Para entender la prospectiva estratégica es necesario primero comprender la diferencia entre
“Forescasting” o pronósticos, y la prospectiva o los escenarios posibles, en el primer caso tenemos un proceso lineal que va estrechamente ligado con la estadística por lo cual se busca trabajar con tendencias y hechos comprobados que sucedieron en el pasado y pueden seguir sucediendo en el presente con el objetivo de predecir un futuro que se relacione con lo previamente analizado a partir de procesos lineales coherentes y correspondientes con las tendencias previas. En el segundo caso, tenemos que la prospectiva se encarga de diseñar el futuro y lo entiende como algo complejo con muchas variables, direcciones y escenarios, que tiene como etapa previa el análisis estadístico propio del Forecasting, sin embargo se preocupa por plantear futuros posibles que tengan en cuenta muchas variables mas allá de las tendencias, al mismo tiempo que tiene como factor clave la administración y las decisiones que se pueden tomar con el objetivo de moldear estos escenarios futuros, tomándolos como complejos, con muchos niveles y resultados distintos. Mojica nos menciona que “La intención de la prospectiva no es contemplar el futuro sino lograr que se realice de la mejor manera, por lo tanto, no interesa medir y observar el fenómeno sino interpretarlo al interior del campo de los hechos posible y dentro de una percepción hermenéutica de la realidad” Mojica, F. J. (2006). A partir de esto se puede interpretar lo prospectivo como una herramienta de análisis y construcción, en cuanto a que nos permite relacionar hechos de manera lógica, con tendencias, posibilidades y factores sociales, los cuales a partir del tratamiento que se les dé, y las condiciones que se les brinden, pueden generar transformaciones que según el criterio establecido sean un futuro conveniente resultado de la prospectiva. En el campo del urbanismo, y tomando la realidad urbana como algo cambiante, dinámico y que sigue múltiples variables, se puede considerar la prospectiva como una herramienta fundamental a la hora de proyectar escenarios, y diseñar futuros posibles que concuerden con las condiciones de una ciudad, al mismo tiempo que planteen a futuro soluciones a los requerimientos y exigencias que proponen las características de habitabilidad, funcionalidad y espacialidad. Es necesario tomar en cuenta que lo urbano esta estrechamente ligado con lo social, puesto que, son los ciudadanos los que fabrican las ciudades, las modifican y las adaptan a sus necesidades, por lo cual es clave el factor que cumplen los actores sociales que se proponen en la visión a futuro de la prospectiva. Estos actores sociales corresponden a grupos humanos que se clasifican según su función y corresponden al Estado, los bienes de producción y servicios, la academia y la población civil. Cada uno de los anteriores cumple un papel en específico, sin embargo todos se desenvuelven en el mismo campo de acción que es la ciudad y sus diferentes interacciones son las que determinan en gran medida la evolución de una sociedad. Cabe recalcar, que estos actores sociales varían en importancia, y en ocasiones se pueden ver jerarquizados dependiendo de quien toma o influye de mayor manera en las decisiones de una ciudad, es por eso que lo adecuado es buscar un equilibrio que sin la necesidad de llegar a escenarios caóticos y anárquicos, le responda de manera correcta a los intereses de cada actor social, Teniendo en cuenta entonces los factores que intervienen en la producción de una ciudad, y tomando como punto de partida los postulados de la prospectiva que nos hablan de escenarios “Futuribles” o realizables bajo el análisis y trabajo en conjunto de las múltiples variables que se toman en cuenta con el fin de encontrar los futuros más útiles, surge la Prospectiva estratégica. Esta busca tener como principios las bases que hacen a una ciudad ser lo que es, entendiendo su complejidad, analizándolas y trabajándolas de forma que a partir de su comprensión, se logren proponer escenarios los cuales cumplan con la condición de ser realizables y aterrizados, al mismo tiempo que arriesgados, funcionales y útiles siguiendo tendencias previas las cuales se pueden salir de la tendencia para evolucionar en hechos que beneficien a todos los actores sociales así como a la realidad Urbana.
Bibliografía Mojica, F. J. (2006). Concepto y aplicación de la prospectiva estratégica. Revista Med, 14(1), 122-131.