Querido James:

Ahora mismo debo irme, es posible que cuando leas esta carta ya me
he marchado pero no podía irme sin antes confesarme, y si es una
carta de amor. En aquel momento no pude hacerlo y para ahora ya
todo estará perdido. Lamento eso. Nunca debí haberme marchado sin
darte explicaciones y menos sin haberte besado una ultima vez. Pero
no tengo remordimientos, agradezco haberte conocido y haber podido
compartir contigo este corto tiempo, recuerdo la primera vez que nos
conocimos tenias un mal genio sin embargo nunca olvidare tus
palabras "Te casaras conmigo" palabras que llevare conmigo para
siempre, ademas recuerdo haberme presentado y dijiste que clase de
nombre es ese, en aquel momento solo reí ante tu sarcasmo y dijiste
"sabes Luz Andrea suena muy ordinario te llamare Ann" apodo que
recordare con cariño. Buenos tiempos, no. Mis intenciones con esta
carta es que no sea respondida, se que has hecho una nueva vida en la
cual no pienso entrometerme es por eso que he decidido seguir
adelante y me prometí olvidarte, todos mis sentimientos y emociones
se marcharan conmigo. Quiero finalizar esta carta destensando que
puedas vivir una vida plena y feliz, sin embargo no puedo finalizarla
sin antes decirte que si hay una cosa que lamento y es el no haberme
casado contigo.

Siempre tuya

"Ann"