Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Docente en Servicio
Inteligencia emocional
para el aprendizaje
Estimado/a docente:
Bienvenido/a al curso Inteligencia Emocional para el Aprendizaje, cuyo propósito
es que el docente participante comprenda la importancia de las emociones en el
desarrollo de aprendizajes y la interacción con sus estudiantes, desde una visión
crítica de la inteligencia emocional y de las competencias socioemocionales.
Estimado/a docente:
A continuación, encontrarás algunas afirmaciones que podrás marcar como MITO
o REALIDAD según tu percepción. Posteriormente, y de acuerdo a tu elección,
obtendrás algunas preguntas de reflexión sobre tu vivencia personal o sobre la forma
en que desarrollas tu práctica docente.
Mito Realidad
¡Es correcto!
Esto es un mito. Te invitamos a reflexionar: Desde tu experiencia personal,
¿cómo demuestras que el éxito como docente no depende únicamente de tu
coeficiente intelectual?, ¿qué otras habilidades consideras que es importante
en tu desempeño docente?
Mito Realidad
¡Es correcto!
Esto es un mito. Te invitamos a reflexionar: ¿Qué necesita saber Juan para que
cambie sus creencias sobre la inteligencia?, ¿de qué manera podrías promover la
deconstrucción de estas creencias en los padres y madres de familia?, ¿de qué
manera se relacionan las buenas calificaciones con el actuar competente?
Mito Realidad
¡Es correcto!
Esto es realidad. Te invitamos a reflexionar: desde tu práctica docente, ¿qué
beneficios te aporta el conocer las capacidades y potencialidades que tienen cada
uno de tus estudiantes?, ¿de qué manera favorece esto en el proyecto de vida de
tus estudiantes?
Mito Realidad
¡Es correcto!
Esto es un mito. Te invitamos a reflexionar: desde tu práctica docente en el nivel
que trabajas, ¿qué evidencias tienes de que el logro del aprendizaje ocurre mejor
cuando los estudiantes se complementan de acuerdo con los distintos estilos y
ritmos de aprendizaje?
Mito Realidad
¡Es correcto!
Esto es realidad. Te invitamos a reflexionar: ¿Qué entiendes por inteligencia?,
¿qué relación identificas entre la inteligencia y las competencias?, ¿de qué manera
has incorporado esta relación tu vida personal y profesional?
FALSO. En el siglo pasado, se suponía que había solo una sola inteligencia. Según
este paradigma, la inteligencia estaba concebida como “capacidad global, estable,
cuantificable, heredada y utilizada en todos los procesos de interpretación y
adaptación al mundo”. Sostener hoy en día que la inteligencia es una capacidad
general y universal implica desconocer los diversos procesos humanos y los
aportes hechos por Gardner (1983, 1994) con las 7 inteligencias múltiples y por
Sternberg (1996, 1999) con los 3 tipos de inteligencia: analítica, creativa y práctica
(De Zubiría, 2013, p.12)
FALSO. Según De Zubiría (2013), “El niño llegaba al mundo con un ‘nivel’ de
inteligencia determinado que permanecía constante, independientemente de
lo que hiciera. En consecuencia, había niños más inteligentes y otros menos
inteligentes (p. 15), por lo que la inteligencia se heredaba. Este mito se evidencia
hoy cuando se dice lo siguiente: “Este niño es muy inteligente”, para referirnos
a unas características propias del sujeto, relativamente inmodificables” (p.15) Sin
embargo, esto no es así; “las dimensiones del ser humano son susceptibles de muy
altos niveles de modificabilidad” (p.15).
“No nacemos con los conceptos o las redes conceptuales instaladas en nuestro
cerebro, ni tampoco nacemos con las competencias argumentativas formadas.
Éstas se desarrollan gracias al esfuerzo, dedicación, desarrollo y lectura; por tanto,
son susceptibles de modificación” (p. 15).
MITO 4: Creer que las capacidades intelectuales (CI) tienen una alta participación
en la determinación del éxito académico y profesional
FALSO. De Zubiría (2013, p. 16) señala que “El mismo Terman, al final de su vida,
tuvo serias dudas al respecto y de manera autocrítica llegó a afirmar que variables
de tipo emocional e interpersonal tenían un alto impacto en la determinación
del éxito académico de un individuo” y que en sus propias palabras señalaría lo
siguiente:
Las cuatro características en las que (los grupos de más y menos éxito)
se diferenciaban más claramente eran en la persistencia en la finalización
de trabajos, integración en los objetivos, confianza en sí mismo, y
en carencia de complejo de inferioridad. En el marco total, el mayor
contraste entre ambos grupos estaba en la adaptación emocional y
social, y en la lucha por un fin’ (Terman, 1959; citado por Renzulli, 1996).
“Hoy resulta más plausible reconocer un ámbito práxico, otro analítico y otro
socioafectivo de la inteligencia, e infinidad de talentos asociados a los campos de
las artes, la ciencia, la tecnología y las relaciones interpersonales, entre otros” (…)
“Detrás de todo joven con talento siempre encontraremos un padre o una madre
que favoreció una amplia exploración de intereses desde edades tempranas;
siempre se podrán rastrear maestros que supieron concentrarse en los procesos
Tabla 1
El concepto de inteligencia
Hacia el año 1920 “Thorndike introduce por primera vez el concepto de inteligencia
social” (Bisquerra, 2009, p. 118). Además, habla sobre la inteligencia abstracta y
mecánica; define la inteligencia social como la habilidad de entender y manejar
a hombres y mujeres; en otras palabras, de actuar sabiamente en las relaciones
humanas. La inteligencia es por aquel entonces un concepto en auge” además
que en dicha época se caracteriza por el “énfasis en la medición” (Molero, Saiz y
Esteban, 1998, p. 15).
Son siete las inteligencias que inicialmente propone (aunque después plantea dos
más, la naturalista y la existencial): la verbal y lógico-matemática, la capacidad
espacial, la capacidad cinestésica, el talento musical, la inteligencia interpersonal y
la inteligencia intrapsíquica o intrapersonal. Estas dos últimas son importantes en
tanto se relacionan con la inteligencia emocional que luego estaremos tratando.
Hacia 1990 Mayer y Salovey publican el primer artículo científico sobre inteligencia
emocional, el cual no tuvo mayor impacto en dicho momento. Ellos definen la
inteligencia emocional como “la habilidad para manejar los sentimientos y
emociones, discriminar entre ellos y utilizar estos conocimientos para dirigir los
propios pensamientos y acciones” (como se cita en Bisquerra, 2009, p 128).
• la inteligencia interpersonal y
• la inteligencia intrapersonal
Bisquerra (2009) señala que “más allá del debate en torno a la inteligencia emocional,
hay acuerdo en la importancia de desarrollar competencias emocionales en
todas las personas. Son competencias básicas para la vida que se proponen para
favorecer la convivencia y el bienestar personal y social” (p. 12).
Figura 1
Modelo pentagonal de competencias emocionales
Competencias
Competencia emocionales Regulación
social emocional
Autonomía
emocional
Ideas fuerza
Referencias
Bisquerra, R. (2009). Psicopedagogía de las emociones. Editorial Síntesis S.
A. [Archivo PDF]. http://www.codajic.org/sites/www.codajic.org/files/
P s i co p e d a g o g i a % 2 0 d e % 2 0 l a s % 2 0 e m o c i o n e s % 2 0 - % 2 0 R a fa e l % 2 0
Bisquerra%20Alzina-1_0.pdf
Molero, C., Saiz, E, y Esteban, C. (1998). Revisión histórica del concepto de inteligencia:
una aproximación a la inteligencia emocional. Revista Latinoamericana de
Psicología, 30(1),11-30. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80530101