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Diálogos Por Chile - 60 Desafíos para Una Renovada Convivencia Nacional
Diálogos Por Chile - 60 Desafíos para Una Renovada Convivencia Nacional
Equipo de edición
Sofía Brahm
María de los Ángeles Errázuriz
Nicolás García
Diseño
Soledad Picasso
Santiago de Chile
Marzo 2021
04
Presentación
22
Hacia una cultura del Encuentro.
Las enseñanzas sociales de nuestra
Iglesia
35
Desafíos para la sociedad chilena a
la luz de las enseñanzas sociales de
nuestra Iglesia
36 Política
42 Economía
61 Familia
80 Ciudad
86 Medioambiente
102 Salud
113 Educación
127 Comunicaciones
132 Paz social
137
Reflexiones de algunos integrantes
de “Nuestra Mesa” en torno al
proceso de cambio constitucional
151
Cierre
01
Presentación
4
Motivación Organización
Contexto
1 Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitu- Sin embargo, los tiempos adversos tam-
ción (15 noviembre 2019). Disponible en: https:// bién han despertado grandes heroísmos,
obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=documen- como los que hemos podido ver en diver-
tos/10221.1/76280/1/Acuerdo_por_la_Paz.pdf
5
Motivación Organización
Contexto
sos trabajadores de la salud, dirigentes so- Construyamos una vida más fraterna, más
ciales y personas consagradas. Todos ellos, humana y más cristiana”.3
atravesados por la caridad, han permitido
que la pandemia haga resplandecer lo más
grande del ser humano. Encíclica Fratelli tutti
Uno de los momentos más bellos que se Precisamente en este contexto de múlti-
han vivido durante este tiempo fue la ben- ples crisis fue publicada la tercera Carta
dición urbi et orbi del Papa Francisco, don- Encíclica de Francisco, Fratelli tutti, dedi-
de oró por la humanidad en una Plaza San cada al tema de la fraternidad y la amis-
Pedro vacía, predicando en torno al Evan- tad social. Ella nos invita a emprender un
gelio de la tempestad calmada: camino de fraternidad, a ser un pueblo
de hermanos y a reconciliarnos. La frater-
La tempestad desenmascara nuestra nidad aparece como la única alternativa
vulnerabilidad y deja al descubier- para salir de las lógicas de confrontación
to esas falsas y superfluas segurida- que existen hoy, tanto en el terreno social
des con las que habíamos construido como político. Esta es un nuevo aliento y
nuestras agendas, nuestros proyectos, una nueva esperanza a la hora de pensar
rutinas y prioridades. […] Con la tem- nuestra sociedad.
pestad, se cayó el maquillaje de esos
estereotipos con los que disfrazábamos
nuestros egos siempre pretenciosos de
querer aparentar; y dejó al descubierto,
una vez más, esa bendita pertenencia
común de la que no podemos ni que-
remos evadirnos; esa pertenencia de
hermanos.2
6
7
Contexto Organización
Motivación
La historia atestigua cómo nuestra Iglesia sados desde las enseñanzas sociales de
ha estado siempre presente en las horas nuestra Iglesia y de su Magisterio Pontifi-
de las grandes definiciones que hemos cio como fuente de la cual nutrirnos y cu-
emprendido como pueblo chileno. Y en yos principios (bien común, dignidad de la
este momento, como cristianos nos resul- persona humana, destino universal de los
ta ineludible la pregunta sobre cuál debe bienes, opción preferencial por los más
ser nuestra actitud ante el llamado a pen- necesitados, propiedad privada, partici-
sar nuestra convivencia y nuestras institu- pación, solidaridad y subsidiariedad, entre
ciones. otros) nos ayudan a discernir sobre la hora
presente. Justamente buscamos generar
Creemos que la fe constituye un vértice un espacio propicio para hacer relucir la
común capaz de aunar y hacer dialogar a belleza del pensamiento social católico,
diversas personas, con posiciones y roles que ilumina la reflexión y el discernimien-
diversos. La fe se refiere a nuestra iden- to en este camino que hemos emprendido
tidad misma y es capaz de trascender las como sociedad.
materias contingentes que en momentos
nos pueden dividir y hacer confrontar. Con Luego de 130 años desde la publicación de
esta poderosa herramienta, que viene del Rerum novarum, la Doctrina Social de la
mensaje de Cristo en el Evangelio y de la Iglesia Católica ha demostrado la actuali-
actitud de apertura a la que está llamado dad del mensaje de Cristo, quien hace mi-
todo cristiano, hemos sentido la responsa- lenios emprendió grandes transformacio-
bilidad de trabajar, con humildad y disposi- nes sociales al hacerse parte del mundo y
ción, por la construcción de una sociedad de sus problemáticas, especialmente fren-
más humana, más justa y solidaria. te a los dolores, sufrimientos e injusticias
de su época. Creemos que el mensaje de
Los temas aquí propuestos son ámbitos Cristo no solo sigue vigente, sino que pue-
discutibles de nuestra sociedad, donde las de ayudar a dar respuesta a muchos an-
distintas opiniones son legítimas, pruden- helos y contribuir a discernir los desafíos
ciales y opinables en vista de la legítima éticos y sociales del presente. Los valores
autonomía de las realidades temporales.1 en los cuales se inspiran estas enseñanzas
Sin embargo, todos estos ámbitos poseen están lejos de obedecer a intereses eco-
afirmaciones concretas sobre temas que nómicos, políticos o ideológicos, sino que
resultan esenciales para los creyentes. Es provienen de un profundo realismo de la
por esto que los diálogos han sido pen- experiencia humana y de las exigencias de
justicia y amor, y, siguiendo a Pablo VI, en
base a ellas “el cristiano tiene la obligación
Motivación
9
Contexto Motivación
organización
organización
11
Contexto Motivación
organización
Integrantes:
Comité editorial
Coordinación ejecutiva
12
Contexto Motivación
organización
MESAS:
organización
organización
Álvaro Ferrer Jaime Esponda Sergio Micco Augusto Quintana Gonzalo Candia
organización
organización
organización
Familia
organización
Salud
organización
Educación
organización
Medioambiente
22
¡Necesitamos un nuevo Pentecostés! ¡Necesitamos salir al encuentro
de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos para
comunicarles y compartir el don del encuentro con Cristo, que ha
llenado nuestras vidas de ‘sentido’, de verdad y amor, de alegría y
de esperanza! 1
1 Consejo Episcopal Latinoamericano, V Conferencia 2 Francisco, Fratelli tutti (3 de octubre de 2020), Car-
General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe ta Encíclica sobre la fraternidad y la amistad social,
(Aparecida, 13-31 de mayo de 2007), n. 548. n. 216.
23
¿Quiénes son nuestros Es necesario que como sociedad indague-
hermanos? mos en nuestra convivencia en distintos
Reflexiones de los integrantes de la mesa planos en que esta pueda estar herida, y
“Tejido social y convivencia” así contribuir a generar un nuevo clima
de tolerancia y respeto mutuo, donde nos
La exclusión que pueda darse en una socie- valoremos como verdadero pueblo de her-
dad o en un grupo es siempre un problema manos.
práctico y no teórico, puesto que responde
a la pregunta sobre cómo nos comporta- Una integración profunda lleva a una op-
mos ante determinada persona o grupo ción radical por vivir y plasmar el amor en
de personas. Esta depende de la sociedad la sociedad; Jesús nos invita a amar a Dios,
y de las relaciones que se dan en ella, por al prójimo y a nosotros mismos, y en esos
lo que nace de una interacción, o de la au- niveles es donde se juega la integración,
sencia de ella. Conviene recordar la peda- con el énfasis necesario según correspon-
gogía moral de Jesús. Cuando le preguntan da.
“¿quién es mi prójimo?” (Lc 10, 29), quizás
esperaban una respuesta teórica, pero Je-
La necesaria solidaridad
sús responde con un hecho concreto en la
parábola del buen samaritano. En vez de Reflexiones de los integrantes de la mesa
decir ‘el prójimo es esto o aquello’, cuenta “Ciudad, pobreza y segregación”
la parábola y pregunta: ‘¿Quién se compor-
tó como prójimo?’ (cf. Lc 10, 36). Jesús nos En octubre de 2019, dentro de otras cosas,
invita a preguntarnos: ‘¿cómo me compor- se nos mostró la fuerte demanda de princi-
to en situaciones concretas, cotidianas?’ pios de unidad que nos ayuden a recordar
‘¿Cómo me comporto ante una persona vi- que todos formamos parte de una misma
viendo en pobreza o padeciendo todas las comunidad política, con historia y desafíos
realidades relacionadas con ella (adicción, compartidos.
migración, discapacidad física o cognitiva,
cárcel)?’ La solidaridad se vuelve un imperativo
cuando constatamos las múltiples crisis
La exclusión puede darse en distintos nive- que atravesamos: ambiental, social, sanita-
les, aunque solemos centrarnos principal- ria, económica, política y educacional. To-
mente en el nivel institucional, vinculán- das las crisis están relacionadas, en cierto
dola a carencia económica. Sin embargo la sentido, con la autorregulación y la educa-
exclusión tiene, sobre todo, un componen- ción de los valores. No existe modelo que
te cultural y de vínculos personales. Cuan- funcione sin ciudadanos con una “determi-
do nos preguntamos si un migrante está in- nación firme y perseverante de empeñarse
tegrado, muchas veces nos fijamos si tiene por el bien común”.3
sus documentos al día o si recibe ayuda de
programas sociales, pero pocas veces nos
fijamos en la presencia, en el trato que re- 3 Cf. Juan Pablo II, Sollicitudo rei socialis (30 de di-
cibe cotidianamente. ciembre de 1987), Carta Encíclica en ocasión del XX
aniversario de la Carta Encíclica Populorum progres-
sio, nn. 38-40.
24
Para Juan Pablo II la solidaridad nace es- que la reciben, desde “una nueva menta-
pontáneamente de la conciencia de la in- lidad que piense en términos de comuni-
terdependencia, es decir, del darnos cuen- dad”6. Existe un desafío ético de darnos
ta de que dependemos unos de otros y espacios de solidaridad dentro del propio
que, por lo tanto, es imposible que yo esté quehacer, buscando que nuestro desarro-
bien si mi prójimo está mal. No se trata de llo laboral tenga impacto en la resolución
que no ‘debo’ sentirme bien si el otro está de los grandes desafíos sociales.
mal; se trata simplemente de que, siendo
parte de la misma comunidad, es imposi- Puesto en tales términos, la solidaridad
ble que yo esté bien si el otro está mal, aun implica que cada uno de los miembros y
cuando yo mismo no me dé cuenta de la partes de la sociedad asuman el bien co-
realidad. mún como motivación subyacente a sus
actividades cotidianas, bajo el presupuesto
Por lo tanto, la solidaridad es la respuesta básico de que no es posible que algunos de
natural al hecho de que mi bien personal ellos estén realmente bien mientras los de-
es inseparable del bien de los otros miem- más carecen de lo indispensable:
bros de mi comunidad. Es la conciencia de
que, si bien podemos vivir haciendo cuen- En este marco se comprende el pedi-
ta de que los demás no existieran, como do de Jesús a sus discípulos: «¡Dadles
si mi bien privado produjera por ‘arte de vosotros de comer!» (Mc 6, 37), lo
magia’ o por una ‘mano invisible’ el bien de cual implica tanto la cooperación para
los otros, eso será siempre una ilusión, un resolver las causas estructurales de la
anestésico de la conciencia, una mentira. pobreza y para promover el desarrollo
Así, “la solidaridad es una reacción espon- integral de los pobres, como los gestos
tánea de quien reconoce la función social más simples y cotidianos de solidari-
de la propiedad y el destino universal de dad ante las miserias muy concretas
los bienes como realidades anteriores a la que encontramos.7
propiedad privada”.4
Esto supone asumir la presencia de la lógi-
La solidaridad consiste en vivir de acuerdo ca del don y de la fraternidad en todo nues-
con la verdad básica de que el bien común tro quehacer, pues “cuando se hacen car-
es, simultáneamente, el bien de todos y de ne, abren camino a otras transformaciones
cada uno. Por lo mismo, no consiste tan- estructurales y las vuelven posibles”8. El
to en actos esporádicos de generosidad5 verdadero desarrollo, entonces, solo es
(aunque los incluye) sino en un empeño posible si las personas y las estructuras so-
firme y constante de dirigir toda nuestra ciales se abren a la solidaridad que permite
actividad al bien real concreto de aquellos ver al otro (persona, comunidad o nación)
como un semejante, con que se puede
El bien común involucra un principio que Al hablar del Estado y el orden político
marca una finalidad, es el fin “al que debe aparece inmediatamente el tema del bien
referirse todo aspecto de la vida social para común. La enseñanza de nuestra Iglesia
encontrar plenitud de sentido”12, y consiste ha sostenido que ninguna sociedad puede
genéricamente en la plena realización de la subsistir sin autoridad, y que la finalidad de
persona, ‘con’ y ‘para’ los demás. El bien la autoridad consiste en imprimir, en cada
común no es una especie de meta a la que uno de los miembros, un mismo impulso
en un determinado momento se llega de hacia el bien común.13
modo completo y definitivo, sino un cier-
to modo de vivir juntos, profundamente El relato del Evangelio profundiza en el po-
condicionado por las cualidades de cada der considerado como verbo, como capaci-
sociedad y por las circunstancias concretas dad, como virtud; no como un sustantivo.
de su historia. En consecuencia, la forma Se insiste en El-Poder (sustantivo) como
una tentación que seduce, mientras que el
poder comprendido como verbo está aso-
ciado al servicio. En ese sentido, el poder
9 Juan Pablo II, Sollicitudo rei socialis, n. 39. es planteado como algo propio del ser hu-
10 Francisco, Evangelii gaudium, n. 228. mano, porque solo los actos del ser huma-
11 Francisco, Discurso del Santo Padre a los partici- no son imputables y, en consecuencia, se
pantes del Seminario “Nuevas formas de solidaridad” debe responder ante ellos. Una tragedia de
(Vaticano: Casina Pío IV, 5 de febrero de 2020).
12 Pontificio Consejo Justicia y Paz, Compendio de la
Doctrina Social de la Iglesia (2004), n. 164. 13 Cf. Ibíd., nn. 393-397.
26
nuestros tiempos es precisamente la inim- formación de la riqueza y su incremento
putabilidad: el poder anónimo, del cual na- progresivo, en términos no solo cuantitati-
die responde, el poder definido por Guar- vos, sino cualitativos”15, y este crecimiento
dini como “demoníaco”14. Este es el poder debe estar “orientado al desarrollo global y
de quien, por ejemplo, opina tras el anoni- solidario del hombre y de la sociedad”16. En
mato de las redes sociales, de quien actúa ese sentido, el crecimiento no debe redu-
tras la fachada de las burocracias estatales cirse a la pura acumulación, la cual no pro-
o de quien comete acciones escudado por duce siempre mayor y auténtica felicidad.
masas de rostros encubiertos. Es el poder Al contrario, muchas veces una acumula-
de aquellos espacios donde hay anomia o ción excesiva “hace a los hombres esclavos
vacío de poder. de la ‘posesión’ y del goce inmediato […]
Es la llamada civilización del ‘consumo’ o
Todas las instituciones y autoridades pue- consumismo”17.
den comprenderse bajo este ámbito:
quienes tienen poder lo tienen en cuanto La economía produce y distribuye los bie-
servidores de una comunidad que les en- nes que Dios puso en la naturaleza, para
comendó dicho ejercicio del poder como “el desarrollo de todo el hombre y de la
ayuda para alcanzar sus fines. El verdadero humanidad entera”18. En este proceso, sin
soberano del poder entonces no es quien embargo, muchas veces se generan des-
lo administra, sino el pueblo. El poder en equilibrios en términos de distribución, de
ese sentido es una especie de carga, una concentración y de acumulación, distorsio-
responsabilidad. Si aquel poder se ve como nando la actividad económica y desviándo-
un sustantivo, como algo que se posee, la de su orientación ética. De esta forma, la
entonces se vuelve seductor, arbitrario y, economía pasa a ser fuente de conflictos.
muchas veces, abusivo. Nos habituamos a Solo existe verdadero desarrollo cuando el
este como si nos perteneciese. crecimiento económico va acompañado de
progreso social.19
El Estado es una herramienta al servicio del
bien común, quizás la más noble de ellas, Sin lugar a duda, la economía y la política
pero este no puede agotar la búsqueda del son dos dimensiones fundamentales para
bien común ni aplastar a las sociedades in- la vida humana, en cuanto ambas son ac-
termedias y a todas las formas de sociabi- tividades al servicio del bien común. Mien-
lidad espontánea en su desenvolvimiento. tras la economía expresa la dimensión
El Mercado
Reflexiones de los integrantes de la mesa 15 Consejo Justicia y Paz, Compendio DSI, n. 334.
“Vida económica y laboral” 16 Ibíd.
17 Juan Pablo II, Sollicitudo rei socialis, n. 28.
En la Doctrina Social de la Iglesia se plan- 18 Juan Pablo II, Laborem exercens (14 de septiem-
tea que el “objeto de la economía es la bre de 1981), Carta Encíclica sobre el trabajo huma-
no en el XC aniversario de la Carta Encíclica Rerum
novarum, n. 14.
14 Cf. Romano Guardini, El poder. Un intento de 19 Cf. Pablo VI, Discurso con motivo del 25º Aniversa-
orientación (Madrid: Guadarrama, 1963), pp. 9-10. rio de la FAO (16 de noviembre de 1970).
27
creativa del ser humano20, la política es la dad, la Libertad y la Fraternidad, respec-
unidad orgánica y organizadora del pue- tivamente. El valor propio de la Sociedad
blo21. Civil sería la fraternidad pues ahí pueden
‘echar raíces’ los vínculos fraternos entre
La relación entre la política y la economía las personas. Ni el Mercado ni el Estado
está presente en la nueva Carta Encíclica son capaces de generar vínculos de unidad
del Papa Francisco, Fratelli tutti, tomando que permitan lograr la constitución de una
lo ya planteado en Laudato si’: “una econo- anhelada comunidad24.
mía integrada en un proyecto político, so-
cial, cultural y popular que busque el bien La Sociedad Civil se refiere a la sociedad or-
común puede «abrir camino a oportunida- ganizada, definida por la Doctrina Social de
des diferentes, que no implican detener la la Iglesia como el conjunto de relaciones
creatividad humana y su sueño de progre- que se dan entre los individuos y las socie-
so, sino orientar esa energía con cauces dades intermedias, y que se dan de forma
nuevos»22”. De esta forma se insiste que “la originaria gracias a la subjetividad creativa
política no debe someterse a la economía y del ser humano25. Esta da cuenta de la so-
esta no debe someterse a los dictámenes y ciabilidad espontánea, donde las relacio-
al paradigma eficientista de la tecnocracia, nes que se originan no son ni relaciones
[sino más bien], pensando en el bien co- contractuales ni relaciones de intercam-
mún, necesitamos imperiosamente que la bio, sino que son de gratuidad y amistad,
política y la economía, en diálogo, se colo- donde la persona se percibe a sí misma en
quen decididamente al servicio de la vida, tanto exista otro que la observe y la com-
especialmente de la vida humana”23. prenda, en tanto exista un otro similar con
el cual identificarse. Es este el mundo de
las comunidades reales, de la familia, de la
La Sociedad Civil amistad, de la vecindad, de los gremios, el
Reflexiones de los integrantes de la mesa mundo donde el ser humano puede com-
“Tejido social y convivencia” prenderse como esencialmente un ser so-
cial y donde fuera de él, tal como señala
En Caritas in veritate, Benedicto XVI separa Octavio Paz, el ser humano se individualiza
la sociedad en tres cuerpos instituciona- y se corrompe por el egoísmo.26
les —Estado, Mercado y Sociedad Civil— e
identifica cada uno de estos cuerpos insti- Cada uno tiene una dignidad y un don úni-
tucionales con tres valores impulsados por co, una originalidad que aporta al todo, en
la modernidad tardía —y por cierto, tam- sentido solidario, y que no debe invisibili-
bién valores cristianos—, que son la Igual- zarse, sino hacerse protagonista. Para el
20 Cf. Consejo Justicia y Paz, Compendio DSI, n. 337. 24 Cf. Benedicto XVI, Caritas in veritate (29 de junio
de 2009), Carta Encíclica sobre el desarrollo humano
21 Cf. Ibíd., n. 385.
integral en la caridad y en la verdad, n. 39.
22 Francisco, Fratelli tutti, n. 179, citando a Francis-
25 Cf. Consejo Justicia y Paz, Compendio DSI, n. 417.
co, Laudato si’, n. 191.
26 Cf. Jaime Antúnez Aldunate (ed.), Crónica de las
23 Francisco, Laudato si’ (24 de mayo de 2015),
ideas. En busca del rumbo perdido (Madrid: Encuen-
Carta Encíclica sobre el cuidado de la Casa Común,
tro, 2000).
n. 189.
28
pensamiento socialcristiano es fundamen- por un lugar común (un edificio, una
tal que cada persona, desde su lugar, pue- fuente, un monumento abandonado,
da contribuir al bien común: “El hombre, un paisaje, una plaza), para proteger,
ser social, construye su destino a través sanear, mejorar o embellecer algo que
de una serie de agrupaciones particulares es de todos. A su alrededor se desa-
que requieren, para su perfeccionamiento rrollan o se recuperan vínculos y sur-
y como condición necesaria para su desa- ge un nuevo tejido social local. Así una
rrollo, una sociedad más vasta, de carácter comunidad se libera de la indiferencia
universal, la sociedad política”27. consumista. Esto incluye el cultivo de
una identidad común, de una historia
La participación es la manera en que las que se conserva y se transmite. De esa
personas nos desarrollamos de manera manera se cuida el mundo y la calidad
más completa, en comunidad. Estamos de vida de los más pobres, con un sen-
animados a participar en todos los ámbi- tido solidario que es al mismo tiempo
tos posibles. Pero para que esa participa- conciencia de habitar una Casa Común
ción deje de ser nada más un asunto del que Dios nos ha prestado. Estas accio-
cual se habla, hay que reforzar los ámbitos nes comunitarias, cuando expresan un
más pequeños en donde ella es efectiva y amor que se entrega, pueden conver-
posible. Hay que reforzar la protección de tirse en intensas experiencias espiri-
la familia, incubadora de la civilización, de tuales28.
la sociedad. Hay que reforzar las escuelas y
toda la actividad que se desarrolla en torno Si bien es cierto que las organizaciones
a ellas. Hay que fortalecer los sindicatos, de la Sociedad Civil son a menudo menos
magnífica forma de colaboración con ob- autosuficientes que el Estado, también es
jetivos comunes. En definitiva, resulta fun- cierto que son anteriores a este y, por tan-
damental el fortalecimiento de la Sociedad to, más próximas al bien de las personas
Civil, de las asociaciones que se fundan en en que consiste, en último término, el bien
la subjetividad creativa del ciudadano, de común; he ahí su preferencia para su con-
aquellas que le dan vitalidad a la sociedad secución. Son ellas las primeras responsa-
y que, por encontrarse más próximas a las bles del bien común, antes que el mismo
personas y comunidades, son también más Estado o que el Mercado. Toda ayuda pro-
próximas al bien común. veniente de una sociedad mayor (como el
Estado) debe perseguir el fin de emancipar
Laudato si’ nos recuerda que a las organizaciones inferiores para que
estas puedan asumir la responsabilidad de
No todos están llamados a trabajar de contribuir recíprocamente, con su propia
manera directa en la política, pero en riqueza personal, al bien de los demás.29
el seno de la sociedad germina una
innumerable variedad de asociaciones Una sociedad a escala humana se gesta
que intervienen a favor del bien co- desde abajo, comenzando por los hoga-
mún preservando el ambiente natural res, siguiendo por las comunidades eco-
y urbano. Por ejemplo, se preocupan
54 Ibíd., n. 4.
34
03
Desafíos para la
sociedad chilena
35
POLÍTICA
Reflexiones de los integrantes
de la mesa “Rol del Estado”
Confianza en
instituciones y
participación en política
Hoy existe una crisis de legitimidad de la que ello reviste es que los intereses parti-
autoridad, en general, y de la autoridad culares difícilmente logran transformarse
política, en específico. Ello se corrobora en decisiones comunes sin mediadores.
por los datos de confianza en instituciones Si no hay mediación, posiblemente no hay
políticas: las últimas cifras de la Encuesta convivencia, sino que un collage de inte-
Nacional Bicentenario UC señalan que en reses diversos, que no logran converger
torno a un 10% de la población confía mu- ni organizarse. Ese rol de mediación está
cho o bastante en el gobierno, y tan solo profundamente dañado porque la política
un 1% confía mucho o bastante en los parece estar enormemente distanciada de
parlamentarios.1 Esta crisis de legitimidad los intereses de las personas.
se enmarca en un contexto de pérdida de
legitimidad de las instituciones en general En el sentido amplio de la palabra, las élites
(confidence gap) y nos interpela a todos a mediadoras están llamadas a cumplir un
buscar formas de pensar instituciones más rol relevante que no debemos desconocer.
transparentes y cercanas. Toda élite tiene una responsabilidad, como
la élite de la prensa, de nuestra Iglesia, de
La crisis de legitimidad es quizás la princi- los grupos económicos y de la política, por
pal causa de que la política formal no ha nombrar algunas. Todas ellas tienen la res-
sabido conquistar a los jóvenes, en quie- ponsabilidad de formar, de servir o cumplir
nes se visualiza una falta de participación objetivos que se vinculan con los de otros.
en la democracia formal. Entre ellos, en La élite está llamada a conducir, moderar y
cambio, existe un alto interés de participa- construir, no a polarizar; tiene un llamado
ción en instancias de promoción de causas general no solo a no convivir con relacio-
particulares (como medioambiente, mujer, nes serviles. De lo contrario, va a seguir
pueblos originarios, entre otras.), pero no aislándose porque, entre otras razones,
en instancias institucionalizadas para el son crecientemente diferentes.
trabajo por el bien común. El problema
37
2 Revalorizar la participación en instancias
formales como son los partidos políticos
38
Reivindicar la subsidiariedad como manera
3 de fomentar una sana cultura cívica y la
asociatividad
39
Transparencia
La transparencia es hoy uno de los lemas por ejemplo, de asuntos de defensa nacio-
dominantes del discurso público, defendi- nal. En esos casos la diversidad de quienes
da como forma de combatir la corrupción ocupan tales cargos es un seguro contra la
y como contrapeso o control para el poder arbitrariedad.
político. La transparencia es sin duda un
valor a incentivar, en cuanto aporta a evi-
tar ese ocultismo o secretismo en la toma
de decisiones que favorece los abusos de
poder. Esta tendencia habitual al ocultismo
es lo que ha generado un deterioro progre-
sivo en las instituciones. En ese sentido la
transparencia se torna deseable y nece-
saria. El poder necesita contrapeso, pues
sino se absolutiza, se sustantiviza y tiene el
riesgo de volverse abusivo.
5
Distinguir los espacios en que la transparencia es ne-
cesaria de aquellos en que puede volverse totalizante
41
Economía
Reflexiones de los integrantes de la
mesa “Vida económica y laboral”
Política económica
6
Buscar formas que permitan un crecimiento
que genere una efectiva redistribución
Reiteradas veces hemos esperado que el idea de que a veces conviene retrasar, en
crecimiento por sí solo genere progreso parte, el crecimiento:
social, tal como lo plantean las teorías
del derrame. Sin embargo, estas teorías De todos modos, si en algunos ca-
han sido duramente criticadas por nues- sos el desarrollo sostenible implica-
tra Iglesia. Al respecto, Juan Pablo II en rá nuevas formas de crecer, en otros
un discurso frente a la CEPAL menciona casos, frente al crecimiento voraz e
que detrás de las frías cifras impersona- irresponsable que se produjo du-
les, está el rostro de personas que no rante muchas décadas, hay que
pueden esperar que les llegue un alivio pensar también en detener un poco
producto del rebalse de la sociedad.3 El la marcha, en poner algunos límites
Papa Francisco retoma el tema en Evan- racionales e incluso en volver atrás
gelii gaudium: antes que sea tarde. Sabemos que
es insostenible el comportamiento
En este contexto, algunos todavía de aquellos que consumen y des-
defienden las teorías del ‘derrame’, truyen más y más, mientras otros
que suponen que todo crecimiento todavía no pueden vivir de acuerdo
económico, favorecido por la liber- con su dignidad humana. Por eso
tad de mercado, logra provocar por ha llegado la hora de aceptar cier-
sí mismo mayor equidad e inclusión to decrecimiento en algunas partes
social en el mundo. Esta opinión, del mundo aportando recursos para
que jamás ha sido confirmada por que se pueda crecer sanamente en
los hechos, expresa una confianza otras partes.5
burda e ingenua en la bondad de
quienes detentan el poder econó-
mico y en los mecanismos sacrali-
zados del sistema económico impe-
rante.4
43
El crecimiento es moralmente correcto, son fuentes de formas de violencia que
siempre y cuando esa riqueza vaya en be- amenazan el tejido social6. De aquí se
neficio de todos los miembros de la so- desprende como tarea fundamental fo-
ciedad y no se centre en unos pocos. Esto mentar el ahorro interno y la inversión
mismo es lo que se plantea en la Doctrina de los bienes de capital, colocándolos en
Social de la Iglesia: el crecimiento econó- los lugares estratégicos que conduzcan a
mico debe servir para todos, siguiendo un crecimiento de productividad y a una
el principio del destino universal de los simultánea y efectiva redistribución.
bienes. En cambio, las inequidades, no
resueltas por el supuesto del derrame,
44
8 Aplicar en las relaciones económicas y mercan-
tiles el principio de gratuidad y la fraternidad
45
pues, toma la forma de un impera- crisis del endeudamiento y, más en
tivo moral: ¡Sed solidarios por en- general, señalar un progreso en el
cima de todo! Cualquiera que sea camino de la justicia económica in-
vuestra función en el tejido de la ternacional» 9.
vida económico-social, ¡construid
en la región una economía de la
solidaridad! […]. «Una cooperación 9 Juan Pablo II a los delegados de la CEPALC, n.
que supere los egoísmos colectivos 6. citando a Comisión Pontificia Justicia y Paz, Al
y los intereses particulares puede servicio de la comunidad humana: una conside-
permitir una gestión eficaz de la ración ética de la deuda internacional, presenta-
ción.
46
El trabajo y la
ética en la empresa
15 Ibíd., n. 338.
16 Ibíd.
17 Cf. Benedicto XVI, Caritas in veritate, n. 45. Fran-
cisco, Mensaje para la celebración de la 47ª Jornada 18 Consejo Justicia y Paz, Compendio DSI, n. 345,
mundial de la Paz (1 de enero de 2015), n. 5. citando a Juan Pablo II, Centesimus annus, n. 36.
48
Desafíos
49
Favorecer un cambio de cultura empresarial
10 que tenga en cuenta todos aquellos factores
que constituyen el bien común
Si bien la ética explícita se puede plantear Cuando la ética se queda en mera nor-
como el cumplimiento de normativas es- mativa, la organización es penalizada en
tablecidas acerca de lo que se puede y no la práctica con una mala cultura organi-
hacer, existe también una ética implícita, zacional y una pérdida de confianza tanto
que se relaciona con todos aquellos fac- hacia la empresa como entre las distintas
tores dirigidos al bien común de la orga- personas que la componen. La confianza,
nización: su cultura, liderazgo, comunica- que es el elemento constitutivo de toda
ciones y políticas internas. En el plano de relación humana, es fruto de culturas éti-
la legalidad, hoy existe un alto desarrollo cas y con valores fundamentales que per-
en transparencia explícita, pero aún que- mean toda la estructura organizacional.
da el desafío de la ética implícita. Si la La confianza permite que los comporta-
ética se queda en el mero cumplimiento mientos dentro de la organización sean
de normativa, es posible que la empresa predecibles, marcados por una sola línea
ignore las necesidades del bien común. editorial. Sin esta confianza se derrumba
la idea de una cultura colaborativa en la
En las personas está la posibilidad de tra- empresa donde todos pueden desarro-
bajar la dimensión ética de la empresa. llarse y aportar, no permitiendo entonces
El rol de los empresarios tiene una im- el cumplimiento del verdadero objetivo
portancia central, no solo para la función de la ética.
económica de la empresa, sino también
para su función social. Sus decisiones pro- La verdadera ética empresarial constitu-
ducen múltiples efectos y el respeto de la ye a las empresas como verdaderas co-
dignidad humana es también su deber. munidades solidarias, esto es, a ser co-
munidades que tiendan “a una ‘ecología
social’ del trabajo y [a] contribuir al bien
común, incluida la salvaguardia del am-
biente natural”22.
50
de estas conviven, se relacionan y se de- Es necesario incorporar a la dimensión
sarrollan también personalmente. Es im- ética de la empresa todos los temas hu-
portante saber mirar el sentido profundo manos posibles: el desarrollo del trabajo,
del trabajo: ir más allá de la mera acción, la calidad y el propósito de los bienes y
y ser capaces de conocer las condiciones servicios que se fabrican y ofrecen al
dignas en las cuales se debe desarrollar público, la distribución de la riqueza y la
para que cumpla su verdadero sentido y participación, la re-distribución del poder
misión. Esto implica poner claramente a (trabajadores, comunidades, clientes), la
la persona y la calidad de las relaciones innovación en su sentido más profundo
interpersonales en el centro de la cultura —es decir, no solo en tecnología—, los
empresarial, de modo que cada empresa valores de la empresa y la capacitación.
practique una forma de responsabilidad
social que no sea meramente marginal u Es una realidad que los dilemas éticos se
ocasional, sino que anime desde dentro dan en todo nivel de la empresa —direc-
todas sus acciones, orientándolas social- torios, gerencias, mandos medios, aten-
mente. ción al cliente y ventas, entre otros—,
por lo que empresarios y trabajadores
En su Carta Encíclica Centesimus annus, comparten un deber ético al que deben
Juan Pablo II planteó que no solo era ne- ser capaces de responder debidamente.
cesario preocuparse por la destrucción En ese sentido, urge enseñar ética en
del ambiente natural que sucedía hoy todos los niveles de la empresa a través
en día, sino que era fundamental que de ejemplos virtuosos que animen a pro-
las energías de las personas también se pender al bien y no solo a evitar el mal.
evocaran en preservar principalmente
el ambiente humano. De esta forma, la
dignidad del trabajo no depende tanto
de que se hace, cuanto de quienes lo eje-
cutan: seres humanos libres, espirituales,
afectivos y racionales.
51
11 Abrir mayores espacios de participación
dentro de las empresas
Es deseable que las personas involucra- que cualquier trabajador puede ser un
das en una organización como trabajado- aporte y puede participar de las decisio-
ras o trabajadores tengan participación nes al ejercer su creatividad desde su sin-
en el proceso mismo de la producción, gularidad.
en cuanto a las decisiones de la em-
presa. Esto tiene implicancias sobre la Existen algunas empresas que han sido
organización de las empresas y la vida un ejemplo en cuanto a desarrollo hu-
laboral, e incluso sobre la distribución mano integral de sus colaboradores o a
de las riquezas. Así, para que el trabajo la hora de ofrecer objetivos que se co-
realmente dignifique, se debe permitir nectan con los valores y propósitos de
que la persona pueda ejercer su libertad los trabajadores. Otras han desarrollado
dando espacios para que haga un aporte una cultura organizacional con relaciones
en la organización del trabajo. Junto con más horizontales que dan espacio a la
las condiciones laborales mínimas, un colaboración y co-creación. Para esto es
aspecto que ofrece dignidad es el saber también clave considerar la importancia
que tiene la diversidad en los diferentes
grupos de trabajo. Chile aún está muy
bajo en este aspecto, en tanto los per-
files de cargo suelen estar demasiado
definidos y hay ciertos grupos que siem-
pre son considerados en menor grado al
momento de elegir nuevas personas para
integrar la empresa. De esta manera, se
percibe como un desafío pendiente que
es necesario tomar en cuenta para con-
solidar organizaciones empresariales más
integrales.
52
El trabajo del
futuro
La pandemia ha sido como un lente óptico Por esto se hace inviable desplazar todos
que nos ha permitido mirar y desarrollar los trabajos a la modalidad de teletrabajo.
ciertas cosas que antes eran imposibles de
pensar: nuevos modos de trabajo y de re- No sería exacto hablar de teletrabajo en
lación. Todos estos cambios nos obligan a situación de pandemia, comparado con un
darnos cuenta de que este va a ser un cam- teletrabajo en condiciones de normalidad.
bio de paradigmas muy radical. Lo que estamos observando con los con-
finamientos, es que se ha generado una
Uno de los cambios sociales más impor- desnaturalización del hogar, en tanto se ha
tantes ha sido la necesidad de adaptarse al transformado en la sala de estudio, la ofi-
trabajo a distancia. Si bien existen muchísi- cina, la empresa o la sala de clases, entre
mos trabajos que requieren de presencia otros espacios posibles. En esa línea, más
física, otros muchos han podido desarro- que teletrabajo estamos en presencia de
llarse correctamente en esta nueva moda- un multitrabajo.
lidad.
Por otra parte, los avances tecnológicos,
Además, la normalización del teletrabajo sin ser algo nuevo, se han ido desarrollan-
ha habilitado el trabajo en una parte de la do con una rapidez que no tiene parangón
población que tiene labores de cuidado en en la historia, generando procesos de ro-
su hogar o bien tienen dificultades de des- botización y automatización que sin duda
plazamiento, igualando algunas condicio- tendrán importantes efectos en el merca-
nes para acceder a puestos de trabajo. En do laboral.
ese sentido, el teletrabajo ha permitido a
algunas personas obtener condiciones más En EE.UU los robots han cubierto la ma-
dignas que el trabajo presencial, en espe- yor carga laboral durante el último tiempo
cial por el ahorro de tiempos de traslados y y aún así, es un país con alto crecimiento
por la posibilidad de estar más tiempo cer- del empleo (antes de la pandemia). Esto es
ca de sus familias. un claro ejemplo de que la automatización
reemplaza empleos, pero genera otros. No
Algunos de los efectos adversos que ha obstante, en el corto plazo todo cambio
mostrado el teletrabajo son pérdidas de provoca crisis y desajustes, y los niveles
coordinación y eficiencia, y dificultades de desempleo que pueden llegar a existir
para capacitar a los trabajadores recién deben alertarnos para responder proacti-
incorporados. Por su parte, el capital y la vamente a los cambios que seguramente
cultura organizacionales que se dan de están por venir.
manera tácita en los lugares de trabajo por
el contacto con otros, no se pueden desa-
rrollar por medio de las plataformas online.
Además, se ha perdido el vínculo humano
que permite llevar a cabo ciertos servicios.
53
Desafíos
Si uno mira los sectores de la economía trabajo frente al capital. Algunas refor-
divididos tanto por industria como por ni- mas tributarias plantean depreciación
veles de capacitación de las personas, es acelerada para que existan incentivos a
el sector medianamente calificado el que la inversión. Cuando se hace esto, se ge-
se ve más afectado con el avance en la nera una gran diferencia en el valor de
automatización y robotización. La roboti- contratar capital y contratar personas:
zación implica inversiones profundas en a las empresas les termina conviniendo
capital humano y capacitación, y además invertir capital en vez de contratar per-
se trata de una capacitación altamente sonas, lo que puede generar una desven-
especializada; por lo mismo, la reinven- taja enorme para los trabajadores. Esto
ción después es muy costosa. no siempre ocurre porque la tecnología
permita procesos más eficientes, sino
En todo esto, hay algo que es central y porque simplemente se hace menos
que tiene mucha relación con la mane- costoso para las empresas. Por lo mis-
ra en que las políticas públicas tratan al mo se deben establecer incentivos para
54
que se prefiera el contrato de personas. Si creemos que el ser humano es efecti-
Podría hacerse con tecnologías que sean vamente central en el trabajo, a la luz de
pro-trabajo sin dejar de lado el desarrollo la Doctrina Social de la Iglesia, debemos
tecnológico. Quizá políticas públicas re- entonces ser activos promotores de polí-
lacionadas, por ejemplo, con los delivery ticas públicas con esta orientación.
que hoy están tan desarrollados.
14
Invertir en formación de capital humano
integral
Los cambios en las formas de trabajar nos Es importante pensar entonces cuáles
desafían a ser capaces de mirar y organi- son las habilidades que ya no se van a ne-
zarnos también con lógicas nuevas, pues cesitar y cuáles van a ser las nuevas que
de nada sirve avanzar a un mundo nuevo van a ayudar al desarrollo y progreso de
si nos quedamos en las mismas formas la economía. Acá la educación toma un
de actuar o de comunicar. A medida que papel fundamental, ya que mientras más
tengamos mayor tecnología, también va- educado y capacitado esté, mayor proba-
mos a necesitar una ‘humanidad de pun- bilidad existe a la correcta adaptación de
ta’. A medida que la máquina reemplaza la persona en su contexto laboral.
las actividades hechas por las personas,
las acciones propiamente humanas se
van necesitando más. Por ejemplo, el
ser humano nunca será reemplazable en
cuanto a sus hábitos, virtudes o estrate-
gias para la vida. También hay ‘nuevas’
habilidades a desarrollar para que los
cambios tecnológicos mejoren la calidad
de vida de las personas.
55
Especulación y
mundo financiero
En el último tiempo ha habido gente que dio ambiente”24. Por ello es que la especu-
está desafiando a los empresarios a tener lación más cuestionable es aquella que se
una economía más desconcentrada de ma- desacopla del mundo real, pero sobre todo
nera que podamos salir de la precariedad la que antepone la ganancia propia al bien
actual. Hay quienes creen que, para supe- común.
rar la crisis del último tiempo, se requiere
una ‘cirugía mayor’ en el sistema econó-
mico. Una forma de analizarlo es entender
que existen ganancias que se obtienen por
creación de valor real y otras que se ob-
tienen por medio de la especulación. Al
respecto, nuestra Iglesia ha recalcado la
preponderancia de la economía real, aque-
lla encaminada a la producción de mayor
riqueza y desarrollo, por sobre la economía
especulativa. Como dice el Papa Francisco:
Existen muchos prejuicios contra el mun- cumplen las instituciones cuyo principal
do financiero sin valorar el rol que tie- trabajo se realiza por medio de lo que
ne en la posibilidad de hacer negocios normalmente se entiende por especula-
y sustentarlos. Sin duda están basados ción. Estas son conocidas como interme-
en experiencias negativas: han habido diarios financieros —bancos comerciales,
múltiples abusos. Si bien es necesario bolsas de valores o fondos de inversión,
reconocerlos y reparar los profundos entre otros—, en tanto facilitan indirecta-
dolores que han generado en nuestra mente la canalización de fondos entre los
sociedad para avanzar, es necesario con- prestamistas (o inversionistas) y los pres-
siderar que la percepción negativa sobre tatarios a través de determinado produc-
la especulación también se basan en el to financiero, cuyo valor puede depender
desconocimiento y la desinformación de un instrumento real, como ocurre con
sobre el tema. Por ello es tan necesario los derivados financieros.
profundizar en educación financiera para
compensar las asimetrías de información Los mercados financieros están sujetos a
y equilibrar el sistema financiero, que de- diversos factores que es necesario enten-
pende en gran medida de la confianza. der y atender. Por ejemplo, siempre hay
una asimetría respecto del conocimiento
El hecho de que los productos financieros que tienen una persona y su contrapar-
sean totalmente intangibles —es decir te, por lo que muchas veces la función
no es algo que se pueda ver y palpar— de los intermediarios financieros implica
hace que el mundo financiero opere en especulación. Éstos se ven enfrentados
base a contratos y sobre todo en base a distintos riesgos de administración o a
a la confianza; si no hay confianza, este potenciales beneficios excesivos, por lo
se desploma. Por ello es importante no que la acción especulativa amerita tener
desconectar la complementariedad que en cuenta las consecuencias del rol de los
existe entre el mundo financiero y el real. intermediarios financieros. La especula-
Además, las finanzas juegan un rol muy ción, al igual que muchas otras acciones
importante no solo para la eficiencia, humanas, tiene consecuencias negativas
sino que también para la equidad. y positivas. El problema está en cómo se
regulan o previenen estas consecuencias
La ganancia que se obtiene por medio de negativas, que muchas veces tienen que
la especulación puede cumplir una fun- ver con ganancias excesivas de unos po-
ción importante en el orden económico, cos a costa del bienestar de muchas otras
pero presupone un piso común de enten- personas.
dimiento sobre el papel económico que
57
Como menciona Benedicto XVI en Ca- cuando se transforma en mera especula-
ritas in veritate, “la ganancia es útil si, ción, pues esta le hace perder los rostros
como medio, se orienta a un fin que le detrás de los datos:
dé un sentido, tanto en el modo de ad-
quirirla como de utilizarla”25. Este princi- Cuando [la economía] pasa a ma-
pio puede aplicarse en los distintos tipos nos de los especuladores, todo se
de préstamos: mientras es justo esperar echa a perder. Con el especulador,
una retribución del préstamo al capital, la economía pierde rostro y pierde
la rentabilidad del préstamo al consumo los rostros. Es una economía sin
debería ser menor, pues probablemente rostros. Una economía abstracta.
vaya a satisfacer una necesidad básica. Detrás de las decisiones del espe-
Siguiendo este principio como marco de culador no hay personas y, por lo
acción, la economía podría equilibrarse tanto, no se ven las personas que
hay que despedir y recortar. Cuan-
entre la acción de la empresa y del mun-
do la economía pierde contacto con
do financiero para el bien de muchos. Sin
los rostros de las personas concre-
embargo, el Papa Francisco considera
tas, ella misma se convierte en una
que
economía sin rostro y, por lo tanto,
una economía despiadada27.
una enfermedad de la economía es
la progresiva transformación de los
empresarios en especuladores. […]
Al empresario no se le debe con-
fundir con el especulador: el espe-
culador es una figura semejante a
la que Jesús en el Evangelio llama
‘mercenario’, para contraponerlo al
Buen Pastor. El especulador no ama
a su empresa, no ama a los traba-
jadores, sino que ve a la empresa y
los trabajadores solo como medios
para obtener provecho. Usa, usa
a la empresa y a los trabajadores
para sacar provecho26.
58
Cuestionar la especulación financiera desde su
Nuestra Iglesia nos enseña a juzgar la mo- especulación entendida como asumir
ralidad de los actos según tres factores: el un riesgo para evitarle riesgo a otro no
objeto elegido, su intención y las circuns- es necesariamente mala, más aún es un
tancias de la acción28. aporte, una buena decisión y genera va-
lor por lo que este actuar sería éticamen-
Respecto al objeto, es necesario com- te correcto.
prender las concepciones sobre la es-
peculación. El origen etimológico de la Respecto a las circunstancias, la especula-
palabra especular está en el concepto de ción es moralmente reprochable cuando
‘espejo’, por lo que se entiende como una se aprovecha de un momento o una cir-
determinada forma de reaccionar. La de- cunstancia de forma abusiva, como pudo
finición textual de especular corresponde suceder con la producción de mascarillas
a “hacer conjeturas sobre algo sin cono- para combatir una pandemia como el Co-
cimiento suficiente”29. Por lo tanto, el vid-19. En estos casos donde existe una
objeto de juicio moral en la especulación necesidad inminente, alguien está en una
es su grado de suposición o su modo de posición tal que puede ejercer una acción
interpretación. Ahora bien, es importan- monopólica, pudiendo extraer rentas que
te considerar que hay un gran espectro en otro momento no podría. Lo que hace
de actividades donde se puede especular de esta actividad más reprochable aún es
y por lo tanto puede entenderse en mu- que tal posición monopólica condiciona
chos sentidos, por ejemplo, como la mera los precios y, tratándose de una necesi-
búsqueda de ganancias o la cobertura de dad urgente, tiene consecuencias sobre
riesgos, que son muy distintas entre sí. la misma población, sobre su salud o so-
bre su vida. Al respecto, el documento
Respecto a la finalidad o intención, es Oeconomicae et pecuniariae quaestiones
importante distinguir entre el cálcu- menciona:
lo neutro y el cálculo especulativo que
busca aprovecharse de una situación. La Es un fenómeno éticamente inacep-
distinción interior del sujeto es impor- table, no la simple ganancia, sino el
tante porque, materialmente hablando, aprovecharse de una asimetría en
una misma acción puede ser diferente favor propio para generar bene-
a lo que nosotros vemos. Esto es difícil ficios significativos a expensas de
de juzgar a simple vista. Por ejemplo, la otros; lucrar explotando la propia
posición dominante con desventaja
59
injusta de los demás o enriquecerse los subsidios cruzados, los incentivos a
creando perjuicio o perturbando el la morosidad, los seguros y la venta de
bienestar colectivo.30 productos atados, la desinformación en
los avances en efectivo o el aprovecha-
El mismo documento califica como ética- miento frente a la falta de educación
mente reprochable, financiera, entre otros. En ese sentido
se hace necesario regular los incentivos
Cuando unos pocos —por ejem- desalineados que pueden existir en el
plo importantes fondos de inver- sistema financiero para que se cumplan
sión— intentan obtener beneficios, mejores estándares éticos en la capta-
mediante una especulación enca- ción, cobranza, transparencia, cobro de
minada a provocar disminuciones intereses y costos asociados a tal acción
artificiales de los precios de los tí- especulativa, con el fin de ponerle rostro
tulos de la deuda pública, sin pre- a una economía abstracta.
ocuparse de afectar negativamente
o agravar la situación económica de
países enteros, poniendo en peli-
gro no solo los proyectos públicos
de saneamiento económico sino
la misma estabilidad económica
de millones de familias, obligando
al mismo tiempo a las autoridades
gubernamentales a intervenir con
grandes cantidades de dinero públi-
co, y llegando incluso a determinar
artificialmente el funcionamiento
adecuado de los sistemas políti-
cos31.
60
Familia
Reflexiones de los integrantes
de la mesa “Familia”
Chile es un país ampliamente familiariza- La familia es unos de los aspectos más im-
do, donde las redes familiares y la familia portantes y valorados por los chilenos; es
extensa constituyen un bien necesario y el lugar donde se viven las mayores ale-
garante de bienestar social para las per- grías. En ese sentido, al aproximarse a las
sonas. Los grupos familiares nucleares, familias debe considerarse lo que significa
independiente de su estructura, suelen familia para las personas concretas, dadas
insertarse en estructuras trigeneracionales sus circunstancias, su historicidad y su cul-
o multigeneracionales, de relaciones muy tura. Entonces se comprende que ‘familia’
fuertes y de mucho arraigo2. Esta realidad es sobre todo una experiencia, una atmós-
puede identificarse en la vida de las perso- fera de vínculos de pertenencia y de amor.
nas de forma transversal en nuestro país, Es en estos ambientes donde se produce
pero con algunas diferencias socioeconó- la conciencia de la dignidad propia, el sen-
micas. La co-residencia es más frecuente tirse valorado y reconocido por otro: es el
en sectores de mayor pobreza, teniendo espacio del amor y de la libertad.
aparejados gran diversidad de problemas
de convivencia. En las clases media y alta El anhelo por la experiencia familiar está
las redes familiares suelen extenderse incluso presente en niños que no han po-
más en el espacio, pero se generan otras dido vivir esta experiencia junto a sus pa-
formas de interdependencia que se rela- dres y que se encuentran en residencias
cionan fuertemente con la proximidad de temporales. A pesar de sus circunstancias
residencia en el entorno urbano y con los e historias, anhelan la experiencia familiar:
apoyos económicos, de crianza, de acceso el poder vivir y construir sus propias fa-
a la vivienda o de cuidado de miembros de- milias. No obstante, en las intervenciones
pendientes, entre otros3. con infancia vulnerada se debe adoptar el
concepto de espacios terapéuticos evitan-
do el desarrollo de vínculos o ambientes
familiares. Ello a pesar de que el modelo
de ambiente que se viva en una residencia
2 La antropóloga Larissa Adler Lomnitz estudió esta influye de manera radical en los anhelos de
realidad en la sociedad mexicana, a la que llamó la
gran familia trigeneracional, como la unidad básica
ambientes familiares y comunitarios que
de solidaridad y unidad operativa sobre la que fun- se busquen construir.
ciona la familia en México. Larissa Lomnitz, & Marisol
Pérez Lizaur, “La gran familia como unidad básica de Las familias están sin duda en el corazón
solidaridad en México”, en Anuario Jurídico XIII. Pri- de cada uno y el anhelo de felicidad está
mer congreso interdisciplinario sobre la familia mexi-
cana (1986): pp. 147-164.
atravesado por la búsqueda de una expe-
riencia de vida familiar lo más plena posi-
3 Cf. Consuelo Araos, “When families live nearby:
ble. Cada familia es única así como tam-
Kinship, Socioeconomic Conditions and Residential
Configurations in Santiago, Chile”, Cuadernos ISUC, 1, bién cada persona lo es, pero todos hemos
no. 1 (2016): pp. 2-18. tenido una experiencia de familia que nos
62
hace rescatar su valor único e insustituible, Como católicos creemos en la familia, con
a pesar de los dolores y carencias que he- toda su complejidad y dificultades, y cree-
mos experimentado en el camino y a pesar mos que ella es insustituible, único lugar
de las grandes miserias que trae la convi- donde podemos ser reconocidos y queri-
vencia diaria, el deterioro de los vínculos y dos simplemente por ser. Por ello nunca
las dificultades de la educación de los hijos. deben ser abandonados los esfuerzos por
promoverla y fortalecerla.
Desafíos
17
Rescatar el valor de la familia extensa tanto
a nivel de políticas públicas como de la cultura
4 Cf. Consuelo Araos, “El allegamiento o la proxi- 5 Rodrigo Tapia, Consuelo Araos, & Carolina Sa-
midad invisible. Aportes etnográficos al estudio linas, “Condominios Familiares: una alternativa
del espacio doméstico en contexto de pobreza ur- de solución residencial para las familias allega-
bana en Chile”, en Los invisibles. Por qué la pobre- das en lotes tipo 9x18”, en Propuestas para Chile.
za y la exclusión social dejaron de ser prioridad, Concurso Políticas Públicas 2013 (Santiago: Uni-
ed. Catalina Siles (Santiago de Chile: IES, 2016), versidad Católica de Chile, 2012), pp. 101-137.
pp. 195-231.
63
18
Relevar el resguardo de los espacios familiares
de descanso y de encuentro con Dios
64
Familia y amor
Desafíos
19
mirada de la familia que tiene nuestra Iglesia,
con sus verdades que son fuente de vida en el
plano natural y sobrenatural
Más allá de la experiencia de familia derecho de los padres de ser los prime-
que cada uno tenga, el ámbito mismo ros educadores de sus hijos. Cuando se
de la familia se encuentra enormemen- habla de los niños, se habla de entes in-
te ideologizado en el terreno público, lo dividuales, sin familia y sin considerar el
que dificulta transmitir algunos valores rol fundamental y decisivo que tienen los
que desde nuestra Iglesia se consideran padres en el destino de esos niños y de la
fundamentales, pero que en el discurso sociedad entera.
público se conciben como retrógrados o
bien como ataduras a deconstruir para Lo mismo sucede al hablar de varón y
ser verdaderos arquitectos de la propia mujer, femenino y masculino. Renuncia-
vida, imponiéndose infranqueables ba- mos a preguntarnos sobre el valor origi-
rreras para establecer un diálogo. Entran nal que aporta el matrimonio, la familia o
así en conflicto la noción de mujer y de el ser varón y mujer.
madre, de familia y ‘familias’, y el rol y
65
Para nuestra Iglesia, el matrimonio no establecido desde el principio (cf.
es valioso por alguna funcionalidad que Mt 19,4.8), es el ámbito en el que la
ejerza —aunque sean muchas y muy di- persona humana, hecha a imagen
versas las funciones que el matrimonio y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26),
pueda desempeñar—, sino por su misma es concebida, nace, crece y se de-
naturaleza, por el don radical de libertad sarrolla. La familia, como educado-
que representa al expresar nuestro pro- ra por excelencia de personas, es
pósito de amar y, en el caso cristiano, de indispensable para una verdadera
hacer de ese amor testimonio del amor «ecología humana»7.
de Cristo.
Si bien hay varias organizaciones del ám-
En esa misma línea, nuestra Iglesia reco- bito civil, como centros de estudios y
noce que una dimensión fundamental laicos comprometidos con el tema de la
del ser persona está en la base de la rea- familia, se hace necesario mirar a nues-
lidad familiar, y se encuentra en la misma tra Iglesia como un cuerpo que requiere
creación del ser humano como varón y que todos sus miembros —tanto laicos
mujer, hechos a imagen y semejanza de como jerarquía— tengan conciencia de la
Dios trinitario y, por consiguiente, con importancia de trabajar por la promoción
una singular dignidad que les imprime de la familia.
un sello de amor y comunión6. Desde el
punto de vista cristiano, el matrimonio
reconoce la diferencia varón/mujer, así
como también la filiación y la consangui-
nidad como una realidad comunional que
no es reductible a un contrato ni a una
definición de roles.
6 Cf. Juan Pablo II, Discurso del Santo Padre a 7 Juan Pablo II, Discurso del Santo Padre a los
profesores y alumnos del Instituto “Juan Pablo II participantes del IV Encuentro mundial de las fa-
para estudios sobre el matrimonio y la familia” milias (Manila, 25 de enero de 2003), n. 5, citan-
(31 de mayo de 2001). do a Juan Pablo II, Centesimus annus, n. 39.
66
20
Intencionar formas de corresponsabilidad
en el ámbito familiar
Es esperanzadora la mirada que muchos tido hay mucho que avanzar para que
jóvenes están teniendo hoy al empren- permee en toda la sociedad. Esta corres-
der un proyecto de vida en pareja, esco- ponsabilidad no consiste solo en el cui-
giéndose como verdaderos compañeros dado de los hijos y de lo doméstico, sino
(o partners) asumiendo enteramente que es mucho más amplio que eso: tiene
los proyectos de vida que cada uno tie- que ver con las relaciones en la sociedad,
ne. Han quedado atrás los matrimonios las legislaciones, las políticas públicas y
por conveniencia y los que la mujer de- los programas educacionales. Es posible
bía sacrificar sus proyectos personales, intencionar mucho más la participación
dando paso a un nuevo protagonismo a del padre en diversos ámbitos (como por
quienes quieren emprender este camino ejemplo, en las reuniones de apoderados
juntos, asumiendo este compromiso con dentro de las escuelas).
toda su libertad. Esta idea es esperanza-
dora puesto que permite que en la vida Para nuestra Iglesia, este proyecto de
familiar ambos, como compañeros, deci- compañerismo debe ser, necesariamen-
dan de manera creativa y realista cómo te, un proyecto de amor recíproco. El 2
acompañarse en el camino de la vida y de abril de 1987, en Rodelillo, Juan Pablo
cómo distribuir las tareas domésticas de II decía a los matrimonios de Chile:
acuerdo con su propia realidad, y no ya
como un arquetipo impuesto. Este es precisamente vuestro obje-
tivo: construir la casa como hogar
de una comunidad humana que es
la base y la célula de toda la socie-
dad [...]. Pero se trata de una casa
y de un hogar verdadero, donde
mora el amor recíproco de los es-
posos y de los hijos. De esta ma-
nera vuestra casa será también «la
morada de Dios entre los hombres»
(Ap 21,3), la Iglesia doméstica8.
67
Paternidad y
masculinidad
A pesar de la radical importancia que tiene pendencia.9 Ello conlleva a una consiguien-
la familia para nuestra sociedad, existe un te desvalorización y desacreditación de la
enorme número de familias monoparenta- figura del padre.10 Las relaciones de filia-
les femeninas, donde las madres asumen ción son en sí relaciones de dependencia
el cuidado de los hijos solas, muchas veces puesto que el hijo representa al indigente,
sin recibir apoyo de los padres. Las nume- aquel que no puede valerse por sí mismo,
rosas solicitudes de retenciones judiciales que solo está en condiciones de recibir y
del 10% de la AFP para aquellos hombres que nada tiene para retribuir lo que se le
que no han pagado la pensión alimenticia ha dado11, y esta figura de dependencia es
de sus hijos puso en evidencia este fenó- fuertemente rechazada por el clima pos-
meno. moderno.
68
Desafíos
El abandono de los hijos de parte de sus Si bien lo anterior constituye una expe-
padres debe conmovernos y movilizar- riencia con profundas raíces históricas
nos. Las solicitudes de retención del 10% que se remontan muchas veces hasta la
de la AFP por pensión alimenticia pusie- Colonia y a la comprensión arraigada del
ron de manifiesto este dolor, en relación ser padre y madre en nuestra sociedad,
a la experiencia de los niños y a la expe- se trata de una crisis moral que tiene
riencia de carencia de una vivencia en importantes implicancias en la experien-
pareja. cia de abandono que viven los niños,
en cómo se educa la masculinidad y en
cómo se percibe la complementariedad
entre hombre y mujer en el ser padre y
el ser madre.
La mirada que se tiene del ser padre y de familia de origen, como hijo-hermano,
la masculinidad tiene un fuerte arraigo considerado como el hombre de la casa
cultural que se transmite intergenera- cuando su madre está sola y los demás
cionalmente. Se hace por ello necesario miembros de la familia dependen de
revisar la forma en que se está educando él emocionalmente. Es un hijo que no
la masculinidad, el sentido de responsa- deja de serlo. Sin embargo, ese mismo
bilidad y la propia sexualidad. Esto involu- hombre (hijo y hermano) tiene al mismo
cra también a las madres, a cuyo cuidado tiempo sus parejas e hijas en otra casa en
están esos futuros padres. la que no habita y de la que no se hace
cargo. Se da, por tanto, una disociación
A menudo sucede que el hombre que encarnada en una misma persona, donde
está ausente como padre puede, al mis- hay una atrofia y una hipertrofia.
mo tiempo, estar siendo idealizado en su
69
Para hacer frente a casos como el descri-
to se hace necesario educar al hombre
en una masculinidad sana y madura, que
logre hacerse responsable de sus actos y
sus relaciones.
Desde una mirada cristiana, la figura una mujer tenga que hacer las veces de
del padre puede entenderse a partir del ambos y, por lo tanto, tampoco puede
concepto de palabra paterna, entendida realizar bien su maternidad y es el hijo
como la vida interior del padre que ayuda quien termina desconfigurado.
a la configuración de la vida de su hijo,
además de cómo la ternura del padre es En este mismo aspecto es necesario lla-
necesaria para la maternidad de madre. mar la atención sobre los peligros que
En esta idea se ve cómo una presencia acarrea cierto discurso feminista que re-
fuerte que sostiene a la madre y al hijo, lega al hombre y lo hace innecesario en
y en las primeras etapas de a poco va diversos ámbitos, incentivando la viven-
apareciendo como una presencia para el cia de la maternidad en tribus femeninas,
hijo, y a través de su palabra, como vida desentendiendo al hombre de decisiones
interior. El padre es como un principio de pareja fundamentales e infantilizádo-
silencioso porque deja algo en la madre, lo aún más en cuanto a su figura como
por el cual no se hace posible la concep- varón y padre. Al buscar desdibujar las
ción si no estuviera, así el padre se cons- ideologías patriarcal y machista estamos
tituye como una raíz. olvidando proponer una figura del ser
varón y padre, dejando un gran vacío en
Lo propio del padre es el combate consi- las familias, con todo lo que esto significa,
go mismo, con su egoísmo. Esto es lo que especialmente para los niños. No pode-
edifica y sostiene una cultura. Si un hom- mos continuar normalizando su ausen-
bre es egoísta, representa una ausencia cia. El hombre, desde su sana paternidad,
interior. Esto porque no tiene nada que debe ser valorado y promovido.
decir, nada que comunicar por su ensi-
mismamiento; hace indudablemente que
70
ROl de la mujer
Reflexiones de los integrantes de la mesa
“Tejido social y convivencia”
Las múltiples voces femeninas que salen a que existan “formas de feminismo que no
la calle a denunciar abusos cada 8 de mar- podamos considerar adecuadas, igualmen-
zo, dan cuenta de una vivencia compartida te admiramos una obra del Espíritu en el
por muchas mujeres, así como también de reconocimiento más claro de la dignidad
un clamor por respeto y equidad que no de la mujer y de sus derechos”1.
estaría siendo reconocido. Los mensajes
y símbolos presentes en aquellas manifes-
taciones dan cuenta también de una pro-
funda desconfianza y ruptura que se está
produciendo en el plano de la convivencia
entre el hombre y la mujer, y entre las mu-
jeres y las instituciones que no han sabido
responder a sus demandas. Un desafío ur-
gente para las nuevas generaciones está en
la capacidad de construir vínculos sanos —
no ingenuos ni basados en la desconfian-
za— que se traduzcan en el reconocimien-
to y valoración mutuos que atraviesen los
distintos espacios de acción de la mujer.
El feminismo en Chile se ha vinculado con embargo, pareciera que esta actitud está
fuerza a las denuncias sobre una cultura lejos de resolver el conflicto, pues hay
del abuso, en la que por cierto las mu- heridas estructurales que venimos arras-
jeres no son las únicas víctimas, pero sí trando de aquellas generaciones pasadas
lo han sido en gran medida. En el último que no se dieron el tiempo para cuestio-
tiempo se ha observado entre los jóvenes nar sus modos de relación. Es necesario,
un gran descontento frente a la manera entonces, reconocer que existe un diá-
en que las instituciones han respondido logo pendiente entre hombre y mujer, y
frente a estos abusos, lo que ha provo- que debe reformularse ante los desafíos
cado un aumento en la desconfianza en de cada generación, con el singular apor-
la relación entre mujeres y hombres, que te de las instituciones. Solo de este modo
afecta desde las interacciones cotidianas será posible acabar con la imperante cul-
hasta los espacios de esparcimiento. tura del abuso.
72
que se reconozca y promueva la propia y no han faltado, especialmente en
necesaria participación de la mujer en la determinados contextos históricos,
vida cultural”3. Por su parte, Juan Pablo II responsabilidades objetivas incluso
es consciente de los desafíos persistentes en no pocos hijos de la Iglesia, lo
en su tiempo y por ello dedica una carta a siento sinceramente. Que este sen-
las mujeres, donde, en primer lugar, ma- timiento se convierta para toda la
nifiesta un tono de gratitud: Iglesia en un compromiso de reno-
vada fidelidad a la inspiración evan-
Te doy gracias, mujer-trabajadora, gélica, que precisamente sobre el
que participas en todos los ámbitos tema de la liberación de la mujer de
de la vida social, económica, cultu- toda forma de abuso y de dominio
ral, artística y política, mediante la tiene un mensaje de perenne ac-
indispensable aportación que das a tualidad, el cual brota de la actitud
la elaboración de una cultura capaz misma de Cristo5.
de conciliar razón y sentimiento, a
una concepción de la vida siempre De todas formas, es necesario admitir y
abierta al sentido del «misterio», a celebrar que en el siglo XX y lo que lle-
la edificación de estructuras econó- vamos de este, hemos sido testigos y
micas y políticas más ricas de hu- partícipes de grandes avances sociales en
manidad4. los que las mujeres han logrado mayores
espacios para ejercer sus legítimos dere-
Mas agrega, mostrando una actitud de chos. Sin embargo, todavía queda mucho
arrepentimiento y compromiso: por recorrer; los movimientos feministas
persisten, reclamando por injusticias que
Pero dar gracias no basta, lo sé. Por todavía generan conflicto y que se alejan
desgracia somos herederos de una del pleno reconocimiento de la dignidad
historia de enormes condiciona- plena de la mujer. El mismo Papa Francis-
mientos que, en todos los tiempos co es enfático en que:
y en cada lugar, han hecho difícil el
camino de la mujer, despreciada en aunque hubo notables mejoras en
su dignidad, olvidada en sus prerro- el reconocimiento de los derechos
gativas, marginada frecuentemente de la mujer y en su participación
e incluso reducida a esclavitud. Esto en el espacio público, todavía hay
le ha impedido ser profundamente mucho que avanzar en algunos paí-
ella misma y ha empobrecido la ses. No se terminan de erradicar
humanidad entera de auténticas costumbres inaceptables. Destaco
riquezas espirituales. […] Si en esto la vergonzosa violencia que a ve-
ces se ejerce sobre las mujeres, el
maltrato familiar y distintas formas
3 Ibíd., n. 60.
4 Juan Pablo II, Carta a las mujeres (29 de junio
de 1995). 5 Ibíd.
73
de esclavitud que no constituyen Se nos exhorta, pues, como Iglesia, a
una muestra de fuerza masculina mantener una actitud proactiva y valien-
sino una cobarde degradación. La te en generar ambientes de justicia, paz
violencia verbal, física y sexual que y respeto plenos para las mujeres en la
se ejerce contra las mujeres en al- sociedad, promoviendo un diálogo que
gunos matrimonios contradice la se alimente del mensaje de Cristo y de la
naturaleza misma de la unión con- gran novedad evangélica que nos vino a
yugal. Pienso en la grave mutilación donar, en cuanto “Él, superando las nor-
genital de la mujer en algunas cul- mas vigentes en la cultura de su tiempo,
turas, pero también en la desigual- tuvo en relación con las mujeres una ac-
dad del acceso a puestos de trabajo
titud de apertura, de respeto, de acogida
dignos y a los lugares donde se to-
y de ternura. De este modo honraba en la
man las decisiones. La historia lleva
mujer la dignidad que tiene desde siem-
las huellas de los excesos de las cul-
pre, en el proyecto y en el amor de Dios”7.
turas patriarcales, donde la mujer
era considerada de segunda clase6.
6 Francisco, Amoris laetitia, n. 54. 7 Juan Pablo II, Carta a las mujeres.
74
dad de los caracteres, su innata igualdad —la misma que el hombre— lo permite
con el hombre”8. y lo clama.
Por otra parte, refiriéndonos a la situa- Esta antropología personalista que busca
ción actual, no se podría decir ‘las mu- reconocer el valor absoluto de cada ser
jeres no participan de nuestra Iglesia’, humano, destaca con fuerza su enclave
pues sería desconocer, primero, todo el relacional y de complementariedad. Re-
aporte que sí realizan. Desde todo lo que sulta fundamental discernir la arbitra-
significan como laicas en las parroquias, riedad de la subordinación de la mujer
muchas veces siendo las principales sos- frente al hombre —que muchas veces se
tenedoras y fieles pilares de la vida co- ha concebido como justificada en el seno
tidiana de muchas comunidades, hasta mismo de nuestra Iglesia—, como punto
puestos de responsabilidad dentro de la de partida para abrir un diálogo con el
estructura eclesial. Sin embargo, muchas feminismo y así trabajar para superar las
veces su aporte queda en el anonimato y relaciones de dominación que persisten.
la invisibilidad. La participación de la mu- Y este discernimiento —como todo el
jer no se vislumbra, en parte, no porque que busca escoger fielmente la voluntad
no exista, sino porque no se la reconoce, de Dios— debe nacer del amor, caminar
y esto sucede no solo en nuestra Iglesia con él y desembocar en él.
sino también en la sociedad. Resulta cru-
cial, entonces, reconocer estos y otros
espacios de participación, en otros ámbi-
tos menos valorados, como lo puede ser
el espacio privado, que concierne tanto a
hombres como a mujeres.
75
distintos a los nuestros, vale la pena traer En este contexto, vale la pena destacar un
estos discernimientos a las realidades lo- paso reciente que se ha dado en esta di-
cales, a cada comunidad en la que parti- rección, que es la modificación al código
cipamos, y así permitir al Espíritu Santo de derecho canónico10 sobre el acceso de
que vaya soplando en los corazones de las mujeres al ministerio instituido del lec-
los fieles de su Iglesia. torado y acolitado, hasta entonces acota-
do (al menos en la teoría) a los hombres.
Al respecto, el Papa Francisco comenta: Como explica el Papa, “la decisión de con-
ferir también a las mujeres estos cargos,
Es necesario ampliar los espacios que implican estabilidad, reconocimiento
para una presencia femenina más público y un mandato del obispo, hace
incisiva en la Iglesia. […] La Iglesia más efectiva en nuestra Iglesia la partici-
no puede ser ella misma sin la mu- pación de todos en la obra de evangeliza-
jer y el papel que esta desempeña. ción”11. Así, actos como estos dan “lugar
La mujer es imprescindible para la también a que las mujeres tengan una
Iglesia. María, una mujer, es más incidencia real y efectiva en la organiza-
importante que los obispos. Digo ción, en las decisiones más importantes
esto porque no hay que confundir
y en la guía de las comunidades, pero sin
la función con la dignidad. Es preci-
dejar de hacerlo con el estilo propio de su
so, por tanto, profundizar más en la
impronta femenina”12. Esperamos seguir
figura de la mujer en la Iglesia. Hay
avanzando como Iglesia en revalorizar el
que trabajar más hasta elaborar
importante rol de la mujer.
una teología profunda de la mujer.
Sólo tras haberlo hecho podremos
reflexionar mejor sobre su función
dentro de la Iglesia. En los luga-
res donde se toman las decisiones 1380 (2013): p. 266.
importantes es necesario el genio 10 Francisco, Spiritus domini, sobre la modifica-
femenino. Afrontamos hoy este ción del can. 230 § 1 del Código de Derecho Ca-
desafío: reflexionar sobre el puesto nónico acerca del acceso de las personas de sexo
específico de la mujer incluso allí femenino al ministerio instituido del lectorado y
del acolitado (10 de enero de 2021).
donde se ejercita la autoridad en
los varios ámbitos de la Iglesia9. 11 Francisco, Carta al Prefecto de la Congrega-
ción para la Doctrina de la Fe acerca del acceso
de las mujeres a los ministerios del lectorado y
acolitado (11 de enero de 2021).
9 “Entrevista exclusiva Papa Francisco: «Busque- 12 Francisco, Querida Amazonia (2 de febrero
mos ser una Iglesia que encuentra caminos nue- de 2020), Exhortación Apostólica postsinodal, n.
vos»”, por Antonio Spadaro sj, Razón y Fe 268, no. 103.
76
Reivindicar las diferencias entre hombre y mujer,
26 desarrollando una reflexión más acabada sobre
la especificidad y el valor de cada sexo
Uno de los puntos de mayor tensión en- propia naturaleza. La igualdad de todas
tre feminismo y cristianismo se basa en la las personas se fundamentaría desde el
puesta en duda, que algunas de las ver- punto de vista de la creación —creados
siones más radicales del feminismo reali- a imagen y semejanza de Dios—, y des-
za, de la diferencia misma entre hombre de el punto de vista de la redención —
y mujer, puesto que se considera que igualmente redimidos por Cristo—. Las
esta sería el eje desde el cual se derivan discriminaciones arbitrarias existentes se
todas las otras distinciones arbitrarias o denuncian sin borrar con ello las diferen-
injusticias del sistema. En contraposición, cias naturales que no pueden ni deben
desde nuestra Iglesia vemos que la pri- ser anuladas sino que asumidas desde la
mera afirmación antropológica del Gé- perspectiva de la complementariedad.
nesis dice “Varón y Mujer los creó” (Gn
1, 27), sosteniendo dicha diferencia. El
camino que se recorre en los dos desa-
fíos ya planteados —el de terminar con
las injusticias arbitrarias en la sociedad
y el de reconocer y abrir los espacios de
participación femeninos en nuestra Igle-
sia—, no deben ir desde la aspiración
de que la mujer tome el rol de los hom-
bres, igualando las características y ám-
bitos propios de estos últimos, sino que
aportando desde la propia originalidad y
vocación que el Creador ha infundido en
ellas. Esto puede implicar ejercer algunos
roles históricamente ocupados por los Juan Pablo II continuó desarrollando esta
hombres, pero también, revalorizar los antropología de la persona, cuya base
que la propia mujer ha tenido. se encuentra en la igualdad de todo ser
humano ante los ojos de Dios. Esta idea
En reiteradas ocasiones nuestra Iglesia ha se basa en el pasaje de Pablo de Tarso y
reivindicado la existencia de tal diferen- que se anuncia como la ‘gran novedad
cia, pero señalando que ello no implica evangélica’: “Ya no hay judío ni griego;
una relación de subordinación o domi- no hay esclavo ni libre; no hay varón ni
nación. La Constitución Gaudium et spes mujer; porque todos vosotros sois uno en
recalcó la igualdad de derecho y hecho Cristo Jesús” (Gal 3, 28). Blanca Castilla, a
de la mujer con el hombre así como tam- su vez, estudia la visión antropológica de
bién la participación de la mujer desde su Juan Pablo II y sostiene que este nuevo
77
énfasis y reivindicación de esa idea antes ‘machismo con faldas’, porque la mujer
olvidada ayudaría a superar una realidad tiene una estructura diferente del varón.
en que la mujer sí tendió a quedar en una Pero los discursos que oigo sobre el rol
posición relegada y de subordinación, in- de la mujer a menudo se inspiran en una
cluso según nuestra misma Iglesia. Una ideología machista”14.
lectura literal del Génesis 2, según Cas-
tilla, sería la causa de la justificación de Es decir, los recursos personales de la
una relación de subordinación de la mu- femineidad no son ciertamente meno-
jer, considerándose solo al hombre como res que los de la masculinidad; son solo
imagen completa de Dios.13 diferentes. Por consiguiente, la mujer
—como por su parte también el hom-
Para Juan Pablo II la plenitud de la vida bre— debe entender su realización como
humana se lleva a cabo mediante la com- persona, su dignidad y vocación, sobre la
plementariedad entre el hombre y la mu- base de estos recursos, de acuerdo con
jer, en su incompletitud constitutiva. Su la riqueza de la femineidad, que recibió
Carta Apostólica Mulieris dignitatem fue el día de la creación y que hereda como
el primer documento de nuestra Iglesia expresión peculiar de su imagen y seme-
dedicado exclusivamente a la mujer, don- janza a Dios.
de se ofrece una lectura a la luz de las
Sagradas Escrituras de la condición feme- La dignidad de la mujer, plantea Juan
nina. En este documento el Papa resalta Pablo II, es inseparable de su propia
el valor positivo en el plano humano, per- vocación expresada en el binomio vir-
sonal y social que contiene la diferencia ginidad-maternidad, “dos dimensiones
entre el hombre y la mujer, la cual no nie- particulares de la realización de la perso-
ga la igualdad esencial entre ambos. La nalidad femenina. A la luz del Evangelio,
dignidad de la mujer y su específica voca- estas adquieren la plenitud de su sentido
ción tienen un significado mucho mayor y de su valor en María, que como Virgen
a su exclusivo rol social. La carta plantea llega a ser Madre del Hijo de Dios”15, en
que la oposición de la mujer a situacio- tanto la mujer “se realiza en plenitud a
nes de injusticia se hacen necesarias, sin través del don sincero de sí”16. Si bien la
embargo no deben implicar una errónea maternidad se relaciona con la vocación
‘masculinización’ de las mujeres como a la paternidad en el hombre, la primera
las propuestas por algunas corrientes fe- interpela de forma más radical a la mujer
ministas, que implican una pérdida de la
riqueza esencial de la mujer, como dice
el Papa Francisco: “Temo la solución del 14 “Entrevista exclusiva Papa Francisco”: p. 266.
15 Juan Pablo II, Mulieris dignitatem (15 de agos-
to de 1988), Carta Apostólica sobre la dignidad y
la vocación de la mujer con ocasión del Año Ma-
13 Blanca Castilla, “Mujer y teología: la cues-
riano, n. 17.
tión de la imagen de Dios”, Arbor: Ciencia, pensa-
miento y cultura 192, no. 778 (2016). 16 Ibíd., n. 18.
78
en cuanto se le ha confiado el cuidado La pregunta antropológica y teológica so-
del ser humano desde su concepción. bre la especificidad y el valor original de
Para Juan Pablo II el futuro de la huma- cada sexo sigue pendiente y falta respon-
nidad dependería principalmente de la derla con fuerza desde la tradición cris-
mujer, dada su capacidad de promover tiana. Como invita el Papa Francisco, “hay
un progreso verdaderamente humano. que trabajar más hasta elaborar una teo-
Es por esto que el Papa hace un llamado logía profunda de la mujer. Solo tras ha-
a trabajar por una sociedad con la mujer, berlo hecho podremos reflexionar mejor
que esté inserta en las distintas decisio- sobre su función dentro de la Iglesia”17.
nes que toma la humanidad. Estas respuestas ayudarán a dialogar de
forma activa y propositiva con los movi-
mientos feministas contemporáneos.
79
Ciudad
Reflexiones de los integrantes de la
mesa “Ciudad, pobreza y segregación”
80
Al mismo tiempo, no se proveyó de herra-
mientas para acceder a viviendas de bajo
costo en zonas centrales. El sector privado
respondió a estas demandas y aparecie-
ron los guetos verticales, conjuntos ha-
bitacionales irregulares que cuentan con
una enorme cantidad de habitaciones en
arriendo, principalmente para migrantes,
sin ninguna seguridad ni acondicionamien-
to sanitario.
La segregación es un factor que debe to- Entre las oportunidades que han apareci-
marse con la mayor urgencia y seriedad do, es relevante destacar que en el 2020
posible pues no solo genera problemas el Ministerio de Vivienda y Urbanismo
en la calidad de vida y accesos de aque- publicó una modificación a la ordenan-
llos que se encuentran en los guetos de za general que permite la micro densi-
las periferias de la ciudad, sino que ade- ficación, sobre todo en lotes 9x18. Esto
más genera graves consecuencias en la podría evitar la existencia de los guetos
cohesión social. verticales que destruyen la imagen y la
identidad de los barrios, y permitiría tri-
Por las múltiples caras que tiene la segre- plicar la densidad de los mismos con pro-
gación, es necesario abordarla a partir de yectos de escala mediana, que además
políticas integrales y coordinadas, donde fomentarían a micro emprendimientos
también influyen sectores como el edu- locales. Por su parte, la oficina de ar-
cacional o el laboral. Las tutorías en edu- quitectura Elemental está impulsando
cación, por ejemplo, han mostrado ser iniciativas con una serie de empresas
poderosas herramientas de movilidad e privadas para trabajar en una urbaniza-
integración social. ción progresiva en meses, basándose en
un modelo de radicación. Esto implica la
construcción de una infraestructura base
con fosas sépticas, tanques de agua y ca-
miones aljibes, pero apelando además a
la capacidad de autoconstrucción de las
familias y de las comunidades.
82
Promover el orgullo y sentido de
83
social que tiene la Sociedad Civil. Existe a La pandemia ha ido activando sistemas
lo largo del país una amplia presencia de de emprendimiento desde lo local, como
comités habitacionales, comités de mejo- se ha visto con las ollas comunes. Las
ra, comités de pavimentación y otras or- ollas comunes están apelando a la histo-
ganizaciones de la Sociedad Civil que sin ria de cohesión social, de lucha barrial y
duda contribuyen a formar capital social. de identidad, pero renovadas por el uso
de las plataformas digitales. Por otro
Al mismo tiempo, las políticas dirigidas lado, en los barrios segregados a los que
a los barrios deben integrar necesaria- no les llegan los servicios de delivery han
mente la mirada de los pobladores, cuya ido apareciendo emprendimientos como
perspectiva puede completar el análisis Localshop, que conecta a los vecinos di-
del planteamiento urbano5; al mismo rectamente con los almacenes locales.
tiempo, es deseable poner atención a los
hitos urbanos, los que acrecientan nues-
tro sentido de pertenencia y sensación
de arraigo6.
84
en que se desenvuelve7 y mirar el futuro los ciudadanos. Esta desconfianza o falta
con esperanza. de cohesión social puede estar afectada
fuertemente por las tasas de segrega-
Desde la sociología, la ciudad moderna ción urbana que generan una importante
puede comprenderse como una metáfo- desconexión y falta de empatía entre los
ra de la sociedad. En ella ocurre la divi- ciudadanos. La desigualdad y la segrega-
sión del trabajo y la especialización, y es ción crean importantes problemas para
ella el escenario donde comparecemos la integración. Pareciera que nuestras
en cuanto ciudadanos, con derechos y ciudades están construidas para que no
obligaciones. nos encontremos.
85
Medioambiente
Reflexiones de los integrantes de la mesa
“Medioambiente”
Hace seis años, el Papa Francisco llamaba pectiva múltiple y compleja, que no olvide
la atención sobre cómo la Casa Común, su relación con la degradación humana y
esa “madre bella que nos acoge entre sus social.
brazos”1, “clama por el daño que le provo-
camos a causa del uso irresponsable y del Al mismo tiempo, en cada planteamiento
abuso de los bienes que Dios ha puesto ecológico existen nociones de justicia in-
en ella”2. El esfuerzo de aquel documento tegradas puesto que la degradación de la
apuntaba a subsanar esa irresponsabili- Casa Común afecta principalmente a los
dad, cuyas causas se visualizan en la acción más pobres y necesitados. De esta forma,
humana: “Nunca hemos maltratado y lasti- la protección y el cuidado de la Casa Co-
mado nuestra Casa Común como en los úl- mún es, al mismo tiempo, la protección y
timos dos siglos”3 y “la humanidad del pe- el cuidado de la persona humana y su dig-
ríodo post-industrial quizá sea recordada nidad, teniendo el principio de la primacía
como una de las más irresponsables de de la persona humana como fundamento
la historia”4. Somos importantes respon- para una preocupación medioambiental
sables de la crisis ecológica que estamos decidida y éticamente ineludible. El inte-
viviendo debido a una intervención de la grar la noción ecológica en nuestra com-
naturaleza que no tiene parangón. prensión de justicia, nos lleva a constatar
que todo está relacionado y que, por ende,
Al referirse a la ecología, nuestra Iglesia cuestiones como la solidaridad, especial-
siempre habla de dos realidades interco- mente en su vertiente intergeneracio-
nectadas —la naturaleza y la cultura—, nal, se encuentran implicadas en nuestro
cuyas crisis deben abordarse de manera modo de habitar la Casa Común.
conjunta puesto que “no hay dos crisis
separadas, una ambiental y otra social, En la Cumbre sobre la Acción Climática de
sino una sola y compleja crisis socio-am- la ONU en 2019, el Papa Francisco manifes-
biental”5. De esta forma, la degradación tó que el Cambio Climático es uno de nues-
ambiental debe abordarse desde una pers- tros principales desafíos como humanidad
y debemos enfrentarlo con “honestidad,
responsabilidad y valentía”6: honestidad
para reconocer que no hemos trabajado
1 Francisco, Laudato si’, n. 1.
2 Ibíd., n. 2.
3 Ibíd., n. 53.
6 Francisco, Mensaje del Santo Padre a los parti-
4 Ibíd., n. 165.
cipantes de la Conferencia de las Naciones Unidas
5 Ibíd., n. 139. sobre el Cambio Climático (4 de diciembre de 2019).
86
lo suficiente, asumiendo que las metas y hay fronteras ni barreras políticas o socia-
las acciones emprendidas hasta ahora han les que nos permitan aislarnos, y por eso
sido insuficientes y preguntándonos “se- mismo tampoco hay espacio para la globa-
riamente si existe la voluntad política […] lización de la indiferencia”13. Los países, las
para mitigar los efectos negativos del cam- empresas, las comunidades y las personas
bio climático, así como para ayudar a las deben actuar en conjunto para buscar so-
poblaciones más pobres y vulnerables que luciones a los problemas globales. Como
son las más afectadas”7; responsabilidad nos recuerda el Papa Francisco en su últi-
para responder ahora, cuando todavía es- ma Carta Encíclica, “cuidar el mundo que
tamos a tiempo de hacer un cambio, y así nos rodea y contiene es cuidarnos a noso-
ser recordados como la sociedad que fue tros mismos. Pero necesitamos constituir-
capaz de hacerse cargo con generosidad nos en un ‘nosotros’ que habita la Casa
de sus responsabilidades8; y valentía para Común”14.
atrevernos “a buscar otros modos de en-
tender la economía y el progreso, [recono- Por todo esto, el cuidado del medioam-
ciendo] el valor propio de cada criatura”9. biente constituye un elemento que no es
Con nuestro empeño podremos instalar ajeno a la experiencia cristiana y tiene una
la técnica “al servicio de otro tipo de pro- dimensión ética que no es posible conti-
greso más sano, más humano, más social, nuar eludiendo. Debemos ser conscientes
más integral”10 y así cultivar un desarrollo de que “todo está relacionado [y que] el
sustentable pensando más allá de nosotros auténtico cuidado de nuestra propia vida
mismos, pues “no debemos cargar a las y de nuestras relaciones con la naturaleza
próximas generaciones con los problemas es inseparable de la fraternidad, la justicia
causados por las anteriores”11. y la fidelidad a los demás”15. Es imposible
relacionarnos con la naturaleza sin tener
De ese modo, el Cambio Climático se ha impactos en ella y en los demás.
transformado en “un problema global con
graves dimensiones ambientales, socia-
les, económicas, distributivas y políticas,
y plantea uno de los principales desafíos
actuales para la humanidad”12, que solo es
posible responder de manera conjunta. Por
ello “necesitamos fortalecer la conciencia
de que somos una sola familia humana. No
7 Ibíd.
8 Cf. Francisco, Laudato si’, n. 165.
9 Ibíd., n. 16.
10 Ibíd., n. 112. 13 Ibíd., n. 52.
11 Francisco, Mensaje sobre el Cambio Climático. 14 Francisco, Fratelli tutti, n. 17.
12 Francisco, Laudato si’, n. 25. 15 Francisco, Laudato si’, n. 70.
87
Nuestra relación con
la naturaleza y sus
recursos
La naturaleza nos regala ciertos elemen- económico— sin darnos cuenta que poner
tos que son parte de nuestra Casa Común en riesgo el acceso a agua limpia supone
—como son los ecosistemas de la biodi- un atentado contra la vida y la dignidad de
versidad, del agua, del aire y del suelo—, millones de personas. Como dice el Papa
de los cuales derivan múltiples beneficios Francisco, “esto muestra que el problema
sociales llamados servicios ecosistémicos. del agua es en parte una cuestión educati-
De ellos, la producción de agua limpia es va y cultural, porque no hay conciencia de
de los más importantes al considerarse un la gravedad de estas conductas en un con-
“derecho humano básico, fundamental y texto de gran inequidad”17.
universal, porque determina la sobreviven-
cia de las personas, y por lo tanto es con- La disponibilidad de agua potable es uno
dición para el ejercicio de los demás dere- de los tantos ejemplos de servicios eco-
chos humanos”16. sistémicos que se han visto afectados por
las externalidades negativas de nuestras
Si bien Chile se encuentra bastante de- decisiones de consumo, producción e in-
sarrollado en términos de acceso al agua versión. Basta preguntarnos lo que hace-
potable en zonas urbanas, es en las zonas mos luego de la utilización de los recursos.
rurales donde existen mayores problemas Existe una gran cantidad de alimentos que
de disponibilidad. Aun cuando la sequía terminan en el basurero, múltiples pro-
ha sido un factor importante, la escasez ductos de un solo uso o con obsolescen-
de agua se relaciona sobre todo con la cia programada, y ecosistemas completos
creciente demanda de recursos hídricos y contaminados por la acción del ser huma-
a los hábitos de consumo de la población. no. Todo ello está asociado a la imperante
Ciertamente es difícil tener conciencia de cultura del descarte, la que “afecta tanto
la disponibilidad de los recursos naturales a los seres humanos excluidos como a las
si en general no tenemos noción de los cosas que rápidamente se convierten en
procesos por los que tienen que pasar es- basura”18.
tos recursos para llegar a cada hogar. Abrir
la llave del agua se ha vuelto una acción ¿Por qué, súbitamente, el ser humano bus-
tan cotidiana que cuesta darse cuenta de ca la felicidad fuera de él y no en su interior
la escasez hídrica en otras regiones del país ni en su conexión con Dios? El sobrecon-
y del mundo. sumo es uno de los factores que genera la
necesidad de descarte: como no requeri-
Esta falta de conciencia hace que no nos mos todo lo que extraemos, descartamos.
preocupemos de las implicancias de nues- En nuestra cultura —donde vivimos pre-
tro nivel de consumo —más allá del gasto
17 Ibíd., n. 30.
16 Ibíd., n. 30. 18 Ibíd., n. 22.
88
sionados por el éxito y validándonos por lo
que tenemos más que por lo que somos—,
se nos incentiva el trabajar más para tener
más, lo que no implica el tiempo para dis-
frutarlo. Ese concepto de tener más, con-
vierte todo en desechable: el mejor pro-
ducto significa la mayor parte de las veces
obtener el producto más nuevo, dejando
los productos antiguos desechados en el
camino. Todo cambia y todo es producido
para quedar caduco y obsoleto. Cuando
una organización promueve este tipo de
producción, y por lo tanto daña el medio
ambiente, debemos llamarlo por su nom-
bre: injusticia y crimen.
30
Reconectarnos con la naturaleza para
reconocer que está bajo nuestro cuidado
Para proteger nuestra Casa Común de- En ese sentido, impresiona la similitud
bemos comprender que la naturaleza que existe entre el encuentro con Cristo
no está a nuestro servicio, sino bajo y con la naturaleza: es personal, no hay
nuestro cuidado. Sin embargo, no po- recetas y, una vez que se encuentra, la
demos cuidar o querer lo que no cono- vida se transforma y no puede volver a
cemos. Estamos tan desapegados de la ser la misma. Una vez que se entiende
Creación que la damos por hecho sin el valor de un árbol de bosque nativo,
detenernos a contemplar su belleza, por ejemplo, ya no dan ganas de cortar-
admirar su valor ni cuidarla a concien- lo, y de hecho se comienza a proteger y
cia. Por eso debemos preguntarnos cuidar. Una sana relación con la natura-
cómo volver a conectarnos con lo esen- leza nos hace entender mejor el rol que
cial y para hacerlo “la sabiduría de los tenemos en el planeta y nos impulsa a
pueblos originarios puede ser un gran comprometernos con la protección de
aporte. De ellos podemos aprender que cada una de las complejas redes simbió-
no hay verdadero desarrollo en un pue- ticas que la caracterizan, de las cuales
blo que dé la espalda a la tierra y a todo somos parte importante. De ese modo
y a todos los que la rodean”21. podremos sanar las heridas producidas
por el quiebre de nuestras relaciones
Con Laudato si’ nuestra Iglesia enmar- vitales.
ca su enseñanza en una Teología de la
Creación que comprende la naturaleza
como don y no como objeto disponible
a nuestro antojo. La naturaleza es un re-
galo dado por Dios para el sustento de
la vida humana22, digna de admiración y
cuidado. El último capítulo de la Carta
Encíclica habla de entender la Creación
en cuanto a su belleza. Ese es el gran
servicio ecosistémico de los elementos
naturales, en cuanto la Creación nos
permite conectarnos con el Creador a
través de la belleza de lo creado.
Para ello el Papa Francisco nos invita a
una conversión ecológica, donde po-
21 Francisco con las autoridades, la sociedad damos redefinir nuestro estilo de vida
civil y el cuerpo diplomático de Chile. para construir una relación fructífera y
22 Juan Pablo II, Centesimus annus, n. 31. fraterna con la naturaleza:
90
El cuidado de la naturaleza es par- Suponemos que nadie quiere cortar
te de un estilo de vida que implica árboles de bosques nativos por gusto,
capacidad de convivencia y de co- sino porque hay una familia que alimen-
munión. Jesús nos recordó que te- tar y educar. Es decir, hay una agenda
nemos a Dios como nuestro Padre social paralela que pone en riesgo el
común y que eso nos hace herma- bien de la naturaleza en favor del desa-
nos. El amor fraterno sólo puede rrollo humano. Por esto mismo no basta
ser gratuito, nunca puede ser un con la sola preservación si no se pone
pago por lo que otro realice ni un atención también a las problemáticas
anticipo por lo que esperamos que
sociales que provocan la necesidad de
haga. Por eso es posible amar a los
una intervención. En la clave ecológica
enemigos. Esta misma gratuidad
de que “todo está conectado”24: es ne-
nos lleva a amar y aceptar el vien-
cesario entender que resolver las pro-
to, el sol o las nubes, aunque no se
blemáticas sociales también es una for-
sometan a nuestro control. Por eso
podemos hablar de una fraternidad
ma de cuidar nuestro planeta y nuestra
universal”23.
naturaleza.
91
cemos personas y comunidades que no individualista para actuar con un fuer-
tienen acceso a agua potable y tienen te sentido de comunidad y solidaridad
que trasladarse o esperar a camiones intergeneracional, preocupándonos de
aljibe. El objetivo de proveer agua lim- que los recursos se distribuyan equita-
pia de calidad se cumple, pero eso no tivamente a lo largo del territorio y del
garantiza que todo ser humano que ha- tiempo, sin agotarlos en el intento.
bite Chile tenga acceso a esta agua, lo
que es sumamente grave. Una manera de llevar este desafío ade-
lante es implementar un modelo de
restricción de algunos recursos como el
agua, siguiendo el ejemplo de Australia
o California donde hay un sistema im-
puesto por el Estado en el que se corta
el agua a los hogares durante ciertas
horas del día, sin pasar a llevar las li-
bertades personales porque se busca
el bien común como objetivo principal.
92
económico consiste en satisfacer las Implementar modelos como estos nos
necesidades de todas las personas des- permitirán ir generosamente en ayuda
de la comprensión del equilibrio que de todas las personas sin impactar ne-
se encuentra entre el mínimo requeri- gativamente al medioambiente. Cuidar
do para la producción y el máximo de a cada persona cuidando también de
los recursos disponibles. Invitando a los recursos debe ser nuestra forma de
la generosidad generativa, el modelo hacernos responsables de nuestra Casa
promueve el diseño de una economía Común.
circular, en cuanto es posible diseñar
ciclos de producción que dialoguen con
los ciclos naturales, cerrando los circui-
tos de desechos al regenerar el valor de
los desperdicios y reparar el impacto
ambiental asociado a la producción.
93
a cabo diariamente, como reducir el es decir, vivir con lo estrictamente nece-
consumo de alimentos envasados, de sario para aprovechar mejor el tiempo
productos de segunda necesidad, de con las personas que queremos, por-
agua o de electricidad. Estos son algu- que sabemos que la felicidad no está en
nos pasos, pero no pueden ser los úni- lo material. El desafío de ser cristiano es
cos. Debemos desafiarnos más y hacer- enseñar con el ejemplo, y si bien no es
nos preguntas incómodas que hemos fácil, hay que seguir el mensaje original
evitado por demasiado tiempo. de Cristo: amarnos entre nosotros y a
la Casa Común que nos alberga. Solo
Un gran desafío personal y familiar es el amor puede constituir el límite de lo
esforzarnos por un estilo de vida sobrio, que hagamos.
94
Sustentabilidad
Empresarial
A muchas empresas el tema del cuidado Council desafía a las empresas a realizar
de nuestra Casa Común les es muy ajeno. transformaciones sistémicas importantes
Aquellas que están más relacionadas con en sus lógicas de funcionamiento. Invita a
los recursos naturales han ido tomando ser proactivas en cuestionar qué es bueno
conciencia y generando áreas de trabajo. Al en el corto plazo para cambiar lo que im-
medir su impacto medioambiental, cuen- pacta negativamente en el medioambien-
tan con especialistas, tienen una matriz de te. De esa manera pueden incluso ayudar a
riesgo y un plan asociado, e incluso van de- que haya una mejor legislación al respecto,
sarrollando impactos positivos. No obstan- en vez de hacer todo lo posible para evitar
te, hay una gran mayoría —principalmente los cambios, necesarios para la sustentabi-
pequeñas y medianas empresas— que no lidad de la propia empresa.
están conscientes de su impacto, lo que
evidenccia una gran falta de información Ciertamente, las transformaciones hacia
entre ellas. Están siempre cumpliendo la un funcionamiento más sustentable son
norma para evitar multas, pero sin com- incómodas al principio, y por ello se evitan
prender la relevancia de la misma. Muchas entre las empresas que solo buscan rédito
no se lo han planteado siquiera y creen que económico rápido y fácil, sin atender al im-
no impactan. pacto de sus decisiones. El Papa Francisco
es especialmente duro con estas empresas
Las empresas deben sentirse parte de este en cuanto “el costo de los daños que se
desafío pues es imposible impedir los efec- ocasionan por el descuido egoísta es mu-
tos catastróficos del Cambio Climático si chísimo más alto que el beneficio econó-
ellas no están comprometidas. No hacer mico que se pueda obtener”30.
nada o hacer lo justo no será suficiente.
Jeannette von Wolffersdorff29 ha planteado
que el problema de muchas empresas es
que creen que la comodidad es beneficiosa
y por eso no se transforman. Por ello pro-
tegen aquellas acciones que les son bene-
ficiosas en el corto plazo, y no se arriesgan
en miras del largo plazo.
33
Fortalecer la regulación estatal sobre la
responsabilidad ambiental de la empresa
Cuando los individuos, los hogares y las Una manera concreta de llevar esto ade-
empresas (públicas y privadas) toman lante es a través de la creación de empre-
decisiones de consumo, producción e sas sociales, que plantean un cambio de
inversión, afectan a terceros que no par- paradigma. Mientras el objetivo clásico
ticipan directamente en esas transaccio- de la empresa es generar utilidades para
nes. A veces, esos efectos indirectos son sus dueños o accionistas, la figura de
minúsculos, pero cuando son grandes, empresa social plantea que, además de
pueden resultar problemáticos. Cuando generar beneficios para sí, también pue-
una empresa falla es porque ha fallado de hacerlo para otros grupos de interés
la capacidad regulatoria del Estado y de como comunidades o fundaciones. Ejem-
la sociedad de estar exigiendo y acompa- plo de este modelo son las empresas B o
ñando. Esa es una de las principales razo- las que se basan en la economía del bien
nes que llevan al Estado a intervenir en la común. El problema es que en Chile no
Economía. existe la figura de empresa social y por
lo tanto no está regulada. Por lo tanto, el
El rol de una empresa no es tener la me- Estado debería ofrecer incentivos y crear
nor cantidad de costos posible, sino en- un marco regulatorio para impulsar la
tender cómo internalizar estos costos. El fundación de este tipo de organizaciones
Estado debería resguardar un marco re- con un fin social.
gulatorio para maximizar el rédito perso-
nal o colectivo, para todos sin exclusión y
sin afectar nuestra Casa Común. En otras
palabras, el principio de subsidiariedad
debería obligar al Estado a crear las con-
diciones sociales que permitan a las em-
presas cumplir lo que naturalmente les
corresponde, en completa armonía con
sus entornos, al otorgarles un marco re-
gulatorio que ordene la gestión ambien-
tal sin un impacto social.
96
34 Educar a las personas en el propósito
de la empresa
Debemos comprender que ninguna mo- propósito que enmarcan, es decir, para
dificación en las organizaciones o en las qué existe esa empresa. Esto se traduce
regulaciones hacia las mismas, dará fruto en políticas, en formas de actuar y en to-
si no cambiamos nuestra actitud frente a mas de decisiones que deben permear en
la Casa Común. Por ello es preciso com- cada una de las personas que conforman
prender la prosperidad y el crecimiento la empresa, para que se sientan desafia-
de las sociedades no por el consumo, sino das a alcanzar los objetivos buscados.
por el propósito. El propósito debe ser un
elemento clave para activar el rol social, Desde ahí parece obvio que es la empre-
salir de la comodidad del statu quo y sa la que debe preocuparse de todos sus
atreverse a tomar definiciones de mayor grupos de interés, teniendo en cuenta
cuánto es el valor generado en todos.
Cuando una empresa entiende su rol, su
impacto positivo en la sociedad, lo lógi-
co sería que lo transmitiera a todos sus
proveedores sin reducir la relación a una
mera exigencia, sino una enseñanza para
compartir las buenas prácticas, capacitar,
formar y sumarlos a esta manera de ha-
cer empresa. En esa línea, las empresas
deberían educar y formar a sus trabaja-
dores en estas materias para alinearlos
al propósito de la empresa siguiendo un
comportamiento acorde con el cuidado
bienestar. A esto se refiere el concepto de la Casa Común.
de el paraguas: Las empresas que están
en un nivel superior están hablando del
97
35 Potenciar la relación y el diálogo de
la empresa con sus stakeholders 31
.
En31Laudato si’ el Papa Francisco comien- porar sus miradas y asegurar una armóni-
za apelando a las personas y la parábola ca codependencia.
de los talentos: mientras más capacida-
des nos dan, más nos van a pedir (Mt
25, 14-30). Hay personas cuya área de
influencia e impacto se restringe a sus
hogares, pero hay otras que tienen un
rol de poder en empresas o comunida-
des, lo que les da mayor responsabilidad
de responder fielmente a Dios. Cuando
comprendemos esto, entonces la actitud
cambia, pues cada uno asume su propia
responsabilidad respecto del impacto
que la organización genera. Las empresas
están formadas por las personas y son
sus decisiones las que les dan vida.
Al mismo tiempo, es fundamental com-
Por ello, Raworth32 promueve en las em- prender la relación de la empresa con
presas la distribución equitativa del valor el territorio, donde resulta clave la par-
creado entre los actores que lo co-crea- ticipación de sus habitantes en la gober-
ron, promoviendo lo comunitario por so- nanza de la misma. De ese modo, por
bre lo individual. En esa línea, una acción ejemplo, las decisiones globales toma-
concreta para potenciar la sustentabili- das por empresas multinacionales —que
dad empresarial es incorporar el diálo- muchas veces pueden transgredir los
go permanente y transparente con sus Derechos Humanos de las poblaciones
stakeholders en todos los proyectos que locales— deben incorporar las necesida-
embarquen. De ese modo podrán incor- des y oportunidades locales en materia
ambiental, resguardando orgánicamente
un desarrollo empresarial homogéneo y
respetuoso en todas las partes del mun-
31 Grupo de interés para una empresa que per-
mite su completo funcionamiento. do donde operen y sin superponerse a
los desafíos y necesidades locales.
32 Cf. Sustainable Brands Buenos Aires, “Kate
Raworth, Doughnut Economics | Una economía
diseñada para prosperar”, video de Youtube,
12:29, publicado el 26 de noviembre de 2019,
https://www.youtube.com/watch?v=CBaRe-
0Q5mL8&ab_channel=SustainableBrandsBueno-
sAires.
98
Rol público de las
universidades
36
Incorporar la sostenibilidad en todas las
disciplinas
100
nocimiento. El desafío está en que debe- cuado cuando entran en el debate públi-
mos asegurarnos de que el conocimiento co. Un ejemplo del que pueden aprender
se difunda. es el Grupo Intergubernamental de Ex-
pertos sobre el Cambio Climático (IPCC),
De hecho, la COP25 relevó el trabajo de el cual no dice lo que hay que hacer, sino
los científicos en la universidad que de- que ofrece los caminos posibles y advier-
sarrollan documentación demostrable te sus consecuencias. Es decir, orienta sin
como insumo para la toma de decisiones, dictaminar qué decisión tomar.
y el Ministerio de Ciencia y Tecnología
está promoviendo la conformación de De ese modo, la academia puede ser un
consejos asesores y comités dentro de espacio con una gran oportunidad de
las universidades. Aún así, falta mucho educar a la sociedad sobre la manera
por avanzar. de enfrentarnos a las problemáticas so-
ciales, ambientales y económicas, para
Como todo rol político del conocimien- trabajar en conjunto por el presente y el
to, las universidades deben preguntarse futuro de nuestra Casa Común.
constantemente si están en el tono ade-
101
SALUD
Reflexiones de los integrantes
de la mesa “Salud”
En los últimos años la estructura epidemio- recursos y una excesiva pasividad de parte
lógica chilena se ha modificado significati- de los pacientes puesto que este no está
vamente debido a los cambios demográfi- diseñado desde su lógica.
cos que ha experimentado la población. El
envejecimiento progresivo ha generado un
predominio de enfermedades crónicas por
sobre enfermedades infecciosas, trauma-
tismos, enfermedades agudas y problemas
de salud materno-infantiles. A su vez, las
enfermedades de salud mental son cada
vez más predominantes.
103
Desafíos
38
Pensar el sistema de salud desde la
misericordia, que acoge desde la vulnerabilidad
104
39 Ser agentes de cambio frente a las urgencias
de nuestro sistema de salud
La dignidad humana tiene importantes por las patologías GES (Garantías Explíci-
implicancias para la justicia, pues no da tas en Salud), pensando en la efectividad
espacio para ninguna discriminación ar- de la población en base al índice AVISA
bitraria. (índice de años perdidos), desamparando
a aquellos cuyos tratamientos no genera-
Si una distribución justa de los recursos rán un aumento en la productividad del
implica dar a cada uno según lo que ne- país.
cesite, lo fundamental es indagar sobre
quién es ese ‘cada uno’. Lamentablemen-
te, hoy quedan vacíos en el sistema de
salud ya que no se reconoce a todos por
igual. Hasta hace pocos años, por ejem-
plo, los niños inmigrantes que no tenían
regularizada su situación migratoria no
podían ser atendidos por el sistema de
salud. Por cierto que hemos mejorado,
sin embargo la forma en que está plan-
teado hoy el sistema de salud genera
una tendencia a evaluar qué usuario es
el que le ‘conviene’ atender. En las listas
de espera sucede lo mismo, en cuanto se
atiende a quien interesa, y se reconoce
y prioriza al que conviene. Las mismas Debemos tener una mirada compasiva
políticas de salud estratifican constante- frente a muchos sufrimientos que hoy no
mente a la población al estar planteadas observamos: por falta de acceso o falta
desde una finalidad económica en el sen- de oportunidad.
tido de costo-efectividad: hoy se apuesta
105
40
Humanizar el sistema de salud a través de
un fuerte trabajo de gestión de personas
La mirada compasiva no debe fijarse El rostro del otro me ordena el: ‘¡No
solo en macro-problemas del sistema de matarás!’, pero este mandato ha de
salud, sino aterrizarse en las relaciones ser entendido como el hecho de no
interpersonales, especialmente con el reducir la alteridad desnuda y, por
paciente. La fragmentación de las profe- tanto, vulnerable, a la mismidad.
siones de la salud ha implicado una cre- Es decir, alude a elementos como
ciente despersonalización. En ese senti- el prójimo, el decir los buenos días;
do, el desafío más importante consiste en ya que al despreocuparme del otro
mirar el rostro del otro, ya que es produc- lo estoy matando, pues ¿quién soy
to de esa mirada que nace el amor. Es el yo si nadie me nombra, si nadie me
saluda? De este modo, el ‘No ma-
rostro del otro la última resistencia frente
tarás’ equivaldría a decir: ‘¡No te
a la cultura del descarte y de la indiferen-
despreocuparás del Otro!’1.
cia, la última frontera ante la cual todo
sistema de salud debe ser reverente.
En los equipos de salud hay tantos pro-
tocolos mecanizados que no hay tiempo
para mirar al paciente. Es urgente traba-
jar más en la gestión de personas, cómo
nos humanizamos en el trabajo y cómo
ayudamos a humanizar a otros.
106
Salud mental
La salud mental y la fe son dos temas que jamos en el GES de salud mental, están
se imbrican mutuamente. La salud men- cubiertos los primeros episodios psicóticos
tal es la base para el desarrollo de valores asociados al trastorno bipolar y la esqui-
espirituales, como lo afirma Pío XII en un zofrenia. ¿Qué sucede con los episodios
discurso a un grupo de enfermeras que se siguientes? ¿Es moralmente correcto pla-
desempeñan en el campo de la psiquiatría: near estas políticas solo en base a la expec-
tativa de productividad?
Que la salud mental sea uno de los
bienes fundamentales por parte de la
naturaleza es cosa obvia, pero es igual-
mente evidente que esta misma salud
es en el campo religioso y sobrenatu-
ral. No es concebible que un alma en
pleno desarrollo de los valores religio-
sos si no se parte de una buena salud
mental, no podrá desarrollarse plena-
mente2.
Vemos hoy una necesidad de visibilizar está más allá de la enfermedad, valorar
los problemas de salud mental. Existió su diversidad, escuchar sus sueños y re-
una época en que a los enfermos men- cordar que todos necesitamos sentirnos
tales se los escondía y recluía, o se consi- alguien para los demás.
deraba la enfermedad mental como falta
de carácter. Hoy existe un cierto miedo a
describir los problemas de salud mental
como enfermedades, lo que impide un
tratamiento oportuno.
42
Atender a los aspectos culturales que están
generando mayores problemas de salud mental
108
cas laborales, de transporte, de vivienda, lista y exitista. Otro aspecto cultural que
pero especialmente la cultura que esta- afecta el desarrollo sano de las personas
mos promoviendo, ferozmente individua- es nuestra tendencia a homogeneizarlo
todo, presente especialmente en las re-
des sociales, impidiendo que cada uno
enraíce su propia identidad. La fraterni-
dad a la que nos llama Francisco en su
Carta Encíclica Fratelli tutti salvaguarda
las diferencias y las valora, al mismo tiem-
po que ama y busca el bien en los demás
y su maduración en distintos valores mo-
rales como la espiritualidad.
109
Cuidados paliativos
El trato con la vida siempre se orienta en pacidad de amar y de ser amados. Esto se
el tema de la dignidad. El trato digno es expresa por el cuidado generoso, por el
siempre debido, porque la dignidad hu- respeto a esa esencia. Ser testigo de esta
mana no depende de la condición o es- experiencia de vulnerabilidad permite
tado en que estemos. Muchas veces es reconocer lo valioso de la experiencia de
imposible curar, pero el trato digno impli- conexión con otros y nos abre a la sana-
ca que nunca se debe renunciar a cuidar. ción profunda y a la paz. El cuidar de per-
sonas vulnerables ayuda a identificar lo
En el trabajo con pacientes de cuidados que significa ser humano para otros. Ayu-
paliativos hemos podido constatar cómo dar a cuidar desde la compasión, abrirse
estos van desprendiéndose progresiva- a entender cuál es la perspectiva del otro
mente de la naturaleza física y se van y consolarlo desde esa necesidad, nos
quedando con su esencia, que es la ca- realiza y plenifica como seres humanos.
44
Mejorar la formación del personal de salud en
términos afectivos y en el manejo de emociones
111
vincularse transitoriamente y de enten- trabajar el capital humano del sistema de
der que en ese encuentro el profesional salud para entrenar estas capacidades y
de salud se conecta con la experiencia de desarrollar la habilidad de escucha, que
otro y su proceso, pero no es el propio podrá poner en el centro la invaluable
proceso. En segundo lugar, la compasión dignidad de cada persona que llega a ser
es la motivación en la cual se incorpora un paciente.
la empatía dentro del proceso. Para que
uno sea compasivo se requiere de habili-
dades perceptivas para evaluar que ‘algo
está pasando’. En tercer lugar, el movi-
miento de acompañar es la motivación a
estar con el otro y ayudarlo. Es un pro- sional: esbozos de una relación problemática: The
ceso perceptivo, cognitivo y dirigido a la role of empathy in professional care”, ARS MEDI-
acción, por lo que no es solamente emo- CA Revista De Ciencias Médicas, 45, no. 2 (2020):
pp. 55-61. Paula Bedregal, Victoria Lermanda, &
cional6. Por lo tanto, resulta fundamental Gonzalo Brito-Pons, “La compasión: clave en la
renovación de la atención en salud”, ARS MEDICA
Revista De Ciencias Médicas, 45, no. 1 (2020): pp.
6 Cf. Patricia Olivares, “Empatía y cuidado profe- 74-79.
112
Educación
Reflexiones de los integrantes de la mesa
“Educación”
Para el Concilio Vaticano II, “la verdadera La educación que necesitamos debe po-
educación se propone la formación de la der “devolver a todos la originalidad y
persona humana en orden a su fin último la belleza de la vocación humana en re-
y al bien de las sociedades de las que el lación con el otro y su destino”5. En su
hombre es miembro y en cuyas responsa- Mensaje para el lanzamiento del Pacto
bilidades participará cuando llegue a ser Educativo, el Papa indica que para edu-
adulto”4. Dos son los elementos propues- car se requiere tener el coraje de formar
tos como finalidades educativas: el bien personas dispuestas a ponerse al servicio
del ser humano y el bien de la sociedad. de la comunidad, y con un pleno sentido
Estos dos elementos los hemos resumido de responsabilidad, ya que el verdadero
en dos tareas educativas fundamentales: servicio de la educación es la educación
formar ciudadanos felices y formar ciuda- al servicio.
danos fraternos. Felicidad y fraternidad
son conceptos implicados mutuamente y Se debe promover que ese horizonte ins-
no pueden separarse. pire el trabajo en el aula y permee a la
vez todo el funcionamiento del sistema
educativo. Que la búsqueda de la fra-
ternidad y la felicidad transforme las op-
ciones curriculares, las didácticas, los in-
centivos, las métricas, las normativas y la
convivencia, entre tantas otras variables
educativas. Se debe pensar y vivir cada
acción educativa como una invitación a la
plenitud personal y social, que dé sentido
a la vida y que nos impulse a una humani-
dad más profunda e íntegra.
116
Impulsar un desarrollo profundo de habilidades
117
Las escuelas católicas, por su parte, de- el creyente se trata de despertar en los
biesen tener una especial vocación en jóvenes, en los momentos oportunos, el
términos de sentido, de sentido de tras- deseo de entrar en la propia interioridad
cendencia, de desarrollo de la espirituali- para conocer y amar a Dios; para el no
dad y de servicio a la comunidad. creyente animar una inquietud estimu-
lante sobre el sentido de las cosas y de la
En el Documento sobre la Fraternidad propia existencia9.
Humana por la Paz Mundial y la Convi-
vencia Común se recuerda la “importan-
cia de reavivar el sentido religioso y la
necesidad de reanimarlo en los corazo-
nes de las nuevas generaciones”8. Para med el-Tayeb, “Documento sobre la Fraternidad
Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Co-
mún”, en Viaje apostólico a los Emiratos Árabes
Unidos (Abu Dabi, 4 de febrero de 2019).
8 S.S. Francisco & Gran Imán de Al-Azhar Ah- 9 Cf. Ibíd.
118
Alianza entre
escuelas y familias
119
Desafíos
48
que se base en la construcción de una alianza
fundada en la confianza, en el diálogo y en el
reconocimiento del valor del rol de cada cual,
la colaboración y el mutuo conocimiento
El nuevo Pacto Educativo entre familias El mundo escolar utiliza un tipo de regis-
y escuelas debe estar mediado necesa- tro de lenguaje y lectura específico y mu-
riamente por la confianza. De hecho, la chas veces asume que los padres cono-
desconfianza ha sido quizás una de las cen y aprecian ese registro. Sin embargo,
principales razones por las que se ha pro- con frecuencia se observa que los padres,
ducido un quiebre en el pacto: a ratos la especialmente los de familias de bajo ni-
relación colegio-familia se ha judicializa- vel socioeconómico utilizan otro tipo de
do, entrando profesores y apoderados registro de lenguaje y tienen visiones y
en dinámicas antagónicas, en lugar de creencias distintas a las del mundo esco-
trabajar desde la corresponsabilidad y la lar respecto a cómo y cuándo estimular
comunicación efectiva. En ese sentido, es y enseñar al menor. Considerando esto,
necesario dialogar más sobre las creen- es necesario contar con espacios en las
cias y supuestos de cada uno, para que escuelas donde docentes y apoderados
puedan colaborar desde sus respectivos puedan dialogar sobre las visiones de
espacios de acción. crianza y de aprendizaje, y donde se le
pueda explicar a los apoderados las par-
ticularidades del uso del lenguaje y de
la lectura en el mundo escolar y acadé-
mico. Para ello se deben diseñar meca-
nismos para que los docentes y colegios
conozcan las creencias educacionales y
de crianza de las familias con las que tra-
bajan.
120
Incluir herramientas para fortalecer la
El Pacto Educativo está mediado por tentes entre las distintas familias, se hace
las distintas prácticas y creencias de necesario promover ciertas creencias y
aprendizaje y de crianza que tienen las prácticas que aseguren una base común
escuelas y las familias, las cuales varían para potenciar el desarrollo de los hijos,
de manera significativa según cultura de como lo son la confianza en la capacidad
origen y nivel socioeconómico. En ese de aprendizaje y la conciencia de la agen-
sentido, para disminuir las brechas exis- cia familiar en la estimulación cognitiva y
121
socioemocional de los niños y niñas. Esto
se ve, por ejemplo, en el desarrollo del
lenguaje en el niño, que siendo la base
de su proceso de alfabetización, depen-
de en parte de las creencias y prácticas
lingüísticas que se dan en el hogar, las
cuales pueden cambiar con la acción de
políticas públicas dirigidas a la promoción
de la lectura inicial.
122
Vocaciones y
trayectorias de
los docentes
51
de calidad, reconociendo el rol fundamental
que tienen para el logro de trayectorias
educativas positivas para los estudiantes y
su impacto en la calidad delsistema educativo
Necesitamos atender con diligencia y pre- Una última variable clave a mencionar en
visión el déficit proyectado de docentes términos de retención, pero sobre todo
desde una política integral, desarrollando en términos de formación y atracción de
una mirada que incorpore de mejor ma- futuros profesores, es lo que algunos au-
nera las dimensiones histórica y cultural tores han denominado compromiso do-
del rol docente y su relación con el siste- cente, concepto que se ha investigado en
ma educativo. Se ha estudiado que son distintas latitudes y que hace referencia
al menos tres los factores que inciden en a un buen trabajo17 y también como una
la deserción docente: el clima laboral, la forma de entender el profesionalismo do-
sensación de no ser considerado como cente en función de su pasión por la en-
profesional, y la insatisfacción con las re- señanza18, como se ve en aquellos profe-
muneraciones y las condiciones labora- sores que creen firmemente que pueden
les de la escuela16. Otro factor relevante marcar una diferencia en el aprendizaje y
que se podría agregar tiene que ver con resultado de sus estudiantes, por lo que
la falta de acompañamiento, que viven ellos son, lo que ellos saben y como ellos
aquellos profesores principiantes en sus enseñan19. Esta definición está muy empa-
primeros años. Es muy relevante que rentada con la autoeficacia docente, por-
ellos puedan ser acompañados de ma- que son profesores que creen que pueden
nera efectiva durante ese periodo y que marcar una diferencia en el aprendizaje y
puedan visualizar prácticas efectivas de el resultado de todos sus estudiantes. La
docentes experimentados, con las cuales idea de compromiso docente es clave para
puedan sentirse identificados tomándolas hablar de identidad en el profesor.
como un modelo a seguir para su propio
quehacer docente.
17 Cf. Nordin Abd Razak, I. Gusti Ngurah Dar-
mawan, & John P. Keeves, “The influence of cultu-
re on teacher commitment”, Social Psychology of
Education 13, no. 2 (2010): pp. 185-205.
16 Cf. Beatrice Ávalos, & Juan Pablo Valenzue-
18 Cf. Pik Lin Choir, & Sylvia Yee Fan Tang, “Tea-
la, “Education for all and attrition/retention of
cher commitment trends: Cases of Hong Kong
new teachers: A trajectory study in Chile”, Inter-
teachers from 1997 to 2007”, Teaching and tea-
national Journal of Educational Development 49
cher Education 25, no. 5 (2009): pp. 767-777.
(2016): pp. 279-290. Alfredo Gaete Silva, et al.,
“Abandono de la profesión docente en Chile: Mo- 19 Cf. Christopher Day, Pam Sammons, & Gor-
tivos para irse del aula y condiciones para volver”, don Stobart, Teachers matter: Connecting work,
Estudios pedagógicos (Valdivia), 43, no. 1 (2017): lives and effectiveness (UK: McGraw-Hill Educa-
pp. 123-138. tion, 2007).
124
Fortalecer y apoyar el desarrollo profesional
125
pia situación ni el propio afecto, sino que anularse, sino que depende de una afec-
el bien del otro. tividad sana que sabe aceptar e integrar
los propios límites. El profesor puede en-
trar en dinámicas transferenciales con los
estudiantes, satisfaciendo necesidades
no resueltas de relaciones previas que
quedaron en conflicto. Educar lo afectivo
en el docente resulta fundamental, pues
educar tiene que ver con amar.
126
Comunicaciones
Reflexiones de los integrantes de la mesa
“Tejido social y convivencia”
La comunicación es lo más propio del ser dando una alta gama de oportunidades
humano y es nuestra modalidad esencial de comunicación, de sostenibilidad de ini-
para vivir la comunión y el encuentro. Es ciativas y de coordinación. Ni el diario ni la
por esto que hemos querido analizar la televisión ni la radio han sido absorbidas,
convivencia desde el ámbito de las comu- aún, por las redes sociales, lo que significa
nicaciones y las redes sociales, tan propias un aumento inconmensurable de fuentes
de nuestro tiempo y tan influyentes en los de comunicación.
hechos de octubre del 2019 y en el am-
biente al que nos hemos habituado en la La gran pregunta que subyace el ámbito de
situación de pandemia. las comunicaciones es cómo utilizar estas al
servicio del encuentro. Para ello debemos
Hoy hemos podido constatar cómo el mo- entender que las redes sociales y el mundo
delo de comunicación se ha visto transfor- digital ya no constituyen simplemente un
mado, pasando de un modelo bidireccional medio para comunicarnos, sino que son
—con emisor, mensaje y receptor fácilmen- un nuevo medio ambiente, un nuevo ca-
te identificables—, a uno multidireccional mino por donde se transita, con todas las
—con redes, polos, ejes y nodos—, donde oportunidades y dificultades que estas nos
todos tomamos distintos roles comunica- ofrecen. Esto se vuelve aún más evidente
cionales de forma simultánea. Gracias a la en el nuevo contexto de pandemia que nos
tecnología, hoy todos somos emisores de obliga al confinamiento y donde la única
la comunicación, la cual se ha universali- posibilidad de comunicación está constituí-
zado y democratizado. En el ámbito de las da por los medios digitales, posibilidad que
comunicaciones de masas las voces se han hasta hace poco resultaba inimaginable.
multiplicado, así como también los desti-
natarios, los formatos y las oportunidades
para comunicar. Hay mucho más conteni-
do disponible y cosas que antes no eran
comunicables o que pertenecían a esferas
privadas o íntimas, se están observando en
la esfera pública; ejemplo de ello es felici-
tar a un hijo por las RRSS.
128
La imagen del cuerpo y de los Por lo mismo se hace necesario educar,
miembros nos recuerda que el uso especialmente a los niños y jóvenes, para
de las redes sociales es comple- un uso adecuado de las redes, donde
mentario al encuentro en carne y ellas no pasen a reemplazar los espacios
hueso, que se da a través del cuer- de encuentro, de amistad, de juego y de
po, el corazón, los ojos, la mirada, la vida familiar. Como recuerda muy bella-
respiración del otro. Si se usa la red mente el Papa Francisco en Fratelli tutti,
como prolongación o como espera “necesitamos gestos físicos, expresiones
de ese encuentro, entonces no se del rostro, silencios, lenguaje corporal, y
traiciona a sí misma y sigue siendo hasta el perfume, el temblor de las ma-
un recurso para la comunión. Si una
nos, el rubor, la transpiración, porque
familia usa la red para estar más co-
todo eso habla y forma parte de la comu-
nectada y luego se encuentra en la
nicación humana”3.
mesa y se mira a los ojos, entonces
es un recurso. Si una comunidad
Como cristianos creemos que la verdade-
eclesial coordina sus actividades a
ra comunicación y el verdadero encuen-
través de la red, para luego celebrar
la Eucaristía juntos, entonces es un
tro se dan en el amor, puesto que solo
recurso. Si la red me proporciona el amor permite la salida de uno mismo
la ocasión para acercarme a histo- para la comunicación plena con el otro y
rias y experiencias de belleza o de la apertura para recibir al otro en su ple-
sufrimiento físicamente lejanas de nitud.
mí, para rezar juntos y buscar jun-
tos el bien en el redescubrimiento
de lo que nos une, entonces es un
recurso2.
129
55
Ser promotores de actitudes de apertura,
diálogo y reflexión en las redes
130
Frente al fenómeno de las fake news,
El fenómeno de las fake news no es nue- cada uno le interesa y de la fuente que
vo. Siempre ha habido intrigas y rumores, cada uno quiere. En estos ambientes se
e información tergiversada, esparcida de corre el riesgo de convertirse en actores
forma voluntaria para hacer pensar algo de desinformación, reproduciendo men-
específico a la gente. Se trata de una al- sajes de manera viral en los que resulta
teración de la verdad, lo que resulta uno difícil identificar la fuente.
de los peores usos que se le puede dar
a nuestra facultad de comunicar. Las fake El año 2018, en la Jornada Mundial de las
news son una forma de ‘propaganda’, es Comunicaciones Sociales, el Papa Fran-
decir, una forma de manipular la informa- cisco puso el acento en la codicia y an-
ción, cuya eficacia se debe a su capacidad sia de poder que anida en las fake news:
de aparecer como plausibles y por poner “Las fake news se convierten a menudo
el acento en estereotipos o prejuicios ex- en virales, es decir, se difunden de modo
tendidos (fenómeno denominado ‘sesgo veloz y difícilmente manejable, no a cau-
de confirmación’) y en emociones fáciles sa de la lógica de compartir que carac-
de suscitar. teriza a las redes sociales, sino más bien
por la codicia insaciable que se enciende
fácilmente en el ser humano”5. Esto nos
vuelve presas y nos roba la libertad del
corazón. Es por ello fundamental educar
en la verdad, es decir, en “saber discer-
nir, valorar y ponderar los deseos y las
inclinaciones que se mueven dentro de
nosotros, para no encontrarnos privados
del bien «cayendo» en cada tentación”6.
Es por ello que propone, como forma de
liberarse de la falsedad, buscar siempre
la relación, distinguir lo que favorece la
comunión y promueve el bien, y lo que,
por el contrario, tiende a aislar, dividir y
Las fake news se han multiplicado gracias contraponer.
a los ambientes digitales homogéneos
e impermeables que generan las redes
sociales, las que suelen usar algoritmos
que entregan información según los in- 5 Francisco, Mensaje del Santo Padre para la LII
tereses de cada persona, generando así Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales
una caja de resonancia donde se termina (13 de mayo de 2018).
accediendo solo a la información que a 6 Ibíd.
131
Paz social
Reflexiones de los integrantes de la mesa
“Derechos Humanos y paz social”
El malestar social expresado en las mani- Por otra parte, hemos validado frecuente-
festaciones tanto pacíficas como violentas mente hechos de violencia justificándolos
desde octubre del año 2019 dieron cuenta en base al fin que persiguen. La violencia
de una fragmentación profunda de la so- nos resulta extremadamente anti cristiana
ciedad chilena en términos de justicia, de y anti humana y jamás se debe justificar.
paz y de unidad. Falta reconocernos como
un pueblo de hermanos. En cambio, so- Los movimientos sociales son una expre-
lemos plantearnos en el terreno público sión más de la Sociedad Civil, de la socia-
atrincherados en nuestros grupos, defen- bilidad espontánea del ser humano y, por
diendo nuestros intereses particulares y ende, no se los puede juzgar como un
planteando la realidad en términos de ami- todo. Un aspecto medular para juzgarlos,
gos y enemigos. es ver cómo se relacionan con la violen-
cia. Cuando un movimiento social usa la
El clima cultural no ha hecho más que violencia para conseguir sus fines, proba-
acentuar la dimensión individual de nues- blemente esté comprometiendo cualquier
tra existencia por sobre la relacional, olvi- posibilidad de colaboración real para el
dando que dependemos unos de otros y bien común.
que, por ende, somos todos responsables
de todos. Tras el malestar hay también un No obstante, defender la paz se ha con-
profundo sentimiento de frustración indi- fundido frecuentemente con inmovilismo,
vidualista, de quien se considera punto de lo que nos ha hecho posponer la proble-
referencia de todo el universo. Es la tenta- mática que ha cooperado a la violencia. La
ción originaria del “y seréis como dioses” relación entre la paz y la justicia no debe
(Gn 3, 5) de la cual nadie está salvado. malinterpretarse, no significa que se pueda
justificar la injusticia para preservar la paz y
Muchas veces los católicos no hemos tener una actitud quietista ante problemas
sido ajenos a aquella lógica, mostrando sociales que son complejos. Y tampoco se
con nuestras acciones todo lo contrario a puede ocupar la prosecución de la justicia
aquello que predica nuestra fe, ciegos fren- como una excusa para herir la paz.
te a las injusticias y encerrados en nuestras
propias seguridades existenciales sin aper- Reflexionar sobre las injusticias que existen
tura hacia el otro, manifestación de la vir- en nuestra sociedad puede resultar dolo-
tud de la caridad. roso, pero es necesario para poder lograr
132
una verdadera empatía y compasión. En
términos de seguridad social, educación,
salud y vivienda vemos que existen mu-
chas injusticias que no debemos normali-
zar. Como nos recuerda el Papa Francisco,
“la paz social es trabajosa, artesanal. […]
Integrar a los diferentes es mucho más difí-
cil y lento, aunque es la garantía de una paz
real y sólida”1.
57
No divorciar el empeño por la Justicia
del empeño por la Paz
134
58 No descuidar los derechos sociales
Escuchando a nuestros hermanos más Por ello, sugerimos a todos aquellos in-
necesitados, constituye un deber evan- terlocutores, en especial, a los poderes
gélico atender su clamor en materia de públicos, a que
derechos sociales. En esta escucha, a la
que debieran sumarse quienes tienen pongan esmerado empeño para
mayor responsabilidad política, social, que al desarrollo económico co-
empresarial y cultural, se debiese ver con rresponda igual progreso social; y
esos sectores vulnerados cuál es la forma que en proporción de la eficacia de
y medida de garantizar sus derechos so- los sistemas productivos se desa-
ciales, en nuestro contexto social y según rrollen los servicios esenciales […],
el grado de desarrollo del país, sin perder la vivienda, la asistencia sanitaria,
de vista que no basta “reconocer al hom- la instrucción, y por fin, la creación
bre el derecho a las cosas necesarias para de condiciones idóneas tanto para
la vida si no se procura, en la medida de la vida religiosa como para las ex-
pansiones recreativas, [y] que la
lo posible, que todas esas cosas las tenga
remuneración del trabajo se deter-
con suficiencia”6.
mine según criterios de justicia y
equidad7.
6 Juan XXIII, Pacem in terris, n. 32.
7 Ibíd., n. 64.
135
60 Garantizar la seguridad
136
04
Reflexiones de algunos
integrantes de “Nuestra Mesa”
en torno al proceso de cambio
constitucional
137
Desafíos frente a la
discusión para una
futura Constitución
Reflexiones de los integrantes de la mesa
“Derechos Humanos y paz social”
Frente a la discusión para la futura insti- solo los poderes del Estado— contribuyen
tucionalidad jurídico-política chilena no a la promoción del bien de todos. El deseo
debemos olvidar que una Constitución res- final es construir un país de todos, miran-
ponde al para qué nos constituimos, y ese do con especial atención a los marginados
para qué es para vivir juntos. No se puede y desfavorecidos. Con nuestro Papa Fran-
establecer una institucionalidad en base cisco, aspiramos a una solidaridad que “se
a la desconfianza. Por ello, el ejercicio en expresa concretamente en el servicio, que
el que se ha embarcado Chile requiere de puede asumir formas muy diversas de ha-
capacidad de diálogo, empatía, escucha y cerse cargo de los demás”2 y que consiste
respeto mutuo. en
2 Ibíd., n. 115.
1 Francisco, Fratelli tutti, n. 191. 3 Ibíd., n. 116.
138
Ian Henríquez
Integrante de la mesa “Salud”
140
Eugenio Yañez
Integrante de la mesa “Vida económica
y laboral”
142
Pablo Valderrama
Integrante de la mesa “Rol del Estado”
143
Marcela Peredo
Integrante de la mesa “Derechos
Humanos y paz social”
Persona, Derechos y Nueva Constitución. seguridad social que proteja a los desvali-
Una visión desde el catolicismo dos, enfermos y personas ‘débiles’ porque
constitucionalista. ellos son ipse christus, otro Cristo.
El ser humano es una unidad: persona sig- Una Constitución iusnaturalista y de ins-
nifica alma, cuerpo y mente. Su dignidad piración católica debe sin complejos bus-
intrínseca no se determina por las normas car la paz social sin renunciar a la Verdad.
sino porque todos los seres humanos son Proteger los derechos sociales y no instru-
creados iguales; que son dotados por su mentalizar al ser humano para fines ajenos
Creador de ciertos derechos inalienables; al bien común. De modo que conforme a
que entre éstos están la vida, la libertad y las Encíclicas que constituyen la Doctrina
la búsqueda de la felicidad. En consonan- Social de la Iglesia, cada vez que regule
cia con lo anterior, en los ‘nuevos dere- un derecho vea al hombre o la mujer que
chos’ tales como el divorcio, la eutanasia sufre, al niño y al anciano cautelando sus
y el aborto el ser humano es cosificado por derechos durante toda su vida. Solo así,
el derecho y la norma determina lo que la protegeremos al ser humano sin caer en la
persona es. tentación del transhumanismo o el nihilis-
mo jurídico en que se gobierna de espaldas
Nuestro deber como católicos es recordar a las personas, sin límites de poder e ins-
que las normas no suplantan la Verdad que trumentalizando al ser humano.
el ser humano debe reconocer como hijo
de Dios. No como instrumento del mundo.
No como una dignidad que se revierte en
su contra para matar a otro. Y es que un
derecho para que sea tal no puede elimi-
nar el ejercicio de aquel por otras perso-
nas. Los derechos son limitados por el De-
recho ajeno.
144
Luca Valera
Integrante de la mesa “Salud”
En cada experiencia profesional —Vicaría en Pacem in terris— lograr que ella com-
de la Solidaridad, atención a los retornados prometa al Estado y la sociedad a poner
del exilio, trabajo por la paz en Guatema- esmerado empeño para que los derechos
la, trabajo por los migrantes en Chile— y sociales a la vivienda, la asistencia sanita-
más allá de las diversas especialidades del ria, la instrucción, entre otros, así como la
Derecho, siempre me interesó tratar de justa remuneración del trabajo, sean pro-
pensar los conceptos jurídicos —por ejem- gresivamente garantizados.
plo, los Derechos Humanos, la seguridad,
la justicia— en clave cristiana integral, y así
quiero hacerlo ahora.
146
Ignacio Suazo
Integrante de la mesa “Familia”
147
Ana María Stuven
Integrante de la mesa “Derechos
Humanos y paz social”
148
Jorge Blake
Integrante de la mesa “Educación”
149
Pablo Vidal
Integrante de la mesa “Medioambiente”
Mirar el futuro de Chile con una cisco desde Laudato si’, Querida Amazonia
mirada integral. y que ahora con Fratelli tutti nos volvió a
confirmar coincidiendo con la urgente
Si hay algo que podemos aprender del esta- transformación que viviremos en Chile.
llido social y la llegada del Covid-19, es que
todo está conectado. Todo lo que hacemos Llegó el momento de volver a salir al en-
o dejamos de hacer tiene un efecto, y mu- cuentro del Dios que habita en nuestros
chos de los problemas sociales, económi- hermanos y también en el planeta. Y ha-
cos y ambientales que hoy enfrentamos cerlo con la actitud del Buen Samaritano,
podrían ser consecuencia de un desequili- que va en rescate (de su prójimo) dejando
brio sostenible que arrastramos como país sus propias prioridades de lado, con liber-
y humanidad por mucho tiempo. tad, invirtiendo tiempo e incluso dinero
para encontrar solución a sus problemas.
Largas horas de trayecto a los trabajos; sa-
larios que no logran cubrir los ingresos mí- Es ocasión de cambiar nuestras formas de
nimos para una vida digna; discriminación consumo, de evitar cualquier desperdicio,
y segregación por razones socioeconómi- de vivir con sobriedad y definitivamente
cas, ideológicas o de otros tipos; falta de con menos. Es tiempo de reconectarnos
áreas verdes y una crisis hídrica inminente; con la naturaleza y considerarla en nues-
montañas de basura —y ahora plástico de tras decisiones, de abrirnos a la comunidad
mascarillas— y otros insumos sanitarios; y de re-educarnos en familia, aprendiendo
grandes emisiones de CO2; un sistema de los adultos de los niños y viceversa. Pero
salud que no logra resolver a tiempo las especialmente, es momento de plantear-
dolencias; y finalmente una educación que nos el desarrollo —presente y futuro— de
no alcanza para asegurar igualdad de opor- Chile, de manera integral, en un equilibrio
tunidades, son solos algunas de las brechas orgánico entre lo humano, lo social, lo eco-
sustentables que sufre hoy nuestra Casa nómico y lo ambiental.
Común y que nos invitan a volver con ur-
gencia la mirada en quienes la habitamos,
para proponer soluciones que permitan
disfrutar dignamente esta Casa.
150
CIERRE
151
Un proyecto de: