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ESQUEMA CONCEPTUAL
MÓDULO 1
LECTURA 1
El enfoque de la cultura de paz y la no
violencia
La denominación de la materia que presentamos es tan significativa como su contenido. En cada una de las palabras
que la conforman subyace un enfoque, una filosofía y conceptos que requieren ser definidos y conceptualizados.
La mediación comunitaria es una forma de gestionar los conflictos de convivencia en forma constructiva y pacífica
y se enmarca dentro del campo de la cultura de paz y la no violencia.
Cultura de paz
Cuando pensamos en el concepto de cultura de paz, no hablamos de una noción utópica sino de la colaboración, las
relaciones de cooperación y de producción entre las naciones, personas y grupos para manejar los conflictos de
manera constructiva, sin apelar a la violencia. No se trata de evitar el conflicto que forma parte de nuestra vida
cotidiana, sino de abordarlo de manera positiva.
En la Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz de la ONU 53/243 se expresa que:
…la paz no sólo es la ausencia de conflictos, sino que también requiere un proceso positivo, dinámico y
participativo en que se promueva el diálogo y se solucionen los conflictos en un espíritu de entendimiento y
cooperación mutuos.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Se define a la Cultura de Paz como un conjunto de valores, actitudes, comportamientos y estilos de vida que
rechazan la violencia y previenen los conflictos atacando a sus raíces a través del diálogo y la negociación entre los
individuos, los grupos y los estados. 1
Para lograrlo es necesario que las sociedades realicen un pasaje, una transición, de tratar los conflictos y
desacuerdos de manera violenta a una cultura de paz.
Para tratar de garantizar estos propósitos, la ONU desarrolló un programa de acción y dentro de sus artículos
encontramos lo que enuncia en el artículo 1, donde especifica cuáles serían las acciones a emprender para lograr
garantizar la cultura de paz. Sostiene que esta se sustenta en valores, actitudes, comportamientos y estilos de vida
basados en:
a. El respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción y la práctica de la no violencia por medio de la educación,
el diálogo y la cooperación;
b. El respeto pleno de los principios de soberanía, integridad territorial e independencia política de los Estados y de
no injerencia en los asuntos que son esencialmente jurisdicción interna de los Estados, de conformidad con la
Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional;
c. El respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales;
d. El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos;
e. Los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y protección del medio ambiente de las generaciones
presentes y futuras;
f. El respeto y la promoción del derecho al desarrollo;
g. El respeto y el fomento de la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres;
h. El respeto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad de expresión, opinión e información;
i. La adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia, solidaridad, cooperación, pluralismo,
diversidad cultural, diálogo y entendimiento a todos los niveles de la sociedad y entre las naciones; y animados
por un entorno nacional e internacional que favorezca a la paz.2
Es evidente que la paz requiere de actores implicados, no espectadores. Implica iguales posibilidades para todos en
el plano de la salud, la educación, la justicia, la vivienda, la expresión artística, el deporte, etcétera.
Todos estamos comprometidos en la promoción, fortalecimiento y desarrollo de una cultura de paz en el nuevo
milenio. La paz no es una utopía; es un proyecto posible, solo hace falta hacerle espacio.
Cultura de paz
Construcción
de paz
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
No violencia Si pensamos en una cultura de paz como un movimiento a nivel de todas las
naciones, personas y grupos involucrados, debemos tener en cuenta que cada uno
tendrá un camino propio, marcado por su acervo cultural, sus tradiciones, sus
políticas, lenguajes y religiones donde la diversidad y la tolerancia sean el
objetivo a alcanzar.
El ámbito por excelencia para el trabajo por la paz es el local, nuestras propias
comunidades, que es donde se comparten las preocupaciones acerca de lo social,
lo político y lo económico y es justamente aquí donde la mediación comunitaria
tiene un papel muy importante que jugar. La mayor parte de los conflictos son de
relación; las relaciones prevalecen a lo largo del tiempo por tanto es muy
importante preservarlas. La mediación comunitaria facilita el diálogo y la
comunicación entre las personas y logra que se conozcan, se acerquen y, por otro
lado, que puedan ser protagonistas de las soluciones a sus propios conflictos,
Fuente: Gandhi Foundation, s. f., https://goo.gl/DB4Eof
alcanzando de ese modo un grado mayor de empoderamiento social.
Desde la mediación comunitaria abordamos conflictos específicos, pero también intervenimos en tratar de
transformar procesos de alto grado de confrontación y trabajamos para formar ciudadanía, todo esto es en pos
de la construcción de la paz (Alzate Sáenz de Heredia, Fernández Villanueva y Merino Ortiz, 2013).
Estos objetivos abarcan aspectos tanto sociales, económicos, como ambientales. La meta es que estos objetivos
sean aplicados por todos los países del mundo, ya sean estos desarrollados o en vías de desarrollo. Son objetivos
de carácter universal, por lo que afectan a todo el mundo.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Dentro de estos objetivos se encuentra el objetivo 16 que es muy importante, ya que hace referencia a todos los
que estamos trabajando en la gestión de conflictos y la cultura de paz.
OBJETIVO 16
La Nueva Agenda Mundial de Desarrollo Sostenible 2030 reafirma que el desarrollo sostenible no es posible sin
la paz, ni la paz puede existir sin el desarrollo sostenible.
En este objetivo se establece que los objetivos políticos deben estar al lado de los objetivos sociales, económicos
y ambientales. El objetivo contiene 12 metas, a saber:
16.1 “Reducir significativamente todas las formas de violencia y las correspondientes tasas de mortalidad en
todo el mundo” (Rodrigues, 2016. p. 3). Aquí se intenta velar por la seguridad de las personas que viven temiendo
por sus vidas y comprometiendo al Estado como garante de su protección. Alude también a terminar con las
violencias de género, la violencia en el marco del narcotráfico, violencia de pandillas, la brutalidad policial, entre
otras.
16.2 “Poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños”
(Rodrigues, 2016. p. 3). Hace un llamado a la implementación de leyes y sistemas de protección infantil contra
peligros como abuso infantil, tráfico sexual infantil, trabajo infantil. Este objetivo está apoyado por la Convención
de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
16.3 “Promover el estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a
la justicia para todos” (Rodrigues, 2016. p. 3). Alude a la promulgación de leyes justas que respeten los derechos
humanos y a su cumplimiento por parte de las instituciones de justicia. Aboga por el fortalecimiento de las
instituciones y la lucha contra todo forma de discriminación.
16.4 “De aquí a 2030, reducir significativamente las corrientes financieras y de armas ilícitas, fortalecer la
recuperación y devolución de los activos robados y luchar contra todas las formas de delincuencia organizada”
(Rodrigues, 2016. p. 3). Trata sobre la delincuencia organizada transnacional y sus protocolos sobre el tráfico de
personas, el tráfico ilícito de migrantes y la fabricación y tráfico de armas de fuego.
16.5 “Reducir considerablemente la corrupción y el soborno en todas sus formas” (Rodrigues, 2016. p. 3). Está
relacionado con terminar con la corrupción, los sobornos, la eliminación de los flujos financieros ilícitos y la
facilitación de la recuperación de activos en relación con los casos de corrupción.
16.6 “Crear en todos los niveles instituciones eficaces y transparentes que rindan cuentas” (Rodrigues, 2016. p.
3). Este objetivo sustenta toda la Agenda 2030, ya que trata del fortalecimiento institucional. Apunta a la
transformación, ya que con su cumplimiento garantizará que los gobiernos cumplan con sus compromisos para el
2030.
16.7 “Garantizar la adopción en todos los niveles de decisiones inclusivas, participativas y representativas que
respondan a las necesidades” (Rodrigues, 2016. p. 3). Es un objetivo centrado en las personas, implica que se
implementen estrategias de inclusión hacia las personas marginadas y grupos vulnerables.
16.8 “Ampliar y fortalecer la participación de los países en desarrollo en las instituciones de gobernanza
mundial” (Rodrigues, 2016. p. 3). Se propone que la sociedad civil y los Estados miembros trabajen en conjunto
para lograr la inclusión de las voces locales.
16.9 “De aquí a 2030, proporcionar acceso a una identidad jurídica para todos, en particular mediante el
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
registro de nacimientos” (Rodrigues, 2016. p. 3). Aquí se trata de la necesidad de tener un sistema de registro civil
y estadísticas vitales eficaces para lograr la identidad oficial a través de los registros de nacimiento, de
matrimonio y de defunción.
16.10 “Garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, de conformidad
con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales” (Rodrigues, 2016. p. 3). Se refiere a la importancia de la
libertad y el acceso a la información como base fundamental de los demás derechos humanos, ya que es a través
de esto que se puede garantizar la transparencia, lo cual permite potenciar la participación de todos en el proceso
de desarrollo.
16.a “Fortalecer las instituciones nacionales pertinentes, incluso mediante la cooperación
internacional, para crear a todos los niveles, particularmente en los países en desarrollo, la
capacidad de prevenir la violencia y combatir el terrorismo y la delincuencia” (Rodrigues, 2016. p.
3). Remarca la importancia de establecer instituciones eficaces que puedan garantizar interacciones
seguras y legales entre las personas y sus gobiernos, sin lo cual no se podrá lograr cumplir con la
agenda de gobernanza pacífica e inclusiva del objetivo 16.
16.b “Promover y aplicar leyes y políticas no discriminatorias en favor del desarrollo sostenible”
(Rodrigues, 2016. p. 3). Promueve la no discriminación en todos los aspectos de la implementación
del objetivo 16. Promueve de igual modo la participación y la inclusión, ya que la discriminación
puede ser un factor que impida que las personas participen como así también lo son los excluidos
del mercado laboral, los perseguidos políticos, etcétera (Rodrigues, 2016).
Conclusión
Entendiendo la paz como un proceso positivo, dinámico y participativo para promover el diálogo y el encuentro
para gestionar los conflictos desde un espíritu de entendimiento y cooperación mutuos, encontramos así la
potencia de la mediación comunitaria como esa instancia por excelencia de construcción de paz en el ámbito
comunitario que propone prevenir y transitar los conflictos de convivencia de un modo dialogado, cooperativo y
pacífico. Es fundamental que los vecinos puedan seguir siendo vecinos.
La Mediación Comunitaria propicia la creación de espacios en los cuales la propia sociedad entabla un diálogo
constructivo para superar sus inconvenientes de todos los días, imagina nuevos sentidos y traza nuevos
senderos hacia la concordia. Este instituto conlleva así un contenido profundamente humano y se torna una
propuesta de entendimiento. (Nató, Rodríguez Querejazu y Carbajal, 2006. p. 10).
Referencias
Alzate Sáenz de Heredia, R., Fernández Villanueva, I., y Merino Ortiz, C. (2012). Desarrollo de la cultura de la paz y la
convivencia en el ámbito municipal: La mediación comunitaria. Política y Sociedad, 50(1), 179-194.
A/69/L.85. (2015). Anexo Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Naciones Unidas.
Recuperado de https://goo.gl/86F3CE
A/RES/53/243. (1999). Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz. Asamblea General de las Naciones
Unidas. Recuperado de http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/53/243
Nató, A., Rodríguez Querejazu, M. G., y Carbajal, L. (2006). Mediación Comunitaria. Conflictos en el escenario social urbano.
Buenos Aires: Universidad.
Rodrigues, C. (2016). Guía de incidencia política para el objetivo 16. Transparency, Accountability & Participation for 2030
Agenda. Recuperado de http://tapnetwork2030.org/wp-content/uploads/2016/04/TAP_Goal16Toolkit_Espanol.pdf
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Lectura complementaria
Mahatma Gandhi
EL ARTE DE LA NO VIOLENCIA
LA DEMOCRACIA Y EL PUEBLO
Mi concepto de democracia consiste en que el más débil debe tener las mismas oportunidades que el más fuerte.
Esto jamás puede lograrse salvo mediante la no violencia.
Creo que la democracia auténtica sólo puede originarse en la no violencia. La estructura de una federación mundial
sólo puede erigirse basándose en la no violencia, y la violencia debe ser totalmente desechada de los asuntos
mundiales.
Por lo tanto, la regla áurea de la conducta es la tolerancia mutua, en razón de que nunca pensaremos todos de la
misma manera y siempre veremos la Verdad fragmentariamente y desde distintas perspectivas. La conciencia no es
una misma cosa para todos. Si bien es una excelente guía para la conducta individual, la imposición de esa conducta
a los demás es una insoportable intromisión en la libertad de conciencia de cada uno.
Las diferencias de opinión nunca deben significar hostilidad. Si así fuera, mi mujer y yo hubiéramos sido enemigos
irreconciliables. No conozco, en el mundo, dos personas que no sostengan opiniones distintas, y como yo soy adepto
del Gita siempre me he propuesto tratar a todos aquellos que difieren de mí con el mismo afecto que siento por los
más próximos y queridos.
Si queremos evitar que la ley y el capricho de la multitud rijan el desenvolvimiento de la comarca, quienes afirman
que dirigen las masas deben rehusarse decididamente a ser guiados por ellas. Creo que el mero enunciado de la
opinión personal y el sometimiento a la opinión de la masa no basta, aún más, en problemas de vital importancia,
los conductores deben obrar contrariamente a la opinión de las masas si éstas no cuentan con razones para
sustentarla.
Es inútil un conductor cuando actúa contra el dictado de su conciencia debido a que lo rodean personas que
sostienen toda suerte de puntos de vista. Si carece de una voz interior que lo sostenga y lo guíe, navegará a la deriva
como un navío sin timón.
En materia de conciencia, la ley de la mayoría no cuenta.
Estoy absolutamente convencido de que ningún hombre pierde su libertad sino por su propia debilidad.
El verdadero demócrata es aquel que valiéndose de medios exclusivamente no violentos defiende su libertad y, por
lo tanto, la de su patria y, en última instancia, la del género humano.
La democracia disciplinada y lúcida es lo mejor del mundo. Una democracia llena de prejuicios, ignorante y
supersticiosa se debatirá en el caos y hasta es posible que llegue a destruirse a sí misma.
MISCELANEA
No deseo prever el futuro. Sólo me concierne preocuparme por el presente.
Dios no me ha concedido dominio sobre lo que vendrá.
El objetivo siempre escapa de nosotros. Mientras mayor sea el progreso, mayor la comprensión de nuestra falta de
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
MUJERES
Creo firmemente que la salvación de la India depende del sacrificio y de la lucidez de sus mujeres.
Según mi opinión, de la misma manera en que hombre y mujer son fundamentalmente uno, en esencia también sus
problemas deben ser uno.
En ambos el espíritu es el mismo. Ambos viven la misma vida, tienen idénticos sentimientos. Cada uno es
complemento del otro. Ninguno de los dos puede vivir sin la activa ayuda del otro.
Pero de múltiples maneras el hombre ha dominado a la mujer desde épocas remotas y así se ha creado en la mujer
un complejo de inferioridad. Ha creído en la validez de la interesada prédica del hombre según la cual es inferior a
él. Pero los profetas de la humanidad la han reconocido su igual.
Si yo hubiera nacido mujer, me habría rebelado contra cualquier pretensión del hombre de que la mujer ha nacido
para ser su juguete. Mentalmente me he transformado en mujer para penetrar en su corazón. No pude penetrar en
el corazón de mi mujer hasta que no me decidí a tratarla de manera diferente de la que acostumbraba, y de ese
modo le devolví todos sus derechos despojándome de todos los supuestos derechos que me concedía mi condición
de marido.
La mujer debe dejar de considerarse a sí misma el objeto de la lujuria masculina. La solución está más en sus manos
que en las del hombre...
Si la no violencia es la ley de nuestro existir el futuro pertenece a la mujer . . .
La idea de la guerra de clases no me atrae. En la India una guerra de clases no sólo no es inevitable sino que
inclusive puede evitarse si hemos comprendido el mensaje de la no violencia. Quienes hablan de la guerra de clases
como de algo inevitable no han comprendido las implicaciones de la no violencia o las han comprendido sólo a flor
de piel.
No puede terminarse con la explotación del pobre por medio de la destrucción de unos cuantos millonarios, sino
eliminando la ignorancia del pobre y enseñándole a no cooperar con sus explotadores. Esto también convertirá a los
mismos explotadores. Inclusive he sugerido que en última instancia eso colocaría a ambos en una situación de
camaradas iguales. El capital en sí mismo no es un mal; lo que está mal es su uso injusto. El capital, de una u otra
manera, siempre será necesario.
El absoluto renunciamiento a todas las posesiones personales es algo que muy pocos, inclusive entre la gente
común, son capaces de poner en práctica. Todo cuanto legítimamente puede esperarse de la clase acaudalada se
reduce a que conserve su riqueza y su talento en depósito y los use para servir a la sociedad. Pedir más significaría
matar a la gallina de los huevos de oro.
AUTODISCIPLINA
La civilización, en el verdadero sentido de la palabra, no consiste en la multiplicación de necesidades sino en su
deliberada y voluntaria restricción. Sólo eso suscita felicidad y satisfacción reales y aumenta la capacidad de ser útil.
La perfecta salud sólo puede lograrse viviendo en obediencia a las leyes de Dios y desafiando el poderío de Satanás.
La verdadera felicidad es imposible sin verdadera salud y la verdadera salud es imposible sin un estricto control del
paladar. Todos los demás sentidos automáticamente son controlados cuando el paladar ha sido controlado. Y aquel
que ha conquistado sus sentidos, en realidad ha conquistado el mundo íntegro...
He aprendido mediante amargas experiencias la única y suprema lección para preservar mi cólera, y así como el
calor preservado se transforma en energía, de igual manera nuestra cólera controlada puede transformarse en un
poder capaz de mover el mundo.
El hecho no consiste en que no me encolerice sino en que retengo la cólera. Cultivo la cualidad de la paciencia
como la falta de cólera, y por lo común tengo éxito.
Es equivocado e inmoral intentar escapar a las consecuencias de nuestros propios actos. Está bien que una
persona sobrealimentada padezca dolores... Está mal que alimente su apetito y que luego escape a las
consecuencias tomando medicinas...
Mi resolución ya está tomada. En el solitario camino de Dios en el que me he internado, no necesito compañeros
terrenales. Por lo tanto, dejemos que quienes lo deseen me acusen de impostor, tal como ellos imaginan que lo soy,
aunque no lo digan de manera tan explícita. Eso podría desilusionar a millones de personas que insisten en
considerarme un Mahatma. Debo confesarlo: la perspectiva de que me bajen del pedestal me complace
extraordinariamente.
Si yo no puedo tener nada que ver con la violencia organizada del gobierno, aún mucho menos tendré que ver con la
desorganizada violencia del pueblo. Preferiría que entre ambos me aplastaran.
Objeto la violencia cuando parece obrar bien; este bien es sólo temporario; el mal que infiere es permanente.
Jesucristo y Sócrates representaron la forma más pura de resistencia pasiva o fuerza espiritual. Para todos esos
maestros el cuerpo no significaba nada en comparación con el espíritu.
No me opongo al progreso de la ciencia en sí misma. Por el contrario, el espíritu científico de Occidente suscita mi
admiración, y si esta admiración tiene restricciones, ello se debe a que los hombres de ciencia occidentales no
respetan la creación inferior de Dios.
Aborrezco la vivisección con toda mi alma.
RELIGION Y VERDAD
Cuando hablo de religión no aludo a la formal ni a la ritualista, sino a esa religión que se encuentra por debajo de
todas las religiones y que nos enfrenta cara a cara con nuestro Creador.
Sé... que nunca hubiera conocido a Dios si no hubiera luchado contra el mal aun a costa de la vida misma.
Me esfuerzo por ver a Dios a través del servicio prestado a la humanidad pues sé que Dios no está en el cielo, ni aquí
abajo, sino en cada uno. Si un hombre llega al corazón de su propia religión, también ha llegado al corazón de las
otras.
Las religiones son distintos caminos que convergen en el mismo punto.
¨Qué importa que tomemos distintos caminos siempre que lleguemos a la misma meta? En realidad, hay tantas
religiones como individuos.
Que nadie, ni por un momento, abrigue el temor de que un estudio reverente de las otras religiones pueda debilitar
su fe en la propia. El sistema hindú de filosofía considera que todas las religiones contienen en sí elementos de verdad
y prescribe e impone una actitud de respeto y reverencia hacia todas ellas.
Creo en La verdad fundamental de todas las grandes religiones del mundo.
BIOGRAFIA
Gandhi, Mohandas Karamchand
(Porbandar, 1869-Nueva Delhi, 1948). Líder político-religioso hindú llamado el «Mahatma» (el alma grande). Nació en el seno de
una familia perteneciente a la casta vaisya, casta comerciante baniana, pero que desde hacía dos generaciones había ocupado
cargos políticos importantes en Kathiawar.
Gandhi estudió leyes en Londres (1888-1891). Posteriormente ejerció la abogacía en India y en Sudáfrica (1891-1893),
país donde comenzó su famoso movimiento de resistencia pasiva contra los abusos del gobierno colonial inglés. Organizó un
cuerpo de ambulancias en la guerra anglo-bóer (1899-1902). El 18 de diciembre de 1913 se firmó el Pacto Smuts-Gandhi entre el
jefe del gobierno de Sudáfrica Smuts y el propio Gandhi, que abolía las injusticias más escandalosas.
En India, en 1917, Gandhi llevó a cabo su primera campaña en favor de los productores de índigo del distrito de
Champaran, en el norte de Bihar. En 1920 asumió la dirección del Partido Nacionalista y obtuvo de su congreso la adopción de un
programa de no cooperación y boicot de las instituciones coloniales y de los productos europeos. A este programa se sumó un
llamamiento en favor del hilado y del tejido a mano. La no violencia, cierta hostilidad hacia la industria y una concepción naturista
de la forma de vida son los rasgos más característicos del
«gandhinismo». Condenado a seis años de prisión (1922), fue indultado (1924) y nombrado presidente del Congreso Nacional
indio (1924-1934, 1940-1941). En 1929, después de un año de retiro y de meditación, reanudó su campaña de desobediencia civil,
fue apresado cinco veces más e indultado otras tantas. En 1931 participó en la conferencia de Londres, donde reclamó la
independencia de la India. Llegó a ser objeto de la veneración de su pueblo. Amenazando con ayunar hasta la muerte, logró el
triunfo de sus reformas e ideas humanitarias. Fue asesinado por un miembro del Rashtriya Svayamsevak Sangh, movimiento
extremista hindú.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
LECTURA 2
El escenario social urbano y las relaciones de
convivencia
En su libro Mediación comunitaria. Conflictos en el escenario social urbano, Nató, Rodríguez Querejazu y Carbajal
(2006) hacen un análisis profundo de cuáles son esos escenarios actuales y cómo se han modificado las reglas de la
convivencia Esto es muy importante porque es en dichos escenarios donde se desarrolla la mediación. Para
comprender mejor los procesos y las estrategias de abordaje, debemos reflexionar acerca de qué sociedad y de qué
ciudad estamos hablando.
Con respecto a la sociedad actual, un fenómeno importante a tener en cuenta es que el trabajo ya no es el eje de la
vida comunitaria. Es a partir de esto que muchos sectores de la población han quedado marginados y en estado de
alta vulnerabilidad y ello lleva a la disgregación del tejido social y a una mayor marginación de algunos sectores. Por
otro lado, el fenómeno de la globalización, en lugar de anular las diferencias entre poblaciones de las ciudades
centrales y las periféricas, las ha aumentado aún más.
Este escenario que hemos descripto potencia el surgimiento de múltiples conflictos sociales y comunitarios en los
que la mediación puede ayudar a su tramitación.
La ciudad en los 80, por su parte, incorporó temas novedosos como el espacio público, la gestión local, el rol de los
medios de comunicación, etcétera, pero no pudo dejar de reproducir el escenario urbano de fragmentación y
disgregación social.
Los procesos modernizadores de los 90, por otro lado, terminaron configurando un espacio con extendidos bolsones
de riqueza y de pobreza y el desarrollo en base a las leyes del mercado determinó una gran concentración de la
riqueza.
Estos cambios, a su vez, producen sus efectos, condicionan y atraviesan las relaciones de convivencia.
Vemos, por ejemplo, que los parques o plazas han dejado de ser un lugar de encuentro para convertirse en lugares
de peligro, que además han sido cercados para evitar que las personas que no tienen dónde dormir lo hagan allí. Así
es como un espacio que fue para compartir entre todos termina siendo un muro que pone distancia entre los de
adentro y los de afuera.
Las políticas económicas y sociales implementadas en los últimos años han determinado cambios en las relaciones
y hoy nos encontramos con nuevos escenarios donde prima:
• la individuación creciente;
• la desconfianza;
• la inseguridad;
• las bajas condiciones de ciudadanía;
• la pérdida de roles sociales;
• la fragilidad en los vínculos;
• las nuevas configuraciones familiares;
• el debilitamiento de los imaginarios colectivos;
• la falta de accesibilidad;
• la exclusión social.
Frente a esta nueva configuración de los escenarios sociales urbanos las preguntas que se hace Lechner son: ¿cómo
es posible la convivencia humana? ¿Y cómo podemos seguir viviendo juntos?
La buena noticia es que podemos transformar esa realidad, podemos imaginar nuevos escenarios posibles.
El campo de la gestión pacífica de conflictos propone trabajar desde el paradigma de la colaboración. Hoy pudimos
comprobar que los procesos colaborativos contribuyen a la construcción de una democracia más completa en el
marco del pluralismo y promueven una transformación en las relaciones sociales. La mediación, pensamos, puede
ser un instrumento para tratar de pasar de una cultura de la confrontación a una más colaborativa que promueva
la transformación de las relaciones sociales.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Para ello necesitamos alfabetizarnos en este nuevo paradigma. Hemos creado un mundo para pocos desde la
confrontación, la competencia, la imposición y el control sobre la base del miedo y la ignorancia. Necesitamos
desarrollar competencias para vivir juntos desde el encuentro, la colaboración, el respeto, el diálogo y el consenso
sobre la base de la confianza y el conocimiento (Nato et al., 2006).
De la confrontación a la colaboración
DESAFÍO
CONFRONTACIÓN ENCUENTRO
COMPETENCIA COLABORACIÓN
CONTROL CONSENSO
Miedo e Confianza y
ignorancia conocimiento
UN MUNDO UN MUNDO
PARA POCOS PARA TODOS
El ámbito comunitario
Los cambios antes mencionados han producido rupturas en el tejido social. La ciudad como ámbito privilegiado del
espacio público ya no es un espacio seguro y las comunidades tienden a convertirse en guetos a la hora de bregar
por un ideal de seguridad que va en detrimento de su libertad. Es en este espacio de lo público, lo comunitario y lo
social donde la mediación comunitaria tiene la oportunidad de reconstruir nexos, propiciar un diálogo y aportar a la
integración cultural para tratar de reconstruir una sociedad más integrada, donde las personas puedan tener niveles
de bienestar socioeconómico y social mínimos y un espacio donde esa articulación y recomposición sea posible (Nató
et al., 2006).
“La mediación nos propone transitar un espacio donde la sociedad y sus integrantes
puedan pensarse a sí mismos desde una concepción que promueva la dignidad de todo
ser humano en su vida cotidiana” (Nato et al., 2006, p. 21).
Necesitamos definir el ámbito donde desarrollaremos nuestra profesión como mediadores comunitarios para
comprender los atravesamientos que allí existen. Es ese ámbito, ese escenario, el que determina los temas que en
toda su complejidad debemos abordar.
Vemos entonces que factores como la desigualdad social y la anomia son verdaderos productores de violencia que
se manifiestan en el espacio urbano y para comprenderlos tenemos que preguntarnos por los escenarios donde se
producen, quiénes son los protagonistas e indagar sus orígenes y causas.
El universo de los conflictos en la comunidad es, sin duda, infinitamente amplio y deriva de relaciones complejas.
De este modo, la alternativa de intervenir en un contexto determinado, constituido espontánea o voluntariamente,
exige indagar acerca de cuestiones diversas y, fundamentalmente, de sus particularidades específicas. Con este fin,
hemos observado y analizado diversos espacios comunitarios en sus distintos aspectos, lo que nos ha aportado una
visión de las conflictividades que en ellos se presentan, así como también de las tipologías de conflictos que estos
contextos favorecen. Luego, la comprensión y el conocimiento de realidades concretas abren la posibilidad de pensar
y de llevar adelante procesos de intervención más efectivos a fin de hacer un aporte positivo a la construcción de una
buena convivencia.
Con el criterio general que ya hemos señalado, ubicamos en este grupo los conflictos que se suscitan en las
relaciones interpersonales en cuanto a las distintas formas de asociarse, de cohabitar y de participar del espacio
urbano, en las que la permanencia del vínculo entre las partes es un factor preponderante.
Cuando hablemos de comunidad o de ámbito comunitario nos estaremos refiriendo a un tipo de asociación entre
los individuos, sea espontánea o voluntaria, en la que diversas razones (territoriales, culturales, sociales,
temporalidad de la relación, objetivos comunes u otros) establecen una relación de dependencia recíproca entre
sus miembros.
cuentan con bajos, medios o altos recursos del tipo que estos sean (económicos, sociales o culturales) y en los que
su configuración es homogénea o heterogénea en cuanto a los mismos registros.
Conclusión
Como mediadores, sabemos que la mediación no puede revertir el escenario descrito, pero puede hacer aportes
modestos aunque significativos en la línea que hemos expresado y que desarrollaremos a lo largo de la materia.
Puede ser un instrumento que facilite el diálogo social allí donde emerjan indefectiblemente el conflicto y la
confrontación. Puede conducir a superar la disputa por los intereses particulares y hacer visibles los intereses
colectivos. Puede también contribuir, ofreciendo puentes, a articular los fragmentos, lo desagregado del paisaje
social urbano.
En una versión más optimista, puede crear u organizar verdaderos espacios de transición, como indica Borja (en
términos de urbanismo), o espacios intermediarios, como propone Six (en términos de mediación), donde actores
socioculturales de diversidad significativa puedan intentar construir un espacio común. Puede establecer canales
que desarrollen un verdadero entramado político-institucional y social (Nato et al., 2006).
Puede contribuir a generar nexos en el tejido social o a restablecerlos donde haya conflicto o ruptura.
Puede ser un puente que fortalezca o restituya la relación entre los individuos o grupos de individuos y las
instituciones. Puede facilitar que las personas encuentren por sí mismas y en libertad soluciones a sus problemas.
Referencias
Natp, A., Rodríguez Querejazu, M. G., y Carbajal, L. (2006). Mediación Comunitaria.
Conflictos en el escenario social urbano. Buenos Aires: Universidad.
Lectura complementaria
¿Cuándo empieza la mediación?
Aportes y reflexiones en torno a la etapa de convocatoria
Por Silvina A. Albornoz, Irina Chausovsky, María Andrea Den Dauw, Zulma Loza y Emilio D. Ruberto (Centro de Mediación –
Defensoría del Pueblo de Paraná)
“En la actualidad no enfrentamos ningún desafío más temible que el de aprender a vivir juntos. (…)
Si el desafío es grande, también lo es la oportunidad”
William L. Ury (Alcanzar la paz)
Introducción
Nuestro ámbito de trabajo. Nuestra experiencia
El Centro de Mediación de la Defensoría del Pueblo de Paraná, creado por ordenanza Nº 8391/02, empieza a
funcionar en noviembre de 2003. Se dedica especialmente a conflictos entre vecinos, según lo establece la propia
ordenanza; los que tienen que ver con situaciones originadas por filtraciones de humedad, ruidos molestos, árboles y
plantas que ocasionan diversos inconvenientes, perros y otras mascotas, problemas derivados de construcciones o
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Es éste el primer momento clave para trabajar el protagonismo y el involucramiento, tanto en el problema como en la
posibilidad de solución, tal como expresábamos más arriba, dado que las más de las veces, esta demanda de
intervención se orienta a depositar en el tercero la definición. Con frecuencia, apelando a éste como un intermediario
para transmitirle al vecino lo que considera que ya no le puede decir él mismo (porque no lo escucha o no le hace caso)
o incluso, pensando que esto se puede lograr a través de coerción o amenazas, al tratarse ésta de una institución
pública. Es aquí donde corresponde desplegar el concepto de la mediación, sus implicancias, principios, el rol del
tercero, etc.
En algunos casos, además de la falta de conocimiento sobre el instituto, o la demanda de intervención de otro tipo, se
evidencia un rechazo inicial al proceso, por ejemplo, por temor a mostrarse débil8 frente al otro. Por otro lado, en otras
situaciones la persona se siente más confiada al ser el convocante, lo cual también hay que trabajar en relación al
necesario equilibrio de poder entre los participantes.
Otro planteo recurrente es el de aportar pruebas o testigos, y en relación a éstos, “cuantos más, mejor”, para
reforzar su discurso y malestar. Cuando se trata de un conflicto que afecta a varios vecinos de manera similar
(constituyendo a priori un mismo interés), y el invitado es uno solo, proponemos equiparar numéricamente a las
partes, designando uno o dos representantes, para no generar situaciones de desbalance, y evitar que este vecino se
sienta “atacado”. Esto puede requerir mantener contactos previos a la reunión conjunta con el grupo de vecinos, a los
fines de explicar en qué consiste la mediación, porqué es importante este equilibrio, e incluso, en ocasiones, ayudar a
organizar y presentar los temas.
Si bien no todos los casos presentan estas dificultades, lo cierto es que en gran cantidad de ellos es necesaria una
dedicación y un tiempo que permitan, en caso de aceptación, un desarrollo adecuado del proceso.
En cuanto al encargado de la recepción, consideramos que debe tratarse de un mediador, o persona entrenada en
técnicas de comunicación con conocimiento pleno de la mediación. Es importante tener en cuenta que quien se acerca
a plantear un conflicto generalmente está tan agobiado y sobrecargado emocionalmente que requiere de un largo
tiempo en el que pueda exponer sin trabas su narrativa. Intentar interrumpirlo en los momentos iniciales, resulta inútil
o incluso contraproducente. Sin eternizarnos como oyentes de un monólogo, debemos aceptar que solo luego de ser
escuchado en su padecer, estará habilitado para comprender nuestras explicaciones. Metafóricamente, Francisco
Ingouville compara la cabeza de las personas en esta situación, con una pecera llena de agua. El agua tapa los oídos,
simbolizando su enojo, temores, etc. Al hablar, el agua va saliendo por la boca, desobstruyendo los oídos, y
permitiendo posteriormente la atención al otro.9
De esta manera se genera confianza10 y empatía. No es necesario, ni recomendable, acordar con los planteos, pero sí,
en todo caso, no cuestionarlos ni plantear justificaciones al accionar del otro (ya trabajamos desde aquí en el rol de
tercero imparcial11). A continuación, vendrá nuestro turno de hablar y ser escuchados. La paciencia se transforma
entonces en un requisito indispensable para quien atiende un centro de mediación, tanto como el uso de
herramientas comunicacionales y el respeto por el conflicto que presenta cada persona. Más allá de que a quien no
vive esa situación pueda resultarle menor, intrascendente o hasta jocosa, consideramos que todos los casos merecen
nuestra atención en la misma medida, porque para esa persona es importante y trascendente, y por ende, valioso su
tratamiento.
Aun siendo una etapa introductoria del proceso, deberemos recurrir con frecuencia a las técnicas del parafraseo,
resúmenes, chequeos y preguntas para poder definir el problema y corroborar la disposición del presentante a
negociar.
Una vez desarrollado el tema del conflicto y la explicación sobre la mediación, nos dedicamos a presentar además otras
alternativas posibles de abordaje, para permitir una elección consciente e informada. Planteamos preferentemente, de
ser pertinente, la conveniencia de intentar la mediación como un primer paso, para avanzar luego, si fuera necesario, y
de manera progresiva hacia otros recursos, que suelen ser confrontativos (administrativos o judiciales).
De no aceptarse el proceso o no proceder la mediación, se realizan las derivaciones que correspondan hacia el área de
Atención al Ciudadano de la propia Defensoría, organismos municipales, provinciales u otras instituciones.12
Para concluir esta etapa, al efectivizarse el pedido, se confecciona una planilla con los datos de solicitante/s e
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
invitado/s, haciendo un relato los más genérico, neutral y escueto posible, evitando plasmar en el escrito acusaciones o
afirmaciones incriminatorias, utilizando expresiones como “presumiblemente”, “aparentes”, “inconvenientes”, etc., a
efectos de no condicionar al mediador que reciba el caso, y permitir el despliegue completo del conflicto, por ambos
participantes, en la mesa de mediación.
De no contar con este dato, son dos las alternativas: mandar una nota, o acercarse a la casa del invitado para tener
un contacto personal. La elección de una de ellas, depende de cada caso concreto, valorando distintas situaciones. Por
ejemplo, si se trata de una persona de edad avanzada, muchas veces optamos por la visita para tener la posibilidad del
contacto directo que nos permita explicar con claridad y tranquilidad las características del proceso. En otras ocasiones
esta elección tiene que ver con la zona geográfica de la ciudad (donde no llegan los notificadores), con que los datos
de identificación no son lo suficientemente precisos como para enviar una nota, o con la gravedad de la situación,
que amerita una intervención más rápida y específica. Si finalmente se envía una nota, en la misma se invita a
“acercarse al Centro de Mediación o contactarse telefónicamente” para así lograr el contacto directo. Las notas
establecen un plazo máximo de respuesta, transcurrido el cual, y habiendo sido recibida por el destinatario o algún
familiar, se toma por no aceptada la mediación. Esta salvedad tiene que ver con que si acaso la nota se deja en un
buzón, en una reja, o se pasa por debajo de una puerta, ha ocurrido que un invitado no recibe la nota, y es por esto
que siempre nos aseguramos que la persona al menos tome contacto con ella.
La desventaja del contacto directo, sea personal o por teléfono, tiene que ver con que no podemos saber si es ese un
momento apropiado, por lo que siempre somos muy prudentes y al llamar o visitar domicilios preguntamos sobre la
disponibilidad de la persona para atendernos y prestar atención, y si no, intentamos otro contacto posterior. Hay que
tomar en consideración que no es agradable, estando en la intimidad del hogar, rodeado de los problemas cotidianos,
o quizás en medio de la rutina familiar, ser repentinamente invadido por un desconocido, con un conflicto que quizás
ni siquiera es considerado tal por el invitado.
Es de suma importancia para nosotros poder generar un conocimiento pleno y cabal sobre las características e
implicancias del proceso, para que toda persona (solicitante o invitado) pueda decidir con total libertad y convicción si
es esta una alternativa útil y adecuada para la situación conflictiva que transita.
Cuando las personas manifiestan un rechazo instantáneo, nuestra estrategia es expresarles que no queremos ni
necesitamos una respuesta inmediata, intentando propiciar una instancia de reflexión o consulta con familiares o
profesionales, que supere la primer y natural negativa. En más de una ocasión ha dado resultado positivo, aceptando
luego el invitado en el contacto posterior.
Por otro lado, es frecuente que los invitados a mediar se enojen o se molesten cuando se las contacta, insultando
incluso al solicitante de manera indirecta (a través nuestro). Debemos admitir que las primeras veces que nos tocó
escuchar esto, nos sentimos nosotros mismos muy molestos e innecesariamente agredidos. Con el tiempo fuimos
comprendiendo que la agresión no iba en absoluto dirigida a nuestra persona, ni a nuestra intervención, y que el dejar
“descargar, vaciar la pecera” al invitado, como ya tuvo oportunidad de hacerlo el solicitante, no solo posibilita que nos
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
escuchen, sino que además, agradezcan y valoren nuestro trabajo (aun no aceptando participar del proceso). Solemos
pensar que la insistencia y la paciencia son algunas de nuestras virtudes -¿o defectos?- y esto ha posibilitado la
concreción de numerosas reuniones de mediación, así como la flexibilidad en los tiempos, sin ceñirnos estrictamente
a la normativa, que impone plazos muy breves para esta etapa.
Otro factor a considerar es el de los prejuicios. Tanto los del solicitante, cuando expresa “no va a venir, no tiene
sentido”, “con esa persona no se puede hablar” y la realidad nos ha demostrado lo contrario con frecuencia (ocurre
que el invitado también tenía algunas cuestiones para conversar con el vecino, oh, qué coincidencia!), como los
propios prejuicios de los integrantes del Centro, que en función de los dichos del solicitante, por ejemplo, la ubicación
geográfica, o la ocupación del invitado, hemos sido sorprendidos gratamente con aceptaciones de procesos que
suponíamos condenados al fracaso.
El establecimiento de redes es vital en muchos casos, como recurso útil para acercarse a las personas ubicadas en
barrios muy alejados del centro de la ciudad, o considerados “peligrosos” o cuando no se cuenta con datos precisos de
cómo ubicar un domicilio. El contacto con los agentes sanitarios, personal de centros de salud, jardines maternales,
comisiones vecinales, etc., posibilita la llegada directa en estas ocasiones. Sin ellos, algunas invitaciones serían
imposibles de realizar.
Ciertas situaciones plantean también la necesidad de contactar a terceros, para incorporarlos al proceso. Surge a
veces del propio relato del solicitante que hay más vecinos afectados por el conflicto, o personas con capacidad de
decisión o “veto” de lo que pueda resolverse en la mediación, así como técnicos (incluso de áreas municipales) que ya
se han involucrado en el conflicto, y que es valioso acercarlos a la mesa de negociación, ya que pueden hacer aportes
sustanciales. Siempre teniendo en cuenta que la participación de terceros debe ser aceptada por todos los
participantes, ampliamos en estos casos la convocatoria a efectos de lograr un mejor desarrollo de la mediación.
Trabajando con el concepto de “los de afuera” del “tercer lado” que presenta William Ury13, hemos apelado también
en ocasiones especiales (y que generalmente incluyen episodios de violencia) a contactos con personas relacionados a
los participantes, con el objetivo de llegar a ellos con un mensaje que pueda ser legitimador para acercarse al
proceso.14
Una vez aceptada la mediación, otra de nuestras premisas es brindar las mayores posibilidades para su concreción.
Trabajando en equipo, podemos turnarnos para habilitar la realización de reuniones en diferentes momentos del día,
intentando que las limitaciones horarias de las partes no constituyan un impedimento para participar del encuentro.
Asimismo, existiendo discapacidades físicas en alguno de los participantes, buscamos lugares accesibles y cercanos al
domicilio, siempre teniendo en cuenta, por supuesto, la neutralidad que debe presentar incluso el espacio de la
mediación.
También en otras circunstancias el invitado no acepta reunirse, pero a partir de conocer el problema o merituar la
gravedad que éste implica para su vecino, ofrece soluciones al mismo, satisfaciendo, aunque sea parcialmente, la
necesidad del solicitante.15 Otros plantean la posibilidad de dialogar, pero directamente entre ellos, no asistiendo a
la mediación.16
Otro beneficio del contacto que implica la convocatoria aun siendo rechazado el proceso, es la difusión del instituto.
Los vecinos informados de esta manera, son potenciales solicitantes en otros conflictos (lo que efectivamente ya ha
ocurrido en nuestro Centro) o multiplicadores de la propuesta para otros casos entre vecinos, amigos y familiares.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
ANEXOS
1. NOTA DE CONTACTO CUANDO NO SE CUENTA CON TELÉFONO DEL INVITADO
Sra. XXX
..............................
Paraná
** La nota de invitación a una mediación ya aceptada, luego de concertar fecha y hora con todos los participantes, tiene
un contenido similar.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
2. ESTADÍSTICAS TEMAS Y DERIVACIONES (Muestrario
100 casos: Octubre ’08 a Mayo ’09)
Construcciones (7)
4%
Animales (5)
4% 18%
5% Delimitación de terreno (4)
1
Nató, A. M., Rodríguez Querejazu, M. G. y Carbajal, L.: “Mediación comunitaria. Conflictos en el escenario social urbano”, Ed. Universidad,
Buenos Aires, 2006, p. 170
2
“Mediación. Diseño de una práctica” de M. E. Caram, D. T. Eilbaum y M. Risolía, (Librería Editorial Histórica, 2006); “Mediando en sistemas
familiares” de M. Suares (Ed. Paidós, 2002); “Mediación para resolver conflictos” de Elena I. Highton y Gladys S. Álvarez (Ed. Ad Hoc, 1995); “El
proceso de mediación” de C. Moore (Ed. Granica, 1995);
“Aprender mediación”, de Eduard Vinyamata Camp (Ed. Paidós, 2003)
3
Rubén Calcaterra en “Mediación Estratégica”, en cambio, lo describe con bastante detalle (Ed. Gedisa, 2002, p. 135 a 155)
4
Suares, Marinés: “Mediando en sistemas familiares” , Ed. Paidós, Buenos Aires, 2002 (pág. 247)
5
Aréchaga, Patricia, Brandoni, Florencia y Finkelstein, Andrea: “Acerca de la clínica de mediación. Relato de casos”,
Ed. Librería Histórica, Buenos Aires, 2004 (p. 40)
6
Este alto porcentaje de derivaciones desde las comisarías es precedido por un trabajo específico y constante de
difusión en éstas, ya varias veces realizado, así como el desarrollo de talleres sobre mediación y herramientas de comunicación con agentes de la
policía, desde el año 2005.
2
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
7
Similar experiencia a la descripta en la nota anterior hemos desarrollado desde 2.004 con diversas áreas municipales, visitando oficinas,
informando a funcionarios e inspectores, realizando talleres, etc. Otro factor importante es la
formación de empleados municipales como mediadores comunitarios, en un programa llevado adelante con docentes del Ministerio de Justicia
de la Nación.
8
Moore, Chistopher: “El proceso de mediación. Métodos prácticos para la resolución de conflictos”, Ed. Granica, Buenos Aires, 1995 (pág. 90)
9
Ingouville, Francisco: “Del mismo lado. 90 cuentos y algo de teoría para llevarse mejor con la gente”, Ed. Grijalbo Mondadori, Buenos Aires,
2001 (p. 58)
10
F. Diez y G. Tapia describen una secuencia de generación de confianza que consideramos apropiada, aunque estos
autores la desarrollan respecto a la reunión de mediación. Creemos sin embargo, que aunque sea de manera incipiente, en esta etapa liminar,
se empieza a construir esa necesaria estructura de confianza, especialmente en relación al mediador (entiéndase por esto el rol de tercero de
manera abstracta, no la persona en particular), y en el proceso. (“Herramientas para trabajar en mediación”, p. 42, Ed. Paidós, Buenos Aires
1999)
11
Ver Aréchaga, Patricia: “Cómo escucha el mediador. Escucha activa” en Revista Mediadores en Red, Año I, Nº 1, Septiembre 2002.
12
Por ej.: Dirección de Medio Ambiente, Dirección de Fiscalización de Construcciones Urbanas, Oficina de Asistencia a la Víctima, Consejo del
Menor, Tribunales, Consultorio Jurídico Gratuito del Colegio de Abogados, o Consultorio Gratuito del Colegio de Escribanos, Centros de
Mediación de los Colegios de Profesionales, etc.
13
Ury, William L.: “Alcanzar la paz. Diez caminos para resolver conflictos en la casa, el trabajo y el mundo”, Ed. Paidós, Buenos Aires, 2000 (p. 44)
14
A mayor abundamiento, ver experiencia relatada en “A río revuelto…”, de Arrías Pabon, Martha y Chausovsky, Irina
en Revista Virtual La Trama (www.revistalatrama.com.ar), Nº 20, Noviembre 2006
15
Según nuestras estadísticas, aproximadamente entre el 15 y el 20% de los casos no aceptados se solucionan a pesar de no haberse concretado
la mediación.
16
En estos casos creemos que cumplimos con el rol de “constructor de puentes”, en el marco de la prevención, que plantea William Ury en
“Alcanzar la paz” (Op. Cit, p. 127, 142 y ss)
17
Tal como afirma M. Carme Boqué Torremorell, “carece de lógica calificar de alternativa aquello que es del todo
primordial” en “Cultura de mediación y cambio social”, Ed. Gedisa, Barcelona, 2003 (p. 25)
18
Rodríguez Querejazu, María Gabriela: “Mediación comunitaria” en “Manual para organizaciones sociales. Mediación y resolución de conflictos”,
Fundación Cambio Democrático y Programa INICIATIVAS, Buenos Aires, 2004.
19
Ury, Op. Cit, (p. 126)
20
Ury, Op. Cit, (p. 149)
Bibliografía
Aréchaga, Patricia: “Cómo escucha el mediador. Escucha activa” en Revista Mediadores en Red, Año I, Nº 1, Septiembre 2002.
Aréchaga, P., Brandoni, F. y Finkelstein, A.: “Acerca de la clínica de mediación. Relato de casos”, Ed. Librería Histórica, Buenos
Aires, 2004.
Boqué Torremorell, Maria Carme: “Cultura de mediación y cambio social”, Ed. Gedisa, Barcelona, 2003.
Calcaterra, Rubén A.: “Mediación Estratégica” , Ed. Gedisa, Barcelona, 2002.
Caram, M. E., Eilbaum, D. T. y Risolía, M.: “Mediación. Diseño de una práctica”, Librería Editorial Histórica, Buenos Aires, 2006.
Diez, F. y Tapia, G.: “Herramientas para trabajar en mediación”, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1999. Fundación Cambio Democrático
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García C. de Esteve, Elena: “Un diseño de mediación. Modelo del Colegio de Escribanos de Córdoba”, Ed. Alveroni, Córdoba, 2001.
Grover Duffy, K., Grosch, J. W. y Olczak: “La mediación y sus contextos de aplicación. Una introducción
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Highton, E. I. y Álvarez, Gladys S.: “Mediación para resolver conflictos”, Ed. Ad Hoc, Buenos Aires, 1995. Ingouville, Francisco: “Del
mismo lado. 90 cuentos y algo de teoría para llevarse mejor con la gente”, Ed. Grijalbo Mondadori, Buenos Aires, 2001.
Moore, Christopher: “El proceso de mediación”, Ed. Granica, Buenos Aires, 1995.
Nató, A. M., Rodríguez Querejazu, M. G. y Carbajal, L.: “Mediación comunitaria. Conflictos en el escenario social urbano”, Ed.
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Six, Jean-François: “Dinámica de la mediación”, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1997
Suares, Marinés: “Mediando en sistemas familiares”, Ed. Paidós, Buenos Aires, 2002
Suares, Marinés: “Mediación. Conducción de disputas, comunicación y técnicas”, Ed. Paidós, 3º reimpresión, Buenos Aires, 2002.
Ury, William L.: “Alcanzar la paz. Diez caminos para resolver conflictos en la casa, el trabajo y el mundo”,
Ed. Paidós, Buenos Aires, 2000.
Vezulla, Juan C.: “La mediación para una comunidad participativa” en Revista Mediadores en Red, Año IV, Nº 11, Junio de 2003.
Vinyamata Camp, Eduard: “Aprender mediación”, Ed. Paidós, Barcelona, 2003
2
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
LECTURA 3
La mediación comunitaria
Uno de los ámbitos fundamentales en el trabajo por la construcción de una cultura de paz es el local, aquello que
llamamos el ámbito comunitario, constituido por un diverso grupo de individuos que comparten una localización
geográfica y que pueden compartir preocupaciones sociales, políticas y económicas comunes. (Alzate Sáez de
Heredia, Fernández Villanueva y Merino Ortiz, 2013, p. 181).
La mediación comunitaria, como mencionamos con anterioridad, es una de las especializaciones de la mediación.
Su particularidad es que ella se desarrolla dentro de la comunidad, en la cercanía de las personas que atraviesan
esos conflictos. Lograr la transformación de las relaciones es un objetivo de la mediación y ello es fundamental
cuando hablamos de comunidades, pues las personas tienen relaciones que datan de tiempo atrás, comparten
historias, y cuando esas relaciones se vuelven conflictivas la mediación ofrece un espacio para dirimir los problemas
pero tratando de que la relación no se deteriore y si es posible, que mejore.
Vimos también que en la comunidad se expresan situaciones que son producto de la desintegración social, la gente
está más aislada y la comunidad ya no es un espacio público confiable para compartir. El miedo y la alienación
atraviesan las relaciones. En este contexto, la mediación ofrece un mecanismo para que las personas salgan de su
aislamiento y logren comunicarse, se escuchen, acorten sus diferencias.
Voluntaria Conflictos en la
Gratuita comunidad
Características Confidencial
de la Mediación Informal Tipos de conflictos
Conflictos públicos
Comunitaria Saludable que aborda
Preventiva
Educativa Conflictos
Pacífica interculturales
Democrática
Relacionales o de convivencia
(discriminación, falta de respeto
mutuo, estereotipos, representaciones Uso de espacios comunes
negativas, violencia en el discurso y en
la acción, invasión visual o sonora,
olores desagradables) Disfuncionalidad de la comunicación
Mediación comunitaria
Es el arte de la buena convivencia cuyas metas son la promoción de la salud social y la prevención,
análisis, resolución y transformación de conflictos de convivencia.
(Rodríguez Querejazu, 2004)
23
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Cuando hablamos de la promoción de la salud social, hacemos referencia a la capacidad que debe tener una
comunidad de armonizar sus diferencias priorizando la libertad de cada uno de sus miembros en un marco de
profundo respeto, buscando el entendimiento a través del diálogo y la colaboración. La mayoría de los conflictos
vecinales están relacionados con la proximidad y la relación. Es importante que los vecinos puedan seguir siendo
vecinos.
Salud social no es evadir, disfrazar o silenciar los conflictos de convivencia sino aprender a gestionarlos en forma
constructiva y pacífica.
Cuando hablamos de gestión, nos referimos a todas las etapas del ciclo del conflicto: la prevención, la resolución o
la transformación.
Fuente: Nato et al., 2006, p. 220. Fuente: Nató et al., 2006, p. 221.
Etapa 6: seguimiento
Esta es otra de las etapas a las que el enfoque del método social le atribuye gran importancia. Se refiere tanto al
acuerdo como a cualquier instancia de derivación de la situación planteada. Desde esta perspectiva, consideramos
como componentes esenciales de la atención o gestión de los conflictos el acompañamiento y la reorientación de
las prácticas elegidas cuando estas no hayan tenido la eficacia esperada. Como sabemos, los participantes no
siempre llegan a un acuerdo. En cualquier caso, es preciso o deseable que esta experiencia les haya resultado
positiva, ya que a partir de allí podrán tomar esta instancia como una alternativa válida para abordar esta misma
problemática (como reapertura de la mediación para volver a intentarlo o para adaptar lo acordado a los cambios
que se hubieran experimentado con el tiempo) u otra situación que se les presente en el futuro. El seguimiento lo
realizamos en forma telefónica, por correo electrónico o en forma personal. Queremos saber si el acuerdo se está
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
cumpliendo, si han tenido dificultades para hacerlo. Si se trata de una derivación, nos interesa saber si fue
productiva.
Algunas de las claves para que el proceso sea percibido así por los protagonistas son las siguientes:
• que el mediador comprenda los distintos aspectos y factores del conflicto y que contribuya a su comprensión;
• que los participantes puedan expresar sus puntos de vista, sus sentimientos, sus propuestas y sus acuerdos o
desacuerdos en condiciones de respeto y reconocimiento;
• que puedan escuchar los puntos de vista, los sentimientos, las propuestas y los acuerdos o desacuerdos de los
otros participantes en un clima de respeto y reconocimiento;
• que se sientan legitimados como personas, como actores, en sus ideas y en sus decisiones;
• que dispongan del tiempo necesario para realizar su propio proceso de resignificación de la situación y de
evaluación de alternativas posibles.
Referencias
Alzate Sáez de Heredia, R., Fernández Villanueva, I, y Merino Ortiz, C. (2013). Desarrollo de la cultura de la paz y la convivencia
en el ámbito municipal: La mediación comunitaria. Política y sociedad, 50(1), 179-194. Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4335369
Nato, A., Rodríguez Querejazu, G., y Carbajal, L. (2006). Mediación Comunitaria. Conflictos en el escenario social urbano. Buenos
Aires: Universidad.
Nato, A., y Rodríguez Querejazu, G. (2006). Teoría y Práctica de la Mediación y Facilitación. Recuperado de
http://www.democraticdialoguenetwork.org/app/documents/view/es/8 25/12
Rodríguez Querejazu, G. (2004). La mediación comunitaria y la salud social. En C. Shor. Temas de interconsulta. Diálogo entre el
psicoanálisis, el derecho y la mediación (pp. 97-99). Buenos Aires: Galerna.
Lectura complementaria
EL MODELO CIRCULAR NARRATIVO DE SARA COBB Y SUS TÉCNICAS
SARA COBB’S CIRCULAR NARRATIVE MODEL AND ITS TECHNIQUES
PILAR MUNUERA GÓMEZ
pmunuera@trs.ucm.es Universidad Complutense de Madrid
RESUMEN
El objeto de este artículo, es mostrar como el modelo circular narrativo de Sara Cobb, ayuda a resolver creativamente desde una
nueva “narrativa” los conflictos y a la vez, disfrutar con las soluciones elegidas, las cuales son determinadas por las partes en
conflicto. Este proceso genera un pensamiento diferente en la medida que nuevos parámetros determinan la conducta de las
personas implicadas. La persona se centra sobre sus propias responsabilidades, y deja de “cargar” las mismas en otras personas.
Proceso de comunicación que lleva a la persona a un adecuado desarrollo, evitando mayores conflictos. En definitiva es un
aprendizaje que permite una mejor comunicación con los distintos sistemas donde el individuo está inserto.
PALABRAS CLAVES: Modelo circular narrativo, Proceso de mediación, Componentes del conflicto, Técnicas
1. INTRODUCCIÓN
Los modelos ofrecen un referente teórico, que guían la práctica profesional dado que establecen un proceso metodológico y el
uso de técnicas en la consecución de unos objetivos determinados. Están marcados por la ideología y el análisis del conflicto que
realiza el mediador. Actualmente sería más adecuado hablar de tres escuelas en mediación a nivel internacional y sus respectivos
modelos. Se debe valorar positivamente el consenso y la unidad de criterios que hasta ahora mantienen los autores y los
seguidores de cada modelo en sus directrices generales. Hecho que favorece el crecimiento de la mediación como profesión
indistintamente del modelo que el mediador utilice.
Los aspectos teóricos ofrecen la posibilidad de codificar e investigar sobre los resultados y beneficios de los diferentes
componentes de cada modelo para enriquecer a los mismos en la consecución de sus metas y así descartar prácticas inadecuadas.
Desde 1990 aproximadamente en mediación se habla de los siguientes modelos teóricos: En primer lugar, del modelo tradicional:
introducido por Harvard, se basa en la búsqueda de los intereses subyacentes, surgió desde el paradigma de la simplicidad, con una
concepción estructuralista. Su meta es lograr acuerdos, disminuyendo las diferencias y aumentando las semejanzas, valores,
intereses, etc.…sin proponer cambios en las relaciones. En segundo lugar del modelo transformador de Bush y Folger: es de tipo
relacional desde el paradigma de la complejidad, sin embargo algunas de sus técnicas son aplicaciones individualistas, aunque
producen modificaciones en la relación. Se le considera el modelo intermedio entre los tres propuestos, dado que recoge los preceptos
de la comunicación humana a la vez que incorpora la circularidad. Su objetivo es modificar la relación entre las partes desde el
empowerment, potenciando el protagonismo de las mismas. Se centra en la “transformación de las relaciones”. Y por último, del
modelo circular narrativo de Sara Cobb: el cual está totalmente ubicado en los nuevos paradigmas, al apoyarse en las teorías pos
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
estructurales de la narrativa. Trata de cambiar la historia que cada parte ha elaborado y conseguir acuerdos en la medida de lo
posible. Este modelo es el foco de nuestro artículo, por considerar que es necesario una mayor profundización en el conocimiento
del mismo dada su eficacia.
2. MODELO CIRCULAR-NARRATIVO
El modelo circular narrativo se fundamenta en los siguientes componentes teóricos: en primer lugar la psicología del yo, y en
particular en la formulación de Erikson y White. El mediador se propone reforzar y facilitar el aprendizaje de las funciones del yo
a través de liberar, estimular, orientar la motivación de la persona para cambiar. El mediador, busca junto con la persona reducir
sus temores y su ansiedad, para ello apoya y estimula su esperanza de mejora, disminuyendo la tendencia a recurrir a mecanismos de
defensa inoperantes, aumentando con ello la zona del yo liberada de conflicto, permitiéndole implicarse en la tarea de resolución
de las dificultades presentes. Liberar las capacidades afectivas, cognitivas y activas que permiten a la persona resolver la dificultad.
Encontrar los recursos necesarios para la solución del problema planteado y hacer accesible los obstáculos.
En segundo lugar, en la Pragmática de la Comunicación Humana, en la Teoría General de Sistemas y en conceptos Cibernéticos.
La persona se encuentra inserta en un “sistema”, siendo los miembros de ese sistema interdependientes. Han sido las
contribuciones científicas de autores como Bertalanffy, Haley, Russell, Shannon, Von Neumann, Watzlawick, Wiener… las que
ayudan en la comprensión de los procesos de comunicación en la familia, El ciclo de vida familiar: roles y reglas, Los procesos de
cambio…
En tercer lugar, en la causalidad circularidad de las pautas de interacción familiar. En el modelo clásico de la ciencia pura, se
considera que la causalidad es lineal. En cualquier situación dada, se nos enseña a entender la “causa” de un “efecto” alterando las
variables una por una hasta que se aísla el factor que produce el hecho particular. Sin embargo, si se trabaja a partir de la premisa
de que los aspectos significativos de un sistema sólo pueden comprenderse examinando el sistema como una “totalidad”, se hace
necesario considerar la etiología desde un punto de vista diferente, tal y como se plantea en la Teoría General de Sistemas.
Si bien en las cadenas progresivas lineales de causalidad, tiene sentido hablar acerca del comienzo y el fin de una cadena,
tales términos carecen de sentido en los sistemas con circuitos de retroalimentación. En un círculo no hay comienzo ni fin. En el
mundo no es posible encontrar el claro y lineal ordenamiento de causa y efecto, a menos que se lo imponga artificialmente. La
teoría general de sistemas considera que la causalidad es un proceso circular.
G. Bateson (citado en Berger, 1993), demostró que todo conocimiento de los acontecimientos externos proviene de las
relaciones que existen entre ellos, se reconoce en el hecho de que, para adquirir una percepción más exacta, un ser humano
recurrirá siempre a los cambios en la relación entre él y el objeto externo. Sirva el ejemplo que para saborear un líquido dulce en la
boca, lo deslizamos por la lengua, dando así lugar a una descarga de impulsos nerviosos con una estructura secuencial definida,
de la cual se puede deducir el sabor y otras características... En este sentido, nuestros datos sensoriales iniciales son siempre
“derivados primarios”, afirmaciones sobre las “diferencias” existentes entre los objetos externos o afirmaciones sobre los
“cambios” que se producen en ellos o en nuestras relaciones con ellos... Lo que se percibe es la diferencia y el cambio, y a su vez la
diferencia es una relación. La “circularidad” es el reconocimiento, o mejor, la convicción de poder obtener de la familia (y por lo
tanto, dar a la familia) una auténtica información solamente si se trabaja con estos fundamentos: la información es una diferencia
y la diferencia es una relación (o cambio en la relación).
En la causalidad lineal, la línea etiológica se desplaza del pasado hacia el presente, y de este hecho proviene la necesidad de
retroceder hasta el comienzo de la sucesión de los hechos para poder comprenderlos. Cuando se utiliza el concepto de
causalidad circular, se enfatiza el “aquí y ahora”, porque es en el “aquí y ahora” cuando se puede apreciar la conexión entre los
elementos. Como una espiral donde en el presente vuelve a actuar el pasado de modo tal que el significado debe buscarse
dentro de los límites de los procesos actuales del sistema.
En cuarto lugar, la construcción de historias, historias que contienen argumentos organizados en secuencias temporales y/o
lógicas, que funcionan a veces como simples o puras descripciones o como interpretaciones de hechos y/o comportamientos,
que ocurren en determinados escenarios o contextos, con personajes que cumplen roles, siendo estos roles “la razón” de
determinados comportamientos, que a su vez sirven impulsivamente para “consolidar el rol” que se desempeña basado en
valores.
Estas historias construidas son más o menos estables. Cuanto más estables son, más encarcelados quedan las personas. La
forma de construirlas es la que, aun sin desearlo, “daña” a las personas en las disputas para resolver los diferentes conflictos en
los que están involucradas. Entre los conflictos a resolver destacamos: legitimación, poder, autoestima, identidad, expectativas,
atributivo e inhibición, como queda reflejado en este relato corto de autor desconocido:
“Cuidado con los pensamientos: estos se transforman en palabras, cuidado con las palabras: estas se transforman en acción,
cuidado con las acciones: estas se transforman en hábitos, cuidado con los actos: estos moldean el carácter, cuidado con el
carácter: este controla tu destino”.
El sentir, el pensar y el hacer son tres características del ser humano, donde se añade una cuarta: la construcción y narración
de historias. Por ello el mediador dirige su actuación en la construcción de nuevas narrativas que desestabilizan las historias que
no dejan crecer a las personas y a la vez posibilita la construcción de nuevas historias donde el protagonismo recae en la persona
y no en el contexto.
3. SARA COBB: REPRESENTANTE INTERNACIONAL DEL MODELO CIRCULAR NARRATIVO
Sara Cobb, madre de seis hijos, divorciada, y casada en segundas nupcias. Doctora en comunicación por la Universidad de
29
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Massachussets. Directora del Instituto de Análisis y Resolución de Conflictos (ICAR), de la Universidad George Mason. Ha sido
directora ejecutiva del Programa de Negociación de la Harvard Law School y rectora asociada del Programa de Desarrollo
Humano y Organizacional del Institute Fielding de Santa Bárbara, California. Ha contribuido de forma importante: al estudio del
discurso en; el proceso narrativo en relación a la mediación en; la gestión de conflictos y los derechos humanos desde sus
contribuciones a la violencia de género. Es el referente teórico del modelo circular narrativo. Es autora de numerosos artículos en
revistas especializadas. Defiende que en la mediación «no se puede pensar en control y mucho menos cuando se trata de la vida
de los demás». En este sentido, señala que «es preciso reflexionar sobre el poder hegemónico de muchos abogados en materia
de mediación».1
El primer contacto en mediación debe ser un proceso que permita a la persona aprender a percibir, a reflexionar y a actuar con
relación a su problema, fortaleciéndola y dándole seguridad, este ejercicio aporta un apoyo desconocido hasta ese momento.
Cobb2, a diferencia de otros autores, valora la construcción de las narrativas que cada parte ha realizado en relación a tres
criterios: primero, la coherencia narrativa, entendida como “la unidad presentada de las relaciones establecidas entre las
partes”, la cual se puede entender a través del siguiente ejemplo: cuando se realiza un puzzle, se sabe que en el puzzle todas las
piezas son importantes y a cada una se le ha asignado un lugar y una forma determinada para conseguir una imagen final, la
coherencia en las relaciones, es el diseño previo y minucioso que cada parte ha elaborado para que todas las piezas encajen a la
perfección dando una imagen final, de infelicidad o culpabilidad del contrario. Entre los elementos que componen esta coherencia,
encontramos: Las tramas (secuencias de hechos “encajados” con una lógica causal “lineal”). Los roles de cada uno de los
personajes (agresores y victimas) Los temas, valores (motivo de conflicto), y la conexión con “historias /narraciones” anteriores
que se mantienen latentes por no haber sido resueltas.
Segundo, el cierre narrativo, formado por dos factores: plenitud de la narrativa y resonancia cultural. La persona que
durante años ha construido una historia donde su papel ha sido de no protagonismo responsabilizando al contexto y a otras
personas de lo que a ella le sucede construirá una nueva “historia” de protagonismo dependiendo del cierre realizado. Siguiendo
con el ejemplo anterior del puzzle, cuantas más piezas hay en la composición, más difícil resulta desarmar el puzzle y construir
otro con las mismas piezas, sino “descomponemos” las piezas encajadas y la imagen previa que permanece en nuestra mente, en
la intervención mediadora se trata de cambiar el rol de víctima, por el rol de protagonista. Los mediadores deben tener cuenta
la organización estructural, tanto vertical o horizontal de la narrativa para conseguir su ruptura a través de la desestabilización
de las mismas.
En tercer lugar, la interdependencia narrativa, funciona como “teoría de la responsabilidad”, donde se vislumbra un
desenlace negativo con las acciones de un “responsable”, estas teorías proporcionan la justificación racional de la “narrativa
construida”. Las parejas en proceso de separación suelen responsabilizar al “otro” o a “otros” como responsables del desenlace
negativo, lo que lleva a la construcción del “yo victima” y la construcción del otro como “agresor” o victimario. Determinando de
esta forma las relaciones entre ellos de una interdependencia “cargada de mutua culpa”, y generando relaciones en constante
confrontación, donde ambos se deslegitiman y quedan deslegitimizados. Lo que lleva implícito relaciones establecidas en
escaladas de conflicto. La función del mediador es modificar las historias o narrativas construidas y elaborar “historias de la
mejor forma posible” o “historias mejor formadas”. El mediador ayuda a percibir una realidad diferente desde las historias de cada
parte, que crean una nueva realidad que deja a las personas libres. Proceso que se refleja en las tres figuras que aparecen a
continuación:
FIGURA 1 FIGURA 2 FIGURA 3
4. PROCESO METODOLOGICO 3
Sara Cobb establece el siguiente proceso de mediación:
Recepción de las partes.
Sesión (es) de intervención con objetivos predeterminados en cada una de ellas:
- Sesión pública:
• Establecimiento de las reglas de juego
• Identificación del problema (según el modelo de Harvard o de Cobb)
- Sesiones privadas:
• Desarrollo de los intereses y las necesidades
30
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
• Brainstorming
- Caucus:
• Evaluación del panorama
- Sesión pública:
• Invención/ Revisión de las Opciones
• Construcción del acuerdo
- Implementación y control del acuerdo
- Evaluación
Mantiene la importancia de tener sesiones privadas con ambas partes desde la neutralidad, por considerar que es la forma
más adecuada de comprender mejor a cada uno y de buscar los intereses comunes.
En el siguiente cuadro se puede apreciar las diferencias de criterios entre el modelo de Harvard y el modelo circular
narrativo: CUADRO 1
MODELO DE HARVARD MODELO CIRCULAR-NARRATIVO
Diferenciar personas de problema Reformular roles e intenciones
Foco en intereses, no en posiciones Reconstruir la lógica de la posición
Inventar opciones para beneficio mutuo Construir (planificar) escenarios
Desarrollar la historia para
Crear criterios objetivos
interpretar el acuerdo (meta-
historia)
La función del mediador es conseguir La función del mediador es
acuerdos. introducir caos para flexibilizar las
posiciones.
31
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Cobb, hace hincapié en la importancia de desculpabilizar a los hijos de la separación de su padres y evitar con ello que el
sentimiento de culpa bloquee su crecimiento emocional, para ello invita a los hijos a la primera sesión de mediación para informarles
de la separación de sus padres y desculpabilizarlos de la misma, diciéndoles “os podéis ir con tranquilidad puesto que no sois
responsables de lo que pasa entre vuestros padres….”
Estrategias: Etapa II
CUADRO 3
Estructura según otros modelos Modelo Circular - narrativo
Sesión pública Sesión privada
Es importante que cada parte pueda relatar el problema, tal como lo ve. Donde cada parte debe contar su versión de la situación
de forma privada, es decir, sin la presencia de la otra parte. Se quiere evitar “la colonización de las narrativas”. Cuando las partes
llegan a mediación se encuentran en un contexto adversarial, que implica que sus narrativas serán relatos de acusación, reproche,
negación etc. y que pueden determinar el proceso de mediación.
La historia que es contada en primer lugar, es denominada “narrativa primaria”, porque debido a las características del
contexto de mediación, cuando la segunda parte comienza a contar su versión, transforma la suya en argumentos de justificación,
defensa y nueva acusación, con lo cual no produce una nueva historia, sino que se transforma en un “sub guión” de la narrativa
primaria. Este sub guión, es denominado “narrativa secundaria”. La historia contada en segundo lugar queda “colonizada” por la
narrativa primaria, siendo altamente probable que el mediador también sea colonizado por estos relatos y se inhiba de esta forma
la generación de nuevas alternativas. 4
El mediador debe escuchar atentamente para tener una clara comprensión de cómo se construyó esta perspectiva del
problema, cómo cada parte distingue, describe y puntúa los hechos. Debe trabajar hasta obtener una definición clara del
problema que incluya el reconocimiento propio de cada parte sobre sí misma y de cada parte sobre la otra. Teniendo en mente el
objetivo de “abrir” las historias, que significa la posibilidad de modificar el sentido de los hechos, el mediador atenderá
especialmente a “las palabras claves”. Estas palabras son aquellas que tienen alguna significación especial para él que narra la
historia, ya sea por la repetición de las mismas o por el contenido emocional puesto en ellas, las cuales pueden transformarse en
la puerta que nos permita cambiar las narrativas.
FIGURA 4 5
32
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Las personas tras esta etapa entran en una fase donde son capaces de tomar decisiones de forma autónoma, tal y como
podemos ver en la figura 5 y dejando actuar como en la figura 4:
FIGURA 56
El uso de preguntas circulares ha de enmarcase en la relación de la pareja que va a mediación, lo que lleva a una causalidad
circular de los hechos. A la vez, hay que resaltar las cosas positivas que cada familia realiza, dada la importancia que este modelo
da a connotar positivamente. Favoreciendo con ello una percepción diferente y una narrativa nueva donde cada una de las partes
se ve como protagonista de sus decisiones y actuaciones.
CUADRO 4
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
ETAPA V Construcción Identificar las contribuciones
del acuerdo - Estabilidad/seguridad para los niños:
LLEGAR A UN - Escribir un Memorándum de
. tiempo/tareas
ACUERDO Entendimiento y una
. apoyo a la educación
Declaración de la Información
. mantenimiento de la conexión con la red de
Económica proporcionada por
niños
ambos, con documentos de . juego/diversión
apoyo. (Son prerrogativas . dinero/fondos
legales sujetas a asesoramiento - Apoyo parental recíproco (nuevo
legal ). interdependencia)
- “Ecuanimidad” (no igualdad) en distribución
de propiedad
TECNICAS:
CUADRO 6
CONNOTACIÓN
PSICODRÁMATICAS LEGITIMACIÓN SEMÁFORO RESILENCIA
POSITIVA:
CAMBIO DE
(verde/rojo) ASERTIVIDAD • Sobre
ROLES
características
DOBLE • Sobre
intenciones
MANEJO DEL
• Sobre acciones
SILENCIO
EQUIPO
REFLEXIVO
ESCULTURA
Este logro depende del poder que tiene el mediador al preguntar. Es una habilidad eficaz para generar diferencias, dichas
diferencias pasan a ser información sobre las interacciones tanto para la familia como para el mediador. Por ello, las preguntas
que son inusuales son las más útiles. Se debe preguntar para generar una relación.
Para preguntar hay que usar “el poder” (poder, protagonismo y responsabilidad) que se genera en la interacción asimétrica
que se crea entre el mediador y la persona. Al realizar preguntas se focaliza sobre determinado tema dejando fuera todo lo
demás. Se puede preguntar sobre el contenido, la relación, las partes y el contexto.
Las preguntas son técnicas importantísimas para generar diferencias. Estas diferencias pueden generarse7:
1. En el contenido del problema: Una pregunta puede “ampliar el foco” y permitir que se observe algo que antes no había sido
percibido. Por ejemplo: ¿Usted cree que esto que ha dicho es el gran problema de esta familia...?
2. En el que pregunta, que se sienta involucrado en la situación. Un ejemplo: ¿Quiere decir que soy la única persona que ha
oído esto?
3. En las partes involucradas: ¿Qué otras personas intervienen en este tema...?
En el contexto: ¿…sucede solo en casa o en otro lugar...?
A continuación se presenta la clasificación que aparece en el cuadro 7 que sólo tiene fines didácticos, ya que puede suceder
que una pregunta puede pertenecer a dos o más categorías a la vez.
35
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
PAUTAS “PORCENTAJE”
Con este tipo de preguntas se busca que las personas tomen sus propias decisiones, siendo conscientes de sus necesidades y
sus sentimientos, en definitiva que sintonices claramente con lo que quiere. Por ejemplo, a formulaciones impersonales como las
realizadas por este cliente: “Se deben pagar los alimentos”, se puntualiza por el profesional: ¿Usted quiere decir que piensa que
los alimentos debe pagarlos su ex-marido?
1. Escucha Activa: Las preguntas de escucha activa se basan en la actitud empática, aceptación incondicional y congruencia
establecidas por Carl R. Rogers en 1961. Las personas necesitan ser escuchadas, y nada como la escucha para producir una nueva
realidad personal, como queda reflejado en este relato:
<<Cuando te pido que me escuches, y tú empiezas a darme consejos, no has hecho lo que te he pedido.
Cuando te pido que me escuches, y tú empiezas a decirme por qué no tendría que sentirme así, no respetas mis
sentimientos.
Cuando te pido que me escuches, y tú sientes el deber de hacer algo para resolver mi problema, no respondes a mis
necesidades.
¡Escúchame! Todo lo que te pido es que me escuches, no que hables ni que hagas. Sólo que me escuches.
Aconsejar es fácil. Pero yo no soy un incapaz.
Quizás esté, desanimado o en dificultad, pero no soy un inútil. Cuando tú haces por mí lo que yo mismo podría
hacer y no necesito, no haces más que contribuir a mi inseguridad.
Pero cuando aceptas, simplemente, que lo que siento me pertenece, aunque sea irracional, entonces no tengo que
intentar hacértelo entender, sino empezar a descubrir lo que hay dentro de mí»8.
Si la actitud empática es una disposición interior que ha de traducirse en habilidades de comunicación. La persona que está
en disposición empática, bien adiestrada, será capaz de escuchar activamente, porque sólo así podrá tener acceso a la
comprensión de la experiencia de la persona que acude a mediación. Las técnicas de escucha vienen a implementar la actitud
empática.
Estas técnicas se utilizan como indica R. Cafkhuff, desde la atención9 física, disposición para encontrar al otro y cuidar los
aspectos físicos en la medida de lo posible; cuyos mensajes están codificados en gran medida mediante el lenguaje no verbal
(distancia prudente, contacto visual proporcionado, pequeña inclinación hacia el otro, etc. son determinantes porque son en sí
mismos mensajes comunicacionales que transfieren a las personas que están siendo escuchadas. (...) Por otra parte, favorecen
que el mediador perciba numerosos elementos de la experiencia del otro mediante la observación y la experiencia vital de
encontrarse con la persona que está escuchando.
Entre las técnicas más utilizadas de escucha activa tenemos:
La técnica del reflejo del sentimiento. Es la más importante, y, como su nombre indica, consiste en reflejar verbalmente como
en un espejo los sentimientos expresados por el cliente. Hay distintas modalidades de reflejo, el más eficaz es aquel que
responde al sentimiento transmitido por las palabras de la persona, poniendo de relieve aspectos de su campo fenoménico que
se hallan en el trasfondo de sus expresiones. Requiere mucha habilidad para comunicar en el momento preciso, y sin la más leve
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
distorsión, aquellos sentimientos medulares que van al núcleo del conflicto. La devolución de los sentimientos recogidos en
mediación es aconsejable realizarla una vez creado un adecuado clima empático entre las partes.
La técnica del reflejo de contenido (total, parcial, o palabras clave) recoge el contenido de los hechos. Al que no tiene
experiencia le puede parecer inútil o inadecuado, repetir lo que la persona nos transmite. Pero, analizándolo bien, la respuesta
empática es el resultado de un proceso activo que requiere una gran atención. Supone concentrarse intensamente en la persona,
en lo que dice, poniéndose en su lugar para ver las cosas desde su punto de vista.
Clarificación, explicitar, aclarar el mensaje que la persona envía, ayudándole a seleccionar o eliminar opciones, por ejemplo:
¿Siente pena o culpa? Sería una pregunta clarificadora.
Resumen, para cerrar entrevistas dejando una síntesis de los contenidos, sentimientos y tareas propuestas así como para
introducir el tema tangencial de la intervención.
Confrontación, permitir la exploración de alternativas, no abandonando el mediador el hilo conductor de la escucha activa, por
ejemplo: ¿Seguro que no siente nada?
Paráfrasis, en esta técnica se refleja lo que la persona “hace con su vida”, la escucha se realiza sobre la conducta global de la
persona: ¿Por qué no se permite ser feliz?
Parafraseo, expresiones que vienen a confirmar a la persona que pide ayuda que el profesional le sigue y le escucha: ¡ah, ah!
¡Hum!, etc.
Estas técnicas, no se reducen a repetir las palabras, conceptos y sentimientos que las personas traen a mediación. Exigen del
mediador una concentración en el mundo fenoménico del cliente, en donde reside la causa principal de su desajuste psicológico,
y una búsqueda activa de sus sentimientos básicos y de los significados implícitos en los mismos. En este tipo de preguntas lo
importante es el vínculo creado y las técnicas son vehículos o instrumentos al servicio del mismo
Preguntas circulares. Con este tipo de preguntas el mediador crea un circuito de interacción entre los entrevistados, los cuales
perciben una causalidad circular en los hechos presentados que no crean otros tipos de preguntas. El éxito en este logro depende
de la capacidad de dirigir la entrevista por el mediador, basándose en las retroacciones que la familia lleva a mediación, donde se
les debe solicitar información en términos de relación, y por lo tanto, en términos de diferencia y de cambio”. Las preguntas circulares
se realizan sobre un circuito que engloba a todos los miembros de la familia. El mediador pregunta a un miembro de la familia
sobre la interacción de otros dos. La información es recibida tanto por el mediador como por la pareja o por todas las personas
convocadas, los cuales comienzan a percibir una nueva causalidad, esa causalidad se percibe como circular y se desecha la
causalidad lineal, donde solo una persona es la responsable de lo que sucede. Efecto que se puede valorar en la siguiente imagen
donde el mediador dirige la pregunta a una persona para que esta perciba que está dentro de la secuencia de otras personas y
donde todo sucede por la interacción de las partes.
• Acciones- retroacciones a la acción: ¿Qué hace papá cuando mamá riñe a tu hermano por hacer algo mal? ¿Qué hace su
mujer cuando usted está enfadado?
• Retroacciones a las retroacciones: ¿Qué hace tu hermano cuando le riñe mamá en lugar de papá? También se utilizan para
investigar acerca de las interacciones, al mostrar la interacción entre las partes, por ejemplo: ¿Qué hizo usted cuando se dio
cuenta de que ella iba a retirarse?
• Sobre el contexto: ¿Tu hermano responde igual cuando le riñe mamá que cuando le riñen en la escuela?, ¿su mujer es igual
en el trabajo que en casa?
• Tiempo (antes - ahora - después): Para que las partes se den cuenta de que las cosas ocurren, que integran procesos, que
no son eventos que están fijados, clavados, sino que siempre se están construyendo y reconstruyendo, que están en una
secuencia que incluye el pasado, el presente y el futuro. Son muy útiles para modificar las historias. ¿Mamá castigaba antes igual
37
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
que ahora? ¿Qué pasó antes de...? ¿Qué piensas que puede pasar después de...?
• Historias (argumentos-temas-personajes-roles): ¿Qué cuenta mamá de cuando ella era pequeña y le castigaban sus
padres? ¿Qué historia les ha contado a sus hijos sobre los motivos de su matrimonio?
• Pautas: ¿Qué hace mamá exactamente para castigar a tu hermano a diferencia de cuando te castiga a ti?, se le pregunta a
la esposa: ¿Qué hace su marido con su madre a diferencia de lo que hace con usted?
• Relaciones: En un comienzo fueron utilizadas para preguntar a una de las personas presentes acerca de la relación entre
otras dos. Por ejemplo, se le pregunta al padre ¿cómo ve la relación entre su mujer y su hija? No es necesario que todas las
personas estén presentes para obtener esta información.
Son muy útiles para realizar clasificaciones, y que las partes se den cuenta de que no existen “cosas en sí” como nuestro
lenguaje nos lo hace creer, sino que todo es parte de relaciones, y que en nuestros relatos, generalmente, uno de los términos ha
sido eliminado. Las preguntas circulares se pueden realizar sobre el sentir, el pensar y el hacer de las personas. Solamente
después de haber obtenido un cuadro articulado de las relaciones en la familia nuclear, ampliaremos el interrogatorio a las
relaciones con las familias de origen de los padres, preguntando cuidadosamente sobre las relaciones entre abuelos y nietos,
atendiéndose siempre a las modalidades expuestas antes, para la recogida de información.
1. Preguntas Presuposicionales: Son preguntas que co crean un futuro diferente, pues durante minutos se traslada a la persona que
ha solicitado mediación, a una nueva percepción futura que ella construye y visualiza como “real”, la cual permanece en su mente
como una nueva realidad a su alcance y donde el problema ha quedado resuelto.
El mediador dirige la atención de la persona hacia esa realidad futura que ayuda a resolver las dificultades del presente. Están
indicadas para visualizar los cambios y excepciones, ayudan a convencer de la inevitabilidad del cambio, descubren nuevos
objetivos de las personas y co crean con éstas una realidad futura libre de problemas, algunos ejemplos de estas preguntas
serían:
¿Cómo imagina que será dentro de un año la relación con su marido, después de la separación cuándo ambos han
conseguido una vida estable de nuevo?;
Supongamos que nos encontramos dentro de un mes...y se han cumplido los objetivos que deseas: ¿qué medidas me dirías que
has tomado?, ¿qué habrá cambiado en tu situación?,
¿en qué consistiría ese pequeño progreso?
Este tipo de preguntas están dirigidas a co-crear con la persona entrevistada toda clase de detalles hasta que viva por si misma
esa realidad. Existen diferentes modalidades de preguntas que trabajan con las suposiciones y motivación de la persona, 10 entre
ellas están:
Preguntas acerca del “por qué ahora”. Desde este tipo, no se pregunta sobre el problema sino desde donde se intenta el
cambio. Por ejemplo: ¿Qué les gustaría cambiar primero?,
¿Qué te trae hoy (ahora) por aquí? ¿Qué te gustaría cambiar hoy?
Preguntas centradas en la excepción. Las excepciones toman la forma de pensamientos, creencias, sentimientos y pautas
útiles de conducta que ayudan al mediado a librarse de mortificaciones que le ocasionan el conflicto. Estas excepciones
amplificadas sirven de bloques para construir la solución. Como se aprecian en el siguiente ejemplo: Usted me ha dado una muy
buena descripción del problema..., pero necesito saber qué ocurre cuando no se presenta ese problema. ¿Hay algo más que ella
puede hacer o haya hecho por ti para ayudarte cuando...? ¿Qué cosas distintas está haciendo...con respecto a su ex-marido?
¿Cómo se le ocurrió semejante idea? ¿Qué tendrá que suceder para que esta excepción en...se produzca con más frecuencia?
Las preguntas sobre la explicación y la re descripción únicas. Están indicadas para asistir a la familia en la co-autoría de
nuevas historias sobre sí misma y sobre sus relaciones, que se oponen a las historias dominantes que la han estado oprimiendo.
Inducen a los mediados a encontrar sentido a las excepciones significativas, vinculándolas con pautas de interacción particulares o
con una serie de acontecimientos ocurridos en un determinado tiempo y lugar, como se puede ver en el siguiente caso: ¿Qué te
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
dijiste a ti mismo en el momento de la separación para decidir “voy a ser una persona diferente cuando este proceso haya
terminado? ¿Cómo se las arregló para dar un paso tan importante y “resolver” la situación?
¿Qué se dijo a sí mismo cuando se propuso tomar una medida de tal naturaleza? ¿Qué le dice esto acerca de sí mismo que es
importante que usted sepa?, ¿Hasta qué punto la nueva imagen de sí mismo ha cambiado la percepción que tenía de su persona?
La secuencia de la pregunta por el milagro. Tiene el fin de desplazar rápidamente a las personas a una realidad futura exenta de
problemas. Es útil para determinar objetivos accesibles a la mediación y obtener por parte de la persona, una descripción
detallada de lo que sería el resultado ideal a la solución de su problema. Logra que las partes describan un cuadro detallado de
cómo serán los cambios producidos por el milagro en cada contexto donde ellos interactúan y, además, que personas
importantes en su vida advierten tales diferencias de conducta, después de ocurrido el milagro. Por ejemplo: Supongan que
ustedes... regresan a casa esta noche y mientras duermen se produce un milagro y este problema está resuelto. ¿Por qué dirían,
a la mañana siguiente, que se ha producido un milagro?,
¿Qué cosas son diferentes entre ustedes?, ¿Cómo lo han logrado?, ¿Qué otras cosas pue- den ser distintas entre ustedes?,
¿Quién se sorprende más cuando ustedes hacen esto?,
¿Quién es el siguiente en sorprenderse?, Si yo fuese su perro...y observara que hacen...
¿Qué cosas vería yo, que hacen juntos?,… ¿Creen que este milagro lo pueden conseguir en pequeña medida ustedes mismos? Las
parejas en proceso de separación pueden ser más pesimistas y no responden bien a la pregunta por el milagro, entonces se
cambia de táctica y se refleja su postura pesimista: ¿Por qué las cosas no están peor?, ¿Qué es lo que usted y otras personas están
haciendo para que la situación no empeore?, y en el momento de afloración de recursos volver con: ¿Cómo se les ocurrió
semejante idea? Si a pesar de ello se mantiene la secuencia pesimista. Lo más sensato es conectarse con la propia parte en su
propio nivel: ¿Qué cree usted que pasará si las cosas no mejoran?, ¿Qué ocurrirá entonces?, ¿Quién sufrirá más? ¿Quién se
sentirá peor?
Preguntas por la escala. Constituye una herramienta para determinar y mantener claro el foco durante el curso de la
mediación. Una vez que la persona ha identificado y calificado la situación problemática en una escala del 1 al 10, la tarea consiste
en negociar con las personas lo que tendría que hacer cada una de las partes, para obtener al menos medio punto o un punto
entero en la escala al cabo de una semana. Sirven para medir el nivel de confianza del cliente en cuanto a la posibilidad de
resolver su problema. Por ejemplo:
¿Cómo se calificaría en una escala de 1 a 10, en donde el 10 significa tener absoluta con- fianza en la solución del problema? A
continuación se les pregunta que harán para obtener una puntuación más alta. Y entonces la respuesta se transforma en el
objetivo.
Preguntas por el porcentaje. Permiten enfocar con claridad y medir cuantitativamente los progresos producidos. También
pueden abrir camino a nuevas posibilidades: ¿Qué porcentaje de su tiempo libre puede utilizar en el cuidado de sus hijos? ¿Qué
porcentaje de tiempo...les pide...que se hagan responsables de él?
Preguntas para exteriorizar el problema. En personas muy refractarias al cambio, que no responden bien a las preguntas
centradas en la solución. El conflicto familiar se exterioriza como un estilo, una carrera o una pauta problemática, o bien se lo
objetiva como un tirano. Al exteriorizar el problema, es necesario emplear cuidadosamente el lenguaje y el sistema de creencias
familiares con que se alude al conflicto. (Ejemplo: Familia cuya pauta de interacción eran las acusaciones mutuas, el problema no
son las personas sino la conducta, “la acusación mutua”…). La exteriorización del problema tiene los siguientes efectos: Disminuye
los conflictos improductivos entre las personas incluyendo las disputas acerca de quién es el responsable del problema. Hace más
manejable el problema y motiva a su solución, pues está fuera de la persona. Reduce el sentimiento de fracaso que suele producir
la persistencia del problema, a pesar de los esfuerzos por resolverlo. Facilita la cooperación mutua. Las personas se unen para
luchar contra el conflicto y librarse de la influencia que ejerce en sus vidas y en sus relaciones. Ofrece nuevas posibilidades para que
las personas tomen medidas positivas y protejan su vida y sus relaciones del problema y de su influencia. Libera a las personas a fin
de que puedan adoptar un enfoque más frívolo, más práctico y menos opresivo de los problemas “terriblemente serios”. Ofrece
opciones que permiten dialogar y no solamente monologar sobre el problema.
Preguntas centradas en el futuro. Las preguntas centradas en el futuro son particularmente útiles en los casos crónicos de
familias “refractarias” al cambio y atadas al pasado. Promueven el ensayo de nuevas soluciones, sugieren acciones alternativas,
fomentan el aprendizaje, descartan las ideas de determinación y son aplicables al modelo de cambio:
¿Qué clase de cambios veré?... Piensa que has encontrado el trabajo deseado ¿Qué haces?, ¿Cómo has conseguido
ascender?,…Piense que ha pasado un año desde su separación y que su vida ha vuelto a la estabilidad ¿Cómo se ve? ¿Qué hace?
¿Qué celebra con el padre de sus hijos?...
Preguntas conversacionales. Resultan especialmente eficaces para personas muy traumatizadas y refractarias al cambio que ya
han tenido múltiples experiencias de fracaso. Además de aquellas en las que existen secretos y se hallan involucrados otros
profesionales de la ayuda. Admiten varias respuestas y se elaboran desde la posición de “no saber”, induce con frecuencia a
revelar “lo no dicho aún”, como podemos ver en el siguiente ejemplo: Si yo me ocupara de una familia como la suya, ¿qué me
aconseja que haga para ayudarla?,… Si hubiera una pregunta que desearas que yo te formulase ¿Cuál sería?,… Si hubiera algún
problema en la familia al que aún no nos hemos referido ¿cuál sería?, ¿A qué miembro de la familia le resultaría más difícil hablar
de ello?
Preguntas para consolidar el cambio. Quieren consolidar el cambio efectuado y evitar que se vuelva a interacciones
anteriores. Por ejemplo, ¿qué tendrías que hacer para que estos cambios continúen?, o ¿qué tendrías que hacer para sufrir un
39
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
retroceso?
Las preguntas presuposicionales se apoyan en el constructivismo. Trasladan a las personas a situaciones futuras, fijando nuevas
historias, nuevos relatos y recuerdos. Eliminan ciertos desgarros internos, creando una nueva identidad que se retoca de forma
sucesiva, dando consistencia a un nuevo sentimiento, otorgando nueva significación... incluso la representación del mundo
fenomenológico de la persona, y aun nuestra propia identidad, no se corresponden con una descripción estática pues da origen a
una historia viva.
La intervención está enfocada hacia las posibilidades de desarrollo de la persona. Los cambios vendrán determinados por la
estructura de la persona y la interacción con el mediador. La expectativa es que el diálogo establecido puede hacer surgir una
historia nueva, como se puede apreciar en el siguiente relato de autor anónimo:
8. PARA FINALIZAR
El conocimiento y uso de este modelo puede hacer que los mediadores estén suficientemente especializados para asegurar que
aquellos que acudan a mediación puedan crear nuevas historias donde se “reconozca la mariposa en el gusano” y estar en “su
mundo” de manera más amable. Las técnicas presentadas en este modelo son utilizadas indistintamente por diferentes profesionales
que tienen como objetivo conseguir el “empowerment” de la persona, puesto que no existen prohibiciones que limiten el uso de
las técnicas a una determinada profesión
1
Cobb, Sara (2004, Junio) Extraído 30 de abril de 2007 desde http://www.barcelona2004.org/esp/actua- lidad/noticias/html/f042663.htm.
2
COOB, S : “Una perspectiva narrativa en mediación “, en Nuevas direcciones en mediación , coord. FOL- GER, JOSEPH P. y JONES, TRICIA S. Paidós. Mediación nº 7.
Buenos Aires. 1997. pp. 89 y 100.
3
Apuntes Seminario teórico-práctico sobre “Mediación familiar: “La transformación de narrativas conflic- tivas””, impartido por Sara Cobb en Madrid los días 24 y
25 de Marzo de 2000
4
MARKUS, MIRIAM: “La narrativa en las mediaciones Acerca de las intervenciones del mediador”. Extraído 30 de abril de 2007 desde
http://www.geocities.com/~suares/Publicaciones/NarrativaMiriam.htm
5
CORNELIUS, HELENA y FAIRE, HOSANNA: “Tú ganas yo gano. Como resolver conflictos creativa- mente y disfrutar con las soluciones”. Gaia. 1998. Madrid,
pp. 96
6
Idem
7
SUARES, MARINES “Mediación. Conducción de disputas, comunicación y técnicas. Paidós Mediación 4. Buenos Aires. 1996. 249-255
8 O´DONNELL R., « La escucha>, en (PANGRAZZI A., [ed])
9 Citado por MARROQUÍN, M., La relación de ayuda en Robert R.. Carkhuff, Mensajero, Bilbao, 1982,
pp. l09-110.
10
SELEKMAN, MATTEW: “Abrir caminos para el cambio. Soluciones de terapia brece para adolescentes con problemas”. Gedisa. Barcelona.1996. pp 65-86
LECTURA 4
Modos de abordar los conflictos.
Métodos adversariales y no adversariales
Nociones básicas sobre el conflicto
Los conflictos son inherentes al ser humano, surgen de la interacción entre las personas y tienen signo neutro, ya
que en sí mismos no son ni positivos ni negativos, de hecho, dependiendo del tratamiento que le demos a la
situación conflictiva, esta puede escalar en su nivel de violencia o representar una oportunidad de aprendizaje en la
construcción de nuevas formas de relacionarnos.
Podemos inferir, entonces, que si el conflicto no es ni bueno ni malo en sí mismo, el problema son las respuestas
que tenemos ante él. Lo que sí debemos hacer es analizarlo y comprenderlo, pues es el primer paso hacia una
gestión positiva.
Nuestras actitudes frente al conflicto surgen, en gran medida, de nuestras creencias, supuestos y experiencias de
vida.
40
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Por lo tanto, la clave no está en su eliminación, sino en su regulación de forma no violenta. Se trata de encauzarlo,
reconducirlo, para lograr resultados constructivos.
41
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
En este esquema podemos observar que:
• En el juicio la importancia del rol de tercero es máximo y va disminuyendo. En la mediación ese rol está
representado por el mediador que solo es un guía y conductor del proceso. Y el punto mínimo del rol del tercero
se alcanza en la comunicación directa entre las partes.
• El control de los actores sobre la situación problemática es mínima en el juicio y el arbitraje, mientras que va
creciendo en la medida que las partes pueden ser protagonistas de la resolución de sus propios conflictos
• La satisfacción de los actores será mayor en un esquema que aspira a que todos ganen que en uno pensado en
que uno gane y otro pierda, como generalmente ocurre en los juicios.
• La comunicación directa solo puede lograrse en espacios que privilegian el diálogo y la colaboración y no en
aquellos que están mediatizados por esquemas rígidos y formales como en los juicios.
• La relación entre las partes en los juicios es mínima, ya que estos métodos no privilegian esa relación. En
cambio en los métodos no adversariales como la mediación ese es uno de los objetivos que tenemos que lograr.
42
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
El método de resolución de conflictos que vamos a elegir para abordar el conflicto tiene que ver con:
Especialidades de la mediación
Según el contexto en el que se desarrolla y las personas que intervienen, adquiere distintos nombres y tiene
diferentes abordajes:
• comunitaria;
• escolar;
• familiar;
• organizacional;
• judicial;
• penal;
• penitenciaria;
• internacional.
Ubicamos a la mediación comunitaria dentro de los métodos colaborativos y desde el enfoque de la cultura de paz.
Sabemos que la paz no es solo la ausencia de conflictos, sino que está conformada por una complejidad de elementos,
pues no podemos concebir la vida en sociedad sin conflictos. El desafío es cómo los definimos y clasificamos, cómo los
abordamos desde las distintas disciplinas, y en particular desde la mediación, y cuáles son aquellos conflictos que la
mediación comunitaria puede gestionar y con qué metodología lo hace.
Referencias
Gaia Education. (s. f.). ¿Qué es facilitación? Recuperado de
http://cv.uoc.edu/web/~mcooperacion/aulas/gaia_esp/Social/Facilitacion/ QueEsFacilitacion.html
Nató, A., Rodríguez Querejazu, G., y Carbajal, L. (2006). Mediación Comunitaria. Conflictos en el escenario social urbano.
Buenos Aires: Universidad.
Cuadros conceptuales video módulo 1
43
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
En la constitución de Expresando profunda preocupación por la
las Organizaciones persistencia y la proliferación de la violencia y
Unidas para la los conflictos en diversas partes del mundo
Educación, la Ciencia y
la cultura se declara
que “puesto que las
guerras nacen en la
Organización de las mente de los
Naciones Unidas
hombres donde
para la Educación,
la Ciencia y la
deben erigirse los
Cultura baluartes de la paz”
44
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
MÓDULO 2
LECTURA 5
El conflicto como factor positivo en las
relaciones humanas
En general, cuando pensamos en conflicto, viene a nuestra mente una situación de connotación negativa. ¿Es
posible pensar el conflicto como factor positivo en las relaciones humanas? Creemos que sí lo es, ya que vamos a
abordar el conflicto como una situación que no es ni negativa ni positiva en sí misma, pero que potencialmente
puede dar lugar a cambios positivos en las relaciones.
“…Pensaremos el conflicto con signo neutro, aclarando que desde la Mediación apuntamos a transformar las
connotaciones negativas que pudiera presentar” (Nató, Rodríguez Querejazu y Carbajal, 2006, p. 77).
Si a partir del abordaje de una situación conflictiva podemos aprender a construir relaciones más saludables, al
conocer más elementos para manejar las problemáticas cotidianas de manera no violenta y comprender que cada
persona tienen una percepción diferente del mismo problema, podemos empezar a respetar al otro con sus
diferencias y si comprendemos que solo abordando los conflictos de manera pacífica lograremos acercarnos a
conformar sociedades más pacíficas e integradas, entonces el conflicto sí es un factor positivo en las relaciones
humanas.
Marines Suarez (1996) realiza otra lectura del conflicto y lo piensa como un proceso, donde interactúan dos o más
personas y entre las cuales la interacción es antagónica, y ese mismo antagonismo sería el potenciador y el
dinamizador de las relaciones humanas.
En las narrativas de las partes vemos una y otra vez que hay una historia, un antes de la situación que hoy los
enfrenta. Ignorar o evitar atravesar el conflicto haría que esas personas se distanciaran o se relacionaran de desde la
confrontación por siempre. En la oportunidad de abordar el conflicto está también la posibilidad de dinamizar la
relación y mejorarla (Suarez ,1996).
Pensamos en las diferencias, la diversidad, los distintos puntos de vista, la posibilidad de integrar diferentes miradas,
culturas e historias como factores positivos; por eso el conflicto y su abordaje nos parecen una oportunidad de
aprendizaje.
Para que exista conflicto debe haber algún tipo de antagonismo entre las partes respecto de los intereses o
necesidades, pues no toda divergencia implica un conflicto. Desde la mediación abordamos los conflictos en
profundidad, aquellos que están latentes y subyacen a un problema manifiesto, pues si solo damos solución al
problema, volverá a aparecer, pues puede tratarse de una manifestación o un síntoma de un conflicto más profundo
y que solamente podremos abordar a partir de establecer canales de comunicación entre las partes y utilizando las
herramientas que nos permiten analizar las causas del conflicto.
El conflicto es un fenómeno complejo que brinda una oportunidad de aprendizaje.
Para poder enfrentar los conflictos es importante conocer acerca de su complejidad, qué condiciones favorecen su
aparición, qué elementos están presentes y con qué herramientas podemos contar para tratar de resolverlos.
Algunas situaciones que dan posibilidad al surgimiento del conflicto en las relaciones entre las personas son:
• Incompatibilidad de intereses.
• Derivadas de la ecuación satisfactores finitos infinitos deseos.
• Debilidad de imaginarios colectivos en los integrantes de la sociedad.
• Escasez de respeto mutuo.
• Exigua capacidad de reconocimiento de la diferencia por parte de una sociedad o de sus integrantes.
• Desapego a la ley o a las normas.
• Representaciones sociales negativas.
• Disfuncionalidad de la comunicación.
• Cuestiones alrededor del poder (Nató et al., 2006).
La incompatibilidad de intereses supone que las aspiraciones de las partes no pueden ser satisfechas al mismo
45
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
tiempo.
Con respecto a los satisfactores infinitos finitos deseos, el conflicto aparece cuando las personas no pueden acceder
o se ven privados de elementos que son básicos para la satisfacción de sus deseos y deben luchar por eso en la vida
cotidiana.
La poca aceptación de las diferencias se refiere más puntualmente a la mayor o menor posibilidad de aceptación
de las diferencias que tenga una sociedad, de aceptar otras culturas y otras maneras de ver y pensar, otros valores y
creencias más allá de las conocidas. Creer que la cultura propia es la única posible y válida anula de por si la
posibilidad de aceptar otros parámetros socioculturales.
Bauman (en Nató et al., 2006) explica que “consideran al otro” (minorías étnicas, religiosas o socioculturalmente
diferentes) como un sujeto o grupo socialmente problemático y, de manera más general, con estilos de vida extraños
o desviados, o directamente como “anormal” (p. 81).
Es muy difícil pensar en una sociedad plural sin aceptar al otro o lo otro como diferente.
En relación al apego a la ley, se refiere a los mecanismos de control que han encontrado las sociedades y que les
permitiría regular o ejercer control sobre el conflicto.
Según Susan Sontag (en Nató et al., 2006), “en el centro de las esperanzas y de la sensibilidad ética modernas está la
convicción de que la guerra, aunque inevitable, es una aberración. De que la paz, si bien inalcanzable, es la norma.
Desde luego, no es así como se ha considerado la guerra a lo largo de la historia. La guerra ha sido la norma, y la paz
la excepción...” (p. 82).
Es necesario que tomemos responsabilidad y protagonismo en la forma de tramitar nuestros conflictos y no ser solo
espectadores pasivos de lo que ocurre en nuestras sociedades y comunidades.
Pensamos en la mediación como un espacio donde podemos tratar las diferencias y las divergencias, reconociendo
al otro, y colaborar en la construcción de la trama social, del diálogo con otras conciencias y también con el mundo.
Como proceso de transformación de las personas y sus relaciones, tiene un enorme potencial, porque a decir de
Baruch Bush y Folger (2006), hay dos efectos muy importantes a lograr en la mediación: el reconocimiento y la
revalorización.
El reconocimiento supone entender y aceptar que las partes están frente a un conflicto y reconocer que hay
un otro que también tiene problemas.
La revalorización apunta a la recuperación del valor de las personas, de su capacidad y potencia para
afrontar los problemas de su cotidianeidad.
Cuando ambos componentes están presentes en la mediación, es posible usar los conflictos como oportunidades de
crecimiento en lo moral y cumplir con el objetivo transformador de la mediación (Baruch Bush y Folger, 2006).
Referencias
Nató, A., Rodríguez Querejazu, M. G., y Carbajal, L. (2006). Mediación Comunitaria. Conflictos en el escenario social urbano.
Buenos Aires: Universidad.
Baruch Bush, R. A., y Folger, J. P. (2006). La promesa de la mediación: cómo afrontar el conflicto a través del fortalecimiento
propio y el reconocimiento de los otros. Buenos Aires: Granica.
Suarez, M. (1996). Mediación. Conducción de disputas, comunicación y técnicas. Buenos Aires: Paidós.
Lectura complementaria
Educar en y para el conflicto
Paco Cascón Soriano
(Miembro del seminario de educación, Asociacón Pro-Derechos Humanos)
(Sugerencia de la cátedra: leer desde la página 1 a la 11)
En los últimos años, la educación para la paz (EP) se ha ido centrando cada vez más en el tema de educar en y para la
resolución no violenta de los conflictos. Los motivos son diversos. Por un lado, otros sectores y ONGs han ido
trabajando de forma importante algunos de los temas que ésta incluía e incluye (coeducación, educación para el desarrollo,
ecología, etc.). Por otro lado, es uno de los temas más específicos que concretan la EP en sentido positivo y en el que el
planteamiento no violento puede hacer aportaciones más novedosas. Además, es un elemento diferenciador con respecto a
las corrientes más intimistas de EP que entienden la paz como un estar bien consigo mismo, una no-guerra o un no-
conflicto.
Últimamente se rechaza la violencia directa como modelo, pero sin embargo, se desconocen opciones alternativas para
46
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
enfrentar los conflictos. Eso lleva a que, a pesar de ese rechazo, la violencia siga siendo la forma en que se enfrentan,
cuando no se recurre a otras posturas igualmente negativas como la sumisión o la evasión, la cual es todavía mucho más
habitual.
La Educación para la Paz va a plantear como un reto educar en y para el conflicto. Y este reto se va a concretar en temas
tan importantes como:
Descubrir la perspectiva positiva del conflicto. Verlo como una forma de transformar la sociedad y las
relaciones humanas hacia mayores cotas de justicia. Descubrir que los conflictos son una oportunidad
educativa, una oportunidad para aprender a construir otro tipo de relaciones, así como para prepararnos para
la vida, aprendiendo a hacer valer y respetar nuestros derechos de una manera no violenta.
Aprender a analizar los conflictos y a descubrir su complejidad. Dar pautas tanto al profesorado como a
padres/madres y al alumnado para que tengan herramientas que les ayuden a enfrentar y resolver los
conflictos en los que nos vemos inmersos cotidianamente.
Encontrar soluciones que nos permitan enfrentar los conflictos sin violencia, sin destruir a una de las partes y
con la fuerza necesaria para llegar a soluciones en las que todos y todas ganemos, y podamos satisfacer
nuestras necesidades. Desarrollar la agresividad no violenta, la asertividad, así como descubrir las bases del
poder tanto propio como ajeno serán algunas pistas.
Educar para el conflicto supone aprender a analizarlos y resolverlos, tanto a nivel micro (los conflictos interpersonales
en nuestros ámbitos más cercanos: clase, casa, barrio,…), como a nivel macro (conflictos sociales, internacionales,…).
En el nuevo siglo, aprender a resolver conflictos de manera justa y no violenta es todo un reto que la educación para la
paz no puede ni quiere soslayar. Pero, ¿qué entendemos por conflicto?
47
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
violenta”. Esto conlleva comprender qué es el conflicto y conocer sus componentes, así como desarrollar actitudes y
estrategias para resolverlo.
Entendemos por resolver los conflictos, a diferencia de manejarlos o gestionarlos, el proceso que nos lleva a
abordarlos, hasta llegar a descubrir y resolver las causas profundas que lo originaron. No obstante, la resolución de un
conflicto no implica que a continuación no surjan otros. En la medida que estamos vivos y seguimos interaccionando y
creciendo, seguirán apareciendo conflictos que nos darán oportunidades para avanzar o retroceder, según cómo los
enfrentemos y resolvamos.
Por tanto, desde la educación para la paz vemos el conflicto como algo positivo e ineludible que debe ser centro de
nuestro trabajo. Para ello trabajaremos con aquellos conflictos que cotidianamente tenemos más cerca
(interpersonales, intragrupales, etc.) en lo que llamamos microanálisis, y con los grandes conflictos (sociales,
comunitarios, internacionales,…) en lo que llamaremos macroanálisis.
En las primeras edades nos quedaremos fundamentalmente en el ámbito del microanálisis y las relaciones
interpersonales, mientras que en los cursos superiores, sin descuidar este aspecto, trabajaremos cada vez más los
conflictos sociales e internacionales.
El objetivo principal no es que el profesorado aprenda a resolver los conflictos de los alumnos y alumnas, sino trabajar
con ellos para que aprendan a resolverlos por sí mismos, convirtiendo esa resolución no sólo en un éxito presente, sino
en un aprendizaje para otras situaciones que se les darán en la vida cotidiana.
En los pseudo conflictos, aunque puede llegar a haber tono de pelea, sin embargo, lo que no hay es problema
(tal y como lo hemos definido anteriormente) aunque las partes pueden creer que sí. Se trata casi siempre de una
cuestión de malentendidos, desconfianza y mala comunicación. La forma de enfrentarlo será justamente
mejorar la confianza y la comunicación para que las partes puedan descubrir que no hay problema, que ambas
pueden satisfacer sus necesidades o intereses.
En los conflictos latentes, normalmente no hay tono de pelea, ya que una o ambas partes no perciben la
contraposición de intereses/necesidades o valores, o no son capaces de enfrentarlos (bien por falta de fuerza,
de conciencia,…), sin embargo, existen. Es muy habitual en la vida cotidiana y en el marco educativo encontrarnos
con que hay conflictos, pero que éstos no se abordan, no se enfrentan o ni siquiera se reconocen como tales
porque no han explotado, porque no hay pelea o violencia. Eso hará que sigan creciendo hasta explotar y
llevará a que tomemos como costumbre enfrentar los conflictos en su peor momento, cuando ya se han hecho
tremendamente grandes, inmanejables y han destruido relaciones, personas, etc.
PRIMERA FASE
Tiene su origen en las necesidades (económicas, ideológicas,
biológicas)
SEGUNDA FASE
FASES del Cuando las necesidades de una parte chocan con las de la
proceso otra, cuando las convertimos en antagónicas, surge el
problema.
49
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
OBJETIVOS
COMPETICIÓN COOPERACIÓN
Yo gano – tu pierdes Yo gano – tu ganas
COMPROMISO
(Negociación)
La relación no es muy importante
La relación es muy importante
EVASIÓN SUMISIÓN
La evasión (pierdo/pierdes): ni los objetivos ni la relación salen bien parados, no se consiguen ninguno de los
dos. No enfrentamos los conflictos, metemos “la cabeza debajo del ala”, por miedo o por pensar que se
resolverán por sí solos. No obstante, como dijimos anteriormente los conflictos tienen su propia dinámica y una
vez iniciada no se para por sí sola
La cooperación (gano/ganas): en este modelo conseguir los propios objetivos es muy importante, pero la
relación también. Tiene mucho que ver con algo muy intrínseco a la filosofía “no violenta”: el fin y los medios
tienen que ser coherentes. Es el modelo hacia el que vamos a intentar encaminar el proceso educativo. Es un
modelo en el que sólo sirven soluciones gano-ganas, se trata de que todos y todas ganemos. Cooperar no es
acomodarse, no puede ser renunciar a aquello que nos es fundamental. Sin ceder se puede llegar a negociar, de
hecho hay que aprender a NO ceder en lo fundamental. Otra cosa diferente es que se puede ceder en lo que es
menos importante.
La negociación: llegar a la cooperación plena es muy difícil, por ello se plantea otro modelo en el que se trata de
que ambas partes ganen en lo fundamental, ya que no pueden llegar al 100%. Hay gente que cuando habla de
negociación, en realidad está pensando en una mera táctica del modelo de la competición. Si una de las dos
partes no se va con la sensación de que ha ganado lo fundamental, no estamos en este modelo, sino en el de la
competición a en la acomodación.
Ninguna de estas actitudes podemos decir que se den, habitualmente, de una forma pura y única en ninguna situación
ni persona. Tampoco es nuestra intención plantear que haya algunas actitudes malas y otras buenas para toda
situación. EI propio esquema da algunas pistas sobre ello. En circunstancias donde lo que está en juego no tiene mucha
importancia para nosotros y con quien está en juego es con alguien que apenas conocemos y con quien no tenemos casi
relación, probablemente la mejor opción sea algo que en principio nos podría parecer muy negativo, como es el evitar el
conflicto. Hay que recordar un principio básico en casi todo, el de “economía”. Tenemos unas energías limitadas y entrar
en un conflicto significa invertir muchas energías. Hay que valorar por tanto en cuáles merece la pena meterse.
Sin embargo, este esquema también nos plantea algo muy importante y es que cuánto más importantes sean los
objetivos y la relación, más importante será aprender a cooperar. En esas circunstancias los modelos pierdo-ganas y
gano-pierdes, a corto y medio plazo NO servirán y nos llevarán a una situación en la que todos y todas perdamos.
Un ejemplo podría ser el de la toma de decisiones por mayorías ajustadas en un claustro. El grupo que pierde la
votación no se irá especialmente contento. Si esto ocurre a menudo, normalmente, lo que acabará ocurriendo es que
el grupo que perdió haga una de estas dos cosas (a cada cual peor): que ponga obstáculos para que NO se lleve a efecto
lo decidido o que se vayan inhibiendo de las responsabilidades y tareas del centro.
Aprender a cooperar será un tema importante a trabajar y especialmente en la actualidad, en la que desde muchas
partes el mensaje de la competitividad (no el de ser competente) es el único que se escucha. Esto implica dar
alternativas a todos los niveles: metodología de aprendizaje, juegos y deportes, formas de incentivar,…
En todo conflicto, de alguna manera y paradójicamente, las partes cooperan pero, generalmente, para destruirse. Se
trata de aprender que la que puede parecer la mejor estrategia individual puede ser la peor estrategia colectiva.
Aprender que con quien tenemos un conflicto no tiene por qué ser nuestro enemigo y que la mejor alternativa puede
ser no competir con él, sino colaborar juntos para resolverlo de la manera más satisfactoria para ambos. El gran reto es
empezar a hacer ver a las partes que cooperar es mejor, ya no sólo desde el punto de vista ético, sino también desde el
50
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
punto de vista de la eficacia.
Formas de intervenir:
Para educar en el conflicto, habrá que buscar espacios en los que profesorado y alumnado se preparen y desarrollen
herramientas que les permitan abordar y resolver los conflictos con mayor creatividad y satisfacción.
Nuestra idea es trabajar con los propios conflictos del marco educativo y de su entorno. No hay que esperar a que
estallen, queremos trabajarlos en sus primeros estadios o incluso antes de que se produzcan, para que así, en un clima
menos crispado, con tiempo y sin apasionamientos, podamos aprender a analizarlos y desarrollemos ideas creativas de
resolución que nos permitirán enfrentarlos mejor cuando surjan. Uno de los problemas con el que nos encontramos a la
hora de abordar un conflicto es que respondemos de forma inmediata (acción-reacción) y nos faltan referentes de cómo
enfrentarlo de una manera diferente a la violenta. Si buscamos espacios para trabajar con ellos y desarrollar ideas de
resolución “novio lenta”, será más fácil que cuando éstos se den, nos surjan estas ideas de forma tan espontánea, como
ahora nos surgen las violentas o destructivas. Aprender a detenernos, analizarlos y responder de forma constructiva va a
ser la principal tarea de la educación en el conflicto.
Para ello hay muchos espacios posibles. Podemos trabajar buscando algunas horas en la propia clase, en horas de la
función tutorial, en el patio-recreo o dentro de un programa específico o crédito de resolución de conflictos y mediación
en el centro, dando pleno sentido a las comisiones de convivencia (a veces cambiamos el nombre de comisión de
disciplina por el de comisión de convivencia, pero no cambiamos sus funciones y propuestas),...
Desde la educación para la paz trabajamos el conflicto principalmente en tres niveles consecutivos y uno paralelo:
“provención”, negociación, mediación y acción “no violenta”, En las primeras edades, el trabajo de educar en el
conflicto casi ocupará todo su tiempo en el nivel de la provención, mientras que en los mayores será un primer paso
para avanzar y trabajar en los otros dos niveles.
En la provención y la negociación son las propias personas involucradas en el conflicto
quienes tratan de solucionarlo. En la mediación se recurre a una tercera parte que
ayudará en el proceso. En cualquiera de los casos, la educación para la paz no excluye, en
situaciones de fuerte desequilibrio de poder, el empleo de los métodos de acción “no
violenta”, Se trata de aprender a usar la fuerza y la agresividad “no violenta”, aquella que
va encaminada a afirmarte, a desarrollar la asertividad, a luchar por tus derechos,
respetando a la persona que tienes enfrente.
LECTURA 6
Tipos, niveles, causas y actitudes frente al
conflicto
Clasificar los conflictos es un proceso de complejidad, dado que la clasificación a la que arribaremos dependerá del
elemento en el que nos basemos. Pero debemos tener en cuenta que en cada conflicto debemos identificar:
• Las personas: los actores, entre quiénes se desarrolla el conflicto, quiénes están involucrados, y también
quiénes podrían colaborar o incidir en su solución.
• El proceso del conflicto: sería la historia del conflicto, cómo se desarrolló o se desarrolla, los intentos de
solución que se implementaron, cómo fue la comunicación entre las partes.
• El problema: el conflicto, como diría Lederach (1989), forma un todo con la estructura y la dinámica del
problema. El núcleo del conflicto son las diferencias de intereses y necesidades, las distintas concepciones
en la manera de abordarlo, cómo tomar una decisión, cómo se reparten los recursos. Para resolver el
conflicto debemos prestar atención a cuál fue la base del problema, qué intereses, deseos, necesidades
tiene cada parte y cuál es la posición que tienen frente a esto.
Según Moore (1994), encontramos cinco tipos de conflictos en relación a sus causas:
Los conflictos de relación: Se ocasionan por causa un cúmulo de emociones negativas, falsas percepciones,
etiquetamientos o estereotipos, poca comunicación o nula y conductas de repetición y negativas. Dan lugar a
discusiones y enfrentamientos entre las personas y pueden producir una fuerte escalada del conflicto.
Los conflictos de información: Ocurren cuando la falta de información necesaria o correcta no está en manos de las
51
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
partes. No se ponen de acuerdo en que es lo relevante o tienen criterios opuestos.
Los conflictos de intereses: Se presentan cuando para la satisfacción de una parte es imprescindible que la otra parte
pierda su propia satisfacción de intereses o necesidades. Parecen o se perciben como incompatibles en este tipo
de conflictos lo que está en juego son intereses respecto de: dinero, recursos físicos, tiempo, etc.
Los conflictos estructurales: Son causados, en general, por la percepción de la desigualdad en cuanto a los recursos o
el poder, o en el control, hay una parte que sería o se percibiría como más privilegiada que otra. Por ejemplo entre el
jefe del sindicato y los empleados. Hay recursos limitados y posiciones divergentes.
Los conflictos de valores: Aquí entran en juego las creencias y ocurren cuando estas son incompatibles. Cuando lo
que unos consideran bueno o verdadero o justo es lo que tratan de imponer sobre los otros, cuando no hay
posibilidad de aceptar la divergencia y la diferencia. (http://news.psykia.com/content/los-conflictos-tipos).
Entender el tipo de conflicto al que nos enfrentamos nos será de utilidad a la hora de seleccionar qué tipo de técnica
podremos utilizar para su abordaje.
Ahora veremos los niveles de conflicto, quiénes son las personas o los actores implicados. Lewicki, Litterer,
Minton y Saunders (1994) los clasifican de la siguiente forma:
Conflicto intrapersonal o intrapsíquico: en este nivel el conflicto, como su nombre lo indica, ocurre dentro de la
psiquis del individuo. Surge a partir de que sus emociones, valores, impulsos, ideas, pensamientos, deseos entran en
contradicción unos con otros, generando mucho malestar y otro tipo de síntomas. Este campo es abordado por la
psicología.
Conflicto interpersonal: este tipo de conflicto ocurre entre las personas individuales: marido y mujer, jefe y
subordinado, amigos, etcétera. La mayoría de la teoría sobre negociación y mediación se refiere a la resolución de los
conflictos interpersonales.
Conflicto intragrupal: este tipo de conflicto se da al interior de los grupos: dentro de las familias, corporaciones,
clases, grupos deportivos, de estudio, etcétera. El abordaje aquí intenta resolver conflictos para que el grupo pueda
cumplir con los objetivos para los cuales se conformó como tal.
Conflicto intergrupal: aquí encontramos dos grupos en conflicto, como en una guerra o una disputa de países por
territorio, entre los sindicatos y los patrones. El abordaje de este tipo de conflictos requiere profesionales
mediadores altamente capacitados pues son de alta complejidad. (http://news.psykia.com/content/los-conflictos-
tipos)
Figura 1: Clasificación en función de la forma como se ha construido el conflicto según Barnett Pearce
Disputas Conflictos
incompatibles morales
• Incomparables
• Inconmensurables
• Las disputas incompatibles: frente al mismo tema, una parte está a favor y otra está en contra. Están de
acuerdo con el tema del conflicto, pero opinan distinto.
• Disputas morales: las partes están en desacuerdo tanto en el tema como así también en la manera de tratarlo.
A su vez, se dividen en:
a) Incomparables: en este tipo de conflictos las partes no se ponen de acuerdo sobre qué están
discutiendo. Uno discute sobre el precio de una casa y otro sobre el valor que esta tiene.
52
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
b) Inconmensurables: están de acuerdo con el tema, por ejemplo religión, pero se basan en principios o
creencias tan diferentes que es imposible llegar a algún acuerdo. Estos conflictos no son posibles de
mediar (Suarez, 1996).
Actitudes frente al conflicto
En este punto veremos cuáles son las actitudes, cómo reaccionamos cuando nos hallamos frente a una situación de
conflicto. Es importante conocer estas dinámicas para lograr identificarlas tanto en los demás como en nosotros
mismos. Como mediadores, de acuerdo a cuál sea la actitud de las partes, elegiremos las técnicas y herramientas
para que puedan lograr actitudes más colaborativas y menos confrontativas.
• Actitud competitiva: se sintetiza con el formato gano-pierdes. “Si yo obtengo lo que quiero, tú no lo puedes
obtener”. Cuando enfrentamos el conflicto de esta manera, no importa que tan lejos tengamos que llegar para
conseguir lo que queremos, lo único importante es el objeto de nuestro interés o nuestra necesidad. La
relación con el otro o como quede después no nos interesa. Es una actitud egoísta por lo que es muy difícil
incorporar la idea de que hay otro que también tiene intereses y necesidades.
• Actitud de acomodación: el formato de esta actitud es pierdo- ganas. Aquí las personas no logran defender
sus intereses, prefieren ceder ante la presión de la otra parte con tal de no sentirse mal o generar malestar.
Esta actitud puede ser potencialmente más destructiva pues las personas aguantan hasta el límite de sus
posibilidades, pero cuando el conflicto estalla puede ser ya de una magnitud muy difícil de manejar.
• Actitud de evasión: pierdes-pierdo. En este modelo las partes tratan de ignorar el conflicto, no lo enfrentan de
ninguna manera, quizás pensando en que ya se resolverá de manera espontánea. Detrás de esto puede estar
el miedo al enfrentamiento. En general, lo que vemos es que cuando el conflicto está allí, latente, tarde o
temprano habrá que abordarlo y cuanto antes sea, mejor para que las relaciones no se hallen muy
deterioradas a la hora de poder trabajar.
• Actitud cooperativa: Aquí es gano-ganas. Esta actitud es la que tratamos de potenciar en la mediación y la que
nos ayudará a conformar sociedades más pacíficas. Ya que aquí lo importante es conseguir lo que queremos y
necesitamos, pero también conservar la relación. No es ceder, no es evitar; es tratar de ceder en aquello que
no es tan importante. Para ello es necesario negociar.
• Actitud de negociación: aquí se trata de que las dos partes ganen en lo que resulta fundamental para ellos, sin
que ninguna tenga que perder en lo que cree que es esencial, lograr un equilibrio entre los intereses y
necesidades de ambas, para que ambas perciban que todos ganan en esta situación (Cascón Soriano, s. f.).
Figura 2: Las actitudes frente al conflicto
Los objetivos son muy importantes
+
Cooperación
Competencia GANO - GANAS
GANO - PIERDES .
Compromiso
NEGOCIACIÓN
- Evasión
PIERDO - PIERDES
Sumisión
PIERDO - GANAS +
53
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Sabemos que, como en todas las cosas, estas actitudes o modelos de actuar frente al conflicto no son puras o
exclusivas, sino que pueden darse en diferentes proporciones o combinaciones. Lo que sí se desprende del gráfico y
de todo lo que hemos dicho es que si la relación y los objetivos son más importantes, la actitud debe ser de
cooperación y de negociación. En la competencia prima la individualidad y, muchas veces, una resolución individual
puede ir en detrimento de una solución más colectiva.
Aquí presentamos una serie de preguntas que podemos realizarnos a la hora de analizar un conflicto:
• Identificarlo: ¿Cuál es el conflicto?
• Historia: ¿Cuándo comenzó? ¿De qué manera se desarrolla?
¿Cuáles son los hechos más destacados? ¿Qué han realizado hasta hoy?
• Actores: ¿Quiénes están directamente implicados? ¿Quiénes están involucrados indirectamente? ¿Existen ahora
o pueden existir alianzas, coaliciones entre las personas o grupos? ¿Entre quiénes? ¿Por qué?
• Recursos: ¿Qué tipo de bienes materiales o simbólicos están en juego entre los actores? Ejemplo: agua, tierra,
valores, poder, participación, prestigio, identidad, reconocimiento, deseos, otros
• Poder: ¿Qué condiciones de poder tiene cada uno de los actores respecto de los demás? ¿Cómo es la relación?
(igualdad,- desigualdad; simetría - asimetría) Alguna/as de las partes, ¿tiene poder suficiente para imponer a
otros su decisión?
• Problemas: ¿Cuáles son los problemas asociados al conflicto?
¿Qué es lo que quiere una parte y por qué lo quiere? Intereses y necesidades. ¿Qué es lo que quiere la otra parte
y por qué lo quiere? Intereses y necesidades
• Valores: ¿Qué valores puede identificar en la situación planteada y qué relevancia pueden tener en la gestión del
conflicto?
• Usos y costumbres : ¿Cuáles son los usos y costumbres de los actores involucrados en el conflicto
• Propuestas y contribuciones: ¿Qué proponen para resolver el conflicto? ¿Por qué sugieren esa solución en
particular? ¿Qué necesidades de los actores tomaría en cuenta y deberían estar incluidas en el acuerdo para que
éste resulte mutuamente satisfactorio? ( Nató y Rodríguez Querejazu, s/f) Diap.13-21, https://goo.gl/QkUB7L)
A la hora de analizar el conflicto que presentan las partes, conocer las clasificaciones nos permitirá tener en cuenta si
lo que está en juego son cuestiones de poder, valores o recursos en la relación entre los actores.
Referencias
Cascón Soriano, P. (s. f.). Educar en y para el conflicto. Recuperado de unesdoc.unesco.org/images/0013/001329/132945s.pdf
Nató, A., Rodríguez Querejazu, M. G. (s.f.) Análisis y manejo de conflictos en Bolivia UNIR-PNUD. Universidad NUR.
Recuperado de https://goo.gl/QkUB7L
Suarez, M. (1996). Mediación. Conducción de disputas, comunicación y técnicas. Escuela circular narrativa. Buenos Aires:
Paidós.
Herrero Benito, I, Fregenal Melgosa, P. (s/f) La estructura y dinámica del conflicto propuesta por Paul Lederach (1989)
https://es.scribd.com/document/338707518/La-estructura-y-dinamica-del- conflicto-p-docx
García.M. (s/f) Los conflictos Curso-Taller de HH de resolución de conflictos en el marco escolar- CUTC/GEUZ- Facultad de
Psicología Universidad del País Vasco.
Recuperado de http://news.psykia.com/
54
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
LECTURA 7
Los conflictos en la comunidad, conflictos
públicos y conflictos interculturales
Conflictos en la comunidad
Como explican Nato, Rodríguez Querejazu y Carbajal (2006), es a través del análisis de los distintos espacios
comunitarios como logramos una visión de los conflictos que en ellos se presentan y qué tipologías los favorecen.
Comprender y conocer las realidades concretas de las comunidades hace que seamos más efectivos a la hora de
intervenir en pos de aportar a la construcción de la buena convivencia.
Conflictos
en la Conflictos
comunidad públicos
Conflictos
interculturales
Conflictos en la comunidad
Son aquellos que ocurren en una comunidad determinada, donde las personas tienen proximidad y vínculos muy
estrechos y donde, muchas veces, existen relaciones de interdependencia entre sus miembros. Se dan entre
personas que, en general, comparten una cultura, un idioma, costumbres, una ubicación geográfica y por ello,
tienen un gran sentido de pertenencia. Aquí es muy importante trabajar en mediación con un modelo que apunte a
la transformación de las relaciones y a su prevalencia, puesto que las personas de la comunidad que presenta
situaciones conflictivas deben seguir conviviendo a diario.
Estas relaciones en la comunidad pueden ser de vecindad o estar vinculadas con ámbitos institucionales o con
organizaciones de la sociedad civil, familiares o urbanas.
En la conformación del conflicto influyen tanto factores personales como situacionales y culturales.
55
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Fuente: adaptado de Nato et al., 2006.
Personales
Situacionales Culturales
Necesitamos hacer una correcta evaluación de los recursos con que contamos en la comunidad a la hora de realizar
algún abordaje. Tendremos en cuenta las redes sociales que allí se encuentren y cuan densas ellas son, el tipo de
relación que mantienen los integrantes y el contexto donde los conflictos se estén desarrollando.
Particularmente en las relaciones de vecindad o urbanas, observamos que las situaciones conflictivas se producen
de igual manera en contexto con más o menos densidad poblacional y con más o menos recursos económicos,
sociales y culturales. Lo que sí se observa es el alto grado de contenido emocional que está presente y esto es lógico
debido a la gran interacción que tienen las personas en la comunidad.
Estos conflictos pueden ser a su vez públicos o culturales.
Los conflictos comunitarios están atravesados por la conflictividad en el escenario social y urbano. Cada vez se
construyen más muros que nos separan a unos de otros y eso produce ruptura de los lazos sociales. Se vivencia o
percibe una sensación de gran inseguridad que nos ha llevado a establecer barrios cerrados y privados, lo que
simbólicamente también nos habla de una exclusión del otro.
Entre los múltiples conflictos que podemos identificar en las comunidades y barrios más o menos poblados y de
diferentes clases sociales, encontramos:
• Cuestiones edilicias referidas a medianeras, pérdidas de agua, filtraciones y cuestiones referidas a la vida en
edificios en general.
• Aspectos relacionados con el código de edificación urbana, qué es lo que se puede o no construir, cuántos
pisos, a qué distancia de la vereda, dónde se puede construir y dónde no, aspectos relacionados con la
conservación histórica de algunos edificios, etcétera.
• Todo lo referente a los árboles, ya sea en la vereda o el espacio público pero que perjudica a uno u otro
vecino, como así también aquellos que se encuentran cercanos a medianeras, que han crecido
desproporcionadamente o que cuando fueron plantados, la urbanización era diferente a la de hoy y no se
previó ese tipo de problemas.
• Los problemas de consorcio, como ser expensas, mantenimiento de los edificios, arreglos generales, etcétera.
• Relaciones de convivencia: aquí podemos encontrar todo tipo de situaciones problemáticas en relación al no
respeto por el otro de distintas formas: invasión sonora o visual, discriminación, expresiones violentas, olores
desagradables, etcétera.
• Uso de los espacios comunes, ya sean pasillos o aéreas de patio, o terrazas.
• Tenencia de animales domésticos: por los ladridos del perro o porque hace sus necesidades en espacios
comunes que afectan a otros, porque no están atados o con bozal y pueden ser percibidos como peligrosos,
etcétera.
• Problemas de comunicación que produce malentendidos entre las personas.
• Uso del espacio público, como veredas o plazas.
• Asentamientos ilegales de personas que no hallan donde vivir y se instalan en terrenos que suelen estar
vacíos, pero que forman parte del espacio público.
• Usurpación de viviendas por personas que no tienen dónde vivir.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Esta clasificación se ajusta a las problemáticas más comunes con las que solemos encontrarnos en los centros de
mediación comunitaria.
La mediación es el instrumento idóneo para abordar los conflictos que se suscitan en el ámbito comunitario y ejercer
acciones en pos de la resolución de los conflictos dentro de la comunidad. Nos da la posibilidad de construir lazos
entre las personas y brindar un espacio para la resolución de conflictos en el marco del diálogo y la colaboración,
procurando así una vida comunitaria más placentera y satisfactoria (Nato, Rodríguez Querejazu y Carbajal, 2006).
Conflictos públicos
Son aquellos en los que están involucrados dos o más sectores: entes gubernamentales, no gubernamentales,
actores sociales o individuos, instituciones como la Iglesia, la escuela, comercios, etcétera. En general, afectan a
gran grupo de personas y suelen ser prolongados en el tiempo.
En el contexto latinoamericano en general observamos que las protestas sociales en pos de reivindicaciones
sociales económicas y políticas vienen generando un escenario de crecientes inestabilidad de los procesos
democráticos. Del mismo modo, estos sucesos han generado rupturas en el tejido social, fragmentación y
desagregación social y urbana constituyendo un rasgo característico de nuestras sociedades (Nato et al., 2006).
Por qué si legislamos una y otra vez, si nos atiborramos de leyes, decretos, ordenanzas y resoluciones, nuestra
sociedad se encuentra cada vez más desorganizada. Y por qué insistimos en creer que las leyes nos darán el
resultado tan ansiado. (Nato et al., 2006, p. 121).
El espacio público es aquel donde la sociedad civil puede encontrar sus propios mecanismos de regulación y de
expresión y así ejercer su derecho ciudadano. Es preciso investigar no solamente de qué manera se manifiestan estas
situaciones críticas y cómo se tramitan, sino también cómo y en qué condiciones se producen los conflictos sociales
en el espacio público.
Tanto la exclusión como la expulsión de los ciudadanos, fruto de la desatención del Estado y de una sociedad que
prefiere mirar hacia otro lado, configuran cada vez más escenarios de violencia.
Debemos tramitar las demandas sociales como parte de un ejercicio de participación ciudadana, ya que de ello
dependerá la capacidad de generar espacios de diálogo y de interlocución, aun en situaciones de asimetría tanto
social como económica o cultural o con desequilibrios en el poder (Nato et al., 2006).
Conflictos interculturales
Son conflictos basados en diferencias culturales presentes en interior de la misma comunidad. Surgen a causa de
las distintas identidades, diversidades religiosas y culturales y también por la desigualdad social imperante en
nuestras sociedades. En Latinoamérica en particular, la pobreza, la marginalidad y las desigualdades son causa de
muchos de los conflictos interculturales. Estos conflictos no solo se dan a gran escala, como podemos ver en algunas
guerras, sino que están presentes en nuestro hacer cotidiano pues convivimos con personas que tienen otra manera
de vivir que es diferente y puede causar desagrado o molestias a otros. Muchos de ellos están sostenidos por
prejuicios, desconocimiento o miedo a lo diferente. En la posibilidad del diálogo y en estar abiertos a conocer y
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
poder cambiar representaciones o perspectivas está la clave para avanzar hacia una sociedad más integrada (Nato
et al., 2006).
Algunas de las dimensiones desde las cuales abordar la diversidad cultural son los conceptos de cultura e identidad.
La identidad puede estar referida a nociones asociadas con la afiliación, como la nación, la raza, la etnia, la clase, el
género, la religión, el estrato etario y otros. Sin embargo, hoy sabemos que estamos atravesados por una
multiplicidad de etnias, ya no podemos definirnos en base a la cultura donde hemos nacido, ya que en distintos
momentos de la vida podemos estar inmersos en una u otra y eso nos va modificando y vamos incorporando
aspectos de otras culturas.
Como afirma James Clifford (en Nato et al., 2006), “la identidad es coyuntural, no esencial” (p. 135).
Entre las diferencias que más comúnmente aparecen en la diversidad cultural encontramos:
• diferencias de moral sustantiva;
• diferencias religiosas, étnicas, de género, de edad;
• diferencias socioculturales;
• diferencias ideológicas;
• diferencias en las representaciones que la gente hace de la convivencia.
La tolerancia como mecanismo para aceptar al otro o a lo otro no es suficiente, ya que en esa noción subyace la idea
de que es uno el que tolera y es superior al otro, el que es tolerado. Es necesario entonces dar un salto cualitativo
para pasar de la tolerancia al reconocimiento y propiciar una cultura del entendimiento.
Necesitamos construir un modelo de convivencia que nos permita abordar los conflictos teniendo en cuenta la
diversidad para generar modelos inclusivos. Un punto de partida fundamental para lograrlo es la educación (Nato et
al., 2006).
Multiculturalismo e interculturalismo
El multiculturalismo es la coexistencia de varias culturas al mismo tiempo.
El interculturalismo supone una interacción donde haya un enriquecimiento fruto de la diversidad cultural, implica
sumar, supone dar un paso más, ya que propone una sociedad abierta enriquecida por la diversidad cultural (Nato et
al., 2006).
La sociedad contemporánea debe organizarse alrededor del reconocimiento y de la legitimidad en la
pluralidad, y no en función de un orden social que proscriba, censure o excluya a grupos socioculturales de
la filiación que éstos sean. Solo así será posible construir una comunidad heterogénea, enriquecida por la
diversidad cultural. Sociedades, en definitiva, en las que el respeto a la identidad del otro y el
reconocimiento a su persona sean los canales hacia la integración. (Nato et al., 2006, p. 144).
Al decir de Nato et al. (2006), como mediadores, deberíamos pensar en la figura del mediador urbano como una
especificidad que puede intervenir en los múltiples conflictos urbanos que se presentan y expresan en el espacio
público.
Referencias
Nato, A., Rodríguez Querejazu, M. G., y Carbajal, L. (2006). Mediación Comunitaria.
Conflictos en el escenario social urbano. Buenos Aires: Universidad.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
LECTURA 8
Abordaje preventivo
Desde la etimología, la palabra prevenir significa antes de venir. Se trata entonces de anticiparse a una situación o
conflicto que va a ocurrir, de modo que si no es evitable, al menos podamos diseñar una estrategia de abordaje y
minimizar las consecuencias dañinas que pudiera ocasionar. Pero, como venimos viendo en las lecturas anteriores, el
conflicto es intrínseco a las relaciones humanas, es una oportunidad de aprendizaje y no es evitable, sino que
abogamos por su abordaje y su resolución.
Entonces, ¿de qué hablamos cuando hablamos de abordaje preventivo en mediación? Vamos a entender a la
prevención como la acción destinada a tratar de evitar la escalada del conflicto, que este se convierta en violento.
En la medida en que aprendamos cómo manejarlo entonces estaremos aprendiendo a enfrentarlo y trataremos de
trabajar con las causas que lo producen para lograr sociedades menos conflictivas y más pacíficas.
Se podría trabajar en este sentido a través de la educación, de la transformación de las condiciones socioculturales,
interviniendo en los conflictos antes de que lleguen a niveles críticos y poniendo a disposición de las personas
alternativas de resolución. También se pueden realizar acciones integrales.
Desde la prevención estos recursos o medios serían más o menos específicos; entonces hablamos de dos conceptos:
prevención inespecífica y prevención específica.
La prevención inespecífica tiene que ver con acciones generales como la educación para la paz, la promoción
de la salud social, la educación en valores, prevención de adicciones, promoción de centros sociales o
comunitarios, entre otros.
La prevención específica, por su parte, se propone objetivos puntuales. Se trata de anticiparse al
agravamiento o la agudización de una problemática ya instalada. Entre ellos encontramos: la gestión de
conflictos, la recomposición social postraumática, procesos de rehabilitación, atención a la emergencia,
contención de la violencia (Nato, Rodríguez Querejazu y Carbajal, 2006).
Debemos diseñar estrategias preventivas novedosas y creativas de abordaje de la conflictividad para prevenir la
escalada de violencia y para actuar en aquellas violencias que aún no se evidencian pero que están latentes en
nuestras sociedades. Una de esas estrategias que ha funcionado en Latinoamérica es la mediación comunitaria como
ámbito de gestión de los conflictos sociales y comunitarios. ¿Por qué? Porque la mediación comunitaria facilita
espacios de diálogo y participación social y comunitaria que pueden, además, involucrar al gobierno y a la sociedad
civil y así lograr verdaderos procesos de cambio y de trasformación social. Estos elementos son fundamentales para
trabajar en prevención de las violencias.
En Latinoamérica nos encontramos con sociedades altamente conflictivas y con instituciones que dan escasa
respuesta a esos conflictos. Es muy importante que las personas sepan a dónde pueden dirigirse y qué mecanismos
tienen para poder canalizar los conflictos, porque si no tienen accesibilidad al tratamiento de los conflictos, estos
cobran una dimensión cada vez más violenta.
En la siguiente cita vemos como desde la mediación comunitaria podemos trabajar en la prevención a través de
distintos mecanismos participativos y colectivos para generar espacios de diálogo y comunicación.
Cuando se realiza bajo un modelo comunitario o sea, en la comunidad, para la comunidad y, sobre todo, por la
comunidad la mediación promueve:
a. aprendizaje individual y colectivo acerca de las responsabilidades en cualquier situación, inclusive futura,
desarrollando la autonomía local;
b. desarrollo de habilidades individuales en problemas concretos que, una vez enfrentados colectivamente,
brindan un sentimiento de autorrealización individual y crecimiento de un sentido colectivo;
c. estimulación de la comunicación, construyendo respeto por las diferencias y neutralizando la enajenación
y el aislamiento;
d. espacios en los cuales los problemas locales puedan ser resueltos por medio de la identificación y
utilización de los recursos comunitarios; y
e. vehículo de resolución de disputas justo a los ojos de los participantes, respetando el potencial benéfico
del conflicto. (Falsarella Foley en Oalve, Strozenberg y Mosciatti, 2014, https://goo.gl/9fF2c1).
59
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Asimismo, clasificamos la prevención en tres niveles:
1. Primaria: aquí se intenta realizar un cambio en los valores y en la cultura que legitimó el uso de la
violencia en la resolución de conflictos. Tienen un papel fundamental el sector de la educación, las
familias, la sociedad, el sistema judicial y prácticamente toda la estructura social (Fernández Alonso y
Herrero Velázquez, 2003).
2. Secundaria: se intenta abordar los conflictos en su primera manifestación, o sea, de la manera más precoz
posible.
3. Terciaria: se refiere a la intervención una vez que el conflicto ya está instalado.
Referencias
Fernández Alonso, M.C., Herrero Velázquez, S. (2003) .Revista Clínica Electrónica en Atención Primaria. Art.12.
Recuperado de https://ddd.uab.cat/pub/rceap/rceap_a2007m3n12/rceap_a2007m3n12a2.pdf)
Nato, A., Rodríguez Querejazu, M. G., y Carbajal, L. (2006). Mediación Comunitaria. Conflictos en el escenario
social urbano. Buenos Aires: Universidad.
Nato, A., Rodríguez Querejazu, M.G. (s.f.) Mediate.com. Recuperado de
http://www.mediate.com/articles/transformacion_de_relaciones.cfm
Olave, R. M., Strozenberg, P., y Mosciatti, E. (2014). Guía de mediación comunitaria. Chile: ONU-HABITAT.
Recuperado de https://unhabitat.org/downloads/es/chile/guia_mediacion.pdf
Lectura complementaria
Educar en y para el conflicto
Paco Cascón Soriano
(Miembro del seminario de educación, Asociacón Pro-Derechos Humanos)
(Sugerencia de la cátedra: leer desde la página 11 a la 18.)
(En los últimos años, la educación para la paz se ha ido centrando cada vez más en el tema de educar en y para la
resolución no violenta de los conflictos.)
Suele hablarse de “prevención de los conflictos” para aludir a la necesidad de actuar antes de que exploten (crisis) y
se manifiesten en su forma más descarnada. No obstante, este término, en castellano, tiene connotaciones
negativas: no hacer frente al conflicto, evitarlo, no analizarlo, no dejar que aflore todo la que hay dentro, no ir a sus
causas profundas.
Hemos dicho que creemos que el conflicto es consustancial a las interacciones humanas, ineludible e incluso positivo
como una oportunidad para crecer. Todo ello nos lleva a no poder, ni querer, hablar de prevención de conflictos.
Mantenemos el término cuando nos referimos a la guerra, a los conflictos bélicos, o a cualquier otro tipo de
consecuencias destructivas. Es decir, seguiremos hablando de, por ejemplo, prevención de conflictos bélicos.
Sin embargo, por todos los motivos mencionados hablaremos de PROVENCIÓN (término usado por J. Burton) como
el proceso de intervención antes de la crisis que nos lleve a:
una explicación adecuada del conflicto, incluyendo su dimensión humana.
un conocimiento de los cambios estructurales necesarios para eliminar sus causas.
una promoción de condiciones que creen un clima adecuado y favorezcan unas relaciones cooperativas que
60
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
disminuyan el riesgo de nuevos estallidos, aprendiendo a tratar y solucionar las contradicciones antes de
que lleguen a convertirse en antagonismos.
En este sentido, la provención a nivel educativo va a significar intervenir en el conflicto cuando está en sus
primeros estadios, sin esperar a que llegue la fase de crisis. Se trata de favorecer y proveer de una serie de
habilidades y estrategias que nos permitan enfrentar mejor los conflictos.
- Calmar
RESOLUCIÓN DE - Analizar
CONFLICTOS
- Visualizar
- Buscar soluciones MEDIAR
Juegos VALORES
COOPERACIÓN Deportes
Danzas
Presentación
HACER ACTITUD
Conocimiento
DEL/A
GRUPO Aprecio
EDUCADOR/A
Confianza
Se trata en definitiva de poner en marcha un proceso que cree las bases para enfrentar cualquier disputa o
divergencia en el momento en que se produzca.
Hablamos de proceso porque el desarrollo de cada una de estas habilidades está apoyado en la anterior y porque
es fundamental que se trabajen de una forma planificada y sistemática si queremos que tengan efectividad.
En el cuadro podemos ver en la escalera de la izquierda los temas a trabajar con el alumnado y en la de la derecha
las implicaciones que tiene para el profesorado.
Trabajaremos los diferentes canales de comunicación y su importancia. Por un lado tenemos el canal verbal.
Es importante trabajar y observar cómo a pesar de ser el canal más utilizado y más exacto para uno de los
apartados de la comunicación, la transmisión del mensaje, sin embargo, puede crear muchas confusiones y
malentendidos. Aprender a establecer un código común, no dando nada por supuesto, sino verificando que
realmente nos estamos entendiendo y hablamos de lo mismo y/o entendemos de la misma forma las palabras
que estamos manejando. Todo esto será especialmente relevante en situaciones de conflicto.
A pesar de la importancia de la comunicación verbal, no hay que olvidarnos de los canales no verbales y de
cómo la comunicación no sólo tiene el aspecto de la información (el mensaje), sino también el aspecto
relacional que hace que un mismo mensaje se pueda interpretar de formas muy distintas. Son canales que nos
van a permitir mejor transmitir emociones, sentimientos,
... que muy habitualmente están detrás de las posiciones o posturas que tomamos en muchos conflictos.
Aprender a que haya una coherencia entre los dos aspectos de la comunicación (informativo y relacional) y
entre la que transmiten unos canales y otros, será fundamental. Si las palabras dicen una cosa y los canales no-
verbales dicen otra se pierde credibilidad y confianza. El mensaje no llega y se crea más conflicto y confusión.
También será muy importante trabajar la escucha activa. Se trata no sólo de escuchar sino hacer sentir a la
otra persona que me importa lo que dice, que es escuchada. Esto podemos hacerlo tanto verbalmente
(parafraseando empáticamente, verificando, haciendo preguntas aclaratorias,…) como no verbalmente, a
través de nuestras miradas, nuestra postura corporal, etc.
Trabajar los aspectos de la comunicación implica muchas más cosas: aprender a tomar y usar la palabra, a
expresarse, a respetar cuando la tiene otra persona, a poner en práctica técnicas que permitan un reparto
justo de la palabra, …
Toma de decisiones por consenso:
Todo lo dicho anteriormente hay que ponerlo en práctica aprendiendo a tomar decisiones consensuadas, de
forma igualitaria, participativa y no sexista. Ir más allá de las votaciones y las mayorías, y aprender a tomar
decisiones en las que todo el mundo haya tenido la oportunidad de expresarse y sienta que su opinión ha sido
tomada en cuenta en la decisión final. Para poder aprender esto hay que ponerlo en práctica, lo que supone
ceder parcelas de responsabilidad/poder y dar espacios para tomar decisiones. Como siempre con la idea de
proceso. Comenzaremos dando la oportunidad de tomar decisiones sobre temas sencillos, para poco a poco
dar la oportunidad de decidir sobre cosas cada vez más importantes. Se trata de recuperar o estimular las
asambleas de clase, un espacio para tomar la palabra y poner en práctica todo lo comentado.
Trabajar la cooperación:
Establecer un tipo de relaciones cooperativas que nos enseñen a enfrentar los conflictos entre todas las
partes, desde el descubrimiento de todas las percepciones y utilizando la fuerza de todos y todas en el objetivo
común. Técnicas que nos permitan descubrir e interiorizar que la diferencia es un valor y una fuente de
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
enriquecimiento mutuo. Que nos enseñen a descubrir los valores de la otra parte, que la veamos cómo alguien
con quien puedo colaborar, con quien puedo aprender y enseñar, y no como un enemigo a eliminar porque
piensa o es diferente a mí y puede llegar a convertirse en un obstáculo para mis fines. Desarrollar juegos
cooperativos, buscar formas de trabajo y aprendizaje cooperativo, encontrar alternativas al deporte y a los
juguetes competitivos, lograr estímulos educativos diferentes a los concursos y los premios,…
El trabajar la provención no significa, no obstante, que algunos o muchos conflictos sigan adelante en su proceso.
Por ello es importante este segundo paso, aprender a analizar, a negociar y a buscar soluciones creativas
mutuamente satisfactorias que permitan al alumnado aprender a resolver por ellos mismos sus conflictos.
Separar persona-proceso-problema:
El primer trabajo a realizar será el de aprender, tanto a la hora de analizar conflictos como a la hora de intervenir
en ellos, a separar y tratar de manera diferente los tres aspectos presentes en todo conflicto: las personas
involucradas, el proceso (la forma de abordarlo) y el problema/s (las necesidades o intereses antagónicos en
disputa).
Normalmente no separamos estos tres aspectos, siendo duros o blandos con todos ellos según que la actitud ante
los conflictos sea la competición o la sumisión, respectivamente. Si optamos por ser suaves, normalmente somos
sensibles a las personas, pero somos “flojos” a la hora de defender nuestros intereses con respecto al problema.
Por el contrario, si decidimos competir/atacar, somos fuertes en defender nuestros derechos, pero también somos
duros con (tra) la persona con la que tenemos la disputa.
Personalizamos los conflictos atacando a la persona más que al problema que ambas tenemos, lo cual nos lleva a
una escalada de ataques personales, en la que a veces hasta se olvida y se deja de lado el problema que originó el
conflicto, centrando todas las energías y tiempo en atacar a la otra parte en lugar de resolver el problema. Siempre
es la otra persona la que tiene el problema y de ahí sólo hay un paso a considerar que no es que la otra persona
tenga el problema, sino que ella es el problema.
Así, son muy habituales comentarios como: alumnos conflictivos, compañeros conflictivos,… lo mismo que es
habitual hablar de problemas de disciplina, en lugar de conflictos de convivencia o de relación.
Queremos separar los tres aspectos, intentando ser sensibles con las personas con las que tenemos un problema;
equitativos y participativos con el proceso, con la forma de abordarlo; y duros con el problema, con hacer valer
nuestras necesidades.
Por un lado, se trata de trabajar la confianza en sí mismo, la autoestima, la asertividad (capacidad de afirmar
nuestras propias ideas y posiciones) y sobre todo el apoderamiento, entendido como el proceso por el cual
descubrimos nuestras bases de poder e influencia. No se podrá hacer valer derechos o necesidades en un conflicto
si no se sabe reequilibrar el poder y por lo tanto, no enseñarlo, será tanto como educar para la sumisión y el
conformismo.
Por otro lado, también es importante descubrir cuáles son las bases del poder de quien, en una determinada
situación, está arriba. En muchas ocasiones, ese poder está basado en el sometimiento y colaboración de quien
está abajo, en su obediencia. Educar para la paz y para el conflicto significa por tanto educar para la
desobediencia. Estas palabras dan mucho miedo, sobre todo a perder la autoridad. Sin embargo, no es la
autoridad la que está en peligro sino el autoritarismo que, casi siempre, es justamente lo contrario. No se trata de
desobedecer de forma ciega, sino de ser conscientes de lo que hacemos y de por qué lo hacemos, pudiéndonos
negar a ello, argumentando el por qué, proponiendo alternativas y asumiendo las responsabilidades y
consecuencias de esa desobediencia. Se trata de educar para la responsabilidad. En palabras de Luther King
debemos enseñar que “colaborar con lo que está bien debe ser tan evidente como no colaborar con lo que está
mal”.
Lectura complementaria
Nuestras soluciones
ONU Mujeres trabaja para lograr la participación plena y equitativa de las mujeres en las negociaciones y los
procesos de paz formales e informales dirigidos a resolver conflictos. Nuestra organización actúa en distintos
ámbitos, entre ellos, la sensibilización, el desarrollo de las aptitudes de mediación y negociación de las mujeres
y la promoción de políticas y programas sensibles al género.
Equipadas con aptitudes de mediación para la paz y conocimientos sobre las garantías internacionales de
derechos humanos, gracias a ONU Mujeres, y aportando sus profundos conocimientos de los principios del
Islam, las organizaciones de mujeres musulmanas de Mindanao (Filipinas) se reunieron en 2011 por primera
vez con representantes del Frente Moro de Liberación Islámica. En los encuentros, debatieron sobre la
inclusión de disposiciones relativas a las mujeres en los proyectos de acuerdos de paz con el fin de resolver uno
64
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
de los conflictos más prolongados del mundo, que ya duraba casi cuatro décadas. A lo largo del diálogo, el
Frente dio un paso sin precedentes: nombró a dos mujeres para el grupo de paz que media en las
conversaciones con el Gobierno de Filipinas. Otras dos mujeres musulmanas se incorporaron al equipo de
negociación del Gobierno, una de las cuales era la directora de su dependencia jurídica. A finales de 2012 se
firmó un acuerdo histórico. Sus disposiciones incluyen garantías del derecho de la mujer a participar en la vida
política y a disfrutar de protección frente a cualquier forma de violencia.
En Kirguistán, ONU Mujeres utiliza la ayuda que recibe del Fondo para la Consolidación de la Paz de las
Naciones Unidas para prestar asistencia a los comités de paz constituidos por mujeres (redes de activistas que
utilizan la diplomacia, el diálogo y la mediación) con el fin de comprometer a las mujeres en las labores de
reconstrucción y consolidación de la paz en la región meridional del país. Estos comités vigilan de forma
continua las violaciones de los derechos de las mujeres y los riesgos de que se produzcan conflictos. En uno de
los casos llevaron a cabo campañas informativas a través de las cadenas de televisión locales para evitar la
difusión de rumores relacionados con la distribución de viviendas y las tensiones que, de no ser así, se habrían
desencadenado. Este tipo de diálogos fomentan la tolerancia y apoyan un objetivo más amplio: el de la
reconciliación nacional.
Como resultado de los cursos de mediación patrocinados por ONU Mujeres en África Occidental, las y los
participantes de Senegal crearon la Sala sobre la Situación Electoral de las Mujeres, de cara a las elecciones
presidenciales que se iban a celebrar a principios de 2012. La Sala sirvió para alertar de forma temprana sobre
los casos de violencia relacionados con las elecciones y para proteger a las mujeres, tanto durante la campaña
electoral como durante las votaciones. En la crisis que sufrió Malí en abril de 2012, las líderes capacitadas por
ONU Mujeres participaron en el diálogo sobre estabilización política que tuvo lugar en Uagadugú y lograron que
la declaración final de dicho diálogo mencionara la violencia de género.
En los procesos de mediación liderados por las Naciones Unidas, ONU Mujeres ofrece su experiencia a los
gobiernos, las organizaciones de las Naciones Unidas y los grupos de la sociedad civil para fomentar el liderazgo
de las mujeres. En 2011 se impartió capacitación sobre técnicas de mediación, negociación y promoción a más
de 200 expertas en paz y seguridad de 25 países. Gracias a la colaboración de nuestra organización con el
Departamento de Asuntos Políticos de las Naciones Unidas, el número de mujeres incluidas en la lista de
expertas/os mediadoras/es de las Naciones Unidas ha aumentado hasta situarse en un 36 por ciento en la
actualidad. De este modo se garantizó que las/os mediadoras/es y las partes en los recientes procesos de
negociación sobre Darfur y Somalia dispusieran de conocimientos especializados en materia de género.
En el marco de la Red Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre Acción Preventiva, ONU Mujeres colabora
con los equipos de las Naciones Unidas en los países para crear conciencia sobre la contribución de las mujeres
a la prevención de conflictos nacionales y comunitarios, incluso a través del intercambio de conocimientos para
informar los mecanismos de alerta temprana. Cuando Malawi se vio amenazado por un conflicto en 2011, ONU
Mujeres ayudó a mejorar la cohesión social en el seno de las comunidades y entre los diferentes grupos
sociales, utilizando técnicas de diálogo y negociación.
65
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Conflicto
Incompatibilidad de intereses
Derivadas de la ecuación “satisfactores finitos – infinitos deseos”.
Escasez de respeto mutuo.
Debilidad de imaginarios colectivos en los integrantes de la sociedad.
Exigua capacidad de “reconocimiento de la diferencia” por parte de una
sociedad y/o de sus integrantes.
Representantes sociales negativas.
Disfuncionalidad de la comunicación.
Cuestiones alrededor del poder
N
I
V
E
L
Competir Colaborar
D Enfrentar Desarrollar
E
C Acordar
O
M contemporizar
P
E Evitar Aceptar
T Contener Acomodarse
E
N
C Nivel de colaboración
I
A
Provención
Provenir significa proveer a las personas y a los grupos las aptitudes necesarias para afrontar un conflicto. La provención se diferencia de la
prevención de conflictos en qué su objetivo no es evitar el conflicto sino aprender cómo afrontarlo.
La provención debe trabajarse de forma gradual, desde los aspectos más superficiales a los más profundos de sí misma y de la relación con las
otras personas. Los niveles que trabajamos son:
Presentación Características básicas de las personas.
Conocimiento de sí misma y de las otras personas. Qué es el que tengo en común con la gente que me rodea.
Aprecio de una misma (autoestima) y hacia las demás personas (cómo demostrar el afecto)
Confianza en una misma y hacia las demás personas se trabaja en paralelo a la propia responsabilidad
Comunicación efectiva, diálogo, escucha activa, como evitar las dinámicas destructivas de la comunicación.
Cooperación . de grupo. Los beneficios de los comportamientos no competitivos
66
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
MÓDULO 3
Introducción al módulo 3
ACTIVIDAD DISPARADORA
Módulo 3
Ahora te propongo que veas la siguiente historieta:
Aquí vemos una situación cotidiana, donde alguien llega contento con una noticia y la otra persona responde de una
manera inesperada, o no comprende nuestro estado de ánimo, o percibe de manera diferente lo que estamos
diciendo.
Comparte con nosotros que te parece esta secuencia comunicacional:
1. Qué respuesta espera Mafalda frente a su alegría
2. Como responde Manolito desde lo gestual
3. Cómo reacciona Mafalda frente a la respuesta
1
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Lectura complementaria
PENSAMIENTO SISTÉMICO Y COMUNICACIÓN.
La Teoría de la comunicación humana de Paul Watzlawick como obra organizadora del pensamiento
sobre la dimensión interpersonal de la comunicación. (Watzlawick, Paul (et. al.). Teoría de la
comunicación humana. Interacciones, patologías y paradojas, 1ª Edición, Tiempo
Contemporáneo, Buenos Aires, 1971, 258 páginas. Traducción de Noemí Rosenblatt.) Marta Rizo García1
Resumen
Este texto presenta de forma sintética las aportaciones de la obra Teoría de la comunicación humana a la reflexión en
torno a la comunicación, desde una perspectiva constructivista y sistémica. En un primer momento se expone, a modo
de contexto, el trabajo general de la Escuela de Palo Alto, reconocida en el campo académico como principal
promotora del denominado enfoque sistémico en comunicación. Posteriormente se exponen las aportaciones
concretas de la obra referida, que permite complejizar el concepto de comunicación, visto como un fenómeno
sistémico que va mucho más allá de los medios, principal objeto de estudio de las ciencias de la comunicación. El texto
presenta, también, una reflexión en torno a la importancia de esta obra en el campo académico de la comunicación,
una explicación de por qué podemos considerar que Teoría de la comunicación humana es un libro organizador. Por
último, se presenta una reflexión personal en torno a la importancia de esta obra, así como un listado de recursos
bibliográficos en línea sobre la obra y sobre el enfoque sistémico de la Escuela de Palo Alto.
Palabras clave
Enfoque sistémico, Escuela de Palo Alto, comunicación humana, interacción, Paul Watzlawick
2
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
número mínimo de reglas, normas, convenciones. Estas reglas son las que, precisamente, permiten el
equilibrio del sistema.
Los tres principios apuntados en el párrafo anterior constituyen una de las principales aportaciones de la Escuela de
Palo Alto a la comprensión de la comunicación. En la obra clásica de Watzlawick, Beavin y Jackson, Teoría de la
comunicación humana (1971), se hace hincapié en estos principios básicos del sistema. La totalidad se explica
afirmando que “cada una de las partes de un sistema está relacionada de tal modo con las otras que un cambio en
una de ellas provoca un cambio en todas las demás y en el sistema total” (Watzlawick et. al., 1971, p. 120).
El principio de causalidad circular se explica a partir del concepto de retroalimentación, proveniente del enfoque
cibernético inaugurado por Norbert Wiener en 19483. Por último, el principio de regulación es nombrado a partir del
término equifinalidad, comprendido como el conjunto de elementos que dotan de estabilidad al sistema.
Todo lo anterior pone en evidencia que la comunicación, antes que nada, es un sistema abierto de interacciones.
De hecho, las primeras definiciones de comunicación apuntan a su vertiente interpersonal, relacional, más que a la
concepción mediada que ha prevalecido y dominado el pensamiento sobre comunicación a lo largo de su existencia
como campo académico. El predominio de los medios de difusión como centro de la reflexión oscurece las
aportaciones de todo lo concerniente al diálogo, al vínculo entre seres humanos, a la capacidad de éstos para
comunicarse consigo mismos, con los otros y con el entorno físico y simbólico en el que se desenvuelven.
II. Aportes e ideas básicas de la Teoría de la Comunicación Humana
Desde los años cincuenta, los investigadores de la llamada “Escuela de Palo Alto”, también conocida como “Colegio
Invisible”, dieron cuenta de las situaciones globales de interacción de las que participa el ser humano. Si bien
durante esa época el modelo lineal de la comunicación propuesto por Shannon y Weaver gozaba de una
posición dominante en la reflexión teórica sobre la comunicación, algunos investigadores norteamericanos trataron
de partir de cero en el estudio de los fenómenos comunicativos. Fue así como se pasó del modelo lineal al modelo
circular de la comunicación, enormemente influido por las ideas de la cibernética –de la que proviene el concepto de
feed-back o retroalimentación-4.
Teoría de la comunicación humana se publicó originalmente en 1967, en un momento en que a las aproximaciones
funcionalistas y críticas en comunicación se sumaron (como respuesta) los aportes del pensamiento sistémico
propuesto por la Escuela de Palo Alto, también conocida como Colegio Invisible.
Por oposición al modelo lineal de Shannon y Weaver, conocido también como el “Modelo telegráfico”, la propuesta
de la Escuela de Palo Alto se conoce, también, como “Modelo orquestal de la comunicación”. En palabras de Yves
Winkin (1982, p. 25), “el modelo orquestal, de hecho, vuelve a ver en la comunicación el fenómeno social que tan bien
expresaba el primer sentido de la palabra, tanto en francés como en inglés: la puesta en común, la participación, la
comunión”.
Para los representantes de Palo Alto, procedentes de disciplinas como la antropología (Gregory Bateson, Ray
Birdwhistell, Edward Hall), la sociología (Erving Goffman) y la psiquiatría (Paul Watzlawick, Don Jacskon), entre otras,
la investigación y reflexión sobre la comunicación sólo puede darse a partir de la formulación de la siguiente
pregunta:
¿Cuáles son, entre los millares de comportamientos corporalmente posibles, los que retiene la cultura para constituir
conjuntos significativos? Para hallar respuestas a esta interrogante, los investigadores del Colegio Invisible partieron,
en un primer momento, de tres consideraciones básicas:
1) La esencia de la comunicación reside en procesos de relación e interacción;
2) Todo comportamiento humano tiene un valor comunicativo; y
3) Los trastornos psíquicos reflejan perturbaciones de la comunicación.
La principal aportación de esta corriente de pensamiento es que “el concepto de comunicación incluye todos los
procesos a través de los cuales la gente se influye mutuamente” (Bateson y Ruesch, 1984). La comunicación fue
estudiada, por tanto, como un proceso permanente y de carácter holístico, como un todo integrado,
incomprensible sin el contexto en el que tiene lugar. La definición de comunicación que se puede extraer de la obra
de estos autores es común a todos los representantes de la Escuela de Palo Alto. En uno de los pasajes iniciales del
libro, Bateson y Ruesch (1984, p. 13) afirman que “la comunicación es la matriz en la que se encajan todas las
actividades humanas”. De ahí que este enfoque inaugure una forma de comprender la comunicación mucho más
3
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
amplia, superando el enfoque anterior y ubicando la reflexión sobre la comunicación en un marco holístico, como
fundamento de toda actividad humana.
Los denominados “Axiomas de la comunicación”5 ponen en evidencia las ideas anteriores.
1. Según Watzlawick, Beavin y Jackson (1971), es imposible no comunicar, por lo que en un sistema dado, todo
comportamiento de un miembro tiene un valor de mensaje para los demás;
2. en segundo lugar, en toda comunicación cabe distinguir entre aspectos de contenido o semánticos y
aspectos relacionales entre emisores y receptores;
3. como tercer elemento básico, los autores señalan que la definición de una interacción está siempre
condicionada por la puntuación de las secuencias de comunicación entre los participantes;
4. el cuarto axioma apunta a que la comunicación humana implica dos modalidades, la digital –lo que se dice-
y la analógica –cómo se dice-;
5. el quinto y último axioma establece que toda relación de comunicación es simétrica o complementaria,
según se base en la igualdad o en la diferencia de los agentes que participan en ella, respectivamente.
El planteamiento de estos axiomas rompe con la visión unidireccional o lineal de la comunicación. De alguna
manera, los axiomas marcan el inicio para comprender que la comunicación no es sólo cuestión de acciones y
reacciones; es algo más complejo, y debe pensarse desde un enfoque sistémico, a partir del concepto de
intercambio. Así entonces, “la comunicación en tanto que sistema no debe pues concebirse según el modelo
elemental de la acción y la reacción, por muy complejo que sea su enunciado. En tanto que sistema, hay que
comprenderla al nivel de un intercambio” (Birdwhistell, 1959, p. 104)6.
Los axiomas de la comunicación vienen a confirmar el modelo relacional, sistémico, que enmarca toda la reflexión
sobre los fenómenos comunicativos realizada desde la Escuela de Palo Alto. En una situación comunicativa, por
tanto, es la relación misma lo fundamental que hay que estudiar, más que las personas que están implicadas en ella.
De ahí que la interacción se erija como el centro del debate y como el objeto a atender antes que cualquier otro
elemento7.
Teoría de la comunicación humana consta de una introducción, siete capítulos y un epílogo. El orden de exposición
va de lo general a lo particular. Así, los primeros capítulos exponen los fundamentos generales de la comunicación
humana según la Escuela de Palo Alto, mientras que los tres últimos capítulos contienen ejemplos de análisis
concretos en los ámbitos de la literatura y la psicoterapia. Este último tema se encuentra desarrollado a partir de los
conceptos de comunicación patológica, paradoja y perturbaciones de la comunicación. El epílogo es una síntesis de
las ideas expuestas en los capítulos, así como una comparación entre la teoría de la comunicación humana
propuesta por la Escuela de Palo Alto, por un lado, y la perspectiva existencial sobre lo humano, por el otro.
Si hubiera que determinar qué parte de la obra es la más importante, sin duda se elegiría al segundo capítulo,
porque en él se exponen los denominados axiomas de la comunicación humana, esto es, los fundamentos de la
comunicación de los que partieron todos los estudios realizados desde la Escuela de Palo Alto.
También el cuarto capítulo es especialmente importante, ya que en él se exponen las características del sistema
interaccional, la propuesta teórica básica de la escuela.
Los últimos capítulos son más importantes para el ámbito de la psicoterapia y la psicología en general, aunque
también aportan numerosos conceptos e ideas para la comunicación.
La última afirmación nos conduce a poner de manifiesto que, si bien el texto que nos ocupa no ha sido
suficientemente estudiado en el campo de la comunicación8, sí ha sido de suma importancia en el campo de las
terapias. Partiendo del interés por estudiar las reglas que guían las diferentes formas de interacción social, las
aportaciones de Palo Alto –expuestas, sobre todo, en Teoría de la comunicación humana-, se han aplicado de forma
práctica al campo de las terapias sistémicas, donde cada interacción debe ser tratada –como promulgaba Palo Alto-
como un sistema abierto en intercambio de informaciones con su entorno. Por lo anterior, puede decirse que Teoría
de la comunicación humana es hoy un clásico dentro del campo de la terapia sistémica, pues permitió el abandono
del clásico análisis de los procesos psíquicos intra-individuales sustituyéndolo –o complementándolo- con el análisis
de los procesos de interacción-relación comunicacional. En otros términos, esta obra propició el tránsito del foco
centrado en la psique individual al foco centrado en el sistema interaccional.
4
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
III. La Teoría de la Comunicación humana en el contexto de la producción de Paul Watzlawick y los autores de la
Escuela de Palo Alto.
Watzlawick nació en Villach, Austria, en 1921. Estudió filosofía y sociología en Venecia y posteriormente hizo
prácticas en psicoterapia en el Instituto Carl Jung en Zurich, Suiza. En la década de los 60's se integró en el Mental
Research Institute de Palo Alto, en California. Fue en esta institución donde desarrolló su carrera académica. Además
de Teoría de la comunicación humana, escrita conjuntamente con Beavin y Jackson, algunas de las obras
fundamentales de Paul Watzlawick traducidas al español son las siguientes: Cambio, con John Weakland y Richard
Fisch, 1976; ¿Es real la realidad? , 1979; El Lenguaje del cambio, 1980; El arte de amargarse la vida, 1989; El arte del
cambio, con Giorgio Nardone, 1990; y La construcción del universo, con Marcelo R. Ceberio, 1998. En todas ellas, el
centro de atención se sitúa en el lenguaje y la comunicación desde una perspectiva constructivista-sistémica.
La trayectoria de producción bibliográfica de Watzlawick y otros autores de la Escuela de Palo Alto tiene un eje
conceptual central: la interacción. En la mayoría de los casos las obras de estos autores están enfocadas al ámbito de
las psicoterapias y de las terapias sistémicas, de ahí que la comunicación patológica y sus perturbaciones, objetivadas
en casos de enfermedades como la esquizofrenia, tomen especial relevancia dentro de la producción de la Escuela de
Palo Alto. Teoría de la comunicación humana es la suma de los trabajos realizados desde la Escuela de Palo Alto, ya
que en ella se recogen no sólo aspectos teóricos generales acerca de la pragmática de la comunicación humana, sino
que también se exponen análisis prácticos, de casos, que ilustran la teoría. Sobre los casos prácticos enmarcados en
el ámbito de la psicoterapia son, precisamente, las últimas obras del autor, quien falleció el 31 de marzo de 2007.
IV. La importancia del libro en el pensamiento comunicacional. Papel histórico y vigencia actual.
Pese a que el enfoque sistémico en comunicación no goza de una legitimidad absoluta en el campo académico de la
comunicación, donde hallamos mucha mayor presencia de los enfoques sociológicos críticos, culturalistas y
funcionalistas, puede decirse que Teoría de la comunicación humana es un clásico dentro de nuestro campo de
estudios. Y lo es, sobre todo, en el marco de la reflexión conceptual y teórica de la comunicación. Se trata de una de
las únicas obras cuyo objetivo fue construir una teoría de la comunicación humana, y ello es ya una novedad en el
contexto de un campo académico donde existe mucho más trabajo empírico que teórico. En Teoría de la
comunicación humana se delimita con claridad lo que se entiende por interacción comunicativa, fundamento básico
para las relaciones humanas. Además de ello, esta obra es importante porque establece un diálogo entre la ciencia
de la comunicación y otras disciplinas como la psicología y, dentro de ella, la psicoterapia y terapia sistémicas.
La presencia de esta obra fue notable sobre todo en los años setentas, cuando se dio el auge del enfoque
interaccionista y de la psicología social dentro de los estudios sobre comunicación. La consolidación de los estudios
sobre medios, así como la emergencia de los estudios culturales, ha ensombrecido la importancia de esta obra en el
campo académico de la comunicación. Una prueba de ello la encontramos en la escasa presencia de esta obra en la
bibliografía básica sobre comunicación. En el trabajo Cien libros hacia una comunicología posible (Galindo, Karam y
Rizo, 2005) se puso en evidencia que la interacción es la dimensión menos trabajada en el campo académico de la
comunicación, y que únicamente obras como las de Mead, Goffman y Watzlawick tienen como centro este objeto de
estudio
5
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
humana desde el enfoque interaccional sistémico. Por las particularidades de la historia del pensamiento
comunicacional, estas bases quedaron relegadas a un segundo plano en el campo de la comunicación, y fueron
mucho más tomadas en cuenta desde otros campos teóricos como la psicología y las ciencias cognitivas, y desde
campos prácticos como la terapia sistémica y, en general, todo el ámbito de las psicoterapias. En el contexto actual
se hace apremiante recuperar a la sistémica como un enfoque particularmente potente para ampliar los
conocimientos sobre los fenómenos comunicativos.
1 Doctora en Comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona. Coordinadora del Plantel Centro Histórico de la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Profesora-investigadora de la Academia de Comunicación y Cultura e
investigadora del Centro de Estudios Sobre la Ciudad de la misma institución. Investigadora Nacional Nivel I, del Sistema
Nacional de Investigadores del CONACYT. Miembro del Grupo hacia una Comunicología Posible (GUCOM), de la Asociación
Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC) y de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la
Comunicación (ALAIC). Es responsable del Programa de Servicio Social “Comunicación intercultural” de la UACM y
Coordinadora del Grupo de Investigación “Comunicación Intersubjetiva” de la AMIC. Co-autora de Cien libros hacia una
comunicología posible. Ensayos, reseñas y sistemas de información (2005), Apuntes didácticos para la elaboración de tesis
(2006), Comunicación, ciencia e historia. Fuentes científicas históricas hacia una comunicología posible (2008), Historia de la
Comunicología posible. Las fuentes de un pensamiento científico en construcción (2008), Manual de Comunicación
intercultural. Una introducción a sus conceptos, teorías y aplicaciones (2008), Nosotros y los otros. La comunicación humana
como fundamento de lo social (2009) y Sociología y Comunicología. Historias y posibilidades (2010); y autora de La
comunicación interpersonal. Introducción a sus aspectos teóricos, metodológicos y empíricos (2006 y 2009). Sus líneas de
investigación son: Comunicología y Teoría de la Comunicación, Filosofía y Epistemología de la Comunicación, Comunicación
intercultural, Comunicación y Ciudad, Pedagogía de la investigación en Comunicación. Correo electrónico: mrizog@yahoo.com
2 La comunicación puede entenderse como la interacción mediante la que gran parte de los seres vivos acoplan sus respectivas
conductas frente al entorno mediante la transmisión de mensajes, signos convenidos por el aprendizaje de códigos comunes.
También se ha concebido a la comunicación como el propio sistema de transmisión de mensajes o informaciones, entre personas
físicas o sociales, o de una de éstas a una población, a través de medios personalizados o de masas, mediante un código de signos
también convenido o fijado de forma arbitraria. Y más aún, el concepto de comunicación también comprende al sector
económico que aglutina las industrias de la información, de la publicidad, y de servicios de comunicación no publicitaria para
empresas e instituciones. Estas tres acepciones ponen en evidencia que nos encontramos, sin duda alguna, ante un término
polisémico.
3 La obra de Norbert Wiener que inaugura, de alguna forma, el enfoque cibernético es Cibernética, o el control y comunicación
en animales y máquinas (Barcelona, Tusquets, 1985).
4 De hecho, el feed-back o retroalimentación es el concepto que marca la diferencia entre ambos modelos de la comunicación.
El modelo lineal de Shannon y Weaver se fundamentaba, básicamente, en la relación unidireccional entre emisor, mensaje y
receptor. Con el modelo circular, por tanto, se vislumbra la posibilidad de la respuesta, que dota de circularidad y hace más
interactivo el proceso de comunicación.
5 Estas ideas son denominadas Axiomas porque su cumplimiento es indefectible, es decir, porque reflejan condiciones de hecho
en la comunicación humana, que nunca se hallan ausentes. El cumplimiento de dichos axiomas, por lo tanto, no puede, por
lógica, no verificarse.
6 Citado en Winkin (1982, p. 77).
7 Los tipos de interacción nos remiten a la diferencia establecida entre señales analógicas y señales digitales. Las primeras se
refieren a lo que se conoce como comunicación no verbal, esto es, a los gestos, las posturas, el paralenguaje, etc., a todo lo que
no remite a unos códigos concretos. Por su parte, las señales digitales están sujetas a palabras comprensibles a partir de un
código determinado, y serían lo que comúnmente se conoce como comunicación verbal, hablada. Junto a esta clasificación, la
Escuela de Palo Alto abordó la comunicación a partir de la distinción entre interacción simétrica y complementaria.
Suscribiendo a
Mucchielli (1998), esta distinción favorece la constitución de roles complementarios: por un lado el individuo sumiso favorece el
rol autoritario del que manda, y por el otro, ambos miembros pueden instaurar y mantener la igualdad de posiciones e
intercambian sus interacciones a modo de espejo.
8 De hecho, vale la pena mencionar que esta obra no fue escrita específicamente para y desde el campo de la comunicación. Más
bien, sus aportaciones fueron encaminadas a enriquecer los estudios sobre terapias sistémicas, y al campo de la psicología y la
psiquiatría en general. Ello, quizás, se explica porque el entorno en el que surgió la obra se caracterizó por el predominio –aún
existente- de los estudios sobre medios de difusión, y la comunicación humana en general era abordada por otros campos de
conocimiento distintos a la ciencia de la comunicación.
6
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
LECTURA 9
Teoría de la comunicación
Si el diálogo es el encuentro de los hombres para ser más, éste no puede realizarse en la desesperanza. Si los sujetos
del diálogo nada esperan de su quehacer, ya no puede haber diálogo. Su encuentro allí es vacío, estéril. Es
burocrático y fastidioso, finalmente no hay diálogo verdadero si no existe en sus sujetos un pensar verdadero. Pensar
crítico que, no aceptando la dicotomía mundo – hombres, reconoce entre ellos una inquebrantable solidaridad. Este
es un pensar que percibe a la realidad como un proceso, que la capta en constante devenir y no como algo estático.
Una tal forma de pensar no se dicotomiza a sí misma de la acción y se empapa permanentemente de temporalidad, a
cuyos riesgos no teme. (Freire en Cabria Mellace y Matamoro, 2016, https://goo.gl/GxyfrJ).
Los mensajes que emitimos no tienen tanto que ver con lo que decimos sino con cómo lo decimos, por eso es
importante considerar que la comunicación está conformada por el lenguaje corporal (posturas, gestos y contacto
visual), por el tono y las inflexiones de la voz y por el contenido. En este gráfico podemos observar qué porcentaje
representa cada uno de estos aspectos:
Figura 1: Componentes de la comunicación: Palabra 7%; Tono inflexiones 38%; Posturas corporales expresiones físicas
55%
En los procesos de mediación, Marines Suarez introduce el pasaje de una escucha activa a una observación activa,
ya que muchas veces lo que se dice con la palabra se desdice desde la postura corporal (Nato et al., 2006).
En algún momento pensamos que la comunicación era un proceso lineal y unidireccional, había un emisor, un canal y
un receptor, pero gracias a los trabajos de Palo Alto, donde se expresa ya que “es imposible no comunicar”, más los
aportes de la cibernética con la noción de feedback o retroalimentación, pasamos a comprender a la comunicación
desde otra perspectiva: hablaremos de un ciclo comunicacional cuyo modelo es circular y multidimensional (Nato el
at., 2006).
7
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Figura 2: Modelo tradicional de comunicación
Canal
Emisor Receptor
Casualidad lineal
Mensaje emitido – Mensaje recibido
La casualidad es circular
ACCIÓN + RETROACCIÓN + RETROACCIÓN A LA RETROACCIÓN =
INTERACCIÓN (acción recíproca)
Los antecedentes de este modelo están en los estudios acerca del feedback, teorías de la psicología social,
semiótica y otros. Aquí, a diferencia del modelo anterior, los sujetos se diferencian por su capacidad de comunicar y
producir sentido y no por su función. Son sujetos determinados por su historia y su contexto, sujetos socioculturales.
El proceso comunicacional es como un movimiento de danza donde lo que un sujeto haga define lo que hace el otro,
es un juego donde ambas partes se transforman y se determinan, como en un círculo. Se trata de una red: la
comunicación es un entrelazamiento entre situaciones y posiciones. La información se coproduce entre todos los
integrantes del proceso comunicacional y el entorno es constitucional y no perturbador como en el modelo anterior.
En toda comunicación hay, principalmente, una relación, un encuentro (Aguado Terrón, 2004).
Asimismo, para comprender el fenómeno comunicacional los aportes de Paul Watzlawick han sido fundamentales.
8
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Estos son:
• Axioma I: no es posible no comunicarse. Significa que toda conducta es a su vez comunicación. Tanto
una acción como una no acción comunican y por lo tanto, transmiten significado.
• Axioma II: toda comunicación tiene un aspecto de contenido y un aspecto relacional, donde el
segundo califica al primero y es por ende, una meta comunicación. Aquí el nivel de relación encuadra
al nivel de contenido, es una comunicación sobre la comunicación.
• Axioma III: la naturaleza de una relación depende de la puntuación de las secuencias de
comunicación entre los comunicantes. Hay puntos significativos, reacciones que se observan en la
comunicación, y esos hechos afectan al significado y la interpretación global de mensaje.
• Axioma IV: los seres humanos se comunican tanto digital como analógicamente. La comunicación
digital cuenta con una sintaxis lógica sumamente compleja y poderosa, pero carece de una semántica
adecuada en el campo de la relación, mientras que el lenguaje analógico tiene una semántica pero no
una sintaxis adecuada para la definición inequívoca de la naturaleza de las relaciones. En la
comunicación digital lo importante es el contenido y en la analógica, la relación.
• Axioma V: todos los intercambios comunicacionales son simétricos o complementarios, según estén
basados en la igualdad o en la diferencia (Nato, et al., 2006 y Aguado Terrón, 2004).
Referencias
Aguado Terrón, J. M. (2004). Introducción a las Teorías de la Información y la Comunicación. Universidad de Murcia. Recuperado
de http://www.um.es/tic/Txtguia/Introduccion%20a%20las%20Teorias%20de%20la
%20Informa%20(20)/TIC%20texto%20guia%20completo.pdf
Cabria Mellace, A., y Matamoro. (2016). El potencial transformador del diálogo social. http://ar.bastiondigital.com/notas/el-
potencial-transformador-del-dialogo- social
Nato, A., Rodríguez Querejazu, M. G., y Carbajal, L. (2006). Mediación Comunitaria. Conflictos en el escenario social urbano.
Buenos Aires: Universidad.
9
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
LECTURA 10
La percepción y los procesos de pensamiento
Transformar una dinámica de confrontación en una dinámica de colaboración, lograr que las partes trabajen
juntas en la solución de un problema, acercarlas para lograr un acuerdo… ¿De qué se trata esta tarea? ¿Cómo se
hace para transformar situaciones conflictivas en soluciones aceptables? ¿Es una tarea de magos?... La magia de la
mediación consiste en ayudar a la gente a cambiar sus percepciones acerca del problema que las aflige. Y
modificar la percepción del problema significa poder mirarlo desde otro lugar. (Diez y Tapia, 1999, p. 23).
En mediación trabajamos para tratar de que las personas cambien su modo de ver la situación problemática.
Cambiar la mirada significa poder ver desde otro ángulo, cambiar la percepción.
Al decir de Fisher, Ury y Patton (1991), los seres humanos no somos computadores, no somos máquinas, somos
criaturas intensamente emotivas que frecuentemente percibimos las cosas de manera muy diferente y eso hace que
muchas veces nos cueste comunicarnos con claridad.
Hemos visto que la comunicación es un proceso de decodificación del mensaje, que es circular y multidimensional,
entonces esa decodificación estará siempre atravesada por nuestros pensamientos y percepciones acerca de las
cosas y también por los problemas a los que nos enfrentamos. Las situaciones problemáticas tienen distintos
significados para las partes en conflicto, que están dados por la percepción que cada una tiene sobre la situación.
Cambiar el modo en que las personas significan los hechos forma parte de nuestro trabajo como mediadores. En
mediación trabajamos con las partes para lograr analizar de qué manera y por medio de qué interacciones se co-
construyó el conflicto (Diez y Tapia, 2010).
Las personas se acercan a la mediación y nos cuentan sus relatos. Esos relatos o historias no son objetivas, sino que
tienen en su esencia la subjetividad propia de cada persona, su historia, su cultura, etcétera. Sin embargo, esa es
nuestra materia prima para trabajar. Lo que tratamos de lograr aplicando distintas herramientas es que las partes
puedan hacer que los conflictos con los que llegan puedan ser transformados de manera que aunque no logren
ponerse de acuerdo en todo al menos tengan algunos puntos de acuerdo y de consenso para así poder salir de las
posiciones y pasar a satisfacer sus intereses y sus (Diez y Tapia, 2010).
¿Cómo hacemos en mediación para ayudar a modificar las percepciones? Es necesario comprender el proceso de
formación de percepciones. Cada persona estructura sus percepciones de acuerdo a múltiples factores, historia,
geografía, cultura, etcétera, por lo tanto, la manera en que conforma el conflicto es original y propio de cada una
(Diez y Tapia, 2010).
Desde la convicción de que la realidad puede ser entendida de muy diferentes modos, intentamos trabajar en
transformar esos significados para poder ayudar a mirar con otros lentes, es decir a reencuadrar las situaciones en
otras más beneficiosas u operativas para caminar hacia un acuerdo que solucione los problemas de quienes vienen a
mediación. (Flores, s/f, p. 4).
El hecho de que las percepciones sean originales de cada persona hace que exista una multiplicidad infinita de
posibilidades para poder guiar un cambio y esa es la riqueza que tiene este proceso.
Este recorrido por el proceso de formación de las percepciones nos permite saber que ellas, las
percepciones, no son estables, por lo tanto eso nos da la posibilidad de que se produzcan
reacomodamientos y se pueda generar otra percepción del conflicto. Es a través de las narrativas
como los Mediadores entramos en contacto con” el mapa del sistema de formación de percepciones
que despliega cada una de las personas que participan en una mediación. (Diez y Tapia, 1999, p. 88).
Los mediadores no escapamos de nuestro propio sistema de percepciones, convicciones y valores, pero es muy
importante tenerlo bien en claro pues se pone en juego el elemento neutralidad. Si bien sabemos que es imposible
dejar afuera todas nuestras experiencias y vivencias, entenderemos por neutralidad dejar afuera nuestros
prejuicios.
El mediador para las partes será visto como perteneciente al área externa de la realidad y por lo tanto nuestro
objetivo es movilizar, desestructurar la percepción que la persona tiene del problema. A través de las conversaciones
hacemos posibles esos movimientos, podemos desestabilizar al conflicto tal como se presentó al comienzo y
provocar una nueva manera de percibirlo (Diez y Tapia, 1999).
Referencias
Diez, F. y Tapia, G. (1999). Herramientas para trabajar en mediación. Buenos Aires: Norma.
Fisher, R., Ury, W., y Patton, B. (1993). Sí ¡De Acuerdo! Cómo negociar sin ceder. Buenos Aires: Norma.
Flores, R. (s.f.) Comunicación y Mediación. En busca de una articulación conceptual a partir de un modelo de
intervención. Recuperado de perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/actas/article/download/2852/2416.pdf
Lectura complementaria
Este artículo tiene el objetivo de articular conceptualmente la comunicación y la mediación, partiendo de un modelo de
intervención
11
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
diario aumenta la dificultad en el acceso. Además, se hace evidente cierta desconfianza a los hombres de la justicia
que perjudica la imagen y desacredita la instancia trascendente que la jurisdicción propone” i
En esta cita se puede apreciar el estatus de “solución” que se le pretende dar a la mediación, cuando en
realidad sus objetivos o fines resultan ser la pacificación social, una cultura de la no violencia, y el empoderamiento
de los ciudadanos para resolver sus conflictos de manera racional y comunicativa, entre otros. Y luego sí, como
consecuencia del logro de estos objetivos, resultaría lógico esperar una disminución de los juicios que logre así una
descongestión del sistema judicial.
De todas maneras, este método (como todos los de resolución de conflictos) tiene un valor instrumental social u
organizativo en sí mismo, en tanto busca el orden y el control social como modo de comportamiento de los actores
que componen la sociedad.
El modelo transformativo surge de una postura crítica ante este enfoque de resolución de problemas. Sus
principales referentes, Bush y Folger, “parten de la conceptualización del conflicto como una oportunidad
de crecimiento, más concretamente de una oportunidad para el crecimiento moral. Este crecimiento moral
de la persona en el proceso de mediación se expresa en dos dimensiones: la del fortalecimiento del yo y la
de la superación de los límites para relacionarnos con los otros”vi.
La perspectiva transformativa se encuentra en el extremo del modelo de solución de conflictos que propone
12
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Harvard; está orientada a la comunicación y a las relaciones interpersonales de las partes. Bush y Folger
proponen diferenciarla al darle un enfoque terapéutico en un marco que ellos llaman “la historia de la
transformación”. En un análisis sobre el movimiento de la mediación, incluyen al modelo de Harvard dentro
de lo que ellos denominan “historia de la satisfacción”.
El objetivo de la mediación, desde el enfoque transformativo, no es el acuerdo sino el desarrollo del
potencial de cambio de las personas al descubrir sus propias habilidades: se hace foco “en las relaciones
humanas con la intención de fomentar el crecimiento moral, destacando la capacidad de este procedimiento
para promover la revalorización y el reconocimiento de cada persona”vii.
El modelo transformativo trabaja fundamentalmente para conseguir la “revalorización” y el
“reconocimiento”.
La revalorización remite a la autoestima de las personas y a sus capacidades para afrontar sus vidas:
“se alcanza la revalorización cuando las partes en disputa realizan la experiencia de una conciencia
más sólida de su propia valía personal y de su propia capacidad para resolver las dificultades que
afrontan, sean cuales fueran las restricciones internas’”viii.
El reconocimiento remite a una mutua sensibilidad entre los actores tanto respecto a la situación
como respecto a sus cualidades: “se alcanza el reconocimiento cuando dado cierto grado de
revalorización, las partes en disputa son capaces de reconocer y mostrarse mutuamente sensibles a
las situaciones y las cualidades humanas comunes del otro’”ix.
COMUNICACIÓN MEDIACIÓN
Dimensión Objeto de intervención Nivel
Racional Información Conocimiento Problema
Emocional Comportamiento Relación Sistema
Semiótica Discurso Percepción Persona
Este cuadro no sólo pretende ordenar los términos identificados y desarrollados a lo largo del texto, sino también
ofrecer un esquema conceptual de intervención sobre los conflictos desde la integración de ambas disciplinas.
Este esquema permite apreciar la complejidad subjetiva presente en el trabajo de mediación, los niveles en los
cuales ese trabajo se concreta y los objetos de intervención involucrados.
No se podrá desarrollar en este artículo todo el esquema en cada uno de sus dimensiones.
Pero sí se presentará una de ellas: la de la información.
“Trabajar con el problema implica básicamente ayudar a las partes a realizar un análisis racional de las
cuestiones que traen”xxviii.
Esta cita permite calificar de racional a la dimensión en la cual se despliega el trabajo en el nivel del problema.
El mediador gestiona la información sobre el problema e interviene sobre el conocimiento que sobre él poseen las
partes. Esto último se realiza a través de herramientas como la clarificación y la profundización de los temas
relacionados al problema.
En este pequeño desarrollo de la dimensión racional se puede apreciar la integración conceptual buscada en este
artículo. Una integración realizada desde la perspectiva de la comunicación acerca de la actividad profesional de la
15
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
mediación.
Lectura complementaria
16
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
1. EMOCIONES Y SENTIMIENTOS
Las personas somos emoción, tenemos emociones. Vivimos emocionados.
La palabra emoción proviene del latín emovere que significa mover, agitar. Las emociones son experiencias afectivas
intensas, bruscas, momentáneas que afectan el comportamiento. (Gimeno- Bayón, 1996)
Tienen una fuerte repercusión somática (cambios de tensión, taquicardia, sudor, lágrimas, rubor, palidez, diarrea,
tartamudeo, etc.)
Nos permiten movernos, son la energía que nos impulsa a acercarnos o alejarnos de ciertas situaciones. En esta
interrelación entre la persona y su entorno son un indicador de cómo vibramos ya que «Cada emoción tiene una
causa determinada, generalmente ligada al comportamiento del otro.» (Steiner-Perry, 2000:101)
Los sentimientos, en cambio, son estados afectivos más estructurados, complejos y estables, menos intensos que las
emociones y con menor implicación fisiológica. (Gimeno-Bayón, 1996)
Constituyen el modo en que nos proyectamos sobre el mundo exterior desde nuestra afectividad. Son la respuesta que
hemos ido estructurando a lo largo del tiempo hacia algo o alguien.
Se caracterizan por ser más compactos y persistentes que las emociones que son más repentinas y puntuales.
1 Inclusive desde el primer contacto con la persona o personas que se interesan por la mediación se puede detectar –
siempre que estemos entrenados para observar– qué emociones se movilizan: ¿hay agrado, desagrado?, ¿se enciende
alguna luz verde/roja?,
¿Aparece algún prejuicio? Al final de la entrevista ¿cuál es la emoción o emociones predominante/s que siente la persona
mediadora? Nunca somos una hoja en blanco, a pesar de que debamos mantenernos al margen y que nuestra función es
consignar lo que las personas traen a la mesa, nosotras, personas mediadoras, estamos con nuestro bagaje profesional y
con nosotras mismas, esto es: con nuestras emociones. El filtro profesional es potente, pero no todopoderoso.
2 Los mediores son los «primeros actores de una mediación []» (Six, 1997:180) Con este término, el autor rescata a
las tradicionalmente llamadas “partes” de la pasividad de ser “mediadas” y las eleva a una actitud activa Así, con esta
nueva manera de nombrar a los participantes se enfatiza su corresponsabilidad en el proceso
17
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
TABLA 3. EMOCIONES BáSICAS Y DERIVADAS
EMOCIONES Somatización y comportamientos
BáSICAS
MIEDO Preocupación, inquietud, terror, tristeza, decepción, sentirse intimidado,
nerviosismo, agitación, confusión, desorientación, tensión, crispación, estar
paralizado, cerrazón Bloqueo, sentirse acorralado, rigidez, angustia, ansiedad,
desconfianza, recelo
RABIA Irritación, odio, repugnancia, cólera, nerviosismo, confusión, desorientación,
tensión, dispersión, agresividad
TRISTEZA Desánimo, ternura, compasión, amargura, nostalgia, morriña, languidez, desánimo,
abatimiento
ALEGRÍA Entusiasmo, bienestar, plenitud, curiosidad, contentamiento, seguridad, tranquilidad,
calma, encanto, distensión, compasión, alivio, indiferencia
[ELABORADO A PARTIR DE vIvIANE DuBOS, Les émotions, PARIS, ESF éDITEuR, 2000]
TABLA 4.
Sensación Básica Reacción Psico-fisiológica Emoción
Peligro Huir Buscar seguridad, protección
Daño Daño Agredir Firmeza, asertividad
Pérdida Aislarse Buscar consuelo
Satisfacción Estallar Compartir, mostrar afecto
Emociones y sentimientos no siempre van de la mano: es posible sentir rabia hacia una persona en un momento dado
y al mismo tiempo, sentir afecto hacia ella (emoción de rabia ante el daño que nos genera su actuación concreta y
sentimientos de cariño hacia su persona).
Recordemos que: …toda emoción es una información sobre uno mismo: sobre un sentido que se atribuye a una
situación, a un estímulo. Es una información sobre la manera en que me sitúo en ese momento en particular, sobre la
relación que tejo con las personas que me rodean. (Dubos, 2000: 32)
En la tabla 5 figuran algunas líneas básicas para afrontar el tratamiento de las emociones durante el proceso de
mediación. TABLA 5
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
EMOCIONES BÁSICAS Intervenciones que promueven la gestión de las emociones y
la facilitación del diálogo. La persona mediadora ayuda a:
MIEDO (y derivadas) • Explorarlo, dimensionarlo
• Buscar protección
• Crear apoyos y alternativas
RABIA (y derivadas) • Focalizar la dimensión del daño
• Acotar las “zonas dañadas”
• Discriminar entre miedo, tristeza y rabia
• Maneras adecuadas (protegidas y protectoras) de expresarla
• Abrir alternativas para cambiar la revancha por
la defensa de intereses (asertividad)
Un agente de la realidad
En tanto que las emociones son un lenguaje, conviene que el mediador conozca su gramática.
Como agente de la realidad que es, puede poner ésta a disposición de los mediores. Y como esta realidad está
rebosante de emociones debe posibilitar descífralas, desencriptarlas y sacar el mejor partido de ellas durante el
proceso.
Como dicen Bach y Darder: «Un desarrollo emocional estimulante y vivificante implica que cada uno llegue a inventar y
hacer suyas las consignas con las que se encuentre más a gusto, y pueda afrontar lo mejor posible todo lo que le pasa.»
(2004:146)
Sin duda que a los mediadores les pasan muchas cosas. Acompañar a las personas que traen a la mesa “temas
encendidos”, no es en absoluto, rutinario.
Para utilizar y resignificar esta realidad, es fundamental que se encargue también de las emociones que ella, es decir la
vida, aporta sin descanso.
Bibliografía citada
• Bach, E.; Darder, P. (2004). sedueix- te per seduir. Viure i educar les emocions. Barcelona: Edicions 62
• Dubos, V. (2000). Les émotions. Paris: ESF éditeur
• Gimeno-Bayón, A. (1996). Comprendiendo cómo somos. dimensiones de la persona-li- dad. Bilbao: Desclée de Brouwer
• Morin, E. (2006) en Amiguet, Ll. (2006) Yo soy posthumano, entrevista La vanguardia, 14 de julio de 2006
• Nunge, O.; Mortera, S. (1998). Vivre bien ici et maintenant, France: Jouvance editions
• Six, J-F. (1990). Le temps des média- teurs Paris: éditions du Seuil
• Steiner,C. y Perry, P. (2000. Orig.1997).
L’a.b.C. des émotions Paris: InterEditions
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
LECTURA 11
Las emociones y los estados de ánimo
“Me gusta la gente En una negociación, especialmente en un fuerte desacuerdo, los sentimientos
sentipensante, que no pueden ser más importantes que las palabras. Las partes pueden estar más
separa la razón de corazón. dispuestas para la batalla que para encontrar juntas la solución a un problema
Que siente y piensa a la común. Con frecuencia inician una negociación sabiendo de antemano que los
vez. Sin divorciar la cabeza riesgos son grandes y sintiéndose amenazadas. Las emociones de una parte
del cuerpo, ni la emoción generarán emociones en la otra. El temor puede producir ira, y la ira, temor. Las
de la razón” (Galeano, s/f, emociones pueden conducir a que la negociación se estanque o se rompa
https://goo.gl/mTWHQB) rápidamente. (Fisher, Ury y Patton, 1991, p.31).
En una negociación o en una mediación los sentimientos pueden ser más importantes que las palabras que allí se
dicen. Hay que tener en cuenta que las emociones de una de las partes, a su vez, generan emociones en la otra.
Tenemos que estar muy atentos y conscientes de esas emociones que están en juego, tanto las de las partes como
las propias. Probablemente todos (partes, mediadores o negociadores) tengamos algo en juego, algún temor o
alguna emoción que nos atraviese.
En el proceso de mediación intentaremos averiguar cuáles son esas emociones, porqué se sienten de una u otra
manera, si hay una historia personal, cultural o histórica detrás.
A través de las preguntas podemos ir logrando que las partes expresen esas emociones y luego nosotros, desde la
legitimación y el parafraseo, las pondremos sobre la mesa. De este modo, creemos que podemos lograr un clima más
distendido y propicio para trabajar en la resolución de los conflictos (Fisher et al., 1991).
Frecuentemente en las mediaciones aparecen fuertes emociones que pueden ser difíciles de transitar tanto para las
partes como para el mediador. Si bien no propiciamos la mediación como un espacio de catarsis, tampoco evitamos
que las emociones aparezcan. Tratamos de que la parte pueda expresarse y mientras esté en un marco que nos
permita luego avanzar, dejamos que esa emoción fluya. En caso de que la emoción presente no nos permita
continuar, seguramente utilizaremos alguna de las herramientas con las que contamos, por ejemplo, ir a una reunión
privada para poder tener un espacio de más privacidad con la parte afectada.
Las acciones y las emociones se condicionan mutuamente. Asimismo, las emociones pueden producir distintas
percepciones. Por lo tanto, como venimos viendo, la comunicación está influida por las percepciones y las
emociones.
...Si nos movemos en una conversación en el coemocionar como en un baile, nos seguimos
mutuamente en el fluir de la emoción y la razón, y nos entendemos. No hay posibilidad de que uno
entienda el razonar de otro en una conversación si no se encuentran ambos en el mismo emocionar.
(Nato, Rodríguez Querejazu y Carbajal, 2006, p. 61).
Entonces, en una conversación veremos que tenemos todos los componentes: el lenguaje verbal y no verbal, las
emociones, las percepciones, y debemos, al decir de Norberto Elías, observarlas como un todo, como una serie
entrelazada que se va transformando a lo largo de la conversación (Nato et al., 2006).
Emociones básicas
Las personas estamos atravesadas por las emociones, no es un estado extraño, sino que es una parte intrínseca de
nuestras vidas.
Etimológicamente proviene del latín emovere, que significa mover o agitar. Las emociones tienen que ver con los
afectos y son reacciones que determinan nuestro comportamiento. Tienen, además, expresiones en el aspecto físico,
como rubor, lágrimas o tartamudeo, entre otras. Nuestras emociones están ligadas generalmente al
comportamiento del otro y nos dicen cómo vibramos respecto de ese comportamiento y eso hace que tengamos
conductas de acercamiento o de alejamiento de determinadas situaciones
Podemos decir que existen cuatro emociones básicas:
1. miedo,
2. rabia,
3. tristeza y
4. alegría.
22
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Cada una surge en respuesta a distintas situaciones:
peligro,
daño,
pérdida y
satisfacción.
Las emociones no son en sí mismas ni buenas ni malas, son necesarias en distintas circunstancias, pero influyen, a
veces de manera no consciente, sobre las personas, sus miradas y acciones, así como también sobre sus
conversaciones. Cada una de estas reacciones tiene una respuesta psicofisiológica que puede ser huida, aislamiento,
agresión o explosión.
Tabla 1: Emociones básicas
Las emociones proveen una información acerca de cómo las personas se sienten respecto a una situación o sobre la
relación que tienen con otras personas.
Como vemos en el cuadro de la Tabla 1, a cada sensación básica le corresponden reacciones y emociones. Las
reacciones que tenemos son importantes y funcionales para nuestra supervivencia. Si bien las emociones son
básicamente instintivas, debemos tratar de conocerlas para poder manejarlas de manera adecuada.
Los mediadores no propiciamos un espacio de catarsis emocional, pero en caso de que esas emociones aparezcan,
tampoco las sofocamos, sino que entendemos que nos dan información acerca de cómo la persona se siente y en el
espacio de mediación, podemos legitimar esas emociones(Percaz Four-Pome, 2010).
Referencias
Fisher, R., Ury, W., y Patton, B. (1993). Sí ¡De Acuerdo! Cómo negociar sin ceder. Buenos Aires: Norma.
Nato, A., Rodríguez Querejazu, M. G., Carbajal, L. (2006). Mediación Comunitaria. Conflictos en el escenario social
urbano. Buenos Aires: Universidad.
Percaz Four-Pome, M. (2010). Las emociones en mediación. Revista de Mediación, 3(5), 17-21.Recuperado de
https://revistademediacion.com/wp-content/uploads/2013/06/Revista- Mediacion-05-04.pdf
Galeano, E. https://goo.gl/mTWHQB
LECTURA 12
Técnicas y herramientas comunicacionales
Marines Suarez (1996) explica que en nuestro lenguaje hay tres modos: el afirmativo, el interrogativo y el
negativo. En los procesos de desestabilización de viejas historias y construcción de las nuevas, utilizaremos el
afirmativo y el interrogativo.
Las técnicas son un conjunto de procedimientos que surgen de la interrelación e imbricación de teorías y prácticas,
son esquemas o guías de procedimiento que al aplicarlas producen efectos.
Los mediadores trabajamos solo con la comunicación; nuestro único material de trabajo son las historias narradas
o vividas por las partes.
23
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Habilidades básicas en mediación
Figura 1: Habilidades básicas
Habilidades
básicas
Preguntas exploradoras
• Preguntas cerradas: sirven para confirmar la información. Se responde sí o no. Por ejemplo: ¿conocía usted
el proceso de mediación?
• Peguntas abiertas: las utilizamos para recabar información, para comprender el conflicto, para obtener
respuestas amplias. Por ejemplo: ¿me podría explicar cuál es la relación que tiene con su vecino?
• Preguntas lineales que buscan recabar una información concreta. Por ejemplo: ¿en qué lugar estaba
estacionado el auto cuando se produjo el choque?
Preguntas transformadoras
• Preguntas circulares: las utilizamos para cambiar las perspectivas de las partes; también para hacer que una
se ponga en el lugar de la otra. Son preguntas tendientes a que las partes puedan hacer alguna reflexión. Por
ejemplo: ¿cómo cree que hubiera reaccionado su vecino si usted se hubiera disculpado con él?
• Preguntas reflexivas: se realizan generando una situación hipotética. Por ejemplo: ¿se imagina teniendo otro
tipo de relación con su vecino?
• Preguntas estratégicas: se utilizan para confrontar con criterios de realidad. Por ejemplo: usted sabe que
hay una legislación concreta acerca de las medianeras, entonces, ¿qué decidirá al respecto?
Otras herramientas con las que contamos en mediación son: Figura 1: Parafraseo o resumen
Parafraseo o resumen
Es una síntesis verbal que refleja en un lenguaje neutro lo dicho por las partes. Consiste en reiterar lo
relevante del discurso del interlocutor sin la negatividad o agresividad del mensaje, intentando ser fiel
al significado otorgado.
Figura 2: Legitimación
Para construir preguntas que sean efectivas en el proceso de mediación es necesario tener en cuenta las respuestas
de cada una de las partes, conocer los objetivos a los que apunta nuestro trabajo, utilizar el lenguaje que ellos usan y
25
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
recurrir a toda nuestra creatividad. No despreciar nuestra creatividad utilizando una receta de preguntas.
Es decir, tener en cuenta al otro y ser creativos, sin olvidar el para qué de nuestras preguntas. (Suarez, 1996, p. 276).
Figura 3: Pirámide PIN
Posición
.Lo que se desea, el
. Lo que realmente se
quiere objetivo
Intereses
Los relatos y las historias con las que las partes llegan a la mediación tendrán que ser modificadas por las mismas
partes, o sea, por los protagonistas del conflicto. Nosotros los mediadores debemos tener la capacidad de que esas
historias originales conflictivas, muchas veces congeladas en el tiempo, se conviertan, se transformen en otras que
tengan suficientes puntos de acuerdo como para que sea posible pasar de las posiciones a los intereses y a las
necesidades (Diez y Tapia, 1999).
Referencias
Prieto, T. (2016). La “escucha activa” como herramienta de comunicación en el proceso de Mediación. Recuperado de
http://www.amediar.info/oir-no-es- escucha-activa/
Suarez, M. (1996). Mediación. Conducción de disputas, comunicación y técnicas. Buenos Aires: Paidós.
Nato, M.A, Rodríguez Querejazu, M.G. (2010) “Mediación de conflictos en la comunidad y la cultura de paz” Módulo II (4) PPT
Curso de Extensión Universitaria. UBA
Rodríguez Querejazu, M.G. (s.f.). Curso de Iniciación en Mediación Comunitaria para Adultos mayores Módulo 4.
Recuperado de : http://www.alertamayor.com.ar/MM/modulo%2004/Modulo%204%20Mediaci
%F3n%20Mayor.pdf?v=o03Cs0PWzTo
Nato, A., Rodríguez Querejazu, M. G. (s.f.) Análisis y manejo de conflictos en Bolivia UNIR-PNUD. Universidad NUR.
Recuperado de https://goo.gl/QkUB7L
Diez, F. Tapia, G. (1999) Herramientas para trabajar en Mediación. Buenos Aires: Paidos
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Video: Herramientas de comunicación sobre un caso practico
En este video podrás ver herramientas y técnicas comunicacionales para los mediadores.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
MÓDULO 4
Video de Introducción al módulo 4
ACTIVIDAD DISPARADORA
Módulo 4
Te propongo que mires la siguiente imagen
Las primeras intervenciones desde el enfoque de Redes Sociales se registran en el campo de la Psiquiatría y
Psicología Social a mediados de los años 60 y en la década de los 70. Uno de los pioneros fue Ross Speck, quien
frente a la dificultad de ver progresar ciertas terapias familiares por agotamiento de los integrantes o por falta de
recursos para ayudar al paciente identificado, convocaba a grandes asambleas de familiares y allegados al mismo.
1
Resulta particularmente interesante que las convocatorias masivas que Speck realizaba, las denominaba
intervención en red, en lugar de terapia de red.
Introducía con esto una mirada significativa: él intervenía en una red que prexistía.
El primer momento de este proceso era llamado “retribalización”, en el cual fundamentalmente se trabajaba sobre
la conciencia del lazo que unía a los participantes.
Dentro de los pasos subsiguientes resulta importante reconocer la organización de comisiones mutirrepresentativas
donde se discutía lo más conveniente para la persona afectada, al mismo tiempo que se generaba el “efecto de red”,
esto es la sensación de dar y recibir, de contar con otros que eventualmente podrían aportar ayuda en otro
momento.
Desde esta concepción, que fue generalizada como modalidad de intervención en situaciones de crisis aguda o de
urgencias, fueron surgiendo otros grupos de trabajo, que dieron un marco a este modo de intervención ligado a una
diversidad de situaciones que intersectaban el campo de la salud mental con lo social, lo político y lo organizacional.
Menciono especialmente al desarrollado por el grupo de Estocolmo, coordinado por Johan Klefbeck 2 y la
perspectiva de red en el tratamiento de problemas tan diversos como migraciones voluntarias y forzadas; tercera
edad3; problemas escolares 4 5; iatrogenia producida por la superposición de múltiples enfoques en el tratamiento de
un problema6; problemas de violencia en los ámbitos institucionales 7 8
También en el campo de las organizaciones comienza a incluirse este enfoque cuando se cuestiona la estructura
organizacional concebida por el taylorismo y fordismo. Las empresas intentan realizar una reingeniería de su
organización pensada desde el enfoque de red, a partir de incorporar el pensamiento complejo en sus prácticas 9 10 11
Las “redes” comienzan a cobrar foco, y en el campo de la sociología y de la teoría de las organizaciones surgen
diversos intentos de incluir la “modalidad de organización en red” en lugar del clásico abordaje administrativo12
Cuando la perspectiva de Redes comienza a difundirse, asistimos al surgimiento de otras modalidades de
intervención pensadas desde este enfoque, como por ejemplo, las comunitarias. De estas podemos destacar como
antecedentes importantes las realizadas por psicólogos comunitarios y trabajadores sociales italianos y belgas13; el
psicólogo argentino Sebastián Bertucelli 14 15 así como la inclusión de esta perspectiva en temas como hábitat,
educación rural y justicia 16 17 18
En un plano “entre” la intervención familiar y comunitaria surgen las prácticas de abordaje multifamiliar en el
ámbito de salud mental19, dispositivo que progresivamente se irá incluyendo en prácticas en los diversos ámbitos
mencionados
En un intento de “ordenar” la visibilidad de las redes, se desarrollan algunas clasificaciones, con el consiguiente
riesgo que estas conllevan, ya que la toda categorización invisibiliza la perspectiva multidimensional en el abordaje y
“detiene” el flujo dinámico del transcurrir de las redes.
Encontramos, por un lado clasificaciones que designan a los sujetos involucrados: personales, familiares, de tercera
edad, etc. Más recientemente han surgido otras categorizaciones donde se produce un salto del sujeto a una
“agrupación” que aparece subjetivada. Se habla así de redes de disciplinas y/o sectores: redes en salud, educativas,
judiciales; comerciales, etc.; institucionales: redes de escuelas; de hospitales; de juzgados; de universidades; de
municipios; de comedores, entre otras; regionales, como la de MERCOSUR; de servicios, que se cruza en algunas
29
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
situaciones con las institucionales: de atención a la infancia en riesgo; de alcoholismo; de adicciones, etc.
Surgen entonces las redes como una nueva “moda” organizativa. Pareciera que ahí está el cambio, en la
denominación. Pero observamos que ahí no reside la transformación: las prácticas están igualmente concebidas
desde la metáfora piramidal; los actores sociales son ignorados y el operador continúa actuando como “externo” al
campo de intervención. En una exploración acerca de los procedimientos para la constitución de este tipo de redes,
observamos que estos intentos, se confunde la organización con la perspectiva de la dinámica fluida de la red. Es
decir que adoptan la concepción organizacionista, centrada en el trabajo del diseño en lugar del trabajo basado en el
diagrama y desde la dinámica vincular.
Las llamadas redes de servicios, establecimientos, intersectoriales, generalmente “son organizadas” desde arriba
hacia abajo” (decretos que sustentan su creación20) y desde “afuera hacia el núcleo”, generando una extraña
sensación para los actores sociales de no reconocerse miembros de esa red a partir de una práctica, sino por una
adscripción nominada por otros y vaciada de contenido.
He aquí un desafío ya no sólo para las intervenciones en red, sino para modalidades de organización que pretenden
alejarse del centralismo piramidal: como desarrollar prácticas que recuperen la experiencia de pertenencia y abran
nuevas alternativas de organización; como promover organizaciones como redes y trabajando en red 21
Si recorremos los desarrollos de las diversas disciplinas se reconoce una tensión básica:
¿Cómo se conocer un fenómeno o un hecho social? ¿Analizando cada una de las partes?
¿Visualizando el todo? Una frase de Edgard Morin 25 sintetiza los obstáculos epistemológicos de esta discusión,
introduciendo la visión de la complejidad en el tratamiento de fenómenos físicos, naturales o sociales: El Todo es la
Nada. Esto implica que no hay ciencia ni teoría que pueda explicar “la realidad”. Siguiendo nuevamente a Morin:
“Todo está en todo y recíprocamente”. El principio “el todo está en la parte” no significa que la parte sea un reflejo
puro y simple del todo. Cada parte conserva su singularidad y su individualidad pero, de algún modo, contiene el
todo. Nos topamos aquí con la primera complejidad: nada está realmente aislado en el Universo y todo está en
relación.
Esta transformación en el pensamiento comienza a darse en diversos campos, poniendo en cuestión las ideas
dominantes en la Era moderna. Dichas ideas buscaron una explicación acerca del mundo, asimilando su
funcionamiento al de una máquina 26
Galileo excluyó la cualidad de la ciencia, para que los fenómenos pudiesen ser medidos y cuantificados. Descartes
creó el método analítico, para que se lograse desmenuzar los fenómenos complejos en partes para comprender así
el todo.
En este mundo con dominancia del Hombre portador de la Razón (hombre, género masculino, adulto, blanco,
urbano) no cabían las percepciones, los afectos, las sensaciones, la diversidad. Eran consideradas banales o
despreciadas, estableciendo la necesidad de ser eliminadas para acceder así al “conocimiento objetivo”
Es interesante destacar que una de las primeras oposiciones parte del movimiento romántico, en los campos del
arte, la literatura y la filosofía (fines S XVIII y XIX).
Podemos citar al poeta y pintor William Blake, quien fue un apasionado crítico de Newton; a Goethe, quien
introduce el término morfología para el estudio de la forma biológica. Destaca la importancia de considerar el
orden en movimiento de la naturaleza; respecto a la forma, que siempre había sido ubicada como secundaria
respecto a la sustancia, el escritor alemán la concibe como un patrón de relaciones en el seno de un todo organizado.
Agrega que la percepción visual puede constituirse en la vía de acceso a la forma.
Kant planteó que la ciencia, tal como estaba concebida, sólo podía ofrecer explicaciones mecanicistas. En Crítica de
la Razón discute acerca de la naturaleza de los organismos en contraste con el de las máquinas. Concibió que la
30
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
naturaleza de los organismos es la de ser autorreproductores y autoorganizadores, en contraste con las máquinas. En
éstas, las partes existen unas para las otras, ya que se apoyan mutuamente dentro de un todo funcional. En un
organismo, en cambio, las partes existen además por medio de las otras, en el sentido de producirse entre sí.
Es interesante también destacar los cambios que surgen en el campo de la Biología, cuando ésta evoluciona de la
celular a la Organicista. Harrison exploró el concepto de organización: identificaba la configuración y la relación
como dos aspectos de la organización y el patrón o pauta como configuración de relaciones ordenadas. Woodger
realizó un interesante aporte al plantear que la característica clave de la organización de los organismos vivos es su
naturaleza jerárquica. Éstos tienen tendencia a constituir estructuras multinivel de sistemas dentro de sistemas: las
células se combinan para formar tejidos; éstos órganos, los cuáles están en los organismos, que existen en el seno de
sistemas sociales y ecosistemas
A estas estructuras multinivel se las denomina jerarquías; el concepto de RED provee una nueva perspectiva sobre
las jerarquías de la naturaleza. Son diferentes niveles de complejidad con diferentes leyes operando en cada nivel.
Resulta interesante destacar que en los sistemas sociales y en la dinámica vincular entre las personas el concepto
de jerarquía remite a la metáfora piramidal. Pensadores como Von Foerster 27 acuñan el concepto de heterarquía,
para referirse a las relaciones humanas desde una perspectiva de red. Se refiere a la posibilidad de coexistencia de
“jerarquías” distintas, tanto sucesivas como simultáneas, en el funcionamiento de un sistema determinado. En este
caso las diferentes posiciones se reconocen no por la función adscripta sino por la idoneidad en el desempeño de la
misma. No implica la negación de la jerarquía sino la coexistencia y el reconocimiento de una variedad de las mismas.
Las ideas propuestas por los biólogos organicistas durante la primera mitad de siglo contribuyen al nacimiento del
pensamiento sistémico en términos de conectividad, relaciones y contexto. El sistema emerge de las relaciones
organizadoras entre las partes; de la configuración de relaciones ordenadas. Reconoce una habilidad para enfocar la
atención en distintos niveles, a los que corresponde distintos niveles de complejidad.
La perspectiva del pensamiento sistémico impactará, al mismo tiempo a biólogos, y físicos; a psicólogos (recordemos
el desarrollo de la Psicología gestáltica) y a cientistas sociales.
Dice Capra: “mientras que los biólogos organicistas se encontraban con la totalidad irreductible en los
organismos, los físicos cuánticos en los fenómenos atómicos y los psicólogos de la gestalt en la percepción, la
Ecología, comienza a estudiar las comunidades de animales y plantas”
Esta ciencia surge de la escuela organicista en biología durante el siglo XIX. Incorpora dos nuevos conceptos:
comunidad y red. Su planteo puede sintetizarse en que la trama de la vida está constituida por redes dentro de
redes. Avanza en sus postulados cuando plantea que una comunidad humana es sostenible cuando es
consciente de las múltiples relaciones entre sus miembros.
Los diversos niveles de abordaje nos plantean un enfoque multidimesional, desde el cual todo foco es
justamente eso: un foco, a los efectos de la intervención, el estudio o el análisis de un hecho social o colectivo.
Al realizar esa focalización nos hacemos cargo de la exclusión, que es inseparable de la inclusión, por lo cual
podemos operar integrando ambas.
Estos desarrollos, lejos de proponerse como “teorías ejemplares” desde las cuales pensar las redes, abonan un
campo de metáforas a través de las cuales circular desde esta perspectiva. A través de ellas las diversas
prácticas sociales pueden ser cartografiadas. Al ser reconocidas, abren un proceso de reflexión e interrogación,
alejado tanto de “verdades” como de “tecnologías” salvadoras.
31
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Este mapeo ha sido utilizado de diversa manera.
1. En primer lugar, para graficar la dinámica de las relaciones personales 28 29 30 En estos casos, el mapeo
se realiza en conjunto con la persona que plantea un problema o con un allegado a la misma. Muchas
veces se introduce la dimensión temporal, solicitando la confección del diagrama de relaciones en un
momento anterior al que se está realizando el actual. ¿Cómo surge la selección de “los momentos”? De
acuerdo a los hitos significativos que aparecen en la dinámica de la conversación con la persona. Ésta
suele mencionar un “antes” y esta mención abre un punto de entrada, o el operador le pregunta acerca
de con quiénes se relacionaba antes de que un hecho significativo aconteciese (pérdida de trabajo;
divorcio; fallecimiento de un allegado; nacimiento de un hijo, etc) Esta modalidad de contar con un
análisis de la red social personal se viene realizando fundamentalmente en el campo de la salud, con
algunos intentos llevados a cabo en el ámbito escolar (en el tratamiento de una situación problemática
con un niño o joven) y en el ámbito judicial (derecho de familia) En el campo de la salud, existe
evidencia comprobada de que una red personal estable, sensible, activa y confiable protege a las
personas de las enfermedades, actúa como agente de ayuda y derivación, afecta la pertinencia y la
rapidez de la utilización de los servicios de salud, acelera los procesos de curación y aumenta la
sobrevida, es decir, es salutogénica. Podemos afirmar que existe una correlación directa entre calidad de
la red social y calidad de la salud.
Esto se apoya tanto en la diversidad de las prácticas asistenciales en los diferentes países como en una serie
de estudios epidemiológicos de tipo prospectivo, que han demostrado que la mortalidad mayor se acumula
en los subgrupos con una red social mínima 31 32 Al no considerar la perspectiva de red, la calidad33, eficacia
y eficiencia 34 del nivel promocional y asistencial se ve muchas veces disminuida por situaciones que desde
el sector salud se consideran ajenas y externas al mismo.
Sin embargo, muchas de estas cuestiones podrían ser resueltas, y por lo tanto incidir en el incremento de la
calidad y la eficiencia de la atención y del cuidado de la salud, si se considerara la perspectiva de red social
de inserción de la persona o paciente ya desde el ingreso del mismo a la institución y luego en su entorno
social. Este es un enfoque que generalmente no está incluido en la semiología médica. Con suerte en
algunos casos, se solicita la intervención de Servicio Social del hospital, pero desde una visión de derivación
y no de articulación. Este servicio en general se ve sobresaturado por la demanda, respondiendo muchas
veces burocráticamente a la misma.
Desde esta propuesta, la importancia del abordaje radica en la interconexión entre los diversos integrantes
del equipo de salud, en forma primordial, y con los integrantes de la red social del paciente, de modo
articulado y coherente.
La admisión es una situación clave para interrogar acerca de su red de inserción, la cual debería formar
parte de su historia clínica. Cabe aclarar que el interrogatorio sobre la red no se limita a preguntar y
registrar un listado de nombres. La red no es un catálogo. Por ejemplo, en el caso del grupo familiar del
paciente interesa conocer cuáles son las relaciones más significativas, ya que preguntando solamente por la
composición del mismo no es posible conocer las relaciones que podrían constituirse en ayuda y sostén en
32
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
una situación de necesidad.
Según C. Sluzki, la red social personal es la suma de todas las relaciones que un individuo percibe como
significativas o define como diferenciadas de la masa anónima de la sociedad. Esta red contribuye
sustancialmente a su reconocimiento como individuo y constituye una de las claves centrales de la
experiencia individual de identidad, bienestar, competencia y protagonismo, incluyendo los hábitos de
cuidado de la salud y la capacidad y adaptación a una crisis.
La importancia de los distintos grupos de relaciones intenta focalizar sobre una situación que no ha sido
considerada sistemáticamente por los prestadores de salud. Cuando se logra traspasar el límite de
considerar al paciente como alguien aislado, descontextualizado, el grupo que se ha privilegiado es el
familiar. La importancia central que nuestra sociedad ha dado a cosanguineidad, ha llevado a que en
situaciones en que ésta se halla debilitada, no puedan considerarse la importancia de otros lazos que poseen
los mismos atributos que los vínculos familiares. En situaciones tales como migraciones adquieren una
importancia central.
La historia clínica del paciente se realiza generalmente en forma individual, centrada en la consulta por
patología. Sería importante realizarla en términos de considerar la red social personal, lo cual conlleva a la
necesidad de armar carpetas familiares y/o por núcleos habitacionales.
La red social personal podría ser registrada mapeando las relaciones en un diagrama construido en
interacción del consultante.
La información proporcionada se sistematiza al menos en cuatro campos, aunque en cada situación
plateada surge un campo de “otros” que da significatividad y valor al diagrama. Los campos básicos son:
■ familia: precisando en este punto no sólo como está compuesta, sino las relaciones que resultan más
significativas. Desde este punto de vista, es importante precisar tanto los integrantes de la familia nuclear
como la extensa, sin prescindir de aquellas que estén geográficamente distantes.
■ amistades: éstas resultan altamente significativas en el caso de migraciones, que determinan una
pérdida o disminución de las relaciones familiares de sostén. En este caso, es importante indagar por las
relaciones de vecindad, que pueden constituirse en apoyos importantes para la persona.
■ relaciones laborales o escolares: muchas veces estas relaciones son las únicas que una persona posee,
fuera de su ámbito familiar. La cotidianidad de estos vínculos hace que resulten sumamente importantes
tanto para brindar información como para las funciones de acompañamiento y apoyo.
■ relaciones comunitarias, de servicio o de credo: pueden conformar un mundo significativo de
pertenencia, posible de ser activado en caso de necesidad
Un aspecto fundamental a considerar es el registro de la densidad de las relaciones, esto es las interacciones
establecidas entre los integrantes de la red, independientemente del informante
Este mapeo posibilitaría contar con un banco de recursos que puedan operativizar acciones que incluso
trascienden el área de la salud. Es importante aclarar que le trascienden en cuanto a la operación pero no
en cuanto a la responsabilidad. Por ejemplo, al sistema de salud le resulta difícil el seguimiento de un
paciente después de un alta pero su responsabilidad está en asegurar los procedimientos para dicho
seguimiento, conociendo la situación socio familiar de esa persona.
Por el otro a través de la focalización, estimulación y desarrollo de estas redes sociales se pueden establecer
relaciones hasta el momento no promovidas que pueden constituir un recurso para otros casos (por
ejemplo, asociaciones vecinales). En el Cuadro 1 se puede observar el diagrama básico que realizamos para
mapear la red personal 35 36. Para cada persona señalada, se pregunta nombre, eventualmente edad y forma
de localizarla
33
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Plexo: grupo en el
que cada uno
Nexo: una figura conoce al otro y
central para puede ser
informar definido como tal
34
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
102
11
Wheatley, Margaret (1992): El liderazgo y la nueva ciencia. La organización vista desde las fronteras del siglo XXI. Editorial Granica.
Barcelona-Buenos Aires
12
Dabas, E y Perrone, N. (1999): Redes en Salud. Parte II. Documento inédito.
13
Elkaim, Mony (1990): Terapia de red. Editorial Gedisa. Barcelona
14
Bertucelli, Sebastián (1988) : El Proyecto Brochero. Inédito (Documento en FUNDARED)
15
Bertucelli, Sebastián (1995- 1998): Redes Comunitarias en Salud Pública Libros 1 y 2
16
Dabas, Elina( 1993): Red de Redes. Las prácticas de intervención en redes sociales. Editorial Paidós.
17
Bacalini, G.; Ferraris, S y otros (1995): Centros educativos para la producción total, en Dabas,
E. Y Najmanovich, D: op. cit
18
Amor, I. y otros (1995): Organizando redes para acompañar las crisis familiares,. El juez como organizador de redes, en: dabas, E. Y
Najmanovich, D.: op.cit
19
Elkaim, M: op.cit.
20
Hay que destacar que los documentos de BID; Banco Mundial; Comunidad Económica Europea mencionan la necesidad de que los
programas y proyectos “trabajen en redes”. Esto funciona como un “mandato”: para que un proyecto sea financiado “algo” acerca de
redes debe decir
21
Dabas, E. Y Perrone, N: op. cit
22
Capra, Fritjof (1996) La trama de la Vida. Editorial Anagrama. 1996
23
Capra, Fritjof (1985): Punto Crucial. Integral. 1985
24
Najmanovich, D (2001) : Historia de la objetividad. Tesis doctoral.
25
Morin, Edgard (1994): Epistemología de la complejidad, en Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad, D.F. Schnitman (com) Editorial
Paidós. Buenos Aires
26
Najmanovich, D: De la independencia absoluta a la autonomía relativa, en Dabas, E. Y Najmanovich, D.: op. Cit
27
Von Foerster, Heinz( 1990): Las semillas de la cibernética. Editorial Gedisa
28
Klefbeck, Johan: op.cit
29
Sluzki, Carlos: op.cit
30
Dabas, Elina (1998): Redes Sociales, Familias y escuela. Editorial Paidós. Buenos Aires.
31
Berkman, L.F. y Syme, L. (1979): Social Networks, host resistanse and mortality: A nine – year follow-up study of Alameda County
residents. American Journal of Epidemiliogy, 109 (2): 186:204
32
Tibblin, Welmet y col (1986): Capítulos en S.O. Isacsson y J. Janzon (comps): Social Support: Health and Disease. Estocolmo, Almqvist &
Ewiksell. Pp. 11-19
33
Calidad es el cumplimiento de condiciones requeridas o acordadas previamente (estandar)
34
En la implementación de Programas Sociales cobra especial relevancia la preocupación por aumentar la eficiencia en la utilización de los
recursos que estén disponibles e incrementar la eficacia en alcanzar los objetivos de los proyectos que se financian con ellos (Cohen, E. Y
Franco,R. (1996).
35
Klefbeck, Johan: op. cit
36
Actualmente, contamos con más de 1000 diagramas de redes personales relevados en distintos proyectos.
37
En el equipo de FUNDARED se está operando con esta modalidad desde hace más de siete años y se está llevando a cabo un trabajo de
investigación – acción en Programas que implican articulaciones institucionales de diversos niveles de complejidad (Dabas, E.; Müller, C.;
Núñez, R; Ros, C. Yanco, D.)
38
Bertucelli, Sebastián: op.cit
39
Este programa ha sido elaborado por la OPS, Oficina Panamericana de la Salud
LECTURA 13
Las redes sociales
“¿Cuál es el centro que Las redes sociales son sistemas abiertos, multicéntricos y heterárquicos y suponen un
mantiene unido todo? intercambio permanente y activo entre los actores de un colectivo (familia, equipo de
Tengo una respuesta trabajo, organizaciones sociales como barrios, escuelas, asociaciones de profesionales,
sencilla en relación con la centros comunitarios, etc.) con integrantes de otros colectivos. En esta relación se
construcción del cambio potencian los recursos disponibles y se crean nuevas alternativas para fortalecer la
social constructivo: la trama de la vida y de las comunidades. Los miembros se enriquecen a través de las
invisible red de relaciones con los otros miembros y se optimizan los aprendizajes que son compartidos
relaciones” socialmente (Dabas, 2011).
(Lederach, 2007, p.
119).
35
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Figura 1: Telaraña metáfora de redes
La red es una metáfora tomada del mundo material donde los hilos de la red son las relaciones entre las personas o
instituciones y los nodos, el punto de convergencia entre ellas. Es un modo de organización que tiene como
características su adaptabilidad, flexibilidad, apertura, horizontalidad, fluidez y espontaneidad entre las relaciones.
La fortaleza de la red se basa en la cohesión o densidad que se logre establecer en las relaciones entre los nodos
donde se encuentran, confluyen y anudan los hilos y no en la cantidad de miembros que ella tenga. Si las relaciones
entre los miembros son débiles, la red no funcionará a pesar de que tenga muchos miembros.
Entendemos las redes como una estrategia que tienen las personas o instituciones para vincularse entre ellas de
manera voluntaria y aunar sus esfuerzos, experiencias y voluntades para lograr un objetivo común sin que se pierda
la identidad de los miembros que en ella participan.
La composición de la red es heterogénea y diversa y de allí su valor. Las personas aportan desde su diversidad y
particularidad y se produce un rico intercambio que posibilita promover los cambios necesarios en pos de ese
objetivo común (Amaya, Ramírez y Defacci, s. f.).
Tipos de redes
La red primaria está conformada por grupos de personas, familiares, vecinos,
la red secundaria, por grupos laborares, deportivos, etcétera y
la red terciaria es aquella compuesta por instituciones y organizaciones.
Es en las familias, como expresa Lederach (2007), donde encontramos las características definitorias de la red: “nos
provee identidad, orientación y propósito” (p. 120). Estas familias pueden ser las de origen o las elegidas, que se
conforman por la geografía o la identidad. Para el autor, la posibilidad de una paz sostenible está aquí en la red, o
sea, en la calidad y la relación que se establece entre las personas. El enredo sería el conflicto, y la respuesta al
conflicto y la salida del enredo estaría dada por una dinámica social inserta en la red de relaciones (Lederach,
2007).
Características de la red:
• adaptabilidad;
• flexibilidad;
• apertura;
• horizontalidad;
• fluidez;
• espontaneidad.
La noción de redes sociales supone pensar al ser humano como un yo y un nosotros simultáneamente, en
interdependencia con otros, como construcción social y como constructor de realidad.
Pensamos a la mediación como un espacio donde se haga posible el despliegue, se estimule y se favorezcan las
relaciones sociales con un sentido colectivo.
36
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Ahora bien, no siempre los hilos de la red o relaciones son positivos o fuertes. Asimismo, la interrelación entre los
nodos, los puntos o lugares de la red (personas, grupos, instituciones) no es fija, sino que están en una interrelación
que puede ser transformada o reformulada en función de lo que sea necesario.
Las redes informales de apoyo son más utilizadas que las redes formales porque en ellas las personas encuentran
estima y reciprocidad.
El siguiente gráfico representa la dinámica que se intenta establecer desde una intervención que tienda a los
propósitos señalados:
Nivel INTER
Nivel INTRA Interconexión
Construcción
Nivel TRANS
Transformación
Así, el enfoque de red propone un sistema de ligaduras más que un sistema de intervenciones, con un pasaje de
lo unívoco a lo múltiple, de un orden preestablecido a una organización coordinada, de saberes únicos a múltiples
saberes compartidos, de pensar una sola forma de hacer a aprender de las diversas prácticas.
Si pensamos la historia del concepto de “redes sociales” haciendo honor a la “forma red” tenemos que ser
capaces de mover el punto de vista, multiplicarlo, darle diversas amplitudes, y cambiar el foco de modo tal
que la línea devenga red caleidoscópica. (Najmanovich, s/f, p. 3)
Municipios
Gobierno nacional o
provincial Defensorías del
pueblo
Centros de mediación
Escuelas
comunitaria Hospitales
OSC
Instituciones Universidades
religiosas
Referencias
Amaya, M., Ramírez, P., y Defacci, A. (s. f.). Clase de redes. Recuperado de http://redesclase.blogspot.com.ar
Dabas, E. (2011). Perspectivas desde el enfoque de redes para pensar-sentir-hacer prácticas saludables. En E. Dabas, L. C. Celma, T. Rivarola y
G. M., R., Haciendo en redes. Perspectivas desde prácticas saludable (pp. 39-107). Recuperado de
http://ecaths1.s3.amazonaws.com/pscomunitariamoron/669822095.Dabas%20H a
Lederach, J. P. (2007). La imaginación moral. Bilbao: Gernika.
Najmanovich, D. (s.f.). La organización en redes de redes y de organizaciones. Recuperado de
http://www.denisenajmanovich.com.ar/upload/La%20organizaci%C3%B3n%20en
%20redes%20de%20redes%20y%20organizaciones.pdf
Nato, M. A., Rodríguez Querejazu, M. G., y Carbajal. L. (2006). Mediación comunitaria. Conflictos en el escenario social urbano. Buenos
Aires: Universidad.
FBRadmin. (2015). Telaraña metáforas de redes. Recuperado de
https://fbresearch.org/spider-webs-inspiring-new-science
38
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Lectura complementaria
El proyecto de trabajo:
A partir de la incorporación al Programa de la Unión Europea, EUROsociAL, se ha propiciado la conectividad entre
estos centros de mediación comunitaria.
Resulta oportuno resaltar la extensión geográfica de la República Argentina y las diferentes culturas y subculturas que
identifican a cada zona. Por ello, es necesario conocer, compartir e intercambiar experiencias de las distintas
jurisdicciones, en cuanto a la forma de abordar los conflictos y la correspondiente implementación de la mediación
comunitaria, a fin de potenciar su trabajo.
Con este criterio se creó la RED FEDERAL DE CENTROS DE MEDIACIÓN COMUNITARIA lo que permite contar con
canales de comunicación permanentes y con información de cada jurisdicción, de sus conflictos y resultados de
abordaje a través de la mediación.
Cada una de los organismos e instituciones convocados a conformar de la RED, deben conocer sus pautas de
implementación y aceptar participar activamente en la conformación de la misma. Siendo cada uno de ellos un nodo
que complementa al otro.
La instalación de la mencionada Red contribuye a fortalecer y difundir las políticas que lleva adelante este Ministerio
logrando una visión federal del impacto que las mismas producen.
Estas políticas que favorecen la inclusión y la resolución pacífica y participativa de conflictos en la población y
especialmente en los sectores vulnerables, en algunos casos son la única vía para canalizar los problemas en las
comunidades y evitar una escalada que termina convirtiendo una cuestión de vecindad en un tema penal.
El marco legal está dado por la firma de un Convenio marco de cooperación entre el MINISTERIO DE JUSTICIA Y
DERECHOS HUMANOS a través de la Dirección Nacional de Mediación y la Institución o gobierno local (municipio)
solicitante.
39
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
La Resolución aprobatoria de la RED es la N°1404/12 MJyDHN.
Entre las acciones del Plan de Acción aprobado para la implementación de esta red federal de centros de mediación
comunitaria figuran, entre otros, los siguientes propósitos:
- Intercambiar información vinculada a las experiencias de detección de conflictos y su resolución.
- Compartir y desarrollar material bibliográfico, investigaciones, publicaciones.
- Propiciar el conocimiento e intercambio entre los Centros de Mediación Comunitaria.
La consolidación de estos acuerdos marco y la difusión de la utilización de los MASC, se vio fortalecida a partir del
apoyo del Programa de la Unión Europea, EUROsociAL.
Las actividades diseñadas y que fueron llevadas adelante, señalaron la importancia de validar la RED y concretar la
incorporación in situ de los distintos actores que la conforman.
En octubre de 2013 se realizó un Encuentro Federal de Mediadores de todo el país en la ciudad de Salta y se
comenzaron a firmar los convenios para la capacitación de los operadores del conflicto y mediadores comunitarios y
la asistencia técnica para la creación de Centros. A la fecha se firmaron 15 convenios para conformar la Red.
En diciembre de 2013, en Buenos Aires, se realizó el Primer Taller para el Fortalecimiento de la Red Federal de
Centros de Mediación Comunitaria organizado por la DNMyMPRC dentro del marco del programa de la Unión
Europea para la cohesión social en América Latina, EUROsociAL, y el cual estuvo a mi cargo.
Para la convocatoria a este primer taller se tuvo en cuenta las localidades que efectivamente tenían en
funcionamiento Centros de Mediación Comunitaria pero por alguna razón no estaban vinculados y no sabían de la
existencia – en algún caso – o no reconocían a otros Centros.
Para ello, se confeccionó una planilla de relevamiento que fuera remitida a las distintas localidades. Nuestra forma de
representación es Federal y por ello, una de las mayores tareas es establecer el contacto con la provincia y explicar
el contexto de trabajo, garantizando el respeto de su autonomía y la concreción de ingreso a la RED – únicamente –
mediante firma de convenio.
A este encuentro asistieron ministros (Salta) , secretarios (Neuquén y Salta), subsecretarios de gobierno, directores
provinciales y directores de centros de mediación comunitaria de diferentes provincias de la Argentina, tales como,
Salta; Catamarca; Entre Ríos; Misiones; Tucumán; Neuquén; Río Negro; Chubut; Santa Fe; CABA y Buenos Aires.
El objetivo del encuentro fue consolidar un espacio de intercambio para la promoción y desarrollo de la mediación
comunitaria en la Argentina.
Se compartieron experiencias, se estableció un ideario común de buenas prácticas en mediación comunitaria y se
consensuó un instrumento de recolección de datos a los fines estadísticos. El primer encuentro finalizó con la firma
de todos los presentes, de un acta compromiso para la promoción y consolidación de la Red Federal de Mediación
Comunitaria.
En el año 2014 y a partir de la creación de la Subsecretaria de Acceso a la Justicia, se decide profundizar la
formación de toda la población, en especial de los sectores más vulnerables en métodos pacíficos de resolución de
conflictos.
Se crea el Programa ACERCAR para la formación de operadores sociales en los barrios.
Esta formación brinda herramientas para que los referentes barriales comunitarios puedan contar, además de los
recursos personales propios, con la posibilidad de adquirir y aplicar distintas técnicas para una adecuada contención
primaria del conflicto. Se forman para intervenir como gestores de la posible resolución de los conflictos y, frente a
la situación de verse superados por la magnitud o las características del problema, puedan derivar a los miembros de
su comunidad al Servicio de Mediación Comunitaria (de corresponder) o a servicios institucionalizados que cuenten
con la posibilidad de canalizar positivamente el conflicto.
A la fecha se han firmado convenios con 9 municipios y se ha avanzado en 3 de ellos a la etapa de formación de
mediadores comunitarios.
Es válido resaltar que cada uno de estos municipios recibirá (3 de ellos ya la recibieron), por parte de la consultoría, la
asistencia técnica para conformar el Centro Comunitario y a partir de allí ser un nodo incluido en la RED Federal de
Mediación Comunitaria.
También en el año 2014, en el mes de octubre, se realizó un segundo Taller de Fortalecimiento de la RED Federal de
40
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Mediación Comunitaria, en la localidad de San Salvador de Jujuy, Provincia de Jujuy en el marco del Programa de la
Unión Europea, EUROsociAL.
Nuevamente se contó con la presencia de funcionarios y representantes de instituciones que participan en la
implementación de políticas públicas y llevan adelante organismos y/o Centros de Mediación Comunitaria.
En este caso se convocó a provincias del Norte del país.
Es importante resaltar el compromiso asumido por los concurrentes y la necesidad manifiesta de contar con una
herramienta que si bien sea homogénea a nivel informático, recepte la idiosincrasia de cada una de las zonas.
Se pudo relevar la diferencia temática de las provincias norteñas vinculada a interculturalidad de los pueblos
(existencia de gran cantidad de pueblos originarios y cercanía con la frontera de países como Bolivia, Paraguay y
Chile).
También allí se propició el intercambio de experiencias y consensuaron de los instrumentos, uno de relevamiento de
datos para incorporar a la RED y el otro de buenas prácticas en Mediación Comunitaria.
Otro punto de desarrollo de la mediación comunitaria y de incorporación de Centros a la RED, se dio a partir de la
implementación en forma regular de la mediación a distancia.
Anteriormente, señalaba que nuestro país tiene una amplia extensión territorial, es por ello que muchas veces las
distancias a recorrer son grandes y este dificultad la vinculación entre las partes en conflicto que se encuentran
domiciliadas en distintas jurisdicciones. Esto sucede – a veces – por imposibilidad material de traslado (duración del
viaje) o por el costo que implica el mismo. La utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)
se viene desarrollando lenta pero sostenidamente en nuestro campo. La implementación de este mecanismo
(mediación a distancia a través de internet) permite acortar distancias y acercar a las partes para poder solucionar
sus conflictos.
A esos efectos logramos a través de la Red el desarrollo de la mediación a distancia conectando Centros de Mediación
Comunitaria de distintas zonas del país. Esta modalidad nos permitió resolver muchas cuestiones familiares,
revinculando a sus integrantes.
Corresponde señalar que el desarrollo de la Red a nivel nacional permitió a Argentina, proponer su réplica a nivel
regional y en este sentido en el mes de noviembre de 2014 en la Reunión de Ministros de Mercosur se aprobó la
creación de la mencionada Red para el desarrollo de los MASC para todos los países miembros.
Por último, es apropiado realizar una breve reseña del sistema informático MEPRE y su articulación con la Red
Federal de Centros de Mediación Comunitaria.
Sistema informático MEPRE y su articulación con la Red Federal de Centros de Mediación Comunitaria
Red
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos desarrollo un sistema informático para el registro de los trámites de
mediación y la intercomunicación entre los diversos actores del sistema de mediación prejudicial (mediadores,
profesionales asistentes, abogados, partes, Poder Judicial, entidades formadores, centros de mediación, etc.).
El sistema informático MEPRE, instrumento que reafirma las acciones de modernización del Estado, en consonancia
con la incorporación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación en el ámbito de la Administración
Pública. Constituye una poderosa herramienta que colabora con el mediador en su actividad profesional, a la vez que
se erige como un soporte fundamental permitiendo que el Estado pueda proyectar mejoras permanentes en los
servicios de mediación y cuente con herramientas confiables para la definición de políticas públicas en la materia.
Es un sistema útil, eficaz, gratuito, ágil y seguro, los profesionales pueden acceder desde cualquier lugar con
conexión a internet. Sus ventajas más destacadas son:
la optimización de la carga de información;
la posibilidad de reutilizar datos ya incorporados;
la ampliación de los criterios de búsqueda —tanto sea de los casos como de las actas que, a partir de ellos, se
generan—;
el mediador es quien ingresa la información en forma veraz, directa e inmediata, asegurando así la
transparencia del sistema.
A partir de la información volcada al MEPRE, se genera una base de datos confiable y accesible para todos los
interesados, según su perfil de acceso, que respeta la debida confidencialidad, y habilita en los distintos tipos de
41
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
mediación el estilo de trabajo de los mediadores.
Las expansiones a mediano plazo del sistema MEPRE permitirán el acceso desde los juzgados, para lectura del registro
de las mediaciones y los datos completos de sus intervinientes, evitando el libramiento y contestación de oficios. Se
prevé que a través de ese número se enlace el sistema con el Poder Judicial y se informe el inicio de la causa judicial y
las sentencias, logrando la intercomunicación con todos los actores que participan en la mediación, mediadores,
Poder Judicial y el Ministerio como organismo de aplicación.
Actualmente a través el Sistema MEPRE el Ministerio a un año de su puesta en marcha tiene registradas 100.000
mediaciones prejudiciales en el ámbito de la Justicia Nacional Civil y Comercial. Esta información permite evaluar
con base en datos certeros el impacto de la mediación prejudicial obligatoria en el marco de la Justicia Nacional Civil
y Comercial y Federal y supervisar y mejorar la gestión y contar con estadísticas conforme distintos parámetros
pudiendo además enlazarse esa información con la suministrada por el Poder Judicial.
El trabajo desarrollado a partir del aporte del Programa de la Unión Europea, EUROsociAL, permitió detectar criterios
comunes a fin de replicar el sistema MEPRE en materia de Mediación Comunitaria.
1. En primer lugar el sistema se nutre de información suministrada por una base de datos de mediadores
y ahora conciliadores registrados ante una autoridad (en este caso el MJYDH). Es decir que el primer
requisito es un registro de profesionales que –según el caso- puede abarcar datos que van desde l
Datos personales: Nombre y Apellido; DNI; CUIT; domicilio real; teléfono fijo; teléfono celular;
em@il; etc.
Datos profesionales: título, matrícula profesional, matrícula de mediador comunitario; fechas de
expedición o registro; domicilio constituido a los efectos del registro y trámites.
Datos de capacitación: formación profesional; capacitación inicial en mediación comunitaria;
capacitación continua (actualizable), etc.
El mediador comunitario es registrado como usuario del sistema.
2. En segundo lugar el sistema relaciona los datos de cada mediador comunitario con la información que
este ingresa al sistema relativo a mediaciones comunitarias.
3. En tercer lugar las mediaciones tienen establecidos una formalidad de expedición de Actas que
documentan el procedimiento –audiencias- o el Acuerdo arribado. Es decir se debe contar con
parámetros uniformes observables por todos los usuarios. (a fin de concretar esta etapa se han realizado
los talleres)
4. Los contenidos del ACTA con los que se compone el sistema MEPRE son:
- CARATULA (El nombre del caso, su número de registro proporcionado por el sistema MEPRE y por
otro organismo externo), el objeto del litigio, el monto en disputa si lo hubiere.
- AUDIENCIA: Básicamente el resultado de la audiencia y el trámite de mediación (si continúa o
finaliza). Fecha de nueva audiencia. Posibilidad de reconvenir al reclamante.
- PARTICIPANTES: Datos y domicilios de cada interviniente.
- COMPARECENCIAS: La situación de asistencia o no , justificada o no de cada participante.
- NOTIFICACIONES. Los datos de las notificaciones cursadas a cada parte para concurrir a la audiencia
cuando no hubiera estado presente.
- FIRMAS: Todos los participantes y el mediador-conciliador deben firmar las actas de las audiencias a
las que hubieren asistido.
- CIERRE (CONTROL)
Es decir el acta, como soporte básico de la mediación desarrollada en la audiencia (o audiencias) se encuentra
pautada y cualquier adaptación que se requiera del sistema MEPRE deberá respetar dichos parámetros, sin
perjuicio de poder introducirse modificaciones en las tablas de selección y controles que son propios de las leyes
sobre las que se diseñó el programa.
Luego toda adaptación requerirá de un soporte formal mínimo, en los puntos remarcados hasta aquí, aceptado y
respetado por todos los usuarios del sistema.
42
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
A partir de la utilización del sistema por parte de todos los integrantes de la RED, realizando las
correspondientes adecuaciones en relación a la materia, podremos comparar datos, proponer mejoras,
pudiendo cada jurisdicción compartir los datos que considera relevantes para el intercambio de información y
reservarse aquellos que considere sensibles o de utilización interna. Se obtendrán de forma confiable
estadísticas regionales, zonales y totales de nuestro país que permitirán seguir afianzando el sistema y la
mediación comunitaria como propuesta de resolución de conflictos.
Actividad propuesta para 2015
La propuesta para los primeros meses del 2015 es realizar un encuentro Taller de similares características que los
anteriores en las provincias del Sur y Centro de la República Argentina.
Se convocará a los centros de las siguientes localidades:
- Viedma
- Bariloche
- Allen
- Choele Choel
- Rawson
- Puerto Madryn
- Neuquen
- El Trebol
- Mendoza
- San Juan
LECTURA 14
Los centros de mediación comunitaria y la
salud social
Comenzaremos diciendo que, en Argentina, la mediación comunitaria es una política pública.
Los antecedentes son:
• Decreto N.° 1480/92 (19 /8/92). Se declara de interés nacional la institucionalización y el desarrollo de
la mediación como método no adversarial de resolución de conflictos.
• Resolución M. J. N.° 983 (26/8/93). Puesta en ejecución de la experiencia piloto en mediación.
• Resolución M. J. N.° 083/96 (13/3/96).Se aprueba el Programa de Mediación Comunitaria dentro del
Programa Social de Servicio Jurídico y Formación Comunitaria.
• 1998. Se lanza el Plan Social de Asistencia Jurídica a la Comunidad. Se firman convenios con todas las
provincias.
• Resolución M. J. N.° 54/99. 19/8/99. Se crea el Registro Nacional de Mediadores Comunitarios.
• El 3 de junio de 2004 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó la Ley 1.349, por la cual se
establece el día 26 de diciembre de cada año como día del mediador comunitario. La norma contó
con el apoyo de todos los bloques políticos que integran el cuerpo, por lo que fue sancionada por
unanimidad.
Para el año 2012 encontramos que:
• ya existían centros de mediación comunitaria en todo el país;
• hay cada vez más personas que se acercan a consultar, más solicitud de mediaciones y más
porcentajes de acuerdos;
• mayor demanda de información, capacitación y formación continua;
• aumento de los niveles de participación de la comunidad en los procesos participativos de resolución
de conflictos y la confianza en sus beneficios (Rodríguez Querejazu, 2012).
Los centros de mediación comunitaria son aquellos espacios y estructuras donde se desarrolla la mediación
comunitaria. Estos espacios pueden ser diferentes según la comunidad en la que se hallan insertos: club vecinal,
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
centro comunitario, escuela, etcétera.
Las actividades que se desarrollan desde el centro son:
• atender a las personas que solicitan voluntariamente el servicio de mediación;
• difundir los principios de la mediación en la resolución pacífica de conflictos;
• promover el protagonismo de las personas a través de la participación en la resolución de sus propios
conflictos;
• ofrecer un sistema efectivo de derivación cuando la problemática no sea mediable en nuestro centro;
• llevar a cabo las mediaciones.
A su vez, los centros de mediación comunitaria se hallan insertos en una red federal.
“La Mediación Comunitaria es: el arte de la buena convivencia cuyas metas son: la promoción de la salud social, la
prevención, análisis, resolución y transformación de conflictos en la comunidad” (Rodríguez Querejazu, 2012, p.
20).
Para hablar del concepto de salud social, debemos definir qué entendemos por salud.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Física
Psíquica Social
Este es un concepto de salud integral que no piensa solo en la salud física como ausencia de enfermedad, sino que
propone una mirada holística que entiende que para que la persona pueda sentirse en plenitud es necesario que
también goce de salud mental, teniendo conciencia de sus capacidades, pueda trabajar productivamente y ser
participativo y contributivo en su comunidad. La salud social tiene por objetivo elevar la calidad de vida de las
personas, comunidades y grupos.
La salud social es un concepto que se encuentra asociado a las personas en relación a su entorno, a su contexto
socioeconómico y a los condicionantes que se derivan de los recursos y del poder.
Lo que determinara la posibilidad de que se pueda acceder a la salud social, y por ende a uno de los elementos
que conforman la salud, son las circunstancias en que la persona se desarrolla y sus posibilidades, recursos y
oportunidades. En general, eso depende de las inversiones de parte del Estado que permitan mejorar la calidad de
vida de las personas en su entorno cotidiano.
Referencias
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. (2016). Red Federal de Centros de Mediación Comunitaria. Recuperado de
http://www.justovos.gob.ar/red-federal-centros-mediacion-comunitaria/
Rodríguez Querejazu, M. G. (2012). La mediación comunitaria y la salud social. Recuperado
de http://mediacionjus.salta.gob.ar/Documents/MEDIACION%20COMUNIT ARIA%20Y%20LA%20SALUD%20SOCIAL.ppt.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
cambiar el paradigma imperante y avanzar hacia la cultura de la paz. Es política del Estado provincial el desarrollo de
métodos no adversariales de resolución de todo tipo de conflictos. La existencia en la provincia de la mediación penal,
la mediación prejudicial obligatoria y la facilitación de conflictos públicos es una muestra de ello.
Al relatar este caso de facilitación/negociación, queremos compartir la experiencia y demostrar que aunque el
conflicto llevaba un tiempo largo en su desarrollo y había llegado a un nivel importante en cuanto a las emociones,
partes e intereses en juego, con las herramientas que nos brindan los métodos no adversariales de resolución de
conflictos y una intervención adecuada, rápida, en medio de una crisis, pero siempre con el respeto a los afectados,
promoviendo el protagonismo de las partes, se puede no sólo contener y bajar la conflictividad en este caso social
sino además llegar a un acuerdo que evitó el uso de la fuerza pública y la intervención de la justicia penal, todo ello a
partir de poder retomar el diálogo interrumpido entre los actores del conflicto
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
las necesidades de los adolescentes de tener espacios de contención; y algunas otros puntos, también importantes,
pero que consideramos no debemos expresar debido a las partes involucradas en este conflicto. Respecto de sus
sentimientos, pudieron expresar la impotencia que les había generado por momentos no encontrar la salida al
conflicto.
Estos pequeños acuerdos logrados, volvían a empoderar a ambas partes, y las ubicaba en otro lugar, que ya no era
sólo la queja; sino que se podían sentir capaces de poder hacer mejores y más creativas las propuestas a las
necesidades planteadas.
Las facilitadoras, ayudaron a los involucrados para poder reflexionar sobre lo pedido, lo posible y el modo en que cada
una de las partes podía cooperar para que ello se concretara, actuando como “agentes de la realidad”, por momentos
como “abogado del diablo”, a fin de lograr una salida realista del conflicto, conforme las posibilidades de cada uno y
el escenario que rodeaba la situación. (2)
Luego de 7 horas de negociaciones en que las facilitadoras, tuvieron diferentes reuniones con la gente del
movimiento y a su vez reuniones con los funcionarios del Estado, llevando las propuestas y cada uno de éstos a su
vez con sus asesores y gente del movimiento, se firmó un acuerdo que incluía: 1) La desocupación del predio ese
mismo día 2) Ofrecimiento de una residencia temporaria y/o alquiler temporario de viviendas para las familias que no
tenían dónde ir (se fue trabajando la forma de conseguirlas, los integrantes del movimiento POE fueron aportando
direcciones, ideas, diferentes opciones) . 3) Autoconstrucción de viviendas, se aportarían los materiales. 4)
Reanudación de algunos planes asistenciales. 5) Se comprometieron ambas partes a reanudar la mesa de diálogo una
semana después, y a armar una agenda de trabajo que contemplaba otras necesidades; se quería implicar a las partes
con esta propuesta, a pensar y formular que más podían aportar y de ese modo actuar colaborativamente para
sostener el acuerdo y prevenir futuros conflictos.
Como propuesta surge convocar para los próximos encuentros a otras reparticiones públicas que tuvieran
competencia en temas de niñez, adolescencia, educación, deportes y cultura; las facilitadoras acompañamos en las
primeras reuniones y después dejamos que continuaran las partes desarrollando y fortaleciendo el contacto.
La estrategia que las facilitadoras delinearon al comenzar su intervención fue acertada, porque lograron el objetivo
deseado, y confirmaron lo que se sustenta desde el estado provincial desde hace algunos años; que estos métodos le
sirven a la gente para resolver de un modo adulto los conflictos de los que son parte y que pueden responsabilizarse
de los mismos y sus consecuencias; del mismo modo pueden hacerse cargo de las soluciones que se elaboran en estos
contextos, que hacen que luego estas historias se relaten con otros textos, mucho más participativos y humanos.
En consecuencia, podemos decir, que las tácticas que se delinearon fueron acertadas para la situación dada; donde se
necesitaba recuperar la confianza, reconstruir redes sociales y trabajar en equipo.
Táctica y técnica de trabajo: Dada la gravedad de la situación, mucha tensión, desgaste de la relación y desconfianza
entre las partes, decidieron las facilitadoras hablar con cada parte en forma separada. Realizar reuniones privadas con
cada uno, empatizar, disminuir el enojo, y trabajando con ambas la posibilidad de generar un espacio de diálogo.
En la primera reunión con el movimiento POE, para poder analizar el listado de necesidades que traían, nos
dispusimos en una mesa y compartimos el mate y unas tortas asadas, elogiamos el trabajo de las mujeres de preparar
el alimento para todos y de compartirlo.
Otro de los momentos en que se pudo empatizar, fue cuando una de las facilitadoras manifestó: “entendemos lo que
están pasando, debe ser muy duro estar acá, con sus familias tantos días, por eso tenemos que darnos una
oportunidad de encontrar otra salida a este conflicto, creemos que el diálogo puede ser el mejor aporte que podemos
dar, además de nuestro compromiso con todos los involucrados”. En ése momento las facilitadoras pudieron percibir
un pequeño cambio, era la primera vez que alguien ajeno al conflicto podía ponerse en sus zapatos y se los hacía
saber. Siguió éste tipo de interacción, corta, pero más calma. En ese momento ellas les dieron sus datos completos,
teléfonos, ocupación etc., ello como gesto concreto de que podían utilizar este canal de comunicación, antes de
tomar alguna decisión. Podían contar con “otro” para pensar una opción diferente, siempre con el objetivo de evitar
que la situación de violencia se agrave.
Siempre se dijo a los involucrados en el conflicto: “… la otra parte quiere resolver el conflicto de modo pacífico” y la
otra, siempre nos contestaba “nosotros también”, estas frases fueron parafraseadas en muchas oportunidades para
volver a encuadrar los diálogos.
Se trabajó con roll play, a fin de que pudieran ponerse en “los zapatos” del otro, preguntando por ej:
¿Cómo se sentiría si tuviera que vivir con su familia en una carpa, porque cree que es el único modo en que lo van a
escuchar? Y ¿Cómo cree que se siente alguien que debe responder a una demanda si el modo que se utiliza para
lograrlo es interrumpiendo el paso a su lugar de trabajo, haciendo ruidos estridentes, usando bombos y cánticos con
altavoces durante más de 23 días?
Se definió como modo de trabajo entre las facilitadoras; dado que la situación estaba en escalada y que en esos
momentos iba a ser contraproducente sentar a las dos partes en la misma mesa; que una de ellas se quedaría
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
acompañando al movimiento POE y la otra se ocuparía de transmitir preguntas o propuestas de una a otra parte.
Consideramos que este modo fue una “facilitación puente”, que permitió contener ansiedades permanentemente y
trabajar con varias personas con intereses diferentes.
PERCEPCIONES DE LA INTERVENCION EN EL CONFLICTO-CONCLUSIÓN:
Surge del relato de esta facilitación que el conflicto se produce en un contexto social y político en el cual existe ya
instalada una modalidad usual de protesta: toma, acampe y corte de calles por parte de los ciudadanos y en especial
en este caso, de los movimientos sociales ante demandas básicas insatisfechas o no, de alimento, educación y trabajo.
Fueron varios los hechos en nuestro país que dieron forma a la aparición del mismo, conocidos con el nombre de
“piquetes”, modalidad naturalizada como forma de manifestar la disconformidad e insatisfacción de ciertos grupos
sociales, organizados o espontáneos.
En cuanto al contenido del conflicto, si bien las posiciones y reclamos son variados, es una demanda que requiere de
respuestas a necesidades básicas. Como facilitadoras sabemos que las necesidades básicas, las indispensables para la
vida y desarrollo integral de la persona no son negociables, tienen que ser respetadas. Pero sabemos también que
tenemos que trabajar sobre éste proceso destructivo y violento, es una crisis, para luego pensar en resolver o
transformar el conflicto.
Se pasó de la etapa de conflicto abierto a la lucha de poder, a la confrontación y se hace inmanejable o sea es
necesario primero, contener el mismo para luego intentar resolver. “Lo que no se previene se resuelve y lo que no se
resuelve, se contiene.”1
El conflicto abierto y la crisis, se contuvo y resolvió, pero sabemos que el camino es la transformación de los
conflictos, promover procesos de cambio constructivos incluyendo éstas soluciones inmediatas pero proyectar hacia
el futuro.2
El desafío es ampliar la observación en el tiempo de los conflictos y contexto, educando para la prevención de los
mismos, construir espacios de articulación estratégica y constructiva, educar en la no violencia y en el diálogo como
herramientas de un cambio cultural
1
William L Ury: Alcanzar la paz. Diez caminos para resolver conflictos en la casa, el trabajo y el mundo. Ed Paidós. Argentina 2000
2
Del ensayo de Michelle Maiese Transformación resumen del libro de John Paul Ledereach “The Little of Conflict
“Transformation” publicado por Gopod Bocks 2003. Extracto publicado por Fundación Mediadores en Red L@Revista- Año IV Set
2006
LECTURA 15
Estrategias de intervención
En este punto haremos un breve recorrido por los distintos modelos de intervención desde la mediación. Cada
uno de ellos tiene una manera de aproximarse al conflicto y todos tienen elementos positivos. Rescatamos de
cada uno de ellos algunos componentes, pero no nos limitamos a ninguno de ellos en particular. La diversidad de
conflictos con que nos encontramos en el espacio social comunitario nos ha llevado a articular elementos
teórico-prácticos de todos los modelos (Nato, Rodríguez Querejazu, Carbajal, 2006).
• El modelo tradicional basado en la Escuela de Negociación de Harvard: no es un modelo de
mediación sino de negociación. Es un modelo de negociación colaborativa que resalta la neutralidad
del mediador en el conflicto, de los participantes y de sus visiones de la situación y establece un tipo
de comunicación lineal. Su principal objetivo es lograr un acuerdo entre las partes basado en los
intereses. El siguiente gráfico muestra las etapas.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Posiciones
Intereses
Opciones
Alternativas
Criterios MAAN
objetivos
Este modelo tiene importantes puntos de contacto con las corrientes contemporáneas que
abordan la interculturalidad. Su acento en la revalorización y en el reconocimiento lo transforma
en una perspectiva sumamente apta para mediar en situaciones que presentan relaciones
marcadas por el desconocimiento, el rechazo, la discriminación, el prejuicio y otras manifestaciones
análogas. Puede considerarse, entonces, como una inestimable contribución para construir la
interculturalidad o para recomponer el tejido social en sociedades dramáticamente fragmentadas
como las nuestras, así como para tramitar las diferencias propias de la interacción humana y social
en un contexto determinado.(Nato et al., 2006,p. 190).
• El modelo circular-narrativo: este es un modelo desarrollado por Marines Suarez basado en el
modelo de Sara Cobb. Su núcleo central está basado en la comunicación. La idea sería “ir del orden al
caos para
luego encontrar un nuevo orden” (Nato et. al., 2006, p.191). Trabaja con la legitimación de las personas
y trata de que estas logren salir de la rigidez de sus relatos para construir una historia alternativa que
propicie la generación de nuevas opciones para la construcción de un acuerdo (Nato et al., 2006).
Como dijimos anteriormente, ningún modelo en sí mismo es suficiente para abordar los conflictos
que se nos plantean en los actuales escenarios. Elegimos, por lo tanto, trabajar en el abordaje de
los conflictos sociales desde la propuesta de Paul Lederach y su notable aporte a la concepción de
la mediación comunitaria y a su práctica.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Paul Lederach es un experto en construcción de procesos de paz en escenarios de conflicto muy
arraigado y prolongado. Según su experiencia, para comprender el conflicto en profundidad,
debemos atender a las polarizaciones, los espacios de articulación estratégica y constructiva y los
procesos de cambio no violento. Desde el punto de vista de las polarizaciones, estas restringen la
posibilidad de que aflore la diversidad de percepciones y visiones sobre lo que está sucediendo y
señala que es importante la ambigüedad para que de allí surjan alternativas creativas, múltiples
miradas y un enfoque amplio para poder comprender la complejidad de los escenarios y encontrar
posibilidades de solución. Los espacios de diálogo entre los distintos actores favorecerían esta
posibilidad. En cuanto a sostener procesos de cambio no violento, indica que no debemos a apelar
a soluciones a corto plazo, sino a aquellas que puedan sostenerse a mediano y largo plazo. En los
escenarios de conflicto prolongado el conflicto transita por distintas etapas y para cada una de ellas
habría que diseñar un modo de abordaje.
…El conflicto social emerge y se desarrolla en la base del significado y la interpretación que la
gente involucrada hace de la acción y los acontecimientos… desde el mismo comienzo, el conflicto
está conectado con el significado, el significado con el conocimiento y el conocimiento está
enraizado en la cultura. (Nato et al., 2006, p. 192).
En su libro La imaginación moral, Paul Lederach concluye que la posibilidad de superar la violencia se halla en la
imaginación moral. Se refiere a esta imaginación como la que se ve movilizada cuando cuatro disciplinas y
capacidades se conjugan y son llevadas a la práctica. Ellas son:
la capacidad de imaginar una red de relaciones que incluya a nuestros enemigos,
la capacidad de estimular la curiosidad paradójica sin quedarse solo con las polaridades duales,
una creencia firme en el acto creativo y la capacidad de animarse a avanzar hacia lo desconocido que existe
más allá de lo conocido del paisaje de la violencia (Lederach, 2007).
Como hemos repetido varias veces a lo largo de la materia, la complejidad de los escenarios sociales actuales no nos
permite limitarnos a un solo modelo, sino que necesitamos estrategias de intervención abarcadoras que logren
contemplar el universo de significaciones y las percepciones de cada cultura y contexto social y cómo las personas
viven las situaciones de conflicto estando insertas en ellas.
Método social en mediación comunitaria
En un primer momento, nos acercaremos a la situación conflictiva y evaluaremos si es posible su abordaje con los
recursos con los que disponemos; de no ser así, deberemos realizar una derivación efectiva a otros profesionales o
instituciones.
El primer paso dentro de este método se puede ver en el siguiente gráfico:
Figura 1: Primer contacto con la situación. Método social
Referencias
Lederach, J. P. (2007). La imaginación moral. Bilbao: Gernika.
Nato, M.A., Rodríguez Querejazu, M.G., y Carbajal, L. (2006).Mediación comunitaria. Conflictos en el escenario
social urbano. Buenos Aires: Universidad.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
LECTURA 16
El rol del Estado, la empresa y la sociedad
civil
Rol del Estado
Invitando solemnemente a todos los interesados a que, en sus actividades, se guíen por el reconocimiento de la
importancia extrema de practicar la tolerancia, el diálogo, la cooperación y la solidaridad entre todos los seres
humanos, los pueblos y las naciones del mundo como medio para promover la paz, para lo cual las generaciones
actuales deberían velar por que tanto ellas mismas como las generaciones futuras aprendan a convivir en paz con la
aspiración máxima de salvar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra.
Y Declara lo siguiente:
Artículo 1: Toda persona tiene derecho a disfrutar de la paz de tal manera que se promuevan y protejan todos los
derechos humanos y se alcance plenamente el desarrollo.
Artículo 2: Los Estados deben respetar, aplicar y promover la igualdad y la no discriminación, la justicia y el estado
de derecho, y garantizar la liberación del temor y de la miseria como medio para consolidar la paz dentro de las
sociedades y entre estas.
Artículo 3: Los Estados, las Naciones Unidas y los organismos especializados deben adoptar medidas sostenibles
adecuadas para aplicar la presente Declaración, en particular la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura. Se alienta a las organizaciones internacionales, regionales, nacionales y locales y a
la sociedad civil a que presten apoyo y asistencia para la aplicación de la presente Declaración.
Artículo 4: Deben promoverse instituciones internacionales y nacionales de educación para la paz con objeto de
fortalecer el espíritu de tolerancia, diálogo, cooperación y solidaridad entre todos los seres humanos. A tal fin, la
Universidad para la Paz debe contribuir a la gran tarea universal de educar para la paz dedicándose a la enseñanza,
la investigación, la formación de posgrado y la difusión de conocimientos. A/HRC/RES/32/28 GE.16-12306 7 1
• diagnóstico y sensibilización;
• capacitación y difusión;
• creación de centros de mediación comunitaria y formación continua de los mediadores;
• evaluación y difusión.
En la primera etapa (diagnóstico y sensibilización), se tomaron como referencia siete barrios de la Capital Federal
(San Telmo, Paternal, Saavedra, Colegiales, Caballito, Palermo y Villa Devoto), cuatro municipios de la Provincia de
Buenos Aires (Avellaneda, Castelar, Quilmes y Vicente López) y cuatro provincias argentinas (Formosa, Jujuy, Santa
Fe, Chaco).
Para su selección, se llevó a cabo un diagnóstico de las problemáticas existentes y se eligieron aquellas que fueran
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
diferentes entre sí para poder realizar las comparaciones. También se realizó un relevamiento de las instituciones
intermedias de prestigio social en las zonas seleccionadas: organizaciones no gubernamentales, clubes,
asociaciones de fomento, escuelas, bibliotecas, iglesias. Estas instituciones ofrecieron desinteresadamente su
espacio para alojar un centro en su sede. Se invitó a dichas instituciones a que propusieran vecinos de reconocida
trayectoria y sensibilidad social para luego capacitarlos en mediación comunitaria.
Pretender instalar la figura del vecino mediador fue todo un desafío que respondía a la necesidad de volver a las
fuentes, al trabajo sostenido del tercer sector que avanza con fuerza de la mano de sus voluntarios y a la voluntad
política de instrumentarlo.
La mediación comunitaria en la Argentina fue concebida como política social de Estado, más allá de las banderas
partidarias y de los intereses mezquinos, en el marco de una democracia participativa y pluralista. Si no está claro
este concepto fundamental, si esta política no se comprende, se corre el riesgo de naturalizarla y no cumple con su
objetivo.
Fue con esta idea que desde el Ministerio de Justicia se capacitó a líderes de la comunidad presentados por las
instituciones intermedias para trabajar en forma voluntaria y gratuita.
Es así como la propia comunidad encontró espacios resolutivos a sus inconvenientes de todos los días. Temas como
desavenencias familiares, ruidos molestos, problemas de filtraciones, medianeras, arbustos y animales encontraron
solución de la mano de vecinos mediadores que comparten la cultura, el idioma, la religión y la educación.
Esta experiencia ha dado un óptimo resultado no solo por descomprimir el trabajo de la justicia, sino por contribuir
a generar desde sus bases una nueva cultura de la convivencia basada en el diálogo, el respeto y el reconocimiento
del otro como legítimo otro.
Esta política de descentralización, esta alianza del Estado con el sector social contribuye a la toma de conciencia de
los derechos y a un mayor acceso a la justicia. De esta manera, aseguramos que este supremo bien llegue a todos
los sectores de la comunidad sin distinción alguna, sin costo y allí donde está la gente. Este instituto tiene un
contenido profundamente humano, respeta a las personas y a sus problemas de todos los días, atiende sus
necesidades y sus derechos, contribuye con una mejor calidad de vida y genera gobernabilidad al sistema.
La mejor prueba de ello es la rápida difusión que ha tenido este instituto y la multiplicación de centros de mediación
comunitaria por todo el territorio nacional.
A partir del año 1998, el Programa de Mediación Comunitaria forma parte del Plan Social de Asistencia Jurídica a la
Comunidad en el Ministerio de Justicia y continúa brindando el servicio y el entrenamiento de los mediadores
comunitarios en todo el país promoviendo la creación o establecimiento de espacios similares en todo el territorio
nacional a partir de un criterio federal. Se firmaron convenios de cooperación y colaboración con gobiernos
provinciales, municipios, entidades e instituciones intermedias y también con organismos oficiales.
La mediación no solo fue pensada para descongestionar tribunales o bajar los costos -tal como originalmente fue
entendida-, sino que fue concebida con el firme propósito de facilitar el acceso de toda la comunidad a la gestión
de sus conflictos de convivencia en su barrio y sin costos. La vida de todos los días está ligada al interés social y no
decir presente es una falta de respeto.
Afortunadamente, en nuestro país se fue consolidando a los largo de las diferentes administraciones la mediación
comunitaria como política pública y aunque los programas fueron cambiando algunas denominaciones, hoy se ve
potenciada gracias al Programa 2020 que funciona en la órbita del Ministerio de Justicia de la Nación, el que se ha
propuesto articular los diversos programas y proyectos que han nacido en los organismos del Estado nacionales,
provinciales, municipales, defensorías del Pueblo, organizaciones no gubernamentales y en el poder judicial.
Justicia 2020
Una justicia cercana a la comunidad, moderna, transparente e independiente
Justicia 2020 es un espacio de diálogo institucional y ciudadano cuyo objetivo es la elaboración, implementación y
evaluación de políticas para construir, junto a la sociedad, una justicia que genere resultados socialmente relevantes
y permita la solución de los conflictos en forma rápida y confiable.
Justicia 2020 trabaja asimismo sobre dimensiones no judiciales de la justicia. Estas iniciativas, nucleadas en el
Programa Justo Vos, apuntan a afianzar a la justicia como valor, para que todas las personas, en su vida cotidiana,
colaboren en la construcción de una sociedad más justa, unida y pacífica.
Finalmente, Justicia 2020 constituye una herramienta para alcanzar los objetivos de la Nueva Agenda Mundial para
el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, a través de la construcción de instituciones sólidas y confiables que
garanticen la paz y el acceso a la justicia para todos (ODS 16). (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la
Nación, s. f., https://www.justicia2020.gob.ar/)
Red federal
Asimismo, en una entrevista la actual Directora Nacional de Mediación y Métodos Participativos de Resolución de
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Conflictos, Raquel Munt, expresó que “a 20 años de la ley, tenemos que hacer el mayor esfuerzo para posicionar a la
mediación prejudicial o comunitaria en la agenda pública como una herramienta de paz social y acceso a la justicia”.
(Voces por la Justicia, 2016,https://goo.gl/pECfeP) En ella hace referencia a la notable expansión que se viene
desarrollando en distintas provincias de nuestro país como Salta, Buenos Aires, Jujuy, Santa Fe, Misiones, Río Negro,
Catamarca, Tucumán, Neuquén, Chubut, Chaco, Corrientes y Entre Ríos, a las que se suma la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Rol de la empresa
En algunos países latinoamericanos estamos viendo cuál es el aporte que el sector empresarial puede hacer a la
construcción de paz. Si pensamos que uno de los factores que interviene en la desigualdad y la fragmentación social
es la pobreza creciente de algunos sectores, el rol de la empresa en fundamental, ya que puede colaborar generando
negocios inclusivos: “iniciativas empresariales económicamente rentables, ambiental y socialmente responsables,
que en una relación gana-gana incorporan en sus cadenas de valor a comunidades de bajos ingresos” (Rengifo en
CECODES, 2015, https://goo.gl/d4ZFkd).
La paz también se construye con desarrollo económico y social, garantizando el acceso a los bienes públicos, con
democracia y participación. Por ejemplo, en el caso colombiano, empresas del café lograron que poblaciones
desplazadas por la violencia pudieran volver a sus tierras a trabajar en relación al cultivo de café (CECODES, 2015).
Enfoque sensible del conflicto
Las agencias de Naciones Unidas han desarrollado un modelo de intervención denominado Enfoque sensible al
conflicto, donde recomiendan a todas las organizaciones, tanto públicas como privadas, que tengan en cuenta los
impactos positivos y negativos de las diversas intervenciones que realizan en contextos de conflictividad brindando
técnicas e instrumentos. Este enfoque tiene tres elementos constitutivos en su marco teórico que son:
comprender el contexto,
unir la acción y el contexto y actuar sobre el contexto.
Comprender el contexto implica conocer el contexto conflictivo existente donde se pretende implementar un
programa, pues muchas veces, por desconocimiento de ese contexto en vez de ayudar se exacerban los conflictos o
se aceleran los procesos de conflictividad. Los conflictos complejos requieren de un análisis de niveles desde lo micro
a lo macro y sus relaciones. También será necesario agregar categorías de análisis referidas a género e
interculturalidad.
Unir la acción y el contexto significa que, una vez analizado el contexto, habrá que evaluar el impacto o incidencia
que el proyecto o programa tendrá sobre ese contexto. Para ello se utiliza Acción Sin Daño, programa de
cooperación internacional para trabajar conjuntamente e identificar la mejor manera de trabajar en el conflicto en
países emergentes o en vías de desarrollo y fortalecer las capacidades locales. (Spadoni y Fundación Futuro
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Latinoamericano, 2010, https://goo.gl/izoHDt)
Sabemos que el Estado debe garantizar el orden social, político y jurídico, ya que es el principal garante de la paz
social, pero también todas las organizaciones de la sociedad civil y las empresas deben contribuir a satisfacer las
necesidades sociales y participar en la construcción de paz. Todos somos responsables de robustecer el sistema
democrático adhiriendo a los valores del diálogo, el respeto, la cooperación y la solidaridad, buscar formas pacíficas
de convivencia y armonizar nuestras diferencias para poder vivir juntos.
1A/HRC/RES/32/28 Declaración sobre El Derecho a La Paz, Asamblea General de Naciones Unidas. (2016). Recuperado de http://aedidh.org/wp-
content/uploads/2017/10/DDP-CDH-1.7.16.pdf
Referencias
A/HRC/RES/32/28 Declaración sobre El Derecho a La Paz, Asamblea General de Naciones Unidas. (2016). Recuperado de
http://aedidh.org/wp- content/uploads/2017/10/DDP-CDH-1.7.16.pdf
CECODES. (2015). El rol del sector empresarial en la construcción de paz. Recuperado de http://www.cecodes.org.co/site/el-
rol-del-sector- empresarial-en-la-construccion-de-paz/)
Spadoni, E. y Fundación Futuro Latinoamericano. (2010). “Técnicas y Herramientas para un Enfoque Sensible a la
Conflictividad”. Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA) y Programa de Desarrollo y Paz en la Frontera Norte del Ecuador
(PDP-FN). Quito. Recuperado de http://www.democraticdialoguenetwork.org/app/documents/view/es/197 6/12
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. (s. f.). Debates. Recuperado de https://www.justicia2020.gob.ar/
Nato, A., Rodríguez Querejazu, M. G., y Carbajal, L. (2006). Mediación Comunitaria. Conflictos en el escenario social urbano.
Buenos Aires: Universidad.
Voces por la Justicia. (2016). Mediación comunitaria: una herramienta que se expande. Recuperado
dehttp://www.vocesporlajusticia.gob.ar/mediacion-5/
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Presidencia de la Nación. (2016). Mapa de la Red Federal y Organizaciones,
empresas y sociedad civil. Recuperado de http://www.vocesporlajusticia.gob.ar/mediacion-5.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Lecturas complementarias
Paper: La mediación comunitaria como política
pública
En el presente trabajo se analiza la mediación como forma de solución pacífica para la solución de conflictos sociales,
la cual busca dar respuesta a problemas potencialmente alteradores de la paz social.
Eje temático 12. Movimientos Sociales, Acción Colectiva, Ciudadanía y Sociedad Civil.
"Trabajo preparado para ser presentado en la 2 º Congreso Internacional de la Asociación Mexicana de Ciencias
Políticas (AMECIP), organizado en colaboración con la Universidad Autónoma del Estado de México, en la ciudad de
Toluca el 11, 12 y 13 de septiembre 2014"
Resumen
En el presente trabajo se analiza la mediación como forma de solución pacífica para la solución de conflictos sociales,
la cual busca dar respuesta a problemas potencialmente alteradores de la paz social. Asimismo, se señalan las
coincidencias que tiene la mediación con las características de una política pública con el fin de que aquélla sea
considerada como tal y logre la consolidación de una pacificación social y una cultura de la paz en nuestra sociedad.
Introducción
En el presente trabajo analizamos la mediación comunitaria por considerarla uno de los ámbitos sociales más
vulnerables en la actualidad debido a que juega un papel prioritario en la vida cotidiana de una comunidad. A través
de ella, esos problemas que no poseen trascendencia jurídica pueden contenerse y evitar que el conflicto tome
otros niveles, es decir, la mediación comunitaria crea un espacio institucionalizado para la resolución de conflictos, a
través de la mediación por profesionales capacitados, para evitar que los conflictos se conviertan en acciones
violentas, resultado de pugnas en tribunales, y por ende, alteren el orden social.
Su implementación puede evitar el rompimiento del orden social dentro de la comunidad. Al mismo tiempo, se
busca una participación ciudadana a través de la cual, los integrantes de la sociedad actúen en coordinación con el
Estado para el mantenimiento del orden social y el establecimiento de una cultura de paz.
Desde esta perspectiva, consideramos pertinente señalar lo manifestado por Earl Johnson, juez del Tribunal de
Apelación de California, quien señala que resulta hasta cierto punto irónico que sean las reclamaciones menores, lo
que muchos calificarían de conflictos sin importancia – más que los litigios complejos – los que nos han obligado a
replantearnos el modelo existente de resolución de conflictos (Singer, 1996, pág. 147). De ahí la importancia de su
aplicación dentro de las comunidades para contener los conflictos y a la par, lograr la participación de la ciudadanía
en la búsqueda de formas para evitar que los conflictos que se presenten aumenten de nivel.
En los conflictos sociales el sistema judicial presenta destacados defectos formales y materiales, ya que resulta
inadecuado para restaurar la convivencia pacífica tras la tensión inherente a la litigiosidad de los conflictos cotidianos,
que conviene resolver extrajudicialmente (Villagrasa Alcaide, 2011, pág. 548).
Como miembros de una comunidad compartimos el territorio en el que habitamos (Nató & Rodríguez Querejazu,
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
2001, pág. 77). Por tanto, tenemos la obligación de cuidar nuestros intereses. Es en este punto en donde la
ciudadanía asume un papel trascendental, al ser ésta la que provoca el conflicto.
En las relaciones humanas cotidianas, en la interacción que existe y reside en todo ciudadano, en cualquier
municipio, el vecino de una comunidad se encuentra con la complejidad y posible conflictividad que deriva del hecho
de convivir con otras personas, con los mismos derechos y deberes, pero con una diversidad de opiniones, de
sentimientos, de costumbres, de educación, que comporta que, en ocasiones se generan controversias que a menudo
consideramos irresolubles. La mediación comunitaria, social o ciudadana se presenta como un procedimiento de
resolución del conflicto más adecuado y útil, teniendo presente que, a menudo, las personas enfrentadas deben
continuar relacionándose (Villagrasa Alcaide, 2011, pág. 546).
En la práctica las asociaciones vecinales, referidas a las personas que habitan (o que trabajan) en la unidad territorial
de su acción, el barrio. Naturalmente los barrios están habilitados por personas que conforman y se sienten partícipes
de diversos colectivos (algunos de ellos virtuales) o que comparten múltiples identidades. Lejos de interpretar la
comunidad como un escenario estático, las relaciones que se establecen entre personas, grupos e instituciones tienen
un protagonismo fundamental en las dinámicas y a menudo manifiestan complejos conflictos de intereses y luchas
por el poder (Fernández, 2008, pág. 62). Esos conflictos que se presentan dentro de las comunidades son los que
dieron origen a la búsqueda de mecanismos que logren resolverlos dentro de la misma, además de evitar que las
partes en conflicto acudan a los tribunales para que intervengan.
En este sentido, nos parece relevante la opinión de Marisela Montenegro, quien manifiesta que una acción
comunitaria se refiere a todas aquellas reflexiones y acciones que se realizan por parte de los miembros de la
comunidad a partir de una organización o grupo comunitario y que buscan la transformación de situaciones que son
vistas como problemáticas por parte de esas personas. Ésta puede ser motivada o no por parte de profesionales de
intervención social (Fernández, 2008, pág. 63). De tal forma, el Estado toma un papel fundamental para la
implementación de la mediación dentro de las comunidades que atiendan las necesidades que tienen las partes en
sus relaciones con los demás integrantes.
Gimeno y Reina señalan que la mediación comunitaria supone devolver a los ciudadanos el poder para resolver sus
conflictos a través de un procedimiento democrático, recuperando la capacidad de decidir la solución a sus propias
controversias, sin que sea un tercero el que deba imponer una decisión (Villagrasa Alcaide, 2011, pág. 554).
En el ámbito del conflicto social la mediación comunitaria permite a la administración local disponer de un nuevo
recurso que aporta los elementos teóricos, metodológicos y técnicos necesarios para la provisión y prestación de
servicios para la gestión positiva de los conflictos (Puntes, 2007, pág. 79) .
La instancia de mediación tiene por objetivo la mejora de algunos servicios públicos de atención a los ciudadanos,
al disminuir y/o desactivar los conflictos que se generan por la contraposición entre los intereses generales y los
individuales, entre los intereses del ciudadano y los del empleado público o entre los intereses de los mismos
ciudadanos, durante la prestación del servicio público y la atención al ciudadano (Nató, Rodríguez Querejazu, &
Carbajal, 2006, pág. 90).
La ética legal, la cultura, el conflicto, la dinámica de grupos, la violencia en las escuelas, el aumento de la violencia en
las comunidades, han contribuido al desarrollo de las técnicas de conflictos en nuestra época, como una alternativa
válida, eficaz y económica de solucionar las disputas (Gómez Olivera, 2005, pág. 33). Sin lugar a dudas, el ser humano
al vivir en sociedad está expuesto a diferencias o problemas con los demás, por tanto surge este tipo de mediación
que resuelve esos conflictos.
La mediación comunitaria está dentro de lo que se clasifica como “mediación en lo social”, cuenta con la
particularidad de ser más directa y abarcativa que en otras especialidades ya que está enfocada en dar respuesta a
conflictos potencialmente alteradores de una paz social cada vez más frágil (Gómez Olivera, 2005, pág. 34). En el
ámbito social o comunitario, la mediación promueve una cultura basada en la autodeterminación y en la iniciativa
de los individuos o de los actores sociales (Nató, Rodríguez Querejazu, & Carbajal, 2006, pág. 85).
Consiste en aplicar la técnica para resolver problemas comunitarios identificándose como un esquema de
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
concertación social que procura la paz entre los miembros de una comunidad. La acción de mediación es un proceso
institucionalizado de gestión positiva de aquellos conflictos en los que una o todas las partes implicadas perciben
que la posibilidad de negociación directa entre ellas se ha agotado, pero siguen estando interesadas en preservar la
relación y el vínculo entre ellas (Nató, Rodríguez Querejazu, & Carbajal, 2006, pág. 82).
Otra concepción refiere que es un recurso humano y un instrumento cívico mediante el cual los integrantes de una
sociedad pueden tramitar sus diferencias y/o gestionar los conflictos que se les presentan en el ámbito privado y/o
público, así como también participar en la construcción de la sociedad que integran (Mediación Comunitaria.
Conflictos en el escenario social urbano, 2006).
Asimismo, tenemos que son múltiples los conflictos que se pueden resolver por esta vía. Como ejemplos podemos
mencionar los ruidos molestos, olores desagradables, problemas con plantas y árboles, uso de espacios comunes,
animales domésticos, etc.
Las características de la mediación comunitaria son (Nató & Rodríguez Querejazu, 2001, pág. 116):
• Logra la participación de toda la comunidad mediante voluntarios capacitados para brindar el servicio.
• No se requiere ningún título académico o profesional para ser voluntario.
• Los Mediadores Comunitarios representan la diversidad de la comunidad a la que sirven.
• Posibilita el acceso directo del público.
• Evita toda barrera burocrática.
• Brinda un servicio gratuito.
• Contribuye a generar relaciones colaborativas entre los miembros de una comunidad.
• Proporciona una alternativa de resolución del conflicto, cualquiera sea la etapa en que se encuentre.
• Contribuye a la toma de conciencia pública sobre los valores y prácticas de la mediación.
• Ofrece resolver diferencias y conflictos entre individuos, grupos y organizaciones de manera
constructiva.
• Brinda a las personas la oportunidad de asumir responsabilidades por la resolución del conflicto y
tener control sobre el resultado.
• Preserva los intereses individuales.
• Promueve la paz y el diálogo.
• Contribuye a construir relaciones más sólidas, familias más armoniosas y barrios más tranquilos y
seguros.
• Fomenta el trabajo cooperativo y el entendimiento en los barrios donde conviven personas de
distintas razas, edades, religiones, nivel económico y social.
• Contribuye a eliminar las conductas autoritarias y discriminatorias.
• Desarrolla la capacidad de análisis y reflexión.
• Consolida el espíritu democrático de la comunidad.
• Revaloriza la palabra empeñada.
La provisión de una acción de mediación debe ser una responsabilidad de la administración local, que define y asume
la titularidad de un nuevo servicio público de carácter universal que satisface el derecho de los ciudadanos a
participar activamente en la gestión de los conflictos que les afectan, garantizando las condiciones de acceso y uso,
así como las de la prestación, es decir, la calificación de los profesionales y la calidad de las instalaciones (Nató,
Rodríguez Querejazu, & Carbajal, 2006, pág. 82).
Hablar de políticas públicas y de mediación, tiene una relevancia importante para la consolidación de un sistema
democrático. El Estado como garante del orden social, político y jurídico, en conjunto con los ciudadanos,
organizaciones no gubernamentales y cualquier otro tipo de organización ciudadana, está obligado a crear políticas
públicas que den como resultado la satisfacción de las necesidades sociales. Por tanto, nos parece pertinente
manifestar que la mediación debe ser considerada como una política pública que busca el lograr la participación
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
ciudadana, a través de la gestión directa de los mismos, que genere esa cultura de paz necesaria en toda sociedad.
La disciplina de las políticas públicas surge para llenar este vacío de conocimiento, para conocer cómo se toman las
decisiones de gobierno y para saber si se toman con base en datos, análisis y cálculos racionales, que incrementan la
eficacia de la acción decidida, o si en cambio se sustentan en otros criterios (Aguilar Villanueva, 1994, pág. 19). Desde
su fundación, impulsada por Harold D. Lasswell, la disciplina de política pública, que fue entendida en modo multi e
interdisciplinario como “ciencias de políticas” (policy sciences), se interesó por la idoneidad causal de la política
pública para realizar sus propósitos, por la eficacia directiva del gobierno, que es posible solo mediante conocimiento
científico (Aguilar Villanueva, 1994, pág. 20).
El componente político y el técnico de la política pública se articulan bien, sin rispideces ni tensiones, cuando las
acciones decididas por el gobierno cuentan con suficiente aceptación social y producen los resultados. Otras veces los
dos componentes de la política no se corresponden, se confrontan y uno trata de prevalecer sobre el otro, cosa que
ocurre cuando las consideraciones políticas llevan a prometer situaciones sociales valiosas, hermosas, pero que no
son factibles o son insensatamente costosas, o cuando a los decisores de las política pública no les importan mucho
las consecuencias políticas, acaso desastrosas, que provocan sus decisiones técnicamente fundadas (Aguilar
Villanueva, 1994, pág. 17).
El interés y el objeto de conocimiento de la ciencia política eran única o principalmente la legitimidad política del
gobierno, relacionada con la estructura y el funcionamiento del régimen político (sistema electoral y de partidos,
composición de los poderes públicos, sus normas de relación, las relaciones entre los niveles de gobierno y las
relaciones entre el gobierno y los ciudadanos, y otros), pero no el proceso mediante el cual el gobierno legítimo
diseñaba, deliberaba, decidía y llevaba a cabo sus acciones directivas (Aguilar Villanueva, 1994, pág. 19).
El mapa actual de la disciplina de las políticas públicas muestran un continente unidisciplinario, en el que el análisis
económico es predominante y subordina a los demás enfoques, y uno multidisciplinario, en el que el análisis jurídico,
politológico y administrativo, además del económico, son componentes fundamentales y se combinan en el diseño de
las políticas públicas. Los dos continentes son a veces distantes y antagónicos, a veces fronterizos y complementarios
(Aguilar Villanueva, 1994, pág. 24). Entonces, tenemos que se inicia una relación estrecha entre la ciencia política y
las políticas públicas. Sin lugar a dudas esa relación es inevitable debido a que se complementan y funcionan en
conjunto dentro del territorio en el que se ejerce el poder estatal.
La política pública es la clase de acción directiva de gobierno más extendida, pues cubre prácticamente todos los
campos de responsabilidad del Estado y de mayor importancia social, y la actividad que integra las varias dimensiones
políticas, legales, financieras y administrativas del gobernar (Aguilar Villanueva, 1994, pág. 30). Es decir, una política
pública toma como esencia los distintos aspectos que deben considerarse para cumplir con el objetivo para el cual se
crean. Desde la decisión de la élite política para el diseño de las políticas públicas, como la reglamentación, el
presupuesto que se gastaría en su implementación, y por supuesto, en su adaptación ante las instituciones a las que
les corresponda llevarlas a la práctica.
No es un plan holístico que pretende abarcar todo el campo de acción de la sociedad y que toma en consideración
solo la acción del gobierno, al que considera el actor determinante en la definición del sentido de dirección de la
sociedad, de su agenda, instrumental y forma de organización (Aguilar Villanueva, 1994, pág. 30). El estudio de las
políticas públicas propone un equilibrio entre autonomía estatal y autonomía social, sociedades con poder de
decisión, que equilibren los deseos de los tecnócratas. También, un equilibrio en las capacidades: se requiere un
Estado efectivo, pero también una sociedad fuerte, controladora y capacidad de decidir, combinado con una
capacidad de actuar y resolver problemas. Se requiere capacidad estatal para hacer, pero también participación de
grupos económicos para invertir.
El Estado debe construir nuevas políticas públicas que se constituyan como ámbitos de mediación entre la sociedad y
el mercado. Mediación que debe ser entendida como distribución de ingresos, oportunidades y capacidades a la
mayoría de la ciudadanía (Valencia Agudelo, Germán Darío;, 2011, pág. 90). Entonces tenemos presente el binomio
de la voluntad política y la voluntad social. Esta relación es parte fundamental para que la política cumpla con sus
objetivos. A través de ella, se pueden concretar acciones, planes y programas que brinden un buen servicio a los
integrantes de la comunidad dentro de la cual se implementan. Por ello es importante que exista una vinculación
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
entre los actores políticos y la ciudadanía para que de manera conjunta realicen esfuerzos por llevar a la práctica las
políticas públicas y se logre el desarrollo del Estado.
Fue entonces lógico estudiar la política más que las políticas, el sistema político entero más que el proceso como se
adoptaba la decisión singular (Aguilar Villanueva, 2003, pág. 16). Esto es un punto discutible. Por una parte la ciencia
política es la que da origen a las políticas públicas, sin embargo, la administración pública, en términos generales, es la
que las lleva a la práctica. Entonces vemos que si bien es cierto, la relación entre política y políticas públicas es muy
estrecha, también lo es que, debe al mismo tiempo tener en claro hasta qué punto interviene cada una de ellas. Esto,
con el firme objetivo de llegar a cumplir los objetivos para los que se crean las políticas públicas.
Entre las definiciones más conocidas encontramos la de Jones quien plantea las políticas públicas como lo que el
Estado hace o deja de hacer. Por su parte, Anderson aunque comparte la idea de que las políticas públicas son
aquellas desarrolladas por cuerpos gubernamentales y sus funcionarios, le agrega la idea de secuencia intencionada
de acción seguida por un actor o conjunto de actores a la hora de tratar con un asunto que los afecta (Valencia
Agudelo, Germán Darío;, 2011, pág. 80). En este sentido estamos frente al hecho de que las políticas públicas, además
de ser un acto por parte de los actores decisorios, también se debe tomar en consideración a la sociedad a la cual va
dirigida.
Las políticas pueden ser puestas por el gobierno, las legislaturas y las agencias reguladoras autorizadas por otras
autoridades constituidas (Medina Solís, C.; Maupomé, G.; Avila- Burgos, L.; Pérez-Núñez, R.; Pelcastre-Villafuerte, B;
Pontigo-Loyola, A.;, 2006). Cualquier nivel de gobierno que cuente con legitimidad puede crearlas dado que son los
agentes que cuentan con el poder político para su formulación.
Existen diversas opiniones respecto a las características fundamentales de la política pública, sin embargo, para la
presente investigación tomaremos como base las expuestas por Aguilar, las cuales son (Aguilar Villanueva, 1994,
pág. 29):
1. Su orientación hacia objetivos de interés o beneficio público (constitucional o legalmente prescritos) y su
idoneidad para realizarlos;
2. La participación ciudadana con el gobierno en la definición de los objetivos, instrumentos y acciones de la
política;
3. La decisión de la política por el gobierno legítimo y con respeto a la legalidad;
4. La implementación y evaluación de la política por personal de la administración pública o en asociación con
actores sociales o mediante delegación de atribuciones a los actores sociales.
Al considerarse como política pública la administración de la mediación desde los órganos gubernamentales
garantizaría beneficios sociales a corto, mediano y largo plazo. Es decir, los elementos principales que caracterizan
una política pública son: la búsqueda de un beneficio público, la participación ciudadana con el gobierno, la decisión
de la política por el gobierno legítimo y con respeto a la legalidad, así como la implementación y evaluación de la
política, de tal manera, la mediación comunitaria indudablemente cumple con esas características. Al ser
implementada para la resolución de los conflictos entre los ciudadanos, busca el obtener la reparación del daño, la
atención de conflictos comunitarios, una pacificación social, una culturización de paz, además de una consolidación
de valores tales como el perdón, el respeto, aceptación de la diversidad, la convivencia, etc. Por lo anterior,
encontramos una relación directa entre las características principales expuestas sobre la mediación y lo que se
pretende alcanzar cuando se habla de la reparación del daño.
La participación ciudadana en los procesos de solución de conflictos se ha incrementado gracias a la apertura que el
sistema judicial y de procuración de justicia ha realizado a través de los mecanismos alternativos de solución de
conflictos, convirtiéndose en los verdaderos protagonistas del cambio de la modernización e internacionalización de
la justicia. Esta fórmula sociedad y MASC ha logrado transformar en poco tiempo un sistema adversarial y rígido, por
un sistema que se vislumbra conciliar y promotor de la paz, de ahí necesario entender cómo es que la mediación, la
conciliación y el arbitraje evolucionan vertiginosamente (Gorjón Gómez F., 20 13) y cambia a las personas, cambia
sistemas pero sobre todo son generadores de una cultura que privilegia la negociación versus la confrontación. Falta
un largo camino por recorrer, sin embargo se han dado y se siguen dando pasos significativos para lograr una cultura
de paz en nuestra sociedad.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Bibliografía
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Aguilar Villanueva, L. F. (2003). Las hechuras de las Políticas. México: Miguel Ángel Porrúa. 223-229.
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Gómez Olivera, M. (2005). Mediación Comunitaria. Bases para implementar un Centro Municipal de Mediación Comunitaria y de
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Gorjón Gómez, F. (2003). Estudio de los Métodos Alternos de Solución de Controversias en el Estado de Nuevo León. México: Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la Facultad de Derecho y Criminología, UANL.
Medina Solís, C.; Maupomé, G.; Avila-Burgos, L.; Pérez-Núñez, R.; Pelcastre-Villafuerte, B; Pontigo- Loyola, A.;. (2006). Políticas de salud
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Villagrasa Alcaide, C. (2011). La Mediación Comunitaria o Vecinal. En H. Soleto Muñoz, Mediación y Resolución de Conflictos: Técnicas y
Ámbitos (págs. 545-563). Madrid: Tecnos.
Aún antes de que la Resolución Alternativa de Disputas (R.A.D.) constituyera un movimiento, se utilizaban
métodos distintos al litigio para resolver los problemas. Por ello, no se pretende inventar algo totalmente
nuevo, sino buscar entre lo que existe, agregarle una cuota de creatividad y sistematizarlo. Lo nuevo está
dado por el análisis, profundización y utilización preconcebida y dirigida.
La Resolución Alternativa de Disputas (R.A.D) ocupa un lugar relevante en la reforma y modernización del
sector justicia. Se incluyen bajo este nombre toda forma de prevención y de resolución de conflictos que no
pase por la sentencia judicial, el uso de la fuerza o el abandono del conflicto. Se ha sostenido que es
obligación de un Estado democrático y moderno, preocupado por el bienestar social, proveer a la
sociedad de un servicio de justicia heterogéneo. Ello significa que el deber que tiene el Estado de tutelar
los derechos amenazados de sus ciudadanos no se satisface con la organización de un Poder Judicial
eficiente, probo, transparente, sino que exige que se ofrezca y apoyen otras formas de solución de
conflictos que pueden resultar - de acuerdo con la naturaleza del conflicto- más efectivos y menos
costosos en términos económicos, rápidos en relación con el tiempo empleado en su solución,
convenientes en cuanto pueden impedir la recurrencia del conflicto y socialmente más valiosos porque
posibilitan y mejoran la relación futura de las partes. Se reconoce así que el sistema formal y tradicional de
la justicia no siempre es el más adecuado para resolver los conflictos jurídicos y que los conceptos de
justicia y de administración de la justicia deben ser redefinidos con criterios más amplios y abarcativos. Así,
por ejemplo, cuando se sostiene que sólo a través del pronunciamiento de los jueces los ciudadanos
pueden acceder a la justicia, se está operando sobre el concepto de justicia legal y dejando de lado la
justicia intrínseca del caso que puede ser encontrada y satisfecha por las partes involucradas, sin
intervención del Estado, cuando no está de por medio el orden público u otras razones superiores al interés
individual.
62
MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Este enfoque de la RAD pone en evidencia que no estamos en presencia de una privatización de la justicia
sino que el apoyo, la institucionalización y el ofrecimiento de estos mecanismos alternativos a la decisión
judicial, forman parte de las obligaciones del Estado para con la sociedad y están incluidas dentro de los
servicios de administración de justicia del país.
El Arbitraje se distingue por ser adversarial y, en su forma tradicional, es vinculante. Es más flexible que el proceso
judicial aunque menos que la mediación. En su nueva forma institucional, dentro de las Cámaras de Comercio u
otras organizaciones similares, puede adquirir mayor prestigio y dar los resultados que de esta institución se
esperan
3. Motores de sensibilización y cambio
Los Encuentros Interamericanos de RAD organizados por la Fundación Libra conjuntamente con el
National Center for State Courts y el apoyo de la A.I.D., el primero en Buenos Aires -noviembre de 1993- y
el segundo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia -marzo de 1995- constituyen una fuente de intercambio de
información de gran importancia. A estos eventos concurrieron más de 17 naciones de América. Los países
asistentes hicieron grandes progresos en el plano de la incorporación de mecanismos alternativos de
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
solución de conflictos en la sociedad que fueron expuestos en el “Tercer Encuentro Interamericano de RAD”
que se realizó del 2 al 5 de noviembre de 1997 en San José de Costa Rica. El trabajo de campo realizado por
miembros de la Fundación Libra, que luego del primer encuentro fue llamada a brindar servicios de
capacitación o sus docentes a intervenir en conferencias nacionales e internacionales, mesas redondas
o desarrollar actividad académica, ha generado también un excelente canal de comunicación .
La II Mesa Redonda sobre Administración de Justicia organizada por el National Center for State Courts,
con apoyo del BID, del Banco Mundial y de la AID que se realizó en Williamsburg, Virginia, USA, del 22 al 26
de mayo de 1966, las Conferencias de Presidentes de Cortes Supremas, en especial la del Cono Sur,
realizada en setiembre de 1996, en Ouro Preto, Minas Gerais, Brasil, conjuntamente con el 1er. Congreso
de Derecho Comunitario y Resolución de Controversias en el Mercosur y el Seminario sobre Reformas
Procesales en Centroamérica organizado por la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard
(Cambridge, Massachusetts, USA) dirigido por la Profesora Martha Field y en la que nos tocó exponer sobre
RAD, son espacios invalorables para acopiar e intercambiar información. A las organizaciones nacionales e
internacionales que prestan su apoyo a estas actividades corresponde un sincero agradecimiento.
Sin pretender hacer un mapeo completo de los desarrollos existentes en el campo de la RAD en todos los
países latinoamericanos, mencionaremos algunos que han incorporado legislación o algún movimiento de
trascendencia durante los últimos años.
4. E s t a d o a c t u a l d e l u s o de R A D en Latinoamérica
Antes de comenzar a revisar someramente el estado del movimiento RAD debemos aclarar que el análisis
correspondiente a la Argentina será abordado en último término. Mencionaremos en primer lugar los países
que han dictado recientemente normas regulando algunos procedimientos RAD y luego describiremos
algunos desarrollos relevantes existentes en los países que aún no han incorporado la RAD
normativamente.
En la mayoría de estos programas, la Fundación Libra ha prestado asesoramiento técnico, diseñado
sistemas RAD y entrenado a los terceros neutrales. Organismos internacionales como la Agencia para el
Desarrollo Internacional (AID), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (WB), el National Center for State Courts (NCSC) y
otros entes cooperadores han prestado apoyo y auspiciado los programas.
También debemos aclarar que en los países en los que ha sido materia de reforma el Código de
Procedimiento Penal o las normas relativas a los menores infractores, se ha incorporado la conciliación
y/o la mediación penal o juvenil. Tal es el caso de la Ley de Justicia Penal Juvenil (1997) y el Código
Procesal Penal (1996, con vigencia a partir del 1º de enero de 1998) en Costa Rica, el Código Procesal Penal y
la Ley del Menor Infractor en El Salvador, la Reforma del Sistema Criminal en Guatemala ,que incluye
mediación y conciliación como presupuesto para aplicar la suspensión provisoria del proceso o bien un
criterio de oportunidad por el Ministerio Público Fiscal y los nuevos Código Procesal Penal de Paraguay y de
Honduras, entre otros.
El Servicio de Conciliación Laboral Obligatorio tiene un equipo de abogados y jueces laborales retirados que
controlan los acuerdos a los que arribaron las partes de manera tal de que no se viole el “orden público
laboral”.
5.1.6. Sistema Nacional de Arbitraje de Consumo
Este sistema fue creado por Decreto 276/ 98 del Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos. Por
medio de esta norma se crean los Tribunales Arbitrales de Consumo que se integran con tres miembros: un
representante de las asociaciones de consumidores, representantes de asociaciones empresariales
adheridas y un árbitro designado de la lista del Registro de Árbitros Institucionales. El secretario es un
agente de la Subsecretaría de Comercio Interior
6. Conclusiones
En toda Latinoamérica el movimiento de Resolución Alternativa de Conflictos (RAD) o (RAC) está en pleno
desarrollo, especialmente la mediación.
La RAD no puede estar ausente en el proceso de modernización de la Justicia.
Con la práctica social de estas formas alternativas de resolución de conflictos, se cumplirán los objetivos del
movimiento RAD que podemos sintetizar en: lograr un mejor funcionamiento de los tribunales, incrementar el
acceso a la justicia, dar mayor participación a la ciudadanía en la solución de sus propias disputas y
finalmente instaurar una forma pacífica, cooperativa y democrática para tratar las desavenencias sociales.
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MEDIACIÓN COMUNITARIA Y CULTURA DE LA PAZ
Debe recordarse que el poder de las partes para solucionar sus propios conflictos es la expresión de una
sociedad democrática y el acceso a la justicia para los grupos más débiles es la expresión de una sociedad
justa.
1 Peña González, Carlos, “Notas sobre la justificación del uso de sistemas alternativos” en Revista Jurídica de la Universidad de
Palermo, Buenos Aires,1998, p.109/115.
2 Para un análisis más extenso ver: Álvarez, Gladys Stella, Highton, Elena Inés y Jassan, Elías, “ Mediación y Justicia”, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1996.
3 Información sustancial obra en: Actas del 1º Encuentro Interamericano sobre Resolución Alternativa de Disputas, Buenos
Aires, Ed. Libra, 1993; 2º y 3er. Encuentro, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 1995 y San José de Costa Rica, 1997,
Congreso Nacional sobre Administración de Justicia realizado en San José de Costa Rica en el año 1995, Foro Nacional de
Justicia, Guatemala 5 y 6 de noviembre de 1996; Actas de la Conferen cia Iberoamericana sobre la Reforma Judicial, 28 al 31
de octubre de 1997, San Salvador, El Salvador; Conferencia Internacional sobre Reformas Jud iciales en América Latina, 28 al
31 de julio de 1998, Corporación Excelencia en la Justicia, San José de Bogotá, Colombia.
4 Un panorama completo puede consultarse en: Highton, Elena Inés y Álvarez, Gladys Stella, “ Mediación para Resolver
Conflictos”, Ed. Ad Hoc, Buenos Aires, 2ª ed. 1998.
5 Para el tema RAD y Sistema penal ver: Highton, Elena I, Alvarez, Gladys S. y Gregorio, Carlos, “Resolución Alternativa de
Disputas y Sistema Penal” , Buenos Aires, Ed. Ad Hoc, 1998.
6 Para conocer las características de la mediación comunitaria Ver: Duffy, Karen Grover y Olczac, Paul V., “ La mediación y
sus contextos de aplicación- Una introducción para profesionales e investigadores”, Buenos Aires, Ed. Paidós, 1996. Título original en
inglés: “ Community Medition. A handbook for practicioners and researchers”, ed. The Guilford Press. A Division of Guilford
Publications Inc. New York.
7 El Decreto 666/97 fue dictado el 29/5/97 y se publicó el 27/6/97.
8 Para conocer las características de la negociación laboral Ver: Colosi, Thomas R. y Berkeley, Arthur Eliot, “ Negociación colectiva:
El arte de conciliar intereses”, México, ed. Limusa, 1989, título original: “Collective Bargaining: How it works and why” , New York,
ed. American Arbitration Association, traducción española al cuidado de Ricardo Calvet Pérez.
GladysStellaÁlvarez
Asesora y consultora internacional en temas relacionados con la administración de justicia, escuela judicial, acceso a justicia ymedios alternativosderesoluciónde
conflictos. Directora Académica del cuerpodocente de la Fundación Libra, organización no gubernamental sin fines de lucro, creada en 1991 para dar apoyo a la
modernización de la justicia eimpulsar el movimiento de resolución alternativa de disputas.
y ElenaInés Highton
Directora Académica del cuerpo docente de la Fundación Libra. Miembro de la Comisión para la Ley Nacional de Mediacióny del Comité con Funciones de
Dirección del Cuerpo de Mediación. Miembro del Consejo para la implementación del Plan Piloto de Mediación conectado con la Justicia Nacional en loCivil.
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