probable de su estado era
que hubiera vivido recluido y sin apenas trato social quizá desde su nacimiento.
Sobre su historia se realizó la película El enigma de Kaspar Hauser de Werner
Herzog (1974).
Otro caso muy bien documentado es el de Genie, una niña hallada en 1970
en Los Ángeles (California, Estados Unidos), después de sufrir una infancia de
encierro y abuso. Si bien las investigaciones al respecto no resultaron conclu-
yentes, debido a que el proyecto de investigación terminó antes de tiempo, se
pudo constatar que los niños aislados suelen tener un desarrollo cerebral dife-
rente al del resto de las personas. Asimismo, se pudo comprobar que el dominio
del lenguaje en estos niños no va acompañado del desarrollo gramatical, si bien
la expresión de las ideas parece ser algo innato en el ser humano. De este caso
se realizó también una película, Mockingbird Don’t Sing, de Harry Bromley Da-
venport (2001). La película Nell, de Michael Apted (1994), que refleja una his-
toria similar, no reproduce ningún caso concreto.

1.3.  Reinserción
Cuanto más temprano es el aislamiento y más tardío su hallazgo, más difícil
es integrar a estas personas en la sociedad. Por este —a veces— nulo contacto
con otros seres humanos y por el trato vejatorio que sufren en ocasiones, su
educación es extremadamente compleja y a menudo frustrante para los profesio-
nales que se ocupan de su reinserción y para los tutores que las acogen. Suelen
pasar de un hogar adoptivo a otro y es frecuente que mueran jóvenes.

LECTURA 2ª: LOS NIÑOS AISLADOS: PERSPECTIVA SOCIOLÓGICA


DEL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN
Kingsley Davis, El caso de Ana y de Isabel en Sociedad Humana, 1974, Tomo
2, pp. 195-198.

Kingsley Davis es un sociólogo que ha conocido dos casos de niños aisla-


dos, en este caso niñas. El primero fue el de una niña ilegítima llamada Ana cuyo
abuelo desaprobaba enérgicamente la indiscreción de la madre, razón por la cual
la niña vivía encerrada en una habitación del piso superior. A causa de ello, la
niña recibía apenas los cuidados suficientes para mantenerse con vida. Pocas ve-
ces se le cambiaba de posición. Su vestimenta y su ropa de cama estaban sucias.
En apariencia no tenía instrucción alguna, no recibía ninguna atención amistosa.
Cuando finalmente se la descubrió y se la sacó de la habitación, a la edad
de casi seis años, Ana no podía hablar, caminar o hacer algo que demostrase su
inteligencia. Se encontraba en un estado de extrema delgadez y desnutrición,
142 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

tenía piernas esqueléticas y un abdomen hinchado. Se mostraba completamente


apática, yacía en posición supina, flácida, y se mantenía inmóvil, inexpresiva e
indiferente ante todo. He aquí, pues, un organismo humano que había perdido
casi seis años de socialización. Su situación demuestra cuán poco podían con-
tribuir sus recursos puramente biológicos, cuando actuaban solos, en la tarea de
convertirla en una persona completa.
Para cuando Ana murió de ictericia hemorrágica, aproximadamente cuatro
años y medio más tarde, había hecho considerables progresos en comparación
con el estado en que se encontraba cuando se la halló. Podía obedecer órdenes,
unir cuentas de collar, identificar unos pocos colores, construir con bloques de
madera y diferenciar entre grabados atrayentes y desagradables. Tenía un buen
sentido del ritmo y quería a una muñeca. Hablaba principalmente en frases suel-
tas, pero podía repetir palabras y tratar de sostener una conversación. Era limpia
en su vestimenta, habitualmente se lavaba las manos y se cepillaba los dientes,
trataba de ayudar a otros niños, caminaba bien y podía correr bastante bien,
aunque con torpeza. A pesar de que se excitaba con facilidad, tenía un talante
agradable. Sus avances demostraron que la socialización aun cuando había co-
menzado a la edad tardía de seis años, podía hacer mucho aún para convertirla
en una persona. Aunque su desarrollo no era mayor que el de un niño normal de
dos o tres años, había realizado notables progresos.
La correcta interpretación de este caso es obstaculizada por la muerte pre-
matura de Ana. No sabemos hasta qué punto habría podido llevarla a la postre,
el tardío proceso de socialización. Es inevitable que surja la hipótesis de que era
una débil mental desde el comienzo. Pero no interesa lo que se piense en este
sentido; la verdad es que hizo considerables progresos, y que jamás los habría
hecho si se hubiese mantenido en aislamiento. Es claro que no se encontraba
completamente aislada. Si lo hubiese estado habría muerto en la infancia. Pero
su contacto con los demás era de tipo casi puramente físico, que no permitía
una interacción comunicativa. El caso ilustra el hecho de que el contacto comu-
nicativo es el núcleo de la socialización. Es digno de señalarse que la niña no
había contado, ni siquiera después de su descubrimiento, con la mejor atención
especializada. Le llevó mucho tiempo aprender a hablar, y es posible que una
vez que hubiese aprendido a hacerlo bien se hubiera apresurado el proceso de
socialización. En el caso de los niños normales, se sabe que el dominio de la
palabra es la clave del aprendizaje.
El otro caso de extremo aislamiento, el de Isabel, ayuda a interpretar el de
Ana. Esta niña fue hallada aproximadamente en la misma época que Ana, en
condiciones notablemente similares, cuando tenía más o menos seis años y me-
dio de edad. Como Ana, era una niña ilegítima y se la había mantenido recluída
por ese motivo. Su madre era sordomuda y parece que ella e Isabel pasaban
la mayor parte del tiempo juntas en una habitación a oscuras. A causa de ello,
Isabel no tuvo ocasión de desarrollar el lenguaje; cuando se comunicaba con su
madre, lo hacía por medio de gestos. La falta de sol y lo inadecuado de su ali-
mentación la habían enfermado de raquitismo. Sus piernas fueron especialmente
afectadas; estaban tan «combadas, que cuando se mantenía ergida las suelas de
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 143

sus zapatos casi se juntaban con la otra, y caminaba a sacudias». Su conducta ha-
cia los extraños, en especial hacia los hombres, era casi la de un animal salvaje, y
manifestaba sumo temor y hostilidad. En lugar de hablar, sólo emitía un extraño
sonido semejante a un graznido. En muchos sentidos se comportaba como una
niña de muy corta edad. «En apariencia, desconocía en absoluto las relaciones,
de cualquier tipo que fueren. Cuando le ofrecí una pelota por primera vez, la
sostuvo en la palma de la mano, luego la extendió y me acarició la cara con ella.
Esta conducta es comparable a la de un niño de seis meses». Al principio resultó
incluso difícil afirmar si podía oir, tan poco usados estaban sus sentidos. Muchas
de sus acciones se parecían a las de los niños sordos.
Una vez que se estableció que podía oir, los especialistas que trabajaban
con ella dictaminaron que era una débil mental. Incluso en los tests no verbales,
los resultados fueron tan bajos que prometían muy poco para el futuro. «La
impresión general era que se trataba de una niña totalmente ineducable, y que
toda tentativa de enseñarle a hablar, después de un período tan prolongado de si-
lencio, culminaría en un fracaso». Y sin embargo, las personas que se ocupaban
de ella iniciaron un programa de educación sistemático y hábil. La tarea pare-
cía desesperada al principio, pero gradualmente la niña comenzó a reaccionar.
Después de superar los primeros obstáculos sucedió una cosa curiosa. Pasó por
las habituales etapas de aprendizaje, caracaterísticas de las edades de uno a seis
años, no sólo en adecuada sucesión, sino mucho más rápidamente de lo normal.
En poco más de dos meses, después de su primera vocalización, ya formulaba
frases enteras.
Nueve meses después podía identificar palabras y frases en una página im-
presa, escribir bien, sumar hasta diez y volver a contar una narración después de
escucharla. Siete meses más tarde tenía un vocabulario de 1.500 a 2.000 palabras
y formulaba preguntas complicadas. A partir de un nivel educativo de entre uno
y tres años (según el aspecto que se considere), había llegado a un nivel normal
para cuando tenía ocho años y medio de edad. En una palabra, cubrió en dos
años las etapas del aprendizaje que por lo general exigen seis. O para decirlo
de otra manera, su cociente de inteligencia se triplicó en un año y medio. La
velocidad con que llegó al límite normal de desarrollo mental parece análoga a
la recuperación del peso físico en un niño que crece después de una enfermedad,
en el cual la recuperación se logra por un crecimiento rapidísimo hasta llegar al
restablecimiento del peso normal para la edad en cuestión. Por último, ingresó
en la escuela, en la que participó en todas las actividades escolares con la misma
normalidad que los demás niños.
Es evidente que la historia del desarrollo de Isabel resulta distinta de la de
Ana. En ambos casos hubo desde el comienzo, un nivel intelectual muy bajo,
o más bien inexistente. En ambos casos parecía que la niña podía ser una débil
mental congénita. En ambos casos se alcanzó más tarde una mentalidad normal
en el término de dos años, en tanto que Ana seguía siendo notablemente inade-
cuada al cabo de cuatro años y medio ¿Cuál es la explicación de la diferencia?
Quizás Ana tuviese menos capacidad innata. Pero es probable que Isabel
hubiese tenido un contacto más amistoso con su madre en los primeros períodos
144 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

de su vida, y también que hubiese contado con una educación más hábil y per-
sistente después que se la encontró. El resultado de esa atención fue que Isabel
pudo hablar en una etapa muy temprana, y su rápido desarrollo posterior parece
haber sido una consecuencia de ello. Si Ana, que se parecía mucho a esta niña
en el comienzo, hubiese recibido una educación intensiva y, por lo tanto, hubiera
dominado el lenguaje en un punto anterior, su posterior desarrollo habría sido
mucho más rápido.
El caso de Isabel sirve para demostrar, como no lo demuestra con claridad
el de Ana, que el aislamiento hasta la edad de seis años, con la falta de adquisi-
ción del alguna forma de lenguaje y, por ende, careciendo de todo el mundo de
la significación cultural, no impide la posterior adquisición de éstos. Por cierto,
parece existir un proceso de recuperación acelerado. Resulta difícil decir cuál
sería la edad máxima en que una persona podría mantenerse aislada y conservar
la capacidad para la plena adquisición cultural. Casi con seguridad que no lle-
garía a la edad de quince años. Es posible que su límite máximo sea el de diez
años. No cabe duda de que distintos individuos diferían considerablemente en lo
relativo a la edad exacta.
Ambos casos, y otros como ellos, revelan en una forma singularísima el
papel de la socialización en el desarrollo de la personalidad. La mayor parte de
la conducta humana que consideramos como algo dado en la especie, no se pro-
duce al margen de la educación y del ejemplo de los demás.

3.1. ESTRUCTURA SOCIAL, NORMAS SOCIALES Y CIENCIAS SOCIALES


QUE ESTUDIAN A LOS INDIVIDUOS

En la ciencia sociológica el análisis de la sociedad se dirige al estudio de los


fenómenos sociales, que nacen de la estructura social (Véase del Capítulo 5, el
epígrafe 5.2. Globalización y desigualdad social), que es el armazón trabado de
roles y estatus, para satisfacer las necesidades básicas de las poblaciones que las
habitan. De manera que los acontecimientos están determinados por la estructura
de conductas sociales de los individuos en relación al estatus que tengan y los roles
que desempeñan a lo largo de la vida. Y para satisfacer las necesidades básicas
de los individuos se requieren grupos sociales (grupos pequeños, grupos grandes,
castas, estamentos y clases sociales), instituciones, culturas, valores, normas so-
ciales, procesos de socialización, aprendizajes, interacción social, cambio social
y conflicto social, todo ello articulado por el sistema de estratificación vigente en
cada sociedad.
La estructura social es considerada como un proceso continuo de acuerdos so-
ciales, en los que tienen lugar destrucciones y reestructuraciones. Y la estratifica-
ción implica una jerarquización que ordena a los individuos según los distintos
grados de prestigio, propiedad, influencia, y derechos adscritos del estatus corres-
pondiente. De aquí surgen las clases sociales que se estructuran en función del
estatus, su poder adquisitivo, la identidad reconocida por sus miembros y por los
extraños, y la conciencia de clase que poseen.
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 145

Además, el concepto de estructura se sitúa de manera paralela al concepto de


sociedad, y conlleva los conceptos de sistema y de funciones, como partes, a su
vez, del ámbito de las sociedades. Por tanto, la estructura social es la conformación
de un patrón de estatus y de roles que se encuentran interrelacionados y que las
sociedades o los grupos establecen en un período determinado, para formar un con-
junto de relaciones estables. La estructura social ofrece pautas de organización de
derechos y obligaciones interrelacionadas de individuos y grupos que forman parte
de un sistema de interacción, que están referidos a los estatus, roles, normas socia-
les e instituciones sociales que pueda haber en dicha agrupación. De la estructura
social se va al estrato social y a la estratificación social, donde nos introducimos
de pleno en la esencia organizativa propia de las sociedades.
El estrato social abarca un conjunto de individuos que tienen un estatus y unos
rangos, con unas características similares entre sí, que están relacionados con los
cánones de significación social, de aquí surgen las subdivisiones poblacionales se-
gún las clases sociales, las castas, el género, la religión, la edad, y el estado civil,
como bien lo ejemplifican las castas y las clases sociales. La estratificación social
se corresponde, como se señalaba anterioremente, con el ordenamiento jerárquico
relativamente permanente de estatus y de roles, en un sistema social, y se basa en
la diferenciación de privilegios, prestigio, influencia y poder, implica desigualdad
entre las funciones que desempeñan los miembros de las sociedades, y la desigual-
dad de poder y control en los recursos disponibles.
El sistema social abarca una estructura social de estatus y de roles interrelacio-
nados con su correspondiente funcionamiento en orden a unas pautas de acciones
e interrelaciones. El sistema es, en definitiva, el conjunto de personas o de grupos
que interactúan —distinto a las personas o grupos concretos que lo forman—, y
abarcan el proceso, el cambio, las consecuencias y modificaciones con la interac-
ción que aparecen en su seno, además de las estructuras y formas estables. En su
conjunto, constituye un todo unitario con valores, normas sociales y objetivos co-
munes, el análisis que requiere este tipo de sistemas sociales han sido efectuados
por el Funcionalismo —escuela sociológica tradicional—. (Véase del Capítulo 1,
el epígrafe 1.3. Teorías sociológicas y conceptos claves)
Finalmente, las funciones del sistema social, corresponden a la contribución
que ofrecen las partes al todo, y que ha llevado, según Schoeck a la hipótesis falsa
de que «todas las partes de un conjunto están funcionalmente integradas, ya que
no todo está siempre en una interdependencia óptima. Por análisis funcional se en-
tiende la investigación de los fenómenos sociales, en cuanto procesos o en cuanto
efectos de determinadas estructuras sociales, por ejemplo, de un sistema familiar o
de clases. Herbert Spencer es el que crea esta teoría, que después es desarrollada es-
pecialmente por Talcott Parsons. Podemos resumir el teorema estructural-funcional
de la siguiente manera: «un sistema social es un auténtico sistema en el que las
partes tienen unas funciones que son esenciales para la persistencia, la extensión y
el fortalecimiento del todo, y por eso son interdependientes y están integrados de
una forma más o menos perfecta» (1985:326).
Las normas sociales entran a formar parte de la estructura social para que se
pongan en funcionamiento las funciones sociales de cada institución, y los miem-
146 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

bros de cada grupo sepa como comportarse dentro del estrato y clase social en
donde se encuentran. Son, por tanto, leyes y esquemas de pensamiento que dirigen
la conducta social, reconocidas socialmente por todos, que articulan la convivencia
entre los grupos y sus diferencias. Las normas pueden ser específicas de unas tareas
o específicas de unos grupos, por ejemplo de una organización empresarial o de
una unidad militar. En las normas sociales se enuentran la esencia de los valores
sociales y el ethos de un grupo, el ethos entendido como el conjunto de ideas y
creencias que la mayoría de las personas de un grupo tienen acerca de los proble-
mas fundamentales. En definitiva, las normas sociales son esquemas de conducta
considerados como obligatorios por la mayoría, y que garantizan una vida social
regulada y de antemano predecible.
De aquí que en los comportamientos, conductas y acciones sociales se hayan
mencionado, efectivamente, a las normas sociales como reglas de conducta arti-
culadas por el conjunto de expectativas compartidas entre dos o mas personas, en
relación a qué tipo de conducta es la más apropiada socialmente. En este sentido,
las normas sociales proporcionan guías para la elección de las conductas idóneas
en las situaciones de la vida social cotidiana, ahora bien, la condición es que las
normas sociales tienen que ser aceptadas y apropiadas socialmente, y sancionar a
quienes infringen las normas que han sido sustentadas por mediación de un amplio
consenso social.
En consecuencia, una norma es una pauta específica que sirve para la acción,
y se concretan en reglas que dictaminan cómo deben comportarse las personas en
las situaciones de interacción social, es decir, que se aplican a circunstancias y a
ambientes específicos. Y al igual que los valores, las normas varían de unas socie-
dades a otras, incluso en una misma sociedad las normas pueden ser diferentes de
unos grupos a otros. La diferencia entre normas y valores reside en que las prime-
ras —las normas— son reglas que organizan y gobiernan el comportamiento de los
individuos en determinados contextos, en tanto que los segundos —los valores—,
son principios abstractos y generalizados que evalúan y juzgan los actos cometidos
y las metas a alcanzar.
Normas y valores tienen en común que son internalizados en el proceso de so-
cialización, si bien las normas son más superficiales y concretas, y los valores —la
justicia, la libertad, el patriotismo, el amor romántico, la felicidad, etc.— son más
internos y amplios, y permíten hacer apreciaciones de valoración en las conductas
sociales. Precisamente aquí se fraguan los juicios de valor que son juicios de lo
que es deseable o de lo que es valioso, y son esenciales para todas las actividades
humanas, a excepción de aquellos juicios que alcanzan la rigidez y el dogmatismo.
Para la ciencia sociológica, los juicios de valor no se les considera cuando se están
aplicando los criterios de la ciencia, en los que precisamente se requiere llegar al
máximo de objetividad, por lo que hay que intentar controlarlos para poder com-
prender la vida social.
En las lecturas de los niños salvajes y los niños aislados se puede reflexionar
y abarcar estos conceptos, dado que fueron sacados y apartados de esta estructura
social, y tuvieron que sobrevivir a su suerte en circunstancias no humanas. La so-
ciología estudia las relaciones que mantienen los individuos con la estructura social
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 147

y cómo ésta es asimilada e interiorizada por los miembros de los grupos y clase
sociales. En este acercamiento, la ciencia sociológica se vincula a otras ciencias so-
ciales que estudian a los individuos y que mantienen una relación con todo lo que
afecte a los miembros de las sociedades, sus interacciones y relaciones, sus conduc-
tas sociales, el proceso de interiorización de las normas sociales y de las culturas,
etc. Por tanto, la sociología mantiene una relación con las ciencias etnográficas
(Antropología, Geografía Humana y Demografía), las ciencias psicológicas y una
relación especial con las ciencias biológicas.
La antropología es «una amplia disciplina científica que se dedica al estudio
comparativo de la humanidad desde su primera aparición sobre la tierra hasta su
actual estado de desarrollo. Las diferentes ramas de la antropología son abordadas
bajo los siguientes encabezamientos: antropología cultural, antropología física, ar-
queología y lingüística» (Theodorson y Theodorson, 1978: 20). La antropología
comenzó a tomar consistencia, según, Martindale, con las obras de Christoph Mei-
ners (1747-1810), Gustav Klemm (1802-1867) y Theodor Waitz (1821-1864).
Pérez Pino (1984) nos da una definición de antropología que la enmarca di-
rectamente como una ciencia del hombre, y su terminología procede del griego
antrophos: hombre y logos: tratado, y se pronuncia como una ciencia que estudia
al hombre en todas sus dimensiones —ser social, biológico o natural. Su finalidad
consiste, pues, en estudiar, describir y clasificar los fenómenos que están relaciona-
dos con el hombre, intentar hallar las relaciones que existen entre estos fenómenos
y las leyes que los rigen. Los métodos más básicos en esta ciencia son el analítico-
descriptivo, que trata sobre los fenómenos del pasado, y en su configuración como
ciencia se hallan tres bases fundamentales; el concepto de evolución, el método
comparativo y la definición que se centra en el estudio de la historia evolutiva de la
humanidad. Y si bien se decanta en un tiempo relativamente reciente —le segunda
mitad del siglo xix— alcanza sus años de mayor plenitud en la segunda década
del siglo xx. Destacan los antropólogos Bronislaw Malinowski (1884-1942), A. R.
Radcliffe-Brown (1881-1955) y E. Sapir (1884-1939), Marcel Mauss (1872-1950)
y Claude Lévi-Strauss (1908-).
Las dos ramas de especialización son la antropología física y la antropología
cultural. La Antropología física «comprende la determinación del lugar que ocupa
el hombre en la escala zoológica, los orígenes de su aparición como ser humano
racional en la tierra, así como su parentesco con otras especies del reino animal.
Abarca también las variaciones físicas que se manifiestan entre los diversos grupos
humanos. Actualmente se ha dejado a un lado el simple criterio de clasificación
para profundizar en las causas que originan las diferencias físicas entre los hom-
bres» (Pérez Pino, 1989: 145). Son, por tanto, motivo de interés apreciables el con-
cepto de raza en sus diversas acepciones, el origen de la vida, el lugar del hombre
en la escala zoológica, la teoría de la evolución y las relaciones bioculturales.
La otra rama de la antropología —Antropología cultural— abarca el estudio
de la cultura y de la estructura social de una agrupación humana —comunidad—
o de una sociedad. Enfatiza, a este respecto, cómo se ha originado la cultura, sus
rasgos más complejos y las relaciones sociales en un medio geográfico y en un
contexto histórico determinado. El concepto que tiene la antropología sobre cultura
148 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

abarca todo aquello que hace el hombre, lo que ha aprendido y lo que sabe hacer, y
alcanza al comportamiento, en general, su pensamiento y lo que dice. En realidad,
este concepto surca en su sentido general lo que la humanidad ha ido aprendiendo
a lo largo de su historia, en cambio, el concepto en una determinada cultura trata
acerca de lo que caracteriza a una sociedad o grupos determinados, los conocimien-
tos adquiridos y lo que las diferencia de otras culturas, y en orden a esta diferencia-
ción de conceptos, los antropólogos emplean el término cultura o el de una cultura.
Quizá esta rama de la disciplina es la que más relacionada está con la socio-
logía, encontrándose muchas veces en los mismos campos de estudio, nótese, por
ejemplo, las similitudes en ambas ciencias, en la definición de términos básicos,
ya que la antropología cultural utiliza una terminología cuyos conceptos básicos
son: familia, pueblo, ciudad, banda, tribu, liga o confederación, sociedad, nación
y etnia. Así, mismo, el lenguaje es un elemento primordial para el conocimiento
de las distintas sociedades, la distinción entre cultura dominante y subculturas, la
aculturación, la difusión cultural, la cultura y la personalidad y, por último, las ins-
tituciones primarias y secundarias.
En definitiva, los científicos de la antropología no pueden efectuar su trabajo
fuera de la observación participativa, y la tarea que realizan en el ámbito de las
comunidades primitivas les lleva, a veces, a ser ecólogos, lingüistas, economistas,
historiadores, sociólogos, etc. de hecho, acuden a las fuentes de otras ciencias, que
se convierten en ciencias auxiliares de la antropología —la genética, la zoología, la
fisiología, la anatomía, la geología, la paleontología y la botánica. Y en las compa-
raciones que han llevado a cabo entre sociedades primitivas de África y Asia con
sociedades modernas, se han mezclado los campos de la antropología y la sociolo-
gía, a este respecto, las diferencias que Betes y Sarries trazan entre antropólogos y
sociólogos son las siguientes:

a) «Los antropólogos dedican su atención a pueblos no occidentales. Los so-


ciólogos han estudiado, principalmente, las sociedades occidentales, si bien
unos y otros se complementan.
b) Los antropólogos se interesan en comunidades pequeñas, mediante la ob-
servación directa y participativa. El sociólogo que es parte de la sociedad
que observa, se preocupa por zonas más extensas de convivencia.
c) Para los antropólogos la historia es indispensable en sus estudios. Los so-
ciólogos se preocupan frecuentemente por la historia y se aferran a las ins-
tituciones y formas de vida contemporánea» (1974: 135).

Junto a estas dos ramas de la antropología se sitúa al lado la Etnografía que


consiste en un trabajo de campo y emplea la observación directa, que es participa-
tiva en la mayoría de las casos. Suele ser fundamentalmente descriptiva y mono-
gráfica, y analiza con minuciosidad la vida y las actividades de los grupos huma-
nos, principalmente primitivos, que son considerados como etnias, o mejor dicho,
como unidades de raza y de cultura, que poseen un grado de desarrollo más bien
simple. La etnografía proporciona a la sociología materiales que son considerados
imprescindibles en el estudio de las instituciones sociales y, especialmente, para el
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 149

estudio de las relaciones que se entablan entre un grupo y el ambiente externo. La


Etnología viene a ser una fase complementaria de la etnografía, incluso, se sitúa
una segunda etapa que sintetiza la información y los materiales que la etnografía ha
recopilado ¿qué es lo que abarca principalmente? La etnología efectúa estudios de
los fósiles y el origen de la especie humana, y la distribución que ha tenido lugar en
todo el mundo, así como el estudio de los vestigios arqueológicos con las estruc-
turas sociales de los pueblos primitivos, la convivencia social, sus instituciones,
valores, etc., y es una tarea que se combina con la antropología social y cultural, y
en algunos temas con la sociología —organización, cultura y cambio—.
En relación a la Geografía Humana tenemos que ha sido llamada por la es-
cuela alemana y según Ratzel, con la terminología de antropogeografía, la escuela
americana ha preferido el calificativo de Ecología Humana, y la escuela francesa
ha seleccionado el término de Geografía Humana propiamente dicho. En esta rama
se aprecia el interés que ha tenido en todas las épocas la influencia de los facto-
res geográficos en la vida social —Platón, Aristóteles, Montesquieu, Taine y Le
Play—. Su fundador Frederic Ratzel (1844-1904) se le consideró como tal por el
afán que puso en esta área de estudio como el padre de la sociología geográfica.
Ciertamente, la influencia del factor geográfico es un hecho que ha marcado las
estructuras sociales, pero también es verdad que las delimitaciones geográficas se
perfilan según las estructuras sociales.
Duverger distingue tres orientaciones principales en la geografía humana, una
de ellas se refiere a las investigaciones que hacen referencia a las relaciones entre
un aspecto geográfico concreto y las estructuras sociales, tales como los estudios de
la escuela americana de Ecología Humana que indagan la distribución espacial de
la criminalidad juvenil, etc., donde intervienen estudios y teorías que son comunes
tanto a la geografía como a la sociología. La segunda orientación se detiene en la
sociología urbana, que nace en los Estados Unidos, compartida por ambas cien-
cias, la tercera orientación, la sociología rural, que toma parte también en campos
de estudio con la geografía humana. Tanto la sociología urbana como la rural con-
centran en una misma zona o comunidad las investigaciones de los rasgos principa-
les que contiene ahí la vida social.
Y la tercera ciencia etnográfica denominada Demografía —inventada por
Achille Guillard en 1855— muestra a fines de siglo xviii sus incipientes estudios
con la famosa ley de Malthus (1798) —Véase Primer Ensayo sobre la Población
(1970)— que observó la incidencia del factor demográfico en el desarrollo social.
En la evolución que registra el concepto de demografía se aprecia que éste pasa de
una concepción matemática y estadística a una concepción sociológica de la demo-
grafía. Estudia los datos de la población, pero no sólo desde la perspectiva analítica
de las cifras sino también, desde la vertiente que presentan las situaciones sociales
y las representaciones colectivas en relación a los datos seleccionados —por ejem-
plo, el matrimonio, la nupcialidad, la mortalidad—. Los fenómenos demográficos
tienen una incidencia sustancial en la vida de las sociedades contemporáneas mo-
dernas, de aquí la importancia que tiene para el desarrollo de determinadas áreas
de la sociología.
150 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Respecto a las Ciencias Psicológicas, las ramas que más se introducen en la


relación individuo y sociología son la psicología aplicada, la psicología industrial
y la psicología social. Martindale encuentra en autores como Descartes, Leibniz y
Hobbes, los inicios de la moderna psicología, que conceptuaban la existencia de
leyes que propulsaban las actividades tanto de los hombres como de los animales,
similar a espíritus animales que articulaban el movimiento físico —Descartes—; o
la afirmación de que el cuerpo y el espíritu comprendían ámbitos paralelos, y que
había un estado o condición interna que se encargaba de la representación de las
cosas del interior, la consciencia o las imágenes reflexivas —Leibniz—.
Con Hobbes ya se puede hablar del descubrimiento de una psicología mate-
rialista y behaviorista, al conceptuar la conducta en un comportamiento basado en
una serie de impulsos —miedo, deseo de fama y honores, interés personal—, con
unos determinantes fisiológicos —hambre, sed y sexo—, donde las ideas surgían
por las impresiones de los sentidos, y los recuerdos eran impresiones sensoriales
veladas. Esta ciencia sólo alcanza su edad adulta en el siglo xix, y se centran las
observaciones en la experiencia, la consciencia, la atención, el aprendizaje y el nue-
vo concepto del inconsciente, entre otros, y destaca Wilhem Wundt (1832-1920)
que «institucionalizó el método experimental en su laboratorio. El procedimiento
habría de conducir a la introspección controlada y al intento de reducir de forma
cuantitativa el contenido de la conciencia. La vida del espíritu fue concebida como
reacciones, mezclas y compuestos. Se perseguía la posibilidad de establecer expe-
rimentos psicológicos a la manera de la física. Wundt estudió también la historia
(Geschichte) psicológica, y en los últimos años de su vida se dedicó al estudio de
la psicología popular, esto es, de los aspectos psicológicos de la evolución cultural
del hombre. Wundt y sus discípulos ejercieron una decisiva influencia en el desa-
rrollo de nuevos métodos para el estudio de los procesos mentales: la conciencia, el
discernimiento, la imaginación, la memoria, el juicio y la formación de conceptos
fueron propuestos como objetos de examen experimental» (Martindale, 1971: 48).
Así como Wundt supone una de las bases de la moderna ciencia psicológica, el
desvelamiento del concepto de evolución aunaría todavía más dicho establecimien-
to. Por tanto, al estudio de la estructura mental se añade el de ajuste de la estructura
mental, fruto de los esfuerzos americanos por desarrollar una psicología pragmáti-
ca, y que tiene en la obra de William James: Principios de Psicología, uno de sus
ejes principales, que continuarían Stanley Hall, John Dewey y James Angell. La
psicología evolutiva va a contribuir al interés que se muestra por el estudio genético
de los problemas psicológicos, así como por la psicología animal y la psicología
comparada, y se amplió el estudio de la variación psicológica con el concepto de
variación biológica, que se complementaría con la medicina psicológica con las
obras de sir Francis Galton y James Cattel, quedando ya establecida esta ciencia
como una ciencia natural, tanto por su contenido como por su método.
Varona (1989) asienta que es a finales del siglo xix cuando la psicología se
separa de la filosofía y de la fisiología, y en este proceso los nombres de Wundt,
con el método de la introspección, Iván Pavlov con el descubrimiento de los refle-
jos condicionados, John B. Watson y su escuela conductista americana y Sigmund
Freud y su psicoanálisis —que estudia la psiquis/alma compuesta de el ello, el yo
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 151

y el super yo—, que comprenden los instintos, el mundo real y el mundo moral,
esta ciencia tomará definitivamente el rumbo de progreso en el siglo xx. Así, por
ejemplo, el psicoanálisis aportó un método innovador de indagación sobre el in-
consciente, que consiste en investigar en los primeros cinco años de vida de los pa-
cientes todo lo ocurrido en este período, que sería determinante en la personalidad
del sujeto, especialmente en sus emociones, pensamientos y acciones.
Y aquí precisamente, tiene lugar el proceso de socialización que se estudia en
nuestra ciencia sociológica, y que se va a mezclar con estas corrientes psicológicas,
al igual que con las aportaciones de William James y John Dewey —EE.UU.—
que consideran los fenómenos mentales a modo de un sistema de funciones que
propician que el organismo se adapte al medio ambiente en el que cohabita, y que
alcanza a satisfacer sus necesidades, que pasan de necesidades meramente biológi-
cas a necesidades culturales de distintos grados. La psicología de William James,
catalogada como una psicología funcionalista, analiza intensamente los fines y los
propósitos, el libre albedrío, la posibilidad de elegir y poder tomar decisiones, que
son peculiaridades del ser humano, que intervienen decisivamente en el estudio que
afecta la sociología sobre la relación entre el individuo y su sociedad de pertenen-
cia, en la conformación de su personalidad, en la asimilación de su cultura, en el
conocimiento de las normas sociales —roles— y en el aprendizaje de su conducta
social y el acoplamiento, contribución y desviación a lo establecido por su grupo
de referencia.
El enfoque funcionalista de la psicología abre un mundo que va a comunicarse
directamente con los procesos de socialización y asimilación/aprendizaje en la so-
ciología, especialmente porque la psicología «estudia la conciencia, que viene a ser
la función intelectual y emotiva de adaptarse el organismo humano a su ambiente,
con propósitos intencionales, y el método una combinación de la observación expe-
rimental y la introspección» (Varona, 1989: 278). A partir de aquí —tras la Segunda
Guerra Mundial— intervienen la psicología de Jean Piaget, y la psicología huma-
nista de Carl Rogers, Víctor Frankl y Abraham Maslow, que defienden el supuesto
de que el ser humano no es solamente un ser instintivo que está dominado básica-
mente por sus necesidades humanas ni medioambientales, sino que es también un
sujeto con sentimientos y capacidad de racionamiento, y posee una libertad que le
permite crecer, desarrollarse y alcanzar valores supremos. Esta tendencia integra la
conducta y los procesos internos de sentimientos, razonamiento, objetivos, selec-
ción de metas y distintas maneras de comportamiento.
¿Qué es lo que estudia la psicología? Varona nos transmite que en los modernos
manuales de esta disciplina se atiende a la definición de una ciencia que estudia
la conducta y los procesos mentales y como ciencia empírica que es, el método
es el mismo que el de cualquier ciencia natural, es decir, que emplea el método
experimental, ahora bien, ante el uso del método de la introspección surge la incer-
tidumbre de situarla como ciencia ‘natural’ empírica, y se prefiere encajarla como
disciplina ¿Cuáles son los ejes principales que aborda esta rama del saber? Hay
siete bloques fundamentales de la psicología que conviene repasar, ya que están
íntimamente asociados a los enfoques de estudio que efectúa la sociología entre
el individuo y la sociedad, y que tratan desde distintas perspectivas las nuevas
152 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

sociologías constructivistas. Los siete bloques son los siguientes: 1) la conciencia,


2) el aprendizaje, 3) la memoria, la inteligencia, el lenguaje y la creatividad, 4) la
motivación y las emociones, 5) el desarrollo, 6) la personalidad y 7) psicología
anormal y psicoterapia.
William James en su obra Principios de Psicología ya mencionaba la corriente
de la conciencia y Varona nos aclara que después de todo este tiempo transcurrido
la «conciencia de cada persona es una corriente ininterrumpida de procesos expe-
rimentales, tales como pensamientos, sentimientos, voliciones y sueños» (1989:
304). La conciencia tiene como una de sus funciones básicas la preservación de la
vida humana atribuidas al hemisferio izquierdo del cerebro, constatación que se ha
desarrollado principalmente en la cultura occidental, y se la denomina conciencia
ordinaria, los otros estados de conciencia se manifiestan en el dormir y sus dife-
rentes modalidades, la meditación, la hipnosis y las alteraciones profundas de la
conciencia y del cuerpo provocados por el alcohol, la marihuana, la mescalina, el
opio, el tabaco, la belladona y los componentes químicos como el LSD y las drogas
de diseño, en definitiva, estos otros estados de conciencia pertenecen al hemisferio
derecho del cerebro humano, así mientras al hemisferio izquierdo es secuencial y
se le relaciona con el habla, la matemática, la lógica y el pensamiento analítico, al
hemisferio derecho se le considera sintético, holístico, relacionador y simultáneo
en la manera que tiene de funcionar.
A la Psicología Aplicada le corresponde, entre otras cosas, el estudio del
aprendizaje en la doble perspectiva teórico-práctica, y se centra en los métodos
de modificación de conducta en aquellas personas que tienen trastornos menta-
les, hábitos dañinos o retrasos mentales y niños que muestran dificultades en el
aprendizaje. Destacan los psicólogos conductistas por desarrollar los presupues-
tos de que la conducta humana depende básicamente del aprendizaje, y lo definen
como «toda modificación de conducta, relativamente persistente de la experiencia»
que ha incorporado —bajo la psicología cognoscitiva— a los procesos mentales, y
convierten esta definición en «toda modificación de la conducta o de los procesos
mentales, relativamente persistente, derivada de la experiencia».
Todo un elenco de observadores de la conducta aparecen aquí, orientados por
los experimentos del aprendizaje en animales —Iván Pavlov con los perros (estí-
mulo-respuesta); Edward L. Thorndike con los gatos (ley del efecto en el apren-
dizaje por tanteo); B.K. Skinner con las palomas y las ratas (condicionamiento
operante); Wolfgang Kohler con los chimpancés (conocimiento de la solución), que
coadyuvan al conocimiento del aprendizaje en la conducta humana con toda su es-
tructura (imágenes, repetición de experiencias semejantes, percepciones, palabras,
lenguaje, conceptos, motivos, fines, normas, emociones y actitudes). Este campo
de la psicología aplicada va a corresponderse con otro de los campos de análisis
en sociología, en el que el individuo a través del proceso de socialización debe
interiorizar las normas sociales, los roles y todo el conglomerado cultural a través
precisamente del aprendizaje, de hecho aquí se halla uno de los paradigmas de esta
ciencia que según Ritzer es el paradigma de la conducta social de Skinner, donde
se desarrolla la sociología conductista.
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 153

La memoria, la inteligencia, el lenguaje y la creatividad forman otro bloque


y en tal sentido la memoria proporciona la facultad de recordar los conocimientos
y habilidades que se poseen; la inteligencia implica la capacidad de sacar provecho
de las experiencias, de aprender nuevos fragmentos de información y como medio
de adaptación al ambiente y situaciones nuevas; el lenguaje de los seres humanos
significa una estrategia que posibilita comunicar una gran variabilidad de mensajes
y poder transmitir a nuevas generaciones el compendio de conocimientos acumula-
dos por mediación de la palabra hablada y escrita; y la creatividad que es la actitud
o la capacidad creadora que se manifiesta en las ciencias, en el arte y en el humor.
El cuarto bloque es el de la motivación y las emociones, siendo la motivación
aquello que mueve o que tiene la habilidad de movilizar, o mismamente la causa
o razón que impulsa a obrar, y se distinguen varias tendencias, la motivación en
el modelo fisiológico —Walter Cannon con la teoría llamada homeostasis basada
en la cualidad que tiene el organismo de alcanzar el equilibrio con el medio que le
rodea y también internamente—; la motivación del modelo conductista —sistemas
de conducta basados en hábitos o usos provenientes de motivos innatos o que se
adquieren en la primera infancia, y hay cinco sistemas: oral, anal, sexual, depen-
dencia y agresión—; la motivación inconsciente de Freud —sin ser conscientes de
ello, toda nuestra vida está determinada por los motivos sexuales y agresivos—, y
la motivación consciente según las teorías cognitivas que recogiendo los supues-
tos de George A. Kelly tratan sobre la capacidad que tienen los seres humanos de
conocer sus metas o fines, sopesar los medios que están a su alcance para lograr
dichos fines y la probabilidad que hay en ello y, finalmente, aplicar una evaluación
respecto de los efectos que pueda tener para uno mismo y para los otros.
Respecto a las emociones la gran mayoría de psicólogos encuentran que están
bastante relacionados con las motivaciones, y dan cuenta, en general, de un estado
que conlleva una intensa percepción de un objeto o de una situación donde tienen
lugar una serie de reacciones corporales, las apreciaciones de un juicio que permite
aceptar o rechazar, y la ejecución de una conducta de acercamiento o de evitación.
Si hay algo que está básicamente relacionado con el proceso de socialización
que se estudia en la disciplina sociológica es el desarrollo que estudian los psi-
cólogos, y atiende al estudio de los procesos que permiten a los niños adquirir
de manera gradual los patrones de conducta manifiesta, los de pensamiento, y de
soluciones de problemas, y los motivos, emociones, conflictos y maneras de hacer
frente a los conflictos que van a facilitar la constitución de su personalidad. La
definición de personalidad ha tenido numerosas descripciones y explicaciones, y
que Varona recoge en el The Seasbury Press de Nueva York: «la personalidad es
una organización de las disposiciones motivacionales de la persona, relativamente
estable, que emana de la interacción entre los impulsos biológicos y el medio am-
biente físico» (1989:342).
El último bloque corresponde a la psicología anormal y psicoterapia, que se
encaminan hacia la indagación de si una persona es anormal o no, bifurcándose en
dos modelos, uno de ellos es el descriptivo, que pretende mostrar la anormalidad, y
el otro es el explicativo que se fundamenta en la búsqueda de las causas que ocasio-
nan la anormalidad. En este segundo modelo, el explicativo, se hallan, a su vez, los
154 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

modelos médico psiquiátrico, los modelos biológicos, los modelos psicológicos y


los modelos sociológicos. ¿Cuáles son, pues, los modelos sociológicos? Son aque-
llos que ubican a la organización y a los procesos sociales como los determinantes
de la conducta y los que ocasionan los comportamientos anormales, y tienen en
común con los psicológicos de aprendizaje y con los cognoscitivos, que convendría
aceptar el hecho de que la sociedad influye en los miembros que la componen, que
constituye en sí mismo un proceso de aprendizaje.
Por consiguiente, este campo comunitario se relaciona conjuntamente con la
psicología social, que en su origen se hallan los dos primeros libros de texto de
esta disciplina según Del Campo (2000:8) publicados en 1908 por el psicólogo
W.McDougall y por el sociólogo E.A. Ross. Pero ¿Qué es la Psicología Social?
Para Elliot Aronson (2000:25) el término influencia social supone la definición
operativa de psicología social: «las influencias que las personas tienen sobre las
creencias o la conducta de otros», de aquí surgen numerosos interrogantes que
Aronson plantea: ¿cómo resulta influida una persona? ¿por qué acepta ser influida
o, dicho de otro modo, qué gana con ello? ¿cuáles son las variables que aumentan
o reducen la permanencia de los efectos de la influencia social? ¿cómo llega una
persona a apreciar a otra? ¿cómo desarrolla una persona prejuicios contra un grupo
étnico o racial?
En el diccionario de sociología que estamos utilizando aquí de Theodorson y
Theodorson la psicología social es definida como «una rama de la sociología que
se ocupa del estudio de la conducta individual explicada en función de los factores
sociales, y del estudio de la estructura de los grupos en función de la conducta de
los individuos comprendidos en ella. Se interesa en el estudio del individuo como
una unidad en un grupo social, y subraya el análisis de la conducta individual en
términos de status y roles, y la relación de los estatus y roles de un individuo res-
pecto del patrón total de estatus y roles de un grupo o comunidad. Los sociólogos
no se interesan, primariamente, en la mente o psiquis de un individuo, sino más
bien en el patrón de sus relaciones en su grupo social. La psicología social es tan
fundamental en la sociología que algunos sociólogos no la consideran meramente
una rama de la sociología. El interaccionismo social provee un importante marco
teórico para la psicología social» (1978:230). Se indica, en consecuencia, que tanto
los psicólogos como los sociólogos están interesados en la psicología social y dis-
ponen de departamentos de la misma en ambas, cada una desde sus perspectivas y
vertientes teóricas.
Finalmente, las ciencias biológicas abarcan el último vínculo que establece
la sociología en su estrecha relación con los individuos, y que, por ser, entre otras
cosas, la biología una ciencia natural, no sólo ha mostrado influencia en la ciencia
sociológica desde su origen, sino que en la actualidad mantiene cierta interacción
entre la psicología social y la sociología, ¿qué vínculos mantiene esta ciencia na-
tural con la sociología? Los vínculos se diversifican en dos tendencias, la primera
es la vinculación de la sociología con los fundamentos de las bases biológicas en
la explicación científica de la sociedad, y la segunda hace referencia al biologismo.
Efectivamente, en la primera vertiente, la biología está relacionada con la socio-
logía desde su inicio en que esta última se decanta como disciplina, precisamente a
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 155

través del organicismo con Herbert Spencer y que recoge las teorías evolucionistas
darwinianas. ¿En qué se basa el organicismo? Se basa en un esquema conceptual
que percibe a la sociedad humana con una estructura similar a un organismo bioló-
gico. Es decir, que la sociedad humana aparece análoga en su núcleo más esencial
a un sistema humano o animal, en la que las partes interdependientes —órganos—
representan la totalidad o el cuerpo de la sociedad.
En realidad, el modelo orgánico y la analogía mecanicista de la sociedad se
han usado especialmente en la primera etapa de fundación de la sociología para la
elaboración de la teoría sociológica, y fue Herbert Spencer el sociólogo que más
utilizó la analogía orgánica y junto a él, se sumaron Albert Schaeffle, Paul von
Lilienfeld y René Worms. Esta vertiente organicista se introdujo en España a través
del Krausismo, que será recogido por Sales y Ferré —primera cátedra de Socio-
logía en España— en lo que se denominaba por aquel entonces como influencia
del organicismo krausopositivista, donde figuraron, obviamente Spencer, Tarde y
Durkheim.
El organicismo tuvo su razón de ser en ese momento histórico de fundación
de la ciencia sociológica, y fue útil para demarcar mejor sus campos, y encontraría
explicaciones muy diversas al funcionamiento de la sociedad y de los individuos
en ella. En las últimas tendencias Edgar Morin apunta nuevas vinculaciones con
la biología, al igual que lo harán otros, en una etapa reciente de refundación de la
sociología con la reforma del pensamiento sociológico. Morin indica una nueva
vinculación con la biología en su íntima asociación con la etología, en donde se
redescubre la complejidad del carácter organizativo en los agrupamientos animales
—manadas, hordas, jaurías—, y lleva a la consideración de que el fenómeno social
no es estrictamente humano.
En estas aportaciones insinúa abiertamente la posibilidad de desvelar los prin-
cipios organizativos fundamentales en el orden físico como en el orden biológico y
cerebral de la sociedad humana, lo que implica que conviene incluir en las teorías
sociológicas las estructuras biofísicas, y añade «para poder articular el fenómeno
sociológico sobre los fenómenos biofísicos, es necesario quebrar el paradigma que
concibe los conceptos de vida y de sociedad como conceptos cerrados, es decir, dis-
tintos y autosuficientes. Ahora bien, tal transformación conceptual está en marcha
dentro de la biología moderna» (1995:111). Morin se sitúa ante la analogía entre
el organismo y la sociedad de la que hablábamos más arriba de Spencer y otros
como Worms, y analiza el hecho concluyendo que en la actualidad se ha invertido
la analogía.
Es decir, que del error reduccionista imperialista de lo biológico en lo socio-
lógico o de lo sociológico en lo biológico, se destaca lo sustancial que contiene la
vinculación de la biología y la sociología sin establecer fronteras, porque la vida y
la sociedad son conceptos que realmente se superponen, y de manera especial en la
base común que comparten denominada fundamento organizativo. Indudablemen-
te, lo que más le interesa a la disciplina sociológica de estos nuevos planteamientos
es captar a la sociedad como un concepto inmerso y emergente y no como un con-
cepto cerrado.
156 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

3.2.  CULTURAS, GRUPOS SOCIALES Y VIDA COTIDIANA

Los componentes básicos de los que están compuestas las sociedades humanas
y las realidades sociales que presentan los fenómenos sociales son los individuos,
la cultura y el vínculo social interrelacionados, que conforman una unidad social
con las diversidades que reflejan las agrupaciones humanas. El concepto de indi-
viduo es considerado como un producto de su sociedad y cultura, así Chinoy nos
explica que «los individuos adquieren su personalidad a través de la interacción
social; se convierten en personas en lugar de meros organismos biológicos, como
miembros de grupos sociales. Hasta la noción del yo, la conciencia individual de
su identidad, tanto personal como social, surge de la experiencia social... ningún
individuo escapa durante su vida a la influencia de la cultura y de la sociedad. Parte
de su cultura ha sido incorporada en su personalidad —ha sido internalizada o inte-
riorizada, como a menudo se dice— bajo la forma de pautas de respuestas, valores,
actitudes, y a unos modos de percepción y entendimiento» (Chinoy, 1990:94-96).
La diferencia de individuo y homo sociologicus es pequeña, radica en que el
individuo está más cerca de las peculiaridades individuales innatas del sujeto —
personalidad, moralidad, espiritualidad, maneras de ser propias—, y homo sociolo-
gicus está más ligado a las normas, valores y maneras de comportarse en sociedad,
que organizan las actitudes para la acción y conducta social, que confluyen en el pa-
pel —rol— que se representa y en la posición que ocupa —estatus—. El individuo
es el resultado del proceso de socialización como persona, con todas sus cualidades
individuales, y que ha desarrollado la potencialidad de la naturaleza humana que le
permite utilizar un lenguaje y comunicarse, tener vínculos afectivos con el resto de
los miembros del grupo, comprender la cultura en la que está inserto y descifrar a
través de él mismo los códigos básicos del comportamiento en sociedad. El homo
sociologicus es el sujeto estereotipado, el ser social y la personalidad social que
cohabita en el ser humano permanentemente, ahora bien, el individuo es el que
activa al homo sociologicus, y determina hasta qué punto controla el ser miembro
de una sociedad.
El concepto de cultura abarca el de personalidad, desde la perspectiva socio-
lógica, y Chinoy sugiere la lectura de importantes obras escritas por Freud, Piaget,
Horton, Cooley y Mead, que tratan en gran parte la estructura del individuo en las
sociedades. La personalidad es el aspecto subjetivo de la cultura, un producto, en
consecuencia, de las experiencias individuales en un medio cultural determinado a
través de la interacción social y por mediación de la conducta social o rol. Se iden-
tifica la estructura de la personalidad de una persona al observar la pauta general
de su conducta, de cómo piensa, siente y actúa. La utilidad que tiene el conocer su
cultura y su sociedad se fundamenta porque permite explicar y predecir determina-
dos aspectos de las conductas humanas.
La ciencia sociológica considera a los individuos en su relación con la cultura
como resultados del grado de asimilación de las características de su hábitat y del
medio social, incluidos los valores, normas y creencias de su grupo, que se mezclan
con los rasgos personales, las diferencias de temperamentos, y la potencialidad de
libertad de los individuos. El proceso de incorporación a los patrones básicos de
cultura desde la infancia es calificado como proceso de socialización —, que per-
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 157

mite que los niños y las niñas se integren en sus culturas para ser miembros de las
sociedades de referencia. Las definiciones del proceso de socialización muestran
los siguientes aspectos:

— El proceso por el cual los nuevos miembros de una sociedad se familiari-


zan con los elementos fundamentales de su cultura; significa los medios con los
que llegamos a ser miembros de una sociedad humana (Light, Keller, Calhoun,
1992:132).
— El proceso por el que todo miembro de una sociedad interioriza durante
su época de crecimiento unos esquemas de conducta que le permiten compor-
tarse en esta sociedad en conformidad con las convenciones y las normas, cual
corresponde a una persona (Schoeck, 1985:659).
— El proceso social básico por el cual un individuo llega a integrarse a
un grupo social a través del aprendizaje de la cultura del grupo y de su rol en
el grupo. Según esta definición la socialización es un proceso que dura toda la
vida. En la niñez tiene lugar una fase crítica cuando el niño interioriza los valo-
res, actitudes, capacidad, y roles que forman su personalidad y que resultan en
su integración a la sociedad. Este proceso es esencial para la formación del sí
mismo del niño, ya que desarrolla una concepción de él mismo como persona,
a través de la conducta y las actitudes de los otros, y es a través del aprendizaje
del desempeño de varios roles sociales que emerge un sí mismo social bien desa-
rrollado (Theodorson & Theodorson, 1978:265). Reflexionese en el caso de los
niños salvajes y aislados la imposibilidad que tienen de adquirir el aprendizaje
con el grupo y la formación de sí mismo.

El profesor Chinoy en sus aportaciones explica que la experimentación de los


rasgos culturales en los individuos no se efectúa de manera homogénea y mecánica,
ni se produce una incorporación a la totalidad cultural en las personalidades indi-
viduales, incluso en los sujetos más aislados, de aquí que cada miembro debe ser
contemplado como un ser activo que tendrá concordancia en su actuación social
con el modelo de conducta estandarizado, a la vez que dispondrá de una capaci-
tación para la innovación y la desviación hacia lo estipulado, lo que llevará, en
ciertas circunstancias y aspectos de la vida en sociedad a cambiar la naturaleza
de la cultura y del grupo social. A todo ello se añaden dos importantes rasgos de
las sociedades conocidos por cambio social y conflicto social, que son la vertiente
dinámica que produce los ingredientes necesarios de transformación y de mudanza,
para la regeneración de las sociedades.
La cultura es fundamental para las sociedades, porque les da significación so-
cial, y permite que los individuos puedan desarrollarse como personas en interac-
ción con los restantes miembros de la sociedad. El concepto de cultura en ciencias
sociales nos lleva a una definición general que se ha utilizado en sociología, como
la de Taylor que abarca «ese todo complejo que incluye el conocimiento, las creen-
cias, el arte, la moral, la ley, las costumbres y cualquier otra capacidad o hábito
adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad» (Taylor, 1871).
158 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Otra definición importante es la de Malinoski en la que introduce elementos


similares, y que da cuenta del «conjunto integral constituido por los utensilios y
bienes de consumo, por el cuerpo de normas que rige los diversos grupos sociales,
por las ideas y artesanías, creencias y costumbres» (1970:42). Ambas definiciones
responden a lo que se produce en las sociedades, unido a las características geográ-
ficas y climáticas, crean unos rasgos propios y unas personalidades típicas, que se
activan en sus maneras de pensar, sentir, actuar, trabajar, vestir, que son las que van
a diferenciar, unas culturas de otras.
Prácticamente todas las definiciones de cultura dan cuenta de cinco aspectos
básicos que el profesor Tezanos (2010) expone en su mencionada obra La explica-
ción sociológica: una introducción a la sociología, en los que matiza que la cultura
es una característica propia de los seres humanos, en el sentido de que son sólo
ellos los únicos que pueden crear y transmitir cultura, al margen de que se hayan
descubierto la existencia de algunas protoculturas en determinados primates; es
un factor fundamental para la convivencia humana en sociedad; se adquiere por
mediación de los procesos de aprendizaje y socialización; requiere de los estereoti-
pos de comportamientos, que se manifiestan institucionalmente; y, finalmente, hace
referencia a la capacidad de adaptación de los sujetos de cualquier grupo social al
medio físico en el que se hallan.
Por último, el vínculo social es el componente restante que pone en acción tan-
to a los individuos de una sociedad como a su cultura, y los somete constantemente
a cambio y transformación, lo que lleva a configurar una realidad social donde
los hechos sociales, fenómenos o comportamientos sociales permanecen siempre
abiertos a la innovación, están en oposición en determinados períodos, y tienen
la influencia de factores desconocidos que no se pueden medir por las disciplinas
sociales.
Esta terminología fundamental en esta ciencia, une y atrae a los individuos
entre sí, y forma la misma médula del conglomerado sociológico, ya que en él se
encuentran todos los ingredientes del mundo social: los elementos religiosos, los
políticos, los éticos, los culturales etc., y esa unión que forman se plasma en las
maneras de pensar, sentir y actuar de los individuos, en orden a la cultura en la que
viven. Nisbet (1982:47-52) es el que mejor trabaja este componente en su obra In-
troducción a la sociología: el vínculo social, que lo equipara al vínculo químico en
la química, siendo éste el conjunto de fuerzas que hace que los átomos estén unidos
entre sí para formar las moléculas, así los individuos se encuentran unidos en las
moléculas sociales. Los elementos del vinculo social son: la interacción social, los
agregados sociales, la autoridad social, los roles sociales, el estatus social, las
normas sociales y la entropía social.
La interacción social es aquel tipo de interacción humana a la que Herbert
Blumer, siguiendo a George H. Mead, llama simbólica. Es decir, es la interacción
de los seres humanos que se lleva a cabo mediante símbolos, mutua e incesante-
mente interpretativos y que responden por cada parte a las reacciones del otro. La
interacción social es inseparable del significado, significado dotado por los símbo-
los a través de los cuales se realiza la interacción. De este carácter simbólico de
la interacción social se derivan varias pautas clave de interacción que se hallan en
la sociedad humana, entre ellas, el intercambio, la cooperación, la conformidad,
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 159

la coerción y el conflicto, corresponde a los microelementos del vínculo social y


constituyen el enlace molecular de la sociedad.
Los agregados sociales se extienden desde la díada diminuta e intensamente per-
sonal basada en la amistad o el amor, hasta las descomunales organizaciones de la
moderna sociedad política y económica. Pueden ser pasajeros o duraderos y perma-
nentes, pueden ser primarios o secundarios, directos o indirectos. Lo importante es
el hecho del propio agregado y el hecho también de que, aunque no deja de ser una
mera colección de seres humanos, ejerce, sin embargo, en los que pertenecen a él una
influencia que no puede hallarse en ninguna otra parte. Pero es a través de la existen-
cia de los propios agregados, y especialmente de los de tipo íntimo, primario y envol-
vente, como más directamente se revela a la observación humana el vínculo social.
La autoridad social implica que no puede existir grupo social o relación social
de la clase que sea que no se caracterice por algún modo de autoridad, por ligera o
difusa que sea. La autoridad puede definirse tan simplemente como el orden interno
de una asociación humana, tanto si se trata de la confianza mutua en una amistad,
de un contrato de negocios o de una sociedad civil.
Respecto al rol social tenemos que Nisbet advierte que nunca encontramos a
individuos, en el sentido de entidades o átomos analíticamente independientes o
vagabundeando libremente por ahí. Seres humanos, sí; individuos, no... los seres
humanos deben hallarse en los roles sociales y los roles sociales deben hallarse en
los seres humanos. Existen los roles universales de padre, madre, hijo e hija. Cada
uno de ellos es como un manojo de expectativas normativas y de realizaciones
efectivas. Hay muy poca diferencia entre el significado de la palabra rol (papel) tal
como la encontramos al hablar de teatro, y la que se utiliza en sociología. Según
Martínez, el rol es la conducta social institucionalizada.
En relación al estatus social nos encontramos como ya hemos visto que está re-
lacionado con la realidad universal de la jerarquía. La palabra que los sociólogos
suelen aplicar a este fenómeno es el de estratificación, pero en ambos términos lo que
resulta crucial es la clasificación desigual de seres humanos, agregados sociales, roles
sociales, sistemas de autoridad y normas sociales. Jamás ha existido ni podrá existir
una sociedad sin desigualdad. Podemos considerar al estatus en el sentido genérico,
que implica clasificación del sistema de jerarquía o estratificación que se halla en la
sociedad humana. Martínez incorpora que el estatus es la posición social que tenemos
en el momento de nacer, a través del grupo familiar (estatus adscrito), más la posición
que se adquiere a través del propio esfuerzo o carencia del mismo (estatus adquirido).
En el concepto de normas sociales el ser humano no llega a enfrentarse jamás
cara a cara con el orden natural. Su acceso al orden natural o positivo se realiza
siempre a través del orden normativo, es decir por aquel orden que se compone
de valores, símbolos y normas que reflejan los millares de reglas, regulaciones,
disciplinas, debería y convendría a los que el ser humano queda expuesto desde
el mismo momento de su nacimiento. Las normas cubren básicamente todos los
aspectos de la vida humana.
Todos los sistemas de pensamiento, comportamiento, creencias y organización
se construyen sobre normas adquiridas a través de la cultura. La ciencia y la tecno-
logía son y contienen normas. Las normas constituyen el objeto o los hitos adqui-
ridos culturalmente de la interacción social y del orden social. Probablemente, la
160 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

mayor y única diferencia que existe entre las organizaciones sociales de los órdenes
inferiores de vida como las hormigas, abejas y chimpancés, y la organización social
del hombre es que ésta es la única que se orienta hacia unas normas, en lugar de
hacerlo hacia unas necesidades y tendencias básicas y biológicamente heredadas...
el comportamiento humano está dirigido por aquellos símbolos, valores y normas
que vamos adquiriendo como miembros del orden social a través de la interacción
social.
Finalmente, el concepto de entropía social la introduce Nisbet en el vínculo
social y en la vida cotidiana, y adquiere un significado concreto en la moderna ter-
modinámica, se define como la cantidad de energía inútil para el trabajo durante un
proceso natural... son todos aquellos procesos del comportamiento que son endé-
micos en todas las formas de asociación humana en mayor o menor cantidad, y que
poseen una calidad negativa que surge de su carácter opuesto a las normas, roles y
autoridades que constituyen el orden social. Los principales tipos de entropía son
la alienación, la anomia y la desviación. En la alienación vemos una especie de
retirada de la energía humana de los roles, estatus y normas del orden social, en
la anomia hay un conflicto de normas socialmente aceptadas en un individuo y en
la desviación se puede apreciar una oposición más o menos consciente a los roles,
estatus y normas de la sociedad. Palabras tales como antisocial, inmoral, desorga-
nizado o patológico estarán dentro de este concepto.
Otros autores como Schoeck aclaran —según las teorías de Raymond Firth—,
que las diferencias entre sociedad y cultura, no son tales ya que conforman dos
caras de una misma moneda. En este sentido, se entiende por sociedad al conjunto
de los individuos de una agrupación humana, que se organizan de una forma de-
terminada, el agregado de relaciones sociales que forman, mientras que la cultura
es el contenido de esas relaciones, por tanto, la sociedad se centra en los sujetos,
la asociación que forman y las relaciones que entablan entre ellos, y la cultura en
los componentes intelectuales y materiales del gregarismo y asociacionismo que se
manifiesten en relaciones que mantienen en la vida en sociedad.
Rocher, por ejemplo, antes de dar una definición aborda la visión histórica de la
noción de cultura desde una breve visión, de manera que descubre en sus lecturas
que ya se hallaban los orígenes del concepto en otras épocas, concretamente en
Alemania a finales del siglo xviii en una serie de estudios denominados historia
universal, que trataban de reproducir la perspectiva general de la especie humana
desde sus orígenes, por tanto, el interés de aquellos historiadores radica en analizar
la estructura política y militar de las diversas sociedades y civilizaciones, sus cos-
tumbres, instituciones, arte y todo tipo de ciencias, que habían desarrollado en cada
una de las etapas evolutivas.
En esta breve historia de la noción de cultura se aprecia la distinción entre el
término cultura y el de civilización, en la que la primera trata los aspectos más
desinteresados y espirituales de la vida colectiva —mundo de las ideas—, en tanto
que la segunda engloba la materia, las cosas, en general, los medios para ejercer un
control, que sirven a los fines utilitaristas y materiales de la vida humana colectiva.
Varios autores admiten que la civilización es un conjunto de indicadores como la
existencia de ciudades, la posesión de la escritura, una tecnología avanzada, una
compleja división del trabajo, y un estado progresivo de las instituciones políticas,
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 161

religiosas, filosóficas y artísticas. La civilización, puede comprender una sociedad


o un conjunto de sociedades afines que han alcanzado la institucionalización de
un sistema de tradiciones, ideologías éticas que dominan esa unidad conformada
durante un período de tiempo.
En libros de introducción a la ciencia sociológica más recientes como el de
los ya citados Macionis y Plummer se comprueba que en el capítulo de Cultura se
registran más de nueve fotos de personas de distintas razas y países, en los que se
muestra gráficamente su aspecto físico, los rasgos étnicos, los peinados, adornos,
expresiones y peculiaridades propias, que actúan a modo de primer impacto de la
antropología más profunda que encierra la especie humana. Cuando se empieza
a leer este capítulo, la imagen de las distintas razas y culturas, ha quedado de tal
manera impresa en la mente del lector que hace muy fluida la lectura, y le lleva
a unos niveles elevados para la comprensión de las distintas culturas. En efecto,
la pluralidad cultural con sus rasgos externos e internos está patente en todas las
partes del mundo, y es, en esta diversidad cultural donde se encuentra la unidad
sociológica que comparten todos los pueblos en la adaptación al medio ambien-
te físico y climático, en los mecanismos de supervivencia, y en la construcción
del conocimiento social de la realidad —creencias, normas, tradiciones, símbolos,
ideologías, lenguaje y religiones—.
La definición que emplean los sociólogos, abarca «el conjunto de valores,
creencias, actitudes y objetivos materiales (o artefactos), que constituyen el modo
de vida de una sociedad. En esta definición de cultura se incluyen los modos de
pensar, de actuar, de relacionarse con otros y con el mundo exterior» (1999:102),
y finalizan con las argumentaciones de Soyinka que ubica a la cultura como un
puente que nos une y nos comunica con el pasado, y sirve, así, de guía para el futu-
ro. Es importante la distinción entre cultura material —los objetos que producen,
inventan y descubren los individuos de una sociedad—, y la cultura no material
—el mundo espiritual, lo intangible, las ideas, los valores, y las percepciones del
mundo. En los componentes de la cultura se mencionaron los símbolos, el lenguaje,
los valores, las creencias y las normas, y se enumeran hasta 30 términos tales como
multiculturalismo, costumbres, tecnología, normas, símbolos, cultura elitista, uni-
versales culturales, integración cultural, desajuste cultural, contracultura, globali-
zación etc.,
Una de las peculiaridades más interesantes que comporta la cultura es la ca-
pacidad de integración y diversidad, que se plasma en aspectos muy concretos
como en el lenguaje corporal, ya que lo que para algunas culturas un gesto cor-
poral tiene significados determinados, en otras contiene acepciones y sentidos
opuestos y contrarios. Por ejemplo, mantener el pulgar levantado significa en
nuestra cultura occidental un gesto de felicitación por algo que se ha hecho bien,
en cambio, en Nigeria y Australia, es un gesto que indica algo totalmente diferen-
te, y tal y como lo expresan estos profesores contiene las expresiones de «¡Que
te den ...!» (1999: 106).
Otro hecho característico es la integridad que requieren los elementos cultura-
les, y es propio del proceso de maduración y experiencia de las sociedades que, en
muchos casos la integración no se consigue en su totalidad, y produce contradic-
ciones entre los miembros de los grupos humanos, lo que lleva al enfrentamiento.
162 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

La integración en las sociedades pequeñas y homogéneas, en las que todos sus


miembros participan intensamente en los valores y costumbres, es bastante eleva-
da, mientras que en las más complejas —las sociedades modernas—, siempre hay
determinados grupos que no participan completamente en esa adhesión.
En orden a estos hechos se distingue la cultura dominante y la subcultura,
siendo la primera aquella cultura de la clase media y media alta —normalmente
de raza blanca y cristianos— que transmiten sus esquemas de pensamiento y sus
tradiciones a los individuos de las sociedades como si fuera un todo, y de manera
impositiva. La subcultura es una parte de la cultura total, que se diferencia de la
cultura más amplia, en el lenguaje, las costumbres, los valores o en ciertas normas
sociales, y es propio de inmigrantes, grupos étnicos, religiosos, ocupacionales, so-
cioeconómicos, de edad, etc. Las relaciones entabladas entre la cultura dominante
y las subculturas son a veces de gran contrastación en los patrones que los rigen y
en la dinámica que comportan, y confluyen en muchas ocasiones en cambios cultu-
rales, y en la gestación del multiculturalismo típico del siglo xxi.
La cultura comprende también universales culturales, que son las caracte-
rísticas comunes que sustentan todos los grupos de personas, que adoptan patro-
nes de comportamiento y la admisión de instituciones que se hallan esparcidos
por la pluralidad de culturas en la especie humana. Los rasgos culturales se
corresponden con los elementos más pequeños que se pueden identificar con una
determinada cultura —una pluma, una insignia, un color—. Los complejos ad-
quieren una dimensión mucho más amplia, que abarca más elementos dentro de
una unidad en un espacio y en un tiempo determinado, y pueden ser cualquier
sistema de rasgos culturales que están integrados, con determinadas pautas —por
ejemplo, el complejo del béisbol en norteamérica, el complejo automovilístico,
el complejo navideño—. Las áreas culturales son otro rasgo de las culturas que
reproducen determinadas formas de vida a modo de cualidades de vida, que de-
sarrollan una personalidad en concordancia con el medio —la estructura urbanís-
tica, el arte, el folklore—.
Por último, se aprecia dentro del multiculturalismo, la aculturación que es un
término que enriquece las formas de ser típicas de los pueblos, y que implica las
modificaciones de la cultura de una serie de grupos, debido al contacto que esta-
blece con una o más culturas, en los que adquiere otros rasgos culturales a los que
poseen. La aculturación consiste también en la transmisión de la cultura de una
generación a otra en el seno de una misma cultura y, en este sentido, tiene el mismo
significado que el proceso de socialización, ambos conceptos corren paralelos al
término de endoculturación.
La endoculturación es una terminología que atiende al proceso de incorpora-
ción de las tradiciones culturales de una determinada sociedad, y en muchos casos,
sólo se refiere a la admisión de nuevas pautas culturales por parte de los individuos
adultos. De hecho se utiliza en un mismo sentido tanto la endoculturación como la
socialización, y tienen en común que ambos términos acaecen en el transcurso de
la vida de los individuos, no obstante, los antropólogos emplean más el concepto de
endoculturación, mientras que los sociólogos utilizan el de socialización.
Una vez perfiladas las matizaciones de lo que representa la cultura en las socie-
dades, figuran a continuación los grupos sociales que son un referente importante
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 163

en la ciencia sociológica, porque representan un objeto de investigación micro —a


escala pequeña—, para poder observar en condiciones idóneas aspectos fundamen-
tales de los fenómenos y problemas sociales del mundo. Un grupo social consiste
en la unión de varios miembros de una sociedad humana, que conviven estrecha-
mente, y desarrollan un tipo de vida con características propias, y que experimen-
tan sentimientos de pertenencia al grupo, con normas y reglas que nacen también
dentro de un mismo grupo, es, en definitiva, una sociedad en pequeño que coexiste
y está en las sociedades del mundo globalizado.
Todos los seres humanos pasan el transcurso de su vida en grupos, desde el
grupo familiar, hasta el de amigos, vecinos, compañeros de trabajo, asociaciones
etc. La vida en sociedad atraviesa irremediablemente por la pertenencia a una serie
de grupos a través de los cuales desarrollamos nuestra personalidad al participar en
ellos como miembros, nos comunicamos con las relaciones sociales, y vivimos la
competición, la solidaridad, el enfrentamiento, la cooperación y demás aspectos de
la sociabilidad humana. Los grupos sociales se sitúan en un intermedio entre los
individuos y las sociedades, y se suceden procesos de socialización que se inician
desde el mismo momento del nacimiento. Sin esta pertenencia al grupo nuestra
naturaleza humana no podría desarrollarse, incluidos el lenguaje, el comportamien-
to social, la asimilación de nuestra cultura, religión, ideología etc. ¿qué seríamos
entonces? ¿seríamos personas? ¿seríamos animales? (Léanse las lecturas nº 1 y nº
2 de Los niños salvajes y aislados).
Tal y como hemos ido viendo aquí se muestra la importancia del proceso de
socialización y, a su vez, la pertenencia a un grupo de referencia básico desde el
momento del nacimiento, y no hay que confundir abandono e individualismo. En
cualquier caso, la socialización para formar parte de los grupos es esencial, y toda
adaptación y aprendizaje lo requiere, de aquí que se afirme que la socialización es
el proceso social básico a través del cual los miembros de una sociedad pueden
llegar a integrarse a su grupo social de pertenencia, por mediación del aprendizaje
de su cultura, de la cultura adscrita a su grupo social, y del desempeño del rol en
dichos grupos o grupos sociales.
La duración abarca prácticamente toda la vida y es en la niñez donde tiene
lugar una fase crítica cuando el niño internaliza los valores, actitudes, capacidad
y roles que forman su personalidad, y que son el resultado de su integración a la
sociedad. Este proceso es fundamental para la formación del sí mismo del niño,
es decir, de su personalidad, ya que desarrolla una concepción de él mismo como
persona, a través de la conducta y las actitudes de los otros, de manera que con
el aprendizaje del desempeño de varios roles sociales emerge un sí mismo social
básico para su desarrollo.
En los casos de Ana e Isabel, como en otros muchos que se dan de niños aisla-
dos y salvajes, las circunstancias les han privado de esta socialización primaria en
los primeros años de su vida, y se les ha encontrado en situaciones de supervivencia
mínimas, al no tener sólo más que alimentos básicos, pero dentro de una escala que
está lejos de ser la humana, ya que no han conocido la afectividad de la madre —y
del padre—, del resto de una familia, y no han desarrollado el lenguaje, la perso-
nalidad, y todos aquellos elementos que están implícitos en el desarrollo personal.
En efecto, la socialización primaria es el inicio básico en el mundo social, que
164 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

proporciona el desarrollo humano y la convivencia, y tienen mucho que ver dos


factores, uno de ello hace relación a la constitución biológica-naturaleza, herencia
genética, raza—, y el otro a la crianza de los niños/as —pautas de aprendizaje e
influencia del medio ambiente—.
Light, Keller y Calhoun explican en este tema que durante varias décadas hubo
un debate respecto a qué elemento era el más predominante, si el de la naturaleza o
el de la crianza, es decir, si el comportamiento está determinado por la biología o si,
por el contrario, es la experiencia quien lo reglamenta, pero llegado a este momento
actual se considera que el desarrollo de un individuo como ser humano resulta de
la interacción entre las fuerzas biológicas y las medioambientales. Existen varios
autores que han tratado el proceso de socialización desde diferentes perspectivas, y
que señalan el proceso largo y complejo que conlleva, y que resulta fundamental para
comprender la cultura a través de los grupos —Charles
Horton Cooley, George Herbert Mead, Sigmund Freud,
Jean Piaget, Lawrence Kohlberg y Carol Gilligan—.
Charles Horton Cooley (1864-1929) —sociólogo
estadounidense— se centró en la función que representa
el rol activo, y fue uno de los pioneros en considerar los
orígenes sociales del concepto del yo. Cooley elaboró
la idea del espejo para mirarse a sí mismo, que consis-
te en el mecanismo que tiene lugar cuando adquirimos
nuestra percepción del yo, a través de la mirada que rea-
lizamos en las actitudes y en los comportamientos de las
otras personas, y donde nos vemos reflejados, y alcan-
zamos así lo que piensan los demás respecto a nosotros.
Charles Horton Cooley Por tanto, este espejo se compone de tres partes:

•  Lo que imaginamos que otros ven en nosotros.


•  La forma como imaginamos qué juzgan lo que ven.
•  Y la forma como nos sentimos sobre estos juicios.

Este mecanismo se produce en el proceso de socialización, y los niños lo ex-


perimentan en su aprendizaje, por tanto, este espejo que sirve para mirarse a sí
mismo no se efectúa automáticamente, es decir, no es una reproducción mecáni-
ca, de lo que otras personas creen que ven en nosotros. Es un todo compuesto de
observación, de imaginación y de interpretación subjetiva, que desemboca en una
construcción social, igualmente, George Herbert Mead (1863-1931) de la escuela
sociológica del Interaccionismo Simbólico investiga los conceptos de el sí mismo,
el yo y el mí (the self, the i and the me), y trabaja una perspectiva parecida a la de
John Watson al considerar la importancia que tiene el mundo externo —el entor-
no—, porque tiene gran influencia en la conducta humana.
Entre los aspectos que estudia destaca la conciencia, como uno de los dis-
tintivos del género humano, y que se va despertando en los niños a través de su
experiencia social en los grupos humanos. Por tanto, en el aprendizaje los niños
aprenden a imitar, a comportarse, adquieren una serie de gestos, empiezan a cono-
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 165

cer palabras, y Mead reconoce en los signos y en los gestos el proceso de mirar,
alcanzar, señalar e imitar, y en los símbolos significativos el lenguaje, y es un desa-
rrollo que se va incorporando e interiorizando con la interacción social. Aquí inter-
viene la interacción simbólica que en los niños, implica una posibilidad de aprender
a predecir y admitir lo que los demás esperan, y de esta manera van aprendiendo a
acoplar su conducta social en sintonía con ese entorno.
Para Mead, el yo comprende dos partes, una es la parte activa, espontánea que
calificó el yo, y la otra parte, que es el yo social, y hace mención a las expectativas
sociales internalizadas y a las exigencias, a las que denominó el mí. Por tanto, el
yo que esta asociado a lo subjetivo aparece como un producto de la distinción in-
dividual, y el mí que se vincula con lo objetivo se obtiene como consecuencia de
la socialización, resultando que el primero impide que la interacción social no sea
mecánica, ni monótona, y el segundo permite una interacción social ordenada, lo
que induce al pleno desenvolvimiento del comportamiento y de la adquisición de la
identidad, especialmente en la participación de los niños en los juegos. Así, pues,
Mead aporta los orígenes sociales del sí mismo que es la confluencia del mecanis-
mo vivido en el sujeto-niño, y descubre que forma parte de la sociedad, y a partir de
ahí aparece en la personalidad propia las actitudes, los estándares y las creencias de
sus padres y de los otros, y es el momento en el que la estructura social y la cultural
de su sociedad ha entrado en su esfera interna.
En una perspectiva paralela se introduce Sigmund Freud (1856-1939) en las
teorías de la socialización a través del esquema psicoanalítico que contiene los
siguientes elementos, a saber:

1.  El id que son las pulsiones básicas de los individuos, que operan al nivel
inconsciente y que exigen una satisfacción inmediata.
2.  El ego (palabra latina que significa yo), y equivale a los esfuerzos conscientes
de una persona para encontrar un punto de equilibrio entre la búsqueda del
placer y las exigencias de la sociedad.
3.  El superego que es la influencia de la cultura en el individuo. Con el desarro-
llo del superego, se constata que no se pueden cumplir todos los deseos. El
superego son los valores y las normas interiorizadas al nivel de lo consciente,
que delimitan los límites de la conducta moral.

La cultura actúa de manera importante entre el id y el superego, y ejerce re-


presión en las pulsiones básicas que la controlan, y según Freud esta opresión en
los individuos es inevitable, porque los grupos de las sociedades deben incidir en
el hecho de que sus miembros actúen según las normas y los valores establecidos,
y no caigan solamente en la culminación de todos los deseos y necesidades indi-
viduales. Sin duda, se experimenta el conflicto entre el id y el superego y emergen
las necesidades contradictorias de los individuos y las sociedades, que únicamente
encuentran salida a través de los compromisos y de la sublimación.
Freud explica que es a través de la sublimación como se puede lograr el ajuste
de las pulsiones egoístas en el ámbito de las instituciones, y en las actividades que
se aceptan socialmente, tal es el caso de los deseos sexuales que se satisfacen en el
166 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

matrimonio, o los impulsos de agresividad que se canalizan en los deportes com-


petitivos. A todo ello se suma las peculiaridades que conlleva el complejo de Edipo
en la teoría de la socialización que él desarrolla, y que consiste en las tensiones y
conflictos tanto físicas y emocionales que sienten los niños y las niñas respecto a su
padre o su madre. La incidencia que este proceso tiene en la socialización se asienta
en la base de que una vez superada la etapa de Edipo se consigue la formación del
superego, teoría que confirma que la etapa de la infancia es fundamental para inte-
riorizar las normas sociales, y desarrollar la personalidad.
Otro estudioso de la socialización en los grupos es el psicólogo Jean Piaget que
trabaja el desarrollo cognitivo que consiste en los procesos mentales que dirigen el
pensamiento y la comprensión de la realidad, que lo indagó en la observación de
sus propios hijos. Se dedicó, por tanto, a elaborar una teoría que explica la existen-
cia de las distintas etapas de aprendizaje relacionadas con el desarrollo biológico
y las experiencias sociales en la interacción social. Piaget descubre tres etapas: 1)
La etapa sensomotriz a través de la cual los niños conocen el mundo por mediación
de sus instintos; 2) La etapa preoperacional, en la que el niño puede ya entender
y utilizar algunos símbolos como es el caso de las palabras y 3) La etapa de las
operaciones formales, donde el niño ya puede razonar con términos abstractos y
de manera crítica.
Por tanto, la diferencia entre Freud y Piaget radica en que mientras el primero
conceptuaba el desarrollo de la personalidad en orden a un conflicto permanente entre
los instintos biológicos y las exigencias sociales, el segundo lo situaba en un proceso
constructivo y creativo, en el que el proceso de socialización actúa como un meca-
nismo de elementos biológicos, con las experiencias sociales que se acumulan en el
transcurso del tiempo, y a través de la experiencia social vivida en los grupos.
Después viene Lawrence Kohlberg que contribuye a la teoría de la sociali-
zación con la idea del desarrollo moral basada en aquel razonamiento moral que
influye en los individuos, les dota de herramientas para enjuiciar los hechos y los
acontecimientos, y se produce según las etapas —preconvencional, convencio-
nal y posconvencional— descubiertas por Piaget. Hay que precisar, no obstante,
que estas teorías —las de Piaget y Kohlberg— fueron cuestionadas, ya que no
se conoce si esas etapas son válidas en otras culturas diferentes, incluso se puso
en duda si la última etapa —la posconvencional— se alcanzaba en la sociedad
occidental, porque no tuvieron presente la cuestión de género, al haber trabajado
sólo con varones, por lo que Carol Gilligan se dedicó a investigar en qué medida
actúa el género en el desarrollo moral de los individuos —hombres y mujeres—.
En efecto, Gilligan obtuvo en sus investigaciones la constatación de que existen
diferencias en los niños y en las niñas en los modelos de pensamiento que impul-
san los juicios morales en las acciones y comportamientos, de hecho los niños
desarrollan una perspectiva de justicia consistente en la aplicación de principios
morales abstractos, en tanto que las niñas se centran más en las necesidades y
responsabilidades de los individuos.
En definitiva, en el proceso de socialización, la ciencia sociológía distingue a
los grupos que intervienen en este proceso y los reparte en cuatro principalmente,
la familia, la escuela, el grupo de iguales y los medios de comunicación de masas.
De todo ello, sin duda, la familia es el grupo más importante, y es un hecho que
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 167

se da en las sociedades avanzadas como en las que están en desarrollo, ya que los
individuos cuando nacen son completamente indefensos, requieren de los cuidados
maternos y paternos, y sin ese grupo los individuos se verían recluidos en una ins-
titución y con las carencias afectivas que son tan necesarias como el alimento y los
cuidados físicos. La familia es la transmisora del estatus social de los niños, de los
valores y aspiraciones de los padres, y contribuye a la base cultural y a la oportuni-
dad de desarrollar el proceso de aprendizaje.
El siguiente grupo es la escuela que introduce a los niños en otro medio en el
que hay más diversidad de personas de distinta raza y creencias, y aprende lo que
los sociólogos llaman el curriculum oculto, las reglas formales y rígidas que de
adultos continúan en sus tareas laborales y extralaborales. El grupo de iguales es
un grupo social que comprende varias personas que tienen más o menos la misma
edad y posición social, y unos intereses comunes, y corresponde a los grupos de
amigos, a los amigos de juegos y similares, por lo que tienen la posibilidad de
compartir intereses y aspiraciones, y desarrollar sus propias relaciones sociales,
además de participar al margen del control de los padres, y valorar a su propio
grupo de manera muy favorable, y a desconsiderar a otros grupos. Por último,
los medios de comunicación de masas son grupos bastante grandes que tienen la
facultad de transmitir información de una manera simultánea e impersonal a un
número considerable de personas, y tienen una gran influencia en las maneras de
vivir de las gentes, y funcionan como agentes de socialización, con gran poder
de seducción.
Finalmente, la socialización se desarrolla a través del ciclo de vida, en el que
se van decantando las fases del proceso de la infancia, la adolescencia, la etapa
adulta y la etapa del envejecimiento, y en todo este trayecto coexisten varias clases
de socialización, la llamada socialización primaria que es la que tiene incidencia
en las primeras etapas de la vida —infancia y adolescencia— y a partir de ahí se
sucede la socialización secundaria que abarca la socialización propia de las insti-
tuciones en las que se precisan programas de entrenamiento para la internalización
de diferentes normas y valores; la socialización anticipada que surge cuando tras
los posibles cambios que se van a producir se hacen planes y ensayos concretos
de los valores, percepciones y roles sociales; y la socialización ocupacional que
es la que se requiere cuando se trabaja en las organizaciones y se va a desempeñar
nuevas ocupaciones.
Así, pues, el proceso de socialización y los grupos son inseparables y co-
existen en toda la vida social, y siempre se da el hecho de la existencia de varias
personas que se encuentran en una relación e interacción mutua, que dura en un
tiempo determinado, y unas metas a conseguir. Una de las acaracterísticas que
tienen los grupos, es que al menos tiene que haber dos personas como mínimo
para formar un grupo, ya que una sola persona no forma nunca un grupo. Para
comprender la perspectiva sociológica de los grupos sociales, Light, Keller y
Calhoun nos exponen un ejemplo clarificador con la novela de William Golding,
El señor de las moscas (1954) que versa sobre un grupo de muchachos de colegio
que tras un aterrizaje forzoso en una isla tropical deshabitada, se encuentran solos
tras morir los adultos en el accidente, y deben sobrevivir. «A lo largo de la narra-
ción, Golding muestra que las experiencias del grupo nos influyen hasta un grado
168 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

notable. Los grupos sociales vinculan nuestras vidas privadas a una sociedad
más amplia. Nos proporcionan seguridad y apoyo. Configuran nuestros valores,
actitudes y comportamientos. La forma como actuamos dentro de un grupo es
raramente la forma como actuaríamos si estuviéramos completamente solos. Esta
importante introspección sociológica está dramáticamente ilustrada en el libro El
señor de las moscas» (1992: 204-205).
En los grupos sus miembros interactúan entre ellos, y sus interacciones están
estructuradas, además suelen estar de acuerdo en las normas, en las metas, y en
los valores que comparten, y desarrollan un sentido de identidad compartida. La
interacción se da tanto en la díada —un grupo de dos miembros—, en la tríada
—un grupo de tres miembros— como en el resto de grupos. Disponen de normas
consensuadas, normas de control respecto a los miembros del grupo, liderazgo y
toma de decisiones.
Igualmente, los grupos registran una clasificación respecto a la referencia, tales
como los grupos in —identificación de una persona con el grupo—, y los grupos
out —no identificación de una persona con el grupo—. Asímismo, la intensidad de
la interacción conforma grupos primarios —primeros agentes de socialización a
través de los cuales se obtiene el yo social— y grupos secundarios, en los que los
vínculos se orientan por las tareas, y no por las emociones como los anteriores, no
son muy permanentes y sus relaciones son limitadas. Weber se instala aquí, en este
gran bloque para dar cuenta de la burocracia con el estudio de las organizaciones
formales, que tienen las peculiaridades de desarrollar la especialización, la jerar-
quía de oficios, las reglas, la impersonalidad y los reconocimientos basados en los
méritos.
Finalmente, la vida cotidiana da cuenta de las interacciones sociales que se
producen entre los miembros de las sociedades, que se efectúa a través de la rela-
ción social, la comunicación y sus significados y los comportamientos sociales —
acción social—. Aquí se halla el ámbito microsociológico de observación en el que
tiene como elemento central la interacción social, que es un proceso social básico
que cobra vida en la comunicación entre los individuos, cuando entablan relación
dos o más individuos, al igual que cuando se relacionan entre sí los grupos sociales.
Todo un mundo de símbolos, signos y significados se pone en funcionamiento, y
corresponde al plano más inmediato, y vistoso de la estructura de las culturas, se
trata, pues, de la existencia del lenguaje, de los símbolos y los gestos, del hecho de
intercambiar significados las personas, la reciprocidad entre ellas, las expectativas
y los pensamientos.
Lo que se busca en este campo de observación es la constatación de los signi-
ficados en los encuentros sociales a través del comportamiento social, como una
elección individual en función de la reacción de los demás, y dentro de marcos
determinados por expectativas y significados que ya están definidos socialmente.
Se trata de la acción social de la que trató Weber, estudiada en profundidad, dentro
de una estructura social con el correspondiente entramado de roles y estatus. La
ciencia sociológica capta la forma y el significado que las personas van adquiriendo
en la interacción social que se entabla de la vida cotidiana, tal y como lo explican
los profesores Ligth, Keller y Calhoun (1992:51):
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 169

Todos nos comprometemos en incontables acciones durante nuestra vida


diaria. Tosemos, reímos, nos rascamos la cabeza, y hacemos muecas cuando
luchamos por arrastrar un paquete pesado, sólo para mecionar algunos de nues-
tros comportamientos. Otras personas con frecuencia ven nuestras acciones y
modifican sus comportamientos como respuesta. Para responder a nuestra tos,
pueden mirar en dirección nuestra; en respuesta a nuestras muecas, pueden ofre-
cer ayuda; en respuesta a nuestra risa, pueden sonreir. Nosotros, en cambio, al
ser conscientes de las respuestas que hemos ocasionado en los otros, podemos
ajustar nuestro comportamiento en concordancia. Cuando nuestra tos capta la
atención de alguien, podemos empezar a hablar; cuando nuestra risa logra una
sonrisa de felicidad, podemos responder con otra sonrisa. Este proceso de perso-
nas que se orientan hacia los otros y actúan en respuesta de los comportamientos
de unos a otros, es lo que los sociólogos denominan interacción social. La pala-
bra social señala que más de una persona está comprometida en la situación. El
término interacción significa que todas las partes del intercambio influyen unas
sobre otras.
La interacción social ocurre con el fin de realizar algún intento y siempre
está dirigida hacia otras personas específicas.

La vida cotidiana y sus interacciones sociales hacen alusión al análisis del


mundo cotidiano, el significado y la producción de la situación social, y es un
ámbito que pertenece al nivel microsociológico de las escuelas que ya vimos —Fe-
nomenología (lo que la gente piensa), Etnometodología (lo que hace la gente), y el
Interaccionismo Simbólico—(Repasese del Capítulo 1, el epígrafe 1.3. Teorías so-
ciológicas y conceptos claves). Con sus diferencias y matices, estas escuelas tienen
el denominador común de la vida cotidiana en la que han trabajado varios analistas
—P.Berger, T. Luckman, A. Shutz, H. Garfinkel—, y los paradigmas sociológicos
que aquí aparecen son el paradigma de la definición social, el de la acción social de
Max Weber, y el paradigma de la conducta social de B.K. Skinner.
Los elementos básicos de los que esta compuesta la vida cotidiana de las socie-
dades humanas son el conjunto formado de roles —papeles masculinos y papeles
femeninos—, estatus, la construcción social de la realidad, los comportamientos
sociales —acción y conducta social—, la comunicación no verbal, el lenguaje y
el humor. Todo este entramado forma parte de la sociabilidad humana, que es la
cualidad de ser gregarios, a modo de escenario donde se representa una obra, y los
actores saben representar su papel. De modo que los individuos de una sociedad
aprenden a comportarse en los grupos primarios y secundarios, tras los procesos
de socialización que han experimentado en el transcurso de sus vidas. Y en cada
una de las sociedades que se dan en el mundo —las tradicionales, las modernas y
las posmodernas—, sus miembros aprenden los roles que deben representar como
hijos, hermanos, padres, cónyuges, profesionales, amigos, etc. en función de la
estructura social a la que están adscritos.
Los roles o papeles son la conducta social institucionalizada, es decir, lo que
sabemos que es apropiado en nuestra manera de comportarnos, ya que es la manera
de actuar que los demás esperan de nosostros. En la terminología sociológica se en-
170 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

tiende por rol a la pauta de conducta estructurada alrededor de derechos y deberes


específicos y asociada con una posición de estatus particular dentro de un grupo o
de una situación social. El rol de un individuo se define, para cualquier situación,
por medio de un conjunto de expectativas para su conducta, sostenidas por otros y
por el propio individuo.
El rol es la parte activa del estatus según el sociólogo Ralph Linton, de manera
que las estructuras sociales demandan de los individuos —hombres y mujeres— un
determinado comportamiento, es decir, que el conglomerado estructural exige las
pautas sociales de conducta de manera que los sujetos actúan en su rol asociado a
su estatus, en consonancia a cómo se espera que lo hagan, una vez que han interio-
rizado las normas sociales y las han hecho naturales en su esencia humana. No obs-
tante, no es un proceso automático, de modo que se producen ciertas variaciones en
las expectativas que están asociadas a la posición de estatus que se ocupe —rol de
hijo, de padre, de esposo, de profesional, etc.—.
En este proceso de ajustarse a las normas sociales no todos los individuos se
adaptan con normalidad, puesto que depende de las características del individuo y
la composición general del grupo, y puede suceder que el rol a desempeñar se des-
víe bastante de la expectativa de conductas esperadas —desviaciones a las normas
sociales—, hecho que incidirá en la correspondiente sanción al sujeto implicado.
Los roles, por tanto, son representaciones en la vida social que obedecen a patrones
de conducta según las normas sociales de una determinada cultura.
En la representación de roles entra en la ciencia sociológica el análisis dra-
matúrgico de Erving Goffman, que supo tratar de manera acertada el análisis de
enfoque microsociológico, como el que requiere el estudio de la vida cotidiana.
Para Goffman, entender lo que sucede en la vida diaria requiere utilizar la me-
táfora teatral e imaginar que las personas interactúan con sus roles en la vida
social, al igual que los actores representan un papel en el escenario, por lo que
analizar la interacción social es efectuar un análisis dramatúrgico, ya que implica
estudiar dicha interacción en términos de una representación teatral. De manera
que el estatus es el equivalente al personaje que el actor representa en una obra,
y el rol es el equivalente al diálogo y a los gestos asignados por el guión de la
obra. Uno de los aspectos más interesantes que destaca Goffman es que cada uno
de nosotros cuando interactuamos socialmente con los otros, somos el personaje
pero también la audiencia, porque se evalúa cómo el sujeto representa su papel y
cómo lo hacen los demás.
En el mundo real la persona que interactúa debe esforzarse en hacer la presen-
tación de la persona, que en terminología sociológica significa que hay que hacer
creíble la imagen que se quiere dar ante los demás, y crear, a tal efecto, unas deter-
minadas impresiones sobre la audiencia, es decir, sobre las personas ante las que se
ha efectuado dicha presentación de uno mismo. Y es un hecho que la pluralidad de
roles con los matices de género —roles masculinos y roles femeninos— reproduce
la riqueza tan amplia que aguarda el entramado social, y que queda ejemplificada
en la variabilidad de roles que se exponen a continuación (Theodorson y Theodor-
son, 1978:250-252):
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 171

— Adopción de un rol: adopción de las actitudes o del punto de vista de otra


persona, imaginando que uno es esa persona, para prever su conducta. En esencia,
es como si una persona se dijera a sí misma. «Conociendo a él y su situación y
poniéndome en su lugar, ¿qué haría yo?». Con frecuencia, aunque no siempre, la
adopción de un rol implica empatía o simpatía.
— Adopción reflexiva de un rol: tal como la definió George H. Mead, la adop-
ción del rol de otro considerándose a sí mismo desde el punto de vista del otro.
Así, una persona se ve así misma como es evaluada por algún otro. La adopción
reflexiva de un rol permite que una persona llegue a ser un objeto para sí misma,
que se vea como la ven otros. Mead estaba interesado en la idea de que el hombre
no puede experimentárse a sí mismo como persona directamente, sino sólo indirec-
tamente adoptando las actitudes de otros hacia él en un contexto social. El concepto
de adopción reflexiva de un rol es similar al del sí mismo especular de Charles H.
Cooley.
— Rol adquirido: rol que un individuo tiene porque lo ha elegido o porque lo
ha ganado. Es el resultado de sus esfuerzos y de sus acciones.
— Rol adscripto: rol que es adquirido automáticamente por un individuo a
su nacimiento o cuando llega a cierta edad. El rol adscripto más universal es el
rol sexual —de género—: hombre o mujer. Los distintos niveles de edad también
están asociados a distintas expectativas. Los roles basados en el propio nacimiento
dentro de un grupo racial o religioso determinados, son asdcriptos, tal como lo son
los roles heredados de clase alta.
— Aislamiento del rol: estado de relativo aislamiento de los ocupantes de un
rol, que resulta de la tendencia de las personas que ocupan un rol dado, particular-
mente un rol ocupacional, a tener más interacción social informal recíproca que con
personas que ocupan otros roles. Esto tiende a reforzar su propia perspectiva de rol
y a disminuir su comprensión de otros puntos de vista.
— Conducta de rol: conducta socialmente esperada en un rol particular, o con-
ducta desempeñada como parte de un rol. Es también la conducta de un individuo
particular en un rol determinado. Theodore M. Newcomb distingue entre un rol
prescripto, al que considera como un concepto sociológico, y conducta del rol (en
esta acepción), a la que considera como un concepto psicológico.
— Definición personal del rol: la definición de su propio rol por parte de un
individuo, en una situación. Daniel J. Levinson sugiere dividir el concepto de rol
en definición personal de rol y exigencias de rol.
— Desempeño del rol: el modo en que una persona actúa efectivamente su rol
en una situación.
— Discontinuidad del rol: falta de congruencia entre las expectativas asocia-
das a los roles sociales adoptados consecutivamente por un individuo. Los cambios
de rol de noviazgo al de matrimonio, y del rol ocupacional al de retiro, son ejem-
plos de situaciones que implican cierto grado de discontinuidad del rol.
— Exigencias del rol: las expectativas de los demás respecto de una persona
que desempeña un rol en una situación. Una vez consciente de las exigencias del
rol, el actor puede o no desear o ser capaz de satisfacerlas.
172 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

— Expectativas del rol: el conjunto de respuestas o de conductas anticipadas y


deseadas en relación con un determinado rol. Según esta definición, las expectati-
vas del rol incluyen tanto las del actor como las de los demás. También pueden ser
las expectativas del rol tal como fueron definidas precedentemente, pero excluyen-
do las que una persona tiene respecto de sí misma.
— Falso rol: rol que un individuo pretende que es suyo, pero que en realidad
ha adoptado sólo como protección contra las penalidades asociadas con su verda-
dero rol. El epiléptico que prefiere ser conocido como alcohólico y la mujer divor-
ciada que finge ser viuda, serían ejemplos.
— Rol internalizado: un rol o conjunto de roles observado y adoptado por
un individuo como parte de su autoconcepción o autoimagen. Por lo general, la
definición personal de un rol por parte de un individuo proviene de roles de otras
personas que han internalizado o adoptado como propios.
— Modelo de rol: un individuo cuya conducta, en un rol particular, provee un
patrón o modelo sobre el cual otro individuo basa su conducta para desempeñar el
mismo rol. El modelo de rol provee un patrón que es usado por la otra persona para
determinar las actitudes y acciones apropiadas de un ocupante del rol. El modelo
de rol difiere del individuo de referencia en que la internalización de los patrones
de conducta y las actitudes del primero está limitada a uno o a muy pocos roles,
mientras que la identificación con un individuo de referencia es más comprensiva,
incluyendo una amplia gama de roles. Por ejemplo, una persona puede tener un mo-
delo para un rol ocupacional (niñera, abogado, etc.), pero no identificarse o emular
a ese individuo en cualquier otro aspecto de la vida. Un modelo de rol no necesita
ser conocido personalmente por el individuo, ni viviente, ni necesariamente real, y
puede incluir figuras públicas e históricas y héroes legendarios.
— Rol percibido: las expectativas del rol que una persona cree que otros tienen
a su respecto en una situación. Es el rol que una persona cree que los demás esperan
que desempeñe. Puede corresponder o no a las exigencias del rol (las expectativas
reales de los demás) o su propia definición del rol.
— Rol prescipto: un rol tal como es definido por las normas culturales. Theo-
dore M. Newcomb usa el término para referirse a un conjunto de conductas que se
espera de todos los ocupantes de un rol determinado. El rol prescipto fija los límites
de la conducta en un rol particular. Newcomb distingue este concepto de conducta
de rol, que se refiere a la conducta de un solo individuo en un rol.
— Primacia del rol: la precedencia de un rol sobre otro. Cada individuo debe
desempeñar varios roles, y algunas veces las exigencias de un rol entran en con-
flicto con las de otro. Cuando se produce un conflicto de roles debe establecerse un
orden de precedencia. La primacía de un rol está determinada por el grado en que
es importante o esencial para la autoconcepción o autoimagen del individuo. No
es, sin embargo, una simple cuestión individual. La primacía de un rol particular
varía según los factores históricos, culturales y situacionales, y la estructura de una
sociedad o de un grupo social es crucial a este respecto. Por ejemplo, la cultura
puede exigir la primacía de ciertos roles ocupacionales, tales como el de médico o
sacerdote, sobre otras obligaciones normales de rol de las personas que desempe-
ñan esos importantes roles sociales.
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 173

— Representación del rol: la actuación en una forma que se considera ade-


cuada para el propio rol. En la representación del rol, el individuo se guía por las
normas sociales que definen la conducta apropiada para un rol determinado. Walter
Coutu distingue entre representar o jugar un rol, que significa actuar lo que uno
considera que es un rol adecuado en una situación, y jugar a un rol, que significa
actuar un rol como forma de simulación.
— Rol representativo: un rol que desempeña un individuo y que se ajusta a su
punto de vista y al de su grupo respecto del tipo de conducta que tipifica y represen-
ta los patrones y los valores del grupo. Cualquier miembro que, en su interacción
con otras personas no miembros, representa al grupo comportándose de un modo
característico de éste, sería considerado como desempeñando un rol representativo.
Siegfried F. Nadel sostiene que el concepto de rol representativo es la única manera
de conferir significado a la idea de interrelación entre los grupos.
— Tensión del rol: según la definición de William J. Goode, sentimiento de
dificultad o tensión cuando se satisfacen las exigencias de las obligaciones del rol.
— Conflicto de roles: incompatibilidad entre dos o más roles que se espera que
desempeñe un individuo en una situación dada. El desempeño de un rol interfiere o
es antagónico con el otro. El estado de conflicto puede durar sólo un corto período
y las exigencias conflictivas ser satisfechas sin muchas dificultades, o puede ser
un problema persistente que alguien enfrenta durante toda su vida. El análisis del
conflicto de roles y de su solución es importante en el estudio de los valores, los
procesos sociales y la estructura social en general. Hay fuertes potenciales de con-
flicto en los roles combinados de la joven madre que sigue la carrera y del capellán
militar.
— Conjunto de roles: tal como lo definió Robert K. Merton, un conjunto de
roles (un complejo de roles) que se centra alrededor de un estatus social particu-
lar. Cualquier estatus social dado incluye a un actor individual (personal) en un
número de relaciones sociales que siempre, o por lo general, son necesarias para
las personas en ese estatus particular. Por ejemplo, el estatus de profesor univer-
sitario implica con frecuencia los roles de docente, técnico de investigación, con-
sejero de los estudiantes, consultor de la industria y del gobierno, administrador,
empleado, autor, especialista en una disciplina profesional, etc. De este modo,
varios estatus sociales en una sociedad pueden requerir roles comunes asociados,
que ligan de manera constante estatus con funciones distintas. En una superpo-
sición tal de roles asociados, las personas que tienen distintas posiciones en la
sociedad pueden encontrarse a menudo e interactuar de un modo que promueva
la integración social.
— Roles múltiples: los roles asociados con los distintos estatus (el conjunto de
estatus) que ocupa un individuo en un momento dado: por ejemplo, los roles aso-
ciados con los estatus de esposo, padre, abogado, presbíterio de iglesia, etc.
— Roles recíprocos: roles sociales que determinan las pautas de interacción
entre dos o más estatus relacionados. Los roles recíprocos están relacionados y
son inseparables. Las relaciones maestro-alumno, esposo-esposa, padre-hija, hijo-
padre son recíprocas. La compensación de los roles recíprocos es de suma impor-
tancia en el estudio de la estructura.
174 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

— Representación de roles: técnica usada en el sociograma y el psicodrama,


donde una persona representa un papel en una dramatización improvisada de una
situación de la vida real.
Todo rol —parte dinámica— tiene asociado un estatus —parte estática—, y
todo estatus tiene su rol, los estatus son básicos en la estructura social tanto de
los grupos como de la sociedades, y disponen de unos derechos y obligaciones
que vienen perfectamente delimitados por los contornos sociales. La posición
de estatus se encuentra en el entramado social en una situación de jerarquías
legitimadas por el poder y control social, en relación a una situación de superio-
ridad —de ventaja, por ejemplo, nacer en una familia rica—, o en una situación
de inferioridad —de desventaja, por ejemplo, nacer en una familia pobre—. Si
bien, desde la perspectiva sociológica, el estatus no implica necesariamente un
rango en una jerarquía, ya que alude más a la variabilidad de situaciones dife-
rentes en la estructura social —esposa, madre, cirujana e hija—. Ralph Linton,
al igual que hiciese con la explicación de rol, especifica que el estatus da cuenta
de la ubicación de un individuo en un sistema de relaciones sociales, con un
rol asociado que se manifiesta en un comportamiento social. A continuación
figuran la relación de estatus en las sociedades (Theodorson y Theodorson,
1878:273-275):

— Estatus adquirido: estatus obtenido por un individuo como resultado de


sus esfuerzos, con frecuencia como resultado de la competencia y del uso de ha-
bilidades, conocimientos y capacidad de especialidades. Es un estatus que no es
adscrito. Muchos estatus ocupacionales se consideran adquiridos, por ejemplo,
médico, abogado, artista. Cualquier estatus abierto a la competencia que dependa
principalmente de las habiliades personales y no de factores presentes desde el
nacimiento (tales como el sexo, la familia, la raza, etc.), se considera estatus ad-
quirido. La distinción entre estatus adquirido y adscrito es un tipo de clasificación
aproximado, aunque frecuentemente útil. Obviamente, hay elementos adscritos
en muchos estatus definidos como adquirido (especialmente para algunas perso-
nas), y muchos elementos adquiridos en estatus adscritos.
— Estatus adscrito: cualquier estatus que no se basa en la capacidad, ha-
bilidad, esfuerzo o logro personal, sino en la posición heredada en la socie-
dad. Un estatus adscrito se obtiene al nacer automáticamente cuando se alcanza
cierta edad. Hay muchos estatus adscritos en la sociedad. Los estatus de edad
y sexo son los más obvios y universales. La raza puede ser considerada un es-
tatus adscrito. Los estatus ocupacionales en un sistema de castas también son
ascritos. El término fue usado por Ralph Linton para contrastarlo con el estatus
adquirido.
— Coherencia de estatus: similitud de las expectativas sociales y culturales
dirigidas hacia los distintos estatus que ocupa un individuo. Cuando ciertos esta-
tus se relacionan de tal modo que una posición tiende a conducir hacia, o a refor-
zar la asunción de otros estatus de un tipo particular y a desalentar la asunción de
los de un tipo distinto, se habla de cristalización de estatus, la cual promueve la
consistencia de estatus. Los estatus inconsistentes conducen a la ansiedad (como
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 175

puede ocurrirle, por ejemplo, a un capellán militar), o a la desaprobación respecto


de quienes ocupan tales posiciones (por ejemplo, respecto del médico que es a
la vez empresario de pompas fúnebres). La adquisición de un estatus particular
es seguida con frecuencia automáticamente por la de otros estatus consistentes.
Por ejemplo, las personas que adquieren gran riqueza obtienen, a menudo como
resultado posiciones de poder, influencia y honor.
— Conjunto de estatus: tal como lo definió Robert K. Merton, el complejo
de diferentes estatus ocupados por un mismo individuo. Por ello, el conjunto de
estatus de una persona cambia cuando lo hace cualquiera de sus varios estatus, y
representa, así, a los estatus de una persona sólo en un momento particular.
— Estatus de rango: posición que tiene un individuo en una jerarquía o sis-
tema de rangos.
— Supuesto de los estatus diferenciales: el supuesto de que todos los grupos
sociales duraderos cuentan con un sistema de estatus, tendiendo cada estatus a
tener características distintivas. En los pequeños grupos, los estatus diferenciales
no implican necesariamente mayor o menor prestigio. En el caso de las organi-
zaciones de gran escala o de sociedades, se supone, sin embargo, que la diferen-
ciación de estatus implica, inevitablemente, una distribución desigual del poder,
el prestigio y las ventajas.
— Discrepancia de estatus: diferencias de prestigio entre los estatus ocu-
pados por una persona en dos sistemas de estatus, particularmente cuando éstos
se superponen en una situación social. Por ejemplo, un hombre puede tener alto
prestigio debido a su estatus de hombre muy rico, y bajo prestigio por su estatus
de delincuente.
— Estatus electivo: término sociométrico que designa la posición de un indi-
viduo en un grupo o una comunidad, basada en el número de elecciones positivas
y negativas que recibe en un test sociométrico.
— Estatus escalar: estatus concebido en función de posiciones jerárquicas,
de superioridad o inferioridad, o en función de una estructura de autoridad.
— Estatus formal: posición formalmente declarada en un grupo, con dere-
chos y deberes oficialmente especificados, tal como la del gerente de personal de
una corporación o la del diácono de una iglesia. El término se usa, fundamental-
mente, como el opuesto de estatus informal.
— Estatus funcional: estatus dentro de un grupo, considerado desde el punto
de vista de las funciones realizadas y no de su prestigio o autoridad. En el sistema
de estatus informal de un ejército, un oficial médico o un capellán de bajo rango,
pueden tener un rol funcionalmente más importante y dominante, en ciertas situa-
ciones, que un oficial de línea de mayor rango.
— Hipótesis del continuo de estatus: la hipótesis según la cual el sistema de
estratificación social no está necesariamente compuesto de distintas clases socia-
les (baja, media, alta), sino que, en cambio, puede estar compuesto por un espec-
tro continuo de estatus son cortes estructurales nítidos. Algunos autores afirman
que en los Estados Uunidos hay un continuo tal de estatus, que las diferencias
de estatus social son graduales y no dividen claramente la sociedad en clases
sociales.
176 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

— Honor de estatus: código de conducta que deben respetar todos los miem-
bros de un grupo de estatus si desean conservar una buena posición. El matrimonio
dentro del grupo sería un ejemplo de los requerimientos del honor de estatus.
— Estatus informal: estatus de un grupo organizado, diferente del estatus for-
mal que corresponde a su ocupante en el grupo. Una persona con un estatus rela-
tivamente bajo en una jerarquía formal de posiciones de estatus, puede ser muy
popular o lograr prestigio debido a alguna habilidad, o debido a otro estatus susten-
tado fuera del grupo. Una persona cuyo estatus formal no le otorga autoridad puede
ser muy influyente e incluso ejercer poder a través de su estatus informal.
— Personalidad de estatus: conjunto de características de la personalidad que
se juzgan apropiadas en una sociedad para un estatus dado (por ejemplo, un estatus
ocupacional). El individuo que ocupa un estatus particular debe tener o desarrollar
las actitudes y emociones necesarias para adecuarse a ese estatus. Muchos tipos
de personalidad (tales como introvertidos y extrovertidos) pueden ocupar un es-
tatus y adquirir la personalidad de estatus adecuada, ya sea permanentemente o
sólo mientras desempeñan el rol vinculado al estatus. Algunas veces el tipo de
personalidad de un individuo será muy similar a la personalidad de estatus parti-
cular que se requiere que asuma. Otras veces puede ser muy diferente, como por
ejemplo cuando una persona introvertida es obligada a asumir la personalidad de
estatus extrovertido (tal como la de político). El estatus influye sobre la estructura
de personalidad, pero obviamente, las posiciones de estatus no son desempeñadas
de modo uniforme por tipos psicológicos. Hay variaciones en el modo cómo actúa
un rol social particular, debido a diferencias de personalidad. El término fue intro-
ducido por Ralph Linton.
— Estatus polares: estatus que existen en pares, en virtud del hecho de que
cada uno es definido por su relación con el otro, por ejemplo, esposa-esposo, estu-
diante-maestro, médico-paciente.
— Secuencia de estatus: una sucesión de estatus que ocurre con suficiente
frecuencia como para estar socialmente pautada... por ejemplo, en el caso de los
estatus ocupados sucesivamente por una persona como estudiante de medicina,
residente y médico independiente. Por supuesto que en el mismo sentido podemos
observar secuencias de conjutos de roles y de conjuntos de estatus.
— Hipótesis de estatus/seguridad: la hipóteiss propuesta por Anthony Rich-
mond, según la cual el prejuicio y la hostilidad hacia el exogrupo por parte de un
individuo, se deben a un sentimiento de inseguridad o de rechazo en la aceptación
por su propio grupo de referencia.
— Símbolo de estatus: cualquier marca, objeto, palabra o actividad visibles
cuya finalidad es poner de manifiesto ante los demás el estatus o las aspiraciones
en materia de estatus de un individuo o grupo. Por lo general el término se refiere
a una exhibición destinada a aumentar el propio prestigio, es decir, a llevarlo a
igual o superior altura que la de las personas a quienes se desea impresionar. Los
sociólogos no hacen un uso amplio del término, pero el público en general lo
encuentra útil.
— Sistema de estatus: un sistema interconectado de estatus establecido en un
sistema social.
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 177

— Estatus socioeconómico: en un sistema de estratificación social, una com-


binación de varios índices sociales y económicos de rango que se usan en las in-
vestigaciones. El término se emplea frecuentemente para tratar de la estratificación
en una sociedad sin partir del supuesto de que hay distintas clases sociales. Las
características sociales (antecedentes familiares, educación, valores, prestigio de la
ocupación, etc.) y el estatus económico (ingreso) se combinan en una evaluación.

Otro de los componentes esenciales en la vida cotidiana con sus interacciones


sociales es la realidad social, como visión del mundo, más o menos estable, y for-
ma parte de la herencia social, que es similar a la conducta instintiva en el mundo
animal de los insectos, el matiz diferente consiste en la capacidad de transforma-
ción y mudanza que experimentan constantemente las culturas en las sociedades
humanas. Aquí se entra de pleno en la construcción social de la realidad, término
que acuñan Peter Berger y Thomas Luckman en su obra La construcción social de
la realidad (ya mencionada en el epígrafe 1.3), que explica cómo los individuos en
la interacción social que entablan unos con otros, van produciendo en las situacio-
nes de la vida cotidiana los significados de las realidades que experimentan. En su
obra, Berger y Luckman ilustran la menara en que ese mundo de la vida cotidiana
es socialmente construido por iniciativa de las personas, a través de los procesos
de objetivación, institucionalización y legitimación, y muestran que el producto
es interiorizado como una realidad subjetiva y, a la vez, se realimenta de manera
dialéctica por la matriz que precipitó la objetivación original.
Las apreciaciones que tienen de la vida cotidiana conforman un mundo que se
impone por sí solo, y está compuesta de sectores que se aprenden por rutina o por
la experimentación de problemas de diversas clases. Berger y Luckman para expli-
car y comprender la construcción social de la realidad de la vida cotidiana ponen
ejemplos de otras realidades que vivimos como la realidad de los sueños, del arte,
del mundo de la religión, la del pensamiento teórico, la del mundo de los juegos en
los niños —hoy se incluiría la realidad virtual de los videojuegos y demás—.
Y ponen el caso de la experiencia que se vive cuando se va al teatro: «el teatro
proporciona una excelente ejemplificación de este juego de parte de los adultos. La
transición entre las realidades se señala con la subida y bajada del telón. Cuando
se levanta el telón, el espectador se ve transportado a otro mundo, que tiene sig-
nificados propios, y a un orden que tendrá o no mucho que ver con el orden de la
vida cotidiana. Cuando cae el telón, el espectador vuelve a la realidad, es decir, a la
suprema realidad de la vida cotidiana en comparación con la cual la realidad pre-
sentada sobre el escenario parece ahora tenue y efímera por vívida que se haya sido
la presentación de momentos antes... Todas las zonas limitadas de significado se
caracterizan por desviar la atención de la realidad de la vida cotidiana» (1977:43).
La vida cotidiana es pura interacción social, son experiencias existenciales
que implican relaciones cara a cara, sentimientos de compartir experiencias, cono-
cer los significados y los signos más pequeños, y aquí la significación lingüística
es fundamental, ya que en palabras de estos dos sociólogos, «la comprensión del
lenguaje es esencial para cualquier comprensión de la realidad de la vida cotidiana»
(Ibídem, 55). Sin duda, el lenguaje es el instrumento más importante de las cultu-
178 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

ras, y es la forma universal de la conducta humana que conlleva comunicación sim-


bólica a través de un sistema de patrones de sonido que tienen significados, y que
son aceptados por la comunidad. Con el lenguaje se comunican los individuos de
los grupos la totalidad de las ideas, símbolos, significados, experiencias, anécdotas,
tradiciones, y las transmíten de una generación a otra. Sin el lenguaje no se haría
posible la percepción y el pensamiento humano, y la adquisición de la conciencia
de sí y la de los demás.
En la comunicación que entraña la interacción social, no sólo entra en acción
el lenguaje con toda su estructura símbólica que desarrollan las culturas, sino
que además se dispone de otro tipo de comunicación catalogada sociológica-
mente como no verbal, que consiste en la transmisión de información utilizando
determinados movimientos corporales, gestos y expresiones faciales que refle-
jan una simbología significativa equiparable al lenguaje. Es lo que se llama ha-
blar con el cuerpo —lenguaje corporal— y que va variando según las culturas,
donde se utilizan los gestos y expresiones del rostro para expresar emociones,
estados de ánimo, satisfacción, sorpresa, rabia, enfado, dolor, angustia, etc. El
caso de la sonrisa es muy ilustrativo porque puede manifestar sinceridad, auto-
complacencia, socarronería, compasión o acuerdo, o el de la mirada que trata de
interactuar con una persona; otro ejemplo es el de los gestos que se pueden hacer
con las manos, y que se utilizan para pedir ayuda, invitar a alguien a que se nos
acerquen, parar el paso o un coche, señalar con el dedo, pedir dinero, insultar o
mostrar una actitud defensiva o de ataque, y que se simultanea con otras partes
del cuerpo, como encogerse de hombros y demás.
Por último, en la interacción social participan otros elementos sustanciales
como son las idealizaciones, que son parte clave en las conductas civilizadas, y
que conlleva en determinadas situaciones a idealizar nuestras intenciones, mos-
trar fingimientos y pequeñas hipocresías que atienden a facilitar la interacción
en la vida cotidiana. También interviene el sentimiento de vergüenza cuando
nuestra representación en la interacción cometemos de manera involutaria un
error, y se manifiesta seguidamente el tacto en situaciones embarazosas, para la
persona que ha cometido el error y para las que están en el contexto social.
Finalmente, el sentido del humor desempeña un papel importante en la vida
cotidiana, y es un producto de la construcción social de la realidad, que resulta
beneficioso para los miembros de los grupos, porque desmitifica las tensiones
que, a veces, ocasionan las normas rígidas y los controles de las pautas cultura-
les. El mecanismo del sentido del humor utiliza las contradicciones, las ambi-
güedades y los dobles significados, y a modo de juego contrasta lo que la gente
espera en una interacción específica, con lo que supone un quebranto de lo que
convencionalmente se espera. Se juega, en definitiva, con definiciones distintas
de una circunstancia concreta o situación determinada, y ello provoca risa y la
satisfacción del sentido del humor, el caso más claro son los chistes. En general,
esta expresividad comunicativa ayuda a exteriorizar angustias y temores, y a
cambiar no solo la realidad sino también a los sujetos que interactúan social-
mente.
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 179

LECTURA: EL MOVIMIENTO DE LOS INDIGNADOS ANTE LA CRISIS


MUNDIAL

LECTURA MOVIMIENTO 15-M


http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_15-M (modificado por última vez el
15 de julio de 2012)

El Movimiento 15-M. El Movimiento 15-M, también llamado movimiento


de los indignados, es un movimiento ciudadano formado a raíz del 15 de mayo
de 2011 con una serie de protestas pacíficas en España con la intención de pro-
mover una democracia más participativa alejada del bipartidismo PSOE-PP y del
dominio de bancos y corporaciones, así como una auténtica división de poderes y
otras medidas con la intención de mejorar el sistema democrático. Ha aglutinado
a diversos colectivos ciudadanos con distintos lemas, como el de la manifestación
del 15 de mayo: «No somos marionetas en manos de políticos y banqueros» o
«Democracia real ¡YA! No somos mercancía en manos de políticos y banqueros».
El movimiento comenzó a organizarse tras el establecimiento de centenares
de acampadas en las plazas de la mayoría de las ciudades españolas, así como
otras creadas por expatriados españoles en ciudades de todo el mundo. Entre
las bases del Movimiento 15-M están las de ser un movimiento apartidista (sin
afiliación a ningún partido ni sindicato), pacífico, horizontal y transparente, es
decir, sin estar sujeto a ningún tipo de registro.
En la actualidad, el movimiento se organiza a través de asambleas popula-
res abiertas celebradas generalmente en plazas o parques y está estructurado en
diversas comisiones (Legal, Comunicación, Acción, Actividades, Barrios, Esta-
tal e Internacional, Información, Infraestructuras, Lenguas de Signos) y grupos
de trabajo (Cultura, Educación, Política, Economía, Medio Ambiente, Trabajo
Social, Feminismos, Transmaricabollo, Ciencia y Tecnología, Diálogo entre Re-
ligiones, Migración y Movilidad, Pensamiento).
Antecedentes. El 30 de marzo se produjo la primera protesta juvenil, una
huelga general de estudiantes, con asistencia de miles de jóvenes en todo el país,
contra el paro y la precariedad laboral, los recortes presupuestarios en la edu-
cación, el plan Bolonia y el aumento de las tasas universitarias. El 7 de abril la
plataforma  Juventud Sin Futuro, nacida en el entorno universitario, organizó
en Madrid una marcha contra la crisis económica, criticando la «partitocracia
encabezada por las inamovibles siglas del  PPSOE». El movimiento internau-
ta No les votes, nacido en respuesta a la Ley Sinde contra la libre distribución de
obras, instó a no votar a los partidos que la apoyaron: PSOE, PP y CiU.
El escritor y diplomático francés  Stéphane Hessel, uno de los redactores
de la  Declaración Universal de Derechos Humanos  de  1948  y autor del libro
“¡Indignaos!”, plantea un alzamiento contra la indiferencia y a favor de la in-
surrección pacífica, conviertiendo su obra en un fenómeno mediático-editorial.
Stéphane Hessel, autor del libro que ha inspirado a movimientos como el 15-M
español, ha asegurado hoy que cuando los gobiernos no escuchan al pueblo la
democracia se convierte en oligarquía. También influyeron decisivamente los
180 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

movimientos sociales (vinculados a diferentes tendencias) que desde varios años


atrás promovían una organización de base: barrial, laboral y política. 
Propuestas. Los manifestantes de Madrid elaboraron una serie de propues-
tas durante los primeros días que se consensuaron en la Asamblea de Sol el 20
de mayo:
  1. Cambio de la Ley Electoral para que las listas sean abiertas y con circunscrip-
ción única. La obtención de escaños debe ser proporcional al número de votos.
  2. Atención a los derechos básicos y fundamentales recogidos en la Constitu-
ción como son: derecho a una vivienda digna, articulando una reforma de
la Ley Hipotecaria para que la entrega de la vivienda en caso de impago
cancele la deuda; sanidad pública, gratuita y universal; libre circulación de
personas y refuerzo de una educación pública y laica.
  3. Abolición de las leyes y medidas discriminatorias e injustas como han cali-
ficado la Ley del Plan Bolonia y el Espacio Europeo de Educación Superior,
la Ley de Extranjeríay la conocida como Ley Sinde.
  4. Reforma fiscal favorable para las rentas más bajas, una reforma de los im-
puestos de patrimonio y sucesiones. Implantación de la  Tasa Tobin, que
grava las transferencias financieras internacionales y supresión de los pa-
raísos fiscales
  5. Reforma de las condiciones laborales de la clase política para la abolición
de sus sueldos vitalicios, así como que los programas y las propuestas polí-
ticas tengan carácter vinculante.
  6. Rechazo y condena de la corrupción. Que sea obligatorio por la Ley Electo-
ral presentar unas listas libres de imputados o condenados por corrupción.
  7. Medidas plurales con respecto a la banca y los mercados financieros en
cumplimiento del artículo 128 de la Constitución, que determina que “toda
la riqueza del país en sus diferentes formas y sea cual fuere su titulari-
dad está subordinada al interés general”. Reducción del poder del FMI y
del BCE. Nacionalización inmediata de todas aquellas entidades bancarias
que hayan tenido que ser rescatadas por el Estado. Endurecimiento de los
controles sobre entidades y operaciones financieras para evitar posibles
abusos en cualquiera de sus formas.
  8. Democracia participativa y directa en la que la ciudadanía tome parte acti-
va. Acceso popular a los medios de comunicación, que deberán ser éticos
y veraces.
  9. Verdadera regularización de las condiciones laborales y que se vigile su
cumplimiento por parte de los poderes del Estado.
10. Recuperación de las empresas públicas privatizadas.
11. Efectiva separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
12. Reducción del gasto militar, cierre inmediato de las fábricas de armas y un
mayor control de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
13. Recuperación de la Memoria Histórica y de los principios fundadores de la
lucha por la Democracia en el Estado.
14. Total transparencia de las cuentas y de la financiación de los partidos políti-
cos como medida de contención de la corrupción política.
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 181

3.3.  INTERACCIONES Y CONFLICTOS SOCIALES EN LAS SOCIEDADES

Las interacciones y conflictos sociales son junto al cambio social y las mu-
danzas la parte dinámica de las sociedades que se complementan con la parte es-
tática de la estructura social, las normas sociales, las culturas, los grupos y la vida
cotidiana que acabamos de ver. La estructura no es algo perenne en el tiempo e
inmodificable, ya que puede modificarse o cambiarse, pero la ubicación que tienen
en la estructura social es lo que la hace permanecer independientemente de las va-
riaciones que hayan podido acaecer de unas generaciones a otras, y es por eso que
forma parte de la estructura que perdura en las sociedades humanas.
En realidad, las interacciones de los individuos como miembros de los gru-
pos sociales son parte intrínseca de la vida cotidiana, que adquiere polaridades
positivas y negativas, dependiendo de la jerarquía que éstos ocupen, y el grado de
adaptación y deselvolvimiento en las funciones sociales y metas a conseguir. Pre-
cisamente de aquí surgen los conflictos sociales que han existido siempre, ya que
ha sido una constante la lucha directa y consciente entre individuos o grupos por
un mismo objetivo, y desde esta perspectiva hay que derrotar al oponente para lo-
grar el objetivo marcado. Pero también la competencia persigue alcanzar metas por
parte de los individuos o grupos, aunque el interés radica en la consumación de los
objetos más que hacia los otros competidores. En cambio, en el conflicto el interés
más importante está en vencer al oponente, por lo que se experimentan fuertes sen-
timientos de hostilidad, incluso, a veces, el logro del objetivo puede considerarse
menos importante que la derrota del oponente.
Los conflictos pueden ser culturales, laborales, mentales etc., y en la teoría del
conflicto los fenómenos sociales del pasado, del presente y del futuro se interpretan
como resultados del conflicto, y se conciben más como una mera desviación des-
tructiva y evitable, que como hechos creativos e inevitables de la vida social. Se
mencionan como teóricos del conflicto a lo largo de la historia a Heráclito, Polibio,
Thomas Hobbes, David Hume, Georg Hegel, Karl Marx, los darwinistas sociales y
demás autores (Véase del Capítulo 1, el epígrafe 1.1. Pensadores que estudiaron la
sociedad y la existencia de la sociología). A este respecto, Ralf Dahrendorf percibe
el modelo conflictivo como un todo compuesto de cambio, conflicto y coacción,
que es la contrapartida del modelo utópico o de equilibrio, donde se pone el énfasis
en la estabilidad, la armonía y el consenso. En efecto, una de las palabras claves de
la teoría sociológica hace mención a la teoría del conflicto, a saber:

La herencia de Marx y la de Weber en relación a la Teoría del conflicto


(conflict theory) la recoge Dahrendorf que la desarrolla como una alternativa a la
Teoría del Consenso de Talcott Parsons y a la Escuela Funcionalista sociológica.
Su campo de análisis lo delimita, en consecuencia, en el conflicto y en el cambio
que tiene lugar entre las clases sociales, que constituyen un aspecto dinámico
para el cambio social, donde la participación o la exclusión en el poder son el
origen de la dialéctica que se entabla, y de la fuerza motivacional histórica (Esta
teoría se explica en el epígrafe 1.3. Teorías sociológicas y conceptos claves).
182 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Surge, pues, con este enfoque la sociología del conflicto para efectuar —según
Caplow, 1974— estudios empíricos de las situaciones conflictivas, en las que se
define el conflicto social como un proceso de interacción entre personas o grupos
que poseen objetivos incompatibles. Como ya se dijo, hay que distinguir el conflic-
to de la competencia, así como del conflicto psicológico, o de formas de agresión
como el genocidio, el conflicto entre tradición y modernidad, los sistemas de ex-
plotación —como el caso del sistema de castas hindú—, y las diferencias de gustos
y de opinión.
Caplow aclara que «muchos tipos comunes de conflicto son suficientemen-
te importantes e interesantes para construir un objeto propio de estudio, sin de-
masiadas referencias a teóricos generales sobre el mismo. De esta manera se han
realizado estudios detallados sobre guerras, revoluciones, golpes de estado, lucha
de pandillas, algaradas callejeras, diferencias entre la comunidad, campañas políti-
cas, contiendas familiares o tribales, huelgas y otros tipos conocidos de conflicto.
Los conflictos pueden clasificarse también de otras diversas maneras: por ejemplo,
en conflictos a gran escala y en concflictos a pequeña escala, en conflictos entre
grupos organizados o no organizados, o según sus distintos grados de intensidad»
(1974:687).
En la disección de la estructura del conflicto se halla una tipología, una primera
tipología se orienta hacia los conflictos episódicos regulares con normas acepta-
das y legitimadas por participantes y testigos. Una segunda tipología marca la no
planificación de los mismos —conflictos continuos—, donde los medios no están
especificados, ni se reconocen legítimamente. Y una tercera tipología atiende a los
conflictos terminales, en tanto que uno de los participantes, intenta suprimir defini-
tivamente al otro, como es el caso de las guerras, y las revoluciones—. En la vida
cotidiana, esta tipología no aparece diferenciada sino que se encuentra mezclada
entre sí.
El sociólogo que mejor ha descrito el conflicto es Georg Simmel, pues concibe
la existencia humana a través de la dualidad, es decir, como una combinación de
elementos opuestos, tales como el conflicto y la colaboración, la conformidad y la
inconformidad, la persistencia y el cambio. Desde la perspectiva de un grupo orga-
nizado aprecia que el tipo de conflicto es conseguir metas aprobadas socialmente
regidas por normas sociales promulgadas y aceptadas por la parte antagonista y, en
este sentido, estos conflictos sirven para reforzar a los grupos y reafirmar los valo-
res que comparten. Marca la importancia que tienen en las organizaciones, tanto en
su constitución como en su funcionamiento, y actúa como un método de reajuste
y distribución, de manera que la solución de un conflicto conlleva el desarrollo de
nuevas formas de organización.
Entre las características de los conflictos sociales se aprecia que para las partes
existen riesgos, y son secuenciales porque proyectan secuencias de sucesos o es-
cenas que Caplow (1974: 704) traza en diez formas que se pueden asemejar a las
siguientes:
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 183

  1.  Contactos hostiles.


  2.  Mutuas amenazas.
  3.  Movilización.
  4.  Confrontación y desafío.
  5.  Movilización ulterior.
  6.  Lucha activa.
  7.  Escalada y contraescalada de la acción.
  8.  Retirada.
  9.  Balance de resultados.
10.  Pacificación y reorganización.

Desde una perspectiva sociológica más reciente aparecen autores como Coser
(1961) y Aguilar (2001), en el que el primero destaca la defensa contra el conflicto
institucionalizado y tolerado, en tanto que el segundo diferencia situaciones de
conflicto de las situaciones de conflicto social, como bien analizan Brunet y Belzu-
negui (2006:443-446), cuando especifican que la «noción sociológica de conflicto
tiene una estrecha relación con preferencias de los individuos, pero sobre todo, con
el tipo peculiar de preferencia que denominamos interés», y recopilan de Aguilar
un modelo para concebir el conflicto social asentado en la perspectiva macrosocial
y microsocial, a saber:

1. Perspectiva macrosocial. Nos sitúa en la visión de una estructura social que


organiza el número y tipo de conflictos posibles en el seno de una comunidad
humana. Así, la perspectiva macrosocial se puede diferenciar analíticamente
en cuatro dimensiones o categorías, representadas como círculos concéntri-
cos (en el sentido de que siguen una lógica acumulativa (Conflicto político I,
Conflicto de intereses II, Conflicto societario III, Conflicto Social IV).
2. Perspectiva microsocial. La otra cara de la moneda del conflicto pertenece
a un terreno diferente, fundamentalmente microsical: ¿por qué, finalmente,
se rebelan o protestan los individuos reales que nos rodean y que se encuen-
tran presionados por estructuras sociales diversas, no lo hacen? El conflic-
to observable, por tanto, emerge también en parte como consecuencia de la
presión directa de individuos y grupos descontentos que deciden luchar por
mantener o por alterar su posición relativa en el seno de una comunidad (el
problema de la agencia humana).

En general, la estructura del conflicto social da cuenta de las situaciones en las


que se encuentra la distribución de poder, de riqueza y de posiciones de estatus entre
los individuos de las sociedades, y éste surge cuando se producen desequilibrios en
el reparto y en la satisfacción de las necesidades y aspiraciones de los miembros que
ahí coexisten. En las tendencias que muestran conflictos en las sociedades actuales
—determinados por lo global y la desventaja de lo local, Repasese y reflexione en la
Lectura El Movimiento de los indignados ante la crisis mundial en 2011—, Brunet
y Belzunegui indican cuatro tipos de conflictos en las sociedades avanzadas. El pri-
184 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

mero es el Conflicto Político, caracterizado por los nuevos movimientos sociales que
utilizan, entre otras cosas, las tecnologías de la información y la comunicación para
que sean conocidos más ampliamente, y poder reivindicar mejor sus intereses.
Un segundo conflicto social menciona el Sistema Laboral, en el que surgen
intereses encontrados en las relaciones de trabajo —por ejemplo, desigualdad de
oportunidades, y huelgas—. Un tercer conflicto es el que surge por las transforma-
ciones en las Relaciones de Género, que provienen de la sociedad patriarcal donde
los hombres son los que tienen la prioridad en las posiciones de poder político,
económico y social, de donde emanan intereses confrontados que irán encontrando
solución mediante relaciones de cooperación, negociación, y en el peor de los ca-
sos, de conflicto —violencia de género— (Léase del Capítulo 5, la Lectura: Violen-
cia de Género en la sociedad moderna (Martínez, 2012) . Y, por último, un cuarto
conflicto alude a lo Multicultural, que se impone como los retos de la diversidad
cultural y que emergen de las sociedades actuales en las que cohabitan distintos
grupos étnicos y raciales que tienen, a su vez, identidades excluyentes y comparti-
das, y que comparten los recursos sociales.

3.4.  MOVIMIENTOS SOCIALES, DESVIACIÓN Y CRIMINALIDAD

Los movimientos sociales, la desviación y la criminalidad radican en las con-


ductas que toman los individuos, y que abarcan peculiaridades sui géneris tanto en
las causas que las motivan como en la consecuencias que conllevan si traspasan
la normalidad de las normas sociales. La mayor amplitud que puede alcanzar una
conducta es la conducta colectiva, que comprende una serie de reacciones y pautas
de conducta interrelacionadas y semejantes —carente de estructura determinada—,
y que están referidas a un determinado número de personas que dan respuesta a
una influencia o a un estímulo común, tal y como hemos visto en la Lectura de
el Movimiento de los indignados ante la crisis económica mundial. La conducta
colectiva no es una conducta grupal, porque no existe una suficiente organización
e interacción entre las personas para ser consideradas como grupo social. Además,
hay distintas formas de conducta colectiva que se hallan en tipos de conducta masi-
va tales como la difusión de manías y de modas, la formación de la opinión pública
y los movimientos sociales.
Hablamos de comportamiento colectivo cuando hay una respuesta socialmente
compartida entre individuos, que no se pueden repetir con frecuencia, y está rela-
cionado con acontecimientos, cosas e ideas en general. De hecho, algunos compor-
tamientos colectivos se originan, por elementos emocionales de manera repenti-
na, y muchas personas las consideran incomprensibles. Así, por ejemplo, la Turba
significa en la terminología sociológica, bien un agregado de personas o bien una
muchedumbre que está en una situación muy activa o emocionalmente excitable, y
que tiene un propósito, o un interés común que le lleva a cometer actos de destruc-
ción, violencia y agresión.
Del mismo modo, la histeria masiva, con los rumores, el contagio social, y por
otra parte, la acción de las masas violentas se sitúan en unas perspectivas de com-
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 185

portamiento —dentro de las teorías del comportamiento colectivo y los movimien-


tos sociales— en los que se mezcla lo biológico y lo micro social de la conducta
social que afloran temporalmente, conformando unas formas sociales específicas
y que intervienen en las estructuras ambientales para transformarlo, o bien para
incidir en él a modo de respuesta.
Así, por ejemplo, Ligth, Keller y Calhoun señalan que la histeria masiva da
cuenta del cúmulo de una tensión psicológica en una población determinada que
puede alcanzar comportamientos de terror incontrolables, que se conducen por una
creencia generalizada que aparece en los individuos de una colectividad, que se va
creando independientemente de lo que pueda llegar a ser, y se distancia de lo que
en realidad sucede, para vivir una situación nueva, que llega a hacerse realidad,
aunque sea infundada. El miedo y el pánico son los que desvían la atención hacia
lo que en realidad son las cosas, y de ahí surgen los comportamientos de histeria
masiva, difíciles de controlar una vez que estallan, y que han sido propulsados y
estimulados por los rumores.
Según los anteriores profesores, de las aportaciones de Rosnow y Fine, con-
cluyen que «un rumor es una narración no verificada que circula de persona a per-
sona y se acepta como un hecho, aunque su fuente original puede ser muy vaga
o desconocida. Los rumores proliferan en situaciones tensas y ambiguas, cuando
las personas son incapaces de observar los hechos, o cuando por una razón u otra
desconfían de la información que reciben. De esta manera, los rumores compren-
den una información que se dispersa, aun cuando esa información sea sospechosa
y carente de pruebas. Los rumores se diferencian del chisme en que algunos casos
el chisme encierra hechos conocidos. Además, el chisme se relaciona con situacio-
nes personales, mientras que los rumores comúnmente se ocupan de situaciones y
acontecimientos más amplios» (1992: 602).
En realidad, el fundamento de los rumores se sustenta en el hecho de que la
gente necesita buscar respuestas para que así se solucionen los problemas que pro-
ducen, por otro lado se añaden los elementos que estimulan los rumores como son
la rivalidad y el secreto, y la selección de ciertos detalles que llevan a que las per-
sonas sólo recuerden una parte de la narración original, lo que hace cambiar sustan-
cialmente el evento, que ha variado, en parte, por las preconcepciones aparecidas.
Hay que matizar que los rumores están asociados a la tensión y la angustia, en tanto
que el contagio social se vincula con la difusión espontánea, que se produce rápi-
damente y que va de un comportamiento de un individuo a otro.
Por último, las acciones de las masas violentas se producen fundamentalmente
en las multitudes que se organizan, y que son reuniones temporales de individuos
en torno a una persona o a un acontecimiento, que se influyen mutuamente, y se
estructuran en orden a una creencia generalizada al ser víctimas de una gran injus-
ticia.
El sociólogo Blumer es uno de los grandes conocedores de las multitudes
y sus tipologías y diferencia en su ensayo ya clásico —Collective Behavior—
cuatro tipos: 1) Multitud causal, que es la que se forma espontáneamente cuando
los transeúntes se sienten atraídos por algo, 2) Multitud convencional, que surge
cuando las personas se reúnen con unos objetivos específicos y se comportan
186 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

en orden a unas normas establecidas, 3) Multitud expresiva cuando las personas


reunidas experimentan cargas emocionales y son impulsadas por el entusiasmo y
los sentimientos intensos, cuyo comportamiento sería inaceptable en circunstan-
cias distintas, y 4) Multitud en acción, personas que se concentran en un acon-
tecimiento que suscita polémica, y que hace sentir ira, indignación y grandes
impulsos de actuar.
En definitiva, el levantamiento de masas y las orgías destructoras así califica-
das por los sociólogos contemporáneos, se hicieron muy frecuentes en los siglos
xviii y xix en Europa, y en el siglo xx se dan casos como los motines que tuvieron
lugar en Detroit en el verano de 1967 en los ghettos de los negros en los que to-
maron parte veintitrés ciudades que estallaron en violencia. En estos hechos se
observa cómo lo social contenido que se acumula a través del tiempo, permanece
encerrado y presionado hasta que encuentra una salida, y a partir de ahí es incon-
tenible la fuga que se manifiesta de maneras distintas, según los casos, países,
culturas, razas, gobiernos y circunstancias.
Estos acontecimientos han sido estudiados también, además de Blumer, por
el psicólogo Le Bon que investigó en profundidad las emociones y el compor-
tamiento que actúan de contagio en las multitudes, o los sociólogos Turner y
Killian, que indagaron los procesos que actúan en las multitudes cuando la con-
formidad social ya no funciona en ellos. Pero, sin duda alguna, el profesor y
sociólogo Neil J. Smelser, en su obra Teoría del comportamiento colectivo, desa-
rrolla en profundidad una de las aportaciones más relevantes del comportamiento
colectivo, y se introduce en las explicaciones sociológicas de la conducta social,
llamada en este caso, comportamiento colectivo, y construye una excelente teoría
que abarca toda la diversidad de esta conducta propiamente sociológica, con sus
perfiles, creencias generalizadas, los factores del miedo al pánico, el fervor colec-
tivo, el estallido hostil, el movimiento normativo y valorativo.
Smelser en sus reflexiones de partida apunta que «en todas las civilizacio-
nes los hombres han escenificado episodios de comportamiento dramático, ta-
les como el furor, el motín sedicioso y la revolución. Reaccionamos a menudo
emocionalmente ante estos episodios. Por ejemplo: nos divierten las flaquezas
del furor colectivo, nos horrorizan las crueldades del motín, y nos inspira res-
peto el fervor de la revolución. La índole de estos episodios ha suscitado desde
hace tiempo la curiosidad de los pensadores especulativos. En épocas recientes
la curiosidad se ha transformado en un campo de la sociología, y de la psicología
social, mal definido, conocido ‘comportamiento colectivo’. Aunque muchos de
los pensadores de este campo intentan ser objetivos, describen con frecuencia los
episodios colectivos como si fuesen obra de fuerzas misteriosas. Por ejemplo:
las multitudes son volubles, irracionales o espontáneas, y su comportamiento es
imprevisible o asombroso. Implican que el comportamiento colectivo fluye desde
fuentes que escapan a la explicación empírica»(1989:13).
Evidentemente, los profesionales de la sociología no se han quedado impasi-
bles ante estos eventos en los que la población en multitud desprende rasgos so-
ciológicos, pero que no sólo son motivo de indagación científica, sino que repre-
sentan también requisitos imperiosos para comprender lo oculto que hay en este
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 187

comportamiento humano. De aquí que la teoría del comportamiento colectivo de


Smelser, atienda a reducir el vestigio que hay de indeterminación que ha perma-
necido en las explicaciones de los estallidos colectivos, los rumores absurdos, el
furor desencadenado, los miedos pánicos, los motines y revoluciones, etc., que
emergen en la sociedad con cierta regularidad, y se dan en determinados grupos
como los desempleados, adolescentes, emigrantes recientes, jóvenes desubica-
dos, y demás.
Este gran sociólogo se encamina, pues, a comprender por qué suceden estos
hechos, dónde concretamente, cuándo y la forma en que se presentan. En suma,
intenta responder lo que significa la respuesta de miedo pánico, la respuesta de
furor —que abarca el ciclo de la moda, la manía, el auge financiero, la imitación,
el resurgimiento religioso—, asimismo, se sitúa la búsqueda de la explicación
que encierra el estallido hostil, el movimiento normativo y la reforma social, el
movimiento valorativo —en los que se incluye la revolución política, la forma-
ción de sectas, el movimiento nacionalista y demás—.
Los comportamientos colectivos y los movimientos sociales funcionan con
esquemas similares, si bien los segundos se organizan para intentar cambiar
actitudes, comportamientos o maneras de ser de determinados grupos, además
de aquellos otros que pretenden intervenir en la población en su conjunto. Los
movimientos sociales son fenómenos políticos y sociológicos que han alcan-
zado un desarrollo importante en las sociedades modernas y en las sociedades
posmodernas, y se han concentrado en los temas de género —gays y lesbia-
nas—, en los temas medioambientales, y en el desempleo y globalización prin-
cipalmente. Entre las palabras claves en la teoría sociológica relacionada con
los movimientos sociales se encuentra la de Pahl, que se denomina Urbanismo
burocrático.

Pahl estudia el Urbanismo burocrático (urban managerialism), que se in-


troduce en las mismas corrientes de los movimientos de protesta de la década
de los sesenta del siglo xx, que trabajó Castells, y que pone énfasis, entre otras
cosas, en el poder que han adquirido los directivos de lo urbano en todos los
recursos disponibles que poseen las ciudades en general, donde todo parece es-
tar controlado: casa, educación, transportes, distribución de parques, centros de
ocio, etc. Se decide, en suma, cómo vivir en la ciudad, desde qué perspectivas,
qué es lo que se puede llegar a alcanzar, y cuáles son los límites de las estructu-
ras imperantes.

Monferrer (2006:384-385) estudia los movimientos sociales y expone ejem-


plos clásicos de movimientos sociales como fueron las organizaciones sindicales,
los movimientos de campesinos y los movimientos de trabajadores, que representa-
ron comportamientos de participación política, poco conocidos por aquel entonces,
y que les permitieron expresar su ciudadanía, al mostrar sus necesidades y aspira-
ciones. En las tipologías de movimientos sociales Monferrer establece una relación
entre éstos y el cambio social, como figura a continuación:
188 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

1.  ALCANCE DEL CAMBIO

• Movimientos reformistas: sus características básicas, cambios legislativos


limitados. Ejemplos: movimientos a favor de los derechos de los animales;
movimientos a favor, y en contra del aborto.
• Movimientos radicales: sus características básicas, cambios que afectan
a fundamentos de la organización social. Ejemplos: movimientos pro-
derechos civiles norteamericano; movimiento anti apartheid, movimiento
okupa.
• Movimientos revolucionarios: sus características básicas, cambios que afec-
tan a todos los aspectos de la estructura social. Ejemplos: movimientos co-
munistas; movimientos fascistas.

2.  CUALIDAD DEL CAMBIO

• Movimientos progresistas: sus características básicas, énfasis en las innova-


ciones. Orientación al futuro. Ejemplos: movimientos feministas; movimien-
tos pacifistas.
• Movimientos conservadores: sus características básicas, énfasis en la tradi-
ción. Orientación al pasado. Ejemplos: movimientos fundamentalistas (cris-
tianos, islámicos, judios). Movimiento de la «mayoría moral» en Estados
Unidos.

3.  OBJETIVOS DEL CAMBIO

• Movimientos sociopolíticos: sus características básicas, cambio de la estruc-


tura de desigualdades. Ejemplos: movimientos de la solidaridad y ayuda al
Tercer Mundo.
• Movimientos socioculturales: sus características básicas, cambio de la es-
tructura cultural (creencias, valores, normas). Ejemplos: movimientos «al-
ternativos» (beatriks, hippies, punks, okupas).
• Movimientos sagrados, místicos, religiosos: sus características básicas,
cambio de los individuos a través de lo sagrado. Ejemplos: nuevos movi-
mientos religiosos (sectas e iglesias alternativas).
• Movimientos laícos centrados en el individuo: sus características básicas,
cambio de los individuos a través de lo profano. Ejemplos: movimientos
naturistas, por la automejora física, psíquica o moral.

4.  VECTOR DEL CAMBIO

• Movimientos introductores de cambio: sus características básicas, movili-


zación para introducir/producir cambios. Ejemplos: movimientos contra la
intolerancia; movimientos de la autoayuda o ayuda mutua (contra el sida, las
drogas).
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 189

• Movimientos para evitar cambios: sus características básicas, movilización


para evitar cambios. Ejemplos: movimientos contra el nuevo orden global
(zapatistas de Chiapas, milicia estadounidense, Aum Shimikyo en Japón).

5.  ESTRATEGIA SUBYACENTE

• Movimiento lógica «instrumental»: sus características básicas, moviliza-


ción para la obtención de control social. Ejemplos: movimientos medio-am-
bientales/articular; movimientos «solidaridad» en Polonia.
• Movimiento de lógica «expresiva»: sus características básicas, movilización
para la afirmación de la identidad. Ejemplos: movimientos feministas, gay/
lésbico, transexual; movimientos éticos, por la recuperación de lenguas au-
tóctonas.

6.  CRITERIO HISTÓRICO

• «Viejos» movimientos sociales: sus características básicas, movilización con


intereses económicos de clase. Movimiento sindical. Organización burocrá-
tica centralizada. Demandas materialistas. Ejemplos: movimiento sindical;
movimiento de los trabajadores/campesinos.
• «Nuevos» movimientos sociales: sus características básicas, movilización
por demandas posmaterialistas interclasistas. Organización informal-des-
centralizada. Ejemplos: movimientos ecologistas, antinucleares. Movimien-
tos pacifistas/antimilitaristas/por la objeción de conciencia.
• «Novísimos» movimientos sociales: sus características básicas, movilización
para la consecución de un modelo alternativo de relaciones globales (justicia
global). Estrategias organizativas en red (internet). Ejemplos: movimiento
antiglobalización o por una globalización alternativa.

Asimismo, Monferrer establece cuáles son los rasgos más destacados de los
nuevos movimientos sociales en las sociedades posmodernas, en las que figuran
en primer lugar, la propuesta de temas novedosos que pongan en tela de juicio las
necesidades, intereses nuevos y los conflictos sociales que no se conocen hasta el
momento, y destacan los problemas de la calidad de vida, los medioambientales,
los culturales, las identidades de los grupos, los derechos de las mujeres y las de los
grupos minoristas. Los valores posmaterialistas se demandan de manera intensa, y
se mezclan lo político con lo cultural.
El segundo bloque lo forman las nuevas bases de apoyo interclasista, en las
que se pasa de la reivindicación de la clase obrera, a la de las clases medias que
están apareciendo, se incorporan aquí los jóvenes y las mujeres. El tercer bloque lo
conforman las nuevas formas de organización, y disponen de una estructura des-
centralizada, caracterizada por ser abierta y democrática, y se organizan en redes
extensas de individuos, de grupos o de colectivos que se encuentran relacionados
entre sí. Y el último bloque da cuenta de la manifestación de protesta que va más
allá de la protesta que se suele efectuar en la calle, y se concretan en escenificacio-
190 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

nes, sentadas, encadenamientos y demás, y utilizan los medios de comunicación


para llegar a más gente e impactar con más intensidad.
Finalmente, el movimiento más reciente es el catalogado como movimiento
anti-globalización, que atiende más por el calificativo de movimiento por una glo-
balización alternativa. Este movimiento pretende criticar el nuevo orden mundial,
y llegar a los sectores más afectados de la población por la globalización, y recoge
toda la diversidad política, ideológica, social y étnica. Entre las característica, des-
taca la de no tener una estructura organizativa estable, ni tampoco tiene una estruc-
tura central donde dirigir todo el movimiento. Ahora bien, cada grupo defiende sus
derechos —los trabajadores, las mujeres, los indígenas etc.— y en su unidad tratan
de ofrecer alternativas que sustituyan al sistema que impera en la actualidad, y uti-
lizan el lema: otro mundo es posible. Entre sus protestas, destacan las que utilizan
el internet, de manera que puedan unir lo local con lo global, y organizan campañas
transnacionales.
Las últimas manifestaciones de este movimiento se han caracterizado por las
masivas protestas callejeras, que demandaban, entre otras cosas, la cancelación de
la deuda que tienen los países del Tercer Mundo, y el objetivo de conseguir una jus-
ticia social con cuatro aspectos fundamentales, que Monferrer expone: «1. Luchar
por universalizar a escala planetaria los derechos sociales en vigor en los modelos
más avanzados del Estado de bienestar europeo, 2. Crear una justicia global que
incorpore dimensiones ecológicas, económicas, de género, migratorias, comercia-
les, de derechos humanos y otras, en lo que podríamos denominar una ecojusticia
económica, 3. Concebir una globalización que no deje en segundo plano la solidari-
dad con los países más desfavorecidos del planeta. Necesidad de que el proceso de
creciente globalización económica creado, se oriente prioritariamente a erradicar
la pobreza en el mundo, 4. Establecer instituciones supranacionales con poder y
autoridad suficiente para regular, controlar, y en su caso limitar, el proceso globa-
lizador» (2006:391-392).
Por último, aparecen la desviación y la criminalidad en este ámbito de dina-
mismo que comportan las sociedades humanas (Véase del Capítulo 5, el epígrafe
5.3. Violencia en las sociedades actuales). Se aprecia, pues, que todo lo que se aleje
de las normas sociales y de los valores que las sustentan, caen en el dominio de la
desviación social, y puede llegar a los delitos y a los crimenes en el polo más ex-
tremo de la escala social. En efecto, la desviación da cuenta de un comportamiento
que los individuos de los grupos sociales catalogan como una conducta que viola y
transgrede a las normas culturales, y supone más desajuste y conflicto social, que
una conducta anormal por razones de enfermedad psicológica.
La desviación se ha registrado incluso en las sociedades primitivas, y se la
ubica como un fenómeno común en la vida de las sociedades humanas. La defini-
ción de este término, varía en función de la estructura normativa particular de cada
una de las sociedades —tradicionales, modernas y posmodernas—, y puede oscilar
entre la simple desaprobación, hasta la reclusión o el confinamiento, debido a una
enfermedad mental, y se puntualiza notoriamente, que las personas que se desvían
de las normas sociales no tienen que ser consideradas como enfermos mentales,
es decir, que la desviación no implica forzosamente tener una enfermedad mental.
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 191

La ciencia sociológica capta, pues, la desviación como un fenómeno que surge


de la interacción social humana, y está relacionada con un sistema normativo par-
ticular, por lo que hay una relación importante entre desviación y estructura social.
Todo lo que no comprenda esta perspectiva cae en el campo de las teorías de la se-
lección biológica, psicológica o racional, que divide a los individuos desviados de
los no desviados, pero son muchas las críticas que se han vertido tanto en las teorías
biológicas que han intentado explicar la conducta delictiva a través de la genética,
como las que proceden del campo de la psicología —problemas en la formación de
la personalidad—, de hecho se ha constatado que prácticamente la totalidad de los
delitos importantes los suelen ejecutar personas que muestran un perfil psicológico,
catalogado como perfil psicológico normal.
Existen varias teorías que interpretan las funciones sociales de la desviación
en las sociedades humanas, que en gran parte están determinadas por el contexto
social, como la teoría funcionalista encabezada por Emile Durkheim, que en su
obra ya citada Las reglas del método sociológico, explica que no hay nada anormal
en la conducta desviada, puesto que, entre otras cosas, constituye una parte natural
de la vida social, cuyas funciones atiende a consolidar los valores y las normas
culturales, por otro lado, las reacciones ante las conductas patológicas, anormales
o desviadas coadyuvan a depurar los límites morales, en el sentido de calificar lo
que está bien y lo que está mal, además, contribuye a incrementar la unidad social
de los grupos —sentimiento de solidaridad colectiva frente al ultraje— y a la trans-
formación y al cambio social.Véase algunas secciones de la obra de Las reglas del
método sociológico de Durkheim (1978:71-90):

Reglas relativas a la distinción entre lo normal y lo patológico

La observación, conducida según las reglas anteriormente indicadas, con-


funden dos órdenes de hechos, muy desemejantes en ciertos puntos; aquellos
que son todo lo que deben ser y aquellos que debieran ser muy diferentes de lo
que son, los fenómenos normales y los fenómenos patológicos...
La ciencia, dice, solo conoce hechos que tienen todos el mismo valor e in-
terés; los observa, los explica, pero no los juzga; para la ciencia no hay hechos
vituperables. A sus ojos, el bien y el mal no existen. La ciencia puede indicarnos
cómo las causas producen sus efectos, no los fines que han de ser perseguidos...
Llamaremos normales a los hechos que presentan las formas más generales,
y a los demás los calificaremos de morbosos o patológicos. Si se conviene en
denominar tipo medio al ser esquemático que se constituiría reuniendo en un
mismo todo, en una especie de individualidad abstracta, los caracteres más fre-
cuentes en la especie con sus formas también más comunes, se podría afirmar
perfectamente que el tipo normal se confunde con el tipo medio y que toda des-
viación de este tipo de la salud constituye un fenómeno morboso...
Es preciso renunciar al hábito, todavía demasiado extendido, de juzgar una
institución, una práctica, una máxima moral como si fueran buenas o malas en sí
mismas y por sí mismas, para todos los tipos sociales indistintamente...
192 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Un hecho social no puede, pues, llamarse normal para una especie social
determinada, sino en su relación con una fase, igualmente determinada, de su
desarrollo; por consiguiente, para saber si tiene derecho a este calificativo, no
basta observar la forma con que se presenta en la generalidad de las sociedades,
sino que es preciso considerarlos en la fase correspondiente a su evolución...
Por consiguiente, la normalidad del fenómeno será explicada por su co-
nexión con las condiciones de existencia de la especie considerada, ya como un
efecto mecánicamente necesario de estas condiciones, ya como un medio que
permite a los organismos adaptarse a él.
...No hay que olvidar, en efecto, que si existe un interés para distinguir lo
normal de lo anormal, se refiere especialmente al esclarecimiento de la práctica...
Después de haber establecido por la observación que el hecho es general, se
remontará a las condiciones que ha determinado esta generalidad en el pasado,
e investigará después si estas condiciones se dan todavía en el presente, o si, por
el contrario, han cambiado...
...importa mucho que desde los comienzos de la investigación se puedan
clasificar los hechos en normales y anormales, bajo la reserva de algunos casos
excepcionales, a fin de poder adscribir a la fisiología y a la patología su respec-
tivo dominio...
Una vez constatada la generalidad del fenómeno, mostrando cómo es útil,
se pueden confirmar los resultados del primer método. Podemos, pues, formular
las tres reglas siguientes:

1.a Para un tipo social determinado, considerado en una fase determinada de


su evolución, un hecho social es normal cuando se produce en la medida
de las sociedades de esta especie, consideradas en la fase correspondien-
te de su evolución.
2.a Los resultados del método precedente se pueden verificar haciendo ver
que la generalidad del fenómeno tiene sus raíces en las condiciones ge-
nerales de la vida colectiva del tipo social considerado.
3.a Esta comprobación es necesaria, cuando este hecho se refiere a una espe-
cie social que no ha realizado todavía su evolución integral.

Si hay un hecho cuyo carácter patológico parece incontestable, es el crimen.


En este punto se entienden todos los criminólogos. Si explican este carácter
morboso en formas diferentes, están unánimes en reconocerlo. El problema, sin
embargo, exigía ser tratado con menos precipitación. Apliquemos, en efecto, las
reglas precedentes. El crimen no se observa sólo en la mayoría de las sociedades
de tal o cual especie, sino en las sociedades de todos los tipos. La criminalidad
existe por doquiera. Cambia sus formas, los actos calificados de criminosos no
son siempre los mismos; pero por todas partes, y siempre, ha habido hombres
cuya conducta ha hecho preciso una reprensión penal. Si, por lo menos, a medida
que las sociedades pasan de los tipos inferiores a los superiores tendiera a bajar
el tanto por ciento de la criminalidad, es decir, la relación entre la cifra anual
de crímenes y el de la población, se podría creer que, conservando su carácter
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 193

normal, el crimen tendía, sin embargo, a perder este carácter. Pero no tenemos
ninguna razón que nos permita afirmar la realidad de esta regresión; muy al
contario, muchos hechos parecen mostrar la existencia de un movimiento en
sentido inverso...
No es dudoso, en efecto, que este exceso sería de naturaleza morbosa. Lo
normal es simplemente que exista una criminalidad, con tal de que para cada tipo
social éste alcance, pero no rebase, un cierto límite, que no es quizá, imposible
de fijar a tenor de las reglas precedentes... (De que el crimen sea un fenómeno
de sociología normal, no ha de deducirse que el criminal sea un individuo nor-
malmente constituido en el punto de vista biológico y psicológico. Estas dos
cuestiones son independientes una de la otra. Esta independencia se compren-
derá mejor cuando se haya mostrado la diferencia que existe entre los hechos
psíquicos y los hechos sociológicos.)
...El crimen es normal porque una sociedad sin él es completamente im-
posible... el crimen consiste en un acto que ofende determinados sentimientos
colectivos, dotados de una energía y de una firmeza particulares. Para que una
sociedad dada pudiese cesar de cometer actos reputados criminales, sería, por
tanto, preciso que los sentimientos que ofenden se encontrasen en todas las con-
ciencias individuales, sin excepción, y con el grado de fuerza necesaria para
contener los sentimientos contrarios. Ahora bien, aun suponiendo que esta con-
dición pueda ser efectivamente realizada, el crimen no desaparecería, cambiaría
solamente de forma, pues, la misma causa que desearía las fuentes de la crimi-
nalidad haría surgir inmediatamente otras nuevas...
El crimen es, pues, necesario; está ligado a las condiciones fundamentales
de toda vida social, y precisamente por esta razón es útil; pues aquellas condicio-
nes de que es solidario, son indispensables para la evolución normal de la moral
y del derecho...
...el crimen mismo desempeña en esta evolución un papel útil. No solamente
implica que el camino está abierto a los cambios necesarios, sino que en deter-
minados casos, prepara directamente estos cambios. Allí donde existe, no sola-
mente los sentimientos colectivos se mantienen en un estado de maleabilidad
necesaria para tomar una forma nueva, sino que algunas veces hasta contribuye
a predeterminar la forma que tomarán.

Otro sociólogo importante que contribuye a la interpretación sociológica de


la desviación es Robert Merton, que completa a la anterior —la desviación es una
consecuencia propia y natural de la vida en las sociedades humanas—, y aporta la
idea de que la desviación también es consecuencia de conyunturas sociales espe-
cíficas, y que da cuenta de si se pueden conseguir los objetivos culturales —logro
económico—, aplicando procedimientos institucionalizados —políticas de igual-
dad de oportunidades—.
En la teoría de la desviación de Merton aparecen, pues, el rechazo y la acepta-
ción de los objetivos culturales y de los mecanismos institucionalizados, y diferen-
cia las siguientes situaciones:
194 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

a) Se da conformidad cuando se logra satisfacer unas metas u objetivos por


mediación de mecanismos que son legítimos —alcanzar el éxito por el talento y el
trabajo—;
b) Se da innovación cuando en este proceso se consiguen los objetivos lícitos
por mediación de instrumentos no lícitos o delictivos —traficar con drogas—;
c) Se da ritualismo a otro proceso similar al anterior para resolver las ten-
siones que se producen entre los medios y los fines, y se centran en un estilo de
vida que cambia los fines en conductas, de manera que se olvidan de conseguir
el éxito;
d) Se da retraimiento cuando se rechaza ambas cosas, los objetivos y los ins-
trumentos, y llevan un estilo de vida marginal —los toxicómanos, los alcohólicos,
los ‘sin techo’; y
c) los rebeldes que al igual que los anteriores rechazan los objetivos y los ins-
trumentos, y proponen alternativas al orden y a las normas sociales ya establecidas,
pretenden, en consecuencia, la transformación política, y son las que van a formar
parte de los movimientos contraculturales.
La tercera teoría funcionalista es la catalogada como las subculturas de la des-
viación que son lideradas por Richard Cloward y Lloyd Ohlin (1966), y que conti-
nuaron la teoría de Merton, y en sus investigaciones sobre la delincuencia juvenil,
obtienen que la conformidad y la desviación de la que hablaba Merton, varía en
función de la estructura relativa de oportunidades, que es lo que va a marcar defi-
nitivamente las directrices que van a tomar en un futuro los jóvenes. Y se pone el
caso de zonas marginales repletas de barrios con escasas oportunidades y mucha
probabilidad de caer en la delincuencia, y son las denominadas subculturas del
conflicto —con casos de comportamientos violentos—, y las subculturas del retrai-
miento —consumo de alcohol y de otras drogas—.
En definitiva, se hace patente que en las poblaciones jóvenes que tienen pocas
probabilidades de conseguir sus objetivos y aspiraciones de un nivel de vida medio
aceptable, desarrollen las catalogadas culturas de la desviación, y que se caracteri-
zan porque en su vida cotidiana suele ser frecuente el conflicto con los profesores y
la policía, la dureza de los jóvenes —varones—, la necesidad de emociones fuertes
—arriesgados y peligrosos—, la sagacidad que se traduce en la capacidad de ade-
lantarse a los demás, una gran preocupación por el destino, y una autonomía que se
plasma en el deseo de libertad. En suma, todas estas teorías han sido reforzadas con
otras investigaciones, que han desmantelado y criticado parte de las mismas, y se
enfatiza el hecho de que todo el mundo comparte lo que está bien y lo que está mal,
por otra parte, la conducta desviada y delictiva no sólo recae en las clases sociales
menos desfavorecidas, ya que las clases favorecidas cometen fraudes a hacienda,
ocultan información clave en la bolsa, o se benefician personalmente a través de los
cargos públicos que ostentan.
La teoría del etiquetaje abre mucho más la dimensión que puede abarcar la
desviación, y va más lejos que la interpretación funcionalista, que se centraba en la
persona transgresora o delincuente que violaba las normas culturales tradicionales.
La teoría del etiquetaje es, además, una de las palabras claves de la teoría socioló-
gica, en la que figura Howard S. Becker y defiende que la desviación y la confor-
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 195

midad vienen definidas más por las respuestas que el entorno da a las acciones de
las personas que transgreden.
Otra de las palabras claves en la teoría sociológica y que aquí interviene es el
estigma de Erving Goffman que hace referencia a una marca social que proyecta
significados negativos y de oprobio, y que va a servir para que el resto de la po-
blación de esa sociedad defina a la persona con estigma. El estigma social puede
surgir de los rumores falsos, o de la propia observación del individuo que se ha
desviado, al que se le asigna un rasgo diferencial indeseable que le priva de la total
aceptación social. El estigma es, pues, una identidad adquirida, y asignada por el
entorno social, que humilla, mancha y ultraja a la persona en cuestión —el vago,
el ladrón, la prostituta, etc.— y la sitúa en un terreno de marginación y, por tanto,
la induce a una conducta delictiva, transgresora y desviada, si así ha convenido el
resto de la sociedad.
Casos que se refieran a la teoría del etiquetaje, es el etiquetaje retrospectivo,
en el que el estigma adjudicado en el pasado se perpetúa en el momento presente
del individuo, que distorsiona la biografía de alguien que ha sido estigmatizado
anteriormente, y actúa en su situación actual de manera selectiva y perjudicial.
Otro ejemplo, es el etiquetaje relacionado con la salud mental, y que alude a la
enfermedad mental, a la medicalización de la desviación, y la cuestión de definir la
conducta desviada según los factores morales, científicos o médicos.
Y, por último, queda mencionar otra vez la teoría del conflicto, que se centra
en ahondar las realidades que muestran la importancia que tienen las desigualdades
sociales y de poder en las conductas desviadas. Desde este prisma, se ubica a las
desigualdades de clase, de raza, de género y de etnia como las causantes principales
de los delitos.
En las estadísticas de delitos se observa que hay cinco tipos de crímenes, los
primeros son los crímenes comunes contra las personas y la comunidad; los segun-
dos son crímenes sin víctimas; los terceros los crímenes organizados que se refieren
a las organizaciones ocultas que utilizan elementos y servicios ilegales, y con fre-
cuencia emplean la violencia y el soborno para afrontar la competencia, y los dos
últimos, son los crímenes corporativos y los de cuello blanco, que los cometen los
empleados de compañías legítimas.
Los datos y cifras proporcionados por Amnistía Internacional (2006) se distri-
buyen en las siguientes áreas de trabajo:

•  Violencia contra las mujeres


•  Armas bajo control
•  Pena de muerte
•  Tortura y terror
•  Justicia internacional

Los Datos y Cifras no cuentan ni pueden contar de forma completa la historia


de todos los abusos contra los derechos humanos que se cometieron en todo el
mundo en 2006. Son representativos de los casos de los que Amnistía Internacional
tuvo conocimiento pero no constituyen una lista exhaustiva. Tal como ilustran las
196 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

estadísticas sobre la pena de muerte, el verdadero número de casos de abusos y de


negación de derechos es sin duda mucho mayor de lo que esta instantánea permite
mostrar.

AMNISTÍA INTERNACIONAL 2006


2,2 millones de miembros o simpatizantes en más de 150 países y territorios.
5.000 personas, así como comunidades, organizaciones de derechos humanos y
familias en todo el mundo, fueron objeto del trabajo de Amnistía Internacional.
Se formó a 700 personas, entre defensores y defensoras de los derechos humanos
y organizaciones que defienden esos derechos en todas las regiones del mundo.
Se produjeron 473 informes y otras publicaciones.
Se emitieron 330 acciones urgentes en favor de personas en situación de riesgo.
Se analizaron 153 países en el Informe 2007 de Amnistía Internacional.
Se presentaron 121 proyectos de campaña.
Hubo 120 visitas a 77 países y territorios.
Se documentó la reclusión de presos de conciencia o posibles presos de concien-
cia en 57 países.
Fuente: Amnistía Internacional.

VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES*


185 Estados han ratificado la Convención sobre la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer.
62 de ellos formularon reservas en relación con algunas cláusulas.
9 no la han firmado.
1 la ha firmado, pero no la ha ratificado: Estados Unidos.

VIOLENCIA DOMÉSTICA
Al menos 1 de cada 3 mujeres ha sido golpeada, la han obligado a mantener
relaciones sexuales o ha sufrido otra clase de abusos en su vida. Por lo general,
el autor de los abusos es un familiar o un conocido.

TRATA
2 millones de personas son víctimas de trata cada año, en su mayoría mujeres y
niñas.
137 países, la mayoría de Europa Occidental, Asia y América del Norte, son los
receptores.
127 países, la mayor parte de Europa Central y Oriental, Asia, África Occiden-
tal, América Latina y el Caribe, son los emisores.
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 197

MUJERES EN SITUACIONES DE CONFLICTO


El 70% de las bajas en conflictos recientes eran personas no combatientes, la
mayoría de ellas mujeres, niños y niñas.
Decenas de miles de mujeres y niñas han sufrido violación y otras formas de
violencia sexual desde que comenzó la crisis en Darfur en 2003.
Fuente: Amnistía Internacional, UNICEF, UNIFEM, ONU, OMS, Médicos Sin
Fronteras.

ARMAS BAJO CONTROL EN 2006*


1.250.000 personas participaron en la petición de fotografías «Un millón de
rostros» para exigir controles más rigurosos del comercio de armas.
153 gobiernos votaron en diciembre a favor de empezar a trabajar en un Tratado
Internacional sobre el Comercio de Armas.
24 se abstuvieron.
1 país votó en contra del Tratado: Estados Unidos.

COMERCIO DE ARMAS
22.000 millones de dólares gastan en armas cada año por término medio los
países de Asia, Oriente Medio, América Latina y África.
22.000 millones de dólares habrían permitido a estos países escolarizar a toda
la población infantil y reducir la mortalidad infantil en dos tercios para el año
2015.
El 85% de los homicidios de los que tuvo constancia Amnistía Internacional
implicaron el uso de armas pequeñas y armas ligeras.
El 60% de las armas de fuego del mundo están en manos de particulares.
Cada año se producen 2 balas por cada hombre, mujer y niño en el planeta.
Fuente: Amnistía Internacional; Estudio sobre Armas Pequeñas y Ligeras 2002,
2003, 2004 y 2005; Informe sobre Desarrollo Humano 2005, de la ONU; Base
de Datos Estadísticos sobre Comercio de Mercancías (Comtrade), de la ONU;
propuesta International Finance Facility, de enero de 2003, del Ministerio de
Hacienda del Reino Unido; Informe ONUSIDA 2004; Congreso de Estados
Unidos.
Armas bajo Control es una campaña conjunta de Amnistía Internacional, Red
Internacional de Acción contra las Armas Ligeras (IANSA) y Oxfam:
www.controlarms.org.
198 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

LA PENA DE MUERTE EN 2006*


20.000 personas, aproximadamente, están pendientes de ejecución en todo el
mundo.
3.861 personas fueron condenadas a muerte en 55 países.
1.591** personas fueron ejecutadas en 25 países; estas cifras son inferiores a las
de 2005, año en que se ejecutó a 2.148 personas en 22 países.
128 países no llevan a cabo ejecuciones (tras abolir la pena de muerte en la ley
o en la práctica).
99 de ellos abolieron la pena de muerte en su legislación para los delitos comu-
nes; Filipinas fue el país número 99 en hacerlo ese año.
El 91% del total de ejecuciones conocidas tuvieron lugar en 6 países: China,
Irán, Irak, Pakistán, Sudán y Estados Unidos.
69 países siguen utilizando la pena de muerte.
65 personas fueron ejecutadas en Irak en 2006.
El año anterior se había ejecutado a 3.
* Las cifras de ejecuciones y condenas que se presentan incluyen únicamente
aquellas de las que Amnistía Internacional tiene conocimiento; los verdaderos
totales son superiores.
** Esta cifra es superior a la que se publica en el Informe de Amnistía Interna-
cional ya que incluye información recibida en las últimas semanas.
Fuente: Amnistía Internacional.

TORTURA Y TERROR EN 2006*


144 Estados han ratificado la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
En 102 países se registraron casos de tortura y malos tratos a manos de las fuer-
zas de seguridad, la policía y otras autoridades del Estado, que se documentan
en el Informe 2007 de Amnistía Internacional.

«Guerra contra el terror»


400 detenidos de más de 30 nacionalidades continuaban recluidos en Guantá-
namo, símbolo público de las injusticias de la «guerra contra el terror», a finales
de 2006.
200 detenidos han llevado a cabo huelgas de hambre desde la apertura de ese
centro de detención.
40 han intentado suicidarse.
3 murieron en junio de 2006, aparentemente como consecuencia de suicidio.
?? personas permanecen recluidas en centros secretos de detención o «lugares
negros» en todo el mundo.
Fuente: Amnistía Internacional.
CULTURAS, GRUPOS Y CONFLICTOS SOCIALES 199

JUSTICIA INTERNACIONAL*
CORTE PENAL INTERNACIONAL (CPI)
104 Estados han ratificado el Estatuto de Roma de la CPI.
100 países han suscrito «acuerdos de impunidad» con Estados Unidos, lo que
impide que los ciudadanos estadounidenses sean procesados.
Se han dictado 6 órdenes de detención.
3 situaciones son objeto de investigación: Norte de Uganda; República Demo-
crática del Congo y Darfur (Sudán).

TRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL PARA LA EX YUGOSLAVIA


161 personas han sido objeto de autos de procesamiento por violaciones graves
del derecho internacional humanitario.
TRIBUNAL ESPECIAL PARA SIERRA LEONA
10 personas están siendo enjuiciadas actualmente, entre ellas Charles Taylor,
que fue transferido al Tribunal Especial en marzo de 2006.
Todos los encausados se han declarado no culpables. Se los acusa de crímenes
de guerra, crímenes de la humanidad y otras violaciones del derecho internacio-
nal humanitario.
TRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL PARA RUANDA
Se han dictado 27 sentencias contra 33 personas.

CRONOLÓGICA DE PROBLEMAS SOCIALES PROPORCIONADOS


POR AMNISTÍA INTERNACIONAL 2010

ENERO: 11-enero-10 (Guantánamo) Los países europeos deben tomar medi-


das concretas para contribuir a su cierre.22-enero-10 (Haiti) Estados Unidos y
la ONU deben garantizar la ayuda de emergencia.26-enero-2010 (Irak) Amnis-
tía Internacional condena la ejecución de “Alí el Químico”. 26-enero-10 (Haití)
Los derechos humanos deben estar en el centro de la ayuda humanitaria y de los
trabajos de reconstrucción. 26-enero-10 (Rumania) Las autoridades deben po-
ner fin a los desalojos forzosos de familias romaníes.26-enero-10 (Afganistán)
Durante las conversaciones con los talibanes, deben garantizarse los derechos
humanos. 27-enero-2010 (Burkina Faso) Están muriendo mujeres embaraza-
das a causa de la discriminación.29-enero-2010 (Marruecos/Sáhara occiden-
tal) Debe liberarse al oficial militar de 72 años.29-enero-2010 (Rusia) Las au-
toridades deben respetar el derecho a la libertad de reunión pacífica.

ABRIL: 1-abril-10 (Territorios Palestinos Ocupados) Hamás no debe reali-


zar ejecuciones en Gaza. 8-abril-10 (España) Proceso al juez Garzón: ¿dónde
están los derechos de miles de víctimas de desaparición forzada? 12-abril-10
(Europa) Europa no debe aceptar “garantías diplomáticas” contra la tortura.
21-abril-10 (Europa) La prohibición de velos que cubren todo el rostro vulne-
200 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

raría el derecho internacional de los derechos humanos.22-abril-10) (España)


Las personas tienen derecho a decidir sobre el uso del velo sin sufrir discrimina-
ción. 30-abril-10 (Brasil) El Tribunal Supremo confirma la ley que protege a los
torturadores. 30-abril-10 (Cuba) Las autoridades deben respetar la libertad de
prensa.30-abril-10 (España) El gobierno sigue sin cumplir la Ley de comercio
de armas aprobada en 2007.

MAYO:10-mayo-10 (China) No existe el Estado de derecho si los abogados


defensores no pueden desempeñar su legítima función.17-mayo-2010 (Tailan-
dia) El ejército debe poner fin al uso imprudente de los medios letales.20-ma-
yo-2010 (Malawi) Condenada una pareja a 14 años de trabajos forzados por
“ultraje contra la moral pública”.
20-mayo-2010 (Albania) Día Nacional de las Personas Huérfanas. Los jó-
venes que salen de las instituciones de asistencia social necesitan dignidad y
vivienda.27-mayo-10) Informe Anual 2010. La brecha abierta por los gobier-
nos en la justicia global condena a millones de personas a sufrir abusos. 31-
mayo-10 (Israel y Territorios Ocupados) Hay que investigar los homicidios
israelíes de activistas de la flotilla de Gaza.
4.  POBLACIONES, INSTITUCIONES
Y CAMBIOS SOCIALES
LECTURA: ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN EN EL MUNDO AVAN-
ZADO Y EN EL MUNDO EN DESARROLLO

LECTURA 1ª ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN MUNDIAL


Fuente: World Population Prospects : the 2002 revisor.
www.marista.edu.mxl/.../33/envejecimiento-de-la-poblacion-mundial

La disminución de la natalidad y el progresivo aumento de la esperanza de


vida de las personas impactan directamente en la composición por edades de la
población, al reducir relativamente el número de personas en las edades más
jóvenes y engrosar los sectores con edades más avanzadas.
La natalidad disminuyó entre los años 1950 y 2000 de 37.6 a 22.7 naci-
mientos por cada mil habitantes; mientras que la mortalidad pasó de 19.6 de-
funciones por cada mil habitantes a 9.2, en el mismo periodo. Esta transforma-
ción, que ha adoptado el nombre de transición demográfica, ha provocado un
progresivo aumento del tamaño de la población mundial y, simultáneamente,
su envejecimiento.
Asimismo, se espera que los niveles de natalidad y mortalidad, continúen
disminuyendo en la primera mitad del siglo en curso. La primera disminuirá
hasta alcanzar 13.7 nacimientos por cada mil habitantes en 2050; mientras que
la mortalidad se espera que alcance sus menores niveles alrededor del año 2015
(9 defunciones por cada mil habitantes) y a partir de ese momento aumente hasta
alcanzar 10.4 en 2050, en estrecha relación con el incremento de la población de
edades avanzadas.
204 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Transición demográfica mundial, 1950-2050


Tasa (por mil habitantes)
40
36
32
28
Natalidad
24
20
16
12 Mortalidad

8
4
1950  1960  1970  1980  1990  2000  2012  2020  2030  2040  2050
Año

Fuente:World
Fuente: WorldPopulation
PopulationProspects:
Prospects:The
The2002
2002Revision.
Revision.

Tendencias demográficas:
La vida promedio de la población está aumentando y lo seguirá haciendo
en las décadas por venir. Los cambios en la mortalidad de la población mundial
se reflejan en una mayor sobrevivencia, la cual aumentará considerablemente en
la primera mitad de este siglo, al pasar de alrededor de 65 años en 2000-2005 a
74 años en 2045-2050. Actualmente, la esperanza de vida de las mujeres (67.6)
es superior en alrededor de cinco años a las que registran los varones (63.3).
Cabe resaltar que en los países más desarrollados, la esperanza de vida al naci-
miento promedio es de casi 76 años en el quinquenio 2000-2005 la cual podría
aumentar a 81 años a mediados de este siglo, a la vez que en los países en desa-
rrollo se estima que aumentará de 63.4 a 73.1, durante el mismo período.
La población mundial aumentará de manera muy importante en las próxi-
mas décadas. Durante la mayor parte de la historia de la humanidad la población
creció muy lentamente. Se estima que la población mundial alcanzó los primeros
mil millones alrededor del año 1810. Le tomó 120 años agregar otros mil millo-
nes, por lo que en 1930 sobrepasó los 2 mil millones. Treinta años después, hacia
1960, la población de la tierra superó 3 mil millones. Los siguientes mil millones
se agregaron en quince años (1975), doce años después —en 1987— se llegó a
5 mil millones y en otro lapso similar —en 2000— alcanzó los 6 mil millones.
Debido a la reducción del ritmo de crecimiento demográfico mundial, se estima
que la población del orbe alcanzará su máximo tamaño algunos años después de
2050, con una población aproximada de 9 mil millones.
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 205

Población mundial, 1950-2050


Población (miles de millones)
10

2
1950  1960  1970  1980  1990  2000  2012  2020  2030  2040  2050
Año

Fuente: World Population Prospects: The 2002 Revision.

La población mundial avanza hacia un proceso acelerado de envejeci-


miento. Además de los cambios en su magnitud, la población mundial avanza
paulatinamente hacia el envejecimiento de su estructura por edades.
Una de cada cinco personas en el mundo serán adultos mayores. Entre
1950 y 1980 el porcentaje de adultos mayores con respecto a la población to-
tal se mantuvo alrededor de ocho por ciento, mientras que en 2000 ascendió a
diez por ciento. Bajo las tendencias previstas del envejecimiento demográfico
mundial, se estima que en 2030 este porcentaje ascienda a 16.6 por ciento y en
2050 a 21.4 por ciento. En otras palabras, mientras que en 2000 una de cada diez
personas en el mundo era un adulto mayor, a mitad de siglo será una de cada
cinco. Entre los adultos mayores el grupo que crece a un mayor ritmo es el de
las personas de más edad. En 2000 había alrededor de dos adultos entre 60 y 69
años por cada adulto de 70 años o más; en 2050 esta razón se igualará e incluso
será ligeramente superior para las personas de edades más avanzadas.
Habrá cerca de dos mil millones de adultos mayores en 2050. Los incremen-
tos absolutos en el número de adultos mayores son cada vez mayores. Mientras
que en la década 1950-1960 se integraron al grupo de 60 años y más cuatro mi-
llones de personas al año, en la primera década de este siglo esta cifra ascenderá
a más de quince millones, alcanzando una cifra máxima de 32.6 millones anuales
en la década de 2030. La tasa anual de crecimiento de este grupo en la actualidad
es de 2.2 por ciento, y llegará a ser hasta de tres por ciento en la segunda década
del siglo xxi. Debido a esta dinámica, el número de adultos mayores se triplicó
206 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

entre 1950 y 2000, pasando de 205.3 a 606.4 millones. Asimismo, se espera que
aumente a 1 348.3 millones en 2030 y a 1 907.3 millones en 2050.

Población mundial de 60 años y más, 1950-2050


Millones
2000

1500

1000

500

0
1950  1960  1970  1980  1990  2000  2012  2020  2030  2040  2050
60-69 años    70 y más

Fuente: World Population Prospects: The 2002 Revision.

El momento de inicio y el ritmo de la transición demográfica han sido


diferentes en las regiones del mundo; actualmente los países de mayor de-
sarrollo se encuentran en sus etapas finales. La población de los países más
desarrollados para el año 2005 se estima en 1.208 millones, con tasas anuales
de crecimiento cercanas a 0.25 por ciento. Según la hipótesis “media” de la Di-
visión de Población de las Naciones Unidas, alcanzará 1.242 millones en 2029,
año en que comenzará a registrar tasas de crecimiento negativas, hasta reducirse
a 1.220 millones en 2050. Sus niveles de fecundidad actuales se sitúan en 1.6
hijos por mujer, muy por debajo del número necesario para lograr el reemplazo
generacional (2.1 hijos); en cambio, sus esperanzas de vida (76 años de prome-
dio) son las más elevadas del planeta.
Por su parte, en los países en desarrollo la tasa de crecimiento anual es de
1.5 por ciento, lo que todavía representa un ritmo de crecimiento considerable.
Se estima que a mediados del siglo xxi se reduzca a 0.4 por ciento, un nivel aún
muy superior de lo que presentan los países más desarrollados en la actualidad.
La tasa global de fecundidad de los países en desarrollo asciende en la actualidad
a 2.9 hijos promedio por mujer, mientras que la esperanza de vida alcanza 63.4
años. Se prevé que su población, que es de 5.245 millones, aumentará en 2050
a 7.699 millones.
Por último, en los países menos desarrollados del mundo el crecimiento de
la población es aún muy elevado con una tasa anual de 2.4 por ciento. Agrupan a
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 207

753 millones de personas y se estima que llegarán a la mitad del siglo con 1.374
millones. Su nivel de fecundidad es el más alto del planeta, con una tasa global
de fecundidad promedio de 5.1 hijos por mujer. A su vez, registran las menores
esperazas de vida (49.6 años).
Actualmente los países desarrollados tienen las poblaciones más enveje-
cidas; pero en unas cuantas décadas muchos países en desarrollo alcanzarán
esos niveles de envejecimiento. El envejecimiento de la población también se
aprecia en la proporción que representa el grupo de 60 años y más respecto al to-
tal de habitantes de los países. Los países europeos, junto con Japón, son los que
se encuentran más avanzados en este proceso. En la mayoría de ellos al menos
una de cada cinco personas tiene 60 años de edad o más. Se estima que para 2050
alrededor de uno de cada tres sean adultos mayores en esos países. Mientras que
en muchas regiones de las regiones menos desarrolladas los adultos mayores
representarán a más de uno de cada cuatro habitantes.
Todos los países, en menor o mayor medida, enfrentarán un proceso de
envejecimiento en las próximas décadas. A pesar de las diferencias, todos los
países apuntan a tener mayores proporciones de adultos mayores. En el año
2000, uno de cada diez países tenía una población de adultos mayores que supe-
raba o igualaba a 20 por ciento; mientras que en 2050 serán alrededor de seis de
cada diez, como se hace evidente en el último mapa. A excepción de la mayor
parte de los países africanos, donde la transición demográfica está actualmente
en un proceso incipiente, el resto de los países estarán enfrentando un envejeci-
miento avanzado de su población.
Cerca de 80 por ciento de los adultos mayores residirán en los países me-
nos desarrollados. La mayoría de los adultos mayores se encuentra en los países
menos desarrollados, a pesar de que éstos se sitúan en una fase menos avanzada
del proceso de envejecimiento demográfico. En 2000, el número de adultos ma-
yores en los países menos desarrollados alcanzó 375 millones, lo que equivale a
62 por ciento del total de adultos mayores en el mundo, pero sólo a 7.7 por ciento
de la población de estos países. En cambio, 232 millones de adultos mayores
residían en los países desarrollados, sólo 38 por ciento de la población mundial
mayor de 60 años, pero 19.4 por ciento de su población total. Se espera que el
porcentaje de adultos mayores que reside en países en desarrollo se incremente
aún más en las próximas décadas, de tal forma que casi 80 por ciento de los
1.900 millones de personas de 60 años o más que habrá en 2050 residirá en los
países que hoy tienen menores niveles de desarrollo.

LECTURA 2ª ENVEJECIMIENTO Y CICLO DE VIDA


http://www.who.int/features/factfiles/ageing/es/
Organización Mundial de la Salud (OMS)

Envejecimiento y ciclo de vida (7 de Septiembre 2011)


Una vida larga es un signo de buena salud. El envejecimiento de la pobla-
ción mundial, tanto en o en los países en desarrollo, es un indicador de la mejora
208 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

de la salud mundial. La población mundial de 60 años o más es de 650 millones,


y se calcula que en 2050 alcanzará los 2000 millones.
Sin embargo, esta tendencia positiva se acompaña de retos sanitarios es-
peciales para el siglo xxi. Es imprescindible preparar a los dispensadores de
atención sanitaria y a las sociedades para que atiendan las necesidades de las
poblaciones mayores: formación de los profesionales sanitarios en la atención a
estas personas; prevención y tratamiento de las enfermedades crónicas asociadas
a la edad; formulación de políticas sostenibles en materia de atención a largo
plazo, atención paliativa, y desarrollo de servicios y entornos adaptados a las
necesidades de las personas mayores.

Datos y cifras:
La población mundial de 60 años o más es el grupo etario de crecimiento
más rápido.El envejecimiento es un fenómeno mundial. En 2050, aproximada-
mente un 80% de las personas mayores vivirán en países menos desarrollados.
El envejecimiento de la población corre paralelo a la urbanización rápida: en
2007 más de la mitad de la población mundial vivía en ciudades y se calcula que
en 2030 la cifra será superior al 60%.
El envejecimiento de la población es un triunfo de la sociedad moderna.
Refleja la mejora de la salud mundial, pero también plantea retos especiales
para el siglo, tanto en los países en desarrollo como en los países desarrollados.
La esperanza de vida en países como el Japón y Francia era superior a 80 años
ya en 2005, y también está aumentando en los países en desarrollo. Por ejemplo
un niño que nazca hoy en Chile, Costa Rica, Jamaica, el Líbano, Sri Lanka o
Tailandia puede esperar una vida de más de 70 años.
En el mundo, hay grandes diferencias con respecto a la esperanza de vida
al nacer. Sigue habiendo grandes desigualdades sanitarias, como demuestran
las diferencias con respecto a la esperanza de vida al nacer. Por ejemplo, mien-
tras que en el Japón, el país con mayor esperanza de vida, es de 82,2 años, en
varios países africanos la cifra puede llegar a ser de 40 años menos.
También hay importantes desigualdades dentro de un mismo país. Por
ejemplo, en los Estados Unidos de América los grupos socioeconómicos más
favorecidos tienen una esperanza de vida hasta 20 años mayor que los menos
favorecidos.
En 2050, cerca del 80% de las muertes corresponderán a personas ma-
yores de más de 60 años.Los gastos sanitarios aumentan con la edad y se con-
centran en el último año de vida, pero cuanto más tarde muera una personas
menores serán los costos concentrados en ese período. El aplazamiento de la
edad de la muerte gracias a un envejecimiento saludable y a políticas apropiadas
para el final de la vida podría proporcionar grandes ahorros en materia de aten-
ción sanitaria.
La inversión en salud a lo largo de la vida produce dividendos a cual-
quier sociedad. Las personas mayores también representan un recurso para sus
familias, comunidades y economías. Muy pocas veces es demasiado tarde para
cambiar comportamientos de riesgo y promover la salud. Por ejemplo, el riesgo
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 209

de muerte prematura disminuye en un 50% si se deja de fumar entre los 60 y los


75 años.
Para promover la salud, prevenir la enfermedad y tratar las enfermedades
crónicas es fundamental una atención primaria eficaz a las personas mayores.
En general, la formación de los profesionales sanitarios tiene un pequeño o nulo
contenido en materia de atención a las personas mayores. Sin embargo, el tiem-
po que pasan atendiendo a este sector de la población va en aumento. La OMS
sostiene que todos los prestadores de atención sanitaria deben poseer formación
geriátrica, independientemente de cuál sea su profesión.
Los desastres y las emergencias tienen un gran impacto en los ancianos.
Por ejemplo, el mayor porcentaje de muertes causadas por el tsunami de 2004 en
Indonesia se registró en los mayores de 60 años, y la mayoría de los fallecidos
a consecuencia de la ola de calor registrada en Europa en 2003 fueron mayores
de 70 años. Hay una necesidad urgente de políticas para proteger a las personas
mayores durante las emergencias.
El riesgo de sufrir caídas aumenta en las personas mayores, para quienes
los traumatismos tienen consecuencias mucho más graves.Los costos sanita-
rios, humanos y económicos son importantes. En Australia, el costo medio para
el sistema de salud ocasionado por los traumatismos relacionados con caídas en
mayores de 65 años fue de US$ 3611 en 2001-2002.
El maltrato de los ancianos está aumentando a medida que la población
envejece y cambia la dinámica social. La OMS calcula que entre un 4% y un 6%
de las personas mayores han sufrido alguna forma de maltrato: físico, psicológi-
co, emocional, financiero o debido a negligencias. El maltrato de los ancianos es
una violación de los derechos humanos.
 

4.1.  POBLACIONES, CRECIMIENTO Y ASENTAMIENTOS HUMANOS

Para observar las sociedades resulta imprescindible conocer las características


de sus poblaciones, su composición y distribución en las áreas donde se han asenta-
do, y a partir de ahí, sondear en aquellos aspectos de su realidad social, plasmados
en comportamientos sociales, o mejor dicho, fenómenos sociales. La mirada so-
ciológica se detiene, pues, en el estudio de las poblaciones, la funcionalidad de las
instituciones, los cambios que han experimentado y las interacciones sociales que
suelen dar formas a la vida cotidiana. De estos contextos van a surgir los problemas
sociales que reproducirán en gran parte las funcionalidades y disfuncionalidades de
los individuos, las instituciones, los cambios acaecidos y las interacciones sociales
cronificadas en muchos casos en conflictos sociales.
Para estudiar las poblaciones hay que tener en cuenta también el medio geo-
gráfico en el que se encuentran las comunidades humanas, porque son los asenta-
mientos —hábitats— donde se han adaptado los miembros de las sociedades para
vivir, y en esa inmersión al medio se produce una interacción que está marcada
por el espacio físico, geográfico y climático, y por la interacción con esas áreas
que sufren una transformación, debido al acomodo que requieren las personas para
210 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

instalarse y desarrollar ahí la vida en sociedad. El hábitat es, por tanto, el ambiente
material de la cultura que posee los contornos propios de los pueblos que lo habitan
y del condicionante externo medioambiental. Aquí se unen en una intersección la
antropología, la demografía, la geografía y la sociología para estudiar la influencia
que tiene el hábitat en la cultura de las poblaciones, y cómo, a su vez, influyen éstas
en los asentamientos elegidos para desarrollarse y crecer.
La terminología propia del hábitat aplicada a las comunidades humanas, es
un término que da cuenta del medio geográfico en el que éstas residen, y con la
influencia del medio natural tales como el clima, la altitud y la topografía. Además,
en los hábitats de las comunidades humanas cohabitan dos áreas, la rural y la ur-
bana, que son el medio social que contienen las diferentes culturas. Lo rural está
más próximo a la naturaleza y a sus ritmos, y se relaciona más con el tipo de vida
grupal de las comunidades, y fue precisamente Ferdinand Tönnies quien trabajó en
profundidad este concepto en su obra: Gemeinschaft und Geselchaft —Comunidad
y Sociedad— en 1887, que son una de las palabras claves en la teoría sociológica.

En la comunidad —Gemeinschaft—, se concentran, pues, un número de


personas dentro de un área territorial delimitada, para satisfacer las necesi-
dades cotidianas, donde activan el sistema de relaciones interdependientes.
Es una unidad social y local, con identificación grupal, que aunque provea a
sus miembros de las necesidades básicas, no necesariamente comprende una
entidad política, si bien sus ocupantes experimentan el sentimiento de com-
partir intereses y objetivos semejantes. Pero, para Tönnies ¿qué caracterís-
ticas de vida comprendía este tipo de vida social? Schoeck nos explica que
este sociólogo «quería deducir la llamada vida social en sentido restringido
y estricto: La comunidad es la auténtica vida en común, adecuada al hombre.
Según Tönnies objeto de la vida social son únicamente las relaciones positivas
de los hombres y de las asociaciones humanas (el darse a conocer por primera
vez, el trato, la amistad). Sin la memoria y el lenguaje no habría solidaridad.
Para Tönnies las relaciones sociales entre dos personas son aquellas en las que
cada una se siente obligada a prestar a la otra diversos servicios concretos e
igualmente es consciente de su derecho a otros servicios prestados. Por tanto,
la relación misma es considerada por cada una de las personas participantes
como un medio para realizar estos servicios públicos... La comunidad única-
mente se puede convertir en sociedad. La sociedad procede de la comunidad»
(1973: 120-121). Aparecen, pues, otros conceptos que se unen a este bloque
como el de comunidad biótica, comunidad campesina, desarrollo de la comu-
nidad y comunidad rural, siendo esta última una forma de asociación que se
establece entre una serie de personas y sus instituciones que están dentro de un
área local, y se encuentran viviendo en granjas dispersas y en una aldea, que
sirve de punto de encuentro para las actividades comunes. Asimismo, se añade
el vocablo pueblo que representa un pequeño núcleo de población, más grande
que la aldea anteriormente mencionada, o un poco más pequeña que una villa,
sin embargo, es más pequeño que una ciudad, constituye, por tanto, un punto
de reunión de un área comercial rural.
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 211

En realidad, la parte de la sociología que se encarga de estudiar la influencia


del hábitat rural, y todos los procesos que ahí tienen lugar, es la Sociología Ru-
ral, que efectúa estudios sociológicos precisamente de las comunidades rurales
y de la vida rural que ahí existe, y todo ello bien sea en las sociedades agrícolas,
bien en las sociedades industrializadas. Aquí se busca el desarrollo de principios
generales, así como la aplicación de principios sociológicos para resolver los
problemas de las comunidades rurales. Garcia-Sanz en su obra La sociedad rural
ante el siglo xxi (1998) efectúa diversas matizaciones sobre la sociedad rural, al
comprobar que este concepto para algunas tendencias se aleja de manera progre-
siva de la sociedad rural tradicional y, en cambio, la aproximan al modelo de so-
ciedad urbana, incluso se llega a confirmar el convencimiento de la desaparición
de dicha sociedad.
En las aproximaciones teóricas y analíticas que efectúa García-Sanz especifica
minuciosamente la ruptura entre lo agrario y lo rural, y nos señala que él entiende
por agrario una forma de actividad que tiene como base una intensa relación de
las personas con la naturaleza. «Extensivamente la sociedad agraria sería aquella
en la que predomina esta forma de actividad; se engloba en este término tanto la
actividad propiamente agraria, así como la ganadería, la forestal y la pesquera, no
se incluiría la actividad de transformación de los productos agrarios, aunque se vin-
cula de forma cada vez más reiterada e insistente a las industrias agroalimentarias,
pero no necesariamente al mundo rural. Lo rural o la sociedad rural, en una prime-
ra aproximación, vendría a ser una forma de vida que abarca a todos los miembros
que viven en una colectividad rural, trabajen en la agricultura o en otras actividades
diferentes. Formarían, también, parte de esta colectividad esa población activa cada
vez más numerosa, que vive o reside en una localidad rural, aunque diariamente
se trasladase a otras localidades rurales o urbanas, para realizar sus actividades
laborales» (1998:39-40).
Se aprecia que en otras etapas, la sociedad rural era eminentemente agraria,
y este sector influía su poder en toda la actividad del mundo rural, de manera que
todo giraba en torno a la agricultura, y eran los agricultores los que ejercían el con-
trol, prácticamente de la vida de la comunidad. La ciencia sociológica, por tanto,
estudia sus problemas específicos, las articulaciones entre la economía agraria con
la sociedad rural, las diferencias y semejanzas con respecto a la sociedad global,
además de los temas de la cultura tradicional. Del mismo modo, la ciencia antropo-
lógica tiene su interés en los aspectos marginales de la ruralidad, la explicación de
los ritos y las expresiones simbólicas de la vida de la comunidad, y la ciencia eco-
nómica se centra, a este respecto, en los problemas de la integración de la agricultu-
ra en el sistema capitalista, las transformaciones experimentadas de las economías
de subsistencia en las economías de mercado, o los problemas de la modernización
de las explotaciones agrarias.
Los cambios provenientes de los procesos de modernización, y globalización
han transformado la agricultura y las sociedades rurales, y aparecen sociedades ru-
rales tradicionales quebradas que llevan a la desruralización —pérdida cuantitativa
del mundo rural en relación al mundo no rural—, y a la consolidación en sociedades
urbanas, que reciben poblaciones jóvenes, llamadas neorrurales para asentarse en
212 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

los medios rurales y crear nuevas alternativas a la economía en general —agricultu-


ra alternativa, artesanía y servicios—, que estrenan otras formas de relación de las
personas con el medioambiente. Surgen, por tanto, nuevas identidades rurales y una
importante recuperación demográfica en dichos asentamientos, y el fortalecimiento
de nuevas alternativas de vida socioeconómica —buenas perspectivas económicas
(Turismo Rural), mejora de los abastecimientos y saneamientos de la vivienda rural
y modernización en general—.
En consecuencia, la sociedad rural modernizada converge con el estereotipo de
la cultura moderna, y recupera su patrimonio histórico cultural, las tradiciones en
un nuevo sistema de convivencia que ha recuperado los lazos con su pasado. En
estos procesos de reestructuración García-Sanz recaba en los estudios de la OCDE
que lo «rural es una noción que da cuenta de ciertas partes del territorio que con-
tienen poblaciones de baja intensidad y con sus peculiaridades socioeconómicas,
donde se delimitan el tamaño de las unidades territoriales y los niveles de jerarquía
geográfica», y «en cuanto a los niveles, se suelen distinguir dos, el local y el regio-
nal; los criterios atienden básicamente al tamaño de la población, a la densidad, a la
intensidad de los intercambios, y a la actividad agraria; y los umbrales poblaciona-
les son muy variados y se extienden desde los 1000 habitantes en Australia, hasta
los 10.000 en Italia; lo más frecuente es considerar como rural las poblaciones
inferiores a 2000 habitantes» (1998:52).
En suma, las transformaciones experimentadas en los espacios rurales dispo-
nen de un tipo de vida social caracterizado —según Kayser (1990)— por el predo-
minio de los paisajes vegetales, con una densidad de población relativamente débil,
el uso del suelo con predominio agro-silvo-pastoril, un tipo de vida perteneciente
a las comunidades pequeñas, con estrecho conocimiento entre las personas, que
consiguen alcanzar fuertes lazos sociales, un acoplamiento con el medio ecológico
y una identidad relacionada con las culturas campesinas. Lo rural es, pues, una for-
ma de hábitat que da cuenta de pequeños núcleos de población ahí adscrita, donde
los rasgos físicos de la comunidad de Tönnies están presentes, e interactúan con el
mundo tecnológico más avanzado, donde los conceptos de ecosistema, ecología
social y similares revitaliza sustancialmente las formas de existencia de la vida
social de lo rural.

La otra palabra clave es el concepto de Sociedad/Asociación de Tönnies —


Gesellschaft—, que son formaciones basadas más en intereses utilitaristas, en
los que el individuo considera al resto de los individuos no como fines en sí, sino
como medios para lograr dichos fines. Sus miembros se conocen impersonal-
mente, y comparten su vida externa y pública, y en varias ocasiones de manera
contractual. La pertenencia al grupo es valorada con otras perspectivas que la de
los individuos pertenecientes a la comunidad —Gemeinschaft— cuyas forma-
ciones sociales se basan en el sentimiento, se conocen personalmente, participan
mutuamente en sus vidas privadas, y los individuos consideran a los otros como
un fin en sí mismos, el grupo primario es predominante. En cambio, en la socie-
dad predomina la complejidad y la impersonalidad, y los grupos existen con un
sistema de objetivos que trascienden al de los grupos primarios.
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 213

Son, por tanto, grupos secundarios o asociaciones pertenecientes a forma-


ciones sociales utilitaristas. En general, a la sociedad se le caracteriza por el tipo
de vida contractual, típica de las grandes ciudades, que se convierten en cosmo-
politas, y mientras en la comunidad predominan las ocupaciones de la economía
doméstica, la agricultura y el arte, donde alcanza gran fuerza la vida familiar y
la vida rural, en la sociedad surge con mucho poder el comercio, la industria, la
ciencia y la tecnología, con un estilo de vida urbano, caracterizado por la diver-
sidad de modos de convivencia que coexisten entre sí, con un ritmo de vida im-
personal y más bien trepidante. Por tanto, la ciudad y la sociedad urbana son los
rasgos típicos de la sociedad que perfila Tönnies, donde lo urbano alcanza unos
niveles altos de desarrollo y expansión.

El hábitat urbano contiene principalmente la definición de la sociedad ur-


bana y la especialidad de la Sociología Urbana. Las peculiaridades de la so-
ciedad urbana proyectan las características que tienen las poblaciones hete-
rogéneas, con frecuentes relaciones con otras sociedades por el comercio, las
comunicaciones, una compleja división del trabajo, el predominio de los inte-
reses seculares sobre los sagrados, la organización racional de la conducta para
conseguir metas dadas, ligero abandono de los criterios y normas tradicionales,
incremento de las relaciones sociales impersonales y contractuales, etc., y que
entronca con la sociología urbana, dedicada al estudio de la vida social y de las
organizaciones urbanas.
La comunidad —sociedad rural, Sociología Rural— y la sociedad —so-
ciedad urbana, Sociología Urbana— emplean la demografía para estudiar el
tamaño, composición y distribución de las poblaciones en sus hábitats rurales y
urbanos. Las poblaciones son los componentes básicos de estudio de la ciencia
sociológica, y se entiende por población a todas las personas que residen en un
área geográfica, un Estado, una nación o un área metropolitana. Por tanto, el
estudio de las poblaciones nos lleva al campo de la demografía, si bien, algunos
estudiosos optan por limitar el término demografía, y prefieren utilizar el voca-
blo Estudios de Población, que se centra en el estudio de la interrelación entre
la composición y la distribución de la población, con un elenco de variables
sociales y económicas y, en muchos casos, esta tipología de estudio se califica
como demografía social.
Ahora bien, la precisión que conlleva la observación de las poblaciones, re-
quiere indudablemente entrar en el territorio de la demografía, porque es el estudio
del tamaño, composición y distribución de la población y de las pautas de cambio
que acontecen en su interior. Y, más concretamente, efectúa estudios de las estadís-
ticas vitales, es decir, el estudio de las tasas de natalidad y mortalidad, y de las me-
didas estadísticas relacionadas. Lo que sucede, pues, es que al analizar e interpretar
las estadísticas demográficas, se transforman en demografía social, o si se prefiere,
Estudios de Población.
A este respecto, Bottomore (1978:101) afirma que «la Demografía también
ha entrado en el terreno de la geografía humana y de la sociología urbana, con el
estudio de fenómenos sociales relacionados con la concentración de la población.
214 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Las primeras características son la existencia de zonas y sectores particulares en


las áreas urbanas, diferenciados por rasgos económicos, técnicos, clasistas, etc., las
diferencias entre las zonas urbanas y rurales respecto de fenómenos como el delito,
el divorcio y el suicidio y, más generalmente, las diferencias en los tipos de relación
social y de perspectivas culturales. La noción de zonas y sectores urbanos fueron
desarrolladas por R.E. Park, E.W. Burguess y otros miembros de lo que se dio en
llamar escuela ecológica en los Estados Unidos». De aquí surge la palabra clave de
la teoría sociológica de Park.

Ecología humana (human ecology): Park. Es el estudio de la organización


humana, respecto a la organización que resulta de la lucha por la existencia y ba-
sado en la cooperación competitiva impersonal y no planeada. Park fue el primer
sociólogo en intentar aplicar sistemáticamente el modelo teórico de la ecología
vegetal y animal al estudio de las comunidades humanas.

En general, la composición y distribución de la población requiere investigar


una serie de variables —la fertilidad, la mortalidad, la edad, el sexo, tamaño de los
matrimonios, los divorcios, tamaño de la familia, la educación, la raza, el desem-
pleo, el analfabetismo, la distribución ocupacional, las migraciones, la densidad
de población, las tasas delictivas y demás. Y para comprender mejor los conceptos
básicos de demografía se destacan las características demográficas de la población
más importantes, a saber:

1.Nacen más varones que mujeres.


2.La mortalidad masculina siempre es mayor.
3.La esperanza de vida siempre es mayor en las mujeres.

Lucas Marín y Romero Moñivas (2006:100-102) ubican etimológicamente a la


demografía como el estudio del pueblo —intento científico de analizar la estructura
y los procesos de cambio de las poblaciones—. Asímismo, y basados en fuentes
recomendadas (Arroyo Pérez, 2003; Leal Maldonado, 2004; Nadal, 1991; Weeks,
1993), exponen que se admiten tres factores o componentes básicos de las pobla-
ciones —la natalidad, la mortalidad y las migraciones—, y su estudio nos aporta
la estructura demográfica de las sociedades, de manera que se puede detectar si las
sociedades han cambiado, están estancadas, han crecido o están disminuyendo, y
para un conocimiento más detallado se exponen los conceptos básicos de demogra-
fía que estos profesores recomiendan, a saber:

— Fertilidad: es el número de hijos que le es biológicamente posible producir


a una mujer. Es, por tanto, una medida de la capacidad potencial de las mujeres de
tener hijos. Su contrario es esterilidad o infecundidad.
— Fecundidad: es el promedio de hijos nacidos vivos de las mujeres que están
en edad de procrear en una sociedad. Por tanto, mientras que la fertilidad es una
capacidad potencial, la fecundidad es una realización efectiva. Así, la infecundidad
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 215

en una sociedad no tiene porqué deberse a la esterilidad, puesto que las razones
pueden ser de tipo económico, cultural...
— Tasa bruta de natalidad: es el número de nacimientos vivos por cada 1.000
habitantes durante un año en el conjunto de una población dada.
— Tasa bruta de mortalidad: es el número de muertes por cada 1.000 habitan-
tes durante un año en el conjunto de una población dada.
— Tasa de mortalidad infantil: es el número de fallecimientos de niños y niñas
de cumplir el año de edad, por cada 1.000 niños nacidos en un año.
— Esperanza de vida: es el número de años que por término medio se espera
que viva una persona. Este índice varía de unas sociedades a otras y de unas épocas
históricas a otras, debido a la mejora de la sanidad, de la alimentación, de la segu-
ridad... Las esperanzas de vida se pueden calcular al nacer o para las personas de
una determinada edad.
— Duración de la vida: es el máximo número de años que pueden vivir los
humanos. Este índice, que no debe confundirse con el anterior, no ha cambiado
demasiado a lo largo de los siglos.
— Emigración: es la acción de marchar fuera de un país o población a otro. El
índice se mide desde el país del que salen las personas. La tasa de inmigración nos
indica el tanto por ciento de inmigrantes del total de la población.
— Inmigración: se refiere a la gente que viene a un país desde otro. El índice
se mide desde el país que recibe a las personas.
— Tasa neta de emigración: es la diferencia entre el número de personas que
se marchan y los que llegan cada año, por cada 1.000 habitantes.

Ronald Pressat (1983) en su obra Los métodos en demografía, estudia las fuen-
tes de investigación demográfica y sitúa cinco fuentes principalmente: el censo, el
registro civil, los registros de población, las encuestas y sondeos, y la observación
prospectiva y retrospectiva. El censo facilita conocer en una determinada fecha,
los efectivos de población en una zona territorial, según las variables básicas de la
edad, el sexo, el estado civil, ocupación etc., estos datos se registran en un cues-
tionario por agentes del censo o por las personas que tienen que rellenarlo a través
de internet. El registro civil es una fuente que recoge nacimientos, matrimonios,
fallecimientos y divorcios, y constituyen estadísticas que reflejan el movimiento
natural de la población.
La tercera fuente es la de los registros de población que consisten en confec-
cionar listas nominativas de los habitantes de un municipio, con sus datos —sexo,
fecha de nacimiento, estado civil, ocupación y demás—, y resulta útil para localizar
a la población, si bien no existen en todos los países. Las encuestas y los sondeos
suponen la cuarta fuente que recopilan información de determinados temas de inte-
rés que, además, atienden a paliar las insuficiencias de información que pudiera ha-
ber en las anteriores fuentes. Y, finalmente, las fuentes de observación prospectiva
y retrospectiva basada en la biografía de los individuos, bien según se sucedan los
acontecimientos, bien registrando datos a través de un interrogatorio de los sucesos
del pasado.
216 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Una de las herramientas más útiles que utiliza esta ciencia es la pirámide
de edad, que es un documento que detecta al igual que un sismógrafo, las in-
cidencias que ha tenido una población a lo largo del tiempo. Así, por ejemplo,
se aprende a descifrar hechos históricos que han marcado la pirámide de una
población, cuando hay entrantes y salientes bruscos que dan cuenta de gue-
rras, hambrunas, migraciones, epidemias y otros acontecimientos y desastres
(Figura 4.1. y Figura 4.2.), datos de las Naciones Unidas, División de Pobla-
ción, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, 2007). En realidad, la
pirámide de edad permite distribuir a una población determinada en un tiempo
concreto según la edad y el sexo —los hombres a la izquierda y las mujeres a
la derecha—, a tal efecto, se colocan los efectivos de población en abscisas y
ordenadas por grupos de edades. La forma que perfila normalmente suele ser la
de un triángulo, ya que la mortalidad reduce los efectivos de cada generación,
Figura
según la población va envejeciendo 4.1. Pirámide
y conforme de fenómenos
acaecen población mundial en 1998.
que provo-
can la mortalidad en los individuos.

Figura 4.1. Pirámide de población mundial Figura 4.2. Pirámide de población mundial
Figura 4.1. enPirámide
1998. de población mundial en 1998.
Figura Pirámide
4. 2.estimada parade población mundial estimada para 20
2050
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 217

En el poblamiento del mundo Pressat (1985:21-23) explica que «el verdadero


despegue demográfico de la población mundial se sitúa en los tiempos modernos,
tras casi una duplicación entre el nacimiento de Cristo y 1650, se produce otra entre
1650 y principios del siglo xix; en época reciente hay todavía otra duplicación en
sólo 60 años, entre 1900 y 1960 ... las características de la expansión demográfica
de nuestro planeta no se puede explicar solamente por la evolución de los medios
de subsistencia; sin duda éstos fijan un tope que la población no puede rebasar
durante mucho tiempo, pues el hambre interviene entonces como mecanismo regu-
lador ... pero también hay otros dos factores que ayudan a limitar el crecimiento de
la población: los desórdenes sociales y las epidemias. La guerra bajo sus diferentes
formas, fue el modo más característico de perturbación del precario orden social
existente en aquellos lejanos tiempos; sus formas eran muy variadas, baste con re-
cordar las invasiones de Gengis Kan, las de las tribus germánicas y, en época más
reciente, la guerra de los treinta años. Las epidemias son las que ocasionaron mayor
número de pérdidas humanas, especialmente las ocasionadas por la peste bajo su
forma más mortífera, la peste bubónica».
Concretamente, fue a partir del siglo xviii cuando se inician estudios moder-
nos sobre las poblaciones, lideradas principalmente por los economistas, como es
el caso de Malthus en su obra Primer ensayo sobre la población, en la que lanzó
la hipótesis de que la población del mundo crece en progresión geométrica, en
tanto que la de los alimentos crece en progresión aritmética, lo que llevó a nu-
merosos debates entre las relaciones que se producen en la población y los recur-
sos disponibles. Así, por ejemplo, se efectuaron críticas por parte de las teorías
socialistas y marxistas en el siguiente siglo —xix— en cuanto al rechazo de la
hipótesis que Malthus propició, y que la relacionaba por una causación meramen-
te biológica, y no se atendía, en cambio, a las explicaciones de los procesos de
producción capitalistas que requerían en aquel momento un número importante
de población y, más concretamente, una masa de personas en estado paupérrimo,
que equivalía a disponer de una mano de obra barata. Las reacciones ante el
control de la natalidad se han hecho muy patentes en las políticas de control del
número de hijos en países como China e India, y es el Estado el que asume dicha
responsabilidad.
Con las teorías malthusianas y la industrialización en marcha, aparece un pro-
ceso llamado transición demográfica, que es el resultado de la modernización
—industrialización de las sociedades—, en el que se producen cambios en la tasa
de crecimiento poblacional que reflejan la velocidad desigualdad, a través de las
cuales se transforman las tasas de natalidad y mortalidad. La transición demográ-
fica es, pues, un proceso que comprende cinco fases (Figura 4.3 , fuente: Enciclo-
pedia libre, 2007), y que los profesores Lucas Marín y Romero Moñivas estudian
entre los teóricos clásicos y entre los más actuales (Warren Thompson —en 1929—
, Frank Notenstein, Kingsley Davis, Trewartha, Clarke Boge, Weeks —1984—,
Haggett y Casas Torres —en 1982—).
218 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

La transición demográfica

Fase Fase Fase Fase Fase


1 2 3 4 5
45
40
35
Tasas (en %)

30
25
20
15
10
5
0

TN TM CP

La primera fase se sitúa en el período preindustrial —Fase 1.a, Estacionaria


alta—, en la que las tasas de natalidad y las de mortalidad se mantienen altas y
esto implica un crecimiento lento de la población o inexistente, sobre todo porque
la mortalidad supera la natalidad. No existe una planificación familiar determina-
da, además tener muchos hijos equivale a disponer de un valor económico, con el
que se podía hacer frente a las situaciones difíciles en esta etapa preindustrial, que
paliaba, entre otras cosas, la probabilidad debilitada de que los niños llegasen a una
edad adulta. Los factores que inciden en las altas tasas de mortalidad se hallan en el
bajo desarrollo que estas sociedades tienen de las condiciones de vida y de medios
médicos e higiénicos que pudiesen hacer frente a las enfermedades infecciosas, la
aparición de plagas periódicas, y las catástrofes naturales. En esta fase se encuen-
tran todavía algunos países de África meridional (Lesotho, Bostwana, Swazilandia,
Sudáfrica y Mauricio.
En una segunda fase, la industrial temprano —Fase 2.a, Expansión primera—,
el proceso de industrialización conlleva métodos sanitarios y medicinales avanza-
dos que inciden en el descenso de la mortalidad, si bien, todavía se mantiene alta la
tasa de natalidad, que ocasiona un rápido crecimiento de la población, y es en este
período donde surgen las teorías de Malthus y el pesimismo que conllevaban. Se
aprecia, por tanto, que casi todas las sociedades con poco desarrollo económico se
encuentran todavía en esta segunda fase, de hecho se la denomina también fase de
expansión antigua o primitiva, porque apuntan todavía a sociedades que tienen una
alta fecundidad, con una mortalidad que está en descenso, y un ascenso en la tasa
de crecimiento, como son el caso de muchos países de África y de Asia.
La tercera fase es conocida por la fase industrial avanzada —Fase 3.a, de Ex-
pansión tardía, moderna o reciente— desciende la tasa de natalidad, y tanto la de
mortalidad como la de natalidad se equilibran en niveles bajos, y el crecimiento de
la población se regula en un crecimiento lento. Se observa que entre la tasa de nata-
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 219

lidad y la de mortalidad existe una brecha —brecha demográfica— en este período


de transición demográfica, y es siempre la tasa de mortalidad la que desciende
primero y más rapidamente que la de natalidad. Sucede, pues, que la mayoría de
los niños que nacen sobreviven hasta casi llegar a la edad adulta, y la crianza de
los niños empieza a ser costosa, porque han mejorado los niveles de vida, y aquí es
donde se produce un cambio importante en las sociedades, ya que el tener una gran
descendencia ya no es un recurso valioso en la economía, sino más bien una carga,
además las mujeres en esta etapa se incorporan al mercado de trabajo, lo que lleva a
tener un tamaño pequeño de familia, favorecida por disponer ya de varios métodos
de planificación familiar. En la actualidad, tenemos como ejemplo a las sociedades
de Latinoamérica.
La cuarta fase es más bien reciente, la posindustrial —Fase 4.a, Estacionaria
baja—, y se caracteriza porque la fecundidad y la mortalidad están reducidas y la
población se mantiene estacionaria. En efecto, la tasa de natalidad está controlada
por el estilo de vida moderno, en la que los miembros de las parejas salen a trabajar
fuera del hogar y es la pauta dominante que unido al coste que supone la crianza
de los hijos, reduce lo más posible el número de hijos en las familias actuales, esta
tendencia de crecimiento poblacional lento unida a la estabilidad de las tasas de
mortalidad genera el fenómeno del decremento natural, como es el caso de los
países europeos, América del Norte, Japón, Chile, etc.
En la quinta fase, los profesores Lucas Marín y Romero Moñivas (2006:106-
109) exponen que es una fase denominada de Declive —Fase 5.a, de Declive—,
que marca un panorama en el que la fecundidad es menor que la mortalidad, y
se pone como ejemplo la situación que presentan precisamente los países euro-
peos. Y entre las críticas en el modelo explicativo de la transición demográfi-
ca destacan la tendencia etnocéntrica —que explica fundamentalmente cambios
en la población europea—, la insuficiente atención a las relaciones sociales, la
despreocupación por las migraciones, la minusvaloración de las intervenciones
públicas, la interrogante que plantea la prioridad del crecimiento de la mortalidad
sobre la natalidad y, en definitiva, el situar a la tecnología como el motor de los
cambios demográficos.
En esta última crítica, los profesores Macionis y Plummer han dado la voz de
alarma en la conformación que ha alcanzado la estructura económica actual, y pro-
viene de las teorías de la modernización que han propiciado un desarrollo mundial
que separa cada vez más a los países industrializados opulentos de los no indus-
trializados que se sumergen en la pobreza. Por ello, afirman que «los teóricos de la
modernización son optimistas con respecto a la capacidad de la industrialización
para resolver los problemas de población que sufren los países pobres. Sin embar-
go, los críticos de esta teoría, especialmente los teóricos de la dependencia, afirman
que, muy al contrario, la estructura económica actual sólo tiene como consecuencia
la perpetuación de la pobreza en muchas partes del mundo. A no ser que se pro-
duzca una redistribución importante de los recursos globales, aseguran los teóricos
de la dependencia, nuestro planeta estará cada vez más dividido entre los países
industrializados opulentos, que disfrutan de un bajo crecimiento de población, y
220 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

los países desposeídos no industrializados, que lucharán en vano por alimentar a su


población en constante expansión» (1999:588).
Asímismo, las diferencias entre los países más ricos y más pobres, no solamen-
te estriban en la capacidad de desarrollo económico y tecnológico, sino también en
sus tendencias demográficas, ya que en las sociedades del norte, ricas y desarrolla-
das el crecimiento demográfico es bajo, conocido en demografía como crecimiento
cero de la población, que es el nivel de reproducción de una sociedad, 2,1 hijos por
mujer, y en España hasta 1,32 a fecha de 2004 según el Movimiento Natural de la
Población, INE, 2005—, que lleva a un descenso y envejecimiento de la población,
que sólo puede mejorarse, en parte, con el efecto de la inmigración. Según datos
recientes del Instituto Nacional de Estadística sobre Movimiento Natural de la Po-
blación, el número medio de hijos por mujer en España durante los seis primeros
meses de 2011 se situó en 1,38 niños. Y respecto a la edad media de maternidad se
sitúa en los 31,3 años, si bien existen diferencias entre las españolas que se sitúa
en los 32 años, mientras que en las extranjeras es de 28,8 años. En consecuencia
la diferencia en la tasa de natalidad es clara, ya que en las mujeres españolas es de
1,33 hijos, en tanto que las mujeres residentes de otros países es de hasta 1,65 hijos
por madre.
Al otro lado tenemos a las sociedades del sur, pobres, con un crecimiento
demográfico alto, que se sitúan en la segunda fase —la mayor parte de América
Latina, África y Asia—, con avances médicos procedentes de las sociedades de-
sarrolladas, que repercute en la reducción de las tasas de mortalidad, pero no las
de natalidad. Las familias de estas sociedades de zonas urbanas, suelen tener de
4 a 5 hijos, las de las zonas rurales entre 6 y 8 hijos, por lo que el conjunto de las
sociedades pobres representan dos tercios de la población mundial. A este respecto,
destaca entre las medidas para controlar este crecimiento poblacional, las que están
relacionadas evidentemente entre el control demográfico y las perspectivas de vida
de las mujeres en el mundo.

4.2.  INSTITUCIONES Y FUNCIONES SOCIALES

Las instituciones son parte fundamental de la estructura social que deben cubrir
las necesidades de las poblaciones, correspondiendo a las funciones sociales que
deben alcanzar destinadas a los miembros de la sociedad. Y se entiende por insti-
tución social a aquella parte fundamental de la sociedad humana, que se constituye
para satisfacer una serie de necesidades, requerimientos, obligaciones, exigencias,
carencias que son imprescindibles para la vida en sociedad. Puede haber tantas
instituciones como necesidades y penurias haya, por ejemplo, la institución edu-
cativa, la política, la económica, la sanitaria, la de defensa etc., con sus normas y
reglamentaciones, y con sus obligaciones ante la sociedad.
Estas instituciones con sus funciones sociales se hallan en sociedades pequeñas
y grandes, y requieren una infraestructura moderna, que se diferenciará según el
grado de desarrollo en el que se encuentren los países, y sus asentamientos rurales
y urbanos. Se advierte que las instituciones se ramifican y extiende de manera com-
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 221

pleja en sociedades urbanizadas que han alcanzado una gran organización, basada
en una compleja división del trabajo, con una alta tecnología y movilidad, una
interdependencia entre sus miembros y unas relaciones sociales caracterizadas por
la impersonalidad.
Consecuentemente, surgen de este proceso evolutivo las ciudades con una
densa concentración humana establecidas en un área geográfica relativamente pe-
queña, con una multiplicidad de funciones. Si bien es cierto que las ciudades han
existido desde la antigüedad, no es hasta los tiempos modernos que pasan de ser
ciudades con una población relativamente pequeña a ser ciudades con una impor-
tante concentración de población asentada. Las ciudades se caracterizan por el pre-
dominio de actividades no agrarias —manufactura, comercio, administración de
la educación, sanidad, etc.— En el otro polo se encuentran los pueblos que son
pequeños núcleos más grandes que una aldea, o que una villa y, evidentemente,
más pequeños que una ciudad.
Entre las ciudades con sus diversos tamaños se distinguen las metrópolis, que
son ciudades grandes que dominan por su poder económico y cultural a toda un
área que circunda a un conjunto de ciudades y pueblos que contornean dicha área.
Hay ciudades comerciales caracterizadas por su escasa producción industrial, que
cumplen funciones de distribución y de intercambio de bienes económicos, y de
aprovechamiento de todo tipo de servicios.
La ciudad Estado es un tipo de ciudad independiente, ya que no está subor-
dinada a otra superior a ella, como ejemplos en la antigüedad destacan Esparta y
Atenas, así como Venecia y Génova que fueron muy célebres en la Edad Media.
La ciudad dormitorio o también denominada residencial se halla en un suburbio
residencial de otra ciudad mayor, y es dependiente de otras ciudades. La ciudad in-
dustrial es aquella en la que se desarrollan de manera predominante actividades mi-
neras o de manufactura, no suele ser muy grande y suele tener una o dos industrias
importantes. La ciudad interior comprende una área central densamente edificada,
que abarca zonas de barrios bajos, colonias artísticas e intelectuales, edificios de
apartamentos de lujo que están próximos al centro de la ciudad, y algunos autores
la consideran como un distrito comercial central que forma parte del centro de la
ciudad, por mencionar las más peculiares.
Otro de los rasgos que se han introducido en la descripción de las grandes
ciudades es el término megalópolis que introdujo el geógrafo Jean Gottman
por la década de los sesenta, y que alude a un continuo urbano de gran exten-
sión —cientos de kilómetros—, que por haberse extendido tanto se ha unido
a otras áreas donde existen otras ciudades, y es un fenómeno que se ha visto
favorecido por el avance de los medios de comunicación y de transporte. La
consideración de megalópolis debe comprender varios centros urbanos con una
población que supere los 20 millones de habitantes, y es típico de las socie-
dades desarrolladas, sobre todo en las sociedades de Estados Unidos, Japón y
Europa Occidental. Para tener una visión de megalópolis y de las ciudades más
pobladas del mundo, se exponen seguidamente algunos ejemplos, y la palabra
clave Urbanismo de Wirth.
222 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

• Boswash: se extiende desde Boston hasta Washington a lo largo de un eje


paralelo a la costa atlántica de alrededor de 650 km de longitud. Incluye
varias áreas metropolitanas como Boston, Nueva York, Filadelfia, Balti-
more y Washington. Reúne una población aproximada de 50 millones de
personas y es un área de gran dinamismo económico, político y cultural.
• Chippitts: se desarrolla entre Chicago y Pittsburg, englobando las ciu-
dades de Cleveland y Detroit. Alberga alrededor de 25 millones de habi-
tantes. Es uno de los distritos industriales más importantes de los Estados
Unidos.
• Sansan: se localiza entre San Francisco y San Diego en la costa oeste de
los Estados Unidos. En ella se destaca la ciudad de Los Ángeles.
• Tokaido: está constituida por las áreas metropolitanas japonesas de Tokio,
Yokohama, Nagoya, Osaka y Kobe, con alrededor de 45 millones de habi-
tantes. Conforma la concentración de potencial económico y tecnológico
más importante del mundo.
• Londres-Leeds: en el Reino Unido, que incluye a las ciudades de Bir-
mingham, Liverpool, Manchester, Bradford, entre las principales, con más
de 30 millones de habitantes.
• Renana: se extiende a lo largo del río Rin, en Alemania y los Países Ba-
jos, entre las ciudades de Stuttgart y Amsterdam. En ella se destacan las
áreas metropolitanas de Dusseldorf, Frankfurt y Mannheim. Cuenta con
cerca de 33 millones de personas.

Varios estudios vislumbran la formación de una futura megalópolis argenti-


na a partir del crecimiento metropolitano de Buenos Aires, que se uniría con las
ciudades de Rosario (Santa Fe) y La Plata (Buenos Aires), a lo largo del frente
fluvial Paraná-Plata.

LAS CIUDADES MÁS POBLADAS DEL MUNDO


  1.  Tokyo-Yokohama, Japón = 33,200,000
  2.  Nueva York, Estados Unidos = 17,800,000
  3.  Sao Paulo, Brasil = 17,700,000
  4.  Seúl, Corea del Sur = 17,500,000
  5.  Ciudad de Méjico, Méjico = 17,400,000
  6.  Osaka-Kobe-Kyoto, Japón = 16,425,000
  7.  Manila, Filipinas = 14,750,000
  8.  Bombay, India = 14,350,000
  9.  Jakarta, Indonesia = 14,250,000
10.  Lagos, Nigeria = 13,400,000
11.  Calcuta, India = 12,700,000
12.  Nueva Delhi, India = 12,300,000
13.  El Cairo, Egipto = 12,200,000
14.  Los Ángeles, Estados Unidos = 11,789,000
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 223

15.  Buenos Aires, Argentina = 11,200,000


16.  Río de Janeiro, Brasil = 10,800,000
17.  Moscú, Rusia = 10,500,000
18.  Shanghai, China = 10,000,000
19.  Karachi, Pakistan = 9,800,000
20.  París, Francia = 9,645,000
21.  Nagoya, Japón = 9,000,000
21.  Estambul, Turquía = 9,000,000
23.  Pekín, China = 8,614,000
24.  Chicago, Estados Unidos = 8,308,000
25.  Londres, Reino Unido = 8,278,000

Vista de una ciudad de Brasil: Sao Paulo.


224 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Wirth abordó el Urbanismo (urbanism) desde el plano más integral, en el


que lo urbano muestra su faz caótica, desordenada, con una variedad de comuni-
dades étnicas que cohabitan en el mismo mosaico, que llevan a la criminalidad y
a la violencia más inusitada. Se aprecia, pues, el contraste entre la gran ciudad,
—soledad, aislamiento, anonimato, ruido, masificación, excitación, estrés, tráfi-
co, irritabilidad, etc.— y el pequeño pueblo —tranquilidad, gran conocimiento
entre los miembros, comunicación, relaciones más efectivas, etc. Así, la vida en
la ciudad y en el campo son completamente diferentes, dado sus entornos, infra-
estructuras y hábitats, medidas, densidades y diversidades.

El proceso de urbanización va paralelo al crecimiento de la población, al de-


sarrollo tecnológico y al crecimiento de las ciudades, con sus metrópolis y me-
galópolis, y en su conjunto forman una estructura social que funciona a través de
instituciones sociales, como son la Institución Familiar, la Institución Económica,
la Institución de Poder y Autoridad —Política—, la Institución de la Religión, la
Institución de la Educación, la Institución de la Salud y Sanidad, y la Institución
de los Medios de Comunicación, que atienden a las necesidades de las sociedades.
Si volvemos atrás en los cuatro estadios claves de la prehistoria humana (Véase
Cuadro 2.1 del Capítulo 2) la familia representa uno de esos estadios en los que se
hace posible alcanzar las sociedades humanas y satisfacer las necesidades repro-
ductivas. La familia es la unidad básica de parentesco que en su reducción más
pequeña está compuesta del marido, la esposa y los hijos e hijas, y en su vertiente
más amplia está comprendida por todos los parientes que viven juntos o que se con-
sideran que forman una unidad social. Se la considera como la unidad básica por las
funciones que desarrolla de procreación y socialización que, independientemente
de las formas que adopten, son funciones universales en todas las sociedades.
Light, Keller y Kalhoun (1992:461 y 463) han recogido cinco funciones bási-
cas que comparten las familias: 1) la regulación del comportamiento sexual, 2) la
reproducción, 3) la socialización, 4) los cuidados y la protección y 5) la posición
social, y explican que en la mayor parte de la historia moderna los esposos —los
varones— han tenido el derecho de controlar la propiedad de las esposas, ejecutar
las decisiones principales familiares, y recibir obediencia tanto de su esposa como
de sus hijos. Ahora bien, con el transcurso del tiempo, estas pautas fueron cambian-
do, y ha sido debido fundamentalmente por la incorporación de las mujeres en el
mercado laboral, y su participación plena en los ámbitos del trabajo. También se
indica una amplia variación en las formas familiares según la mayoría de los pue-
blos y de las sociedades en general.
El caso de los dani de Irian Occidental en Indonesia —según estos autores—
es muy elocuente: «la familia no es una unidad particularmente significativa, de
hecho, en el lenguaje dani no hay una palabra que signifique familia. Aunque los
dani tienen una forma de matrimonio (un hombre puede casarse con muchas mu-
jeres), los esposos y las esposas no necesariamente viven en los mismos conjun-
tos. Para quienes nos hemos educado en las culturas occidentales, la característica
más impresionante de la vida de los dani es la aparente indiferencia hacia el sexo.
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 225

Hombres y mujeres generalmente duermen en cuartos separados. Los dani también


observan largos períodos de abstinencia sexual ritual, particularmente después del
nacimiento del niño... Las comunidades colectivas en Israel, denominadas Kíbutz,
proporcionan otro ejemplo de un estilo de vida familiar que es diferente al occi-
dental. En muchas de estas franjas colectivas, las actividades que asociamos con la
vida de la familia las ejecuta la comunidad como un todo. Cocinar, lavar la ropa y
la recreación se organizan todas en forma comunitaria».
En la ciencia sociológica estas apreciaciones son imprescindibles en la ob-
servación de las sociedades y del mundo, porque en la familia se halla la base
principal para que los miembros de las agrupaciones humanas puedan desarrollarse
como personas. Así, por ejemplo, se detecta que en cada tipo de sociedad se con-
forma una tipología de familia según las costumbres y las condiciones climáticas
y geográficas. En las sociedades preindustriales que corresponde según la transi-
ción demográfica, a la Estacionaria alta, los individuos tienen una percepción de
la pertenencia familiar bastante amplia, por lo que proliferan las familias extensas
—o consanguíneas, basadas en vínculos de sangre— que incluyen tres o más gene-
raciones, es decir, que pueden incluir los abuelos, sus hijos solteros y sus hijos/as
casados/as con sus correspondientes cónyuges e hijos/as.
En la etapa de industrialización de las sociedades, que abarca conjuntamente la
segunda fase de Expansión primera, y la tercera fase de Expansión tardía, moderna
y reciente de la transición demográfica, se consolida la familia nuclear, que es una
unidad básica de organización compuesta por los cónyuges y sus hijos, y puede ser
también parte de una familia más amplia o una familia separada. Y se pone el caso
de un marido con dos esposas que sería miembro de dos familias nucleares o de una
familia compuesta.
A partir de aquí, la ciencia sociológica clasifica cuatro tipos de pautas, 1) Las
pautas de matrimonio, 2) Las pautas residenciales, 3) Las pautas de descendencia
y 4) Las pautas de autoridad. En consecuencia, al igual que las leyes, las normas
culturales determinan qué personas son idóneas y aptas para el matrimonio y cuá-
les no lo son, y son las pautas matrimoniales de cada sociedad, las que establecen
la endogamia. La endogamia es una costumbre que impone el matrimonio dentro
del propio grupo social, y aplican sanciones negativas a quienes se casan fueran
del grupo, y la conformación de la unidad endogámica puede ser de parentesco, de
religión o de clase.
El otro polo es la exogamia, en la que los individuos deben casarse fuera del
grupo específico al que pertenecen, y puede ser un grupo de parentesco —una fa-
milia o un clan—, una villa o cualquier otro grupo social. Lo que se desprende de
estas dos pautas es que la endogamia al perpetuar la posición social refuerza las
divisiones sociales tradicionales, mientras que la exogamia contribuye a establecer
lazos con otros miembros fuera de los grupos adscritos, y promueve la difusión
cultural, y lo que hoy día se denomina el multiculturalismo.
Por regla general, en las sociedades industriales y posindustriales, las leyes y
costumbres establecen la monogamia —forma de matrimonio que une a dos perso-
nas, por ejemplo un solo hombre unido a una sola mujer—, y es frecuente en Euro-
pa y América, pero en otras sociedades que se hallan todavía en la fase preindustrial
226 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

en África y en el sur de Asia está arraigada la poligamia —matrimonio plural que


implica la unión con más de un cónyuge a la vez, es decir, una forma de matrimonio
entre tres o más personas—. De aquí surge la poliginia —matrimonio que une a un
hombre a dos o más mujeres—, típico de las sociedades islámicas de África y el sur
de Asia, pero se constata que en estas sociedades la mayoría de estas familias aca-
ban siendo monógamas debido al alto coste que supone para los hombres mantener
varias mujeres y a los hijos de éstas.
En cambio, la poliandria —matrimonio que une a una mujer a dos o más hom-
bres—, es bastante menos frecuente, y se da en zonas del Tíbet, que registra una in-
fraestructura agrícola difícil, que favorece este tipo de unión matrimonial, también
se le ha asociado al fenómeno del infanticidio femenino —aborto de fetos femeni-
nos o asesinato de niños—, en determinadas áreas en las que dichas prácticas han
forzado a que los hombres compartiesen mujeres debido a la reducción artificial de
la población femenina.
Las pautas residenciales van acompañadas de las pautas que establecen la ido-
neidad de las parejas y se detienen en los asentamientos donde deben vivir los
matrimonios, y la patrilocalidad atiende a las preferencias de la mayoría de las
sociedades, y se basa en respetar la pauta que marca la residencia que debe tener
una pareja recién casada para vivir con la familia del marido o, al menos, próxima
a la misma. Otras sociedades, en cambio, eligen la modalidad de la pauta de la ma-
trilocalidad —una pareja recién casada vive en la familia de la esposa o próxima a
ella—, y es frecuente en las sociedades de los iraqueses norteamericanos.
Los efectos que tienen las guerras en las poblaciones influyen mucho en la ma-
trilocalidad, ya que dependerá si conviene tener a los hijos e hijas cerca del lugar de
residencia, por si se producen conflictos bélicos o, si por el contrario, estos conflic-
tos están lejos de las zonas residenciales, y estas pautas dependerán de lo que sea
más conveniente. Pero la pauta que rige la mayoría de las sociedades industriales
es la llamada neolocalidad, que alude a una pauta residencial en la que la pareja de
casados no habita ni en la familia de la mujer, ni en la del marido, dadas las condi-
ciones económicas favorables.
Las pautas de descendencia organizan el parentesco entre las generaciones, y
se advierte que en las sociedades preindustriales el sistema de parentesco hace refe-
rencia o a la parte del padre o a la parte de la madre, de ahí que lo más frecuente sea
la línea descendente patrilineal —el parentesco se transmite por los hombres—,
de manera que en las sociedades agrarias y de pastores en las que los recursos
económicos recaen en los hombres, se transmite la propiedad a sus descendientes
varones. La línea descendente matrilineal, menos usual consiste en la transmisión
del parentesco por las mujeres, y es propio de sociedades horticultoras, en las que
son las mujeres las que tienen los productos alimenticios más baratos, y son trans-
feridos a sus hijos.
En consecuencia, las sociedades industriales cuya característica es la tendencia
a una igualdad entre los géneros, la descendencia es bilateral, que traza el paren-
tesco a través de las mujeres y de los hombres. Por último, las pautas de autoridad
reflejan las anteriores estructuras que han manifestado el predominio del patriar-
cado —la poliginia, la patrilocalidad y la descendencia patrilineal—, si bien se ha
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 227

empezado a fragmentar conforme las sociedades industriales y posindustriales han


permitido el avance de pautas familiares más igualitarias.
La institución familiar ha experimentado cambios sociales, y se han producido
numerosos debates sobre si existen familias o la familia, y tanto unos expertos
como historiadores y sociólogos y los que pertenecen al resto de las ciencias so-
ciales, convienen en afirmar que a lo largo de la evolución de las sociedades han
existido tipos de familias diferentes, y tampoco se puede afirmar que en cada etapa
histórica se corresponda un tipo específico de familia.
Se concluye, pues, que la estructura familiar se adapta a las circunstancias de
vida de cada sociedad, si bien se comprueba que hay determinadas etapas de la
vida familiar —el cortejo, el matrimonio, la procreación y la crianza y, por último,
el nido vacío—, que se repiten en una pluralidad de sociedades, no obstante los di-
vorcios, el aperturismo de la modernidad —la cohabitación, matrimonios gays y de
lesbianas, y vivir solos—, la independencia económica de las mujeres, y las nuevas
técnicas de reproducción, han producido en las sociedades actuales la confirmación
de ocho tipos de familias que se relacionan seguidamente:

1) Unipersonal: algunos autores no lo consideran familia y hacen referencia a la


misma desde el concepto de hogar. No hay núcleo familiar y están formadas
por una sola persona. En Dinamarca, Finlandia y Suecia son consideradas
como familias.
2) Compuesta: también en este caso carece de núcleo familiar. Consta de dos o
más personas.
3) Nuclear sin hijos: familia con núcleo formada por una pareja heterosexual
sin hijos menores y solteros.
4) Nuclear con hijos: es la familia que posee núcleo y consta de una pareja he-
terosexual con hijos menores y solteros.
5) Monoparental: familia con núcleo compuesta por una madre o padre sola/o
con hijos menores y solteros.
6) Polinuclear: aquellas familias donde se integran dos o más núcleos.
7) Ampliada: es un tipo de familia donde existe un núcleo familiar que convive
con una o varias personas emparentadas.
8) Reconstituidas: familias basadas en la existencia previa de una unión, bien
sea matrimonial o de pareja de hecho, homosexual o heterosexual, en la que
uno de los dos miembros contribuye con uno o más hijos que son dependien-
tes y conviven en el mismo hogar.

Vista la estructura institucional de la familia y las necesidades que satisface,


la siguiente institución es la económica, que está regida por la economía en la que
cada sociedad ha desarrollado su propia actividad económica: la economía cazado-
ra y recolectora, la economía nómada y pastoril, la economía agrícola, la economía
industrial y la economía posindustrial, caracterizada por la ciencia, la tecnología
y las nuevas energías. En general, esta institución engloba las necesidades econó-
micas fundamentales, las del consumo de la población y las del empleo en toda la
228 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

estructura ocupacional. En su revisión histórica analiza todas las revoluciones que


han acaecido —la agraria, la industrial y la de la información—, y en la actualidad,
las sociedades posindustriales ven como el capitalismo se ha expandido por todo el
planeta, tras la caída del comunismo y el muro de Berlín, y se ha pasado del fordis-
mo —producción en cadena y a gran escala para el consumo masificado— al pos-
fordismo —sistema de producción flexible y mayor especialización de la oferta—.
Efectivamente, la economía de las sociedades del siglo xxi están introducidas
en una economía global, con nuevos sistemas de producción y una mayor flexibi-
lidad, que se concreta en disponer de horarios más flexibles, un mayor número de
trabajadores a tiempo parcial y temporales, la diversificación de la oferta de bienes,
la comercialización orientada a grupos específicos, la descentralización de la fuerza
de trabajo en unidades más pequeñas y menos jerárquicas y, lo más importante y
característico, la globalización de la producción a través de la división internacio-
nal del trabajo. Las últimas tendencias marcan una perspectiva de recesión tras la
crisis económica mundial que ha endeudado a numerosos países como los de las
sociedades ricas pertenecientes a la Europa moderna del euro.
En definitiva, las necesidades de la institución económica se dedican en pro-
fundidad al sector primario —materias primas con la explotación directa de la na-
turaleza—, al sector secundario —transformación de las materias primas en bienes
manufacturados—, y al sector terciario —la economía orientada a la producción de
servicios—. Las sociedades posindustriales tienen como predominio a la economía
global que engloba a numerosos países y no tiene en cuenta las fronteras nacionales
y desarrolla una división del trabajo a escala internacional: la producción de un
conjunto de productos se efectúa entre varios países; muchas de las naciones que
están implicadas en esta economía global, han perdido los controles de la actividad
económica que se efectúa en sus países; y lo más característico de la economía
global es que un determinado número de empresas controla a nivel internacional la
casi total producción económica mundial.
Las necesidades de poder y Autoridad —Institución Política— fue estudiada
por Max Weber (1921) que definió el poder como la probabilidad de alcanzar unos
objetivos pese a la oposición de otras personas. Y se obtiene de sus análisis que la
historia muestra cómo la fortaleza, sea física o psicológica, es la expresión básica
del poder, ahora bien, ninguna sociedad existe mucho tiempo si el poder reside sólo
en la fuerza, puesto que la gente trata de infringir las normas y dejan de respetarlas
en cuanto se presenta una oportunidad de hacerlo. De aquí que la organización so-
cial dependa de la existencia de un consenso acerca de los objetivos convenientes
(los valores culturales) y de los medios adecuados para alcanzarlos (las normas
culturales). A este respecto, los sociólogos utilizan conceptos tales como ideología
o hegemonía para designar esta dimensión no coercitiva del poder. Y se subraya
que la clave de la estabilidad reside en el ejercicio legítimo del poder.
Esta perspectiva llevó a Weber a elaborar el concepto de autoridad, entendida
como el poder que la gente percibe como legítimo y no como coercitivo. Cuando
los padres, los profesores o la policía desempeñan sus funciones de modo adecua-
do, su poder suele convertirse en autoridad. Según Weber, la tipología de la autori-
dad varía en función de la economía de la sociedad, a saber:
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 229

Autoridad tradicional: propia de las sociedades preindustriales, en las que la


autoridad es de tipo tradicional, de manera que el poder está legitimado gracias a
pautas culturales establecidas en el pasado. La autoridad tradicional es un poder
que está unido a la memoria colectiva de la sociedad, por lo que además de ser
legítimo, alcanza el grado de casi sagrado. Un ejemplo lo tenemos en los antiguos
emperadores que se legitimaban por la tradición, al igual que en la época de los
nobles en la Europa medieval.
Autoridad legal-racional: Weber definió la autoridad legal-racional (a veces
llamada autoridad burocrática) como el poder legitimado por reglas y regulaciones
aprobadas legalmente. Se legitima a través del gobierno, o de las organizaciones
formales que rigen la vida política de una sociedad.
Autoridad carismática: que trata del poder legitimado por cualidades persona-
les excepcionales, que inspiran devoción y obediencia a las poblaciones. A diferen-
cia de la tradición y la ley racional, el carisma no es una dimensión de la organiza-
ción social, sino un rasgo de personalidad individual.
Las necesidades espirituales —Institución de la Religión— que según Light,
Keller y Calhoun (1992:524-525) se refiere al sistema de creencias acerca de lo
que es sagrado en una sociedad. Así por ejemplo, es usual la creencia religiosa
conocida como teísmo, que es la idea de que los seres sobrenaturales poderosos
están involucrados en los acontecimientos y condiciones existentes en la tierra.
En cambio los monoteístas creen en un único ser sobrenatural denominado Dios,
Yavé o Alá, y los politeístas, tienen la convinción de la realidad que alberga mu-
chas deidades.
En otras religiones, las creencias espirituales y religiosas se centran alre-
dedor de las fuerzas sobrenaturales en vez de centrarse sobre seres sobrenatu-
rales. Además de las creencias en las deidades, en los espíritus o en las fuerzas
sobrenaturales, la mayor parte de las religiones también incorporan principios
morales. Estos principios morales son creencias acerca de lo que se considera
como recto o incorrecto, bueno y malo, lo que es propio y lo que es impropio.
No se refieren a meras ideas abstractas, sino que intervienen en el comporta-
miento de los individuos para estimular y soportar los interrogantes en la vida.
En definitiva, todas las religiones se expresan a través de símbolos u objetos
que toman un significado adicional al que comúnmente tienen, y determinan las
maneras de pensar, sentir y actuar en orden a unos principios básicos y elemen-
tales para la vida en sociedad.
Macionis y Plummer (1999:485-495) han hallado en autores como Emile
Durkheim la importancia que tienen las funciones de la religión, de manera que los
miembros de las sociedades tecnológicamente simples se comportan de este modo
con el tótem, un objeto del mundo natural definido colectivamente como sagrado.
El tótem, representa un animal o un objeto sofisticado artístico, que es convertido
en el centro del ritual, y simboliza el poder de la sociedad para transformar a los
individuos en una colectividad.
Durkheim identificó tres funciones principales que cumple la religión respecto
al funcionamiento de una sociedad:
230 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

1) Cohesión social. La religión une a las personas gracias a una serie de sím-
bolos, valores y normas, comunes a todos y que los comparten en su vida
cotidiana.
2) Control social. Todas las sociedades utilizan la imaginación y la retórica
religiosas para promover la conformidad. Las sociedades infunden justifica-
ciones religiosas en muchas normas culturales (sobre todo en las relativas al
matrimonio y la reproducción).
3) Sentido y propósito. La religión confiere legitimidad al sistema político. Las
creencias religiosas proporcionan el sentimiento reconfortante de que existe
un propósito que trasciende a la vulnerable condición humana.

Y entre las organizaciones religiosas se decantan las que figuran a continua-


ción: La Iglesia (un tipo de organización bien integrada en la sociedad), la Secta (un
tipo de organización religiosa que se mantiene al margen de la sociedad, el Culto
(una organización religiosa que está sustancialmente alejada de las tradiciones cul-
turales de la sociedad) y, por último, las religiones mundiales: Cristianismo, Islam,
Judaísmo, Hinduismo, Budismo y Confucionismo.
Las necesidades educativas —la Institución de la Educación— deben cubrir la
instrucción y formación básica, general y de especialización en los niños, jóvenes,
adultos y mayores en todas las sociedades. Para Light, Keller y Calhoun (1992:495
y 498) los objetivos de la escuela se hallan muy ligados al desarrollo económico de
la sociedad, es decir, al nivel de progreso que haya alcanzado. Y las funciones de
las escuelas consisten en formar a los niños a través del proceso de socialización
del mundo público en el cual las reglas impersonales y los estatus sociales reem-
plazan las relaciones personales, que deberá acoplarse al proceso de socialización
de las reglamentaciones familiares y privadas. Y es en las escuelas donde los niños
aprenden a adaptarse a una institución jerárquica, cuyo poder y privilegios se distri-
buyen de manera impersonal y desigualmente. El curriculum oculto es el conjunto
de reglas no escritas del comportamiento que prepara a los niños para el mundo
exterior.
Para otros autores como Macionis y Plummer (1999:506-523) la educación es
una institución social que permite la transmisión de conocimientos, cualificaciones
laborales, normas y valores culturales a todos los individuos de la sociedad. De he-
cho, en la casi totalidad de los países occidentales lo normal es que la mayor parte
de los niños y niñas, y jóvenes en general, pasen los primeros 20 años de su vida
en el sistema educativo. Pero este hecho no era así hace unas décadas, ya que la
educación para estos países era un privilegio reservado a una pequeña élite, como
lo sigue siendo en la actualidad en los países pobres y muy pobres.
Se utiliza el credencialismo como práctica para evaluar la capacidad de una
persona en base a su situación académica, y las habilidades y adiestramientos que
ha podido adquirir, y se está utilizando la tecnología como una de las principales
herramientas educativas que va a transformar el mundo educativo en todos su fren-
tes. Y al igual que sucedió con la revolución industrial que influyó en las prácticas
educativas del siglo xix, ahora la revolución de la información está transformando
completamente los sistemas educativos de nuestros días. El uso de computadoras
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 231

fomenta que los estudiantes puedan adoptar un papel más activo, y ofrece la posi-
bilidad de que cada individuo avance al ritmo que necesita.
Las necesidades de salud y de sanidad —Institución de la Salud y Sanidad—
aluden directamente al desarrollo y progreso de la medicina y su gestión en las
poblaciones y en donde están asentadas. ¿Cómo define la OMS (2002) la salud?
La salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente
la ausencia de afecciones o enfermedades. Esta definición es una cita que procede
del Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, que
fue adoptada por la Conferencia Sanitaria Internacional, celebrada en Nueva York
del 19 de junio al 22 de julio de 1946, firmada el 22 de julio de 1946 por los re-
presentantes de 61 Estados (Official Records of the Worl Health Organization, nº
2, p.100), y entró en vigor el 7 de abril de 1948. Es una definición que no ha sido
modificada desde entonces.
Asimismo, es de gran importancia la epidemiología social que la OMS (2002)
la concibe como el estudio de las condiciones sociales y de cómo éstas influyen y
determinan la situación de las poblaciones. La preocupación principal de la epide-
miología social es el estudio de cómo la sociedad y las diferentes formas de orga-
nización social pueden influir en la salud y el bienestar de la personas. Su objetivo
es estudiar la frecuencia, la distribución y los determinantes sociales de los estados
de salud en los individuos, por lo que no sólo tiene en cuenta los factores de riesgo
individuales sino que aborda también el estudio del contexto social en el que se
produce el fenómeno salud-enfermedad. Para ello enriquece su enfoque epidemio-
lógico tradicional con conceptos y técnicas de disciplinas sociales tales como la
economía, la sociología, la demografía e incluso la biología.
Entre las preocupaciones principales de la OMS en relación al estudio de la
epidemiología social se decantan las desigualdades en general, y las desigualdades
sociales en salud en particular. De aquí que se trate de incorporar en el enfoque
etiológico de la salud pública la experiencia social de las poblaciones, de manera
que permita un mejor entendimiento de cómo, dónde y por qué las desigualdades
repercuten en la salud. En tal sentido, la epidemiología social cumple una función
primordial en el proceso de gestión sanitaria y en los mecanismos de reducción de
las desigualdades en la salud.
Según Macionis y Plummer (1999:528-550) la epidemiología social estudia
cómo se distribuyen la salud y las enfermedades entre la población de una sociedad
determinada, y en relación a las necesidades de salud, la sanidad es la institución
social que tiene como objetivo combatir la enfermedad y mejorar la salud de una
determinada población. En las sociedades primitivas, la responsabilidad del cui-
dado sanitario recaía básicamente en la familia, de manera que como institución
autónoma la sanidad empieza a surgir conforme las sociedades se hicieron más
productivas y comenzaron a asignar roles especializados a individuos concretos.
A comienzos del siglo xx las muertes por enfermedades infecciosas seguían
siendo algo habitual, y la medicina todavía no había desarrollado antibióticos bási-
cos como la penicilina, por lo que cualquier infección podía ser objeto de amenaza
seria para la salud. Y ya en las sociedades avanzadas, los ciudadanos disfrutan
como algo asentado el buen estado de salud y las perspectivas de una vida longeva,
232 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

con una expectativas de vida buenas para todos si se evitan hábitos como el tabaco,
llevar una dieta equilibrada y hacemos ejercicio con regularidad. Ahora bien, en-
fermedades como el SIDA extendida entre las capas pobres de la población, es un
indicador alarmante del fracaso creciente de los gobiernos europeos en garantizar
la salud de los sectores marginales de la sociedad.
Según estos autores la salud de cualquier población viene determinada por as-
pectos sociales, entre los cuales caben destacar los siguientes:

1. Los individuos evalúan su estado de salud en relación con los otros.


2. Con frecuencia lo relativo a la salud se entremezcla con lo relativo a la moral
—un ejemplo, las enfermedades de transmisión sexual, los prejuicios sobre lo
que es buena salud—.
3. Las ideas sobre la salud cambian con el paso del tiempo.
4. El estado de salud guarda relación con la calidad de vida. Es un hecho que las
sociedades pobres se enfrentan de manera rutinaria a problemas de malnutrición,
así como a una débil infraestructura sanitaria, lo que fomenta una alto índice de
enfermedades infecciosas. Por otro lado, el desarrollo industrial, sobre todo en
sus primeras fases, fue en detrimento de la calidad de vida y por tanto del estado
de salud de sectores amplios de la población.
5. El estado de salud guarda relación con la desigualdad social. En todas las so-
ciedades existe una distribución desigual de recursos. Del mismo modo, la salud
física, mental y social de los ricos es mejor que la de los pobres. Estas diferencias
se dan desde el mismo momento del nacimiento, pues las tasas de mortalidad
infantil son considerablemente más altas entre la población pobre que entre la
población rica.

Por último, el tipo de renta alta o baja determina las tendencias positivas o ne-
gativas en la aplicación y distribución de una sanidad eficaz, como son en los dos
casos que se nos presentan a continuación:

La salud en los países de renta baja. La escasez de alimentos es sólo uno de


los problemas a los que se enfrentan los países pobres. Otra dificultad habitual es
la falta de agua potable. El agua contaminada fomenta la propagación de enferme-
dades infecciosas. La gripe, la neumonía o la tuberculosis que hace un siglo eran la
principal causa de muerte en Europa, siguen siendo agentes principales de mortan-
dad en las sociedades pobres del planeta. Un tercer problema se deriva de la escasez
de médicos y otro personal sanitario. Existe un círculo vicioso entre enfermedad y
pobreza en muchos países del mundo: la pobreza genera enfermedad, lo que a su
vez va en detrimento de la capacidad de la población para desempeñar un trabajo y
ganar una renta, lo que a su vez agrava la situación de pobreza.
La salud en los países de renta alta. El proceso de industrialización transfor-
mó las condiciones de salud de la población europea, aunque en una primera fase
más bien a peor. La revolución industrial implicó un intenso movimiento migra-
torio del campo a las ciudades que dió lugar a una concentración de población sin
precedentes, lo que a su vez, derivó en graves problemas sanitarios y de vivienda.
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 233

La contaminación de las fábricas supuso un factor adicional del deterioro de las


condiciones de salud, algo que no se ha reconocido hasta bien entrado el siglo xx.
Con la industrialización aumentó también el número de accidentes laborales. No
obstante, conforme transcurría el siglo xix, lo que en un principio había sido dete-
rioro se transformó en mejora. Este cambio de tendencia se debió principalmente a
un aumento en la calidad de vida cuyas primeras manifestaciones fueron una mejor
nutrición y condiciones de vivienda.
Finalmente, las necesidades de comunicación —Institución de Los Medios
de Comunicación— que en nuestras sociedades actuales han alcanzado un gran
poder en las actitudes y modos de vida de las poblaciones de todas las clases so-
ciales, razas, religiones e ideologías políticas. Y siguiendo a Macionis y Plummer
(1999:554-572) señalan que la historia social puede, en parte, describirse como la
historia de los medios de comunicación que son cualquier instrumento tecnológi-
co o social utilizado para seleccionar, transmitir o recibir algún mensaje, como la
información.
A lo largo del siglo xx, los medios de comunicación se han multiplicado y se
han extendido alrededor del mundo, y son uno de los mecanismos más importantes
de expansión del proceso en el proceso de globalización. La mayor parte de los
países disponen ahora de películas, vídeo y televisión por satélite y por cable; y el
pronóstico es que esta expansión crecerá más en el siglo xxi. Además se añade el
auge de internet como la forma de comunicación que más impulsa la globalización
de modo individual y participativo. La historia de los medios de comunicación
comprende la cultural oral, la cultura escrita, la cultura impresa y la cultura electró-
nica, y se estudia a través de las siguientes teorías sociológicas, a saber:
Las teorías funcionalistas de los medios de comunicación: las teorías funcio-
nalistas fueron famosas durante la década de los cincuenta del siglo xx, pero han
declinado desde entonces. Se señalan cinco funciones relevantes, 1. La función
de vigilancia: proporcionan un flujo continuo de datos sobre el mundo en el que
vivimos. 2. La función de adjudicación de estatus: confieren estatus a determina-
das personas, asuntos públicos, organizaciones y movimientos sociales. Todas las
personas que aparecen en los medios de comunicación tienen un mayor estatus so-
cial: se convierten en personas más conocidas, para lo bueno y para lo malo. 3. La
función de presión para la aplicación de normas sociales: esta función destaca el
anuncio público de normas sociales, cuya publicidad sirve para reducir la distancia
entre las actitudes privadas y la moralidad pública... pueden servir para dramatizar
la desviación social de todo tipo. Al llamar nuestra atención sobre la delincuencia
juvenil, las violaciones, los abusos sexuales a menores, las drogas o los asesinatos
en serie, la alerta social crece y se establecen las fronteras de lo moral. 4. la función
de transmisión de la cultura: se han convertido en un agente de socialización. 5. La
función narcotizante: ésta es más una disfunción que una función, y hace referencia
al modo en que la avalancha de información puede conducir a la superficialidad.
Las teorías sobre el conflicto social y los medios de comunicación: este para-
digma considera que los medios están en manos de las clases dominantes, que los
usan como un instrumento para servir a sus propios intereses. De este modo los me-
dios juegan un papel fundamental en la transmisión de las ideologías. La economía
234 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

política de los medios de comunicación es un enfoque que resalta el hecho de que


los principales medios de comunicación de las sociedades pasan a ser propiedad de
los intereses económicos privados.
Las teorías modernas de los medios de comunicación: ahora vivimos cada
vez más a través de los productos de los medios de comunicación, que ha pasado a
tener una existencia propia. Somos consumidores de medios; y los mensajes de los
medios —desde los videos de Madona a los seriales— se convierten en una nueva
forma de realidad. Estamos rodeados e invadidos por los signos.
Y en último lugar se sitúan las tres preguntas del análisis de los medios de
comunicación, donde destaca el primer tema con los códigos que aparecen en los
textos mediáticos, todos los productos de los medios, como los programas de tele-
visión, las películas, los CD de rock, los periódicos, las páginas de web, etc., los
códigos son los sistemas de signos que responden a unas reglas. Un segundo tema
está relacionado con los modos en que se producen estos textos mediáticos, lo que
implica estudiar las tecnologías que se desarrollan para presentar textos, junto con
las personas que hacen los programas y su posición social en general. Aquí hay
que ocuparse de la codificación, la traducción del mensaje a algún tipo de lengua-
je —oral o escrito, verbal o pictórico—, lo que supone estudiar asuntos como el
modo en que los periodistas hacen las noticias, cómo se producen determinadas
tecnologías para la producción musical como los walkman Sony, o la organización
financiera de la propiedad de los medios.
En cuanto al tercer tema tenemos que se ocupa de la decodificación, el proceso
por el que oímos o leemos, y comprendemos un mensaje. El centro de atención,
en esta ocasión, es la audiencia y supone prestar atención a temas como las formas
en que las familias ven la televisión, estudian a los seguidores de los seriales, o
analizan cómo el género puede influir en el modo en que perciben las películas. De
esta manera, se obtiene que los tres elementos actúan como un círculo de retroali-
mentación en el análisis de los medios de comunicación. (Véase del Capítulo 5, el
epígrafe 5.3. Violencia en las sociedades actuales).

LECTURA: RETOS PARA LAS SOCIEDADES DEL FUTURO

Ray Hammond (2007): El mundo en 2030, Editions Yago 2008, Impreso


en Itxaropena S.A. 20800 Zarautz (Spain).

Aunque no podamos predecir acontecimientos futuros con­cretos, es posi-


ble identificar las tendencias y los desarrollos venideros, que pueden tener un
impacto importante en nuestro futuro. Hay seis factores, clave, de cambio que
condicionarán el mundo en 2030:

1. La explosión de la población mundial y los cambios en las demografías de


las distintas sociedades.
La población mundial crecerá, como mínimo, en un 50%, antes de que la
tasa de crecimiento demográfico empiece a disminuir. Hoy día, hay cerca de 7
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 235

mil millones de seres humanos en la Tierra. En 2030, habrá más de 8 mil millo-
nes. Y a mediados de siglo la cifra se aproximará a los 9 mil millo­nes. Es la eva-
luación oficial “media” del Departamento de Población de las Naciones Unidas,
pero muchas otras insti­tuciones y organizaciones piensan que esta evaluación
es, en realidad, demasiado baja. Las propias Naciones Unidas reconocen, en su
proyección alternativa de “alta variante”, que la población mundial podría dupli-
carse de aquí a 2050 una proyección que sugiere, ya para 2030 (y no para 2050)
una población de 9 mil millones en la Tierra.
En 2030, es de prever que la producción alimenticia habrá experimentado
nuevas revoluciones. La modificación gené­tica de los cultivos y de los ganados
producirá, por un lado, semillas que podrán crecer en las más duras condiciones,
y, por otro, carne que podrá ser auto-desarrollada industrialmente, sin animal
portador.
Basta decir que los avances tecnológicos en materia agroalimenta­ria segui-
rán ofreciendo potencial para alimentar a la pobla­ción terrestre, en enorme au-
mento, aunque en las regiones más desfavorecidas del mundo la pobreza, la co-
rrupción, las políticas equivocadas y los conflictos armados (así como, en ciertos
lugares, las variaciones brutales del clima), sigan provocando un hambre mayor.
Se anuncia, sin embargo, a menudo, una carencia importante de agua pota-
ble en algunas partes del mundo, (el agua dulce sólo representa el 2,5% del agua
del planeta, en su mayoría helada). Hoy en día, más de mil millones de seres
humanos carecen de acceso al agua potable. Las enfermedades causadas por
agua contaminada generan 1,8 millones de muertes cada año y representan has­ta
el 80% de todas las enfermedades en los países en vías de desarrollo. También
prevén las Naciones Unidas que a partir de la mi­tad de este siglo, entre 2 y 7
mil millones de individuos se enfrentarán a la escasez de agua, lo que acarreará,
segura­mente, trastornos políticos graves y conflictos armados.

2. Cambio climático
Está claro que hay una brusca variación en las condiciones meteorológicas
habituales del planeta y que su­pone un peligro para nuestras sociedades.
Si se agravan las tormentas, si el nivel de los mares sube, si las inundacio-
nes aumentan, si las sequías se prolongan y si las olas de calor se incrementan,
millones de seres hu­manos tendrán que desplazarse y la sociedad empezará a
descomponerse. Habrá refugiados en todas nuestras puertas. Nosotros mismos
podemos llegar a convertirnos, tal vez, en refugiados…los gases de efecto in-
vernadero que bom­beamos ahora, en este primer decenio del siglo xxi, se con­
vertirán en calor interno de los océanos en el año 2030; un agua caliente que será
el combustible para los futuros hu­racanes y tornados.

3. La amenazadora crisis energética


Estamos en un punto en que nos faltan combustibles fósiles… las fuentes
de energía limpias están a nues­tro alrededor: en el sol, en el viento, en las olas
y en las rocas.
236 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

4. La globalización
El término “globalización” tiene numerosos significados y evoca muy di-
ferentes emociones. Una acepción extrema la define como “explotación eco-
nómica global de los pobres por los ricos”, mientras que otra la describe como
“movi­miento global para reducir la pobreza y promover la paz”. En 2007 ambas
formas extremas de globalización coexisten, activamente, con otras más mode-
radas, y la tendencia ma­siva a la internacionalización del comercio será uno de
los principales factores decisivos en los cambios a experimentar de aquí a 2030.
En esencia, la globalización significa un comercio inter­nacional totalmente
carente de obstáculos, aunque el mun­do todavía tiene que recorrer mucho cami-
no antes de que desaparezca cualquier forma de barrera comercial.
Tras el derrumbamiento de la Unión Soviética y el final de la Guerra Fría, el
escenario estaba listo para acoger de nuevo la vuelta del comercio a una escala
verdaderamente global. Sin embargo, esta vez, el comercio entre zonas leja­nas
fue favorecido por la llegada del Internet, las tecnologías de comunicación low-
cost y (sin olvidar las inquietudes legí­timas acerca del impacto ambiental de la
aviación) el trans­porte aéreo a bajo precio.
En 2030, o las naciones más ricas del mundo siguen una globalización ética
y sostenible –preocupándose por la gente con la que comercia y del medio am-
biente en que comer­cia– o tendrán que construir barricadas para rechazar a todos
aquellos a los que han desposeído.

5. Aceleración del desarrollo tecnológico


Habrá, durante los próximos 25 años, más evolución tecno­lógica que a
lo largo de todo el siglo pasado, el que produjo los aviones, los coches, los
polímeros, la energía nuclear, la televisión, la computadora, el Internet y el
móvil.
Durante la próxima cuarta parte del siglo, es posible que se desarrollen tec-
nologías “comodín”, todavía inimaginables, para respon­der a la demanda mun-
dial de energía limpia y, tal vez, para permitir cierto control del clíma.

6. La revolución “Prevención-Extensión” en medicina (Cuidados previos y


longevidad)
Mientras las máquinas se acercan al momento en que, tal vez, usurpen la ac-
ción de nuestra especie sobre este planeta, nosotros, los humanos, no nos queda-
remos inactivos. En realidad, estaremos modificando los fundamentos de nues­tra
humanidad, y eso, de manera drástica.
…la revolución médica que viene producirá una nueva disciplina en los paí-
ses ricos, enfocada a la medicina personalizada para prevenir la enfermedad y
aumentar firmemente la longevidad humana.
Hay razones para pensar que las células madre permitirán, quizá, arreglar y
regenerar órganos dañados y, eventual­mente, generar “órganos de sustitución”
que no corran el riesgo de ser rechazados por nuestros sistemas inmunitarios.
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 237

4.3.  CAMBIOS SOCIALES, TRADICIÓN Y MODERNIDAD

Los cambios sociales son la parte dinámica de las sociedades que remueven,
tranforman y sanean las estructuras y ejes principales de la sociedad, sin romper la
estructura social que las conforma. El cambio en sí mismo es la transformación que
sufren los elementos, los seres vivos, los seres humanos, en general, y el medio fí-
sico y geográfico en el que se encuentren. Y el cambio social es además un proceso
compuesto de etapas diferentes de mutación y en cada una de ellas existe una forma
determinada que da paso a la siguiente. Se trata, pues, de un mecanismo de trans-
formación pero en la realidad social, por tanto, es el paso de un comportamiento a
otro, de un determinado modo de vida a otro diferente, y «lo social», es el núcleo
que regula el proceso de transformación que va implícito a todo cambio social.
La definición de cambio social en la Enciclopedia libre (Wikipedia, 2012) alu-
de, efectivamente, a una alteración apreciable de las estructuras sociales, las con-
secuencias y manifestaciones de dichas estructuras que están ligadas a las normas,
los valores y a los productos de la misma. Su estudio abarca la determinación de
las causas o factores que produce el mismo cambio social, y se aplica en estudios
de historia, economía y política, y conlleva los conceptos de revolución, idea de
progreso, innovación y cambio de paradigma. Incluye aspectos como el éxito o el
fracaso de diversos sistemas políticos y fenómenos como la globalización, la de-
mocratización, el desarrollo y el crecimiento económico. Se le considera como una
rama de la sociología, si bien también incumbe a la ciencia política, la económica,
la antropológica y otras ciencias sociales.
Por tanto, el aspecto más dinámico de las sociedades humanas reside en la
propiedad que tienen de generar periódicamente cambios sociales, que regeneran
y transforman sus estructuras y funcionalidades, y aquí la ciencia histórica com-
prende en todas sus dimensiones, las explicaciones e interpretaciones de los acon-
tecimientos que acaecen en el transcurrir del tiempo. La ciencia sociológica capta
el cambio social como cualquier modificación que ocurre en la organización social
de las sociedades, ya sea en cualquiera de sus instituciones sociales, ya sea en los
patrones de roles sociales.
Los cambios o mudanzas sociales dan cuenta, por tanto, de un cambio signifi-
cativo en la conducta social, o de un cambio más amplio en algún sistema social.
También se refiere a los cambios culturales que son cualquier transformación su-
frida en las culturas desde una perspectiva material o inmaterial, que ocurre con
frecuencia mediante el contacto con otras culturas, con las innovaciones y los re-
ajustes internos de las culturas de las sociedades humanas. (Véase del Capítulo 5,
el epígrafe 5.2. Globalización y desigualdad social).
Caplow explica que el cambio social es un proceso «por el que dentro de un
sistema social, aparecen diferencias medibles en un período de tiempo dado... pue-
de ser espontáneo o planificado, gradual o revolucionario, lineal o cíclico. Y, na-
turalmente, puede ser a corto plazo o a largo plazo... es esencialmente beneficiario
—entonces recibe el nombre de progreso— o como esencialmente nocivo —cuan-
do se le llama ocaso o decadencia-» (1974:737). Y, más concretamente, los cambios
238 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

sociales comprenden la transformación de las culturas y de las instituciones socia-


les conforme van evolucionando las sociedades.
Los profesores Macionis y Plummer analizan los procesos que intervienen en
los cambios sociales y aprecian cuatro elementos:

1) El cambio social surge en todas partes, aunque el ritmo del cambio pueda
variar de un lugar a otro.
2) El cambio social a veces es intencional, pero con frecuencia no es planificado.
3) El cambio social genera desacuerdos y
4) Algunos cambios son más importantes que otros (1999:640).

Las causas que conllevan cambios son múltiples, así, por ejemplo, la cultura
comporta cambios cuando se incorporan nuevos rasgos y se destruyen otros, y se
produce con las formas de innovación, y sus distintas difusiones, tales como la
innovación tecnológica y la innovación cutural. Otros factores de transformación
son las tensiones y los conflictos, las ideas innovadoras que impulsan movimientos
sociales, los cambios en el entorno natural y los cambios demográficos.
En general, el cambio social se observa a través de la evolución que han ex-
perimentado las sociedades humanas, que debido a la incorporación tecnológica
y cultural han atravesado tres transformaciones profundas, y han pasado por tres
tipos de sociedades —de las que ya se han descrito en el capítulo 2. Orígenes
y evolución de las sociedades—: a) las sociedades tradicionales y preindustria-
les, b) las sociedades modernas e industriales y c) las sociedades posmodernas
y posindustriales (tecnológicas, informatizadas y globalizadas). Las sociedades
tradicionales —preindustriales— las cataloga Goldthorpe (1977) como sociedades
tecnológicamente primitivas, pobres, de dimensiones reducidas, en las que cada
individuo ocupa un número limitado de roles, y muchos de los roles están prácti-
camente incluidos en el parentesco, disponen de una limitada división del trabajo y
de escasa especialización, el parentesco significa la institución dominante en toda
la estructura social, son sociedades ágrafas y prealfabetas, la comunicación es oral,
también son sociedades principalmente agrarias, y sus dimensiones son pequeñas,
son autosuficientes y uniformes culturalmente.
Las sociedades modernas e industriales son tecnológicamente avanzadas, ri-
cas, con complejas divisiones del trabajo y diversidad en la especialización, com-
prenden grandes dimensiones, los roles de parentesco son menos importantes, y
cada individuo desempeña varios roles a lo largo de su vida. Aunque el parentesco
sigue siendo importante hay que matizar que solo ocupa una parte pequeña en la
estructura social, son sociedades alfabetizadas, y disponen de los medios de comu-
nicación que adquieren en la vida cotidiana gran importancia, son, en definitiva,
sociedades urbanas, con comunidades grandes e independientes, y tienen una plu-
ralidad de culturas que habitan en ellas.
Sin duda, el salto producido de las sociedades tradicionales a las modernas es
enorme, y es un hecho que se aprecia —según Berger (1977), en los rasgos más
característicos que ha traído la modernización a las sociedades. En primer lugar
señala el declive que han experimentado las pequeñas comunidades tradicionales,
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 239

basadas en los sentimientos y creencias de los grupos primarios, en segundo lu-


gar, la creciente individualización que surge en las sociedades modernas. En tercer
lugar, la modernización ofrece un panorama del mundo más radical y científico,
donde se debilita la tradición y los rasgos morales recaen en las responsabilidades
individuales, y aparece una creciente diversidad de creencias, debido al crecimien-
to de las organizaciones impersonales, la interacción social de sujetos procedentes
de diversas culturas, con sus creencias y comportamientos. Y en cuarto y último
lugar, las personas de estas sociedades no miran hacia el pasado, como lo hacían
los individuos de las sociedades preindustriales, ya que están preocupados por el
futuro, y se aprecia una tendencia predominante para desarrollar al máximo los
descubrimientos e invenciones que mejoren la calidad de vida, y optimizar lo más
posible el trascurso del tiempo.
Si la industrialización proporcionó el cambio de las sociedades tradicionales en
sociedades modernas y de masas —enfoque funcionalista con Ferdinand Tönnies,
Emile Durkheim y Max Weber, la sociología del conflicto y la sociedad de clase
con Karl Marx— la economía posindustrial, la revolución de la información y la
globalización, dan paso a las sociedades posmodernas por mediación de un con-
junto de cambios y de transformaciones sociales. (Véase del Capítulo 1, el epígrafe
1.2. El estudio científico de la sociedad con los primeros sociólogos).
En efecto, la modernidad según las teorías que se incorporan en la ciencia so-
ciológica en los años sesenta del siglo xx, ha transformado las sociedades modernas
en otras sociedades en las que no han desaparecido, ni mucho menos, los proble-
mas sociales, que se acrecientan conforme aumenta la inseguridad económica de
millones de personas, que caen irremediablemente en la exclusión y en la pobreza.
Y si bien las sociedades modernas se caracterizan por el desmesurado optimismo
en el futuro a través del progreso, ahora, las sociedades posmodernas han tornado
el optimismo en pesimismo.
Además, se constata que la ciencia no puede responder a los principales inte-
rrogantes que se han avecinado, y no sólo no puede resolver los problemas sociales,
sino que los ha creado, especialmente con la degradación del medioambiente (Véa-
se del Capítulo 5, el epígrafe 5.4. Riesgos e incertidumbres en la sociedad del siglo
xxi). También se advierte que la anterior meta de alcanzar la individualidad y la
tolerancia, no se ha alcanzado todavía, prueba de ello son la identidad homosexual
y el multiculturalismo que defiende, entre otras cosas, a las minorías marginadas e
ignoradas, por lo que se hace prioritario que los individuos busquen distintos mo-
dos de relacionarse entre sí.
En realidad, el concepto de Modernidad designa un determinado período cro-
nológico que abarca los últimos cinco siglos, y actúa, por tanto, como un criterio
que caracteriza a una determinada época, que alcanza rasgo canónico en el siglo
xviii. Surge al hilo de una nueva conciencia del tiempo histórico, por la que se dis-
tingue a partir de ahí entre las edades Antigua, Media y Moderna (o Modernidad).
En el siglo xix, se añadiría una Edad Contemporánea, referida a los tiempos noví-
simos, y el momento de la ruptura con la Edad Media viene ejemplificado, según
ópticas distintas, como Renacimiento o como Reforma. La Modernidad implica
un recurso a un aspecto concreto desde el que poder organizar toda la historia, de
240 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

manera que la conciencia del movimiento del progreso, permitió resaltar el propio
período moderno, en comparación con los precedentes. Se produce, pues, una dife-
rencia tajante entre el tiempo propio y el futuro, entre la experiencia precedente y la
expectativa del porvenir, que empezó a impregnar el tiempo nuevo de la historia).
Por tanto, se impone una temporalización que entrelaza continuamente las dimen-
siones del presente, pasado y futuro .
La Modernidad es conocida como el proyecto de imponer la razón como nor-
ma transcendental a la sociedad, y desarrolla un modo de reproducción basado en
la dimensión política e institucional en sus mecanismos de regulación por oposi-
ción a la tradición, en la que el modo de reproducción del conjunto y el sentido de
las acciones que se cumplen es regulado por dimensiones culturales y simbólicas
particulares. Desde la perspectiva del ser en general unido a las propiedades
transcendentales, se produce un cambio ontológico en el modo de regulación de
la reproducción social basado en una transformación del sentido temporal de la
legitimidad, es decir, de lo que es cierto, genuino y verdadero.
Dispone, por tanto, de la posibilidad política reflexiva de cambiar las reglas
del juego de la vida social, de manera que las condiciones históricas materia-
les dan paso a la emancipación conjunta de las tradiciones, las doctrinas o las
ideologías heredadas, y no problematizadas por una cultura tradicional. Con
estas peculiaridades se observa que la Modernidad comienza tras la transfor-
mación de la sociedad preindustrial, rural, tradicional, a la sociedad industrial
y urbana moderna, que se produce con la Revolución Industrial y el triunfo del
capitalismo.
Hay unos conceptos fundamentales que afianzan el peso de la razón, la racio-
nalidad del conocimiento y la fuerza del sujeto que ha pasado ahora de ser mero
receptor a constructor del mundo: Libertad, Reflexión, Superioridad y Crisis. Es-
tos conceptos se hallan en bastantes filósofos y pensadores como Hegel (2006) y
Habermas que han contribuido a la explicación evolutiva del pensamiento filosó-
fico y social. Así, pues, Hegel que traza un sistema filosófico con las ideas de sus
predecesores para crear un marco conceptual que permitiese entender el pasado y el
futuro con presupuestos teóricos racionales, advierte que la subjetividad determina
todas las manifestaciones de la cultura moderna, y se encarna en la vida religiosa,
el Estado, la sociedad, la ciencia, la moral y el arte. La subjetividad explica la su-
perioridad del mundo moderno y su tendencia a la crisis. Es un rasgo propio de la
Ilustración que separa la fe y el saber.
Habermas (2008) concibe la subjetividad a través de cuatro connotaciones: el
individualismo (dignidad moral del individuo, ensalza los derechos humanos y la
libertad; el derecho a la crítica (el principio del mundo moderno exige que aquello
que cada cual ha de reconocer se le muestre como justificado; la autonomía de la
acción (pertenece al mundo moderno el que queramos salir fiadores de aquello que
hacemos) y la propia filosofía idealista (Hegel considera como obra de la Edad
Moderna el que la filosofía aprehende la idea que se sabe a sí misma). En definitiva,
Habermas defiende la razón y la modernidad ilustrada, frente a la crítica neoes-
tructuralista y repasa a teóricos como Bataille, Foucault, Derrida y Castoriadis,
Schiller, Hegel, Nietzsche, Horkheimer y Adorno.
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 241

En este avance empieza a emerger las condiciones de la reproducción material


del mundo de la vida, y se fragua la paradoja de la racionalización social que da
cuenta, por un lado del dinero y el poder, que racionaliza e institucionaliza jurí-
dicamente, y la monetarización y burocratización, por otro, en los ámbitos de la
reproducción cultural, la integración social y la socialización, con la consiguiente
producción de efectos secundarios patológicos. Pronto se desencadenarán una serie
de crisis entre las que destaca la crisis del Estado social, que responde a la ruptura
de las estructuras de compromiso entre sistema y mundo de la vida, y serán expo-
nentes de la situación problemática de la modernidad social (capitalismo y Estado
liberal —según Prior, 2010—), como así ha sido en las últimas décadas. De aquí
que Habermas se plantee en qué medida es posible una superación de las crisis, y
conciba la modernidad como un proceso sin acabar.
Las aportaciones de Weber analizan los desencantos de la modernidad, y los
procesos de racionalización que acompañan al surgimiento y consolidación de la
misma, que han ocasionado una burocratización o dominio de las organizaciones
sobre la personalidad individual, de manera que las sociedades modernas se han
erigido en verdaderas jaulas de hierro para los sujetos.
Lemert (1999) clasifica las etapas de la Modernidad a través de las siguientes
etapas y según los conceptos de los siguientes autores, a saber:

1.Edad Clásica de la Modernidad (1848-1919)

• Las dos caras de la sociedad: El fetichismo de las comodidades (The Fe-


tishism of commodities, Marx); La familia patriarcal (The patriarcal fa-
mily, Engels); Suicidio y Modernidad (Suicide and Modernity, Durkheim);
El espíritu del capitalismo y la jaula de hierro (The spirit of capitalism and
the iron cage, Weber); civilización e individuo (Civilitation and the Indi-
vidual, Freud); valores sociales arbitrarios y el signo lingüístico (Arbitrary
social values and the linguistic sign, Saussure).
• Vidas separadas en el mundo moderno: 1.Tendencia psicosociológica: El
sí mismo y Uno mismo (The self and its selves, William James); la doble
conciencia y el velo (Double-consciousness and the veil, William Edward
Burghardt Du Bois; el espejo para mirarse a sí mismo (The looking-glass
self, Charles Horton Cooley). 2. Tendencia feminista: Mujeres y econo-
mías (Women and economics, Charlotte Perkins Gilman), la oficina de
colores de las mujeres (The colored womens’s office, Anna Julia Cooper).
3. Tendencia sociológica: El desconocido (The stranger, George Simmel).

2.Teorías sociales y Conflicto mundial (1919-1945)

• Acción, conocimiento y el sí mismo: 1. Tendencia sociológica: Notas


sobre ciencia y la crisis (Notes on science and the crisis, Max Horhei-
mer); El acto individual de los sitemas de acción (The unit act of action
systems, Talcott Parsons); La sociología del conocimiento e ideología (The
sociology of knowledge and ideology, Karl Mannheim); Estructura social
242 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

y anomia (Social Structure and anomie, Robert K. Merton); Psicoanálisis


y sociología (Psychoanalisys and Sociology, Erich Fromm).2. Tendencias
psicosociológicas: La psicología de la moderna sociedad (The psycholo-
gy of modern society, John Maynard Keynes); El abismo irracional entre
el sujeto y el objeto (The irrational chasm between subject and object,
Georges Luckács); El sí mismo, el yo y el mí (The self, the I and the me,
George Herbert Mead). 3. Tendencia políticosociológica: ¿Qué es lo que se
ha hecho? (Whats is to be done? V.I. Lenin).
• Dilemas inevitables: 1. Tendencia politosociológica: Arte, guerra y fas-
cismo (Art, war and fascims: Walter Benjamin); Intelectuales y hegemonía
(Intellectuals and Hegemony, Antonio Gramsci); Identidad, lucha y con-
tradicción (Identity, struggle and contradiction, Mao Ste-Tung); Los japo-
neses y los americanos (The japanese and the americans, Ruth Benedict).
2. Tendencia sociológica: El problema negro como una salida moral (The
negro as a moral issue, Gunnar Myrdal); Desorganización de la cultura
inmigrante (Disorganization of the polish inmigrant, William I. Thomas
y Florián Znaniecki); Personalidad y estatus dentro de la pandilla (Per-
sonality and status within the gang, Frederic M. Thrasher). 3. Tendencia
filosóficosociológica: Hombre moral y sociedad inmoral (Moral man and
inmoral society, Reinhold Niebuhr); Fuerza no violenta: un dilema espiri-
tual (Non violent force: a spiritual dilema, Mohamdas Karamchamd Gand-
hi). 4. Tendencia feminista: Una habitación propia (A room of ones’own,
Virginia Wool).

3. La Edad Dorada (1945-1963)

• La Edad Dorada: 1. Tendencia sociológica: Sistemas de acción y siste-


mas sociales (Action systems and social systems, Talcott Parsons); Funcio-
nes manifiestas y latentes (Manifest and latent functions, Robert Merton);
Modernización: Etapas de crecimiento (Modernization: stages of growth,
W.W. Rostow); El estudio estructural del mito (The structural study of myth
, Claude Lévi Strauss); Prospectiva semiológica (Semiological prospects,
Roland Barthes); ¿Por qué la teoría? (Why theory?, Louis Althusser). 2.
Tendencia políticosociológica: Sobre los Estados Unidos y la contención
de los soviéticos (On the United Estates and Containment of the soviets,
George Kennan); El fin de la ideología en occidente (The end of ideology
in the west, Daniel Bell).
• Dudas y Reservas: Carácter y sociedad: la otra personalidad directa (Cha-
racter and society: The other-direct personality, David Riesman); De cara
al trabajo (On face-work, Erving Goffman); Juventud e identidad america-
na (Youth and american identity, Eric H. Erikson); El excéntrico sí mismo
y el discurso de los otros (The eccentric self and the discourse of the other,
Jacques Lacan).
• Otros Objetivos: Entre colonizador y colonizado (Between colonizer
and colonized, Aimé Césaire); La imaginación sociológica (The socio-
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 243

logical imagination, C. Wright Mills); Descolonizado, cultura nacional


y el intelectual negro (Decolonizing, national culture and the negro in-
telectual, Frantz Fanon); Las mujeres como los otros (Women as others,
Simone de Beauvoir); El problema de quien no tiene nombre (The pro-
blem that has no name, Betty Friedan); El poder de la acción no violenta
(The power of non violent action, Martin Luther King, Jr.); Democracia
participativa (Participatory Democracy, movimiento estudiantil en Esta-
dos Unidos en 1960).

4.4.  MUDANZAS Y TRANSFORMACIONES EN LA POSMODERNIDAD

Tras las fases por las que atraviesa la Modernidad se va decantando la Pos-
modernidad como una constante negación y autointerrogación de todos los logros
modernos. Se impone un escepticismo más o menos amplio, por el que se van
abriendo paso una gran diversidad de perspectivas de análisis. A este respecto la
obra de Agnes Heller (1994) El péndulo de la modernidad, aporta una teoría que
trata el poder de la contingencia y la inescrutabilidad del mundo moderno, que
coexiste con la autonomía relativa que alcanza el sujeto en ese mundo, a pesar de
todas las lógicas en las que se ve envuelto. Todo ello empieza a suceder conforme
se va superando la sociedad industrial, que da paso a la sociedad posindustrial, y
que se fusionará con la imparable y contundente globalización.
El término posmodernismo o posmodernidad designa generalmente un amplio
número de movimientos artísticos, culturales, literarios y filosóficos del siglo xx,
que son definidos en diverso grado y manera por su oposición o superación al con-
cepto de moderno. En sociología, los términos posmoderno y posmodernización se
refieren al proceso cultural observado en muchos países en las últimas dos décadas,
que se identifican a principios de los setenta, y adquiere otra acepción que se expli-
ca bajo el término de posmaterialismo.
Las tendencias que se van situando en la interpretación y captación de esta fase
de la posmodernidad, atraviesa varios debates y críticas que confluyen en la crisis
que provoca, al representar un proyecto modernista fracasado. Existen varios pun-
tos sobresalientes que apuntan, por ejemplo, a la renovación radical de las formas
tradicionales del arte y la cultura, el pensamiento y la vida social.
Y entre las características que aparecen resaltan los problemas que existen
en su definición, y los inconvenientes que ocasiona la actualidad, la escasez e
imprecisión de los datos a analizar, y la falta de un marco teórico valido que
permita analizar extensivamente todos los hechos que se van dando a lo largo
de este complejo proceso que se llama posmodernismo. Pero el principal obs-
táculo se halla precisamente en el mismo proceso que se quiere definir, dado
que ante tal diversidad falta un sistema, una totalidad, un orden, una unidad,
en definitiva, una coherencia para la elaboración de definiciones. Además, se
muestra a favor de la hibridación, la cultura popular, el descentramiento de la
autoridad intelectual y científica y la desconfianza ante los grandes relatos. En
el Cuadro 4.1 se pueden observar las características sociales y psicológicas de
la Posmodernidad.
244 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Cuadro 4.1
Tendencias sociales de la Posmodernidad

• Los individuos sólo quieren vivir el presente. El futuro y el pasado pierden importancia.
• Hay una búsqueda de lo inmediato.
• Proceso de pérdida de la personalidad individual.
• La única revolución que el individuo está dispuesto a llevar a cabo es la interior.
• Se rinde culto al cuerpo y la liberación personal.
• Se vuelve a lo místico como justificación de sucesos.
• Pérdidas de fe en la razón y la ciencia, pero en contrapartida se rinde culto a la tecnología.
• El hombre basa su existencia en el relativismo y la pluralidad de opciones, al igual que el
subjetivismo impregna la mirada de la realidad.
• Pérdida de fe en el poder público.
• Despreocupación ante la injusticia.
• Desaparición de idealismos.
• Pérdida de la ambición personal de autosuperación.
• Desaparición de la valoración del esfuerzo.
• Existen divulgaciones diversas sobre la Iglesia y la creencia de un Dios.
• Aparecen grandes cambios en torno a las diversas religiones.
• Desaparece la literatura fantástica.
• La gente se acerca cada vez más a la inspiración ‘vía satelital’.
• Las personas aprenden a compartir la diversión vía Internet.

Fuente: elaboración propia según varios autores.

Iztapalap (2011) trabaja la Posmodernidad y la ubica en la década de los ochen-


ta, que fluye entre los debates de la modernidad y que se expande a distintos ám-
bitos como el cine, la filosofía, la política y la literatura. La relaciona con una
confluencia de cambios que se producen en las vertientes culturales, sociales y
políticas, y arranca, entre otros, con Derrida y Foucault.
Así, por ejemplo, coloca a Nietzche en el pensamiento posmoderno, ya que
rechaza las ideas de universalidad, racionalidad, verdad y progreso propio de la
modernidad, que convierten al posmodernismo en un antimodernismo, debido a
que la razón iluminista llegó a convertirse en razón instrumental. Ahora bien, para
Habermas esta visión nihilista de la posmodernidad es muy estrecha al culpar a la
razón de ser la única culpable de todos los males del siglo xx, y defiende la razón y
la modernidad ilustrada, como se ha señalado arriba.
El francés Lyotard concibe la posmodernidad como la desaparición de relatos
emancipatorios, sean estos marxistas, cristianos, liberales, o idealistas iluministas
propios de la modernidad. En este sentido, la posmodernidad se caracteriza porque
incorpora una postura más pragmática y exitista, por lo que el status quo se caracte-
riza por la cantidad de información y el poder que esto genera. Desde otra óptica más
completa, Huyssen tiene una posición menos subjetiva y percibe la cultura de la pos-
modernidad a través de la dialéctica, tal y como propuso Marx, de aquí que se puedan
alcanzar en esta visión los logros y las perversiones, desde sus avances y retrocesos.
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 245

Lemert (1999) estructura en etapas bien diferenciadas las aportaciones claves


en la ruptura de la Modernidad y en la construcción de la Posmodernidad, y clasi-
fica a los pensadores por evolución histórica según sus principales ideas, a saber:

2.1. Reconstrucción de la Modernidad y ruptura (1963-1979):


Ruptura con la Modernidad

• Hacia la sociología reflexiva —qué es lo que quieren hacer los sociólogos


y qué es lo que de hecho hacen en el mundo— (Alvin W. Gouldner).
• Propiedades de la sociología práctica—Etnometodología— (Harold Gar-
finkel).
• Estructuras, hábitos, prácticas—cómo afectan las estructuras de la socie-
dad, en las acciones de los individuos— (Pierre Bourdieu).
• El buen acontecimiento en el pensamiento social (Jacques Derrida).
• Discurso sobre occidente (Michel Foucault).
• Desublimación represiva perteneciente a la cultura de masas de la postgue-
rra (Herbert Marcuse).
• El poder negro (C.L. James).
• El dueño de las herramientas nunca podrá desmantelar al dueño de la casa
—El feminismo negro lesbiano— (Audre Lorde).

2.2. La Posmodernidad a partir de 1979:


I) La idea de la posmodernidad

• ¿El más puro postmodernismo? (Whither postmodernism?, Huyssen).


• La condición postmoderna (The postmodern condition, Lyotard).
• Ironía privada y esperanza liberal (Private irony and liberal hope, Rorty).
• Poder como conocimiento (Power as knowledge, Foucault).
• Simulacro y fingimientos: Disneyland (Simulacra and simulations: Disne-
yland, Baudrillard).

II) Reacciones y Alternativas

• ¿Posmodernidad o modernidad radicalizada? (Post-modernity or radicali-


zed modernity?, Giddens).
• Democracia radical: alternativa para una nueva izquierda (Radical demo-
cracy: alternative for a new left, Laclau y Mouffe).
• Sobre el poder de Foucault: una teoría para las mujeres? (Foucault on
power: a theory for women?, Hartsock).
• La idea afrocentral (The afrocentric idea, Asante).
• Caso pospositivista para los clásicos (Postpositivist case for the classics,
Alexander).
• La nueva estructura social y la nueva ciencia social (The new social struc-
ture and the new social science, Coleman).
• ¿Hacia la pluralidad de la unidad? (E pluribus unum?, Schlesinger, jr.).
246 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

III) Después de la Modernidad

• La nueva cultura política de la diferencia (The new cultural politics of


difference, West).
• La “raza” como figura retórica del mundo (“Race” as the trope of the
world, Henry Louis Gates, jr.).
• La máquina manifiesta e identidades fracturadas (The cyborg manifesto
and fractured identities, Harawy).
• ¿Infinitos estratos/tercer mundo? (Infinite layers/third world?, Minh-ha).
• ¿Puede el subordinado hablar? (Can the subaltern speak?, Spivak).
• Pensamiento feminista negro en la matriz de la dominación (Black feminist
thought in the matrix of domination, Collins).
• El nuevo mestizaje (The new mestiza, Anzaldúa).
• La identificación sexual es una cosa extraña (Sexual indentification is a
strange thing, Weeks).
• Imitación e insubordinación de género (Imitation and gender insubordi-
nation, Butler).
• ¿Quién es su madre? raíces rojas del feminismo blanco (Who is your mo-
ther? red roots of white feminism, Allen).
• El fin de la era moderna (The end of the modern era, Havel).

2.3.Nuevas Formaciones Sociales en el Nuevo Milenio:


I) Revisando la Globalización Mundial

• Futura ciencia social y recodo invisible (Future social science and invisi-
ble elbow, Tilly).
• La información de la edad (The information age, Bill Gates).
• La red global (The global network, Castells).
• La ciudad en el mundo globalizado (The city in a globalization world,
Harvey).
• Lo global, lo local, y el retorno de la etnicidad (The global, the local, and
the return of ethnicity, Hall).

II) Nuevas Formaciones Sociales

• El manifiesto post-trabajo (The post-work manifesto, Aronowitz, Esposito,


Difazio y Yard).
• Qué hacer cuando desaparezca el trabajo (What to do when work
disappears,Wilson).
• Crítica cultural y telecomunicaciones (Cultural criticism and telecommu-
nications, Clouhg).
• La familia postmoderna (The post-modern family, Stacey).
• Mujeres trabajando en un tiempo ceñido (Working women in the time bind,
Hochschild).
• La productividad de lo secreto (The productivity of the closet, Seidman).
POBLACIONES, INSTITUCIONES Y CAMBIOS SOCIALES 247

• El valor de la postura solitaria (The courage to stand alone, Jingsheng).


• La extensión hacia lo sublime (Reach toward the ineffable, Morrison).

Tras esta revisión de autores con sus ideas principales los paradigmas principales
circulan a modo de modelos que recogen aquellas conceptualizaciones más próximas a
ellos. En esta época posmoderna hay que tener en cuenta la influencia de los medios de
comunicación, ya que como bien señala Iztapalap (2011) juegan un rol muy importante
para generar una cultura que enajena en gran manera. Los medios de difusión tales
como el cine, la televisión y el Internet moldean las maneras de pensar de los consumi-
dores, y surge así el homo videns. Todo ello unido a la globalización coadyuva a la crea-
ción de grandes transformaciones sociales, culturales, económicas y políticas, donde
los modos de producción y de movimientos de capital se organizan a escala planetaria,
y los gobiernos locales poco a poco van perdiendo el poder de gestión.
La Globalización lleva a que el poder se traslade a la economía, en la que los
grupos empresariales adquieran gran fuerza, y elaboren un discurso y una políti-
ca subglobal cimentada en los intereses económicos. Estos grupos empresariales
transnacionales son los que dictan las reglas del juego económico político, dejando
a los estados nación en una situación de imposibilidad para ejercer sus propias po-
líticas. Y paulatinamente el Neoliberalismo se convierte en un pensamiento único
en un mar de desigualdades sociales.
El Paradigma del Riesgo es uno de los más elocuentes, ya que explican las
incertidumbres y la vulnerabilidad que adquieren los Estados Nación en unas so-
ciedades industrializadas que no ponen freno al desarrollo desmedido, y que actúan
al margen de un sistema político que las debería regular. De aquí surgen riesgos de-
nominados de nueva magnitud, como el desastre de la catástrofe nuclear de Cher-
nobyl en 1986 y la reciente catástrofe de Fukushima en 2011, lo que supone la
existencia de sociedades que albergan riesgos incalculables, también imprevisibles
e incontrolables. En la obra La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad,
que escribió Ulrich Beck en la década de los ochenta se pone en tela de juicio la
necesidad de una comunidad mundial que pueda hacer frente a los riesgos que
conllevan las sociedades actuales, que tienden hacia una mayor individuación, el
monopolio del saber por parte de expertos, la desregulación, la precarización en el
empleo, la generalización del desempleo, el nuevo rol de las mujeres con su incor-
poración al mercado de trabajo, la competencia de saberes, etc.
El paradigma de la violencia en las sociedades actuales se conforma con este
devenir de la posmodernidad, cargado de disfuncionalidades y de grandes desigual-
dades, en los que grupos de poder como los mencionados grupos empresariales trans-
nacionales controlan los mecanismos básicos del funcionamiento de las sociedades.
En consecuencia, la competencia por el poder y la exclusión de grandes masas de po-
blación en el acceso a los medios básicos de subsistencia llevan a nuevos conflictos,
estallidos sociales y guerras. Por otro lado, se perfilan distintas violencias contra las
mujeres en el mundo posmoderno manifestadas en violaciones, tráfico de mujeres,
explotación sexual de niñas y niños, mujeres, personas con discapacidad, personas
mayores, jóvenes y hombres —si bien éstos últimos en menor escala—, que han
transformado las relaciones de género en formas de violencias múltiples, a modo de
armas de guerra y de control total de los hombres hacia las mujeres.
248 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

El paradigma de la sociedad red en la era de la información es un modo de


conocer la sociedad tecnológica avanzada, que produce información y es una de
sus herramientas básicas. Castells en su obra La era de la información (1998) trata
de explicar el paradigma tecnológico de la sociedad de la información, donde la
tecnología conforma una sociedad red que contiene toda una estructura social que
interactúa a través de redes sociales. Es, en definitiva, una nueva estructura social
empapada por las tecnologías de la información que abarca la microelectrónica, la
informática, las telecomunicaciones y la ingeniería genética, y que se unen a las
tecnologías del procesamiento de la información y de la comunicación.
El paradigma de las desigualdades sociales según género (determinado por
el feminismo) se caracteriza por la asimetría que todavía perdura en las relaciones
entre mujeres y hombres. Relaciones que tienen sus orígenes en las relaciones que
impone el patriarcado, y que ubican a las mujeres en una situación de inferioridad.
En la posmodernidad se centra en la conciliación de la vida familiar, laboral y
personal que recae fuertemente en las mujeres, y que se refuerza con los valores
y actitudes de la corresponsabilidad, en términos generales. También alcanza a las
niñas y mujeres discapacitadas, a los grupos de mujeres más vulnerables y a las que
están en situación de riesgo.
Finalmente, el paradigma de los movimientos sociales es unos de los más di-
námicos y numerosos que caracterizan a las sociedades de la posmodernidad, y que
actúan, a veces, a modo de escape y de cambio de rumbo en las directrices de la
sociedad. Monferrer (2006) apunta los rasgos más destacados de los nuevos movi-
mientos sociales, en los que figura en primer lugar la propuesta de temas novedosos
que pongan en tela de juicio las necesidades, intereses nuevos y los conflictos so-
ciales que no se conocen hasta el momento. Destacan los problemas de la calidad
de vida, los medioambientales, los culturales, las identidades de los grupos, los
derechos de las mujeres y las de los grupos minoristas. Los valores posmaterialistas
se demandan de manera intensa, y se mezclan lo político con lo cultural.
En segundo lugar, lo forman las nuevas bases de apoyo interclasista, en las
que se pasa de la reivindicación de la clase obrera, a la de las clases medias que
están apareciendo, se incorporan aquí los jóvenes y las mujeres. En tercer lugar las
nuevas formas de organización, que disponen de una estructura descentralizada,
y se organizan en redes extensas de individuos, de grupos o de colectivos que se
encuentran relacionados entre sí. Y el último bloque da cuenta de la manifestación
de protesta que va más allá de la protesta que se suele efectuar en la calle, y se
concretan en escenificaciones, sentadas, encadenamientos y demás, y utilizan los
medios de comunicación para llegar a más gente e impactar con más intensidad.
Por último, el movimiento más reciente es el catalogado como movimiento
anti-globalización, que atiende más por el calificativo de movimiento por una glo-
balización alternativa. Este movimiento pretende criticar el nuevo orden mundial,
y llegar a los sectores más afectados de la población por la globalización, y reco-
ge toda la diversidad política, ideológica, social y étnica. Entre las característica,
destaca la de no tener una estructura organizativa estable, ni tampoco tiene una
estructura central donde dirigir todo el movimiento.
TERCERA PARTE
FENÓMENOS Y
PROBLEMAS SOCIALES
5.  FENÓMENOS Y
PROBLEMAS SOCIALES
EN LA POSMODERNIDAD
LECTURA: DESEMPLEO, POBREZA Y EXCLUSIÓN SOCIAL

OIT, Tendencias mundiales del empleo 2012. Prevenir una crisis mayor del
empleo, Organización Internacional del Trabajo, Ginebra, pp. 89-90.

Opciones de política que propicien el crecimiento con empleo


Resumen de la destrucción de empleo debida a la crisis

El mundo afronta un grave problema en materia de empleo y déficits ge-


neralizados de trabajo decente. Al despuntar 2012, 1.100 millones de personas,
uno de cada tres miembros de la fuerza de trabajo, está desempleado o vive en
la pobreza. Tras tres años de una situación de crisis continua en los mercados de
trabajo del mundo, y ante la perspectiva de un mayor deterioro de la actividad
económica en los mercados de trabajo, el desempleo en el mundo ha aumentado
en 27 millones de personas, y en el próximo decenio se necesitarán más de 400
millones de nuevos empleos tan sólo para evitar otro aumento del desempleo. La
mitad de la destrucción de puestos de trabajo ocurrió en las economías avanza-
das; 5 millones se perdieron en Asia Oriental, 3 millones en América Latina y el
Caribe, y 1 millón en Asia Meridional. Al mismo tiempo, el desempleo mundial
aumentó del 5,5 por ciento en 2007 al 6,2 por ciento en 2009, y las más perju-
dicadas fueron las economías avanzadas, cuyas tasas de desempleo pasaron del
5,8 por ciento al 8,3 por ciento en ese período. En Europa Central y Sudoriental
(no UE) y CEI la tasa de desempleo pasó del 8,4 por ciento al 10,2 por ciento;
en Asia Oriental, del 3,8 por ciento al 4,3 por ciento, y en América Latina y el
Caribe, del 7 por ciento al 7,7 por ciento. También el desaliento se ha agudizado
ante una fuerza de trabajo con 29 millones menos de puestos de lo que se pre-
veía. En consecuencia, a nivel mundial, la relación empleo-población descendió
del 61,2 por ciento al 60,3 por ciento, y de forma más drástica en las economías
avanzadas, donde este índice pasó del 57,1 por ciento al 55,5 por ciento, lo que
indica que las cifras actuales sobre desempleo no reflejan, en realidad, la ver-
dadera magnitud de la crisis que está teniendo lugar en el mercado de trabajo.
254 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Al entrar en el cuarto año de crisis económica mundial, los datos permiten


definir tres etapas en la crisis. Al impacto del desencadenamiento de la crisis se
respondió con medidas fiscales y de estímulo coordinadas, que si bien permitie-
ron una recuperación del crecimiento, no bastaron para conseguir una recupera-
ción sostenible del empleo, sobre todo, en las economías avanzadas. De hecho,
entre 2009 y 2010, en ellas se perdieron otros 2 millones de puestos de trabajo,
y, a escala mundial, la creación de empleo apenas se mantuvo al ritmo del creci-
miento de la fuerza de trabajo. En las economías en desarrollo, el número de tra-
bajadores pobres – que en estos países es un indicador más fiable de la situación
del mercado de trabajo que el desempleo registrado – había cesado su tendencia
a la baja: en 2011 hubo 50 millones de trabajadores pobres más. Además, el
empleo vulnerable, que comprende el trabajo familiar no remunerado y el tra-
bajo por cuenta propia, cuyo incremento en números absolutos hasta los 1.500
millones de personas se había frenado en 2007, comenzó a crecer nuevamente
después de la crisis, sumando otros 23 millones de personas a partir de 2009. Los
datos citados en el presente informe revelan que el hecho de que el crecimiento
no logre generar más empleo guarda relación con que las medidas de estímulo
se destinaran al rescate del sector financiero, en especial en las economías avan-
zadas. Puede que ello fuese muy necesario; sin embargo, impidió la ayuda a la
economía real y al empleo.
En la segunda etapa, el aumento del déficit público y de la deuda, a la par
de un crecimiento débil, indujo la adopción de mayores medidas de austeri-
dad para tranquilizar a los mercados de capital y contrarrestar el aumento del
rendimiento de los bonos. A resultas de ello, las medidas de estímulo fiscal
comenzaron a menguar, y el apoyo a las actividades económicas en las eco-
nomías avanzadas se centró en flexibilizar las políticas monetarias. Ello pare-
ce haber debilitado tanto el PIB como el empleo. El crecimiento del PIB en
todo el mundo cayó del 5 por ciento en 2010 al 4 por ciento en 2011, siendo
las economías avanzadas las peor situadas: en septiembre de 2011, el FMI
corrigió la correspondiente predicción para 2011 al 1,4 por ciento. Mientras
tanto, también las economías emergentes han comenzado a sentir las repercu-
siones de esa situación. El crecimiento se mantuvo fuerte en todo 2011, pero
los primeros indicios de debilitamiento se percibieron en el último trimestre
de 2011, en el que hubo menos pedidos de las industrias. La desaceleración
del crecimiento también mantuvo elevada la tasa de desempleo en todo 2011,
aumentando aún más el número de puestos de trabajo necesarios para volver a
las tasas de desempleo anteriores a la crisis.
El endurecimiento de las políticas y la persistencia del elevado nivel de des-
empleo han aumentado las posibilidades de una peligrosa tercera etapa, que se
caracterizaría por una segunda caída del crecimiento y el empleo en las econo-
mías avanzadas, lo que agudizaría la grave crisis del mercado de trabajo desen-
cadenada por la crisis. En este escenario de recaída en recesión, la tasa de des-
empleo mundial alcanzaría el 6,2 por ciento en 2013 – nivel en el que se situaba
en 2009 –, tras una caída moderada del 6 por ciento en 2011.
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 255

Agudización de la crisis del empleo juvenil


Los jóvenes se han visto muy perjudicados por el deterioro de las condi-
ciones del mercado de trabajo. La tasa de desempleo juvenil en el mundo pasó
del 11,7 por ciento en 2007 al 12,7 por ciento en 2011; las más afectadas fueron
las economías avanzadas: esta tasa trepó del 12,5 por ciento al 17,9 por ciento
en ese período. Además de los 74,7 millones de jóvenes desempleados en el
mundo en 2011, un número creciente de desempleados de larga duración, unos
6,4 millones de jóvenes, han perdido toda esperanza de encontrar empleo, y se
han apartado por completo del mercado de trabajo. Quienes tienen un empleo,
tienen cada vez más probabilidades de encontrarse trabajando a tiempo parcial,
a menudo con un contrato temporario. En los países en desarrollo, es excesiva la
proporción de jóvenes entre los trabajadores pobres (La crisis del empleo juvenil
fue el tema de la Conferencia Internacional del Trabajo de junio de 2012.).

Perspectivas del empleo en el mundo


Dado el panorama poco halagüeño, la cumbre del G-20 celebrada en sep-
tiembre de 2011 en Cannes señaló el creciente riesgo de desaceleración de la
recuperación del PIB , y el consiguiente riesgo de un nivel de desempleo inad-
misiblemente elevado. En la declaración de la cumbre, los países del G-20 se
comprometieron a luchar contra el desempleo y promover el trabajo decente, en
especial en lo concerniente a los jóvenes y demás afectados por la crisis. A tal
fin, se creó un Grupo de Trabajo sobre Empleo, y se pidió al FMI, a la OCDE ,
a la OIT y al Banco Mundial que informaran a los Ministros de Economía de la
perspectivas del empleo en el mundo, y los orientaran sobre la forma en que un
programa de reformas en materia económica en el marco del G-20 podría contri-
buir a la creación de empleo.

5.1.  FENÓMENOS SOCIALES DE LA REALIDAD COTIDIANA

Los fenómenos sociales son el objeto de investigación de la ciencia sociológi-


ca, y se refieren a cualquier hecho que pueda ser observado y experimentado por
mediación de los sentidos. Un fenómeno se origina por la influencia de una o más
personas con respecto a otras, es decir, por la interacción social, lo que implica
abordar todos los tipos de conducta interpersonal, más las situaciones interpersona-
les que se puedan dar. En las definiciones que se ofrecen de los fenómenos sociales,
apuntan a los hechos que son observables, empíricos, los que, en definitiva, provie-
nen de la vida social entre los miembros de las sociedades —patrones de conducta
y de pensamiento—, y que se recogen en la investigación social como los datos
básicos de la sociología.
Los fenómenos sociales suponen, en realidad, la parte más dinámica de la vida
cotidiana, y la ciencia sociológica mira con su perspectiva los acontecimientos vita-
les que se producen en las sociedades. Comprenden el objeto de estudio, por lo que
se les observa, analiza, explica e interpreta, para más tarde, estructurar esos objetos
256 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

en teorías lógicas que reproducen las realidades sociales del momento, que anterior-
mente fueron indagadas por los científicos sociales. En su conjunto, nos sirven para
comprender el mecanismo de las sociedades humanas, los procesos que intervienen
en temas muy puntuales como la educación, la cultura o la belicosidad, entre otros,
y efectuar comparaciones con las sociedades actuales. Lo fenómenos sociales son
los productos más patentes de todo lo que organiza una sociedad y sus individuos,
y es el núcleo básico al que gira esta ciencia. Son, por ejemplo, los hechos sociales
que trabajó Durkheim en su época, la acción social de Weber o las clases sociales de
Marx, o son los problemas sociales de la inmigración, los atentados terroristas y los
problemas del desempleo en las sociedades de la posmodernidad.
Los fenómenos sociales son, por tanto, uno de los fundamentos básicos de
esta ciencia que van a ser estudiados y analizados por los profesionales de la
sociología, a través de toda una pluralidad de métodos y técnicas de obtención
de información, por lo que surgen varias escuelas sociológicas para abordar la
multiplicidad de realidades y acontecimientos, hecho que tiene que ver también
con las teorías sociales de la modernidad, posmodernidad y las nuevas formacio-
nes sociales.
En la investigación que se efectuó a los académicos y profesionales de la so-
ciología en España (Martínez, 2002) —arriba señalada— se les preguntó a los aca-
démicos y profesionales cuáles habían sido los temas investigados o fenómenos
sociológicos que a lo largo de su trayectoria profesional más habían atraído su
atención y dedicación, y en el caso de los 16 académicos —hombres y mujeres—
se obtuvieron bastantes bloques temáticos que se relacionan a continuación:

•  Salud Laboral, economía del trabajo, economía sumergida, mercado de traba-


jo, familia, formación.
•  Influencia del grupo sobre el individuo.
•  El divorcio y la ruptura familiar, Estudios de Género.
•  Sociología de la Literatura —Tesis sobre Teatro Independiente—, Cultura
Política, Investigación social sobre metodología de la EPA (Encuesta de Po-
blación Activa), proyecciones de población a través del Padrón Municipal,
investigación sobre temas de comportamiento político, investigación sobre
consumo, asesoramiento e investigación de empresas.
•  Investigaciones sobre análisis de la sociedad, investigaciones sobre la recon-
versión del Área de Almadén, estudio antropológico sobre la cultura gitana,
aplicación de un paquete integrado de estadística a las encuestas.
•  Movilidad social, situación social.
•  El desempleo, la formación, programas de docencia para alumnos de primero.
•  Trabajo remunerado y no remunerado, salud y enfermedad, el papel de las
mujeres en la ciencia.
•  Formación, investigación sobre población, el ecosistema, valores, la posición
social y transmisión de actitudes, análisis de indicadores sociales a través de
datos estadísticos y encuestas.
•  Sociología del Conocimiento y Sociología de la Ciencia, aspectos relaciona-
dos con la moral y la sociedad, la reflexividad, la etnosociología.
350 SOCIEDADES Y MUNDO

• El fenómeno
FENÓMENOS de la comunicación,
Y PROBLEMAS la comunicación
SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD persuasiva. 257
• Sociología de la Juventud o Sociología de las Edades.
• Nacionalismos, Sociología de la Religión, Sociología de la desviación.
• • Sociología
Los mitos griegos, conocer
Industrial, situacionesen
investigaciones de temas
riesgo de
social.
Sociología del Conoci-
• miento,
Sociología de la Industria/Empresa, Psicología Social, Teoría Sociológica.
investigaciones sobre el impacto de las nuevas tecnologías.
•  El fenómeno de la comunicación, la comunicación persuasiva.
•  Sociología de la Juventud o Sociología de las Edades.
Todos estos temas
•  Nacionalismos, han sido,
Sociología deen
la efecto, losSociología
Religión, que más dedicación y atención han
de la desviación.
tenido en la trayectoria de este sector académico,
•  Los mitos griegos, conocer situaciones de riesgo social. que hacen un total de 49 fenó-
menos,
•  Sociología de la Industria/Empresa, Psicología Social, Teoría Sociológica.en 23
hechos sociales, eventos y temas en general, que se han clasificado
categorías o tipos de Sociología (Véase Gráfico 10.1). Las apreciaciones de esta re-
alidad en la vida académica de las dieciséis personas entrevistadas apunta, obvia-
Todos estos temas han sido, en efecto, los que más dedicación y atención han
mente, a la gran amplitud de temas que estudia esta disciplina y que intenta abarcar
tenido en la trayectoria de este sector académico, que hacen un total de 49 fenóme-
gran parte de la realidad social que nos rodea según la coyuntura de los procesos
nos, hechos sociales, eventos y temas en general, que se han clasificado en 23 cate-
sociales. Otro rasgo significativo es la gran dispersión que existe entre los temas
gorías
que o tipos aunque
trabajan, de sociología (Véase
se aprecia queGráfico
existe 5.1). Las apreciaciones
un interés predominantedepor estalos
realidad
temas
en la vida académica de las dieciséis personas entrevistadas apuntan,
relacionados con la metodología y la investigación social lo que indica, a su vez, la obviamente,
ainclinación
la gran amplitud de temas
por reforzar este que estudia
campo estadel
dentro disciplina y que intenta
ámbito académico, abarcar
incluso grana
llega
parte de la realidad social que nos rodea según la coyuntura de los
ocupar un lugar prioritario en el medio más adecuado posible, como es la univer- procesos socia-
les.
sidad. Otro rasgo significativo
El interés que suscita laesSociología
la gran dispersión
Industrial,que existe entre
es también muylos temas que
destacable, y
trabajan, aunque se aprecia que existe un interés predominante por
responde a la fuerza y posición que va tomando esta especialidad dentro del ámbito los temas rela-
cionados con la metodología y la investigación social lo que indica, a su vez, la

Gráfico 5.1
Fenómenos y problemas sociales observados por sociólogos españoles

Fuente: elaboración según Martínez Quintana, V. (2002): Los sociólogos, la sociología y visión de la
sociedad —1998-2002—. Investigación sociológica e informes a cargo de Matrícula Abierta de la UNED,
Madrid. (Mimeo).
258 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

inclinación por reforzar este campo dentro del ámbito académico, incluso llega a
ocupar un lugar prioritario en el medio más adecuado posible, como es la universi-
dad.
El interés que suscita la sociología industrial, es también muy destacable, y
responde a la fuerza y posición que va tomando esta especialidad dentro del ám-
bito profesional. También merece atención la sociología política, la sociología del
conocimiento y la sociología educativa que se seleccionan en tres y hasta cuatro
ocasiones, por otro lado, de los 49 temas seleccionados hay 14 que sólo fueron
nombrados una sola vez, y cuatro en dos ocasiones, es decir, que prácticamente la
mitad de los temas investigados o fenómenos sociológicos que más han gratificado
a los entrevistados, fueron elegidos solo una vez.
A continuación, se les interrogó en relación a los fenómenos sociales que pre-
dominan en la realidad cotidiana, cuáles creían que debían ser estudiados prefe-
rentemente por la sociología académica, y conocer el interés de estos académicos
por este tema. Para el estudio de este ámbito se clasificaron las respuestas al lado
de las especialidades (Véase Cuadro 5.1), y se obtiene según el número de fenóme-
nos sociales ubicados en su correspondiente clasificación, que la sociología política
y la sociología del conocimiento son las más predominantes, seguidas de la socio-
logía industrial y del género, principalmente.
Se advierte, pues, que los acontecimientos del área política tales como des-
igualdad social, justicia, relaciones internacionales, equilibrio de poderes, repre-
sentación política se sitúan en primera línea de preferencia con los del área de
sociología del conocimiento tales como ideología, relegamiento de los plantea-
mientos de la idea de futuro, difuminación de los valores absolutos de la sociedad,
mantenimiento de mitos o representaciones falsas y temas de solidaridad. En la
sociología industrial se hallan los fenómenos sociales del trabajo, desempleo y des-
localización, evolución del trabajo, problemas de pobreza y exclusión social, en el
área de género se delimitan las relaciones de género, la incorporación de las muje-
res a la vida activa más visible y la conciliación entre la vida familiar y la laboral.
A los profesionales de la empresa —15— también se les cuestionó acerca de
los temas investigados o fenómenos sociológicos que más habían atraído su aten-
ción y dedicación, siendo las respuestas las que se relacionan a continuación: temas
políticos; temas laborales y familia; los temas sociales; mujeres maltratadas –vio-
lencia de género-; temas de más calado sociológico; el significado de las marcas;
la imagen del cine español; los jóvenes; las mujeres del siglo xxi; las mujeres;
juventud; consumo del queso; los medios de comunicación; discapacitados e inser-
ción laboral; el tema de la alimentación; racismo; los temas de comunicación; la
comunicación; los efectos políticos de la comunicación; comportamiento político
electoral; la investigación financiera y los análisis semiológicos —estudio de los
signos en la vida social—.
Y se detectó que los sociólogos de empresa se mueven en un ámbito relacio-
nado con la publicidad, el marketing, el consumo, las audiencias y los medios de
comunicación, las nuevas tecnologías o los estudios de mercado, si bien predomi-
nan más los temas de carácter social como los de sociología política, industrial, de
género, raza, juventud, inmigración y familia. Esta tendencia muestra en parte que
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 259

Cuadro 5.1
Ejemplos de fenómenos sociales para la observación

FENÓMENO SOCIAL ESPECIALIDAD


1 Trabajo Sociología Industrial
Familia Familia / Matrimonio
Ideología Sociología del Conocimiento
Instituciones Sociología Política
2 Maltrato mujeres, niños y ancianos Violencia de Género
3 Las relaciones de género Género
4 Evolución del trabajo, pobreza y exclusión social Sociología Industrial
Planteamientos en las ideas de futuro Sociología del Conocimiento
La difuminación de los valores absolutos de la Sociología del Conocimiento
sociedad
5 La sociedad de la información, que es y como Medios de Masas
afecta a los procesos humanos
6 El mantenimiento de mitos o representaciones Sociología del Conocimiento
falsas
7 Nuevas tecnologías Ciencia y Tecnología
Temas de solidaridad Sociología del Conocimiento
Incorporación de las mujeres al trabajo Género
8 La igualdad: la conciliación de la vida familiar Género
con la laboral
Las nuevas tecnologías Ciencia y Tecnología
9 Desigualdad social Clases Sociales / Estratificación
Social
Justicia Sociología Política
Relaciones internacionales Sociología Política
Equilibrio de poderes Sociología Política
Representación Política Sociología Política
Organización social Organización Social
10 Problemas sociales Varias especialidades
11 El problema estrictamente económico Sociología Industrial
La tercera edad Sociología de la Tercera Edad
12 Sociología de las organizaciones Sociología de las Organizaciones
Sociología industrial Sociología Industrial
Técnicas de Investigación en Grupos Técnicas de Investigación
Social
13 Microsociología: los fenómenos que tienen que Comportamiento Colectivo
ver con la vida cotidiana
Macrosociología: sociedad globalizada Medios de Masas
14 Varios fenómenos Varias especialidades
15 La multiculturalidad Relaciones Étnicas
16 Problemas en las comunidades: problemas Organización Social
sociales
Problemas de integración Socialización

Fuente: elaboración según Martínez Quintana, V. (2002): Los sociólogos, la sociología y visión de la
sociedad —1998-2002—. Investigación sociológica e informes a cargo de Matrícula Abierta de la UNED,
Madrid. (Mimeo).
260 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

el vínculo con lo estrictamente social no se diluye en los temas de mercado con


los que normalmente frecuentan, y es un hecho que atiende a las peculiaridades
propias de observación acerca de lo social, que llevan inherentes los profesionales
de la ciencia sociológica. Los temas investigados en su actividad se relacionan
seguidamente:

Temas de estudio investigados por los profesionales españoles

Pretest publicitarios en el mundo, información; clima laboral en una indus-


tria; satisfacción asegurados; Fidelización de clientela; para Disney, sobre di-
bujos animados; estudios de libros; estudios de coches; estudios de pequeña y
mediana empresa; para el ‘Xacobeo’; para Opel; desarrollo de un nuevo pro-
ducto de una nueva estatina; el desarrollo de la imagen de los laboratorios en
Oncología; el papel de la marca; temas de automoción; medios de comunicación
y soportes escritos; la investigación investigada; prensa gratuita; satisfacción
con el servicio de un proveedor de neumáticos; hábitos de visita de un restau-
rante de comida rápida; ubicación de la publicidad en el punto de venta; marcas
y productos de grifería; actitudes hacia el tabaco; penetración del soporte de un
canal de televisión; mejorar la imagen de las revistas; engorda el pan o no; pla-
taformas digitales; la televisión y los niños; temas electorales políticos; analizar
las elecciones europeas; analizar las elecciones catalanas; la estructura electoral
española está muy saturada; temas de gestión; análisis político del Islam; clubes
de lectores; paneles de revistas; investigación sobre necesidades de comunica-
ción; investigación de publicidad; investigación sobre la competencia; temas
políticos; violencia de género; estudios sobre ONG’s; estudios de inmigración;
la campaña de Peugeot 206, ese del Pierceing y muchas cosas de internet.

Respecto a los temas que más demanda el mercado en general, se identifican


dos clasificaciones: a) los temas que principalmente demanda el mercado laboral
—estudios de demanda de problemas sociales como los de violencia de género e
inmigración, la investigación pura y dura, encuestas de opinión pública, internet
y nuevas tecnologías, ocio, tercera edad, investigación estratégica, investigación
comercial de productos y marcas, y demás temas de actualidad, y b) Causas por las
que se demandan estos estudios —para determinar la demanda potencial solvente,
porque internet lo potencia, por los cambios de la sociedad, saber qué piensa el
usuario sobre la imagen y la satisfacción de los servicios prestados, para el lanza-
miento de nuevos productos—.
En las últimas tendencias se observa el cambio experimentado en el mercado,
que pasa de averiguar la demanda del consumidor, a otra modalidad en la que se
modifica la demanda en los clientes, por lo que se busca conocer esa realidad para
fomentar el consumo con la intención de entenderla y satisfacerla. Conocer, en
suma, el interés por las nuevas tecnologías y los cambios que producen, conocer lo
que la población piensa, siente y desea, que es el potencial de consumidores para
saber cómo llegar a ellos y generarles nuevas satisfacciones, venderles nuevos pro-
ductos y satisfacer sus expectativas.
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 261

Finalmente, los profesionales de la ciencia sociológica que trabajan en las em-


presas, de la muestra entrevistada, piensan que los fenómenos sociales de la actua-
lidad que deberían ser estudiados preferentemente por la sociología son los que
se relacionan a continuación:

Los valores; la socialización primaria y secundaria; la violencia doméstica


y de género; la familia y la escuela; la religión, el maltrato, la educación; los
nacionalismos; la redefinición de los roles del hombre y de la mujer; la conci-
liación de la vida familiar con la laboral; las mujeres; la falta de tiempo libre; el
consumo atroz; la pérdida de ideologías, la confusión de ideologías y la carencia
de ideologías; el consumo; el tema de la injusticia social; cómo se han aceptado
esas desigualdades terribles entre los que se dice el norte y el sur —inmigración,
pobreza y exclusión social—; la comunicación; sociedades ricas con sociedades
menos ricas; los temas clásicos de la sociología: familia, grupos; el tema de los
jóvenes y la violencia; todos esos temas de la violencia relacionados con los
nuevos grupos sociales que aparecen, como es el extranjero, los inmigrantes; la
baja natalidad; la publicidad; los elementos del cambio social; la reconstrucción
de identidades nacionales; la exclusión; las actitudes xenófobas; las nuevas frac-
turas sociales; las identidades sociales transitorias en lugar de las permanentes,
como son la acotación del empleo o la estratificación social y el mestizaje que
proviene de la fragmentación.
De estas aportaciones se obtiene que los temas de las relaciones étnicas y los
de la sociología de la educación han recibido una mayor atención, y han sido los
más seleccionados. En el caso de las relaciones étnicas, se hace referencia especial-
mente a los conflictos que pueden llegar a existir, y que de hecho han empezado
a aparecer en España en el momento en que se efectuó el trabajo de campo, como
consecuencia de la masiva llegada de inmigrantes a este país. En el caso de la
sociología de la educación figuran los problemas de conflictos en los jóvenes, pro-
blemas con los profesores, la falta de valores, etc.
Paralelamente, se efectuó un pequeño estudio complementario al de la investi-
gación de sociólogos académicos y profesionales de la ciencia sociológica (Martí-
nez, 2002), para obtener más información de otros contextos y sociedades externos
al español, y se recopilaron los temas y fenómenos sociales que en un período de
tiempo los profesionales de esta disciplina acostumbran a trabajar, y que aluden
fundamentalmente a los acontecimientos que aparecen en las sociedades y a los
problemas sociales en general.
En esta indagación se seleccionaron las siguientes revistas: Revista Sociology:
período 1967-1998; Revista International Journal of Comparative Sociology: pe-
ríodo 1960-1998; Revista española de investigaciones sociológicas REIS: período
1978-1999; Revista The Sociologycal Review Monograph: período 1958-1993. La
metodología que se empleó en la recopilación de los fenómenos sociales se basó
en el recuento de todos los artículos publicados en un año en cada una de las re-
vistas seleccionadas, y en la clasificación de los artículos ahí publicados a través
de la clasificación de temas, que se encontraban de manera distinta en varias de
las revistas consultadas, además de las seleccionadas, como la Pacific Sociology-
262 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

cal Review —Sociological Perspectives—, la Internatonal Journal of Sociology,


Studies in Symbolic Interaction, Researh in Social Problems and Public Policy y
Deviant Behavior.
En consecuencia, se obtuvo que la clasificación por temas de los fenómenos
sociológicos que figuran en los artículos de las cuatro revistas arriba seleccionadas,
se agrupan en 30 categorías que figuran seguidamente:

Arte, comportamiento colectivo, comunidad, crimen/criminología, crisis/


crítica, delincuencia, demografía, ecología, sociología educativa, relaciones ét-
nicas, familia/matrimonio, género, sociología industrial, metodología e inves-
tigación sociológica, medios de comunicación, personalidad/psicología social,
sociología política, poder e influencia, raza y relaciones étnicas, religión, rol,
ciencia y tecnología, cambio social, clases sociales/estratificación social, movi-
mientos sociales, organización social, socialización, teoría sociológica, suicidio
y urbanismo.
En la primera revista —Sociology— los fenómenos sociológicos más estudia-
dos en el período 1967-1998, se agrupaban en la sociología industrial, en el género,
en las clases sociales/estratificación social, en metodología e investigación socioló-
gica, en sociología política, en personalidad/psicología social y teoría sociológica
principalmente. En la segunda revista —International Journal of Comparative
Sociology—, despuntan los temas que recoge la categoría de sociología política,
seguida de la sociología industrial, sociología educativa, relaciones étnicas, clases
sociales/estratificación social, familia/matrimonio, urbanismo y teoría sociológica.
La tercera revista —Revista Española de Investigaciones Sociológicas
REIS— no registra la categoría de artículos clasificados en crisis/crítica y, en cam-
bio, comprende otras secciones como la antropología, la sociología de la salud,
la sociología histórica, la sociología del conocimiento y la sociología de la vejez.
Destaca la categoría de sociología política por ser la más numerosa en ese período,
le sigue la teoría sociológica y los artículos que entran en la categoría de meto-
dología e investigación sociológica, después se sitúan en una proporción menor
los fenómenos sociológicos pertenecientes a la sociología industrial, a la familia/
matrimonio, a los medios de masas, a la organización social, a la demografía y a la
sociología educativa.
Y, por último, la revista The Sociologycal Review Monograph trata los fenó-
menos sociales por temas monográficos, que dedica gran atención a los temas edu-
cativos para los profesores y estudiantes en varias monografías, como son los es-
tudios sociales en varios países —Inglaterra, Japón, América Latina y Hungría—.
Se recogen también los fenómenos sociales más típicos de la disciplina, que nor-
malmente se trabajan en el resto de las revistas, como los medios de comunicación,
aspectos de las sociedades industriales, medicina y salud, investigación y metodo-
logía, sociología del conocimiento, sociología política y, por último, los eventos
sociales más modernos como la violencia matrimonial —violencia doméstica y de
género—, el deporte, el ocio y la muerte.
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 263

5.2.  GLOBALIZACIÓN Y DESIGUALDAD SOCIAL

El mundo actual de la posmodernidad dispone de una impresionante capacidad


de comunicación entre las personas y las sociedades, que ha transformado sustan-
cialmente la vida moderna, y es un hecho que ha venido reforzado por las nuevas
tecnologías, la ampliación y globalización de los mercados y el extraordinario sis-
tema de transportes que, en su conjunto, han creado sociedades repletas de infor-
mación en las que la ciencia y la tecnología controlan los recursos más importantes
del mundo en el que vivimos. Pero al igual que las sociedades, se han globalizado
también otros fenómenos, que advierten de los desajustes y de los riesgos que todo
ello conlleva, y entre las cuestiones que revisten mayor interés, destacan las gran-
des desigualdades abiertas entre unas sociedades y otras, y los problemas sociales
que arrastran en estos procesos.
Nunca hasta ahora se había logrado alcanzar un nivel de vida tan alto, ni un
control y capacidad de asimilar, transmitir y comunicar conocimientos e informa-
ción tan rápida, en grandes cantidades y a cualquier parte del mundo. Tampoco
la humanidad se ha encontrado en una situación tan privilegiada de resolver en-
fermedades, infraestructuras urbanísticas, viajes espaciales y avances científicos
y tecnológicos de toda índole. Pero en la otra cara, residen las incertidumbres, las
vulnerabilidades, las guerras y los riesgos que conlleva la sociedad moderna, y se
levantan como gigantes en la esfera de la realidad social, revestidos de importan-
tes acontecimientos y fenómenos sociológicos, que están todavía pendientes de
solución junto a los nuevos sucesos y acontecederes humanos de las sociedades
tecnológico avanzadas.
En definitiva, toda una montaña de problemas sociales enfrenta hoy la posmo-
dernidad, que pacientemente espera a que el progreso y el avance logrados resuel-
van definitivamente los desajustes y disfuncionalidades que están pendientes de
resolver. Este es, pues, el principal reto que tienen planteadas las ciencias sociales y
el resto de las ciencias, que tienen ante sí la observación, el diagnóstico y la aplica-
ción y evaluación de Programas y Políticas Sociales ante esta situación sociológica
globalizada, jamas conocida hasta ahora. A todo ello se añaden las consecuencias
que acarrea el deterioro y la contaminación medioambiental, cuyo impacto ya irre-
versible está cambiando día a día el ritmo y la vida cotidiana de nuestro hábitat no
sólo urbano, sino también rural, donde la naturaleza y la biodiversidad se encuen-
tran atratapadas sin salida.
¿Qué es la globalización? ¿La globalización es la disolución de fronteras según
los mercados económicos? ¿La globalización sólo es de mercados políticoeconó-
micos y no de administración de las sociedades? El término globalización es la
tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse, de manera que alcancen
una dimensión mundial que sobrepase las fronteras nacionales. Es ante todo, una
globalización económica que se caracteriza por el predomino de políticas econó-
micas neoliberales, cuyo eje principal se asienta en la libre circulación del capital,
donde el beneficio recae en un número relativamente pequeño de intereses.
Tal y como explica Oliver (2006:330) «tiene lugar, así, una tendencia a la di-
visión o dualización entre aquellos pocos que tienen lugar en sus manos la riqueza
264 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

y los recursos materiales que les permiten decidir y liderar la evolución de la so-
ciedad, por un lado, y la mayoría de la población que tiene acceso más reducido e
incluso fuertemente delimitado, por otro. Esta situación se acompaña, además, de
una fuerte competitividad, insolidaridad e indiferencia por los sectores más desfa-
vorecidos. Aquellos que tienen en sus manos el poder económico poco han hecho
por disminuir estas distancias, más bien al contrario. Las políticas neoliberales fo-
mentadas por el Fondo Monetario Internacional parecen haber llevado a que la
parte más pobre de la población haya visto reducida su participación en el ingreso
mundial».
En la observación de la globalización se advierte la brecha enorme que va abrien-
do a su paso, dejando a un lado un sector de países muy ricos, en tanto que en el otro
se sitúan casi involuntariamente los pobres y muy pobres del planeta. El profesor
Tezanos denomina este fenómeno de dualización con la terminología de sociedad
dividida, en un estudio que efectuó hace unos años (2004.a), donde se plasman con
datos las consecuencias que acarrea la globalización que ha dividido y separado to-
davía más a las poblaciones con recursos de aquellas poblaciones que no tienen nada.
Pero ¿cuándo comienza el proceso de globalización? Desde el plano teórico so-
ciológico aparecen los estudios de la teoría de la modernización de Rostow —que
ya se mencionó— que se basan en la escalada de etapas que las sociedades pueden
llegar a alcanzar hasta obtener un gran cúmulo de riquezas, y que Macionis y Plum-
mer (1999:300) ordenan de la siguiente manera:

Fases o estadios en el proceso de modernización de Rostow

1.  Estadio tradicional. Todas las sociedades con tradiciones muy arraigadas
se resisten a la innovación tecnológica. Sus miembros han sido socializados en el
culto al pasado, de modo que no les resulta fácil imaginar una forma de vida distinta
a la que conocen y veneran. Viven en torno a sus familiares y comunidades cerca-
nas, gozan de escasa libertad individual y en consecuencia están bastante cerrados
a cualquier experimento social. Con frecuencia, los individuos de estas sociedades
llevan una vida espiritual muy rica, pero pobre desde el punto de vista material.
2.  El estadio de despegue. Conforme las sociedades se desprenden de las tradi-
ciones, sus miembros dependen más de sus talentos y habilidades individuales, per-
mitiendo así el crecimiento económico. La gente comienza a producir bienes no sólo
para su propio consumo sino para comerciar con otros y obtener un beneficio con lo
que se crean mercados. El contexto cultural se transforma en detrimento de valores
tradicionales como la familia, y a favor del logro y las aspiraciones individuales.
3.  Hacia la madurez tecnológica. En la tercera fase de desarrollo, el con-
cepto de «crecimiento» está ya plenamente aceptado y consolidado, de modo que
el conjunto de la sociedad considera normal aspirar a mejorar la calidad de vida y
aprovechar la tecnología industrial. Al mismo tiempo, sin embargo, la población
gana conciencia de los costes culturales de la industrialización, lo que puede gene-
rar movimientos sociales y políticos opuestos a la modernización.
En esta fase de desarrollo económico, la pobreza absoluta está disminuyendo
rápidamente. Las ciudades también crecen gracias a los movimientos migratorios
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 265

procedentes de las áreas rurales cercanas. El trabajo en las fábricas y un creciente


individualismo genera movimientos sociales que demandan una mayor participa-
ción política del conjunto de la sociedad. Asimismo, coincidiendo con esta fase de
desarrollo, aumenta la tasa de escolarización, y un sector creciente de la población
accede a la universidad. Este sector constituye una nueva elite intelectual que re-
chaza las tradiciones autóctonas del país por considerarlas «atrasadas», impulsando
aún más todo este proceso de cambio. La posición social de la mujer mejora y
tiende a equipararse a la del hombre. No obstante, y a corto plazo, el proceso de
modernización puede crear nuevos problemas para la mujer.
4.  El consumo de masas. En la última fase de desarrollo económico, la tec-
nología industrial permite una mejora sustancial de la calidad de vida del conjunto
de la población. El desarrollo de la capacidad productiva en esta fase de moder-
nización da lugar al consumo de masas. Dicho de otro modo, la gente aprende a
«necesitar» la gran variedad de bienes y servicios que sus sociedades producen.

Sin duda esta teoría ha tenido críticas porque con ella se llega a defender los sis-
temas que desarrolla el capitalismo, incluida la desigualdad social, y lejos de ayudar
a resolver el problema de la pobreza, llegan incluso a perpetuarla. Por otro lado, no se
tiene en cuenta el efecto que tuvo el impacto de la colonización en países pobres que
todavía están sufriendo hoy las consecuencias que ello comportó, además, se toma
como referencia a los países de renta alta como medida básica para evaluar al resto
del mundo, y se culpa a los países pobres de encontrarse en esa situación.
Una segunda teoría es la de la dependencia que atiende precisamente a responder
a los países ricos del estado de pobreza en el que se hallan los países en el otro lado de
la brecha abierta por la globalización. Es una cuestión de explotación de unos países
sobre otros, de hacerlos económicamente dependientes, y tiene sus raíces más recien-
tes en la Revolución Industrial, momento único en el que —según Wallerstein— hay
una tendencia económica capitalista de escala mundial, en la que se alinean los países
desarrollados en el centro de dicho sistema, para controlar los recursos existentes a
nivel mundial. De aquí que el colonialismo tuviese, entre sus funciones, la de enri-
quecer a los países situados en el centro con el trasvase de materias primas a todas las
partes del mundo. En consecuencia, los países pobres, en desarrollo o de renta baja
se les coloca en la periferia de este juego de fuerzas del sistema económico mundial,
cerca también de aquellos otros que se encuentran en la semiperiferia.
En la teoría de la dependencia se detectan tres elementos que se repiten inexo-
rablemente, el primero es el constituir economías que están orientadas a la exporta-
ción, y están, en consecuencia, carentes de tener una economía diversificada capaz
de desarrollar sus propias industrias. El segundo, es en gran parte, una consecuen-
cia de lo anterior, ya que alude a la falta de capacidad industrial, que lleva a la
necesidad de adquirir bienes manufacturados a los países del centro y, por último,
la deuda externa en la que caen de manera permanente los países de la periferia
en este comercio desigual, y que apenas se puede cubrir con los antecedentes que
producen o puedan llegar a producir.
Al final, descienden todavía más en los estadios del empobrecimiento y de
la dependencia económica, y algunos países se han visto tan sofocados por esta
266 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

situación que han decidido dejar de pagar la deuda. En definitiva, la teoría de la


dependencia liderada por Frank, asume el hecho de que los países del centro —de-
sarrollados— han tomado posesión injustamente de las riquezas del mundo a su fa-
vor. Esta teoría junto a la desescolarización y los códigos lingüísticos forman parte
de las palabras claves de la teoría sociológica que se relacionan con los fenómenos
que comporta la mundialización de las sociedades, y que después desembocaría en
la globalización.
Las palabras claves en la teoría sociológica que recogen estas tendencias evo-
lutivas de la posmodernidad son la Teoría de la dependencia, la Desescolarización
y los Códigos Lingüísticos, que figuran a continuación:

Andre Gunder Frank aporta la Teoría de la dependencia (dependency


theory) que desmonta los procesos de nuevas formas de colonización de unas
sociedades respecto de otras, dominándolas desde varios frentes, de tal manera
que los países más ricos y que mayores posibilidades de expansión y dominación
tienen, atraen a su núcleo aquellos países que se encuentran en otros niveles de
desarrollo diferentes, y provoca que mantengan unos vínculos de dependencia
integrales. Frank defiende que el desarrollo y el subdesarrollo tienen dos caras,
a través de las cuales el primer Mundo se ha desarrollado a expensas del Tercer
Mundo, de manera que los países pobres han quedado atrapados en el sistema
sin posibilidades de escapar.
Desescolarización (deschooling): Ivan Illich. Efectúa una crítica al siste-
ma educativo de masas en las sociedades industrializadas, que establecen una
educación que induce a la conformidad y a la pasividad. De hecho, se pierde el
enriquecimiento de la educación que lleva al descubrimiento de las cosas que
nos rodea, y que adquiere en cada niño y niña matices diferentes según sus cua-
lidades. Es decir, en las sociedades modernas la educación viene delimitada por
las destrezas y habilidades de las profesiones que requieren dichas sociedades,
y serán los individuos los que se ajustarán a las condiciones de instrucción y
conocimiento de la estructura ocupacional demandante, por lo que se pierde la
experiencia liberadora que contiene la educación, y que dota del poder de ima-
ginación, iniciativa y crítica de todo cuanto nos rodea. Lo que da cuenta de la
desigualdad social desde esta vertiente en las nuevas sociedades.
Códigos lingüísticos (linguistic codes): Basil Bernstein desarrolla una parte
de la sociolingüística que está relacionada directamente con la Sociología de la
Educación, y que traza diferencias notables entre la educación, instrucción y
esquemas de expresión lingüística en las clases sociales —empleados de cuello
blanco y empleados de cuello azul—. Bernstein explica los orígenes de las di-
ferencias en los códigos lingüísticos según la procedencia del origen de la clase
social, de la que se desprenden diferencias notables. En suma, los códigos lin-
güísticos explican las ideologías que legitiman y promueven las desigualdades
sociales.
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 267

Evidentemente, también se han producido críticas a la teoría de la dependencia


entre las que se hallan la de catalogarla de simplista, y no atender a hechos im-
portantes como las inversiones de capital de los países ricos que redundan en un
crecimiento económico, tampoco considera asuntos claves que se producen dentro
de los países de la periferia, ni de los casos de corrupción llevados a cabo por lí-
deres que han gobernado en países subdesarrollados. De todo ello se deduce que
en realidad el problema no está en lo que se produce, sino en cómo se distribuye.
Para responder de otra manera a la pregunta de cuándo aparece la globaliza-
ción, existen otras explicaciones complementarias que amplían más, y que se basan
en el plano histórico-evolutivo que trabaja Novo (2006:58-73), que sitúa la globa-
lización precisamente en una economía global que se mueve en un gran mercado
sin fronteras, y que toma consistencia en la segunda mitad del siglo xx. Su platafor-
ma es la sociedad de consumo y un conjunto de instituciones supranacionales que
darán dinamismo a la mundialización de la economía (Véase Cuadro 5.2).
En los caminos de la globalización la fecha de julio de 1944 tiene un comienzo
Cuadro 5.2
Trayectoria histórica y evolutiva en el proceso de globalización

1. Bretón Woods y la organización del comercio mundial.


2. Desarrollo y subdesarrollo.
3. El acuerdo general sobre aranceles aduaneros y comercio (GATT).
4. El nacimiento de Naciones Unidas.
5. La extensión del Estado-nación y el auge de la estabilidad.
6. 1971 y la desmaterialización del dinero.
7. Los nuevos actores: compañías multinacionales y capital financiero.
8. El problema de la deuda externa.
9. Las directrices del FMI y el Consenso de Washington.
10. La creación de la Organización Mundial del Comercio.
11. Del comercio empresarial a las transacciones especulativas.
12. El Acuerdo General sobre el Comercio de los Servicios (AGCS).
13. Los nuevos escenarios del siglo XXI.
14. La concentración del poder económico.
15. El PIB y el Indice de Desarrollo Humano.
16. Un archipiélago de riqueza rodeado de un mar de pobreza.
17. La desnacionalización de la economía.
18. El papel jugado por el FMI y las organizaciones internacionales.
19. La libertad de comprar y vender.

Fuente: elaboración según las teorías explicativas de María Novo.

en dicho proceso al reunirse delegados de 44 países en Bretón Woods (EE.UU.)


para establecer un sistema monetario y financiero, que pusiese orden en los inter-
cambios internacionales en el comercio mundial, y se crearon el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF)
y, más tarde, el Banco Mundial (BM). Los EE.UU. se afianzan como la nueva hege-
monía, y comienza una etapa en la que empieza a primar la tendencia a liberalizar
cada vez más el comercio, y un cierto control a través del Acuerdo general sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio en 1948.
268 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Para establecer una serie de reglas capaces de gobernar el panorama internacio-


nal se crean las Naciones Unidas, en San Francisco (EE.UU.) el 24 de octubre de
1945, y se suscribió un documento —La Carta de las Naciones Unidas— que sería
el referente para impulsar el progreso social e incrementar el nivel de vida de las
personas en aquellas sociedades que así lo precisen, todo ello encaminado a favor
de la paz. El acontecimiento del proceso de descolonización acelerado de muchos
países que lograron su independencia, daría como resultado, entre otras cosas, el
sistema de Estados-nación procedente de Westfalia y que se expandiría por todo el
mundo.
La vuelta a las fechas descubre la independencia de la India en 1947, en Áfri-
ca se independiza Ghana en 1957, Nigeria en 1960, Sierra Leona y Tanganika en
1961... y con todos ellos se van conformando los nacientes Estados-nación en el
contexto internacional, si bien, ya nacen marcados definitivamente por estar some-
tidos a la extracción de sus recursos naturales, en tanto que las necesidades educa-
tivas y el desarrollo del potencial humano quedan más bien abandonados. Lo cierto
es que en un principio los nuevos Estados de África y de Asia se situarán en el
horizonte internacional sin deuda alguna, hecho que empezó a cambiar al imponer
las élites que los regían unas políticas de desarrollo basadas en los modelos de los
sistemas de producción de Occidente, que los llevaría inevitablemente a contraer
deudas externas.
Sin duda, la fecha de 1971 se la reconoce en los caminos de la globalización
—según Novo—, como decisiva, ya que aconteció que la balanza comercial de
Estados Unidos se tornó deficitaria al producirse desniveles entre importaciones y
exportaciones. A tal efecto, el presidente Nixon procede a separar el dólar del pa-
trón oro, y el dinero se desmaterializa, y se sustituye por un papel con el valor que
cada Estado otorga, por lo que en lugar de reembolsar la deuda externa contraída
con oro u otras monedas, se sustituyó por «dólares papel».
Novo (2006:63) especifica que «en diciembre de 1973, el sistema de cambios
fijos entre divisas, que había operado hasta entonces, salta por los aires, y se inicia
un sistema de cambios flotantes en el que el dólar se mide con otras divisas mun-
diales. EE.UU. sigue emitiendo papel moneda, de forma que cada vez circulan
más dólares por el mundo con menos oro que los respalde. Al mismo tiempo, este
país va consolidando su dominio monetario/financiero, mediante desregulaciones
de la economía que desvinculan a los poderes económicos de las restricciones del
poder político. El panorama se generaliza, pese a la resistencia de algunos países,
y se sientan las bases para la globalización económica y financiera que hoy cono-
cemos».
Entre los nuevos actores que aparecen se sitúan las compañías multinacionales
y el capital financiero, y su poder comienza a propagarse por todo el mundo, ayu-
dados por las tecnologías de la información y la comunicación, de manera que el
dinero —que continúa desmaterializándose— representa una información en una
tarjeta de crédito por mediación de un ordenador. Y acaecen dos hechos, el creci-
miento paulatino de la deuda externa de los países del Sur, y el reforzamiento del
dólar al subir los tipos de interés y captar capitales por todo el mundo, centrado en
el período 1979 a 1981.
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 269

En efecto, los países del Sur al subir los tipos de interés —alrededor del 20 por
ciento— de sus créditos, no pueden pagarlo, y aumenta su deuda externa, y se en-
deudan todavía más, al pedir nuevos créditos al Banco Mundial y al Fondo Mone-
tario Internacional para pagar la propia deuda, con lo cual, a la primera deuda se le
añade esta segunda deuda. Este mecanismo de pérdida de independencia monetaria
continúa en la década de los noventa en los países del Sur, hasta que sus monedas
no tienen prácticamente nada de valor en el contexto internacional.
Las nuevas directrices del FMI (Fondo Monetario Internacional) y el consenso
de Washington consisten en la implantación de un sistema internacional de pro-
ducción organizado, precisamente por las corporaciones transnacionales. En 1995
se crea la Organización Mundial del Comercio, al tomar mayor relevancia las cor-
poraciones multinacionales, que se colocan por encima de los Estados, y se pasa,
a continuación, del comercio empresarial —productos y servicios— a las transac-
ciones especulativas —el capital financiero en el que se mueve—. Y se produce un
importante Acuerdo General sobre el Comercio de los Servicios (AGCS) que daría
paso a la liberalización y privatización de una gran parte de los servicios que hasta
ese momento habían sido públicos, como la sanidad, la educación, la cultura, el
agua, las pensiones, el medioambiente, la energía y demás. Este acuerdo llevaría
a que empresas extranjeras contratasen servicios que hasta entonces los gobiernos
ofrecían socialmente, lo que incidió en un cierto sometimiento de las necesidades
básicas de la población como son el agua, la salud, la educación y otros, a las leyes
del mercado.
Surgen, en consecuencia, nuevos escenarios en el siglo xxi determinados por el
control y adquisición de un recurso escaso —el petróleo—, los EE.UU. de América
registran un déficit fiscal que aumenta paulatinamente, el dólar cae en un 40 por
ciento en 2004/2005 se fortalece el euro y el yen, y China consigue mantener la
paridad yuan/dólar. ¿Dónde se concentra, pues, el poder económico? Dos países
emergen con fuerza en el contexto internacional, por un lado, China que compra
Bonos del Tesoro de EE.UU. y es un gran importador de alimentos, petróleo, gas
natural, algodón, y por otro lado, la India, que refuerza su industria textil y far-
macéutica, y su potencial en informática —20 por ciento de las exportaciones de
software de todo el mundo—.
Las consecuencias que van teniendo los caminos de la globalización toman
consistencia en los datos concretos como los del PIB, que crece en muchos países,
pero no sucede lo mismo con el índice de desarrollo humano, y se da el hecho pa-
radójico de crecer la pobreza en los países del Norte, y existir una clase reducida en
los países del Sur que disponen de una gran riqueza —un archipiélago de riqueza
rodeado de un mar de pobreza—, llamado también, —exclusión capilar—, de ma-
nera que llega a alcanzarse la cifra de un 18 por ciento la población que acumula
más recursos a nivel mundial, ante un 82 por ciento que tiene grandes obstáculos
para la vida cotidiana.
Se habla de la desnacionalización de la economía, que a modo de nuevo co-
lonialismo se ha creado un nuevo imperio formado por poderes económicos con
aliados políticos, que han hecho desaparecer las fronteras de los mercados, y se si-
túa por encima del Estado-nación, lo que sin duda quita la fuerza que puedan tener
270 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

sus políticas económicas nacionales. Además, se refuerza con el impacto que hoy
ejerce la información y las comunicaciones transnacionales que logran debilitar las
identidades culturales, y conducen a los comportamientos y actitudes miméticas en
los individuos, que deberán identificarse con los patrones estándar de vida de las
clases dominantes.
Y entre los síntomas de este desajuste globalizante, se perfilan las situacio-
nes de exclusión social y desequilibrio sociopolítico, y los consecuentes daños en
el medioambiente. No es de extrañar, pues, que se levanten numerosas críticas al
Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial y a otros organismos interna-
cionales, y se refuercen aquellos enfoques que demandan urgentemente cambios
drásticos en la utilización de los recursos naturales, en la distribución y acceso a
los mismos, lo que requiere un cambio esencial en la política económica mundial.
Respecto al fenómeno de la desigualdad social se observa que ha estado siem-
pre presente en las investigaciones sociológicas, ya que indaga la existencia de
oportunidades y recompensas desiguales para diferentes posiciones o estatus socia-
les en un grupo o sociedad determinada, en realidad, trata la estructuración de las
clases sociales y la pobreza y oportunidades de vida. En la perspectiva que trabaja
Tezanos (2006) las desigualdades sociales se estructuran básicamente por desigual-
dades de carácter social, y en la trayectoria evolutiva de las sociedades, la desigual-
dad ha de ser entendida como un fenómeno de carácter histórico y cultural, ya que
dicha influencia ha conformado en occidente grandes sistemas de estratificación:

1)  Sistema antiguo esclavista,


2)  Sistema feudal/estamental,
3)  Sistema clasista/industrial y
4) ¿Sistema de clases post-industrial?, en la India el sistema de castas, y en los
Imperios orientales los sistemas despótico-oriental.

De aquí que las clases sociales aniden en los sistemas de estratificación social
desde siempre, y se entiende por clase social a una gran categoría de personas den-
tro de un sistema de estratificación social, que tienen un estatus socioeconómico
similar, y que está en relación a otros segmentos de su sociedad. La clase social
propiamente dicha no está organizada, aunque los miembros que forman parte de la
misma tienen entre sí similitudes con el estatus educacional, económico y de presti-
gio. Algunos especialistas de la ciencia sociológica consideran que las clases socia-
les son básicamente de naturaleza económica, en tanto que otros subrayan más los
factores como el prestigio, las actitudes, los estilos de vida, la identificación, etc., y
se usa, algunas veces el término estrato social para designar la clase social, pese a
sus notables diferencias conceptuales.
A este respecto, el profesor Tezanos revisa el análisis sociológico de las clases
sociales donde figura en primer lugar a Marx, el clásico que mejor definió la clase
social, asociada a la propiedad o carencia de propiedad de medios de producción,
y quien interpretó la historia de la humanidad como la historia del conflicto de cla-
ses, también figura Weber que como ya se ha visto trabajó bastante los conceptos
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 271

de clase y de estatus, entre otras cosas, y los conceptos que desarrollan Ossowski,
Bottomore, Lenski, etc.
Así, pues, con este preámbulo matiza que en la problemática de la desigualdad
social el concepto de clase social contiene el mayor peso de explicación y guarda
diferentes matices en los círculos científicos, y una vez efectuadas las revisiones
conceptuales concreta que «una clase es un grupo social relativamente homogéneo
en sus condiciones laborales y en sus intereses económicos, que ocupa una posición
determinada de poder, de influencia y de oportunidades en la estructura social, en
un momento histórico determinado de la evolución de los sistemas productivos,
entendidos como sistemas sociales generales» (Tezanos, 2006:214).
Y nos sugiere que en la formulación de la definición hay que incluir los rasgos
estáticos como ingresos, nivel de vida, cualificaciones y demás, y los rasgos diná-
micos que dan cuenta de la posición que se ocupa, con las identidades de clase y los
comportamientos de clase. Las clases sociales son, en efecto, agregados estadísti-
cos, pero también actores colectivos, que aportan variables políticas, ideológicas,
culturales y actitudinales en los análisis de clases que están tomando las sociedades
tecnológicas —posindustriales y posmodernas—, cuestiona si seguirán existiendo
las clases sociales con los mismos parámetros que se han establecido hasta el mo-
mento presente, o si adoptarán otras formas distintas a las ya conocidas.
Desde una perspectiva concreta y más sencilla el estudio de la desigualdad
social se obtiene en las teorías marxistas y weberianas principalmente, y genera en
escalas específicas como las desarrolladas por John Golthorpe —ya estudiado en
las palabras claves de la teoría sociológica, junto a David Lockwood—, que agrupó
a los trabajadores según la siguiente escala: 1) Clase de servicios —profesiona-
les y trabajadores administrativos, y supervisores de trabajadores no manuales—,
2) Clase intermedia —empleados no manuales de trabajos rutinarios, pequeños
propietarios, supervisores de trabajadores manuales, y técnicos de baja cualifica-
ción—, 3) Clase trabajadora —trabajadores manuales cualificados, los semicua-
lificados y los no cualificados. Esta escala contiene los conceptos weberianos del
prestigio de la profesión o de la ocupación, el de las rentas y el del poder que se
ejerce en otras profesiones.
Otra vertiente que plantea Kerbo en su obra Estratificación social y desigual-
dad. El conflicto de clase en perspectiva histórica, comparada y global, encara
el fenómeno de la desigualdad social como la «condición por la cual las personas
tienen un acceso desigualdad a los recursos, servicios y posiciones que la sociedad
valora. Tal desigualdad puede surgir en cuanto al modo en que individuos y gru-
pos se ordenan y son evaluados unos por otros, pero, más importante aún, la des-
igualdad social se relaciona con las diferentes posiciones de la estructura social»
(2004:11). Y diferencia desigualdad social de diferenciación social, entendida esta
última como las cualidades que tienen los individuos y los papeles sociales que
representan, donde el género, la raza y la etnia —además de la edad—, adquieren
gran importancia en el fenómeno de la desigualdad. Los principales conceptos que
trabaja Kerbo para estudiar la estratificación social y la desigualdad son los que se
relacionan a continuación:
272 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

•  Estratificación social: significa que la desigualdad ha tomado cuerpo o se ha


institucionalizado, y que existe un sistema de relaciones sociales que deter-
mina quién recibe qué y por qué. Cuando decimos que se ha institucionado,
queremos decir que se ha establecido un sistema de jerarquía de capas.
•  La clase: agrupamiento de individuos con posiciones similares y con seme-
jantes intereses políticos y económicos dentro del sistema de estratificación.
•  La clase alta: se refiere a las familias que poseen grandes propiedades y una
gran autoridad derivada de estas propiedades. Estas son viejas familias esta-
blecidas, con importantes propiedades en la mayoría de las empresas, como
los Rockefeller, los Du Pont, los Mellon y los Ford.
•  La clase media: aquellos con relativamente pocas propiedades, pero posi-
ciones medias y altas en lo que se refiere a ocupación (trabajo no manual) y
autoridad. Se hará una distinción más específica entre la clase media alta (di-
rectivos de corporaciones menores, médicos, abogados, etc.) y la clase media
baja (oficinistas, dependientes, vendedores).
•  La clase trabajadora: personas con poca o ninguna propiedad, con posicio-
nes medias o bajas en la ocupación (trabajo manual) y poca o ninguna autori-
dad. Se hará una distinción más precisa entre trabajadores manuales cualifica-
dos y no cualificados.
•  La clase baja: individuos sin propiedad, a menudo en paro y sin autoridad (es
decir, los pobres).
•  La clase corporativa: se utilizará para denominar a las personas con una gran
autoridad y poder en las grandes corporaciones (y a menudo en el Estado),
aunque normalmente no son propietarios importantes de estas corporaciones.
Entre estas personas están altos ejecutivos (presidentes, vicepresidentes, etc.)
y miembros del consejo de administración de la empresa.
•  La movilidad social: el movimiento individual o de grupo en el sistema de
clase.
•  Industrias centrales: industrias de una economía dual que suelen tener: 1)
una gran concentración de activos corporativos en la industria (un grupo de
corporaciones grandes gestiona la mayoría de los negocios); 2) una producti-
vidad alta; 3) grandes beneficios; 4) más producción intensiva de capital; y 5)
menos competencia económica.
•  Industrias periféricas: industrias de la economía dual que suelen tener: 1)
una concentración menor de activos corporativos (un grupo de grandes corpo-
raciones no gestiona los principales negocios); 2) una productividad menor;
3) menos beneficios; 4) una producción más intensiva en trabajo; y 5) más
competencia económica.
•  Índice de Gini: índice utilizado para medir el grado de desigualdad de una
sociedad, que indica hasta qué punto se aleja esa sociedad de una distribución
completamente igualitaria de la renta o la riqueza.
•  Renta: nos referimos al dinero, los salarios y los pagos que se reciben periódi-
camente a cambio de una ocupación o como rendimiento de una inversión. La
renta es el medio por el que se obtienen los productos básicos y los pequeños
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 273

lujos de la vida; un sueldo o salario (más que las inversiones) es lo que man-
tiene a la inmensa mayoría del mundo.
•  Riqueza: son bienes acumulados en la forma de distintos tipos de activos
valorados como propiedad, acciones, bonos o capital depositado en reserva.
Es todo aquello que tiene valor económico y es susceptible de comprarse,
venderse, almacenarse para disponer de ello en el futuro o invertirse a cambio
de rendimiento económico.
•  Curva de Lorenz: se construye indicando la cantidad de riqueza o renta que
poseen los diversos porcentajes de la población total.

Finalmente, Branco Milanovic en su obra La era de las desigualdades. Dimen-


siones de la desigualdad internacional y global (2006), efectúa su análisis econó-
mico tras las reflexiones que suscita la segunda crisis del petróleo que —siguiendo
las directrices histórico-evolutivas de los caminos de la globalización de Novo—,
da cuenta del aumento de los tipos de interés y la aparición de la deuda externa, y
esquematiza la apertura de la era de las desigualdades, ubicando en ese nuevo mapa
a la década pérdida en América latina, la transición experimentada en la Europa del
Este y la Antigua Unión Soviética, y el deterioro calificado por él como apocalípti-
co del continente más pobre, el continente africano, independientemente del desa-
rrollo extraordinario por China y la India. En definitiva, advierte que mientras unos
países progresan vertiginosamente, otros retroceden de manera dramática, incluso
se da entre los mismos países.
Para Milanovic uno de los temas de nuestro tiempo es el de las desigualdades,
que tras el fin de la Guerra fría, sobrevienen unas corrientes globalizadoras que
inundan a todos los países de la Tierra, y se da por zanjadas aquellas promesas es-
peranzadoras provenientes del progreso tecnológico y la acumulación del capital,
que inspiró la idea creíble de extender el desarrollo a todos los lugares del planeta,
y desaparecían por fin la penuria y la miseria que han encadenado siempre a la
humanidad. Pues bien, hablar hoy de globalización es hacer frente a un mundo que
está rigurosamente escindido, pese al potencial del conocimiento científico tecno-
lógico alcanzados. Entre los análisis teóricos que efectúa (2006:23-24), diferencia
tres conceptos de desigualdad mundial, a saber:

1) Desigualdad internacional no ponderada. Este concepto toma al país como


unidad de observación, utiliza su renta (o PIB) per cápita, ignorando su po-
blación y los compara como si fueran individuos representativos de todos los
países del mundo. Es una especie de Asamblea General de las Naciones Uni-
das en donde cada país, pequeño o grande, vale lo mismo... Este concepto no
es un indicador de desigualdad entre los ciudadanos del mundo. La principal
fuente de información es la contabilidad nacional.
2) Desigualdad internacional ponderada por la población, en el que aún asu-
mimos que cada persona del país percibe los mismos ingresos, pero donde
el número de individuos representativos de cada país refleja el tamaño de su
274 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

población... estamos comparando ingresos medios entre naciones, pero ahora


los ponderamos con la población de cada país. La principal fuente de infor-
mación es la contabilidad nacional.
3) Desigualdad para todos los individuos del mundo. Este concepto trata, en
principio, a todo el mundo por igual, de manera que se colocan en fila a todos
los individuos, del más pobre al más rico, sin tener en cuenta al país... La dis-
tribución mundial recupera al individuo como unidad de análisis, ignorando
las fronteras nacionales. La principal fuente de información son las encuestas
de hogares.

Entre los resultados de sus mediciones de igualdad, muestra que la década de


los setenta y el inicio de los ochenta, representa el punto de inflexión para muchos
países, y puntualiza que «aquellos que fueron sacudidos por el doble impacto de
la crisis de los precios del petróleo y el aumento de los tipos de interés real vie-
ron como se desplomaban sus tasas de crecimiento y, en algunos casos se volvían
negativas. Muchos de esos países todavía no han recuperado los niveles de renta
que tenían a finales de los setenta... Las iniciativas más recientes de condonación
de deuda son un simple reconocimiento del hecho de que la carga producida por
la deuda se ha hecho insostenible para muchos países, y que su cancelación es la
mejor opción tanto para el deudor como para el acreedor, ya que resulta improbable
que los empréstitos puedan ser devueltos en su totalidad... no debería sorprender-
nos si la marginación de muchos países y de todo el continente africano se agrava.
Como le ocurre a muchos grupos sociales o étnicos de los países prósperos queda-
rían, “excluidos” del progreso» (2006:11-113).

LECTURA: LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN LA SOCIEDAD MODERNA


(MARTÍNEZ, 2012)

Violante Martínez Quintana, Violencia de género en la sociedad moderna,


2012.

La violencia de género es un problema social y mundial que se encuentra


en la sociedad y en la comunidad. En su contextualización se aprecia el carácter
atemporal del mismo, en el que se abre un amplio debate y múltiples análisis
respecto de la invisibilidad en la que ha permanecido, y muchas veces en silen-
cio, y que empieza a pasar a la visibilidad precisamente con los movimientos
feministas en los años setenta del siglo XX. Hanmer (2002) ubica en estos años
el reconocimiento de la violencia hacia las mujeres por parte de hombres conoci-
dos en el hogar, dentro del movimiento de la liberación de la mujer en los cuatro
países que conforman el Reino Unido, y que fue extensión de la política de iz-
quierdas, el antiimperialismo, y el movimiento estudiantil. Se da el primer paso
-primera fase- de lo invisible a lo visible, de ser un asunto privado a un asunto
público, y de hacer de la violencia doméstica un problema social.
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 275

En la segunda fase entra en juego el Estado, que se responsabiliza progre-


sivamente del control de la violencia doméstica por parte de los hombres, y
garantiza la seguridad de mujeres y niñas. En el Reino Unido la tendencia es
que las mujeres presenten demandas o amenacen con demandar a sus parejas.
Y en la tercera fase despunta la necesidad de una base teórica que relacione
con otros factores causantes, como por ejemplo el racismo, la violencia sexista
y el genocidio de mujeres con la violencia doméstica. Es decir, se necesita ir de
un estudio aproximado de la violencia a un análisis integrado y en perspectiva.
Pero no será hasta la consolidación de la década de los noventa del siglo XX
cuando se empiece a reconocer las conexiones que hay en los abusos a mujeres
y niñas, y se asiente la realidad de que la violencia contra las mujeres normal-
mente la producen conocidos, al igual que la que es provocada por mujeres que
suele ser poco usual, o que la violencia hacia las mujeres y niñas a menudo se
dan juntas. Seguidamente, se incorpora la constatación del hecho de que ser
testigo de actos violentos causa en los niños un gran impacto, y, por último,
que la violencia es una práctica que busca en los niños y niñas demostrar la
fuerza y el control.
Respecto a la definición para la visibilización todo un elenco de definiciones
aparece dentro de una cronología bien delimitada, que concretamente en nuestro
país se encuentra diseminada por diversos autores y autoras que la trabajan desde
una dimensión integral (Alberdi y Matas, Margallón Portolés, André Domingo,
Bobino Méndez, Lorente Acosta, Bosch Fiol, Mañas Viejo, Camps, Cobo, Du-
rán, Gil Calvo, Hirigoyen, Maquieira, Osborne, Rojas Marcos, Valcárcel, Amo-
rós, Corsi, Falcón, Nogueiras, Blanco Prieto, Nogueiras y Gracia entre otros).
Martínez (2010) señala como aproximaciones iniciales consensuadas por los
estudiosos sobre el tema que en 1993, la ONU reconoció los derechos de las
mujeres como derechos humanos, y se declaró a la violencia contra las mujeres
como violencia contra los derechos humanos. Supuso un hito en cuanto a ins-
trumento internacional que definió la violencia de género como “todo acto de
violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño fí-
sico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación ar-
bitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada”.
Además incluye “la violencia física, sexual y psicológica en la familia, incluidos
los golpes, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia relacionada con
la dote, la violación por el marido, la mutilación genital y otras prácticas tradi-
cionales que atentan contra la mujer, la violencia ejercida por personas distintas
del marido y la violencia relacionada con la explotación; la violencia física,
sexual y psicológica al nivel de la comunidad en general, incluidas las violacio-
nes, los abusos sexuales, el hostigamiento y la intimidación sexual en el trabajo,
en instituciones educacionales y en otros ámbitos, el tráfico de mujeres y la pros-
titución forzada; y la violencia física, sexual y psicológica perpetrada o tolerada
por el Estado, dondequiera que ocurra” —en la vida pública y en la privada—.
Seguidamente, en 1995 la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer adop-
ta en la Declaración de Beijing y la Plataforma para la Acción una sección dedi-
cada al tema de la violencia contra la mujer, y la define en términos similares a
276 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

los que empleó las Naciones Unidas(1995), y se estableció que su eliminación


será esencial para la igualdad, el desarrollo y la paz.
En consecuencia, se distinguen doce manifestaciones de violencia de gé-
nero: 1. Violencia física, 2. Violencia sexual, 3. Violencia psicológica, 4. Vio-
lencia económica, 5. Violencia estructural, 6. Violencia espiritual, 7. Violencia
y agresión sexual, 8. Violencia doméstica, 9. Violencia sexual contra los niños,
especialmente las niñas, 10. Acoso sexual, 11. Mutilación genital femenina y
12. Tráfico e industria del sexo. Entre las distintas violencias se agrupan tres
fundamentales que hacen referencia primero a la violencia contra las mujeres
(o violencia de género), segundo a la violencia contra las mujeres en la pareja
y/o por sus parejas, y tercero a la violencia doméstica. Las dos primeras pueden
producirse fuera del ámbito privado del hogar, en cuanto que la tercera radica en
el seno de la familia y hogar, y se expande al resto de los miembros que forman
una familia o un hogar.
En la aproximación legal se estructura una regulación legislativa que se en-
cuentra en sus orígenes en la normativa internacional, concretamente en el Con-
venio sobre eliminación de todas las formas de discriminación sobre la Mujer de
1979 en la Convención de las Naciones Unidas, en 1985 se afianza como proble-
mática internacional en la III Conferencia Mundial sobre las Mujeres en Nairobi,
y continua en la Declaración de Naciones Unidas en 1993 sobre la eliminación
de la violencia contra la mujer. En la mitad de los noventa —1995— figuran las
Resoluciones de la Cumbre Internacional sobre la Mujer celebrada en Pekín, la
Resolución WHA49.25 de la Asamblea Mundial de la Salud proclamada por la
OMS en 1996, la Normativa Comunitaria del Informe del Parlamento Europeo
en 1997, entre otras.
Por último, el enfoque del fenómeno como problemática social se completa
con la actuación de la Administración Pública que se decanta a través de la
aplicación de Políticas, normativas, leyes, Observatorios de la violencia, y su
dedicación máxima a la Prevención e Intervención. La Decisión n.803/2004/CE
de Parlamento Europeo aprueba el Programa Dafne II, que forma parte de un
Programa Comunitario (2004-2008) destinado a prevenir y combatir la violen-
cia ejercida sobre la infancia, los jóvenes y las mujeres, y proteger las víctimas
y grupos de riesgo. En España destaca la introducción y aplicación de la Ley
Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra
la violencia de género que impacta positivamente en el número de denuncias a
partir de ese momento.
La violencia de género es un problema de salud y una problemática indivi-
dual y relacional, que se da en la familia y en el hogar, y en el nivel psicológico,
espiritual e individual. En 1996 la Organización Mundial de la Salud adoptó la
resolución WHA49.25 —ya mencionada— que declara la violencia como un
problema de salud pública fundamental, y que requiere una aproximación al
problema multidisciplinar basado en el método científico, para generar cono-
cimientos básicos, profundizar en el estudio de las causas y consecuencias, y
buscar mecanismos de prevención, evaluados en cuanto a su eficacia. De aquí
parte la elaboración del Primer Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud de
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 277

la OMS en 2003 por Krug, Dahlberg, Mercy, Zwi y Lozano (2003), en el que se
afirma que la violencia es una de las primeras causas de muerte en todo el mundo
y abarca el intervalo de 15 a 44 años de la población principalmente. Se señala
el uso intencionado de la fuerza física, el descuido y todos los tipos de maltrato,
que no solamente se manifiestan en un momento determinado, sino también los
que quedan latentes a lo largo de la vida. Es, en definitiva, un problema de salud
pública reconocida mundialmente, que en muchas ocasiones permanece oculta,
y es un hecho que hace difícil estimar la magnitud que alcanza.
En la dimensión del fenómeno como problema de salud se investigan las
características individuales y psicológicas (modelos socioculturales) del agresor
y de la víctima, en el que el primero alberga los deseos de sofocar la indepen-
dencia del carácter femenino y moldearlo según su esquema de control, y es un
hecho que forma parte de una serie de cualidades que apuntan directamente al
modelo tradicional de la masculinidad. En este sentido, André Domingo (2006)
explica que el varón ha aprendido social y culturalmente a situarse en la posición
de dominio, y ha incorporado la violencia como una forma más de relacionarse
con las mujeres, para conseguir sus objetivos y para resolver sus conflictos. En
el otro extremo o polo se encuentra la mujer, que ha aprendido también social y
culturalmente a situarse en la posición de sumisión, a través de sofisticados pro-
cesos de socialización, de manera que ha incorporado el sentido de la obediencia
a quien la ama (padre, esposo, novio), la identificación de la superioridad por
naturaleza del otro, y el acatamiento del derecho del varón a ser cuidado por ella.
De aquí resulta que en este proceso se ha interiorizado la violencia como una for-
ma de relación naturalizada, y la mujer siente culpabilidad cuando la violencia
alcanza gran intensidad.
La problemática individual y relacional se halla precisamente en las relacio-
nes familiares y de pareja, que a menudo están basadas en relaciones asimétricas
en las que el control y poder lo sustenta el varón de manera naturalizada. En las
características relacionales de la pareja, es donde se aúnan lo individual y lo so-
cial en una interacción constante que se desenvuelven en la vida cotidiana. Novo
y Seijo (2009) seleccionan varios estudios que tratan las relaciones sociales
próximas como es el caso de las relaciones de pareja, que es el ámbito donde se
produce el maltrato reiterado por parte del agresor. Se incluyen aquí el elevado
nivel de conflicto en la relación, y las experiencias de violencia en el noviazgo.
Asimismo, forman parte sustancial de la violencia de género como proble-
ma de salud y problemática individual y relacional los indicadores, trastornos y
tratamientos a las mujeres maltratadas, los tratamientos y atenciones a niños y
niñas maltratados y/o víctimas del maltrato y la intervención que se lleva a cabo
con los hombres maltratadores y penados. Entre los indicadores de malestar
o trastornos psicológicos que analizan Villavicenco y Sebastián (1999) se re-
cogen el miedo, los síntomas de intrusión (pesadillas, imágenes retrospectivas,
sensaciones corporales, y pensamientos intrusivos), la ansiedad, los trastornos
del sueño, las dificultades para concentrarse, la hipervigilancia y la creencia de
que existe una razón por la que sentir temor, síntomas de reactividad fisiológica
ante eventos que recuerdan la experiencia traumática (dificultades para respirar,
278 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

taquicardias, sentir ansiedad incluso cuando no hay riesgo), experimentar rabia


(reacción común entre las víctimas de un acontecimiento traumático), depresión,
suicidio, baja autoestima, falta de asertividad como respuesta adaptativa ante la
situación de maltrato, conductas adictivas y problemas de salud.
Los tratamientos de las mujeres víctimas de esta violencia parten de la base
de que el maltrato es un problema social que procede de la desigualdad de géne-
ro, que está determinado por mitos y estereotipos que lo generan y mantienen,
responsabilizando y culpando a la mujer. En consecuencia, los tratamientos de-
ben encaminarse según Walker a conseguir la seguridad de la mujer y el em-
poderamiento, así como la validación de sus experiencias, el aumento de sus
habilidades, la diversificación de alternativas y la restauración para clarificar
sus juicios. Pero indudablemente, los objetivos más importantes son lograr la
seguridad y la restauración del control de sus vidas.
Los tratamientos y atenciones a niños y niñas maltratados o que son vícti-
mas del maltrato es un tema de atención en esta problemática que recientemente
se está afianzando en los observatorios estatales de Violencia sobre la Mujer. En
el IV Informe Anual de 25 de noviembre de 2011 da cuenta de un Informe del
Grupo de Trabajo de Investigación sobre la infancia víctima de la violencia de
género, dedicado a analizar las repercusiones en hijos e hijas de las víctimas de
este acontecimiento, y entre las conclusiones obtenidas se puntualiza que son la
otra cara que está también oculta, y que son, por lo tanto, las otras víctimas, que
padecen consecuencias negativas como los graves perjuicios en su desarrollo
físico, psicológico y emocional. En las estadísticas e informes no aparece la
prevalencia de menores expuestos a violencia de género en el ámbito familiar,
si bien se encuentran programas para la intervención como los presentados por
Fariña, Arce y Seijo (2009) (Programa de ayuda a hijos que han vivido violencia
familiar).
El informe estima que al menos 700.000 niños y niñas en España han sufrido
la violencia de género en su hogar, según un estudio realizado por el Instituto de
la Mujer en el año 2006, en el que entre el 40% y el 80% de los casos de maltrato
los menores presencian escenas de violencia en el hogar (encuestas realizadas
en Casa de Acogida). Para estos niños y niñas existe el riesgo de que repitan pa-
trones de violencia que se viven en sus familias, de manera que los niños acaben
convirtiéndose en maltratadores y las niñas tengan una mayor predisposición a
ser víctimas en sus futuras relaciones de pareja. La importancia de observarlos
radica fundamentalmente en que los menores no muestran sus vivencias verbal-
mente sino a través de su comportamiento, máxime cuando han interiorizado
una serie de creencias y valores negativos sobre lo que tienen que ser las relacio-
nes familiares, las relaciones con las demás personas y sobre la legitimidad del
uso de la violencia. Por tanto, como testigos de violencia de género deben contar
con el mismo nivel asistencial y especial protección judicial que las víctimas
directas de maltrato, con atención especializada y adaptada a sus características
y necesidades.
Finalmente, la problemática de salud atiende a los hombres maltratadores y
penados a través de la intervención. Las experiencias de intervención con mal-
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 279

tratadores en España son más bien recientes, y tratan de reducir las distorsiones
cognitivas relacionadas con la violencia y la inferioridad de la mujer. Expósito
y Ruiz parten de la Ley Orgánica 1/2004 de medidas de protección Integral
contra la Violencia de Género que establece que la Administración Penitenciaria
efectuará programas específicos para condenados por delitos relacionados con la
violencia de género, y toman la estructura del modelo The DULUTH Curriculum
para la confrontación y modificación de actitudes, y el programa The AMEND
Model que considera esencial entender la violencia de género desde la necesidad
que el hombre tiene de ejercer control y poder sobre la mujer. Ambos programas,
junto con el primer programa educativo para maltratadores The EMERGE Model
aplicado en Estados Unidos, apuntan que este fenómeno es un problema que tie-
ne hondas raíces culturales y educacionales, donde se hace necesario la interven-
ción cognitivo-conductual que refuerce actitudes y comportamientos igualitarios
en las relaciones sociales y familiares en general, y en las de pareja en particular.

5.3.  VIOLENCIA EN LAS SOCIEDADES ACTUALES

Las sociedades actuales del siglo xxi contienen una gran carga de violencia, y
en algunas de ellas sobrepasa el nivel permitido, y caen en estados de guerra, de
inseguridad y de miedo-pánico. Puede decirse que es el lado oscuro de las realida-
des sociales, que choca frontalmente con el estado de progreso, de bienestar social
y de riqueza alcanzados, y que agujerea de manera imparable la seguridad de todos
los Estados-nación. La agresividad y la violencia son los detonantes de lo social
contenido durante tiempo, de las frustraciones humanas, de las injusticias, en de-
finitiva, de la negación de los derechos humanos más fundamentales, como así lo
ejemplifican las guerras, los atentados, la violencia urbana, la violencia de Estado
o la violencia doméstica y de género.
Si bien recordamos los tipos de sociedades que manejamos arriba tras la socie-
dad utópica de Moro eran de tres tipos, a saber:

SOCIEDAD A
–  Compleja, rica en conocimientos y en ciencia y tecnología.
–  Agresiva, competitiva y violenta.
–  Destructiva y autodestructiva.
–  Insolidaria.
–  Alberga incertidumbre y alto riesgo para la supervivencia.
–  Permite que existan sociedades en subdesarrollo y pobreza extrema.
SOCIEDAD B
–  Compleja, rica en conocimientos y en ciencia y tecnología.
–  A veces es agresiva, competitiva y violenta.
–  No deja de ser una sociedad destructiva y autodestructiva.
–  A veces es insolidaria.
280 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

–  A veces alberga incertidumbre con cierto riesgo para la supervivencia.


– Todavía permite que existan algunas sociedades en subdesarrollo y pobreza
extrema.
SOCIEDAD C
–  Compleja, rica en conocimientos y en ciencia y tecnología.
–  Tiende a la convivencia pacífica, ya no es agresiva, competitiva y violenta.
–  Ya no es destructiva ni autodestructiva, es constructiva.
–  Es solidaria.
–  Asegura y protege la supervivencia.
–  Todas las sociedades han alcanzado un nivel de desarrollo imprescindible.

Este es otro ejercicio de invención pero que se plasmó en la realidad al pregun-


tarles a una muestra de profesionales en ciencias sociales de 42 países sobre una
serie de cuestiones respecto de estos tres modelos de sociedades posibles. Entre
las conclusiones se obtuvo en la Tabla 2.3 que la gran mayoría de estos profesio-
nales, hasta el 64,9%, pensaba y opinaba que vivimos en una sociedad como la del
modelo B —Compleja, rica en conocimientos y en ciencia y tecnología. A veces
es agresiva, competitiva y violenta. No deja de ser una sociedad destructiva y auto-
destructiva. A veces es insolidaria. A veces alberga incertidumbre con cierto riesgo
para la supervivencia. Todavía permite que existan sociedades en subdesarrollo y
pobreza extremas—.
Para otros, en concreto para el 16,7%, manifestaron que actualmente vivimos
en la sociedad tipo A —Compleja, rica en conocimientos y en ciencia y tecnolo-
gía. Agresiva, competitiva y violenta. Destructiva y Autodestructiva. Insolidaria.
Alberga incertidumbre y alto riesgo para la supervivencia. Permite que existan so-
ciedades en subdesarrollo y pobreza extrema—. Una de las encuestadas que señaló
este modelo lo justificó de la siguiente manera: «A principios de septiembre de
2001 hubiera elegido la sociedad B, con algunos aspectos de la del modelo C, pero
después de los acontecimientos del 11 de septiembre, he cambiado de opinión».
Algunos de estos profesionales se mostraron sorprendidos por ciertas pregun-
tas, incluso algunos veían que eran imposible de responder por cuestiones metodo-
lógicas, porque eran preguntas muy sugerentes, o manifestaban su desagrado por
tener que reflexionar en estos modelos, o pensaban que se les estaba gastando una
broma de mal gusto, etc., aunque la mayoría respondió a todo el cuestionario con
cierto interés. En realidad, en este ejercicio de invención, —plasmado en pregun-
tas a través de un cuestionario por internet—, se trató de sondear la visión de los
profesionales de la ciencia sociológica y de algunas ciencias sociales próximas a
la sociología, con el objeto de efectuar un pequeño esfuerzo de reflexión y obser-
vación, para ubicar nuestras sociedades en uno de los tres modelos, proyectar la
sociedad que les gustaría vivir y, por último, decantarse por aquella sociedad que
verdaderamente requiere el mundo actual.
Dados los problemas sociales que acucian el mundo de la posmodernidad en el
siglo XXI, y las disfuncionalidades que está acarreando la crisis económica mun-
dial, las tendencias marcan un perfil de sociedades con características afines a la
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 281

sociedad “A” y que parece ser que guarda similitudes con la sociedad tiránica que
describió Orwel en su obra “1984”, en la década de los cuarenta del siglo pasado, y
que fue una obra catalogada en la sección de ciencia ficción.
¿Cómo es la sociedad imaginaria de Orwell en su obra: 1984? Es una sociedad
que atenta contra toda intimidad personal, en la que el Gran Hermano es el todo
supremo, a quien respalda la Policía del Pensamiento que a través de la telepantalla
vigila al individuo en lo que hace, en lo que dice, en lo que piensa, y hasta en lo
que dice cuando está en el sueño más profundo. Las características de este siste-
ma social que controla totalmente a sus miembros tiene como objetivo principal y
constante borrar de la memoria de los individuos el pasado, es decir, los datos histó-
ricos de la historia de la humanidad, desde los más remotos hasta los más recientes,
y a partir de ahí socializar minuto a minuto a los miembros de esa sociedad, va-
ciándolos del contenido que han acumulado e interiorizado desde que han nacido,
e introduciendo en sus mentalidades —cerebro— los esquemas de pensamiento,
actuación y pensamiento que el Partido dictamina.
A este respecto, hay que pensar, sentir y actuar como lo ordena el Partido a
través de la policía del pensamiento, y en este proceso los niños y jóvenes son los
más idóneos, pero los menos jóvenes y, especialmente algunas personas como los
personajes de la novela —Winston y Julia—, son más difíciles por su rebelión, y
se ven sometidos a torturas físicas que llegan hasta la destrucción completa del
ser humano. La fuerza de este sistema se fundamenta en la socialización firme y
perseverante de sus propias leyes, y en la tortura física de los rebeldes, para conse-
guir el poder a toda costa. Es, pues, una fagocitación, en términos biológicos y una
transmutación y cambio completo, en términos sociológicos.
Las características, por tanto, más pormenorizadas se distribuyen en los si-
guientes rasgos socioestructurales:

•  Las emociones están prohibidas. Ni amor, ni amistad, ni lealtad.


•  El sexo es el crimen. Se destruye la familia, ya que se socializa a los niños para
que vigilen a sus propios padres, y los delaten.
•  La adoración al sistema es la condición para seguir vivo, y se refuerza con los
dos minutos de Odio diarios.
•  La Policía del Pensamiento tiene como misión la de torturar hasta la muerte a
los conspiradores, y esto incluye la necesidad de acusar a inocentes. El Gran
Hermano es el que vigila y forma parte de la Policía del Pensamiento.
•  Existen cuatro ministerios: 1) el Ministerio de la Verdad, que se dedica a las
noticias, a los espectáculos, la educación y las bellas artes —Miniver—; 2) el
Ministerio de la Paz, para los asuntos de la guerra —minipax—; 3) el Minis-
terio del Amor, encargado de mantener la ley y el orden —Minimor— y 4)
el Ministerio de la Abundancia destinado a los asuntos económicos —Minin-
dancia—.
•  La lengua oficial es la neolengua, que provee un medio de expresión a la cos-
movisión y hábitos mentales propios de los devotos del Ingsoc —necesidades
ideológicas del socialismo inglés—, además de imposibilitar otras formas de
pensamiento, por lo que destruyen cada día palabras, y se construyen otras.
282 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

•  Los principios del Ingsoc son el doblepensar, la mutabilidad del pasado y la


degeneración de la realidad objetiva.
•  El doblepensar significa el poder, la capacidad de sostener dos opiniones con-
tradictorias simultáneamente, dos creencias contrarias que coexisten en la
mente.
•  Las consignas del Partido: La Guerra es la Paz, la Libertad es la Esclavitud y
la Ignorancia la Fuerza.

Esta organización social se centraba, en efecto, en el doblepensar que controla-


ba la realidad, y supone la más refinada sutileza del sistema, así lo describe Orwell
a través del protagonista en esta descripción: «Winston dejó caer los brazos de sus
costados y volvió a llenar de aire sus pulmones. Su mente se deslizó por el labe-
ríntico mundo del doblepensar. Saber y no saber, hallarse consciente de lo que es
realmente verdad mientras se dicen mentiras cuidadosamente elaboradas, sostener
simultáneamente dos opiniones sabiendo que son contradictorias y creer sin embar-
go en ambas; emplear la lógica contra la lógica, repudiar la moralidad mientras se
recurre a ella, creer que la democracia es imposible y que el partido es el guardián
de la democracia; olvidar cuando fuera necesario olvidar y, no obstante, recurrir
a ello, volverlo a traer a la memoria en cuanto se necesitara y luego olvidarlo de
nuevo; y, sobre todo, aplicar el mismo proceso al procedimiento mismo. Ésta es
la más refinada sutileza del sistema: inducir conscientemente a la inconsciencia,
y luego hacerse inconsciente para no reconocer que se había realizado un acto de
autosugestión. Incluso comprender la palabra doblepensar implicaba el uso del
doblepensar».
Sin duda, representa a una de las sociedades más aniquiladoras y destructivas
para el sujeto, porque no sólo se constriñe la naturaleza humana, sino que se la
vacía de su esencia más primordial, al privarle de su capacidad individual del racio-
cinio y de elección, por lo que no pueden pensar, sentir y actuar de manera propia,
sino tal y como lo dictamina el Partido, el control es tan severo que se llega a la
destrucción física y a la inanición total. Es, en consecuencia, una sociedad mecani-
zada, robotizada, deshumanizada que debe obediencia y completa sumisión al Gran
Hermano, donde no les pertenecen sus pensamientos, ni sentimientos, y para llegar
a pertenecer a este sistema se debe pasar primero por la muerte mental, y después,
cuando se está introducido en el sistema, se culmina con la muerte.
Entre la documentación que se baraja figura que desde el período neolítico —
Capítulo primero: La ignorancia es la fuerza— ya existían tres clases de personas,
los Altos, los Medianos y los bajos, y pese a las subdivisiones y diversos nombres
que han adoptado según las distintas épocas, se afirma que la estructura esencial
de la sociedad nunca ha cambiado, además, la conciliación de estos tres grupos es
inconciliable, de manera que los Altos siempre quieren estar arriba, y son constan-
temente amenazados por los medianos quienes quieren usurpar sus puestos. Y aun-
que los Bajos casi siempre están oprimidos, cuando intentan cambiar su situación,
y crear una sociedad en la que exista igualdad entre las personas, aparece de nuevo
la lucha social y son abolidos por los dos anteriores grupos.
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 283

En este ejercicio de reflexión surge la cuestión de comprobar que, mientras la


sociedad utópica de Moro todavía no ha sido posible llevarla a la práctica en su
totalidad, en cambio, la sociedad tiránica de Orwell se constata en algunas ma-
nifestaciones de las sociedades modernas, a través de las culturas, y en la misma
globalización, todo ello envuelto en grados distintos y diferentes de socialización
más sofisticados y subliminales, en los que ni los individuos apenas tienen cons-
ciencia de su supeditación al sistema. Quizá la vigilancia extrema y la tortura física
serían rasgos más destacados en la sociedad de la obra de 1984, en tanto que en las
sociedades modernas equivalen a otros mecanismos diferentes, que tienen efectos
similares, y formas distintas de violencia. El texto que figura seguidamente muestra
la tiranía y la implantación del miedo y el terror en la sociedad tiránica que describe
Orwell (1997:260-262).

«Vamos a ver Winston, ¿cómo afirma un hombre su poder sobre otro?


Winston pensó un poco y respondió:
—Haciéndole sufrir.
—Exactamente. Haciéndole sufrir. No basta con la obediencia. Si no sufre,
¿cómo vas a estar seguro de que obedece tu voluntad y no la suya propia? El po-
der radica en infringir dolor y humillación. El poder está en la facultad de hacer
pedazos los espíritus y volverlos a construir dándoles nuevas formas elegidas
por ti. ¿Empiezas a ver qué clase de mundo estamos creando? Es lo contrario,
exactamente lo contrario de esas utopías hedonistas que imaginaron los anti-
guos reformadores. Un mundo de miedo, de ración y de tormento, un mundo
de pisotear y ser pisoteado, un mundo que se hará cada día más despiadado.
El progreso de nuestro mundo será la consecuencia de más dolor. Las antiguas
civilizaciones sostenían basarse en el amor o en la justicia. La nuestra se funda
en el odio. En nuestro mundo no habrá más emociones que el miedo, la rabia, el
triunfo y el autorebajamiento. Todo lo demás lo destruiremos, todo. Ya estamos
suprimiendo los hábitos mentales que han sobrevivido de antes de la Revolu-
ción. Hemos cortado los vínculos que unían al hijo con el padre, un hombre con
otro y al hombre con la mujer. Nadie se fía ya de su esposa, de su hijo ni de su
amigo. Pero en el futuro no habrá ya esposas ni amigos. Los niños se les quitarán
a las madres al nacer, como se les quitan los huevos a las gallinas cuando los
pone. El instinto sexual será arrancado donde persista. La procreación consistirá
en una formalidad anual como la renovación de la cartilla de racionamiento.
Suprimiremos el orgasmo. Nuestros neurólogos trabajan en ello. No habrá leal-
tad; no existirá más fidelidad que la que se debe al Partido, ni más amor que el
amor al Gran Hermano. No habrá risa, excepto la risa triunfal cuando se derrota
al enemigo. No habrá arte, ni literatura, ni ciencia. No habrá ya distinción entre
la belleza y la fealdad. Todos los placeres serán destruidos. Pero siempre, no lo
olvides, Winston, siempre habrá el afán de poder, la sed de dominio, que aumen-
tará constantemente y se hará cada vez más sutil. Siempre existirá la emoción de
la victoria, la sensación de pisotear a un enemigo indefenso. Si quieres hacerte
una idea de cómo será el futuro, figúrate una bota aplastando un rostro humano
...incesantemente» (Orwell, 1997: 260-262).
284 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

La agresividad y la violencia en la ciencia sociológica entran en el ámbito de


las normas sociales que rigen las conductas en las sociedades y, a continuación, en
las conductas desviadas. En las definiciones y conceptos, la agresividad se situaría
en la antesala de la violencia, que sería esta última la consecución de la explosión
y de la ejecución de lo contenido. Por tanto, el concepto de agresividad que recoge
Gómez (2005:2-3) es junto a la violencia términos sinónimos que designan a una
misma realidad, ahora bien, la agresividad es «un concepto que se refiere a una
‘variable interviniente’ e indica la actitud o inclinación que siente una persona o un
colectivo humano a realizar actos violentos; en cuanto tal puede también hablarse
de potencial agresivo de esa persona o de esa colectividad».
Peláez —doctor en Psicología, 2005— advierte de la dificultad conceptual de
la agresividad humana ya que traza en su aproximación histórico-evolutiva, una
trayectoria en la que entran varias explicaciones básicas, como la de Kretchmer a
principios del siglo xx, en la que se interpretaba la agresividad como una disposi-
ción temperamental innata, a la que se asociaba un determinado biotipo —atlético
o displásico—. Después vinieron otras explicaciones que ubicaban la agresividad
más como un problema social que como una cuestión biológica; o como la teoría
del cromosoma masculino de más, que achacaba en los años sesenta, a una causa
genética en los psicópatas homicidas, que más tarde se fue descartando. Ahora
bien, la teoría psicoanalítica abre un campo interpretativo bien interesante, y señala
la existencia de una energía psíquica destructiva, en una tendencia activa y dinámi-
ca, donde el individuo reacciona ante la frustración y los conflictos, planteamiento
que desembocaría en la teoría freudiana de la frustración agresiva de la escuela de
Yale. A partir de aquí, un conjunto de teorías se desarrollaría como la teoría más
moderada de Berkowitz —la agresión que limita según ciertas condiciones—, el
conductismo social de Bandura —adquisición de pautas agresivas de comporta-
miento—, la indefensión aprendida de Seligman, etc.
Peláez, en efecto, confirma que «la clasificación conceptual de la agresividad
humana resulta difícil, porque lo que para unos es una flagrante agresión para otros
puede ser un acto evidente de legítima defensa. Pensemos en el tipo de argumenta-
ciones que justifican la pena de muerte, el aborto, robos, delitos contra la propiedad
en general, crimen pasional, terrorismo, suicidios, eutanasia activa y pasiva, sui-
cidio asistido, movimientos de liberación, huelgas, manifestaciones de protesta, la
agresividad del vocabulario (tacos) u otras situaciones complejas donde se mezclan
argumentos históricos, culturales, tradicionales...; nos encontramos con agresiones
violentas de colectivos hacia colectivos, como son las guerras y revoluciones. Está
claro que en el ser humano no todo es cuantificable ni medible con precisión ma-
temática en lo fisiológico y mucho menos en lo psicológico. El ser humano quiere
y pretende ser racional, pero resulta imposible razonar con todos los elementos de
juicio controlados para tomar una decisión o interpretar un hecho o situación. De
ahí que haya distintos puntos de vista sobre lo mismo, objetivos e intereses opues-
tos y enfrentados, percepciones diferentes» (2005:221).
Respecto al concepto de violencia, Gómez (2005:1-2) clasifica tres niveles ge-
nerales y abstractos:
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 285

1. En su forma más abstracta ‘violencia’ significa la potencia o el ímpetu de


las acciones físicas o espirituales. Así, la violencia de una explosión atómica
indica la intensidad de las fuerzas físicas liberadas en ese fenómeno natural,
y la violencia de una pasión indica, de manera similar, la vehemencia con que
una persona se aprecia a conseguir aquello que desea.
2. En un sentido más concreto la ‘violencia’ puede ser definida como la fuer-
za que se hace a alguna cosa o persona para sacarla de su estado, modo o
situación normal... Según Fromm la naturaleza humana se colma cuando el
individuo es capaz de amar, crear, razonar y venerar un ‘objeto’ que merece
auténtica devoción; pues, bien, la sociedad capitalista no tiene en cuenta la
naturaleza del hombre, frustra las necesidades esenciales de la persona im-
pidiéndole resolver positivamente sus más caros anhelos y deforma así su
carácter ideal; en esto consiste, en último término, la enajenación, repetimos,
es una modalidad muy grave de violencia esencial.
3. Por último, en un nivel semántico más preciso y restringido, violencia es la
acción o el comportamiento manifiesto que aniquila la vida de una persona o
de un grupo de personas o que pone en grave peligro su existencia. Violencia
es, por tanto, agresión destructiva e implica imposición de daños físicos a
personas o a objetos de su propiedad y ello en cuanto que tales objetos son
medios de vida para las personas agredidas o símbolos de ellas. La violencia
destructiva no es más que una variedad de la violencia esencial.

En definitiva, ambos conceptos —agresividad y violencia—, son sinónimos


—matiza Peláez— desde un punto de vista más amplio, ahora bien, en sus dife-
renciaciones básicas la agresión supone la intención de hacer daño, mientras que
la violencia es el mero hecho de ser violento, de estar fuera del estado natural, de
las situaciones normales, y que actúa con ímpetu y fuerza. Junto a este esquema
descriptivo aproximativo, nos introducimos en el umbral de las sociedades violen-
tas, en las que son frecuentes las cifras de homicidios, los suicidios, los conflictos
bélicos, la violencia sexual, el maltrato a menores.
En la observación de los datos que proyecta un Informe de Indicadores de Se-
guridad en la Unión Europea —Evolución durante el período 1995-2000, del Insti-
tuto de Estudios de Seguridad y Policía (IESP), Organismo del Sindicato Unificado
de Policía (SUP), publicado en noviembre de 2002—, García-Gañán (2005:170)
obtiene de dicha fuente que España tiene la mayor tasa de homicidios de la UE, lo
que la sitúa en el primer lugar con 3,3 homicidios por cada 100.000, que equivale
al doble de la media europea, por ejemplo, España tuvo 984 homicidios en 1995, y
en el 2000 ascendió a 1.323 homicidios.
En la lectura de datos que García-Gañán extrae de las estadísticas de la Orga-
nización Mundial de la Salud (OMS) destaca el aumento de toda clase de violencia
en el mundo —octubre 2002— y manifiesta que la «realidad histórica-existencial
actual de ansiedad y de su contexto sociológico de violencia permite que no nos
sorprendamos del incremento, por otra parte lógico de incidencias de violencia en
todos los lugares, incluidos los de trabajo. Algo ha sucedido y está sucediendo, en
nuestra cultura que permite y acepta la expresión de conductas violentas. Parece
286 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

como si hubiéramos roto las normas civilizadas de cómo resolver nuestras diferen-
cias y solucionar nuestros conflictos» (2005:171).
Tras la definición de los conceptos de agresividad y violencia y el repaso bre-
ve de algunos datos, el siguiente paso en estas explicaciones básicas se dirige a
clarificar las formas y tipos fundamentales que despliegan ambas realidades, que
recogen estos observadores —Gómez, Gil-Verona y Peláez—, y que se resumen en
los siguientes puntos:

•  Modos de agresión: 1) violencia directa —personal—, los actos son reali-


zados por personas o colectivos determinados y se dirigen del mismo modo
a personas o grupos que están igualmente definidos. 2) Violencia indirecta
o estructural, no hay actores concretos de la agresión. La destrucción surge
de la propia organización del grupo social, aunque no se ejecuta de manera
concreta.
•  Tipos de violencia según los actores: 1) Suicidio: de un individuo contra él
mismo. 2) Crimen pasional: de un individuo contra otro individuo. 3) Delitos
contra la sociedad: de un individuo contra un grupo. 4) La pena de muerte:
de un grupo contra un individuo. 5) La revolución, la guerra y el terrorismo:
de un grupo contra otro grupo.
•  Tipos de violencia según otros criterios calificados como ‘secundarios’: 1)
Violencia espontánea de un individuo o de una masa. 2) Violencia organizada:
Propios de las empresas revolucionarias o de las guerras internacionales. 3)
Violencia y agresión infantil. 4) Violencia y agresión de adultos. 5) La agre-
sión masculina. 6) La agresión femenina. 7) Violencia normal. 8) Violencia
patológica —alteración psíquica primaria, o modificaciones anormales del
funcionamiento cerebral.

En realidad, estas formas y tipos fundamentales de agresión y violencia, son la


manifestación externa de lo que en realidad permanece oculto, y que no es más que
la génesis principal de la violencia general. Por tanto, las explicaciones que llevan
a desvelar las causas de estos comportamientos desviados ubican al ser humano
como un todo compuesto o unidad integradora de lo material, lo biológico, lo psí-
quico y lo espiritual, de manera que existe una influencia entre cada uno de los ele-
mentos integrantes (Véase Figura 5.1). De modo que el cuerpo material comprende
las moléculas, los átomos, los electrones, los protones, etc.; el cuerpo biológico
es el cuerpo viviente con sus necesidades vitales; el cuerpo psíquico abarca los
sentimientos, los pensamientos, los deseos, las emociones y, por último, el cuerpo
espiritual de donde surge lo social y la cultura, que es el ámbito sociológico y an-
tropológico que concierne más a la sociología, con las interacciones sociales, los
grupos, las normas, los valores y los comportamientos sociales —individuales y
colectivos—.
Y es de esta interacción de donde se elaboran —siguiendo a Gómez— los tres
modelos y teorías explicativas sobre la génesis de la violencia. Las primeras son las
teorías biológicas que tratan de ahondar en el cuerpo biológico del ser humano y en
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 287

su historia filogenética los elementos que pueden desencadenar una conducta hostil
y agresiva, y se han desarrollado cuatro modelos, el modelo genetistas, el modelo
endocrinológico, el modelo neurofisiológico y el modelo etológico.

Cuerpo espiritual
(Lo social, Lo cultural)

Teoría Psicológica Conducta social Teoría Sociocultural

CONDUCTAS VIOLENTAS
Cuerpo Psíquico
Individuos Individuos Cuerpo
(Cuerpo viviente))
(Seres Humanos)
emociones)

CONDUCTAS AGRESIVAS
Teoría Biológica Teoría Biológica

Cuerpo material
(Moléculas, átomos, electrones, protones...)

Figura 5.1. Los componentes que integran al ser humano y sus interacciones ante la agre-
sión y la violencia.. Elaboración propia.

Teorías Biológicas (Gómez, 2005:10-12, Gil-Verona, 2005:76-77)

1) Modelo genetista: ciertas formas de criminalidad y agresión patológica pa-


recen estar relacionadas con determinadas alteraciones de la fórmula cro-
mosomática. Se distinguen dos tipologías de individuos, los de construcción
cromosomática normal, y los que tienen una mayor tendencia a mostrar con-
ductas antisociales —sujetos masculinos, de talla elevada, cociente intelec-
tual bajo y fórmula cromosomática XYY.
2) Modelo endocrinológico: investigan las correlaciones existentes entre la
conducta agonista y la función de las glándulas endocrinas —adrenalina, no-
radrenalina, dopamina, serotonina y acetilcolina—, que modulan en sentido
positivo o negativo la función de los circuitos cerebrales, que van a reper-
cutir en las conductas emocionales en general, y en las agonistas de manera
particular.
288 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

3) Modelo neurofisiológico: ha demostrado a través de refinadas técnicas de


excitación o destrucción de ciertas zonas del neuroeje, que los componentes
agresivos —huida, defensa, ataque—, permanecen gravados en el sistema
nervioso, y se ponen en funcionamiento cuando las circunstancias ambien-
tales lo exigan.
4) Modelo etológico: estudia la historia natural de las conductas agresivas que
inciden positiva o benéficamente en las sociedades animales, y se intenta uti-
lizar parte de la misma para la comprensión de la conducta violenta humana
que es nociva. Aquí se halla —según Gil Verona, 2005:76-77)— el alcance
de la teoría darwiniana que recoge la sociobiología de Edward Wilson, que se
centra en la idea de que los seres vivos se preocupan de manera especial en
sacar partido posible en la tarea de la competición evolutiva. De aquí que los
etólogos estudian la historia natural de las conductas agresivas para desvelar
los beneficios que tiene en las sociedades animales y derivarlo a las socieda-
des humanas, y aportar sugerencias que intenten remediar las repercusiones
nocivas de las conductas violentas humanas.

Finalmente, se exponen las ideas principales del premio Nobel Austríaco Kon-
rad Lorenz sobre la teoría de la agresión, a saber:

•  La pulsión de agresión es una pulsión primitiva (no derivada) que se descarga


espontáneamente... Lorenz sostiene que las pulsiones animales muestran una
tendencia a descargarse autónomamente incluso en ausencia de situaciones y
de estímulos adecuados específicos.
•  En el reino animal la agresión intraespecífica realiza importantes funciones
y debe ser considerada como un instinto puesto al servicio de la vida y, como
tal, favorable para la conservación de las especies. Lorenz se aproxima a la
doctrina final de Freud, pero mientras para Freud el instinto de agresión o ins-
tinto de muerte es algo que se opone al instinto erótico o instinto de vida, para
Lorenz la agresión tiene evidente sentido utilitario o benéfico con respecto a
la vida del individuo y del grupo.
•  Los efectos perjudiciales de la agresividad intraespecífica (la mutilación gra-
ve o la muerte de uno de los contendientes) quedan paliados por el desarrollo
de conductas altamente refinadas que impiden la destrucción y el aniquila-
miento del enemigo.
•  A nivel humano la agresión intraespecífica se ha convertido en una conducta
muy perjudicial para la humanidad pues se ha liberado de las trabas instin-
tivas y no se detiene ante la muerte masiva de individuos y el exterminio de
grupos enteros, los asesinatos individuales, las revoluciones y las guerras son
testimonios evidentes de este cambio de valor y de este matiz negativo de la
agresión interpersonal.

Las reflexiones que conllevan las teorías biológicas sitúan al ser humano en
un plano más amplio que el comprendido por el animal —cuerpo material, cuerpo
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 289

biológico y cuerpo psíquico—, ya que además de los tres cuerpos anteriores se aña-
de el cuerpo espiritual (lo social, lo cultural) que va más allá de una explicación de
agresión instintiva, y queda determinada por decisiones personales, ideales, éticas,
juicios de valor, etc., de manera que los instintos se añaden al ámbito de la libertad
y de la responsabilidad, en la adaptación de su medio —hábitat rural, hábitat urba-
no—, estructura social, normas, valores, etc.,
Respecto a las teorías psicológicas se aprecia que despunta la corriente psicoa-
nalista, que trata de hallar los orígenes de la violencia en determinadas alteraciones
y desequilibrios de las fuerzas impulsivas, relacionadas con la psique individual.
Cuatro son los modelos que atienden a la explicación de la génesis de la violencia:
1) El modelo de la frustración-agresión, 2) El modelo de la tendencia o impulso
agresivo primario, 3) El modelo de la falta de maduración del super-yo, y 4) El
modelo del aprendizaje e imitación.
En general, se confirma de nuevo que el impulso destructivo humano no pro-
cede de un instinto fuerte, o de un impulso congénito, es decir, un impulso que
ciega a la persona y la hace actuar como un autómata psíquico, sino que más bien,
obedece a una decisión libre y con responsabilidad. Por último, Gómez cierra las
reflexiones críticas de las teorías psicológicas con la exposición de algunas pulsio-
nes y emociones, que dejan aparte las que proceden de la frustración o el impulso
fanático primordial, a saber:

•  Ira, cólera, furia e indignación.


•  Temor y miedo.
•  Enfado, disgusto y malhumor.
•  Celos, envidia, rencor y odio.
•  Insatisfacción (biológica, anímica o espiritual).
•  Ambición y codicia.
•  Arrogancia, orgullo y vanidad.
•  Deseo de dominar y deseo de imponer a los demás nuestra propia ideología o
cosmovisión (filosófica, religiosa, social, etc.).

Por último, las teorías socioculturales entran plenamente en el campo de la


ciencia sociológica con la incorporación de los fenómenos de sociabilidad, y abar-
can cinco teorías: 1) la concepción sociológica de sociabilidad del suicidio según
Émile Durkheim —más las interpretaciones que de este tema hace Pitirim A. Soro-
kin—; 2) la concepción sociológica de los conflictos y de la violencia según Karl
Marx —Friedrich Engels— y Ralf Dahrendorf; 3) El concepto de personalidad
básica y condiciones culturales que facilitan la génesis de una personalidad básica
agresiva —Ralf Linton y Abran Kardiner—; 4) La sociogénesis de la violencia
según Pitirim A. Sorokin; y 5) la sumisión a la autoridad como fuente de violen-
cia —por ejemplo, la historia del nazismo y la práctica de la tortura en tiempos de
guerra—.
Como venimos viendo, en esta primera década del siglo XXI las sociedades
están en procesos de plena convulsión y agitación por el ritmo trepidante al que
están sometidos los individuos por múltiples causas, tales como las presiones labo-
290 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

rales, los desajustes económicos financieros, los conflictos bélicos sin resolver, las
grandes desigualdades entre sociedades ricas y sociedades que viven en la extrema
pobreza, los fenómenos de corresponsabilidad, etc., que llevan a una intensidad de
la violencia en su total diversidad, que se manifiesta tanto en la vida social como
en la vida personal.
Realmente, el estudio de los problemas sociales se ha producido especial-
mente desde que aparecen las sociedades industriales, y emergen las ciencia
sociales para dar cuenta de las crisis que la nueva sociedad industrial provocó
a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, y que fueron observa-
dos por los primeros analistas sociales y sociólogos de aquella época. Un caso
revelador lo tenemos en Durkheim, que confeccionó importantes estadísticas
del fenómeno del suicido en Europa, y que sigue citándose todavía hoy en la
literatura y producción científica de la ciencia psicológica, la psiquiatria, la
jurisprudencia o la medicina, para dar cuenta de los suicidos que acontecen en
las sociedades en general.
En efecto, Durkheim —como ya se ha señalado en esta obra— es un ejemplo
clave de observador y estudioso de los actos violentos como son los actos de matarse
o quitarse la vida, que le atrajeron de manera poderosa hasta el punto de llevar a cabo
un revelador estudio sobre el fenómeno del suicidio. De hecho, su gran obra fue El
suicidio, escrita en 1897, donde tuvo la oportunidad de aplicar la investigación social
para descubrir las causas que provocan un número determinado de muertes volunta-
rias tanto en los hombres como en las mujeres de las sociedades europeas.
Díaz Sánchez distribuye en la introducción a esta obra del Suicidio de
Durkheim cuatro áreas diferenciadas: la primera es la necesidad de elaborar teo-
rías de alcance medio, la segunda la de ser progenitor de la teoría funcionalista
en sociología, la tercera la de considerar los hechos sociales como hechos de
carácter propio, y la cuarta la captación de las representaciones colectivas. En
la necesidad de las teorías de alcance medio, se ve un esfuerzo de elaborar in-
vestigaciones específicas que contribuirían a describir las regularidades en las
sociedades humanas.
En relación a ser el progenitor de la teoría funcionalista en sociología, el
profesor Moya (1967) señala que Durkheim fue el fundador del análisis estruc-
tural-funcionalista en esta disciplina, porque se construye el enfoque totalizador
del esquema de la objetividad espacio-temporal del acontecer social, que después
recoge Malinoski, Radcliffe-Brown, Parsons y Merton, y que se transforma en la
perspectiva categorial de la sociología. Del mismo modo, Díaz Sánchez señala la
importancia que para Durkheim tienen los hechos sociales por su potencialidad
empírica y sus propias leyes sociológicas.
Los hechos sociales ejercen una coerción sobre los mismos sujetos, de aquí la
consideración de ser tratados como cosas, es decir, como entes que pertenecen al
mundo exterior. Finalmente, las representaciones colectivas son consecuencia del
carácter externo de los hechos sociales, son los valores, las ideas y las creencias
manifestadas en representaciones colectivas, que cobran una existencia objetiva
diferente y externa a los individuos, con una fuerza compulsiva y restrictiva en los
sujetos de las sociedades humanas.
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 291

En definitiva, las apreciaciones de Díaz Sánchez en la introducción de la obra


El suicidio de Durkheim, acercan a la comprensión de los puntos que estamos tra-
tando, y que se resumen en los seis que se presentan a continuación:

•  La Sociología y los hechos sociales: éstos deben se estudiados como cosas


exteriores al individuo. El suicidio manifiesta una de las formas en que se
traduce la afección colectiva.
•  Los factores extrasociales del suicidio: los estados psicopáticos, los estados
psicológicos normales —la raza, la herencia— los factores cósmicos y la imi-
tación.
•  El suicidio egoísta: resulta de la alineación del individuo respecto de su me-
dio social. Es común allí donde los factores culturales como el de los encarna-
dos en el protestantismo subrayan el individualismo y el esfuerzo concentrado
en el yo. La sociedad no está presente en los individuos.
•  El suicidio altruista: se encuentra en sociedades rígidamente estructuradas
que ponen por encima del individuo un código de deberes de sentido grupal,
y hacen del sacrificio por el grupo una exigencia moral. La sociedad está to-
talmente presente en los individuos.
•  El suicidio anómico: cuando la sociedad está perturbada por fuertes crisis y
súbitas transformaciones, es transitoriamente incapaz de ejercer esta acción y
aquí surge un determinado número de suicidios. La sociedad no está presente
en los individuos.
•  El suicidio como fenómeno social en general: actos morales como el suici-
dio se reproducen con uniformidad, debemos admitir que dependen de fuerzas
exteriores a los individuos.

Entre las conclusiones se obtiene que las mujeres se suicidan menos que los
hombres en todos los países del mundo, que el matrimonio y la vida familiar mul-
tiplican las probabilidades del suicidio, dada la desesperación que se experimenta
en algunos casos por las dificultades de la existencia; que hasta los dieciséis años
la tendencia al suicidio es débil; que los viudos pertenecientes a un intervalo
de edad se matan más que en cualquiera de los otros, y que el temperamento
orgánico psíquico más inclinado al suicidio es el de la neurastenia en todas sus
modalidades.
Así, pues, en esta tipología explica que «el suicidio varía en relación inversa
del grado de desintegración de los grupos sociales de que forma parte el indivi-
duo. Pero la sociedad no puede desintegrarse sin que, en la misma medida, no se
desprenda el individuo de la idea social, sin que los fines propios no lleguen a
preponderar sobre los fines comunes, sin que la personalidad particular, no tienda
a ponerse por encima de la personalidad colectiva. Cuanto más debilitados son
los grupos a los que pertenece menos depende de ellos, más se exalta a sí mismo
para no reconocer otras reglas de conducta que las fundadas en sus intereses
privados. Así, pues, si se conviene en llamar egoísmo a este estado en que el yo
individual se afirma en exceso frente al yo social y a expensas de este último,
292 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

podremos dar el nombre de egoísmo al tipo particular de suicidio que resulta de


una individuación desintegrada» (Ibídem: 214).
En definitiva, y tras este panorama trazado, Peláez plantea en su estudio El
deber de educar la agresividad (2005), un enfoque útil que sirva para aprender
a orientar la agresividad dado que —en su manera de pensar expone— «que la
sociedad puede crear determinados climas que favorecen conductas agresivas.
Estas, a su vez, pueden diferenciarse entre conductas agresivas no delictivas y
conductas agresivas delictivas, división que se hace teniendo en cuenta que es
la propia sociedad la que establece los criterios delictivos. Pero una conducta
no es más prejudicial en función de lo que las conveniencias sociales esta-
blezcan, sino que por lo que pueda perjudicar a los demás o al propio sujeto»
(2005:241).
Por lo que indica la existencia de una serie de conductas agresivas conside-
radas por la sociedad como no delictivas (la competitividad, el dominio, la po-
sesión, el chantaje afectivo y las tensiones convivenciales), que se diferencia de
manera notable de aquellas conductas agresivas marcadas como delictivas, como
atentados a la propiedad, los delitos violentos, sexuales y terrorismo. En suma,
todo el lado oscuro de las sociedades actuales, que constituyen las sociedades
violentas. Las palabras claves en la teoría sociológica (Véase del Capítulo 1, el
epígrafe 1.3. Teorías sociológicas y conceptos claves, y lea detenidamente la re-
lación de conceptos) que entran en este campo son las siguientes:

La herencia de Marx y la de Weber en relación a la Teoría del conflicto


(conflict theory) la recoge Dahrendorf que la desarrolla como una alternativa
a la Teoría del Consenso de Talcott Parsons y a la Escuela Funcionalista so-
ciológica. Su campo de análisis lo delimita, en consecuencia, en el conflicto
y en el cambio que tiene lugar entre las clases sociales, que constituyen un
aspecto dinámico para el cambio social, donde la participación o la exclu-
sión en el poder son el origen de la dialéctica que se entabla, y de la fuerza
motivacional histórica.
La Anomia (anomie) de Durkheim, trata sobre aquella condición que se
caracteriza por la ausencia relativa o por la confusión de valores en una socie-
dad o grupo, es un concepto que se refiere a una propiedad de la estructura so-
cial y cultural, y no a una propiedad de los individuos a los que se les antepone
dicha estructura. Según Merton, la anomia es una quiebra en la estructura de la
cultura que ocurre cuando se produce una aguda disyunción entre las normas
y las metas culturales de los miembros de un grupo para actuar de acuerdo con
ellas. La anomia constituye un estado de confusión, inseguridad y carencia de
normas, se caracteriza por la ruptura de valores y un sentimiento de aislamien-
to. Surge un grado determinado de anomia en las sociedades de masas debido,
entre otras cosas, a un alto grado de especialización y de pérdida de intimidad
de los grupos primarios que suelen ser altamente cohesivos.
La anomia aguda (acute anomie) ha sido empleada por Sebastián de
Grazia y se refiere a una forma severa de anomia en la cual los sistemas de
valores y creencias de un grupo o de una sociedad se desintegran, el orden se
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 293

quiebra y los individuos son atrapados por una ansiedad extrema. En cambio,
la anomia simple da cuenta de una anomia menos severa donde los valores
y creencias de un grupo o de una sociedad son conflictivos, y llevan a situa-
ciones en las que los individuos experimentan confusión y aprensión en sus
vidas cotidianas.
La Teoría del etiquetaje (labelling theory) es una idea desarrollada por
Howard Becker, que proviene de la criminología tradicional positivista que in-
tenta explicar las características innatas desviadas de ciertos criminales o tipos
sociales de personas como resultado de sus ambiente, socialización e historial
pasado, intenta por consiguiente, explicar los orígenes de la conducta desviada
en individuos que han roto las normas sociales y no obedecen a las leyes. Esta
teoría se desenvuelve en el contexto de los agentes de control social y policía-
co (policía, jueces, profesores, padres, medios de comunicación, iglesias, etc.)
para reaccionar ante la delincuencia y las conductas desviadas, comprende,
pues, una reacción social ante lo que se ha simbolizado socialmente como eti-
queta publica, marca o rasgo típico de conducta delictiva o desviada, no sólo
de grupos específicos y aislados, sino también para las personas que tienen
alterada la percepción de sí mismos. Aquí se pone en acción la simbología
social de unas conductas que se han catalogado, y que la comunidad percibe
con imágenes y estatus etiquetado como desviado a lo que está establecido, por
ejemplo, el nudismo puede ser en determinadas sociedades normal, en cambio
en otras es sancionado y etiquetado como conducta desviada. Suele ser fre-
cuente, catalogar de conductas desviadas las que provienen de las subculturas
criminales, de los grupos adictos a las drogas, de los individuos con tendencias
criminales, etc. Y es más impactante que el estigma —ya que éste no encierra
peligro en sí mismo—, especialmente por el grado de peligrosidad que puedan
albergar las conductas desviadas como los delitos.

5.4. RIESGOS E INCERTIDUMBRES EN LA SOCIEDAD DEL SIGLO XXI

Los problemas medioambientales y la salud despliegan uno de los lados más


vulnerables del mundo actual en todas las sociedades, las desarrolladas y las que
están en desarrollo, pero en su conjunto, tienen el denominado común de ser am-
bas afectadas por estos problemas que comporta la modernidad. Los habitantes
de las ciudades de ambas sociedades sufren contaminación del aire y del agua,
hacinamiento, barrios marginales, incluso las zonas elitistas blindadas con sofis-
ticados sistemas de seguridad, también están igualmente amenazadas por el azote
de los desastres climáticos y las repercusiones para la salud.
Hay hechos que tienen consecuencias importantes como la quema de com-
bustibles fósiles, que desde hace una década, el Panel Intergubernamental sobre
el Cambio Climático viene recordando que ocasiona graduales alteraciones en la
composición y en el equilibrio técnico de la atmósfera, y se va constatando en
el transcurso del tiempo, las evidencias de las transformaciones del clima en la
disminución de los glaciares, y en la desaparición rápida de algunas poblaciones
294 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

de plantas y animales. La mayoría de los análisis internacionales sobre los eco-


sistemas mundiales señalan que aproximadamente el 60% de las funciones bene-
ficiosas de la naturaleza, sufren constantemente una utilización de los recursos
de manera insostenible, y de seguir a este ritmo, padecerán los efectos negativos
las generaciones venideras, por lo que apostar por un desarrollo sostenible es una
solución factible a la situación mundial.
Si la alternativa de la economía verde es una posible solución a los problemas
medioambientales, podemos decir que tiene ya una salida factible, y aunque las
cuestiones del medio ambiente natural pertenecen a otras áreas como la ecología,
la ciencia sociológica trata las actividades humanas que han ocasionado proble-
mas en el medio ambiente con repercusiones en la biodiversidad, y como tales,
las aborda desde la perspectiva de los pensamientos y temores que la gente tiene
respecto a estos temas.
Macionis y Plummer tratan el medio ambiente en su relación con la sociedad
del riesgo —riesgos según la magnitud de la tecnología y la globalización—, deno-
minación esta última que ofreció Ulrich Beck ya desde 1992. Quizá, por la ampli-
tud de este tema, estos profesores —Macionis y Plummer (1999:610-635)— ubican
aquí a la Sociología Global, que es la que aborda los temas de los residuos sólidos,
en lo que llaman sociedades de lo desechable, la conservación del agua —sus re-
servas y la contaminación—, el fenómeno de la lluvia ácida, la conservación de las
selvas tropicales, el calentamiento terrestre y la disminución de la biodiversidad.
La Sociología Global analiza, pues, la interacción de varios elementos como
los bienes comunes mundiales, la cultura ecológica/sostenible, el déficit ambien-
tal, la ecología —estudio de la interacción de los organismos vivos con su am-
biente natural—, la ecología cultural —paradigma teórico que explora la relación
de la cultura humana con su entono físico—, el ecosistema, etc. Un concepto muy
interesante es el racismo ambiental, que versa sobre la distribución que hay en
zonas más próximas a los problemas medioambientales, ya que suele coincidir
dichas zonas con el asentamiento de poblaciones más desfavorecidas que otras.
En suma, la ciencia sociológica observa desde esta perspectiva global el fun-
cionamiento del ecosistema mundial, de modo que «con sólo una rápida mirada
al funcionamiento del ecosistema mundial, se confirma que todos los seres vivos
y su medio ambiente natural están interrelacionados. Los cambios en cualquier
parte del medio ambiente natural repercuten en todo el ecosistema, de modo que lo
que ocurre en una parte del mundo, inevitablemente, tiene consecuencias en otra»
(Ibídem, 1999:611).
La pregunta que aquí se suscita es cuándo las sociedades humanas han alcanza-
do la realidad de hacer posible el poner en riesgo el medio ambiente natural donde
están afincados. Este proceso comienza, obviamente, cuando la cultura se hace más
compleja, y se empieza a transformar la tierra y lo que nos rodea con las tecnolo-
gías, y todo ello comienza con el desarrollo de la tecnología industrial, que utiliza
maquinaria que extrae y transforma los recursos naturales, y produce sustancias
contaminantes a la atmósfera.
Y curiosamente se llega a la conclusión de que a mayor potencial tecnológico
mayor peligro para el medio ambiente y todos los seres vivos, incluidos los se-
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 295

res humanos. Las sociedades posmodernas han caído, por tanto, en esta trampa,
y además, han arrastrado con ellas al resto de las sociedades en desarrollo. Ahora
bien, es una trampa repleta de contradicciones, ya que el progreso que comporta
la modernidad ha traído un considerable nivel de vida, como nunca se ha conoci-
do, con avances sustanciales en la ciencia y en la tecnología, y un extraordinario
crecimiento de la población, que aporta, a su vez, un aumento de la pobreza y un
hacinamiento en las urbes.
Para tener una pequeña aproximación se exponen algunos acontecimientos
acaecidos en 2005 y 2006 sobre las conexiones entre el medio ambiente y las per-
sonas, recopilado por Lisa Mastny (2007), a saber:

La situación del mundo: un año a revisión


Lisa Mastny (2007:40-43)

Revisión en 2005
•  Desastres naturales (8 de octubre): un terremoto de 7,2 grados de magnitud
sacudió a principios de noviembre el noroeste de Pakistán, registrándose más
de 73.000 muertos.
•  Población (10 de octubre): expertos de Naciones Unidas predicen que el nú-
mero de refugiados ambientales que huyen de los efectos del progresivo dete-
rioro ambiental de elevará a 50 millones de personas en 2010.
•  Seguridad (26 de octubre): disturbios en París, protagonizados principal-
mente por jóvenes inmigrantes de segunda generación, provocan inquietud
en Francia, llamando la atención hacia los problemas de desempleo y dis-
criminación.
•  Clima (30 de octubre): un informe advierte que en los próximos 40 años mo-
rirá la mitad de los arrecifes de coral de no ser que se tomen medidas urgentes
para protegerles del cambio climático.
•  Tóxicos (13 de noviembre): la explosión de una planta petroquímica china
vierte 100 toneladas de benceno y de otras toxinas al río Songhua, contami-
nando el suministro de agua potable.
•  Bosques (14 de noviembre): la FAO revela que la pérdida neta de bosques se
ha ralentizado en los últimos cinco años en todo el mundo, suponiendo actual-
mente 7,3 millones de hectáreas anuales.
•  Clima (17 diciembre): los científicos preven que en 2010 podría haber desapa-
recido hasta el 90% de la superficie de permafrost del Ártico.

Revisión en 2006
•  Desertización (1 de enero): la ONU declara 2006 Año Internacional de los
Desiertos y la desertización para llamar la atención sobre las consecuencias
sociales y ambientales del cambio climático en las zonas áridas.
•  Bosques (6 de enero): organizaciones ambientales advierten que están pre-
vistas actividades petrolíferas y de extracción de gas en la cuarta parte de la
Amazonía peruana —casi 22 millones de hectáreas.
296 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

•  Clima (12 de enero): Australia, China, la India, Japón, Corea del Sur y Esta-
dos Unidos establecen un acuerdo de ‘energías limpias’ basado en el mercado
como alternativa al protocolo de Kyoto.
•  Clima (24 de enero): científicos estadounidenses informan que 2005 fue el
año más caliente del siglo, seguido de 1998, 2002, 2003 y 2004.
•  Clima (8 de marzo): el estudio más amplio realizado hasta la fecha de las
placas de hielo de Groenlandia y de la Antártica revela una pérdida neta de
hielo polar entre 1992 y 2002, a medida que la placa disminuye y adelgaza
los bordes.
•  Salud (11 de abril): un informe de la ONU relaciona la pérdida de humedales
con la propagación de la gripe aviar, al forzar un mayor contacto entre las aves
salvajes y las domésticas.
•  Desastres naturales (17 de abril): la mayor crecida histórica del Danubio
inunda en Europa comarcas ribereñas, obligando a 10.000 personas a buscar
refugio en terrenos elevados.
•  Biodiversidad (2 de mayo): el hipopótamo y el oso polar son incluidos por
primera vez en la Lista Roja de especies amenazadas, debido al declive gene-
ralizado de sus poblaciones.
•  Urbanismos (20 de junio): el Tercer Foro Urbano Mundial de Vancouver re-
une delegados de todo el mundo para debatir formas de mejorar el acceso a la
vivienda y a servicios básicos de los habitantes de las barriadas pobres.
•  Bosques (22 de junio): Camerún acuerda invertir hasta 25 millones de dólares
para conservar sus selvas tropicales a cambio de la condonación de su deuda
con Francia, en el primer acuerdo de deuda por naturaleza de África Central.
•  Biodiversidad (4 de julio): las autoridades aduaneras de Taiwán confiscan en
tres días más de 5 toneladas de marfil, que suponen la muerte de 614 elefantes.
•  Tóxicos (18 de agosto): los residuos tóxicos vertidos por un buque holandés
en una barriada de Abidján, Costa de Marfil, provocan diez muertos y afectan
a la salud de miles de personas.
•  Aguas (20 de agosto): la Semana Mundial del Agua de Estocolmo reune a
expertos de todo el mundo para abordar la corrupción en la industria del agua
y la necesidad de garantizar para 2015 el acceso universal a agua segura.
•  Ecosistemas Marinos (12 de septiembre): los expertos en pesquerías afirman
que la sobrepesca ha hecho que las capturas de atún en el Mediterráneo occi-
dental disminuyan hasta un 15% del nivel de hace una década.
•  Salud (28 de septiembre): según la ONU el acceso al agua potable segura
aumentó de un 78% de la población en 1990 al 83% en 2004, pero las dos
quintas partes carecen todavía de servicios básicos de saneamiento.

Sin duda, el respeto a la naturaleza es contemplado como uno de los valores


fundamentales para las relaciones internacionales en el siglo xxi, según la Decla-
ración del Milenio de la Asamblea General de las Naciones Unidas (2000:2), y se
especifica que «es necesario actuar con prudencia en la gestión y ordenación de
todas las especies vivas y todos los recursos naturales, conforme a los preceptos
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 297

del desarrollo sostenible. Sólo así podremos conservar y transmitir a nuestros


descendientes las incomensurables riquezas que nos brinda la naturaleza. Es pre-
ciso modificar las actuales pautas insostenibles de producción y consumo en inte-
rés de nuestro bienestar futuro y en el de nuestros descendientes».
En el terreno de la práctica, la base de datos de indicadores de este objetivo
del Milenio se denomina Objetivo 7. Garantizar la sostenibilidad del medioam-
biente, que incorpora los principios del desarrollo sostenible en las políticas y
los programas nacionales e investiga la pérdida de recursos del medio ambiente.
A este objetivo le corresponde la meta 10 que contiene la finalidad de reducir a
la mitad del 2015 el porcentaje de personas que carezcan de acceso sostenible al
agua potable y a servicios básicos de saneamiento.
El tema de la salud en las sociedades es prioritario y figuran en los objeti-
vos de la Declaración del Milenio en el objetivo no 4 que tiene como finalidad,
reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años, el objetivo no 5 mejorar
la salud materna, y el objetivo no 6 combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras
enfermedades. Más concretamente, la Organización de las Naciones Unidas está
trabajando en el proyecto de que cada vez más haya más personas que tengan
acceso a los servicios de salud básicos, tales como la inmunización, el agua salu-
bre y el saneamiento, con lo que se podrá lograr el aumento de la longevidad, la
disminución de la mortalidad infantil y el control de las enfermedades.
Los mecanismos que la ONU ha utilizado para introducir los adelantos en
las sociedades en desarrollo, consisten en apoyar los servicios de asistencia sa-
nitaria, luchar contra las enfermedades infecciosas, proveer medicamentos que
son básicos, mejorar la salubridad de las ciudades y ofrecer asistencia médica
en las casas de emergencia. La tarea más ardua reside en la lucha contra las
enfermedades infecciosas, que reviste gran importancia, al constituir un grave
problema mundial, y que en las últimas tendencias se advierte la introducción de
nuevos factores, que han dificultado esta lucha contra las enfermedades infeccio-
sas, dichos factores apuntan a un aumento de la resistencia a los medicamentos,
al constante incremento del volumen de viajes internacionales, y a la aparición
de enfermedades nuevas.
A este respecto la OMS (Organización Mundial de la Salud) es un organismo
que coordina la acción mundial contra las enfermedades, y se ha marcado objetivos
para disfrutar de la salud reproductiva, y promover estilos de vida y entornos sanos
y saludables. La OMS se creó en 1948 y entre sus finalidades está la de conseguir
que todos los pueblos puedan gozar del grado máximo de salud que se pueda al-
canzar. Otro organismo es el UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas)
que proporciona servicios de salud y ayuda a planificar a las familias, su objetivo,
por tanto, es la salud reproductiva y la planificación de la familia, si bien también
incluyen otras funciones como las que a continuación se relacionan:

•  El aumento de la esperanza de vida.


•  La reducción de la mortalidad materna.
•  La salud de las personas adultas mayores y los jóvenes.
•  La población y el medio ambiente.
298 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

•  La planificación de la familia.
•  La atención durante el embarazo y el parto.
•  El asesoramiento y prevención de la infecundidad.
• La prevención y tratamiento de las infecciones del aparato reproductor y las
enfermedades de transmisión sexual (incluido el VIH/SIDA).
• El tratamiento de las consecuencias sobre la salud del aborto realizado en
malas condiciones.
• El mejoramiento de la condición jurídica y social de las mujeres y las niñas
tiene máxima prioridad para el UNFPA.

Algunos datos significativos para designar el estudio de salud de las socieda-


des son las cifras de la lepra (Consumer.es Eroski, 2007) y los del VIH/SIDA, así,
pues, la lepra que tiene cura médica desde hace más de 20 años, sigue registrando
unos 300.000 y 600.000 nuevos casos anualmente, y son estimaciones en las que
divergen las ONG y la OMS. En cuanto al VIH/SIDA, las Naciones Unidas (2003)
ofrecen unos números alarmantes ya que se estima que existan alrededor de 40
millones de seres humanos con VIH/SIDA, de las que 5 millones —incluidos a
700.000 niños— se infectaron en 2002, siendo la región más afectada la de África
subsahariana. En la siguiente lectura se obtiene una pequeña aproximación a la
realidad social que presenta en una parte de África subsahariana el impacto social
del VIH/Sida, a saber:

UNICEF (2007): El estado Mundial de la Infancia 2007 (2006:30-31).


Las abuelas y el VIH/Sida

Una de las historias de África subsahariana que rara vez se cuenta es la de


los abuelos que cuidan de niños y niñas que se han quedado huérfanos debido al
SIDA. Una investigación que se llevó a cabo con datos recientes en siete países
(Burkina Faso, Camerún, Ghana, Kenya, Mozambique, Nigeria y la República
Unida de Tanzania) revela la enorme carga que la orfandad ejerce sobre la fami-
lia ampliada en general y los abuelos —con frecuencia las abuelas— en parti-
cular. Para fines de 2005, 12 millones de niños de África subsahariana se habían
quedado huérfanos debido al SIDA.
Los niños y niñas que perdieron a sus padres (huérfanos paternos) usual-
mente se quedan a vivir con sus madres; más del 50% de los niños y niñas en
cada uno de los siete países evaluados vivía de ese modo. Sin embargo menos de
la mitad de los niños que perdieron a sus madres (huérfanos maternos) siguieron
viviendo con sus padres. Por tanto, es más probable que las mujeres se ocupen
de cuidar a los niños y niñas huérfanos, independientemente de si han perdido al
padre, a la madre o a ambos.
Las tensiones en el cuidado de niños y niñas huérfanos son mayores en las
familias encabezadas por mujeres, en las que se registran los índices más ele-
vados de dependencia. Muchas de esas familias están presididas por mujeres
mayores, a menudo abuelas, que se dedican a criar huérfanos y otros niños y
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 299

niñas vulnerables cuando sus propios hijos se enferman y mueren. Los abuelos
—particularmente las abuelas— cuidan aproximadamente al 40% de todos los
huérfanos en la República Unida de Tanzania, el 45% en Uganda, a más del 50%
en Kenya y alrededor del 60% en Namibia y Zimbabwe.
En muchos países pobres, las ancianos son algunos de los miembros más
vulnerables y marginados de la sociedad. La desigualdad de oportunidades en
el empleo y las leyes discriminatorias sobre la herencia y la propiedad obligan a
muchas mujeres a seguir trabajando incluso cuando ya son ancianas. Luego de
la muerte de sus maridos, muchas mujeres mayores subsisten con bajos jorna-
les que ganan en trabajos físicamente arduos en el sector no estructurado. Por
ejemplo, un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agri-
cultura y la Alimentación realizado en Uganda reveló que las viudas trabajaban
diariamente de dos a cuatro horas más para compensar la reducción de ingresos
después de la muerte de sus esposos.
El VIH/SIDA impone una gran carga a las personas de edad avanzada a
quienes ya les cuesta trabajo vivir de sus ingresos. Los estudios muestran que
las tasas de pobreza en familias con personas ancianas son hasta un 29% más
elevadas que en las familias que no las tienen. Las mujeres de edad avanzada
que asumen la responsabilidad por miembros de la familia afectados por el VIH/
SIDA se ven obligadas con frecuencia a trabajar muchas más horas y vender
posesiones personales y bienes domésticos a fin de costear las medicinas, la
atención sanitaria y los gastos de los funerales.
...Pese a las enormes desventajas, los abuelos y madres solteras hacen enor-
mes sacrificios para enviar a sus hijos e hijas a la escuela. Una investigación
realizada en 10 países subsaharianos ha revelado una correlación muy positiva
entre la matrícula escolar y los lazos biológicos del niño y el cabeza de familia.
No obstante, la carga económica puede resultar demasiado grande si la familia
tiene que darle cabida a más de un huérfano. Si bien no existe ninguna prueba
definitiva para sugerir que la orfandad aumente de por sí el riesgo de que no se
escolarice a los niños y niñas, una investigación proveniente de Uganda sugiere
que los huérfanos dobles (que han perdido a ambos progenitores) tienen mayo-
res probabilidades de quedarse sin educación.
...La UNICEF predice que el número de niños y niñas que han perdido a
uno de sus progenitores, o a ambos, debido al VIH/SIDA ascenderá a unos 15,7
millones para 2010.

La sostenibilidad es uno de los caminos que se abren en este panorama de


problemática social y medioambiental que, como bien exponen Prats y Cubillo
(2003:6), va tomando consistencia cuando se resquebraja el paradigma del creci-
miento económico continuado respaldado por las nuevas tecnologías y la globali-
zación en las últimas décadas del siglo xx, por los impactos no positivos, al mostrar
su fragilidad como modelo de crecimiento y su incapacidad para preservar el medio
ambiente. Estas consecuencias inciden en el cambio del rumbo que tomará el mo-
delo económico dirigido hacia un nuevo enfoque consistente en el desarrollo soste-
nible que equilibre la sociedad y la naturaleza, donde se afiance la responsabilidad
300 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

social y medioambiental, como políticas económicas, actuaciones empresariales


y actitudes y comportamientos ciudadanos encaminados a salvaguardar el medio
ambiente y todos los componentes de su entorno.
La dirección que lleva el desarrollo sostenible pasa primero por la asunción
del reconocimiento de los valores esenciales, que figuran en los ocho puntos prin-
cipales de la declaración del Milenio (Naciones Unidas, 2000.2). Dichos valores
sustentan a los restantes y abarcan los siguientes principios:

•  La libertad. Los hombres y las mujeres tienen derecho a vivir su vida y a


criar a sus hijos con dignidad y libres de hambre y del temor a la violencia, la
opresión o la injusticia. La mejor forma de garantizar esos derechos es contar
con gobiernos democráticos y participativos basados en la voluntad popular.
•  La igualdad. No debe negarse a ninguna persona ni a ninguna nación la posi-
bilidad de beneficiarse del desarrollo. Debe garantizarse la igualdad de dere-
chos y oportunidades de hombres y mujeres.
•  La solidaridad. Los problemas mundiales deben abordarse de manera tal que
los costos y las cargas se distribuyan con justicia, conforme a los principios
fundamentales de la equidad y la justicia social. Los que sufren, o los que
menos se benefician, merecen la ayuda de los más beneficiados.
•  La tolerancia. Los seres humanos se deben respetar mutuamente, en toda su
diversidad de creencias, culturas e idiomas. No se deben temer ni reprimir las
diferencias dentro de las sociedades ni entre éstas; antes bien, deben apreciar-
se como preciados bienes de la humanidad. Se debe promover activamente
una cultura de paz y diálogo entre todas las civilizaciones.
•  El respeto de la naturaleza. Es necesario actuar con prudencia en la gestión
y ordenación de todas las especies vivas y todos los recursos naturales, con-
forme a los preceptos del desarrollo sostenible. Sólo así podremos conservar
y transmitir a nuestros descendientes.
•  Responsabilidad común. La responsabilidad común de la gestión del desa-
rrollo económico y social en el mundo, lo mismo que en lo que hace a las
amenazas que pesan sobre la paz y la seguridad internacionales, debe ser com-
partida por las naciones del mundo y ejercerse multilateralmente. Por ser la or-
ganización más universal y más representativa de todo el mundo, las Naciones
Unidas deben desempeñar un papel central a ese respecto.

De manera que estos valores esenciales permiten establecer las relaciones in-
ternacionales entre las sociedades del siglo xxi, y estén preparadas para resolver los
problemas sociales que tiene el mundo actual. Esta tarea la ha asumido la Asamblea
General de las Naciones Unidas en los puntos que comprende la Declaración del
Milenio, y que tratan los siguientes asuntos, a saber:

I. Valores y Principios
II. La paz. La seguridad y el desarme
III. El desarrollo y la erradicación de la pobreza
FENÓMENOS Y PROBLEMAS SOCIALES EN LA POSMODERNIDAD 301

IV. Protección de nuestro entorno común


V. Derechos humanos, democracia y buen gobierno
VI. Protección de las personas vulnerables
VII. Atención a las necesidades especiales de África
VIII. Fortalecimiento de las Naciones Unidas

En este último punto —Fortalecimiento de las Naciones Unidas— se reafirma


el deseo de que no escatimarán esfuerzos para convertir a las Naciones Unidas en
un instrumento más eficaz para conseguir la solución de los problemas sociales
más candentes: la lucha por el desarrollo de todos los pueblos del mundo, la lucha
contra la pobreza, la ignorancia y las enfermedades, la injusticia, la lucha contra la
violencia, el terror y el delito, y la lucha contra la degradación y la destrucción de
nuestra parte. Y es a partir de aquí de donde debe arrancar el desarrollo sostenible
como una solución factible a la situación mundial, y hay que abarcar el continente
que es el medio ambiente —el planeta—, para poder englobar el contenido, que son
las culturas de todas las sociedades de la Tierra.
En realidad, fueron las Naciones Unidas las pioneras en el tema del medio
ambiente y desarrollo sostenible, cuando lo definieron por primera vez en 1987 en
la Comisión Mundial del Medio Ambiente de la ONU —creada en 1983—, ya que
tenían preocupación por la utilización de los recursos naturales y la presión que
ejercían los países para controlar los recursos naturales de los países en desarro-
llo. En consecuencia, se definió el desarrollo sostenible como un «desarrollo que
satisfaga las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las ge-
neraciones futuras para atender sus propias necesidades» (Naciones Unidas, 2003).
Adicionalmente, el desarrollo sostenible va acompañado del desarrollo social y
del desarrollo económico, y en su radio de acción conjunta se trata de abordar las
cuestiones del desarrollo principales que van más allá de las fronteras, y que auna
los países ricos y los países pobres con la observación y tratamiento de los proble-
mas sociales, a través de la asistencia humana, principalmente en los problemas
medioambientales, en la cuestión de los refugiados, la delincuencia organizada, el
tráfico de estupefacientes, el VIH/SIDA, la migración, la pobreza, los conflictos y
disturbios sociales, y de manera especial, los problemas económicos.
En definitiva, problemas como la desertización, el desarrollo sostenible y los
bosques, la protección de la capa de ozono, el cambio climático y el calentamiento
de la atmósfera, el agua, la energía y los recursos naturales, la biodiversidad y la
pesca excesiva, el desarrollo sostenible de los pequeños Estados insulares (islas),
el medio marino, la seguridad nuclear y el medio ambiente, los estados insulares en
desarrollo —islas—, y las poblaciones de peces transzonales, son asuntos priorita-
rios en el desarrollo sostenible a nivel general —planetario— y a nivel local —de
pequeños pueblos—.
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ÍNDICE ANALÍTICO

Aburgesamiento,121 Cambio climático, 249


Acción social, 44, 46, 97, 98 Causalidad, 45
Acontecimientos, 180 Censo, 229
Aculturación, 176 Ciencia, 27
Acciones de las masas violentas, 199 Ciencias biológicas, 168
Adaptación, 53, 86 Ciencias psicológicas, 164
Agresividad, 299, 300, 306 Ciencias sociales, 158
Aislamiento, 155 Ciudades-estado, 23
Alienación, 38, 39, 63, 64, 174 Ciudad (ciudades, metrópoli, megalópolis),
Analogía mecanicista (orgánica), 169 49, 235, 236, 237
Análisis dramatúrgico, 184 Ciudad o sociedad de los hombres, 25
Análisis estructural funcional, Ciudad o sociedad de Dios, 25
Análisis histórico, 45 Civilización, 83, 93, 94, 174
Análisis sociológico, 21 Clase corporativa, 286
Análisis antropológico, 21 Clases sociales, 158, 276, 284, 285
Animal político, 24 Códigos lingüísticos, 280
Animal social, 24 Coercitivo, 242
Anomia, 65, 174, 306 Comparación, 29
Antisocial, 174 Comportamiento de histeria masivo,
Antropología, 161 comportamiento general racional
Armas bajo control, 209, 211 (acción social), 45
Asociación, 65 Comportamiento colectivo, 200
Asociacionismo, 97 Comportamiento social, 179
Aspectos culturales, 38, 39 Comunidad, 63, 65, 105, 224, 226, 227
Autoridad (tradicional, carismática, Conciencia (la conciencia), 166, 178
autoridad social, legal-racional), 45, Conducta colectiva, 197
66, 173, 242, 243 Conflicto social (conflictos, político), 171,
172, 195, 198, 204
Burguesía, 39, 45 Conformidad, 172
Burocracia, 65 Conceptos claves, 51, 70, 159, 183, 195
Conciencia colectiva, 41
Cambio social (cambios sociales), 171, 251, Conocimientos científicos, 27
252 Conocimientos técnicos, 27
318 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Consecución de metas, 53 Economía, 38, 39


Consenso social, 160 Economía política, 39
Construcción social de la realidad, 57, 191 Endoculturación, 176
Consumo colectivo, 121 El hombres es social por naturaleza, 153
Contagio social, 199 El id, el ego, el super ego (Freud), 179, 180
Controles sociales, 36 El mí, el sí mismo, el yo (Mead), 178
Cooperación, 172 El yo social, 179
Corporativismo, 122 Empleo en el mundo, 269
Cosa pública, 26 Encuesta, 71, 229
Costumbres, 19, 21, 171 Entrevista en profundidad, 71
Creencias, 171, 175, 253 Entropía social, 174
Criminalidad (criminología), 197, 204, 276, Envejecimiento de la población, 217, 219,
301 221
Crisis mundial (del empleo juvenil), 193, Epidemiología social, 245
197, 269 Era de la información,
Crisis energética, 249 Escepticismo, 257
Cultura (culturas, material, no material, Escuela, 180, 181, 275
símbolos, universales culturales, ras- Escuelas sociológicas, 52
gos, complejos, áreas), 49, 88, 89, 161, Espejo para mirarse a sí mismo (Cooley),
170, 171, 174, 175, 176 178
Cultura dominante, 175 Esperanza de vida (al nacer), 217, 222, 229,
311
Darwinismo social, 65, 86 Espíritu del capitalismo, 118
Dato histórico, 19 Estadio teológico, 30
Demografía (cambios demográficos), 163, Estadio metafísico, 30
248, 276 Estadio positivo, 30
Densidad dinámica, 41 Estado de naturaleza, 21, 26
Desarrollo social (tecnológico), 167, 250 Estatus (estatus social), 63, 99, 159, 173,
Desastres naturales, 310 188, 189, 190, 191, 256, 285
Desempleo (en el mundo), 267, 269 Estática social, 30,
Desescolarización, 280 Estigma, 65, 209
Desigualdades sociales (Desigualdad), 137, Estudio de la sociedad, 17, 19, 21, 23, 25,
141, 159, 222, 251, 275, 276, 284, 285, 27, 29, 31, 33, 35, 37, 39, 41, 43, 45,
287, 304 47, 49, 51, 53, 55, 57, 59, 61, 63, 65,
Desorganizado/patológico, 174 67, 69, 71, 73
Desviación social (desviación), 174, 197, Estudio científico de la sociedad, 17, 28
204, 205, 207 Estratificación social, 158, 159, 285, 286
Diagnóstico (social), 46, 67 Estrato social, 159
Dialéctica, 28, 38 Estructura social (Estructuras sociales), 25,
Dialéctica de las contradicciones, 35 36, 158, 160
Dinámica social, 30 Estructura, 18, 36
División del trabajo, 47 Estructura de la sociedad capitalista, 38, 39
Duración de la vida, 229 Etiquetaje retrospectivo, 209
Etnometodología, 56, 57, 66
Ecología humana, 163, 228 Etnografía, 162
ÍNDICE ANALÍTICO 319

Etnología, 163 Hombre social, 21


Exclusión social, 267, 275 Homo sociologicus, 170
Experimentación, 29
Ideas políticas, 23
Falsación, 66 Ideas sociales, 23
Familia (extensa, nuclear, compuesta, uni- Ilustración, 26
personal …), 180, 238, 239, 241, 275 Individuos (Individuo), 18, 51, 158, 170,
Fecundidad, 228, 233 184, 258
Fenomenología, 56, 57, 66 Individualismo, 141
Fenómenos sociales, 18, 51, 139, 269, 270, Inmoral, 174
271, 273, 275 Inseguridad y peligro, 141
Fenómenos sociológicos, 140, 276 Interacción social (Interacción), 160, 172,
Fenómenos naturales, 18 182, 183, 191, 195, 253
Fertilidad, 228 Institución (social, económica, de la reli-
Filosofía estoica, 25 gión, instituciones), 36, 49, 234, 241,
Filosofía helénica, 24 243
Filosofía hegeliana, 38, 39 Integración, 53
Física social, 29 Integridad, 175
Fisiología social o conciencia del hombre, Interaccionismo Simbólico, 55, 56, 66
28 Intercambio, 172
Función social (funciones), 36, 159, 234 Investigación histórica, 29, 30
Funciones religión (cohesión social, control Investigación sociológica, 276
social, sentido y propósito) 243, 244 Investigación social, 67, 68
Funcionalismo Estructural (funcionalismo)
, 52, 53, 57, 159 Justicia internacional, 209, 213

Género, 66, 276 Lenguaje (corporal), 162, 175, 179


Geografía Humana, 163 Ley de los tres estadios, 30
Globalización, 135, 141, 250, 251, 260, Ley de la evolución, 36
277, 278, 281, 282, 283 Leyes de la naturaleza, 20
Gregarismo, 88, 97 Leyes generales, 44
Grupos sociales (de iguales), 176, 177, 180, Leyes sociales, 18
181
Grupo de discusión, 71 Macrosociológico (perspectiva macrosocial),
Grupos (in, out), 182 197
Maltratadores, 292
Hábitat, 49, 224 Mantenimiento de patrones, 53
Hábitos, 21 Marxismo hegeliano, 54
Hechos sociales (Hecho social), 33, 41, 61, Marxismo estructural, 54, 55, 57, 66
206, 304, 305 Masas, 18
Hecho biológico, 33 Materialismo histórico, 38, 39, 66
Hegemonía, 54, 65 Medios de comunicación (de masas), 180,
Hipótesis, 70, 85, 86, 94, 189 181, 247, 276
Histeria masiva, 199 Mercancía, 54
Hombre natural, 21 Método científico, 27
320 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Método de la triangulación, 71 Organismo social, 32, 88


Método deductivo, 24, 67, 69 Organización política, 27
Método de la triangulación, 71 Organización social, 85, 88, 111, 174, 276,
Método histórico comparado, 36, 70, 71 296
Método psicológico, 33
Microsociológico (perspectiva microso- Palabras claves, 64
cial), 56, 197 Paradigma, 66
Migraciones (tasa neta emigración, emi­ Paradigma del riesgo, 261
gración, inmigración), 228, 229 Paradigma de la violencia de las sociedades
Mirada sociológica, 129 actuales, 261
Modelo orgánico, 169 Paradigma de la sociedad red, 262
Modernidad, 241, 251, 253, 254, 255, 259, Paradigma de las desigualdades sociales se-
260 gún género, 262
Modos de desarrollo, 125 Paradigma de los movimientos sociales,
Mortalidad (tasa bruta, infantil), 217, 218, 262
228, 229, 232, 233, 311 Patológico (lo patológico), 205
Movilidad social, 286 Problemas sociales, 67
Motivos, 43 Patriarcado, 66
Movimiento contra la indiferencia, Pautas de autoridad, 240
193 Pautas de descendencia (patrilineal, matri-
Movimiento a favor de la insurrección pa- lineal) 240
cífica, 193 Pautas matrimoniales (endogamia, exoga-
Movimientos sociales, 197, 276 mia, monogamia, poligamia, poliginia,
Movimiento de los indignados, 193, 197 poliandria), 239, 240
Multiculturalismo, 176 Pautas residenciales (patrilocalidad, matri-
Mujeres en situaciones de conflicto, 211 localidad, neolocalidad), 240
Pena de muerte, 209, 212
Natalidad (tasa bruta), 217, 218, 228, 229, Pensamiento posmoderno, 258
232 Pensamiento social cristiano, 25
Necesidades de salud y sanidad, 245, 246 Pensamiento social medieval, 25
Necesidades de comunicación, 247 Pensamiento social, 23, 25, 27
Necesidades educativas, 244 Pensamiento sociológico científico, 27
Necesidades espirituales, 243 Pensamiento sociológico español, 30
Nido vacío, 241 Personalidad, 167, 170, 276
Niños aislados, 153, 155, 177 Perspectiva empírica, 19
Niñas lobo, 154 Perspectiva positiva, 19
Niños salvajes, 153, 177 Pirámide de población (de edad), 230
Normal (lo normal), 205 Poblaciones (crecimiento, explosión
Normas sociales, 158, 159, 160, 173, 180 población mundial), 223, 238, 248
Pobreza, 267, 275, 314, 315
Obligación social, 28 Política de acción social, 34
Observación histórica, 17 Positivismo, 33, 66
Observación participante, 71 Posmodernidad, 257, 258, 259, 277
Observación, 29 Potencial humano, 38, 39
Orden social, 18, 38, 39 Precursores básicos de la Sociología, 27
ÍNDICE ANALÍTICO 321

Presentación de la persona, 185 Socialización (proceso de, primaria, secun-


Principio de unificación, 19 daria, anticipada, ocupacional), 155,
Primeros sociólogos, 27, 28, 86, 105, 108, 156, 160, 165, 170, 171, 177, 180, 181,
253 238, 275, 276
Problemas sociales, 32, 68, 213, 271, 294, Sociedad (sociedades), 51, 103, 105, 174,
304 222, 226
Proletariado, 39 Sociedad de la información (informaciona-
Proyecto de la investigación, 71 les), 125, 127
Psicología aplicada, 166 Sociedad del riesgo,
Psicología anormal, 167 Sociedad globalizada, 136
Psicoterapia, 167 Sociedad moderna, 288
Pueblos, 235 Sociedad red, 124
Sociedad rural, 225
Racionalización (social), 44, 255 Sociedad urbana, 227
Razón capitalista, 45 Sociedades actuales, 132, 135, 140, 204,
Realidad social (cotidiana), 35, 51, 67, 191, 270, 293
269 Sociedades agrarias —agrícolas y ganade-
Reforma, 26 ras—, 109, 114, 116
Registros de población (civil), 229 Sociedades cazadoras y recolectoras, 109,
Relaciones sociales, 270 110, 112
Renacimiento, 26 Sociedades con riesgos, peligros, incerti-
Representaciones colectivas, 41, 304 dumbres, violencia, 137
Roles (rol, rol social, papeles), 99, 159, 171, Sociedades del futuro, 146, 248
173, 183, 184, 185, 186, 187, 188, 251, Sociedades del siglo XXI, 125, 141
275 Sociedades de la información, 117, 124
Reproducción social, 254 Sociedades del riesgo, 308
Revolución, 38, 39 Sociedades horticultoras (simples, avanza-
Revolución científica, 26 das), 109, 112, 113
Revolución en medicina (prevención-exten- Sociedades industriales, 117, 123, 252, 276,
sión), 250 304
Revolución Industrial, 27, 117 Sociedades modernas, 222, 252
Rumores, 199 Sociedades polarizadas y contradictorias,
138
Salud, 276, 311 Sociedades posindustriales, 117, 123, 127
Salvajismo, 82, 83, 94 Socialismo, 39
Sagrado, 63 Sociología aplicada, 68
Secularización, 64, 122 Sociología conductista, 59, 60
Significados, 43 Sociología de la educación, 275
Símbolos, 178 Sociología del conflicto, 196, 253
Sistemas políticos, 25 Sociología empírica, 68
Sistemas de estratificación (esclavista, feu- Sociología ensayista, 52
dal, feudal, industrial, posindustrial), Sociología existencial, 62
284 Sociología global, 308
Sistema social, 159 Sociología industrial, 272
Social, (Lo social), 18, 33, 99 Sociología política, 276
322 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Sociología práctica, 32 Tesis de la convergencia, 121


Sociología rural, 163 Tipos ideales (tipo ideal), 44, 45, 119
Sociología sustantiva, 43, 44, 46 Tipos de crímenes, 209
Sociología teórica, 32 Tortura (terror), 209, 212
Sociología urbana, 163, 227 Totalidad social, 39
Solidaridad social, 64, 122 Totalidad objetiva, 41, 42
Solidaridad orgánica, 41, 42, 105 Tótem, 243
Solidaridad mecánica, 41, 42, 105 Tradición, 251
Sondeos, 229 Transición demográfica, 217, 218, 220, 231,
Subjetividad (valores, actitudes, creencias y 232
prejuicios), 44, 46 Tratamiento de los datos, 40
Subcultura, 176 Trata (víctimas mujeres, niñas) 210
Suicidio, 304, 305
Usos, 19
Tecnología, 49 Urbanismo (urbanización), 64, 235, 238,
Tendencia hacia la democracia, 34 276, 310
Tendencias sociales, 258 Urbanismo burocrático, 201
Teoría cognitiva, 167
Teoría crítica, 55 Valores sociales,
Teoría del intercambio, Valores (posmaterialistas), 25, 45, 160, 175,
Teoría de la modernización, 64, 123, 278 203, 275, 314
Teoría de la dependencia, 279, 280 Verstehen (sociología comprensiva), 43, 44,
Teoría del carisma, 45 45, 67
Teoría del control social, 26 Vertiente dicotómica, 41
Teoría del comportamiento colectivo, 200 Vida cotidiana (vidas cotidianas), 56, 67,
Teoría del consenso, 53 182, 183, 191
Teoría del conflicto, 53, 65, 195, 209, 247, Víctimas, 292
306 Vida social, 160
Teoría del etiquetaje, 208, 307 Vínculo social, 170, 172
Teoría del intercambio, 59, 60 Violencia contra las mujeres, 209, 210
Teoría Feminista Contemporánea, 61 Violencia de género, 275, 276, 288
Teoría Funcionalista, 247, 304 Violencia doméstica, 210, 275, 276
Teorías sociológicas, 51, 64, 159, 183, 195, Violencia, 204, 275, 289, 290, 293, 298,
276 299, 300, 315
Teoría sociológica neomarxista, 54
ÍNDICE ONOMÁSTICO

Adán, 77 Balmes, J., 30


Adorno, T.W., 254 Barthes, R., 256
Aguilar, S., 197 Bataiile, G.A.M., 254
Alberdi, I., 289 Baudrillard, J., 259
Alexander, 259 Beauvoir, S. de, 257
Allen, P.G., 260 Becker, H., 65, 103, 208, 307
Althusser, L., 54, 55, 66, 256 Beck, U., 261, 308
Amala, 154 Beltrán, M., 70
Amorós, C., 289 Bell, D., 64, 123, 256
Ana, 155, 156, 157, 158, 177 Belzunegui, E., 197
Andreski, S., 63 Benjamin, W., 256
André Domingo, P., 289, 291 Benedict, R., 256
Angell, J., 164 Berger, P., 57, 59, 183, 191, 252
Anzaldúa, G., 260 Bernard, J., 61, 121
Apted, M., 155 Bernstein, B., 65, 280
Apter, D., 117 Berkowitz, L., 298
Aquino, S.T. de, 25, Betes, L., 107, 109, 162
Arenal, C., 30 Bittner, E., 58
Arce Fernández, R., 292 Blanco Prieto, P., 289
Aristóteles,19, 23, 24, 25, 26, 107, 163 Blau, P., 60, 61, 62
Aron, R.,19, 117 Blumer, H., 56, 199
Aronson, E., 168 Bobino Méndez, L., 289
Aronowitz, S., 260 Bodin, J., 107
Arroyo Pérez, A., 228 Boge, C., 231
Arsuaga, J.L., 87, 89 Booth, C., 68
Asante, M.K., 259 Bosch Fiol, E. 289
Asis, S.F. de, 25 Bottomore, T., 227, 285
Asthon, T.S., 117 Boudon, R., 63
Aveyron, V. de, 153 Bourdieu, P., 259
Azcárate, G., 31, 32 Braverman, H., 64
Aznar, S., 33 Broom, R., 87
Brown, D., 117
Baldwin, J.M., Brunet, I., 197
324 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Bunge, M., 70 Dart, R., 87


Burgess, E. W., 228 Darwin, C., 86, 89, 94
Burroughs, E.R., 154 Davis, K., 52, 100, 155, 231
Buttler, D., 121 Davenport, H. R., 155
Butler, J., 260 Derrida, J., 254, 259
Descartes, R., 164
Calhoun, C., 51, 70, 71, 171, 178, 181, 182, Dewey, J., 164, 165
199, 238, 243, 244 Díaz Sánchez, L., 304, 305
Calvino, J. 119, 120 Difazio, W., 260
Campo, S. del, 168 Disney, W., 274
Camps, V., 289 Du Bois, B., 255
Cannon, W., 167 Du Pont, 286
Caplow, T., 196, 251 Durán Heras, M.A., 289
Casas Torres, J.M., 231 Durkheim, E., 27, 36, 37, 40, 41, 52, 53, 57,
Castells, M., 64, 121, 124, 125, 126, 127, 60, 61, 64, 65, 69, 105, 123, 130, 169,
201, 260, 262 205, 243, 253, 255, 270, 304, 305, 306
Castoriadis, C., 254 Duverger, D., 108, 163
Cattel, J., 164
Césaire, A., 256 Edipo, 154, 180
Cea D’Ancona, M.A., 71 Edward, W., 255
Chinoy, E., 170, 171 Egido, P., 128
Cicerón, 23 Endicott, K., 112
Cloward, R., 208 Engels, F., 37, 39, 66, 130, 255, 303
Clouhg, P., 260 Enkidu, 154
Cobo, R., 289 Ekeh, P.P., 61
Coleman, J.S., 259 Erasmo de Rotterdam, D., 26
Collins, P.H., 260 Erikson, E.H., 256
Comte, A., 27, 29, 30, 31, 34, 35, 36, 52, Esposito, D., 260
66, 69 Expósito, F., 293
Cooley, C.H., 170, 178, 185, 255 Eva, 77
Cooper, A.J., 255
Copérnico, N., 26 Fariña Rivera, F., 292
Cordón, F., 86 Fallenstein, H., 42
Corsi, J., 289 Fanon, F., 257
Cortés, D., 30 Falcón, L., 289
Coser, L., 197 Fine, G.A., 199
Coulon, A., 57 Firth, R., 174
Coutu, W., 187 Flinn, M.W., 117
Cristo, 129, 231 Frank, A.G., 65, 280
Cubillo, I., 313 Franklin, B., 118
Frankl, V., 165
Dahrendorf, R., 53, 65, 99, 117, 195, 303, Freud, S., 57, 164, 167, 170, 178, 179, 180,
306 255
Dahlberg, L., 291 Friedmann, G., 117
Dahlman, F.C., 34 Friedan, B., 257
ÍNDICE ONOMÁSTICO 325

Fromm, E., 256, 299 Heller, A., 257


Ford, H., 286 Hegel, G.W.F., 27, 28, 29, 35, 38, 69, 195,
Foucault, M., 62, 254, 259 254
Heráclito de Éfeso,195
Galton, F., 164 Hessel, S., 193
Galileo, G., 26 Hesíodo, 23,
Gandi, M.K., 256 Herodoto de Halicarnaso, 24
Garcia Ferrando, M., 68 Herzog, W., 155
Garcia Gañán, P., 299 Hewlett, B., 112
Garcia Jorba, J.M., Hirigoyen, M.F., 289
García-Sanz, B., 225, 226 Hobbes, T., 164, 195
Garfinkel, I., 52, 57, 58, 59, 66, 183, 259 Hochschild, A., 260
Gates, B., 260 Holm, K., 69
Gates, H. L. Jr., 260 Homans, G.G., 52, 60
Giddens, A., 51, 117, 259 Homero, 23
Gil Verona, J. A., 300, 301, 302 Horheimer. M., 254, 255
Gilman , C.P., 255 Horton, P.B., 170
Gilligan, C., 178
Hübner, P., 69
Giner de los Rios, F., 32
Hume, D., 26, 195
Giner, S., 23, 36, 38, 39, 98
Husserl, E., 56, 66
Goffman, E., 52, 65, 62, 65, 184, 209, 256
Huyssen, A., 258, 259
Golding, W., 181
Hymboldt, V., 83
Golthorpe, J., 64, 117, 121, 252, 285
Hytlodeo, R., 128
Gómez Arboleya, E., 30, 34
Gómez, P., 298, 300, 301
Ibn-Jaldún, A.R.,17,18, 26
Gonzáles Seara, L., 70
Iglesias, M. C.,18, 21, 27
González Serrano, J., 30, 31
Goode, W.J., 187 Illich, I., 65, 66, 280
Gouldner, A. W., 52, 259 Isabel, 155, 156, 157, 158, 177
Gracia, S. De, 289, 306 Itard, J.M.G., 153
Gramsci, A., 54, 65, 256 Iztapalap, A., 258, 261
Guillard, A., 163
Guilligan, C., 180 Jacobson, L., 65
James, C.L., 259
Habermas, J., 43, 54, 65, 254, 255 James, W., 164, 165, 166, 255
Haggett, P., 231 Jary, D., 51
Hall, S., 164, 260 Jary, J., 51
Hammond, R., 248 Jingsheng, W., 261
Hanmer, J., 288 Julia, 295
Harawy, D., 260
Harrison, M.J., 117 Kamala, 154
Hartsock, N., 259 Kan, G., 231
Harvey, D. 260 Kant, I., 153
Hauser, K. de, 155 Kardiner, A., 303
Havel, V., 260 Kayser, B., 226
326 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Keller, S., 51, 70, 71, 171, 178, 181, 182, Lucas Marín, A., 228, 231, 233
199, 238, 243, 244 Luckács, G., 54, 256
Kelly, G.A., 167 Luckman, T., 57, 183, 191
Kennan, G. K., 256 Lutero, M., 119
Kerbo, H. R., 110, 111, 115, 285 Luther King, M. Jr., 257
Kerre, C., 65, 121 Lukes, S., 40
Kepler, J., 26 Lyotard, J.F., 258, 259
Keynes, J.M., 109, 256
Kholer, W., 166 Macionis, J.J.,110, 112, 113, 114, 115, 123,
King, R., 68 126, 127, 175, 233, 243, 244, 245, 247,
Killian, L.M., 200 252, 278, 308
Kipling, R., 154 Madona, 248
Klemm, G., 161 Malinoski, B., 161, 172
Kohlberg, L., 178, 180 Malthus, R., 163, 231, 232
Krauss, K.C.F., 31 Manheim, K., 65, 255
Kretchmer, E., 298 Mañas Viejo, C., 289
Keug, E. G., 291 Maquiavelo, N., 107, 108
Kuhn, T., 66 Maquieira, V., 289
Marcuse, H., 55, 259
Lacan, J., 256 Margallón Portolés, C., 289
Laclau, E., 259 Mariana, J. De, 30
Leal Maldonado, J., 228 Martindale, D.,18, 34, 161, 164
Leakey, R., 87, 88 Martínez Quintana, V.,17, 46, 51, 130, 132,
Le Bon, G., 200 134, 135, 140, 143, 173, 198, 270, 275,
Leibniz, G.W., 164 288, 289
Lemert, C., 255, 259 Martínez, I., 87
Lenski, G., 110, 285 Marx, K., 27, 35, 37, 38, 39, 54, 55, 57, 64,
Lenski, J., 110 69, 109, 130, 195, 253, 255, 258, 270,
Le Play, F., 68, 163 271, 273, 284, 303, 306
Levinson, D., J., 185 Maslow, A., 165
Lévi-Strauss, C., 60, 61, 62, 161, 256 Mastny, L., 309
Lévy-Bruhl, L., 36 Matas, N., 289
Lewis, C.S., , 65 Mauss, M., 36, 161
Light, D., 51,70, 71, 171, 178, 181, 182, Mayntz, R., 69
199, 238, 243, 244 Mayo, E., 64
Lilienfeld, P. von, 169 McDougall, W., 168
Linton, R., 184, 188, 190, 303 Mead, G. H., 55, 56, 57, 66, 170, 172, 178,
Linz, J.J., 19, 179, 185, 256
Linneo, C., 154 Meiners, C., 161
Locke, J., 26, Mellon, 286
Lockwood, D., 64, 121, 285 Mendras, H.,19
Lorenz, K., , A., 259, 302 Mercy, J.A., 291
Lorente Acosta, M., 289 Merton, R. K., 27, 36, 52, 53, 63, 65, 187,
Lorde, A., 259 189, 207, 208, 256, 306
Lozano, R., 291 Milanovic, B., 287
ÍNDICE ONOMÁSTICO 327

Miller, D., 117 Pavlov, I., 164


Mills, C.W., 65, 257 Peláez Reoyo, T., 298, 299, 300
Minh-ha, T.T., 260 Pérez Pino, A., 161
Mitchels, D., 65 Piaget, J., 165, 170, 178, 180
Moisés, 154 Platón, 23, 24, 163
Montesquieu, Ch.,19, 26, 27, 34, 69, 107, Plummer, K., 110, 112, 113, 114, 115, 123,
163 126, 127, 175, 233, 243, 244, 245, 247,
Monferrer, J. M., 201, 203, 204, 262 252, 278, 308
Moore, T., 52, 65, 66 Polibio, H., 23, 195
Morgan, L.H., Popper, K., 66
Morin, E., 106, 169 Posada, A., 30, 34
Morrison, T., 261 Poulantzas, N., 54, 55, 65
Moore, R., 117 Pressat, R., 229, 231
Moro, T., 26, 128, 129, 130, 293 Prats, F., 306
Mosca, G., 65 Prior, A., 255
Mouffe, C., 259 Proudhon, P., 27, 35
Mowgli, 154
Moya, C., 40, 304 Quételet, L.A.J., 68
Myrdal, G., 256
Radcliffe-Brown, A. R., 161
Nadal, J., 228 Ratzel, F., 163
Nadel, S. F., 187 Remo, 154
Newton, Sir I., 27 Rex, J., 65, 66
Newcomb, T.M., 185, 186 Richmond, A., 190
Nietzsche, F., 254, 258 Riesman, D., 256
Niebuhr, R., 256 Ritzer, G., 36, 38, 41, 55, 58, 61, 64, 166
Nisbet, R.A., 63, 64, 172, 173, 174 Rocher, G., 174
Nixon, R., 282 Rodríguez Aramberri, J.,18, 27, 38
Notenstein, F., 231 Rodríguez Pantoja, M., 154
Nogueiras, B., 289 Rodríguez Zúñiga, L.,18, 27, 28
Novo, M., 281, 282 Rogers, C., 165
Novo Pérez, M., 291 Rojas Marcos, L., 289
Núñez Encabo, M., 32 Rockefeller, J.D., 286
Ohlin, L., 208 Romano, M. 68
Olivares, G., 154 Romero Moñivas, J., 228, 231, 233
Oliver, E., 277 Rómulo, 154
Orwell, G., 131, 294, 297 Rorty, R., 259
Osborne, R., 289 Rose, R., 121
Ossowski, S., 285 Rosenthal, J., 65
Rosnow, R.L. 199
Pahl, R., 64, 122, 201 Ross, E.A., 168
Pareto, V., 52, 65 Rostow, W.W., 64, 123, 256, 278
Park, R. E., 65, 228 Rousseau, J.J., 21, 22, 26, 27, 69, 95, 100,
Parsons, T., 36, 53, 60, 66, 159, 195, 255, 153
256, 306 Rowntree, B., 68
328 LA SOCIEDAD Y LOS PROBLEMAS SOCIALES

Ruiz, S., 293 Thomas, W.I., 256


Thompson, W., 231
Saavedra, L., 30, 32 Thorndike, E. L., 166
Sagra, R. de la, 30, 31 Tilly, C., 260
Saint-Simón, H., 27, 28, 31, 35, 52, 69 Tocqueville, A., 27, 34, 69, 107
Salés y Ferré, M., 32, 33, 169 Tönnies, F., 65, 66, 67, 105, 224, 226, 227,
Sapir, E., 161 253
Sarriés, L., 107, 109, 162 Trewartha, G., 231
Say, J. B., 109 Thrasher, F.M., 256
Schaeffle, A., 169 Truffaut, F., 153
Schiller, J.C.F., 254 Turner, J.H., 200
Schlesinger, A. Jr., 259
Schoeck, H., 97, 105, 171, 174, 224 Valcárcel, A., 289
Schutz, A., 43, 56, 57, 59, 66, 183 Varona, C., 164, 165, 167
Seidman, S., 260 Villavicenco Carrillo, P., 291
Seligman, M.E.P., 298 Vives, L., 30
Seijo Martínez, D., 291, 292
Sebastián Herranz, J., 291 Waitz, T., 161
Séneca, L.A., 23, Wagensberg, J., 69
Simmel, G., 65, 97, 196, 255 Walker, A., 292
Skinner, B.K., 60, 166 , 183 Wallace, A.R., 86, 89, 90, 93, 94
Slattery, M., 64, 65, 122 Wallerstein, I., 278
Smelser, N.J., 200 Watson, J. B., 164, 178
Smith, A., 26, 109 Weeks, J.R., 228, 231, 260
Smith, D.E., 61 Weber, M., 27, 37, 42, 43, 44, 45, 52, 57,
Sócrates, 23, 24, 64, 65, 69, 97, 98, 117, 118, 119, 123,
Sorokin, P., 303 130, 182, 183, 195, 242, 243, 253, 255,
Soyinka, W., 175 270, 306
Spencer, H., 27, 36, 52, 65, 68, 69, 86, 159, West, C., 260
169 Whitehead, A. N., 27
Stacey, J., 260 Winkler, J.T., 64, 122
Stadtrat, M., 42 Wirth, L., 64, 235, 238
Ste.Tung, M., 256 Wilson, E.O., 64, 122, 260
Steinmetz, M., 68 Williams, R., 52
Stuar Mill, J., 30 Winston, 295, 296, 297
Woods, B., 281
Tarde, G., 169 Wool, V., 256
Tarzán, 154 Worm, W., 117
Taine, H.A., 163 Worms, R., 169
Taylor, E.B., 64, 171 Wundt, W., 164
Tezanos, J. F., 110, 113, 117, 172, 278, 284,
285 Yard, M., 260
Theodorson, A.G., 51, 67, 103, 107, 116,
161, 168, 171, 184, 188 Zaniecki, F., 256
Theodorson, G.A., 51, 67, 103, 107, 116, Zweig, F., 121
161, 168, 171, 184, 188 Zwi, A.B., 291

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