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ELEMENTOS REDIMIBLES Y NO REDIMIBLES DE LA


CULTURA.
BREVE REFLEXIÓN BÍBLICA

POR: Dr. Fernando Abilio Mosquera Brand, Th M, Ph D

MATERIAL BÍBLICO:

Rom 12:1,2: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta.”

Fil 2: 14,15: “Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y
sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en
medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo.”

INTRODUCCION
El pueblo de Dios, por diseño y designación divinos, está ubicado en una determinada
cultura, la cual ejerce sobre él fuerte influjo de forma tanto directa como indirecta. Dicha
influencia interfiere en la misión que Dios le ha otorgado a su Iglesia. Se espera que la Iglesia
de Jesucristo, como realidad ubicada en el tiempo y en el espacio, reciba diversas influencias
provenientes de su entorno cultural, toda vez que está inmersa en una sociedad plenamente
configurada cultural, política, ideológica, sociológica, antropológica y éticamente.

La cultura tiene elementos, tales como: Religión, folklore, costumbres, bailes, fiestas,
tradiciones, dialectos, gastronomía, vestuarios, mitos, expresiones mágicas, composiciones
familiares, etc.

Puesto que la cultura tiene tal vitalidad que puede ejercer cierto determinismo en los
miembros de la sociedad, la Iglesia de Jesucristo está llamada a discernir los tipos de
elementos que caracterizan a la sociedad para decidir, a la luz de la revelación bíblica, qué
elementos acoger y qué elementos desechar. Y esto es así, porque la cultura tiene dos tipos
componentes:

a) Elementos redimibles. Éstos son aquellos que caracterizan el comportamiento de la


cultura y que van en dirección opuesta a la voluntad de Dios. Esos elementos pueden ser
éticos, religiosos, espirituales, sociológicos, familiares, etc.

b) Elementos no redimibles. Los elementos no redimibles son aquellos que no van en


dirección opuesta a la revelación divina, y que por tanto podemos convivir con ellos, es decir,
que no son obstáculos para la verdadera espiritualidad.
2

La relación entre cristianismo y cultura siempre estará caracterizada por la tensión. Jesús lo
indicó en su oración pascual, cuando le expresó al Padre “Yo les he dado tu palabra; y el
mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego
que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco
yo soy del mundo.” (Jn 17:16-16). La tensión es la siguiente: La iglesia está en el mundo,
pero no es del mundo; la Iglesia goza de cierta mundanidad, pero no es mundana; la Iglesia
está ubicada en el mundo, pero es viajera y se desplaza a la eternidad.

En esta ocasión abordaremos los siguientes subtemas:

1. Acercamiento conceptual a la cultura


2. Elementos no redimibles de la cultura
3. Elementos redimibles de la cultura
4. Contracultura cristiana

1. ACERCAMIENTO CONCEPTUAL A LA CULTURA

Los cristianos sabemos, por la información que nos proveen las Sagradas Escrituras Judeo-
cristianas, que toda cultura está transversada por el pecado, por tanto, toda cultura goza de
un altísimo grado de alienación. Aun los elementos no redimibles de la cultura fueron
permeados por el pecado, por lo que en términos generales toda cultura tiene expresiones
caracterizadoras que se tornan en obstáculo para obedecer cabalmente a Dios. Así que es
responsabilidad nuestra descubrir esos elementos para contribuir a su erradicación. Por
ejemplo toda aproximación al ocultismo, a la idolatría, a la embriaguez, a la cosificación del
ser humano, al atentado contra la dignidad y contra la vida, son elementos rechazables por el
verdadero cristianismo. Los cristianos no podemos tolerar esos elementos como válidos en
las relaciones sociales e interpersonales, porque son una negación a las afirmaciones que
Dios ha hecho y son un desafío a las prohibiciones que Dios ha dado.

Cultura ha sido definida de diferentes maneras, pero en esta ocasión la definiré desde su
realidad sociológica. El diccionario de la Lengua Española la define como “Conjunto de las
manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo.”

“El término cultura proviene del latín cultus que a su vez deriva de la voz colere que significa
cuidado del campo o del ganado. Hacia el siglo XIII, el término se empleaba para designar
una parcela cultivada, y tres siglos más tarde había cambiado su sentido como estado de
una cosa, al de la acción: el cultivo de la tierra o el cuidado del ganado (Cuche, 1999: 10),…” 1

“El uso de la palabra CULTURA fue variando a lo largo de los siglos. En el latín hablado en
Roma significaba inicialmente "cultivo de la tierra", y luego, por extensión metafóricamente,
"cultivo de las especies Humanas". Alternaba con civilización, que también deriva del latín y
se usaba como opuesto a salvajismo, barbarie o al menos rusticidad. Civilizado era el
hombre educado.”2

1
http://es.wikipedia.org/wiki/Cultura
2
http://www.monografias.com/trabajos13/quentend/quentend.shtml
3

Otra definición ofrecida por Malo es la siguiente: “Cultura es a la vez aquello que una
comunidad ha creado y lo que ha llegado a ser gracias a esa creación; lo que ha producido
en todos los dominios donde ejerce su creatividad y el conjunto de rasgos espirituales y
materiales que, a lo largo de ese proceso, han llegado a modelar su identidad y a distinguirlo
de otras”.3

Así, entonces, cultura vista desde la sociología se refiere a la forma como una sociedad se
organiza y entrelaza las diversas expresiones de la vida en sociedad.

2. ELEMENTOS REDIMIBLES DE LA CULTURA

Toda cultura elabora ciertos valores sobre los cuales fundamenta la vida comunitaria. Esos
valores están referidos a la moral, a la ética, a la religión, a la educación, a la familia, a la
política y a la espiritualidad. Muchos de esos valores se van redefiniendo con el tiempo, y al
redefinirse, algunos se van perdiendo y otros se van anexando a la lista de valores. Algunos
de los valores que se incorporan, sobre todo en la época contemporánea, eran antiguos
antivalores los cuales son aceptados como nuevos valores. Y es en este tipo de dinámica
donde se presentan los elementos redimibles de la cultura. ¿Qué elementos incorpora la
cultura que deben ser combatidos por la Iglesia de Jesucristo? Listemos algunos de ellos:

Normalmente, las diferentes culturas fusionan religiones naturales, mitos y expresiones


mágicas, de cuya fusión surgen expresiones animistas y hechicerías. La Iglesia de
Jesucristo, debe romper y combatir dichas expresiones culturales. En las culturas
latinoamericanas hay muchos elementos de santería, idolatrías, ocultismo, animismo, mitos
que modifican la conducta. Esos elementos deben ser transformados por el evangelio de
Jesucristo, por tanto, son elementos redimibles, es decir, deben ser modificados cuando el
evangelio permea la cultura.

Hay ciertas costumbres que cuando llega el evangelio deben ser modificadas, como por
ejemplo, la unión libre, la poligamia fáctica, es decir, la costumbre de los hombres de tener
varias mujeres, esa práctica debe ser modificada por el evangelio. El madresolterismo, la
mujer cabeza de hogar y el ausentismo paterno, como expresiones culturales deben
desaparecer y la Iglesia de Jesucristo debe combatir dichas prácticas que se oponen al
Reino de Dios.

Ciertas manifestaciones culturales alusivas al folklore, la música y el baile son elementos


redimibles. Bailes que expresan un acervo erótico-sexual insinuante, excitante y estimulante
de la lascivia deben ser erradicados de la vida de las personas que han entronizado a Cristo
en su corazón.

Tendencias a la suspicacia que ponen en entredicho a las personas, es decir, sospechar de


todos y poner a cada individuo bajo sospecha es una expresión cultural que debe ser
transmutada una vez el evangelio penetra la cultura.

3
Citado por Alvaro Espíritu Santo Rabá, Cultura y Contracultura.
En http://www.infosol.com.mx/espacio/cont/aula/cultura_contracultura.html
4

Hay culturas que privilegian la vivarachería, por la cual timan a las personas desprevenidas,
esa expresión cultural lleva a los individuos a aprovecharse de las desventuras de los demás.
Como Uds. pueden suponer esa tendencia cultural es tan pecaminosa como las que ya
hemos mencionado.

Las diversas culturas han categorizado la mentira para privilegiarla como recurso válido en
ciertas circunstancias. Esta tendencia tiene como efecto el engaño, la simulación, la
hipocresía. Así, entonces nuestra propia cultura privilegia la mentira en las esferas política,
social, educativa, religiosa, por lo que se halla inmersa en la simulación, hipocresía, engaño y
en la apariencia. Esas manifestaciones son formas inauténticas de vivir. El efecto de esas
transmutaciones se evidencia en vidas inauténticas, erráticas, tristes y desorientadas. El
verdadero cristiano procura vivir de manera auténtica, sin simulaciones, sin hipocresía.

Hnos., toda expresión cultural que atente contra lo estipulado por Dios debe ser rechazada
por el cristiano, porque caen en los elementos redimibles.

Frente a estos elementos culturales, debemos seguir el consejo paulino:

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta.” (Ro 12:2)

3. ELEMENTOS NO REDIMIBLES DE LA CULTURA

Hay expresiones culturales, con las cuales podemos convivir sin ningún tipo de problemas,
toda vez que ellas no ofrecen resistencia al Reino de Dios, esto quiere decir, que no
contradicen la legislación divina.

Esos elementos son caracterizadores de cada cultura, esto es, es la impronta que diferencian
a una cultura de otra.

4. CONTRACULTURA CRISTIANA

El cristiano está llamado por Dios a romper paradigmas sociales y culturales que van en
dirección contraria a lo decretado por Dios. Ejemplo de ello fue lo que Jesús dijo a sus
discípulos: “… si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no
entraréis en el reino de los cielos.” (Mt 5:20) Este texto se inscribe en las instrucciones que
Jesús da en el Sermón del Monte. Los fariseos categorizaron la justicia y procuraban aplicar
cierto grado de justicia. Jesús enseña que debemos aplicar la justicia de Dios, alusiva a la
rectitud y a obedecer su Palabra.

Hacer contracultura significa romper paradigmas establecidos de forma arbitraria y


contradictoria. Esos son paradigmas caprichosos, sin fundamentos, impuestos por una
especie de élite social. El creyente debe someter esos paradigmas al juicio del evangelio,
debe juzgarlos y transformarlos para provecho del Reino de Dios.
5

El término contracultura fue acuñado por Theodore Roszak en su libro El nacimiento de una
contracultura, publicado en el año de 1968. 4 Para referirse a los movimientos hippie y beatnik
de los años cincuenta y sesenta en Estados Unidos 5. El vocablo contracultura está asociado
con cultura. Edward Taylor define cultura como “Todo ese complejo que incluye el
conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otras
capacidades o hábitos adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad.” 6 Otra
definición ofrecida por Malo es la siguiente: “Cultura es a la vez aquello que una comunidad
ha creado y lo que ha llegado a ser gracias a esa creación; lo que ha producido en todos los
dominios donde ejerce su creatividad y el conjunto de rasgos espirituales y materiales que, a
lo largo de ese proceso, han llegado a modelar su identidad y a distinguirlo de otras”. 7

Podemos definir contracultura como:

a) “… valores, tendencias y formas sociales que chocan con los establecidos dentro de una
sociedad.”8

b) “Movimiento social y cultural que se caracteriza por el rechazo de los valores sociales y
modos de vida establecidos.”9

c) “Toda expresión cultural que surge como “alternativa” a la cultura dominante o hegemónica
y que contraviene los valores de ésta.”10

d) “Aunque hay tendencias contraculturales en todas las sociedades, el término contracultura


se usa especialmente para referirse a un movimiento organizado y visible cuya acción afecta
a muchas personas y persiste durante un período considerable. Así pues, una contracultura
es la realización, más o menos plena, de las aspiraciones y sueños de un grupo social
marginal. Podemos considerar ejemplos como el romanticismo del siglo XIX, la bohemia que
se inicia en el siglo XIX y dura hasta hoy, la Generación Beat norteamericana de los años
cincuenta, los movimientos contraculturales de los sesenta, influidos por la Generación Beat,
el movimiento hippie nacido en los años 60 en Estados Unidos de América y el movimiento
punk de finales de los setenta hasta hoy.” 11

Son muy responsables los anteriores acercamientos sociológicos del término “contracultura”,
sin embargo, debo re-significarlo para darle una aplicación bíblica. Así, entonces, cuando
hablo de contracultura estoy refiriéndome básicamente a la recomendación de Pablo en Ro
12:2 ‘no os conforméis a este siglo, sino transformaos…´ La iglesia por su cosmovisión y
praxis debe desafiar el orden imperante, en el cual la maldad se ha ubicado. Hacer
4
http://es.wikipedia.org/wiki/Contracultura
5
Ricardo García López, Contracultura y anarquismo: De los hippies a los indignados. En
http://revistareplicante.com/contracultura-y-anarquismo/
6
Citado por Álvaro Espíritu Santo Rabá, Cultura y Contracultura. En
http://www.infosol.com.mx/espacio/cont/aula/cultura_contracultura.html
7
Ibid.
8
http://es.wikipedia.org/wiki/Contracultura
9
http://www.wordreference.com/definicion/contracultura
10
Ricardo García López, Contracultura y anarquismo: De los hippies a los indignados.
11
http://es.wikipedia.org/wiki/Contracultura
6

contracultura es pensar, vivir y actuar de acuerdo con los valores del Reino y no de acuerdo
con los valores de una sociedad caída y, por tanto, injusta. Es decir, con su cosmovisión y
estilo de vida desafía el estilo de vida pecaminoso y el pensamiento viciado de la sociedad.

El consejo divino está expresado en toda la Biblia. Entendemos por consejo divino a la
voluntad de Dios expresada en su Palabra, a las disposiciones de Dios que regirán tanto la
historia como la vida del hombre. De acuerdo con ese consejo divino, la Iglesia de Jesucristo
está llamada a hacer contracultura. Por contracultura entendemos la toma de una postura
propiamente cristiana que por encontrarse en oposición al “espíritu de la época” lleva al
cristiano a pensar y a obrar diferente a como lo hace la sociedad circundante. Así, entonces,
hacer contracultura es pensar, vivir y actuar de acuerdo con los valores del Reino y no de
acuerdo con los valores de la sociedad que está inmersa en sus propias contradicciones y
pecados.

Sólo una comunidad alternativa puede hacer contracultura. La iglesia de Cristo es una
comunidad alternativa, por tanto, ella puede y debe hacer contracultura. Denomino a la
iglesia como comunidad alternativa debido a que ella por su vocación santa está llamada a
modelar una conducta que se manifiesta como una alternativa de vida, como una forma
diferente de vivir y de comportarse. Es decir, que sus miembros deben pensar, vivir y actuar
de una forma diferente a como lo hace el ciudadano común.

Ahora bien, dado que la Iglesia de Jesucristo está llamada a desempeñar un papel profético,
no puede contemporizar con las ideologías y tendencias morales de su época si éstas son
contrarias a la voluntad de Dios. No conformarse al espíritu de la época significa estar
vigilantes, estar en alerta permanente, tomar distancia frente al ethos social equivocado,
ejercer nuestro derecho a la réplica, a la censura, a la presión, a la denuncia responsable y a
la predicación del evangelio. No conformarse al espíritu de la época significa ejercer nuestro
papel de sal y luz del mundo.

Pasemos revista a algunas manifestaciones del espíritu de la época actual: cinismo,


individualismo, masificación, relativismo moral, superficialidad espiritual, religiosidad,
tendencias sincretistas, indiferencia, consumismo, aislamiento, neo-hedonismo. Frente a
estas tendencias contemporáneas debemos tomar distancia, no podemos contemporizar con
ellas, por el contrario debemos denunciarlas y exhortar a los hombres a abandonar ese estilo
de vida.

Cada uno de nosotros es hijo de nuestro día: pertenecemos a una sociedad, hemos nacido
en ella, hemos sido educados en ella, somos influidos por ella, de alguna manera la
encarnamos, somos transmisores de sus valores, somos defensores de sus ideologías y de
sus costumbres, somos impulsores de la cultura que la caracteriza. Lo que estoy expresando
señala que cada uno de nosotros ha sido parte de todos los esquemas mentales,
ideológicos, intelectuales, culturales, éticos y morales que diseña la sociedad. Ahora bien,
Pablo escribe a los Filipenses que el presente orden de cosas origina “una generación
maligna y perversa” (Fil 2: 15) y como quiera que Génesis declara que: “todo designio de los
pensamientos del corazón del [hombre] era de continuo solamente el mal” (Gen 6: 5),
podemos inferir, con base en estas dos referencias bíblicas, que el ethos social es contrario a
la voluntad de Dios. Por tal motivo, una vez que hemos consagrado nuestras vidas al Señor
7

Jesucristo, debemos romper con esa forma de pensar y de actuar que son contrarias a la
voluntad de Dios.

Para que el ser del cristiano sea transformado, debe renovarse en el epicentro de su
pensamiento. Es decir, debe renovar su mente. Aquí está el corazón de toda la conducta
cristiana. El nous, la mente, es el centro donde todos los pensamientos se forjan. Es la
fábrica de todo pensar y de todo actuar. El nous alude tanto al pensamiento como a la mente,
es decir, tanto al producto como al asiento del pensamiento. Para que la conducta de un
hombre cambie, su mente y su pensamiento deben ser hechos nuevos, y esto es lo que
significa la palabra anakainosis que emplea Pablo en el texto griego.

De lo anterior se desprende que el cristianismo es un estilo de vida que genera una


comunidad alternativa y que hace contracultura para la honra y gloria de Dios.

Este cristianismo, desde sus orígenes, tuvo que luchar contra fuerzas sincretistas y adversas
que surgieron desde su interior. Algunas de esas fuerzas estaban representadas en
movimientos heréticos que surgieron en su interior, tales como: Gnosticismo, Arrianismo,
Docetismo, Novacianismo, Nestorianismo, etc. El cristianismo ha luchado denodadamente
por conservar aquellos distintivos tanto doctrinales como vivenciales que le han
caracterizado. Ha hecho ingentes esfuerzos por vivir el estilo de vida que Dios le plantea, y le
ha trazado en su Palabra.

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