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Agenda
• ¿Ciencia neutral?
• Ciencia y tecnología como sistemas acciones
intencionales.
• Técnicas, artefactos y sistemas técnicos.
Ciencia neutral?
• Dos dimensiones:
– Interna: eficiencia, factibilidad, eficacia y habilidad.
– Externa: contexto social y cultural.
• Interna:
– Eficiencia: más eficiente si obtiene más fines u objetivos con el
menor derroche o merma. Emparentado a productividad.
– Factibilidad: realización lógica y material.
– Eficacia: logre los fines que se propone alcanzar y no otros.
– Fiabilidad: eficiencia estable, constante.
Evaluación de sistemas técnicos
• Externa:
– Su costo intrínseco y los recursos para hacerle frente.
– Consecuencias en estructura social y cultural.
– El tipo de necesidades que satisface y la importancia que la
sociedad da a estas necesidades.
El impacto que se tendrá, ej: puesta marcha de Tía María;
impacto de la inversión, empleos generados, canon,
consecuencias ambientales, etc.
Naturaleza, técnica y ética
LA CULTURA DE INTERNET
¿COMUNIDADES VIRTUALES O SOCIEDAD RED?
LA POLÍTICA DE INTERNET (I) REDES INFORMÁTICAS, SOCIEDAD CIVIL Y ESTADO
LA POLÍTICA DE INTERNET (II) PRIVACIDAD y LIBERTAD EN EL CIBERESPACIO
LA GEOGRAFÍA DE INTERNET: LUGARES CONECTADOS EN RED
EL TELETRABAJO. LA TELEVIDA Y LOS NUEVOS MODELOS DE MOVILIDAD
METROPOLITANA
LA DIVISORIA DIGITAL: UNA PERSPECTIVA GLOBAL
CREANDO UN DILEMA
LA CULTURA DE INTERNET
Los hackers no son lo que los medios de comunicación dicen que son: no son una
banda de inforrnéticos locos sin escrúpulos que se dedican a vulnerar los códigos,
a penetrar ilegalmente en los sistemas o a desbaratar el tráfico informático.
Los que actúan de ese modo reciben el nombre de crackers, y el hacker los
rechaza.
Comunitarios virtuales
Las fuentes culturales de Internet no pueden reducirse, sin embargo, a los valores de los
innovadores tecnológicos.
Los primeros usuarios de las redes informáticas crearon comunidades virtuales, por usar
el término popularizado por Howard Rheingold, y estas se convirtieron en fuente de
valores que deterrninaban el comportamiento y la organización social.
Pero dicho término introdujo a su vez un equívoco considerable: el término comunidad, con las fuertes
connotaciones que lo acompañan, confundía diversas formas de relación social, y provocó la discusión ideológica
entre los nostálgicos de la vieja comunidad, espacialmente limitada y los entusiastas partidarios de las
comunidades electivas propiciadas por Internet.
De hecho, para los sociólogos urbanos, esta es una discusión que viene de lejos y que no hizo sino revivir los
debates clásicos entre los que veían el proceso de urbanización como la desaparición de las formas de vida
comunitarias significativas -reemplazadas por unos lazos más selectivos y débiles entre hogares esparcidos por la
metrópoli anónima
Así pues. la gente no construye su significado en las sociedades locales, no porque carezca de raíces territoriales
sino porque selecciona sus relaciones sobre la base de sus afinidades. Es más. las formas de asentamiento
espacial no suelen tener un efecto realmente significativo sobre la sociabilidad. Una serie de estudios llevados a
cabo hace años por varios sociólogos urbanos (Suzanne Keller, Barry Wellman y Claude Fischer entre otros)
demostraron que las redes sustituyen a los lugares como sostén para la sociabilidad. tanto en las zonas periféricas
como en las ciudades
LA POLÍTICA DE INTERNET (I) REDES INFORMÁTICAS,
SOCIEDAD CIVIL Y ESTADO
Las sociedades cambian a través del conflicto y se gestionan mediante la política. Como
Internet se está convirtiendo en un medio esencial de comunicación y organización en todos
los ámbitos de la actividad, es obvio que los movimientos sociales y los agentes políticos lo
utilizan y lo utilizarán cada vez más, transformándolo en una herramienta privilegiada para
actuar, informar, reclutar, organizar, dominar y contradominar.
Los movimientos del siglo XXI, acciones colectivas intencionadas dirigidas hacia la
transformación de los valores y las instituciones sociales, se manifiestan en y a
través de Internet.
El movimiento obrero, superviviente de la era industrial, se conecta, organiza y
moviliza con y en Internet. Lo mismo se puede decir del movimiento ecologista, el
movimiento feminista, los diversos grupos pro derechos humanos, los
movimientos de identidad étnica, los movimientos religiosos, los movimientos
nacionalistas y los defensores de una interminable lista de proyectos culturales y
causas políticas.
El ciberespacio se ha convertido en un ágora electrónica global donde la
diversidad del descontento humano explota en una cacofonía de acentos
Redes ciudadanas
Desde mediados a los ochenta hasta finales de los noventa, una amplia gama de
comunidades locales de todo el mundo se conectó a la red. A menudo se conectaban con
instituciones locales y gobiernos municipales, articulando la democracia ciudadana de base
en el ciberespacio.
y los gobiernos municipales que trataban de reforzar su legitimidad a base de abrir nuevos
canales de participación ciudadana.
Los emprendedores sociales surgieron como líderes de varios de
estos proyectos. Generalmente, estos eran activistas ciudadanos
que se habían percatado de las posibilidades que ofrecían las redes
informáticas. De vez en cuando, los operadores de
telecomunicaciones o las empresas de alta tecnología se decidían a
colaborar, para promocionar la promesa de una sociedad de la
información para todos.
En lugar de que el Gobierno vigile a las personas, la gente podría vigilar a su Gobierno, algo a lo que
deberían tener derecho, ya que en teoría el poder reside en el pueblo. Sin embargo, la mayor parte
de los estudios e informes describen un panorama bastante negativo, con la posible excepción de las
democracias escandinavas.
Los gobiernos, a todos los niveles, utilizan Internet principalmente como tablón de anuncios
electrónico para publicar su información, sin realizar un verdadero esfuerzo de interacción real.
Los representantes parlamentarios suelen tener sus propios sitios web pero no les prestan demasiada
atención, ni en el diseño ni en las respuestas a las peticiones de los ciudadanos.
Los empleados de sus gabinetes responden por ellos, más o menos del mismo modo que lo hacían
anteriormente con el correo convencional. De hecho, en el año 2000, en alguno de los sitios web de
los parlamentarios británicos se invitaba a los ciudadanos a dirigirse a ellos mediante correo ordinario
y se les advertía de que tardarían por lo menos una semana en responder.
Internet, democracia y política informacional
Según un sondeo informal del Instituto de Asuntos Económicos del Reino Unido de noviembre de
2000 (lnstitute of Economic Affairs) sobre los sitios web de 97 miembros de la Cámara de los
Comunes, el diseño y mantenimiento de los mismos dejaba mucho que desear y daban muestras de
un grado de abandono considerable.
Un estudio internacional muy interesante y bien documentado sobre el uso de Internet en los
parlamentos de países miembros de la OCDE, daba cuenta del rápido aumento del uso de Internet,
tanto en el parlamento como en la relación con el electorado, pero también indicaba en general un
continuismo bastante claro de la actividad política tradicional
Los partidos políticos suelen expresarse a menudo en la red y durante las campañas electorales los
candidatos, o sus subordinados en su nombre, se encargan de atender cuidadosamente su imagen en
la red. Sin embargo la televisión, la radio y la prensa son los medios de comunicación preferidos, ya
que se adecuan mejor al modelo de comunicación de uno-a-muchos que sigue siendo la norma en
política.
Seguridad y estrategia en la era Internet: guerra cibernética,
noopolitik y swannin
Creado como un medio para la libertad, en los primeros años de su existencia global, Internet parecía presagiar una
nueva era de liberación. Los gobiernos podían hacer muy poco para controlar unos flujos de comunicación capaces de
trascender la geografía y, por tanto, las fronteras políticas.
La libertad de expresión podía extenderse por todo el planeta sin depender de los medios de comunicación de masas,
ya que Internet permitía la comunicación de muchos a muchos sin trabas.
La propiedad intelectual (de la música, las publicaciones, las ideas, la tecnología y el software) debía compartirse
necesariamente ya que, en cuanto estas creaciones salían a la red, no había manera de limitarlas.
La privacidad estaba protegida por el anonimato de la comunicación en Internet, así como por la dificultad de rastrear
las fuentes e identificar el contenido de los mensajes transmitidos por medio de los protocolos de Internet.
De los intereses compartidos por el comercio y los gobiernos ha surgido una variedad de
tecnologías de control. Existen las tecnologías de control, las de vigilancia y las de investigación.
Todas se basan en dos supuestos básicos: el conocimiento asimétrico de los códigos en la red y la
capacidad para definir un espacio de comunicación específico, susceptible de ser controlado.
Una vez se ha insertado la cookie con un ordenador, todos los movimientos on line realizados
desde dicho ordenador son grabados automáticamente por el servidor del sitio web que la
colocó. Los procesos de autentificación utilizan finas digitales que permiten a otros ordenadores
verificar el origen y las características de la persona que se conecta.
El fin de La privacidad
En buena parte de este análisis, así como en la ideología de los primeros usuarios de Internet,
está implícito el supuesto de que los gobiernos no son los aliados de la libertad. Y sin
embargo, la historia nos enseña que el principal bastión contra la tiranía ha sido la
democracia institucional y no la ideología libertaria.
Entonces, ¿por qué no encomendar a los gobiernos, a los democráticos por lo menos, la
regulación de los usos apropiados de Internet? Por ejemplo, la reglamentación de la Unión
Europea respecto a los datos de usuarios obtenidos por parte de las empresas puntocom,
protege la privacidad en un grado muy superior al permisivo ambiente laiesez-faire
imperante en Estados Unidos.
No obstante, los gobiernos europeos están empeñados al mismo tiempo en retener todo el
poder que puedan sobre la información y la comunicación, liderando el movimiento, por
ejemplo, contra la difusión de la tecnología de encriptación, el sistema más efectivo para que
la gente pueda controlar sus comunicaciones.
LA GEOGRAFÍA DE INTERNET: LUGARES CONECTADOS EN RED
La era Internet ha sido anunciada como el fin de la geografía. De hecho, Internet tiene una
geografía propia, una geografía hecha de redes y nodos que procesan flujos de información
generados y controlados desde determinados lugares.
La unidad es la red, por lo que la arquitectura y la dinámica de varias redes constituyen las fuentes
de significado y función de cada lugar.
El espacio de los flujos resultante es una nueva forma de espacio, característico de la era de la
información, pero que no es des localizado: establece conexiones entre lugares mediante redes
informáticas telecomunicadas y sistemas de transporte informatizados.
Se decía que el trabajo desde el hogar electrónico iba a dar paso a una nueva clase de asentamientos
humanos, ya que el lugar de trabajo como tal desaparecería y los hogares se convertirían en el centro de
una actividad multifuncional.
En realidad, el teletrabajo no es una práctica demasiado extendida y además el trabajo desde casa está sólo
parcialmente relacionado con Internet. Así. en Estados Unidos, que es el lugar del mundo supuestamente
más avanzado en cuanto a la flexibilidad de los patrones de trabajo, se calculó en 1997 que tan sólo un 6,43
% de la mano de obra trabajaba habitualmente desde casa; de la cual, el 47 % trabajaba una media de 15
horas a la semana y el resto, unas 23 horas a la semana (Departamento de Estadística del Trabajo Estados
Unidos rUS Bureau of Labor Statistics], elaborado por Zayas, 2000).
Además, sólo una parte de ellos trabajaba principalmente desde casa, y muchos no utilizaban ordenadores
para dicho trabajo.
LA DIVISORIA DIGITAL: UNA PERSPECTIVA
GLOBAL
La centralidad de Internet en muchas áreas de la actividad social, económica y política se convierte en
marginalidad para aquellos que no tienen o que tienen un acceso limitado a la red, así como para los que
no son capaces de sacarle partido.
Por tanto, no debe extrañamos en absoluto que el augurio del potencial de Internet como medio para
conseguir la libertad, la productividad y la comunicación venga acompañado de una denuncia de la
divisoria digital, inducida por la desigualdad en Internet.
La disparidad entre los que tienen y los que no tienen Internet amplía aún más la brecha de la
desigualdad y la exclusión social, en una compleja interacción que parece incrementar la distancia entre
la promesa de la era de la información y la cruda realidad en la que está inmersa una gran parte de la
población del mundo.
No obstante, esta cuestión, tan sencilla en apariencia, se complica si decidimos analizarla de cerca. ¿Es
realmente cierto que las personas y los países quedan excluidos por estar desconectados de las redes
basadas en Internet?
CREANDO UN DILEMA