Transitas en un camino de cuadros blancos y negros, es decir, alegrías y tristezas, de
éxitos y fracasos, de placeres y sacrificios. Donde el propósito es enfrentar al rey de nuestros pensamientos negativos con un equipo decidido a ganar. Nuestro enemigo no es más que el lado negativo de nosotros mismos que día a día nos ataca si no hacemos jugadas rápidas e inteligentes. En el tablero hay torres, caballos, alfiles, la reina y el rey. Pero al frente están los peones, los de clase baja, con pocos logros y aun así avanzan hacia adelante y si llegan al final de su trayecto coronan la meta y pueden desplazarse en todas direcciones con gran libertad, es decir, pasan a un nivel de crecimiento.
Si te consideras un peón que camina en el tablero de claroscuros de la vida, recuerda
que si persistes y juegas astutamente llegarás al lado enemigo, coronarás y podrás desplazarte en todas las direcciones para enfrentar al rey del equipo contrario que a la final es el reflejo negativo de ti mismo.