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Buenas tardes profesora, compañeras y compañeros, a continuación comienzo mi

intervención en el foro

¿Qué parecidos y diferencias distingue entre los dos discursos?

Dentro de las similitudes que tienen ambos discursos, está la pasión y el interés
de ambos oradores de que su mensaje impregne en el oyente la emotividad
deseada, siendo, tal vez en menor medida y con diferencia en el discurso o
reflexión, del padre Raúl Hasbún, pero de igual manera traspasando ese interés
mediante los gestos, ademanes y tonos de voz más suave, gesticulado y
modulado, entregando un mensaje de carácter teológico transmitiendo a su
público una enseñanza de quien hace relación a dios y su propósito con la
humanidad. Su intención a través de su mensaje basado en la fe es: enseñar,
informar, ser agradable y conmovedor utilizando para ello un lenguaje no verbal,
por medio de la gesticulación facial y coordinados movimientos de manos. En un
mensaje grabado.
Siendo mucho más visceral en el caso del presidente Salvador Allende,
diferenciándose en la carga emotiva presentada, incitando a la gente recordando
las diferencias sociales que producen el descontento que está en manos de cada
uno en tratar de corregir. Su discurso lo plantea en un contexto social, su intención
no es enseñar, sino más bien nos presenta con un certero análisis la realidad que
existe en la educación fiscal con una diferencia menor entre Chile y México, en
relación a los contribuyentes (obreros y campesinos), y la factibilidad de estudiar
en universidades fiscales. El presidente Salvador Allende es un gran orador, él
tiene un mensaje claro, certero, analítico, consecuente, honesto, traspasa
sentimientos, muestra empatía con la clase social aludida en su discurso.
Demuestra conocimiento e interés en el tema que expone. Logra con su magistral
oratoria que el tema sea un sentir común en el público presente que lo aplaude,
logrando su aprobación e instalando un sentimiento de participación afectiva
(empatía), entre su audiencia presente, transmite sentimientos generalizados e los
receptores de su mensaje, con poder persuasivo en su oratoria por la energía que
Allende pone para persuadir y reclamar la baja presencia de hijos de obreros en
las universidades. Salvador allende muestra un mensaje que busca incentivar y
convencer a los estudiantes presentes, con un tono de voz alto, con gestos más
rígidos, golpeado y gran modulación, que busca llamar de manera poderosa la
atención de los presentes, por tener claridad sobre la base de su discurso.

2.- ¿Cree usted que la presentación personal (vestimenta), movimientos y gestos


de cada orador tiene injerencia con la llegada que tiene hacia sus oyentes?

Qué duda cabe, para ambos oradores son muy definidos y bien logrados, desde
un aspecto físico, gesticular y de expresión facial, como los movimientos de sus
manos son utilizados para entregar sus mensajes acentuando el discurso hablado,
asiéndolos suyos de un modo heteróclito, contundente, elocuente, con veracidad
y coherencia en sus palabras desde sus vestimentas hasta la interpretación de un
mensaje verbal basado en rasgos paralingüísticos y también la forma no verbal.
El cura Hasbun viste de clérigo y está en sintonía con el mensaje que quiere
transmitir. El presidente Salvador Allende Gossens viste de traje formal de
acuerdo a la época representa y transmite seriedad y elocuencia en la
composición de su discurso.
¿Qué parecidos y diferencias distingue entre los dos discursos?
Dentro de las similitudes que tienen ambos discursos, está la pasión y el interés de ambos
emisores del mensaje en impregnar en el oyente la emotividad entregada, siendo, tal vez en
menor medida en el discurso o reflexión, mejor dicho, del padre Raúl Hasbun, pero de igual
manera traspasando ese interés mediante los gestos, ademanes y tonos de voz, siendo mucho más
visceral en el caso de Salvador Allende, diferenciándose en la carga emotiva presentada por
ambos, además de que el primero realiza el mensaje en base a información religiosa y basado en
la fe y el segundo incitando a la gente recordando las diferencias sociales que producen el
descontento que está en manos de cada uno en tratar de corregir.

1. ¿Cree usted que la presentación personal (vestimenta), movimientos y gestos de cada


orador tiene injerencia con la llegada que tiene hacia sus oyentes?

Tal como se puede apreciar, las vestimentas de ambos oradores van acorde con el entorno en el
que exponen cada uno su mensaje, siendo en el caso del padre Hasbun como le confiere su
investidura, una indumentaria eclesiástica dentro de un entorno más íntimo y cercano con el
receptor, casi como un sermón de misa dominical, utilizando los gestos y tonos de voz tipos para
esa clase de ceremonias. Allende en tanto, al estar en presencia de una gran cantidad de público
en un auditorio, presenta una vestimenta semi formal, que pasa a segundo plano eclipsada por la
potencia y firmeza en sus gestos y tono de voz, estableciendo una empatía inmediata con la gente
presente en el lugar.

¿Cree usted que la presentación personal (vestimenta), movimientos y gestos de


cada orador tiene injerencia con la llegada que tiene hacia sus oyentes?

La forma de vestir está en directa relación con el mensaje que se pretende


entregar a los asistentes a quienes va dirigido, de acuerdo con esto, los gestos,
expresiones faciales, posturas corporales y voz, son herramientas de apoyo para
el mensaje verbal que estamos entregando.

Nuestra manera de vestir, es la primera impresión de nuestra imagen que se


forma la asistencia y comunica mucho antes de que podamos decir algo, así como
nuestra higiene y presentación personal. Desde el instante en que nos
presentamos a una conferencia queramos o no, nuestra apariencia ya habla de
quien somos, influye en la audiencia para crear una primera impresión; esta
primera imagen será decisiva para quienes nos escucharan.

En lo que respecta a los videos, podemos observar al Padre Hasbun con su


indumentaria clásica que es del agrado para el público que lo quiere escuchar, con
movimientos suaves mostrando un manejo de un lenguaje no verbal
acompañado de la serenidad que quiere comunicar.

Al observar al el Ex presidente Allende, se observa una presentación acorde a la


audiencia, (Universidad de Guadalajara), con movimientos más enérgicos, con un
lenguaje no verbal donde muestra autoritarismo, claridad, conocimiento y entrega
credibilidad. Sus movimientos son muy marcados y elocuentes.

El 2 de diciembre de 1972, Allende pronunció un memorable discurso durante su


visita la Universidad de Guadalajara en Jalisco, en el Auditorio del Instituto de
Ciencias Sociales y Humanidades que ahora lleva su nombre.

Se dirigió, principalmente a los estudiantes que acudieron a escuchar las palabras


de fraternidad y respeto al pueblo de México, de quién reconoció su lucha por la
nacionalización del petróleo en 1938

Su gestión se destacó por la nacionalización del cobre, el principal recurso natural


de Chile; el impulso de una reforma agraria; aumentos de salarios de los
trabajadores; y medidas de distribución de la riqueza

En su discurso, el presidente Salvador Allende plasmó los paralelismos entre


México y Chile, en torno a la lucha social de los pueblos de Latinoamérica.

En su intervención, el mandatario chileno retomó otros temas, como la injerencia


del capitalismo en los pueblos hermanos de América Latina, la injusticia y la
desigualdad que aún impera en la región.

Y habló también sobre la responsabilidad de los jóvenes y estudiantes para crear


un cambio en la vida de los trabajadores, entre otras ideas enmarcadas con una
impecable retórica.

«Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, es


quizá la frase emblemática atribuida a Salvador Allende, quien gobernó desde
noviembre de 1970 hasta su muerte, el 11 de septiembre de 1973 durante el
asalto al Palacio de La Moneda encabezado por Augusto Pinochet.

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