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Clase sobre Cristianismo

ISG: Historia de las Ideas Políticas

San Agustín

La Ciudad de Dios, tomo II, Libro decimonoveno, caps. XV a XVII

- Problema central: ¿cómo puede el hombre ser esclavo siendo que fue hecho a
imagen y semejanza de Dios? O: ¿cómo puede existir un esclavo siendo copia de
Dios?
- Ley natural: el hombre (ser racional) como señor de seres irracionales: “[Dios] no
quiso que fuese señor el hombre del hombre, sino de las bestias solamente”.475 y
476. El ejemplo de santos y justos como pastores de ganados, no reyes (pastores
de hombres) 476. La servidumbre es una condición que se impone a un pecador: el
hombre es responsable de sus actos, y él mismo se pone en esa situación. 476.
- La servidumbre es consecuencia del pecado: quien es siervo tiene la culpa de serlo.
Justificación de la servidumbre. 476. La paz ordenada: equilibrio entre dominio y
servidumbre. Consejo del Apóstol. 477.
- Los justos establecían una paz en la casa, lo que obliga a cuidar de los siervos por
piedad (respeto y amor a Dios) 478. A quienes señalan lo injusto de la servidumbre
para quien obedece como siervo: mandar para el señor es una carga mayor que la
del siervo al obedecer. 478. El castigo como rectificación, reencauzamiento del
pecador: este es el oficio del inocente. 478.
- La paz de la casa debe ser una parte de la ciudad. Hay paz en la ciudad porque la
hay en las casas. Hay paz en las casas porque cada uno cumple con lo que le
corresponde de acuerdo a su condición: el justo manda, el pecador obedece. 479.
Este mandato y obediencia debe realizarse en la ciudad. 479.
- De la paz terrena a la paz celestial. 480 y 481.
Tomás de Aquino

De la monarquía, libro I, caps. 1 – 3.

- El hombre tiene que ser gobernado por alguien, puesto que vive en sociedad. 5. Rey
es quien dirige el timón de la ciudad hacia el bien común. Razonamiento: el
hombre tiene grabada en su naturaleza la razón; si viviese en soledad no
necesitaría de reyes, ya que se gobernaría con su propia razón; pero como es un
animal sociable y político (zoon politikón), debe necesariamente ser gobernado por
alguien (rey) para no echar a perder la sociedad por la diversidad de medios para
realizar el fin común. 6. El hombre no es autosuficiente, por ello la naturaleza le
dotó de razón, a diferencia de los animales (que sí tienen medios para conservarse
individualmente) 6. El hombre necesita de la vida en sociedad, de la comunidad,
para saber qué es lo bueno o lo malo. 6 y 7. Asimismo, el lenguaje es una especie
de razón compartida. 7.
- (…) “No es lo mismo lo propio que lo común. Por lo propio se enemistan algunos,
por lo común se unen”. 8. Es justo el régimen que tiene por fin el bien común;
injusto el que tiene por fin el bien individual del que gobierna: tirano. Éste
introduce la servidumbre en la ciudad. 9 y 10. El rey debe dirigir en pro del bien
común. 10 y 11.
- La salvación de la ciudad depende de que se conserve la unidad, llamada paz. 13.
La unidad es mejor lograda por lo que es uno (rey) que por lo que es muchos
(véase Hobbes) 14. “Todo gobierno natural es unipersonal”. 14. Asimismo, “toda
multitud se deriva de uno”: a saber, Dios. 14.
- La tiranía. 17 y ss. La fuerza del tirano excede a la multitud por ser una unidad
organizada. 18. Efectos de la tiranía. 19 y 20. Escasez de la virtud en un régimen
tiránico. 20.

Objetivos:
- Que el educando incorpore el marco teórico y compare con la posición aristotélica
sobre la esclavitud.
- Que sea capaz de encontrar problemas en los argumentos estudiados, esto es: que
pueda poner en duda una evidencia en la lógica del discurso.
- Que relacione lo estudiado tanto con el planteo de fondo de Bartolomé de Las
Casas como con la actualidad.

Bibliografía:

- AGUSTÍN DE HIPONA, La Ciudad de Dios, Buenos Aires, Club de Lectores,


2007.Tomo II, Libro XIX, Caps. XV – XVIII.
- TOMÁS DE AQUINO, La monarquía, Barcelona, Editorial Altaya, S. A., 1994. Libro I,
caps. 1 – 3.

Bibliografía complementaria:

- HOBBES, Th., Leviatán, Madrid, Alianza Editorial, S. A., 1989.


- STRAUSS, L. & CROPSEY, J. (compiladores), Historia de la filosofía política, México,
Fondo de Cultura Económica, 2004.
- TODOROV, T., La Conquista de América. El problema del otro, Buenos Aires, Siglo
XXI Editores, S. A., 2003.
Buenas...

Si el periodo clásico se caracteriza por un teorizar acerca de la ciudad-estado, en


que el individuo como parte está en función del todo, veremos cómo cambia este
vínculo en el cristianismo con el relato de la caída.

El cristianismo pone en juego una respuesta al problema contemporáneo de la


corrupción moral y política del imperio. Su modo de pensar el origen de tal
descalabro se funda en un mito, el mito de la caída: el pecado original. Pero,
asimismo, tensa el arco del pensamiento político al fundar la igualdad y la libertad
en la naturaleza humana, creada con un hálito divino, ya que todos los hombres
son hechos a imagen y semejanza de Dios. Bajo este principio, ¿cómo alguien
puede mandar con justicia siendo igual que sus pares?

Agustín de Hipona (filósofo y teólogo de fines del s. IV y principos del s. V) da una


respuesta a estas cuestiones en algunos capítulos que vamos a analizar
pertenencientes a su obra "Ciudad de Dios.

Por otro lado, y ya con ocho siglos de diferencia, retomaremos la reflexión política
desde un autor tan importante para el Medioevo como lo es Tomás de Aquino.
Veremos cómo piensa el gobierno y en qué consiste su deformación, haciendo
una relectura de Aristóteles pero apoyándose también en las Escrituras.

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