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EL HOMBRE Y LA SOCIEDAD:
DEFINICIÓN DE HOMBRE: Según la RAE: Del latín. Homo-inis.
“Ser animado racional, varón o mujer”.
HOMBRE: “Animal racional. Se comprende bajo esta acepción a todo el género humano”. “Ser
dotado de inteligencia y de un lenguaje articulado, clasificado entre los mamíferos del orden de los
primates y caracterizado por su cerebro voluminoso, su posición vertical, pies y manos muy
diferenciados”.
CARACTERISTICAS DE LA SOCIEDAD:
• Su historia
• Costumbres
• Lenguas
• Religión
• Mitos
• Creencias
• Arte
• Ciencia
• Economía
• Valores culturales
• Convivencia en un territorio.
LA SOCIEDAD Y EL DERECHO:
Son plenamente interdependientes, hasta el punto que no puede haber sociedad sin Derecho, ubi
societas, ibi ius, el aforismo latino lo expresa claramente, donde hay sociedad hay Derecho.
La sociedad exige que el Derecho sea acorde y coherente con la realidad social y vivencial.
El derecho contribuye a la formación y conservación de la sociedad y establece con ella las
condiciones para el bienestar común y el desarrollo del grupo. El derecho organiza la sociedad y
realiza en beneficio de sus miembros la justicia como la razón de ser. En este sentido, no hay ciencia
social que no se relacione directa o indirectamente, con el derecho, pues su objeto de estudio es
producto de la integración social, de la vida societaria, y de que su naturaleza y fines, quedan
comprendidos dentro del campo de lo social.
LA SOCIOLOGIA Y EL DERECHO:
Las raíces de la sociología del derecho se remontan a los trabajos de sociólogos y juristas de
principios del siglo anterior. La relación entre el derecho y la sociedad fue explorada
sociológicamente en los trabajos de Max Weber y Émile Durkheim. Los escritos sobre la ley de estos
sociólogos clásicos son fundamentales para toda la sociología del derecho actual. Varios otros
académicos, principalmente juristas, también emplearon teorías y métodos científicos sociales en un
intento por desarrollar teorías sociológicas del derecho. Cabe destacar que entre ellos se
encontraban Leon Petrażycki, Eugen Ehrlich y Georges Gurvitch.
Para Max Weber, una llamada "forma racional" como un tipo de dominación dentro de la sociedad,
no es atribuible a las personas sino a normas abstractas. Entendió el cuerpo de ley coherente y
calculable en términos de una autoridad legal-racional. Tal ley coherente y calculable formó una
condición previa para los desarrollos políticos modernos y el estado burocrático moderno y se
desarrolló en paralelo con el crecimiento del capitalismo. Un elemento central del desarrollo del
derecho moderno es la racionalización formal del derecho sobre la base de procedimientos
generales que se aplican de manera equitativa y justa a todos. La ley moderna racionalizada también
está codificada e impersonalmente en su aplicación a casos específicos. En general, el punto de
vista de Weber puede describirse como un enfoque externo de la ley que estudia las características
empíricas del derecho, en oposición a la perspectiva interna de las ciencias jurídicas y el enfoque
moral de la filosofía del derecho.
Émile Durkheim escribió en La División del trabajo social, que a medida que la sociedad se vuelve
más compleja, el cuerpo de leyes civiles que se ocupa principalmente de la restitución y la
compensación crece a expensas de las leyes penales y las sanciones penales. Con el tiempo, la ley
ha sufrido una transformación de ley represiva a ley restitutiva. El derecho restitutivo opera en
sociedades en las que existe un alto grado de variación individual y énfasis en los derechos y
responsabilidades personales. Para Durkheim, la ley es un indicador del modo de integración de una
sociedad, que puede ser mecánica, entre partes idénticas u orgánicas, entre partes diferenciadas,
como en las sociedades industrializadas. Durkheim también argumentó que una sociología del
derecho debería desarrollarse junto con una sociología de la moral, y en estrecha relación con ella,
al estudiar el desarrollo de los sistemas de valores reflejados en el derecho.
ARTICULO 20. Las fundaciones se constituirán por escritura pública o por testamento. En el
instrumento de fundación debe indicarse el patrimonio afecto y el fin a que se destina y la forma de
administración. La autoridad respectiva aprobará el funcionamiento de la fundación si no fuere
contraria a la ley, y a falta de disposiciones suficientes, dictará las reglas necesarias para dar
cumplimiento a la voluntad del fundador. El Ministerio Público deberá vigilar por que los bienes de
las fundaciones se empleen conforme a su destino.
ARTICULO 21. Si el fin de la fundación no fuere realizable, o si resultaren insuficientes los bienes
para la finalidad propuesta, o se hiciere oneroso su mantenimiento, probadas estas circunstancias
ante el juez de Primera Instancia competente, será incorporado el patrimonio de la fundación a otra
institución que persiga fines análogos, salvo lo que a este respecto hubiere dispuesto el fundador.
ARTICULO 22. Las fundaciones extranjeras quedan sujetas a las anteriores disposiciones en cuanto
a su aprobación y funcionamiento.
ARTICULO 23. Quienes integren uniones, asociaciones o comités que se propongan llevar a cabo
fines de socorro o de beneficencia u obras públicas, monumentos, exposiciones, festejos y similares,
cuando no tengan personalidad jurídica, son responsables solidariamente de los fondos que
recauden y de su inversión en la finalidad anunciada. Cuando ésta no se haya realizado, los fondos
recogidos serán destinados mediante disposición de la autoridad, a fines de asistencia social.
ARTICULO 24. Las personas jurídicas son civilmente responsables de los actos de sus
representantes que en el ejercicio de sus funciones perjudiquen a tercero, o cuando violen la ley o
no la cumplan; quedando a salvo la acción que proceda contra los autores del daño.
ARTICULO 25. Las asociaciones podrán disolverse por la voluntad de la mayoría de sus miembros
y por las causas que determinen sus estatutos. También pueden disolverse por acuerdo de la
autoridad respectiva, a pedido del Ministerio Público, cuando se compruebe que sus actividades son
contrarias a la ley y al orden público.
ARTICULO 26. Disuelta una asociación, los bienes que le pertenezcan tendrán el destino previsto
en sus estatutos; y si nada se hubiere dispuesto, serán considerados como bienes vacantes y
aplicados a los objetos que determine la autoridad que acuerde la disolución.
ARTICULO 27. La extinción de la persona jurídica no la exime de las responsabilidades que hubiere
dejado pendientes; y no cesará la representación de las personas que la hayan tenido, sino hasta
que estén fenecidos los asuntos relacionados con dicha persona jurídica.
ARTICULO 28. Las compañías o asociaciones legalmente constituidas en el extranjero, podrán
establecerse en el país o tener en él agencias o sucursales, previa autorización del Ejecutivo.
ARTICULO 29. No se dará la autorización a que se refiere el artículo anterior, sin que la compañía o
asociación compruebe legalmente estar constituida y autorizada con arreglo a las leyes del país de
su domicilio; que por su constitución y fines no se opongan a las leyes de la República y que ha
nombrado mandatario expensado y arraigado con todas las facultades generales y especiales que
la ley exige para responder de los negocios judiciales y extrajudiciales que se relacionen con la
compañía o asociación. Si el apoderado no tuviere todas estas facultades, se le considerará investido
de ellas, por ministerio de la ley.
ARTICULO 30. Las compañías o asociaciones extranjeras que tengan negocios en la República,
están obligadas: 1º. A establecer agencias o sucursales que atiendan dichos negocios; 2º. A tener
contabilidad, en forma legal y escrita en español, en que consten las operaciones o negocios que
verificaren en el país; y 3º. A someterse a las leyes y tribunales de la república para la decisión de
las cuestiones judiciales a que den lugar los negocios de la agencia o sucursal.
Jurídicas individuales o jurídico colectivas, que generalmente se les suele denominar "personas
físicas" y "personas morales", respectivamente.
En otras palabras, una persona jurídica colectiva es quien tiene la capacidad de adquirir tanto
derechos como obligaciones y que no es una persona física. Así, a estas primeras, el Derecho les
atribuye y reconoce una personalidad jurídica propia, por lo que en este sentido, la personalidad
debe entenderse como la aptitud para ser sujeto activo o pasivo de las relaciones jurídicas.
Tomando en cuenta sus elementos, también se define a las personas jurídicas como entes colectivos
integrados por personas y bienes adscritos a una personalidad común y a los que se les reconoce
una personalidad jurídica distinta de las personas naturales que las integran.
CAPACIDAD JURÍDICA: En Derecho, es la aptitud de una persona para adquirir derechos y contraer
obligaciones por sí misma, sin el ministerio o autorización de otro.