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El método Hazen-Williams (Chen, 1992), que se desarrolló a inicios del año 1900,

tradicionalmente se considera como una simple herramienta para calcular las


pérdidas de energía en tuberías que transportan agua, la ecuación considera un
coeficiente de rugosidad (transporte) asumido como constante para cierto material
de la tubería, a pesar del tamaño del tubo o el rango de flujo. Esta consideración
hoy en día la hace poco aplicable, ya que existe evidencia que la aplicación de la
fórmula es certera sólo para la operación de tuberías en regímenes laminar o
transición, y en la mayoría de los casos las tuberías de suministro de agua
usualmente caen fuera de dichas condiciones. Por ello, esta práctica puede ser
dañina y tener efectos negativos en el diseño de las tuberías, ya que una mala
aplicación puede llevar a diseños de redes insuficientes o con mayor pérdida
desde el punto de vista hidráulico. La formula es sencilla y su calculo es simple
debido a que el coeficiente de rugosidad “C” no es función de la velocidad ni del
diámetro de la tubería. Es útil en el calculo de perdidas de carga en tuberías. Es
útil en el calculo de perdidas de carga en l tubería para redes de distribución de
diversos materiales

Q1,852
[
h=10,674∗ 1,852 4,871 ∗L
C ∗D ]
donde:

h= Perdida de carga o de energía (m).

Q= Caudal (m 3/s).

C= Coeficiente de rugosidad (adimensional).

D= Diámetro interno de la tubería (m).

L= Longitud de la tubería (m)

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