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ANALISIS DEL DECALOGO DEL ABOGADO.

1- ESTUDIA: El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus


pasos serás cada día un poco menos Abogado.

Todo Abogado que no estudia, que no se prepara, y que no se actualiza


diariamente para sus futuros casos, se hace cada día menos Abogado, debido a la
gran demanda de competividad en el mercado profesional. Suele suceder con
todas las profesiones u oficios que se desempeña en la vida cotidiana. De forma
que, todas las personas que emprendemos un oficio, pretendemos ser mejores
cada día y superar nuestras expectativas, y esto se logra haciendo sacrificios y
estudios constantes y actualizados.

2- PIENSA:  El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.

El Derecho es una ciencia completa y compleja, cambiante y por eso, tiene la


capacidad de razonamiento que poseemos todos los seres humanos y es
imprescindible para su aplicación.

A través del acto de pensar, se analizan supuestos, y se definen estrategias que


permitan una aplicación adecuada y satisfactoria de las normas jurídicas.

3- TRABAJA:  La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la


Justicia.

Al abogado lo acompañan en su día a día, estrictas normas, variadas y


numerosas, lo cual hacen de su labor un reto diario, una de las más duras y
retadoras. Por el cual todo Abogado debe trabajar al servicio de la Justicia con
transparencia, y no perder nunca ese Norte en su actuar, sin importar las
situaciones sociales que se presenten.

4- LUCHA:  Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que encuentres en


conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia.

Esta labor le corresponde al abogado por excelencia, donde él tiene la misión de


luchar por defender las normas, luchar por llegar a una verdad, y por, sobre todo,
luchar para velar por la Justicia. Este es un deber cotidiano muy importante para
todo Abogado, la lucha diaria en la aplicación correcta de las normas jurídicas.

5- SE LEAL:  Leal como tu cliente al que no puedes abandonar hasta que


comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando
él sea desleal contigo, leal para con el Juez que ignora los hechos, y debe
confiar en lo que tú le dices y que, en cuanto al Derecho, alguna que otra
vez debe confiar en el que tú le invocas.
Todo abogado mantiene una Confidencialidad con su cliente, una tolerancia al
adversario, honestidad al juez, mucho profesionalismo en la aplicación del
Derecho, y  sabiduría en todo aquello que compone a su labor de Abogado.

6- TOLERA:  Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que


sea tolerada la tuya.

Se dice donde hay dos Abogados, existen tres verdades; popular refrán que está
profundamente ligado a este mandamiento. Así como tú expones tu verdad, y
esperas que esta sea escuchada, analizada y tolerada; así debes escuchar,
analizar, tolerar y adicional, aprender todo lo que puedas de las verdades ajenas.

7- TEN PACIENCIA:  El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su


colaboración.

En Todo juicio, tiene sus procedimientos debidamente estipulados, con tiempos


anticipados y pautas que el Abogado debe seguir al pie de la letra, para cumplir
con todos los requisitos y poder llevar su verdad al éxito.

El Abogado que no tiene paciencia, no logrará sus metas, ya que no podrá seguir
los procedimientos, etapas ni las normas establecidas en su trabajo.

8- TEN FE:  Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la


convivencia humana; en la Justicia, como destino normal del Derecho, en
la Paz como substitutivo bondadoso de la Justicia; y sobre todo, ten fe en
la Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.

Uno de los mandamientos más difíciles de aplicar hoy en día, en especial por la
sociedad actual, donde el poder y el dinero suelen definir el curso de muchas
cosas, incluyendo la Justicia en muchos casos. El Abogado debe comprometerse
en su actuar a respetar estos principios de Justicia, Paz y Libertad acorde a la
correcta aplicación del Derecho, o su carrera perderá el rumbo y credibilidad.

9- OLVIDA:  La Abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla


fueras llenando tu alma de rencor llegaría un día en que la vida sería
imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como
tu derrota.

En un proceso legal, donde el Abogado desata todos sus conocimientos teóricos y


empíricos, su capacidad intelectual y hasta su personalidad, para defender sus
intereses y así lograr que gane la verdad de su cliente), y al hacer esto, se desata
una lucha de poder, uno de los pecados más comunes de los Abogados, que, si no
se olvida rápidamente del caso que gano o perdió, acabará destruyendo su
carrera por acumular rencores.
10- AMA TU PROFESIÓN:  Trata de considerar la Abogacía de tal manera
que el día que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor
para ti proporcionarle que sea Abogado.

Los hijos son el orgullo de todos los padres, y más aún poderse sentir orgulloso de
que tu propio hijo elija la misma carrera que tú, eso emociona mucho y te das por
satisfecho, lo cual quiere decir que tu pasión por el Derecho es tal e innato, que
quieres compartirlo con tus hijos, que pase a la siguiente generación y el legado
pueda continuar de generación en generación

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