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INSTITUTO TECNOLÓGICO DE

DURANGO

Ing. Gestión Empresarial


UNIDAD I

Seminario de Administración de
Operaciones

Revolución Industrial: Tarea 1

Facilitador: Alfredo Cordova Quiñones

Alumna Lizbeth Herrera


Grupo: 8 “A”
La Revolución Industrial
La revolución industrial fue un proceso de grandes transformaciones económicas y
sociales que comenzaron en Inglaterra de 1760 a 1870. El trabajo manual fue sustituido
por las máquinas, y la fuerza humana y animal, así como la de los elementos naturales,
dejó paso a las nuevas fuentes de energía. Las principales industrias afectadas fueron
la textil, la metalúrgica y la química.

Causas de la revolución Industrial

Las principales causas de la revolución que ayudaron a que se diera en Inglaterra,


fueron:

 El sistema político imperante en Inglaterra no era la monarquía absoluta, era la


monarquía liberal, lo que permitió que los ingleses se mantuvieran libre de las
revoluciones que aquejaban a los otros países europeos.
 La modernización de la agricultura mediante la rotación cuatrienal de cultivos, la
introducción de maquinaria moderna a los trabajos agrícolas y el cierre de
campos de cultivo. Estas medidas dejaron sin trabajo a muchos campesinos que
se vieron obligado a trasladarse a las ciudades y aseguraron la abundancia de
mano de obra barata.
 La burguesía inglesa tenía capital suficiente para financiar las fábricas, adquirir
materias primas y máquinas y contratar empleados.
 Los beneficios económicos obtenidos gracias al dominio del mercado europeo y
en la posesión de un gran imperio colonial. La gran cantidad de capital de que se
disponía se invirtió en las nuevas actividades industriales.
 Una mentalidad económica, por parte de los burgueses, pero también por parte
de la aristocracia terrateniente, dispuesta a invertir en el comercio y la industria.
Estos dos grupos sociales fueron controlando el Parlamento, desde donde
promulgaban leyes que aseguraban la libertad económica eliminando los
privilegios de los gremios, y protegiendo los mercados propios, entre otras
medidas.
 La existencia de una buena red viaria y fluvial, que aseguraba la fluidez del
abastecimiento de materias primas, la distribución de manufacturas y el mercado
interior.
 Las innovaciones técnicas, que permitían sustituir las herramientas tradicionales
para máquinas que trabajaban más rápido. Las mismas universidades
fomentaban una formación intelectual práctica que repercutía en la investigación
y la experimentación.
 La riqueza de fuentes de energía como el carbón de coque, de gran calidad,
para hacer funcionar las nuevas máquinas de vapor, y la abundancia de
materias primas para la industria textil, como el algodón colonial y la lana
inglesa.

La característica principal de la revolución industrial fue la creación del sistema de


fábrica mecanizada, es decir, las fábricas se han trasladado de la producción fabricada
simple a lo complejo sustitución del trabajo manual por las máquinas. Esta sustitución
implicó la aceleración de la producción de mercancías, que se produjeron a gran
escala.

Esta época es importantísima porque se pasó de un mundo rural en un mundo


industrial. También fue una época de grandes inventos, destacando sobre todo uno: La
máquina a Vapor, Con este invento nacieron el ferrocarril y el barco a vapor.

Segunda Revolución Industrial


Esta es una nueva etapa de crecimiento económico, caracterizada por un
extraordinario progreso científico y técnico que facilitó un rápido desarrollo de todos los
medios de producción y de nuevas formas de organizar la producción y el trabajo. Esta
nueva etapa en el desarrollo económico de las potencias industriales se prolongó hasta
el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.
Entre los años 1870 y 1880 se comenzaron a producir una serie de cambios en la
producción industrial que llamamos Segunda Revolución de la Industrial y que
establecieron las bases del actual sistema de producción.

Los inicios de este proceso, que se prolongó hasta 1920, los encontramos en Estados
Unidos y se produjo también en el Reino Unido, Francia, Alemania y Japón.

Esta segunda Etapa de la revolución se caracterizó por la mejora de la producción


gracias a la incorporación de nuevas fuentes de energía como la electricidad y el
petróleo, la obtención de nuevos materiales como el acero y la aplicación de nuevas
formas de trabajo como la automatización y el trabajo en cadena. Además, surgió un
nuevo tipo de capitalismo: el capitalismo financiero, fruto de las grandes inversiones
realizadas con los beneficios que había aportado el primer estallido industrial y el
dinero procedente de la banca.

La electricidad, que ya había sido descubierta en el siglo XVIII, sustituyó gradualmente


el vapor de agua como fuente de energía. El uso industrial de la electricidad fue posible
en encontrar maneras de generarla, transportarla y almacenarla y convertirla en
energía mecánica como el motor eléctrico.

Fue aplicada en la metalurgia, la iluminación (lámpara de arco, bombilla) mejorando la


iluminación urbana y posibilitando el trabajo nocturno a las fábricas, en aparatos de
nueva invención y en sistemas de comunicación. También permitió electrificar y ampliar
la red ferroviaria y construir locomotoras más rápidas, así como grandes barcos
metálicos impulsados por turbinas.

El petróleo, conocido desde la antigüedad, fue estudiado como fuente de energía hasta
que se obtuvo el combustible de dos nuevos sistemas de transporte: el automóvil y el
avión. Se aplicó a la nueva industria del plástico y en la obtención de energía
termoeléctrica.

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