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Diplomática Uned
Diplomática Uned
Los hombres de los siglos XVI y XVII eran extraordinariamente formalistas, hasta el punto de que incluso actos
manifiestamente ilegales, como es, por ejemplo, inducir a un juez a que dicte una sentencia favorable a los intereses de un
particular, se pretendían hacer de forma ordenada. He aquí un formulario de cartas misivas particulares, concretamente el
modelo que el autor propone para inducir al cohecho a un juez. Juan Vicente, Formulario y estilo curioso de escribir cartas
misivas, Madrid, 1599
No todos los documentos son considerados como tales por la Diplomática, pese a que tengan un alto valor histórico o de
otro tipo, como sucede en este caso, un pasquín contra el corregidor de Logroño que apareció colgado en su puerta en
1680. En este caso, por razones más que evidentes, los autores decidieron no suscribir el documento y tomar otras medidas
que aconsejaba la prudencia, como disimular la letra recurriendo a una mezcla de caracteres romanos de imprenta,
humanística redonda y capitales. Nótese cómo la fuerza de la costumbre les lleva en un primer momento a incluir una
invocación simbólica (una cruz), que luego tachan. Archivo Histórico Nacional, Secc. Consejos.
Contra lo que podría pensar un neófito, la fórmulas en que se basan las estructuras de
los documentos han sido y son menos diversas de lo que en principio podría pensarse, es más,
se sabe que han manifestado, en sus aspectos esenciales, una enorme solidez frente al paso del
tiempo desde la Edad Media hasta el tiempo presente, al menos por lo que a la documentación
pública se refiere. Esto es lo que nos permite utilizar el concepto de Diplomática General y
exponer de un modo puramente teórico una serie de características intrínsecas, relativas a la
estructura del documento en este caso, aplicables a cualquier época desde la Edad Media hasta
la actualidad y todavía más allá.
Un documento –entendido en su acepción diplomática- tiene tres grandes partes:
1ª PROTOCOLO INICIAL, donde aparecen, además de algunos formalismos como el
saludo y la invocación a la divinidad, la identificación del emisor del documento y del
destinatario del mismo.
2ª CUERPO DEL DOCUMENTO, donde se contiene el mensaje que se desea comunicar y
toda una serie de cláusulas y formulismos con los que éste se justifica, tanto en
términos intelectuales como jurídicos.
3ª PROTOCOLO FINAL O ESCATOCOLO, que contiene la data y los signos y cláusulas de
validación del documento.
1ª INVOCATIO
La invocación es una referencia a la divinidad ofreciéndole la escrituración del
documento. Puede ser representada de forma simbólica, mediante una cruz (la manera
más simple) o diversos símbolos y monogramas y de forma verbal, mediante
determinados formulismos. Entre las primeras es muy frecuente el crismón o
monograma elaborado con las letras griegas X y p entrelazadas (iniciales de Cristo en
griego), a las que a veces se les añade las letras alfa y omega, que simbolizan que Dios
es el principio y el final de todas las cosas. Otras veces se utilizan letras latinas, IHS
(Ihesus) o IC (Ihesus Christus). Se sabe que este tipo de monogramas se emplearon
desde el siglo VI, aunque fue en la Baja Edad Media cuando alcanzaron su máximo
desarrollo técnico, adquiriendo funcionalidad decorativa del documento.
Posteriormente, ya en la Edad Moderna, lo frecuente es que aparezca sólo una cruz en
el encabezamiento del documento.
Lámina 3: CRISMÓN
Ejemplo de crismón, anagrama utilizado en la Edad Media para expresar la invocación. Privilegio rodado de Alfonso VIII a
favor de Diego López, 1189, febrero, 7, Toledo. Archivo General de Simancas
Cuando se incluía una invocación verbal (pueden aparecer ambas a la vez), ya fuese en
romance o latín, podía ser desde un lacónico In Dei nomine o In nomine Domine Nostri Ihesu
Christi hasta párrafos extensos con alusiones a la Santísima Trinidad, a la Virgen y a los
santos, adoptando la forma de una auténtica profesión de fe: En el nombre de la santísima
trinidad y de la eterna unidad padre hijo y espíritu santo, que son tres personas y un sólo
dios verdadero que vive y rreyna por sienpre sin fin y de la bien aventurada virgen gloriosa
nuestra señora santa maría madre de nuestro señor ihesu christo verdadero dios y verdadero
hombre a quien yo tengo por señora y por abogada en todas mis cosas y a honra y serviçio
1
Un estudio clásico, dentro de la Diplomática española, es Floriano Cumbreño, Curso General de Paleografía,
pp. 261-265. Revisiones recientes del tema en Marín Martínez, T. y Ruiz Asensio, J. (dirs.), Paleografía y
Diplomática, Madrid, 1991, vol. II, pp. 173-244; y Tamayo, A., Archivística, Diplomática y Sigilografía,
Madrid, 1996, pp. 76-114.
2ª Intitulatio
La intitulación es la parte del documento en que el emisor del mismo, sea una
persona o una institución, se identifica indicando su nombre, cargo, título, vecindad y
otras circunstancias, según sea el caso. Dada su importancia, lo habitual es que
aparezca tras la invocación a la divinidad y en cualquier caso en el encabezamiento del
documento o lugar destacado dentro del mismo.
Las intitulaciones de los documentos reales llegaron a ser realmente prolijas al ir sumándose territorios a la Corona de
España durante los siglos XV al XVI, en esta Provisión Real de Felipe II aparecen dichos títulos etceterados, cosa habitual
dada su extensión. Nótese la invocación simbólica (una cruz) en el encabezamiento. 1584, octubre, 3, Madrid (copia).
Archivo Histórico Nacional, Secc. Consejos.
3ª Directio
2
Documento de 1597. Tomado de Tamayo, A., op.cit.,p. 79.
4ª Salutatio
La salutación es una fórmula de cortesía hacia la persona o entidad a quien va
dirigido el documento. Las expresiones más tradicionales, empleadas desde la Edad
Media, sólian ser diversas variantes de Salud y gracia. Es frecuente que se suprima en
los documentos con dirección genérica, así como que adopte formulaciones menos
protocolarias en documentos privados o cartas misivas.
1ª Preambulum
El preámbulo es una parte a menudo con un alto carácter protocolario, de ahí
que sólo aparezca en documentos dotados de gran solemnidad, en la que se expresan
una serie de argumentaciones de tipo genérico, no relacionadas directamente con el
asunto, pero que justifican de algún modo el contenido del mismo.
2ª Notificatio
La notificación es una fórmula por la que se advierte al destinatario que a
continuación se van a exponer las razones o motivos que explican el documento (la
exposición) y el tipo de documento ante el que se encuentra. Ejemplos usuales son, en
latín, notum sit o sciant omnes, y en castellano sepades, conocida cosa sea, como bien
sabeis, sepan cuantos, etc.
Lámina 6: NOTIFICACIÓN
3ª Expositio
La exposición recoge las razones, motivos y antecedentes que explican o
justifican el contenido dispositivo del documento. Su extensión puede variar desde un
lacónico por haceros bien e merçed, tal cual suele aparecer en algunos documentos
dispositivos reales, hasta decenas de folios narrando circunstancias administrativas o
de otro tipo que explican determinada resolución. A menudo aparecen también copias
insertas de documentos anteriores que sirven como elemento legitimador del ahora
expedido.
4ª Dispositio
La disposición es, obviamente, el objetivo por el que es expedido un
documento de estas características, de ahí que en la redacción de los documentos se
pusiese el mayor celo en identificar sin posibilidad de duda cuál era la orden concreta
que se dictaba. Aparecerá enlazada con la exposición mediante la expresión porque
vos mando (en singular o plural) u otras del mismo tenor.
5ª Sanctio y Corroboratio
El cuerpo del documento se cierra con una serie de formulismos, cláusulas, con
los que el emisor trata de garantizar que el contenido jurídico del documento va a
hacerse efectivo -a esto llamamos sanción- y que ha sido elaborado de acuerdo con las
formalidades necesarias para dar validez al escrito -corroboración-. Aunque pueden
clasificarse de diversas maneras, es usual hacerlo agrupándolas en diez grandes tipos
genéricos:
1. Cláusulas preceptivas, que son órdenes dirigidas a oficiales
inferiores para que tomen las resoluciones necesarias para hacer efectiva
la disposición que contiene el documento. Normalmente, además de las
órdenes concretas derivadas de sus respectivos cargos, se incluirán
1º Apprecatio
Es un saludo protocolario que se incluye en determinados tipos documentales y
que suele considerarse que forma parte de la data. Es típica, por ejemplo, de las cartas
misivas tanto públicas como privadas.
2º Data
En los documentos romances medievales encontramos a menudo las
expresiones fecha en... o bien dada en..., ambas expresiones, que seguimos utilizando
con alguna variación en la actualidad, provienen del latín factum (hecho) y datum
(otrogado). En la terminología actual data equivale a fecha y lugar, o bien data crónica
y data tópica317.
La data es un elemento indispensable para la validación jurídica del
documento, de manera que si no aparece es, salvo excepciones, porque se trata de un
escrito privado sin formalizar, de un borrador o de un documento que forma parte de
un procedimiento especial: por ejemplo, los documentos judiciales del Antiguo
Régimen que expedían los procuradores de los litigantes no llevan data, y ello se
explica porque su data fehaciente era el auto de inclusión en el sumario que expedía el
juez y que aparecerá en el sumario.
El lugar donde fue escrito el documento es de menor importancia diplomática e
histórica que la fecha, de manera que no es extraño que falte. Lo normal es que se
indique solamente la población, salvo en documentos especiales como las actas de
reuniones, por ejemplo, en las que es frecuente que se indique el sitio concreto: iglesia,
ayuntamiento, plaza pública, casa particular, etc.
Fechar correctamente y con la mayor precisión posible un documento es
objetivo irrenunciable tanto del diplomatista como del historiador, de manera que en
este asunto se debe proceder con el mayor celo posible. La fecha contiene tres
elementos: año, mes y día, que habrán de fijarse de acuerdo con el calendario actual,
no con el que utilice el autor del documento. Puede parecer éste un asunto sencillo,
pero valga de ejemplo cómo fecha un hecho histórico el Canciller Pero López de
Ayala a finales del siglo XIV, con cinco calendarios diferentes:
3
Una obra útil de referencia es Agustí, J., Voltes, P. y Vives, J., Manual de cronología española y universal,
Madrid, 1953.
3ª Validatio-Autenticatio
La suscripción y validación de los documentos reales castellanos a finales de la Edad Media y la Moderna podía hacerse,
entre otros procedimientos, mediante el que vemos aquí: la suscripción signada de la reina Isabel, la certificación del
Secretario de Cámara y su firma: Yo, Fernando Alvares de Toledo, Secretario de nuestra señora la reyna, la fise escrebir
por su mandado ; y además el sello estampado de lacre, recubierto con un fino papel, de manera que adopta un aspecto
parecido a los estampados en seco. 1479, septiembre, 27, Trujillo. Archivo General de Simancas
La validación y suscripción de algunos documentos medievales llegaron a ser realmente prolijas y ceremoniosas, como
puede comprobarse en este Privilegio Rodado, con decenas de intervinientes en el procedimiento, amén de la rueda y del
sello pendiente. 1333, marzo, 8, Valladolid, Archivo General de Simancas